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Romana Insolentia

El blog de ciencias sociales donde


aprenderás algo nuevo relacionado con
Historia, Arqueología, Historia del Arte
y Geografía de manos de un profesor
La creación del reino de Aragón y
que siempre tiene ganas de aprender.
primera expansión

¿Por qué Romana Insolentia?


En esta entrada nos dispondremos a analizar brevemente las causas de la afirmación arago-
Geografía ! nesa sobre Navarra y también la expansión hacia el sur que llevó a cabo este pequeño conda-

Historia do que se convirtió en un poderoso reino peninsular.


"

Prehistoria
Los condicionantes internos de Aragón: De condado a reino.
Historia Antigua !

Historia Medieval " En anteriores entradas hicimos un repaso de la progresiva feudalización leonesa y su expan-
sión exterior; hechos que no dejaron de ser muy precoces al respecto de los demás reinos
El reino de Tolosa !
peninsulares cristianos. La perfecta integración política y social de los territorios repoblados
El reino de Toledo ! en el valle del Duero y la conquista del reino andalusí de Toledo dan fe de esa gran y exitosa
Otros pueblos germánicos ! feudalización llevada a cabo en este reino.

Godos e Hispanorromanos !

La Hispania sueva !

La Italia ostrogoda y !
longobarda

La Alta Edad Media en la "


Península Ibérica

Los orígenes del reino de


Asturias (I)

Los orígenes del reino de


Asturias (II)

La crisis feudal de León frente a


la expansión oriental

La primera unificación
castellano-leonesa Imagen 1. Condados aragoneses, siendo absorbidos Sobrarbe y Ribagorza por Ramiro I cuan-
La repoblación de la do murió su hermanastro Gonzalo. Fuente: wikimedia.org
Extremadura del Duero

La repoblación del Camino de Como decimos, estos elementos presentan un importante desbarajuste cronológico respecto
Santiago a otras formaciones del norte peninsular. Cuando Alfonso VI entró en Toledo en 1085, el

La creación del reino de condado de Barcelona acababa de salir de la crisis de feudalización que el reino leonés había
Aragón y primera expansión superado sesenta años antes; y Navarra se integraba en el recién nacido reino de Aragón para
así poder superar una gravísima crisis política y social que incluso había supuesto el asesina-
La feudalización del condado de
Barcelona to del rey navarro Sancho IV. Aragón, por su parte, estaba esbozando apenas una expansión
que, eso sí, mostró desde el principio un gran dinamismo.
Historia Moderna

Historia Contemporánea A parte del factor cronológico, tenemos que tener también en cuenta un segundo factor en
Historia del Arte ! el retraso de las formaciones orientales en sumarse al proceso feudal: la sólida organización
política islámica en la cuenca del medio y bajo Ebro que se contrapone al vacío político y
Arqueología !
poblacional de la cuenca del Duero donde la empresa colonizadora de Castilla y León se ha
Reseñas históricas ! venido realizando sin el obstáculo de comunidades islámicas fuertemente arraigadas. Por
Reseñas viajeras ! estos dos factores tenemos que remitirnos a un diferente grado de consolidación interior o a
una maduración más tardía de las estructuras feudales en las sociedades aragonesa y catala-
na.

¿CUÁNTOS VISIGODOS HAN Frente al declive navarro, los dos últimos tercios del siglo XI verán cómo el reino de Aragón
ESTADO AQUÍ?
se forma y se consolida. Desde comienzos del siglo X hasta la muerte de Sancho “El Mayor”
161.058 visigodos en 1035, el pequeño condado pirenaico estuvo integrado políticamente en el reino de Nava-
rra. A pesar de ello, siempre se mantuvo como una unidad territorial bien definida, y políti-
ca y administrativamente coherente, lo cual facilitó el mantenimiento de una vía de evolu-
ción específica de Aragón frente a Navarra. La feudalización comienza a desarrollarse desde
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comienzos del siglo X, pues en esta época comienzan ya a aparecer las cesiones de tierras al
conde, a monasterios o a particulares vinculados a la administración; cesiones realizadas por
Romana I…
2627 Me gusta individuos, familias o comunidades campesinas en busca de protección y que son actos muy
parecidos a los que se dieron ya en el reino de León y que constituyeron los primeros pasos
Me gusta esta página hacia la feudalización en cuanto que a través de ellos se fue tejiendo una red de vinculacio-
nes privadas de carácter personal que fue configurando la estructura básica de la sociedad
aragonesa.

COPYRIGHT Al mismo tiempo, funcionarios y grandes propietarios comienzan a vincularse al conde con
un juramento privado de fidelidad personal que transforma la vinculación pública en una
relación de carácter privado, tal y como ya habíamos visto en el caso leonés. Todo esto va
Romana Insolentia by Recaredvs is li-
censed under a Creative Commons Re- unido a la difusión de concesiones de inmunidad y del impuesto, heredado del impuesto
conocimiento-NoComercial-SinObra- carolingio, que se transforma ahora en una renta privada. Así pues quedaban sentadas las
Derivada 4.0 Internacional License. bases de la feudalización en la sociedad aragonesa del siglo X; pero el pequeño condado se
Creado a partir de la obra en https://ro-
manainsolentia.com/.
mantuvo en paz y ajeno a movimientos expansivos de importancia y apenas se vio afectado
por las tremendas contradicciones desencadenadas en la sociedad navarra en la primera mi-
tad del siglo XI.

MIEMBRO DE:

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Imagen 2. “Ramiro I de Aragón”, óleo realizado por Manuel Aguirre y Monsalbe en 1885.
Fuente: condadodecastilla.es

A raíz de la muerte de Sancho “El Mayor”, el antiguo condado de Aragón queda en manos
del conde Ramiro (1035-1063), hijo bastardo del rey, y subordinado nominalmente a Gar-
cía de Navarra, una subordinación que se diluyó rápidamente. La crisis que sacudió a la so-
ciedad navarra en las décadas centrales del siglo XI creó unas condiciones favorables para la
afirmación interna política y social de Aragón, lo que constituyó una sólida base para una
expansión que, en pocas décadas, llevó al primitivo condado a conquistar el reino taifa de
Zaragoza. Este proceso de afirmación implica ya en sus inicios una notable ampliación del
territorio condal a costa de los condados de Sobrarbe y Ribagorza que Sancho “El Mayor”
había dejado al menor de sus hijos, Gonzalo, cuya muerte en fecha imprecisa propició que
PRIVACIDAD INFORMAR DE ESTE ANUNCIO Ramiro se anexionara aquellos dominios, intitulándose desde entonces rey de Aragón. La
muerte del rey navarro en Atapuerca en 1054 llevó a Ramiro a fortalecer sus posiciones
fronterizas con Navarra negociando en una posición de fuerza respecto a su sobrino Sancho
IV en la cesión de algunas plazas reivindicadas por el rey aragonés. Poco después sería el hijo
de Ramiro, Sancho Ramírez, quien aprovecharía el asesinato de Sancho IV en 1076 para
ocupar Pamplona anexionando el reino de Navarra al de Aragón.

Imagen 3. A la muerte de Sancho “El Mayor”, sus hijos heredaron los territorios agrupados
por él a modo de reinos independientes entre sí. En el caso aragonés, Ramiro I absorbió muy
pronto Sobrarbe y Ribagorza tras la muerte de Gonzalo I, el hermano menor. Fuente:
navarraresiste.com

La feudalización seguida por el condado de Aragón siguió una vía distinta a los turbulentos
sucesos en Navarra, León y Cataluña en cuanto a que no se detectaron episodios tan violen-
tos como los que se han producido y siguen produciéndose en aquellas formaciones penin-
sulares. Un factor que nos permite explicar la relativa moderación con que se produce la
feudalización es la existencia de un equilibrio muy ajustado entre el ritmo de la expansión
territorial y el de la transformación interna del país. A pesar de que también existe un pro-
gresivo debilitamiento de la monarquía desde el siglo X, este debilitamiento es lento y se
compensa con la anexión de nuevos territorios. Por otro lado, las comunidades campesinas
parecen mantener aún trazas de componente ganadero y nómada, lo que las hace más resis-
tentes y más difíciles de someter, lo que limitó fuertemente la capacidad expansiva de la aris-
tocracia, que en este período no llega a alcanzar la fuerza requerida para debilitar decisiva-
mente la autoridad regia.

Por otro lado, la expansión meridional permite la ocupación de extensos territorios y un


control muy efectivo de los procesos políticos y sociales por parte de la monarquía. La exis-
tencia en el Ebro de fuertes concentraciones de población y de un asentamiento político
muy sólido por parte musulmana hacía imposible la práctica de una colonización espontá-
nea previa a la intervención oficial y similar a la que realizó el campesinado castellano-leonés.
La nobleza aragonesa, por su parte, no tenía la capacidad de orden político y militar que sí
tenía la castellano-leonesa, y por tanto es el rey quien activa y dirige la conquista de nuevos
territorios y quien, una vez anexionados, organiza la repoblación asentando en los nuevos
espacios tanto al campesinado como a la nobleza.

Desde los Pirineos hasta Zaragoza.

Imagen 4. Mapa de la extensión de la taifa de Zaragoza, objetivo primordial del reino de


Aragón. Fuente: wikimedia.org

La expansión aragonesa se enfrentaba a serios obstáculos, fundamentalmente la densidad


demográfica de la cuenca del Ebro y la solidez de la organización andalusí en la zona. Esa
organización giraba en torno a núcleos urbanos con una importante actividad económica,
lo cual posibilitaba una estructura defensiva de gran eficacia. Por tanto, la expansión arago-
nesa hacia las llanuras del Ebro exigía el control de dos núcleos cinturones defensivos: Graus
y El Grado, que se apoyaban a su vez en emplazamientos más meridionales como Barbastro
y Monzón. Más hacia el oeste, Huesca cerraba también el paso hacia el valle del río Gállego,
la principal ruta hacia Zaragoza. Protegidos por este complejo defensivo se situaban final-
mente los dos centros políticos más importantes del valle del Ebro: Lérida y Zaragoza.

A las dificultades relacionadas con la estructura defensiva de la región se añadían las deriva-
das de los intereses castellano-leoneses en la zona; unos intereses que ya se habían manifesta-
do tiempo atrás en la expansión leonesa hacia La Rioja bajo el reinado de Ordoño I en 859.
Las aspiraciones castellanas a dominar el valle medio del Ebro se fueron haciendo más insis-
tentes a medida que aumentaba la presión política y militar sobre La Rioja. Este interés se
materializó también en el compromiso por parte de León de proteger al rey de Zaragoza a
cambio del cobro de parias, un compromiso plenamente operativo que se reveló muy eficaz
en la derrota aragonesa y la muerte de Ramiro I en 1063 cuando asaltaba el emplazamiento
de Graus, defendido por las tropas andalusíes de Zaragoza y por las castellanas de Fernando
I.

La situación comienza a cambiar entre el siglo XI y el XII. En primer lugar, Sancho Ramírez
de Aragón (1063-1094) aspiraba a sacudirse la tutela que le vinculaba nominalmente al
reino de Navarra. Para ello intensificó los contactos con la Santa Sede para obtener el reco-
nocimiento formal por parte del Papa del nuevo reino de Aragón. El asesinato del rey nava-
rro Sancho IV en oscuras circunstancias no sólo eliminó los obstáculos para la plena inde-
pendencia formal de Aragón, sino que le llevó a anexionarse el reino de Navarra, siendo re-
conocido como rey por la aristocracia navarra. La unificación navarro-aragonesa fortaleció la
posición de Sancho Ramírez y al reino de Aragón, que ahora suponía un contrapeso al po-
der castellano-leonés en la región. La derrota de Alfonso VI en Sagrajas por los almorávides
en 1086 vendrá a reforzar todavía más la posición aragonesa, pues el rey leonés tendrá que
dejar de lado sus pretensiones territoriales en el Ebro para solicitar la ayuda militar del rey de
Aragón en su lucha contra los almorávides.

En este contexto comenzó el avance hacia el sur, siendo el más espectacular el que se produ-
jo en el curso del río Cinca, pues en 1083 y 1084 se ocuparon Graus y Secastilla, que cerra-
ban el avance hacia el sur. Cinco años después, en 1089, cae Monzón, una plaza clave que
dejó a Barbastro en una posición vulnerable y amenazando así a Lérida. En 1100 el cerco se
completó con la caída de Barbastro.

La segunda línea de avance tendrá como objetivo final la conquista de Zaragoza a través de
dos vías. La primera se dirige hacia Huesca, cuya ocupación es imprescindible para que caiga
la capital, y por ello se instaló en sus proximidades Montearagón, siendo Pedro I (1094-
1104) quien la tome como su primera acción importante. Con la caída de Huesca quedaba
prácticamente desmantelada la frontera septentrional del reino de Zaragoza.

Otra vía de avance se realizó por el margen derecho del río Gállego, un avance más fácil y
rápido que permitió a los aragoneses amenazar simultáneamente Tudela y Zaragoza. Al
tiempo que los aragoneses construían el dispositivo militar para la conquista final se fue
configurando la estructura social y política de los territorios recién incorporados tomando
como base la experiencia castellano-leonesa en el valle del Duero.

Imagen 5. Recreación de la ciudad de Zaragoza en 1118 desde “La Isla”. La ciudad era el
principal objetivo de los reyes aragoneses, pero la gran cohesión interna del valle del Ebro supo-
nía un obstáculo muy grande. Fuente: wikimedia.org

La reacción almorávide y el desastre de Fraga.

Pero la conquista de Zaragoza hubo de esperar aún algunos años. La caída de Valencia en
poder de los almorávides les abrió el camino hacia Zaragoza, que ocuparon en 1110. En
1104 moría Pedro I y su hermano y sucesor, Alfonso I “El Batallador”, se vio arrastrado a
causa de su matrimonio con la reina Urraca de León a intervenir en aquellos territorios tan
convulsos en la primera mitad del siglo XII.

Imagen 6. Monasterio de San Pedro de Siresa, donde pasó su infancia Alfonso I y donde se
educó. Fuente: wikimedia.org

Alfonso I repudió finalmente a Urraca en 1114, alejándose definitivamente de los asuntos


castellanos y pudiéndose centrar exclusivamente en la toma de Zaragoza. Por un lado, Casti-
lla y León estaba sumida en una crisis interna que la alejaba de cualquier empresa exterior, y
por el otro, el conde Ramón Berenguer III que había accedido al gobierno del condado cata-
lán en 1097 parecía más centrado en la expansión ultrapirenaica hacia la Cerdaña y Provenza
que hacia el sur musulmán.

Así pues, la toma de Zaragoza era una cuestión que atañía únicamente a Alfonso I. En 1117
lanzó un ataque simultáneo hacia Zaragoza y Lérida, pero la intervención de ben Yusuf le
obligó a levantar el cerco a la capital. Se centró entonces el rey en un cuidadoso preparativo
del asalto final, buscando para ello apoyo extranjero a través de la propaganda, que tuvo gran
eco en el sur de Francia y que le granjeó el apoyo de numerosos contingentes ultrapirenai-
cos. A pesar de los numerosos efectivos humanos y de las costosas inversiones en máquinas
de guerra el asalto fue imposible, y Zaragoza hubo de ser rendida por hambre; rindiéndose la
ciudad el 18 de diciembre de 1118 bajo condiciones honorables.

La toma de Zaragoza dejaba a Lérida y Tortosa completamente aisladas, aunque resistieron


aún treinta años más, y además quedaba abierta la vía hacia Valencia, quedando en manos
de Alfonso I las plazas de Tudela, Tarazona, Borja, Rueda y Epila, repoblando el rey en 1120
la ciudad de Soria como apoyo para el mantenimiento del poder aragonés en el valle del
Ebro. Consolidada la posición aragonesa en las zonas centrales y occidentales del valle del
Ebro se inició inmediatamente el asedio de Calatayud. Un intento musulmán por recuperar
Zaragoza en 1120 resultó en un estrepitoso fracaso en la batalla de Cutanda, lo que posibili-
tó a Alfonso I hacerse con Calatayud y Daroca ese mismo año, así como Molina de Aragón
en 1128.

Imagen 6. Campañas de Alfonso I “El Batallador”. En naranja encontramos los territorios


arrebatados a los musulmanes y en verde oscuro los territorios arrebatados a Castilla (Álava y
Vizcaya). Fuente: wikimedia.org

El Bajo Ebro fue más problemático. Aquí chocaban ya los intereses del rey de Aragón con
los de los condes de Barcelona y Urgel; pero sobre todo la situación fue más problemática
por la resistencia que ofreció Fraga, cuya conquista era crucial de cara a la toma de Lérida y
Tortosa. A comienzos de 1133 Alfonso I descendió río abajo y ocupó Mequinenza, pero
ante Fraga se estrelló completamente. La derrota de Fraga supuso un golpe durísimo para
Aragón, pues Mequinenza cayó en poder de los musulmanes y los aragoneses perdieron
prácticamente el control de toda la región comprendida entre Lérida y Zaragoza. De hecho,
incluso Daroca se sintió amenazada y sus habitantes la despoblaron, con el consiguiente pe-
ligro para el control de la ruta del Jiloca. La inseguridad llegó a amenazar hasta Barbastro,
que también fue abandonada por sus habitantes. El desastre de Fraga abrió además una eta-
pa de crisis interna en el reino de Aragón que no nos compete ya tratar en esta entrada.

Bibliografía:

MÍNGUEZ FERNÁNDEZ, J. Mª (2004).: La España de los siglos VI al XIII. Guerra, ex-


pansión y transformaciones, Editorial Nerea.

ORSI, M. (2004): “La guerra medieval en la Península Ibérica” en La Reconquista. Desperta


Ferro Antigua y Medieval, Nº13, Madrid.

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En «Sin categoría» En «Sin categoría» 30/09/2020
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PUBLICADO POR

Liubagild
Me llamo Miguel Ángel Municio Castro y soy historiador, arqueólogo y docente de Geografía
e Historia en ESO y Bachillerato. La historia de este blog se remonta a 2014, cuando decidí ini-
ciar un proyecto de divulgación histórica para que el gran público conociera y comprendiera
aquello que llaman Antigüedad Tardía, un período que va desde el siglo IV al siglo VII d.C. y
que todavía hoy no se conoce mucho, incluyéndose de forma errónea en la Edad Media. Poco a
poco fui ampliando el repertorio a la Edad Media, y cuando me convertí en docente decidí
abarcar también toda mi disciplina con entradas de Geografía e Historia del Arte para que mi
alumnado, además del gran público, tuviera un lugar de referencia de cara a su formación. Y
aquí estoy, aprendiendo cada día un poquito más para compartirlo contigo. ¡Espero que dis-
frutes tu visita en Romana Insolentia! Lee todas las entradas de Liubagild #

$ 17/09/2020 % Liubagild & Sin categoría ' Alfonso I El Batallador,Aragón,Barbastro,Condado


de Aragón,Edad Media,Huesca,Península Ibérica,Ramiro I,Reconquista,Reino de Aragón,Siglo X,Siglo
XI,Siglo XII,Tudela,Zaragoza

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