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JUNTA DE ACREEDORES

Resumen del cuento junta de acreedores de julio ramón Ribeyro. don Roberto,
ansiosamente esperaba en su tienda, detrás del mostrador, sentado en su silla.

A sus acreedores, no había podido pagar los créditos de fideos, cemento, caramelos,
papel, ollas. Debía a muchas compañías, y hoy venían los representantes de cada
compañía, debía a cinco compañías. Uno en uno fueron llegando. Él no se había
movido de su asiento.

Cuando llego su hijo le llamó afuera de la tienda y le dijo que no se deje engañar,
sácalos a patadas. Tengo dignidad voy a dar la cara, voy a pagarlos.

El muchacho enfurecido pateó la llanta del carro, y añadió cuando tengas un carro
como este, háblame de dignidad. Pidiéndole una libra para ir al cine, se marchó. Don
Roberto vuelto a la tienda, desconcertado si su hijo tenía razón o merecía una
cachetada. Saquemos la cuenta dijo, aunque faltaba el representante de “Ajito”.
Representante de Fideos “Aurora” tanto me debe, conforme dijo don
Roberto. Cemento los “Andes”, saco una larga lista, en una letra trescientos, otra de
ochocientos, total dos mil ochocientos; Caramelos y chocolates “Marilú”. Don
Roberto culpaba al italiano Bonifacio; quien abrió una tienda a pocas distancias de la
suya, al mes le había quitado toda su clientela; bien instalado, mas mercadería; el
otorgaba créditos; y entre tanto que recordaba; no achuchaba nada. El hombre de los
caramelos continuaba; dos kilos de chocolate; no siga exclamo don Roberto, conozco
mis cuentas; pasemos al total.
Protesto el representante de papel y cacerolas “arbacó”, he preparado un
resumen, nadie estuvo de acuerdo con él. En desquite le pidió a Don Roberto que le
sirva un tragó, a todos les sirvió, todos tomaban un trago, menos Don Roberto,
llego un oriental, bajito, representante “ajito”, dijo y se sentó. A Don Roberto le
preocupaba que llegaran sus hijas y se enteraran de lo sucedido. Así que dijo. Mi
cuenta asciende a los veinticinco mil soles. Si me conceden una mora de dos meses y
se reduce sus créditos al 30% .. los cuatro protestaron; yo estoy de acuerdo con el
deudor dijo “ajito”. “Abarcó” hablo falto de compañerismo. Don Roberto intervino, no
es momento de discutir esas cosas; entre tanto que los cuatro se unían, porque se
decían cuidemos los intereses de nuestra empresa.

Don Roberto se acordaba de Bonifacio, cuantas toneladas de spaguetis Vendía, y de


que tenía que pronunciar un discurso en el colegio de sus hijas, su mujer debe estar
detrás de la cortinilla, observándolo, con una mano en el corazón.

Hablo el gordo de los fideos “aurora”, Don Roberto, por mayoría, le hacemos una
propuesta. le damos un plazo de 15 días a un 50% de descuento. No acepto dijo Don
Roberto, no podre cumplir. Ante esto no hay nada más que hacer, embargaremos la
tiene en unos días, y se fueron. “ajitos” se sacó el sombrero y se fue. Era la quiebra
del negocio, del hogar.
Don Roberto Salió a la calle, quiso estar solo, camino y camino, llegó a un bar, pensó
entrar, pero, para que, no quería conversar con el tabernero, había oscurecido, pensó
en el malecón, ahí había besado por primera vez a su mujer, hacia tanto tiempo. Hoy
estaba en quiebra, y se sentía como partido, porque debía a todas esas compañía.
Pero aún estaba a tiempo para empezar de nuevo. Esto a sido el resumen del cuento
junta de acreedores .

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