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Rivera Andrade Marcos:

Saludar a cada uno de los presentes esta vez quiero empezar esta charla
citando el texto biblico del libro del antiguo testamento de Isaías
capítulo 53, versículo 5 que dice:
 “y eran nuestras faltas por las que era destruido, molido por nuestros
pecados, Él soportó el castigo que nos trae la paz, y por sus llagas hemos
sido sanados”
En tal sentido estimados estudiantes, queridos docentes nuestra charla está
orientada a como estamos valorando lo que Jesús hizo por ti, por mí por todos
nosotros. hoy estamos viviendo la semana santa de como la conmemoramos, La
Semana Santa es la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de
Cristo en la Tierra: la pasión, la muerte y la resurrección; es decir, desde que
llega a Jerusalén proclamado Salvador, hasta que es procesado, muerto,
enterrado para después de tres días resucitar.
La Semana Santa es un tiempo para dedicarse a la oración y la reflexión, acerca
de cómo Jesucristo decide tomar el lugar de los hombres y recibir el castigo para
liberar a la humanidad del pecado.
Además, la Semana Santa es el tiempo ideal para que el ser humano medite
sobre sus acciones y los cambios que debe realizar para acercarse más a Dios y
cumplir con sus mandamientos.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en
toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le
llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta
semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de
Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y
el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia
en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día domingo de
Pascua.
Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo
padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega
a la muerte por amor a nosotros y el poder de su resurrección que nos recuerda
que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
Tomemos conciencia de nuestro actuar como verdaderos hijos de Dios y
renovemos nuestro corazón reconciliándonos con nosotros mismos, con los
demás, con lo creado y sobre todo con papa Dios que siempre nos esta
mirando.
Gracias por la atención prestada Dios nos bendiga siempre.

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