Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.

com

Utilización, permeabilidad y complicaciones asociadas con el

acceso vascular para hemodiálisis en los Estados Unidos
Isibor J. Arhuidese, MD, MPH,a,B Babak J. Orandi, MD, PhD, MSc,a,C Besma Nejim, MD, MPH,a y
Mahmoud Malas, MD, MHS,a Baltimore, Maryland; Tampa, Florida; y San Francisco, California

ABSTRACTO
Fondo: Este estudio examina la utilización y los resultados del acceso vascular para la hemodiálisis a largo plazo en los Estados Unidos y
describe el impacto del uso temporal del catéter en los resultados. Nuestro objetivo fue evaluar la prevalencia, la permeabilidad y la
supervivencia asociada del paciente para las fístulas autógenas e injertos protésicos colocados de forma preventiva; para fístulas autógenas
e injertos protésicos colocados después de un catéter temporizador; y para los catéteres de hemodiálisis que permanecieron en uso.
Métodos: Realizamos un estudio retrospectivo de todos los pacientes que iniciaron hemodiálisis en Estados Unidos durante un período de 5
años (2007-2011). Se utilizó la base de datos nacional emparejada del United States Renal Data System-Medicare para comparar los
resultados después de fístulas autógenas preventivas, injertos protésicos preventivos, fístula autógena después de catéter temporizador,
injerto protésico después de catéter temporizador y uso persistente de catéter. Los resultados fueron permeabilidad primaria, permeabilidad
primaria asistida, permeabilidad secundaria, maduración, diálisis sin catéter, infección grave del acceso y mortalidad.
Resultados: Hubo 73.884 (16%) pacientes que iniciaron hemodiálisis con fístula autógena, 16.533 (3%) que iniciaron hemodiálisis con injertos protésicos,
106.797 (22%) que temporizaron con catéter de hemodiálisis previo al uso de fístula autógena, 32.890 (7%) que temporizaron con catéter previo al uso
de injerto protésico, y 246.822 (52%) pacientes que permanecieron en el catéter. La tasa de maduración y la mediana del tiempo de maduración fueron
del 79% frente al 84% y de 47 días frente a 29 días para las fístulas autógenas colocadas de forma preventiva frente a los injertos protésicos.
Permeabilidad primaria (índice de riesgo ajustado [aHR], 1,26; intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,25-1,28;PAG <0,001) y permeabilidad primaria
asistida (FCa, 1,36; IC del 95%, 1,35-1,38; PAG <0,001) fueron significativamente mayores para la fístula autógena en comparación con los injertos
protésicos. La permeabilidad secundaria fue mayor para las fístulas autógenas más allá de los 2 meses (aHR, 1,36; IC del 95%, 1,32-1,40;PAG <0,001).
Infección grave (aHR, 9,6; IC del 95%, 8,86-10,36;PAG <0,001) y mortalidad (FCa, 1,29; IC del 95%, 1,27-1,31; PAG <0,001) fueron mayores para los injertos
protésicos en comparación con las fístulas autógenas. Temporizar con un catéter se asoció con un aumento del 51% en la mortalidad (aHR, 1,51; IC del
95%, 1,48-1,53;PAG <0,001), disminución del 69% en la permeabilidad primaria (aHR, 0,31; IC del 95%, 0,31-0,32; PAG <0,001) y un aumento del 130% en
la infección grave (aHR, 2,3; IC del 95%, 2,2-2,5; PAG <0,001) en comparación con el inicio con fístulas autógenas o injertos protésicos. La mortalidad fue
2,2 veces mayor para los pacientes que permanecieron con catéteres en comparación con los que iniciaron hemodiálisis con fístulas autógenas (aHR,
2,25; IC 95%, 2,21-2,28;PAG <0,001).

Conclusiones: El uso temporal de catéteres se asoció con una mayor mortalidad, una mayor infección y una menor permeabilidad, lo que
socavó el enfoque altamente prevalente de usar catéteres de forma electiva como puente hacia el acceso permanente. Las fístulas autógenas
se asocian con un mayor tiempo hasta la diálisis sin catéter, pero con una mejor permeabilidad, un menor riesgo de infección y una menor
mortalidad en comparación con los injertos protésicos en la población general. (J Vasc Surg 2018; 68: 1166-74.)
Palabras clave: Acceso a hemodiálisis; Acceso a diálisis; Enfermedad renal en etapa terminal; Enfermedad renal crónica; Fístula arteriovenosa;
Injerto arteriovenoso; Fístula autógena; Injerto protésico; Catéter de hemodiálisis; Catéter de diálisis; Permacath

Las iniciativas nacionales, como Fistula First, y las guías
clínicas, como las promulgadas por Kidney Disease Outcomes
Quality Initiative, han proliferado para minimizar la
morbilidad y maximizar la duración de la función de acceso
para pacientes con enfermedad renal en etapa terminal.
De la División de Cirugía Vascular, Instituciones Médicas Johns Hopkins,
Baltimorea; la División de Cirugía Vascular, Universidad del Sur de Florida, TampaB; y
la División de Cirugía de Trasplantes de la Universidad de California en San Francisco,
San Francisco.C
Conflicto de intereses del autor: ninguno.
Correspondencia: Mahmoud Malas, MD, MHS, FACS, Professor of Surgery, Johns
Hopkins School of Medicine, Profesor de Epidemiología, Johns Hopkins Bloomberg
School of Public Health, Director del Centro de Excelencia en Investigación y Ensayos
Quirúrgicos (CREST), The Johns Hopkins Hospital, 4940 Eastern Ave, A 547, Baltimore,
MD 21401 (e- correo: bmalas1@jhmi.edu). Los editores y revisores de este artículo no
tienen ninguna relación financiera relevante con
divulgar según la política de JVS que requiere que los revisores rechacen la revisión de
cualquier manuscrito para el que puedan tener un conflicto de intereses.
0741-5214
Copyright - 2018 de la Sociedad de Cirugía Vascular. Publicado por Elsevier Inc.https://
doi.org/10.1016/j.jvs.2018.01.049
(ESRD).1,2 En consecuencia, se ha recomendado que las fístulas
autógenas se consideren el acceso inicial preferido para
hemodiálisis en pacientes con ERT, seguido de injertos
protésicos y finalmente catéteres de hemodiálisis.3 Estas
recomendaciones surgen de numerosos estudios que han
demostrado un mayor riesgo de sepsis, hospitalización,
estenosis venosa central y mortalidad con catéteres, así como
un mayor costo.4-10
La National Kidney Foundation recomienda que los pacientes
con enfermedad renal crónica en etapa 4 se sometan a una
evaluación para la colocación de un acceso permanente 6 meses
antes de la fecha prevista de inicio de la diálisis.1 Esto es para
permitir la maduración, un proceso que se informa dura hasta 4
meses para las fístulas autógenas y 4 semanas para los injertos
protésicos, y para evitar la necesidad de un catéter como puente
hacia la maduración. A pesar de las recomendaciones y directrices
internacionales respaldadas por pruebas sólidas, el 80% de los
pacientes incidentes en hemodiálisis inician la hemodiálisis con
un catéter en lugar de con una fístula autógena o un injerto
protésico en los Estados Unidos.11,12 En efecto,

1166
Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Revista de Cirugía Vascular
Volumen 68, Número 4
en muchos países, esta tendencia puede estar aumentando. Por
ejemplo, de 1996 a 2007, la proporción de pacientes en
hemodiálisis que utilizan catéter en España se triplicó.13 En
Francia, se duplicó.13 La necesidad de revertir la alta prevalencia
del uso de catéteres, a nivel nacional y mundial, sigue siendo
urgente. La rápida creación de fístulas autógenas o injertos
protésicos después de la colocación previa de un catéter de
hemodiálisis es un paso racional para limitar el riesgo asociado
con los catéteres. Sin embargo, los riesgos atribuibles al uso
previo de un catéter sobre los resultados de las fístulas autógenas
y los injertos protésicos se desconocen en gran medida.
En el pasado, no había ningún reembolso de los Centros de
Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) por la creación de
fístulas autógenas o injertos protésicos hasta al menos 30
días después del diagnóstico de ESRD. Esta práctica cambió
gracias a los amplios esfuerzos de los líderes de la Iniciativa
Fístula Primero, entre otros.14
Recientemente, el CMS también ha realizado cambios en las
políticas de pago para la atención relacionada con la hemodiálisis
que incentivan la eficiencia, la durabilidad y el bajo costo.15 Estos
requieren un examen objetivo del rendimiento y la durabilidad de
las alternativas de acceso para hemodiálisis.
En este estudio, realizamos una auditoría de 5 años del
acceso a hemodiálisis en los Estados Unidos. Nuestro objetivo
fue comparar patrones de utilización de fístulas autógenas e
injertos protésicos o catéteres para hemodiálisis, maduración
del acceso, logro de diálisis sin catéter, permeabilidad,
imagenología y mortalidad en una cohorte poblacional de
pacientes. También estimamos los riesgos atribuibles al uso
previo y persistente de catéteres de hemodiálisis.
MÉTODOS
Se realizó un análisis retrospectivo de todos los pacientes del
Sistema de Datos Renales de los Estados Unidos (USRDS) que
iniciaron hemodiálisis entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de
diciembre de 2011. El USRDS mantiene una base de datos
prospectiva de todos los pacientes con ESRD que reciben terapia
de reemplazo renal en los Estados Unidos. Los informes anuales
publicados desde 1988 aparecen enusrds.org y brindar
información sobre epidemiología y mortalidad entre otros
parámetros.dieciséis El USRDS mantiene una base de datos sólida de
cada paciente con ESRD integrando datos específicos del paciente
sobre hospitalización y costos de los CMS, los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades, United Network for
Organ Sharing y las redes ESRD. La Junta de Revisión Institucional
de Johns Hopkins aprobó este estudio y se eliminó la necesidad
de consentimiento del paciente individual.
La base de datos de USRDS contiene datos sobre el tipo de acceso de
hemodiálisis inicial de los pacientes y las características demográficas y
médicas obtenidas a través del formulario CMS 2728, Informe de evidencia
médica de enfermedad renal en etapa terminal. Este formulario se llena en
el centro de tratamiento por personal médico capacitado. Los datos sobre
la creación del acceso arteriovenoso, las intervenciones y las
complicaciones como estenosis, trombosis e infección que requieren
escisión en pacientes antes de la diálisis se obtuvieron de una cohorte de
beneficiarios de Medicare.
Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Arhuidese y col. 1167
ASPECTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO
D Tipo de investigación: Estudio retrospectivo de datos de
la base de datos nacional combinada del Sistema de datos renales de
los Estados Unidos-Medicare
D Llevar el mensaje a casa: En más de 470.000 pacientes que
Al iniciar la hemodiálisis, el uso del catéter como puente
al acceso permanente se asoció con una mayor
mortalidad, mayor infección y menor permeabilidad. El
inicio de la hemodiálisis con fístula autógena se asoció
con una mejor permeabilidad y supervivencia y una
menor tasa de infección.
D Recomendación: Siempre que sea posible, los autores
Recomiendan iniciar hemodiálisis con fístula autógena y
abandonar el abordaje de contemporizar de forma
electiva con catéteres de hemodiálisis.
que progresaron a ESRD y posteriormente fueron capturados en
la base de datos de USRDS. Los datos de seguimiento se
obtuvieron de la base de datos de reclamos de Medicare
vinculada. La base de datos de USRDS también contiene datos
sobre la muerte de pacientes, recopilados del Formulario 2746 de
CMS, Formulario de notificación de muerte por ESRD, que los
proveedores completan para notificar a Medicare cada vez que
muere un paciente con ESRD y que se comparan con el Índice de
defunción del Seguro Social. La cohorte se dividió en pacientes
que iniciaron hemodiálisis con fístula autógena, injertos
protésicos o catéteres de hemodiálisis. Los pacientes que
iniciaron la hemodiálisis con un catéter se estratificaron aún más
en aquellos que se convirtieron de catéter a fístula o injerto
(conversos) y aquellos que persistieron en catéteres para
hemodiálisis. El tipo de acceso arteriovenoso creado después del
inicio con un catéter se identificó medianteTerminología procesal
actual (CPT) para fístulas autógenas (36818, 36819, 36820, 36821
y 36825) e injertos protésicos (36830).
Entre los pacientes que iniciaron la hemodiálisis con un catéter,
la duración total de la exposición del catéter se calculó como el
intervalo entre la colocación del catéter (código CPT: 36557,
36558) y su extracción (código CPT: 36589). El tiempo hasta la
diálisis sin catéter se calculó como el intervalo entre la fístula
autógena o la colocación del injerto protésico y la extracción del
catéter en un paciente que inició hemodiálisis con un catéter. Los
extremos de estos intervalos se identificaron mediante la
extracción del catéter no asociado con la colocación de un nuevo
catéter dentro de los 7 días y precedidos por la colocación de una
fístula autógena o injerto protésico, incorporando así todos los
cambios de catéter dentro del intervalo. La permeabilidad
primaria, la permeabilidad primaria asistida y la permeabilidad
secundaria se definieron de acuerdo con los estándares
publicados.17 Las siguientes intervenciones indicaron los tiempos
de eventos utilizados para calcular las permeabilidades:
angioplastia (código CPT: 35476), colocación de stents (código
CPT: 37205, 75960), trombectomía (código CPT: 36831, 36870) y
revisión quirúrgica (código CPT: 36832, 36833). ). La incidencia de
infección grave que requiere arteriovenosa
1168 Arhuidese y col. Revista de Cirugía Vascular
Octubre de 2018

También se examinó la escisión de acceso (código CPT: 35903). Se catéter, 106,797 (28%) pacientes se convirtieron a fístulas
consideró que la escisión del conducto estaba relacionada con el autógenas, mientras que 32,890 (9%) se convirtieron a
acceso para hemodiálisis si la escisión se realizó dentro de los 3 días injertos protésicos dentro del período de estudio, dejando
posteriores a la colocación de un catéter o injerto posterior, dado el 246,822 (63,8%) pacientes que continuaron en hemodiálisis
tiempo necesario para el acceso alternativo después de la escisión de con catéteres. La mayoría de los pacientes que utilizaron
un conducto infectado. Los estudios de imagen relacionados con el fístulas autógenas o injertos protésicos para hemodiálisis lo
acceso evaluados fueron estudios de flujo y acceso vascular basados hicieron después del uso previo de un catéter (61%). El
en ultrasonido (código CPT: 90940, 93990) y fistulografía (código CPT: seguimiento medio fue de 21,9 meses (desviación estándar
36145, 36147, 75790, 75791). Las angioplastias se vincularon a la [DE], 15,3 meses; mediana, 19,1 meses; rango intercuartílico
fistulografía, y solo las que ocurrieron el mismo día que la fistulografía [IQR], 9,1-32,6 meses) para las fístulas autógenas, 20,2 meses
se consideraron relacionadas con el acceso para hemodiálisis. Para (DE, 15,2 meses; mediana, 16,8 meses; IQR, 7,5-30,5 meses)
minimizar el sesgo de clasificación errónea, se excluyeron los para los injertos protésicos y 19,3 meses (DE, 16,0 meses;
pacientes con más de una fístula autógena o injerto protésico creado mediana, 15,0 meses; IQR, 5,9-30,0 meses) para los pacientes
el mismo día (n¼ 589). del grupo de catéter persistente.
Hubo 39,921 pacientes en la subcohorte de beneficiarios de
Métodos de estadística. Los análisis descriptivos de los grupos de estudio se realizaron utilizando C2 y análisis de varianza según
Medicare antes de la diálisis que progresaron a ESRD, y los análisis de
corresponda. Se emplearon análisis de Kaplan-Meier, pruebas de rango logarítmico y análisis univariable y multivariable logístico y
sensibilidad no mostraron diferencias en la permeabilidad de estos
de regresión de Cox para evaluar los resultados ajustados por las características iniciales, y se hicieron inferencias a partir de los
pacientes en comparación con los pacientes antes de la diálisis que no
análisis ajustados al riesgo. Se aplicó un análisis de splines ajustado al riesgo para identificar puntos de inflexión significativos en
tenían Medicare. De todos los pacientes que recibieron una fístula
los resultados a lo largo del tiempo. Se consideró que los pacientes que iniciaron hemodiálisis con catéter y posteriormente fueron
autógena preventiva, el 78,8% utilizó esa fístula autógena para
sometidos a fístula autógena o colocación de injerto protésico pero no lograron diálisis sin catéter no habían logrado madurar la
hemodiálisis en comparación con el 84,3% para injertos protésicos (
primera fístula o injerto autógeno. Se consideró que la falla ocurrió en la fecha en que se colocó un acceso posterior (fístula, injerto)
PAG <0,001). El tiempo medio de maduración fue de 47 días para las
o en el momento en que se esperaba que el paciente lograra la diálisis sin catéter. El tiempo esperado hasta la diálisis sin catéter se
fístulas autógenas y de 29 días para los injertos protésicos (PAG
calculó sobre la base de la probabilidad de lograr la diálisis sin catéter según las características del paciente. El tiempo esperado
<0,001), y se realizaron un promedio de 0,1 intervenciones por fístula
hasta la diálisis sin catéter para los pacientes que no lograron la diálisis sin catéter se calculó como la mediana del tiempo hasta la
autógena e injerto protésico antes de su uso (PAG ¼.1). Entre los
diálisis sin catéter para los pacientes dentro del mismo percentil de puntuaciones de probabilidad. Los pacientes elegibles fueron
pacientes que iniciaron hemodiálisis con catéter, la mediana de
censurados en la fecha de muerte, trasplante de riñón o conversión a diálisis peritoneal o al final del estudio (31 de diciembre de
tiempo desde el inicio con catéter hasta la creación del acceso
2011). Los modelos estadísticos se construyeron sobre variables predictivas de análisis univariados, literatura previa, guía de
permanente fue de 94 días para las fístulas autógenas y 122 días para
pruebas de razón de verosimilitud e índices de información de Akaike con el objetivo de lograr la parsimonia del modelo. Todos los
los injertos protésicos (PAG <0,001). La incidencia de diálisis sin catéter
análisis se realizaron utilizando el software estadístico Stata 14.1 (StataCorp, College Station, Tex) y un El tiempo esperado hasta la
fue del 61,9% para la fístula autógena y del 71,4% para los injertos
diálisis sin catéter para los pacientes que no lograron la diálisis sin catéter se calculó como la mediana del tiempo hasta la diálisis
protésicos a los 6 meses (PAG <0,001). Al año, la incidencia fue del
sin catéter para los pacientes dentro del mismo percentil de puntuaciones de probabilidad. Los pacientes elegibles fueron
79,2% y 77,2%, respectivamente (PAG <0,001; Figura 1). La mediana de
censurados en la fecha de muerte, trasplante de riñón o conversión a diálisis peritoneal o al final del estudio (31 de diciembre de
tiempo hasta la diálisis sin catéter fue de 4,2 meses para las fístulas
2011). Los modelos estadísticos se construyeron sobre variables predictivas de análisis univariados, literatura previa, guía de
autógenas y de 2 meses para los injertos protésicos (PAG <0,001). Los
pruebas de razón de verosimilitud e índices de información de Akaike con el objetivo de lograr la parsimonia del modelo. Todos los
análisis de Cox ajustados confirmaron el mayor tiempo para acceder a
análisis se realizaron utilizando el software estadístico Stata 14.1 (StataCorp, College Station, Tex) y un El tiempo esperado hasta la
la maduración (índice de riesgo ajustado [aHR], 1,63; intervalo de
diálisis sin catéter para los pacientes que no lograron la diálisis sin catéter se calculó como la mediana del tiempo hasta la diálisis
confianza [IC] del 95%, 1,58-1,68;PAG <0,001) y diálisis sin catéter para
sin catéter para los pacientes dentro del mismo percentil de puntuaciones de probabilidad. Los pacientes elegibles fueron
fístulas autógenas en comparación con injertos protésicos (aHR, 1,42;
censurados en la fecha de muerte, trasplante de riñón o conversión a diálisis peritoneal o al final del estudio (31 de diciembre de
IC 95%, 1,39-1,44; PAG <0,001). El número medio de intervenciones
2011). Los modelos estadísticos se construyeron sobre variables predictivas de análisis univariados, literatura previa, guía de
realizadas antes de la maduración del acceso fue de 0,09 (IC 95%,
pruebas de razón de verosimilitud e índices de información de Akaike con el objetivo de lograr la parsimonia del modelo. Todos los
0,09-0,10) para fístulas autógenas y 0,10 (IC 95%, 0,10-0,11) para
análisis se realizaron utilizando el software estadístico Stata 14.1 (StataCorp, College Station, Tex) y un Los modelos estadísticos se
injertos protésicos (PAG ¼.01). La duración media de la exposición
construyeron sobre variables predictivas de análisis univariados, literatura previa, guía de pruebas de razón de verosimilitud e
total del catéter fue de 244 días para los receptores de fístulas
índices de información de Akaike con el objetivo de lograr la parsimonia del modelo. Todos los análisis se realizaron utilizando el
autógenas y de 201 días para los receptores de injertos protésicos (
software estadístico Stata 14.1 (StataCorp, College Station, Tex) y un Los modelos estadísticos se construyeron sobre variables
PAG <0,001).
predictivas de análisis univariados, literatura previa, guía de pruebas de razón de verosimilitud e índices de información de Akaike

con el objetivo de lograr la parsimonia del modelo. Todos los análisis se realizaron utilizando el software estadístico Stata 14.1
Las estimaciones de Kaplan-Meier no ajustadas de la permeabilidad
(StataCorp, College Station, Tex) y unPAG <0,05 se consideró estadísticamente significativo.
primaria comparando fístulas autógenas con injertos protésicos
fueron 43,3% vs 31,5% a 1 año, 28,2% vs 14,2% a 3 años y 20,3% vs
RESULTADOS 9,3% a 5 años (PAG <0,001; Figura 2). La permeabilidad primaria
Este estudio incluyó a 476,926 pacientes que iniciaron asistida comparando fístulas autógenas con injertos protésicos fue
hemodiálisis durante el período de estudio. De estos, 73.884 53,3% vs 39,7% a 1 año, 42,0% vs 22,7% a 3 años y 34,9% vs 16,3% a 5
(16%) iniciaron hemodiálisis con fístulas autógenas, 16.533 años (PAG <0,001;Cuadro II; Fig. 3). La permeabilidad secundaria al
(3%) iniciaron hemodiálisis con injertos protésicos y 386.509 año, a los 3 años y a los 5 años para las fístulas autógenas frente a los
(81%) iniciaron hemodiálisis con catéteres (Tabla I). De los que injertos protésicos fue del 59,5 frente al 56,8%, del 50,3 frente al
iniciaron hemodiálisis con un 41,7% y del 43,9 frente al 33,2%.

Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Revista de Cirugía Vascular Arhuidese y col. 1169
Volumen 68, Número 4

Tabla I. Características de los pacientes que iniciaron hemodiálisis con fístulas autógenas e injertos protésicos, pacientes que pasaron
de catéter de hemodiálisis a fístulas autógenas o injertos protésicos y pacientes que utilizaron de forma persistente catéteres de
hemodiálisis en Estados Unidos: 2007-2011
Autógeno Protésico Autógeno Injerto protésico Catéter
inicia la fístula inicia el injerto conversiones de fístula convierte persistente
Característica (norte ¼ 73,884 [16%]) (norte ¼ 16.533 [3%]) (norte ¼ 106,797 [22%]) (norte ¼ 32.890 [7%]) (norte ¼ 246,822 [52%]) PAG valora

Edad a la hemodiálisis inicial 64,1 6 15,1 65,5 6 14,9 64,7 6 15,3 66,8 6 14,9 61,6 6 16,7 <.001
creación de acceso, años
Sexo femenino 35,4 55,4 42,4 57,2 43,1 <.001
RazaB
blanco 56,2 43,0 52,8 42,7 51,4
Negro 26,3 41,4 28,1 40,9 27,9 <.001
Hispano 11,1 9,9 13,9 11,5 15,2
Otro 6.4 5.8 5.2 4.9 5.5
Índice de masa corporal 29,3 6 13,0 29,3 6 8.0 29,3 6 7,9 29,3 6 8.3 28,8 6 7,9 .1
Diabetes mellitus 52,1 55,7 56,2 57,9 51,2 <.001
Hipertensión 88,7 87,4 86,4 86,6 82,7 <.001
Arteria coronaria 21,0 21,0 22,6 22,2 19,4 <.001
enfermedad

Arteria periférica 12,5 14,6 14,8 15,5 12,9 <.001

enfermedad

Accidente cerebrovascular o transitorio 8.4 11,3 9,7 11,6 8,9 <.001

ataque isquémico
Corazón congestivo 25,3 29,5 36,0 37,2 32,1 <.001
falla
Obstrucción crónica 7.2 7,9 10,3 10.1 9.4 <.001
enfermedad pulmonar

Cáncer 6,7 6,9 7.0 7.2 8.0 <.001

Inmovilidad 2.9 5.8 6.6 9.1 8,6 <.001
Tabaquismo activo 5.9 5.7 6.6 5.9 6.4 <.001
Las variables categóricas se presentan como porcentajes. Las variables continuas se presentan como medias6 Desviación Estándar.
aPAG El valor se refiere a la prueba estadística de la diferencia en todo el grupo.
BLa raza fue autoinformada por el paciente y documentada por el personal del centro de salud donde se realizó el diagnóstico de enfermedad renal en etapa terminal.

respectivamente (PAG <0,001; Figura 4). El número medio de
intervenciones necesarias para lograr estas tasas de permeabilidad
fue de 1,0 (IC del 95%, 1,01-1,03; mediana; 0; IQR, 0-1) para las fístulas
autógenas y 2,4 (IC del 95%, 2,36-2,43; mediana, 1; IQR, 0-3) para
injertos protésicos (PAG <0,001). La proporción de pacientes que
requirieron intervenciones quirúrgicas o endovasculares para lograr
estas tasas de permeabilidad fue del 34,5% para las fístulas autógenas
y del 52,4% para los injertos protésicos (PAG <0,001). En los análisis de
regresión de Cox multivariables, la permeabilidad primaria fue un 26%
mayor para las fístulas autógenas en comparación con los injertos
protésicos (aHR, 1,26; IC del 95%, 1,25-1,28;PAG <0,001). El inicio de la
hemodiálisis con un catéter y la conversión posterior a una fístula
autógena o un injerto protésico se asoció con una disminución del
60% en la permeabilidad primaria (aHR, 0,31; IC del 95%, 0,31-0,32;
PAG <0,001) en comparación con los pacientes que iniciaron
hemodiálisis con una fístula autógena o un injerto protésico. La
permeabilidad primaria fue 3,4 veces mayor para los iniciados de
fístula autógena en comparación con los convertidos de fístula
autógena (aHR, 3,49; IC del 95%, 3,44-3,54;PAG <0,001) y 2,4 veces
mayor para los iniciados con injertos protésicos en comparación con
los convertidos en injertos protésicos (aHR, 2,43; IC del 95%, 2,38-2,49;
PAG <0,001). En comparación con
pacientes que iniciaron hemodiálisis con una fístula autógena, la
permeabilidad primaria fue 42% menor para los iniciados con injerto
protésico (aHR, 0.58; IC 95%, 0.57-0.60; PAG <0,001); 72% menos para
conversiones de fístulas autógenas (aHR, 0,28; IC del 95%, 0,28-0,29;
PAG <0,001); y un 75% más bajo para los convertidos a injertos
protésicos (aHR, 0,25; IC del 95%, 0,24-0,25;PAG <0,001). La
permeabilidad primaria asistida siguió siendo más alta para las
fístulas autógenas en comparación con los injertos protésicos (aHR,
1,36; IC del 95%, 1,35-1,38;PAG <0,001). En general, no hubo
diferencias significativas en la permeabilidad secundaria de las fístulas
autógenas en comparación con los injertos protésicos (aHR, 0,99; IC
del 95%, 0,98-1,01;PAG ¼.83). Considerando la duración del uso del
conducto, la permeabilidad secundaria fue mayor para los injertos
protésicos en comparación con las fístulas autógenas dentro de los
primeros 2 meses (aHR, 1,18; IC del 95%, 1,14-1,25;PAG <0,001). Más
allá de ese tiempo, la permeabilidad secundaria fue un 36% más alta
para las fístulas autógenas en comparación con los injertos protésicos
(aHR, 1,36; IC 95% más alto, 1,32-1,40;PAG <0,001). En general, se
realizó un promedio de 1.4 estudios de imagen por fístula autógena
por año (DE, 1.1; mediana, 2.4) en comparación con 2.5 por injerto
protésico por año (DE, 1.7; mediana, 3.7;PAG <0,001). De estos, el uso
promedio de angiografía

Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
1170 Arhuidese y col. Revista de Cirugía Vascular
Octubre de 2018

Figura 1. Tiempo hasta la diálisis sin catéter comparando fístulas autógenas e injertos protésicos en pacientes que
iniciaron diálisis con un catéter y luego se convirtieron en fístula autógena o injerto protésico. La incidencia de diálisis sin
catéter fue mayor para los injertos protésicos que para las fístulas autógenas a los 6 meses (71,4% vs 61,9%;PAG <0,001).
El error estándar no superó el 5% en ningún momento del seguimiento.

o un injerto protésico se asoció con un aumento de 2,3 veces

Figura 2. Estimaciones de Kaplan-Meier no ajustadas de la permeabilidad
primaria comparando fístulas autógenas e injertos protésicos. La
permeabilidad primaria fue superior en las fístulas autógenas en
comparación con los injertos protésicos a largo plazo (log-rank,PAG
<0,001). Error estándar <1% en todos los puntos de seguimiento.
estudios fue de 1,1 por fístula autógena por año (DE, 0,9;
mediana, 1,9) y 2,2 por injerto protésico por año (DE, 1,5;
mediana, 3,3; PAG <0,001). El número medio de estudios
ecográficos realizados fue de 0,3 por fístula autógena por año
(DE, 0,2; mediana, 0,5) y de 0,3 por injerto protésico por año
(DE, 0,2; mediana, 0,4;PAG ¼.1).
La infección del acceso arteriovenoso que requirió escisión
ocurrió en 925 (0.5%) fístulas y 2491 (5.0%) injertos (PAG
<0,001), equivalente a una tasa de incidencia de 4 por 1000
personas-año para las fístulas autógenas y 40 por 1000
personas-año para los injertos protésicos. Los injertos
protésicos se asociaron con un aumento de 9,6 veces en la
infección grave (aHR, 9,6; IC del 95%, 8,86-10,36;PAG <0,001)
en comparación con las fístulas autógenas. Iniciación con un
catéter y posterior conversión a una fístula autógena
en la infección grave (aHR, 2,3; IC del 95%, 2,15-2,54;PAG
<0,001).
La mortalidad absoluta por todas las causas durante el período
de estudio fue del 29,5% para las fístulas autógenas, del 36,7%
para los injertos protésicos y del 42,2% para los pacientes en
diálisis persistente a través de un catéter (PAG <0,001). Esto
corresponde a una tasa de incidencia de muerte de 161 por 1000
personas-año para fístulas autógenas, 218 por 1000 personas-
año para injertos protésicos y 262 por 1000 personas-año para el
grupo de catéter persistente (PAG <0,001). Las estimaciones de
Kaplan-Meier de supervivencia del paciente comparando fístulas
autógenas, injertos protésicos y hemodiálisis persistente con
catéteres fueron 84,0%, 78,2% y 69,6% al año; 72,3%, 64,4% y
58,8% a los 2 años; 62,0%, 53,6% y 51,2% a los 3 años; 53,5%,
44,9% y 45,2% a los 4 años; y 50,0%, 41,2% y
42,9% a los 5 años (PAG <0,001; Figura 5). Los injertos protésicos se
asociaron con un aumento del 29% en la mortalidad en comparación
con las fístulas autógenas (aHR, 1,29; IC del 95%, 1,27-1,31;PAG
<0,001). La temporización con un catéter y la conversión posterior a
un acceso arteriovenoso se asoció con un aumento del 51% en la
mortalidad (aHR, 1,51; IC del 95%, 1,48-1,53;PAG <0,001) respecto a los
pacientes que iniciaron hemodiálisis con fístulas autógenas o injerto
protésico. En comparación con los pacientes que iniciaron
hemodiálisis con una fístula autógena, el riesgo relativo de mortalidad
ajustado al riesgo fue 32% mayor para los pacientes que iniciaron
hemodiálisis con injerto protésico (aHR, 1,32; IC 95%, 1,28-1,36;PAG
<0,001); 45% más alto para los pacientes que contemporizaron con un
catéter y luego se convirtieron en fístula autógena (aHR, 1,45; IC del
95%, 1,42-1,47;PAG <0,001); 79% más alto para los pacientes que
contemporizaron con un catéter y se convirtieron a un injerto
protésico (aHR, 1,79; IC del 95%, 1,75-1,83;PAG <0,001); y un 125% más
alto para los pacientes que se dializaron de forma persistente a través
del catéter durante la duración del estudio (aHR, 2,25; IC del 95%,
2,21-2,28;

Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Revista de Cirugía Vascular Arhuidese y col. 1171
Volumen 68, Número 4

Cuadro II. Permeabilidad comparando fístulas autógenas e injertos protésicos

Permeabilidad,% (IC del 95%)

Permeabilidad Tipo de acceso 1 año 2 años 3 años 4 años 5 años

Primarioa Fístula autógena 42,7 (42,4-42,9) 34,1 (33,9-34,4) 27,7 (27,4-28,0) 22,8 (22,5-23,1) 19,9 (19,4-20,4)
Injerto protésico 31,5 (31,1-32,0) 20,5 (20,1-20,9) 14,1 (13,7-14,6) 10,8 (10,4-11,3) 9,3 (8,7-9,9)
Primaria asistidaa Fístula autógena 53,3 (53,0-53,5) 46,8 (46,6-47,1) 42,0 (41,7-42,2) 37,7 (37,3-38,0) 34,9 (34,3-35,4)
Injerto protésico 39,7 (39,2-40,2) 29,3 (28,8-29,7) 22,7 (22,2-23,3) 18,9 (18,4-19,5) 16,3 (15,5-17,2)
Secundarioa Fístula autógena 59,5 (59,2-59,7) 54,2 (54,0-54,5) 50,3 (50,0-50,5) 46,6 (46,2-46,9) 43,9 (43,3-44,4)
Injerto protésico 56,8 (56,3-57,2) 48,1 (47,6-48,6) 41,7 (41,2-42,3) 37,0 (36,3-37,7) 33,2 (32,2-34,3)
CI, Intervalo de confianza.
aPAG <0,001 para la comparación general de fístula autógena frente a injerto protésico.

Fig. 3. Estimaciones de Kaplan-Meier no ajustadas de permeabilidad Figura 4. Estimaciones de Kaplan-Meier no ajustadas de

asistida primaria comparando fístulas autógenas e injertos
protésicos. La permeabilidad primaria asistida fue superior en las
fístulas autógenas en comparación con los injertos protésicos a
largo plazo (log-rank,PAG <0,001). Error estándar <1% en todos los
puntos de seguimiento.
permeabilidad secundaria comparando fístulas autógenas e injertos
protésicos. La permeabilidad secundaria fue superior en las fístulas
autógenas en comparación con los injertos protésicos a largo plazo
(log-rank,PAG <0,001). Error estándar <1% en todos los puntos de
seguimiento.

PAG <0,001). Hubo 2,8 trasplantes renales por 100 pacientes- significativamente mayor para los receptores de fístula autógena que para

año en hemodiálisis (fístulas autógenas, 2,2; injertos los receptores de injertos protésicos, y el último grupo se sometió a más

protésicos, 1,3; catéter persistente, 2,8;PAG <0,001), mientras intervenciones para mantener la permeabilidad (1,0 frente a 2,4 promedio

que el 2,5% de la población de estudio pasó a diálisis de intervenciones). El abandono del acceso (pérdida de la permeabilidad

peritoneal durante el período de estudio (fístulas autógenas, secundaria) fue mayor para las fístulas dentro de los primeros 2 meses,

2,3%; injertos protésicos, 2,2%; catéter persistente, 2,7%; PAG pero la tendencia se revirtió a partir de entonces. Las infecciones que

<. 001). No hubo casos de colocación de stents para remediar requirieron la escisión del acceso arteriovenoso fueron 10 veces más

un acceso de hemodiálisis fallido o fallido sin angioplastia probables con los injertos protésicos en comparación con las fístulas

concomitante.
DISCUSIÓN
La dependencia de la hemodiálisis confiere un estado de salud de alto
riesgo en comparación con la población general, y el tipo de acceso
utilizado para la hemodiálisis influye en la supervivencia de estos
pacientes.16,18 En esta cohorte nacional de pacientes que iniciaron
hemodiálisis durante un período de 5 años en los Estados Unidos, la
mayoría de los pacientes que recibieron acceso arteriovenoso lo hicieron
después del uso previo de un catéter (61%). La tasa de maduración basada
en la población de las fístulas autógenas colocadas de forma preventiva es
alta a pesar de un tiempo de maduración más prolongado en relación con
los injertos protésicos. Las permeaciones primarias y asistidas primarias
fueron todas
autógenas. Después del ajuste del riesgo, la mortalidad fue más baja para
los pacientes iniciados con fístulas seguidas de pacientes iniciados con
injertos protésicos, conversiones de fístulas, conversiones de injertos y
pacientes persistentes con catéter en orden creciente. El riesgo de muerte
fue un 29% mayor para los receptores de injertos protésicos en
comparación con los receptores de fístulas autógenas (aHR, 1,29; IC del
95%, 1,27-1,31;PAG <0,001). El uso previo de catéteres para hemodiálisis se
asoció con un aumento del 250% y el 140% en la pérdida de permeabilidad,
un aumento del 130% en la infección y un aumento del 79% y 120% en la
mortalidad por fístulas autógenas e injertos protésicos, respectivamente.
La mayoría de las personas que inician hemodiálisis en los
Estados Unidos lo hacen con un catéter, y el concepto de
catéteres como un puente para el acceso permanente no es

Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
1172 Arhuidese y col. Revista de Cirugía Vascular
Octubre de 2018

Figura 5. Estimaciones de Kaplan-Meier de la supervivencia general de los pacientes comparando grupos de fístula autógena, injerto
protésico y catéter persistente. El error estándar es <1% en todos los momentos.AVF, Fístula arteriovenosa; AVG, injerto arteriovenoso.

poco común.12,19 Los resultados de este estudio demuestran
que la desventaja de los catéteres de hemodiálisis persiste a
pesar de la conversión a fístula autógena o injerto protésico.
Este hallazgo novedoso es significativo, dada la alta
prevalencia de catéteres. Socava el enfoque de utilizar
catéteres de forma electiva como un puente hacia el acceso
permanente y respalda las recomendaciones nacionales de
Fístula Primero y otras campañas para la creación preventiva
de fístulas. Múltiples factores, incluidos, entre otros, la
estenosis de la vena central y los episodios de sepsis,
probablemente contribuyan a los peores resultados asociados
con el uso previo de un catéter. Se puede argumentar que la
desventaja asociada con los catéteres e injertos protésicos en
relación con las fístulas se debe a un sesgo de selección en el
que los pacientes que reciben fístulas gozan de mejor salud
que los pacientes que reciben injertos protésicos o catéteres.
20,21 El intervalo entre el inicio de la hemodiálisis con un
catéter y la colocación del acceso permanente, así como el
tiempo hasta la diálisis sin catéter en relación con el tiempo
de maduración del acceso, que hemos demostrado,
representan una exposición evitable al impacto deletéreo de
los catéteres de hemodiálisis. Evitar el uso del catéter y limitar
estos períodos prolongados de exposición al catéter son
oportunidades potentes para mejorar los resultados a nivel
de la población.
Es notable que el 79% de las fístulas preventivas colocadas
en pacientes que progresaron de pre-ESRD a ESRD
fueron utilizados para diálisis. Esto va de la mano con la
proporción de pacientes que iniciaron hemodiálisis con un
catéter, se sometieron a la colocación de una fístula autógena y
lograron diálisis sin catéter en este estudio. Esto también está en
consonancia con un ensayo aleatorizado multicéntrico reciente
que informó tasas de maduración que oscilan entre el 54% y el
87%, según la ubicación anatómica, el flujo y los criterios de
diámetro de los vasos.22 Los cambios de política recientes han
facilitado el reembolso de fístulas e injertos colocados de forma
preventiva.14 Se prevé que estos cambios mejorarán la creación
del acceso arteriovenoso en pacientes en prediálisis.
Las tasas de permeabilidad del acceso arteriovenoso informadas en
este gran estudio nacional son consistentes con las de otros estudios
que han informado la permeabilidad media general de las fístulas
autógenas de 3 a 5 años, mientras que la de los injertos protésicos fue
de 1 a 2 años.20,21,23-29 En este estudio, reportamos tasas de
permeabilidad secundaria del 50% a los 3 años para las fístulas
autógenas y del 42% para los injertos protésicos. Estos resultados
también caen dentro de los límites recomendados establecidos por la
Iniciativa de Calidad de Resultados de Enfermedad Renal de la
Fundación Nacional del Riñón.1 Dado el tamaño y el alcance de la
fuente de datos de este estudio, las tasas de permeabilidad
informadas aquí reflejan un agregado de los resultados del “mundo
real” de la cirugía de acceso para hemodiálisis. La falla del acceso
arteriovenoso y el número de intervenciones realizadas para restaurar
la permeabilidad fueron significativamente mayores para los injertos
protésicos que para las fístulas autógenas. La mayor tasa de
intervención para los injertos protésicos tiene importantes
implicaciones relacionadas con el costo en la práctica contemporánea.
Los resultados de este estudio serán útiles

Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Revista de Cirugía Vascular
Volumen 68, Número 4
punto de referencia para evaluar el impacto de los cambios recientes y previstos
en las políticas de atención médica sobre los resultados relacionados con el
acceso a la hemodiálisis.15
Nuestra evaluación de las intervenciones y las complicaciones
relacionadas con el acceso arteriovenoso en pacientes antes de la
diálisis se basó en una cohorte de beneficiarios de Medicare que
progresaron a ESRD. Este estudio no incluye pacientes prediálisis
que no son de Medicare o aquellos que recibieron acceso
arteriovenoso preventivo pero no progresaron a ESRD. No
obstante, la cohorte de pacientes que progresan a hemodiálisis
es cerrada, y la proporción de pacientes que utilizaron sus fístulas
autógenas preventivas o injertos protésicos en hemodiálisis es
informativa. Debido a las limitaciones de codificación de datos,
nuestro informe de infecciones graves excluye aquellas que no
requirieron escisión, por lo que se subestima la incidencia general
de infecciones relacionadas con el acceso arteriovenoso. No
obstante, la incidencia de infecciones tan graves que conducen a
la pérdida de acceso es un resultado importante que informar. No
podemos diferenciar la vigilancia frente a las imágenes
relacionadas con el acceso de diagnóstico y las revisiones
planificadas de segunda etapa frente a las realizadas para los
accesos fallidos o fallidos. También reconocemos un posible
sesgo de verificación con respecto a la permeabilidad del acceso
arteriovenoso en los períodos de inicio de prediálisis frente a
posdiálisis. Este estudio es limitado en su naturaleza retrospectiva
y no ofrece una comparación aleatoria de fístulas autógenas e
injertos protésicos. Como tal, existe un sesgo inherente en la
selección de pacientes porque a menudo se ofrecen injertos
protésicos a pacientes cuyas venas les impiden recibir fístulas
autógenas. El estudio también está limitado en cuanto a la
granularidad de los detalles clínicos disponibles en el USRDS. No
podemos tener en cuenta los factores que pueden afectar la
permeabilidad, como la calidad del conducto, el uso de
medicamentos, y subtipos de injertos biológicos o sintéticos, y la
causa precisa de la falla del acceso o la muerte y la experiencia y
habilidad del cirujano. Las fortalezas de este estudio incluyen su
tamaño de muestra robusto, hecho posible por la magnitud y
naturaleza integral del USRDS, y su naturaleza longitudinal. Este
estudio poblacional delinea de manera integral los resultados
clínicamente relevantes asociados con el acceso a la hemodiálisis,
y los resultados deben informar las expectativas de los pacientes
y sus proveedores al considerar las opciones para el acceso a la
hemodiálisis.
CONCLUSIONES
El uso temporal de catéteres se asocia con una mayor
mortalidad, mayor infección y menor permeabilidad, lo que
socava el enfoque altamente prevalente de usar catéteres de
forma electiva como puente hacia el acceso permanente. Las
fístulas autógenas se asocian con un tiempo de maduración más
prolongado pero con mejor permeabilidad, menor riesgo de
infección y menor mortalidad en comparación con los injertos
protésicos. Existe una necesidad nacional permanente de iniciar
la hemodiálisis con fístulas preventivas y convertir rápidamente
de catéteres a fístulas a medida que se vuelve anatómicamente
Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Arhuidese y col. 1173
permisible para mitigar el impacto indeseable del incidente y el uso
persistente del catéter. La mejora en el número y las habilidades
relacionadas con el acceso a la diálisis de los cirujanos es una vía
perenne para obtener mejores resultados, dada la necesidad
persistente de la creación preventiva de fístulas.
Los datos informados aquí han sido proporcionados por el
Sistema de datos renales de los Estados Unidos (USRDS). La
interpretación y el informe de estos datos son responsabilidad de
los autores y de ninguna manera deben verse como una política
oficial o una interpretación del gobierno de los EE. UU.
CONTRIBUCIONES DE AUTOR
Concepción y diseño: IA, BO, MM Análisis e
interpretación: IA, BO, BN, MM Recolección de
datos: No aplica
Redacción del artículo: IA, BO, MM
Revisión crítica del artículo: IA, BO, BN, MM
Aprobación final del artículo: IA, BO, BN, MM
Análisis estadístico: IA
Financiamiento obtenido: No aplica
Responsabilidad general: MM
REFERENCIAS
1. Grupo de Trabajo de Acceso Vascular. Guías de práctica clínica para el
acceso vascular. Am J Kidney Dis 2006; 48 (Suppl 1): S248-73.
2. Tordoir J, Canaud B, Haage P, Konner K, Basci A, Fouque D, et al.
EBPG en el acceso vascular. Trasplante de dial de Nephrol 2007;
22 (Suppl 2): ii88-117.
3. ESRD NCC. Fístula Primer catéter Último. Disponible en:http: // esrdncc.org/
ffcl/for-ffcl-professionals/. Consultado el 21 de abril de 2016.
4. Lok CE, Foley R. Morbilidad y mortalidad del acceso vascular:
tendencias de la última década. Clin J Am Soc Nephrol 2013; 8:
1213-9.
5. Dhingra RK, Young EW, Hulbert-Shearon TE, Leavey SF, Port FK.
Tipo de acceso vascular y mortalidad en pacientes
estadounidenses en hemodiálisis. Kidney Int 2001; 60: 1443-51.
6. Pastan S, Soucie JM, McClellan WM. Acceso vascular y mayor
riesgo de muerte entre pacientes en hemodiálisis. Kidney Int
2002; 62: 620-6.
7. LM húmedo, Trpeski L, Na Y, Lok CE. Mayor uso de catéteres de
hemodiálisis en Canadá y riesgo de mortalidad asociado: datos
del registro canadiense de reemplazo de órganos 2001-2004. Clin
J Am Soc Nephrol 2008; 3: 1726-32.
8. Ng LJ, Chen F, Pisoni RL, Krishnan M, Mapes D, Keen M, et al. Riesgos de
hospitalización relacionados con el tipo de acceso vascular entre pacientes
incidentes en hemodiálisis en EE. UU. Trasplante de marcación de Nephrol
2011; 26: 3659-66.
9. Astor BC, Eustace JA, Powe NR, Klag MJ, Fink NE, Coresh J, et al. Tipo de
acceso vascular y supervivencia entre pacientes incidentes en
hemodiálisis: las opciones para obtener resultados saludables en el
estudio de la atención de la ESRD (CHOICE). J Am Soc Nephrol 2005; 16:
1449-55.
10. Manns B, Tonelli M, Yilmaz S, Lee H, Laupland K, Klarenbach S, et
al. Establecimiento y mantenimiento del acceso vascular en
pacientes incidentes en hemodiálisis: un análisis prospectivo de
costos. J Am Soc Nephrol 2005; 16: 201-9.
11. Malas MB, Canner JK, Hicks CW, Arhuidese IJ, Zarkowsky DS, Qazi
U, et al. Tendencias en el acceso a hemodiálisis incidente y la
mortalidad. JAMA Surg 2015; 150: 441-8.
12. Collins AJ, Foley RN, Gilbertson DT, Chen SC. El estado de la
enfermedad renal crónica, la ERT y la morbilidad y mortalidad
1174 Arhuidese y col.
en el primer año de diálisis. Clin J Am Soc Nephrol 2009; 4 (Suppl
1): S5-11.
13. Ethier J, Mendelssohn DC, Elder SJ, Hasegawa T, Akizawa T, Akiba T, et
al. Uso y resultados del acceso vascular: una perspectiva internacional
desde el estudio de los resultados de la diálisis y los patrones de
práctica. Trasplante de marcación de Nephrol 2008; 23: 3219-26.
14. Solid CA, Carlin C. Momento de la colocación de la fístula arteriovenosa
y costos de Medicare durante el inicio de la diálisis. Soy J Nephrol 2012;
35: 498-508.
15. Centros de servicios de Medicare y Medicaid. Modelo de atención
integral de la ESRD. Disponible en:https://innovation.cms.gov/
iniciativas/completa-esrd-care /. Consultado el 21 de abril de 2016.
16. Sistema de datos renales de EE. UU. (2015). Informe de datos anual de
USRDS 2015: atlas de enfermedad renal crónica y enfermedad renal en
etapa terminal en los Estados Unidos. Disponible en:https: //www.usrds.
org / 2015 / view. Consultado el 9 de septiembre de 2016.
17. Sidawy AN, Gray R, Besarab A, Henry M, Ascher E, Silva M Jr, et al.
Estándares recomendados para informes relacionados con
accesos para hemodiálisis arteriovenosa. J Vasc Surg 2002; 35:
603-10.
18. Arhuidese IJ, Obeid T, Hicks C, Qazi U, Botchey I, Zarkowsky DS, et al. El
acceso vascular modifica el efecto protector de la obesidad sobre la
supervivencia de los pacientes en hemodiálisis. Cirugía 2015; 158:
1628-34.
19. Allon M, Daugirdas J, Depner TA, Greene T, Ornt D, Schwab SJ.
Efecto del cambio en el acceso vascular sobre la mortalidad de los
pacientes en hemodiálisis. Am J Kidney Dis 2006; 47: 469-77.
20. Grubbs V, Wasse H, Vittinghoff E, Grimes BA, Johansen KL. El
estado de salud como potencial mediador de la asociación entre
el acceso vascular en hemodiálisis y la mortalidad. Trasplante de
Nephrol Dial 2014; 29: 892-8.
21. Ravani P, Palmer SC, Oliver MJ, Quinn RR, MacRae JM, Tai DJ, et al.
Asociaciones entre el tipo de acceso para hemodiálisis y
Descargado para Usuario anónimo (n / a) en Comunidad de Madrid Ministerio de Sanidad de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 07, 2021. Para
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © 2021. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Revista de Cirugía Vascular
Octubre de 2018
resultados clínicos: una revisión sistemática. J Am Soc Nephrol
2013; 24: 465-73.
22. Robbin ML, Greene T, Cheung AK, Allon M, Berceli SA, Kaufman JS,
et al. Desarrollo de fístula arteriovenosa en las primeras 6
semanas después de la creación. Radiología 2016; 279: 620-9.
23. Lok CE, Sontrop JM, Tomlinson G, Rajan D, Cattral M, Oreopoulos
G, et al. Permeabilidad acumulada de fístulas contemporáneas
versus injertos (2000-2010). Clin J Am Soc Nephrol 2013; 8: 810-8.
24. Huijbregts HJ, Bots ML, Wittens CH, Schrama YC, Moll FL,
Blankestijn PJ, et al. Revisión de la permeabilidad de la fístula
arteriovenosa en hemodiálisis: resultados de una iniciativa
prospectiva y multicéntrica. Clin J Am Soc Nephrol 2008; 3: 714-9.
25. Peterson WJ, Barker J, Allon M. Las disparidades en la maduración
de la fístula persisten a pesar del mapeo vascular preoperatorio.
Clin J Am Soc Nephrol 2008; 3: 437-41.
26. Schinstock CA, Albright RC, Williams AW, Dillon JJ, Bergstralh EJ,
Jenson BM, et al. Resultados de la creación de una fístula
arteriovenosa después de la Fístula First Initiative. Clin J Am Soc
Nephrol 2011; 6: 1996-2002.
27. Maya ID, O'Neal JC, Young CJ, Barker-Finkel J, Allon M. Resultados de las
fístulas braquiocefálicas, fístulas braquiobasílicas transpuestas e
injertos de la parte superior del brazo. Clin J Am Soc Nephrol 2009; 4:
86-92.
28. Arhuidese I, Reifsnyder T, Islam T, Karim O, Nejim B, Obeid T, et al.
El injerto biológico de arteria carótida bovina supera al
politetrafluoroetileno expandido para el acceso a hemodiálisis.
J Vasc Surg 2017; 65: 775-82.
29. Hirth RA, Turenne MN, Woods JD, Young EW, Port FK, Pauly MV, et
al. Predictores del tipo de acceso vascular en pacientes en
hemodiálisis. JAMA 1996; 276: 1303-8.
Entregado el 12 de junio de 2017; aceptado el 22 de enero de 2018.