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Título: Sobre la suspensión de la ejecución de los derechos inherentes a las acciones en mora en su integración
Autor: Duprat, Diego A. J.
Publicado en: RDCO 283, 17/04/2017, 394 - RDCO 17/04/2017, - RDCO 17/04/2017,
Cita Online: AR/DOC/3469/2017
Sumario: I. Los efectos de las acciones en mora. Suspensión automática de derechos, venta, caducidad y
ejecución del contrato de suscripción.— II. Presupuestos para la caducidad de los derechos de las acciones en
mora.— III. ¿Puede llegar a imputarse la suma inicial pagada por la integración parcial de todas las acciones
suscriptas a sólo algunas de ellas hasta completar su integración?
(*)

La sentencia bajo análisis aborda la cuestión de la suspensión del ejercicio de los derechos emergentes de las
acciones en mora en su integración que, gracias a la precisa exposición de los hechos y al agudo análisis del Dr.
Rafael Barreiro, aclara y explica aspectos complejos del tema.
En el marco de una acción de impugnación de decisiones asamblearias, la parte demandada opuso excepción
de cosa juzgada al momento de alegar, en base a una sentencia dictada en otra causa —que fuera iniciada por la
sociedad para cobrar el saldo de integración— en la que el titular de las acciones en mora consignó el saldo a
integrar por las acciones oportunamente suscriptas.
En tal causa quedó acreditado que el demandante estaba en mora en la integración de sus acciones al
momento en que tomó intervención en la asamblea cuyas decisiones luego impugnó, como así también al
momento en que dedujo la acción impugnatoria, extremos que, por otra parte, fueron reconocidos por el
impugnante.
Yendo a la cuestión central, la Cámara sostuvo que si bien la excepción había sido interpuesta en tiempo y
forma, la misma no era procedente porque no había identidad entre el objeto de ambas causas y por referirse,
además, a cuestiones distintas a las vinculadas al caso bajo análisis, lo que se comparte.
Más allá de las cuestiones vinculadas con la excepción de cosa juzgada y con las vicisitudes del otro proceso
donde se planteo la consignación, lo cierto es que el actor se encontraba en mora en la integración del valor de
sus acciones, tanto al momento en que asistió a la asamblea, como al impugnar las mismas.
Este es el hecho relevante que dio lugar a las conclusiones más interesantes del fallo en comentario y que a
continuación destacaremos.
De más está aclarar que si la sociedad le hubiese negado el derecho a intervenir en la asamblea al accionista
demandante, por ser titular de acciones en mora en su integración, la cuestión seguramente se hubiese finalizado
sin necesidad de llegar a los tribunales.
I. Los efectos de las acciones en mora. Suspensión automática de derechos, venta, caducidad y ejecución del
contrato de suscripción
El art. 192, LGS es claro al imponer la suspensión automática del ejercicio de los derechos inherentes a las
acciones en mora. Acreditada la mora por el mero vencimiento del plazo (art. 37, LGS), se suspende —ipso
facto— el ejercicio de tales derechos. No se requiere previa intimación al accionista moroso, ni siquiera
comunicación alguna a él o al resto de los accionistas.
Esto implica que el titular de dichas acciones pierde, respecto de las acciones en mora, la facultad de ejercer
los derechos de información, de receso, de suscripción preferente, de acrecer, de participar en la asamblea y
votar, de convocar a asambleas, de impugnar las decisiones sociales, etc.
Esta suspensión es de efectos automáticos y no importa si la sociedad contempló en su estatuto la venta de
los derechos de suscripción correspondientes a las acciones en mora, la caducidad de los mismos o si la
sociedad optó por exigir el cumplimiento del contrato de suscripción (art. 193, LGS).
Porque aún cuando la sociedad decidiera poner en venta las acciones no integradas, resolviera la caducidad
de los derechos de suscripción a dichas acciones, previa intimación al deudor moroso, o exigiera el
cumplimiento del contrato de suscripción, la suspensión automática del ejercicio de los derechos de las acciones
en mora operará indefectiblemente frente a la mora del titular y sin importar que decisión haya tomado o vaya a
tomar el directorio de la sociedad respecto a las otras alternativas posibles.
II. Presupuestos para la caducidad de los derechos de las acciones en mora
El fallo bajo análisis también se ocupa de precisar los presupuestos de la caducidad de los derechos de
suscripción de las acciones en mora que, básicamente, son dos: a) previsión estatutaria que así lo autorice y b)
intimación al moroso a integrar en un plazo no mayor a treinta días.

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Cumplidos ambos requisitos, el directorio puede considerar caducos los derechos de suscripción de las
acciones no liberadas (cabe aclarar que los derechos inherentes a dichas acciones ya han sido suspendidos
instantáneamente al momento de la mora).
Esto trae como consecuencia la cancelación de dichas acciones, ya que nadie podrá suscribirlas —y menos
integrarlas— por no existir derecho de suscripción alguno vinculado a ellas. No compartimos la posición que
sostiene que las acciones continúan existiendo a pesar de haber caducado los derechos de suscripción y por
tanto no sería necesario la reducción del capital social (1). Al caducar los derechos de suscripción por mora en la
integración, las acciones deberán cancelarse, previo acuerdo de reducción del capital social (art. 220, inc. 1º,
LGS) (2)
III. ¿Puede llegar a imputarse la suma inicial pagada por la integración parcial de todas las acciones
suscriptas a sólo algunas de ellas hasta completar su integración?
Llamativamente, la parte demandada, al contestar la expresión de agravios de la actora, introdujo un
argumento por lo menos sorprendente, que hasta debilitó su posición en el proceso. Indicó que en la asamblea
en cuestión se le había reconocido su calidad de accionista pero sólo sobre el 25 por ciento de las acciones
suscriptas (en consecuencia se le admitió —tácitamente— la titularidad sobre 2.500 acciones, considerándolas
totalmente integradas), lo que quedó consignado en actas al volcarse el resultado de las distintas votaciones y
fue acreditado en el expediente.
El problema es que el actor no tenía 2500 acciones totalmente integradas, sino que el actor era titular de
10.000 acciones integradas en un 25 por ciento y, habiendo vencido el plazo para integrar el saldo, estaban
—todas— en mora en su integración.
Cabe aclarar que, a estar al relato de la sentencia, no surge que haya habido acuerdo alguno de imputar el
anticipo del 25 por ciento del valor de la integración (sobre 10.000 acciones) para tener por integrado, en un 100
por ciento, el valor del 2500 acciones y, consecuentemente, cancelar la suscripción de las restantes 7500
acciones. Lo cierto es que el actor había suscripto 10.000 acciones y sólo integró el 25 por ciento de su valor y,
ante la mora en la integración del saldo, quedo privado de la posibilidad de ejecutar los derechos inherentes a las
10.000 acciones suscriptas.
La extravagante interpretación de las partes no solo resulta contraria al ordenamiento legal, que prohíbe ser
titular de acciones suscriptas sin siquiera integrar el anticipo en efectivo del 25 por ciento de su valor (art. 187,
LGS), sino que dio lugar a que la actora opusiera, en su beneficio, la teoría de los actos propios (ahora
consagrada en el art. 1067 del CCiv.yCom.) para considerar que la sociedad habría "saneado" su falta de
legitimación para ejercer los derechos de socio.
Argumentación que, por supuesto, fue rechazada en primer y segunda instancia, ya que nadie puede sacar
provecho de una situación contraria a normas imperativas de la ley (arts. 37, 187 y 192, LGS), aunque la
sociedad, algunos de sus órganos o los demás socios así lo hayan tolerado y permitido.
Es relevante señalar, por último, que la posibilidad de suscribir acciones sin exigírsele al suscriptor la
acreditación de un aporte dinerario en efectivo de, al menos, un 25 por ciento del valor total de la suscripción, es
una falta que dispara la responsabilidad de los directores (art. 274, LGS) y síndicos.
(*) Doctor en Derecho (UBA); Profesor Titular ordinario de "Derecho Societario", Universidad Nacional
del Sur (Bahía Blanca, Argentina).
(1) Halperín, Isaac, Manual de sociedades anónimas, Depalma, Buenos Aires, 1964, p. 162, en posición que
comparte Zaldívar, Enrique - Manóvil, Rafael - Ragazzi, Guillermo - Rovira, Alfredo, Cuadernos de derecho
societario, vol. III, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1978, p. 154.
(2) En este sentido, Vítolo, Roque, Aportes, capital social e infracapitalización en las sociedades
comerciales, 1ª ed., Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2010, p. 140.

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