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Civilización mexica

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Mexicas
Piedra del Sol en MNA.jpg
Piedra del Sol, representación profusa del dios Tonatiuh.
Reconstruction of Tenochtitlan2006.jpg
Reconstrucción de Tenochtitlan, ciudad capital del imperio mexica. Cazaban
serpientes como su principal alimento
Información histórica
Primeros registros 1325
Decadencia 1521
Causa Conquista por parte de otros pueblos mesoamericanos en alianza con los
españoles
Información geográfica
Área cultural Mesoamérica
Sub área cultural Altiplano Central
Oaxaca
Golfo
Norte
Maya
Equivalencia actual
México

(ver estados)
Información antropológica
Idioma Náhuatl clásico
Religión Religión mexica
Asentamientos importantes
Tenochtitlan Glyph ZP.svg TenochtitlanTexcoco glyph.jpg TexcocoTlatelolco glyph.svg
TlatelolcoChalco Glyph ZP.svg ChalcoAzcapotzalco.svg AzcapotzalcoGLIFO OAXTEPEC
3.JPG OaxtepecCulhuacan glyph.svg CulhuacanGlifo Toluca.png TolucaOaxaca
toponimo.svg Huaxyacac (Oaxaca)Atotonilcotula.jpg AtotonilcoGLIFO MALINALCO 1.png
Malinalco
Provincias tributarias de la Triple Alianza (s. XVI).svg
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Los mexicas (del náhuatl: mexihkah Acerca de este sonido [meːˈʃiʔkaḁ] (?·i),
«mexicas»1), llamados en la historiografía tradicional aztecas,nota 1 fueron un
pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan. Hacia el
siglo xv, en el periodo Posclásico Tardío, se convirtió en el centro de uno de los
Estados más extensos que se conoció en Mesoamérica, asentado en un islote al
poniente del lago de Texcoco, sobre los márgenes centro y sur de los lagos, como en
Huexotla, Coatlinchan, Culhuacan, Iztapalapa, Chalco, Xico, Xochimilco, Tacuba,
Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico Temprano (900-
1200),2 hoy prácticamente desecado. Sobre el islote se asienta la actual Ciudad de
México, que corresponde a la misma ubicación geográfica.

Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México —Tlacopan y
Texcoco—. Los mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que se asentaron en
el centro y sur del territorio actual de México, agrupados territorialmente en
altépetl.

Los mexicas son caracterizados por la explotación de cultivos altamente simbióticos


—dependientes de manipulación humana,345 como maíz, chile, calabaza, frijol, cacao,
etc.—; el uso extensivo de plumas para la confección de vestimentas; el uso de
calendarios astronómicos —uno ritual de 260 días y otro civil de 365—; y una
sofisticada metalurgia prehispánica ornamental y militar basada principalmente en
el bronce, oro y plata.6
Tenían una escritura en forma de pictogramas, usada para documentar hechos y
cálculos de obras arquitectónicas basados en un sistema métrico propio7 para medir
terrenos, comparable a otros sistemas de medida de la Edad Moderna.8 Además se
caracterizaban por el uso extensivo de productos derivados de las cactáceas y
agaves y el tratamiento de rocas ígneas (obsidiana) con fines quirúrgicos y
bélicos.

Índice
1 Introducción
2 Antecedentes
2.1 Terminología
3 Historia
3.1 Orígenes
3.2 Llegada a la Cuenca de México
3.3 Los mexicas y la guerra
4 Territorio
4.1 Estado
4.2 Ciudad
5 Organización política
5.1 Instituciones de gobierno
6 Métodos de medición
6.1 Mediciones y cálculos avanzados
6.2 Exactitud de los cálculos mexicas
6.3 Lectura de milcocollis y tlahuelmantlis
7 Medidas de longitud
8 Uso de unidades de medición en obras monumentales
8.1 Teotihuacán
8.2 Monolito de Tlaltecuhtli
8.3 Palacio de Nezahualcóyotl
8.4 Palacio de Oztoticpac
8.5 Templo Mayor de Tenochtitlan
9 Metalurgia en el Imperio Mexica
9.1 Colección del Museo Regional de Guadalajara
9.2 Imperio purépecha
9.3 Imperio mexica
9.4 Instrumentos musicales
9.5 Propiedades metalúrgicas
10 Aspectos culturales
10.1 Educación
10.2 Religión
10.3 Templo Mayor
10.4 Artes
10.5 Astronomía y astrología mexicas: la relación de los astros y cielos
10.5.1 Venus
10.5.2 Los trece cielos
10.6 Investigadores y estudiosos de la cultura mexica
11 Véase también
12 Referencias
12.1 Notas
12.2 Fuentes primarias
12.3 Estudios generales
12.4 Estudios especializados
13 Enlaces externos
Introducción
Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que formó una rica y compleja
tradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística
aprendida y desarrollada por los pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos
siglos.
Junto con los mayas son el tema más estudiado de la historia mesoamericana, dado
que se conservan fuentes documentales y arqueológicas, así como numerosos
testimonios hechos en su mayoría de forma posterior por sobrevivientes de la
conquista de México. Eran el pueblo más poderoso del continente antes de la llegada
de los españoles. Este pueblo desarrolló el calendario solar.

Antecedentes
El período mexica o azteca fue una fase más de otras culturas y períodos
arqueológicos, entre los que destacan:

Olmecas (2500 a. C.-200 d. C.): constructores de pirámides, los jefes eran los
reyes-sacerdotes;
Teotihuacán (400 a. C.-800 d. C.): se encuentran el templo de la luna y la pirámide
del sol; su dios principal fue Quetzalcóatl;
Toltecas (900 d. C.-1168 d. C.): tuvo como capital Tula (Tollan-Xicocotitlan).
Filogenéticamente, está claro que los nahuas hablan lenguas relacionadas con los
pueblos uto-aztecas del norte de México y sur de Estados Unidos, y existen diversas
evidencias de que migraron hacia el final del I milenio d. C. hacia el sur hasta
alcanzar el centro de México. Los propios mexicas recogen esta migración en
diversos relatos legendarios, que pueden contener algún elemento histórico real,
que explican las fases de su migración hacia el sur.

La mitología mexica, siendo muy diversa, pero reforzada bajo el mandato virtual de
Tlacaélel, situó el origen mítico en Chicomóztoc (del náhuatl: Chikomostok ‘Lugar
de las siete cuevas’), sitio relacionado con Aztlán —de donde viene el gentilicio
azteca—, aunque no existe consenso sobre el punto exacto donde se encuentre el
sitio por tratarse de un sitio mítico. La lengua de los mexicas era el náhuatl
clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística
en México.

El etnónimo azteca fue popularizado por investigadores muy posteriores a su tiempo.


Sin embargo, cabe mencionar que los mexicas no se llamaban a sí mismos de esa
forma, y que fue resultado de una mala designación posterior; y que las crónicas
posteriores los nombraron en todo momento como «mexicanos» o «los de México».

A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los
altépetl sometidos, a los que les imponían fuertes cargas tributarias. Esta
situación fue aprovechada por los recién llegados en 1519, que rápidamente
establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas.

Tras la caída de México-Tenochtitlan, la élite gobernante mexica fue sometida e


integrada gradualmente a la sociedad colonial, recuperando muchos de ellos cargos y
privilegios. El resto de la sociedad mexica sufrió una serie de colapsos -
principalmente el demográfico- en todas sus estructuras, pero fueron muchas las
continuidades y resistencias que permanecieron por mucho tiempo y hasta nuestros
días en los pueblos indígenas de México, aunque el grueso de la población entró en
un proceso de una caída demográfica histórica en menos de un siglo sufrida por
todos los pueblos indígenas por las nuevas enfermedades europeas.

Terminología

“Año 2 Calli (1325): fundación de México-Tenochtitlan”.


Códice Mendoza
En la historiografía de Mesoamérica, aparecen los términos nahuas, mexicas y
aztecas como vagamente equivalentes. Sin embargo, no deben ser tomados como
sinónimos. Estos tres términos aparecen cuando se habla de los habitantes que se
situaron en el valle de Anáhuac, principalmente en el islote de Tenochtitlan
durante el siglo xvi:9
El término nahua se refiere a todos aquellos que hablaron o actualmente hablan la
lengua nahua (náhuatl). Durante la invasión, los habitantes de la Gran Tenochtilan
eran en su mayoría nahuas; sin embargo, no eran los únicos de Mesoamérica. Y
existían enclaves nahuas en todo el centro de México e incluso tan al sur como El
Salvador (señorío de Cuzcatlán), Nicaragua (Nicaraos) y Costa Rica (Nicoya).
Los nahuas que habitaban en las zonas de Tenochtitlan y de Tlatelolco eran
conocidos como mexicas debido a que se autodenominaban a sí mismos mexihcah. Las
crónicas españolas del siglo xvi modificaron la palabra y los nombraron
"mexicanos". Así es como aparecen en la historia colonial. Sin embargo, los nahuas
de Texcoco y de Tlacopan que participaron como aliados de los mexicas y que a veces
son considerados parte de los aztecas por tener el mismo origen se denominaban a sí
mismos acolhuas y tepanecas, respectivamente.
Finalmente, desde el siglo xix en adelante, la mayoría de los historiadores fuera
de México han usado el nombre o la denominación azteca para referirse a los mexicas
(y frecuentemente también a sus aliados de la Triple Alianza). El nombre azteca se
refiere al mito narrado por las crónicas coloniales, según el cual «los mexicas,
los acolhuas[cita requerida] y los tepanecas[cita requerida] habían salido de un
lugar llamado Aztlán».
En 1427 los mexicas eligen un nuevo rey, Itzcóatl, que era hijo de Acamapichtli, el
primer rey mexica, y de una esclava. Este es el único caso en el que subió al trono
un hombre que no tuviera por madre una mujer de sangre tolteca; la elección se
debió seguramente a las cualidades del candidato, cuyo genio militar y cuya
habilidad política debían, en los trece años de su reinado, transformar el destino
de su pueblo.

Con motivo de la querella entre los hijos de Tezozómoc, los diferentes "gobiernos
en exilio", causados por las conquistas de aquel, comprendieron que era el momento
de volver a sus diferentes países y de liberarse del yugo de Azcapotzalco. Entonces
se forma una alianza entre los mexicas y varios otros grupos. De estos, con mucho
el más importante es el que representaba a la antigua dinastía chichimeca que había
reinado sobre Texcoco hasta la derrota de Ixtlilxochitl, que ya hemos relatado. Los
aliados obtienen la neutralidad de algunas de las ciudades tepanecas y, después de
una guerra en extremo difícil, Azcapotzalco mismo fue tomado en 1428. Esto no marca
el fin de la contienda, ya que Maxtla se refugió en Coyoacán y en sitios más
lejanos, hasta que por fin es derrotado definitivamente en 1433. Entonces,
Nezahualcóyotl puede regresar a Texcoco e inicia el largo reinado que no había de
terminar sino con su muerte en 1472.

Historia
Orígenes

Coatlicue, la madre de los dioses mexicas. (Museo Nacional de Antropología, Ciudad


de México).
Artículo principal: Origen de los mexicas
El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte
del actual México y antecesores de los asentados durante la llamada etapa
chichimeca. Tradicionalmente se pensó que hubo una división de raza entre
Aridoamérica —con grupos cazadores-recolectores principalmente— y Mesoamérica, con
pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no
fue así y que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco
poseer diversos grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes
regionales y las condiciones ambientales donde se asentaron. Por ello al tener un
contacto mayor con grupos mesoamericanos adoptan modos y usos civiles que tenían ya
de alguna forma en el norte del actual México.

Los mexicas se consideran la última gran migración chichimeca al Altiplano Central,


lo cual se dice ocurrió entre los siglos XII y XIII. El mito mexica oficial enuncia
su origen mítico en Aztlán, una isla originaria de donde partieron por designios
divinos. La evidencia histórica muestra —a excepción de las hipótesis de Wigberto
Jiménez Moreno y Paul Kirchhoff que las sitúan en la isla de Mexcaltitlán en
Nayarit o en el sur de Guanajuato, respectivamente— que la idea de Aztlán responde
como muchos otros simbolismos y difrasismos mexicas, a una concepción mítica y
arquetípica del islote de México-Tenochtitlan, en el que el mito se fraguó ya con
el esplendor de dicha urbe, además de que las fuentes documentales mencionan una
asimilación de lo mesoamericano desde las primeras etapas de la migración. Según la
visión mítica mexica, la salida de la isla se hizo en cuatro o siete grupos
calpulli del que era el más fuerte los huitznahuaque, que tenían como dios tutelar
a Huitzilopochtli, acompañados de los teomamaques o sacerdotes que portaban los
diversos tlaquimilolli (bultos sagrados), que contenían reliquias de los
antepasados o diversos objetos muy sagrados para los grupos.

El Códice Boturini enuncia la ruta oficial hecha por los mexicas, que incluyó
sitios de Hidalgo y México; hay más de treinta fuentes que aparentemente señalan
particulares itinerarios, estos a través del análisis se reducen a tres principales
rutas, por lo que es necesario tomar en cuenta además del Boturini esas otras dos
grandes tradiciones. La segunda deriva del Códice Mexicanus y la tercera del Códice
Telleriano-Remensis.

La tradición mítica oficial debe verse a través de la manera en que los antiguos
mexicanos creaban y escribían su historia, a la cual intentaban de insertar
elementos religiosos y políticos, por lo que hay que separar sus componentes y
discernir buscando los hechos históricos más plausibles.

Llegada a la Cuenca de México

Primera página del Códice Boturini


Al arribar a la Cuenca de México los mexicas encontraron un panorama político
complejo y asentado, así como el sometimiento por parte de los tepanecas de
Azcapotzalco a casi todos los altépetl; podemos considerar por las fuentes que su
arribo es al momento de asentarse en la región de Xaltocan-Tzompanco, lo más
probable entre 1226 y 1227. Este parece ser el momento histórico más firme del cual
parte su difusión hacia la orilla occidental del lago de Texcoco, hasta asentarse
en Chapultepec aproximadamente en 1280. Luego de salir expulsados de Chapultepec
(1299) por los altépetl de Azcapotzalco, Xaltocan, Culhuacan y Xochimilco, se
asientan en Tizaapan, dominio territorial de Culhuacan, el cual abandonan por la
dureza de las condiciones y un enfrentamiento con los culhuas, yendo hacia la
región de Texcoco antes de elegir un islote donde ya existían asentamientos
previos, según evidencias arqueológicas.

Según la historia oficial aceptada, en un islote al poniente del lago de Texcoco,


fundaron los mexicas México-Tenochtitlan en el año 2 Calli o 1325 en donde se
cumplió, según el mito oficial, la profecía de un águila devorando una serpiente
sobre un nopal. Ahora se sabe que los mexicas se establecieron previamente en
diversas poblaciones, incluso fundaron algunas ciudades (como ejemplo
Huixachtitlán), la información codificada en los documentos revela que ya habitaban
el islote desde 1274. El asentamiento final incluyó la aceptación de Azcapotzalco
como altépetl supremo, tributándole periódicamente y una condición general de
obediencia. El islote estaba crecido de tulares, carrizos y una rica diversidad
acuática que les permitirá la subsistencia así como una posición militar
estratégica, si bien los primeros años sus condiciones de vida serán precarias.

Los mexicas y la guerra


La religión mexica sostenía que era necesario apaciguar a los dioses con
sacrificios humanos. Por eso, explica el historiador Victor Wolfgang von Hagen:

"La guerra y la religión, al menos para los aztecas, eran inseparables. Pertenecían
la una a la otra. ... Con el fin de obtener apropiados prisioneros-víctimas que
sacrificar a los dioses, había incesantes guerras pequeñas e incluso su armamento
estaba dispuesto para incapacitar, no para matar, todo para obtener el alimento
para los dioses: la sangre y el corazón.”
Territorio

La cuenca de México en el Posclásico tardío.


México-Tenochtitlan estaba ubicado sobre un islote al occidente del lago de
Texcoco, en la zona lacustre de la cuenca de México. La cultura mexica ocupó la
mayor parte del centro y sur de la actual República mexicana, se extendía, desde el
poniente del valle de Toluca, abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla,
en el centro, Hidalgo, México, Morelos y en Michoacán solo lo que hoy es el
Municipio de Zitácuaro ya que ahí hubo una importante frontera entre los tarascos y
los mexicas, en el sur; gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la
Costa de Chiapas hasta la frontera con Guatemala. Sin embargo, quedaban fuera de su
dominio los señoríos de Meztitlán (en Hidalgo), Teotitlán y Tututepec (en Oaxaca),
purépechas (en Michoacán), Yopitzingo (en Guerrero) y Tlaxcala.

La cuenca de México es una entidad geográfica de más de 7800 kilómetros cuadrados


de superficie que se localiza en la parte meridional del Altiplano Central en la
República Mexicana. Se trata de una cuenca limitada por cadenas de altas montañas
en forma de anfiteatro, que tenía en medio un sistema lacustre integrado por los
lagos Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Donde el nivel era bajo y
las aguas dulces, como en los lagos de Xochimilco y Chalco, era posible el cultivo
chinampero. Entre los 2270 y los 2750 metros sobre el nivel del mar está
comprendida la zona de somonte, cuyas tierras fértiles son propicias para el
desarrollo de bosques así como para la práctica agrícola extensiva. A partir de los
2750 metros sobre el nivel del mar las laderas están dominadas por bosques de
coníferas y pobladas por fauna mayor. Pese a estar situada al sur del Trópico de
Cáncer, la cuenca de México contaba en la época prehispánica con un clima templado
con precipitaciones medias de 700 milímetros anuales.

Estado
Artículo principal: Estado mexica

Sus armas eran: Lanza de madera con punta de obsidiana, el arco y la flecha con
punta de obsidiana, y la macana llamada macuahuitl que era un barrote o garrote de
menos de un metro de largo con afiladas hojas de obsidiana incrustadas (capaces de
matar o herir gravemente) y el átlatl, palanca para arrojar jabalinas tan efectiva
que incluso podía atravesar mallas de acero (como lo experimentaron los españoles).
Para defenderse tenían un escudo llamado chimalli hecho de madera y reforzado con
tela o pieles ricamente pintadas y decorados con plumas; yelmos de madera zoomorfos
cubiertos con cuero también decorados y como armaduras cotas de algodón acolchado,
de un tejido tan apretado que las flechas no lo atravesaban.
Los altépetl sometidos por el pueblo mexica no formaban un sistema político
unificado sino, mejor dicho, un sistema de tributo a Tenochtitlan. Entre los
pueblos nahuas, el dirigente más importante era llamado huey tlatoque ('gran
jefe'), también conocido como huey tlatoani ('el que habla').

Después de la formación de la Triple Alianza, el modelo político mexica se asentó


definitivamente como una monarquía electiva. Un consejo se encargaba de elegir al
huey tlatoani, al cual, ya elegido, le daban facultades absolutas y sin
restricción. Sin embargo, se sospecha que un huey tlatoani, Tízoc, fue envenenado
por el consejo, por ser considerado inepto y débil. Es destacable que factores
religiosos y cosmogónicos incidan en la formación de un gobierno tripartita como el
de la Triple Alianza (donde México-Tenochtitlan llevaba el mayor poder y la mayor
parte proporcional de tributos) luego de la derrota del poderío tepaneca y el
sometimiento del altépetl de Azcapotzalco, ya que no fue la primera vez en formarse
gobiernos de ese tipo.
Al momento de gobernar Moctezuma Xocoyotzin tributaban otros treinta y ocho
altépetl (según el Códice Mendoza), en donde el tributo era el elemento central de
sometimiento así como la cesión de tierras donde trabajaban labriegos de paga
(mayeques) y el producto obtenido iba directamente al tlatoani; la aceptación de la
deidad principal mexica, el suministro de hombres a los contingentes militares, el
avituallamiento de los mismos al paso hacia una campaña de conquista y dirimir
asuntos políticos y jurídicos en Tenochtitlan. Por ello es impreciso hablar de un
imperio, dado que Tenochtitlan no buscaba una extensión geográfica per se o una
unidad estatal o nacional sino un mayor allegamiento de recursos y obediencia al
huey tlatoani. Fueron los altépetl que prefirieron tributar en lugar de recibir una
expedición militar que quemara su templo principal y arrojara su deidad por las
escalinatas (símbolo incluso representado iconográficamente en los códices de
sometimiento de un altépetl).

En los altépetl más importantes residía además un calpixque o recaudador que


centraba su actividad en la tributación. Los altépetl que aceptaban de forma
expresa el dominio mexica les era permitido mantener sus formas y organizaciones
administrativas y políticas así como deidades siempre y cuando fueran debajo de
Huitzilopochtli. Solo en regiones importantes, de contención a otras etnias o donde
había una rebelión abierta residían funcionarios mexicas con atribuciones de
tlatoanis. Por más de cincuenta años y hasta la tasación hecha por el oidor
Valderrama esta estructura se mantendrá con pocos cambios en los pueblos indígenas
del centro de la Nueva España.

Ciudad
Artículo principal: México-Tenochtitlan

Escultura que rememora el momento en que los mexicas encontraron la señal para la
fundación de su ciudad (Tenochtitlán) dada por Huitzilopochtli. La escultura se
encuentra en la Ciudad de México.
Originalmente, Tenochtitlan fue construido en un pequeño islote en el lago de
Texcoco primitivo que de forma sucesiva fue ampliado artificialmente hasta quedar
unido a los islotes de Tlatelolco, Nonoalco, Tultenco y Mixhuca, mediante una
ingeniería hidráulica de rellenos, pilotes y canales internos, así como diques
contenedores de aguas y puentes hasta alcanzar unos 13.5 kilómetros cuadrados. No
existe un consenso sobre la población de Tenochtitlan. La mayor parte de los
historiadores dan un valor conservador entre 80 000 a 230 000 habitantes, más
grande que la mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con
200 000 habitantes), París (con 185 000) y Venecia (con 130 000). Otros
historiadores dan otras estimaciones: Eduardo Noguera, basándose en mapas antiguos,
calcula 50 000 casas y 300 000 habitantes; Soustelle calcula 700 000 habitantes al
incluir la población de Tlatelolco y la de las isletas y ciudades satélites de la
zona. Tlatelolco originalmente era una ciudad independiente del poder mexica, pero
finalmente fue sometida y convertida en un suburbio de Tenochtitlan.

Organización política
Instituciones de gobierno
La autoridad suprema en la ciudad de México-Tenochtitlan era un tlatoani (en
náhuatl tlahtoani 'orador'). El Imperio mexica, llamado por sus súbditos Triple
Alianza, fue inicialmente una alianza militar de tres ciudades: Texcoco, Tlacopan y
Tenochtitlan. Al frente de cada una de estas había un tlatoani, que era la máxima
autoridad en esa ciudad. Con el paso del tiempo la ciudad de Tenochtitlan fue
prominente y de hecho las otras dos pasaron a estar sometidas de facto a las
órdenes del tlatoani de Tenochtitlan, que por eso se denominó huēy tlahtoani ('gran
orador') para señalar su posición por encima de los otros dos. Este es el cargo al
cual la historiografía europea llama "emperador mexica".

Todos los puestos de tlatoanis (náhuatl tlahtoqueh o tlahtoanih) eran cargos


hereditarios. Además de los tlatoanis existían los "nobles" (náhuatl pīpiltin) con
muchos de los cuales el tlatoani tenía relaciones de parentesco. A esa clase
pertenecía frecuentemente la esposa del "emperador". El resto de la sociedad estaba
formada por guerreros, sacerdotes y los plebeyos (náhuatl macehualtin).

Métodos de medición
Usando los códices Acolhua-Mexica con matemáticas modernas, se evaluó la precisión
de los valores de área, donde se comprueba la validez matemática de los registros
en los códices. Los métodos Acolhua-Mexica de cálculo tenían un error menor al 5 %
en el 75 % de los terrenos medidos, mientras que el 85 % de las mediciones tenían
solo un error menor al 10 %. En los códices se detectaron cinco algoritmos
recurrentes que reproducían exactamente el área en el 78 % de los terrenos
registrados.

Estos resultados indican que las áreas fueron calculadas y no medidas físicamente.
La aritmética Acolhua-Mexica era funcionalmente precisa en su contexto cultural, y
precisión fue comparada con métodos actuales10 de medición probando así una gran
exactitud de los resultados con un margen de error muy bajo en la mayoría de los
terrenos analizados. El margen de error en el 60 % de los terrenos estudiados es
despreciable (<1 %).

Mediciones y cálculos avanzados


Otros métodos de cálculo más avanzados se desconocen aún, ya que solo sobreviven
códices referentes a terrenos de bajo valor económico donde el área era para la
asignación de impuestos. Se sospecha que métodos más precisos[cita requerida] eran
usados para las obras de ingeniería mexicas, como los diques, acueductos, templos,
etc. Estos métodos desconocidos fueron necesarios para la construcción de elementos
estructurales los cuales requerían de un cálculo avanzado de sus capacidades, como
columnas, muros, cañerías, escalinatas, plazas, entre otros. Sin embargo mediciones
más precisas con unidades más pequeñas se utilizaron para la creación de las
esculturas más importantes del centro ceremonial de Tenochtitlan. Estudios
realizados sobre el monolito de Tlaltecuhtli muestran un patrón de diseño el cual
sigue estas unidades.

Exactitud de los cálculos mexicas


Aparte de la regla de lado por lado, se utilizaba ampliamente la regla del
topógrafo (Surveyer's Rule), desarrollada también por los sumerios y usada por los
romanos1112 donde el área es el producto de dos lados promediados opuestos.13

A = (a + c)/2 x (b + d)/2.

De acuerdo a los estudios que usaron esta regla del topógrafo, la gran cantidad de
cuadriláteros con Ac (área registrada en los códices) y Am (área calculada)
similares indica que los tlacuilos escogieron algoritmos para aproximar el área más
grande posible en los límites de un terreno dado. Esta característica indica que
para reducir la carga impositiva los tlacuilos pudieron intencionalmente producir
mediciones imprecisas al sistemáticamente registrar valores menores en sus medidas
lineales y áreas. Otros errores sistemáticos fueron encontrados al compararlos con
una base 20, ya que esta era la base del sistema numérico mesoamericano.8

Lectura de milcocollis y tlahuelmantlis

Tlahuelmantli (códices de áreas) mostrando áreas de terrenos (símbolos alineados en


el centro) por un tlacuilo Acolhua-Mexica, glifos edafológicos (tipo de suelo) de
Tezontle representados por un tetl (piedra) atravesado por un teconi (Uictli o coa)
(Símbolos centrales en cada polígono), Códice Santa María Asunción
Para obtener los valores de los milcocollis (códices de perímetros) se sumaba
simplemente los valores de los costados de los terrenos medidos. La unidad que se
utilizaba era el tlalcuahuitl (T). En el caso de los tlahuelmantlis (códices de
áreas) la lectura es más compleja. Los glifos centrales se multiplican por el valor
20 (ya que las áreas eran registradas comúnmente en unidades de 20). A este
resultado se le suma un valor adicional el cual se indica en la parte superior
derecha del polígono del terreno; el resultado es el valor del área del terreno en
tlalcuahuitl cuadrados (T2). Algunos tlalhuemantlis mostraban dentro de los
polígonos del terreno un glifo de maíz, el cual indicaba que el terreno era menor a
400 T2.

Medidas de longitud

Glifos edafológicos mexicas del Sistema Métrico Mexica en el centro de cada


milcocolli (códices de perímetros), el centro se ve la descripción de terreno, en
este caso hay muchas variedades de terreno. Códice Humboldt detalle Fragmento VIII
1500- 1600
Para medir distancias los mexicas utilizaban un grupo de unidades que guardaban una
relación entre sí, entre las cuales las medidas conocidas son el cemmatl (uno
mano), cemyollotli (uno corazón), cemomitl (uno hueso), cemacolli (uno brazo),
cemmitl (uno flecha). Estos símbolos eran utilizados junto a la anotación de otros
símbolos multiplicadores de la cantidad de veces que valía el objeto a medir, los
cuales eran una línea vertical que representaba la unidad, un grupo de 5 líneas
unidas la primera con la última con una línea horizontal representando 5 unidades,
un círculo sólido o un estandarte (pantli) representando 20 unidades. Los
perímetros de terrenos eran registrados en milcocollis (códices de perímetros).

Medidas de longitud mexicas y sus valores14


Unidad Descripción Equivalente aproximado en el SI
matlacicxitla medida de 10 pies 2,786 m
maitlneuitzantli 3 varas 2,508 m
tlalcuahuitl bastón de madera de medida (3 varas) 2,508 m
niquizantli braza vertical, 2.5 varas 2,090 m
maitl mano, braza horizontal, 2 varas 1,672 m
cenequeztzalli estatura, altura de un campesino 1,60 m
mitl Venablo de Atlátl, 1.5 varas 1,254 m
yollotli corazón, 1 vara 83,59 cm
ahcolli hombro 77,5 cm
ciacatl axila 72,0 cm
tlacxitl paso 69,65 cm
molicpitl codo, media vara 41,80 cm
matzotzopaztli antebrazo 38,6 cm
omitl hueso 33,44 cm
xocpalli huella del pie 27,86 cm
macpalli palma de la mano, cuarta, un cuarto de vara 20,90 cm
Canmiztitl jeme 18,0 cm
centlacol icxitl medio pie 13,93 cm
mapilli dedo de la mano 1,74 cm
Uso de unidades de medición en obras monumentales

Ilustración del Palacio de Nezahualcóyotl en el mapa o códice Quinatzin

Palacio de Otzoticpac (derecha superior) dentro de la descripción de tierras en un


códice milcocolli o tlahuelmantli en Texcoco. Mapa del palacio de Otzoticpac.
Teotihuacán
Se ha descubierto en la ciudad de Teotihuacán un valor repetido de 0,83 m
correspondiendo al yollotli “corazón” mexica. Una barandilla de la pirámide de
Quetzalcóatl mide 1,66 m, donde el arqueólogo Sugiyama demostró que esta medida se
aplicaba de manera sistemática y acertada a los demás edificios de la ciudad.15

Monolito de Tlaltecuhtli
Varios múltiplos del yollotli se usan en el monolito de Tlaltecuhtli descubierta en
el Templo Mayor de Tenochtitlán; esta escultura monumental mide 4.17 m de largo (5
yollotli) o 20 cuartas, y 3.62 m de ancho o 18 cuartas.16 Además los textos
recopilados por Bernardino de Sahagún muestran de qué manera las unidades nahuas se
usaban en la vida cotidiana tradicional.

Palacio de Nezahualcóyotl
El palacio de Nezahualcóyotl solamente fue documentado por parte de Alva
Ixtlixóchitl y se menciona únicamente sus dimensiones, no existen milcocollis o
tlahuelmantlis reportando sus dimensiones, solamente los relatos de Ixtlixóchitl
donde expresa sus dimensiones en medidas del sistema métrico mexica, las cuales
convertidas en el SI son de 1.031 km de largo, 0.817 km de ancho, con una diagonal
de 1.316 km y un perímetro de 3.699 km.14 Solamente una descripción básica del
palacio se encuentra en el mapa o códice Quinatzin.

Palacio de Oztoticpac
El palacio de Oztoticpac a diferencia del palacio de Nezahualcóyotl, está
completamente documentado con sus dimensiones, forma y distribución. Este utiliza
milcocollis o tlahuelmantlis para describir las dimensiones de sus corredores,
plazas, y casonas, además de incluir terrenos adjuntos al palacio.

Templo Mayor de Tenochtitlan


El Templo Mayor en el Recinto Sagrado de Tenochtitlan también estaba construido de
acuerdo al sistema métrico mexica. De acuerdo a los restos arqueológicos en las
calles de la Ciudad de México y con la ayuda de reportes diversos después de la
conquista se cree que el Templo Mayor media en su séptima y última etapa de
construcción 91 m de largo y 100 m de ancho con una diagonal de 135 m y con un
perímetro de 383 m.17

Metalurgia en el Imperio Mexica

Pendiente de oro mixteca representando a una concha de caracol, ca. 900-1520 d. C.


El uso de los metales en Mesoamérica se cree que inicia en el 800 a. C. con la
mayor parte de la evidencia de ello en el oeste de México. Muy similar como en el
caso de Sudamérica, los metales preciosos se encuentran de manera más abundante en
las élites. En esta zona se desarrolló una tradición especializada en la aleación
de metales que incluía además de los metales puros a las aleaciones de metales
preciosos con metales estructurales. Se desarrollaron herramientas de alta dureza
por medio de aleaciones de bronce con diversos metales, utilizando el trabajo en
frío para incrementar su dureza. También utilizaron la aleación del oro y la plata
añadidos al bronce para darles tonalidades ornamentales, así como para modificar
sus propiedades sonoras en los diversos instrumentos metálicos que utilizaban los
mesoamericanos.18

El intercambio de tecnología y artículos entre los pueblos de Ecuador y Colombia


con el oeste de México potenció el desarrollo e investigación en ambas
civilizaciones. Artefactos metálicos similares se han encontrado en estas dos
regiones: anillos, agujas, pinzas, hachas, punzones, cuchillos y escudos, los
cuales fueron fabricados en forma similar y en contextos históricos contemporáneos
en ambas zonas.

Además de todos estos artefactos, de los cuales sobreviven especímenes, hay muchos
otros objetos y herramientas que se encuentran solo en los códices. Entre estos se
encuentran el tepoztli, el amamalócotl y la versión metálica de la coa o uictli. No
obstante, del uictli y el tepoztli sobreviven especímenes, pero solamente las
puntas y cabezas de estos respectivamente; dichos objetos se encuentran en el Museo
Regional de Guadalajara.

Colección del Museo Regional de Guadalajara


El Museo Regional de Guadalajara en el estado de Jalisco en México tiene una de las
colecciones más amplias de objetos metálicos del Imperio purépecha. Tiene alrededor
de 3200 artefactos que provienen de los estados de Jalisco, Michoacán, Colima y
Nayarit. Esta colección fue coleccionada por parte de Federico Solórzano.

Colección de objetos metálicos del Museo Regional de Guadalajara6


Artefacto Cantidad Porcentaje
Campanillas 1934 60.5
Anillos abiertos 685 21.4
Hachas decorativas / moneda 186 5.8
Placas ornamentales 136 4.3
Agujas 87 2.7
Hachas 41 1.3
Pinzas 42 1.3
Punzones 23 <1
Campanas decorativas 22 <1
Pins 17 <1
Anzuelos 14 <1
Abalorios 9 <1
Uictlis (coas) o azadas 3 <1
Imperio purépecha
El contacto continuo entre estas civilizaciones mantuvo el flujo de ideas
fomentando el desarrollo de las líneas comerciales andinas de larga distancia,
influencia de zonas más al sur parece que alcanzaron la región y llevaron a un
segundo periodo (1200-1300 a. C. hasta la llegada de los españoles). Para este
entonces, aleaciones de bronce ya eran ampliamente utilizadas por los metalurgistas
del oeste de México, especialmente el Imperio purépecha, parcialmente porque se
necesitaban propiedades mecánicas específicas para las herramientas, armas y
decoraciones. En algunos casos la introducción de diferentes metales a la aleación
era con el objetivo de cambiar la tonalidad del objeto o cambiar la resonancia de
este para mejorar su calidad musical.

Los objetos y las técnicas fueron importados de Sudamérica, pero los metalurgistas
del oeste de México empezaron a trabajar los minerales de los metales que abundaban
en depósitos locales, el metal no era importado de Sudamérica. Esta tecnología se
dispersó también al resto de Mesoamérica, donde el oeste de México tenía la mejor
manufactura de la zona. Estudios de procedencia en algunos artefactos del sur de
Mesoamérica fabricados por medio de la técnica de cera perdida han mostrado que
eran disimilares a los artefactos del oeste, por lo que se pudo haber tenido un
segundo punto de desarrollo metalúrgico ya que no se ha podido identificar la
fuente.19

Especímenes de hachas de Bronce


Fotografía de un conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo Nacional
de Antropología en la Ciudad de México
Fotografía de un conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo Nacional
de Antropología en la Ciudad de México

Fotografía de un segundo conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo


Nacional de Antropología en la Ciudad de México
Fotografía de un segundo conjunto de hachas de bronce mesoamericanas en el Museo
Nacional de Antropología en la Ciudad de México

Imperio mexica

Herrero azteca / mexica avivando el fuego para retirar impurezas Códice Mendoza.
Los mexicas en su inicio no utilizaron de manera masiva los metales, aun cuando
adquirían objetos de otras civilizaciones. Sin embargo durante su expansión
militar, la tecnología metalúrgica presente en las diversas zonas dominadas empezó
a dispersarse en el imperio. Para el tiempo de la conquista, se cree que el uso de
las aleaciones de bronce eran tan comunes que en parte de la vida cotidiana de los
ciudadanos de Tenochtitlan se acostumbraba regalar hachas de bronce como una
muestra de estatus social y para ganar favores dentro de la estructura jerárquica
del gobierno mexica.20

Instrumentos musicales
Se han encontrado una gran cantidad de campanas, sonajas y sobre todo cascabeles,
donde estos últimos eran fabricados por medio de la técnica de fundición de cera
perdida como se ha visto en Colombia18 y también en la mayor parte de México.21
Durante este periodo se utilizaba casi exclusivamente el cobre.22

Propiedades metalúrgicas
Las hachas mesoamericanas eran hechas principalmente de bronce en el periodo
Posclásico, con valores muy altos de dureza Vickers (VHN) con valores entre 130 y
297 VHN para las aleaciones de bronce. Solamente las hachas del Preclásico, que
eran más antiguas y primitivas, tenían un valor que variaba entre 80-135 VHN.6

El uso de la metalurgia en el oeste de México por medio de la vía marítima durante


el periodo Clásico, dado que la mayoría de los objetos encontrados han sido
encontrados cerca de la costa.23Esta tecnología parece ser que fue importada por
medio de la Liga de Mercantes, la cual comercializaba objetos tan al sur como
Ecuador y tan al norte como Culiacán, México.24 Los objetos de Ecuador y del oeste
de México muestran que estos artefactos fueron encontrados en contextos
arqueológicos análogos, comparten composición química y técnicas de manufactura
idénticas y sus diseños son muy similares.25

El tamaño de grano de la aleación metálica es variable a lo largo del objeto,


mostrando un trabajo en frío intensivo por martilleo en sus filos.26 Este
tratamiento de trabajo en frío incrementa la dureza del hacha en esta parte
importante, dejando el resto de la estructura más suave de manera que pueda
resistir los impactos de su uso cotidiano.

Ejemplos de valores de dureza Vickers (VHN) para algunos metales27 y algunas hachas
Mesoamericanas de aleación de bronce6
Material Valor
Bronce Cu-Sn 274HV
Bronce Cu-As-Sn 297HV
Bronce Cu-As 195HV
Acero inoxidable 347L 180HV
Hierro 30–80HV
Aspectos culturales
Educación
Artículo principal: Educación azteca
La educación universal de los hijos era obligatoria hasta la edad de catorce años.
Estaba en manos de sus padres, pero era supervisada por las autoridades de su
calpulli. Parte de esta educación involucraba aprender una colección de dichos,
llamada «Huēhuetlàtolli» («Dichos de los viejos»), que representaban los ideales
aztecas.

Hubo dos tipos de escuelas: telpochcalli, para los estudios prácticos y militares,
y calmécac, para el aprendizaje especializado en la escritura, la astronomía, la
teología y liderazgo.

Religión
Artículo principal: Religión mexica

Escultura mexica de un hombre sosteniendo un fruto del árbol del cacao.


La religión mexica fue la síntesis de las creencias y tradiciones milenarias de los
antiguos pueblos mesoamericanos, de una complejidad que implicaba la existencia
misma, la creación del universo y la situación del ser humano respecto a lo divino,
ligada estrechamente a la agricultura y a la lluvia. El concierto humano tenía en
la naturaleza divina su razón de ser e implicaba diversos conceptos, de los que los
mexicas fueron los herederos de un núcleo religioso mesoamericano construido a lo
largo de muchos siglos.

Según lo expuesto por el estudioso Alfredo López Austin, en la concepción


mesoamericana la materia se integraba de una parte animada —visible, tangible— y
otra con una carga interna con dos fuerzas, una luminosa, caliente y seca y otra
oscura, fría y húmeda, semejante a la noción del cosmos (que sintetizaba una
creencia cosmogónica en que la parte luminosa era la bóveda celeste hasta el sitio
donde habitaba el sol —de característica masculina/paterna, productora de lluvia
fecunda— y la oscura con el inframundo —femenina/materna receptora de la lluvia
fecundadora y sitio de la concepción humana y natural). Los dioses estaban
integrados de forma variada por esas dos materias y mantenían una comunicación
constante con los humanos, los que podían llegar a "alojar" en los cuerpos mundanos
de forma intensa (convirtiendo al ser habitado en el dios mismo, como en las
fiestas en que sacrificaban a un noble que era habitado por Xipe Tótec) o de forma
ligera provocando perversiones o virtudes.

Estas fuerzas impregnaban todo lo habitado en la Tierra y su equilibrio


caracterizaba el orden micro y macrocósmico, que debía ser mantenido. En el caso
mexica, una sólida élite sacerdotal detentaba el poder de comunicación y de
equilibrio como forma de sometimiento ideológico con el grueso de la población,
neófita en las explicaciones cosmogónicas. Las fiestas religiosas tenían como fin
equilibrar la voluntad creadora frente a la destructora o nociva y así garantizar
la continuidad de los ciclos, desde el vital hasta el agrícola. Fue hasta los
pueblos del Posclásico que la combinación de estas creencias junto a la de la
necesaria renovación vital y reciclaje de las fuerzas vitales tuvo en la sangre
humana la expresión viva del ritual de la continuidad. Por ello, se realizaban
sacrificios ya fuera a los humanos invadidos de las fuerzas divinas y que eran
inmolados con el fin de la renovación de los poderes de los dioses «humanizados» o
en la búsqueda del alimento vital (sangre, o agua preciosa, atl-tlachinolli) para
el aseguramiento del tránsito celeste. A partir de la reforma de Tlacaélel, se
concretó la creencia para los mexicas de que la sangre era el alimento de Tonatiuh,
el cual era transportado por el cielo en dos enormes serpientes. Esta creencia
tiene su representación en la Piedra del Sol. En relación con esto cabe mencionar
que las elites política, religiosa y militar practicaban la antropofagia ritual con
las víctimas de los sacrificios.

Quetzalcóatl era un dios antiguo, anterior a los mexicas del cual hay diferentes
versiones: para algunos era el creador del hombre, mientras que para otros era un
dios civilizador. También es conocido como el dios del viento bajo el nombre de
Ehécatl, que es una de sus formas, y otra de sus formas es la de dios del agua y
dios de la fertilidad. Quetzalcóatl es considerado hijo de la diosa virgen
Coatlicue y hermano gemelo del dios Xólotl. Como introductor de la cultura, él
trajo al hombre la agricultura y el calendario, y es patrón del las artes y de los
oficios. En un mito mexica el dios Quetzalcóatl permitió ser seducido por
Tezcatlipoca, pero se arrojó a sí mismo a una pira funeraria lleno de
arrepentimiento. Tras su muerte su corazón se convirtió en el lucero de la mañana,
y como tal es vinculado con la divinidad Tlahuizcalpantecuhtli. En cualquier caso,
este dios, descrito como un ser de rostro blanco y barbado, era un dios pacífico y
civilizador, opuesto a los sacrificios humanos, que intentó detener esta práctica
ritual. Al fracasar en su propósito, emigró hacia el este, prometiendo que un día
regresaría en un año determinado de la cuenta mexica. El mito de Quetzalcóatl es
muy interesante para entender la reacción de los mexicas ante la llegada de los
españoles (Hernán Cortés).

Templo Mayor
Artículo principal: Templo Mayor

Chac mool encontrado en las ruinas del Templo Mayor.


En el centro de la ciudad se encontraba el Templo Mayor, un recinto amurallado (con
un muro en forma de serpiente, coatepantli) donde se encontraban los principales
templos y la Casa de los Jóvenes (telpuchcalli). Cerca de ahí se encontraba el
palacio de Axayácatl, que disponía de cien habitaciones con baño propio para los
visitantes y embajadores. Fue ahí donde se alojaron los hombres de Cortés, junto
con sus aliados tlaxcaltecas.

El palacio de Moctezuma Xocoyotzin tenía varios anexos. Uno de ellos era la casa de
las fieras: dos recintos donde se cuidaban animales de gran parte de Mesoamérica.
Un recinto estaba dedicado a las aves de rapiña y el otro a una gran variedad de
animales, que incluía aves, reptiles y mamíferos. Alrededor de trescientas personas
estaban encargadas del cuidado de los animales. Existía también un jardín botánico
dedicado especialmente a las plantas medicinales. Otra sección era una especie de
acuario, que contenía diez estanques de agua salada y diez estanques de agua dulce
para peces y aves acuáticas.

Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran removidos. Fue
tratando de cruzar estos canales de noche que los invasores perdieron la mayor
parte del oro que habían robado del palacio de Moctezuma. El trazo de los canales
aún se conserva en el trazo de algunas avenidas de la actual Ciudad de México como
México-Tacuba, Calzada del Tepeyac o Calzada de Tlalpan.

Artes
Artículo principal: Arte mexica
El pueblo mexica fue un buen pueblo escultor ya que podían realizar esculturas de
todos los tamaños en las que plasmaban temas religiosos o de la naturaleza.
Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con
todo detalle. En las esculturas más grandes solían representar dioses y reyes. Las
más pequeñas las utilizaban para representaciones de animales y objetos comunes.
Los mexicas utilizaron la piedra y la madera y a veces decoraban las esculturas con
pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.

La música, canto y danza acompañaba a todas las ceremonias de carácter religioso,


los matrimonios, los funerales, los sacrificios, las de carácter político como la
ascensión de un nuevo dirigente, las de carácter guerrero e incluso las
festividades relacionadas con los ciclos calendáricos. Los bailes religiosos se
realizaban en los patios de los templos. Algunos instrumentos musicales usados son
Teponaztli, Tecomapiloa, Omichicahuaztli, Huéhuetl, Coyolli, Chililitli,
Chicahuaztli, Cacalachtli, Ayotl, Ayacahtli, Tetzilacatl, Ayoyotes. El tlapitzalli,
una flauta de barro, era utilizado para señalar el inicio de una batalla. También
se usaban conchas de caracol como trompetas.

Astronomía y astrología mexicas: la relación de los astros y cielos

La Luna, Metztli.
Sin ninguna duda los tres astros que a los mexicas les llamaban más la atención
son: el sol, la luna y el planeta Venus, por ello dichos astros han provocado
grandes creencias y mitos. Por un lado creían que la luna era un dios que se había
sacrificado y por otro que era el hijo de Tláloc. Pensaban que las manchas que se
ven vagamente las hacían los conejos. De igual manera le atribuían la muerte y la
re activación de su entorno (por ejemplo la vegetación, la menstruación, etc.).
Debido a la manera en que “desaparecía” y “reaparecía”. La Luna representaba la
feminidad, la fecundidad, la vegetación y también la embriaguez, teniendo como
símbolo tecciztlì (el caracol marino), que a su vez es el símbolo del aparato
reproductor femenino. Al producirse un eclipse pensaban que la luna moría (por ello
era un dios sacrificado), y lo representaban como una diosa en oposición al sol
(astro masculino). En la antigua Teotihuacán sacrificaban hombres al sol y mujeres
a la luna. En cierto aspectos la luna está relacionada con el agua, en los
manuscritos se halla representada en una forma de recipiente en forma de media luna
llena de agua, destacando sobre esta la silueta del conejo.

Las diosas (como la del agua) no tienen pocos atributos en común, particularmente
en sus vestiduras. Los dioses de la embriaguez (siendo varios, ya que hay varias
formas de embriagarse), como el del “pulque”, se consideraban divinidades lunares,
ya que se le consideraba la causante de cosechas abundantes, convirtiendo a los
dioses de la embriaguez dioses de las cosechas abundantes y la protección de
banquete, verdaderos festivales de bebidas para celebrar a la abundancia. Se les
llamaba Centzon Totochtin, los "cuatrocientos conejos”, sin embargo al analizar sus
nombres nos percatamos que se refieren a nombres de un pueblo (por ejemplo
Tepoztlán, poblado nahua del valle de Cuernavaca). Esto se explica ya que eran
agrupados pequeños dioses locales para cada cosecha y festejo. Sin duda alguna el
más importante de los cuatrocientos conejos era Ometochtli “Dos-conejo”. Estos
dioses eran tan importantes que varios himnos religiosos estaban consagrados a
ellos. Al comparar lo dicho previamente sobre el sol y la luna, se puede notar bajo
ambos astros las características de la pareja primordial, el fuego (sol) y la
Tierra (luna); la muy antigua dualidad representada en el cielo.

Venus

Hueyicitlalli o Citlalpol, representación de Venus en los códices.

Lámina 54 del Códice Borgia donde se representan cuatro de las cinco


manifestaciones de Venus con sus influjos cada 584 días.
El planeta Venus era llamado Hueycitlalin (la gran estrella). En su aspecto de dios
era Tlahuizcalpantecuhtli. Diversos manuscritos representan a dicho dios como un
arquero. Era temido como causante de enfermedades y para evitarlas se tenía cuidado
de reparar las fisuras de las casas y cerrar toda abertura en ellas cuando Venus se
dirigía a ascender por el horizonte occidental.

En otro aspecto (Códice Borgia, lámina 54, parte superior derecha) el dios
Tlahuizcalpantecuhtli aparece con el disfraz fúnebre del dios de la muerte,
Mictlantecuhtli, con el rostro cubierto con una máscara en forma de cabeza de
muerto. Con este disfraz además de recibir las características de dios dador de
enfermedades y de malos augurios, recuerda que Venus ha nacido de la muerte de
Quetzalcóatl. Después del sacrificio, Quetzalcóatl, convertido en
Tlahuizcalpantecuhtli, pasó cuatro días en el infierno del norte, el dominio de
Mictlantecuhtli. Aquí se re encuentra el tema de la muerte y del renacimiento, del
viaje al país de la muerte que une a las tres personalidades de Quetzalcóatl-
Xólotl-Tlahuizcalpantecuhtli.

La observación del movimiento de Venus cobró gran importancia en la astronomía y en


la cronología indígena. Setenta y cinco ciclos sinódicos venusinos de 584 días son
equivalentes a 104 años solares, este periodo era llamado huehuetiliztli (vejez).
Por otra parte, los ciclos sinódicos venusinos se contaban en grupos de cinco
(equivalentes a ocho años solares). Es por ello que Tlahuizcalpantecuhtli es
representado usualmente con el rostro pintado con cinco grandes puntos blancos, dos
sobre cada mejilla y uno en la nariz.

Los antiguos mexicanos distinguían y conocían numerosas constelaciónes. Observaban


especialmente el movimiento de las Pléyades (llamadas en náhuatl "Tianquiztli")
cada fin de “siglo”, es decir cada cincuenta y dos años. Su importancia radica en
que si ese movimiento continuaba a media noche, el mundo no perecería aún durante
el siguiente periodo de cincuenta y dos años. La Osa Mayor es representada por
Tezcatlipoca, bajo la forma de un jaguar (ocelotl).28 Tezcatlipoca también es el
todo, el cielo nocturno donde la obscuridad es la soberana, sintetiza el lado
sombrío y obscuro de la naturaleza.

La constelación de Ocelotl sobre la Osa Mayor; los puntos rojos son las estrellas
del firmamento.
En forma general, todas las estrellas se dividían en dos grupos opuestos: los
Centzon Mimixcoa al norte y los Centzon Huitznáhuac al sur. Las “Cuatrocientas
Serpientes de Nubes”, pequeñas divinidades septentrionales, rondan la gran estepa
de los cactos; los “Cuatrocientos Meridionales” son hermanos de Huitzilopochtli, a
los que dio muerte al nacer.29

Los trece cielos


Véase también: Calendarios mexicas
Los aztecas tenían una estructura básica del universo; como ya se mencionó, todos
los cuerpos celestes se dividen en dos grupos: los Centzon Mimixcoa al norte y los
Centzon Huitznáhuac al sur; las cuatrocientas serpientes o cuatrocientos
meridionales, es decir, las innumerables estrellas, y de Coyolxauhqui, la luna,
quienes eran hermanos de Huitzilopochtli, a los que dio muerte al nacer. Y se
reconocen trece cielos (se fijó en trece el número de cielos porque es el gran
número supremo del calendario), que estaban conformados de la siguiente manera:

Ilhuícatl-Meztli: el cielo de las estrellas;


Ilhuícatl-Tetlalíloc: el cielo que está habitado por los Tzimime, quienes son
demonios celestiales o estrellas femeninas que intentan impedir que el sol nazca
durante los eclipses;
Ilhuícatl-Tonatiuh: el cielo donde se encuentran Tezcatlipoca (dios de la noche y
de todas las cosas materiales) y los encargados de guardar los cielos;
Ilhuícatl-Huitztlán: el cielo donde están las almas de los guerreros sacrificados
que se transforman en aves preciosas;
Ilhuícatl-Mamaloaco: el cielo de las serpientes de fuego (los cometas);
Ilhuícatl-Yayauhco: el cielo donde se encuentran los vientos en número cuatro, uno
para cada punto cardinal;
Ilhuícatl-Xoxoauhco: el cielo que muestra su rostro en el día;
Ilhuícatl-Nanatzcáyan: el cielo donde crujen los cuchillos de obsidiana;
Ilhuícatl-Teoiztac: región del blanco;
Ilhuícatl-Teocozáuhco: región del amarillo;
Ilhuícatl-Teotlatláuhco: región del rojo;
Ilhuícatl-Teteocán: el lugar donde los dioses toman rostros;
Ilhuícatl-Omeyocán: residencia de Ometéotl, señor de la dualidad.
A nivel simbólico su visión del cielo puede interpretarse así: el Sol nacido de un
sacrificio atraviesa el cielo de este a oeste, con su cortejo masculino y femenino,
pasando por el mediodía donde reina, llega al oeste y se hunde en la morada de los
muertos, donde el mundo queda entregado a las potencias temibles del crepúsculo y a
las flechas de Tlahuizcalpantecuhtli; solo la luna brilla como símbolo de
fertilidad, y sobre la cumbre del universo reina la vieja pareja primordial.30

Investigadores y estudiosos de la cultura mexica


Siglo xvi
Fray Bernardino de Sahagún, Fray Toribio de Benavente ("Motolinia"), Fray Diego de
Durán, Diego Muñoz Camargo, Fray Juan de Torquemada.
Siglo xvii
Hernando de Alvarado Tezozómoc, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Francisco de San
Antón Muñón Chimalpahin, Juan Bautista Pomar, Carlos de Sigüenza y Góngora
Siglo xviii
Lorenzo Boturini Benaducci, Francisco Xavier Clavijero
Siglo xix
Alfredo Chavero, Manuel Gamio, Edward King Kinsborough, Antonio de León y Gama,
Manuel Orozco y Berra, Francisco del Paso y Troncoso, Antonio Peñafiel
Siglos XX y XXI
Robert Barlow, Frances Berdan, Ignacio Bernal, Woodrow Borah, Pedro Carrasco,
Alfonso Caso, Víctor Manuel Castillo Farreras, Marco Antonio Cervera Obregón,
Charles E. Dibble, Justino Fernández, Enrique Florescano, Ángel María Garibay
Kintana, Ross Hassig, Joaquín Galarza, Paul Gendrop, Charles Gibson, Serge
Gruzinski, Wigberto Jiménez Moreno, Friedrich Katz, Patrick Johansson, Miguel León
Portilla, James Lockhart, Alfredo López Austin, Leonardo López Luján, Ignacio
Marquina, Eduardo Matos Moctezuma, Federico Navarrete Linares, Eduardo Noguera,
Ángel Palerm, Esther Paztory, William T. Sanders, Laurette Séjourné, Eduard Georg
Seler, Leonard Schultze-Jena, Michael E. Smith, Felipe Solís, Jacques Soustelle,
Tzvetan Todorov, Paul Westheim
Véase también
Arte mexica
Sistema métrico mexica
Metalurgia precolombina en América
Imperio azteca
Gastronomía mexica
Historia mexica
Militarismo mexica
Origen de los mexicas
Religión mexica
Xoloitzcuintle
Drogas enteogénicas y registro arqueológico
Referencias
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Notas
El término mexica deriva del autónimo usado realmente por el pueblo al que se
refiere, mientras que azteca deriva del mito de Aztlán en gran parte legendario,
que además no era un término usual entre los antiguos pobladores de México para
referirse a sí mismos.
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