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PALABRAS DE BIENVENIDA

Querido equipo pastoral, nos reunimos hoy con un propósito especial: renovar nuestro
compromiso y prepararnos para vivir intensamente la Cuaresma, celebrar la Semana
Santa y experimentar la gloriosa Resurrección con una pasión renovada."
"La Cuaresma, la Semana Santa y la Resurrección son momentos de celebración
comunitaria. Compartamos nuestra fe, apoyémonos mutuamente y fortalezcamos
nuestra comunidad eclesial."
Animemos entonces nuestro corazón para las enseñanzas de esta formación sean
fecundas en la vida para a si seguir siendo Verdaderos Discípulos Y Misioneros De Jesús
ORACIÓN INICIAL.
Nos ponemos en la presencia del Señor: Iniciamos este momento en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes empezar debemos preparar nuestro corazón. Por eso rezamos al Espíritu Santo, Dios
verdadero, que habita en nosotros por el bautismo y los sacramentos. Es el Espíritu Santo quien
nos puede abrir la mente y el corazón, para escuchar lo que Jesús nos quiere decir por medio de
su Palabra.

Pidámosle al Espíritu Santo que disponga nuestro interior para escuchar la voz del Señor, con la
siguiente oración:

Espíritu Santo, dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para
aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar,
dirección al progresar y perfección al acabar. Amén

PETICIONES
1. En este momento sagrado de reflexión y conexión espiritual, pidámosle al buen Dios nos
reunimos con corazones abiertos y mentes receptivas para iniciar la formación del
equipo pastoral. “ESCUCHA SEÑOR NUESTRA PETICIÓN”

2. Te pedimos Señor Jesús que, en la quietud de este espacio, permitimos que la luz divina
ilumine nuestro camino y guíe nuestros propósitos. “ESCUCHA SEÑOR NUESTRA
PETICIÓN”

3. Que cada palabra compartida sea como una semilla plantada con amor y cuidado,
creciendo en la comprensión mutua y la colaboración armoniosa. “ESCUCHA SEÑOR
NUESTRA PETICIÓN”

4. Que la sabiduría divina fluya a través de nosotros, capacitándonos para servir con
humildad y compasión. “ESCUCHA SEÑOR NUESTRA PETICIÓN”

En este círculo de unidad, encontramos fortaleza en la diversidad de dones y talentos,


reconociendo que juntos formamos un cuerpo único en Cristo. Que la paz del Señor llene
nuestros corazones y nos inspire a ser instrumentos de su amor en nuestra labor pastoral. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR AMEN.
TEMA: QUE ES LA CUARESMA.
INTRODUCCIÓN

a. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para


prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de
nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir
más cerca de Cristo.
b. La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de
la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre
todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y
estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
c. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es
un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de
preparación al misterio pascual.
d. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la
Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios,
orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir
una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo,
ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
e. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada
día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el
rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los
hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con
esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la
gloria de la resurrección.
SIGNIFICADO ESPIRITUAL.
LOS 40 DÍAS
a. La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en
la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años
de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y
de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes
de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos
en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros
significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

b. La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a


constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la
práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos
en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma
ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu
penitencial y de conversión
PRÁCTICAS TRADICIONALES
Durante la Cuaresma, los fieles practican el ayuno, la oración y la limosna como
medio de purificación y acercamiento a Dios.
QUÉ SIGNIFICA LA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

a. En la imposición de la ceniza, el sacerdote traza una cruz sobre la frente de los


fieles, mientras repite las palabras "Conviértete y cree en el Evangelio" o
"Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir", para recordarnos que
nuestro lugar definitivo es el Cielo.
b. El uso de la ceniza para simbolizar penitencia es antiguo: los judíos, por ejemplo,
acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio, al igual que
los ninivitas.
LOS FIELES CREYENTES ESPIRITUALMENTE SE PREPARAN
a. AYUNO Y ABSTINENCIA
Durante la Cuaresma, muchos practican el ayuno, sacrificando ciertos
alimentos o comidas en señal de penitencia. La abstinencia de carne es
común los viernes.
b. ORACIÓN Y REFLEXIÓN
La Cuaresma es un tiempo especial para fortalecer la vida de oración,
reflexionar sobre nuestras acciones y acercarnos más a Dios.

SEMANA SANTA Y RESURRECCIÓN


c. La Cuaresma culmina con la Semana Santa, recordando la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús. La celebración culmina con la alegría del Domingo de
Resurrección.
CONCLUSIÓN
La Cuaresma es un tiempo especial para renovar nuestro compromiso espiritual, cultivar
la compasión y prepararnos para celebrar la Resurrección de Jesús en la Pascua.

TEMA: QUE ES LA SEMANA SANTA Y SUS CELEBRACIONES LITÚRGICAS.


INTRODUCCIÓN

a. La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin


embargo, para muchos católicos se ha convertido solo en una ocasión de
descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar
a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para
aprovechar todas las gracias que esto nos trae.

b. Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en
toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico. A la Semana
Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana
Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza
con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el
arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en
estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

c. Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció,


sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la
muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la
nuestra.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos
recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
DEFINICIÓN DE SEMANA SANTA
La Semana Santa es el periodo litúrgico que conmemora la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesucristo. Inicia el Domingo de Ramos y culmina en el Domingo
de Resurrección.
CELEBRACIONES DE LA SEMANA SANTA
a. Domingo de Ramos
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo
alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras
palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.
b. Jueves Santo
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó
los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó
con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el Jueves
Santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la Última Cena,
Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de
mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.
c. Viernes Santo
Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios
de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo
conmemoramos con un Vía Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración
de la Cruz.
d. Sábado Santo o sábado de Gloria
Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día
de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se
cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una Vigilia
Pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “la tarde y
noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el
agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de
los católicos.
e. Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua
Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que
Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la
oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía
de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.
CONCLUSIÓN
La Semana Santa es un tiempo de profunda reflexión y celebración, donde los fieles
conmemoran los eventos centrales de la fe cristiana. Un llamado a la espiritualidad y
renovación.
Sugerencias para vivir la Semana Santa

• Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana Santa porque


la vivencia cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.
• Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana Santa.
• Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la Semana
Santa.
• Elaborar unos cartelones en los que se escriba acerca de los días de la Semana
Santa y algunas ideas importantes acerca de cada uno de los días.
TEMA: LA RESURRECCIÓN
La Resurrección es una verdad fundamental del cristianismo. Cristo verdaderamente
resucitó por el poder de Dios. No se trata de un fantasma, ni una mera fuerza de energía,
ni de un cuerpo revivido como el de Lázaro que volvió a morir. La presencia de Jesús
resucitado no se trata de alucinaciones por parte de los Apóstoles.
Cuando decimos "Cristo vive" no estamos usando una manera de hablar, como piensan
algunos, para decir que vive solo en nuestro recuerdo. La cruz, muerte y resurrección de
Cristo son hechos históricos que sacudieron el mundo de su época y transformaron la
historia de todos los siglos. Cristo vive para siempre con el mismo cuerpo con que murió,
pero este ha sido transformado y glorificado (Cf. Cor.15:20, 35-45) de manera que goza
de un nuevo orden de vida como jamás vivió un ser humano.
LOS PRIMEROS TESTIMONIOS.
Los exégetas coinciden en señalar que el texto escrito más antiguo que proclama la
resurrección de Jesús se halla en la primera carta a los Corintios de Pablo, capítulo 15,
versículo 3 y siguientes: “Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí:
que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado, y que
resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefás y luego a los Doce;
después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez a la vez, de los cuales todavía
la mayor parte viven y otros murieron. Luego se apareció a Santiago; más tarde a los
apóstoles”. Es sabido que Pablo escribió la primera Carta a los Corintios hacia el año 56
o 57 a más tardar y, probablemente, hacia el año 54. En ella les recuerda lo que ya les
había dicho en su estancia en esa ciudad, estancia que se produjo hacia el año 50. El
tiempo en el que Pablo recibió esa catequesis (no olvidemos que dice que “os transmití
(...) lo que a mi vez recibí”) debió ser entre los años 35 y 37, cuando visitó en Jerusalén
a Pedro y Santiago. Esto significa que la formula que se expresa en este texto se había
ya fraguado tan sólo de tres a seis años después de la muerte de Jesús. Ni que decir
tiene la gran trascendencia de todo esto, pues ello supone que esta primitiva
formulación de la resurrección de Jesús se remonta a muy pocos años después de la
muerte de Jesús y se apoya en el testimonio de numerosas personas que todavía vivían
y a las que se podía consultar. Difícilmente la buena noticia hubiera podido extenderse
si la palabra de esos testigos no hubiera sido digna de crédito para quienes la
escucharon, todo lo cual apunta a que esos testimonios expresaban un acontecimiento
que, para ellos, era absolutamente real.

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