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INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN DEL RIESGO EN

EMERGENCIAS Y DESASTRES

DEPARTAMENTO DE GESTIÓN DEL RIESGO EN EMERGENCIAS Y DESASTRES -2021


Índice

I. ANTECEDENTES GENERALES
1. Terminología y Conceptos
Amenaza
Emergencia
Desastre
Vulnerabilidad
Riesgo
Ámbitos para la Reducción de Riesgos de Desastres
2. Impacto de los Desastres en Latinoamérica y Chile
Terremoto en Chile del 27 de febrero de 2010
Importantes desastres ocurridos en el mundo en los últimos años
3. Amenazas en Chile
Amenazas de origen natural
Sismos
Tsunamis
Erupciones volcánicas
Aluviones
Hidrometeorológicas
Amenazas antrópicas o provocadas por acción humana
Incendios forestales
Radiológico-nuclerares
Amenazas por epidemias

II. MARCO INTERNACIONAL DE LA REDUCCIÓN DE RIESGOS Y DESASTRES


1. Marco de Acción de Hyogo 2005-2015
2. Marco de Acción de Sendai 2015-2030
III. SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL EN CHILE
1. Descripción del Sistema de Protección Civil en Chile
2. Marco normativo vigente en el marco de Protección Civil
3. Sistema Nacional de Alertas
4. Marco legal de la Protección Civil en Chile
4.1 Principales alcances del Proyecto de Ley que crea la Agencia Nacional de
Protección Civil

IV. ORGANIZACIÓN DEL SECTOR SALUD Y SUS RESPONSABILIDADES EN


EMERGENCIAS Y DESASTRES

1. Organización político administrativa del MINSAL

Subsecretaría de Salud Pública


Subsecretaría de Redes Asistenciales

2. Responsabilidad del Sector Salud en gestión del riesgo en emergencias y desastres

V. REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES EN EL SECTOR SALUD.


DEPARTAMENTO DE EMERGENCIAS Y DESASTRES

1. Lineamientos estratégicos del Departamento de Emergencias y Desastres:

1.1. Protección de la Salud Mental en la Gestión del Riesgos de Desastres


1.2. Trabajo Comunitario en la Gestión del Riesgo de Desastres
1.3. Equipos de Respuesta en Salud
1.4. Gestión del Cambio Climático en el Sector Salud
1.5. Establecimientos Seguros frente a Desastres
1.6. Simulaciones y Simulacros en emergencias de Salud
1.7. Planes de Gestión de Riesgos de Desastres
1.8. Gestión de Información Territorial Emergencias MIDAS
1.9. Comunicación del Riesgo en Emergencias de salud
1.10. Telecomunicaciones en Emergencias en Salud
VI. BIBLIOGRAFÍA

I. ANTECEDENTES GENERALES

¿Por qué hablamos de Gestión de Emergencias y Desastres?

Las características geográficas de Chile implican que todo su territorio esté expuesto a
amenazas de desastres de diversa índole. Estas particularidades geográficas, conjugadas con
la demografía del país, junto a diversos aspectos sociales, políticos y económicos, configuran
el riesgo de desastres que exponen a la población, la infraestructura y los sistemas a sufrir
importantes pérdidas y vulnerabilidades, tanto en términos de vidas humanas como en
aspectos económicos, medioambientales, físicos, emocionales y sociales. Estas amenazas se
manifiestan de distintas maneras a lo largo y ancho de Chile, relacionándose con las
capacidades que dispone el país para enfrentar estos eventos. Esta interacción de factores
configura el riesgo de desastres.

Cabe agregar a lo anterior la creciente influencia del cambio climático en la ocurrencia de


emergencias y desastres, algunos de características altamente destructivas. Muchos de los
fenómenos climáticos extremos, -tales como grandes precipitaciones, fuertes vientos o
aluviones-, se presentan cada vez con mayor frecuencia e intensidad e incluso fenómenos
nuevos o escasamente conocidos se presentan sorpresivamente en zonas diversas del
territorio nacional, como es el caso de tormentas de arena en zonas costeras del norte del país
o tornados y trombas marinas en la región del Biobío.

En los últimos años, en Chile ha aumentado el número de proyectos e iniciativas que buscan
reducir el riesgo de desastres. Se ha avanzado en el estudio y monitoreo de las principales
amenazas a las cuales estamos expuestos, con lo cual se ha generado información científica
y técnica y mapas de las zonas de influencia de dichas amenazas. Asimismo, los niveles de
desarrollo alcanzados hacen que, en términos comparativos con el resto de países de América
Latina y el Caribe, nuestro país presente un nivel de vulnerabilidad prevalente bajo y un alto
nivel de resiliencia1 a desastres.2

1 El término resiliencia se refiere a la capacidad adaptativa y de recuperación que puede tener tanto una cosa
como persona. Este término se asocia a la fortaleza y adaptación, aquellas cualidades que hacen que un individuo
o cosa sea capaz de volver a su estado anterior tras enfrentarse a elementos perturbadores o dificultades. En
sicología se refiere a la capacidad de las personas sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.

2UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile. 2012. Disponible en: http://www.orealc.cl/unesco-


66aniversario/wp-content/blogs.dir/9/files_mf/analisisriesgosdedesastreschiledipechovii.pdf
En la actualidad, la atención en el manejo, gestión o disminución del “riesgo de desastres” y
no en el “desastre en sí”, ha permitido cambiar el eje de análisis desde la emergencia y/o
desastre enfocado en el daño y la pérdida, hacia el riesgo. Este evalúa la potencialidad de
daño o pérdida y orienta respecto de qué y cómo dicho daño se puede minimizar y/o evitar.

Por el perjuicio que implican para las personas, tanto directa como indirectamente, las
situaciones de desastres conllevan siempre problemas de salud pública. En consecuencia, el
Sector Salud, dependiendo del origen y la magnitud de la situación de emergencia y/o
desastre, debe establecer e incrementar medidas tales como saneamiento básico, agua
potable y alcantarillado, mantención o fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y control
de brotes. Asimismo, debe ser capaz de asegurar la atención oportuna de las víctimas de un
desastre, ya sea in situ, o en los establecimientos de salud donde sean derivadas para
entregarles el tratamiento definitivo. Todas estas son operaciones complejas, que ocurren en
un escenario de desorden y confusión que precisa, por tanto, una planificación previa 3.

Antes de conocer cómo se aborda la gestión del riesgo en emergencias y desastres en el


Sector Salud, es necesario comprender una serie de conceptos clave que nos ayudarán a
manejar un lenguaje común y a comprender cómo abordar esta área de conocimiento.

1. Terminología y Conceptos

Amenaza

Amenaza se define como “un fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa
que puede ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la
propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos,
o daños ambientales”4.

De acuerdo al tipo de amenaza de que se trate y de la vulnerabilidad de los sistemas afectados


se podrá producir una situación de emergencia y/o desastre. Las amenazas pueden ser
clasificadas en tres grandes grupos:

 Amenazas ocasionadas por fenómenos naturales.


 Amenazas antrópicas o provocadas por acción humana.
 Amenazas referida a las epidemias.5

3 MINSAL. Guía para la Elaboración de Planes de Emergencias y Desastres del Sector Salud. 2011.
4 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009
5 PNUD (2004). La Reducción de Riesgos de Desastres. Un Desafío para el Desarrollo. Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo. Dirección de Prevención de Crisis y Recuperación. Nueva York, 2004.
Disponible en: http://www.bvsde.paho.org/cursodesastres/diplomado/pdf/ReduccionDeRiesgos.pdf
Emergencia

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define las emergencias como un
“estado directamente relacionado con la ocurrencia de un fenómeno físico peligroso o por la
inminencia del mismo, que requiere de una reacción inmediata y exige la atención de las
instituciones del Estado, los medios de comunicación y de la comunidad en general”.

La fase inmediata después del impacto de una emergencia se caracteriza por la alteración o
interrupción intensa y grave de las condiciones normales de funcionamiento u operación de
una comunidad, zona o región, y de las condiciones mínimas necesarias para la supervivencia
y funcionamiento de la unidad social afectada. Lo anterior constituye un componente del
desastre, pero no es, per se, una noción sustitutiva de este, de hecho pueden existir
condiciones de emergencia sin que haya ocurrido un desastre6.
Una crisis o emergencia es una condición amenazante que requiere la toma de acciones
urgentes. Una acción eficaz puede evitar que un evento escale hasta el punto de convertirse
en un desastre.

GESTIÓN DE EMERGENCIAS es “la organización y la gestión de los recursos y las


responsabilidades para abordar todos los aspectos de las emergencias, especialmente la
preparación, la respuesta y los pasos iniciales de la rehabilitación”.

Fuente: UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Naciones Unidas, 2009

La gestión de emergencias incluye planes y disposiciones institucionales para comprometer y


guiar los esfuerzos del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las entidades
voluntarias y las agencias privadas de forma coordinada e integral para responder a todas las
necesidades relativas a una emergencia.7.

6 Lavell, A. La Gestión Local del Riesgo: Nociones y Precisiones en Torno al Concepto y la Práctica. Centro
de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC). PNUD.
2003.
7 7 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Estrategia Internacional de las

Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo. Naciones Unidas. Suiza, 2009. Disponible en:
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Desastre

“Situación o proceso social que se desencadena como resultado de la manifestación de un


fenómeno de origen natural, socio-natural o antrópico que, al encontrar condiciones propicias
de vulnerabilidad en una población y en su estructura productiva e infraestructura causa
alteraciones intensas, graves y extendidas en las condiciones normales de funcionamiento del
país, región, zona o comunidad afectada”8.

Los desastres se asocian a una gran cantidad de muertes, pérdidas e impactos materiales,
económicos y ambientales, que a diferencia de las situaciones de emergencia exceden la
capacidad de la comunidad o sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante
el uso de sus propios recursos.

El término ‘desastre’ con frecuencia está ligado a las amenazas naturales. Sin embargo, un
desastre puede ser causado por cualquier amenaza (un incendio, un virus mortal, un evento
radiológico, etc.), en combinación con sus efectos nocivos como la pérdida de vidas o la
destrucción de bienes, por ejemplo, los establecimientos de salud.

Estas dos situaciones ocurren en un escenario de desorden y confusión y por ello, como ya
hemos señalado, precisan una planificación previa. En consecuencia, en situaciones de
desastre la preocupación principal del Sector Salud es reducir los riesgos y daños a la salud
de las personas y la comunidad asociados con estos eventos, así como asegurar la atención
inicial de víctimas y el rescate de heridos.9

GESTIÓN DE DESASTRES: “Puede definirse como la organización y la gestión


de recursos y responsabilidades para abordar todos los aspectos humanitarios
de las emergencias, en particular la preparación, la respuesta y la recuperación
a los desastres, a fin de reducir sus efectos”.

Fuente: Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Disponible en:
http://www.ifrc.org

8 Ibídem
9 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastre. Disponible en: http://www.saludydesastres.info/
10 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009. Disponible

en: http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Vulnerabilidad

Son las características internas y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien, las que
hacen a éstos susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza 10.

La vulnerabilidad del ser humano o una comunidad a una amenaza depende tanto de la
existencia de esta como de sus decisiones y acciones, y puede obedecer a múltiples factores.
Por ejemplo, una población pobre ubicada en áreas propensas a inundaciones, será vulnerable
por su exposición y falta de resistencia (vulnerabilidad física) y también por su realidad
socioeconómica, que le impedirá acceder a una vivienda en un lugar más seguro
(Vulnerabilidad social)1011.

Por otra parte, la vulnerabilidad puede ser compensada por la capacidad o recursos que se
manejan para enfrentar una amenaza y protegerse de sus posibles consecuencias. Es por esto
que la población de un territorio puede estar expuesta a una misma amenaza o serie de
amenazas, pero los distintos grupos que comparten dicho territorio pueden manifestar distintos
grados de capacidad para enfrentar y recuperarse del efecto adverso de estas, dependiendo
de sus medios económicos, su acervo sociocultural y su acceso a servicios básicos, salud,
educación y tecnología, reduciendo así el riesgo de que se desencadene un desastre 12.

Riesgo

El riesgo es la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus


consecuencias negativas13. Se considera el producto de la interacción entre amenaza y
vulnerabilidad.

10 UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile. VII plan de acción DIPECHO en Sudamérica 2011-
11 (versión preliminar). 2012. Disponible en: http://www.orealc.cl/unesco-66-
aniversario/wpcontent/blogs.dir/9/files_mf/analisisriesgosdedesastreschiledipechovii.pdf
12 Ibídem
13 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009. Disponible

en: http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Reducción del Riesgo de Desastre (RRD)

Se refiere al concepto y la práctica de reducir el riesgo de desastres mediante esfuerzos


sistemáticos dirigidos al análisis y gestión de los factores causales de los desastres, lo que
incluye:

La reducción del grado de exposición a las amenazas.

La disminución de la vulnerabilidad de la población y los bienes.

Una gestión sensata de los suelos y del medio ambiente.

El mejoramiento de la preparación ante los eventos adversos14.

La tarea de disminuir los riesgos de los desastres ha sido definida por la Organización de
Naciones Unidas (ONU) como un indicador para el desarrollo humano, lo cual demuestra un
interés global por dicho tema.
De esta forma, centrar la atención en el manejo, gestión o disminución del “riesgo de
desastres” y no en el “desastre”, ha permitido cambiar el eje de análisis desde el
desastre/emergencia (el daño y la pérdida) hacia el riesgo, que es la potencialidad de daño o
pérdida, y que se puede evitar o reducir.

GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES (GRD): “Proceso sistemático de utilizar directrices


administrativas, organizaciones, destrezas y capacidades operativas para ejecutar políticas y
fortalecer capacidades de afrontamiento, con el fin de reducir el impacto adverso de las
amenazas naturales y la posibilidad de que ocurra un desastre”.

Fuente: UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Naciones Unidas. 2009.

Ámbitos para la Reducción de Riesgos de Desastres


El enfoque de la gestión de riesgos de desastres considera ámbitos de acción que permiten
definir estrategias y acciones puntuales, los que a continuación se describen.

 Prevención: Acciones que se ejecutan con el fin de evitar o suprimir la


ocurrencia de un evento adverso. Por ejemplo, evitar la ubicación de un
asentamiento en una zona de riesgo.

 Mitigación: Acciones orientadas a reducir el riesgo que no se puede suprimir.


Por ejemplo, normas de construcción sismo-resistente para reducir el impacto de
un terremoto o defensas fluviales para aminorar el riesgo de crecidas.

14 Ibídem
 Preparación: Acciones que se ejecutan anticipadamente para prever, responder
y recuperarse de forma efectiva de los impactos de los eventos o las condiciones
probables, inminentes o actuales que se relacionan con una amenaza. Este
punto incluye la emisión oportuna y efectiva de sistemas de alerta temprana, el
desarrollo de planes, la realización de ejercicios como simulacros y simulaciones,
así como también la práctica de evacuaciones preventivas.

 Respuesta: Corresponde a las actividades propias de atención ante un evento


destructivo, que se llevan a cabo inmediatamente después de ocurrido el evento.
Tiene por objetivo salvar vidas, reducir el impacto en la comunidad afectada y
disminuir pérdidas.

 Rehabilitación: El suministro y/o restablecimiento oportuno de servicios y de


asistencia pública durante o inmediatamente después de la ocurrencia de un
desastre, con el propósito de salvar vidas, reducir los impactos a la salud, velar
por la seguridad pública y satisfacer las necesidades básicas de subsistencia
de la población afectada.

 Reconstrucción/Recuperación: Consiste en la restauración y el mejoramiento,


cuando sea necesario, de infraestructura, instalaciones, medios de sustento y
condiciones de vida de las comunidades afectadas por los desastres, ámbito que
incluye esfuerzos para reducir los factores del riesgo de desastres15.

15 MINSAL. Guía para la Elaboración de Planes de Emergencias y Desastres del Sector Salud. 2011.
Sobre la base de estas definiciones, el modelo de intervención sobre el ciclo de gestión de
riesgo de desastre considera acciones específicas, que pueden agruparse en seis procesos
clave, o esenciales, los que a continuación se describen:

1) Generar conocimiento sobre el riesgo de desastres en sus diferentes ámbitos.


2) Prevenir el riesgo futuro.
3) Reducir el riesgo existente.
4) Preparar la respuesta.
5) Responder y rehabilitar.
6) Recuperar y reconstruir.
7) Evaluación y retroalimentación

2. Impacto de los Desastres en Latinoamérica y Chile 16

Según datos del CRED (Estudio Estadístico Anual de Desastres del Centro de Investigación
sobre la Epidemiología de los Desastres), en la última década el continente americano se vio
afectado por poco más de 900 desastres naturales, que causaron la muerte a más de 247.000
personas, afectaron a más de 82 millones de personas y dejaron pérdidas económicas de al
menos de 487 billones de dólares americanos. El continente americano fue el segundo más
afectado, después de Asia, en términos de número de desastres y fatalidades, aunque Asia
supera a América en impacto económico.

A lo largo de las últimas décadas se ha observado un incremento global en la ocurrencia de


los desastres. Durante 1990-1999 se tenía un promedio global anual de cerca de 250
desastres registrados por año, mientras en la década siguiente (2000-2009) el promedio global
se elevó a 387 eventos.

Lo anterior tiene especial relación con el fenómeno de Cambio Climático, de ocurrencia global,
cuyos efectos directos e indirectos se hacen cada vez evidentes y destructivos. Las sequías
que asuelan amplias zonas del planeta muestran una clara tendencia a hacerse más
prolongadas e intensas, los eventos meteorológicos extremos, tales como huracanes, tornados
u olas de calor se incrementan en intensidad, frecuencia y capacidad destructiva. Entre los
efectos indirectos, los incendios forestales abarcan mayores extensiones y causan cada vez
mayores daños.

En la región de las Américas, la frecuencia con que suceden los desastres muestra una
indudable tendencia al aumento. Esto se suma al hecho de que la vulnerabilidad de los países

16UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile. VII Plan de Acción DIPECHO en Sudamérica 2011-2012
.2012.Disponible en: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Analisis-de-riesgos-de-
desastres-en-chile.pdf
se ha incrementado. Es así como muchas veces se requiere menor intensidad en los sucesos
naturales para causar un impacto más grande en la sociedad afectada.

Los desastres suelen producir graves daños a las instalaciones sanitarias y sistemas de
abastecimiento de agua y alcantarillado, y tienen un efecto directo sobre la salud de las
poblaciones que dependen de esos servicios. Solo el terremoto en Haití causó 222.570
muertes y un tercio de la población total del país caribeño se vio afectada por el desastre. Pero
su impacto fue más grave aún, debido a que destruyó en gran medida la ya precaria
infraestructura de la capital, Puerto Príncipe, provocando que el daño causado se elevara a
un123% del PIB del año anterior en el país17.

Fuente: OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres

2.1. Algunos desastres ocurridos en Chile en los últimos años:

Erupción del volcán Chaitén de 2008


A las 23.38 horas del 1 de mayo de 2008 comenzó la erupción del volcán Chaitén (Región de
Aysén), que provocó la ocurrencia de un evento aluvional y lahar que destruyó casi por
completo la zona urbana de la comuna de Chaitén y obligó a su evacuación total. El evento
eruptivo fue el más violento registrado en Chile desde la erupción del volcán Quizapú en 1932.
Como consecuencia de esta erupción el Servicio Nacional de Geología y Minería
(Sernageomin) creó la Red Nacional de Vigilancia Volcánica que fortaleció el estudio y
vigilancia de los volcanes en el país.

17 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres. Disponible en: http://www.saludydesastres.info


Terremoto en Chile del 27 de febrero de 2010

La madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, a las 03:34 AM (hora local), un terremoto de
magnitud 8.8, catalogado como el sexto más grande de la historia mundial medido con registro
instrumental, afectó a gran parte del territorio chileno, desde la región de Valparaíso por el
norte hasta la de la Araucanía por el sur, área donde reside el 75% de la población del país.
Tuvo su epicentro en el mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, cerca
de 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 63 kilómetros al suroeste de Cauquenes.
Liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití de enero de
2010.

De acuerdo al Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de


Salud (2010), el terremoto y posterior tsunami que arrasó con las localidades costeras de la
zona centro-sur del país dejó un balance de 504 fallecidos a lo largo del territorio nacional,
afectando a más de 800.000 personas que resultaron damnificadas. En tanto, el Ministerio de
Hacienda cuantificó las pérdidas económicas generadas por el desastre en 29.663 millones de
dólares, correspondientes a un 19% del PIB del año 2009. Este desastre implicó que las
instituciones y organismos integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil y de
Emergencias vieran superadas sus capacidades para hacerle frente, lo que obligó a los
chilenos a replantearse la importancia de la reducción del riesgo de desastres como un tema
prioritario en la agenda pública18.

Fuente: UNISDR. Reducción de Desastres en las Américas. Disponible en: http://www.eird.org

18 ONEMI. Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (documento exclusivo).


Accidente carretero noviembre 2010
A las 7.15 horas en el kilómetro 45 de la Autopista del Sol en la comuna de El Monte (Región
Metropolitana), un bus de la empresa Turbus que hacía el trayecto de Lloleo a Santiago, pierde
el control, rompe el eje de la calzada y colisiona frontalmente con un camión que iba hacia el
puerto. En el accidente mueren 20 personas y otras 25 resultan heridas, de las cuales siete
quedan en riesgo vital. La envergadura del accidente y la gran cantidad de heridos graves
obliga a la utilización de casi la totalidad de las unidades SAMU y móviles hospitalarios,
incluyendo le transporte de heridos por vía aérea.

Incendio de cárcel diciembre de 2010


Alrededor de las 5.50 horas se inicia un incendio en el tercer y cuarto piso de la torre 5 de la
cárcel de la comuna de San Miguel, el cual genera gran alarma y confusión en los primeros
minutos de su desarrollo, ya que personal de Gendarmería no permitió el ingreso inmediato de
voluntarios de Bomberos al recinto. Las autoridades confirman la muerte de 81 personas, 35
heridos y la evacuación de otras 200 que estaban recluidos en las celdas de los pisos afectados
por las llamas, mientras se evalúa el lugar al que serán derivados hasta que la emergencia
sea controlada. Hasta el lugar llegan casi 200 voluntarios de bomberos que combaten las
llamas, así como también decenas de ambulancias para trasladar a los heridos a los recintos
asistenciales.

Incendio de Valparaíso de 2014


A las 16.40 horas del 12 de abril de 2014 se inició un incendio en el sector de La Pólvora, en
la parte alta de Valparaíso, cuyas llamas se propagaron bajando los cerros y quebradas hacia
el noreste, afectando barrios y poblaciones entre los cerros Mariposas, Monjas, La Cruz, El
Litre, Las Cañas, Merced, Ramaditas y Rocuant. El incendio causó la muerte de quince
personas, más de 500 resultaron heridas, destruyó más de 2.900 viviendas y destruidas y dejó
a 12.500 personas damnificadas. La comuna fue declarada "zona de catástrofe".

Aluviones en Atacama 2015


A partir del 24 de marzo de 2015 un evento hidrometeorológico conocido como núcleo frío en
altura afectó las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, lo que causó intensas
precipitaciones en los sectores precordilleranos. La extensión de las lluvias hicieron crecer los
caudales de ríos y quebradas, provocando grandes remociones en masa en zonas urbanas y
rurales, lo que causó una destrucción importante de viviendas, sistemas de suministro de agua
y alcantarillado, infraestructura de servicios (vial, hospitales, centros educativos, entre otros)
impactando de manera sustancial la industria y economía de la región de Atacama.

Un total de 24 personas murieron, 80 se declararon como desaparecidas y al menos 28.000


resultaron damnificadas en las áreas donde ocurrió el mayor impacto de las inundaciones, es
decir, la Región de Atacama. La gran cantidad de lodo existente en las calles, provocó el
colapso la red pública de alcantarillado y el corte de suministro de agua potable. Por otro lado,
la interrupción de la red vial, generó dificultades para el acceso a los servicios y el manejo de
residuos. Los aluviones afectaron fuertemente el Hospital “San José del Carmen” de Copiapó,
el Hospital “Dr. Florencio Vargas” de Diego de Almagro y nueve Centros de Salud Familiar,
siendo el CESFAM de Chañaral el más afectado con la pérdida total de sus instalaciones.

El Gobierno declaró Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe por calamidad pública


para toda la Región de Atacama y para la comuna de Taltal en la Región de Antofagasta. El
Ministerio de Salud, por su parte, decretó Alerta Sanitaria para las comunas de Copiapó,
Chañaral, Caldera, Tierra Amarilla, Diego de Almagro, Alto del Carmen, Freirina, Huasco,
Vallenar, Antofagasta, Mejillones, Sierra Gorda, Tal-Tal, Calama, Ollagüe, San Pedro de
Atacama, María Elena y Tocopilla, en ambas regiones.

Terremoto de Coquimbo 2015


El terremoto de Coquimbo de 2015 fue un evento ocurrido a las 19.54 horas del miércoles 16
de septiembre de 2015, que alcanzó una magnitud 8,4 y con epicentro a 37 kilómetros al
noroeste de Los Vilos y a 37 kilómetros al suroeste de Canela Baja (Región de Coquimbo).
Fue percibido en gran parte del país y también en algunas zonas de Argentina. El fuerte sismo
cobró la vida de quince personas y dejó cinco heridos de diversa consideración. Además, se
informó de 27.722 personas damnificadas, 2.442 viviendas destruidas y 2.712 con daños
severos. A los pocos minutos de percibido, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la
Armada de Chile (SHOA) decretó "alarma de tsunami" para todo el borde costero chileno, la
cual se extendió hasta las costas del océano Pacífico más allá del territorio nacional,
incluyendo Perú, Ecuador, Hawái, Nueva Zelanda y Australia. El Gobierno de Chile decretó
"Estado de emergencia constitucional" en toda la región de Coquimbo y "Zona de catástrofe"
en la provincia de Choapa, la provincia de Limarí y la comuna de Coquimbo.

Incendios forestales de 2017


En enero de 2017 se produjo una serie de incendios forestales con múltiples focos en las
regiones de O'Higgins, Maule y Biobío que causaron la muerte a diez personas, dejaron más
de tres mil damnificados, destruyeron 596 mil hectáreas de vegetación y provocaron
cuantiosos daños materiales. Los distintos focos tuvieron una extensión inédita, lo cual se
explicaría por la convergencia de una alta velocidad del viento, altas temperaturas —tras
sucesivas olas de calor—, baja humedad y la difícil geografía de los sectores afectados.

Incendio hogar de adultos mayores agosto de 2018


Una falla en una estufa a leña de combustión lenta genera un incendio en un hogar para
mujeres adultas mayores en la comuna de Chiguayante (Región de Biobío), en el cual mueren
diez de las trece mujeres residentes postradas que estaban en un pabellón destruido. La
tragedia reflota el tema de la seguridad y fiscalización de los hogares para adultos mayores en
el país.
2.2. Desastres ocurridos en el mundo en los últimos años:

El huracán Mitch 1998


El Mitch fue uno de los ciclones tropicales más poderosos y mortales que se han visto en la
era moderna. Pasó por América Central desde el 22 de octubre hasta el 5 de noviembre,
durante la temporada de huracanes en el Atlántico de 1998, y provocó más de diez mil muertes.

El terremoto de Bam (Irán) 2003


El 26 de diciembre de 2003 se produjo un importante terremoto en Irán, que devastó la
Ciudadela de Bam, la estructura de adobe más grande del mundo, y la mayor parte de la ciudad
de Bam. El número oficial de muertos es de 26.271, pero otras fuentes elevan el total de
víctimas hasta 41.000.

Ola de calor en Europa del 2003


En el verano de 2003 en Europa se produjo una ola de calor que duró varias semanas,
afectando especialmente a Francia, Italia y la península Ibérica. Junto con un aumento en el
número y extensión de los incendios forestales, el calor golpeó duramente a las personas de
edades superiores a 60 años, estimándose que en total murieron unas 70.000 personas por
esta causa entre fines de julio y principios de septiembre, con 20.089 muertos en Italia, 19.490
en Francia, 15.090 en España, 9.355 en Alemania y 2.696 en Portugal.

El tsunami del Océano Índico 2004


El terremoto del Océano Índico, del 26 de diciembre de 2004, originó una serie de tsunamis
devastadores a lo largo de las costas de Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia. Este sismo
submarino con epicentro en la costa este de Sumatra, Indonesia, acabó con la vida de más de
230.000 personas.

El huracán Katrina 2005


Este huracán tocó tierra en la costa de Luisiana el 29 de agosto de 2005 y arrasó la ciudad de
Nueva Orleáns. Fue el ciclón tropical más mortífero, destructivo y costoso de la historia de
Estados Unidos. Provocó la muerte de 1.836 personas y daños materiales por valor de 75 mil
millones de dólares.

El terremoto de Cachemira 2005


Este sismo tuvo lugar el 8 de octubre de 2005 en la zona fronteriza de India y Pakistán y afectó
también a Afganistán. Dejó cerca de 42.000 muertos y 65.000 heridos, mientras tres millones
de personas perdieron sus hogares. Fue el sismo más fuerte que se produjo en la región en el
último siglo.

Terremoto de Sichuán del 2008


El 12 de mayo de 2008 un sismo de magnitud 8.0 afectó a la provincia de Sichuan (China),
causando gran destrucción y la muerte de al menos 85 mil personas. Es considerado el
segundo terremoto más desastroso de la historia de China, tras el terremoto de Tangshan de
1976, que provocó la muerte de unas 250.000 personas.

El terremoto de Haití de 2010


Se produjo el 12 de enero de 2010, con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, la capital de
Haití. Este sismo ha sido el más fuerte que se ha registrado en la zona desde el terremoto
ocurrido en el siglo XVIII. Los efectos causados sobre el país, el más pobre de América Latina,
fueron devastadores: entre 150.00 y 200.000 muertos, más de 250.000 heridos y un millón de
personas sin hogar.

Terremoto y tsunami de Japón de 2011


A las 14.46 horas del 11 de marzo de 2011 se produjo en Japón un sismo de magnitud 9.0 que
generó un tsunami en la costa oriental con olas de hasta 10 metros de altura. Con epicentro
en el mar a 130 kilómetros al este de Sendai, tuvo una duración de seis minutos y ha sido el
sismo más potente sufrido en el país asiático hasta la fecha, así como el cuarto más potente
del mundo en los últimos 500 años. En el evento murieron 15.893 personas (más del 85%
ahogadas), otras 2.556 se declararon desaparecidas y 6.152 resultaron heridas de gravedad.

3. Amenazas en Chile

Una característica importante de nuestro país es que todo el territorio nacional está expuesto
a algún tipo de amenaza, como ya hemos señalado, y a su vez casi todas las amenazas que
existen a nivel mundial se presentan dentro del territorio chileno (con la notable excepción, al
menos hasta ahora de la amenaza de huracanes). Es decir, en él no se pueden encontrar
zonas libres de peligro; por lo mismo, Chile y su ciudadanía necesitan aprender a convivir a
diario con la posibilidad de que ocurra un evento adverso.
A continuación se describen las principales amenazas a las que está sujeto Chile.

3.1. Amenazas de origen natural

Como ya hemos visto, debido a su especial conformación climática, hidrometeorológica y


geotectónica, Chile se encuentra expuesto a distintos tipos de eventos de carácter natural.

Geográficamente, nuestro país se encuentra en el llamado “Círculo de fuego del Pacífico”, el


cual está situado en las costas del océano Pacífico y se caracteriza por concentrar algunas de
las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad
sísmica y volcánica en las áreas que abarca.

La actividad sísmica en Chile se genera a causa del proceso de subducción que tiene lugar
principalmente en la línea de costa entre la Placa Oceánica de Nazca y la Placa Continental
Sudamericana. Al mismo tiempo, en el extremo sur la Placa Sudamericana se desliza con
respecto al segmento más austral del Océano Pacífico o Placa Antártica.

En consecuencia, Chile se encuentra dentro de los países más expuestos a terremotos en el


mundo. Según el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, solo en los últimos 100 años
han ocurrido 84 terremotos con magnitud igual o superior a 7,0 en la escala de Richter, dos de
ellos se encuentran dentro de los 10 de mayor magnitud del mundo moderno.

 Sismos

Corresponden al proceso de generación de ondas y su posterior propagación por el interior de


la Tierra. Al llegar a la superficie de esta, las ondas impactan tanto en la población como en
las estructuras. Dependiendo de la amplitud del movimiento (desplazamiento, velocidad y
aceleración del suelo) y de su duración, el sismo producirá mayor o menor intensidad 19.

La intensidad de los sismos se mide con un sismógrafo, que registra en un papel la vibración
de la Tierra.

A nivel científico, los sismos tienen dos escalas de medición que marcan su magnitud e
intensidad:

19 Servicio Sismológico de la Universidad de Chile (SSUCH). Disponible en: http://www.sismologia.cl/


Escala de Richter

La escala de Richter mide la fuerza de los sismos de acuerdo a su magnitud, es decir,


la cantidad de energía liberada durante el sismo. Esta medición se realiza utilizando los
datos que entregan los sismógrafos, que registran las ondas sísmicas. Por lo mismo, no
tiene un límite de grados. Hasta el momento, la mayor magnitud registrada en el mundo
corresponde a 9,5 grados, que corresponde al sismo que ocurrió en Valdivia, Chile, en
1960. Esta es una escala que utiliza datos científicos y no percepciones de la gente.

Escala de Mercalli

En la actualidad concebida como Escala de Mercalli Modificada, debido a los cambios


que ha sufrido desde su invención, es una escala subjetiva, porque evalúa la percepción
humana del sismo. Sirve para recolectar información en zonas donde no existen
aparatos detectores o instrumentos de medición. Se basa en lo que sintieron las
personas que vivieron el sismo, o en los daños ocasionados. Cuando se utiliza esta
escala, se habla de grados de intensidad20.

En nuestro país la ONEMI usa la Escala de Mercalli como un instrumento fundamental


frente a la ocurrencia de un sismo. Inmediatamente acaecido un evento de esta
naturaleza, la ONEMI, mediante sus Centros de Alerta Temprana (CAT) tanto nacional
como regionales, comienza un barrido de las zonas afectadas para conocer la
percepción del sismo y si hubo daños a personas y/o a bienes e infraestructura. El
instrumento normalizado para reportar el nivel de daños desde el nivel local es la escala
de Mercalli, que indica cómo se percibió y si hubo daños. (ONEMI capacita en el uso
adecuado de la escala de Mercalli para mejorar los reportes de intensidades generadas
por los sismos)

Una vez conocidas las diferentes intensidades en el territorio afectado por el sismo, el
reporte de mayor intensidad permite identificar las áreas de mayor impacto y su alcance
hacia otras zonas, lo que posibilita que la ONEMI focalice su atención en una mayor

20 SHOA. Escalas de Intensidades de Sismos y Tsunamis. Disponible en:


http://www.shoa.cl/servicios/tsunami/escalas.htm
captura de información, el despliegue de recursos a la zona y más rapidez en la atención
de la población.

Con relación a las intensidades, la ONEMI ha clasificado los sismos de acuerdo a las
siguientes categorías:

Sismos de menor Intensidad: I a IV Escala de Mercalli.


Sismos de mediana Intensidad: V a VI Escala de Mercalli.
Sismos de mayor Intensidad: VII a XII Escala de Mercalli.

Igualmente, si se reporta una intensidad de Mercalli igual a VII o mayor en las zonas
costeras de nuestro país, se activa una alerta preventiva de evacuación por la
posibilidad de generación de tsunami, el cual es monitoreado instrumentalmente por el
Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), el que al final ratifica o
anula dicha posibilidad de tsunami.

Escala modificada Mercalli de intensidades de Sismos


I: No se advierte sino por unas pocas personas y en condiciones de perceptibilidad
especialmente favorables.

II: Se percibe solo por algunas personas en reposo, particularmente las ubicadas en los pisos
superiores de los edificios.

III: Se percibe en los interiores de los edificios y casas. Sin embargo, muchas personas no
distinguen claramente que la naturaleza del fenómeno es sísmica, por su semejanza con la
vibración producida por el paso de un vehículo liviano. Es posible estimar la duración del sismo.

IV: Los objetos colgantes oscilan visiblemente. Muchas personas lo notan en el interior de los
edificios aún durante el día. En el exterior, la percepción no es tan general. Se dejan oír las
vibraciones de la vajilla, puertas y ventanas. Se sienten crujir algunos tabiques de madera. La
sensación percibida es semejante a la que produciría el paso de un vehículo pesado. Los
automóviles detenidos se mecen.

V: La mayoría de las personas lo percibe aún en el exterior. En los interiores, durante la noche,
muchas despiertan. Los líquidos oscilan dentro de sus recipientes y aún pueden derramarse.
Los objetos inestables se mueven o se vuelcan. Los péndulos de los relojes alteran su ritmo o
se detienen. Es posible estimar la dirección principal del movimiento sísmico.

VI: Lo perciben todas las personas. Se atemorizan y huyen hacia el exterior. Se siente
inseguridad para caminar. Se quiebran los vidrios de las ventanas, la vajilla y los objetos
frágiles. Los juguetes, libros y otros objetos caen de los armarios. Los cuadros suspendidos de
las murallas caen. Los muebles se desplazan o se vuelcan. Se producen grietas en algunos
estucos. Se hace visible el movimiento de los árboles, o bien, se les oye crujir. Se siente el
tañido de las campanas pequeñas de iglesias y escuelas.
VII: Los objetos colgantes se estremecen. Se experimenta dificultad para mantenerse en pie.
El fenómeno es percibido por los conductores de automóviles en marcha. Se producen daños
de consideración en estructuras de albañilería mal construidas o mal proyectadas. Sufren daños
menores (grietas) las estructuras corrientes de albañilería bien construidas. Se dañan los
muebles. Caen trozos de estucos, ladrillos, parapetos, cornisas y diversos elementos
arquitectónicos. Las chimeneas débiles se quiebran al nivel de la techumbre. Se producen
ondas en los lagos; el agua se enturbia. Los terraplenes y taludes de arena o grava
experimentan pequeños deslizamientos o hundimientos. Se dañan los canales de hormigón
para regadío. Tañen todas las campanas.

VIII: Se hace difícil e inseguro el manejo de vehículos. Se producen daños de consideración y


aún el derrumbe parcial en estructuras de albañilería bien construidas. En estructuras de
albañilería bien proyectadas y construidas solo se producen daños leves. Caen murallas de
albañilería. Caen chimeneas en casas e industrias; caen igualmente monumentos, columnas,
torres y estanques elevados. Las casas de madera se desplazan y aún se salen totalmente de
sus bases. Los tabiques se desprenden. Se quiebran las ramas de los árboles. Se producen
cambios en las corrientes de agua y en la temperatura de vertientes y pozos. Aparecen grietas
en el suelo húmedo, especialmente en la superficie de las pendientes escarpadas.

IX: Se produce pánico general. Las estructuras de albañilería mal proyectadas o mal
construidas se destruyen. Las estructuras de albañilería bien construidas se dañan y a veces
se derrumban totalmente. Las estructuras de albañilería bien proyectadas y bien construidas
se dañan seriamente. Los cimientos se dañan. Las estructuras de madera son removidas de
sus cimientos. Sufren daños considerables los depósitos de agua, gas, etc. Se quiebran las
tuberías (cañerías) subterráneas. Aparecen grietas aún en suelos secos. En las regiones
aluviales, pequeñas cantidades de lodo y arena son expelidas del suelo.

X: Se destruye gran parte de las estructuras de albañilería de toda especie. Se destruyen los
cimientos de las estructuras de madera. Algunas estructuras de madera bien construidas,
incluso puentes, se destruyen. Se producen daños en represas, diques y malecones. Se
producen grandes desplazamientos del terreno en los taludes. El agua de canales, ríos, lagos,
etc., sale proyectada a las riberas. Cantidades apreciables de lodo y arena se desplazan
horizontalmente sobre las playas y terrenos planos. Los rieles de las vías férreas quedan
ligeramente deformados.

XI: Muy pocas estructuras de albañilería quedan en pie. Los rieles de las vías férreas quedan
fuertemente deformados. Las tuberías (cañerías subterráneas) quedan totalmente fuera de
servicio. XII: El daño es casi total. Se desplazan grandes masas de roca. Los objetos saltan al
aire. Los niveles y perspectivas quedan distorsionados.

En el común del lenguaje, los sismos de mayor intensidad son definidos como terremotos 21.
Debido a la destrucción de las viviendas, los terremotos pueden provocar numerosas
defunciones y lesiones. El resultado depende fundamentalmente de tres factores:

21 La Segunda Online. No Existe Diferencia entre Sismo y Terremoto. Disponible en:


1. La estructura de las edificaciones. Los inmuebles construidos con adobe o piedra
en seco o sin refuerzo de mampostería, aunque sean de un solo piso son muy inestables
y su colapso cobra muchas víctimas. Se ha comprobado que los edificios de
construcción liviana, especialmente los de estructura de madera, son mucho menos
peligrosos.

2. El segundo factor se vincula con la hora del día en que ocurre el terremoto. Los
sismos que ocurren durante la noche revisten mayor peligro para las personas, ya que
las encuentran dormidas. Además las respuestas de los sistemas suele tardar más en
estar completamente disponibles.

3. El tercer factor es la densidad de la población. En las zonas más densamente


pobladas suele ocurrir el mayor número total de defunciones y lesiones. Por otro lado,
algunos grupos de edad resultan más afectados que otros: los adultos con buena salud
están más a salvo que los niños pequeños y los ancianos, cuyas probabilidades de
protegerse a sí mismos son menores22

Tsunamis

Un tsunami corresponde a una serie de olas largas generadas en el océano, que se propagan
a gran velocidad en todas las direcciones desde su punto de origen, originadas por un disturbio
sísmico submarino (terremoto, erupción volcánica, caída de meteoritos, etc.) que impulsa y
desplaza verticalmente una columna de agua. Al aproximarse a la costa, estas olas sufren
alteraciones y deformaciones en su velocidad y altura, alcanzando grandes proporciones, por
lo que descargan su energía con un alto poder destructor. Estas perturbaciones se denominan
"tsunamis", término derivado del japonés que significa literalmente ola de bahía. Este término
es aceptado internacionalmente para designar marejadas producidas por impulsos en masas
de agua y corresponde a lo que en Chile se denomina maremoto o salida de mar.23

Todas las zonas costeras del mundo pueden experimentar tsunamis, pero la amenaza se
concentra mayoritariamente en las costas situadas frente a zonas de subducción.
Considerando la totalidad de estas, la más afectada por tsunamis es la que se encuentra
localizada frente a las costas de Chile, donde ha ocurrido el 52,9% de los eventos registrados 24.

http://www.lasegunda.com/Noticias/CienciaTecnologia/2012/03/733430/Especialista-No-existe-diferencia-
entresismo-y-terremoto
22 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres. Disponible en: www.saludydesastres.info/

23 Servicio Sismológico de la Universidad de Chile (SSUCH). Disponible en: http://www.sismologia.cl/


24 ONEMI. Previene. Tsunami. Disponible en: http://www.onemi.cl/riesgo/tsunami.html
De hecho, en gran parte de la costa chilena el principal riesgo de desastre para las
comunidades, infraestructura y ecosistemas está asociado a la amenaza de tsunami.

El impacto de los tsunamis para la salud es considerable. El principal efecto son fatalidades
relacionadas con ahogamiento, aunque también ocurren lesiones traumáticas, causadas por
el impacto físico de las víctimas contra los escombros. Después del rescate de sobrevivientes,
el principal objetivo de la salud pública debe ser la provisión de agua segura, refugios y
atención médica para las comunidades afectadas.

Erupciones volcánicas

Un volcán corresponde a un cerro o una montaña construida por acumulaciones de lava y


cenizas volcánicas, que está conectado en su extremo inferior a un depósito de lava (magma)
y gases. Las erupciones volcánicas resultan del ascenso del magma y de gases que se
encuentran en el depósito interno del volcán. En este sentido, las erupciones están
compuestas por una mezcla de magma, gases volcánicos y fragmentos de roca del cerro o
montaña que se rompe25.

25 ONEMI. Previene. Disponible en: http://www.onemi.cl/riesgo/erupcion-volcanica.html


En el territorio nacional se localiza aproximadamente el 10% de los volcanes activos de todo
el planeta y dos de los seis volcanes más peligrosos de Sudamérica: los volcanes Villarrica y
Llaima, ambos ubicados en la IX región de la Araucanía. Como ya señalamos anteriormente,
la existencia de este tipo de estructuras geológicas obedece a la localización geográfica del
país en una de las zonas tectónicas más activas de la tierra, conocida como el "Círculo de
Fuego del Pacífico".

Fuente: International Tsunami Information Center

Chile posee más de 2000 volcanes, de los cuales alrededor de 100 se consideran activos, es
decir, han hecho erupción una vez al menos en 10 mil años. Actualmente el Servicio Nacional
de Geografía y Minería (SERNAGEOMIN) mantiene monitoreo instrumental para vigilar la
actividad de los volcanes declarados activos.

A través de los años los volcanes han generado situaciones de emergencia, provocando
eventos de gran capacidad de destrucción. Estos pueden afectar a la salud de una población
de forma:

Directa, a causa de sus flujos, explosiones y emisiones de gases, ocasionando morbilidad por
diferentes patologías y mortalidad alta por la exposición al trauma.

Indirecta, ocasionando el deterioro socioeconómico, el daño de líneas vitales o de


infraestructura y, en general, por alteraciones de las condiciones de vida de las poblaciones
comprometidas por la actividad volcánica.
El riesgo de lesión o muerte asociada con los peligros volcánicos depende de:

El tamaño y la naturaleza de la erupción.


Los factores topográficos locales.
La vulnerabilidad de la población frente al volcán.26

 Fenómenos Hidrometeorológicos

Eventos climáticos extremos. Son eventos tales como granizadas, heladas, lluvias, neblinas,
nevadas, olas de calor, sequías, tempestades, tormentas eléctricas y vendavales que por su
intensidad o magnitud son capaces de desencadenar situaciones de emergencia y/o
desastres. Se incluye, además, en esta categoría eventos de tipo hidrometeorológicos, tales
como crecidas e inundaciones producidas por precipitaciones extremas, derretimiento de nieve
o hielo, desbordamiento de canales, rotura de presas o combinación de varios factores, así
como también eventos como los aluviones y avenidas torrenciales desencadenados por lluvias
intensas. (Adaptado de Ayala-Carcedo, F.J. y Olcina, J. Riesgos Naturales. Barcelona: Editorial Ariel, 2002)

Chile posee características que lo hacen especialmente vulnerable frente a la ocurrencia de


eventos climáticos extremos, como el gran desnivel que existe entre cordillera y mar o su
ubicación en relación con el desarrollo y evolución de los fenómenos meteorológicos globales.
Fenómenos como “El Niño”, que ocurre cada cuatro o seis años, con una duración de uno a
dos años. Se manifiesta como un calentamiento anómalo de la superficie del Pacífico
ecuatorial, provocando cambios atmosféricos que derivan en precipitaciones y temporales; o
el fenómeno “La Niña”, que se caracteriza por temperaturas frías y perdurables, que suele
manifestarse en condiciones más secas de lo habitual.
Las consecuencias sanitarias derivadas de la ocurrencia de estos fenómenos afectan
principalmente a las poblaciones de menores recursos económicos. La escasez de agua
potable y la destrucción e inundación de viviendas, provocan daños en la infraestructura y
alteración de los sistemas de alcantarillados, acarreando la aparición de enfermedades
infecciosas y parasitarias.

26
OPS. Guía Preparativos en Salud frente a Erupciones Volcánicas. El Sector Salud frente al Riesgo Volcánico.
Módulo 1. 2005. Disponible en: http://helid.digicollection.org/es/d/Js8256s/
Aluviones

Un aluvión es un flujo de barro donde el agua arrastra el material suelto (detritos) por una
ladera, quebrada o cauce. Puede viajar muchos kilómetros desde su origen, aumentando de
tamaño a medida que avanza pendiente abajo transportando rocas, hojas, ramas, árboles y
otros elementos, alcanzando gran velocidad.

A lo largo de nuestro país los aluviones se originan principalmente por precipitaciones intensas
en zonas de altas pendientes y quebradas. En sectores cordilleranos han ocurrido situaciones
de lluvias sostenidas en el tiempo y con isoterma cero más alta de lo normal, que han generado
este tipo de flujos.

De acuerdo a las características de ocupación territorial un aluvión puede provocar pérdidas


de vidas humanas y cuantiosos daños en viviendas, obras civiles, instalaciones mineras, obras
de riego, telecomunicaciones, etc.27.

Desde 1990 a la fecha se han producido diversos aluviones que han afectado a la población.
Los más impactantes fueron el aluvión de Antofagasta (1991) y el aluvión de La Florida (1993),
en Santiago, los que a continuación detallaremos, junto a otros ocurridos en el país.

Aluvión de Antofagasta (1991)


El I8 de junio de 1991 se produjo un aluvión en la ciudad de Antofagasta, II Región, con 91
muertos, 35 desaparecidos, 70.000 damnificados y 6.000 casas destruidas.

Aluvión de La Florida, Región Metropolitana (1993)


El 3 de mayo de 1993 se produjo un aluvión en el sector cordillerano de la comuna de La
Florida, con 26 muertos, 8 desaparecidos, 32.646 damnificados 5.610 casas dañadas y 307
casas destruidas.

Aluvión de Copiapó (1997)


El l2 de junio de 1997 ocurrió un aluvión en Copiapó, III Región. Perecieron siete personas y
también quedó afectado un camión del Ejército que realizaba labores de rescate.

27 ONEMI. ¿Qué es un aluvión? Disponible en: http://www.onemi.gov.cl/aluviones/


Aluvión de El Almendral (1997)
El 18 de junio de 1997 se produjo un aluvión en la comuna de Vicuña, sector El Almendral, en
la IV Región. Perecieron dos personas y hubo dos lesionados y 140 albergados. 28.

Aluvión Camiña y Pachuca (2012)

En marzo de 2012 se produjo un aluvión en el interior de Iquique, en la región de Tarapacá,


que dejó un saldo de 1000 afectados y más de 300 albergados. El gobierno decretó zona de
catástrofe las localidades de Camiña y Huara.

Aluvión sobre Villa Santa Lucía de diciembre de 2017


Dos días de intensas lluvias que alcanzan los 122 milímetros en 24 horas, generan el
desprendimiento parcial del glacial Yelcho y el desarrollo de un aluvión que se precipita sobre
la localidad de Villa Santa Lucía (comuna de Chaitén, Región de Los Lagos), causando
la muerte de 22 personas, la destrucción completa de 28 viviendas y de cinco infraestructuras
públicas.

Inundaciones

Una inundación corresponde a un rápido ascenso del nivel del agua, generando caudales
inusuales que cubren o llenan superficies de terreno que normalmente son secas.

La principal causa de las inundaciones son las precipitaciones intensas en un corto período de
tiempo, en donde se supera la capacidad de absorción del suelo y comienza a subir el nivel de
los ríos. También se pueden generar por el derretimiento de nieves, rotura de represas y
actividades humanas como tala de bosques, canalización de tramos de un río y la
impermeabilización del suelo a causa del asfalto, entre otros.
(https://www.onemi.gov.cl/inundaciones/)

Inundación de Santiago (1982)

En junio de 1982 se produjeron fuertes lluvias que afectaron una amplia zona del territorio
nacional, abarcando desde la región de Coquimbo hasta la región del Maule. En la Región
Metropolitana se inundaron grandes extensiones de la ciudad de Santiago quedando inundada

28 ONEMI. Repositario Digital ONEMI. Aluviones en Chile en la Década del 90. Disponible en:
http://repositoriodigitalonemi.cl/web/handle/123456789/89
toda la parte baja de la ciudad, en particular, las comunas de Maipú, Pudahuel y Renca.
También se registraron inundaciones importantes en las comunas de La Cisterna, Puente Alto,
Pirque y Huechuraba. En Vitacura, el desborde del río Mapocho inundó la comuna con más de
30.000 toneladas de barro.

Durante el temporal hubo alrededor de 6 millones de personas afectadas, de ellas 1000


personas fueron damnificadas, hubo 200 albergados, 50 heridos, 9 muertos y 5 desaparecidos.
En Santiago se instaló un centro de refugio para damnificados en el Estadio Nacional. De
acuerdo a informes de la Onemi, 2.605 viviendas resultaron dañadas, 965 destruidas, 15
caminos con cortes y 13 puentes con daños que interrumpieron el tránsito.

Fenómenos Meteorológicos

Olas de Calor

Las olas de calor son un peligro natural generalizado a nivel global. Si bien no existe una
definición universalmente aceptada, se entiende que son períodos de clima inusualmente
cálido y seco o clima cálido y húmedo que tienen un inicio y una interrupción sutiles, una
duración de al menos tres días, generalmente con un impacto perceptible en humanos y
sistemas naturales. Debido a que no existe un valor universal absoluto, como una temperatura
dada que define qué es el calor extremo, las olas de calor son relativas al clima de una zona o
área en particular: las mismas condiciones meteorológicas pueden constituir una ola de calor
en un lugar, pero no en otro. Las condiciones diurnas y nocturnas son igualmente importantes
para comprender los efectos de las olas de calor en la salud, en especial en aquellos casos o
zonas donde la diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas diarias son pequeñas.
Los efectos de una ola de calor pueden variar desde erupción cutánea por calor hasta
calambres por calor, agotamiento por calor, insolación y muerte. A nivel individual, la
termorregulación deficiente o la incapacidad de equilibrar las ganancias de calor y las pérdidas
de calor del cuerpo son responsables de los resultados de salud relacionados con el calor.

Los aumentos en la carga de calor y el aumento de la temperatura interna del cuerpo pueden
conducir a una serie de efectos sobre la salud, el peor de los cuales es un golpe de calor que
pone en peligro la vida. Existe una amplia evidencia de los impactos en la salud de los períodos
de calor extremo que se manifiesta por el alto número de muertes durante eventos de calor
como las olas de calor de Chicago 1995, Europa 2003 y Federación de Rusia 2010.
Mortalidad asociada a algunos episodios de a Olas de Calor

• México, 1990: 380 muertes


• Orissa, India, 1995: 558 muertes
• Pakistán,1995: 523 muertes
• Chicago, EE.UU., 1995: 670 muertes
• Orissa, India, 1998: 2.541 muertes
• Australia, 2009: 300 muertes y disturbios generalizados
• Europa Central, 2003: 50.000 a 70.000 muertes
• Federación Rusa, 2010: 11.000 a 50.000 muertes (PM10/2,5)

Si bien todas las personas están potencialmente expuestas al calor, el nivel de riesgo puede
modificarse dramáticamente a través de una variedad de factores que determinan la
sensibilidad al calor de las personas. Estos incluyen una combinación de factores de riesgos
socioeconómicos, personales, conductuales y médicos. Entre los grupos de población
especialmente vulnerables destacan: adultos mayores, niños, personas dependientes,
trabajadores agrícolas, trabajadores de la construcción, enfermos crónicos, personas en
situación de calle y poblaciones recluidas

En nuestro país se define Ola de Calor como un evento en que la temperatura máxima es
igual o mayor por tres o más días consecutivos a ciertos umbrales que dependen de cada
ciudad (percentil 90), en el periodo comprendido entre noviembre y marzo del año siguiente.

UMBRALES MENSUALES DE OLAS DE CALOR EN ALGUNAS CIUDADES DE CHILE

NOVIEMBRE DICIEMBRE ENERO FEBRERO MARZO


Arica 24 26 28 28 27
Iquique 24 26 28 28 27
Antofagasta 22 24 25 25 24
Calama 26 27 27 26 26
Isla de Pascua 25 27 28 29 28
La Serena 20 22 23 23 22
Valparaíso 21 23 23 23 23
Santiago 30 32 33 32 31
Curicó 29 32 33 32 30
Concepción 22 24 25 25 24
Chillán 28 31 33 33 30
Temuco 23 26 28 30 27
Valdivia 24 27 28 29 25
Osorno 22 25 27 28 25
Puerto Montt 20 22 23 24 22
Coyhaique 21 24 25 26 22
Punta Arenas 16 18 19 19 17
Un fenómeno de especial relevancia relacionado con la olas de calor es el de las Islas de
Calor Urbanas que consiste en que existe una temperatura diferente, que tiende a ser más
elevada especialmente durante la noche, en el centro de las ciudades -donde hay más áreas
pavimentadas, edificios de cemento, carencia de árboles y vegetación- que en las áreas
circundantes y periurbanas.

En nuestro país la ola de calor más intensa de los últimos años se produjo en 2017 y abarcó
los días 25, 26 y 27 de enero, siendo el 26 donde se alcanzaron las más altas temperaturas.
El evento se concentró entre las regiones Metropolitana de Santiago y de La Araucanía, siendo
más intensa en las regiones del Maule y del Biobío. El fenómeno meteorológico batió los
récords de temperaturas máximas jamás registradas en las ciudades de Santiago, Chillán,
Concepción y Quillón, siendo esta última la mayor temperatura máxima registrada a nivel
nacional desde que existen datos.
3.2. Amenazas antrópicas o provocadas por acción humana

Este tipo de amenazas es directamente atribuible a la acción humana sobre los elementos de
la naturaleza (aire, agua y tierra) y sobre la población, que pone en grave peligro la integridad
física y la calidad de vida de las comunidades.

A diferencia de los eventos producidos por las amenazas naturales, las emergencias y
desastres generados por eventos antrópicos o tecnológicos son evitables, es decir, es posible
adoptar medidas tendientes a minimizar su ocurrencia.

Existe una gran cantidad de eventos relacionados con las amenazas de tipo antrópico, entre
los cuales encontramos:

Biológicas/Química: La OMS utiliza los términos accidente químico/biológico y


emergencia química/biológica, para hacer referencia a una situación o acontecimiento
peligroso, que resulta de la liberación de una sustancia o sustancias que representan
un riesgo para la salud humana y/o el medio ambiente, a corto o largo plazo. Estos
acontecimientos o situaciones incluyen incendios, explosiones, fugas o liberaciones de
sustancias tóxicas (químicas o biológicas) que pueden provocar enfermedades, lesión,
invalidez o muerte, a menudo de una gran cantidad de seres humanos. Estos
accidentes o emergencias pueden llegar a convertirse en desastres en función de la
magnitud e impacto y de la capacidad y forma de respuesta a los mismos.

Un ejemplo de este tipo de eventos ocurrió en 1995 en la fábrica de insumos


industriales Mathiesen Molypac, ubicada en un área industrial en el límite de las
comunas de San Bernardo y Lo Espejo en la Región Metropolitana. El recinto ardió
durante más de nueve horas; sus bodegas guardaban diversos productos químicos que
se inflamaron y explotaron constantemente, haciendo aún más difícil controlar la
situación. Según reportes de bomberos de la época, cerca del lugar falleció una mujer
alcanzada por una esquirla y se registró un centenar de personas afectadas producto
de la columna de gases tóxicos, que alcanzó unos 500 metros sobre la planta y además
generó evidente contaminación ambiental.29

Incendios forestales: Un incendio forestal corresponde a un fuego que se propaga sin


control a través de vegetación rural o urbana, poniendo en peligro a las personas, los
bienes y/o el medio ambiente (Corporación Nacional Forestal, CONAF).

Mundialmente, los incendios forestales constituyen la causa más importante de


destrucción de bosques. Cada año en Chile se queman más de 58 mil hectáreas
(CONAF). En un incendio forestal no solo se pierden árboles y matorrales, sino también
casas, animales, fuentes de trabajo e incluso vidas humanas. El 99% de los incendios

29ONEMI. Repositario Digital ONEMI. "Incendio industria Mathiesen Molypac" Lo Espejo-Santiago, 17 de


diciembre de 1995. Disponible en: http://190.196.69.246/web/handle/123456789/226
forestales son causados por el hombre, por negligencias, descuidos en el uso del fuego
o por mala intención30.

Un ejemplo reciente fue el gran incendio que afectó a la reserva natural Torres del
Paine, en la Patagonia Chilena entre los años 2011 y 2012. El incendio se extendió
por el período aproximado de un mes, dejando graves daños al ecosistema del parque.

Radiológico-nuclerares: Constituyen aquellas amenazas relacionadas con la


producción, adquisición, transferencia, transporte y uso pacífico de la energía nuclear,
así como de los materiales fértiles fisionables y radioactivos.

Un ejemplo de emergencia radiológica en nuestro país es lo ocurrido en Nueva Aldea,


Provincia de Ñuble, VII región, en el año 2006. Tres trabajadores pertenecientes a la
empresa Echeverría Izquierdo Montajes Industriales S.A. se irradiaron al manipular una
fuente radiactiva que se había desprendido inadvertidamente de un equipo de
gammagrafía, utilizado para revisar la calidad de las soldaduras en piezas de metal31.

3.3. Amenazas por epidemias

Las epidemias, definidas como una enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un
país, atacando simultáneamente a gran número de personas33, también pueden constituir una
emergencia, tanto por el potencial de causar un alto impacto en el sistema sanitario de dicho
país como en el sistema económico.

Se concibe que hay una epidemia cuando el número de casos de una enfermedad es
superior al normal establecido por las estadísticas por año. Es decir, se refiere a la
existencia en una comunidad o región definida de casos de una enfermedad (o de un brote)
con una frecuencia que rebasa la incidencia normal prevista.

Una pandemia es aquella que se desarrolla a lo largo de un área geográficamente


extensa. Para que una enfermedad tome esta denominación, debe tener un alto grado de
infectabilidad y un fácil traslado de un sector geográfico a otro.32.

30
ONEMI. Previene. Incendio Forestal. Disponible en: http://www.onemi.cl/riesgo/incendio-forestal.html
31 Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN). Accidente Radiológico en Complejo Forestal e
Industrial Nueva Aldea. Disponible en:
http://www.cchen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=217:accidente-radiologico-en-
complejoforestal-e-industrial-nueva-aldea1&catid=277&Itemid=134 33 Real Academia Española (RAE).
Diccionario. Disponible en: http://www.rae.es/rae.html
32 Salud Pública y Algo Más. Endemia, Brote, Epidemia, Pandemia. Aclarando algunos Términos. Disponible en:

http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2007/10/11/76148
La OMS ha definido una serie de fases de una pandemia, las que sirven como marco mundial
para ayudar a los países en la preparación contra una pandemia y la planificación de la
respuesta. Las pandemias pueden ser leves o graves en relación a la morbilidad y mortalidad
que causen, y su gravedad puede cambiar a lo largo de una misma pandemia (OMS, 2010) 33.

Es importante señalar que:

1. Una epidemia puede provocar situaciones de emergencias y/o desastres en un país.

2. A su vez, un desastre puede provocar o aumentar el riesgo de una situación de epidemia.


Cabe señalar que los desastres naturales o provocados por el hombre pueden agravar
considerablemente el riesgo de epidemias, al igual que las condiciones de vida en los
campamentos de refugiados superpoblados. A menudo el resultado de ello son brotes
fulminantes, con altas tasas de letalidad, como por ejemplo la epidemia de cólera que se
inició 10 meses después del terremoto de Haití de 2010, que a la fecha ha afectado a más
de 635.000 personas y cobrado más de 7.900 vidas. Esta epidemia ha sido uno de los
principales obstáculos que han debido enfrentar las labores de reconstrucción. En enero de
2012, los gobiernos de Haití y República Dominicana pusieron en marcha una iniciativa para
eliminar la transmisión del cólera en la isla, a través de importantes inversiones en
infraestructura de agua y saneamiento.

Aunque rara vez son tan mortíferos como en Haití, los brotes epidémicos, o brotes clasificación
utilizada en epidemiología para referirse a la aparición repentina de una enfermedad debido a
una infección en un lugar específico-, siguen siendo un importante motivo de preocupación
para la salud pública, pues causan grandes estragos sociales y económicos y producen
numerosas muertes. Solo en 2001, la OMS y sus asociados de la Red Mundial de Alerta y
Respuesta ante Brotes Epidémicos participaron en la verificación de 41 brotes de cólera en 28
países34.

En situaciones de normalidad, los sistemas de vigilancia epidemiológica y los sistemas de


información en salud mantienen un monitoreo continuo de la situación de salud-enfermedad
de la población y de la prestación de los servicios de salud.

33 Ibídem
34 OMS. Epidemias Mundiales e Impacto del Cólera. Disponible en:
http://www.who.int/topics/cholera/impact/es/
Ante un escenario de desastre, el Sector Salud debe reorganizar el funcionamiento de sus
unidades en función de nuevas prioridades que orientan sus actividades, entre estas se
encuentran:

1. Estudiar la magnitud del impacto del evento.


2. Estimar el impacto en la salud.
3. Identificar los principales problemas de salud de la población afectada (riesgos y
daños).
4. Identificar grupos de riesgo.
5. Detectar cambios en prácticas de higiene.
6. Definir tendencias.
7. Detectar brotes o epidemias.
8. Orientar o reorientar recursos.
9. Adecuar los recursos existentes para atender la emergencia y restablecer la red de
servicios.
10. Identificar necesidades de investigación35.

Otro ejemplo reciente es la influenza H1N1, conocida como “gripe porcina”, que se inició en
México a mediados de marzo de 2009. Se describió un nuevo subtipo de la cepa H1N1 del
virus, que no había circulado anteriormente en la especie humana y, por lo tanto, no existía
inmunidad natural.

La influenza H1N1 se expandió rápidamente a países de todos los continentes, dejando varias
lecciones para los gestores de desastres. En la región de las Américas, todos los países se
afectaron en el primer semestre después de haber aparecido el virus.

35 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres. Disponible en: http://www.saludydesastres.info


La pandemia de H1N1 representa uno de los mejores ejemplos de cómo un desastre sanitario
puede causar grandes efectos negativos en la economía de un país. Según la evaluación
preliminar de la CEPAL sobre el impacto de la enfermedad en México, las pérdidas totales se
elevaron a un total de US$ 9 mil millones.36

II. MARCO INTERNACIONAL DE LA REDUCCIÓN DE RIESGOS Y


DESASTRES37

“La reducción del riesgo de desastres y el aumento de la


capacidad de respuesta a los peligros naturales en diferentes
sectores del desarrollo, puede tener efectos multiplicadores y
acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio”.
Ban Ki-moon

Ex Secretario general de las Naciones Unidas

La gestión del riesgo en emergencias y desastres en Chile se enmarca en un contexto


internacional. Mundialmente, la reducción del riesgo de desastres (RRD) ha avanzado hasta
convertirse en un movimiento transversal con amplias bases teóricas, técnicas y comunidades
de práctica, tanto en el sector humanitario como de desarrollo y medioambiente.

Respondiendo a esta necesidad global, la ONU creó en diciembre de 1999 la Oficina de las
Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR, por sus siglas en
inglés) y el secretariado de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
(EIRD). Este último constituye el punto focal del sistema de las Naciones Unidas designado
para coordinar la reducción del riesgo de desastres y para asegurar sinergias entre las
actividades de esta y las organizaciones regionales en torno a la reducción de desastres y
acciones en los campos socioeconómicos y humanitarios.

Chile, como país miembro de la ONU, adhiere a la estrategia internacional para la RRD, la
cual se canaliza a partir de iniciativas de distintos actores e instancias a nivel mundial y

36Íbidem.
37UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile, 2012. Disponible en: http://www.orealc.cl/unesco-
66aniversario/wpcontent/blogs.dir/9/files_mf/analisisriesgosdedesastreschiledipechovii.pdf
regional, que conllevan múltiples posibilidades de colaboración en forma de asistencia técnica,
financiamiento y orientación estratégica.

Marco de Sendai para la reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030)

El “Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030)” es un


documento internacional adoptado por países miembros de la ONU entre el 14 y el 18 de marzo
de 2015 durante la Conferencia Mundial sobre Reducción de Riesgo de Desastres celebrada
en Sendai (Japón), y aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en junio de
2015. El marco de Sendai sucede al «Marco de Hyogo para la acción (2005–2015)», que hasta
entonces había sido el acuerdo internacional más amplio sobre reducción del riesgo de
desastres.

El documento de Sendai fue el resultado de tres años de conversaciones, apoyadas por la


Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, durante los cuales
países miembros de la ONU, ONG y otros actores pidieron una versión mejorada del existente
marco de Hyogo. Esta versión mejorada debía incorporar un conjunto de estándares comunes,
unos objetivos alcanzables y un instrumento de base legal para reducir el riesgo de desastres.
Los países miembros también resaltaron la necesidad de abordar la reducción del riesgo de
desastres y la adaptación al cambio climático cuando se fijaran los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), particularmente a la luz de una insuficiente atención a la reducción de riesgo
y a la resiliencia en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (en los que se basaron los ODS).

El marco de Sendai establece 4 prioridades concretas para la acción:

 Comprender el riesgo de desastres.


 Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para una mejor gestión.
 Invertir en la reducción de riesgo de desastres para una mayor resiliencia.
 Aumentar la preparación frente a desastres para responder mejor a ellos y para una
mejor recuperación, rehabilitación y reconstrucción.

Para apoyar la valoración del progreso hacia la consecución de un menor riesgo de desastres,
se han acordado 7 objetivos globales:

 Reducir sustancialmente la mortalidad mundial por desastres para 2030: 100 000
fallecidos anuales menos en el período 2020-2030 que en 2005-2015.
 Reducir sustancialmente el número de personas afectadas por desastres para 2030:
100 000 afectados anuales menos en el período 2020-2030 que en 2005-2015.
 Reducir las pérdidas económicas ocasionadas por desastres en el producto interior
bruto (PIB) mundial para 2030.
 Para 2030, reducir sustancialmente el daño a infraestructuras críticas y la disrupción
de servicios básicos (entre ellos salud e instalaciones educativas) ocasionados por
desastres, a través del aumento de su resiliencia, entre otras medidas.
 Aumentar sustancialmente el número de países con estrategias nacionales y locales
de reducción del riesgo de desastres para 2020.
 Aumentar sustancialmente la cooperación internacional con países en desarrollo, a
través de un apoyo adecuado y sostenible, para complementar sus acciones
nacionales de aplicación del marco de Sendai para 2030.
 Aumentar sustancialmente para 2030 la disponibilidad de sistemas de alerta temprana
multirriesgo y el acceso de la población a dichos sistemas.

III. SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL EN CHILE

1. Descripción del Sistema de Protección Civil en Chile

Al igual que en otros países del mundo, en Chile la construcción, consolidación y actualización
del marco normativo e institucional sobre la RRD se ha ido consolidando luego que han
ocurrido grandes eventos desastrosos.

A nivel nacional, la ONEMI es la institución encargada de la protección civil. Su


institucionalización se formaliza en el año 1974 con el Decreto Ley N° 369, que establece su
dependencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Así, la ONEMI es el organismo
técnico del Estado de Chile encargado de la coordinación del Sistema Nacional de
Protección Civil.

Su misión es:

“Planificar, impulsar, articular y ejecutar acciones de prevención, respuesta y rehabilitación


frente a situaciones de riesgo colectivo, emergencias y desastres de origen natural o
provocado por la acción humana”.

“La ONEMI es, según mandato legal, la responsable de asesorar, coordinar, evaluar y controlar
el ejercicio eficaz de la gestión permanente del Estado en la planificación y coordinación de
los recursos (públicos y privados) destinados a la prevención y atención de emergencias y
desastres de origen natural o antrópico, teniendo como labor fundamental la protección de
las personas y la coordinación el Sistema Nacional de Protección Civil, integrado por
organismos, servicios e instituciones de carácter público y privado”.

ONEMI: Integración y Coordinación:

2. Marco normativo vigente en el marco de Protección Civil

Para el desarrollo de sus funciones, la ONEMI actualmente cuenta con un instrumento de


planificación: el “Plan Nacional de Protección Civil”, aprobado por el Decreto Nº 156 del
12 de marzo de 2002, que deroga el Decreto Supremo Nº 155 de 1977 que aprobó el Plan
Nacional de Emergencia del mismo año.

A través del Plan Nacional de Protección Civil se norma la estructura organizacional y


administrativa del Sistema Nacional de Protección Civil. Mediante este sistema se pretende
disponer de una planificación multisectorial en materia de protección civil, orientada al
desarrollo de “acciones permanentes para la prevención y atención de emergencias y/o
desastres, a partir de una visión integral de manejo de desastres”.

El Plan Nacional de Protección Civil establece además la forma en que se desarrollará la


gestión del Sistema Nacional de Protección Civil coordinada por la ONEMI. Se materializa
tanto a nivel nacional como en los niveles regional, provincial y comunal. Es dirigido y
coordinado por las intendencias, gobernaciones y municipalidades, respectivamente. Cada
una de estas instituciones debe mantener o adaptar sus sistemas organizativos y de
funcionamiento para cumplir con los roles y funciones que se le asignan en los planes de
protección civil, manteniendo su identidad y autonomía jurisdiccional.

De acuerdo con los lineamientos del Plan Nacional de Protección Civil, cada uno de los niveles
administrativos debe poseer un Comité de Protección Civil, al interior del cual se diseñen los
planes y se prioricen y ejecuten actividades de prevención, mitigación y preparación,
adecuadas a las particulares realidades de cada área jurisdiccional. Los Comités de Protección
Civil están conformados por representantes de organismos públicos y privados, y su estructura
varía de acuerdo con el nivel territorial que representen.

Plan Nacional de Protección Civil

Objetivo general: Disponer de una planificación multisectorial en materia de protección civil, de


carácter indicativo, destinada al desarrollo de acciones permanentes para la prevención y atención de
emergencias y/o desastres en el país, a partir de una visión integral de manejo de riesgos.

Objetivos específicos:

1.- Disponer de un marco nacional de gestión en protección civil, que bajo una perspectiva de
administración descentralizada sirva de base estructurada para las planificaciones regionales,
provinciales y comunales, según las respectivas realidades de riesgos y de recursos. 2.- Establecer el
ámbito general de las coordinaciones entre los distintos sectores y actores.
3.- Delimitar las responsabilidades tanto políticas, legales, científicas y técnicas como operativas del
Sistema Nacional de Protección Civil, en cada una de las etapas del ciclo del manejo de riesgos.
4.- Establecer el marco de acción global para abordar sistematizadamente las distintas etapas del ciclo
de manejo del riesgo.
5.- Normalizar los elementos básicos a considerar en un Plan de Respuesta ante situaciones de
emergencia o desastre.38

38Análisis de Riesgo de Desastres en Chile. VII Plan de Acción DIPECHO 2011-2012 (Versión
Preliminar) ONEMI
3. Marco legal de la Protección Civil en Chile

• La Constitución Política de la República de Chile dispone en el inciso 5º del artículo 1º que


“…es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y
a la familia…”, lo que corresponde al ámbito de la Protección Civil, definida mundialmente
como “la protección a las personas, a sus bienes y ambiente ante toda situación de riesgo,
sea de origen natural o provocado por el hombre, mediante una ejercitada planificación,
que considere como sus principios fundamentales la ayuda mutua y el empleo escalonado
de recursos”.
• Ley N° 16.282, Título I, Disposiciones Permanentes para casos de Sismos o Catástrofes.
Texto refundido, fijado por DS. N° 104, de 1977, de Interior, con modificaciones
posteriores.
• Ley N° 18.522: Autoriza para declarar “Zona afectada por Catástrofe”, en casos de sismos
o catástrofes que provoquen daños de consideración en las personas o bienes
• DL. N° 369, de 1974, Ley Orgánica de la Oficina Nacional de Emergencia. Servicio Público
dependiente del Ministerio del Interior, encargado de planificar, coordinar y ejecutar las
actividades destinadas a prevenir o solucionar los problemas derivados de sismos o
catástrofes.
• DS. N° 509, de 1983, del Ministerio del Interior. Reglamento para la aplicación del DS. N°
369. Sus Arts. 27, 28 y 29 regulan la constitución de los Comités de Emergencia
Regionales, Provinciales y Comunales, y de los Centros de Operaciones de Emergencia
(COE).
• El Decreto Nº 156, del 12 de marzo de 2002, que aprobó el Plan Nacional de Protección
Civil.
• Decreto Supremo Nº38 de 2011. Determina la constitución del Comité Nacional de
Emergencia.
• Decreto N°1434 de 2017 Aprueba Plan Nacional de Emergencia.

Actualmente se encuentra en el Congreso el proyecto de Ley que crea la Agencia Nacional de


Protección Civil, que crea la agencia nacional de protección civil. Este proyecto de gesta luego
de lo acontecido en el terremoto de febrero de 2010, y busca principalmente potenciar lo que
hoy es ONEMI. Con esto, el proyecto de ley busca:

3.1 Principales alcances del Proyecto de Ley que crea la Agencia Nacional de
Protección Civil

 Crea una nueva institucionalidad encargada de las emergencias.


 Enfatiza la prevención para enfrentar.
 Define niveles de la emergencia.
 Articula las capacidades de las instituciones que intervienen en las emergencias y
desastres.
A continuación se resumen en grandes líneas los efectos que la nueva ley promueve respecto
al cambio en la institucionalidad de la actual ONEMI.

Título I: Del Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil


Objetivo:
Promover e implementar acciones de:
• Prevención.
• Respuesta.
• Atención de emergencias. Composición:
• Agencia Nacional de Protección Civil.
• Consejo Nacional de Protección Civil.
• Comités de Protección Civil.
• Comité de Operaciones de Emergencia (COE).

Título II: Agencia Nacional de Protección Civil


Características:
• Sucesora de la ONEMI.
• Servicio público.
• Dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
• Direcciones Regionales. Señala: • La Agencia Nacional de Protección Civil es la encargada
de coordinar y ejecutar acciones de prevención de emergencias y protección civil, y de
asesorar a las autoridades en las labores de planificación y coordinación de emergencias.

Título III: Del rol de la Defensa Nacional y Carabineros


• FF.AA. y Carabineros participan en la prevención y preparación ante emergencias, en las
labores de respuesta y en la entrega de ayuda humanitaria a la población.
• Las FF.AA. forman parte del sistema y son un apoyo fundamental. Integran el Comité de
Operaciones de emergencia.
• Asesoran y apoyan a los mandos operativos de la emergencia a nivel regional y nacional.
• El Ministro de Defensa se relaciona con autoridades militares de enlace de emergencia.

Título IV: De la Prevención de Emergencias


Establece:
• El Consejo Nacional de Protección Civil.
• Los Comités de Protección Civil.
• La Estrategia Nacional de Protección Civil.
• Los Planes Sectoriales de Protección Civil.
• Las Estrategias Regionales de Protección Civil.
• Financiamiento de la Prevención a través del Fondo Nacional de Protección Civil.
Título V: Sistema Nacional de Alerta Temprana • Su desarrollo, coordinación y
dirección corresponde a la Agencia Nacional de Protección Civil.
• SHOA, Conaf, Sernageomin, Dirección Meteorológica de Chile o Dirección General de Aguas
declaran alerta correspondiente y la difunden a órganos sujetos a su tuición.
• Agencia Nacional difunde la alerta a la población.

Título VI: Situaciones de Emergencia


Susceptible de ser controlada con medios y recursos.
NIVEL 1: Hasta tres meses disponibles en la zona afectada. Prorrogable. No susceptible de ser
controlada con los recursos humanos y materiales de la zona afectada, requiriendo asistencia.
NIVEL 2: Hasta seis meses prorrogable, coordinación escalonada de organismos públicos y
privados.

Título VII: Otras disposiciones


• Red de Monitoreo Sísmico Nacional, cuyo objetivo principal es:
• Recopilar y proveer información sismológica, que servirá de base para la declaración de
alertas tempranas por las entidades correspondientes, así como la revisión y actualización
de la norma sísmica y la realización de actividades de investigación relacionadas con la
actividad sísmica.

4. Sistema Nacional de Alertas

Los integrantes y recursos del Sistema de Protección Civil, ante la presencia o la posible
ocurrencia de una emergencia o desastre, se ponen en aviso mediante una señal de alerta,
la que determina una acción conjunta, bajo una coordinación superior orientada por los
principios de ayuda mutua y empleo escalonado de los recursos.

Tipos de alerta: Entendiendo la Alerta Verde como instancia primaria que implica la vigilancia
permanente de las distintas áreas y escenarios de riesgos, el Sistema Nacional de Alertas
establece la señal de Alerta del Sistema de Protección Civil, en dos grados:

Alerta Amarilla: Se instaura cuando una amenaza crece en extensión y severidad,


lo que lleva a suponer que no podrá ser controlada con los recursos locales
habituales, debiendo alistarse los recursos necesarios para intervenir, de acuerdo a
la evolución del evento destructivo.
Alerta Roja: Se establece cuando una amenaza crece en extensión y severidad,
requiriéndose la movilización de todos los recursos necesarios y disponibles para la
atención y control del evento destructivo. Una Alerta Roja se puede presentar pasando
primeramente por las otras alertas (Primaria o Amarilla) como fue el caso de la alerta
de tsunami para Chile, tras la ocurrencia del terremoto de Japón en marzo 2011, o
puede ser de aparición súbita, sin que pase antes por escalas menores, como ocurre
en los casos de terremotos de gran magnitud.
Amplitud y cobertura de una alerta: Los recursos comprometidos y área de una alerta se
definen por la amplitud y la cobertura. La amplitud de la alerta depende de la emergencia o
desastre que haya determinado su activación, pudiendo abarcar a la totalidad de las
instituciones y organismos del Sistema de Protección Civil del área afectada, o solamente a
aquellos involucrados directamente en la atención de una emergencia determinada. La
cobertura (extensión) de la alerta depende de la superficie geográfica afectada o que pudiera
ser afectada por una emergencia o desastre, de acuerdo a la división político-administrativa
del país.
La cobertura puede incluir a:

 Una o más comunas.


 Una o más provincias.
 Una o más regiones.
 Todo el país.

Establecimiento de una alerta: Una alerta es solicitada por los organismos técnicos, a través
de los directores de protección civil o emergencia, a la autoridad del nivel que corresponda,
quien la calificará y la establecerá con la amplitud y cobertura necesarias. También puede ser
solicitada a la autoridad por estos directores, de acuerdo a la evaluación que ellos efectúen de
los antecedentes que los organismos técnicos y/u operativos les proporcionen.

Evaluación del Impacto de un evento destructivo: La capacidad de respuesta en relación a


los daños constituye el único factor objetivo que permite determinar, en el mínimo tiempo
posible, la dimensión de un evento, con el fin de priorizar y disponer las acciones más efectivas
para el control de la situación. De acuerdo a este criterio, los eventos destructivos se clasifican
según cuatro niveles de impacto:

- Nivel I: Situación que es atendida con recursos locales habitualmente disponibles


para emergencias.
- Nivel II: Situación que es atendida con recursos locales adicionales dispuestos
para emergencias, sin exceder su capacidad. Normalmente se establece una
coordinación a nivel comunal.
- Nivel III: Situación que sobrepasa la capacidad local de respuesta. Se establece
una coordinación a nivel provincial o regional.
- Nivel IV: Situación que sobrepasa la capacidad regional, requiriéndose el apoyo
de recursos dispuestos y/o coordinados por el nivel nacional.

Los niveles I y II se asocian al concepto de Emergencia; el Nivel III al de Emergencia Mayor o


Compleja; y el Nivel IV al concepto de Desastre.
IV. ORGANIZACIÓN DEL SECTOR SALUD Y SUS
RESPONSABILIDADES EN EMERGENCIAS Y DESASTRES
1. Organización político administrativa del MINSAL

El Ministerio de Salud de Chile, MINSAL, tiene como objetivo coordinar, mantener y organizar
la atención de la salud de los chilenos.

Desde el punto de vista normativo, sus funciones que están contenidas en el Decreto Ley N°
2763, de 1979, que reorganiza el Ministerio de Salud y le competen al MINSAL, así como la
estructura institucional que se da para estos fines, y crea los Servicios de Salud, el Fondo
Nacional de Salud, el Instituto de Salud Pública y la Central de Abastecimiento del Sistema
Nacional de Servicios de Salud. Este Decreto Ley fue modificado en 2004 por la Ley N° 19.937,
con el propósito de establecer una nueva concepción de la autoridad sanitaria. Bajo esta nueva
concepción, se asigna al Ministerio de Salud la misión de formular, fijar y controlar las políticas
de salud.

Para llevar a cabo estas funciones, el Ministerio está integrado por la Subsecretaría de Redes
Asistenciales, la Subsecretaría de Salud Pública y las Secretarías Regionales Ministeriales.
Subsecretaría de Salud Pública

La misión de la Subsecretaría de Salud Pública es asegurar a todas las personas el derecho a


la protección en salud, ejerciendo las funciones reguladoras, normativas y fiscalizadoras que
al Estado de Chile le competen, para contribuir a la calidad de los bienes públicos y acceso a
políticas sanitario-ambientales de manera participativa, que permitan el mejoramiento
sostenido de la salud de la población, especialmente de los sectores más vulnerables, con el
fin de avanzar en el cumplimiento de los Objetivos Sanitarios de la década39.
El subsecretario de Salud Pública tiene a su cargo la administración y servicio interno del
Ministerio y las materias relativas a la promoción de la salud, vigilancia, prevención y control
de enfermedades que afectan a poblaciones o grupos de personas. Le corresponde también
proponer al ministro políticas, normas, planes y programas, velar por su cumplimiento,
coordinar las acciones del FONASA y el ISP, e impartirles instrucciones; y administrar el
financiamiento previsto para las acciones de salud pública, correspondientes a las
prestaciones y actividades que se realicen para dar cumplimiento a programas de relevancia
nacional y aquellas que la ley obligue a que sean financiadas por el Estado.

Con el objeto de desconcentrar territorialmente las actividades del Ministerio de Salud, existe
una Secretaría Regional Ministerial de Salud (SEREMIS) en cada una de las regiones en que
se divide administrativamente el país, la que tiene su sede en la capital regional. Cada SEREMI
está a cargo de un Secretario Regional Ministerial, quien es el representante del ministro de
Salud en la respectiva región, debiendo sujetarse a sus instrucciones de carácter técnico y
administrativo, sin perjuicio de ser el colaborador directo del intendente en el cumplimiento de
las funciones que a este le corresponden en relación con el gobierno regional40.

Subsecretaría de Redes Asistenciales

Su misión es regular y supervisar el funcionamiento de las redes de salud a través del diseño
de políticas, normas, planes y programas para su coordinación y articulación, que permitan
satisfacer las necesidades de salud de la población usuaria, en el marco de los objetivos
sanitarios, con calidad y satisfacción usuaria.

El subsecretario de Redes Asistenciales tiene a su cargo las materias relativas a la articulación


y desarrollo de la Red Asistencial del sistema para la atención integral de las personas y la
regulación de la prestación de acciones de salud, tales como las normas destinadas a definir
los niveles de complejidad asistencial necesarios para distintos tipos de prestaciones y los
estándares de calidad que serán exigibles.

39 "Estrategia Nacional de Salud. Metas 2011-2020"


40 MINSAL. SEREMI de salud RM. Disponible en: http://www.asrm.cl
La Subsecretaría de Redes Asistenciales está conformada por 29 Servicios de Salud, a los
cuales les corresponde la articulación, gestión y desarrollo de la red asistencial pertinente, para
la ejecución de las acciones integradas de fomento, protección y recuperación de la salud,
como también la rehabilitación y cuidados paliativos de las personas enfermas. Los Servicios
de Salud son organismos estatales funcionalmente descentralizados y están dotados de
personalidad jurídica y patrimonio propio para el cumplimiento de sus fines.

La Red Asistencial de cada Servicio de Salud estará constituida por el conjunto de


establecimientos asistenciales públicos que forman parte del Servicio, los establecimientos
municipales de atención primaria de salud de su territorio y los demás establecimientos
públicos o privados que mantengan convenios con el Servicio de Salud respectivo para
ejecutar acciones de salud. A su vez, estos deberán colaborar y complementarse entre sí para
resolver de manera efectiva las necesidades de salud de la población.

La Red de cada Servicio de Salud se organizará con un primer nivel de atención primaria,
compuesto por establecimientos que ejercerán funciones asistenciales en un determinado
territorio con población a cargo, y otros niveles de mayor complejidad que solo recibirán
derivaciones desde el primer nivel de atención conforme a las normas técnicas que dicte al
efecto el Ministerio de Salud, salvo en los casos de urgencia y otros que señalen la ley y los
reglamentos41.

41 MINSAL. Subsecretaría de Redes Asistenciales. Disponible en: http://www.minsal.gob.cl/

– MINSAL –
2. Responsabilidad del Sector Salud en gestión del riesgo en emergencias y desastres

De acuerdo a lo que ya hemos señalado, las situaciones de desastre siempre implican


problemas de salud pública, en los cuales debe actuar el Sector Salud, dependiendo del
origen y la magnitud de la situación de emergencia y/o desastre. Para ello debe establecer o
incrementar medidas de saneamiento básico, como agua potable y alcantarillado; mantener o
fortalecer la vigilancia epidemiológica y el control de brotes; y asegurar la atención oportuna
de las víctimas de un desastre, de forma inmediata y diferida.

Esto, sin duda, es un enorme desafío, puesto que tanto las personas que trabajan en salud
como los centros asistenciales pueden verse afectados funcional o estructuralmente ante
situaciones de emergencia y/o desastres, aumentando la brecha entre una oferta disminuida y
una demanda incrementada y compleja. Todas estas son operaciones que ocurren en un
escenario de desorden y confusión, que precisa, como ya hemos indicado, una planificación
previa.

Para responder adecuada y oportunamente a las emergencias, desastres y epidemias, es


necesario mejorar la preparación de las instituciones frente a dichos eventos, para disminuir
así el impacto sobre la salud, mitigar el efecto del deterioro de las condiciones ambientales
sobre las personas y evitar los daños en la infraestructura de los establecimientos
asistenciales. Ante una situación de emergencia o desastre, al igual que otros sectores del
Estado, el Sector Salud debe asumir responsabilidades generales y específicas inherentes a
su función. De este modo, su responsabilidad implica asegurar:

Medidas de Salud Pública + Atención Médica directa, con el fin de:

Proteger la vida y salud de las personas.

Asegurar la continuidad de atención de salud.

Prevenir complicaciones derivadas de las emergencias y desastres.

En síntesis, bajo su rol rector, el Ministerio de Salud es responsable de coordinar, elaborar y


ejecutar los planes de preparativos para emergencias y desastres que incluyan la reducción
de la vulnerabilidad de los Servicios de Salud, la adopción de medidas de saneamiento y
demás acciones orientadas a disminuir los factores de riesgo, proteger la salud de las personas
afectadas, reducir la mortalidad y el impacto en la salud de la población en general.

A nivel mundial, la mayoría de los ministerios de salud cuentan con mecanismos – ya se trate
de un programa formal o de un área técnica – para planificar y ejecutar estrategias orientadas
al fortalecimiento del sector y para efectuar una coordinación estrecha con otras entidades
nacionales que tienen responsabilidades en tareas de reducción de riesgos, preparativos y
respuesta en situaciones de emergencias y desastres. En el caso de Chile, el Ministerio de
Salud cuenta para ello con el Departamento de Emergencias y Desastres .
V. REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES EN EL SECTOR SALUD.
DEPARTAMENTO DE EMERGENCIAS Y DESASTRES

El Departamento de Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud, que se encuentra


emplazado en la Subsecretaría de Salud Pública, tiene como principal función velar por el
desarrollo de la gestión del riesgo ante situaciones de emergencia y desastres dentro del
Sector Salud, antes, durante y después de ocurrido un evento. Si bien se encuentra bajo el
mandato de la Subsecretaría de Salud Pública, operacionalmente trabaja en coordinación con
ambas Subsecretarias, es decir, su rol es transversal a todo el sector salud.

A través de este Departamento se busca contar con un sistema de preparación, respuesta y


rehabilitación, tendiente a reducir los riesgos y minimizar los efectos de una emergencia y/o
desastre en la salud de la población, poniendo énfasis en la prevención y mitigación, acorde
con lo definido en el Plan Nacional de Protección Civil del país.

En este sentido es importante señalar el actual rol del Ministro de Salud como parte del Comité
Nacional de Operaciones de Emergencias de acuerdo al Decreto Supremo del año 2011.
(Decreto Supremo Nº38 de 2011. Determina la constitución del Comité Nacional de
Emergencia.)
En consecuencia, dentro de las funciones del Departamento de Emergencias y Desastres, le
corresponde representar a la contraparte técnica del Ministerio de Salud, con sus
respectivas Subsecretarías, en el Comité Nacional de Emergencias y Desastres, el cual es
dirigido por el Ministerio del Interior; a través de la Oficina Nacional de Emergencias.

Fuente. Degreyd MINSAL


Funciones del Departamento de Emergencias y Desastres

 Someter a aprobación del Ministro/a de Salud la Política Sectorial de Gestión del


Riesgo en Emergencias y Desastres considerando el marco nacional e internacional
en esta materia.

 Elaborar las orientaciones técnicas necesarias para la implementación de la Política


Sectorial de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres, así como los protocolos
necesarios para la formulación de planes en el Ministerio de Salud, en las Secretarías
Regionales Ministeriales de Salud, los Servicios de Salud y establecimientos de la red.

 Ser el referente técnico nacional e internacional del sector en lo concerniente a la


gestión del riesgo en emergencias y desastres.

 Elaborar, someter a aprobación del Ministro/a de Salud y distribuir una vez aprobados,
protocolos actualizados para la respuesta del Ministerio de Salud ante situaciones de
emergencias y desastres.

 Ejercer la coordinación de las actividades que en materia de gestión de emergencias y


desastres se desarrollan desde distintas unidades del Ministerio de salud, tales como
de la División de Gestión de la Red Asistencial, de la Unidad de Coordinación de
Emergencias y Desastres, de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción,
del Departamento de Epidemiología, de la División de Planificación Sanitaria, entre
otros.

 Conformar un Comité Técnico de Emergencias y Desastres, integrado por


representantes técnicos designados por las divisiones y departamentos que componen
el Comité de Emergencias y Desastres del MINSAL. Este comité estará dirigido por el
Jefe del Departamento de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres.

 Coordinar las acciones de monitoreo, alerta y activación de la respuesta del Ministerio


de salud, constituyéndose en la Secretaría Ejecutiva del Comité Operativo de
Emergencias, además de coordinar y dirigir el Comité Operativo de Emergencias Nivel
Técnico, ante situaciones de emergencias y desastres.

 Formular, implementar y dar seguimiento a una Estrategia Nacional de


Establecimientos Seguros frente a desastres.

 Impulsar la conformación, supervisar la operatividad y coordinar el despliegue de


Equipos de Respuesta e impulsar y coordinar el desarrollo de programas de
capacitación destinados a los funcionarios del sector que integren dichos equipos.
 Impulsar la implementación y resguardar la operatividad de una red de
telecomunicaciones de cobertura nacional y generar los lineamientos técnicos dirigidos
a asegurar la conectividad en situaciones de emergencias y desastres en el Sector
Salud, con énfasis en las radiocomunicaciones de emergencias.

 Diseñar una estrategia y entregar orientaciones para la incorporación de la


comunicación del riesgo en los ámbitos de la gestión del riesgo en emergencias y
desastres.

 Diseñar una estrategia y entregar orientaciones para la incorporación de la salud


mental en la gestión del riesgo en emergencias y desastres.

 Promover la utilización del Módulo de Emergencias y Desastres del Sistema de


Modernización de la Información digital de la Autoridad Sanitaria (MIDAS), y entregar
las orientaciones técnicas para su apropiado uso en la gestión de información territorial
en emergencias y desastres.

 Coordinar y dar seguimiento a nivel nacional a la implementación del Plan de


Adaptación de Cambio Climático del Sector de Salud, a través de la Unidad de
Coordinación ejecutiva para el Cambio Climático perteneciente al Departamento de
Gestión del riesgo en Emergencias y Desastres.

 Articular, entregar orientaciones técnicas y monitorear el funcionamiento de la red de


coordinadores de emergencias y desastres de los Servicios de Salud y Secretarías
Regionales Ministeriales de Salud del país.

 Mantener un sistema de alerta y monitoreo nacional que permita la activación oportuna


de la respuesta del sector salud a nivel nacional ante la ocurrencia de eventos de nivel
III y IV.

 Elaborar directrices para la gestión de información en emergencias, elaborar los


instrumentos para la recolección de información y entregar orientaciones sobre los
procedimientos de reporte, canales de información y responsables de reportar, velando
por la disponibilidad oportuna y centralizada de la información relevante para la toma
de decisiones.

 Elaborar las directrices y orientaciones en las cuales el sector salud debe enmarcar el
proceso de recuperación posterior a un desastre, colaborar en dicho proceso y
supervisar su desarrollo.
 Preparar reportes de evaluación y sistematización de experiencias respecto de la
respuesta del sector salud frente a la ocurrencia de eventos de nivel III y IV.

 Velar por la correcta gestión sectorial de una emergencia o desastre y adoptar de forma
oportuna en cada una de las etapas de su ciclo las medidas que correspondan a fin de
optimizar la respuesta del sector.

 Actuar como punto focal sectorial en relación con el Marco de Sendai para la reducción
del Riesgo de Desastres, de Naciones Unidas, y actuar como agente impulsor de su
implementación en el sector salud.

1. Lineamientos estratégicos del Departamento de Emergencias y Desastres

Para llevar a cabo dichas funciones, este Departamento cuenta con los siguientes ejes
estratégicos:

1. Protección de la Salud Mental en la Gestión del Riesgo de Desastres


2. Trabajo Comunitario en la Gestión del Riesgo de Desastres
3. Equipos de Respuesta en Salud
4. Gestión del Cambio Climático en el sector Salud
5. Establecimientos Seguros frente a desastres
6. Simulaciones y Simulacros en emergencias de Salud
7. Planes de Gestión del Riesgo de desastres
8. Gestión de Información Territorial - Emergencias MIDAS
9. Comunicación del Riesgo en Emergencias de Salud
10. Telecomunicaciones en Emergencias en Salud
1. PROTECCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES.

La vivencia de un desastre genera cambios abruptos en diferentes ámbitos de la vida de las


personas y comunidades, visibiliza problemas sociales y agrava la desigualdad, generando
angustia y miedo frente a escenarios desconocidos. Particularmente para los grupos más
vulnerables, si su situación no es reconocida y abordada de manera oportuna y adecuada,
aumenta la probabilidad de que surjan problemas graves de salud mental y de larga data.
Como lo ha descrito la Organización Mundial de la Salud (OMS), la respuesta en el campo de
la Salud Mental no sólo implica atender las consecuencias emocionales directas de un evento,
sino también, otros efectos indirectos en la dinámica interpersonal y social, así como en el
entorno de las personas afectadas, en la medida en que se produce un deterioro del tejido
social y una desestructuración de la vida familiar.

En este contexto y ante un sostenido aumento de las emergencias y desastres, Chile tiene la
necesidad de incorporar de manera permanente un enfoque para la protección de la salud
mental en la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD). Así, los esfuerzos de múltiples actores
del Estado y de la sociedad civil deben apuntar a una transversalización de este componente,
para lo cual se cuenta en la actualidad con un Modelo de Protección de la Salud Mental en la
GRD, el que fue publicado el 2018, por ONEMI, MINSAL, con la colaboración de CIGIDEN y
JICA.
Modelo Chileno de Protección de la Salud Mental en la GRD

Este modelo entrega orientaciones a los integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil
(SNPC) para el diseño, coordinación e implementación de acciones para proteger la salud
mental de personas y comunidades, aplicables en las distintas fases de la gestión del riesgo
de desastres (GRD), a partir de un marco de referencia técnico basado en la evidencia,
estándares internacionales42 y experiencias nacionales.

En este se entiende la protección de la salud mental en la gestión del riesgo de desastres como
al fortalecimiento de capacidades y reducción de vulnerabilidad psicosocial con el fin de
prevenir los efectos negativos para la salud mental de eventos potencialmente traumáticos i.
Comprende un conjunto de acciones que comienzan antes que el evento ocurra (etapa de
prevención), se prolonga hacia la etapa de respuesta y se proyecta en las etapas posteriores
de rehabilitación y reconstrucción.

El fortalecimiento de capacidades hace alusión a la promoción, desarrollo y mejora de las


habilidades, conocimientos y destrezas de las personas y comunidades con las que pueden
responder ante una emergencia o desastre. Por su parte, la reducción de vulnerabilidad
psicosocial implica reconocer que, ante la ocurrencia de un desastre, las pérdidas y el impacto
no serán iguales para todas las personas, existiendo grupos con mayor probabilidad de verse
afectados y con mayor riesgo de morir, enfermarse, presentar síntomas de trastornos
mentales, tener mayores pérdidas económicas y más dificultades para recuperarse, entre otras
consecuencias negativas.

Dada la multiplicidad de factores y la complejidad de su abordaje, la protección de la salud


mental requiere ser abordada por una diversidad de actores, puesto que la responsabilidad
por la protección de la salud mental es transversal a todo el quehacer humano y no algo
exclusivo de los profesionales de la salud.

El modelo está compuesto por dos componentes fundamentales:

a) Temporalidad, que considera la realización de actividades en todo el ciclo de manejo del


riesgo y no solo en la respuesta, alineándose así con recomendaciones y normativa
nacional e internacional.
 En Prevención: son las acciones que apuntan a fortalecer las capacidades
psicosociales de las personas y comunidades, así como a prevenir, evitar o suprimir
las consecuencias en su calidad de vida de las personas ante eventos adversos.
 En Respuesta: son todas aquellas acciones tendientes a atender las
consecuencias psicosociales directas del evento tanto en las personas como en la

42
Proyecto Esfera, el Comité Permanente entre Organismos (IASC), y las orientaciones emanadas de OMS/OPS.
dinámica interpersonal y social, y en el entorno de los afectados. Por otra parte, la
respuesta debe ser lo suficientemente flexible y capaz de responder a una situación
cambiante que puede superar las capacidades locales, y por lo tanto, pudiese ser
necesario solicitar apoyo externo.
 En Recuperación: revisten particular importancia dado que las pérdidas que
ocasionan estos sucesos suelen ser múltiples, a nivel individual y sobre todo
colectivo. Los desafíos propios de esta etapa son el reto de reconstruir la vida
cotidiana, la estructura social y organizativa para una pronta vuelta a la normalidad.
Esta fase no tiene tiempo definido, pudiendo extenderse desde meses hasta incluso
varios años, puesto que requiere de la acción coordinada y eficiente de múltiples
actores del SNPC y de la comunidad involucrada.

b) Ejes Estratégicos, correspondientes a ocho áreas fundamentales de gestión que deben


abordarse en el ámbito de la salud mental en la gestión del riesgo, los cuales son:
 Coordinación intersectorial en la salud mental en la GRD, para definir e implementar
los mecanismos, procedimientos y recursos del SNPC articulados para la Protección de
la Salud Mental en la GRD.
 Gestión de la Información, consistente en disponer de información válida y oportuna
para el diagnóstico, planificación, diseño de acciones, evaluación y seguimiento que
favorezcan la toma de decisiones para la protección de la salud mental en la gestión del
riesgo de desastres.
 Fortalecimiento comunitario, enfocado a facilitar y fomentar la organización y
participación comunitaria como un factor protector de la salud mental de modo que la
comunidad sea parte y eje central de todas las discusiones, decisiones y acciones en
estas materias.
 Comunicación Social en la GRD, dirigido a orientar las acciones de quienes entregan
información (autoridades, comunicadores, medios de comunicación, entre otros), de
modo que contribuya a la protección de la salud mental a través de la comprensión del
entorno y la consiguiente toma de decisiones de la población frente al riesgo de
desastres.
 Trabajo focalizado con grupos específicos, con el objetivo de realizar acciones
focalizadas a lo largo de todo el ciclo de manejo del riesgo para el desarrollo de
capacidades y fomento de la resiliencia de grupos específicos con la consecuente
disminución de sus condiciones de vulnerabilidad, dado sus contextos y necesidades
particulares.
 Protección de la salud mental de las personas que colaboran en la GRD, orientando
el desarrollo de acciones sistemáticas y planificadas en todas las fases del ciclo de
manejo del riesgo, para proteger, prevenir y mitigar los posibles efectos negativos sobre
la salud mental de los respondedores, en los diferentes niveles organizacionales.
 Educación para la protección de la salud mental en la GRD, para el desarrollo de
acciones de formación que permitan fortalecer las capacidades individuales y colectivas,
de autogestión y preparación de toda la población para la protección de la salud mental
en la GRD.
 Lineamientos técnicos para la intervención, dirigidos a optimizar la eficacia de las
intervenciones y evitar el uso de acciones con potencial iatrogénico para mantener el
principio de trabajo de “ante todo, no dañar”.

2. TRABAJO COMUNITARIO EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE EMERGENCIAS Y


DESASTRES

La reducción del riesgo de desastres requiere la implicación y colaboración de toda la sociedad.


Requiere también empoderamiento y una participación inclusiva, accesible y no discriminatoria,
prestando especial atención a las personas afectadas desproporcionadamente por los desastres, en
particular las más pobres. Deberían integrarse perspectivas de género, edad, discapacidad y cultura
en todas las políticas y prácticas, y debería promoverse el liderazgo de las mujeres y los jóvenes.
(Marco de Acción de Sendai, 2015)

La gestión del riesgo de desastres realizada desde el sector salud, requiere necesariamente
la implicación activa de la comunidad, eje conductor de la memoria y el conocimiento de la
realidad territorial y humana incluyendo sus vulnerabilidades y capacidades para la reducción
del riesgo, en la prevención, así como el abordaje de la respuesta y recuperación ante
desastres.

La participación social permite la pertinencia cultural de las acciones no sólo en términos


conceptuales, sino como mecanismo de anclaje con las comunidades para desarrollar
acciones desde la vinculación con los grupos humanos asentados en territorios y con sus
historias e identidades.
ESTRATEGIAS PARA LA GESTIÓN DE RIESGOS DE EMERGENCIAS Y DESASTRES
CON ENFOQUE COMUNITARIO

El sector salud resulta ser un espacio privilegiado para el fortalecimiento de las capacidades
comunitarias para la reducción del riesgo de desastres, lo que está dado por el modelo de
salud familiar y comunitario, basado en la atención primaria de salud y con énfasis en la
actuación promocional y preventiva en salud. Desde los cuales se han establecido estrategias
para la educación comunitaria y la participación.
Las siguientes son estrategias para el trabajo comunitario en salud que pueden ser puestas al
servicio de la gestión del riesgo de desastres:

- Participación y Organización en Salud


- Educación social

Participación y Organización en Salud.

Qué es participación en salud

El Ministerio de Salud, considera muy importante que las personas, organizadas o no, en forma
individual o colectiva, participen entregando su opinión y propuestas acerca de los problemas
de salud que le afectan y cómo resolverlos de la mejor manera.
La participación ciudadana en salud es a la vez un derecho humano y aporta a la integración
y a la organización social, lo que contribuye a mantener la salud de las personas y
comunidades. Es también una estrategia política que fortalece una relación horizontal entre
la ciudadanía y los equipos de salud, mejorando la gestión pública a partir de las capacidades
que la propia ciudadanía posee para hacer propuestas y asegurar su aplicación. Contribuye
por tanto, al logro de los objetivos y a la mejora de los resultados en salud.

Desde el Sector Salud, la participación se considera un medio para:

 El desarrollo de las personas como protagonistas en el cuidado de su salud.


 La creación de comunidades con capacidad para actuar solidariamente en favor de
una mejor salud.
 El ejercicio de un control social sobre el Sistema de Salud.
 La participación social apunta a lograr disminuir las desigualdades en el acceso a la
atención oportuna, de calidad y con protección financiera.
 La participación social busca apoyar a las comunidades en la búsqueda de mejorar
las condiciones de vida y de salud.
Así, se define a la participación en salud como:

“Capacidad de incidir en las decisiones respecto de la salud, ya sea que se relacionen con
el diseño, implementación, evaluación de políticas, programas proyectos, vinculados con la
recuperación, rehabilitación, prevención de enfermedades y promoción de la salud, como
también, en aquellas decisiones vinculadas al uso e inversión de recursos públicos”

Se trata entonces de tomar parte en el intercambio de información relevante, ser parte de


la discusión y análisis sobre temas de salud, entregar propuestas para resolver los
problemas de salud que nos afectan, como por ejemplo, la contaminación ambiental, la
calidad de los alimentos, campañas de prevención de enfermedades, listas de espera,
especialistas, medicamentos, atención primaria, construcción de hospitales y centros de salud,
calidad de la atención, entre otros temas.

Como podemos fortalecer la participación en la Gestión de Riesgos de Emergencias y


Desastres

Podemos distinguir distintos ámbitos donde puede desarrollarse la participación en la gestión


de emergencias y desastres en el ámbito de la salud:

- participación ciudadana, participación comunitaria y participación social.

La participación ciudadana se relaciona con el ejercicio de derechos ciudadanos. La


Constitución Política, ampara la participación de la ciudadanía y sirve de marco para la
promulgación de diferentes leyes que fomentan la transparencia de la gestión de las
instituciones públicas, el derecho de las personas a ser escuchadas, a solicitar información
relevante, a reclamar y denunciar actos que pueden dañar nuestra salud o que atenten contra
nuestros derechos en salud.

Pueden mencionarse por ejemplo:

 Ley 20.500, de participación ciudadana


 Ley de Autoridad Sanitaria que crea los consejos consultivos de los hospitales
 Ley de Transparencia que permite solicitar y conocer información sobre temas de
interés
 Ley de Derechos y Deberes de las personas en salud
La participación ciudadana en emergencias y desastres se puede ejercer a través de distintas
formas establecidas por el sistema de salud:

Fortaleciendo la gestión de las Oficinas de Información Reclamos y Sugerencias - OIRS


para entregar información, acoger reclamos o quejas, recibir propuestas o felicitar al equipo
responsable de la atención y la gestión en relación a situaciones de emergencia.

Incorporando en las Cuentas Públicas Participativas que realizan las SEREMI de Salud en
cada Región, los directores de los Servicios de Salud en cada provincia, los directores de los
hospitales y otros establecimientos de salud, el tema de emergencias, así como los resultados
de la gestión anual de cada institución en el tema

Realizando audiencias públicas entre las autoridades y representantes de la comunidad


cuando se requiera entregar información y acoger la opinión de la ciudadanía acerca de una
decisión que debe tomar una autoridad que permita prevenir o enfrentar riesgos de
emergencias.

Realizando consultas y foros ciudadanos acerca de la gestión de emergencias y desastres,


recogiendo opinión y propuestas desde la ciudadanía que puedan mejorar las decisiones de
los equipos responsables de la gestión de riesgos y emergencias tanto en su prevención como
en las fases de recuperación y reconstrucción

Integrando a representantes de las comunidades locales y personas con interés en el tema


de riesgos y emergencias a consejos consultivos y comités locales de salud de los
establecimientos de salud (hospitales y centros de salud familiar y comunitaria); Consejos de
la Sociedad Civil de los Servicios de Salud; Consejos Asesores en las Secretarías
Regionales Ministeriales de Salud

Generando instancias de participación directa que permitan la discusión y deliberación en


relación a propuestas, y la priorización a través del voto de representantes de las comunidades
locales como presupuestos participativos u otras modalidades orientadas a la prevención y
manejo de los riesgos de emergencias

Permitiendo a través de distintos mecanismos que permitan la información permanente y


seguimiento a los proyectos de inversión, como construcción de hospitales, centros de
salud, servicios de urgencia, entre otros que incorporen protocolos de seguridad y control de
factores de riesgo de emergencias
Participación comunitaria

La participación comunitaria se relaciona con la organización de la comunidad, la movilización,


con el fin de tomar parte en la identificación de situaciones de riesgo de emergencias en un
territorio determinado como una comuna, barrio, sector, localidad, realizar propuestas de
prevención y manejo de las situaciones de riesgo, así como, participar en la ejecución de
propuestas y su permanente evaluación.

Algunas formas de participación comunitaria en emergencias son:

Formación de organizaciones comunitarias para trabajar en relación con diversos temas de


salud, como por ejemplo; red local de radio aficionados, red de protección de derechos de
niños y niñas en contextos de emergencia, comités locales de manejo ambiental, grupos de
autoayuda en salud mental y primeros auxilios psicológicos en emergencias, organizaciones
de voluntariado, comités locales de protección ambiental, entre otros.

Participar en diagnósticos participativos y planificación local participativa, con el fin de


identificar, priorizar, problemas o situaciones de riesgo de emergencias presentes en la
comuna, el barrio, el sector o localidad donde vivimos, para realizar propuestas y participar en
la ejecución de esas propuestas y su evaluación.

Formación y fortalecimiento de comités o consejos locales de salud con el fin de llevar a


cabo un trabajo conjunto con los equipos de salud o en forma independiente para aportar a la
prevención y manejo del riesgo de emergencias, ya sea, evaluando las experiencias
desarrolladas, aportando a mejorar la gestión de los establecimientos o priorizando problemas
y necesidades de la población, para que sean atendidos y solucionados en conjunto de manera
oportuna y pertinente.

Participación en mesas territoriales, en las cuales se pueden integrar representantes de la


comunidad y representantes de los equipos de salud y otras instituciones para resolver
anticipadamente problemas del territorio.

Participación social

La participación social se relaciona con la movilización de la ciudadanía, de las organizaciones


sociales de distinto tipo, que forman parte de la sociedad civil en su conjunto, con el fin de
informar acerca de un tema en particular que afecta a la población en general o a parte de la
población, defender derechos, influir en la opinión pública a favor de la búsqueda de
soluciones frente a problemas importantes para la población. Esta movilización social puede
influir en el uso de recursos públicos, proyectos de ley, campañas comunicacionales,
entre otras iniciativas en relación a la gestión de riesgos de emergencias y desastres.
Podemos distinguir distintos niveles y alcances de la participación en la gestión de
emergencias y desastres en el ámbito de la salud:

Informativa
Tomar parte en el intercambio de información relevante acerca de temas relacionados con
las situaciones de riesgo de emergencia, recursos disponibles para su enfrentamiento,
recursos disponibles, lugares de vacunación, acopio de ayuda material, puntos de información,
entrega de medicamentos, albergues, medios de comunicación, entre otros temas.

Consultiva
Participar en consultas ciudadanas relacionadas con la gestión de riesgo de emergencias y
desastres, entregando opinión a quienes toman las decisiones.

Propositiva
Ser parte de la discusión y análisis sobre acciones preventivas, identificación de situaciones
de riesgo, organización de la ayuda y primera respuesta, voluntariado, entre otros temas
vinculados a la salud y situaciones de emergencia.
Entregar propuestas pararesolver los problemas de salud que nos afectan en situaciones
de riesgo, emergencia y desastres, como por ejemplo, la contaminación ambiental, la calidad
de los alimentos, campañas de prevención de enfermedades, acceso a agua potable,
distribución de medicamentos, atención primaria, funcionamiento de la red asistencial
(hospitales y centros de salud), calidad de la atención, protección de las personas, familias y
comunidades más vulnerables, entre otros temas.

Decisoria
Ser parte de la toma de decisiones tanto en el diseño de planes locales de prevención y
gestión de las situaciones de riesgo de emergencias y desastres como en su ejecución y
evaluación.

Quiénes participan (actores locales)


Todas las personas, mujeres y hombres, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, personas
adultas mayores, preocupadas por su salud y la de la comunidad en que viven o pertenecen,
sin discriminación.

Herramientas de apoyo a la participación


La participación de los distintos actores locales puede apoyarse utilizando herramientas
propias del “trabajo comunitario” apropiadas para la gestión de riesgos de emergencias con
enfoque comunitario.
Educación Social
Desde la experiencia de la Promoción de la Salud, se entiende que la participación comunitaria
propicia la unión entre vecinos para llevar a cabo el involucramiento del ciclo del riesgo a nivel
comunitario, siendo que una de las características principales de la participación comunitaria
es buscar mejorar el bienestar de los miembros de la comunidad en función de valores que le
son propios, para que la mejora pueda ser sostenible en el tiempo.

Los objetivos del son los siguientes:

• Generar acciones educativas en la población chilena y residente en Chile sobre prevención,


mitigación, preparación y respuesta a los efectos de los desastres, por medio de acciones
desde el Ministerio de Salud.
• Incorporar el componente educativo en los Planes regionales de cada SEREMI y SS.
• Promover la integración de los esfuerzos intersectoriales (MINEDUC, MIDESO, ONEMI) en
la educación sobre riesgos y desastres.

En líneas generales, desde Promoción de la Salud es posible desarrollar con la comunidad


acciones de gestión del riesgo.

Líneas de acción las recomendadas:

En la fase de prevención:

Escuelas de Gestores Comunitarios Contribuir a la formación de dirigentes y líderes


sociales, a través de la transferencia de competencias teóricas y prácticas sobre la gestión del
riesgo, incorporando y validando su experiencia y fortaleciendo sus capacidades. Las
comunidades son las que mejor conocen su entorno físico, cultural y social, y a partir de este
conocimiento la planeación y la toma de decisiones podrá ser más acertada, de esta forma se
deberán respetar y acudir a las organizaciones comunitarias previamente establecidas antes
del desastres como juntas vecinales, clubs sociales y deportivos, ONG, cooperativas entre
otras para organizar las comunidad.

Capacitar a los agentes comunitarios en gestión integral del riesgo, primera ayuda
psicológica, respuesta comunitaria ante emergencias y desastres.
Desarrollo de simulaciones y simulacros comunitarios.

En la fase de respuesta:
 Facilitar el apoyo social y movilización de los recursos propios de las comunidades para
la mitigación y la disminución de los factores de riesgo psicosocial durante la respuesta.
 Participación de la comunidad en levantamiento de información de impacto y daño
generado por el evento. Acompañamiento y asesoría a líderes comunitarios para la
gestión de recursos.
 Promover y aumentar la autoayuda comunitaria y el apoyo-mutuo a través de múltiples
mecanismos formales e informales de interacción social.
 Trabajar conjuntamente con las organizaciones de base de la comunidad presentes en
el territorio, líderes y agentes comunitarios, de manera de otorgar una mejor
permeabilidad de las acciones realizadas considerando las necesidades y recursos de
los grupos específicos presentes en el territorio.
 Propiciar la pronta restitución u operatividad de espacios comunitarios, en donde se
facilite el diálogo para conjugar las decisiones de la comunidad considerando sus
subjetividades y modo de organización, también donde se pueda propiciar la recreación
y mantenimiento de sus actividades culturales.
 Apoyar las iniciativas comunitarias existentes para la respuesta, especialmente aquellas
que promuevan el apoyo familiar y comunitario a todos los miembros de la comunidad
afectados por la emergencia.
 Facilitar las condiciones para prácticas de apoyo psicosocial cultural y religiosamente
apropiadas.
 Facilitar condiciones de apoyo espiritual y religioso, adecuado al contexto comunitario.
3. EQUIPOS DE RESPUESTA EN SALUD

3.1. Origen de los Equipos de Respuesta

Los Equipos de Respuesta del Sector Salud, surgen como una estrategia de mejoramiento
de las capacidades de los países para dar cumplimiento a la implementación del Reglamento
Sanitario Internacional (2005).

Con respecto a nuestro país, los primeros equipos, denominados Equipos de Respuesta
Rápida (ERR), iniciaron su entrenamiento el año 2009, conformados, inicialmente, por
epidemiólogos, a los que se fueron sumando integrantes con otras funciones los años
siguientes. Esta tarea estuvo impulsada por el Departamento de Epidemiología del
Ministerio de Salud.
A inicios del 2011, se elaboró la primera Resolución Exenta emanada de la Subsecretaría de
Salud Pública (Nº85 del 15-02-2011), que respaldó, legalmente, a los miembros que lo
conforman y en ella se establecieron procedimientos generales relacionados con su
funcionamiento y evaluación.

Durante el año 2014, a raíz de la preparación para enfrentar una eventual importación de Virus
Ébola al país, se inició una capacitación conjunta entre la División de Políticas Públicas
Saludables y Promoción (DIPOL) y la División de Planificación Sanitaria (DIPLAS) de la
Subsecretaría de Salud Pública del MINSAL, para reforzar la respuesta nacional de los ERR.

Esta iniciativa, sumada a las permanentes emergencias ocurridas en el país (terremotos,


aluviones, erupciones volcánicas, entre otros), generó la necesidad de ampliar las capacidades
de los equipos y motivaron la inclusión de funcionarios del ámbito de acción sanitaria y del
área de Gestión de Riesgo de Emergencias y Desastres (DEGREYD), para ejecutar un plan
de capacitación centrado en entregar una respuesta integral, a través de equipos
multidisciplinarios.

Durante el 2016, los departamentos involucrados con la iniciativa, en conjunto con el Comité
Técnico de Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud, desarrollan una intensa labor de
consolidación de los avances, y genera lineamientos técnicos para la formalización de los
equipos, su diversificación y especialización, así como su proyección en términos de estrategia
de fortalecimiento de las capacidades locales para enfrentar situaciones de emergencias,
desastres y epidemias.

En la Estrategia Nacional de Salud (2011-2020), Eje estratégico N°9 Emergencias,


Desastres y Epidemias, se estableció como resultado esperado:

“Fortalecer la gestión de riesgos en los ámbitos de preparación, respuesta y


recuperación inmediata del sector salud ante emergencias, desastres y
epidemias” y, dentro del mismo, el resultado inmediato dirigido a las SEREMIs y
Servicios de Salud, dando prioridad a la “Conformación de Equipos de
Respuesta Rápida de acuerdo con los estándares y orientaciones definidos
por el nivel central, con capacidad de brindar apoyo en las áreas de Salud
Pública, Gestión de Redes, Salud Mental y Atención de Salud” (MINSAL,
2016).
3.2. ¿Qué son los Equipos de Respuesta del Sector Salud del nivel nacional?

Equipos de Respuesta a Equipos de Respuesta del


desastres de la OPS/OMS Sector Salud

Es una adaptación de la estrategia internacional del Equipo de Respuesta Regional de la


OPS/OMS, consistente en el desarrollo de la capacidad de despliegue de personal entrenado
y especializado, para desempeñar diversas tareas propias de la respuesta en situaciones de
emergencias y desastres, con la preparación, equipamiento, autonomía y los resguardos
administrativos adecuados para cumplir su labor en condiciones difíciles.

Hay que diferenciar los Equipos de Respuesta del personal especializado que,
habitualmente, se constituye para afrontar una emergencia, conformando el Comité Operativo
de Emergencia (COE) o realizando tareas de apoyo propias de sus funciones. Tampoco, se
considerarán como tal los expertos, especialistas o funcionarios que puedan ser desplegados
individualmente en apoyo a tareas específicas.

Los Equipos de Respuesta nacionales son aquellos que se desplazan hacia


una zona afectada desde otros lugares del país, activados y coordinados
desde el Ministerio de Salud.

Las personas que los conforman, son parte de una nómina del nivel central, a la que se puede
acceder al cumplir con requisitos de perfil, preparación, disposiciones contractuales,
manifestación de voluntad de querer ser parte y otros requisitos específicos incorporados en
las orientaciones técnicas vigentes.

Las SEREMIS y los Servicios de Salud podrán conformar Equipos de Respuesta locales, a
cargo de colaborar en emergencias o desastres regionales, provinciales o comunales, que no
excedan su capacidad, para lo cual podrán disponer de sus propios mecanismos de
capacitación, selección, activación y financiamiento, en el marco de estos estándares y
orientaciones.

Los equipos locales podrán optar a la certificación como equipos nacionales


y ser parte de la nómina de capacidades a disposición de Ministerio de
Salud, para ser activados y movilizados a otras regiones o servicios.
3.3. Objetivo general de los Equipos de Respuesta del Sector Salud

Contar con capacidad de Recurso Humano, técnicamente


idóneo, preparado, con resguardos adecuados, para ser
Objetivo de los Equipos de desplegado por el Ministerio de Salud en situaciones de
Respuesta del Sector Salud emergencias y desastres con el fin de fortalecer la
respuesta local de SEREMIs y Servicios de Salud en los
ámbitos que se requieran.

3.4. Clasificación de los Equipos de Respuesta del Sector Salud

La conformación de los Equipos de Respuesta Sectoriales se encuentra categorizado en


tres grupos con características y funciones definidas, los cuales pueden ser desplegados en
diferentes tiempos, conforme lo demande el evento en curso.

a) Equipos de Respuesta de Salud Pública (ERR)


b) Equipos Médicos de Emergencia (EMT, de acuerdo a la sigla en inglés Emergency Medical Team)
c) Equipos de Apoyo a la Respuesta en Salud Mental (ARSAM)

ARSAM

ERR EMT

Equipos de
Respuesta
Sectoriales

A continuación, se detalla cada uno de estos equipos de trabajo.

a) Equipos de Respuesta de Salud Pública

Estos equipos son, también, llamados Equipos de Respuesta Rápida debido a que, inicialmente, fueron los
equipos de epidemiología los que comenzaron la estrategia en respuesta al llamado del RSI a “Fortalecer
capacidades nacionales de vigilancia, prevención, control y respuesta a las enfermedades” (OMS, 2015).

Los Equipos de Respuesta de Salud Pública o ERR tienen una base internacional, sin embargo, de acuerdo con la
experiencia nacional, se ha ido adaptando a las necesidades específicas del país. Actualmente, los equipos se
encuentran conformados por 5 áreas, las cuales proporcionan un apoyo integral a la autoridad local en: el análisis
de daños, diagnóstico de situación, levantamiento de necesidades de apoyo en la implementación de sala de
crisis y desarrollo de un plan de acción. Estas áreas son:
 Epidemiología,
 Acción Sanitaria,
 Coordinación en Emergencias y Desastres,
 Coordinador de Red Asistencial
 Salud Mental.

Dependiendo de la situación a la que se enfrente, estos equipos pueden ampliarse a


otras especialidades.

Los ERR son los primeros grupos activados, movilizándose dentro de lo posible durante las 12 primeras horas de
ocurrencia del evento, por tal motivo, gran parte de los primeros despliegues se arman con profesionales del
Nivel Central de Salud.

EQUIPOS DE RESPUESTA DE SALUD PÚBLICA O ERR


ÁREA FUNCIONES DESTACADAS
Epidemiología  Análisis de riesgos en base a la información recabada y
la situación epidemiológica existente.
 Apoyo en el desarrollo de un plan de acción.
Acción Sanitaria Asesoría Técnica en las materias de su
especialidad que incluyen:

Agua y saneamiento,

Control de zoonosis y vectores;

Inocuidad alimentaria;

Nutrición;

Manejo de residuos;

Manejo de cadáveres;

Seguridad laboral;

Funcionamiento de las farmacias.
Coordinación en Emergencias y Apoyo en la coordinación e integración de la respuesta
Desastres sectorial en la emergencia y/o desastre.
 Apoyo en el desarrollo de informes integrados.
 Apoyo en la coordinación con el extrasector, a través
de los COEs locales.

Coordinador de Red  Apoyo en la evaluación del funcionamiento de la red


asistencial hospitalaria y APS.
 Asistencia en el levantamiento de las necesidades de
apoyo de EMT nacionales e internacionales.
 Apoyo en la coordinación de traslados
intrahospitalarios

Salud Mental Incorporación el enfoque psicosocial en la evaluación de


daños y análisis de necesidades y asesoría en la definición
de las prioridades de acción para la protección de la salud
mental: trabajo comunitario, coordinación intersectorial,
apoyo a grupos de riesgo y acciones de comunicación
social.
 Evaluación de la necesidad de activación de los Grupos
ARSAM y elaboración de un plan de acción al respecto.
Primera fotografía oficial de los Equipos de Respuesta Rápida Nacional

Departamento de Epidemiología, DIPLAS - MINSAL

b) Equipos Médicos de Emergencia (EMT)

Son equipos de profesionales de la salud (personal médico y de enfermería, paramédicos, logísticos, etc.), cuya
función es brindar cuidado clínico directo a poblaciones afectadas por emergencias, desastres y epidemias en
apoyo a los sistemas locales de salud.

Los EMT pueden ser de gobierno y/o de organizaciones no


gubernamentales y su capacidad de respuesta puede ser
nacional e internacional.

De acuerdo con el equipamiento, infraestructura móvil y características, los EMT pueden clasificarse en tipo I, II
y III, según el estándar internacional promovido por la OPS/OMS. Simultáneamente, la OPS/OMS define, además,
las células especializadas, que pueden estar conformadas por 2, 3 o varios profesionales expertos en el área
requerida y que se activan cuando se requiere cumplir con tareas muy específicas, pudiendo ser parte de un EMT
tipo II, III o apoyar a algún establecimiento de salud fijo. Ejemplo de estas células son: Célula de atención de
quemados, SAMU, célula quirúrgica, etc. Las células especializadas deben contar con la misma certificación de
competencias que un EMT I, II o III.
c) Equipos de Apoyo a la Respuesta en Salud Mental (ARSAM)

Son equipos multidisciplinarios conformados por funcionarios con experiencia y formación en salud mental, que
se constituyen y movilizan hacia zonas afectadas por emergencias o desastres para colaborar con los equipos
locales en la protección de la salud mental y apoyo psicosocial, tanto de la población afectada como de los
funcionarios y equipos de respuesta general.

Ante un despliegue, su foco principal es la reactivación y el


fortalecimiento de las capacidades de los equipos de salud locales en el
ámbito de salud mental con énfasis en el “cuidado de los que cuidan”.

A diferencia de los ERR y los EMT, los grupos ARSAM no cuentan con un estándar de referencia internacional
definido por la OMS, lo que hace que Chile sea pionero en su implementación, emanada por el levantamiento de
la experiencia de los equipos en eventos de desastres desde la erupción del volcán Chaitén, XI región, el año
2008.
TABLA EQUIPOS DE RESPUESTA SECTOR SALUD

ATRIBUTOS EQUIPOS DE EQUIPOS MÉDICOS EQUIPOS DE


RESPUESTA EN DE EMERGENCIA APOYO A LA
SALUD PÚBLICA O (EMT) RESPUESTA EN
ERR SALUD MENTAL
(ARSAM)
Posee estándar Sí Sí No
internacional
Posee No Sí Sí
orientaciones
técnicas
Capacidad en Actualmente, Médicos, generales y Trabajador(a) Social,
Recurso Humano constituido por especialistas, Médico, Psiquiatra,
profesionales de las enfermeros(as), Psicólogo(a). Otro
áreas de: Técnicos de profesional o Técnico
Epidemiología, Enfermería,
Acción Sanitaria, reanimadores(as),
Coordinación de conductores,
Emergencias y logísticos. Su
Desastres, conformación final
Coordinación de estará dado
Red, Salud Mental dependiendo del
nivel de
especialización del
EMT
Tiempo para Dentro de las Se activan posterior
Se activan posterior
activación (Todos primeras 12 horas al diagnóstico del al diagnóstico del
los equipos se Coordinador de Red profesional de Salud
activan por en terreno como Mental desplegado
decisión del COE parte de los ERR o como parte de los
del MINSAL) dependiendo de la ERR o dependiendo
información de la solicitud del
preliminar de la
nivel local y magnitud
magnitud del evento.
del evento.
Principales Apoyo a las Brindar “Cuidar a los que
atención
funciones Autoridades locales clínica directo cuidan”, es decir,
a
en la detección de poblaciones brindar apoyo a los
daños, análisis de afectadas por
equipos de salud
necesidades y emergencias, mental de los niveles
elaboración de un desastres y
afectados e
plan de acción para epidemias en apoyo indirectamente
responder ante el a los sistemas
apoyar la respuesta
evento adverso locales de salud. al evento adverso
desde un enfoque
psicosocial y
comunitario.
Requisitos de Todos los equipos desplegados del Sector Público de Salud deben
Autonomía contar con elementos de protección personal para el trabajo en
terreno y alimentación por 72 horas. Por otro lado, el Ministerio de
Salud, que es quien activa, brinda los apoyos administrativos en
alojamiento, movilización desde el comienzo de la misión y
alimentación posterior a las 72 horas.
Requisitos  Las personas que conforman los equipos de Respuesta del Sector Salud son
para
constituir estos funcionarios del Sistema Público de Salud, preferentemente en calidad
grupos contractual titular o contrata o bien honorario a suma alzada siempre que el
contrato establezca las condiciones administrativas necesarias.
 Deben manifestar la voluntad de querer constituir estos grupos de elite.
 Cumplir con la formación profesional definida para cada grupo.
 Haber aprobado los cursos de formación en el ámbito específico.
 Cumplir con atributos particulares como: trabajo en equipo, responsabilidad,
compromiso, tolerancia al estrés, manejo de conflictos, flexibilidad y plasticidad.
 Capacidad física y de salud acordes con las exigencias del trabajo en terreno en
condiciones difíciles y austeras

Todos estos equipos deben conocerse e integrarse en el trabajo de campo


4. GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL SECTOR SALUD

Los impactos del calentamiento global a nivel de clima y ambiente tienen como consecuencia
importantes efectos sobre la salud de la población. En la región de las Américas, el número de
eventos hidrometeorológicos notificados (sequías, temperaturas extremas, inundaciones y
tormentas) es motivo de grave preocupación. También son motivo de preocupación los
cambios que se prevén en la disponibilidad y el suministro de alimentos y la seguridad
alimentaria, el abastecimiento de agua, la variedad y distribución de las enfermedades de
transmisión vectorial, el aumento del nivel del mar y la concentración de contaminantes
atmosféricos. Los efectos del cambio climático sobre las ciudades, como las olas de calor, se
prevé serán cada vez mayores. En los países donde la urbanización ha sido acelerada y mal
planificada, las consecuencias perjudiciales podrían ser aún más graves (OMS & OPS, 2011).

Al Ministerio de Salud, -incluidas la Secretarías Regionales Ministeriales de Salud-, a los


Servicios de Salud y a sus organismos autónomos les corresponde actuar, -conforme a las
orientaciones que imparte el Ministro de Salud-, en orden a fortalecer la capacidad del país
en el sector salud para responder al desafío del cambio climático, identificando e
implementando medidas de corto, mediano y largo plazo, que permitan aminorar las
consecuencias negativas que este fenómeno provocará sobre la salud de la población y
asegurar el funcionamiento adecuado de los servicios y redes de salud, considerando las
nuevas condiciones climáticas y los impactos proyectados.

La coordinación y el seguimiento de los planes, programas y actividades que desarrolla el


sector salud en materia de cambio climático, se encuentran radicados oficialmente en el
Departamento de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres del Ministro de Salud.

Dentro de esta función se enmarca la coordinación y seguimiento da la implementación del


Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Salud, PACC-S. Esta labor se
desarrolla a través la Unidad de Coordinación Ejecutiva del PACCSS y del Comité de
Implementación del PACCSS, en el cual participan todas las Divisiones del Ministerio de Salud
involucradas, el Instituto de Salud Pública y representantes de los Gabinetes de ambas
Subsecretarías de Salud.

El Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Salud busca una mirada intersectorial
para gestionar los riesgos y problemas asociados a los cambios esperados en cuanto a los
fenómenos climáticos. A partir del quehacer propio del Ministerio de Salud, en base a sus
atribuciones legales otorgadas por el Código Sanitario, se hace necesario asegurar que en el
contexto del cambio climático la interdisciplinariedad se exprese tanto en la institucionalidad
que el país se ha dado en materia de salud como en la institucionalidad al interior de la
administración del Estado presente tanto con relaciones colaborativas entre otras instituciones
del Estado, como con organizaciones público–privadas, la academia y organizaciones no
gubernamentales.

En la formulación de PACC-S Se han identificado ocho ejes de acción dentro de los cuales se
integran las medidas de adaptación. Estos ejes deben ser desarrollados y fortalecidos de
acuerdo a la capacidad actual del sector para dar respuesta a los impactos esperados en salud
producto del cambio climático. Dichos ejes de acción y sus objetivos específicos se describen
a continuación:

1. Fortalecimiento de la institucionalidad
Objetivo específico: Crear dentro del Ministerio de Salud una Unidad de Coordinación
ejecutiva encargada de articular, coordinar y dar seguimiento a las diversas acciones
del plan sectorial de salud frente al cambio climático.
2. Fortalecimiento del capital humano
Objetivo específico: capacitar, con respecto a la temática del cambio climático
y sus impactos en la salud, a los departamentos/unidades que jugarán un rol clave en
la adaptación de la institucionalidad de salud para dar respuestas a las nuevas
necesidades asociadas al cambio climático.
3. Estudios
Objetivo específico: fortalecer el conocimiento y la evidencia de alcance nacional con
respecto a las variables ambientales vinculadas al cambio climático y a cómo éstas
podrían explicar y predecir efectos sobre la salud de las personas.
4. Vigilancia
Objetivo específico: asegurar la medición continua y estandarizada de indicadores
asociados a variables ambientales que tienen implicancias en el estado de salud de las
personas y que están relacionadas con el cambio climático.
5. Promoción de la salud a la ciudadanía
Objetivo específico: empoderar y educar a la ciudadanía en las temáticas del cambio
climático y sus impactos sobre la salud de la población, tanto a nivel nacional como
regional, para concientizar a las comunidades y promover medidas de respuesta ante
los impactos del cambio climático esperados en la salud.
6. Respuesta ante situaciones de emergencia
Objetivo específico: mejorar la capacidad y calidad de respuesta de la institucionalidad
ante situaciones de emergencia provocadas por los impactos esperados del cambio
climático en la salud de la población.
7. Disminución de la Vulnerabilidad
Objetivo específico: fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático y a sus
impactos en la salud, de aquellos grupos identificados como vulnerables, los que según
OMS & OPS (2011), corresponden a los menores de 5 años, las mujeres embarazadas
o que amamantan, las personas adultas mayores, los pobres y todas las poblaciones
excluidas socialmente, los pueblos indígenas y otros grupos étnicos, así como las
poblaciones migrantes y desplazadas que viven en zonas urbanas y rurales.

8. Atención de salud
Objetivo específico: asegurar la capacidad de respuesta de la institucionalidad ante
eventuales cambios en el perfil de morbimortalidad de la población derivados de la
aparición de enfermedades emergentes y/o reemergentes como consecuencia del
cambio climático.

5. ESTABLECIMIENTOS SEGUROS FRENTE A DESASTRES

Objetivo general: Integrar las estrategias en torno a los ámbitos de seguridad, inclusión,
eficiencia y sustentabilidad en los establecimientos de salud, con especial énfasis en el ciclo
de los proyectos de inversión de infraestructura de salud, considerando todas sus fases de
desarrollo. Esto se impulsa tanto para hospitales existentes como futuros.

Tal como se señaló en capítulos anteriores, en la segunda Conferencia Mundial de Kobe


(Japón) propuso un plan de acción para el periodo 2005-2015 (Marco de Acción de Hyogo).
En este plan se subraya la necesidad de integrar la planificación de la reducción de riesgos de
desastres en el sector salud, promover la meta de hospitales seguros frente a desastres,
asegurar que todos los hospitales nuevos se construyan con un nivel de confiabilidad e
implementar medidas de mitigación para reforzar los establecimientos de salud existentes.

Este compromiso se refrenda en El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de


Desastres 2015-2030, instrumento adoptado en la tercera Conferencia Mundial de las
Naciones Unidas celebrada en Sendai (Japón) en marzo de 2015, y sucesor del Marco de
Acción de Hyogo (MAH), específicamente promoviendo la resiliencia de la infraestructura
vital nueva y existente, incluidas los hospitales y otras instalaciones sanitarias para
asegurar que sigan siendo seguras, eficaces y operacionales durante y después de los
desastres a fin de prestar servicios esenciales y de salvamento.

Asimismo la Política Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres de la Oficina Nacional de


Emergencias del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ONEMI, que plantea como uno de
sus ejes prioritarios, en concordancia con el Marco de Sendai, Reducir los factores
subyacentes del riesgo” que plantea dentro de sus objetivos específicos el “Identificar e
implementar las medidas que apunten a asegurar, entre otros, la operación continua de los
servicios básicos, infraestructura crítica e instalaciones públicas críticas, contribuyendo
a mitigar los factores subyacentes del riesgo, entre otros.
Como Estado miembro de la OPS/OMS, Chile se suma a la estrategia Internacional de
“Hospital Seguro”, lo cual significa un compromiso ante la asamblea mundial del sector, en
donde Chile debe dar cuenta de los avances en el área. Para esto, el impulsar el aspecto de
Establecimiento de Salud Seguro ante desastre forma parte de los objetivos sanitarios de la
década del Ministerio de Salud (Estrategia Nacional de Salud 2011-2020)

 Hospital Seguro e Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH): Se entiende por Hospital


Seguro un establecimiento de Salud cuyos servicios permanecen accesibles y
funcionando a su máxima capacidad instalada y en su misma infraestructura
inmediatamente después de un fenómeno destructivo de gran intensidad; esto implica
la estabilidad de la estructura, la disponibilidad permanente de servicios básicos y
organización al interior de la unidad de salud. Esto se traduce en que, además de
asegurar la vida de los funcionarios y pacientes, el hospital, y en general los
establecimientos de salud, deben seguir funcionando para asegurar la atención de los
heridos y enfermos que han sido víctimas de estos eventos.

En este contexto, la OPS, con el apoyo de un grupo de expertos de diferentes países, elaboró
el Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH), una herramienta de evaluación rápida y confiable
que proporciona una idea inmediata del nivel de seguridad de un hospital.

El índice de seguridad hospitalaria es un valor numérico que expresa la probabilidad de que


un hospital continúe funcionando en casos de desastre. Se obtiene mediante el uso de una
lista de verificación que contiene una serie de aspectos o variables de evaluación, aplicando
estándares de seguridad y asignándole pesos relativos a cada aspecto evaluado.

El ISH constituye entonces una herramienta internacionalmente validada, la cual corresponde


a una guía que contempla la evaluación de tres aspectos fundamentales:

 Aspectos estructurales: Relacionados con la estructura, materiales utilizados y


antecedentes a exposición a amenazas naturales y de otro tipo.
 Aspectos no estructurales: Se relaciona con elementos arquitectónicos, soportes,
anclajes, funcionalidad de equipos, líneas vitales, sistemas de calefacción,
equipos médicos, entre otros.
 Aspectos funcionales: Organización técnica y administrativa de la institución para
responder a situaciones de desastres. Involucra la organización del cuerpo
directivo, implementación de planes de emergencias y desastres, protocolos,
programas, disponibilidad de recursos, entre otros.

El resultado de la aplicación del ISH determina el nivel de seguridad de la institución ante


situaciones de desastres, la cual puede ser categorizada en alta, media o baja. Cabe
mencionar que la aplicación del ISH no reemplaza un estudio acabado de vulnerabilidad. El
ISH facilita la identificación de las principales debilidades de un establecimiento de salud, a
partir de ellas se recomienda elaborar una estrategia de intervención, donde se prioricen las
acciones a desarrollar de acuerdo a su importancia, tiempo y recursos disponibles. Este
proceso facilita la orientación de recursos a la solución de problemas identificados y la
implementación de acciones a corto mediano y largo plazo.

Desde el año 2010 a la fecha el Departamento de Emergencias y Desastres, en colaboración


con la División de Inversiones del MINSAL, ha implementado medidas en pos de ir avanzando
en esta estrategia, capacitando profesionales ingenieros, arquitectos y clínicos en la aplicación
del ISH - con apoyo de la OPS - e iniciando su aplicación - en establecimientos del sistema
público de salud.

La Guía del Evaluador de ISH puede encontrarse en el siguiente enlace de OPS/OMS:

https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=download&alias=2662-
ish-guia-de-evaluadores-segunda-edicion&category_slug=hospital-safety-index-
1&Itemid=1179&lang=en
El Formulario de Evaluación de ISH puede encontrarse en el siguiente enlace de OPS/OMS:

https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=download&alias=2663-
ish-formularios-de-evaluacion-segunda-edicion&category_slug=hospital-safety-
index&Itemid=1179&lang=es

Hospitales y su relación con el Sistema de Salud

Para el cumplimiento de sus objetivos, el hospital funciona como parte de un sistema de salud
integrado por los niveles locales, regionales y nacionales, los cuales deben coordinarse para
hacer un uso eficiente de los recursos disponibles.

Los hospitales deben mantener especial relación con instituciones relevantes para mantener
su capacidad de atención de pacientes frente a eventos adversos. Entre otras instituciones
tenemos:

• Empresas de Agua Potable

• Empresas Distribuidoras de Energía Eléctrica

• Proveedores de Telecomunicaciones

• Servicios de Salud

• Seremis
• Municipalidades

• Otras

• Defensa Civil

• Cuerpo de Bomberos FFAA y Carabineros de Chile

• SAMU

Para que los hospitales puedan cubrir las demandas en salud adecuadamente durante
situaciones de desastres, se requiere un proceso de planeamiento que contemple el
fortalecimiento de la capacidad de responder a situaciones de crisis adscritas al ambiente
hospitalario o que afectan su entorno. Con este fin, es necesario, que los Establecimientos de
Salud desarrollen su Plan de Emergencia y Desastres, contemplando componentes y
procedimientos específicos según su perfil de riesgo tanto interno como externo43.

Entre otros aspectos el plan de emergencia y desastres hospitalario debe considerar el


funcionamiento dentro de horario hábil, es decir de lunes a viernes con plena capacidad
administrativa además de clínica y también horario no hábil, referido a horarios nocturnos,
feriados y fines de semana.

Otras estrategias relacionadas:

• Inclusión para la Gestión del Riesgo de Desastres en hospitales (INGRIDH):


Corresponde a una metodología de “evaluación - acción” para mejorar el nivel de
preparación para la respuesta hospitalaria en situaciones de emergencia y
desastres causados por cualquier tipo de peligro con énfasis en personas con
discapacidades.

La metodología INGRID-H puede encontrarse en el siguiente enlace de OPS/OMS:

https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=document&alias
=2672-inclusion-para-la-gestion-del-riesgo-de-desastres-en-hospitales-ingrid-
h&category_slug=books&Itemid=1179&lang=es

43OPS. Manuales y Guías sobre Desastres. ¿Su Hospital es Seguro? Preguntas y respuestas para el personal
de Salud. 2007.
• Smart - Hospital: Establecimientos de salud que combinan su seguridad estructural y
operacional con intervenciones favorables para el medio ambiente (verdes), con una
relación de costo-beneficio razonable. Esta herramienta incluye instrumentos
previamente desarrollados, como el Índice de Seguridad Hospitalaria.

El Instrumento de SMART HOSPITAL puede encontrarse en el siguiente enlace de


OPS/OMS:

https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1742:
smart-hospitals-toolkit&Itemid=1248&lang=es
6. SIMULACIONES Y SIMULACROS EN EMERGENCIAS DE SALUD

Uno de los aspectos fundamentales en la gestión del riesgo de emergencias y desastres es


contar con recursos humanos y físicos preparados para responder adecuadamente a diversas
situaciones que pudieran darse en un territorio determinado.
En ese sentido, las simulaciones y simulacros son una herramienta muy efectiva a la hora de
evaluar los planes de emergencias existentes, pues se pueden evidenciar problemas de
diverso tipo sin poner en riesgo a la población o a los equipos de respuesta.
En la práctica se trata de ejercicios destinados fundamentalmente a la comprobación de las
acciones contenidas en los planes de respuesta elaborados. Participan en ellos parte o el total
de los miembros de la organización en la cual se aplica. Necesita preparación previa,
coordinación y recursos.

Es importante diferenciar entre simulacros y simulaciones, como se observa en la siguiente


tabla:
Este aspecto de la Gestión Integral del Riesgo en Salud es relevante como ejercicio real de
preparación para situaciones de Emergencias y Desastres en la ciudadanía, a la vez que
forma parte de los requerimientos de los objetivos sanitarios de la década del Ministerio de
Salud. Se recomienda hacer simulacros por lo menos una vez al año, como una medida
preventiva esencial en la Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres.

7. PLANES DE GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES, COMITÉS DE EMERGENCIA Y


COMITÉS OPERATIVOS DE EMERGENCIA (COE)

I. Gestión del Riesgo, con énfasis en preparación y respuesta.

El Comité de Emergencia es un equipo de trabajo, encargado de coordinar la Gestión


del Riesgo a nivel nacional y poder enfrentar oportuna y eficientemente los efectos de un
evento adverso, en cada Servicio de Salud existe un equipo de trabajo conformado por la
máxima autoridad de la institución, quien lo lidera, y jefaturas de diferentes áreas que
representan los recursos humanos, técnicos y materiales para gestionar situaciones de
emergencia y desastres.

El objetivo de estos comités es el fortalecimiento de la respuesta oportuna y eficiente del


Sector Salud ante los diversos eventos adversos capaces de producir situaciones de
emergencia y/o desastres, actuando, principalmente, en la coordinación del desarrollo de la
preparación, prevención y mitigación, y posteriormente en las etapas de rehabilitación y
reconstrucción.

Comité Operativo de Emergencias (COE)


El COE es el organismo técnico responsable de gestionar la etapa de respuesta y
rehabilitación en el ciclo de riesgos (ver ciclo del riesgo). Dependiendo de la situación,
el COE podrá ampliarse invitando a participar a otros actores relacionados con la
contingencia. Ante una situación de emergencia y/o desastre, la máxima autoridad de
cada nivel, o quien la subrogue, deberá determinar la activación del Comité de
Emergencia en Comité Operativo de Emergencia (COE), el cual deberá constituirse en
la Sala de Situación.

Es importante recalcar la estrecha relación que debe existir entre el COE de la SEREMI de
Salud y el COE del Servicio de Salud, cuyas acciones son complementarias para la respuesta
oportuna y eficiente del Sector en el territorio44.

44 Ibídem
Coordinadores de Emergencias y Desastres

Los coordinadores de Emergencias y Desastres constituyen agentes importantes de los


Comités de Emergencias. Se trata de profesionales con experiencia en la Gestión Integral del
Riesgo, que actúan como asesores directos en esta materia de la autoridad respectiva, los
coordinadores de emergencias y desastres y cumplen el rol de secretarios ejecutivos dentro
de los comités de emergencias secretario ejecutivo del Comité de Emergencia y Desastres y
del Comité Operativo de Emergencias (COE)

Entre sus funciones se encuentra asesorar y cooperar con la autoridad en la formulación,


aplicación y control de todas las medidas que se deben aplicar para una eficiente Gestión
Integral del Riesgo, con el fin de disminuir, en lo que a salud se refiere, los efectos que
normalmente un desastre provoca sobre la población, funcionarios e infraestructura sanitaria.

Tabla X: Funciones de los Coordinadores de Emergencias y Desastres

Funciones de los Coordinadores en el Antes Funciones de los Coordinadores Durante


 Constituirse en su organización como el referente  Sugerir a la autoridad la constitución de un Comité
oficial de emergencias y desastres. Operativo de Emergencia ante la ocurrencia de
 Coordinar el proceso de elaboración del Plan de eventos y/o la emisión de una alerta por el SNPC y
Emergencia de la SEREMI o Servicio de Salud constituirse como su secretario ejecutivo en el lugar
 Coordinar el proceso de elaboración de Planes frente a preparado para su funcionamiento.
amenazas específicas presentes en el territorio bajo su  Proponer, en conjunto con los miembros de este, la
jurisdicción aplicación de las medidas consideradas para esta fase
 Participar en la elaboración de los planes de en la planificación respectiva (priorización de las
contingencia que estos niveles desarrollen ante acciones, búsqueda y procesamiento de información,
eventos masivos, festividades, etc., y donde el sector evaluación de daños, movilización de recursos, etc.) y
Salud deba tener una participación relevante. coordinar las acciones requeridas frente a la alerta.
 Articular una adecuada coordinación con instituciones  Coordinar la constitución del Equipo de Respuesta
y organizaciones de todo el Sector, especialmente Regional y brindar todo el apoyo para su despliegue.
aquellas cuyo apoyo es fundamental para la gestión  Cuando exista el despliegue del Equipo de Respuesta
del desastre en Salud. Nacional, coordinar su integración con el COE de la
 Proponer un programa de capacitación donde SEREMI o Servicio de Salud, nivel regional o local.
participen los diferentes departamentos o servicios  Contribuir a la definición de objetivos y a la
que tendrán relevancia en el manejo de crisis. elaboración de un plan de trabajo, velando por el
 Coordinar y participar activamente en la ejecución de abordaje integral en la respuesta y el uso eficiente de
los simulacros y simulaciones que se deben realizar en recursos de acuerdo a los principios del sistema de
todos los niveles de gestión, para comprobar las protección civil
fortalezas y debilidades de la planificación elaborada y  Constituir la sala de crisis, sala de situación o centro de
poder efectuar las modificaciones del caso. operaciones de emergencia y asegurar su
 Mantener contacto de carácter técnico con el funcionamiento durante todo el periodo requerido en
Departamento de Gestión de Riesgo en Emergencias y la emergencia.
Desastres del MINSAL.  Mantener la información relevante de las acciones en
 Informar de inmediato al Departamento de Gestión de desarrollo y disponer la centralización, consolidación y
Riesgo en Emergencias y Desastres del MINSAL la difusión de esta a los canales y medios de
ocurrencia de un evento adverso que por sus comunicación, previo visto bueno de la autoridad
consecuencias debe ser conocido por el nivel central. respectiva.
 Planificar y ejecutar actividades de entrenamiento en  Proponer las medidas de control que permitan evaluar
la conformación de Equipos de Respuesta Rápida y el cumplimiento oportuno y eficaz de las disposiciones
otras materias asociadas a la gestión del riesgo. u orientaciones emanadas del COE.
 Planificar la ejecución de las acciones tendientes al  Cooperar en la formulación de las tareas más urgentes
cumplimiento el Objetivo N°9 sobre emergencias, que aseguren una pronta fase de rehabilitación de los
desastres y epidemias de la Estrategia Nacional de establecimientos de la Red Asistencial que hayan
Salud. sufrido daños menores y/o funciones que se hayan
interrumpido.

Constitución y funcionamiento de los comités de Emergencia y Desastre

- A nivel regional: Son presididos por la SEREMI de Salud y participan en ellos los
directores de S.S. Su tarea consiste en preparar el Plan Regional de Emergencia y Desastres,
donde se integra y coordina la respuesta del Sector Salud local con las funciones propias de
la autoridad sanitaria y la Red Asistencial, considerando también todas las otras instituciones
y empresas que serán fundamentales en el apoyo al Sector en la respuesta y rehabilitación
post impacto de un desastre.

- A nivel de SEREMIS: Son presididos por la autoridad sanitaria y su objetivo es elaborar


o actualizar el Plan de Emergencias y Desastres de Salud Pública, donde están consideradas
las funciones que les son propias y su aplicación en situaciones de desastres.

- A nivel de Servicio de Salud: Son presididos por su director y su propósito es elaborar


el plan que coordina el proceso de Gestión del Riesgo de toda la Red Asistencial, incluyendo
la Atención Primaria y el extra sector. En este nivel cobra especial importancia todo lo
relacionado con los preparativos, la prevención y mitigación que deben desarrollar los
establecimientos asistenciales de su dependencia, con el fin de mejorar la seguridad y
autonomía de estos.

- Centros Asistenciales: Son presididos por su respectivo director, con el objetivo de


elaborar el Plan de Emergencia y Desastres del establecimiento. Así se busca enfrentar un
evento adverso de origen externo o interno, considerando también las medidas de prevención,
mitigación y capacitación tendientes a lograr en el mediano plazo la meta de Hospital Seguro,
asegurando con ello que el establecimiento no sea una víctima más del desastre y continúe
en funciones post impacto.

Sala Situación

Corresponde a un lugar físico que cumple con características de seguridad y accesibilidad


ante situaciones de desastre, el que además se encuentra implementado con los medios
audiovisuales, tecnológicos y de respaldo necesarios para el funcionamiento del Comité
Operativo de Emergencia de las SEREMIS de Salud o Servicios de Salud, según corresponda.
Dentro de los preparativos para situaciones de emergencia y desastres se recomienda contar
con una primera y una segunda Sala de Situación, ante la eventualidad de que la primera
colapse ante el evento adverso.

Para el óptimo funcionamiento del COE, se espera que la Sala de Situación se encuentre
equipada como a continuación se detalla:

 Unidades de trabajo suficientes para reunión del COE.


 Cada unidad cuenta con línea telefónica y acceso a Internet.
 Pantallas multipropósito (TV, gráficas, PC, videos, etc.).
 Sistema de radiocomunicaciones de larga distancia (HF) y corta distancia (VHF).
 Sistema de comunicaciones satelital con antena exterior.
 Acceso a Sistema de Información Cartográfica (SIG).
 Acceso a canales nacionales de televisión local (VHF).
 Acceso a televisión por cable (Operador).
 Acceso a radioemisoras locales AM-FM.
 Acceso a alimentación eléctrica en enchufes (para notebook, celulares, etc.).
 Equipos de respaldo de energía eléctrica.  Equipos de respaldo lumínico a baterías.
 Pizarra acrílica o interactiva con insumos.
 Disponibilidad de personal técnico para manipular el equipamiento.
 Secretaria.
 Auxiliar de servicio.
 Alimentación (agua y alimentación en horario de turnos del COE).

El Plan de Emergencias y Desastres

La elaboración de Planes de Emergencias y Desastres para enfrentar estas situaciones a


nivel nacional y regional se ha definido como un proceso crítico dentro del Ministerio de
Salud. Lo que se busca es brindar una respuesta eficiente y oportuna frente a eventos
adversos. A continuación se describe los contenidos básicos que deberían ser considerados
en un plan de emergencias y desastres dentro del sector salud.

Para su elaboración es muy importante ceñirse a las formalidades que se exigen a nivel de
formato. El desarrollo del Plan de Emergencias y Desastres de las SEREMIS y Servicios de
Salud será responsabilidad de los respectivos Comités de Emergencias y Desastres, además
deberá constituir un documento oficial de la institución. A continuación se desarrolla un índice
con los contenidos del Plan. (En anexo XXXX se desarrollan los contenidos del Plan de
Emergencias y Desastres de SEREMIs y Servicios de Salud)
Plan de Emergencia SEREMIS y Servicios de Salud

INDICE

1. Introducción
1.1. Antecedentes
1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General
1.2.2. Objetivos Específicos
1.3. Cobertura, Amplitud y Alcance
1.4. Relación con Otros Planes

2. Levantamiento de Recursos y Capacidades Institucionales

3. Coordinación
3.1. Comité de Emergencia
3.1.1. Activación, Convocatoria y Auto Convocatoria
3.1.2. Definición de Roles y Funciones
3.2. Coordinación Institucional
3.2.1. Fase Alertamiento
3.2.2. Fase Respuesta
3.2.3. Fase Rehabilitación
3.3. Coordinación Interinstitucional
3.3.1. Fase Alertamiento
3.3.2. Fase Respuesta
3.3.3. Fase Rehabilitación

4. Comunicación e Información
4.1. Sistema de Telecomunicaciones
4.2. Información a la Comunidad y Medios de Comunicación

5. Activación del Plan

6. Evaluación de Daños y Necesidades

7. Implementación y Readecuación del Plan


7.1. Implementación
7.2. Revisión Periódica
7.3. Actualización

8. Anexos
8.1. Cuadro de Control de Cambios
8.2. Marco Normativo y Legal
8.3. Ficha de Enlaces – Institucional
8.4. Ficha de Enlaces – Extra Sectorial
8.5. Planillas (formatos) Para Consignar Recursos y Capacidades
8.6. Listado de Protocolos y Procedimientos Complementarios Vigentes
Cadena de comunicación del Sector Salud en Emergencias y Desastres
8. GESTIÓN DE INFORMACIÓN TERRITORIAL - EMERGENCIAS MIDAS

En toda emergencia y desastre, un aspecto que resulta fundamental a la hora de mitigar los
efectos sobre la población es la llamada Comunicación del Riesgo, ya que la experiencia ha
demostrado que estos eventos adversos pueden reducirse considerablemente si la gente se
mantiene informada sobre las medidas que puede tomar para reducir su vulnerabilidad y si se
mantiene motivada para actuar.

Su objetivo principal es el de dar orientaciones claras y precisas a los distintos públicos de la


población con el fin de posibilitar la toma decisiones en cuanto a las medidas de control y
prevención frente a una emergencia o evento, en virtud de proteger su salud, la de su familia
y a su comunidad.

Asimismo, busca difundir con prontitud los antecedentes que se manejan para mantener la
confianza que tiene la comunidad en sus autoridades.

Entre sus acciones principales están las de dar las pautas para mantener informados a los
distintos públicos respecto a la emergencia o evento ocurrido en el país, educar sobre las
formas de autocuidado, promover la adopción de comportamientos de prevención y reportar
periódicamente sobre la situación de la emergencia.

Para lo anterior se analizan diversos escenarios probables, se identifican colaboradores y


aliados, se fortalecen capacidades, se establecen mecanismos de vigilancia y monitoreo, y se
determina canales alternativos de comunicación y de gestión de recursos.

MODULO DE EMERGENCIAS MIDAS 2016 - 2019

El Ministerio de Salud ha impulsado el desarrollo de la Gestión Integral del Riesgo por medio
del Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres, fomentando e
incentivando el trabajo preventivo con especial énfasis en la adecuada coordinación de la
información sectorial de las diversas áreas técnicas del sector ante una emergencia en salud.
Esta labor en regiones recae principalmente en Coordinadores de Emergencias y Desastres
titulares y subrogantes, tanto en SEREMI de Salud (16) Servicios de Salud (29) los cuales
impulsan la Gestión Integral del Riesgo en todas sus fases , en su rol de “Mando de
Coordinación” con especial énfasis en los Comité Operativos de Emergencias (COE) , que son
instancias de coordinación sectorial que implican la definición, ejecución y monitoreo de líneas
de acción prioritarias para la solución de situaciones complejas, que afectan a la continuidad
de brindar atención o que ponen en riesgo a la salud de las personas. Lo anterior hace
necesario que tanto las autoridades en todos los niveles como los equipos técnicos, cuenten
con la mayor y mejor información posible y que permita dar cumplimiento a las acciones de
respuesta de manera integrada y restablecimiento de la normalidad en lo que a salud compete
en sus atribuciones, de manera oportuna y coordinada, y a su vez, orientar adecuadamente a
la población.

Uno de los aspectos críticos en una emergencia, es la rapidez con que se obtiene, procesa y
analiza la información disponible, sobre todo en las primeras horas. Por lo anterior, el objetivo
de la estrategia Emergencias MIDAS consiste en implementar un proceso de Modernización
Información Digital de los Comité Operativos de Emergencias por medio de una herramienta
tecnológica de código de programación de desarrollo propio del Ministerio de Salud, que
permite sistematizar, administrar y gestionar la información crítica para la toma de decisiones
bajo entornos digitales georreferenciados y que potencia la capacidad de respuesta en
regiones afectadas y que permite el acceso de información tanto de equipos técnicos y
autoridades del sector salud para la toma de decisiones, que frente a un evento de
manifestación súbita y de gran magnitud o situaciones de emergencias locales, permite la
elaboración de reportes hacia autoridades de manera estandarizada, homogénea, en
intervalos regulares, proporcionando información autorizada compilada en base a los aportes
de los referentes técnicos locales y por medio de canales oficiales establecidos por el
ministerio, en situación de “Normalidad” de servicios TIC, según las líneas de acción definidas
en los Planes de Emergencias Sectoriales de Salud.

1. Introducción:

Mediante este curso se pretende dar a conocer la herramienta oficial del Sector Salud para la
gestión de información en emergencias y desastres, cuyo principal componente es el uso de
la información territorial en los ámbitos de preparación y respuesta del sector salud como un
apoyo a la toma de decisiones. “El enfoque geotecnológico, para algunos autores considerado
como el nuevo paradigma geográfico, se ha dejado sentir con fuerza en el ámbito de la
geografía de la salud, en especial en el empleo de los SIG. En la actualidad se estima que
cerca de un 80% de las necesidades de información de quienes toman decisiones y definen
políticas en los gobiernos están relacionadas con una ubicación geográfica, es por ello que el
uso de SIG como herramienta que se utiliza para mostrar la espacialización de la información
sanitaria de cualquier territorio se convierte en un apoyo analítico fundamental para la
planificación, programación y evaluación de actividades e intervenciones del sector salud con
el objeto de fortalecer la capacidad de gestión de los servicios de salud (Ramírez, Mirta 2009).
2. Gestión Territorial en lineamientos Internacionales y Nacionales para la reducción
de Riesgos en Emergencias y Desastres

2.1 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres:


El Marco de Sendai (2015 – 2030) corresponde a un
instrumento internacional adoptado por los países
miembros de la ONU, el cual sucede al Marco de Hyogo
(2005 – 2015). Establece una serie de estándares comunes,
objetivos alcanzables y un instrumento de base legal para
reducir el riesgo de desastre. Los países miembros también
resaltaron la necesidad de abordar la reducción del riesgo
de desastres y la adaptación al calentamiento mundial
cuando se fijarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), particularmente a la luz de una insuficiente atención
a la reducción de riesgo y a la resiliencia en los Objetivos de
Desarrollo del Milenio.
Respecto al uso de información territorial como apoyo a la
gestión en Emergencias y desastres establece dentro del
capítulo de “Prioridades de Acción” tanto a nivel Nacional y
Local el “Promover el acceso a tiempo real de datos fiables,
hacer uso de información espacial e in situ, incluidos los
sistemas de información geográfica (SIG), y utilizar las
innovaciones e materia de tecnología de la información y las comunicaciones para mejorar los
instrumentos de medición y la recopilación, el análisis y la difusión de datos.”

2.2 Plan Estratégico Nacional para la Reducción de Riesgo de Desastres

El Plan Estratégico Nacional para la Reducción de


Riesgos de Desastres, impulsado por la Oficina
Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior,
Establece dentro de su eje prioritario N°1
“Comprender el Riesgo de Desastres”:

El Objetivo Estratégico 1.2 “Generar y gestionar


el conocimiento científico-técnico sobre el riesgo
de desastres, aplicado al territorio nacional para su
Consideración en la toma de decisiones”

Dentro de este Objetivo se define la acción


Estratégica 1.2.2 “Generar y disponibilizar data e información espacial y estadística,
relacionada a la RRD bajo estándares comunes”

El indicador definido para esta actividad es el porcentaje de organismos técnicos que cuentan
con información estadística sistematizada con estándares validados. Siendo la meta al 2022
el 100% de los organismos técnicos priorizados por ONEMI e INE, han adoptado el estándar
de registro estadístico y para el 2030 el 100% de los organismos técnicos del Estado, vinculado
a los indicadores del Marco de Sendai, cuenta con información estadística de RRD
sistematizada de acuerdo al estándar definido. Por lo que el Ministerio de Salud, al ser uno de
los organismos del SNPC y también al ser uno de los principales contribuyentes a Sendai,
debe avanzar en el desarrollo y cumplimiento de este Objetivo estratégico.

Considerado los lineamientos Internacionales y Nacionales, junto con la creación del Grupo de
Trabajo Multisectorial para la Información del Territorio en la Gestión de Emergencias,
Desastres o Catástrofes (GTM) Impulsado por SNIT, resalta la importancia de la utilización de
las herramientas geotecnológicas para apoyo en la toma de decisiones ante eventos adversos.

2.3 Modulo de Emergencias MIDAS en Agenda Digital de Gobierno 2020.

Modulo de Emergencias MIDAS se


encuentra bajo la estrategia Digital de
Gobierno 2020 cuyo objetivo es lograr
que la información de toda
emergencia y desastre con impacto
sanitario esté consolidada en una
plataforma que permita gestionar la
respuesta y registro de los eventos
con énfasis en los riesgos sanitarios.
Dicha plataforma se alimentará de las
alertas emitidas por el Sistema
Nacional de Protección Civil
(Ministerio de Interior, ONEMI) y
otros eventos reportados por otros
canales de comunicación. Con ello
mejorará la coordinación y comunicación interna con los establecimiento de salud públicos y
privados. Con ello se logrará una mayor efectividad y eficiencia en las acciones directas a la
población afectada. La meta es tener el proyecto implementado al 100% al año 2020. Junto
con lo anterior, su objetivo de impacto el “gestionar la información de las emergencias a través
de un canal virtual único e integrado con las distintas áreas técnicas de competencia de la
Autoridad Sanitaria. Disponer de un sistema que permita el trabajo en un ambiente territorial,
facilitando de identificación de mapas de riesgo que ayudan a la toma de descisiones en
situaciones de desastre”

2.4 Modulo de emergencias MIDAS en Estrategia Nacional de Salud

Incluida bajo los lineamientos


de la Estrategia Nacional de
Salud, la implementación del
módulo de emergencias
MIDAS tiene asociado
resultados esperados de tipo
obligatorio tanto para el nivel
central como para las
Seremis y Servicios de Salud.
Para los niveles regionales consiste en “Mantener actualizado el ingreso de información en el
módulo de emergencia de la Plataforma MIDAS, gestionando la participación de los diferentes
actores técnicos del sector salud y la incorporación de nueva información territorial con
pertinencia en salud pública y emergencia” por otra parte para el Nivel Central (MINSAL) el
“Desarrollar e implementar acciones para la mejora continua del módulo de Emergencias de la
Plataforma midas según las necesidades que se identifiquen durante su utilización” reforzando
en este último aspecto la mejora continua desde la experiencia usuaria de los funcionarios del
sector salud.

3. Resultados de implementación a nivel nacional


3.1 Numero de eventos adverso registrados
Desde su implementación a nivel Nacional desde el año 2016 se han registrado 1624 eventos
reales de emergencias, incluso se han creado 111 eventos de forma retrospectiva en los años
2005, 2013 y 2015, generando la oportunidad de registrar eventos hacia el pasado, con el
objetivo preservar la memoria ante situaciones de emergencias, desastres y brotes, además
de repositorio con un patrimonio de información valioso y de consulta para las futuras
generaciones de respondedores.

REGIONES 2005 2013 2015 2016 2017 2018 2019 TOTAL

REGIÓN METROPOLITANA DE SANTIAGO 28 55 90 136 143 452

REGIÓN DEL MAULE 5 21 28 67 57 178

REGIÓN DEL BIOBIO 10 1 5 21 58 54 149

REGIÓN DE COQUIMBO 1 1 15 29 51 35 132

REGIÓN DE VALPARAÍSO 13 20 25 37 18 113

REGIÓN DE LOS LAGOS 9 4 22 25 44 104

REGIÓN DEL LIBERTADOR GENERAL BERNARDO O'HIGGINS 9 3 12 24 41 89

REGIÓN DE ÑUBLE 1 1 4 24 43 73

REGIÓN DE ANTOFAGASTA 6 1 5 7 23 26 68

REGIÓN DE LA ARAUCANÍA 11 6 10 10 14 51

REGIÓN DE TARAPACÁ 1 7 2 20 17 47

REGIÓN DE LOS RÍOS 6 2 8 16 11 43

REGIÓN DE ARICA Y PARINACOTA 5 2 24 10 41

REGIÓN DE AYSÉN DEL GENERAL CARLOS IBAÑEZ DEL CAMPO 3 3 11 12 12 41

REGIÓN DE MAGALLANES Y DE LA ANTÁRTICA CHILENA 3 2 2 10 5 22

REGIÓN DE ATACAMA 2 5 5 2 7 21

TOTAL 107 1 3 159 278 539 537 1624


Fuente: Midas Minsal a septiembre del 2019
3.2 Número de usuarios conectados al sistema
En tres años de implementación tanto por medio de capacitaciones y talleres de simulaciones
con pertinencia local de emergencias y desastres, se han capacitado a 1705 funcionarios
conectados y con acceso al Módulo, de los cuales son considerados desde autoridades del
más alto nivel como el Sr Ministro de Salud y ambas Subsecretarías, como funcionarios
encargados de emergencias de establecimientos de salud. El sistema funciona mediante
acceso único con múltiples perfiles y niveles de acceso de información.

3.3 Principios del Sistema


Los principios generales del Modulo de Emergencias

Fuente: Midas Minsal

3.3.1 Información y análisis Territorial: Considerado como el aspecto de mayor valoración


por parte de los usuarios, el ámbito territorial es el de mayor énfasis de la plataforma.
Cuenta con un visor general de mapas con información en capas predeterminadas como
capas dinámicas que se alimentan de otros módulos. Además, ante la creación de una
emergencia en el sistema se activa un visor específico para almacenar y administrar la
información asociada a la emergencia. El aspecto de mayor interés es que desde el
visor de mapas es posible generar múltiples cruces de información y obtener la
información en bases de datos de Excel. Además, es posible visualizar la información
territorial de múltiples usuarios que trabajan en la emergencia, Importar/Exportar
archivos KMZ, generar radios, generar mapas en formato jpg, entre otras
funcionalidades.
Fuente: Midas Minsal
Del Excel al Mapa, del Mapa a Excel

Fuente: Midas Minsal

3.3.2 Trazabilidad del Evento: Aspecto fundamental que permite registrar información
asociada a un Evento en Curso o Alerta desde la ocurrencia de la situación hasta el
cierre del evento. Además, es permite que el evento sea objeto de consulta por múltiples
usuarios a nivel nacional, con el objetivo de propiciar el intercambio de experiencias
entorno a la respuesta o líneas de acción del sector salud.

3.3.3 Reportes: La vinculación de la Gestión de Información con Gestión de Información


Territorial es otro factor clave del sistema, por medio del módulo de emergencias, es
posible generar y editar reportes de situación en formatos de PDF y enviar correos
electrónicos tanto a autoridades como funcionarios de la respuesta.
Fuente: Midas Minsal
3.3.4 Punto de encuentro Virtual: Otro aspecto fundamental es la posibilidad de contar
como sector salud con “un solo punto de encuentro virtual” tanto para autoridades como
funcionarios del sector. Cada evento además del visor de mapas y sistemas de reportes,
cuenta con un repositorio de documentos o bitácora, que permite centralizar toda la
documentación asociada a la emergencia. Finalmente, cada evento cuenta con un
submodulo para monitoreo del estado de la red asistencial desde los establecimientos,
la cual es mapeada instantáneamente y permite acceder a consolidados automaticos
tanto para autopridades como niveles tecnicos.
Fuente: Midas Minsal

3.3.5 Simulaciones: Finalmente los usuarios cuentan con un acceso a una réplica del
sistema llamada “Testing” con la cual pueden generar simulaciones y capacitaciones en
base a eventos de cualquier índole, sin impactar en las matrices de riesgo de la
plataforma real llama “Producción”

3.4 Seguridad de Acceso a la Información:


En aspectos de Seguridad, el sistema se encuentra diseñado para ser una herramienta de
funcionarios del sector salud, los cuales acceden tanto al módulo de emergencias (real y
testing) con su Rut (asociado a correo institucional) y clave de acceso privada. Ademas al
interior del sistema existen distintos perfiles de usuarios según sus funciones.
Fuente: Midas Minsal
4. Experiencias de Implementación:

4.1 Brotes de Dengue en Rapa Nui 2016 y 2018: Ante la ocurrencia de emergencias sanitarias como
brotes, uno de las principales problemáticas es la sistematización de información de las fichas
clínicas, por medio del módulo de emergencia fue posible construir una ficha clínica con enfoque
territorial, donde el paciente mapeaba su vivienda permitiendo obtener con la sumatoria de registros
un mapa epidemiológico a tiempo real. Esto permitía que la SEREMI de Salud tomara conocimiento
del registro de un nuevo paciente sospechoso o confirmado, de esta forma activar los protocolos de
inspección y fumigación a 200 metros a la redonda de la vivienda del paciente.
Fuente: Midas Minsal
4.2 Re Introducción de Aedes aegypti Arica: En la emergencias de reintroducción del vector Aedes
aegypti en la región de Arica, se avanzo integrar tanto la vigilancia de pacientes febriles (la cual se
había implementado en Rapa Nui) con la vigilancia vectorial del mosquito. De esta forma por medio
de la capacitación a funcionarios de la Seremi de Salud de Arica en esta herramienta permitía
generar un registro georreferenciado de las fichas de inspección, denuncias de la ciudadanía y
trampas. De esta manera se avanza en la integración y coordinación de información de la áreas
técnicas relevantes ante este tipo de emergencias sanitarias.
Fuente: Midas Minsal

Fuente: Midas Minsal


9. COMUNICACIÓN DEL RIESGO EN EMERGENCIAS DE SALUD

En toda emergencia y desastre, un aspecto que resulta fundamental a la hora de mitigar los
efectos sobre la población es la llamada Comunicación del Riesgo, ya que la experiencia ha
demostrado que estos eventos adversos pueden reducirse considerablemente si la gente se
mantiene informada sobre las medidas que puede tomar para reducir su vulnerabilidad y si se
mantiene motivada para actuar.

Su objetivo principal es el de dar orientaciones claras y precisas a los distintos públicos de la


población con el fin de posibilitar la toma decisiones en cuanto a las medidas de control y
prevención frente a una emergencia o evento, en virtud de proteger su salud, la de su familia
y a su comunidad.

Asimismo, busca difundir con prontitud los antecedentes que se manejan para mantener la
confianza que tiene la comunidad en sus autoridades.

Entre sus acciones principales están las de dar las pautas para mantener informados a los
distintos públicos respecto a la emergencia o evento ocurrido en el país, educar sobre las
formas de autocuidado, promover la adopción de comportamientos de prevención y reportar
periódicamente sobre la situación de la emergencia.

Para lo anterior se analizan diversos escenarios probables, se identifican colaboradores y


aliados, se fortalecen capacidades, se establecen mecanismos de vigilancia y monitoreo, y se
determina canales alternativos de comunicación y de gestión de recursos.

10. TELECOMUNICACIONES EN EMERGENCIAS Y DESASTRES CON ÉNFASIS EN LAS


RADIOCOMUNICACIONES.

Desde 2010, luego del terremoto del 27 de febrero de ese año, el Departamento de
Emergencias y Desastres del MINSAL elaboró una estrategia de implementación y de
consolidación de la Red de Nacional de Equipos de Radiocomunicaciones en las bandas HF
(acrónimo en inglés de alta frecuencia) regionales y VHF (acrónimo en inglés de muy alta
frecuencia) de la Región Metropolitana, conectadas a la Central MINSAL a fin de conformar
una red ciento por ciento operativa en los 15 Seremis y 29 Servicios de Salud a lo largo de
país.

De este modo, las radiocomunicaciones constituyen una contribución inestimable a la gestión


de emergencias y desastres, por cuanto permiten declarar y alertar acciones sobre estos,
gracias a la utilización eficaz y eficientemente coordinada del espectro de frecuencias
radioeléctricas y de los sistemas ya mencionados, por personal altamente comprometido con
la gestión pública en el sector.
En virtud a lo anterior, es necesario destacar las siguientes acciones definidas por el Ministerio
de Salud con la participación de todo el sector salud:

1.- La comunicación a nivel nacional con el radioperador del MINSAL se desarrolla bajo
la modalidad de enlaces de HF, dos veces al día a lo largo del país a fin estructurar las
consideraciones necesarias de las variables de tiempo atmosférico, nivel de la señal y
disponibilidad de tiempo del personal.

2.- Debido a los fundamentos técnicos del transporte de la señal radioeléctrica HF, y
teniendo en cuenta la distribución geográfica de nuestro territorio, se hace menester contactar
a toda la red para efectuar pruebas y controles periódicos. Así, se considera que la explotación
exitosa de estos medios obedece a los ensayos y tentativas permanentes y necesarios para
tal efecto.

3.- Dada la diversidad de legítimas e imperiosas necesidades de enlaces radiales a


nivel nacional y regional de las SEREMIS y principalmente de los Servicios de Salud, el
Departamento de emergencias y desastres ha gestionado y optimizado todas las mejoras e
innovaciones de implementación de los sistemas de radiocomunicaciones HF a nivel nacional
y local, empleando alianzas interagenciales, recursos propios o gestiones colaborativas de
otros estamentos afines, con el propósito de tener conectados radialmente al máximo de
equipos desplegados en regiones.

4.- Se elaboró y difundió una guía de operaciones de la red nacional de


radiocomunicaciones para el sector salud, con el propósito de homologar y estandarizar
lenguajes dando orientaciones técnicas de telecomunicaciones (OTT).

5.- Los equipamientos y conexiones radiales deben estar permanentemente operativos


y auto soportados en instalaciones consolidadas, de tal en forma que presten el servicio
necesario para el cual están previstos, asumiendo el Servicio de Salud respectivo la
responsabilidad de su operatividad, la legalización del permiso limitado de telecomunicaciones
como lo dicta la ley y su soporte y/o mantenimiento.

Las consideraciones del éxito de los enlaces en situaciones de contingencia se basan en


conocer, aplicar y explotar adecuadamente los protocolos establecidos, es decir, los equipos,
los sistemas irradiantes (antenas) y los sistemas de alimentación, y especialmente en la
necesaria simulación y repetición de ejercicios programados y sobre todo no avisados, que
fortalecen la idea de lograr mantener los enlaces bajo cualquier situación inesperada.
Marco Legal de las Telecomunicaciones

Ley Nº 18.168 de 1982, General de Telecomunicaciones, y sus modificaciones.


Decreto (Ministerio del Interior) Nº 813 del 06.06.1968, otorga concesión de servicio
privado de radiocomunicaciones en las bandas de HF y VHF al Servicio Nacional de
Salud.
Resolución Exenta (SUBTEL) Nº 391 del 10.12.1985, aprueba Marco Técnico relativo a
los Servicios Limitados, en que orienta e informa en lo relativo a los criterios básicos
para la utilización de las diferentes bandas de frecuencias, al mismo tiempo que
establece consideraciones para el diseño de los sistemas de radiocomunicaciones.
Resolución Exenta (SUBTEL) Nº 524 del 15.12.1989, modifica Resolución Exenta
(SUBTEL) Nº 391, actualizando las características técnicas de los equipos
transceptores que se utilizan en las diferentes bandas y fija las condiciones técnicas en
las que se podrán instalar estaciones de HF fijas, bases y móviles.
Resolución Exenta (SUBTEL) Nº 563 del 22.05.2003, modifica Resolución Exenta
(SUBTEL) Nº 391 del 10.12.1985 y Resolución Exenta (SUBTEL) Nº 524 del
15.12.1989, fija nuevos anchos de banda otorgando plazo hasta el 30 de junio del 2008
para presentar las solicitudes ajustándose al nuevo marco técnico.
Oficio Circular (SUBTEL) Nº 23 del 19.05.2008, solicitando a los Servicios de Salud
presentar la solicitud a fin de dar cumplimiento a la Resolución Exenta (SUBTEL) Nº563
del 22.05.2008.
Resolución Exenta (SUBTEL) Nº 472 del 22.05.2008, señalando que el plazo de inicio
de servicio con el nuevo ancho de banda no podrá ser posterior al 30.06.2009.
Decreto Nº 125 de 2013, de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, que Aprueba
Reglamento para la Implementación, operación y Conservación de las Redes de
Telecomunicaciones para la Gestión de Emergencias.
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 ONEMI Ministerio del Interior y Seguridad Pública (2016) Plan Estratégico Nacional
para la Reducción de Riesgo de Desastres, Unidad de Gestión del Sistema Nacional
de Protección Civil - División de Protección Civil Santiago Chile
https://www.preventionweb.net/files/52889_52889planestrategicobaja.pdf

 Agenda Digital de Gobierno 2020. 31) Sistema de información para la gestión de


emergencia y desastre http://www.agendadigital.gob.cl/#/seguimiento/medida/Sistema-
de-informacion-para-la-gestion-de-emergencia-y-desastre

 Estrategia Nacional de Salud, Objetivo Nº9 Fortalecer la Respuesta Adecuada del


sector salud ante Emergencias, Desastres y Epidemias.
https://estrategia.minsal.cl/planificacion-operativa/
iMinisterio de Salud (MINSAL), Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad
Pública (ONEMI), Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN),
& Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA. (2019). Modelo de Protección de la Salud
Mental en la Gestión del Riesgo de Desastres, Santiago.

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