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NOTAS PARA LA PRENSA

SOBRE JUAN BAYEN, “PINOTXO”

Lamentamos tener que comunicar que Juan Bayén, “Pinotxo”, nos ha dejado.

Hace unos días había dado instrucciones de emitir un comunicado de prensa para poner de
manifiesto su punto de vista sobre todo lo sucedido en especial en relación al traspaso de
las licencias de las paradas del mercado de la Boqueria donde “Pinotxo” trabajó infatigable-
mente durante más de 75 años. A pesar de que nuestro bufete, en 45 años de ejercicio,
siempre ha mantenido estricta reserva sobre los asuntos que le han sido encomendados,
evitando hacerse eco en los medios de prensa, en este caso, excepcionalmente y con volun-
tad de cumplir los deseos de “Pinotxo”, preparó una nota de prensa, cuya publicación aplazó
habida cuenta del agravamiento del estado de salud de Pinotxo. Hoy, tras el lamentable óbito
y por expresa instrucción de su viuda, se publica la nota de prensa a fin de cumplir con la
última voluntad expresada por Pinotxo, y exactamente tal como quedó redactada según sus
deseos.

“Nuestro bufete, el Estudio Jurídico Enrique Moreno, tiene por norma el guardar silencio
absoluto sobre los asuntos que defiende, sea cual sea el impacto mediático del tema. Lo
hemos hecho así durante más de 45 años y vamos a seguir haciéndolo. Pero en el supuesto
que nos ocupa, con el despliegue de noticias de toda índole que vienen ocupando un desta-
cado lugar en todos los medios de comunicación, y, sobre todo, para evitar que una persona
de la gran calidad humana, prestigio de nuestro cliente, el universalmente conocido JUAN
BAYEN, “PINOTXO”, vea cómo se tergiversan los hechos en torno a su figura, VAMOS A
HACER UNA EXCEPCIÓN.

Lo primero que deseamos destacar es que de todo lo publicado, nada ha salido de “Pinotxo”,
ni de sus asesores, ni de su familia más cercana. La única fuente ha sido su sobrino, el Sr.
Asín y su entorno.

Sentado lo anterior, deseamos poner de manifiesto lo siguiente:

Mal ambiente en el bar y documentación jurídicamente cuestionable

“Pinotxo” se ponía en contacto con nosotros puntualmente para referirnos cuál era su si-
tuación en el bar, siempre entre lágrimas, y se quejaba amargamente del mal trato que recibía

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por parte de los familiares que estaban trabajando en su negocio. A pesar de que lo animá-
bamos a reconducir esa situación y clarificar todo lo que sucedía, el temor a su sobrinos y
familiares y la secreta esperanza de que algún día cambiarían su actitud para con él, blo-
queaba sus decisiones.

Lo cierto es que “Pinotxo” no tenía documentación alguna de su sociedad. Salvo unos borra-
dores, no sabía nada de la marcha cotidiana de la gestión del Bar a nivel administrativo y
económico, no veía un solo arqueo de caja, no sabía el destino que se le daba a lo recaudado
y se le limitaba al cobro de la nómina. No tenía datos de las cuentas bancarias, ni sabía cuáles
eran los saldos de las mismas, ni conocía los resultados de la sociedad, ni tenía constancia
del cobro de beneficios.

Hay que añadir que algo similar ocurre con el patrimonio inmobiliario, que la familia le ad-
ministra a través de una Comunidad de Bienes de la que no hay noticia de actas, presenta-
ción de cuentas, ni de reparto de rentabilidades.

Juanito era todo miedo y angustia, y ni siquiera se atrevía a preguntar a sus sobrinos por la
situación económica de la gestión de su negocio o del patrimonio inmobiliario, por miedo a
su reacción. Hasta tal punto llegaba el alcance del secuestro emocional de “Pinotxo”.

Todo tiene un final

Cuando, por fin, “Pinotxo” reunió el coraje necesario, pidió que se ejecutara lo que tenía de-
cidido desde hacía años. Él consideraba que su sobrino y familia no eran los sucesores ade-
cuados y decidió escuchar las ofertas que venía teniendo por el bar desde hacía años.

“Pinotxo” ha tenido poderosas razones para actuar como lo ha hecho. Y uno de estos motivos
es el trato que el Sr. Asín y sus familiares han venido dispensando a “Pinotxo” a lo largo de
los años, pero, en especial, en esta última fase de la relación. Hay decenas, cuando no cen-
tenares de personas, que son testimonio de lo que venía ocurriendo en la parada, que, si nos
vemos obligados, llamaremos a testificar ante los tribunales. La eterna sonrisa de “Pinotxo”,
su proverbial alegría, su afabilidad, su natural bondad y su capacidad de dar servicio durante
años, tenía la cara oculta de la angustia y tristeza que le generaba el trato que recibía, del
que el propio letrado firmante ha sido testigo.

A ellos hay que añadir lo ya relatado en torno a la gestión de su negocio.

Pero eso no es todo.

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La marca “Pinotxo”

Cuando “Pinotxo” nos dio vía libre para actuar, enviamos los primeros requerimientos, en
fecha 4-10-2022, para solicitar información de la sociedad. En ese momento, descubrimos
que el Sr. Asín, había registrado la marca ‘Pinotxo Bar’ en noviembre de 2011 a su nombre
y referenciando su domicilio particular como sede de la marca. Su tío, el único y verdadero
‘’Pinotxo’’, desconocía esta situación, era totalmente ignorante.

No hace falta que les destaque el disgusto y la decepción de “Pinotxo”. Ahora resulta que
“Pinotxo” no es él… que el Sr. Asín pretende ser el verdadero “Pinotxo”.

Pero es que, además, mientras los letrados negociábamos un acuerdo para la liquidación
pacífica de la sociedad gestora y la recuperación de la marca por su legítimo titular, esto es,
Juan Bayén “Pinotxo”, que estuvo cerca de lograrse, el Sr. Asín corrió a los medios de comu-
nicación a presentarse como destinatario, sin serlo, de una herencia inigualable: la de un
personaje irrepetible, “Pinotxo”, Juan Bayén.

Y así fue como nos trasladamos al pasado día 27 de octubre, fecha en la que fue requerida
nuestra presencia, de urgencia, en la Boqueria. Allí vimos como el Sr. Jordi Asín “lideraba”
una especie de revuelta contra “Pinotxo”. Este quería seguir trabajando y bajaba cada día a
su negocio, como había hecho durante toda su vida. Pues bien, el Sr. Asín y sus familiares
habían salido de la barra, negándose a trabajar y a atender al público, para presionar a
“Pinotxo” a fin de que se fuera de su bar, el bar que había regentado y hecho célebre desde
hacía décadas. “Pinotxo”, desconcertado detrás de la barra, solo, presentaba, fruto de la si-
tuación, un aspecto deplorable, totalmente desconcertado. Hubo que ayudarle a reaccionar,
y fue personalmente el firmante quien lo convenció para que saliera de allí: lo llevamos a la
Asociación de Comerciantes, donde se repuso, y luego se trasladó a su casa. Este fue el
último día de “Pinotxo” en su bar, su última vivencia: el espectáculo del Sr. Asín echándolo
de su negocio.

Si “Pinotxo” hubiera tenido alguna duda, que a esas alturas ya no la tenía, aquello fue el
remate. Una humillación pública de aquella magnitud a la figura de nuestro cliente, “el hom-
bre que había puesto la Boqueria en el mundo”, como le reconoce todo el mercado, debía
salir por la puerta de atrás y humillado por su familia.

Todo por la impaciencia del Sr. Jordi Asín de culminar su estrategia de quedarse con el
negocio de su tío.

Puntualizaremos a continuación lo siguiente:

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1) Juan Bayén era, y es, dueño absoluto de hacer con sus activos lo que considere, y
más tras una vida de trabajo larga y dura.

2) Entre sus activos se encontraban las concesiones administrativas de las paradas del
mercado que configuraban el bar Pinotxo, que adquirió en parte por herencia de su padre y
en parte mediante compra directa. La forma en que las adquirió no le obliga a darles ningún
destino contrario a su voluntad.

3) El Sr. Jordi Asín pretende tener derechos que descansan en una legitimidad moral
que ha demostrado no merecer. Y en cuanto a la legitimidad legal de posibles derechos sobre
la sociedad gestora del negocio, pretende sustentarla en un documento del que “Pinotxo”
nunca ha tenido original, sobre cuya autenticidad existen serias dudas y que, de ser cierto,
es jurídicamente cuestionable.

El Sr. Asín, que tuvo oportunidad de adquirir las concesiones administrativas y licencias de
su tío, ya que “Pinotxo” se las ofreció por precio inferior al que finalmente se vendieron. En
realidad, ha pretendido y pretende, quedarse todos los activos de su tío vinculados al Bar,
pagando 36.000€ y una renta vitalicia para “Pinotxo” (a sus 88 años) de 1.353€. Parece
obvio que el Sr. Asín persigue beneficiarse de una hipotética venta posterior, quedándose
toda la plusvalía que haya podido generar el negocio.

4) No contento con haberse apropiado de la marca a espaldas de su tío, además ahora


pretende quedarse la sociedad gestora antes mencionada de la que “Pinotxo” posee el 50%,
cuya disolución se requirió en fecha 25 de enero de este año por razones obvias.

No es difícil, si se realiza una cuidadosa aproximación a la figura del Sr. Jordi Asín, reconocer
una estrategia, perfectamente calculada, para minimizar la figura de “Pinotxo”. Cada vez que
cuenta su versión de la historia intenta minimizar o desprestigiar a Juan Bayén. Su relato
está lleno de referencias a la abuela Catalina, citándola siempre de este modo. Pero olvida
que la abuela Catalina, antes, mucho antes que ser abuela del Sr. Asín, fue la madre de
“Pinotxo”. Y fueron ella y su marido quienes pusieron al frente del negocio a “Pinotxo” y
posteriormente le cedieron las paradas por herencia y, lo que es importante, la licencia de
base asociada a las mismas.

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La madre del Sr. Jordi Asín tenía dos paradas de fruta y verdura que nada tenían que ver
con el bar y que, además, acabó vendiendo a “Pinotxo”, en lugar de cedérselo a sus hijos,
Albert y Jordi Asín.

En ningún caso “Pinotxo” está “teledirigido”. La diferencia está en que, hasta hace poco, el
Sr. Jordi Asín lo podía manejar a su antojo. Y ahora, como está asesorado, puede tomar sus
decisiones y defender sus legítimos derechos. Las decisiones que ha tomado han sido debi-
damente reflexionadas y, a su entender, son la justa consecuencia a las actuaciones llevadas
a cabo previamente por el Sr. Asín respecto de su persona y de su negocio.

“Pinotxo” no reconoce a su sobrino como continuador de su obra. El legado de “Pinotxo”


descansa en su bondad, su desbordante humanidad, su legendaria simpatía, su entrega al
trabajo y su acrisolada lealtad.

Se ha publicado que el Sr. Asín piensa, con la ayuda de un inversor, abrir otro bar bajo el
rótulo de Bar Pinotxo. Cualquier inversor debe saber que la marca que dice ostentar el Sr.
Asín es litigiosa y que los documentos en los que basa su derecho no son fiables.

Ya está presentada la oportuna acción legal para que “Pinotxo” recupere su marca y no du-
dará en emprender todas las acciones que sean precisas para defender sus legítimos dere-
chos y preservar su legado para que el Bar Pinotxo continue con un digno sucesor. Porque
es esa imagen que la ciudadanía le ha atribuido como alma y sonrisa eterna de la Boqueria,
maestro del oficio y embajador del mercado y de esta ciudad la que “Pinotxo” quiere conser-
var.

Ni Juan Bayén, "Pinotxo", ni nuestro despacho va a polemizar por nada ni con nadie en
relación con este asunto. Esta es la única vez que nos dirigimos a los medios, a los que
agradecemos la difusión de la presente nota. A partir de ahora, todas las diferencias se diri-
mirán en los Tribunales.”

¡Hasta siempre, Pinotxo! “Trobarem a faltar el teu somriure…”


37353909T ENRIQUE Firmado digitalmente por
37353909T ENRIQUE MORENO (R:
MORENO (R: B63959266)
B63959266) Fecha: 2023.04.11 12:40:57 +02'00'

Enrique Moreno Almárcegui


Administrador

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