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Reservas Internacionales de El Salvador, Cuanto representa de su

PIB
Desde hace varias semanas economistas y reportes de agencias especializadas
han señalado que estas reservas, que resguarda el BCR, muestran niveles
demasiado bajos.
En las últimas semanas, varios reportes internacionales y economistas han
coincidido en un punto: las reservas internacionales de El Salvador están en
niveles históricamente bajos.
Solo para poner en contexto, en enero de 2019 estas sumaban $3,493 millones y
llegaron a su punto máximo ese año con $4,861 millones en octubre. Estas
empezaron a bajar en septiembre de 2020, aunque volvieron a recuperarse
levemente en 2021, pero en septiembre de 2022, volvieron a mostrar un declive,
perdiendo en un año $900 millones. En enero han tenido una leve recuperación,
aunque siguen estando abajo del promedio.
¿Cuántas reservas tiene el salvador?
Las reservas internacionales de El Salvador, que representan el ahorro financiero
del país para mantener la estabilidad financiera y monetaria, han caído $1,070
millones desde enero de 2020, lo que significa una disminución del 27.1 % de su
saldo.
El dato preocupa a economistas sobre todo cuando faltan menos de 18 días para
que entre en vigor la Ley Bitcoin, una normativa que genera temor entre los
salvadoreños y que podría provocar que muchos de ellos saquen sus ahorros ante
el riesgo de que su dinero se convierta en criptomonedas con un valor volátil.
Además, al no tener opciones de financiamiento externas, el Gobierno podría
volver a modificar los niveles de reserva permitidos a la banca para que ésta le
siga prestando, a través de Certificados del Tesoro (Cetes) y Letras del Tesoro
(Letes), pues este ahorro es de las pocas alternativas locales que tiene el país
para financiarse.
Las reservas internacionales están constituidas en su mayoría por Reservas de
Liquidez, es decir, un porcentaje de los depósitos del público que la banca debe
guardar en el Banco Central de Reserva (BCR) para enfrentar cualquier choque
financiero.
En octubre de 2019, antes de la pandemia de covid-19, las reservas
internacionales llegaban a $4,861.4 millones. En marzo del 2021, estas habían
bajado a $2,447.3 millones. En mayo de 2022, subieron a $3,649.3 millones y
cerraron el año pasado en $2,440.4 millones, según las cifras del BCR. La entidad
dio a conocer esta semana que el dato para enero de 2023 era de $2,734.7
millones, es decir un aumento de $294.3 millones con respecto a diciembre
pasado. Pero, a juicio del economista Otto Rodríguez, esta situación ha coincidido
con el endeudamiento que registró el Banco Central en enero, cuya variación
mensual fue de $1,269 millones. “Esto implica que si el Banco Central no se
hubiera endeudado se habría producido una pérdida de Reservas Internacionales
Netas de más $900 millones".
La actividad económica del país, medida a través del Producto Interno Bruto (PIB),
registró una recuperación en el tercer trimestre de 2020 al aumentar 12.0%
respecto al trimestre anterior. Esto significó en términos de tasa anual una menor
contracción (-10.2%), la cual es inferior en 9.6 puntos porcentuales respecto a la
del segundo trimestre de 2020 (-19.8%), mostrando una recuperación sin
precedentes en la serie 2005-2020.
La recuperación económica del tercer trimestre, respecto al segundo, fue
determinada por un incremento productivo en casi todas las actividades, siendo
las más destacadas las Industrias manufactureras (33.3%); Construcción (26.3%);
Comercio al por mayor y por menor (25.0%); Actividades de alojamiento y
servicios de comida (16.4%); y Actividades profesionales, científicas y técnicas
(13.7%).
El resultado del tercer trimestre de 2020 se encuentra relacionado a las fases de
reapertura económica y al proceso realizado por las empresas salvadoreñas, que
en un corto tiempo generaron condiciones para innovar, digitalizar y crear nuevos
productos y canales de distribución.
Asimismo, las medidas implementadas por el Gobierno de la República para
apoyar el ingreso de los hogares y las empresas, han contribuido a la
recuperación económica, tales como la entrega de paquetes alimentarios a todos
los hogares del país, eliminación de requisitos de reservas de los bancos para
lograr mayor disponibilidad de recursos para el otorgamiento de créditos, la
efectividad en el funcionamiento de las aduanas y puertos del país para garantizar
las operaciones comerciales con el exterior, acciones para proteger las cosechas
agrícolas ante fenómenos climáticos, entre otros.
La Industria ha logrado recuperarse por el efecto de demanda en algunos
productos esenciales para los hogares como son los alimentos, productos de
limpieza y desinfección, salud preventiva mediante vitaminas y la demanda de
antivirales en general y a un incremento de la demanda externa, principalmente
por productos textiles.
Un efecto multiplicador en la economía se presenta en la actividad Construcción,
que al continuar desarrollando los proyectos de inversión, demanda una cantidad
importante de empleo y activa las cadenas de suministro locales por los insumos
requeridos de la industria y del comercio.
Asimismo, tanto la demanda interna como externa de la producción nacional se
recuperó en el tercer trimestre de 2020 respecto al trimestre anterior,
especialmente el Consumo Final de los Hogares (12.7%), la Inversión (38.0%) y
las Exportaciones (64.4%).
El incremento de la producción en las actividades económicas, y por ende, en los
ingresos de los hogares, permitió que su gasto de consumo se recuperara. Otro
factor importante en la recuperación de esta variable económica lo constituyen las
remesas familiares, las cuales totalizaron US$4,188.1 millones hasta el mes de
septiembre, superando en 0.8% al monto recibido en igual período de 2019, con lo
cual se revirtió la tendencia a la baja del trimestre anterior, la cual ha continuado
en los siguientes meses.
La inversión, tanto pública como privada, ha constituido un importante motor para
la recuperación económica en el tercer trimestre, gracias al desarrollo de
proyectos privados de construcción residencial y corporativos, construcción de
centros comerciales, construcción de plantas generadoras de energía, proyectos
de energía con base a energía solar y eólica, entre otros; mientras que en la
inversión pública, se continuaron desarrollando obras públicas como la
construcción de los periféricos Gerardo Barrios, Claudia Lars, las obras de la
presa hidroeléctrica 3 de febrero, entre otras.
Las exportaciones salvadoreñas totalizaron US$4,315.9 millones hasta el mes de
septiembre; precisamente en dicho mes comenzaron a registrarse valores
mensuales de exportaciones de bienes que superan a los del mismo período de
2019, manteniendo dicho comportamiento en los meses siguientes. Las
exportaciones de las industrias manufactureras, especialmente las de textiles,
prendas de vestir y maquila, fueron las que mayor recuperación registraron.
En cuanto a las perspectivas económicas, el desempeño favorable de distintos
indicadores en los meses de octubre a diciembre, permiten que el Banco Central
de Reserva proyecte un crecimiento económico para 2020 que se ubica entre -
7.0% y -8.5%.
Este resultado estará determinado principalmente por las decisiones de gasto de
los diferentes agentes económicos, la evolución de la pandemia, el desempeño
económico de los principales socios comerciales del país y de las medidas de
apoyo gubernamentales que se implementen, tales como el Fideicomiso para la
Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (FIREMPRESA),
lanzado en octubre del presente año, y la prevención de desastres relacionados a
los huracanes Eta e Iota.
Para 2021 se proyecta que la economía salvadoreña continúe recuperándose a
una tasa que oscila entre 3.5% y 4.0%, impulsado por una mejora del ingreso de
los hogares, la continuidad en los proyectos de inversión tanto pública como
privada, y la mejora de las condiciones económicas a nivel internacional, que
favorecerán los flujos comerciales y de remesas familiares.
Devaluación Y Tipo De Cambio Del Dólar
(AFP)
El Salvador cumple 20 años de dolarización, una medida que buscaba estabilidad
pero que no hizo despegar la economía del país centroamericano, aún apoyada
en remesas, sin mucho margen de maniobra y un alto endeudamiento público.
María Pacheco, hoy de 70 años, lo recuerda. "De un día para otro el mazo (atado)
de cebollas pasó de cinco colones (equivalentes a 57 centavos de dólar, en la
época) a un dólar. Perdimos 43 centavos en el redondeo", porque muchos
negocios optaron por no dar vuelto en la moneda local, dijo.
Con la promesa de estabilidad macroeconómica y evitar devaluaciones, el
gobierno derechista del fallecido expresidente Francisco Flores (1999-2004)
impuso el 1 de enero de 2001 la Ley de Integración Monetaria (LIM), que puso a
circular el dólar a la par de la moneda local, el colón.
Junto con Ecuador y Panamá son los únicos tres países dolarizados de América
Latina.
¿Cómo fue?
La ley fijó el tipo de cambio a razón de 8,75 colones por dólar, pero la idea del
bimonetarismo fue "una trampa" porque los bancos comenzaron a retener los
colones y al final de 2001 solo circulaba el billete verde, recordó el profesor de
economía de la Universidad de El Salvador (UES), Raúl Moreno.
El expresidente del Banco Central Óscar Cabrera explicó que al dolarizar se aplicó
un tipo de cambio que no respetó la paridad del poder adquisitivo del ciudadano.
Alguien que ganaba 875 colones pasó a recibir 100 dólares, cuando el equivalente
de ese salario antes de la medida era sobre los 200 dólares, dijo. En la práctica la
población "perdió la mitad de su poder adquisitivo de la noche a la mañana",
contó.
La deuda pública
En ese entonces el gobierno prometió el arribo de inversiones abundantes, más
exportaciones y empleos de calidad que "nunca llegaron", por eso el balance "es
negativo", resume el profesor universitario Roberto Cañas.
Las importaciones siguen superando a las exportaciones y el crecimiento
económico promedio anual ha sido del 2% del PIB. En 2020 se espera una
contracción del 8,6% debido a la pandemia de covid-19, según Cepal.
La situación se complica porque la deuda pública ronda el 90% del PIB. Y si se
ejecuta el endeudamiento programado para 2021, los compromisos podrían llegar
al 104,5% del PIB, según el último informe del Centro de Pensamiento Fundación
Salvadoreña Para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
"A la dolarización la vendieron como la panacea que iba a curar todos los males
de la economía y que vendrían ríos de leche y miel y fue todo lo contrario",
lamentó Cañas.
La dolarización se mantiene a flote con los ingresos de remesas familiares, que en
2019 sumaron 5.650,2 millones de dólares, equivalentes al 16% del PIB.
Sin devaluaciones -
En dos décadas los sectores "más favorecidos" según los especialistas, fueron las
importaciones y la banca, que tuvo la "certeza" que no se presentarían
devaluaciones. Pudo tomar divisas en el extranjero a tasas bajas y otorgar créditos
localmente con intereses altos, detallan.
Pero algunos afirman que la medida fue positiva para El Salvador.
La dolarización "ha sido muy beneficiosa para el país", dijo Juan Héctor Vidal,
exdirector de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep).
Con ella se "rescató" la tradición de "estabilidad monetaria y financiera" con saldos
positivos generados con el exterior y "contribuyó a estabilizar los precios internos".
Revertir ahora la dolarización, como fue una de las intenciones de los gobiernos
de izquierda entre 2009 y 2019, sería "imprudente" porque generaría
"inestabilidad" frente a los mercados internacionales, consideró.
¿Qué pasó con el colón, la moneda salvadoreña que salió de circulación?
Conforme el uso del dólar fue avanzando, el colón poco a poco desapareció.
Actualmente, el colón salvadoreño es la estrella de museos y toda una reliquia
para aquellas generaciones que lograron salvar algunas de estas monedas.
Hoy en día, regresar al colón es inconcebible, especialmente porque más del 75%
de la deuda del país está en dólares, lo que no sólo generaría incertidumbre, sino
también mayor déficit fiscal y una fuga de depósitos en la banca. El país no sería
capaz de sostenerse y, eventualmente, provocaría una devaluación e inflación,
cuya consecuencia principal sería más pobreza en el país.
La llegada del bitcoin a El Salvador
Con 62 votos a favor en la nueva Asamblea Legislativa, el pasado 7 de
septiembre, la Ley Bitcoin entró en vigor en El Salvador. Con esta, el país planea
impulsar su economía con criptomonedas, pues su principal objetivo es la
regulación del bitcoin como moneda de curso legal ilimitado en cualquier
transacción.
Esto significa que todo establecimiento o comercio está obligado a aceptar las
criptomonedas como método de pago, incluyendo grandes cadenas de comida
rápida y plazas, hasta restaurantes, hoteles y tienditas de la esquina.
¿Cuánto fue el nivel de apreciación o devaluación de sus monedas en estos
periodos?
El Salvador inició el siglo cambiando su moneda de curso legal del colón al dólar
de Estados Unidos. El colón era una moneda muy estable que se había
estacionado en ¢8.75 por dólar durante los 15 años anteriores a la dolarización. El
dólar de Estados Unidos, por el otro lado, es una moneda que fluctúa durante las
24 horas con respecto a todas las monedas del mundo, dado que tiene un tipo de
cambio absolutamente libre.
El impacto para una economía dolarizada como la salvadoreña de esta
apreciación generalizada del dólar es positiva desde el punto de vista que todo lo
que se importe de países con monedas devaluadas se va a volver más barato,
pero también tiene un impacto negativo para la competitividad de nuestros
exportadores a todo el mundo, incluyendo Estados Unidos. Ya que hay
productores asiáticos, europeos y latinoamericanos con monedas depreciadas
tienen una mayor capacidad para ofrecer precios más bajos que los productores
salvadoreños.
Para efectos de control de la inflación una moneda fuerte es más beneficiosa que
una moneda débil. Además, que los precios de las materias primas se expresan
generalmente en dólares y cuando el dólar se aprecia, esos precios tienden a
bajar. Ese es el caso de productos como el petróleo, metales como el cobre y
alimentos como el trigo, la soya y el maíz, por mencionar solo algunos productos.
En general, podemos decir que el dólar fuerte beneficia al consumidor, perjudica al
productor, puede generar cierto nivel de desempleo y perjudica al gobierno porque
recibirá menos impuestos con la baja de los precios de todo lo que se importa y lo
que se vende internamente. Lo que sí perjudica a casi todos los salvadoreños es
la subida de tasas de interés que está habiendo en Estados Unidos y en el resto
de los países del mundo, porque eso encarecerá el crédito a nivel nacional. El país
tendrá que hacer un esfuerzo muy grande para mejorar la productividad de la
mano de obra, para competir con países que se volverán relativamente más
baratos que nosotros.
En conclusión, hay que aprovechar las ventajas que genera la apreciación del
dólar y hay que tratar de contrarrestar las desventajas que también genera dicha
revalorización de la moneda.
https://www.bcr.gob.sv/2021/04/13/principales-resultados-pib-tercer-trimestre-de-
2020/
https://www.eleconomista.net/economia/Que-pasa-con-las-reservas-
internacionales-20230210-0002.html
https://www.swissinfo.ch/spa/afp/el-salvador-cumple-20-a%C3%B1os-de-dolarizaci
%C3%B3n-con-d%C3%A9bil-impulso-econ%C3%B3mico/46255236
https://us.as.com/us/2021/09/30/actualidad/1632960160_946373.html

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