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TRASTORNO DE MOVIMIENTOS ESTEREOTIPADOS

307.3 (F98.4)
A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo (p. ej.,
sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse,
golpearse el propio cuerpo).
B. El comportamiento motor repetitivo interfiere en las actividades sociales,
académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión.
C. Comienza en las primeras fases del período de desarrollo.
D. El comportamiento motor repetitivo no se puede atribuir a los efectos fisiológicos
de una sustancia o una afección neurológica y no se explica mejor por otro trastorno
del desarrollo neurológico o mental (p. ej., tricotilomanía [trastorno de arrancarse el
cabello], trastorno obsesivo-compulsivo).

Especificar si:

Con comportamiento autolesivo (o comportamiento que derivaría en lesión si no


se emplearan medidas preventivas).
Sin comportamiento autolesivo
¿QUE SON LOS MOVIMIENTOS ESTERIOTIPADOS?
Es una afección en la cual una persona hace movimientos repetitivos y sin propósito.
Como mover las manos de un lado para el otro, mecer el cuerpo o golpearse la
cabeza. Los movimientos interfieren con la actividad normal o tienen el potencial de
causar daño al cuerpo.
CAUSAS
El trastorno de movimientos estereotípicos es más común en los niños que en las
niñas. Los movimientos repetitivos a menudo aumentan con el estrés, la frustración
y el aburrimiento.
Se desconoce la causa de este trastorno, cuando no se presenta con otras afecciones.
Los estimulantes como la cocaína y las anfetaminas pueden provocar un período
grave pero breve de este comportamiento. El comportamiento puede incluir
piqueteo, retorcimiento de las manos, tics de la cabeza o mordedura de los labios. El
consumo prolongado de estimulantes puede llevar a períodos más largos de este
comportamiento.
Las lesiones en la cabeza también pueden ocasionar movimientos estereotípicos.
TRATAMIENTO
El principal tratamiento indicado para casos de estereotipia infantil consiste en un
programa de terapia conductual inspirado en el entrenamiento en comunicación
funcional, que está integrado por ocho fases distintas:
 Identificación del problema
Se establecen las características de las conductas que originan la conducta repetitiva.
 Determinación de la necesidad de intervenir
En esta fase, se evalúa el grado de daño que tienen estas conductas en la vida del
niño, así como el nivel de afección que genera sobre su entorno.
 Evaluación funcional
Esta se realiza a través de tres procedimientos distintos:
o Entrevistas funcionales
o Observación directa en el ambiente cotidiano del niño
o Análisis funcionales para detectar la función de la conducta. Es decir, con qué
fin establece dichos patrones.
 Determinar la función de la conducta
Luego de concretar la etapa anterior, es necesario comparar la información que
arroje con otros resultados obtenidos en evaluaciones anteriores.
 Evaluación de repertorios y reforzadores
Se identifican los posibles elementos que puedan tener efecto reforzador sobre el
niño, con el objetivo de integrarlos posteriormente en la terapia.
 Selección del procedimiento
En esta etapa se establece un plan de acción concreto, definiendo las estrategias,
técnicas de castigo (de ser necesarias) y otras pautas que sean pertinentes de acuerdo
a los datos arrojados por la evaluación funcional.
 Evaluación de los resultados
En este momento se cuestiona la efectividad de las técnicas utilizadas. Se hace a lo
largo de la intervención (durante todas las sesiones) y es lo que otorga el carácter
dinámico al tratamiento, pues obliga al profesional a cambiar la estrategia en caso de
que no muestre resultados.
 Generalización y mantenimiento
En esta etapa se establecen de forma clara los cambios deseados en la conducta del
niño.
Si la generalización no sucede, es necesario intervenir en cada uno de los contextos
pertinentes.

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