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MACROECONOMÍA

Lee detenidamente el documento del Banco Mundial titulado “América Latina no está en
riesgo de sufrir una crisis semejante a la de los años ochenta, pero se avecina una era de
oportunidades perdidas”. Luego elaborar un material de 20 (veinte) líneas para enumerar los
factores que influirían en la pérdida de oportunidades futuras para la región.

Filas de varias cuadras para recibir comida, niveles de desempleo que se disparan, inflación
descontrolada y deuda insostenible: son problemas que sacudieron a muchas economías de
América Latina en los años ochenta, y dadas las condiciones económicas actuales, resulta casi
inevitable pensar que la historia puede repetirse. Sin embargo, hoy el mayor riesgo que
enfrenta la región es la posibilidad de una década de oportunidades perdidas. Las cuales se
pueden dar por las siguientes causas:

Estancamiento económico. Si bien es poco probable que América Latina experimente una gran
contracción económica o un aumento desenfrenado del desempleo, corre el riesgo de que se
prolongue el estancamiento económico de la última década. Desde el auge de los productos
básicos impulsado por la rápida expansión económica de China, los países de América Latina y
el Caribe no han encontrado un motor de crecimiento comparable. En la última década, el
crecimiento del producto interno bruto per cápita de la región ha sido en promedio casi nulo.

Los países de América Latina comercian poco con otras economías (especialmente en el caso
de Brasil y de Argentina), lo que significa que los líderes del mercado nacional no se sienten
presionados por la competencia internacional para innovar.

Otras causas. Las condiciones comerciales no son tan propicias para la actividad empresarial.
La regulación de los consumidores sigue siendo innecesariamente engorrosa. Los sistemas
escolares siguen generando resultados educativos decepcionantes, sobre todo entre los niños
de familias de bajos ingresos, lo que refuerza los patrones históricos de gran desigualdad. La
ausencia de un mercado regional que permita la libre circulación de la mano de obra obstruye
la asignación eficiente de recursos e impide lograr mayores economías de escala. La falta de
capital humano y de incentivos para innovar está poniendo freno al ingenio e impidiendo que
la región se convierta en el hogar de la próxima gran invención disruptiva. La consiguiente
disminución de la productividad también limita la reducción de la pobreza, obstaculiza la
inclusión y aumenta la necesidad de bienestar.

Se ha logrado avances en la gestión macroeconómica, pero también son vulnerables a los


retrocesos, ya que el lento desarrollo económico es terreno fértil para el malestar social y las
ideas populistas.

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