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PRUEBA DE CONFESIÓN
Dr. Guillermo VERDI.-
INTRODUCCIÓN – EL TESTIMONIO EN GENERAL:
Comúnmente cuando se hace mención al término “testimonio”, se
refiere a lo que luego veremos la ley denomina prueba testimonial.
Sin embargo, el testimonio es un acto procesal mediante el cual una
persona formula una declaración en la que refiere o reconstruye oralmente hechos
que han ocurrido en el pasado y que, desde luego, tienen relación con el objeto del
proceso; siempre es una declaración representativa, o un medio de representación
personal o subjetiva –es esta subjetividad la que incidirá en la apreciación de la
prueba-; en la definición de Carnelutti, es el "el acto humano dirigido a representar un
hecho no presente" (CARNELUTTI Francesco, La Prueba Civil, Edit. , 2 ed., Buenos Aires,
1982, pág. 121).
Cuando la declaración la presta una de las partes, la parte a instancia o
pedido de la otra, estamos en presencia de la prueba confesional o “prueba de
confesión” como la denomina el CPCCBA, que se instrumenta con la “absolución de
posiciones” (es decir, la fuente es la declaración y el medio la absolución); en tanto que
si las exposiciones verbales son ajenas a las partes, es decir prestadas por terceros
ajenos al proceso, el medio es la prueba de testigos.
Es por ello que tanto la prueba confesional como la prueba testimonial
son de carácter indirecto en tanto el el juez llega al conocimiento del hecho a probar
de manera mediata, a través del testimonio e histórica: porque con ella se reconstruye
o reproducen hechos pasado o que todavía subsisten pero cuya existencia data desde
antes de producirse el testimonio y representa una experiencia del sujeto que declara.
CLASES DE CONFESIÓN
La doctrina, en general, clasifica a la confesión en: judicial o extrajudicial;
espontánea o provocada; expresa o tácita; simple, calificada o compleja; divisible o
indivisible:
Es judicial a la confesión que se presta en juicio y con arreglo a las
formalidades pertinentes impuestas por la ley. Es extrajudicial la confesión que, como
su designación lo indica, se presta fuera de juicio en forma verbal o escrita y acreditada
en el proceso por otros medios (conf art. 423 del CPCCBA que más adelante
abordaremos).
La confesión judicial puede ser, a su vez expresa, cuando importa un
reconocimiento terminante y categórico de los hechos respectivos. Este tipo de
confesión reviste carácter vinculatorio para el juez, y es, como principio, irrevocable
(art. 421 del CPCCBA). La confesión es tácita cuando se infiere de actitudes asumidas
por el litigante contra quien se pide la prueba: tales son su incomparecencia, sin alegar
justa causa, a la audiencia fijada para la absolución de posiciones, su negativa a
contestar categóricamente o sus respuestas evasivas. A diferencia de la confesión
expresa, la confesión tácita (ficta confessio, art. 415 CPCCBA) es susceptible de
destruirse mediante prueba en contrario.
Según sus efectos, la confesión puede ser simple, calificada o compleja:
La confesión es simple cuando se reconoce lisa y llanamente, sin
salvedades, el hecho afirmado por la parte contraria.
Ejemplo 1:
Posición: “Jure que es cierto que recibió del actor la suma de $ 1.000.000
en concepto de préstamo“
Respuesta: “Si, es cierto”. La respuesta sin salvedades remite al tenor de
la posición y constituye una admisión sin salvedades.
Ejemplo 2:
Posición: “Jure que es cierto que embistió al vehículo del actor”
Respuesta “Sí, es cierto”.
La confesión es calificada cuando, reconociéndose el hecho, se agrega
un hecho no independiente que modifica o limita sus alcances.
Ejemplo 1:
“Jure que es cierto que recibió del actor la suma de $ 1.000.000.- en
concepto de préstamo”
Respuesta: “Sí es cierto, pero fue en concepto de donación”.
El absolvente admite haber recibido la suma de dinero, pero en otro
concepto del afirmado por el ponente, lo cual supone calificar al hecho de otra
manera. Es decir que, además de la aceptación. Se incorpora a la respuesta alguna
aclaración o explicación pero sin agregar otro hecho independiente.
Ejemplo 2:
Posición: “Jure que es cierto que embistió al vehículo del actor”
Respuesta “Sí, es cierto, pero levemente”.
La confesión es compleja cuando, reconociéndose el hecho, y
agregándose asimismo otro hecho que modifica o limita sus alcances, ambos hechos
resultan separables o independientes.
Ejemplo 1:
“Jure que es cierto que recibió del actor la suma de $ 1.000.000.- en
concepto de préstamo”
Respuesta: “Sí es cierto, pero ya se lo pagué”.
Ejemplo 2:
Posición: “Jure que es cierto que embistió al vehículo del actor”
Respuesta “Sí, es cierto, pero porque otro vehículo me embistió
previamente”.
La clasificación precedente tiene estrecha relación con la divisibilidad o
indivisibilidad de la confesión. Ésta es divisible cuando quien propuso la prueba
puede hacerla valer en la parte que lo favorece, correspondiendo al absolvente la
prueba del hecho agregado al principal. Como se verá oportunamente, sólo es
divisible la confesión compleja. Obviamente, es indivisible cuando las manifestaciones
son apreciadas en su totalidad, sin posibilidad de escindir unos hechos de otros.
EX
PLIEGO DE POSICIONES
Concepto:
Llamase pliego de posiciones al conjunto de afirmaciones que el ponente
debe formular a fin de que el absolvente se expida sobre ellas en oportunidad de
comparecer a la audiencia que el juez señale a tal efecto.
Forma de las posiciones:
En primer lugar las posiciones deben ser redactadas por escrito; si bien
el CPCCBA no lo dice expresamente, ello resulta del art. 408, segundo párrafo cuando
dispone que "el pliego deberá ser entregado en secretaría media hora antes de la
fijada para la audiencia, en sobre cerrado, al que se le pondrá cargo".
En segundo lugar, deben ser claras y concretas (art. 409 del CPCCBA), es
decir no pueden contener una redacción ambigua, capciosa o que dé lugar a más de
una interpretación. Se ha decidido que las posiciones deben estar redactadas en
lenguaje claro y comprensible para el interrogado (Cam. Apel. CyC, San Martin, sala II,
sent. Del 4/6/96, “Provincia de Buenos Aires c/ Zadel y otros”, L.L.B.A., 1996-1087).
A veces las posiciones utilizan conceptos que pueden ser interpretados
en más de un sentido; por ejemplo: “Jure que es cierto que Ud. conducía a gran
velocidad”, debería definirse qué es “gran velocidad” para poder responder
adecuadamente, por lo que la posición debería indicar una velocidad determinada.
En tercer lugar, deben contener un solo hecho (art. 409 del CPCCBA; esto
es lógico porque la respuesta es una sola y, si contiene más de un hecho, podría ser
que el absolvente admita uno pero niegue otro. Por ejemplo, supongamos que la
posición diga: “Jure que es cierto que al momento del hecho Ud. conducía a
acompañado de dos menores y en estado de ebriedad”; puede ser que el absolvente
quiera admitir la primera parte y negar la segunda, de modo que no puede mediante
una sola respuesta contestar dos hechos.
En cuarto lugar, deben estar redactadas en forma asertiva.
Ejemplos:
“Jure que es cierto que Ud. ocupa el inmueble sito en calle….N°……de
Mar del Plata”.
“Jure que es cierto que Ud. vendió el vehículo dominio…………al actor”.
“Jure que es cierto que al momento del hecho Ud. circulaba a más de 60
km/h”.
Este requisito, exigido por el art. 409 CPCCBA, se justifica fácilmente si se
tiene en cuenta que, debiendo ser las respuestas del absolvente afirmativas o
negativas (art. 411 CPCCBA), no existe otra manera de lograr ese resultado como no
sea mediante la utilización de proposiciones asertivas.
En consecuencia, si la posición dijera “Jure que es cierto que al momento
del hecho no tenía licencia de conducir” seria impertinente. En dicho caso y a fin de
evitar la formulación negativa, corresponde hacerla de esta manera: “Jure que es
cierto que al momento del hecho Ud. carecía de licencia de conducir”. Así, los
términos carecer, omitir, son la forma de poder redactar la posición en forma asertiva
cuando el hecho incluido en la misma implique negación.
A su vez, la posición no puede estar redactada en forma interrogativa;
ello sin perjuicio de las facultades del Juez en los términos del art. 413 del CPCCBA que
luego veremos.
En quinto lugar, las posiciones deben ser relativas a hechos
controvertidos que se refieran a la actuación personal del absolvente (art. 409 del
CPCCN). Los hechos personales se extienden a todo aquello que es de su conocimiento
o apreciación. Por ejemplo “Jure que es cierto que al momento del hecho llovía”,
siempre y cuando el absolvente haya estado presente al momento del hecho, de modo
que es algo que no puede escapar a su conocimiento.
Esta exigencia ha traído también algunas controversias; en algunos
Juzgados de Mar del Plata se sostiene que si la parte conoce los hechos para
introducirlos en la demanda o en la contestación, también puede absolver sobre ellos
aunque no fueran personales.
Concretamente: El actor en su demanda afirma que en circunstancias en
que su vehículo era conducido por su esposa .y sin que él estuviera presente- fue
embestido por el vehículo del demandado. El demandado ofrece prueba confesional y
comparece el actor a absolver posiciones. Las posiciones están referidas a la mecánica
del hecho por ejemplo; “Jure que es cierto que su vehículo circulaba a velocidad mayor
a 40 km/h”). El hecho no es personal porque el actor no conducía ni estaba al
momento del mismo pero, según algunos, si los conoció para introducirlos en la
demanda nada impide que pueda responder las posiciones.
Por otro lado y conforme se desprende del art. 409 del CPCCBA cada
posición importa, para el ponente, el reconocimiento del hecho a que se refiere. En
otras palabras, dado que cada posición comporta la afirmación de un hecho por parte
del ponente, tal afirmación hace prueba contra él aun cuando el absolvente negare el
hecho.
Esta es una consecuencia del principio de adquisición procesal así como
una elemental aplicación de la doctrina de los actos propios.
Igualmente, de acuerdo con dicho precepto, el juez puede modificar de
oficio y sin recurso alguno el orden y los términos de las posiciones propuestas por la
partes, sin alterar su sentido, así como eliminar las que fuesen manifiestamente
inútiles.
En la práctica y en las ocasiones que la audiencia de absolución de
posiciones sea presidida por el Juez (en el marco de las audiencias de vista de causa en
el Proyecto Justicia 2020 o en el proceso laboral en la Provincia de Buenos Aires)
normalmente antes de comenzar a enunciar las posiciones a fin que el juez lee el
pliego a los fines de evaluar la pertinencia de las mismas. En el caso que estar
redactadas sin observar las exigencias del art. 409 CPCCBA indicará al ponente que la
modifique o lo hará de oficio y en caso de considerar que son inútiles, directamente
prescinde de ellas.
Preguntas recíprocas:
El art. 413 del CPCCBA que las partes podrán hacerse recíprocamente las
preguntas y observaciones que estimaren convenientes “con la autorización o por
intermedio del juez”.
Este dispositivo establece un medio más para que las partes puedan
ejercer plenamente su derecho de defensa y encuentra justificativo en que en la forma
en que deben ser respondidas, por sí o por no –siendo la aclaración voluntaria del
absolvente- vendría necesaria alguna aclaración o ampliación (conf. LEGUISAMON,
Derecho Procesal Civil, cit. T. II, pág. 113). Concretamente, bien puede el absolvente
limitarse a responder “no es cierto” o “es cierto” cada una de las posiciones sin
brindar ningún tipo de aclaración y, así, el medio de prueba no tendrá mucha utilidad y
la forma asertiva de las posiciones impediría solicitar una aclaración al absolvente.
Las preguntas recíprocas versaran sobre los hechos que fueron motivo
de confesión.
El art. 413 CPCCBA establece que las preguntas serán con autorización
del juez o por intermedio de éste; ha sido interpretado que es una facultad del juez la
de permitir las preguntas recíprocas y, así, muchas veces se ha desestimado la
posibilidad de las mismas. Esta interpretación implica olvidarse que el norte de la
actividad probatoria –y de todo el proceso- consiste en la búsqueda de la verdad
material u objetiva y que, por ello, el principio de favor probatione, es decir de
amplitud probatoria, aconseja un criterio permisivo a la hora de permitir las preguntas
recíprocas y que la posibilidad de hacerlos es un derecho de las partes.
Es por ello que en el caso del CPCCN la ley 25488 modificó el art. 415 el
mismo –que estaba originalmente redactado como el art. 413 CPCCBA- eliminando
dicha frase la norma “con autorización o por intermedio del juez”, agregando que en
cualquier etapa del proceso las partes pueden hacerse preguntas recíprocas y que el
juez puede desestimar las que consideres superfluas o improcedentes. Queda aclaro
así en el CPCCN que el juez no puede desestimar el pedido de realizar preguntas
recíprocas sino, en todo caso alguna o algunas de ellas.
El efecto y valor probatorio de las respuestas en el marco de las
preguntas recíprocas es el mismo que el de la confesión expresa (Cam.CyC, 2da. La
Plata, sala III, 18/3/1999, “Toloza Luis Heriberto c/Fisco de la Provincia de Buenos
Aires y otros s/Daños y perjuicios” sumario JUBA B352840) en tanto que las preguntan
no tienen el efecto de admisión del hecho para el ponente que señala el art. 409
CPCCBA (conf. Cam. CyC, 2da. La Plata, sala III, causa 83899, 17/09/1996, autos
“Rosaenz, Alfredo David c/Paz, José Luis y ot. s/Daños y perjuicios”, B352468).
Finalmente, en nuestro medio, sin embargo, y pese a los beneficios que
puede brindar ese tipo de interrogatorio en punto al esclarecimiento de la verdad de
los hechos controvertidos, raramente los jueces y litigantes hacen uso de la facultad
que les confiere el art. 415.
Fin de la audiencia:
La audiencia concluye con la firma del acta por parte de los
comparecientes –absolvente, ponente si asistió y sus letrados si asistieron así como del
juez y funcionario intervinientes-; además el absolvente firmará el pliego de
posiciones.
REVOCABILIDAD DE LA CONFESIÓN
Ya hemos explicado – en la UNIDAD TEMÁTICA II- los alcances de la
declaración de voluntad en todo acto procesal y las posturas en torno a incorporar al
regimen de los actos procesales la teoría sobre los vicios del consentimiento.
Aun para quienes sostienen que en el acto procesal se debe privilegiar la
voluntad declarada admiten la revocación de la confesión cuando ha sido prestada por
error de hecho u otros vicios susceptibles de anular el consentimiento.
Importa dejar aclarado, sin embargo, que tales vicios, como todos los
que pueden afectar a los actos procesales, deben alegarse y probarse en la forma y
oportunidad específicamente previstas por la ley del proceso, pues de lo contrario se
presumen consentidos (principio de convalidación). En consecuencia, cualquiera de las
causales susceptibles de invalidar la confesión debe ser hecha valer en la forma y
modo establecidos, en general, con respecto a las nulidades procesales.
CONFESIÓN FICTA
CONCEPTO. CUÁNDO SE CONFIGURA:
Según se desprende del art. 415 del CPCCBA “Si el citado no
compareciese a declarar dentro de la media hora de la fijada por la audiencia, o si
habiendo comparecido rehusase responder o respondiere de una manera evasiva, a
pesar del apercibimiento que se le hiciere, el juez, al sentenciar, lo tendrá por confeso
sobre los hechos personales teniendo en cuenta las circunstancias de la causa” .
El art. 417 CPCCN agrega, además de las “demás circunstancias de la
causa” a “las demás pruebas producidas”, aclaración que tiene que ver con la
evolución jurisprudencial que luego referiremos.
Según la norma la confesión ficta se produce, entonces en dos supuestos
a saber:
*) Incomparecencia del absolvente:
Obviamente, para que se dé este supuesto, el absolvente de estar
debidamente citado con las formalidades antes indicadas –en cuanto al domicilio,
anticipación y contenido de la cédula - y además el ponente debe haber presentado el
pliego en el plazo arriba indicado y que el absolvente no haya comparecido y no exista
ninguna causal de justificación de la incomparecencia.
El absolvente tiene una tolerancia de media hora para comparecer, la
cual la ley otorga a fin de proteger el derecho de defensa en juicio.
De modo que si la audiencia ha sido fijada, por ejemplo, para las 10:00
hs., el ponente tendrá hasta las 09:30 hs. para presentar el pliego y el absolvente hasta
las 10:30 hs. para comparecer; la tolerancia o espera de media hora es sólo para el
absolvente.
El art. 415 in fine dispone que en caso de incomparecencia se extenderá
acta –obviamente dejando constancia de ello-.
Este párrafo suscitó un debate doctrinario y jurisprudencial en torno si
dicho acta era un requisito indispensable para decretar la confesión ficta; es decir, el
absolvente debidamente citado, el ponente presenta el pliego, el absolvente no
comparece pero nadie deja acta dejando constancia de dicha incomparecencia.
Lógicamente hay quienes dicen que la ley es clara en cuanto a que “se
extenderá acta”; en cambio, ello configuraría un exceso ritual atento que de las
constancias del expediente surge que el absolvente estaba citado, que el pliego fue
presentado oportunamente y que no compareció –atento que no hay acta que indique
lo contrario-, de modo que el acta dejando constancia de la incomparecencia no sería
un requisito indispensable.
Este es el criterio de la S.C.B.A. en decisión con voto mayoritario, lo cual
demuestra el debate en torno a dicha cuestión (conf. SCBA LP Ac 52553, sent. del
15/07/1997, “Clínica del Niño de Quilmes S.A. c/Obra Social del Personal Marítimo
(S.O.M.U.) s/Cobro ordinario de australes”; AyS 1997 III- 895; D.J.B.A., 153-241).
El CPCCN, haciendo eco de la evolución jurisprudencial, después de la
reforma por la ley 22434 a su art. 417 dispone que “En caso de incomparecencia del
absolvente, aunque no se hubiere extendido acta se aplicará lo establecido en el
párrafo anterior, si el ponente hubiere presentado oportunamente el pliego de
posiciones y el absolvente estuviere debidamente notificado”, cerrando así toda
posibilidad de discusión al respecto.
Finalmente, en el caso que se decrete la confesión ficta, se procede a la
apertura del sobre que contiene el pliego de posiciones y lo firma el Secretario, a fin de
certificar cuáles son las posiciones contenidas en el mismo y que no se puedan agregar
otras.
**) Incumplimiento de la carga del art. 411 CPCCBA:
Hemos visto anteriormente que el art. 411 CPCCBA dispone que si las
posiciones versan sobre hechos personales las respuestas deberán ser afirmativas o
negativas sin perjuicio de las aclaraciones que quera formular el absolvente al
respecto.
Ahora bien, cuando el absolvente se rehúsa a responder, o responde en
forma evasiva (“No recuerdo”, “No me consta”, “No lo sé”) el juez le advertirá de la
carga que tiene de responder en forma afirmativa (lo cual además le fue explicado al
inicio de la audiencia) y si persiste en su actitud, el juez “lo tendrá por confeso sobre
los hechos personales teniendo en cuenta las circunstancias de la causa”; este
principio ya aparecía en el propio at. 411 al disponer que si el absolvente manifiesta no
recordar los hechos sobre los que debe absolver, el juez lo tendrá por confeso si la
respuesta es inverosímil.
El art. 415 CPCCBA dispone que el juez lo apercibirá al absolvente
instándolo a responder en forma dispuesta por la ley pero el art 417 CPCCN ha
eliminado dicha exigencia, bastando entonces que el contenido de la declaración
encuadre en la norma aludida para que se configure la confesión ficta.
Aquí el supuesto es diferente, atento que el absolvente comparece y
declara y tiene que ver con el contenido de su respuesta. Lógicamente, en algunos
casos está justificado que el absolvente no recuerde los hechos (si son detalles y los
hechos constitutivos ocurrieron mucho tiempo atrás, o en circunstancias excepcionales
como una persona que protagonizó un accidente de tránsito donde tuvo pérdida de
conocimiento, y se le pide que absuelva sobre hechos vinculados a la mecánica de
dicho accidente); entonces en este caso el juez deberá evaluar si la posibilidad que no
conozca o no recuerde los hechos es verosímil o simplemente una actitud maliciosa del
absolvente de ocultar los mismos.