Está en la página 1de 18

12° CONGRESO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA SOCIAL

La Plata, junio y septiembre de 2021

GT50: Antropólogxs y arqueológxs en proyectos de extensión universitaria y de


comunicación científica. Redes, apropiaciones y tensiones.

Primeros pobladorxs de la Meseta Central de Santa Cruz.


Reflexiones sobre prácticas de investigación, comunicación y
extensión

Fabiana Skarbun. División Arqueología. FCNyM. Universidad Nacional de La Plata


(UNLP)/CONICET, fskarbun@intepla.com.
Catalina Valiza Davis. División Arqueología. FCNyM. Universidad Nacional de La
Plata (UNLP)/CONICET, catavaliza@hotmail.com
Ariel D. Frank. División Arqueología. FCNyM. Universidad Nacional de La Plata
(UNLP)/CONICET, frank.ariel@gmail.com.
Manuel E. Cueto. División Arqueología. FCNyM. Universidad Nacional de La Plata
(UNLP)/CONICET, manuelcueto@fcnym.unlp.edu.ar
Raúl González Dubox. IDEAUS CCT-CONICET CENPAT; raulogdubox@gmail.com
Rafael S. Paunero. División Arqueología. FCNyM. Universidad Nacional de La Plata
(UNLP), rpaunero@fcnym.unlp.edu.ar.
Natalia Lunazzi. natilunazzi@yahoo.com.ar.

Resumen
En esta presentación buscamos reflexionar sobre las prácticas de investigación,
comunicación y extensión que desarrollamos en distintos municipios de la Provincia
de Santa Cruz desde hace más de una década. Partimos de un concepto de ciencia
como práctica social en la cual la investigación y la comunicación resultan partes
indispensables. Proponemos generar un proceso de problematización de las

1
nociones del pasado humano en nuestro país y sus resignificaciones en el presente,
tanto desde perspectivas patrimoniales como identitarias. En este contexto ponemos
en diálogo las producciones científicas referidas a las prácticas culturales de los
pueblos indígenas con diferentes instituciones y actores/actrices de la comunidad.
Buscamos, promover la reflexión sobre el patrimonio cultural e histórico local y cómo
este se vincula con las trayectorias de las comunidades que habitaron dicho territorio
a lo largo del tiempo. Nuestra aproximación privilegia la continuidad del diálogo y
acciones con los diferentes integrantes de la comunidad, que incluye contactos
formales e informales, cotidianos, así como actividades programáticas. De esta
manera, realizamos cursos, conferencias, exhibición de materiales, charlas
informales, entrevistas, participamos en exposiciones y utilizamos redes sociales y
medios de comunicación. Dentro de este marco hemos desarrollado de manera
sistemática talleres en escuelas primarias. El vínculo entre niveles educativos
(universitario y escuela primaria) y consecuentemente con la comunidad educativa,
es una parte importante dentro de nuestro proyecto de extensión. El trabajo
realizado nos permite un alto grado de sostenibilidad de la experiencia, una
aceptación cabal por parte de las comunidades de Puerto San Julián y Gobernador
Gregores y nos ha llevado a reflexionar no sólo sobre las prácticas y discursos
sedimentados en las comunidades, sino también, en las prácticas y discursos
propios de la arqueología.

Palabras clave: Patrimonio cultural; Identidad; Representaciones del pasado;


Prácticas de investigación y comunicación.

Introducción
Somos un equipo de la División Arqueología de la FCNyM, UNLP y CONICET, que
investigamos sobre la forma de vida de lxs primerxs pobladorxs de la Patagonia,
específicamente de la Meseta Central de la provincia de Santa Cruz. Sostenemos
una perspectiva de Arqueología-Comunicación, donde ambas son partes
indispensables de un mismo proceso, sin existir una relación jerárquica entre ellas

2
(Paunero, Li, y Castillo, 1992; Paunero y Martínez, 2008). Buscamos generar
instancias de problematización de las nociones del pasado humano y sus
resignificaciones en el presente, tanto desde perspectivas patrimoniales como
identitarias, que contribuyan a la transformación de las prácticas de todxs lxs actorxs
involucradxs (Martínez, 2019). Para ello, es necesario generar espacios de reflexión
sobre las tensiones emergentes. Esto es central para transformar nuestras propias
acciones y las formas de comprender nuestro quehacer arqueológico.
Las instancias de reflexividad (Guber, 2001) invitan, no solo a reconocer el lugar que
ocupamos como científicxs en el entramado social, cultural y educativo, sino también
para qué y para quién generamos conocimiento (Hadad, 2012). Ello puede resultar
necesario para lograr interpelar(nos), deconstruir estereotipos comunes y
aprehender sentidos atribuidos a la historia.
A partir de lo mencionado, en este trabajo buscamos dar cuenta y reflexionar sobre
algunas de las prácticas de investigación, comunicación y extensión, que venimos
desarrollando en distintos municipios de la provincia de Santa Cruz. Remarcando los
entramados sociales, los aprendizajes y las tensiones implicadas.

Contexto de las comunidades donde trabajamos


Para problematizar y resignificar las nociones del pasado humano en el presente, es
necesario comprender cómo fueron construidos históricamente en Argentina los
discursos hegemónicos y las representaciones actuales sobre los pueblos
originarios, especialmente los de Patagonia. En términos generales, los discursos
elaborados y reproducidos desde la consolidación del Estado-Nación argentino en la
década de 1880 han generado la estigmatización y la invisibilización de los pueblos
originarios. Los cuales han sido calificados a menudo como aquellos que amenazan
los bienes, la seguridad, la

2019, entre otros). Dichos discursos hegemónicos aún integran las nociones sobre el
pasado y presente de los pueblos, sostenidos por una parte importante de la
sociedad. Asimismo, hoy existe un incremento en los niveles de conflictividad
asociados a la expansión de las actividades económicas, estatales o privadas, sobre

3
los territorios indígenas. En este sentido se han desalojado comunidades,
judicializado referentes indígenas y se ha reforzado una campaña mediática
estigmatizante (Valverde, 2013). Como ejemplo, pueden mencionarse los sucesos
“ f h ”. C
señala Delrio (2017), desde la detención del lonko de la Lof en Resistencia Mapuche
Facundo Jones Huala, los distintos medios de prensa y diversos sectores políticos
se han lanzado a una campaña de exacerbación de la estigmatización y
estereotipación del pueblo mapuche, presentándolos, entre otras cosas, como
.T é h h q “ á” q “
chilenos que mataron a los Tehuelches y que vienen a quedarse con nuestras
” V 3). q tierras tienen que cumplir con ciertas
características que no se ajustarían a los estandartes de la sociedad moderna. Este
avasallamiento mediático descalificador se incrementó en consonancia con el
fortalecimiento de los movimientos y organizaciones políticas indígenas, gestados
desde finales del siglo XX. Este proceso implicó articulaciones con distintos sectores
sociales tanto como el reconocimiento social y jurídico de sus demandas. A partir de
ello, los pueblos indígenas fueron reconocidos como sujetos de derecho y comenzó
“ ” V 3).
Este contexto general no escapa a lo que sucede en la provincia de Santa Cruz
(Rodríguez, 2011), ni a las localidades de Puerto San Julián y Gobernador Gregores,
donde trabajamos. Estos son espacios donde memoria, patrimonio cultural e historia
exhiben lazos muy fuertes (González Dubox, Valiza Davis, Del Giorgio, Oronó, León,
y Paunero, 2017). Si bien las investigaciones arqueológicas han evidenciado que las
sociedades habitaron la región de manera sostenida desde hace aproximadamente
13.000 años (Paunero, 1996), lxs pobladorxs locales suelen identificar la historia de
los pueblos de Santa Cruz con aquellos hitos vinculados al inicio de la presencia
europea en la zona –la llegada de Magallanes, la primera misa, los pioneros, la
explotación ganadera, entre otros–. Estos discursos son acordes a las posturas
hegemónicas, que buscan invisibilizar a los pueblos originarios. Ello no implica negar
las particularidades de cada comunidad, que tienen una conformación social e
histórica diferente. En este sentido, la autoadscripción a alguno de los pueblos

4
originarios de la región es mucho más fuerte en Gobernador Gregores que en San
Julián y esto tiene implicancias en el imaginario y la práctica patrimonial.
De acuerdo con lo mencionado es que consideramos, para lograr generar rupturas
sobre estos discursos hegemónicos, es necesario que lxs antropólgxs trabajemos en
concordancia con la lucha de los movimientos indígenas. En este contexto, nos
encontramos con el interrogante ¿Cómo poner en tensión los discursos
h ó ?”

Nuestro posicionamiento teórico


Consideramos que desde la práctica arqueológica podemos generar aportes
significativos para la valoración y activación patrimonial de las producciones
culturales, como también contribuir a los procesos de construcción identitaria,
particularmente en las comunidades donde trabajamos. Concebimos que la
arqueología tiene un sentido social, dado que produce relatos históricos de gran
profundidad temporal, los cuales indagan sobre las formas de vida y organización
humana; visualizando la diversidad de producciones culturales, modos de hacer y de
ver el mundo, tanto como los procesos de cambio social y cultural (Frank, Cueto,
Skarbun, Martínez, y Paunero, 2016; Lumbreras, 1974; Paunero et al., 1992).
Entendemos el patrimonio como una construcción social, constituida por aspectos
materiales e inmateriales (García Canclini, 1999; Prats, 1998). Lxs actorxs
materializamos los discursos patrimoniales a través de ciertas prácticas recreativas,
educativas, económicas, entre otras. En este sentido, distinguimos procesos
dinámicos de activación y de valoración (Prats, 1998). Los primeros dependen de los
discursos ejercidos por los poderes hegemónicos, quienes seleccionan, ordenan e
interpretan lo patrimonializable, generando un discurso autorizado. En cambio, la
valoración es realizada por distintos miembros de la comunidad, quienes le asignan
diversos significados y juegan un rol en los procesos de conflictos y negociación
sobre aquello que se activa (Batalla, 1991; García Canclini, 1999; Prats, 1998).
De esta manera, consideramos que nuestra posición dentro de las comunidades de
Santa Cruz oscila entre valoradorxs y activadorxs, puesto que no tenemos un
discurso neutral. Es por ello, que debemos ser conscientes y reflexivxs de los

5
entramados sociales particulares en los cuales nos desenvolvemos (Frank et al.,
2016; García López, 2008; Valiza Davis, González Dubox, Frank, y Paunero, 2019).
Participamos en la construcción de discursos hegemónicos producidos y
reproducidos desde el lugar que ocupamos en el campo científico, desde nuestra
formación dentro de un ámbito cultural específico en una sociedad concreta. En este
sentido, si bien existen diferencias en la conformación de nuestro equipo, somos un
grupo de personas de nacionalidad argentina que desarrollamos tareas de
investigación, en la División Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales y
Museo y/o CONICET. Habitamos, en el partido de La Plata, donde hemos realizado
estudios universitarios (FCNyM), de grado y/o posgrado, y donde llevamos a cabo
actividades docentes. Sin embargo, como participes sociales de las distintas
comunidades de Santa Cruz, nuestro posicionamiento se vincula con la participación
en los procesos de valoración del patrimonio y las problematizaciones identitarias.
En esta circunstancia, solemos disputar con otros discursos históricos, que suelen
ser hegemónicos.
En este contexto, tenemos la certeza que la construcción de conocimiento se
produce mediante el acto de comunicación. Desde esta concepción, cobra valor
concebir a la ciencia como una práctica social donde la comunicación y la
investigación son parte indispensable de un mismo proceso (Freire, 1973; Paunero
et al., 1992). Por lo tanto, enfatizamos que a través del diálogo con la comunidad
podemos generar procesos de valoración del patrimonio y reformular los sentidos
puramente académicos que le damos a las producciones. Así, buscamos co-
construir relatos socialmente interpeladores acerca del pasado humano regional
(Frank et al., 2016), que puedan ser apropiados y seleccionados por aquellxs
involucradxs, para transformar sus prácticas en otros contextos más amplios.
P ó “P
nuestro suelo: Arqueología y comunicació C z” z
y reflexionar sobre la idea de sociedad, historia y pasado humano, que permitan la
producción de relatos y acciones para la construcción de una sociedad más
inclusiva, con un mayor respeto a las identidades diversas. Reflexionamos sobre un
conjunto de saberes vinculados con la profundidad temporal de las sociedades en el

6
continente, los diversos modos de vida y formas en que se relacionan los grupos
sociales (Paunero, Valiza Davis, Frank, Skarbun, Cueto, y González Dubox, 2020).
Consideramos los procesos históricos que atravesaron las comunidades indígenas
desde la conquista europea del territorio americano, haciendo hincapié en su
realidad actual (Valiza Davis et al., 2019). Apuntamos al reconocimiento que somos
participes de un proceso social, con una larga trayectoria histórica, a partir de la cual
diversos pueblos se fueron relacionando de manera asimétrica y desigual.
Buscamos desnaturalizar las perspectivas etnocéntricas, racistas o esencialistas,
generando rupturas en las concepciones estigmatizadoras que conciben a los
pueblos originarios como primitivos, estáticos o pasivos (Frank et al., 2016).
Cabe aclarar, que la selección de los saberes a problematizar no es fija, se va
modificando a partir de instancias internas de reflexión, como con el diálogo con
otrxs actorxs sociales. Por ejemplo, con el trabajo en los talleres escolares, en los
últimos años hemos reformulado la escala temporal del relato de una de nuestras
actividades, ampliando los contenidos referidos a los últimos 500 años (Valiza Davis
et al., 2019). También nos preguntamos, si a pesar de buscar problematizar los
discursos hegemónicos, logramos complejizar lo suficiente los relatos sobre el
pasado humano, si los comunicamos correctamente, si reproducimos visiones fijas
del pasado o si reafirmamos inadvertidamente estereotipos comunes. Asimismo,
consideramos que los relatos sobre la historia regional no surgen solo como
producto del discurso científico, sino que plasman también los saberes producidos
durante los espacios de diálogo y co-construcción con la comunidad.
Para abordar estas problemáticas desarrollamos una serie de prácticas de
intervención. Estas pueden resumirse de la siguiente manera (Paunero et al., 2020):
● Escuchamos al otrx: partimos de lo que saben y piensan lxs interlocutorxs,
indagamos en las trayectorias de vida y familiares, buscando construir
conocimientos y argumentos que interpelen.
● Humanizamos el pasado: despertamos emociones, buscamos que nuestros
discursos trasciendan los restos arqueológicos. Contamos cómo vivían estas
sociedades, identificamos qué tienen en común con las actuales y por qué se
diferencian.

7
● Ponemos el énfasis en el proceso de investigación más que en el resultado:
realizamos preguntas tales como ¿de qué modo lxs arqueólogxs llegaron a sostener
esto? Contraponemos distintas teorías sobre determinado fenómeno. No damos por
resueltas las problemáticas científicas, poniendo de manifiesto las tensiones dentro
del ámbito de la investigación.
● Cambiamos las expresiones que usamos para contar lo que sabemos:
f “ íf q …” “ x q ó x
…” “ q …” z “ íf ”
.H “ ” z “h ”. P f ó
organizaba toda la vida de los pueblos y no sólo en prácticas económicas.
● Replicamos la práctica reflexiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje:
j “ q ó ” í
excavaciones simuladas, entre otras.
● Nos ponemos manos a la obra: replicamos experimentalmente tecnologías
indígenas como forma de comprender los procesos de producción y consumo.
Profundizando en las múltiples dimensiones del mundo material (económico, social,
simbólico).
● Usamos una pedagogía del paisaje: transmitimos los elementos significativos
del paisaje para las sociedades pasadas. Comunicamos in situ los antiguos usos de
los recursos: plantas, rocas, pigmentos. Planeamos recorridos que incluyan además
de cuevas con arte rupestre sitios al aire libre para discutir las actividades realizadas
allí. Mantenemos los restos arqueológicos en su lugar como modo de humanizar el
paisaje.
Por último, consideramos que las estrategias comunicacionales no se vinculan solo
con la comunidad general, sino que deben llevarse a cabo acciones estratégicas de
comunicación en el ámbito académico. Así, incorporamos estudiantes universitarios
en los proyectos y en las prácticas de comunicación; generamos instancias de
formación interna; sistematizamos las experiencias formativas; dialogamos y
realizamos puestas en común sobre las formas de problematizar el pasado con otros
equipos arqueológicos y de otras disciplinas; buscamos reformular términos
comunes en la jerga académica que transmiten prejuicios o estereotipos como

8
subsistencia u ocupación; comunicamos los resultados de nuestra práctica en
ámbitos académicos y de difusión masiva.

Nuestras prácticas comunicacionales e instancias de reflexión


Como una forma para acercarnos a la comunidad general, planificamos y diseñamos
una estrategia comunicacional focalizada en el ámbito escolar. Esta permite generar
un espacio valioso de trabajo, discusión y puesta en común junto a niñxs y docentes.
A su vez, tiende a generar relaciones fraternas con otrxs actorxs cercanos a este
espacio, como directivxs e integrantes del estado municipal y provincial. Asimismo,
buscamos llegar de forma indirecta a las familias y el resto de la sociedad.
Hemos llevado a cabo estas experiencias educativas de carácter programático
desde el año 2007 de manera casi ininterrumpida, en Puerto San Julián, y
posteriormente en Gobernador Gregores y Puerto Deseado. Esto se realizó gracias
a los Programas de Extensión y Voluntariado Universitario de la Universidad
Nacional de La Plata y de la Secretaria de Políticas Públicas del Ministerio de
Educación de la Nación. La ejecución del proyecto consistió en la realización de
actividades de tipo taller en el aula (Del Giorgio, Lunazzi, Cueto, Martínez, y
Paunero, 2008; González Dubox et al., 2017; Valiza Davis, Del Giorgio, González
Dubox, Oronó, León, y Paunero, 2016). Se llevaron a cabo primeramente con
docentes y alumnxs de 4º año de las escuelas de educación primaria (23 talleres);
ampliando a escuelas secundarias y de adultxs (6 talleres). Como resultado, nos
hemos vinculado con aproximadamente 4.600 chicxs (Paunero et al., 2020).
La modalidad taller, es una práctica no unidireccional y participativa en la
construcción de conocimientos. La perspectiva epistemológica radica en la toma de
la palabra por parte de lxs actorxs (Paunero y Martínez, 2008). Consideramos que el
alcance de cada taller fue propio para cada aula, dependiendo de las características
del grupo (perfil del alumnado, de la escuela, de la cantidad de participantes, entre
otras) y de la situación del equipo de trabajo (cantidad y formación de lxs talleristas,
tiempo de permanencia, entre otras). Sin embargo, de manera general hemos
logrado en cada taller el objetivo de problematizar las nociones sobre la historia
pasada y sus resignificaciones en el presente. Brindamos miradas en algunos casos

9
novedosas para lxs alumnxs; promovimos rupturas en sus conocimientos previos,
que favorecieron la construcción de nuevos interrogantes; logramos la circulación de
la palabra, dando voz a alumnxs para que cuenten sobre sus saberes y
experiencias, y/o de sus familias, los cuales en varios casos tenían lazos con
pueblos indígenas. Estas voces no suelen tener espacio durante la reproducción de
los discursos escolares hegemónicos. También, surgen expresiones sobre su
vínculo con los elementos arqueológicos y los significados que les proporcionan,
principalmente aquellxs que conocen la región, que han visitado los sitios
arqueológicos y/o tienen/conocen colecciones arqueológicas.
En el contexto escolar amplio, el trabajo continuo generó un vínculo estrecho con
docentes y directivxs, sobre todo con quienes tenían mayor tiempo de permanencia
dentro del sistema. Esto se traduce en facilidades logísticas, por ejemplo, para
realizar los trámites necesarios para acceder a las instituciones o para conseguir
.T é q h “ ” “ a lxs alumnxs
”. z q
fuerza en el proceso de co-construcción de saberes. Muchas veces lo hacen
localizadxs desde su posición de poder docente, controlando y reforzando la
reproducción de los contenidos (en varios casos hegemónicos) trabajados antes de
nuestra llegada; otras veces buscan disciplinar al alumnado, mostrándose en contra
del diálogo y la circulación de la palabra. Sin embargo, en otras ocasiones,
reformulan los discursos escolares hegemónicos, resignificando el pasado regional
desde sus propias experiencias, produciendo así, aportes valiosísimos sobre los
saberes que estamos trabajando.
Si bien tenemos una importante noción sobre el alcance positivo de esta estrategia
comunicacional, consideramos necesario reflexionar sobre la misma para evaluar la
trascendencia de nuestra práctica, lo que permitirá convertirla en insumo para seguir
planificando y generando nuevas estrategias. Así, sostenemos que sería importante
sistematizar cómo lxs docentes se apropiaron de esta experiencia, conocer si existió
o no transformación en sus actividades concretas y en sus contenidos trabajados.
Desde el punto de vista cualitativo el diálogo con lxs docentes, siempre fue un
recurso básico para repensar las estrategias comunicacionales implementadas.

10
Otra reflexión importante dentro de este marco nos lleva a considerar algunas
situaciones y sucesos actuales que han generado momentos de discontinuidad. Así,
sostenemos que la dicotomía continuidad/discontinuidad es una tensión fundamental
en nuestro trab j . j “ ”
comunidad, y particularmente a la educativa, resulta en muchos casos más
esporádico de lo planificado. Si bien contamos con proyectos subsidiados de manera
casi ininterrumpida, en los últimos años (2016-2019) frente a la crisis económica que
atravesó el país, se dificultó mucho la continuidad del trabajo. Desde el punto de
vista económico, el traslado a Santa Cruz resulta un gasto extremadamente elevado,
más cuando participan varias personas. Asimismo, los subsidios para estas tareas
generalmente son bajos y en muchas ocasiones se han mantenido congelados por
un largo plazo. Lo oportunamente presupuestado al momento de aplicar a un
proyecto, no se condice con la inflación económica registrada al recibir los fondos.
Consideramos que esta situación, no es particular de nuestro proyecto, sino que
tiene un anclaje en cómo es concebida la comunicación/extensión dentro del marco
académico y científico. Aunque en los últimos tiempos se están dando cambios
paradigmáticos importantes, históricamente, fue concebida como acción
complementaria de la investigación y no cómo parte del mismo proceso. Razón por
la cual resulta más difícil contar con subsidios adecuados, sueldos para lxs
integrantes del equipo involucradxs y la debida valoración de los antecedentes por
su realización. Sumado a ello, pese a contar con la ayuda local (alojamiento, víveres,
etc.), este mismo contexto socio-económico ha llevado a una merma en los aportes.
Además, el conflicto salarial docente en la provincia de Santa Cruz (2017 - 2019),
redundó en medidas de fuerza (paros) sostenidas en el tiempo. Decidimos
acompañar estas luchas interrumpiendo los talleres en las escuelas. De igual modo,
en los años 2020 y 2021 nuestras actividades fueron suspendidas debido al contexto
generado durante la pandemia (COVID-19) y las medidas de cuidado
implementadas. Cabe preguntarse ¿cuáles son las consecuencias de este
aminoramiento y discontinuidad de nuestras labores para los alcances logrados?
¿son algunas ya visibles? y ¿qué aprendimos de estos contextos que nos permita
reformular nuestro trabajo?

11
Por otra parte, durante la planificación de nuestras estrategias comunicacionales
sostuvimos que, si bien la realización de los talleres era un objetivo en sí mismo,
también era un recurso para acercarnos a la comunidad entera. De esta manera,
nos preguntamos si hemos logrado poner en diálogo los discursos construidos con el
resto de la población y en qué grado lo hemos hecho. Asumimos que, de cierta
manera y con una intensidad variable, lxs chicxs y docentes participantes de los
talleres conversan con las familias o afectos más cercanos. Esto se debe a que el
taller es una instancia disruptiva de la cotidianeidad del trabajo escolar, más aún si
se sintieron interpeladxs por los saberes construidos durante el mismo. A su vez,
acompañamos este diálogo facilitando a lxs participantes folletos sobre el trabajo
realizado, y con información acerca de la forma de vida de lxs primerxs pobladorxs.
Si bien esta estrategia es de utilidad para ciertos pasos incipientes del proceso de
comunicación, conlleva ciertas dificultades, entre las cuales se encuentra que no
tenemos seguridad en cómo se realiza el diálogo con las familias y cuáles son las
posibilidades que tiene el alumnado de interpelar sus saberes y prácticas.
Por todo lo dicho, vemos que la realización de los talleres es muy importante para
reflexionar y resignificar el pasado regional presente en los discursos escolares. Sin
embargo, debemos indagar más sistemáticamente, si estas son seleccionadas por
las personas involucradas, para transformar sus prácticas fuera del aula.
En este sentido, a través de los años planificamos nuevas estrategias
comunicacionales y sistematizamos otras que ya veníamos realizando. Estas se
vinculan con la realización de recorridos turísticos, asesoramiento en folletería,
charlas/talleres extracurriculares y muestras en distintas ciudades y en diversas
instituciones (principalmente estatales), entrevistas en medios de comunicación y
uso de redes. Si bien, en esta oportunidad no podemos reflexionar sobre todas ellas,
vamos a focalizarnos en aquellas que fueron más persistentes a lo largo del tiempo.
Las muestras se realizan a través de paneles informativos sobre la arqueología
regional santacruceña (Museos regionales, Municipalidades, Expo Ciencia –
FCNyM–, Expo San Julián, etc.). Para ello, procuramos interpelar a la comunidad a
través del relato y las imágenes. A pesar de lo estática que puede resultar la
comunicación en una muestra a través de paneles, buscamos instancias de diálogo

12
con lxs participantes e intentamos mantenernos presentes, siempre y cuando sea
viable. En este caso, nos vinculamos desde una experiencia individual más que
grupal –como sucede durante los talleres–.
Queremos focalizarnos sobre nuestra intervención con un stand en la Expo San
Julián. La misma se desarrolla durante los Festejos del Aniversario de la Fundación
de la Ciudad y participamos de manera sistemática desde el año 2015, a raíz de la
invitación por parte de las autoridades municipales. El stand consiste en el
despliegue de distintos paneles informativos, que dan cuenta del trabajo
arqueológico, del arte rupestre presente en los paisajes donde trabajamos, así como
del extenso pasado humano de la región, mostrando las continuidades y cambios
más significativos a lo largo del tiempo. También gracias al aporte local, se recrea
una cueva a escala, donde se exhiben dibujos en el interior. Asimismo, a través de
una proyección audiovisual, mostramos el proceso de producción del arte rupestre.
Al stand acuden el alumnado, las familias, amigxs, agentes municipales y
provinciales. Es un espacio de diálogo donde lxs visitantes, tanto locales como de
otros lugres de la provincia, nos cuentan sobre sus experiencias, sus conocimientos
de paisajes con vestigios arqueológicos, su manejo de colecciones privadas, entre
otros. Incluso nos invitan a dar charlas o talleres en otras localidades. Consideramos
que nuestra participación en la Expo, nos acerca a nuestro objetivo comunicacional
de poner en diálogo y resignificar discursos sobre el pasado con la comunidad en
general, no solo de San Julián, sino también de toda la provincia de Santa Cruz.
Por otra parte, se generan lazos con agentes del estado municipal y provincial,
donde se estipulan convenios y se abren nuevos campos de trabajo, enriquecedores
para todos. Sin embargo, la mayoría de las veces los vínculos y acuerdos no logran
traducirse en hechos concretos (de ninguna de las partes). Creemos que esto se
debe a varios factores. Por un lado, como equipo no contamos con personas, con
dedicación exclusiva a estas tareas, lo que dificulta una interacción más constante
con lxs distintxs actorxs políticos, dilatando estos procesos. Asimismo, al no estar
presentes cotidianamente perdemos cierta noción de las fuerzas vivas del lugar,
debido a los cambios de autoridades locales o nacionales, generando
probablemente problemas en la gestión.

13
Otra de nuestras prácticas se vincula con los medios de comunicación locales. A lo
largo del tiempo, hemos sido entrevistadxs en numerosas radios y canales de
televisión de Puerto San Julián y Gobernador Gregores. Consideramos que una
reflexión sistemática sobre esta práctica, podría convertirla en una instancia
comunicacional con mucha más fuerza. Hasta ahora, hemos entendido este espacio
como un modo de mostrar nuestra presencia dentro de la comunidad, contar nuestra
experiencia y en muchos casos poner en circulación los discursos sobre el pasado
regional. Asimismo, estos espacios nos permitieron en ocasiones lograr nuevas
relaciones y estrechar las anteriores con instituciones y actorxs locales varios.
Sin embargo, creemos que no hemos logrado cabalmente nuestros objetivos
comunicacionales, ni tenemos un claro panorama de su alcance y articulación con el
resto de las estrategias. Si bien es indudable que el equipo de trabajo tiene un
posicionamiento común, haciendo que lo que está implícito nos guie, hacer explícitas
ciertas cuestiones enriquecería y encausaría esta estrategia. En este sentido,
creemos sumamente importante analizar cómo fueron nuestros discursos pasados
en estos medios para comprender cómo fue el proceso de comunicación; indagar
previamente el interés por el cual somos convocadxs; definir y ordenar los discursos
sobre nuestro trabajo (por qué y para qué realizamos nuestra estadía en el lugar) y
sobre el pasado regional para que sean interpeladores del público de cada espacio.
Esto nos permitirá el acercamiento a la comunidad en un ámbito donde no es posible
el diálogo e intercambio de saberes con lxs oyentes de manera directa. En definitiva,
consideramos que sistematizar esta experiencia permitirá en el futuro evaluar el
impacto y tomar decisiones sobre cómo implementar nuevas.
Desde hace algunos años, también hemos incorporado otra estrategia de
comunicación a través del empleo de plataformas digitales. El uso de las redes
sociales (Facebook) tiene como intención mantener el vínculo con las comunidades
a pesar de las distancias físicas, y ampliar la comunicación de nuestro proyecto a
lugares y sujetos que no llegaríamos de otra forma. Asimismo, pensamos que la
posibilidad de desarrollar tareas a distancia es un camino propicio, aún más en los
tiempos de pandemia en los que nos encontramos. Las redes sociales, permitirían el
diálogo con distintxs actorxs comunitarios, nos da la posibilidad de proponer

14
discusiones sobre el pasado regional y sobre cuestiones indígenas actuales,
vinculadas al ámbito regional como nacional. Sin embargo, esta aproximación
requiere de una dedicación particular, y la elaboración de producciones distintas a
los que solemos desarrollar, tanto desde el punto de vista del formato como del
contenido. De esta manera, si bien reconocemos la potencialidad de este trabajo
creemos que aún no hemos logrado aminorar el impacto que presenta la
discontinuidad del trabajo presencial.

Palabras finales
A lo largo del trabajo hemos considerado y reflexionado sobre nuestras prácticas
comunicacionales, la posibilidad de resignificar las nociones sobre el pasado en
cada caso y las tensiones que surgen de ellas; evaluamos sus alcances y sus
mayores dificultades.
En este sentido, logramos a través de los años sistematizar dos estrategias con muy
buenos resultados. Los talleres escolares y la participación en la Expo San Julián.
En ambas establecimos importantes vínculos con lxs participantes, y a través del
diálogo pusimos en discusión las nociones sobre pasado de la región y sus
resignificaciones en el presente. Generamos, de esta manera, rupturas sobre los
discursos escolares hegemónicos, negociando nuevas valoraciones patrimoniales.
Más allá de esto, nos preguntamos si estos discursos fueron apropiados y
seleccionados por las personas involucradas, y si llegaron incluso a transformar
algunas de sus prácticas patrimoniales e identitarias en otros contextos. También
nos cuestionamos si reformulamos los sentidos puramente académicos que le
damos a nuestras investigaciones y discursos. Al respecto, consideramos que existe
una amplia variabilidad sobre el alcance de estas cuestiones, sin embargo,
encontramos tensiones, dificultades y preguntas en cada una.
En este sentido, consideramos necesario sistematizar cómo lxs docentes se
apropiaron de esta experiencia. También sería importante desarrollar herramientas
que nos permitan evaluar cuál es el impacto de estos discursos en el ámbito familiar.
Por otra parte, nos preguntamos cuáles son las consecuencias de las
discontinuidades producidas en los últimos tiempos, tanto para los talleres escolares,

15
como para la Expo y el vínculo con la comunidad. A pesar de contar con recursos
económicos y humanos limitados, hemos podido llevar adelante nuestro trabajo,
aunque realizando reformulaciones. Así, en los últimos años, venimos implementado
una batería de estrategias complementarias. Estas nos permiten acercarnos a la
comunidad, pero somos menos conscientes de la potencialidad de sus resultados.
En el futuro deberíamos establecer medios para una mejor evaluación.
Las reflexiones aquí desarrolladas fueron un claro ejemplo, de cómo en el transcurso
de nuestro trabajo con las comunidades atravesamos distintos momentos. Lo
importante es identificar los problemas, para lograr resolver y planificar soluciones a
futuro.

Referencias bibliográfias
Batalla, G. B. (1991). Pensar nuestra cultura: ensayos. Alianza Editorial.
Del Giorgio, M., Lunazzi, N., Cueto, M. E., Martínez, D., & Paunero, R. S. (2008).
Arqueología y Comunicación en la comunidad de Puerto San Julián, Provincia de
Santa Cruz. III Jornadas de Historia de la Patagonia, Bariloche.
Delrio, W. (2017). La Lucha de los mapuches y sus estereotipos. Nueva Sociedad.
https://nuso.org/articulo/la-lucha-de-los-mapuches-y-sus-estereotipos/
Frank, A. D., Cueto, M. E., Skarbun, F., Martínez, D. G., & Paunero, R. S. (2016).
Practices for visualizing the regional past. Archaeology, social communication and
education in Puerto San Julián, Argentina. En G. Tully & M. Ridges (Eds.),
Regenerating Practices in Archaeology and Heritage 2: Collaborative Heritage
Management (pp. 107-134). Gorgias Press.
Freire, P. (1973). ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural.
Siglo XXI.
García Canclini, N. (1999). Los usos sociales del patrimonio cultural. En E. Aguilar
(Ed.), Patrimonio Etnológico. Nuevas perspectivas de estudio. Consejería de Cultura
de la Junta de Andalucía.
García López, A. (2008). Patrimonio Cultural: Diferentes Perspectivas. Arqueoweb.
Revista sobre Arqueología en Internet, 9(2).
http://webs.ucm.es/info/arqueoweb/pdf/9-2/angelica.pdf

16
González Dubox, R., Valiza Davis, C., Del Giorgio, M., Oronó, M. S., León, P., &
Paunero, R. S. (2017). El arqueólogo como educador. Del trabajo de campo al aula y
viceversa. La descomunal. Revista Iberoamericana de Patrimonio y Comunidad , 3,
312-326.
Guber, R. (2001). La etnografía, método, campo y reflexividad. Grupo Editorial
Norma.
Hadad, M. G. (2012). Reflexibilidad científica y locus de enunciación: Meditaciones
desde una experiencia de trabajo de campo. En Memoria Académica. UNLP-FaHCE.
http://jornadassociologia.fahce.unlp.edu.ar
Lumbreras, L. G. (1974). La Arqueología como ciencia social. Colección
Investigaciones Casa de las Américas. Ediciones Histar.
Martínez, D. (2019). Memorias de Comunicación/ Educación. Intersecciones en
comunicación, 13, 73-88.
Paunero, R. S. (1996). Noticia sobre nuevas fechas radiocarbónicas del sitio Cueva
1, C3T, Santa Cruz, Argentina. Anales de Arqueología y Etnología, 50-51, 189-199.
Paunero, R. S., Li, E., & Castillo, S. (1992). El taller para niños: una forma de hacer
Arqueología Jornadas- Taller: El Uso del Pasado, La Plata.
Paunero, R. S., & Martínez, D. G. (2008). La experiencia de leer el pasado remoto.
Talleres de arqueología y comunicación en Puerto San Julián. Nodos, 5(Disponible
en http://www.revistanodos.com.ar/), 1-6. http://www.revistanodos.com.ar/
Paunero, R. S., Valiza Davis, C., Frank, A. D., Skarbun, F., Cueto, M., & González
Dubox, R. (2020). Reconocimiento y puesta en valor del patrimonio en Santa Cruz a
partir de un proyecto de investigación y comunicación arqueológica. En M. Gascón
(Ed.), Patrimonios. Experiencias en Debate (pp. 15-32). Biblos.
Prats, L. (1998). El concepto de patrimonio cultural. Política y sociedad, 27(1), 63-76.
R í z M. ). “C ” “ ”
patrimonialización en la provincia de Santa Cruz. Corpus. Archivos virtuales de la
alteridad americana, 1(1), 1-8.
P. . M. .
(2019). La construcción discursiva del acontecimiento" quema de iglesias" en el

17
marco del conflicto mapuche: una mirada desde el análisis del discurso. Boletín de
filología, 54(2), 319-349.
Valiza Davis, C., Del Giorgio, M., González Dubox, R., Oronó, M. S., León, P., &
Paunero, R. S. (2016). Arqueología y comunicación. Aportes para la memoria y la
identidad local. En Territorios, memoria e identidades (pp. 331-343). Instituto
Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas.
Valiza Davis, C., González Dubox, R., Frank, A. D., & Paunero, R. S. (2019).
Reflexiones sobre la Patrimonialización: Prácticas y Narrativas sobre el Pasado
Humano en Puerto San Julián, Santa Cruz. En J. Gómez Otero, A. Svoboda, & A.
Banegas (Eds.), Arqueología de la Patagonia: El Pasado en las Arenas (pp. 227-
236). Altuna Impresores
Valverde, S. (2013). De la invisibilización a la construcción como sujetos sociales: el
pueblo indígena Mapuche y sus movimientos en Patagonia, Argentina. Anuário
Antropológico, 38(1), 139-166.

18

También podría gustarte