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Cátedra Optativa de Educación

Ambiental-COEA 2016
Apunte 1-TPFI

¿Qué es un Fenómeno Natural?

Desde los aportes de Romero y Maskrey (1993) es toda manifestación de la naturaleza.

Se refiere a cualquier expresión que adopta la naturaleza como resultado de su


funcionamiento interno. Los hay de cierta regularidad o de aparición extraordinaria y
sorprendente. Entre los primeros tenemos las lluvias en los meses de verano en la sierra, la
llovizna en los meses de invierno en la costa, etc. Ejemplos del segundo caso serían un
terremoto, un "tsunami" o maremoto, una lluvia torrencial en la costa peruana, etc.

Los fenómenos naturales de extraordinaria ocurrencia pueden ser previsibles o imprevisibles


dependiendo del grado de conocimiento que los hombres tengan acerca del funcionamiento
de la naturaleza. Por ejemplo, un fenómeno natural como un terremoto de gran magnitud en
las costas del Pacífico es previsible, según los estudios realizados, aunque no se sepa detalles
como el día, magnitud o el epicentro. Sin embargo, las lluvias torrenciales que durante varios
meses han caído en la costa norte del Perú, provocando crecida de ríos, desbordes,
inundaciones, no fueron previsibles por lo menos en términos de su temporalidad. El largo
ciclo de recurrencia del Fenómeno del Niño significó que no quedaban recuerdos vivos en la
sociedad o en la comunidad científica de eventos anteriores. La ocurrencia de un "fenómeno
natural" sea ordinario o incluso extraordinario (mucho más en el primer caso) no
necesariamente provoca un "desastre natural". Entendiendo que la tierra está en actividad,
puesto que no ha terminado su proceso de formación y que su funcionamiento da lugar a
cambios en su faz exterior, los fenómenos deben ser considerados siempre como elementos
activos de la geomorfología terrestre. Así, una lluvia torrencial, los huaycos y avenidas pueden
ocasionar erosiones o sedimentaciones cambiando el paisaje natural, pero estos resultados no
pueden considerarse desastrosos o catastróficos. El hombre debe aceptar que está
conviviendo con una naturaleza viva, que ésta tiene sus propias leyes de funcionamiento
contra las cuales no puede atentar, a riesgo de resultar él mismo dañado. Todo lo anterior nos
indica que los efectos de ciertos fenómenos naturales no son necesariamente desastrosos. Lo
son únicamente cuando los cambios producidos afectan una fuente de vida con la cual el
hombre contaba o un modo de vida realizado en función de una determinada geografía.

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Inclusive, a pesar de ello, no se podría asociar "fenómeno natural" con "desastre natural". Los
fenómenos naturales no se caracterizan por ser insólitos, más bien forman conjuntos que
presentan regularidades y están asociados unos con otros.

¿Qué es y Cómo se Produce un Desastre Natural?

Es la correlación entre fenómenos naturales peligrosos (como un terremoto, un huracán, un


maremoto, etc.) y determinadas condiciones socioeconómicas y físicas vulnerables (como
situación económica precaria, viviendas mal construidas, tipo de suelo inestable, mala
ubicación de la vivienda, etc.) En otras palabras, se puede decir que hay un alto riesgo de
desastre si uno o más fenómenos naturales peligrosos ocurrieran en situaciones vulnerables.

RIESGO

Definició n del diccionario:

• Peligro, contingencia de un dañ o.


• Cada una de las contingencias que cubre un contrato de seguro.

RIESGO TECNICO

Riesgo como un atributo físico, susceptible de ser medido. Se basa en el conocimiento


experto, que aísla una variable y experimenta con ella. Incluye estudios físicos, químicos,
toxicoló gicos, epidemioló gicos. Muy vinculados a temas de salud, contaminació n y, en
términos generales, a la problemá tica ambiental.

El aná lisis técnico del riesgo ayuda a estimar dañ os físicos esperados.
Provee el mejor conocimiento posible acerca de las probabilidades de dañ os y sus
frecuencias.
No incluye eventos inesperados ni datos sobre espacio, població n y tiempo (contexto
social y cultural).

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RIESGO SOCIAL: Giddens

“La noció n se origina con la comprensió n de qué resultados imprevistos pueden ser
consecuencia de nuestras propias actividades o decisiones, en lugar de ser expresió n de
ocultos significados o de la naturaleza de las inefables intensiones de la divinidad”.

(Tomado de Anthony Giddens, Consecuencias de la Modernidad, 1992; pá g. 40).

RIESGO SOCIAL: Beck

“…los riesgos no se agotan en consecuencias y dañ os que ya han tenido lugar, sino que
contienen esencialmente un componente futuro. Este reposa tanto en la prolongació n al
futuro de los dañ os ya visibles como en una pérdida general de confianza o en la
suposició n de un fortalecimiento del riesgo. Así pues, los riesgos tienen que ver
esencialmente con la previsió n, con destrucciones que aú n no han tenido lugar, pero que
son inminentes, y que precisamente en este significado ya son reales hoy.”

(Tomado de Ulrich Beck, La sociedad del riesgo, 1986; pá g. 39).

RIESGO:

El riesgo es, en consecuencia, una condició n latente o potencial, y su grado depende de la


intensidad probable de la amenaza y los niveles de vulnerabilidad existentes. (Lavell, A.
1996).

RIESGO DE DESASTRE:

Haciendo una síntesis de los aportes clásicos de Fritz (1961), Quarantelli (1987), y Kreps (1984),
podemos definir un desastre, (Riesgo de desastre) desde el punto de vista sociológico, como:
una ocasión de crisis o estrés social, observable en el tiempo y el espacio, en que sociedades o
sus componentes (comunidades, regiones, etc.) sufren daños o pérdidas físicas y alteraciones
en su funcionamiento rutinario, a tal grado que exceden su propia capacidad de
autorecuperación, requiriendo la intervención o cooperación externa. Tanto las causas como
las consecuencias de los desastres son producto de los procesos sociales que operan al interior
de la sociedad afectada.

VULNERABILIDAD

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Vulnerabilidad (en el sentido común): Condició n de aquel o aquello que puede ser
herido o perjudicado.

La vulnerabilidad:

Blaickie y otros, plantean que la Vulnerabilidad es comprendida como “…las


características de una persona o grupo desde el punto de vista de su capacidad para
anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza natural. Implica una
combinación de factores que determinan el grado hasta el cual la vida y la susbsistencia de
alguien queda en riesgo por un evento distinto e identificable de la naturaleza o de la
sociedad”.

Entendemos a la vulnerabilidad como: …la incapacidad de una comunidad para absorber,


mediante el autoajuste, los efectos de un determinado cambio en su medio ambiente, o sea su
inflexibilidad o incapacidad para adaptarse a ese cambio”. (WILCHES CHAUX, 1993: 23)

Vulnerabilidad Social (como dimensión del riesgo): para cada grupo social, la
potencialidad de ser herido, dañ ado o perjudicado. Forma parte del riesgo en tanto haya
conocimiento efectivo de la vulnerabilidad social de cada grupo social en el contexto de los
riesgos específicos que corren (Blaikie et al, Herzer).

AMENAZA
Entendemos a la amenaza como la probabilidad de que un fenó meno potencialmente
peligroso ocurra, gran parte de las amenazas forman parte de los procesos naturales que
se desarrollan en el planeta, otras son causadas por decisiones humanas provenientes de
procesos tecnoló gicos, antró picos y socionaturales. Resulta complejo determinar el límite
entre una u otra clasificació n ya que en algunos casos los procesos se hallan mutuamente
influidos. También podemos afirmar que ciertas amenazas de carácter primario generan
amenazas secundarias que entrañ an un mayor peligro que las primeras, es el caso del
sismo en Japó n cuyo tsunami tuvo consecuencias aú n má s graves que las producidas por la
amenaza en sí y de orden terciario si advertimos acerca de la emergencia nuclear. Es decir,
la concatenació n y secuencia de amenazas detona un desastre de gran magnitud.
La OEA (1991) se refiere a eventos de gestació n rá pida y consecuencias repentinas como
los sismos y tsunamis y otros de gestació n lenta como las sequías, también diferencia

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entre eventos controlables e inmutables frente a los cuales no se conoce tecnología que
altere su ocurrencia, otro elemento a considerar es la frecuencia y severidad de los
mismos.
Lavell, 1996 propone una clasificación de las Amenazas:
Considera cuatro categorías bá sicas de amenaza: "naturales", "socio naturales",
"antró pico-contaminantes" y "antró pico-tecnoló gicas". Cada una de estas categorías
encierra sub categorías importantes que discutiremos en el desarrollo de nuestro
argumento.
1) Las Amenazas Naturales
La diná mica terrestre y atmosférica produce manifestaciones de la naturaleza que se
tipifican por su intensidad y violencia. Estas son normales, completamente naturales y
forman parte de la historia y de la coyuntura de la formació n de la tierra y de la dinámica
geoló gica, geomorfoló gica, climá tica y oceá nica. Comprenden parte del medio ambiente
natural del ser humano, quien ni incide (en sentido significativo) en su aparició n ni puede
intervenir (con ciertas excepciones) para que no sucedan. Son, en la mentalidad de
algunos, los verdaderos actos de Dios o de los Dioses.
Tradicionalmente, se clasifica este tipo de amenaza, que afecta a ciudad y campo por igual,
en cuatro tipos:
a) De origen geotectó nico, entre los que se consideran los sismos, actividad volcá nica,
desplazamientos verticales y horizontales de porciones de la tierra, y los tsunamis o
maremotos; b) De origen geomó rfico (geodinámico), entre los que se tienen en cuenta los
fenó menos tales como los deslizamientos y avalanchas, hundimientos y la erosió n
terrestre y costera;
c) De origen meteoroló gico o climá tico, entre los que se hallan los huracanes, tormentas
tropicales, tornados, trombas, granizadas, sequías, tormentas de nieve, oleajes fuertes,
incendios espontá neos;
d) De origen hidroló gico, entre los que se incluyen las inundaciones, desbordamientos,
anegamientos y agotamiento de acuíferos. Claramente, este conjunto de amenazas se
interrelaciona en el sentido de que una de ellas puede tener o tiene relació n con otras (p.e.,
sismos y deslizamientos; huracanes e inundaciones; sequía y agotamiento de acuíferos).
Sobre estos tipos de fenó menos no hay intervenció n humana directa o significativa
posible. La gestió n de este tipo de amenaza solamente puede darse por la vía del control

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de sus impactos sobre la població n (mitigació n) o, en algunos casos, como las


inundaciones y lahars volcá nicos1, por la de impedir su llegada hasta zonas pobladas
(prevenció n).

2) Las Amenazas Socio Naturales


Algunos fenó menos típicos de las amenazas naturales tienen una expresió n o incidencia
que es socialmente inducida. O sea, se producen o se acentú an por algú n tipo de
intervenció n humana sobre la naturaleza, y se confunden a veces con eventos
propiamente naturales. En este sentido, desde el punto de vista de la Gestió n de Desastres,
o de la Gestió n Ambiental, representan un problema particular por las diversas
interpretaciones que pueden darse entre pobladores o autoridades en cuanto a sus
orígenes, la responsabilidad por su ocurrencia y las opciones de control que existen.
Fácilmente son interpretados como actos de la naturaleza o actos de Dios, reduciéndose
así las posibilidades de incentivar una Gestió n adecuada, preventiva. Como en el caso de la
mayoría de las amenazas naturales propiamente dichas, una falta de comprensió n de
causalidades y responsabilidades puede resultar en la ausencia de una Gestió n para
intervenir la amenaza, recurriéndose solamente a la mitigació n de sus efectos (o sea la
reducció n de la vulnerabilidad), "solució n" que distará siempre de ser efectiva y
perdurable.

Las expresiones má s comunes de las amenazas socio naturales se encuentran en las


inundaciones, deslizamientos, hundimientos, sequías (y desertificació n), erosió n costera,
incendios rurales y agotamiento de acuíferos. Aquí, la deforestació n y la destrucció n de
cuencas, la desestabilizació n de pendientes por el minado de sus bases, la minería
subterrá nea, el arrojo de desechos industriales y domésticos a los cauces fluviales, la
sobreexplotació n de la tierra, la destrucció n de manglares, entre otras cosas, se
constituyen en variables explicativas de varios de estos fenó menos.
Dentro del contexto urbano, las inundaciones, deslizamientos, hundimientos y sequía (por
agotamiento de acuíferos, falta de opciones econó micas de explotar fuentes pró ximas, y
desperdicios en tuberías) se perfilan, sin lugar a dudas, como los problemas má s agudos y

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Un lahar es un flujo de sedimento y agua que se moviliza desde las laderas de volcanes

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crecientes en el contexto Latino Americano. En cuanto a las inundaciones, a pesar del


impacto de factores como la deforestació n, resulta ser el mismo proceso de urbanizació n,
la ubicació n de construcciones y de asfalto en lugares de natural infiltració n pluvial, y la
ausencia de suficientes y adecuados sistemas de drenaje pluvial, los factores que má s
pesan sobre las
inundaciones urbanas hoy en día.
3) Las Amenazas Antrópico-Contaminantes
Con los riesgos implícitos en cualquier sistema tipoló gico, identificamos un tercer
conjunto de amenazas, las antró pico-contaminantes, las cuales, aun cuando tengan
similitudes con las socio naturales y tecnoló gicas, en el sentido de la presencia de la mano
humana en su concreció n, difieren de esas en un sentido esencial. Nos referimos a una
serie de amenazas que toman la forma de elementos de la naturaleza "transformados"
(aire, agua y tierra). Son amenazas basadas en y construidas sobre elementos de la
naturaleza, pero que no tienen una expresió n en la naturaleza misma. Sin embargo, por la
importancia de los elementos naturales para la existencia humana, su transformació n
presenta un desafío importante para la sobrevivencia y la vida cotidiana de importantes
sectores de la població n local, regional, nacional y hasta internacional. En el caso de la
Gestió n Ambiental, estas amenazas se relacionan principalmente con los procesos de
contaminació n derivados de derrames, dispersiones o emisiones de sustancias químico-
tó xicas hacia el aire, tierra y agua, como es el caso del petró leo, los plaguicidas, los gases
tó xicos producto de la combustió n, los clorofluorocarbonos y la contaminació n nuclear. En
general, estas amenazas son producto o de la negligencia y de la falta de controles (legales
o tecnoló gicos), aú n cuando estos existan en teoría, o de diversos tipos de "accidente"
(concepto que siempre implica algú n grado de negligencia). Son producto de la falta de
control sobre los procesos econó micos de producció n y distribució n.
Otro subconjunto de amenazas antró pico-contaminantes, de origen o impulso distinto, lo
componen los procesos de eliminació n o depó sito de desechos líquidos y só lidos, de origen
doméstico, sin canalizació n o procesamiento.
El resultado, en términos de la contaminació n bió tica de aire y aguas, presenta serios
peligros de salud para la població n, desembocando a veces en epidemias. A diferencia de
las amenazas producto de la falta de control sobre procesos econó micos, estas amenazas
son, en general, producto de la pobreza, de la falta de opciones por la ausencia de

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infraestructura y servicios urbanos adecuados, o de la negligencia. A diferencia de las


amenazas socio naturales, que ponen en peligro a la població n a través de impactos
externos, las amenazas antró pico-contaminantes minan la base de la existencia bioló gica y
de la salud de la població n. Ademá s, por relacionarse con medios difusos y fluidos,
interconectados entre sí, los impactos potenciales no se restringen a á reas o localidades
acotadas (por grandes que sean), sino que se difunden ampliamente en el ámbito local,
regional, nacional o internacional.
Esta característica les dota de una peculiaridad específica y es un reto particular para la
Gestió n Ambiental y para sus formas de organizació n e institucionalidad. De igual forma
que en el caso de las amenazas socio naturales y antró picotecnoló gicas, engloban una
relació n dinámica entre amenazas y vulnerabilidad y, en consecuencia, exigen la
coordinació n interinstitucional, intersectorial, territorial y comunitaria (véase Herzer y
Gurevich).

4) Las Amenazas Antrópico-Tecnológicas

Los procesos de producció n y distribució n industrial modernos, principalmente


concentrados en los centros urbanos o pró ximos a ellos, y las dotaciones de
infraestructura urbana, principalmente para la distribució n y consumo energético,
encierran problemas para la seguridad ciudadana debido al uso de un nú mero importante
de procesos potencialmente de gran peligro. La posibilidad de fallas en estos procesos, por
negligencia, falta de controles adecuados y la imprevisió n de la ciencia, genera una serie de
amenazas cuya concreció n, aú n cuando afecte a extensiones territoriales limitadas, puede
generar un impacto en gran nú mero de pobladores, debido a la densidad de la ocupació n
humana en zonas circundantes a la fuente de la amenaza.

La importancia de estas amenazas, en términos de un potencial desastre, reside, de hecho,


en el problema de la ocupació n humana en torno a ellas, producto en gran nú mero de
casos de la pobreza (falta de opciones de ubicació n alternativa para la vivienda) y de la
falta de implementació n de controles y zonificació n en el uso del suelo (planificació n

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urbana). La mayoría de estas amenazas se concretan a través de "accidentes" que, por los
impactos que tengan, pueden convertirse en verdaderos desastres. Casi todas ellas dan
también origen a amenazas "secundarias" de tipo antró pico-contaminante.
Entre los ejemplos má s conocidos de este tipo de amenaza se incluyen los casos de
Chernobyl y Three Mile Islands (plantas nucleares); de Bhopal (planta química); la
explosió n e incendios en la planta de gas de PEMEX, en la ciudad de México, y las de los
ductos de gasolina, en Guadalajara. Otros casos ocurren en menor escala anualmente en
distintas ciudades del mundo, incluyendo conflagraciones urbanas resultado de fallas en
los sistemas eléctricos.
La Gestió n de las amenazas antró pico-tecnoló gicas (y otros accidentes en general)
obviamente no prescinde de acciones que influyen sobre un evento natural. Las causas se
hallan enteramente en la esfera de lo social y requieren de previsió n, controles y
normatividad que influyan sobre las prá cticas de los agentes sociales involucrados. Sin
embargo, las amenazas antró pico-tecnoló gicas pueden concretarse por la incidencia o
impacto de eventos naturales o socio naturales. Esto trae a colació n la importancia de las
amenazas "complejas" o "concatenadas", aspecto que ha sido captado en la idea de
impactos primarios, secundarios y concatenados de determinadas amenazas.

Así, aun cuando la tipología sirve para fines heurísticos y clasificadores, indicando retos
distintos de acuerdo con el tipo de amenaza, la realidad es sumamente má s compleja que
los esquemas que intentan ordenarla. La eventualidad del impacto de amenazas en serie o
concatenadas hace imprescindible un complejo monitoreo, previsió n constante y
planificació n integrada para este tipo de situació n, cuya incidencia en centros urbanos es
mucho má s probable que en á reas rurales. Tomemos como ejemplo el caso de un tsunami
que destruye una bodega de materiales químico-tó xicos, dispersá ndolos por mar, tierra y
sistemas de agua potable; o el caso de un sismo que desata explosiones e incendios en una
instalació n petroquímica, causando el escape de materias tó xicas al ambiente.

De la pasividad al protagonismo, la vulnerabilidad en la ecuación de riesgo


La ecuació n del desastre integrada por situaciones de riesgo en donde se articulan la
amenaza y la vulnerabilidad, se traduce en la realidad cuando estos dos componentes
presentan características que conjugadas detonan un evento con características

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catastró ficas. Entendemos a la vulnerabilidad como: …la incapacidad de una comunidad


para absorber, mediante el autoajuste, los efectos de un determinado cambio en su medio
ambiente, o sea su inflexibilidad o incapacidad para adaptarse a ese cambio” (WILCHES
CHAUX, 1993: 23)
Desde esta perspectiva, podemos enunciar el paso de vulnerabilidad de la pasividad al
protagonismo, en la medida que el paradigma socioló gico lo incorpora en las ú ltimas
décadas. Advertimos que la vulnerabilidad física era consideraba en los aná lisis de
amenaza como parte de las medidas de mitigació n propuestas en el marco del paradigma
fisicalista. Este reduccionismo de una medida estructural ante distintos eventos naturales,
socionaturales como antró picos constituyó una mirada parcial ante la complejidad que
representaba el sistema ambiental afectado y por lo tanto, significó una incompleta e
inadecuada respuesta a las demandas de una sociedad que se hacían má s visibles ante una
situació n de desastre. Diversos autores abordan la vulnerabilidad, sin embargo, la mayoría
de ellos lo hacen desde la vulnerabilidad física, como parte de las circunstancias que
rodean un desastre y no le permiten a la sociedad recuperarse del evento. Wilches Chaux
(1993) se refiere a la vulnerabilidad global como un conjunto de distintos á ngulos de
vulnerabilidad que afectan a la sociedad de acuerdo con su contexto ambiental,
econó mico, social, cultural, entre otros, por lo tanto, tendremos distintas
vulnerabilidades según sea el fenómeno, má s allá que la sociedad afectada sea la
misma. La diferencia sustancial se advierte, en ciertos casos, entre las características que
adquieren los desastres cuando ocurren en países desarrollados y en desarrollo, mientras
que para los primeros constituyen un problema de logística que requiere rapidez de
respuesta y localizació n de recursos, en los segundos el problema es aú n má s grave ya que
parte del desastre es el resultado de las condiciones cotidianas en las que vive la sociedad
afectada. En este segundo caso, la bú squeda de soluciones debe apuntar a logros que
mejoren la calidad de vida e incluir programas que apunten a la prevenció n de desastres.
El enfoque del autor se centra en una visió n sistémica y diná mica como parte de un
proceso en el cual se es parte de una totalidad y aquí el desafío es transformarse para
sobrevivir y conservar la identidad. ¿Cuá ndo se generan condiciones vulnerables? Dos
enfoques que plantea Wilches Chaux son, en primer lugar el hombre como ser humano es
un ser natural y por lo tanto, sus acciones pueden detonar situaciones de riesgo y desastre

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ocasionando desastres naturales. En segundo lugar, los riesgos de origen humano como la
explotació n de bosques pueden generar riesgos naturales o socionaturales.
El concepto de comunidad aparece resaltado como el eslabó n que permite disminuir o
atenuar las consecuencias de un desastre, ya sea como parte de actividades de prevenció n,
mitigació n, preparació n o en la emergencia debido a los lazos que la representan e
identifican. A diferencia del concepto de localidad donde vive gente concentrada, el de
comunidad se identifica por las relaciones que la definen y que superan a la suma de sus
partes. Cuando la comunidad no puede transformar su estructura, adecuar sus partes y
redefinir la orientació n de sus procesos en un contexto que lo exige, ya sea ambiental,
econó mico o social, se origina el desastre. Una sociedad vulnerable afectada por un
desastre, se vuelve aú n má s vulnerable ante una amenaza secundaria, numerosos
ejemplos citados en la bibliografía contribuyen a explicar esta realidad en Latinoamérica.
Se asocia también el concepto de vulnerabilidad a inseguridad y en una sociedad insegura
las inseguridades individuales no desaparecen: se transforman. Individualmente se puede
contribuir a una mayor seguridad, pero en un mundo global se requieren de estrategias y
políticas en las que el estado es el má ximo responsable. Beck (2008) nos propone abordar
el tema desde la ló gica de los peligros y conflictos ambientales como anticipació n de
catá strofes – consecuencias indirectas. Para este autor, los progresos de la
industrializació n constituyen constructos de consecuencias indirectas latentes. El rol de
los Estados aparece disminuido ante las prioridades frente a la incertidumbre. Por lo
tanto, los peligros medioambientales globales presuponen el desacoplamiento de lugar y
la responsabilidad social frente a riesgos.
Los riesgos ambientales globales presentan características estructurales
a) Naturaleza cosmopolita
b) Causalidades en un espacio y soluciones en otro espacio
c) Por el carácter complejo, los problemas no son lineales, son discontinuos en el espacio y
en el tiempo.
d) Combinan el no – saber con la tendencia a la reflexividad y divulgació n pú blica a escala
mundial, distanciando a los expertos de la percepció n pú blica. La percepció n y la
valoració n cultural cobran sentido frente al desconocimiento.
Dentro del contexto socioló gico tres pasos pueden lograr una respuesta: la vulnerabilidad
social, la reflexividad de los riesgos globales y la gobernanza global. En este sentido, Beck

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(2008) define a la vulnerabilidad social como un concepto colectivo que comprende


medios y posibilidades de que disponen (o no) los individuos, las comunidades o grupos
enteros de població n para acabar con los riesgos y las inseguridades sociales que
amenazan su existencia.

Las dimensiones de la Vulnerabilidad


Referirnos a Vulnerabilidad global implica el aná lisis desde distintos á ngulos o
perspectivas tales como: natural, física, econó mica, social, política, técnica, ideoló gica,
cultural, educativa, ecoló gica e institucional que revelan las aristas de las situaciones de
riesgo y desastre.
1. La V Natural es aquella a la que está n sometidos los seres vivos e intrínsecos a sus
condiciones y características ambientales, a ella se suman las condiciones de
ambientes extremos y eventos graves como la de los ecosistemas incrementado
por la desaparició n de especies vegetales.
2. La V Física caracterizada por el asentamiento humano en zonas de riesgos y
deficiencias de estructuras físicas para abordar los riesgos, puede reducirse a
través de medidas estructurales y no estructurales, situació n, esta ú ltima que en
algunos países no sería posible dadas sus condiciones ambientales. Muchas
ciudades o poblados poseen la denominada vulnerabilidad por origen y
progresiva.
3. La V Económica se asocia a la disponibilidad de recursos para hacer frente a
situaciones de riesgo, esta disponibilidad se traduce en acceso a educació n, a
alimentació n, a una vivienda digna, a sistemas de salud, a un trabajo digno, a la
estabilidad laboral, entre otros. El acceso a ello permite disminuir las condiciones
vulnerables de dichas poblaciones.
4. La V Social se encuentra caracterizada por el nivel de cohesió n interna que
presenta una comunidad, es decir, por la capacidad de organizació n ante un
evento, situació n que varía en torno a cada comunidad y los vínculos que ella
mantenga. La ausencia de liderazgo es otra de las características que definen esta
dimensió n de la vulnerabilidad.
5. La V Política consiste en el nivel de autonomía que posee una jurisdicció n o
comunidad para la toma de decisiones, a mayor autonomía menor vulnerabilidad.

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En este sentido, para una mejor gestió n del riesgo resulta fundamental la
descentralizació n de organismos que plantea Lavell y Franco (1996).
6. En cuanto a la V Técnica, se encuentra asociada a otras V, particularmente se
refiere al desarrollo tecnoló gico para hacer frente a distintas vulnerabilidades. Por
ejemplo, la falta de diseñ o para extracció n de agua en zonas afectadas por sequía
agrava el problema e incrementa la V.
7. La V Ideológica se vincula con la cosmovisió n o concepció n del mundo, tema
tratado por Romero (1993) al aceptar los desastres como designios divinos o
castigos de la naturaleza. Esta se acrecienta en la separació n del sistema natural
que como humanos a veces nos lleva a tratar los problemas fragmentadamente, es
decir, sin una visió n holística.
8. La V Cultural se vincula con la ideoló gica a partir de la concepció n del mundo que
ciertas sociedades poseen, pero a su vez, se caracteriza por la personalidad o
rasgos sociales de los ciudadanos de un país o regió n que los hacen distintos de
otros. Cabe preguntarse aquí, el rol de la colonizació n, el destierro, la inmigració n,
las migraciones forzadas y como se forjó la sociedad colonial e independiente
hasta el presente, como se configuró el entramado social de clases y que rol
jugaron en base a su cultura, tradiciones y, poder tanto, político como econó mico
en el desarrollo de los países de la regió n. En este á mbito, es factible observar que
rol juegan ante un desastre los agentes externos y advertir acerca del grado de
permeabilidad que poseen frente a los agentes locales. También podemos enunciar
cuestiones de género, edad, etnia, religió n y localizació n geográ fica. En segunda
instancia, esta V se caracteriza por la relació n con los medios de comunicació n y la
influencia que estos tienen respecto de la comunidad. Por lo tanto, el tratamiento
que los medios de comunicació n realicen podrá influir en la comunidad, podrá
desviar la realidad de los hechos cuando se asigna la totalidad de la causalidad a la
naturaleza o se manifiestan los eventos como impredecibles, inmanejables e
inevitables o podrá concientizar sobre las dimensiones del riesgo.
9. La V Educativa se halla representada por la capacidad de una comunidad de
conocer los riesgos a los que está expuesta a través de la educació n de ellos o de
sus hijos en la escuela, es decir, cuando los planes de estudio no incluyen estos
contenidos una comunidad es vulnerable. Por ejemplo, en Argentina, hasta hace

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algunos añ os los contenidos de este seminario no figuraban en la educació n inicial,


bá sica y secundaria. Particularmente en el Secundario estudiá bamos Geografía
General de Asia y Á frica, de Europa y Oceanía, de América y por ú ltimo de
Argentina, es decir, quienes terminaban el secundario podrían saber algo de
nuestro país, aú n así estos conceptos no se desarrollaban. Hoy en día, desde el
diseñ o curricular podemos afirmar que está contemplado el aná lisis de la amenaza,
vulnerabilidad y riesgo, como también desastres en la escala local y regional desde
la educació n primaria.
10. La V Ecológica se identifica con los cambios y transformaciones realizados en el
ambiente que generan presiones dinámicas y condiciones inseguras frente a un
desastre, producto de la magnitud de los cambios, la intensidad de los procesos, la
velocidad de las transformaciones que incrementan la V global.
11. La V Institucional se configura en los mecanismos de gestió n, la rigidez de las
instituciones, la desactualizació n de las normativas, el carácter burocrá tico y la
lentitud de ciertos procedimientos que ante una emergencia requieren un
despliegue inmediato. En este sentido, el efecto cascada2 ante la falta de
prevenció n y su articulació n con la mitigació n y preparació n incrementa las
acciones en la emergencia. En una sociedad que conoce sus riesgos y se prepara, se
definen roles y responsabilidades, la vulnerabilidad disminuye.

Actores sociales:

Desde los aportes de Lavell, A. (1996) En los procesos vinculados a los desastres intervienen un
conjunto variado de actores sociales.

Estos actores están presentes e involucrados tanto en los procesos relacionados con la
vulnerabilidad, la prevención y la mitigación, y las políticas respecto a éstas, como también en
aquellos procesos relativos a la respuesta, cuando los desastres han ocurrido. En este último
caso, particularmente en los procesos que se refieren a la atención y la reconstrucción.

Cuando hablamos de actores nos estamos refiriendo a individuos, a asociaciones y grupos


organizados, ya sean estos sectores sociales actuando a través de los individuos o de
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El efecto cascada se refiere a un proceso que tiene lugar en forma escalonada, de un evento inicial
a una conclusió n aparentemente inevitable.

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asociaciones (gremios laborales o profesionales, por ejemplo), sectores u organismos del


Estado y organismos descentralizados del mismo (empresas públicas, por ejemplo), grupos o
sectores empresariales privados, organizaciones no gubernamentales y agencias bilaterales o
multilaterales de cooperación; todos ellos participan en el ámbito local, nacional o
internacional y son portadores de ideas y conceptos, con un discurso definido o diferenciable,
pero también de prácticas y de respuestas a intereses, e intervienen de un modo determinante
en los procesos antes referidos (Maskrey y Lavell, 1993; y Lavell, 1994). En relación al tema de
los sistemas nacionales, todos los actores vinculados al campo de los desastres deben ser
considerados con el fin de conocer cuál ha sido o es su papel en el origen, la evolución e
implementación de estos sistemas.

La hipótesis es que, según sea la participación de uno u otro de estos actores y de la influencia
que obtienen en cada uno de los momentos y aspectos de los procesos mencionados, los
sistemas de cada país adquirirán unas u otras características.

Los llamamos actores sociales porque, independientemente de que sean individuos o


colectivos, las ideas que portan y sus prácticas diferenciables responden a grupos o
estamentos con una ubicación particular en la sociedad y en los procesos sociales y políticos
en general. Asimismo, porque su discurso y prácticas, independientemente de cuánto
respondan a intereses y concepciones de grupo, pretenden representar o por lo menos dar
cuenta, del interés general de la sociedad.

Son actores, por tanto, que responden a posiciones de conjunto frente a la sociedad.

Bibliografía:

Lavell, A. (1996) “Capítulo 2. Degradació n ambiental, riesgo y desastre urbano. Problemas


y conceptos. Hacia la definició n de una agenda de investigació n”; en Ciudades en riesgo,
degradació n ambiental, riesgos urbanos y desastres.

Lavell, A. (1996) “Introducció n”; en Estado, sociedad y gestió n de los desastres en América
Latina: en busca del paradigma perdido.

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Romero, G. y Maskrey, A. (1993) “¿Cómo entender los desastres naturales?”; en Los desastres no
son naturales. 

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