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СOSAS SOBRE LAS ESCUELAS DE CHINA QUE APRENDÍ TRABAJANDO ALLÍ COMO
MAESTRO
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Ser chino no es fácil. Cuando son más de un billón y medio en el país sin
garantías sociales, uno debe trabajar duro para encontrar un lugar bajo el sol.
Pero los niños chinos están dispuestos a esto; tienen que trabajar duro desde
el primer grado.
Hace un tiempo fui profesora de inglés en cuatro escuelas chinas
(y entrenadora en una escuela de kung fu). Por lo tanto, me gustaría compartir
mi experiencia con los lectores de Genial.guru.
1. En muchas escuelas en China no hay calefacción, por lo que
en invierno los maestros y alumnos no se quitan la ropa
de abrigo. La calefacción central se encuentra exclusivamente en el norte
del país. En el centro y sur de China, los edificios están diseñados para
un clima cálido. Esto significa que, en el invierno, cuando las temperaturas
pueden llegar a cero, y, a veces, bajo cero, el único medio de calentamiento
es el aire acondicionado. El uniforme escolar es un traje deportivo:
pantalones anchos y una chaqueta. El corte es casi igual en todas partes,
solo difieren los colores del traje y el emblema de la escuela en el pecho.
Todas las escuelas están detrás de unas puertas grandes de hierro, que
siempre se mantienen cerradas, abriéndose solo para el paso de los
estudiantes.
2. En las escuelas chinas todos los días se hace ejercicios (varias veces
al día) y se imparte formación de alumnos. La mañana en la escuela
comienza con los ejercicios, luego una formación en la que se informan las
noticias principales y se levanta la bandera: de la escuela o del estado.
Después de la tercera clase, todos los niños hacen ejercicios para relajar
los ojos. Acompañados con una música relajante y la voz grabada
de un locutor, los estudiantes tocan puntos especiales. Además
de ejercicios por la mañana hay ejercicios durante el resto del día, alrededor
de las dos de la tarde, cuando, acompañados por la misma voz grabada, los
alumnos salen al pasillo (si no hay lugar en el aula) y empiezan a levantar
las manos y saltar.
3. El descanso para el almuerzo generalmente dura una hora. Durante
este tiempo, los niños tienen tiempo para ir al comedor para almorzar
(si no hay un comedor en la escuela, les traen la comida en bandejas-cajas
especiales) y correr, estirar las piernas, gritar y hacer travesuras. Los
maestros en todas las escuelas almuerzan gratis. Y, vale la pena
mencionarlo, muy bien. El almuerzo tradicionalmente consiste en un plato
con carne y dos platos de verduras, arroz y sopa. En escuelas caras,
también entregan frutas y yogures. A los chinos les gusta comer, e incluso
en las escuelas siguen esta tradición. Después de una pausa para
el almuerzo, algunas escuelas primaras dan cinco minutos para
“dormir”. Por cierto, un par de veces mis alumnos se quedaban dormidos
en medio de una clase, y tuve que despertarlos con un nudo en la garganta.
4. La actitud hacia los profesores es muy respetuosa. Se les llama por
el apellido y usando la palabra “maestro”; por ejemplo, “maestro Zhang”
o “maestro Xiang”. O, simplemente, “maestro”. En una escuela, los
estudiantes, no importa si eran míos o no, al verme hacían una inclinación.
5. En muchas escuelas los castigos corporales son habituales. El maestro
puede golpear al alumno con una mano o un puntero por algún tipo de falta.
Cuanto más alejada de las grandes ciudades y más simple es la escuela,
más común es esta práctica. Mi amiga china contó que les dieron un tiempo
en la escuela para aprender palabras en inglés. Y por cada palabra sin
aprender fueron golpeados con un palo.
6. En un aula se puede ver una calificación de desempeño de los
alumnos que estimula el mejor aprendizaje. Las notas son de A a F,
donde A es la más alta, corresponde al 90-100 %, y F es el insatisfactorio
59 %. Fomentar el buen comportamiento es una parte importante del
sistema educativo. Por ejemplo, por una respuesta correcta, o buen
comportamiento durante la clase, el estudiante recibe un asterisco
de un cierto color o puntos adicionales. Por las conversaciones o faltas,
se eliminan puntos y asteriscos. El progreso de los escolares se refleja
en un cuadro especial del tablero. La competencia, por así decirlo, está
a la vista.
7. Los niños chinos estudian más de 10 horas todos los días. Las clases
suelen durar desde las ocho de la mañana hasta las tres o cuatro
de la tarde, después de lo cual los niños vuelven a casa y hacen una tarea
interminable hasta las nueve o diez de la noche. Los fines de semana, los
escolares de las grandes ciudades generalmente tienen clases adicionales
con tutores, van a escuelas de música, de arte y clases deportivas. Debido
a la competencia, desde la niñez los chicos están presionados por sus
padres. Si no pueden aprobar el examen después de la escuela secundaria
(y la educación obligatoria en China dura entre 12 y 13 años), no tendrán
chance de ir a la universidad.
8. Las escuelas se dividen en públicas y privadas. El costo de estudiar
en escuelas privadas puede alcanzar hasta mil dólares por mes. El nivel
de educación en ellos es varias veces superior. Se le da una importancia
especial al idioma extranjero. 2-3 clases de inglés por día, y entre los
grados quinto y sexto de las escuelas de élite los alumnos ya hablan inglés
con fluidez. Sin embargo, por ejemplo, en Shanghái hay un programa
especial, pagado por el gobierno, gracias al cual los maestros extranjeros
enseñan en escuelas públicas.
9. El sistema educativo se basa en la memorización mecánica. Los niños
simplemente aprenden una gran cantidad de material. Los maestros
requieren reproducción automática, sin importar cuánto fue entendido
el material estudiado. Pero ahora sistemas alternativos de educación
(Montessori o Waldorf) están ganando cada vez más popularidad, con
el objetivo de desarrollar las habilidades creativas de los niños. Por
supuesto, tales escuelas son privadas, la capacitación en ellas es costosa
y accesible para un número muy reducido de personas.
10. A los niños de familias pobres que no quieren estudiar o que son
demasiado traviesos (según los padres) a menudo los sacan de una
institución educativa pública y los mandan a escuelas de kung-fu. Allí
tienen pensión completa, entrenan desde la mañana hasta la noche y,
si tienen suerte, reciben educación primaria básica: deben poder leer
y escribir, y, dado el sistema del idioma chino, esto es muy difícil. En tales
instituciones los castigos corporales son habituales.
Los maestros golpean a los alumnos con una pala-espada o, sin más preámbulos,
usan su pie o dan un torniscón. Pero al final, los padres reciben a un joven disciplinado
con la profesión de entrenador de kung-fu y, al menos, una chance de ser alguien.
La mayoría de los maestros famosos del kung-fu pasaron por tal escuela de la vida.
También es bastante común que los niños con mala salud pasen aquí uno o dos años
para fortalecerse, viviendo y practicando el kung-fu o el tai chi.

Independientemente de dónde estudian los niños chinos, en una escuela


de kung fu o en una escuela común, aprenden desde la infancia tres
cualidades principales: la capacidad de trabajar, la disciplina y el respeto
por los mayores en cuanto a edad y jerarquía.
Desde la infancia, se les enseña que deben ser los mejores, no importa
en qué rubro. Tal vez, es por eso por lo que ahora los chinos están
comenzando a ocupar posiciones de liderazgo en todas las ramas
de la ciencia, la cultura y el arte. Compitiendo con los europeos que crecieron
demasiado sobreprotegidos, a menudo no les dan una sola oportunidad. Solo
porque los últimos no están acostumbrados a estudiar durante diez horas
seguidas. Todos los días. Todo el año.

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