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SÁNCHEZ DÍAZ MATÍAS

ALEJANDRO

1° AÑO
PROFESORADO DE HISTORIA

CIVILIZACÓN AZTECA
INVESTIGACIÓN
Introducción
La civilización azteca fue un próspero pueblo mesoamericano que se estableció en el
territorio centro y sur de la actual Ciudad de México, entre 1345 d. C. y 1521 d. C. Se
convirtió en la cultura dominante de la región hasta la llegada de los conquistadores
europeos. Los aztecas, también llamados mexicas, fueron una de las
principales civilizaciones precolombinas, junto con las culturas olmeca, tolteca y
la teotihuacana; alcanzaron su máxima expresión bajo la condición de imperio que perduró
hasta 1521 d. C., tras el inicio de la guerra en contra de la conquista española.
Esta civilización fue muy avanzada, construyeron sofisticadas ciudades y fue conformada
por cerca de 15 millones de personas divididas en 500 comunidades, aproximadamente. El
imperio azteca se extendió en gran parte de Mesoamérica, limitando con los Mayas en el
norte y con los Purépechas en el sur. El idioma hablado era el náhuatl, que hoy en día es
considerado el verdadero lenguaje mexicano que, de hecho, en algunas regiones del país
aún es hablado.

Origen

El origen del pueblo azteca es algo incierto, pero los vestigios de su tradición sugieren que
fueron cazadores y recolectores en la meseta del norte de México antes de que llegarán a
la región de Mesoamérica, alrededor del siglo XII d. C.

El término “azteca”, proveniente de la lengua náhuatl, significaba “gente que vino de


Aztlán”. El pueblo azteca abandonó Aztlán y se mantuvo vagando durante varios años antes
de establecerse de manera permanente en el territorio de la actual Ciudad de México y
alrededores.

Se establecieron en islas sobre el lago Texcoco y a partir del 1325 d. C. fundaron la ciudad
de Tenochtitlán, que se convirtió en su principal centro. Formaron alianzas con los estados
vecinos de Texcoco y Tlacopan hasta convertirse en el poder dominante en el centro de
México. El dominio azteca se basó en el desempeño militar y la guerra que permitió el
avance de la cultura hasta convertirse en un imperio. El pueblo era administrado por las
clases sacerdotales y burocráticas de la sociedad.

La formación del imperio azteca surgió luego de la alianza entre tres grandes ciudades:
Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlán. A través de la centralización militar, los aztecas lograron
la convivencia de las tres culturas que tenían algunas diferencias entre sí.

Además del despotismo militar, la base del éxito azteca fue su notable sistema de
agricultura que consistía en el cultivo intensivo de todas las tierras disponibles junto con
sistemas elaborados de riego y de recuperación de las tierras pantanosas.
La civilización anterior a los aztecas fueron los incas originarios de Perú

Ubicación

Los aztecas se ubicaron en el centro del Valle de México. Desde ahí se expandieron hacia el
altiplano mexicano y hacia el sur a través de la conquista y las alianzas hasta abarcar un
territorio de unos 300.000 km² y una población de casi 7 millones de habitantes.

Características principales

• Los mexicas o aztecas fueron un pueblo nahua procedente del norte de México que
se instaló en las islas del lago Texcoco, en el Valle de México, alrededor
de 1325. Según sus tradiciones, buscaban el lugar donde, de acuerdo con la profecía
del dios Huitzilopochtli, se transformarían en señores de otros pueblos.
• Una vez instalados, se relacionaron con la nobleza tolteca y adoptaron el culto
de Quetzalcóatl.
• Entre 1325 y 1426, fueron tributarios de otro pueblo de la región, los tepanecas. En
1426 se inició una guerra entre mexicas y tepanecas que finalizó en 1430 con el
triunfo total de los aztecas. Esto significó la independencia del señorío mexica y el
inicio de su política expansionista. A partir de ese momento, se establecieron las
bases de la sociedad azteca.
• Fue un Estado militarizado que sometió a los pueblos de la región llegando a abarcar
un extenso territorio.
• La principal actividad de la élite azteca consistía en consolidar y extender el
imperio. Ese fue el sentido de las numerosas obras que realizaron: complejos de
templos para asegurar el favor de los dioses, caminos para el comercio y la
circulación de tributos, etc. Al ocupar la capital una zona lacustre, debieron realizar
obras de infraestructura hidráulica: construyeron diques, desvíos de agua y canales.
Para cultivar en el lago, construyeron islas artificiales llamadas chinampas.
• La capital era la ciudad de Tenochtitlán. En el centro tenía un conjunto ceremonial
de 300 metros de lado integrado por un patio hundido, los templos piramidales de
Quetzalcóatl, Huitzilopochtli y Tláloc y un juego de pelota. Además, había otros
templos menores para los dioses secundarios. Estaba rodeado por una muralla a la
que se accedía por tres calles. Fuera de la muralla se ubicaban los palacios de los
nobles. El agua de la ciudad se proveía a través de acueductos y canales desde los
manantiales que estaban fuera de la ciudad.

Religión y Cultura
Los aztecas, como la mayoría de las culturas precolombinas, practicaron un lazo en común
entre la mitología y la religión. La religión azteca era politeísta. Adoraron a ciertos dioses
principales y también deificaron los fenómenos naturales, el Sol, la luna y el maíz, entre
otros. La música, la ciencia, las artesanías y el arte eran muy importantes dentro de la
cultura azteca, especialmente la música pues era empleada en los rituales religiosos. Los
aztecas adoraban a muchos dioses que representaban diferentes aspectos de la vida, en
estos ritos realizaban sacrificios humanos, de prisioneros de guerra o niños.
Los sacrificios eran muy comunes durante las ceremonias agrícolas, tenían la creencia que
así aseguraban una buena cosecha y es que creían que la sangre humana y los corazones de
los sacrificados les daban a los dioses fuerza o calma cuando se enojaban. La ciudad de
Tenochtitlan funcionaba como centro mítico y, según las creencias aztecas, el dios
Huitzilopochtli les había mostrado el camino para construir el centro ceremonial en esa
ciudad, a través de un águila que se había posado sobre un cactus (actual escudo nacional
de México). El dios, además, los había bautizado como “los mexicas” y, junto con otros
grupos étnicos que también hablaban la lengua náhuatl, formaron el gran pueblo conocido
como los aztecas. Los aztecas adoraban a múltiples dioses, aunque los principales fueron
Huitzilopochtli (el dios de la guerra y el sol) y Tláloc (el dios de la lluvia).

La vestimenta también era una representación de la cultura, las mujeres usaban vestidos
que se decoraban con metales preciosos, especialmente el oro y flores. Las pinturas de los
aztecas eran de un estilo abstracto, que representaban sus ritos religiosos y varios aspectos
de su vida diaria. Por otro lado, el arte Tolteca fue reflejado en la construcción de sus
templos y edificaciones, también en armas y cerámicas. En el tema musical, se conoce que
los instrumentos que usaban eran caracolas de mar, flautas de hueso o madera y tambores
hechos con troncos huecos.

Economía
Su sistema económico se basaba principalmente en el trueque pues se consideraba una
sociedad precapitalista. Las compras se realizaban con granos de cacao, por ejemplo, una
liebre era intercambiada por 30 granos, una tela por mínimo 65 granos o un huevo por 3
granos. La agricultura también era fundamental en la economía azteca, el maíz era su
cosecha principal, también se cultivaba algodón, cacao, aguacate, chile, entre otros.

Los comerciantes, pochtecas en náhuatl, eran un grupo poderoso que llegó a organizarse
en una especie de gremio con autoridades propias. Podían gestionar créditos y
administraban los mercados. Otra fuente de recursos importante era el tributo. Gracias a
estas obligaciones de los pueblos sometidos, los aztecas obtenían prisioneros para los
sacrificios humanos, productos manufacturados (cerámicas, tejidos, objetos de metal, etc.),
productos agrícolas (maíz, frijoles, calabaza, etc.) y productos exóticos como plumas de
colores, pieles y minerales. Además, los aztecas tenían un sistema de irrigación muy
sofisticado que les permitía cultivar en lagos poco profundos. Su economía también se
basaba en otras actividades como la pesca y la caza.

Organización Política
La formación del imperio azteca se basó en una alianza de tres grandes ciudades: Texcoco,
Tlacopán y Tenochtitlán. Los aztecas extendieron su poder por toda la región de
Mesoamérica. Las relaciones políticas que se establecieron entre los aztecas y las regiones
que controlaban aun no son muy claras, pero podemos afirmar que no era una estructura
rigurosamente centralizada, como la edificada por los Incas en Sudamérica.

En la Confederación Azteca convivieron innumerables comunidades con idiomas,


costumbres y culturas diferentes (zapotecas, mixtecas, totonacas, etc.) La unidad entre ellas
se daba en torno a aspectos religiosos y, principalmente, a través de la centralización militar
de los aztecas y la contribución obligatoria de impuestos de los pueblos mesoamericanos
sometidos al Imperio Azteca. Las diversas provincias de la región de Mesoamérica, además
de los tributos, debían proporcionar contingentes militares y someterse a la justicia de los
tribunales de la capital azteca, Tenochtitlán.

Los aztecas poseían un gobierno monárquico no hereditario (electivo). Cuando ocurría la


muerte del emperador, era elegido el sucesor por el Consejo Supremo (tlatocan), formado
por los representantes de la nobleza azteca, generalmente era elegido un miembro de la
nobleza azteca para dirigir el imperio. El emperador era considerado de origen divino y
poseía atribuciones o poderes ilimitados en la sociedad azteca.

El centro del imperio Azteca era la ciudad de Tenochtitlan que se localizaba en la actual
ciudad de México. El funcionamiento del Estado Azteca se basaba en una amplia red
burocrática formada por funcionarios profesionales, tales como los sacerdotes, inspectores
de comercio y recolectores de impuesto (Tecuhtli)

El imperio Azteca fue un ejemplo de imperio que gobernó por medios indirectos. Como la
mayoría de los imperios europeos, fue étnicamente muy diverso, pero a diferencia de la
mayoría de los imperios europeos, era más un sistema de tributo que un único sistema de
gobierno. En el marco teórico de los sistemas imperiales planteado por Alexander J. Motyl,
el imperio azteca era un imperio informal o hegemónico, ya que no ejercía la autoridad
suprema sobre las tierras conquistadas, sino solo se limitaba a esperar los tributos de las
regiones conquistadas. También fue un imperio discontinuo, ya que no todos los territorios
dominados estaban conectados, por ejemplo, las zonas periféricas del sur de Xoconochco
no estaban en contacto directo con el centro. El carácter hegemónico del imperio azteca se
puede ver en el hecho de que generalmente los gobernantes locales fueron restituidos a
sus puestos una vez que su ciudad-estado fuera conquistada y los aztecas no interferirían
en los asuntos locales, siempre y cuando los pagos del homenaje o tributo se hicieran.
Aunque la forma de gobierno se refiere a menudo como un imperio, de hecho la mayoría
de áreas dentro del imperio se organizaron como ciudades-estado, conocido como altépetl
en náhuatl. Estas pequeñas unidades políticas fueron gobernadas por un tlatoani,
gobernador elegido por la Nobleza (Pipiltin), de una dinastía legítima de esa región. El
período temprano Azteca fue una época de crecimiento y de competencia entre altépetl
(ciudades). Incluso después de que el imperio se formó (en el año 1428) y comenzó su
programa de expansión mediante la conquista, el altépetl (ciudades-estado) siguieron
siendo la forma dominante de organización política a nivel local. El papel eficaz del altépetl
como una unidad política regional fue responsable en gran medida del éxito de forma
hegemónica del imperio de control.

La organización política de los aztecas estuvo a cargo de diferentes funcionarios en el


imperio azteca que aseguraban el poder del emperador azteca y la sujeción de los pueblos
conquistados. La cultura azteca se organizó políticamente como una triple alianza de las
tres ciudades-estado (o altepetl): Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan. Estas ciudades aztecas
gobernaron un área alrededor del Valle de México. A pesar del diseño inicial del imperio
como una alianza de tres ciudades, Tenochtitlan se estableció rápidamente como el socio
dominante. En el momento de la llegada de los españoles en 1520, el territorio de la Alianza
fue gobernado efectivamente por Tenochtitlan y los otros socios de la alianza habían
tomado papeles secundarios o complementarios.

Durante el período de máximo poder del señorío azteca, la estructura política era la
siguiente:

1.- El Huey tlatoani: era la máxima autoridad política, militar y religiosa. Se lo consideraba
un representante de la divinidad. No era un cargo hereditario sino electivo.
2.- El Cihuacóatl: era el segundo, consejero y acompañante del Huey tlatoani. Lo
reemplazaba durante sus ausencias.
3.- Los altos dignatarios de distintas áreas: sacerdotales, militares, de justicia, etc. Todos
ellos participaban en el tlatocán, consejo supremo presidido por el Huey tlatoani o por el
Cihuacóatl.
4.- Los tlatoque: eran los gobernantes de las distintas ciudades enviados desde
Tenochtitlán. En algunos casos, se permitía a los gobernantes de las ciudades conquistadas
permanecer en sus cargos si juraban obediencia a la autoridad azteca.
5.- Los calpullis: tenían sus propias autoridades políticas y religiosas, pero ambas respondían
a las autoridades superiores.
Organización Social
La sociedad azteca se estructuraba en tres grandes grupos:

1.- Los pipiltin: eran los nobles. De este grupo formaban parte los sacerdotes y la clase
gobernante. A su vez, los pipiltin tenían distintas categorías, los tlazo-pipiltin eran
descendientes la antigua nobleza y entre ellos se elegía a los gobernantes. En un nivel
inferior estaban aquellos que habían accedido a este grupo por haberse destacado en algún
aspecto; era el grupo privilegiado, no pagaban tributo, tenían la propiedad de la tierra,
tenían derecho a usar ciertas prendas y a consumir determinados alimentos y bebidas y
además eran juzgados por tribunales especiales. Pero tenían un gran sentido de
responsabilidad con las obligaciones de su puesto. Los jóvenes nobles se educaban en el
calmécac donde aprendían los saberes antiguos y se preparaban para ser gobernantes.
También aprendían astronomía, leyes, el calendario, etc.

2.- Los macehualtin: era la población que no pertenecía a la nobleza y era conformado por
la mayor parte de los aztecas. Se organizaban en calpullis, grupos emparentados por un
ancestro común a sus miembros; en las ciudades, los macehualtin se dedicaban a
actividades artesanales, artísticas o al comercio. Cada calpulli tenía dos jefes que debían
asegurar la subsistencia de su comunidad, así como el cumplimiento de las obligaciones con
el Estado. En las áreas rurales, eran agricultores. Las obligaciones de los macehualtin eran:
obedecer a las autoridades tanto del calpulli como superiores; realizar los servicios
personales que el Estado demandara (servir en el ejército, construcción de obras públicas)
y el pago de tributos.
3.- Los tlatlacotin: era una categoría similar a la esclavitud, pero con algunas características
diferentes. Un macehualtin podía venderse temporalmente como esclavo para pagar
deudas, por ejemplo.

Organización militar

Los aztecas poseían una formidable organización militar, que les garantizó el dominio de la
región durante su etapa imperial. Contaban con la labor de inteligencia de los comerciantes
y mercaderes, que brindaban información clave previo a las invasiones, que generalmente
duraban hasta que sus enemigos cedieran al vasallaje.

Es posible también (aunque no se ha comprobado) que el matrimonio les otorgara también


la posibilidad de asimilar al Imperio castas nobles particularmente resistentes al vasallaje.

El ejército mexica estaba integrado por numerosos plebeyos (yaoquizqueh), apenas con una
instrucción militar básica, y un número menor pero considerable de guerreros profesionales
provenientes de la nobleza, organizados en distintas sociedades guerreras, de acuerdo con
sus desempeños y su tradición bélica.

La guerra era fundamental en el modo de vida azteca. Por ejemplo, era el único factor de
ascenso social para los plebeyos, por lo que los hombres recibían instrucción militar desde
edades tempranas.

Sus armas preferidas de combate eran las espadas de obsidiana (macuahuitls), lanzas
(tepoztopillis) y escudos (chimallis). Se dice que Moctezuma poseía una lujosa armería
cuyos instrumentos estaban adornados con piedras preciosas

Tradiciones y Costumbres

Esta cultura se caracteriza por ser bastante rigurosa. Las mujeres eran consideradas menos
que el hombre, estas debían obedecer y dedicarse al hogar. Los hombres eran los
encargados de dar honra a sus dioses y servir en sus templos. Estos debían recibir educación
militar, participar en combates y educar a los hijos mayores para que lucharan también. Su
arquitectura debía siempre realzar el arte y la religión. Por otro lado, pretendían actuar a
través de los valores de respeto, honra y educación para que todo marchara bien. Destacan
la educación mandataria, grandes familias con múltiples esposas y la concepción del
sacrificio humano como una acción necesaria para que el mundo continuara.

Algunas tradiciones destacables son:

Ceremonia del fuego nuevo

Esta ceremonia se realizaba cada 52 años —un ciclo completo en el calendario azteca—
para evitar el fin del mundo. La primera ceremonia fue realizada en el 1090, aunque existe
evidencia de que pudo haber sido antes.

La última ceremonia del fuego nuevo se celebró en 1507; la tradición terminó con la
conquista española. Durante los últimos cinco días del ciclo empezaban las preparaciones
de la ceremonia. Las preparaciones incluían la abstinencia del trabajo, el ayuno, limpiezas
rituales, destrucción de los objetos hogareños, silencio y derramamiento de sangre. Al
atardecer del último día del año, los sacerdotes subían a la cima de un volcán donde
sacrificaban a un hombre. Luego se encendía una gran fogata, desde la cual se prendían
antorchas para colocarlas en los templos de la ciudad.

Juego de pelota azteca

Se cree que este juego se originó de una civilización olmeca antigua. Se convirtió en un gran
elemento del imperio azteca, no solo por su entretenimiento sino por razones políticas y
religiosas.

Cuando los aztecas comenzaban un nuevo asentamiento, construían un altar a


Huitzilopochtli y construyan una cancha de pelota al lado. La cancha era en forma de “I”,
con una línea central y seis marcadores a lo largo de las paredes. A los lados de la cancha
existían áreas para los espectadores, nobles y jueces.

La pelota estaba elaborada de goma dura y pesaba cerca de 9 libras; los jugadores tenían
equipos protectores. Se jugaba en equipos y el objeto del juego era pasar la pelota sin que
tocara el piso a través de un aro de piedra.

Festival Xilonen

Este festival era realizado en honor a la diosa del maíz, Xilonen. Cada noche durante la
celebración, las chicas solteras llevaban su cabello largo y suelto; cargaban maíz verde en
ofrecimiento a la diosa en procesión al templo.
Se escogía una esclava para representar a la diosa y la vestían en atuendos para que se
pareciera a ella. En la última noche, la esclava era sacrificada en una ceremonia
para Xilonen.

El chocolate

El grano de cacao era altamente preciado en el imperio azteca. De hecho, el grano era
utilizado como una moneda, además de como bebida. Los granos eran utilizados para
hacer una bebida espesa de chocolate; ya que no tenían azúcar, los aztecas añadían chiles,
harina de maíz y especias.

Los aztecas creían que el dios Quetzalcóatl había traído los granos de cacao desde el árbol
de la vida para ofrecerlos al hombre. Por eso, el dios fue desterrado. Cuando el conquistador
Hernán Cortez llegó, los aztecas creían que era el dios regresando.

Incluso la palabra chocolate proviene de la palabra azteca chocolatl.

Canciones y poesía

La música y la poesía eran muy importantes; había presentaciones y concursos de poesía


en casi todos los festivales aztecas. También existían presentaciones dramáticas que
incluían artistas, acróbatas y músicos. Existían muchos géneros de canciones:
el Yaocuicatl se utilizaba para la guerra, el Teocuicatl para los dioses y los mitos, y el
Xochicuicatl para las flores y poesía. La prosa era tlahtolli, también con sus diferentes
categorías y divisiones. Una gran cantidad de poemas de la pre-conquista todavía
sobreviven hasta este día.

Fiestas y ceremonias

Casi todas las fiestas, tradiciones y ceremonias de los antiguos aztecas giran en torno al
calendario actual de 365 días, las cuales estaban dedicadas a los dioses. Entre ellas destacan
en torno a 19 fiestas diferentes. Una de las más importantes era el festival de la lluvia para
que hubiese cosechas buenas y abundantes.

El sacrificio humano también formó una parte muy importante de las costumbres de los
aztecas. En algunos casos también se practicaba el canibalismo tras la muerte. Dependiendo
del dios al que le mandaban la ofrenda, variaba el tipo de muerte y el tipo de ser vivo
sacrificado: se practicaban ahogamientos bajo el agua, auto mutilaciones, asesinatos de
presos tras las guerras, e incluso se obsequiaban niños.

Arquitectura
La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas, poseía un
innato sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y las líneas extensas eran
representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. Además, los aztecas usaron
bajorrelieves, muros, plazas y plataformas como medios con los cuales representar a sus
dioses e ideales. Durante las distintas épocas del imperio, los aztecas agregaron nuevas
técnicas y materiales a sus estructuras. Ejemplos de la monumentalidad y grandeza de los
aztecas se hacen evidentes en el Templo Mayor, cuya plaza podía dar cabida a 8,000
personas, y en el mercado de Tlatelolco, que podía albergar a 20,000 personas en los días
de mercado. La adaptación arquitectónica azteca y su ingenio pueden verse en Malinalco,
donde hay un templo que fue esculpido en la roca misma y que quedó integrado a una
montaña. Los aztecas apreciaban las bellas artes, desde objetos preciosos grabados en
miniatura hasta enormes templos de piedra. Se destacaron el sofisticado desarrollo en la
arquitectura y las esculturas monumentales, como la estatua colosal Coatlicue (su nombre
significa “falda de serpientes”) y la escultura de Xochipilli sentado (el dios del amor y de la
belleza).
Emplearon el arte como manera de significar y difundir el poder imperial de Tenochtitlan,
en obras como la Piedra del Sol, la piedra de Tízoc y el trono de Motecuhzoma II, que
retrataban ideologías políticas aztecas vinculadas con los eventos cósmicos y con los dioses.
Se destacaron por la construcción de templos, como la pirámide del Templo Mayor.

Astronomía

Los aztecas se destacaron por sus conocimientos en astronomía. Consideraban que el


mundo había pasado por una serie de eras cósmicas en las que cada una contaba con su
propio sol. La era correspondiente a los aztecas era la quinta y fue representada con la
colosal Piedra del Sol que simbolizaba la concepción del tiempo, pero no como un
calendario. Es una de las piezas más representativas del conocimiento en astronomía
alcanzado por los aztecas. Además, habían identificado diversas constelaciones, como las
Pléyades y la Osa Mayor, que las tomaban como referencia para diagramar sus ciclos
temporales. Reconocían dos grupos de astros: el grupo del norte llamado Centzon
Mimixcoa(que significaba “cuatrocientas serpientes de nubes”) y el grupo del sur
llamado Centzon Huitznáhua (que significaba “cuatrocientos meridionales”).

El calendario azteca, o piedra del Sol, es el monolito más antiguo que se conserva de la
cultura prehispánica. Se cree que fue esculpido alrededor del año 1479. Se trata de un
monolito circular con cuatro círculos concéntricos. En el centro se distingue el rostro de
Tonatiuh (Dios Sol), adornado con Jade y sosteniendo un cuchillo en la boca. Los cuatro
soles o eras anteriores, se encuentran representados por figuras de forma cuadrada que
flanquean al quinto sol, en el centro. El círculo exterior está formado por 20 áreas que
representan los días de cada uno de los 18 meses que constaba el calendario azteca. Como
la suma da 360 días, para completar los 365 días del año solar los aztecas incorporaban 5
días aciagos, llamado Nemontemi o "días de sacrificio".

Para los aztecas, la sucesión del día y la noche se explicaba por las constantes luchas entre
los astros principales. Dado que durante el día es muy difícil observar la Luna e imposible a
las estrellas, los aztecas interpretaban que el sol naciente (Huitzilopochtli) mataba a la Luna
(Coyolxauhqui) y a las estrellas.

Para los aztecas, la astronomía era muy importante, ya que formaba parte de la religión.
Construyeron observatorios que les permitieron realizar observaciones muy precisas, hasta
el punto de que midieron con gran exactitud las revoluciones sinódicas del Sol, la Luna y los
planetas Venus y Marte. Otro gran avance astronómico de la civilización azteca fue la
predicción de eclipses solares y lunares, así como del paso de cometas y estrellas fugaces.

Los nobles y sacerdotes realizaban las labores de observación celeste según rituales
nocturnos que les permitían definir sus calendarios. Los templos eran lugares altos para
poder seguir la salida y puesta de los astros. Al igual que casi todos los pueblos antiguos, los
aztecas agruparon las estrellas brillantes en asociaciones aparentes (constelaciones). Los
cometas fueron denominados "las estrellas que humean".

Aportaciones de los aztecas


Calendario Solar: El calendario se llamó Xihuitl, era un calendario de 365 días de ciclo solar,
contaba con 18 meses cada uno con 20 días y 5 días ceremoniales para recibir el año nuevo.

Sistema de Numeración: Se trata de un sistema vigesimal que se basó en el conteo de


unidades de a 20 que se representaron a través de símbolos como el sol, el costal de maíz,
una bandera, un rombo o un punto.

Cacao y popcorn: El popcorn que conocemos hoy, fue introducido a través de los aztecas.
Aunque ya existía, fue a través de la llegada de los españoles que se extendió por todo el
mundo, al notar que lo empleaban en adornos y tocados para adorar al dios del maíz y la
fertilidad; en la economía azteca el cacao era fundamental, porque no solo se empleaba
para preparar bebidas o en la cocina, sino que se usó como moneda de intercambio. Al
llegar a América, los españoles le agregaron azúcar y crearon el chocolate parecido al que
existe en la actualidad.

Herbología Medicinal: Sus estudios e investigaciones sobre la aplicación de las plantas y sus
extractos en la medicina para sanar problemas de salud fueron importantes. Además,
observaron el cuerpo humano y realizaron importantes investigaciones sobre cómo sanar
diversos problemas de salud.

Educación obligatoria: La educación obligatoria no ha sido común en el resto del mundo


históricamente hablando, pero los mexicas estaban a la vanguardia, no solo presentando
un modelo educativo impuesto sino libre, sin distinción de género o clase social. Al mismo
tiempo, otros países contaban con educación, pero dirigida únicamente a las clases altas. Los
individuos de la civilización azteca eran bien educados, aunque los niños recibían mayor
instrucción que las niñas.

A ellas se les enseñaba a dirigir el hogar y administrar las finanzas, también manualidades y
artesanías. En cambio, a ellos se le inducía en la lucha, la medicina, la religión y el liderazgo.
Su estructura social era tan planificada que asombró a los españoles.

Tinte rojo:

A partir de los avances de los mayas y con la conquista española, el mundo europeo pudo
conocer un color de tejido rojo profundo nunca visto. Los tintes que empleaban los
españoles apenas los hacían llegar a un tono de rojo pálido, pero al descubrir el secreto de
los aztecas al usar escarabajos cochinilla, que habitan en los cactus. Los españoles hicieron
lo posible por guardar el secreto, y empezaron a comercializar el tinte de tal manera, que
se convirtió en un elemento clave de su economía por tres siglos. El tinte fue usado para
los escudos rojos del ejército británico y para las túnicas de los cardenales católicos. Para
lograr una libra de colorante se requerían 70 mil insectos.

Aztecas y conquistadores

La palabra "encuentro" se utilizó mucho en 1992 cuando en España se celebraba tan


ampliamente el 500 aniversario del descubrimiento de América por Colón. Era un
eufemismo, porque pocas características de encuentro tenía la captura de los indios de
Bahamas para esclavizarlos. Pero en México se produjo un verdadero encuentro entre
Moctezuma, a quien debemos considerar "emperador" de los aztecas, y Hernando Cortés,
por darle el nombre por el que normalmente le conocían en aquella época.

El encuentro tuvo lugar en noviembre de 1519 en el paso elevado del sur que conducía
desde tierra firme, cruzando el lago de México, a la capital de Moctezuma, Tenochtitlán,
corazón de la actual ciudad de México. Cortés llegó con cuatrocientos o quinientos
europeos, acompañado de porteadores y siervos de tribus indígenas no aztecas, a las que
había convencido para que lo sirviesen. Esas tribus apoyaban convencidas a un jefe militar
extranjero que podría ayudarles a derrotar a los aztecas.

Cortés y sus compañeros, como Pedro de Alvarado o Gonzalo de Sandoval (la mayoría de
los capitanes procedían del oeste de España, de Extremadura), iban a caballo y la visión de
los hermosos caballos españoles causaba gran impresión. Tenían también algunos perros
de presa que resultaban igualmente inquietantes para los aztecas, y algún cañón
transportado en carros, dando así por primera vez entrada a la rueda en la imaginación
azteca. Además, eran arcabuceros capaces de causar una detonación violenta, aunque su
disparo no fuese muy preciso. Los caciques españoles llevaban una armadura de hierro que
podría parecer pesada, pero ciertamente resultaba una ayuda para la propaganda cristiana.

Probablemente los aztecas ya habrían oído hablar de las largas y amenazadoras espadas de
los españoles, que ya habían sido blandidas, con resultados mortales, en el viaje hacia la
costa.

Cortés llevaba con él un sacerdote y un fraile mercedario, y unas cuantas mujeres, sobre
todo Marina, la mexicana que había aprendido el idioma maya cuando fue esclavizada por
aquel pueblo, y podía comunicarse con Moctezuma y otros traduciendo el náhuatl
mexicano al maya, que a su vez era traducido por Jerónimo Aguilar, un andaluz que había
vivido varios años en el Yucatán, en territorio maya. Éste era un medio de comunicación
lento, pero bueno, y los aztecas no podían competir con él. Estos dos traductores
permitieron a Cortés hablar a los entonces indígenas, algo que hacía bien, pues de niño
había sido formado como acólito en una iglesia de su pueblo natal, Medellín. Era
particularmente elocuente al explicar la naturaleza y el atractivo del cristianismo. Los
españoles también tenían la escritura, de forma que las comunicaciones podían trasladarse
fácilmente del comandante al capitán, un factor que desempeñaba una importante función
en su capacidad para la guerra.

Marina se había convertido en amante de Cortés y una característica de esta expedición era
que muchas muchachas ya se habían asociado con los soldados españoles. Esto no parece
haber disminuido la capacidad de luchar de los conquistadores.

Cortés fue recibido en el paso por el propio Moctezuma, rodeado por la elaboradamente
emplumada nobleza mexicana. Un hombre caminaba delante del emperador portando una
vara tallada para indicar su autoridad. Los españoles probablemente hayan encontrado ese
elemento familiar y algunos quizá hayan apreciado la admirable talla que adornaba la rama.
Aquel punto es ahora una carretera que conduce hacia el sur desde el centro de Ciudad de
México, y el lugar está situado cerca de lo que ahora es el convento de San Antonio Abad.
Quizá el emperador no hubiese deseado recibir tan bien a Cortés, pero la tradición de
hospitalidad lo hacía esencial. Los mexicanos tenían muy buenos modales: "Tan cortés
como un indio mexicano", decía un dicho español del siglo XVII.

Moctezuma descendió de su litera verde, que, según los cronistas, estaba elaboradamente
adornada con joyas de oro, encaje fino y plumas y otras cosas por las que la civilización
azteca es renombrada y que están tan bien ilustradas como lo pueden estar en la exposición
de la Royal Academy (*), aunque tras la conquista los españoles fundieron la mayor parte
de las joyas de oro mexicanas para sus propios propósitos, así que pocas quedan. Los
aztecas no disponían de plata propia, pero el país vecino, lo que los españoles llamaban
Michoacán, sí la tenía, y parte de ella conseguía llegar a Tenochtitlán. Es probable que
Moctezuma vistiera una capa bordada, con un tocado de plumas comparable al que se
puede ver en el Museo de la Humanidad de Viena, y en los pies, unas sandalias decoradas
en oro. Besó la mano de Cortés después de tocar tierra. Al parecer, Cortés se limitó a
preguntarle: "¿No eres tú? ¿No eres Moctezuma?". Entonces le obsequió con un collar de
perlas, probablemente de perlas recogidas en la isla venezolana de Margarita, donde ya se
encontraban los buscadores de perlas españoles.

Moctezuma ofreció a Cortés un doble collar de conchas de caracol rojo, del que colgaban
ocho camarones de oro. El color rojo de su collar quizá significase que Moctezuma creía que
Cortés podría ser la reencarnación del dios perdido, Quetzalcóatl, deidad de la cultura y el
viento, que había desaparecido por el mar oriental muchas generaciones antes. Al sugerir
la identificación de Cortés con Quetzalcóatl, Moctezuma quizá estuviese practicando un
juego político interno cuyos secretos no son evidentes hoy en día.

Después se dirigió a Cortés. Si es cierto lo afirmado por algunos cronistas, debe de haber
sido la recepción más notable de la historia. Según fray Bernardino Sahagún, por ejemplo,
un franciscano que dedicó su larga vida a recuperar la naturaleza de la civilización azteca, y
de cuyo trabajo se encuentran algunas ilustraciones en la Royal Academy, Moctezuma dijo:
"Oh, nuestro señor, has sufrido fatiga, has soportado el cansancio, has venido para llegar a
la tierra. Has venido para gobernar la ciudad de México, has venido para descender sobre
tu alfombra, sobre el asiento que por un momento he guardado para ti... No estoy
meramente soñando, no veo en sueños. No sueño simplemente que te veo, que contemplo
tu rostro... Los gobernantes que ya han desaparecido sostenían que tú vendrías a visitar la
ciudad, que descenderías sobre tu alfombra, sobre el asiento".

Esta traducción del mexicano (náhuatl) realizada en el siglo XVI por Sahagún ha suscitado
muchos comentarios escépticos, pero en cualquier caso es seguro que se pronunciaron
unas palabras igualmente elaboradas.

Los aztecas tenían una religión brutal que parece haber exigido cada vez más sacrificios
humanos; como buenos imperialistas, ejercían el control sobre muchos pueblos
conquistados; pero tenían muy buenos modales. Tales discursos no debían tomarse al pie
de la letra. "Estás en tu casa", dice el español, sin suponer ni por un momento que la persona
a la que se dirige se va a trasladar a vivir allí.

Después, Cortés y sus compañeros se sintieron rodeados en la ciudad, que era más grande
de lo que cualquiera hubiese visto en Europa. Capturaron a Moctezuma y lo obligaron a vivir
como rehén en el palacio en el que los habían hospedado, situado más o menos en el lugar
que ahora ocupa la tienda de empeños del extremo occidental de la plaza del Zócalo de
Ciudad de México. Durante seis meses, las relaciones fueron buenas, y Cortés enseñó a
Moctezuma a usar el arcabuz. Entonces, una expedición española desembarcó en Veracruz
para obligar a Cortés a volver a su lealtad al gobernador de Cuba. Cortés viajó a la costa y
derrotó a estos nuevos conquistadores (le dijo a Moctezuma que eran todos vascos). En su
ausencia, su imprudente ayudante, Alvarado, a quien había dejado atrás con 120 soldados,
decidió que se estaba preparando un levantamiento contra él y en un "ataque preventivo",
como diría el presidente Bush, cayó sobre la nobleza de Tenochtitlan mientras ésta bailaba
en una fiesta. Cortés volvió a toda prisa, pero tuvo que abandonar la ciudad, llevando a cabo
su retirada por los pasos elevados en la denominada noche triste, en la que muchos
españoles fueron capturados y después sacrificados en las pirámides especialmente
diseñadas para que la ceremonia pudiera contemplarse desde lejos. Moctezuma murió
golpeado por una piedra, probablemente arrojada por sus propios seguidores, cuando
hablaba a los aztecas desde un tejado, en un intento de negociar la paz.

Cortés se reagrupó con la ayuda de aliados indígenas, en especial los pobladores de Tlaxcala.
En 1521 sitió la ciudad. La sometió después de tres meses de lucha, una lucha en la que los
bergantines especialmente construidos allí por un sevillano, Andrés López, desempeñaron
un papel muy importante. La ciudad quedó prácticamente destruida durante los combates.
Los aztecas se rindieron, Cortés reconstruyó la ciudad y, transcurridos pocos años, la mayor
parte de lo que ahora es el moderno México se había convertido en el virreinato de Nueva
España, gobernado por un virrey. Una placa colocada en el emplazamiento del antiguo
templo azteca afirma que el México moderno empezó allí, y que el brillante Estado actual
desciende de un matrimonio, si no de un encuentro, entre estos dos pueblos imperiales.
La Malinche

Su nombre es sinónimo de traición y de toda una manera de pensar en México.


Ser un "malinchista" suele encender los ánimos en una discusión entre los mexicanos que a
lo largo de cinco siglos han aprendido que eso es ser traidor a la patria.
La Real Academia Española lo define como tener "apego a lo extranjero con menosprecio a
lo propio".
Pero el Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua va más allá y lo
define como un "complejo": "Que tiene complejo de apego a lo extranjero".

Y es que el malinchismo es algo que ha estado fijado en la mente de los mexicanos desde la
llegada de los conquistadores españoles en 1519, hace ya 500 años.

La idea del malinchismo tiene como figura originaria a una mujer conocida como "la
Malinche", quien pasó de ser heredera de un padre poderoso a esclava y al final traductora,
consejera y amante del conquistador Hernán Cortés.

Sin embargo, durante generaciones ha sido reducida a una traidora no solo en el imaginario
colectivo, sino también en la narración de la historia predominante.
"La Malinche es considerada como la que tiene la culpa de todas las desgracias nacionales y
de todas las batallas perdidas en la historia de México", dice a BBC Mundo el historiador
José Antonio Flores Farfán.
Pero advierte: "Esta idea del malinchismo, de atribuírselo a una sola mujer, es un gesto muy
machista, muy misógino".

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Y es que la reducción de la vida de la Malinche a un papel traidor para los pueblos originarios
de México resulta cada vez más insostenible a la luz de las investigaciones históricas
modernas.
"Esa es una ideología que no quiere ver la complejidad de la historia", rebate Flores Farfán.
Los historiadores han debatido durante mucho tiempo cuáles fueron los orígenes exactos
de la Malinche, pero estudios indican que nació al final del siglo XV.
Su nombre en la lengua náhuatl, la hablada por los aztecas, era Malintzin o Malinalli. Pasó
sus primeros años de vida en la zona sureste del estado de Veracruz, cerca de
Coatzacoalcos.
El cronista Bernal Díaz del Castillo, quien acompañó a Hernán Cortés en sus travesías, relató
en una de sus obras que a Malintizn le correspondía ser heredera de los dominios de su
padre.
Era hija de un cacique local que falleció cuando ella era una niña, por lo que su madre,
Cimatl, contrajo matrimonio con otro jefe indígena de la zona con quien concibió un varón.
El conflicto de quién era el heredero del cacicazgo fue solucionado cruelmente para
Malintzin.
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"Para que en ello no hubiese estorbo, dieron de noche a la niña a unos indios de Xicalango,
porque no fuese vista, y echaron fama que se había muerto", explica Díaz del Castillo.
En el mercado de Xicalango, la niña fue comerciada como esclava y finalmente cayó bajo el
dominio del cacique de Tabasco.
Hernán Cortés había emprendido su campaña por la conquista de México cuando se
enfrenó al pueblo maya de Tabasco en la batalla de Cintla en la que resultaron victoriosos
los europeos.
El cacique del lugar, para "apaciguar" al español, le hizo varios regalos como una veintena
de esclavas entre las que estaba Malintzin.
Como en ese tiempo era aceptado el concubinato (barraganía) pero solo con mujeres
bautizadas, Malintzin recibió la purificación de la fe católica y el nombre de Marina.
Entonces fue entregada por Cortés a su capitán Alfonso Hernández, pero el conquistador
pronto descubrió el gran valor que tenía la mujer que sabía náhuatl y maya, así como sus
variantes.
Y más allá de eso, pronto Cortés la hizo su propia amante cuando ella tenía 15 años.
"De una condición noble a la de esclava, abandonada y negada por su padres, pasa a muy
temprana edad a manos de desconocidos, violada por los invasores castellanos en la
pubertad", describe Flores Farfán.

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En su travesía hacia la toma del Imperio azteca, entre 1519 y 1521, la mujer dejó de ser
Malintzin y Marina, y se encumbró en lo más alto de la avanzada conquistadora como Doña
Marina.
anto los documentos de los cronistas de la época como los códices indígenas muestran cuál
era la alta posición que alcanzó la joven indígena apenas salida de la adolescencia entre los
conquistadores.
"Doña Marina tenía mucho ser y mandaba absolutamente entre los indios en toda la Nueva
España (…). Sin doña Marina no podíamos entender la lengua de Nueva España y México",
decía el cronista Díaz del Castillo, quien la veía como una mujer "entrometida y
desenvuelta".

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Sin embargo, su posición iba más allá de ser una simple traductora con los emisarios de los
pueblos, incluidos los del imperio azteca.
Como han comprobado varios expertos el revisar los documentos históricos, logró el
entendimiento entre culturas sin el cual la conquista pudo haber sido mucho más violenta.
El pueblo al que pertenecía la Malinche también era súbdito de los aztecas, cuyos
gobernantes imponían duros tributos por los cuales no generaban simpatías, sino lo
contrario.
Cortés supo de la enemistad de los pueblos indígenas y le sacó ventaja al buscar aliados
locales para enfrentar a los aztecas, entre ellos los totonacas y los tlaxcaltecas.

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economía moderna

A la Malinche se le atribuye haber usado su conocimiento de la lengua, cultura e


idiosincrasia indígena para poner el tablero cargado a favor de los conquistadores.
En particular se le culpa de una de las más grandes masacres de la conquista en Cholula, de
la que las crónicas españolas le atribuyeron el descubrimiento de una conspiración para
matar a Cortés.
Unos 6.000 cholutecas murieron a consecuencias de la venganza de los conquistadores. Y
muchas muertes más hasta la caída del Imperio azteca son vinculadas a la Malinche, quien
"traicionó" a su propia sangre.
Pero una revisión de la información disponible del caso de Cholula y otras batallas no da
evidencias de que Marina haya sido la responsable, opina Flores Farfán.
"La historiografía hispana crea un hada madrina, que, locamente enamorada de Cortés,
defiende fielmente los intereses castellanos", sostiene el historiador.
"Que fuera traidora es un lugar común. Se le transfieren responsabilidades que le
corresponden a otros, y en particular a los mercenarios que masacraron a la población
originaria", añade.

Conclusión

Finalmente, los Aztecas fueron imponentes tanto en su religión, cultura e


incluso, militar. Ya que conquistaron varías civilizaciones y formaron un
imperio que duró muchos años; hasta la llegada de los españoles. Sus aportes
fueron significativos y más en lo infraestructural ya que al día de hoy quedan
vestigios de lo que fueron como la gran Tenochtitlan y sus grandes pirámides
del Sol y la Luna en México.
Bibliografías

Longhena, María. México Antiguo. Barcelona, Folio. 2005.


Piña Chan, Román. Una visión del México prehispánico. México, Universidad Nacional
Autónoma de México. 1993.
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Económica. 1975.
Alberto Cajal. (28 de septiembre de 2021). Las 7 Tradiciones y Costumbres de los
Aztecas Más Destacadas. Lifeder. Recuperado
de https://www.lifeder.com/tradiciones-costumbres-aztecas/.
"Civilización Azteca". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición:
16 de noviembre de 2020. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/civilizacion-
azteca/. Consultado: 24 de octubre de 2021.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/civilizacion-azteca/#ixzz7ABEEUg6R

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