Está en la página 1de 3

Monición única para todas las lecturas

La maravillosa historia de la salvación nos será relatada hoy en todas las


lecturas que la liturgia nos propone. Desde la creación del hombre, pasando por
su liberación y anuncio de la salvación por medio de los profetas, hasta llegar al
cumplimiento de las promesas en Cristo Jesús, que venció la muerte, y con su
resurrección nos dio una nueva vida. Pongamos mucha atención a todo este
recorrido que nos traen las lecturas y abramos nuestro corazón para que esa
Palabra transforme nuestras vidas y nos permita resucitar también a nosotros
con Cristo.

Monición a la primera lectura (Génesis 1, 1—2, 2)

Empezamos la escucha de la Palabra con el relato de la creación del


mundo y del género humano según el primer libro de la Biblia, el Génesis.
En esta noche nos disponemos a celebrar el «nacimiento» a la vida
resucitada del segundo Adán, Cristo, el primogénito de la nueva creación.
Escuchemos atentos esta primera lectura.

Monición a la segunda lectura (Génesis 22, 1-18)

Escucharemos a continuación un relato que nos muestra la confianza


absoluta puesta en Dios por parte de Abraham. El sacrificio de Isaac es
figura de la pasión de Cristo. Aunque Abraham evitó el sacrificio de
Isaac, Dios sí entregó hasta las últimas consecuencias a su Hijo en
solidaridad con la salvación del mundo.

Tercera Lectura (Éxodo 14, 15—15, 1)


El Libro de Éxodo nos narra la salida de Egipto y el paso del Mar Rojo,
camino de la libertad. Este es el acontecimiento fundamental en la historia
del pueblo israelita y el mejor símbolo para todos los procesos de liberación
de un pueblo.
Monición a la cuarta lectura (Isaías 54, 5-14)
El mensaje de los profetas es fundamental para comprender la historia de la
salvación. Terminadas las tres lecturas «históricas», el primer pasaje de Isaías
nos habla de la fidelidad con que Dios nos quiere. A pesar del pecado humano,
continúa firme el amor de Dios, con símbolos muy expresivos la hace saber el
profeta en esta noche santa.

Monición a la quinta Lectura (Isaías 55, 1-11)


Haciendo uso de la metáfora del agua que sacia la sed nunca satisfecha de la
humanidad, el segundo pasaje de Isaías nos hace ver cómo Dios nos promete
una alianza renovada, que nos llevará a la vida.  Después del castigo merecido
a causa de la infidelidad, promete a su pueblo el advenimiento de una era de
abundancia y de paz.

Monición a la sexta Lectura (Baruc 3, 9-15. 32—4,4)


El siguiente relato plasma el sentimiento del pueblo judío en el destierro y el
desempeño de la misión del profeta, que llama al pueblo a la conversión y hace
una invitación constante a buscar en la sabiduría la respuesta al sufrimiento y a
la desesperanza.

Monición a la séptima Lectura (Ezequiel 36, 16-28)


La última lectura del AT es del profeta Ezequiel, testigo, en el siglo VI antes de
Cristo, del destierro del pueblo a Babilonia. De parte de Dios él anuncia el
perdón a su pueblo, y le promete un agua pura y un corazón nuevo, una nueva
creación y un nuevo espíritu.

Monición a la epístola (Romanos 6, 3-11)


Ahora pasamos a las lecturas del NT, después del canto festivo del Gloria.

En el Nuevo Testamento encontramos el cumplimiento de las promesas de la


Antigua Alianza. De la carta a los Romanos leemos hoy el pasaje en que Pablo
compara la
experiencia del bautizo en agua con la Pascua del Señor.
Monición al Evangelio (Mateo 28, 1-10)
El acontecimiento más grande de la historia está a punto de
proclamarse: la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
Una gran noticia que hoy nos quita el temor y nos llena de alegría
en esta noche santa. Jesús venció la muerte!.

Abramos nuestro corazón al anuncio de la Resurrección.

También podría gustarte