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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE)

ESCUELA DE PSICOLOGIA

CARRERA : LICENCIATURA EN PSICOLOGIA CLINICA

ASIGNATURA : ANALISIS CONDUCTUAL

TEMA : LOS MALOS PENSAMIENTOS –


¿CUALES SON TUS MIEDOS?

FACILITADOR : RUBEN ANTONIO DIAZ

PARTICIPANTE : ASTRID DIAZ 2021-00420

ROSA MARIA ACOSTA 2021-00315

KATHERINA ROSA 2021-00343

FECHA : 13 DICIEMBRE DE 2022


LOS MALOS PENSAMIENTOS
Conceptualmente podemos decir que un malo pensamiento es una imagen, idea o
frase enunciada mental o verbalmente, que lleva implícita una connotación no
favorable del contexto en que se produce o la situación en la que nos gustaría
vernos. Lo llamativo del caso es que muchas veces no somos conscientes de su
creación, por lo que emergen de forma automática.
Según distintas publicaciones, a lo largo del día somos capaces de crear
aproximadamente 60.000 pensamientos, de los cuales el 95% surgen de forma
automática, siendo similares en días consecutivos, y de ellos, el mayor porcentaje
son malos (80%). Inevitablemente ante estas cifras nos preguntamos ¿cómo y por
qué se forman? puesto que si son malos: “no favorables”, lo deseable en muchos
casos, es poder cambiarlos para experimentar un resultado diferente. La
respuesta a estas preguntas no es única, ni tampoco absoluta.
Nuestros pensamientos, forman parte de nuestro «mapa mental» que, junto con
las creencias, los valores, las reglas, y el significado que atribuimos a las distintas
experiencias a lo largo de la vida, constituyen todos aquellos aspectos que nos
hacen únicos y diferentes, y que determinan nuestra forma de percibir el mundo y
el entorno en que nos movemos.
Es sabido que una misma experiencia o situación para unas personas puede ser
interpretada como desagradable y muy estresante; otros en cambio, pueden
considerar la misma situación como un desafío y el estrés inherente a ella, como
motor para superarlo. Algunos ejemplos conocidos: hablar en público, trabajar en
un servicio de Urgencias, competencias deportivas de alto impacto, deportes de
riesgo ..entre muchos otros.

¿cómo se forman los pensamientos negativos?


Mediante la impronta y la “memoria” resultante a nivel mental, emocional, e incluso
físico, de las distintas experiencias aprendidas desde la primera infancia; de
los mensajes en forma de frases, declaraciones, gestos e incluso “silencios”,
recibidos del entorno familiar, social y de las instituciones educativas en todos sus
niveles, también en la edad adulta.
Se va construyendo un “mapa” que de una forma u otra determina nuestra manera
de percibir, de expresar, de comportarnos y de responder a la realidad que nos
rodea.
El hecho de que sea inconsciente viene dado por un mecanismo automático de
nuestra mente que pretende operar simplificando el tiempo de respuesta ante las
situaciones percibidas como similares (aunque no lo sean) a lo largo de nuestra
vida.
¿Y a nivel emocional y físico?

Se ha demostrado que cada pensamiento genera a nivel cerebral la liberación


neurotransmisores y neurohormonas, (Adrenalina, Dopamina, Noradrenalina,
Adreno corticotropina, etc.) cuyo efecto en el resto del organismo desencadena
una respuesta que será más o menos agradable en función del tipo de sustancia
liberada.
Por lo tanto si ante situaciones de la vida diaria, el enfoque (los pensamientos) se
dirigen predominantemente hacia aspectos que tal vez no nos gusten, y que los
mismos signifiquen algo negativo para nosotros, repitiéndolos como forma de
mensajes, varias veces a lo largo del día, la experiencia psicofisioemocional será
también negativa, e igualmente en ese caso las emociones vinculadas a ella:
miedo, ira, rabia, frustración……etc.

LOS MALOS PENSAMIENTOS SABOTEAN TU VIDA

Como decíamos, los pensamientos negativos influyen en nuestra vida. De hecho,


son variadas las consecuencias que pueden tener sobre nuestro día a día. La
psicóloga, directora de Paz de Roda, Centro de Psicología, citas algunas:
 Desencadenan emociones dañinas (angustia, culpa, rabia, vergüenza,
tristeza, decepción).
 Producen síntomas físicos (dolor de cabeza, taquicardias, cansancio,
tensión muscular, insomnio)
 Favorecen conductas inadecuadas (evitación, bloqueo, inseguridad,
indecisión).
 Aumentan el riesgo de sufrir baja autoestima.
 Ocasionan dificultades en las áreas vitales (problemas laborales por la
caída en el rendimiento, problemas familiares por la irritabilidad constante,
etc).
 Pueden llegar a ocasionar trastornos de ansiedad o depresión.

"Incluso pueden sabotearnos", resalta la experta en psicología, que, con un


ejemplo, ilustra hasta qué punto pueden dañar nuestro día a día y nuestra
trayectoria vital: si pienso “seguro que no me cogerán en este trabajo, realmente
yo no tengo mucho que ofrecer”, mi emoción en la entrevista será de ansiedad,
mi cuerpo estará agitado y mi conducta será ineficaz. De esta manera, se habrán
desarrollado 'profecías autocumplidas', es decir, mi pensamiento condicionará mi
conducta y terminaré generando lo que temía. Algo así como un “pequeño”
meteorito que causa estragos dramáticos.
¿QUE PROVOCA LOS MALOS PENSAMIENTOS?

Existen varios motivos, no excluyentes entre sí:


 Predisposición.
 Modelado de las figuras de referencia (con tendencia a responder con
catastrofismo, preocupación, ansiedad, pesimismo o alarmismo),
 Historia de aprendizaje (haber sufrido experiencias negativas o traumas).
 También se pueden dar en personas con gran autoexigencia (baja
tolerancia a los errores, al fracaso, a los resultados mediocres), control
excesivo (baja tolerancia a la incertidumbre, a los cambios, a los
imprevistos y a la frustración), y necesidad de aceptación (baja tolerancia a
la evaluación negativa, al rechazo y al abandono).

¿COMO SE PUEDE CAMBIAR UN MALO PENSAMIENTO?

 El primer paso, como se mencionó, es identificarlo, incluso en aquellas


situaciones en que surge de forma automática, haciéndose evidente mediante una
emoción o un resultado que no nos gusta.

El segundo punto es cambiar aquello a lo que le prestamos atención: FOCO,


para citar uno de los ejemplos anteriores: no “debemos” ni “tenemos que” hacer
nada, enfocarnos en que “elegimos” hacer las cosas por los beneficios visibles o
no de nuestros actos y por evitar consecuencias peores si no lo hiciéramos.
 Un punto muy importante a destacar es que redirigir nuestros pensamientos hacia
los positivos no nos hace “fantasiosos” o “no realistas”, no hay que engañarse,
nuestra sociedad, nuestros pacientes, nosotros mismos experimentamos dolor y
sufrimiento muchas veces, ambos aspectos coexisten en nuestro día a día, no se
trata de obviar lo negativo, se trata de enfatizar lo positivo porque desde este lugar
nuestra motivación, nuestra salud emocional , física y nuestros resultados serán
aquellos que realmente nos gustaría experimentar.

FORMAS DE LIMPIAR TU MENTE DE LOS MALOS PENSAMIENTOS

El pensamiento negativo puede llegar a convertirse en un hábito peligroso. Los


pensamientos se hunden en la mente y permanecen allí hasta que tomas medidas
para deshacerte de ellos.
Cuando empiezas a pensar negativamente, puede ser tentador tratar de obligar a
esos pensamientos a salir de tu cabeza. Intentar que desaparezcan y expulsarlos
para siempre. Pero este enfoque a menudo resulta contraproducente.

Luchar contra esos pensamientos negativos en realidad puede reforzar ese patrón
de pensamiento empeorando las cosas. Cuanto más se intenta no pensar en algo,
más se termina pensando en ello.

Para deshacerse de los pensamientos negativos es necesario intentar un enfoque


diferente, algo que te ayude a despejar la mente de una vez por todas. Aquí hay
siete maneras de limpiar tu mente de pensamientos negativos.

1. Cambia el lenguaje corporal

Toma un momento para observar tu lenguaje corporal. ¿Estás encorvado o con


una postura cerrada? ¿Frunces el ceño? Si es así serás más propenso a pensar
negativamente.
Un lenguaje corporal inadecuado puede bajar tu autoestima y conducirte a una
falta de confianza. En ese estado emocional, es natural empezar a tener malos
pensamientos.
Para sentirte seguro debes abrir tu postura y sonreír más. Corrige tu lenguaje
corporal y te sentirás mucho mejor. Podría ser justo lo que necesitas para borrar
esos pensamientos negativos.

2. Habla sobre el tema

A veces el pensamiento negativo aparece porque existen problemas o emociones


que necesitas comunicar. No es bueno guardarse las cosas para sí mismo.
Si hay algo que necesita ser hablado debes hacerlo. Poner los pensamientos en
palabras les da forma y los hace visibles, y eso te ayudará a poner los problemas
en perspectiva para que puedas ocuparte de ellos de un modo más eficaz.

3. Intenta vaciar tu mente durante un minuto

Cuando tu mente está corriendo a mil por hora puede ser difícil mantener la calma.
De este modo es más complicado controlar los pensamientos, en especial los
negativos.
Un minuto de calma a menudo es suficiente. Puede ser muy útil la meditación, y
debes pensar en ello como un reinicio. Una vez que la mente está vacía, se puede
llenar con algo más positivo.

4. Cambia el foco de tus pensamientos

A veces el pensamiento negativo es el resultado de una mala perspectiva. Echa


un vistazo al punto de vista que tomas ante las cosas que suceden a tu alrededor.
Por ejemplo, en lugar de pensar: “Estoy pasando por un momento difícil y estoy
teniendo problemas”, puedes pensar: “Creo que estoy enfrentando algunos
desafíos, pero estoy trabajando en la búsqueda de soluciones”.
Básicamente, te estás diciendo lo mismo, salvo que la segunda forma tiene un
punto de vista más positivo. A menudo ese pequeño cambio de foco puede
suponer una gran diferencia en tus patrones de pensamiento.

5. Se creativo

Cuando los pensamientos negativos vienen resulta muy útil encontrar una salida
creativa para esos pensamientos. Escribe las cosas. Dibuja o pinta algo.
Explorar las emociones a través de la creatividad actúa como auto terapia y
elevará tu estado de ánimo. La creatividad puede sentirse como una liberación.
Cuando procesas tus emociones a través de una forma de arte o creatividad,
estás rompiendo la dinámica habitual de tus pensamientos y te será más fácil
entenderlos y controlarlos.

6. Da un paseo

Debido a que los pensamientos residen en la mente es fácil asumir que es ahí
donde se forman. Pero eso es sólo parcialmente cierto. A veces nuestros
pensamientos son producto de nuestro entorno.
Por ejemplo, si estás rodeado de gente negativa es probable que comiences a
pensar también en forma negativa.
Alejarte de este ambiente negativo puede ayudar de manera considerable. Dar un
corto paseo con la cabeza en alguna parte como un parque o un museo pude ser
suficiente.
El tiempo que pasas lejos de las influencias negativas te aportarán un espacio
necesario de tranquilidad.

7. Enumera todo aquello que vale la pena en tu vida


¿Ha olvidado todas las cosas buenas que te rodean? A veces, en la rutina diaria,
perdemos el enfoque sobre las cosas razonablemente buenas que están
presentes en nuestras vidas. Debes entrenar a tu mente para que vuelva
a concentrarse en todo lo bueno que sucede a tu alrededor.
Enumera cada una de las cosas por las que debes estar agradecido, no importa lo
pequeñas que parezcan ser. No des nada por hecho en este aspecto.
A veces las cosas buenas de nuestras vidas están justo en frente de nuestras
caras y aun así no alcanzamos a verlas. Deja de estar ciego ante todas las cosas
positivas que ya tienes.

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