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¿Cómo ha sido para mí, como estudiante de segundo año


de kinesiología, volver a la presencialidad?

Volver a la presencialidad ha sido intenso, como una


montaña rusa prácticamente.
Entrar a la universidad fue un camino largo, pero al haber
sido del primer año online me facilito un poco las cosas;
primero, tuve que aprender hábitos de estudio ya que los que
había adquirido en el colegio eran pésimos para lo que es la
universidad, pero efectivos para lo que era el colegio;
segundo, tener que sociabilizar mediante una pantalla o un
dispositivo me fue realmente difícil, ya que por lo general
soy una persona muy extrovertida y se me es muy fácil
poder desenvolverme con la gente cuando estoy con ella,
pero al tener que relacionarme mediante el dispositivo me
fue muy difícil y provocó que mi ansiedad volviera y por
último, el tener que aprender a llevar la carga académica fue
un proceso bastante largo, en donde tuve que aprender a
convivivr con el estrés, la ansiedad, la frustración y un vai y
ven de emociones.

Sin embargo al tener el segundo año de forma presencial,


tuve que volver a pasar por todo esto y más cosa, algunas
cosas se me hicieron mas facil y otras no tanto, pero el
proceso de adaptabilidad del primer año fue como una
“base” para lo que adaptarme a esta nueva modalidad fue un
poco más sencillo en unos aspectos pero en otros ha sido un
proceso de aprandizaje constante.

Una de las cosas que mas me ha ayudado a lo largo de este


nuevo semestre, es haber fortalecido y creado nuevos lazos
con distintas personas, las cuáles se han convertido en mi red
de apoyo dentro de la universidad, pero hay algunas de ellas
con las que la confianza se establece y se han convertido en
mis amigos/as, y son personas con las cuáles cuento día a
día.

En este nuevo periodo académico al conocer tantas personas,


he podido hacer más afinidad con algunas de ellas y pasado
el tiempo me he dado cuenta que la afinidad generada es tan
frágil, que me es tan fácil de un momento a otro volverme
indiferente con ellas cuando sobrepasan los límites de la
confianza que yo les doy; por eso, creo que estoy
constantemente rodeándome con distintas personas, con tal
de establecer relaciones sanas.

Respecto a como he llevado mi trastorno de ansiedad


durante este semestre, realmente es una lucha del día a dia.
Partiendo que el confinamiento genero ciertos “temores” y a
mi ya me costaba estar en lugares reducidos con muchas
personas (debido a mi ansiedad) y el tener que estar en una
sala con más de 40 personas me estresaba mucho al incio y
lo único que podía pensar al estar en clases era, en
concentrarme en mi respiración para evitar tener un ataque
de pánico, ya que me angustiaba mucho el tener que convivir
con una “multitud” en un lugar pequeño con un sistema de
ventilación bien reducido. Pero lo que va del año, logre
generarme como una “seguridad” al saber que los casos
covid iban disminuyendo y la positividad igual, pero al saber
que la mayoría de la población estudiantil contaba con su
esquema de vacunación, eso me generaba la confianza y
seguridad necesaria para poder aistir a clases pensando que
había una mínima probabilidad de contagiarme de covid.

Un factor que influye en mi ansiedad son mis expectativas,


por lo usual solía ponerme metas a corto plazo, creyendo que
lo lograría en ese plazo, ya que las expectativas que me
imponía eran bastante altas, pero con el tiempo entendí que
es mejor antes de establecerme mis metas, es determinar cuál
debe ser su tiempo ( corto o largo plazo) y después de eso
fijar mis expectativas siendo más realista a lo son mis
capacidades, sabiendo también de que soy capaz de logra;
porque si establezco estándares que vere difícil de cumplir,
estaré constantemente lidiando de forma interna con mi
frustración y mi temor a fracasar.

Una de las cosas que más me ha costado congeniar hasta el


día de hoy, es el manejo de mi tiempo, ya que la mayor parte
del tiempo prefiero enfocarla en lo que es estudio dejando
muchas veces de lado “mis cosas”, porque hay veces que se
me suelen acumular temas dejando menos tiempo para poder
“recrearme”, ya que prefiero destinar esos minutos o horas
que tengo en seguir estudiando o adelantando trabajos.
Y no es que se me acumulen las cosas por falta de
organización o planificación, porque planificar y/o organizar
es muy distinto a cuando uno lleva a cabo sus acciones,
porque a mi parecer va dependiendo también de cómo yo me
encuentro, porque si estoy cansada, me cuesta mas poder
concentrarme y retener la información y termino
funcionando más lento de lo normal; en cambio si estoy
distraída, como que empiezo a hacer varias cosas a la vez
destinando mi energía a varios temas y no a uno especifico,
y como resultado término haciendo otras cosas que no eran
del plan inicial.
Entonces el manejo del tiempo y la planificación, son dos
tareas con las que he tenido que trabajar constantemente para
poder generarme mis espacios de recreación sin sentirme
estresada cuando veo que se me aproximan semanas con una
gran carga académica.
Este semestre que ha sido presencial, han sido de
crecimiento personal ya que he trabajado diariamente el
tener que lidiar con el estrés; mi ansiedad; mi manejo del
tiempo; la frustración por no poder cumplir con mis propias
expectativas; el tratar de equilibrar mi vida social con el
estudio; mi salud, tanto física como mental.

Por eso, el haber vuelto a la presencialidad considero que ha


sido intenso, como una montaña rusa.

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