Está en la página 1de 5

ESCUELA DE PSICOLOGIA SOCIAL DEL SUR MATERIA PSICOLOGIA GENERAL

Aporte de las Escuelas de Psicología al modelo integrativo de Enrique


Pichon Riviére

Federico de la Vega

En este texto vamos a retomar los aspectos centrales de Conductismo, Gestalt y la


Psicología Concreta para, luego, hacer foco en sus contribuciones al E.C.R.O de Enrique
Pichon Riviére.
Ya comentamos previamente que el criterio de elección de las distintas escuelas o
autores (Gestalt, Conductismo, Politzer) se relaciona tanto con su peso específico como
por su condición de representantes de líneas, tradiciones, posicionamientos muy diversos
en su concepción del hombre, del objeto de estudio de la psicología, de su función
misma. Pero, además de su peso específico, de su condición de representantes, es
interesante, desde nuestra perspectiva como psicólogos sociales, señalar que todos ellos
(sobre todo Politzer y la Gestalt), han contribuido, con sus desarrollos, a la construcción
de ese edificio conceptual que es el E.C.R.O de Enrique Pichon Riviére. Y es por eso
que, aquí, proponemos sintetizar los conceptos nodales de las distintas perspectivas e
identificar su aporte al pensamiento de Pichon Riviére.
La primera de las escuelas que compartimos, el Conductismo, surge a comienzos del
siglo XX con John Watson, quien se propuso construir una psicología observable y
concreta que estudie lo psicológico a partir de la conducta manifiesta. Es decir que sólo
debía estudiar las manifestaciones externas (motoras, glandulares y verbales) ya que, por
sus características, pueden ser sometidas a observación y experimentación en laboratorio.
Esta perspectiva tiene raíces en la reflexología de Pavlov y utiliza los conceptos de
estímulo-respuesta. Para Watson, cada respuesta es causada por un estímulo interno o
del medio y, a cada estímulo, le corresponde una respuesta, es decir que hay una relación
de concatenación absoluta entre el estímulo y la respuesta.
Tres rasgos son distintivos del Conductismo Clásico: el primero refiere a la elección de
la conducta manifiesta, observable, como objeto de la psicología. El segundo tendrá que
ver con que son la observación y, sobre todo, la experimentación en laboratorio las formas
que elije para indagar esa conducta. El tercero de los rasgos es su interés por fiscalizar y
operar en las conductas a partir de utilizar los estímulos “adecuados”.1 En relación a este
último rasgo del Conductismo, el interés por operar en las conductas, cabe destacar los
desarrollos posteriores de Skinner que influyeron, sobre todo, en el campo de la
educación. Este autor postuló que, cuando ocurre un hecho que actúa de tal forma que
incrementa la posibilidad de que se dé una conducta, este hecho es un reforzador.
Reforzadores que permiten, a quien los utiliza, propiciar conductas (reforzador positivo) o
evitarlas (negativo).
Muchas son las críticas que recibió el Conductismo y, sobre todo, el Conductismo de
Watson. Se lo ha acusado de mecanicista, de no dar cuenta de los procesos
cognoscitivos, de ver al sujeto como un receptor pasivo, de ver al sujeto aislado de su
ambiente, de ser operacionalista etc. Coincidimos con muchas de estas críticas y,

1
Dirá J. B. Watson en su manifiesto “¿Qué es el conductismo? La vieja y la nueva Psicología en oposición”.
“El interés del conductista en las acciones humanas significa algo más que el del mero espectador; desea
controlar las reacciones del hombre, del mismo modo como en la física los hombres de ciencia desean
examinar y manejar otros fenómenos naturales.”
además, su direccionalismo está muy alejado de nuestra mirada como psicólogos
sociales. Puesto en perspectiva, sin embargo, no se puede dejar de señalar, junto a
Bleger, que en su momento operó como “una verdadera proclama, consecuente y abierta,
de una posición materialista en psicología” que “Intentó asentar la psicología sobre el
modelo de las ciencias naturales, con una sólida base experimental”2. Sin duda el
Conductismo aportó, con la idea de conducta, una definición concreta, del hecho
psicológico. Aunque desde un posicionamiento diferente al de esta escuela es importante
destacar que Pichon adoptó una de sus técnicas de investigación más importantes: la
observación de las conductas del sujeto.
La segunda de las escuelas que compartimos, la de la Gestalt, es contemporánea al
Conductismo y se inició en Alemania. Haciendo foco, inicialmente, en el estudio de la
percepción humana, esta escuela demostró como la mente configura, a través de ciertas
leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales o de la memoria
y como, esta configuración, tiene un carácter primario por sobre los elementos que la
conforman. El término mismo de la Gestalt corresponde, en su traducción aproximada, a
“forma” o “estructura” y es esta escuela, la de la Gestalt, la que va a sostener que esta
forma o estructura no está determinada por las propiedades de sus elementos
individuales sino que, los procesos parciales, son los que quedan determinados por la
naturaleza intrínseca de la totalidad. A partir de la premisa central de estos autores, la
relación entre elementos y estructura, es que Koffka y Lewin postularán que los procesos
psicológicos, la conducta de un organismo, no están determinados por un estímulo
puntual (como sostiene el Conductismo) sino por la totalidad de variables con las que éste
interactúa en un momento particular.
Si pensamos el aporte de esta escuela al E.C.R.O de Enrique Pichon Riviére
deberemos comenzar con el término, el concepto mismo de “Gestalt”, al que Pichon
Riviére, en un aporte sumamente importante, agregará la noción de “Gestaltung” que
refiere al continuo proceso de formarse en una Gestalt, a su dimensión temporal. Esta
idea de “Gestalt-Gestaltung”, de estructura estructurándose, estará en la base de como
Pichon piensa nociones tan centrales de su teoría como la de grupo, vínculo (“Todo
vínculo, como mecanismo de interacción, debe ser definido como una Gestalt”3) o al
comportamiento que, según él, toma “forma de una Gestalt o Gestaltung”4.
La puesta en relación de estructura y elementos que vinimos viendo en la Gestalt
estará presente en la manera que Pichon verá “al abordaje del grupo en su totalidad
gestáltica, y al estudio de lo que Lewin denomina dinámica grupal” 5. También en su forma
de pensar enfermedad mental y grupo familiar donde “Los aportes de la teoría gestáltica,
las investigaciones de Kurt Lewin y las conclusiones resultantes de nuestras propias
experiencias nos permiten considerar a la enfermedad mental no como la enfermedad de
un sujeto, sino como la de la unidad básica de la estructura social: el grupo familiar. El
enfermo desempeña un rol, es el portavoz, emergente de esa situación total”.6
Otros conceptos ligados a los anteriores la noción de campo, la de situación7 serán
incorporados por Pichon Riviére desde la mirada de la Gestalt y las elaboraciones de Kurt

2
Bleger, J.: Psicología de la Conducta. Buenos Aires. Ed.Paidos. 1964. Pág. 24
3
Pichon Rivière, E .: El proceso grupal: Del psicoanálisis a la psicología social. Buenos Aires. Ediciones
Nueva Visión. 1971. Pág.14
4
Pichon Rivière, E, Op Cit , Pág.19
5
Pichon Rivière, E, Op Cit , Pág.62
6
Pichon Rivière, E, Op Cit , Pág 59
7
Pichon Rivière, E, Op Cit , Pág 76

2
Lewin. Un último concepto que tomaremos al pensar los aportes de la Gestalt al E.C.R.O
de Pichon Riviére será el del insight que, esta escuela, pensó como un comprender y
entender súbitamente la razón de algo. Un "darse cuenta" que, en tanto entendimiento en
el sentido más profundo de la palabra, producirá, necesariamente, una restructuración en
la persona.8
Hasta ahora vimos como, el acto mismo de poner la conducta en el centro de la
psicología propio del Conductismo, implicó la apertura de un camino que, desde otro lugar
muy diferente, continuaron Bleger y Pichon Riviére. Señalamos recién el peso de los
conceptos de gestalt, situación, campo, insight en el E.C.R.O en que uds.se están
formando. Ha llegado el momento, entonces, de retomar a Politzer, Vigotsky y su intento
de poner en relación psicología y marxismo.
Politzer, en los pocos años que tomó contacto con la psicología, comenzó su tarea con
una “demolición” de la psicología clásica a la que acusó de realismo, formalismo y
abstracción. A esa tradición opuso su “Psicología Concreta” que tomaba como objeto al
individuo concreto y en su vida propiamente humana, en su dramática individual que, sin
embargo, no dejaba de ser, finalmente, el espacio donde aparecían, encarnadas y
actuantes, la incidencia de factores contextuales, las determinaciones formales. Como ya
habíamos dicho anteriormente la dramática de este hombre concreto, de este individuo
es, de acuerdo a Politzer, una escena personal donde lo que se despliega, en definitiva,
es la determinación económica. Siendo, entonces, el objetivo de la Psicología Concreta
poder poner en evidencia esa determinación partiendo del análisis exhaustivo de los
hechos psicológicos individuales tal como ellos se presentan.
Incorporado por Bleger al horizonte de la psicología en Argentina, este autor
representó, por un lado, el ejemplo de conjunción entre intelectualidad, compromiso y
militancia. Por otro marcó un camino, tuvo un carácter de maestro, de modelo en una
búsqueda por unir psicoanálisis, psicología y marxismo. Este carácter de figura pionera ,
de maestro aparece bellamente narrado en las palabras de José Bleger “Politzer fue el
único en el campo del marxismo que pudo enseñarnos el camino de la psicología a
algunos de los que hace veinte o veinticincoaños buscábamos orientarnos, saber y
reconocer qué era la psicología, sus objetivos, fines, problemas y caminos. En una época
en que nadie pudo decirnos que estudiar economía política no era psicología, que
estudiar neurología y biología no era psicología, que estudiar filosofía no era psicología,
Politzer fue quien nos pudo enseñar qué era psicología y qué no. Sigo creyendo que
Politzer -a través de sus escritos- puede seguir enseñando hoy mucho a todos: que la
psicología está en la vida cotidiana, en los seres humanos de carne y hueso” 9
A pesar de un posterior rechazo a la psicología y el psicoanálisis por considerarlos
“reaccionarios” (su giro stalinista, su “automutilación”, en términos de Lefebvre y Bleger)
Politzer representa la reivindicación del ser concreto como objeto de la psicología. Es
autor de uno de los primeros abordajes sistemáticos que dan cuenta del carácter reflejo
de lo psíquico, su determinación sociohistórica. Puesto en el lugar de maestro para
quienes transitaron el camino de acercar la psicología, el psicoanálisis al materialismo
histórico, Politzer encarna un modelo para pensar la relación entre el estudio del
inconsciente y las transformaciones sociales a través de la política, desde una posición
ideológica, en función de una transformación social que estará muy presentes en el modo

8
En nuestro lenguaje coloquial la expresión “me cayeron las fichas” tiene un sentido muy parecido al sentido
del Insight.
9
Bleger, J.: Psicoanálisis y dialéctica materialista. Buenos Aires. Paidós.1958
3
de pensar su profesión en Bleger, Pichon Riviére, Rozitchner ,Masotta y Caparros entre
otros10. Una psicología que no se adentre en la comprensión determinante de las
relaciones sociales en el «hecho humano» observado, estará cercenando su sentido real
pensará Politzer. También coíncidirá Pichon Riviére con Vigotsky al afirmar que es a
partir de la interacción con otros en una tarea o actividad conjunta que se constituye el
plano intrasubjetivo. Que dicha "construcción" del plano psíquico se realiza a partir de la
relación del sujeto con su ambiente y asentada sobre una base biológica en un proceso
complejo. Complejidad que ambos autores describen, pero poniendo la lupa y por ende
profundizando más en aspectos distintos de la misma. Así Pichon Rivière resaltará las
relaciones interpersonales, los vínculos. Mientras que Vigosky pondrá el acento en la
apropiación de los instrumentos semióticos y el desarrollo del pensamiento.
Desde estas influencias y otras ( por ejemplo la del Psicoanálisis que verán en otra
materia) Pichon construyó un esquema integrativo que también lo coloca como cercano a
escuelas mas recientes de la Psicología. Si la psicoterapia sistémica considera que, la
enfermedad de un miembro, expresa la enfermedad en la comunicación del grupo familiar,
y que, lo que debe modificarse, es esta forma nociva de interacción. Pichon, al hacer
hincapié en los procesos de comunicación y aprendizaje y comprender a un sujeto como
emergente de una red de relaciones está captando los mismos fenómenos. Para él
también un miembro enfermo expresaba la enfermedad circulante en su grupo familiar
(dentro del cual, por reglas propias o mecanismos de adjudicación y asunción de roles,
tendría un determinado lugar necesario para preservar una estabilidad).

Por otra parte Pichon Riviére, como el cognitivismo, también parte de considerar al ser
humano como un sujeto activo, transformador y constructor de la realidad en la que vive,
como un procesador de información y organizador de estímulos, de ningún modo
dependiente de las influencias ambientales tal como lo presentaban los conductistas.

Influencias y escuelas afines. Como dirá el Licenciado en Psicología Ricardo Silvai


“Pichon Rivière planteó una teorización netamente integrativa. Una concepción del
hombre que contiene y supera –dentro de una visión integradora por excelencia como es
la dialéctica– a las teorías que en la actualidad mayor auge vienen cobrando dentro de la
psicología académica … por lo que … creo que el pensamiento de Pichon continúa vivo y
vigente. Que la inmensa fragmentación social en que vivimos requiere de un corte con el
atroz individualismo dominante. Es indispensable el surgimiento de alternativas, las cuales
sólo podrán dar a luz a partir de grupos espontáneos. Pero por sobre todo a partir de
hombres y mujeres que no se dejen vencer por la desesperanza. Ante la "muerte en vida"
que propone esta suerte de genocidio neoliberal, acaso un horizonte posible hacia el cual
orientar la esperanza sea el camino hacia una muerte digna. Y así, sólo así, podremos
vivir dignamente. Si la esperanza es un sentimiento inherente al ser humano, hoy más
que nunca necesita fundamentación y argumentos. La esperanza está, aunque no
sepamos exactamente dónde. Ponerle palabras o planificarla –como me enteré que decía

10
En julio del año 1965 tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA una mesa redonda que, bajo
el titulo “Ideología y Psicología concreta”, proponía a sus protagonistas discutir la relación entre la psicología y
sus fundamentos ideológicos. Los organizadores –el MAP (Movimiento Argentino de Psicología)- convocaron
para la ocasión a Enrique Pichon Rivière, José Bleger, León Rozitchner y Antonio Caparrós. También estos
aspectos fueron discutidos en los Cuadernos de Psicología Concreta (otro claro homenaje a Politzer).
Ideología, práctica profesional, actividad política, capacidad transformadora de la profesión eran temas
centrales del debate de algunos sectores de la psicología en nuestro país desde finales de los años 50. Es
claro que Politzer fue un marco de referencia en la discusión de estos aspectos.

4
Pichon– quizás sea la función que haya quedado pendiente. En ese sentido creo que este
es un excelente momento para que el pensamiento de Pichon Rivière renazca de sus
cenizas, o retorne al lugar de donde nunca debió salir”.

i
Silva, R.: “Revista Temas de Psicología Social” La concepción del sujeto de Enrique Pichon Rivière: Un
modelo integrativo en Psicología.

También podría gustarte