Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Contenido
a) derecho individual: La LCT es el cuerpo normativo principal. Rige todo lo
atinente al contrato de trabajo (ver art. 3 LCT). Establece condiciones mínimas de
trabajo. Además hay otras leyes como la ley de jornada de trabajo, ley de riesgos
del trabajo. También está regido por los estatutos profesionales que se dicten al
efecto y los convenios colectivos aplicables a la materia.
b) derecho colectivo: fundamentalmente la ley 14250 de convenios
colectivos y la ley 23551 de asociaciones sindicales.
Caracteres
1) derecho dinámico: en permanente transformación y evolución.
2) derecho de integración social: sus principios y normas obedecen a un
interés general y se vinculan con la realidad social.
3) es profesional: se ocupa del hombre por el hecho de trabajo.
4) es tuitivo: protector, tutela al trabajador que es la parte más débil de la
relación.
5) es imperativo: limita el ámbito de autonomía de la voluntad.
6) es un derecho especial: se aplican por encima del derecho civil que es
complementario o supletorio y se aplica siempre que no esté en pugna con el
carácter protectorio.
7) es autónomo: ya que posee autonomía científica, legislativa y didáctica.
El carácter protectorio
El derecho del trabajo es tuitivo, al no existir igualdad o paridad entre las
partes, protege al trabajador que es la parte más débil en la relación de trabajo.
Nace así el principio protectorio enunciado en el art. 9 de la LCT pero que está en
toda la LCT. La idea de este principio es corregir desigualdades, y lo hace
estableciendo desigualdades. La ley impone a las partes con carácter de orden
público un mínimo de condiciones inderogables. No se suprime la autonomía de la
voluntad sino que se la limita hasta donde es necesario para cumplir con sus fines.
El orden público laboral implica que en la relación de trabajo el empleador
debe respetar las condiciones mínimas establecidas en la LCT o en el convenio
colectivo, se pueden pactar condiciones más favorables pero no menos. No se
limita la libertad de contratación sino que una vez concretada debe regirse por las
normas ineludibles del orden público laboral. Estas normas son inmodificables por
las partes en sentido negativo: se limita la autonomía y se estable un límite de
garantía social con carácter necesario e imperativo.
El orden público es un concepto cambiante ya que se refiere a intereses
que el legislador considera esenciales en la sociedad en un momento determinado
y que deben ser protegidos, depende de las circunstancias sociales y económicas
y del modelo de relaciones laborales adoptado.
Las herramientas utilizadas para igualar a las partes son: por un lado el
intervencionismo estatal a través de normas coactivas que regulan la relación
individual y por el otro el reconocimiento de las autonomías colectivas, cristalizado
a través de los convenios colectivos que fijan condiciones de trabajo que las
partes deben respetar, reduciendo el ámbito de discrecionalidad de las partes al
contratar. Ambas técnicas conforman el orden público laboral, es decir el conjunto
de normas de carácter imperativo que forman un piso mínimo inderogable y que
deben ser respetados por las partes individuales, o en otros términos, el conjunto
de normas imperativas que se imponen a la voluntad de las partes en tanto no
establezcan condiciones más favorables al trabajador. Es un marco heterogéneo,
cambiante y ajeno que debe ser respetado por las partes del contrato.