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A los seres poderosos del cielo se llamaron dioses. Si los dioses eran felices, los
seres humanos también, pero si los hacían enojar, los seres humanos sufrían
sequias, epidemias, ya que ellos mandaban la naturaleza.
Los dioses debían ser tranquilizados, y aquí nacen, se crean los sacerdotes,
quienes tenían esta función, calmar a los dioses. Pero los dioses eran
caprichosos, querían hacer su voluntad, entonces no se podía saber como se
comportarían, entonces la naturaleza era un misterio y era difícil entender el
mundo.
Nuestros antepasados no sabían entender ala naturaleza, por lo que crean mitos,
rituales, desesperados, crueles, para tratar de entender y calmar a los dioses y a
la naturaleza.
En agradecimiento a los muchos regalos de los dioses, nuestros antepasados
crearon bellas obras, entre ellas, los templos, los cuales hoy en día solo quedan
ruinas. Un templo que destaca y que solo queda un pilar de mármol en pie, es el
templo de Era (Reina del cielo), y se encuentra en la isla de Samos, Grecia.
Quienes asistían en la antigüedad a este templo, sin saberlo, fueron arquitectos de
un puente entre su mundo y el nuestro.
En la isla de Samos, hace 25 siglos atrás, y en otras islas griegas, hubo un gran
despertar, ya que existieron personas que creían que todo se componía de
átomos y que los seres humanos, animales, habían evolucionado, y que las
enfermedades no son causadas por los dioses, y que la Tierra era solo un planeta
que giraba alrededor del sol.
En el sigo VI A.C. surge una idea nueva, se dice que el universo se puede
conocer, que se pueden descubrir los secretos de la naturaleza, ya que existen
reglas que la misma naturaleza debe obedecer, y a esto se le llama Cosmos
(orden y armonía del universo), pero esto se contradice con el Caos (lo
impredecible, estado indefinido que se supone anterior a la ordenación del
cosmos). Y aquí nace el primer conflicto entre ciencias y misticismo (entre la
naturaleza y los dioses).
¿Pero porque todo sucede en las islas del mediterráneo oriental y no en otro
lugar del mundo?
Porque en otros lugares existían antiguos imperios, de costumbres antiguas y con
negatividad a nuevas ideas, pero en Jonia (antigua Grecia, costa centro occidental
de anatolia), habían muchas islas recién colonizadas, ciudades – estados, que se
encontraban un poco aisladas del resto del mundo, donde se promueve la
diversidad, y la libertad de investigar. La llegada de mercaderes, pescadores,
turistas, de África – Asia - Europa, permite un intercambio de historias, ideas,
mercancías, y se produce un intercambio de tradiciones, prejuicios, lenguas y
dioses. Y estos pueblos de jonia, estaban dispuestos a experimentar, y comienzan
a cuestionarse los rituales, las prácticas etc, y una pregunta lleva a otra.
¿Qué pasa cuando se presentan diferentes dioses reclamando el mismo
territorio? Y aquí surge la gran idea, de que hay formas de conocer el mundo sin
tener que recurrir a los dioses. Que existen principios, leyes, y fuerzas de la
naturaleza que sirven para entender el mundo.
En Jonia, es el lugar donde nace la ciencia, (600/400 años A.C). Esta revolución
fue llevada a cabo por las mismas personas practicas y productivas que hacían
funcionar la sociedad. El poder político lo manejan los mercaderes, y ellos
promueven la tecnología de la cual depende su prosperidad (desarrollo favorable
económico – social). Los pioneros de la ciencia fueron mercaderes, artesanos.
El primer científico jónico, fue Tales (conocía la sabiduría babilónica). Tales, nació
en Mileto. La sabiduría babilónica creía que el mundo fue todo agua, y que su dios
Marduk coloco una alfombra de tierra en las superficies del agua, y apilo tierra
sobre esa alfombra. Tales, opinaba igual que el mundo también fue toda agua,
pero el explicaba que la existencia de tierra firme en el mundo, fue por un proceso
natural. Lo que se destaca acá es el enfoque de Tales, de que el mundo no fue
hecho por los dioses, sino que es el resultado de fuerzas naturales interactuando
con la naturaleza.
Tales de Mileto, trajo de babilonia y de Egipto, ideas de ciencias nuevas:
astronomía, geometría, las cuales brotan y crecen en jonia.
Anaximandro de Mileto, era amigo y colega de Tales, y una de las primeras
personas que se conoce que hizo un experimento, observando el movimiento de la
sombra proyectada por una vara vertical pudo determinar la duración del año y de
las estaciones, entonces Anaximandro uso una vara para medir el tiempo, cuando
otros hombres la usaban para herirse y golpearse.
En el año 540 A. C. en la isla de Samos, llegó al poder un tirano llamado
Polícrates, comenzó como abastecedor y luego a la piratería internacional, y su
botín era descargado en Samos. Este tirano oprimió a su pueblo, hizo guerra
contra sus vecinos. Bordeo su ciudad con una gran muralla, y aun existen restos
de esa muralla. Polícrates para atraer agua de un manantial distante hasta las
fortificaciones envió a construir un gran túnel de 1 kilómetro de largo que perfora la
montaña, lo cual se demoro aproximadamente unos 15 años en construirse. Este
túnel es un claro ejemplo de ingeniera civil de esos tiempos y de la gran capacidad
práctica de los jonios.
El gran legado de este pueblo que perduró son los instrumentos y técnicas que
desarrollaron y que son la base de la tecnología moderna.
(Teodoro de Samos (isla griega) fue un arquitecto, escultor e inventor de la isla de
Samos de la Antigua Grecia, que vivió entre los siglos VII y VI a. C.
Se le atribuyen multitud de inventos, entre ellos el nivel, el cartabón, la regla, la
llave, la fundición del bronce, el torno y el desodorante, etc)
En los tiempos de Teodoro, maestro ingeniero sobresaliente de su época.
Aquellos que soñaban, especulaban y deducían acerca de las leyes naturales,
hablaban con los ingenieros y tecnólogos y con frecuencia eran las mismas
personas, “lo práctico y lo teórico” era la misma cosa. Esta actitud de experiencia
cotidiana afloro en ciencias, cuando los hombres prácticos prestaron atención al
mundo natural, comenzaron a descubrir las maravillas ocultas.
Anaximandro estudió la profesión de cosas vivientes y percibió la relación entre
ellas, concluyo que la vida se origino en el agua, y el barro. Y existió la evolución,
y esta percepción tuvo que esperar 24 siglos para ser demostrada por Charles
Darwin (naturalista británico que propuso la teoría de la evolución biológica por selección
natural).
Nada fue excluido de las investigaciones de estos primeros científicos, hasta el aire fue
objeto de estudio, por un griego de Sicilia llamado Empédocles (es el creador de la
teoría de los cuatro elementos: aire, tierra, fuego y agua. Postuló que la materia la
componían partículas pequeñísimas e intransformables “atomos” ) quien descubrió
con un objeto domestico de esa época llamado “ladrón de agua” que es una esfera
de cobre con un cuello y agujero en la parte superior y pequeños agujeros en el
fondo, el cual se usaba como cucharon de cocina, se llena sumergiéndolo en el
agua, al sacarse y no se sujeta en el tubo de su cuello, el agua sale como
regadera, pero si se sujeta, el agua no se sale, y si se tapa el cuello con el dedo,
el agua no entra, porque no entra? Algo lo impide, y es el aire, y eso Empédocles
lo descubrió, había descubierto lo invisible.
El aire debe ser materia tan finamente dividida, que no se puede ver, esta señal de
la existencia de átomos, fue estudiada a profundidad por otro científico Demócrito
(sostenía que todas las cosas están compuestas por pequeñas partículas indivisibles ), y
él es quien nos habla con mayor claridad a través de los siglos, el creía que un
gran número de mundos viajan por el espacio y que estos mundos nacen y
mueren, que algunos mundos están poblados por seres vivientes, y otros son
áridos y estéril.

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