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EMERGENCIAS Y DESASTRES
I. ANTECEDENTES GENERALES
1. Terminología y Conceptos
Amenaza
Emergencia
Desastre
Vulnerabilidad
Riesgo
Ámbitos para la Reducción de Riesgos de Desastres
2. Impacto de los Desastres en Latinoamérica y Chile
Terremoto en Chile del 27 de febrero de 2010
Importantes desastres ocurridos en el mundo en los últimos años
3. Amenazas en Chile
Amenazas de origen natural
Sismos
Tsunamis
Erupciones volcánicas
Aluviones
Hidrometeorológicas
Amenazas antrópicas o provocadas por acción humana
Incendios forestales
Radiológico-nuclerares
Amenazas por epidemias
I. ANTECEDENTES GENERALES
Las características geográficas de Chile implican que todo su territorio esté expuesto a
amenazas de desastres de diversa índole. Estas particularidades geográficas, conjugadas con
la demografía del país, junto a diversos aspectos sociales, políticos y económicos, configuran
el riesgo de desastres que exponen a la población, la infraestructura y los sistemas a sufrir
importantes pérdidas y vulnerabilidades, tanto en términos de vidas humanas como en
aspectos económicos, medioambientales, físicos, emocionales y sociales. Estas amenazas se
manifiestan de distintas maneras a lo largo y ancho de Chile, relacionándose con las
capacidades que dispone el país para enfrentar estos eventos. Esta interacción de factores
configura el riesgo de desastres.
En los últimos años, en Chile ha aumentado el número de proyectos e iniciativas que buscan
reducir el riesgo de desastres. Se ha avanzado en el estudio y monitoreo de las principales
amenazas a las cuales estamos expuestos, con lo cual se ha generado información científica
y técnica y mapas de las zonas de influencia de dichas amenazas. Asimismo, los niveles de
desarrollo alcanzados hacen que, en términos comparativos con el resto de países de América
Latina y el Caribe, nuestro país presente un nivel de vulnerabilidad prevalente bajo y un alto
nivel de resiliencia1 a desastres.2
1 El término resiliencia se refiere a la capacidad adaptativa y de recuperación que puede tener tanto una cosa
como persona. Este término se asocia a la fortaleza y adaptación, aquellas cualidades que hacen que un individuo
o cosa sea capaz de volver a su estado anterior tras enfrentarse a elementos perturbadores o dificultades. En
sicología se refiere a la capacidad de las personas sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.
Por el perjuicio que implican para las personas, tanto directa como indirectamente, las
situaciones de desastres conllevan siempre problemas de salud pública. En consecuencia, el
Sector Salud, dependiendo del origen y la magnitud de la situación de emergencia y/o
desastre, debe establecer e incrementar medidas tales como saneamiento básico, agua
potable y alcantarillado, mantención o fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y control
de brotes. Asimismo, debe ser capaz de asegurar la atención oportuna de las víctimas de un
desastre, ya sea in situ, o en los establecimientos de salud donde sean derivadas para
entregarles el tratamiento definitivo. Todas estas son operaciones complejas, que ocurren en
un escenario de desorden y confusión que precisa, por tanto, una planificación previa 3.
1. Terminología y Conceptos
Amenaza
Amenaza se define como “un fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa
que puede ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la
propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos,
o daños ambientales”4.
3 MINSAL. Guía para la Elaboración de Planes de Emergencias y Desastres del Sector Salud. 2011.
4 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009
5 PNUD (2004). La Reducción de Riesgos de Desastres. Un Desafío para el Desarrollo. Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo. Dirección de Prevención de Crisis y Recuperación. Nueva York, 2004.
Disponible en: http://www.bvsde.paho.org/cursodesastres/diplomado/pdf/ReduccionDeRiesgos.pdf
Emergencia
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define las emergencias como un
“estado directamente relacionado con la ocurrencia de un fenómeno físico peligroso o por la
inminencia del mismo, que requiere de una reacción inmediata y exige la atención de las
instituciones del Estado, los medios de comunicación y de la comunidad en general”.
La fase inmediata después del impacto de una emergencia se caracteriza por la alteración o
interrupción intensa y grave de las condiciones normales de funcionamiento u operación de
una comunidad, zona o región, y de las condiciones mínimas necesarias para la supervivencia
y funcionamiento de la unidad social afectada. Lo anterior constituye un componente del
desastre, pero no es, per se, una noción sustitutiva de este, de hecho pueden existir
condiciones de emergencia sin que haya ocurrido un desastre6.
Una crisis o emergencia es una condición amenazante que requiere la toma de acciones
urgentes. Una acción eficaz puede evitar que un evento escale hasta el punto de convertirse
en un desastre.
Fuente: UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Naciones Unidas, 2009
6 Lavell, A. La Gestión Local del Riesgo: Nociones y Precisiones en Torno al Concepto y la Práctica. Centro
de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC). PNUD.
2003.
7 7 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Estrategia Internacional de las
Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo. Naciones Unidas. Suiza, 2009. Disponible en:
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Desastre
Los desastres se asocian a una gran cantidad de muertes, pérdidas e impactos materiales,
económicos y ambientales, que a diferencia de las situaciones de emergencia exceden la
capacidad de la comunidad o sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante
el uso de sus propios recursos.
El término ‘desastre’ con frecuencia está ligado a las amenazas naturales. Sin embargo, un
desastre puede ser causado por cualquier amenaza (un incendio, un virus mortal, un evento
radiológico, etc.), en combinación con sus efectos nocivos como la pérdida de vidas o la
destrucción de bienes, por ejemplo, los establecimientos de salud.
Estas dos situaciones ocurren en un escenario de desorden y confusión y por ello, como ya
hemos señalado, precisan una planificación previa. En consecuencia, en situaciones de
desastre la preocupación principal del Sector Salud es reducir los riesgos y daños a la salud
de las personas y la comunidad asociados con estos eventos, así como asegurar la atención
inicial de víctimas y el rescate de heridos.9
Fuente: Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Disponible en:
http://www.ifrc.org
8 Ibídem
9 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastre. Disponible en: http://www.saludydesastres.info/
10 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009. Disponible
en: http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Vulnerabilidad
Son las características internas y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien, las que
hacen a éstos susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza 10.
La vulnerabilidad del ser humano o una comunidad a una amenaza depende tanto de la
existencia de esta como de sus decisiones y acciones, y puede obedecer a múltiples factores.
Por ejemplo, una población pobre ubicada en áreas propensas a inundaciones, será vulnerable
por su exposición y falta de resistencia (vulnerabilidad física) y también por su realidad
socioeconómica, que le impedirá acceder a una vivienda en un lugar más seguro
(Vulnerabilidad social)1011.
Por otra parte, la vulnerabilidad puede ser compensada por la capacidad o recursos que se
manejan para enfrentar una amenaza y protegerse de sus posibles consecuencias. Es por esto
que la población de un territorio puede estar expuesta a una misma amenaza o serie de
amenazas, pero los distintos grupos que comparten dicho territorio pueden manifestar distintos
grados de capacidad para enfrentar y recuperarse del efecto adverso de estas, dependiendo
de sus medios económicos, su acervo sociocultural y su acceso a servicios básicos, salud,
educación y tecnología, reduciendo así el riesgo de que se desencadene un desastre 12.
Riesgo
10 UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile. VII plan de acción DIPECHO en Sudamérica 2011-
11 (versión preliminar). 2012. Disponible en: http://www.orealc.cl/unesco-66-
aniversario/wpcontent/blogs.dir/9/files_mf/analisisriesgosdedesastreschiledipechovii.pdf
12 Ibídem
13 UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres de las Naciones Unidas. 2009. Disponible
en: http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
Reducción del Riesgo de Desastre (RRD)
La tarea de disminuir los riesgos de los desastres ha sido definida por la Organización de
Naciones Unidas (ONU) como un indicador para el desarrollo humano, lo cual demuestra un
interés global por dicho tema.
De esta forma, centrar la atención en el manejo, gestión o disminución del “riesgo de
desastres” y no en el “desastre”, ha permitido cambiar el eje de análisis desde el
desastre/emergencia (el daño y la pérdida) hacia el riesgo, que es la potencialidad de daño o
pérdida, y que se puede evitar o reducir.
Fuente: UNISDR. Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Naciones Unidas. 2009.
14 Ibídem
Preparación: Acciones que se ejecutan anticipadamente para prever, responder
y recuperarse de forma efectiva de los impactos de los eventos o las condiciones
probables, inminentes o actuales que se relacionan con una amenaza. Este
punto incluye la emisión oportuna y efectiva de sistemas de alerta temprana, el
desarrollo de planes, la realización de ejercicios como simulacros y simulaciones,
así como también la práctica de evacuaciones preventivas.
15 MINSAL. Guía para la Elaboración de Planes de Emergencias y Desastres del Sector Salud. 2011.
Sobre la base de estas definiciones, el modelo de intervención sobre el ciclo de gestión de
riesgo de desastre considera acciones específicas, que pueden agruparse en seis procesos
clave, o esenciales, los que a continuación se describen:
Según datos del CRED (Estudio Estadístico Anual de Desastres del Centro de Investigación
sobre la Epidemiología de los Desastres), en la última década el continente americano se vio
afectado por poco más de 900 desastres naturales, que causaron la muerte a más de 247.000
personas, afectaron a más de 82 millones de personas y dejaron pérdidas económicas de al
menos de 487 billones de dólares americanos. El continente americano fue el segundo más
afectado, después de Asia, en términos de número de desastres y fatalidades, aunque Asia
supera a América en impacto económico.
Lo anterior tiene especial relación con el fenómeno de Cambio Climático, de ocurrencia global,
cuyos efectos directos e indirectos se hacen cada vez evidentes y destructivos. Las sequías
que asuelan amplias zonas del planeta muestran una clara tendencia a hacerse más
prolongadas e intensas, los eventos meteorológicos extremos, tales como huracanes, tornados
u olas de calor se incrementan en intensidad, frecuencia y capacidad destructiva. Entre los
efectos indirectos, los incendios forestales abarcan mayores extensiones y causan cada vez
mayores daños.
En la región de las Américas, la frecuencia con que suceden los desastres muestra una
indudable tendencia al aumento. Esto se suma al hecho de que la vulnerabilidad de los países
16UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile. VII Plan de Acción DIPECHO en Sudamérica 2011-2012
.2012.Disponible en: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Analisis-de-riesgos-de-
desastres-en-chile.pdf
se ha incrementado. Es así como muchas veces se requiere menor intensidad en los sucesos
naturales para causar un impacto más grande en la sociedad afectada.
Los desastres suelen producir graves daños a las instalaciones sanitarias y sistemas de
abastecimiento de agua y alcantarillado, y tienen un efecto directo sobre la salud de las
poblaciones que dependen de esos servicios. Solo el terremoto en Haití causó 222.570
muertes y un tercio de la población total del país caribeño se vio afectada por el desastre. Pero
su impacto fue más grave aún, debido a que destruyó en gran medida la ya precaria
infraestructura de la capital, Puerto Príncipe, provocando que el daño causado se elevara a
un123% del PIB del año anterior en el país17.
La madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, a las 03:34 AM (hora local), un terremoto de
magnitud 8.8, catalogado como el sexto más grande de la historia mundial medido con registro
instrumental, afectó a gran parte del territorio chileno, desde la región de Valparaíso por el
norte hasta la de la Araucanía por el sur, área donde reside el 75% de la población del país.
Tuvo su epicentro en el mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, cerca
de 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 63 kilómetros al suroeste de Cauquenes.
Liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití de enero de
2010.
3. Amenazas en Chile
Una característica importante de nuestro país es que todo el territorio nacional está expuesto
a algún tipo de amenaza, como ya hemos señalado, y a su vez casi todas las amenazas que
existen a nivel mundial se presentan dentro del territorio chileno (con la notable excepción, al
menos hasta ahora de la amenaza de huracanes). Es decir, en él no se pueden encontrar
zonas libres de peligro; por lo mismo, Chile y su ciudadanía necesitan aprender a convivir a
diario con la posibilidad de que ocurra un evento adverso.
A continuación se describen las principales amenazas a las que está sujeto Chile.
La actividad sísmica en Chile se genera a causa del proceso de subducción que tiene lugar
principalmente en la línea de costa entre la Placa Oceánica de Nazca y la Placa Continental
Sudamericana. Al mismo tiempo, en el extremo sur la Placa Sudamericana se desliza con
respecto al segmento más austral del Océano Pacífico o Placa Antártica.
Sismos
La intensidad de los sismos se mide con un sismógrafo, que registra en un papel la vibración
de la Tierra.
A nivel científico, los sismos tienen dos escalas de medición que marcan su magnitud e
intensidad:
Escala de Mercalli
Una vez conocidas las diferentes intensidades en el territorio afectado por el sismo, el
reporte de mayor intensidad permite identificar las áreas de mayor impacto y su alcance
hacia otras zonas, lo que posibilita que la ONEMI focalice su atención en una mayor
Con relación a las intensidades, la ONEMI ha clasificado los sismos de acuerdo a las
siguientes categorías:
Igualmente, si se reporta una intensidad de Mercalli igual a VII o mayor en las zonas
costeras de nuestro país, se activa una alerta preventiva de evacuación por la
posibilidad de generación de tsunami, el cual es monitoreado instrumentalmente por el
Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), el que al final ratifica o
anula dicha posibilidad de tsunami.
II: Se percibe solo por algunas personas en reposo, particularmente las ubicadas en los pisos
superiores de los edificios.
III: Se percibe en los interiores de los edificios y casas. Sin embargo, muchas personas no
distinguen claramente que la naturaleza del fenómeno es sísmica, por su semejanza con la
vibración producida por el paso de un vehículo liviano. Es posible estimar la duración del sismo.
IV: Los objetos colgantes oscilan visiblemente. Muchas personas lo notan en el interior de los
edificios aún durante el día. En el exterior, la percepción no es tan general. Se dejan oír las
vibraciones de la vajilla, puertas y ventanas. Se sienten crujir algunos tabiques de madera. La
sensación percibida es semejante a la que produciría el paso de un vehículo pesado. Los
automóviles detenidos se mecen.
V: La mayoría de las personas lo percibe aún en el exterior. En los interiores, durante la noche,
muchas despiertan. Los líquidos oscilan dentro de sus recipientes y aún pueden derramarse.
Los objetos inestables se mueven o se vuelcan. Los péndulos de los relojes alteran su ritmo o
se detienen. Es posible estimar la dirección principal del movimiento sísmico.
VI: Lo perciben todas las personas. Se atemorizan y huyen hacia el exterior. Se siente
inseguridad para caminar. Se quiebran los vidrios de las ventanas, la vajilla y los objetos
frágiles. Los juguetes, libros y otros objetos caen de los armarios. Los cuadros suspendidos de
las murallas caen. Los muebles se desplazan o se vuelcan. Se producen grietas en algunos
estucos. Se hace visible el movimiento de los árboles, o bien, se les oye crujir. Se siente el
tañido de las campanas pequeñas de iglesias y escuelas.
VII: Los objetos colgantes se estremecen. Se experimenta dificultad para mantenerse en pie.
El fenómeno es percibido por los conductores de automóviles en marcha. Se producen daños
de consideración en estructuras de albañilería mal construidas o mal proyectadas. Sufren daños
menores (grietas) las estructuras corrientes de albañilería bien construidas. Se dañan los
muebles. Caen trozos de estucos, ladrillos, parapetos, cornisas y diversos elementos
arquitectónicos. Las chimeneas débiles se quiebran al nivel de la techumbre. Se producen
ondas en los lagos; el agua se enturbia. Los terraplenes y taludes de arena o grava
experimentan pequeños deslizamientos o hundimientos. Se dañan los canales de hormigón
para regadío. Tañen todas las campanas.
IX: Se produce pánico general. Las estructuras de albañilería mal proyectadas o mal
construidas se destruyen. Las estructuras de albañilería bien construidas se dañan y a veces
se derrumban totalmente. Las estructuras de albañilería bien proyectadas y bien construidas
se dañan seriamente. Los cimientos se dañan. Las estructuras de madera son removidas de
sus cimientos. Sufren daños considerables los depósitos de agua, gas, etc. Se quiebran las
tuberías (cañerías) subterráneas. Aparecen grietas aún en suelos secos. En las regiones
aluviales, pequeñas cantidades de lodo y arena son expelidas del suelo.
X: Se destruye gran parte de las estructuras de albañilería de toda especie. Se destruyen los
cimientos de las estructuras de madera. Algunas estructuras de madera bien construidas,
incluso puentes, se destruyen. Se producen daños en represas, diques y malecones. Se
producen grandes desplazamientos del terreno en los taludes. El agua de canales, ríos, lagos,
etc., sale proyectada a las riberas. Cantidades apreciables de lodo y arena se desplazan
horizontalmente sobre las playas y terrenos planos. Los rieles de las vías férreas quedan
ligeramente deformados.
XI: Muy pocas estructuras de albañilería quedan en pie. Los rieles de las vías férreas quedan
fuertemente deformados. Las tuberías (cañerías subterráneas) quedan totalmente fuera de
servicio. XII: El daño es casi total. Se desplazan grandes masas de roca. Los objetos saltan al
aire. Los niveles y perspectivas quedan distorsionados.
En el común del lenguaje, los sismos de mayor intensidad son definidos como terremotos 21.
Debido a la destrucción de las viviendas, los terremotos pueden provocar numerosas
defunciones y lesiones. El resultado depende fundamentalmente de tres factores:
2. El segundo factor se vincula con la hora del día en que ocurre el terremoto. Los
sismos que ocurren durante la noche revisten mayor peligro para las personas, ya que
las encuentran dormidas. Además las respuestas de los sistemas suele tardar más en
estar completamente disponibles.
Tsunamis
Un tsunami corresponde a una serie de olas largas generadas en el océano, que se propagan
a gran velocidad en todas las direcciones desde su punto de origen, originadas por un disturbio
sísmico submarino (terremoto, erupción volcánica, caída de meteoritos, etc.) que impulsa y
desplaza verticalmente una columna de agua. Al aproximarse a la costa, estas olas sufren
alteraciones y deformaciones en su velocidad y altura, alcanzando grandes proporciones, por
lo que descargan su energía con un alto poder destructor. Estas perturbaciones se denominan
"tsunamis", término derivado del japonés que significa literalmente ola de bahía. Este término
es aceptado internacionalmente para designar marejadas producidas por impulsos en masas
de agua y corresponde a lo que en Chile se denomina maremoto o salida de mar.23
Todas las zonas costeras del mundo pueden experimentar tsunamis, pero la amenaza se
concentra mayoritariamente en las costas situadas frente a zonas de subducción.
Considerando la totalidad de estas, la más afectada por tsunamis es la que se encuentra
localizada frente a las costas de Chile, donde ha ocurrido el 52,9% de los eventos registrados 24.
http://www.lasegunda.com/Noticias/CienciaTecnologia/2012/03/733430/Especialista-No-existe-diferencia-
entresismo-y-terremoto
22 OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres. Disponible en: www.saludydesastres.info/
El impacto de los tsunamis para la salud es considerable. El principal efecto son fatalidades
relacionadas con ahogamiento, aunque también ocurren lesiones traumáticas, causadas por
el impacto físico de las víctimas contra los escombros. Después del rescate de sobrevivientes,
el principal objetivo de la salud pública debe ser la provisión de agua segura, refugios y
atención médica para las comunidades afectadas.
Erupciones volcánicas
Chile posee más de 2000 volcanes, de los cuales alrededor de 100 se consideran activos, es
decir, han hecho erupción una vez al menos en 10 mil años. Actualmente el Servicio Nacional
de Geografía y Minería (SERNAGEOMIN) mantiene monitoreo instrumental para vigilar la
actividad de los volcanes declarados activos.
A través de los años los volcanes han generado situaciones de emergencia, provocando
eventos de gran capacidad de destrucción. Estos pueden afectar a la salud de una población
de forma:
Directa, a causa de sus flujos, explosiones y emisiones de gases, ocasionando morbilidad por
diferentes patologías y mortalidad alta por la exposición al trauma.
Fenómenos Hidrometeorológicos
Eventos climáticos extremos. Son eventos tales como granizadas, heladas, lluvias, neblinas,
nevadas, olas de calor, sequías, tempestades, tormentas eléctricas y vendavales que por su
intensidad o magnitud son capaces de desencadenar situaciones de emergencia y/o
desastres. Se incluye, además, en esta categoría eventos de tipo hidrometeorológicos, tales
como crecidas e inundaciones producidas por precipitaciones extremas, derretimiento de nieve
o hielo, desbordamiento de canales, rotura de presas o combinación de varios factores, así
como también eventos como los aluviones y avenidas torrenciales desencadenados por lluvias
intensas. (Adaptado de Ayala-Carcedo, F.J. y Olcina, J. Riesgos Naturales. Barcelona: Editorial Ariel, 2002)
26
OPS. Guía Preparativos en Salud frente a Erupciones Volcánicas. El Sector Salud frente al Riesgo Volcánico.
Módulo 1. 2005. Disponible en: http://helid.digicollection.org/es/d/Js8256s/
Aluviones
Un aluvión es un flujo de barro donde el agua arrastra el material suelto (detritos) por una
ladera, quebrada o cauce. Puede viajar muchos kilómetros desde su origen, aumentando de
tamaño a medida que avanza pendiente abajo transportando rocas, hojas, ramas, árboles y
otros elementos, alcanzando gran velocidad.
A lo largo de nuestro país los aluviones se originan principalmente por precipitaciones intensas
en zonas de altas pendientes y quebradas. En sectores cordilleranos han ocurrido situaciones
de lluvias sostenidas en el tiempo y con isoterma cero más alta de lo normal, que han generado
este tipo de flujos.
Desde 1990 a la fecha se han producido diversos aluviones que han afectado a la población.
Los más impactantes fueron el aluvión de Antofagasta (1991) y el aluvión de La Florida (1993),
en Santiago, los que a continuación detallaremos, junto a otros ocurridos en el país.
Inundaciones
Una inundación corresponde a un rápido ascenso del nivel del agua, generando caudales
inusuales que cubren o llenan superficies de terreno que normalmente son secas.
La principal causa de las inundaciones son las precipitaciones intensas en un corto período de
tiempo, en donde se supera la capacidad de absorción del suelo y comienza a subir el nivel de
los ríos. También se pueden generar por el derretimiento de nieves, rotura de represas y
actividades humanas como tala de bosques, canalización de tramos de un río y la
impermeabilización del suelo a causa del asfalto, entre otros.
(https://www.onemi.gov.cl/inundaciones/)
En junio de 1982 se produjeron fuertes lluvias que afectaron una amplia zona del territorio
nacional, abarcando desde la región de Coquimbo hasta la región del Maule. En la Región
Metropolitana se inundaron grandes extensiones de la ciudad de Santiago quedando inundada
28 ONEMI. Repositario Digital ONEMI. Aluviones en Chile en la Década del 90. Disponible en:
http://repositoriodigitalonemi.cl/web/handle/123456789/89
toda la parte baja de la ciudad, en particular, las comunas de Maipú, Pudahuel y Renca.
También se registraron inundaciones importantes en las comunas de La Cisterna, Puente Alto,
Pirque y Huechuraba. En Vitacura, el desborde del río Mapocho inundó la comuna con más de
30.000 toneladas de barro.
Fenómenos Meteorológicos
Olas de Calor
Las olas de calor son un peligro natural generalizado a nivel global. Si bien no existe una
definición universalmente aceptada, se entiende que son períodos de clima inusualmente
cálido y seco o clima cálido y húmedo que tienen un inicio y una interrupción sutiles, una
duración de al menos tres días, generalmente con un impacto perceptible en humanos y
sistemas naturales. Debido a que no existe un valor universal absoluto, como una temperatura
dada que define qué es el calor extremo, las olas de calor son relativas al clima de una zona o
área en particular: las mismas condiciones meteorológicas pueden constituir una ola de calor
en un lugar, pero no en otro. Las condiciones diurnas y nocturnas son igualmente importantes
para comprender los efectos de las olas de calor en la salud, en especial en aquellos casos o
zonas donde la diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas diarias son pequeñas.
Los efectos de una ola de calor pueden variar desde erupción cutánea por calor hasta
calambres por calor, agotamiento por calor, insolación y muerte. A nivel individual, la
termorregulación deficiente o la incapacidad de equilibrar las ganancias de calor y las pérdidas
de calor del cuerpo son responsables de los resultados de salud relacionados con el calor.
Los aumentos en la carga de calor y el aumento de la temperatura interna del cuerpo pueden
conducir a una serie de efectos sobre la salud, el peor de los cuales es un golpe de calor que
pone en peligro la vida. Existe una amplia evidencia de los impactos en la salud de los períodos
de calor extremo que se manifiesta por el alto número de muertes durante eventos de calor
como las olas de calor de Chicago 1995, Europa 2003 y Federación de Rusia 2010.
Mortalidad asociada a algunos episodios de a Olas de Calor
Si bien todas las personas están potencialmente expuestas al calor, el nivel de riesgo puede
modificarse dramáticamente a través de una variedad de factores que determinan la
sensibilidad al calor de las personas. Estos incluyen una combinación de factores de riesgos
socioeconómicos, personales, conductuales y médicos. Entre los grupos de población
especialmente vulnerables destacan: adultos mayores, niños, personas dependientes,
trabajadores agrícolas, trabajadores de la construcción, enfermos crónicos, personas en
situación de calle y poblaciones recluidas
En nuestro país se define Ola de Calor como un evento en que la temperatura máxima es
igual o mayor por tres o más días consecutivos a ciertos umbrales que dependen de cada
ciudad (percentil 90), en el periodo comprendido entre noviembre y marzo del año siguiente.
En nuestro país la ola de calor más intensa de los últimos años se produjo en 2017 y abarcó
los días 25, 26 y 27 de enero, siendo el 26 donde se alcanzaron las más altas temperaturas.
El evento se concentró entre las regiones Metropolitana de Santiago y de La Araucanía, siendo
más intensa en las regiones del Maule y del Biobío. El fenómeno meteorológico batió los
récords de temperaturas máximas jamás registradas en las ciudades de Santiago, Chillán,
Concepción y Quillón, siendo esta última la mayor temperatura máxima registrada a nivel
nacional desde que existen datos.
3.2. Amenazas antrópicas o provocadas por acción humana
Este tipo de amenazas es directamente atribuible a la acción humana sobre los elementos de
la naturaleza (aire, agua y tierra) y sobre la población, que pone en grave peligro la integridad
física y la calidad de vida de las comunidades.
A diferencia de los eventos producidos por las amenazas naturales, las emergencias y
desastres generados por eventos antrópicos o tecnológicos son evitables, es decir, es posible
adoptar medidas tendientes a minimizar su ocurrencia.
Existe una gran cantidad de eventos relacionados con las amenazas de tipo antrópico, entre
los cuales encontramos:
Un ejemplo reciente fue el gran incendio que afectó a la reserva natural Torres del
Paine, en la Patagonia Chilena entre los años 2011 y 2012. El incendio se extendió
por el período aproximado de un mes, dejando graves daños al ecosistema del parque.
Las epidemias, definidas como una enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un
país, atacando simultáneamente a gran número de personas33, también pueden constituir una
emergencia, tanto por el potencial de causar un alto impacto en el sistema sanitario de dicho
país como en el sistema económico.
Se concibe que hay una epidemia cuando el número de casos de una enfermedad es
superior al normal establecido por las estadísticas por año. Es decir, se refiere a la
existencia en una comunidad o región definida de casos de una enfermedad (o de un brote)
con una frecuencia que rebasa la incidencia normal prevista.
30
ONEMI. Previene. Incendio Forestal. Disponible en: http://www.onemi.cl/riesgo/incendio-forestal.html
31 Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN). Accidente Radiológico en Complejo Forestal e
Industrial Nueva Aldea. Disponible en:
http://www.cchen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=217:accidente-radiologico-en-
complejoforestal-e-industrial-nueva-aldea1&catid=277&Itemid=134 33 Real Academia Española (RAE).
Diccionario. Disponible en: http://www.rae.es/rae.html
32 Salud Pública y Algo Más. Endemia, Brote, Epidemia, Pandemia. Aclarando algunos Términos. Disponible en:
http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2007/10/11/76148
La OMS ha definido una serie de fases de una pandemia, las que sirven como marco mundial
para ayudar a los países en la preparación contra una pandemia y la planificación de la
respuesta. Las pandemias pueden ser leves o graves en relación a la morbilidad y mortalidad
que causen, y su gravedad puede cambiar a lo largo de una misma pandemia (OMS, 2010) 33.
Aunque rara vez son tan mortíferos como en Haití, los brotes epidémicos, o brotes clasificación
utilizada en epidemiología para referirse a la aparición repentina de una enfermedad debido a
una infección en un lugar específico-, siguen siendo un importante motivo de preocupación
para la salud pública, pues causan grandes estragos sociales y económicos y producen
numerosas muertes. Solo en 2001, la OMS y sus asociados de la Red Mundial de Alerta y
Respuesta ante Brotes Epidémicos participaron en la verificación de 41 brotes de cólera en 28
países34.
33 Ibídem
34 OMS. Epidemias Mundiales e Impacto del Cólera. Disponible en:
http://www.who.int/topics/cholera/impact/es/
Ante un escenario de desastre, el Sector Salud debe reorganizar el funcionamiento de sus
unidades en función de nuevas prioridades que orientan sus actividades, entre estas se
encuentran:
Otro ejemplo reciente es la influenza H1N1, conocida como “gripe porcina”, que se inició en
México a mediados de marzo de 2009. Se describió un nuevo subtipo de la cepa H1N1 del
virus, que no había circulado anteriormente en la especie humana y, por lo tanto, no existía
inmunidad natural.
La influenza H1N1 se expandió rápidamente a países de todos los continentes, dejando varias
lecciones para los gestores de desastres. En la región de las Américas, todos los países se
afectaron en el primer semestre después de haber aparecido el virus.
Respondiendo a esta necesidad global, la ONU creó en diciembre de 1999 la Oficina de las
Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR, por sus siglas en
inglés) y el secretariado de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
(EIRD). Este último constituye el punto focal del sistema de las Naciones Unidas designado
para coordinar la reducción del riesgo de desastres y para asegurar sinergias entre las
actividades de esta y las organizaciones regionales en torno a la reducción de desastres y
acciones en los campos socioeconómicos y humanitarios.
Chile, como país miembro de la ONU, adhiere a la estrategia internacional para la RRD, la
cual se canaliza a partir de iniciativas de distintos actores e instancias a nivel mundial y
36Íbidem.
37UNESCO. Análisis de Riesgos de Desastres en Chile, 2012. Disponible en: http://www.orealc.cl/unesco-
66aniversario/wpcontent/blogs.dir/9/files_mf/analisisriesgosdedesastreschiledipechovii.pdf
regional, que conllevan múltiples posibilidades de colaboración en forma de asistencia técnica,
financiamiento y orientación estratégica.
Para apoyar la valoración del progreso hacia la consecución de un menor riesgo de desastres,
se han acordado 7 objetivos globales:
Reducir sustancialmente la mortalidad mundial por desastres para 2030: 100 000
fallecidos anuales menos en el período 2020-2030 que en 2005-2015.
Reducir sustancialmente el número de personas afectadas por desastres para 2030:
100 000 afectados anuales menos en el período 2020-2030 que en 2005-2015.
Reducir las pérdidas económicas ocasionadas por desastres en el producto interior
bruto (PIB) mundial para 2030.
Para 2030, reducir sustancialmente el daño a infraestructuras críticas y la disrupción
de servicios básicos (entre ellos salud e instalaciones educativas) ocasionados por
desastres, a través del aumento de su resiliencia, entre otras medidas.
Aumentar sustancialmente el número de países con estrategias nacionales y locales
de reducción del riesgo de desastres para 2020.
Aumentar sustancialmente la cooperación internacional con países en desarrollo, a
través de un apoyo adecuado y sostenible, para complementar sus acciones
nacionales de aplicación del marco de Sendai para 2030.
Aumentar sustancialmente para 2030 la disponibilidad de sistemas de alerta temprana
multirriesgo y el acceso de la población a dichos sistemas.
Al igual que en otros países del mundo, en Chile la construcción, consolidación y actualización
del marco normativo e institucional sobre la RRD se ha ido consolidando luego que han
ocurrido grandes eventos desastrosos.
Su misión es:
“La ONEMI es, según mandato legal, la responsable de asesorar, coordinar, evaluar y controlar
el ejercicio eficaz de la gestión permanente del Estado en la planificación y coordinación de
los recursos (públicos y privados) destinados a la prevención y atención de emergencias y
desastres de origen natural o antrópico, teniendo como labor fundamental la protección de
las personas y la coordinación el Sistema Nacional de Protección Civil, integrado por
organismos, servicios e instituciones de carácter público y privado”.
De acuerdo con los lineamientos del Plan Nacional de Protección Civil, cada uno de los niveles
administrativos debe poseer un Comité de Protección Civil, al interior del cual se diseñen los
planes y se prioricen y ejecuten actividades de prevención, mitigación y preparación,
adecuadas a las particulares realidades de cada área jurisdiccional. Los Comités de Protección
Civil están conformados por representantes de organismos públicos y privados, y su estructura
varía de acuerdo con el nivel territorial que representen.
Objetivos específicos:
1.- Disponer de un marco nacional de gestión en protección civil, que bajo una perspectiva de
administración descentralizada sirva de base estructurada para las planificaciones regionales,
provinciales y comunales, según las respectivas realidades de riesgos y de recursos. 2.- Establecer el
ámbito general de las coordinaciones entre los distintos sectores y actores.
3.- Delimitar las responsabilidades tanto políticas, legales, científicas y técnicas como operativas del
Sistema Nacional de Protección Civil, en cada una de las etapas del ciclo del manejo de riesgos.
4.- Establecer el marco de acción global para abordar sistematizadamente las distintas etapas del ciclo
de manejo del riesgo.
5.- Normalizar los elementos básicos a considerar en un Plan de Respuesta ante situaciones de
emergencia o desastre.38
38Análisis de Riesgo de Desastres en Chile. VII Plan de Acción DIPECHO 2011-2012 (Versión
Preliminar) ONEMI
3. Marco legal de la Protección Civil en Chile
3.1 Principales alcances del Proyecto de Ley que crea la Agencia Nacional de
Protección Civil
Los integrantes y recursos del Sistema de Protección Civil, ante la presencia o la posible
ocurrencia de una emergencia o desastre, se ponen en aviso mediante una señal de alerta,
la que determina una acción conjunta, bajo una coordinación superior orientada por los
principios de ayuda mutua y empleo escalonado de los recursos.
Tipos de alerta: Entendiendo la Alerta Verde como instancia primaria que implica la vigilancia
permanente de las distintas áreas y escenarios de riesgos, el Sistema Nacional de Alertas
establece la señal de Alerta del Sistema de Protección Civil, en dos grados:
Establecimiento de una alerta: Una alerta es solicitada por los organismos técnicos, a través
de los directores de protección civil o emergencia, a la autoridad del nivel que corresponda,
quien la calificará y la establecerá con la amplitud y cobertura necesarias. También puede ser
solicitada a la autoridad por estos directores, de acuerdo a la evaluación que ellos efectúen de
los antecedentes que los organismos técnicos y/u operativos les proporcionen.
El Ministerio de Salud de Chile, MINSAL, tiene como objetivo coordinar, mantener y organizar
la atención de la salud de los chilenos.
Desde el punto de vista normativo, sus funciones que están contenidas en el Decreto Ley N°
2763, de 1979, que reorganiza el Ministerio de Salud y le competen al MINSAL, así como la
estructura institucional que se da para estos fines, y crea los Servicios de Salud, el Fondo
Nacional de Salud, el Instituto de Salud Pública y la Central de Abastecimiento del Sistema
Nacional de Servicios de Salud. Este Decreto Ley fue modificado en 2004 por la Ley N° 19.937,
con el propósito de establecer una nueva concepción de la autoridad sanitaria. Bajo esta nueva
concepción, se asigna al Ministerio de Salud la misión de formular, fijar y controlar las políticas
de salud.
Para llevar a cabo estas funciones, el Ministerio está integrado por la Subsecretaría de Redes
Asistenciales, la Subsecretaría de Salud Pública y las Secretarías Regionales Ministeriales.
Subsecretaría de Salud Pública
Con el objeto de desconcentrar territorialmente las actividades del Ministerio de Salud, existe
una Secretaría Regional Ministerial de Salud (SEREMIS) en cada una de las regiones en que
se divide administrativamente el país, la que tiene su sede en la capital regional. Cada SEREMI
está a cargo de un Secretario Regional Ministerial, quien es el representante del ministro de
Salud en la respectiva región, debiendo sujetarse a sus instrucciones de carácter técnico y
administrativo, sin perjuicio de ser el colaborador directo del intendente en el cumplimiento de
las funciones que a este le corresponden en relación con el gobierno regional40.
Su misión es regular y supervisar el funcionamiento de las redes de salud a través del diseño
de políticas, normas, planes y programas para su coordinación y articulación, que permitan
satisfacer las necesidades de salud de la población usuaria, en el marco de los objetivos
sanitarios, con calidad y satisfacción usuaria.
La Red de cada Servicio de Salud se organizará con un primer nivel de atención primaria,
compuesto por establecimientos que ejercerán funciones asistenciales en un determinado
territorio con población a cargo, y otros niveles de mayor complejidad que solo recibirán
derivaciones desde el primer nivel de atención conforme a las normas técnicas que dicte al
efecto el Ministerio de Salud, salvo en los casos de urgencia y otros que señalen la ley y los
reglamentos41.
– MINSAL –
2. Responsabilidad del Sector Salud en gestión del riesgo en emergencias y desastres
Esto, sin duda, es un enorme desafío, puesto que tanto las personas que trabajan en salud
como los centros asistenciales pueden verse afectados funcional o estructuralmente ante
situaciones de emergencia y/o desastres, aumentando la brecha entre una oferta disminuida y
una demanda incrementada y compleja. Todas estas son operaciones que ocurren en un
escenario de desorden y confusión, que precisa, como ya hemos indicado, una planificación
previa.
A nivel mundial, la mayoría de los ministerios de salud cuentan con mecanismos – ya se trate
de un programa formal o de un área técnica – para planificar y ejecutar estrategias orientadas
al fortalecimiento del sector y para efectuar una coordinación estrecha con otras entidades
nacionales que tienen responsabilidades en tareas de reducción de riesgos, preparativos y
respuesta en situaciones de emergencias y desastres. En el caso de Chile, el Ministerio de
Salud cuenta para ello con el Departamento de Emergencias y Desastres .
V. REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES EN EL SECTOR SALUD.
DEPARTAMENTO DE EMERGENCIAS Y DESASTRES
En este sentido es importante señalar el actual rol del Ministro de Salud como parte del Comité
Nacional de Operaciones de Emergencias de acuerdo al Decreto Supremo del año 2011.
(Decreto Supremo Nº38 de 2011. Determina la constitución del Comité Nacional de
Emergencia.)
En consecuencia, dentro de las funciones del Departamento de Emergencias y Desastres, le
corresponde representar a la contraparte técnica del Ministerio de Salud, con sus
respectivas Subsecretarías, en el Comité Nacional de Emergencias y Desastres, el cual es
dirigido por el Ministerio del Interior; a través de la Oficina Nacional de Emergencias.
Elaborar, someter a aprobación del Ministro/a de Salud y distribuir una vez aprobados,
protocolos actualizados para la respuesta del Ministerio de Salud ante situaciones de
emergencias y desastres.
Elaborar las directrices y orientaciones en las cuales el sector salud debe enmarcar el
proceso de recuperación posterior a un desastre, colaborar en dicho proceso y
supervisar su desarrollo.
Preparar reportes de evaluación y sistematización de experiencias respecto de la
respuesta del sector salud frente a la ocurrencia de eventos de nivel III y IV.
Velar por la correcta gestión sectorial de una emergencia o desastre y adoptar de forma
oportuna en cada una de las etapas de su ciclo las medidas que correspondan a fin de
optimizar la respuesta del sector.
Actuar como punto focal sectorial en relación con el Marco de Sendai para la reducción
del Riesgo de Desastres, de Naciones Unidas, y actuar como agente impulsor de su
implementación en el sector salud.
Para llevar a cabo dichas funciones, este Departamento cuenta con los siguientes ejes
estratégicos:
En este contexto y ante un sostenido aumento de las emergencias y desastres, Chile tiene la
necesidad de incorporar de manera permanente un enfoque para la protección de la salud
mental en la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD). Así, los esfuerzos de múltiples actores
del Estado y de la sociedad civil deben apuntar a una transversalización de este componente,
para lo cual se cuenta en la actualidad con un Modelo de Protección de la Salud Mental en la
GRD, el que fue publicado el 2018, por ONEMI, MINSAL, con la colaboración de CIGIDEN y
JICA.
Modelo Chileno de Protección de la Salud Mental en la GRD
Este modelo entrega orientaciones a los integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil
(SNPC) para el diseño, coordinación e implementación de acciones para proteger la salud
mental de personas y comunidades, aplicables en las distintas fases de la gestión del riesgo
de desastres (GRD), a partir de un marco de referencia técnico basado en la evidencia,
estándares internacionales42 y experiencias nacionales.
En este se entiende la protección de la salud mental en la gestión del riesgo de desastres como
al fortalecimiento de capacidades y reducción de vulnerabilidad psicosocial con el fin de
prevenir los efectos negativos para la salud mental de eventos potencialmente traumáticos i.
Comprende un conjunto de acciones que comienzan antes que el evento ocurra (etapa de
prevención), se prolonga hacia la etapa de respuesta y se proyecta en las etapas posteriores
de rehabilitación y reconstrucción.
42
Proyecto Esfera, el Comité Permanente entre Organismos (IASC), y las orientaciones emanadas de OMS/OPS.
dinámica interpersonal y social, y en el entorno de los afectados. Por otra parte, la
respuesta debe ser lo suficientemente flexible y capaz de responder a una situación
cambiante que puede superar las capacidades locales, y por lo tanto, pudiese ser
necesario solicitar apoyo externo.
En Recuperación: revisten particular importancia dado que las pérdidas que
ocasionan estos sucesos suelen ser múltiples, a nivel individual y sobre todo
colectivo. Los desafíos propios de esta etapa son el reto de reconstruir la vida
cotidiana, la estructura social y organizativa para una pronta vuelta a la normalidad.
Esta fase no tiene tiempo definido, pudiendo extenderse desde meses hasta incluso
varios años, puesto que requiere de la acción coordinada y eficiente de múltiples
actores del SNPC y de la comunidad involucrada.
La gestión del riesgo de desastres realizada desde el sector salud, requiere necesariamente
la implicación activa de la comunidad, eje conductor de la memoria y el conocimiento de la
realidad territorial y humana incluyendo sus vulnerabilidades y capacidades para la reducción
del riesgo, en la prevención, así como el abordaje de la respuesta y recuperación ante
desastres.
El sector salud resulta ser un espacio privilegiado para el fortalecimiento de las capacidades
comunitarias para la reducción del riesgo de desastres, lo que está dado por el modelo de
salud familiar y comunitario, basado en la atención primaria de salud y con énfasis en la
actuación promocional y preventiva en salud. Desde los cuales se han establecido estrategias
para la educación comunitaria y la participación.
Las siguientes son estrategias para el trabajo comunitario en salud que pueden ser puestas al
servicio de la gestión del riesgo de desastres:
El Ministerio de Salud, considera muy importante que las personas, organizadas o no, en forma
individual o colectiva, participen entregando su opinión y propuestas acerca de los problemas
de salud que le afectan y cómo resolverlos de la mejor manera.
La participación ciudadana en salud es a la vez un derecho humano y aporta a la integración
y a la organización social, lo que contribuye a mantener la salud de las personas y
comunidades. Es también una estrategia política que fortalece una relación horizontal entre
la ciudadanía y los equipos de salud, mejorando la gestión pública a partir de las capacidades
que la propia ciudadanía posee para hacer propuestas y asegurar su aplicación. Contribuye
por tanto, al logro de los objetivos y a la mejora de los resultados en salud.
“Capacidad de incidir en las decisiones respecto de la salud, ya sea que se relacionen con
el diseño, implementación, evaluación de políticas, programas proyectos, vinculados con la
recuperación, rehabilitación, prevención de enfermedades y promoción de la salud, como
también, en aquellas decisiones vinculadas al uso e inversión de recursos públicos”
Incorporando en las Cuentas Públicas Participativas que realizan las SEREMI de Salud en
cada Región, los directores de los Servicios de Salud en cada provincia, los directores de los
hospitales y otros establecimientos de salud, el tema de emergencias, así como los resultados
de la gestión anual de cada institución en el tema
Participación social
Informativa
Tomar parte en el intercambio de información relevante acerca de temas relacionados con
las situaciones de riesgo de emergencia, recursos disponibles para su enfrentamiento,
recursos disponibles, lugares de vacunación, acopio de ayuda material, puntos de información,
entrega de medicamentos, albergues, medios de comunicación, entre otros temas.
Consultiva
Participar en consultas ciudadanas relacionadas con la gestión de riesgo de emergencias y
desastres, entregando opinión a quienes toman las decisiones.
Propositiva
Ser parte de la discusión y análisis sobre acciones preventivas, identificación de situaciones
de riesgo, organización de la ayuda y primera respuesta, voluntariado, entre otros temas
vinculados a la salud y situaciones de emergencia.
Entregar propuestas pararesolver los problemas de salud que nos afectan en situaciones
de riesgo, emergencia y desastres, como por ejemplo, la contaminación ambiental, la calidad
de los alimentos, campañas de prevención de enfermedades, acceso a agua potable,
distribución de medicamentos, atención primaria, funcionamiento de la red asistencial
(hospitales y centros de salud), calidad de la atención, protección de las personas, familias y
comunidades más vulnerables, entre otros temas.
Decisoria
Ser parte de la toma de decisiones tanto en el diseño de planes locales de prevención y
gestión de las situaciones de riesgo de emergencias y desastres como en su ejecución y
evaluación.
En la fase de prevención:
Capacitar a los agentes comunitarios en gestión integral del riesgo, primera ayuda
psicológica, respuesta comunitaria ante emergencias y desastres.
Desarrollo de simulaciones y simulacros comunitarios.
En la fase de respuesta:
Facilitar el apoyo social y movilización de los recursos propios de las comunidades para
la mitigación y la disminución de los factores de riesgo psicosocial durante la respuesta.
Participación de la comunidad en levantamiento de información de impacto y daño
generado por el evento. Acompañamiento y asesoría a líderes comunitarios para la
gestión de recursos.
Promover y aumentar la autoayuda comunitaria y el apoyo-mutuo a través de múltiples
mecanismos formales e informales de interacción social.
Trabajar conjuntamente con las organizaciones de base de la comunidad presentes en
el territorio, líderes y agentes comunitarios, de manera de otorgar una mejor
permeabilidad de las acciones realizadas considerando las necesidades y recursos de
los grupos específicos presentes en el territorio.
Propiciar la pronta restitución u operatividad de espacios comunitarios, en donde se
facilite el diálogo para conjugar las decisiones de la comunidad considerando sus
subjetividades y modo de organización, también donde se pueda propiciar la recreación
y mantenimiento de sus actividades culturales.
Apoyar las iniciativas comunitarias existentes para la respuesta, especialmente aquellas
que promuevan el apoyo familiar y comunitario a todos los miembros de la comunidad
afectados por la emergencia.
Facilitar las condiciones para prácticas de apoyo psicosocial cultural y religiosamente
apropiadas.
Facilitar condiciones de apoyo espiritual y religioso, adecuado al contexto comunitario.
3. EQUIPOS DE RESPUESTA EN SALUD
Los Equipos de Respuesta del Sector Salud, surgen como una estrategia de mejoramiento
de las capacidades de los países para dar cumplimiento a la implementación del Reglamento
Sanitario Internacional (2005).
Con respecto a nuestro país, los primeros equipos, denominados Equipos de Respuesta
Rápida (ERR), iniciaron su entrenamiento el año 2009, conformados, inicialmente, por
epidemiólogos, a los que se fueron sumando integrantes con otras funciones los años
siguientes. Esta tarea estuvo impulsada por el Departamento de Epidemiología del
Ministerio de Salud.
A inicios del 2011, se elaboró la primera Resolución Exenta emanada de la Subsecretaría de
Salud Pública (Nº85 del 15-02-2011), que respaldó, legalmente, a los miembros que lo
conforman y en ella se establecieron procedimientos generales relacionados con su
funcionamiento y evaluación.
Durante el año 2014, a raíz de la preparación para enfrentar una eventual importación de Virus
Ébola al país, se inició una capacitación conjunta entre la División de Políticas Públicas
Saludables y Promoción (DIPOL) y la División de Planificación Sanitaria (DIPLAS) de la
Subsecretaría de Salud Pública del MINSAL, para reforzar la respuesta nacional de los ERR.
Durante el 2016, los departamentos involucrados con la iniciativa, en conjunto con el Comité
Técnico de Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud, desarrollan una intensa labor de
consolidación de los avances, y genera lineamientos técnicos para la formalización de los
equipos, su diversificación y especialización, así como su proyección en términos de estrategia
de fortalecimiento de las capacidades locales para enfrentar situaciones de emergencias,
desastres y epidemias.
Hay que diferenciar los Equipos de Respuesta del personal especializado que,
habitualmente, se constituye para afrontar una emergencia, conformando el Comité Operativo
de Emergencia (COE) o realizando tareas de apoyo propias de sus funciones. Tampoco, se
considerarán como tal los expertos, especialistas o funcionarios que puedan ser desplegados
individualmente en apoyo a tareas específicas.
Las personas que los conforman, son parte de una nómina del nivel central, a la que se puede
acceder al cumplir con requisitos de perfil, preparación, disposiciones contractuales,
manifestación de voluntad de querer ser parte y otros requisitos específicos incorporados en
las orientaciones técnicas vigentes.
Las SEREMIS y los Servicios de Salud podrán conformar Equipos de Respuesta locales, a
cargo de colaborar en emergencias o desastres regionales, provinciales o comunales, que no
excedan su capacidad, para lo cual podrán disponer de sus propios mecanismos de
capacitación, selección, activación y financiamiento, en el marco de estos estándares y
orientaciones.
ARSAM
ERR EMT
Equipos de
Respuesta
Sectoriales
Estos equipos son, también, llamados Equipos de Respuesta Rápida debido a que, inicialmente, fueron los
equipos de epidemiología los que comenzaron la estrategia en respuesta al llamado del RSI a “Fortalecer
capacidades nacionales de vigilancia, prevención, control y respuesta a las enfermedades” (OMS, 2015).
Los Equipos de Respuesta de Salud Pública o ERR tienen una base internacional, sin embargo, de acuerdo con la
experiencia nacional, se ha ido adaptando a las necesidades específicas del país. Actualmente, los equipos se
encuentran conformados por 5 áreas, las cuales proporcionan un apoyo integral a la autoridad local en: el análisis
de daños, diagnóstico de situación, levantamiento de necesidades de apoyo en la implementación de sala de
crisis y desarrollo de un plan de acción. Estas áreas son:
Epidemiología,
Acción Sanitaria,
Coordinación en Emergencias y Desastres,
Coordinador de Red Asistencial
Salud Mental.
Los ERR son los primeros grupos activados, movilizándose dentro de lo posible durante las 12 primeras horas de
ocurrencia del evento, por tal motivo, gran parte de los primeros despliegues se arman con profesionales del
Nivel Central de Salud.
Son equipos de profesionales de la salud (personal médico y de enfermería, paramédicos, logísticos, etc.), cuya
función es brindar cuidado clínico directo a poblaciones afectadas por emergencias, desastres y epidemias en
apoyo a los sistemas locales de salud.
De acuerdo con el equipamiento, infraestructura móvil y características, los EMT pueden clasificarse en tipo I, II
y III, según el estándar internacional promovido por la OPS/OMS. Simultáneamente, la OPS/OMS define, además,
las células especializadas, que pueden estar conformadas por 2, 3 o varios profesionales expertos en el área
requerida y que se activan cuando se requiere cumplir con tareas muy específicas, pudiendo ser parte de un EMT
tipo II, III o apoyar a algún establecimiento de salud fijo. Ejemplo de estas células son: Célula de atención de
quemados, SAMU, célula quirúrgica, etc. Las células especializadas deben contar con la misma certificación de
competencias que un EMT I, II o III.
c) Equipos de Apoyo a la Respuesta en Salud Mental (ARSAM)
Son equipos multidisciplinarios conformados por funcionarios con experiencia y formación en salud mental, que
se constituyen y movilizan hacia zonas afectadas por emergencias o desastres para colaborar con los equipos
locales en la protección de la salud mental y apoyo psicosocial, tanto de la población afectada como de los
funcionarios y equipos de respuesta general.
A diferencia de los ERR y los EMT, los grupos ARSAM no cuentan con un estándar de referencia internacional
definido por la OMS, lo que hace que Chile sea pionero en su implementación, emanada por el levantamiento de
la experiencia de los equipos en eventos de desastres desde la erupción del volcán Chaitén, XI región, el año
2008.
TABLA EQUIPOS DE RESPUESTA SECTOR SALUD
Los impactos del calentamiento global a nivel de clima y ambiente tienen como consecuencia
importantes efectos sobre la salud de la población. En la región de las Américas, el número de
eventos hidrometeorológicos notificados (sequías, temperaturas extremas, inundaciones y
tormentas) es motivo de grave preocupación. También son motivo de preocupación los
cambios que se prevén en la disponibilidad y el suministro de alimentos y la seguridad
alimentaria, el abastecimiento de agua, la variedad y distribución de las enfermedades de
transmisión vectorial, el aumento del nivel del mar y la concentración de contaminantes
atmosféricos. Los efectos del cambio climático sobre las ciudades, como las olas de calor, se
prevé serán cada vez mayores. En los países donde la urbanización ha sido acelerada y mal
planificada, las consecuencias perjudiciales podrían ser aún más graves (OMS & OPS, 2011).
El Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Salud busca una mirada intersectorial
para gestionar los riesgos y problemas asociados a los cambios esperados en cuanto a los
fenómenos climáticos. A partir del quehacer propio del Ministerio de Salud, en base a sus
atribuciones legales otorgadas por el Código Sanitario, se hace necesario asegurar que en el
contexto del cambio climático la interdisciplinariedad se exprese tanto en la institucionalidad
que el país se ha dado en materia de salud como en la institucionalidad al interior de la
administración del Estado presente tanto con relaciones colaborativas entre otras instituciones
del Estado, como con organizaciones público–privadas, la academia y organizaciones no
gubernamentales.
En la formulación de PACC-S Se han identificado ocho ejes de acción dentro de los cuales se
integran las medidas de adaptación. Estos ejes deben ser desarrollados y fortalecidos de
acuerdo a la capacidad actual del sector para dar respuesta a los impactos esperados en salud
producto del cambio climático. Dichos ejes de acción y sus objetivos específicos se describen
a continuación:
1. Fortalecimiento de la institucionalidad
Objetivo específico: Crear dentro del Ministerio de Salud una Unidad de Coordinación
ejecutiva encargada de articular, coordinar y dar seguimiento a las diversas acciones
del plan sectorial de salud frente al cambio climático.
2. Fortalecimiento del capital humano
Objetivo específico: capacitar, con respecto a la temática del cambio climático
y sus impactos en la salud, a los departamentos/unidades que jugarán un rol clave en
la adaptación de la institucionalidad de salud para dar respuestas a las nuevas
necesidades asociadas al cambio climático.
3. Estudios
Objetivo específico: fortalecer el conocimiento y la evidencia de alcance nacional con
respecto a las variables ambientales vinculadas al cambio climático y a cómo éstas
podrían explicar y predecir efectos sobre la salud de las personas.
4. Vigilancia
Objetivo específico: asegurar la medición continua y estandarizada de indicadores
asociados a variables ambientales que tienen implicancias en el estado de salud de las
personas y que están relacionadas con el cambio climático.
5. Promoción de la salud a la ciudadanía
Objetivo específico: empoderar y educar a la ciudadanía en las temáticas del cambio
climático y sus impactos sobre la salud de la población, tanto a nivel nacional como
regional, para concientizar a las comunidades y promover medidas de respuesta ante
los impactos del cambio climático esperados en la salud.
6. Respuesta ante situaciones de emergencia
Objetivo específico: mejorar la capacidad y calidad de respuesta de la institucionalidad
ante situaciones de emergencia provocadas por los impactos esperados del cambio
climático en la salud de la población.
7. Disminución de la Vulnerabilidad
Objetivo específico: fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático y a sus
impactos en la salud, de aquellos grupos identificados como vulnerables, los que según
OMS & OPS (2011), corresponden a los menores de 5 años, las mujeres embarazadas
o que amamantan, las personas adultas mayores, los pobres y todas las poblaciones
excluidas socialmente, los pueblos indígenas y otros grupos étnicos, así como las
poblaciones migrantes y desplazadas que viven en zonas urbanas y rurales.
8. Atención de salud
Objetivo específico: asegurar la capacidad de respuesta de la institucionalidad ante
eventuales cambios en el perfil de morbimortalidad de la población derivados de la
aparición de enfermedades emergentes y/o reemergentes como consecuencia del
cambio climático.
Objetivo general: Integrar las estrategias en torno a los ámbitos de seguridad, inclusión,
eficiencia y sustentabilidad en los establecimientos de salud, con especial énfasis en el ciclo
de los proyectos de inversión de infraestructura de salud, considerando todas sus fases de
desarrollo. Esto se impulsa tanto para hospitales existentes como futuros.
En este contexto, la OPS, con el apoyo de un grupo de expertos de diferentes países, elaboró
el Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH), una herramienta de evaluación rápida y confiable
que proporciona una idea inmediata del nivel de seguridad de un hospital.
https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=download&alias=2662-
ish-guia-de-evaluadores-segunda-edicion&category_slug=hospital-safety-index-
1&Itemid=1179&lang=en
El Formulario de Evaluación de ISH puede encontrarse en el siguiente enlace de OPS/OMS:
https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=download&alias=2663-
ish-formularios-de-evaluacion-segunda-edicion&category_slug=hospital-safety-
index&Itemid=1179&lang=es
Para el cumplimiento de sus objetivos, el hospital funciona como parte de un sistema de salud
integrado por los niveles locales, regionales y nacionales, los cuales deben coordinarse para
hacer un uso eficiente de los recursos disponibles.
Los hospitales deben mantener especial relación con instituciones relevantes para mantener
su capacidad de atención de pacientes frente a eventos adversos. Entre otras instituciones
tenemos:
• Proveedores de Telecomunicaciones
• Servicios de Salud
• Seremis
• Municipalidades
• Otras
• Defensa Civil
• SAMU
Para que los hospitales puedan cubrir las demandas en salud adecuadamente durante
situaciones de desastres, se requiere un proceso de planeamiento que contemple el
fortalecimiento de la capacidad de responder a situaciones de crisis adscritas al ambiente
hospitalario o que afectan su entorno. Con este fin, es necesario, que los Establecimientos de
Salud desarrollen su Plan de Emergencia y Desastres, contemplando componentes y
procedimientos específicos según su perfil de riesgo tanto interno como externo43.
https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=document&alias
=2672-inclusion-para-la-gestion-del-riesgo-de-desastres-en-hospitales-ingrid-
h&category_slug=books&Itemid=1179&lang=es
43OPS. Manuales y Guías sobre Desastres. ¿Su Hospital es Seguro? Preguntas y respuestas para el personal
de Salud. 2007.
• Smart - Hospital: Establecimientos de salud que combinan su seguridad estructural y
operacional con intervenciones favorables para el medio ambiente (verdes), con una
relación de costo-beneficio razonable. Esta herramienta incluye instrumentos
previamente desarrollados, como el Índice de Seguridad Hospitalaria.
https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1742:
smart-hospitals-toolkit&Itemid=1248&lang=es
6. SIMULACIONES Y SIMULACROS EN EMERGENCIAS DE SALUD
Es importante recalcar la estrecha relación que debe existir entre el COE de la SEREMI de
Salud y el COE del Servicio de Salud, cuyas acciones son complementarias para la respuesta
oportuna y eficiente del Sector en el territorio44.
44 Ibídem
Coordinadores de Emergencias y Desastres
- A nivel regional: Son presididos por la SEREMI de Salud y participan en ellos los
directores de S.S. Su tarea consiste en preparar el Plan Regional de Emergencia y Desastres,
donde se integra y coordina la respuesta del Sector Salud local con las funciones propias de
la autoridad sanitaria y la Red Asistencial, considerando también todas las otras instituciones
y empresas que serán fundamentales en el apoyo al Sector en la respuesta y rehabilitación
post impacto de un desastre.
Sala Situación
Para el óptimo funcionamiento del COE, se espera que la Sala de Situación se encuentre
equipada como a continuación se detalla:
Para su elaboración es muy importante ceñirse a las formalidades que se exigen a nivel de
formato. El desarrollo del Plan de Emergencias y Desastres de las SEREMIS y Servicios de
Salud será responsabilidad de los respectivos Comités de Emergencias y Desastres, además
deberá constituir un documento oficial de la institución. A continuación se desarrolla un índice
con los contenidos del Plan. (En anexo XXXX se desarrollan los contenidos del Plan de
Emergencias y Desastres de SEREMIs y Servicios de Salud)
Plan de Emergencia SEREMIS y Servicios de Salud
INDICE
1. Introducción
1.1. Antecedentes
1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General
1.2.2. Objetivos Específicos
1.3. Cobertura, Amplitud y Alcance
1.4. Relación con Otros Planes
3. Coordinación
3.1. Comité de Emergencia
3.1.1. Activación, Convocatoria y Auto Convocatoria
3.1.2. Definición de Roles y Funciones
3.2. Coordinación Institucional
3.2.1. Fase Alertamiento
3.2.2. Fase Respuesta
3.2.3. Fase Rehabilitación
3.3. Coordinación Interinstitucional
3.3.1. Fase Alertamiento
3.3.2. Fase Respuesta
3.3.3. Fase Rehabilitación
4. Comunicación e Información
4.1. Sistema de Telecomunicaciones
4.2. Información a la Comunidad y Medios de Comunicación
8. Anexos
8.1. Cuadro de Control de Cambios
8.2. Marco Normativo y Legal
8.3. Ficha de Enlaces – Institucional
8.4. Ficha de Enlaces – Extra Sectorial
8.5. Planillas (formatos) Para Consignar Recursos y Capacidades
8.6. Listado de Protocolos y Procedimientos Complementarios Vigentes
Cadena de comunicación del Sector Salud en Emergencias y Desastres
8. GESTIÓN DE INFORMACIÓN TERRITORIAL - EMERGENCIAS MIDAS
En toda emergencia y desastre, un aspecto que resulta fundamental a la hora de mitigar los
efectos sobre la población es la llamada Comunicación del Riesgo, ya que la experiencia ha
demostrado que estos eventos adversos pueden reducirse considerablemente si la gente se
mantiene informada sobre las medidas que puede tomar para reducir su vulnerabilidad y si se
mantiene motivada para actuar.
Asimismo, busca difundir con prontitud los antecedentes que se manejan para mantener la
confianza que tiene la comunidad en sus autoridades.
Entre sus acciones principales están las de dar las pautas para mantener informados a los
distintos públicos respecto a la emergencia o evento ocurrido en el país, educar sobre las
formas de autocuidado, promover la adopción de comportamientos de prevención y reportar
periódicamente sobre la situación de la emergencia.
El Ministerio de Salud ha impulsado el desarrollo de la Gestión Integral del Riesgo por medio
del Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres, fomentando e
incentivando el trabajo preventivo con especial énfasis en la adecuada coordinación de la
información sectorial de las diversas áreas técnicas del sector ante una emergencia en salud.
Esta labor en regiones recae principalmente en Coordinadores de Emergencias y Desastres
titulares y subrogantes, tanto en SEREMI de Salud (16) Servicios de Salud (29) los cuales
impulsan la Gestión Integral del Riesgo en todas sus fases , en su rol de “Mando de
Coordinación” con especial énfasis en los Comité Operativos de Emergencias (COE) , que son
instancias de coordinación sectorial que implican la definición, ejecución y monitoreo de líneas
de acción prioritarias para la solución de situaciones complejas, que afectan a la continuidad
de brindar atención o que ponen en riesgo a la salud de las personas. Lo anterior hace
necesario que tanto las autoridades en todos los niveles como los equipos técnicos, cuenten
con la mayor y mejor información posible y que permita dar cumplimiento a las acciones de
respuesta de manera integrada y restablecimiento de la normalidad en lo que a salud compete
en sus atribuciones, de manera oportuna y coordinada, y a su vez, orientar adecuadamente a
la población.
Uno de los aspectos críticos en una emergencia, es la rapidez con que se obtiene, procesa y
analiza la información disponible, sobre todo en las primeras horas. Por lo anterior, el objetivo
de la estrategia Emergencias MIDAS consiste en implementar un proceso de Modernización
Información Digital de los Comité Operativos de Emergencias por medio de una herramienta
tecnológica de código de programación de desarrollo propio del Ministerio de Salud, que
permite sistematizar, administrar y gestionar la información crítica para la toma de decisiones
bajo entornos digitales georreferenciados y que potencia la capacidad de respuesta en
regiones afectadas y que permite el acceso de información tanto de equipos técnicos y
autoridades del sector salud para la toma de decisiones, que frente a un evento de
manifestación súbita y de gran magnitud o situaciones de emergencias locales, permite la
elaboración de reportes hacia autoridades de manera estandarizada, homogénea, en
intervalos regulares, proporcionando información autorizada compilada en base a los aportes
de los referentes técnicos locales y por medio de canales oficiales establecidos por el
ministerio, en situación de “Normalidad” de servicios TIC, según las líneas de acción definidas
en los Planes de Emergencias Sectoriales de Salud.
1. Introducción:
Mediante este curso se pretende dar a conocer la herramienta oficial del Sector Salud para la
gestión de información en emergencias y desastres, cuyo principal componente es el uso de
la información territorial en los ámbitos de preparación y respuesta del sector salud como un
apoyo a la toma de decisiones. “El enfoque geotecnológico, para algunos autores considerado
como el nuevo paradigma geográfico, se ha dejado sentir con fuerza en el ámbito de la
geografía de la salud, en especial en el empleo de los SIG. En la actualidad se estima que
cerca de un 80% de las necesidades de información de quienes toman decisiones y definen
políticas en los gobiernos están relacionadas con una ubicación geográfica, es por ello que el
uso de SIG como herramienta que se utiliza para mostrar la espacialización de la información
sanitaria de cualquier territorio se convierte en un apoyo analítico fundamental para la
planificación, programación y evaluación de actividades e intervenciones del sector salud con
el objeto de fortalecer la capacidad de gestión de los servicios de salud (Ramírez, Mirta 2009).
2. Gestión Territorial en lineamientos Internacionales y Nacionales para la reducción
de Riesgos en Emergencias y Desastres
El indicador definido para esta actividad es el porcentaje de organismos técnicos que cuentan
con información estadística sistematizada con estándares validados. Siendo la meta al 2022
el 100% de los organismos técnicos priorizados por ONEMI e INE, han adoptado el estándar
de registro estadístico y para el 2030 el 100% de los organismos técnicos del Estado, vinculado
a los indicadores del Marco de Sendai, cuenta con información estadística de RRD
sistematizada de acuerdo al estándar definido. Por lo que el Ministerio de Salud, al ser uno de
los organismos del SNPC y también al ser uno de los principales contribuyentes a Sendai,
debe avanzar en el desarrollo y cumplimiento de este Objetivo estratégico.
Considerado los lineamientos Internacionales y Nacionales, junto con la creación del Grupo de
Trabajo Multisectorial para la Información del Territorio en la Gestión de Emergencias,
Desastres o Catástrofes (GTM) Impulsado por SNIT, resalta la importancia de la utilización de
las herramientas geotecnológicas para apoyo en la toma de decisiones ante eventos adversos.
REGIÓN DE ÑUBLE 1 1 4 24 43 73
REGIÓN DE ANTOFAGASTA 6 1 5 7 23 26 68
REGIÓN DE LA ARAUCANÍA 11 6 10 10 14 51
REGIÓN DE TARAPACÁ 1 7 2 20 17 47
REGIÓN DE ATACAMA 2 5 5 2 7 21
3.3.2 Trazabilidad del Evento: Aspecto fundamental que permite registrar información
asociada a un Evento en Curso o Alerta desde la ocurrencia de la situación hasta el
cierre del evento. Además, es permite que el evento sea objeto de consulta por múltiples
usuarios a nivel nacional, con el objetivo de propiciar el intercambio de experiencias
entorno a la respuesta o líneas de acción del sector salud.
3.3.5 Simulaciones: Finalmente los usuarios cuentan con un acceso a una réplica del
sistema llamada “Testing” con la cual pueden generar simulaciones y capacitaciones en
base a eventos de cualquier índole, sin impactar en las matrices de riesgo de la
plataforma real llama “Producción”
4.1 Brotes de Dengue en Rapa Nui 2016 y 2018: Ante la ocurrencia de emergencias sanitarias como
brotes, uno de las principales problemáticas es la sistematización de información de las fichas
clínicas, por medio del módulo de emergencia fue posible construir una ficha clínica con enfoque
territorial, donde el paciente mapeaba su vivienda permitiendo obtener con la sumatoria de registros
un mapa epidemiológico a tiempo real. Esto permitía que la SEREMI de Salud tomara conocimiento
del registro de un nuevo paciente sospechoso o confirmado, de esta forma activar los protocolos de
inspección y fumigación a 200 metros a la redonda de la vivienda del paciente.
Fuente: Midas Minsal
4.2 Re Introducción de Aedes aegypti Arica: En la emergencias de reintroducción del vector Aedes
aegypti en la región de Arica, se avanzo integrar tanto la vigilancia de pacientes febriles (la cual se
había implementado en Rapa Nui) con la vigilancia vectorial del mosquito. De esta forma por medio
de la capacitación a funcionarios de la Seremi de Salud de Arica en esta herramienta permitía
generar un registro georreferenciado de las fichas de inspección, denuncias de la ciudadanía y
trampas. De esta manera se avanza en la integración y coordinación de información de la áreas
técnicas relevantes ante este tipo de emergencias sanitarias.
Fuente: Midas Minsal
En toda emergencia y desastre, un aspecto que resulta fundamental a la hora de mitigar los
efectos sobre la población es la llamada Comunicación del Riesgo, ya que la experiencia ha
demostrado que estos eventos adversos pueden reducirse considerablemente si la gente se
mantiene informada sobre las medidas que puede tomar para reducir su vulnerabilidad y si se
mantiene motivada para actuar.
Asimismo, busca difundir con prontitud los antecedentes que se manejan para mantener la
confianza que tiene la comunidad en sus autoridades.
Entre sus acciones principales están las de dar las pautas para mantener informados a los
distintos públicos respecto a la emergencia o evento ocurrido en el país, educar sobre las
formas de autocuidado, promover la adopción de comportamientos de prevención y reportar
periódicamente sobre la situación de la emergencia.
Desde 2010, luego del terremoto del 27 de febrero de ese año, el Departamento de
Emergencias y Desastres del MINSAL elaboró una estrategia de implementación y de
consolidación de la Red de Nacional de Equipos de Radiocomunicaciones en las bandas HF
(acrónimo en inglés de alta frecuencia) regionales y VHF (acrónimo en inglés de muy alta
frecuencia) de la Región Metropolitana, conectadas a la Central MINSAL a fin de conformar
una red ciento por ciento operativa en los 15 Seremis y 29 Servicios de Salud a lo largo de
país.
1.- La comunicación a nivel nacional con el radioperador del MINSAL se desarrolla bajo
la modalidad de enlaces de HF, dos veces al día a lo largo del país a fin estructurar las
consideraciones necesarias de las variables de tiempo atmosférico, nivel de la señal y
disponibilidad de tiempo del personal.
2.- Debido a los fundamentos técnicos del transporte de la señal radioeléctrica HF, y
teniendo en cuenta la distribución geográfica de nuestro territorio, se hace menester contactar
a toda la red para efectuar pruebas y controles periódicos. Así, se considera que la explotación
exitosa de estos medios obedece a los ensayos y tentativas permanentes y necesarios para
tal efecto.
• ONEMI. Repositario Digital ONEMI. Aluviones en Chile en la década del 90. Disponible en:
http://repositoriodigitalonemi.cl/web/handle/23456789/89
OPS. Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres. Disponible en:
http://www.saludydesastres.info/
OPS. Manuales y Guías sobre Desastres. ¿Su Hospital es Seguro? Preguntas y
respuestas para el personal de Salud. 2007.
OPS. Guía Preparativos en Salud frente a Erupciones Volcánicas. Protección de los
Servicios de Salud frente a Erupciones Volcánicas. Disponible en:
http://helid.digicollection.org/es/d/Js8257s/
PNUD (2004). La Reducción de Riesgos de Desastres. Un Desafío para el Desarrollo.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Dirección de Prevención de
Crisis y Recuperación. Nueva York, 2004. Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/cursodesastres/diplomado/pdf/ReduccionDeRiesgos.pdf
Salud Pública y Algo Más. Endemia, Brote, Epidemia, Pandemia. Aclarando algunos
Términos. Disponible en: http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2007/0//7648
ONEMI Ministerio del Interior y Seguridad Pública (2016) Plan Estratégico Nacional
para la Reducción de Riesgo de Desastres, Unidad de Gestión del Sistema Nacional
de Protección Civil - División de Protección Civil Santiago Chile
https://www.preventionweb.net/files/52889_52889planestrategicobaja.pdf