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Esta traducción fue realizada sin fines de lucro por lo cual no tiene costo alguno.
Es una traducción hecha por fans y para fans.
Atte. MD
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Índice
Sinopsis Capítulo 13 Capítulo 27
Capítulo 11 Capítulo 25
Capítulo 12 Capítulo 26
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Sinopsis
Drake Anderson es todo el hombre que Annalise Duncan siempre ha querido...
Después de siete años maravillosos, Drake la deja. Sin darle ninguna razón, o
incluso la cortesía de regresarle la llamada. Seis meses pasan sin siquiera un solo
reconocimiento. Annalise está devastada. Su corazón y su alma pertenecieron a Drake,
y era el único padre que Ayden conocía. Ella había dedicado su vida a él y a la familia
que construyeron juntos y no está dispuesta a dejar ese sueño ir fácilmente.
Cuando Annalise divisó a Drake afuera de un café con una mujer, su corazón se
rompe de nuevo. Pero no es lo que piensa Annalise. Él no está engañándola. Hay
cosas acerca de su abandono que Drake solo no puede o no quiere explicar. Algunas
cosas deben permanecer en secreto.
Él quiere su antigua vida de regreso, pero Annalise no acepta otra cosa que la
verdad...
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Prólogo
¿C rees que el amor aparece solamente una vez en la vida? ¿Crees que el destino está
planeado para nosotros y nos encontramos con nuestra verdadera alma gemela?
¿Hay incluso algo así como almas gemelas? A veces me hago estás preguntas y
otras más. Por mi vida, no puedo entender las respuestas. Sin embargo, la pregunta más
importante que me hago es: ¿cuándo sabré todas las respuestas?
Estas son preguntas que reflexioné creciendo y pensé que cuando fuera mayor, tendría todas
las respuestas. Ahora que soy mayor, sigo sin tener idea como cuando era una adolescente
ingenua que experimenta los primeros arrebatos de amor. Mirando hacia atrás ahora, me
preguntaba ¿si alguna de mis relaciones pasadas eran amor o fueron más como enamoramiento?
Solía preguntarme ¿qué es el amor? Esa pregunta ha tenido muchas respuestas a lo largo de los
años, con cada relación de ida y vuelta, el amor ha cambiado de definición. ¿Pero la definición
alguna vez cambió o nunca fue amor? Tantas preguntas y tan pocas respuestas.
Si las relaciones que tenía en aquel entonces eran amor o no, de alguna manerasean
grandes o pequeñasme ayudaron a dar forma a la persona que soy hoy. No pretendo ser una
experta en el amor, pero me gustaría decir que estaba enamorada de Drake Anderson. Incluso su
nombre hace que mi corazón se salte un latido. Cierro mis ojos e imagino los momentos más
felices que pasamos juntos y mi corazón se siente como si estuviera siendo atrapada en un vicio.
Puedo estar escuchando una canción en la radio que hace a mi corazón elevarse por recordar los
buenos tiempos, o puede tener el efecto opuesto y lo siguiente que sé es que estoy doblada por un
dolor físico porque no puedo extender mi mano y tocarlo. Mis dedos han olvidado como se siente
él, mi sentido del olfato ha olvidado su colonia, mis labios ya no saben lo es ser besados por él,
esas cosas están encerradas en una caja en el fondo de mi mente sé que se sentía bien, olía bien,
era un besador apasionado, pero ya no eran cosas que podía experimentar a diario.
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misma era maravillosa. Nunca he necesitado joyería grande ni exageradanada
llamativo que diga “Tengo mucho dinero y lo muestro”siempre me ha gustado las
piezas pequeñas elegantes.
Una sonrisa agració mis labios cuando coloqué la banda torcida alrededor de mi
dedo. Éramos tan felices cuando nos conocimos. Drake tenía este magnetismo en él.
Él era mi jefe en el trabajo y éramos amigos antes de que se diera la relación. Tuvimos
un comienzo un poco inusual en nuestra vida juntos porque yo me había enterado
recientemente que llevaba el bebé de mi ex. No estaba muy avanzado el embarazo,
diez semanas para ser precisos. Todavía no le habíamos dicho a la familia de Drake
porque queríamos esperar hasta después del ultrasonido a las doce semanas. Cuando
les dijimos, ellos estaban felices por nosotros. Decidimos que sería dicho que era
nuestro, ya que el padre biológico no figuraba en la escena; nos separamos cuando él
se enteró que estaba embarazada porque él quería que abortara y yo nunca había
creído en ellos, vehementemente estuve en desacuerdo, el fin de nuestra relación fue
tan limpia como un corte. Yo había empacado mis maletas y me fui. Fue tan simple
como eso. Mi abuela me acogió mientras yo podía hacerle frente, y a las ocho semanas
de embarazo, había encontrado un lugar temporal donde vivir.
Sabía que solo podía significar algo malo. Drake no era de los que hablaban de sus
sentimientos, prefería embotellar las cosas. Entonces escuché esas palabras y me
encontré dejando escapar: No eso quiere decir que tienes que irte. Bueno, si eso es lo que
necesitas hacer, Drake, entonces no dejes que me interponga en tu camino. Empaca tus cosas y
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vete, pero no esperes que yo le diga a Ayden porque ya no tiene un papá. Sé un hombre, que te
crezcan un par y dile a ese niño que está sucediendo.
Ayden solamente tenía seis años y medio al momento y a pesar de que siempre
tuvimos planeado decirle algún día sobre su padre biológico, no había esperado tener
que decirle tan prontoqueríamos esperar hasta que fuera lo suficientemente mayor
para entenderpero ¿quién dice cuando es el momento correcto? Nada de eso
importaba ahora mientras Drake a salir de nuestras vidas y él tenía que ser el
suficientemente hombre para decirle a su hijo que no estaría más alrededor. Ni que
decir, Ayden no había entendido completamente, pero sabía que su papi estaba
dejando a su mami y que a partir de ahora solamente seríamos solo Ayden y mami.
Creo que Ayden asumió que su papi regresaría… después de todo, no era la primera
vez que Drake y yo habíamos roto, pero supe en mi corazón que esta sería la última.
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Capítulo 1
Annalise
A
yden y yo decidimos ir al parque local. Llevábamos una pelota de fútbol
para patearlo alrededor y una manta sobre la que nos sentábamos para
disfrutar de la gloriosa luz del sol. Una vez más, no tenía ni idea de a
dónde se había ido Drake. Al principio, siempre me decía si iba a salir, dónde estaría y
cuánto tiempo se iría. No quería que me preocupara por él, así que siempre me enviaba
un mensaje de texto para avisarme de que había llegado sano y salvo. Sin embargo,
recientemente desaparecía después del trabajo y por diferentes períodos de tiempoa
veces volvía una hora más tarde de lo normal, pero otras veces se iba por varias
horasy no había nada que pudiera hacer al respecto. Esa tarde no fue diferente. Le
dije que me llevaba a Ayden al parque y Drake había puesto excusas diciendo que
había un lugar en el que debía estar y que nos encontraría en el parque cuando
terminara.
—¿Cuándo estará papá aquí? Pensé que vendría para jugar al fútbol conmigo.
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—Está atrapado en el trabajo, amigo. Envió un mensaje de texto para decir que lo
sentía. —La mentira practicada rodó fuera de mi lengua, pero se sentía amarga.
—Oh. —La mirada caída en la cara de mi hijo hizo que me doliera el corazón más
que nada.
—¿Qué tal si nos vamos a casa y nos limpiamos y entonces, si papá llega a casa lo
suficientemente temprano podemos salir a comer juntos? —pregunté mientras
comenzaba a empacar los restos de nuestro picnic.
—No estará en casa, mami. Nunca lo está. —La voz de Ayden se rompió y vi el
brillo de lágrimas contenidas en sus ojos azules.
Es algo que hemos hecho con frecuencia y una y otra vez he terminado
arrojándolo a la basura porque Drake no regresa a casa hasta horas razonables. Así
que, me pongo furiosa con él por no llamar o enviar mensajes de texto, luego le arrojo
la comida en un intento por sentirme un poco mejor. Él podría morir de hambre por
todo lo que me importa.
—¡Papi! —exclamó Ayden mientras corría y envolvía sus brazos alrededor del
cuello de Drake.
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Sonreí al ver a los dos chicos de mi vida abrazarse. No importa lo enojada que
estuviera con Drake, fueron escenas como esta frente a mí, las que me recuerdan
cuánto lo amo. Me miró y vi la culpabilidad en sus ojos.
—¿Por qué no fuiste al parque, papá? —preguntó Ayden mientras se bajaba del
regazo de Drake y se sentaba en un taburete de la isla de la cocina.
—Lo siento, amigo —dijo Drake mientras revolvía el cabello rubio de Ayden—.
Me atraparon en el trabajo, pero ahora estoy en casa y es fin de semana, así que tengo
dos días libres para pasar con ustedes.
—Lo siento, cariño. —Me susurró Drake mientras agarraba mi mano cuando me
giraba para caminar desde la cocina. Necesitaba estar enojada con él. Bueno, no era
necesario, pero quería. Quería que supiera que hacer y romper promesas a un niño de
cuatro años es inaceptable. Pero al verlos juntos, al ver la sonrisa adornar la hermosa
cara de mi marido, mi corazón saltaba y tenía que recordarme constantemente que me
encontraba furiosa con él por una buena razón y que no podía seguir usando la misma
vieja excusa.
Subí las escaleras y entré a nuestra habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Me
senté en el borde de la cama y acuné mi cara entre mis manos. Una respiración larga y
profunda dentro y fuera es lo único que se escuchaba en el silencio de mi habitación, la
cual, siempre había sido mi santuario con sus paredes de color púrpura oscuro y una
alfombra negra de felpa. Drake me ayudó a decorarla tal como la quería. La pared en
la cabecera de la cama se encontraba pintada de color grosella negra con mariposas de
plata adornando cada esquina. Las otras paredes eran de color rosa vieira con
mariposas moradas en las esquinas, pero la chimenea estaba pintada de grosella negra
para que resaltara. Tenía una araña hecha de mariposas de cristal púrpura y
transparente en el centro de la habitación y un precioso baño privado. Nada me
gustaba menos que tomar un baño, así que solo tuvimos una ducha en esa habitación.
El baño principal de la casa era donde se encontraba la bañera. A Drake siempre le
gustó empapar sus músculos después de un partido de fútbol del sábado con su equipo
de fútbol cinco, así que lo consentí y lo dejé poner un profundo baño con garras en el
centro de la habitación.
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Bajé por el pasillo hacia nuestro baño principal. Puede que no me guste tomar un
baño, pero necesitaba tomar distancia de Drake. Podía pasar tiempo con su hijo como
debería haber hecho antes en el día, así que comencé a preparar la bañera y agregué
algunas sales de baño perfumadas al agua mientras me quitaba la ropa y me envolvía
en una bata hasta que estuvo lista. Colgué mi ropa en la parte posterior de la puerta y
giré la llave para darme algo de privacidad.
Escuché la puerta abrirse desde el otro lado de alguna manera y luego hubo pasos sobre el
suelo de mármol del baño. Drake se arrodilló junto a la bañera y reclamó mis labios con los
suyos. Mi boca se abrió para aceptar su lengua contra la mía, el sabor de su beso siendo una
mezcla de whisky y menta. El deseo comenzó a acumularse en mi abdomen mientras los dedos de
Drake rozaban mis pezones, tirando de ellos entre sus hábiles dedos mientras continuaba
atacando mi boca con la suya. Su boca se movió a través de mi mandíbula, su aliento caliente
mientras bajaba por la curva de mi cuello y viajaba más abajo hacia mis pechos. Tomó cada
pezón en su boca por turno, mordiéndolos suavemente para llevarlos a formar un pico tenso. Mi
respiración estaba llegando en jadeos más profundos cuando sentí su mano viajar al sur por
debajo de la línea del agua. Gemí ruidosamente cuando su pulgar rodeó mi clítoris y relajé mi
postura, abriendo más las piernas para darle mejor acceso. Su boca sobre la mía se tragó mi largo
gemido cuando empujó un dedo en mi interior y luego otro; torció sus dedos, golpeando mi punto
G con cada dedo por turno.
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estuviera dentro de mí. Estábamos tratando de tener otro bebé, y una mierda espontánea y
gloriosa era lo que estaba en la agenda para hoy, si este momento era algo por lo que pasar.
Otro golpe en la puerta antes de escuchar el ruido de unos pasos al otro lado del
rellano. Silenciosamente deslicé otro dedo dentro de mí y me llevé al clímax,
mordiéndome el labio para evitar hacer ruido. Me levanté de la bañera, envolví la bata
a mí alrededor otra vez, y salí del agua ahora tibia. Ni siquiera me había lavado el
cabello.
—Se ha ido con los vecinos para jugar con Kane. Están teniendo una pequeña
fiesta en la piscina y lo invitaron. Somos solo tú y yo, bebé.
Me quedé sin aliento, dándome cuenta que debió ser Drake llamando a la puerta
del baño y en un instante me pregunté si él estaría deseando bañarse, si buscaba sexo
mientras Ayden estaba fuera, o ninguna de esas cosas. Pero no tenía tiempo para
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preocuparme por eso ahora, cuando los labios de Drake reclamaban los míos en un
beso profundo y sensual. Sus manos vagaron por mi cuerpo, acariciando mis curvas
suaves y haciendo su camino a mis pechos. Sus dedos tiraron de cada pezón
suavemente para tensar los picos y luego sus labios dejaron los míos y gemí mientras
chupaba un pezón en su boca. Había pasado demasiado tiempo desde que habíamos
hecho esto sin actuar como autómatas. Mi mano se aferró a su cabello y lo atraje hacia
mí. Él sabía que esto era una señal para morderme más fuerte, así que lo obligó. Luego
su boca besó un rastro en el valle entre mis pechos antes de tomar el otro pezón en su
cálida, húmeda e incitante boca. No dudé más, haría lo que quisiera. Extendí la mano
y desabroché su botón y la cremallera. Deslicé mi mano en la parte delantera de su
bóxer y agarré su pene con firmeza, acariciándolo de arriba hacia abajo lentamente.
Cuando Drake me mordió aún más fuerte, la presión de mi agarre aumentó, ya
conocíamos más que bien el cuerpo y las señales del otro, habiendo estado juntos
durante casi cinco años.
—Oh, Dios, bebé, te sientes tan jodidamente bien. Ha pasado mucho tiempo.
Quiero sentir que te corres, sentir tus uñas clavadas en mi espalda —susurró Drake
seductoramente mientras nos daba la vuelta y se dirigía a nuestra cama.
Lo siguiente que supe fue que me bajaban al colchón y mi esposo me miraba con
los ojos entornados. Le gustaba lo que veía, incluso después de todos estos años. Era
como si estuviera mirándome por primera vez. Nuestros cuerpos aún estaban unidos,
aunque le tomó un momento a Drake reanudar el movimiento. Pero cuando lo hizo,
santa mierda. Nunca había querido correrme tan mal en mi vida. Mis manos viajaron
a través de sus anchos hombros y mis uñas comenzaron a clavarse y dejar un rastro
cuando las arrastré por su espalda y lo marqué como mío. Él se detuvo un momento y
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dejó escapar un gruñido gutural antes de empujar más fuerte y más rápido dentro de
mí. Estaba a momentos de mi felicidad, pero quería asegurarme de que él también
llegara ahí. Clavé mis talones en su firme culo, empujándolo más cerca de mí. Mis
labios buscaron los suyos y el beso resultante fue áspero y sexy como el infierno.
Nuestros dientes chocaron, nuestras lenguas rodaron una sobre la otra, y Drake subió
la apuesta. Su ritmo vaciló y yo asumí el control, empujando mis caderas para
encontrarlo a un ritmo frenético, cada uno tratando de encontrar la liberación del otro,
no la nuestra.
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Capítulo 2
Drake
N
o sé por qué a veces soy un completo idiota con Anna y Ayden. Hoy no
me reuní con ellos en el parque porque estaba muy ocupado como para
encontrar tiempo para mi esposa e hijo. Estoy demasiado avergonzado
de ello y ahora estoy acostado en la cama con mi hermosa esposa dormida en mis
brazos, su cabeza esta sobre el latido de corazón. Estoy seguro de que han pasado
meses desde la última vez que tuvimos tan maravilloso y espontáneo sexo. Había
olvidado como se sentía, mi polla se mueve por el recuerdo de venirme dentro de ella
hace solo unos minutos. Se sentía tan bien, tan cálida, mojada y apretada, justo como
lo recordaba. Pero no debería vivir de recuerdos, debería volver a casa cada noche a
hacerle el amor a la mujer que esperó tan pacientemente por ser mía.
Recuerdo conocerla como si hubiera sido ayer y no hace casi cinco años. Había estado
trabajado unos años para la compañía antes de que me pidieran dirigir un grupo de novatos en
entrenamiento. Definitivamente odie la idea. Sonaba como una completa tortura. Solo quería que
me dejaran hacer mi trabajo en paz. No quería ser un entrenador o el líder de un equipo. Pero
todo cambio cuando conocí al grupo que dirigía y mis ojos se encontraron con la mujer más
hermosa que jamás había visto. A partir de ese momento, no podía esperar por ir a trabajar todas
las mañanas, mis amigos del trabajo no paraban de hablar del cambio en mi actitud. Lo
desmentía con bromas, pero era cierto lo que decían. Estaba feliz de ir a trabajar y tenía una
sonrisa permanente en mi cara en lugar del usual ceño fruncido que tenía.
Annalise. Ese era su nombre. Se convirtió en mi razón por el cual levantarme cada mañana.
Ella no lo sabía aún, pero era el sol de mi cielo, la canción sobre las que cantan las aves.
Cursilería de mierda, lo sé, pero hombre conocerla había cambiado algo fundamental dentro de
mí. Sabía que era su jefe y ella estaba en mi nuevo equipo, si había límites, pero demonios
algunos límites estaban hechos para cruzarse. Algunas reglas estaban destinadas a ser
consideradas y otras a romperse totalmente. Por Annalise, las saltaría y rompería todas. Había
algo sobre nosotros que intrínsecamente nos unía, lo supiera ella o no.
Luego llego el día que ella me pateo en las bolas, sin querer me golpeó justo donde más me
duele. Estaba embarazada de su novio psicótico drogadicto. Como un amigo, estuve ahí para ella.
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Ultimadamente, ella sabía que tenía que terminar su relación tóxica con Oliver y mi trabajo era
estar ahí para hacerle las cosas más fáciles como pudiera. La dejé irse temprano a casa un día
para que pudiera empacar sus cosas. Sabía que ella no conducía así que envíe a su amiga Ellie
con ella para que consiguiera llevar todo lo que necesitara. Les di permiso de irse y no regresar
hasta el día siguiente. También le di a Annalise mi número privado para que pudiera llamarme o
mandarte un mensaje si necesitaba más tiempo.
Habían pasado dos semanas y había notado un cambio en nuestra relación. No sé cuándo la
balanza se inclinó a mi favor, pero Annalise me confesó que se había enamorado de mí.
Estábamos sentados en la pésima habitación en la que se había tenido que mudar después de
dejar a Oliver. Me platicó todo sobre el día que se había mudado y como a él el tratar de detenerla
le interesó una mierda. Él era un estúpido drogadicto que estaba más preocupado por su hierba y
coca que por la vida que él y Anna habían creado. En las últimas semanas se había notado un
cambio positivo en su actitud tanto como en el trabajo como en casa.
Finalmente, se le había quitado un peso de sus hombros y se sentía libre por primera vez en
meses. Confesó haber dejado de estar enamorada de él antes de quedar embarazada, pero enterarse
le había permitido dar el último paso. El bastardo había tenido el descaro de decirle que abortara.
Ahí fue cuando Anna finalmente reaccionó y encontró el valor para dejarlo con algo de ayuda de
sus amigos. Ellie había llevado a Anna a la casa de su abuela y durante el fin de semana la
ayudó a llevar sus cosas al dormitorio. El lunes en la mañana la vi entrar a la oficina con una
sonrisa en la cara y un caminar alegre.
Mientras estábamos sentados en el bar al aire libre, el lugar al que habíamos conducido para
escapar de su habitación sofocante por un momento, Anna me había estado mirando de una
forma que antes no hacía. Se mordía el labio inferior, se lamió sus labios carnosos y jugaba con el
piercing que tenía justo debajo de su labio inferior. Me estaba volviendo loco y mi polla
presionaba por ser liberada. Tuve que acomodarme discretamente por debajo de la mesa. Ahí fue
cuando sentí el pie de Anna, libre de sus sandalias, acariciar mi pantorrilla. Salte, sobresaltado
por la caricia y por un momento ella interrumpió su toque. Pero pronto siguió acariciando mi
pierna con su pie, subiendo un poco mal alto, pero no al lugar donde necesitaba su caricia. Fue
físicamente doloroso y me sentí con la necesidad de guardar el recuerdo de esas sensaciones para
cuando llegara a mi casa más tarde.
Pero no fui a casa esa noche. Me quede con Anna. Ambos cedimos ante la obvia conexión
que compartíamos e hicimos el amor por horas antes de quedarnos dormidos con nuestras
extremidades entrelazadas.
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Siento que Anna se mueve en mi brazo y recuerdo lo perfecta que es. Lo que estoy
haciendo me está destruyendo al igual que a mi esposa y Ayden. Tengo que
detenerme, pero no puedo hacerlo cuando la tentación me está llamando. No importa
cuán hermosa y perfecta sea mi esposa, no puede evitar que me vaya por horas a
buscar lo que necesito para sentirme mejor. Las cosas han estado difíciles en el trabajo
últimamente y Anna y yo hemos estado discutiendo con más frecuencia, pero hoy ha
sido el peor día. Recibí una llamada de mi madre diciendo que mi padre había tenido
un ataque al corazón y había muerto. Aparentemente, parecía que no había sufrido
mucho ya que todo fue muy rápido. Él estaba jubilado y mi madre trabaja todo el día,
por lo que no había estado ahí para salvarlo.
Me sentí con la necesidad encontrar consuelo después del trabajo. Deambule por
las calles por un rato y después pase una hora en la casa de mi madre, pero no pude
evitar tener que salir de ahí. Puedes llamarme un bastardo egoísta, pero en ese
momento no podía manejar encargarme del sufrimiento de mi madre, así como del
mío, así que caí en la tentación y recurrí a mi única debilidad antes de regresar a casa.
Me olvidé por completo sobre el parque y cuando al fin pudiera explicarle a Anna,
esperaba que me perdonara. Pero ella no me perdonaría si supiera lo que estaba
haciendo cuando en realidad no estaba en el trabajo o con ella y Ayden. No
comprendería, es obstinada y encuentra difícil de perdonar cuando su confianza ha
sido traicionada.
Ella no pude descubrir lo que he estado haciendo. Sería el fin de lo nuestro. Llano
y simple. Blanco y negro. Gritaría, lloraría y finalmente me echaría. Por lo que tengo
que guardármelo y no dejar que nadie se entere de lo que he estado haciendo.
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Capítulo 3
Annalise
D
esperté en los brazos de Drake y me sonrió a mí misma. Había sido
demasiado largo desde que habíamos conectado de tal manera. Extrañaba
a Drake. Es raro vivir con alguien, pasar tanto tiempo con ellos y sin
embargo extrañarlos. Sentía que él había dejado la habitación. Aquí estaba
físicamente, pero mentalmente preferiría estar en cualquier otro lugar. Así que mi
misión para el resto del día fue mantenerlo en el presente, vivir en este momento
conmigo y su hijo. ¿Seguramente no es mucho para lo que esperar?
Después de convencer a Ayden que era hora de volver a casa, agradecí a Dannii,
la madre de Kane, por tenerlo más tiempo. Su mano alcanzó la mía cuando hicimos
nuestro camino a casa. Agotado después de su memorable tarde, no mucho antes
estaba listo para la cama. Tomó una ducha, se puso sus piyamas y se acurrucó con su
peluche favorito mientras le leía unas cuantas páginas de Harry Potter y el prisionero de
Azkaban. Nosotros estábamos haciendo nuestro camino a través de su serie favorita por
segunda vez. Viendo sus ojos irse a la deriva, me doblo y le beso su mejilla. Meto su
manta alrededor de él y susurré—: Te quiero. —Mientras salí de la habitación.
—Buenos días, papi —dice Ayden cuando su papá le agitó su cabello y caminó
hacia a mí para aceptar la taza que le ofrezco.
—Buenos días, amigo. ¿Cuál es el plan para hoy? —La voz de Drake cargada de
sueño adornando mis oídos y no pude evitar sonreír cuando interactuaba con el
hermoso niño que estaba devorando su desayuno más rápido de lo que pude vaciar mi
taza de café.
—No tenemos nada planeado. —La mentira salió de mi lengua. Habíamos tenido
este día planeado durante semanas. Incluso cuando las cosas no iban bien entre los
dos, Drake y yo siempre habíamos puesto a Ayden primero y sus cumpleaños no
pasaron inadvertidos.
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—No seas tonto, papi. Voy a probarlo —dijo, saltando del taburete y agarrando la
mano de Drake. Lo tiró hacia la sala de estar.
Lo que Ayden no sabía era que, sus regalos en realidad, estaban ocultos.
Habíamos arreglado una búsqueda del tesoro para encontrarlo, pero Drake y yo
necesitamos desayunar primero como combustible para el día por delante.
Mientras Drake pasó a través del correo en la mañana, vio los sobres con el
nombre de Ayden en él y sonrió. Era tan guapo, más aún cuando sonríe y se toca sus
ojos como lo hizo entonces.
—Parecer ser una carta aquí para ti, amigo —dice Drake a Ayden que
inmediatamente dejo de parecer confuso y triste. Una pequeña sonrisa tiró de las
comisuras de sus labios y se acerca rápidamente para tener la dotación en sus pequeñas
manos.
Para Ayden:
Encontrarás otro sobre en algún lugar cálido y lleno de cosas suaves. Que te llevará a
otra pista.
Otras pistas pueden encontrarse en otros sobres. Algunos estarán dentro de la casa,
algunos afuera y algunos donde papi y mami tendrán que llevarte para encontrarlo.
~Pirata Pete~
Pirata Pete era uno de los juguetes favoritos de Ayden, lo ve por todas partes.
Ayden le mostró la nota a Drake, quien los ayudó a leerlo en voz alta, y vi la emoción
empezar a construirse en él.
—¡Mami, Mami, Pirata Pete me está mandando a una caza del tesoro! Me
pregunto si es para encontrar oro —me dijo mientras estaba allí agitando la pista hacía
mí.
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—Tal vez, pero tenemos que esperar y ver —le dije mientras me paró para lavar
los platos. Cargué el lavavajillas y me doy media vuelta a mis dos hombres, que ambos
estaban sonriendo de oreja a oreja.
—¿Por favor, podemos resolver las pistas, mami? —pregunta Ayden, una nota de
súplica en su voz.
—Bueno, tendrás que pensar en un lugar cálido que está lleno de cosas blandas,
¿no? —le respondí.
Vi una mirada cruzar por la cara de Drake que podría haber sido tentada a pensar
que fue como tristeza o culpabilidad, pero pasó tan rápido que no tuve tiempo para
analizarlo. Una sonrisa sustituye la mirada cuando agita el cabello de Ayden.
—Por supuesto que podemos, amigo, solo déjanos vestirnos primero —dijo Drake
cuando se estaba parando de su taburete y caminó hacia la parte inferior de las
escaleras.
—¡Apúrate papi! —chilló Ayden cuando Drake caminó cuidadosamente lento por
la escalera.
—Espero que le guste su sorpresa final —susurró Drake para evitar ser escuchado
por la audición supersónica de nuestro niño hermoso, ese niño puede escuchar un
alfiler caer a kilómetros de distancia a menos que se le pida que ponga en orden su
habitación.
—Vaya, amigo, ¿dónde está el fuego? —le preguntó a Ayden cuando corría a la
habitación y agarró mi mano, luego la de Drake. Nos llevó al rellano y se detuvo.
—He estado pensando, podría ser el armario de lino. Está caliente ahí y está llena
de sábanas y toallas, son cosas suaves.
Tratamos de hacer pistas fáciles, pero no esperaba que las entendiera tan
rápidamente.
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—Podría ser, pequeño hombre, ¿por qué no revisas? —le digo, agarrándome de la
mano de Drake y sonriéndole a él.
Corrió al armario y abrió la puerta. Comenzó a mover las cosas y finalmente vio
otro sobre rojo. Este decía:
Ayden,
~Pirata Pete~
Mientras corría escaleras abajo sin cerrar la puerta del armario, Ayden se dirigió
directamente hacia la terraza de la parte trasera de nuestra casa. Estuvo a punto de
saquear todo el lugar antes de encontrar el sobre detrás de un cojín en una de las sillas.
Ayden,
~Pirata Pete~
Sin perder tiempo, Ayden corrió directamente a la casa del árbol y subió por la
escalera. Bajó de vuelta con cuidado por la escalera con la pista que había encontrado
entre los dientes.
Ayden,
¡La siguiente pista se puede encontrar en donde colocas tus maletas para irte de
vacaciones!
~Pirata Pete~
—Papi, necesito las llaves de tu auto —dijo Ayden mientras comenzaba a correr
por la casa hacia el camino de entrada.
Recuperando las llaves del auto de su papá del gancho junto a la puerta de
entrada, abrió la puerta y salió corriendo. Desbloqueó el auto y pateó el botón de la
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parte inferior del parachoques trasero del Ford Kuga de su papá. La puerta del maletero
se abrió y Ayden entró. Un sobre rojo lo esperaba:
Ayden,
Esta pista es un poco más difícil. Esta vez, papá tendrá que llevarte a tu lugar favorito
para jugar, pero no olvides recogerme antes de irte.
Tu amigo,
~Pirata Pete~
Volvió corriendo al interior y lo escuché subir las escaleras a toda velocidad para
recuperar al Pirata Pete de su cama. Sus pasos se alejaron cuando se acercó a su
habitación.
Mis labios se encontraron con los suyos y un suave suspiro emanó de mi garganta.
Drake lamió la costura de mi boca cerrada y le concedí acceso, algo imposible de
retenerle cuando él era así.
—¿Podemos subir al auto ahora? —gritó Ayden mientras corría hacia la puerta
principal.
Renuente, me alejé de mi esposo y fui a cerrar la puerta con llave para poder ir al
Patio de Juegos del Pirata Pete. Drake subió al auto y encendió el motor mientras me
esperaba. Después de asegurarme de que la casa estaba bien cerrada, entré en el auto y
miré a Ayden mientras hablaba animadamente con Drake.
—Tiene que ser el Patio de Juegos del Pirata Pete, papá. Es mi lugar favorito para
jugar y, ¿por qué el Pirata Pete me dejaría pistas si no estuviera ahí?
—Si estás seguro pensando que está ahí, amigo, entonces ahí es donde iremos
dijo Drake mientras salía de nuestro camino y se dirigía al final de la búsqueda del
tesoro de cumpleaños de Ayden. Él parecía haberse olvidado de su cumpleaños con la
emoción de la cacería. Sin embargo, no podría olvidarlo una vez que llegáramos ahí.
Después de un día agotador de jugar con sus amigos de la escuela en Pirata Pete`s,
volvimos a casa para darle sus regalos a Ayden. Cuando llegamos a casa, le di una
última pista al chico del cumpleaños para que la abriera. La arrancó emocionado,
todavía no demasiado agotado por la diversión del día.
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Ayden,
Feliz Cumpleaños, pequeño amigo. Aquí hay una llave para abrir una puerta. Ve y mira
lo que hay detrás de esa puerta.
~Pirata Pete~
Deslizó la llave fuera del sobre y la giró en sus manos. Él me miró y vi una
expresión confusa en su rostro.
—Vamos a abrir la puerta, amigo, y veamos qué hay detrás —dijo Drake mientras
se acercaba a nosotros y alargaba una mano para ayudarme a levantarme.
La puerta se abrió y un grito resonó alrededor del gran vestíbulo de nuestra casa.
—¡Regalos!
Drake se rio entre dientes y pasó un brazo por mis hombros. Entramos en mi
oficina y vimos la cara de Ayden mientras se sentaba en medio de una pila de regalos.
Cuando nos metimos en la cama esa noche, los hombros de Drake se desplomaron
por primera vez en todo el día. Me preguntaba qué podría estarlo molestando.
Tuvimos un buen día, sin discusiones, ni nada que saliera mal. Me moví detrás de
él de rodillas sobre el colchón.
Con la cara entre sus manos, descansando sus brazos sobre sus rodillas, Drake
estaba reteniendo algo y yo quería que bajara la guardia. Él no hablaba de sus
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sentimientos, no había sido criado en una familia muy táctil. El resto de su familia solo
te abrazaba o besaba en tu cumpleaños y Navidad, aunque eran diferentes con Ayden.
Él había sido su primer nieto y eso les trajo algo que no vimos a menudo antes. Eran
una familia amorosa a su manera, simplemente no sostenían sus corazones en la mano
como yo lo hacía. Fue un ajuste tener que acostumbrarme a cómo eran y lentamente
enseñarle a Drake que él podría ser más táctil y expresivo conmigo. Afortunadamente
cuando Ayden llegó al mundo, a Drake le resultó más fácil mostrar su amor, pero aún
mantuvo encerrados sus otros sentimientos en algún lugar dentro de él.
Un suspiro fue todo lo que escuché de él. Bajé la cabeza, todavía sin saber cómo
lograr que se abriera después de todos estos años juntos.
—Mi madre dijo que fue un ataque al corazón y que el médico dijo que no había
sufrido. Ella lo encontró en la ducha por la mañana. No quería que ninguno de
nosotros se diera una vuelta, necesitaba su espacio para aceptarlo. Sentí que era mejor
dejar que Ayden celebrara su cumpleaños de la manera en que lo habíamos planeado.
Habría sido mucho cancelar todo en el último minuto.
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Capítulo 4
Unos días más tarde…
T
odavía no podía creer que Drake hubiera mantenido en secreto la muerte
de su padre durante todo el día del cumpleaños de Ayden, pero comprendí
por qué lo había hecho. Él había querido que su hijo tuviera un buen
cumpleaños—pero podría habérmelo dicho y yo habría estado ahí para ayudarlo a
soportar la carga—pero había preferido mantenernos a los dos en la oscuridad para
darnos un día de felicidad, antes de que comenzara la tristeza por la muerte de Dennis.
Drake había cargado con ese peso solo y eso lo había estado devorando por dentro.
Ahora era el momento del funeral de Dennis. Ayden había estado inconsolable en mis
brazos desde que le dijimos lo que había sucedido. Mucha gente argumentaría que era
demasiado joven para asistir a un funeral, pero era su abuelo y sentimos que se le debía
dar la oportunidad de despedirse. Iba a ser un día para celebrar la vida de Dennis, no
llorar su muerte.
Fue el último deseo de Dennis en su testamento que todos los asistentes vistieran
cualquier color excepto negro y que a cualquiera que vistiera de negro se le diera algo
brillante en las puertas de la Iglesia, un pañuelo rosa brillante o algo así, para ponerse
antes de entrar.
Le tendí la imagen de mi ecografía de doce semanas y Dennis lo tomó con una expresión de
alegría en sus ojos. Miró la foto del niño que llamaría su nieto o nieta y la sonrisa más grande del
mundo se dibujó en su rostro.
Había tenido miedo de decirle a Lynne y a Dennis que estaba embarazada. No era el hijo de
Drake, después de todo. No estaba segura de cómo tomarían la noticia, pero no tenía de que
preocuparme, estaban tan emocionados como nosotros. Drake y yo habíamos sido amigos en el
trabajo antes de que quedara embarazada y no sabía cómo se sentía él por mí más allá de nuestra
27
amistad hasta que un día salimos y las cosas pasaron de la amistad a una relación en un abrir y
cerrar de ojos. A él no le había importado que estuviera embarazada del hijo de otra persona.
Sabía en lo que se estaba metiendo y que veníamos como un paquete. Los dos sabíamos que sería
un gran padre para este bebé, sabiendo que el padre biológico no estaba en la escena y nunca lo
estaríauna elección que el padre biológico, Oliver, había hecho por sí mismo. La familia
Denham no se preocupaba por mí ni por el bebé que llevaba, y eso era todo. Sin embargo, viendo
el rostro de Dennis, supe que él y la familia Anderson se preocupaban por nosotros dos.
Días más tarde, Lynne me había lanzado a un baby shower, un poco temprano quizás, pero
ella estaba demasiado emocionada. Decir que estaba abrumada era insuficiente. Toda la familia
estaba ahí y todos apoyaron el hecho de que su hijo y hermano iba a ser padre. Nos habían
comprado tantas cosas para el bebé y lloré por la generosidad y el amor que sentía por ellos.
Dennis me abrazó con fuerza y me dijo—: Bienvenida a la familia. —Esto me hizo llorar y
sonreír al mismo tiempo. Por primera vez en mucho tiempo, sentí algo sorprendente—aceptación.
—Por supuesto, cariño —le contesté mientras tomaba su corbata azul y la ponía
alrededor de su cuello. Vestía un traje gris, completo con chaleco. Lo había elegido él
mismo, diciendo que su abuelo estaría satisfecho con su elección. Había elegido una
corbata celeste para representar al equipo de fútbol que su abuelo había apoyado y
seguir el brillante tema del día.
—Espero que el abuelo pueda verme hoy —dijo Ayden mientras terminaba de
hacer el nudo.
—El abuelo no querría que estemos tristes, papá. Nanny me dijo eso. Él querría
que sonriéramos, y si puede verte, se decepcionará de que no estés sonriendo.
—Lo sé, amigo —respondió Drake con voz sombría. Me rompió el corazón
escuchar la tristeza en su voz y verlo escrito en su rostro.
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—Así que sonríe, papá. El abuelo te está mirando para asegurarse de que sonríes.
Tuve que sonreír ante el coraje de mi hijo. Él también estaba sufriendo en el fondo,
pero estaba sonriendo porque eso era lo que Dennis hubiera querido.
Mirando a Drake, lucía muy atractivo en su traje. Era de color azul marino,
difícilmente de los colores brillantes que su padre había pedido, pero llevaba una
corbata que combinaba con la de Ayden, una corbata que en ese momento estaba
torcida. Caminé hacia él y extendí la mano para enderezarla por él.
Una vez que todos estuvimos listos, bajamos las escaleras, cerramos la casa con
llave y nos fuimos a la casa de Lynne donde nos encontraríamos con ella, Meghan,
Jack, Leanne y Taylor.
Al llegar, nos recibió Leanne, que estaba haciendo café para todos. La cuñada de
Drake era un verdadero dolor en el culo, una diva, una prima donna, una reina del
drama—había tantos nombres para ella que necesitaríamos un mes para pasar por
todos ellos—pero también era una persona de buen corazón que le gustaba estar a
tiempo. Instantáneamente me gustó Jack, el hermano de Drake, pero había algo sobre
Leanne que a nadie le gustaba. Dennis y Lynne decían cosas sobre ella cuando no
estaba cerca, me dijeron cómo era realmente. Pero con el tiempo, todo habíamos
llegado a aceptarla, con defectos y todo.
Miré a las chicas—Megan estaba vestida de chifón de color rosa suave, Lynne
llevaba un vestido de estampado floral que Dennis le había dado como un regalo de
aniversario, y Leanne llevaba un simple vestido suelto verde. Todos parecíamos que
íbamos a cualquier cosa menos a un funeral, supongo que ese era el objetivo de
Dennis, pero entonces siempre he pensado que los funerales no son solo para llorar a
29
los muertos, sino también para celebrar la vida que vivieron. Jack y Taylor vestían
trajes y corbatas azules como Drake y Ayden para rendir homenaje al Club de Fútbol
de la ciudad de Birmingham, el equipo que Dennis había pasado mucho tiempo
apoyando. Mirando a la familia que me rodea, no pude evitar sonreír. Sí, este era un
día de gran tristeza, pero todos habíamos venido juntos para rendir tributo a la vida de
Dennis. Una vida que había estado llena de mucho amor y felicidad.
Todos podríamos ver que era un día físico y mentalmente drenante para la mujer
que había pasado más de cuarenta años al lado de Dennis. Sabíamos que no
descansaría a menos que la presionaran, así que yo había sido quien la convenció. Era
una mujer testaruda, pero incluso ella sabía lo cansada que estaba.
Volví abajo y abrí otra botella de vino. Caminé alrededor y rellenado las copas de
la gente antes de sentarme fuera en el patio y verter para mí otro vaso grande. Miré a
los chicos jugando en el jardín y puse mis pies en la silla de jardín. Me incliné hacia
atrás y protegí mis ojos del sol que sonreía sobre nosotros.
El resto del día se pasó recordando y contando historias sobre Dennis. Nos reímos,
lloramos, e hicimos lo que las familias hacen mejor, nos apoyamos mutuamente.
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Más tarde esa noche, tomamos un taxi a casa. Tanto Drake como yo habíamos
consumido demasiado alcohol para conducir y recogeríamos el auto por la mañana.
Drake había bebido mucho más de lo que yo había hecho, más de lo que él
normalmente haría, pero ¿quién podría culparlo cuando estaba perdido en el dolor?
—Oye, cariño, ¿dormiste bien? —le pregunté mientras le vertía un vaso de zumo
de naranja.
—Tuve un sueño de que el abuelo todavía estaba aquí —respondió con voz
tranquila—. Estábamos jugando a atrapar la pelota en el jardín de trasero de su casa.
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—Eso es bueno, cariño. ¿Quieres ir a despertar a papá para el desayuno? —No
sabía qué decirle a Ayden sobre su sueño, tal vez no necesitaba decir nada. No quería
que dejara de hablar de Dennis solo porque ya no estaba por aquí. Quería que
recordara cuánto lo amaba su abuelo.
Unos minutos más tarde, mis dos chicos estaban en la cocina, sentados en la isla,
esperando a que les sirva un desayuno completo. Sonreí tiernamente a Drake, quien
me dio una pequeña sonrisa. Después de servir, me senté con ellos en la isla y nos
metimos en nuestra comida. El silencio en la habitación era ensordecedor. Había
apagado la radio mientras Ayden estaba despertando a Drake, pero de repente deseaba
no haberlo hecho.
Mirando a mi esposo roto, viendo que estaba tratando de mantener todo dentro,
me trasladé hacia él y lo envolví en mis brazos. Me acurruqué en su contra y me
envolvió en sus brazos, tirando de mí para sentarme en su regazo. Él enterró su cabeza
en el hueco de mi cuello y fue entonces cuando sentí lágrimas suaves empapar la parte
superior de mi pijama. Las lágrimas cayeron por mis propias mejillas y las limpié con
la parte de atrás de mi mano mientras Drake no miraba. Mi fuerte esposo se estaba
desmoronando y ahora necesitaba ser la fuerte. Podía hacerlo. Podía ser quien recoja
las piezas. Haría cualquier cosa por ese hombre, cualquier cosa. Me poseía, cuerpo,
corazón, alma y mente. Mi corazón dolía al verlo en tal estado. Más que nada, quería
quitarle el dolor. Hice una promesa silenciosa entonces, que estaría allí para atraparlo
cuando se cayera. Tendría la fuerza para continuar y estar allí cuando me necesitara.
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Capítulo 5
Drake
D
espués de la muerte de mi padre, las cosas se ven diferentes. El sol no
luce tan brillante, el pasto ya no es tan verde vivo, y el cielo está más
apagado de lo que recuerdo. La comida no sabe tan bien, solo estoy
comiendo porque Anna sigue cocinando y diciéndome que necesito mantener mi
fuerza. Voy a trabajar todos los días, hago mi trabajo, y me voy. Mis colegas entienden
que no soy el mismo. El hombre al que he pasado mi vida amando, admirado,
queriendo ser como él, ha dejado esta tierra y ahora nos quedamos todos para hacer
frente sin su presencia siempre amorosa.
Estoy triste y enojado al mismo tiempo. No sé qué hacer sin mi padre. Por
supuesto, no éramos las familias más afectivas. No llevamos nuestros corazones en
nuestras mangas ni mostramos nuestro amor el uno por el otro de las maneras más
obvias. Pero a pesar de todos nuestros defectos, siempre éramos conscientes de que nos
amábamos y que eso nunca cambiaría. Estaba acostumbrado a ser el fuerte, pero
recientemente ese manto ha pasado a Anna. Ella es el pegamento que mantiene unida
a nuestra familia. Cuando lloro, ella me abraza. Cuando Ayden se pone triste, lo
anima. Megan está tan destrozada como yo y se vuelve a Anna por su consejo, su
amor y su afecto. Di lo que quieras de Anna, pero es la mujer más asombrosa que he
conocido. ¿Cómo diablos he tenido tanta suerte como para casarme con ella? Antes de
que ella viniera, juré que nunca volvería a casarme. No después de que esa zorra de
Beth tomara todo lo que tenía cuando nos divorciamos. Pero había algo sobre Anna...
me hacía sentir como el único hombre en el mundo. El amor y la devoción brillaban en
sus ojos. Estaba rodeado de amor y felicidad, algo que no había tenido con Beth
durante años. Nos habíamos quedado casados por obligación y técnicamente nos
separamos dos años antes de realmente divorciarnos. Así que cuando Anna entró en
mi vida, la iluminó. Todo lo que hacía estuvo bien. Todo lo que tocaba se convertía en
oro. Era un soplo de aire fresco. Ella y Ayden se habían convertido rápidamente en mi
mundo. Le propuse matrimonio poco después de que él naciera y nos casamos un año
después. Pero ahora, ella tiene que mantenernos a todos juntos mientras me derrumbo
en las costuras.
33
Amargura me come todos los días. ¿Por qué no pudo alguien haber estado en casa
para salvar a mi padre? ¿Por qué no me pude detener ese día para saludar? Podría
haberlo encontrado y aún podría estar aquí. Pero no lo hice y él no lo está. Eso es lo
que me mata. No tenía poder. Siempre he tenido el control, pero esto era algo sobre lo
que no tenía absolutamente ningún control y ahora mi corazón duele. Se siente tan
pesado, como si ni siquiera debiera ser capaz de llevarlo alrededor.
2 meses después…
Han pasado sesenta días desde que mi padre falleció. Sesenta días desde que mi
mundo se detuvo. Necesito retirarme y tomar el poder de nuevo como el fuerte de la
familia. Anna ha sido asombrosa. Ella cocina y limpia, hace que la escuela funcione
para Ayden. Donde mi mamá y mi papá solían acoger cenas de domingo en su casa,
Anna también ha asumido el poder. Cocina en casa de mamá y limpia después de
todos nosotros. Las cenas familiares no son las mismas sin mi papá, pero Anna lo
intenta muchísimo para que todo esté bien. Mamá parece estar bien. Ella no es su yo
exuberante normal, pero eso es de esperar. Ella se sienta alrededor de la mesa con
nosotros y está en automático, pero puedes ver que la luz en sus ojos es tenue ahora.
Extraña a la otra mitad de sí misma. Eso es lo que mi padre era. Eran dos mitades de
un todo y ahora mamá debe arreglárselas sola. La familia se reúne alrededor de ella.
34
Meghan la lleva de compras. Jack y Leanne se llevan a Taylor todo el fin de semana y
se quedan. La tía Pamela, la hermana de mi mamá, va a verla cada pocos días y
hablan mucho por teléfono. Todo el mundo está haciendo su parte para hacerla ver
que la vida debe continuar. Anna hace lo mismo por mí. Ella me hace ver que la vida
no puede detenerse aquí. Me dice que mi padre no querría que me sintiera así y tiene
razón. Mi padre era la vida y el alma de la fiesta, el eje de esta familia. Él nunca
querría que nos lamentáramos alrededor y que siguiéramos en automático solo para
superar cada día.
35
Capítulo 6
Annalise
E
staba cansada. Hasta los huesos. Las carreras a la escuela, las cenas los
domingos, cocinar, lavar, limpiar, cuidar a Ayden y Drake, también
asegurarme de que el resto de la familia tenga a alguien con quien hablar.
No debería quejarme, y normalmente no lo haría, pero había llegado al punto en que
me estaba volviendo loca de que Drake fuera reservado. Siempre estaba enviando
mensajes de texto, aunque tenía su teléfono en silencio y pensaba que no me daba
cuenta. Había vuelto del trabajo más tarde de lo normal. Me dejaron hacer todo, y
aunque comprendí su dolor por Dennis, no entendí por qué no se abriría a mí. De
acuerdo, su familia nunca había sido muy táctil y se guardaban las cosas en lugar de
hablar, pero desde la muerte de Dennis, se cerraba más. Meghan venía a hablar o
llamaba por teléfono frecuentemente. Leanne dijo que Jack no se abriría a ella y
compartimos nuestros sentimientos sobre el hecho de que teníamos maridos que nos
estaban alejando. Nos juntamos para que Ayden y Taylor jugaran mientras estábamos
sentadas en el jardín y bebiendo café o abriendo una botella de vino. Drake iba a tomar
algunas vacaciones del trabajo, así que habíamos reservado una semana libre. Tenía la
esperanza de que, con el tiempo, finalmente, se abriera. Así que hicimos las maletas y
fuimos a nuestro lugar favorito en Devon, el lugar que él había propuesto.
Llegamos al zoológico de Paignton, listos para llevar a Ayden a ver a los animales. Su
peluche favorito era un pingüino, de hecho, tenía pingüinos de peluche llenando su habitación en
casa. Dondequiera que íbamos, comprábamos otro para agregar a la colección.
Mientras caminábamos por del zoológico, observando a todos los animales y sus hábitats,
Drake de repente se detuvo frente a mi animal favorito, el lobo. Parecía un cruce entre un zorro y
un lobo, era un lobo de crin, de color rojo amarillento con un parche blanco en la cola. Estaba
ocupado admirando al lobo mientras caminaba por la pradera, demasiado ocupado para prestar
atención a lo que Drake estaba haciendo.
La gente parecía apiñarse alrededor del precioso lobo de crin y no podía culparlos... era un
animal fascinante, así que retrocedí para permitir que otros lo vieran. Me volví hacia Ayden en el
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carrito y vi a Drake en el suelo. Lo que no noté fue que estaba de rodillas. Solo lo noté cuando
carraspeó y atrajo mi atención hacia él.
Vi como sacaba una cajita de su bolsillo y abría la tapa. Dentro estaba el anillo más
hermosono podía apartar la vista de él. Mi garganta pareció cerrarse y me resultaba cada vez
más difícil respirar.
—S… sí. —Me tropecé con la única palabra mientras trataba de regular mi respiración,
haciendo todo lo posible para no hiperventilar.
Drake sacó el anillo y lo colocó en mi dedo. Mi mano temblaba tanto que fue una maravilla
que lograra colocarlo en su lugar. Se puso de pie y me abrazó, levantándome en el aire. La gente
que nos rodea estalló en una ronda de aplausos y vítores. Drake me colocó de nuevo en el suelo y
me besó profundamente, lo que generó una ronda de abucheos por parte de los transeúntes.
Cuando nos separamos, levanté mi mano para una inspección más cercana del anillo. Era una
hermosa banda de oro blanco con una impresionante piedra tanzanita entre dos diamantes un
poco más pequeños. No podría haberlo elegido mejor yo misma. Drake sabía que no me gustaban
las joyas extravagantes y llamativas. Siempre me atrajeron las piezas clásicas y elegantes.
—Annalise Elizabeth Anderson, me gusta el sonido de eso —dije mientras ahuecaba el lado
de su cara en mi palma.
—Me alegra oír eso —llegó una voz detrás de Drake. Reconocería esa voz en cualquier lugar.
Era Dennis.
Fui a él. La familia no era gran abrazadora, así que tomaba los abrazos que conseguía.
—Mamá, hola. ¿Qué están haciendo aquí? —le pregunté mientras la abrazaba.
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—Mira a tu alrededor, cariño —respondió crípticamente.
Miré a mi alrededor y vi a Meghan con su novio Andrew y a Jack con su esposa Leanne.
—No nos hubiéramos perdido esto por nada del mundo —dijo Lynne.
—¿Quieres decir que sabías y viniste para esto? ¿Qué hubiera pasado si hubiera dicho que
no?
Todos se rieron de eso. Cuando los miré a los ojos, todos parecían genuinamente complacidos
por nosotros.
No podía creer que hubieran conducido todo el camino hasta Devon solo para presenciar este
momento.
Me sorprendió que Drake quisiera que yo fuera su esposa después de lo que él había pasado
con Beth. Él siempre me había dicho, incluso cuando charlábamos como amigos antes de la
reunión, que nunca más se casaría. Dijo que no quería volver a sufrir dolores de cabeza si otro
matrimonio terminaba en desastre. No lo culpaba, pero cuando nos juntamos, una pequeña parte
de mí lamentaba el hecho de que nunca me casaría. Pero amaba a Drake lo suficiente que estar
con él era suficiente. No me importaba comprometerme porque era a él a quien quería llegar.
Desde la primera vez que nos conocimos, realmente disfruté de su compañía y cuando estuve
soltera y alguien de nuestra oficina me dijo que le caía bien, me sentí secretamente complacida,
pero pensé que nunca pasaría nada porque estaba embarazada del hijo de otra persona. Qué
equivocada estaba. Habíamos ido a nuestra primera cita poco después y habíamos sido
inseparables desde entonces.
Apartándome de mis pensamientos, miré a la familia que me rodeaba. Aceptarme con los
brazos abiertos había sido su estilo—excepto Meghan, que llevó una aversión hacia mí por alguna
razón—les sonreí y tomé la mano extendida de Drake. Empujó a Ayden en su silla de paseo
mientras todos hacíamos nuestro camino alrededor del zoológico hasta el café porque a Ayden
tenía que comer y mi estómago estaba gruñendo ante la idea de la comida.
Cuando llegamos al café, me decepcionó ver que tenía un letrero que decía “Cerrado para
una función privada”. Pero Drake entró de todos modos.
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—Drake —llamé.
Se giró para mirarme y me hizo señas para que lo siguiera. Lo seguí a pesar de que pensé que
era grosero interrumpir la función de otra persona.
Entré en la habitación detrás de Drake y vi globos por todos lados. Un escenario tan hermoso
estaba frente a nosotros. Alguien tenía buen gusto, ya que los globos eran de color púrpura y rosa
pálido. Sin embargo, fue un letrero que colgaba arriba lo que me llamó la atención.
—Claro que sí, bebé —respondió mientras me arrastraba más adentro de la habitación.
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Capítulo 7
Drake
T
engo algunas vacaciones anuales en el trabajo y quiero alejarme, para
hacer algo más que sentarme y lamentar la perdida de mi papá. No es que
no me importe, y no estoy huyendo. Sé que tendré que enfrentarlo una vez
que regrese a casa. Pero por ahora, una pequeña escapada con Anna y Ayden puede
ayudarme a ver las cosas más claras, obtener algo de perspectiva. Estando rodeado de
mi familia solo sirve para recordarme lo que he perdido y solo por unos pocos días,
quiero olvidar.
Dentro de la tienda del lugar, agarro un café para Anna y uno para mí. Nos
despertamos con los pájaros esta mañana, lo cual puedes llamar el rompeculos
amanecer, y si hay algo que sé sobre Anna, es que necesita su relleno de cafeína.
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Ayden y Anna son ligeramente adictos tanto a las películas como a sus canciones
y todos ya nos sabemos las letras de todas. Le compré un álbum de canciones de
películas como premio y su pequeña carita se iluminó cuando lo desenvolvió.
El viaje a Devon está tomando más de lo que pensé. Esperé que tomando carretera
lo más temprano posible, haría que evitáramos la mayoría del tráfico. Pero parece que
muchas personas tuvieron la misma idea y estamos en medio del tráfico con las
ventanas abiertas y las dos personas que amo más en el mundo están cantando a todo
volumen. Algunas personas nos voltean a ver, pero todo lo que puedo hacer es sonreír.
Puede ser un poco extraño, pero como una unidad familiar nosotros verdaderamente
funcionamos asombrosamente bien. Anna ama los huesos tanto a Ayden como a mí.
Yo los amo a ambos más de lo que las simples palabras pueden expresar y mientras
Ayden es el más amoroso niñito en el mundo entero. Él hace que valga la pena
levantase todos los días.
Una vez que desempacamos, nos sentamos y nos relajamos en la sala un rato.
Estando conduciendo por tanto tiempo, todo lo que quiero hacer es relajarme, pero
Ayden insistiéndole a Anna que lo lleve para ver que hay para que él pueda hacer.
Vemos un patio de juegos de camino, así que tomo mis zapatos y me los pongo.
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Bueno, no sé. Quiero explorar, así que eso es lo que haremos contesto
mientras salgo al sol.
Por supuesto que voy dice Anna mientras se pone sus zapatos y toma la llave
para cerrar.
Nos dirigimos en dirección del área de juegos y sé que Ayden sabe exactamente a
donde nos dirigimos, su emoción crece cuanto más nos acercamos. Lo cargo en mi
espalda haciéndolo gritar y reírse más fuerte.
Anna y yo nos sentamos en una banca y miramos como juega Ayden. Tomo su
mano en la mía y acaricio el dorso con mi pulgar. Dios mío, cómo amo a esta mujer.
Ella y Ayden son mi mundo, no sería nada sin ellos. Procuro decirle todos los días
cuanto significa ella para mí. He amado y perdido sin que ellos sepan cuánto realmente
significan para mí, así que es importante que Anna sepa lo mucho que la amo.
Mientras me retiro para tomar aliento, miró dentro de sus ojos y veo amor y
lujuria. Esta mujer haría lo que sea por mí. La razón de amarla es una lista
interminable. Hasta hoy en día, sigo sin creer que sea mía. Que hice para ser tan
jodidamente suertudo, no lo sé.
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Terminamos pasando una hora en el área de juegos antes de ir a explorar el resto
del sitio. Descubrimos que hay un bar, una piscina, y un lugar para que los niños se
unan a un grupo y jueguen con otros niños del lugar. Los tres nos dirigimos de vuelta
al chalé para relajarnos para la noche. Anna abre una botella de vino y vemos un
DVD. Ayden se duerme temprano en el sofá y lo llevo a la cama. Anna lo cambia a
sus pijamas sin despertarlo y volvemos a la sala para ver una película y acurrucarnos
en el sofá.
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Capítulo 8
Annalise
D
espués de explorar el sitio donde nos alojábamos, Drake, Ayden y yo
regresamos a nuestro chalé. Vimos DVDs hasta que Ayden cayó
dormido en el sofá. Lo llevamos a la cama, luego volvimos para ver otra
película y nos terminarnos el vino que había abierto antes.
Cuando la película terminó, limpié las copas de vino y salí a fumar un cigarrillo.
Apagando el cigarrillo en el cenicero, volví al chalé y cerré la puerta detrás de mí.
Drake estaba sentado en el sofá y la expresión en sus ojos hablaba de hambre y deseo.
No necesitaba hablar… su mirada lo decía todo. Me acerqué a él y me senté a
horcajadas sobre su regazo. Atrapé su labio inferior entre mis dientes y sentí el
involuntario estremecimiento que recorrió a su cuerpo. Sus brazos se abrieron camino
a mí alrededor y me atrajeron contra su pecho. Besé un camino desde su mandíbula
hasta su oreja, susurrando dulces cosas antes de volver a sus labios. No hubo nada
dulce en la forma en la que me besó… apenas podía controlar su deseo y no me
importaba en lo absoluto. Drake amaba que tomara el control. Sus labios reclamaron
los míos con fuerza y su lengua se arremolinó contra la mía cuando alcancé el
dobladillo de su camiseta. La deslicé por encima de su cabeza, rompiendo nuestro beso
momentáneamente. Observando los planos de su cuerpo, mi respiración se atascó en
mi garganta. Cada vez que bebía de su imagen desnuda, era como si lo viera por
primera vez.
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Mirando a mi esposo, medio desnudo y luciendo como un Adonis, mi corazón
pareció saltarse un latido. Con su oscuro cabello casi rozando sus hombros y esos
hermosos ojos esmeraldas, era realmente la imagen de la perfección. El deseo escrito
en su rostro encendió un fuego en mi vientre que sabía que no podría ser apagado con
solo una solución rápida. No, quería tomarme mi tiempo para darle el placer que se
merecía. Él se movió frente a mí y alcancé su cinturón. Desabroché el botón y bajé la
cremallera de sus vaqueros, y los dejé caer sobre sus pies. Se movió para quitarse los
calzoncillos, pero sacudí la cabeza y él dejó caer sus manos. Se quitó los vaqueros y los
pateó a un costado, luego tomó mis vaqueros y me los quitó tan rápido como pudo.
Nos pusimos uno frente al otro, él solo en su bóxer, y yo en nada más que un par de
bragas de encaje. Nuestra respiración estaba acelerada y era más superficial de lo
normal. Extendí una mano y pasé mis dedos por su torso, deslizándome debajo de la
banda de su bóxer y acariciando suavemente su punta, sintiendo el pre-semen y
sonriendo ante la sensación. La respiración de Drake se detuvo y levanté la vista para
ver una sonrisa sexy en sus labios.
—¡Joder! —jadeó.
En ese preciso momento, decidí que no podía esperar más, así que bajé su bóxer
para dejarlo libre y lo empujé hacia la cama. El borde de la cama hizo que las rodillas
se le doblaran y aterrizó con un suave golpe. Arrodillándome ante él, le sonreí antes de
dejar que mi lengua lo acariciara desde la base de su pene hasta la punta y volviera a
bajar. Disfrutaba la sensación de tener el control. Él se recostó y me dejó tomar el
control que necesitaba en ese momento. Su mano estaba en mi cabello, y cuando lo
tomé completamente en mi boca, escuché un pequeño jadeo de asombro salir de su
garganta. Sintiéndolo palpitar en mi boca, mi deseo por él se disparó.
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cabeza para atraerlo más cerca. Amaba cuando Drake me mordía y sabía exactamente
lo que eso me hacía.
—Mierda, estás tan mojada por mí, bebé. —susurró contra mi piel.
Sonreí cuando comencé a moverme más rápido contra él. Él captó mi ritmo sin
perderse ningún movimiento, luego sin previo aviso, nos movió rápidamente para
tumbarme sobre mi espalda y situarse sobre mí. Tomando mi pierna, la colocó sobre su
hombro mientras se separaba de mí y continuamente se estrellaba de vuelta en mi
interior. Mi respiración era errática, mi corazón latía tan rápido que pensé que se
saldría de mi pecho.
Drake salió de mí otra vez y volvió a entrar con fuerza, no la suficiente como para
lastimarme, pero sí la suficiente para hacerme gemir más fuerte que antes. Aumentó el
ritmo, mi cuerpo reaccionó por instinto. Mis paredes se apretaron a su alrededor
cuando mi clímax comenzó a formarse. De repente, Drake ya no estaba dentro de mí y
mi cuerpo lamentó su pérdida, pero luego se abrió paso entre mis piernas y lamió mi
entrada, sentándose en el suelo y colocando mi otra pierna sobre su hombro. Su lengua
era gentil, construyendo mi clímax de una manera diferente a la anterior. Entonces,
antes de que pudiera tomar otro aliento, insertó un dedo y mis paredes se apretaron a
su alrededor. Drake tarareó su aprobación y la sensación contra mi clítoris me hizo
retorcerme. Mientras empujaba otro dedo dentro de mí, mordió suavemente mi clítoris
y fue casi demasiado.
—Más, Drake, por favor, solo… más. —Mis palabras fueron dichas en la noche y
Drake tomó la señal para mover sus dedos más duro y más rápido, frotando contra mi
punto G y haciéndome humedecerse más con cada segundo.
—Mmm, nena, sabes tan bien —dijo mientras lamía los jugos que se derramaban
de mí.
Mi cabeza daba vueltas y agarré las sábanas mientras Drake insertaba hábilmente
otro dedo, haciéndome gemir largo y fuerte mientras el tercer dedo actuaba como un
catalizador para mi clímax.
—Eres la mujer más hermosa del mundo, Annalise Anderson. —Las palabras de
Drake gotearon con amor y devoción.
Nos acostamos uno al lado del otro y me acurruqué contra el pecho de Drake. Él
envolvió un brazo a mí alrededor y nos quedamos dormidos felizmente.
—Mami, la puerta está cerrada. ¿Puedo entrar? —preguntó una pequeña voz desde
el otro lado de la puerta.
—Weetos, mami.
—¿Perdón?
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—Lo siento, mami. Por favor, ¿puedo tener un poco de Weetos? —preguntó en su
voz más dulce.
—Por supuesto que puedes —le contesté mientras le servía un tazón de cereal y
encendía la tetera.
Le di su desayuno e hice café para mí y para Drake. No fue mucho antes de que él
se despertara y entrara en la cocina en solo un par de vaqueros.
—Buenos días, preciosa —dijo mientras envolvía sus brazos alrededor de mí por
detrás y ponía un beso en mi cuello.
—Buenos días —respondí cuando me volví en sus brazos y coloqué un beso dulce
y casto contra sus labios.
—Buenos días, amigo. Come y vístete para que podamos salir —dijo Drake
mientras tomaba su café de la barra de desayuno y alborotaba el cabello de Ayden.
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Terminamos de prepararnos y los tres nos metimos en el auto para que Drake nos
llevara al zoológico Paignton. Era nuestro lugar favorito, ya que nos comprometimos
allí. Pero también era uno de los lugares favoritos de Ayden porque lograba ver a los
pingüinos.
Me volví para ver a Ayden durmiendo en la parte trasera del auto. Se veía tan
tranquilo y relajado.
—Bueno, él tuvo una aventura hoy —le susurré, volviéndome para mirar a Drake.
Después de lavarnos, nos quedamos bajo el agua y rastreé mis manos sobre el
pecho musculoso de Drake. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y dejé salir un
leve jadeo mientras él me empujaba contra los azulejos de la ducha fría. Él reclamó
mis labios y su mano encontró su camino entre mis piernas. Gemí más fuerte de lo que
debería haber hecho con un niño durmiendo al lado, pero no pude evitarlo porque sus
besos me estaban encendiendo y sus dedos estaban jugando con mi clítoris. Antes de
49
saber lo que estaba sucediendo, Drake metió un dedo dentro de mí y se tragó mi
gemido mientras me besaba. Pude sentir su excitación en mi estómago y estiré mi
mano para trazarlo desde la base hacia arriba. Envolví mi mano alrededor de su
longitud y lo acaricié al ritmo con el dedo dentro de mí. Demasiado pronto quitó su
dedo, pero antes de que tuviera oportunidad de perder la sensación, nos maniobró para
que mi pierna estuviera alrededor de su cintura y él estuviera dentro de mí. Gemí
mientras se empujaba más profundo antes de tirar hacia atrás, casi hasta el final, y
luego empujar dentro de mí de nuevo con más fuerza. Encontró un ritmo que le
gustaba y jadeamos y gemimos mientras nos perdíamos en las sensaciones. Se inclinó y
mordió mi pezón hasta que estaba tenso y pude sentirlo hormigueando. Luego hizo lo
mismo con el otro pezón antes de subir a besar mi clavícula, mi cuello, a lo largo de mi
mandíbula y por último, mi boca. Sus manos se apoderaron de mis caderas mientras se
balanceaba dentro y fuera de mí. Esa sensación familiar se construyó dentro de mí y en
poco tiempo estábamos perdiendo el control y viniéndonos al mismo tiempo. Nos
quedamos quietos hasta que bajamos de lo alto lo suficiente para que me pueda quedar
de pie sin sentirme mareada.
50
Capítulo 9
Drake
D
espués de hacerle el amor a Anna en la ducha, no quería nada más que
pasar el resto del día disfrutando de la sensación, abandonándome a mi
lado más animal. Pero cuando salgo de la ducha, escucho a Ayden
jugando en el salón. Rápidamente me seco y me visto, diciéndole a Anna en un
susurro que la amo antes de desaparecer en el salón para ver qué está haciendo mi hijo.
Decido hacer de hoy un día de películas, así que le digo a Ayden que elija un DVD
que quiera ver. Pongo unas palomitas en el microondas y espero a que Anna baje.
Cuando entra al salón, hay un momento de sorpresa en su rostro al ver que Ayden y
yo hemos construido un fuerte. ¿Qué día de películas está completo sin un fuerte?
Ayden ha elegido ver “Los Vengadores” y “Los Vengadores: Era de Ultrón”. El primer
DVD ya está en el reproductor, esperando que nos sentemos a disfrutar. Anna viene y
se sienta en el fuerte con nosotros y nos acomodamos para ver a Thor tratar de patear
el culo de Iron Man; lo que es definitivamente lo más destacado de la película para
todos nosotros, junto con Hulk tirando a Loki en el suelo y llamándolo “Dios
debilucho”.
Miro hacia atrás al comienzo de mi relación con Anna y me doy cuenta de que
ella es la mujer que querré por siempre. Hago todo lo posible por ser quien ella necesita
que sea. Pero tengo secretos que guardo de mi esposa. Sé que debería abrirme ante ella,
pero no puedo. Sé que me abandonará si descubre lo que está pasando y tiene todo el
51
derecho de hacerlo. Así que días como estos quedan tatuados en mi mente. Intento con
todas mis fuerzas hacer que cada día cuente, porque sé que uno de estos días será el
último. Anna descubrirá lo que trato de ocultarle; es solo cuestión de tiempo. Cuando
suceda ese día, perderé a las dos personas que más significan para mí en este mundo y
no tendré a nadie, nada. No viviré mi vida, solamente existiré. Dejaré de tener
cualquier cosa que pueda llamarse vida. ¿Por qué me hago esto? La respuesta honesta
es: no lo sé. Eso suena como una evasión, pero juro que no sé por qué. Si sé que mi
secreto separará a mi familia y desbaratará mi vida, ¿por qué lo mantengo en secreto?
Porque es demasiado tarde para decírselo. Debería habérselo dicho cuándo comenzó.
Debí haber confiado en la mujer que más me ama. Pero cuanto más tiempo guardas un
secreto, más difícil se vuelve sacarlo a la luz. El hecho de que ya sé todo esto y no
puedo hacer nada al respecto demuestra que soy débil. Quiero ser el hombre que Anna
y Ayden necesitan que sea, pero no sé si es posible.
—Papá, las galletas están listas —anuncia Ayden orgullosamente, corriendo hacia
el salón.
—¿Lo están?
Los gloriosos mechones rojos de Anna están recogidos en una coleta de caballo
alta, pero la harina los espolvorea un poco. Se ve impresionante. Sus ojos azul océano
atrayéndome.
52
—Hicimos tres sabores diferentes —dice Anna mientras aparta un mechón de
cabello y deja una raya de harina en su rostro. Se ve sexy, de pie en su delantal, con el
cabello revuelto y rayas de harina en todas partes.
—¿Lo hiciste? ¿Ya puedo tener una? —le pregunto mientras tomo un asiento en la
isla de la cocina.
—Oh, sí, por supuesto. ¿Entonces, son para el té? Quiero comer rápidamente por
lo que puedo llegar al postre.
—Bueno, haz hecho suficiente cocinando. Vamos a obtener comida china o algo
—respondo mientras me paro a ayudar a poner en orden la cocina.
—American Slice, papá. ¿Por favor, di que podemos tenerlo está noche?
Típico de Ayden que quiere perros calientes. Parecen ser sus favoritos y es lo que
elige cada vez que se le permite elegir lo que vamos a ordenar.
—¿Por favoooor, mami? —suplica, mientras él le dispara una mirada a ella que
suplica que ceda.
53
Después de nuestras deliciosas galletas, Ayden es bañado y colocado en la cama.
Recojo nuestro cuento favorito antes de acostarse y me siento en la cama con él
acurrucado a mi lado. Le encanta escucharme hacer divertidas voces de personajes y
sus carcajadas se escuchan en el cuarto. Terminamos nuestra historia y beso a Ayden
en la frente mientras él se acuesta y se coloca bajo el edredón. Veo a mi hijo y veo un
motón de amor y felicidad. Sé que será aún más feliz cuando se entere de que he
reservado otras vacaciones y esta vez es en algún lugar que siempre ha querido ir. Le
hemos prometido a lo largo de los años que cuando él sea lo suficientemente grande
para montar en las atracciones en el parque temático, lo llevaríamos. Bien, ahora tiene
la edad suficiente y es hora de hacer recuerdos para toda la vida.
Viendo la habitación vacía, supongo que ella se está preparando para ir a la cama
en el en suite. Lo que no espero es la vista que me saluda una vez que ella abre la
puerta de conexión. Estaba parada delante de mí Afrodita personificada. Su hermoso
cabello rojo cae sobre sus hombros y toca lo magnífico de sus pechos. Lo azul de sus
ojos no es algo que se puede perder, brillan como zafiros en la noche. Anna va de un
lado a otro en toda la habitación, mi atención embelesada en su curvilíneo cuerpo. Sus
hermosas piernas largas están acentuadas por un par de medias negras. Siguiendo la
línea de sus piernas, veo una pequeña tanga negra con un lazo rosa en la parte
posterior. Mis ojos recorren hacia arriba y veo un corsé negro, adornado con lazos y
cintas de color rosa. La cosa que me tiene salivando la mayoría, sin embargo, es la
vista de su escote. La piel de porcelana de Anna está brillando a la luz de la habitación.
Ella parece lo suficientemente buena para comer y tengo la intención de devorarla.
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—Para —ordena.
Siento que se aleja y la observo mientras se pone de pie. Ella me mira a los ojos y
destella una sonrisa mientras comienza a balancear sus caderas con la música una vez
más. Esta vez, sin embargo, comienza a desnudarse, empezando por su corsé. Mis ojos
inmediatamente se posan en sus pechos y me lamo los labios mientras la observo
acariciar sus pechos y tensar sus pezones. Deslizando sus manos por su flexible cuerpo,
ella tira de su tanga por sus piernas. Mi respiración se traba como si fuera la primera
vez que la veo desnuda. El sonido atrae sus ojos hacia los míos y ella sale del delgado
material, pateándolo a un lado para pararse frente a mí solo en sus medias. Si hay algo
más impresionante que admirar, nunca lo he visto. Su cuerpo es curvilíneo; ella tiene
la figura perfecta de un reloj de arena. Mi mano se dirige a mi pene y ella me lanza una
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mirada de advertencia, así que dejo caer mi mano y espero lo que sea que tenga
preparado para mí.
—Recuéstate —dice con voz ronca, haciéndome saber que ella está tan excitada
como yo.
No tengo que esperar mucho mientras camina hacia la cama y se arrastra hacia
arriba, sentándose a horcajadas sobre mi cuerpo. Su respiración se corta y sé que puede
sentir lo duro que estoy presionando contra su núcleo. Inclinándose, ella atrapa mi
labio inferior entre sus dientes. Siento que lo muerde un poco antes de inclinarse más y
comenzar a dejar besos ligeros como plumas desde mi mandíbula hasta el punto dulce
detrás de mi oreja. Ella sabe que me vuelve loco. Me pongo más duro, si eso es posible,
y Anna me mordisquea la oreja entre los dientes antes de volver a mi boca y devorarla
con la suya.
Quiero darme la vuelta para que esté debajo de mí, luego follarla y marcarla como
mía, pero me contengo, deseando saber qué es lo que tiene en mente.
Anna rompe nuestro beso y se retira para mirarme. La lujuria llena sus ojos azules
y su pecho sube y baja rápidamente. Lentamente desliza una mano por todo mi
cuerpo, alcanzando mi pene que palpita ante su toque mientras me guía dentro de ella.
Está caliente y mojada, se siente increíble cuando me envuelve así. Ella baja para
dejarme hundirme completamente dentro de ella y luego comienza a moverse en mi
contra. Mis manos encuentran sus caderas y sus manos van a cada lado de mi cabeza
mientras se inclina para besarme una vez más. Me muevo al ritmo de ella y un gemido
escapa de sus labios mientras echa la cabeza hacia atrás. Alzo una mano para mover
los mechones de cabello rojo que protegen sus pechos llenos de mi visión. Una vez que
su cabello es empujado hacia atrás sobre sus hombros, acaricio su cuello suavemente y
luego trazo mi camino hacia abajo sobre sus pechos, deteniéndome para tirar de sus
pezones entre mis dedos. Ella jadea y arquea su espalda, empujando sus pechos más
cerca de mí. Tomo eso como una invitación y muerdo gentilmente sus pezones,
jalándolos entre mis dientes, haciéndola estremecerse. Retrocedo y miro a esta diosa,
preguntándome qué hice para merecer a una mujer tan maravillosa. Ella es todo lo que
un hombre podría desear.
Mi esposa me monta por todo lo que le puedo dar y tengo toda la intención de
darle todo de mí: corazón, cuerpo, mente y alma. Su glorioso cuerpo desnudo se siente
increíble a medida que se desarrolla para establecer un ritmo de castigo. Me muevo en
sincronía con ella y los dos jadeamos fuertemente mientras nos derrumbamos juntos.
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Me acuesto y observo a Anna mientras duerme. Saciada y feliz, se acomodó
fácilmente para dormir en mis brazos. La abrazo y la escucho incluso respirar. Anna y
Ayden son mi mundo y solo desearía que ella pudiera ver lo que significa para mí.
Nunca he amado a nadie como la amo a ella. Desde el día en que entró en mi vida,
ella puso las cosas al revés. Yo estaba soltero, o para decirlo con sinceridad, estaba
separado, aunque ni mi ex ni yo habíamos hecho el primer movimiento para solicitar
el divorcio. Ella me había engañado y no había forma de volver atrás. Habíamos
terminado hacía unos tres años cuando conocí a Anna. No estaba buscando el amor,
pero me encontró de todos modos. La admiré desde la distancia al principio, sabiendo
que ella estaba en una relación, pero a medida que nuestra amistad floreció, me confió
que a Oliver ella le importaba muy poco y que quería dejarlo. Él era un imbécil a quien
le importaba más las drogas que su novia, y cuando ella descubrió que estaba
embarazada, me dijo que sabía que tenía que poner al bebé en primer lugar y hacer lo
correcto, tenía que dejar a Oliver. Eventualmente lo dejó, se mudó a lo que resultó ser
un alojamiento bastante horrible, cambió su vida y se puso a ella y al bebé primero, en
lugar de a ese idiota.
57
Capítulo 10
Annalise
M
e desperté en los brazos de Drake y una cálida sonrisa se extendió por
mi rostro. Incluso después de todo este tiempo juntos, todavía sentía
mariposas en mi estómago por un simple toque. Él era el hombre más
increíble que había conocido. Era el mejor marido y padre que Ayden y yo podíamos
pedir. Era perfectamente imperfecto, mi mejor amigo, amante y alma gemela. La
noche anterior había sido una prueba de que después de todos estos años y después de
tener un bebé, todavía me encontraba atractiva. Había estado impaciente por hacerme
suya, pero me dejó tomar el control, algo que sabía que amaba. Todo hombre quiere
una mujer que no tenga miedo de iniciar la intimidad, de tomar las riendas y llevarlos
al clímax definitivo. Drake lo amaba más de lo que nunca admitiría.
Miré a mi apuesto marido, sus ojos verdes brillando con malicia mientras jugaba
con su hijo. Su rebelde cabello castaño había crecido recientemente, haciéndolo lucir
un poco como McDreamy de Grey’s Anatomy. Tenía que admitir que Patrick Dempsey
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era muy guapo, pero no era competencia para mi hombre ideal, Drake Anderson.
Drake tenía un cuerpo perfectamente tonificado que se podía apreciar en la forma en
que su camisa se adhería a él, tenía un seco sentido del humor, era trabajador,
confiable e inteligente. Pero lo mejor de todo, era mío.
Todos subimos al auto y Drake nos llevó a la escuela. Dejamos a Ayden y luego
Drake me dejó en las tiendas. Él sabía que estaba haciendo compras de cumpleaños,
pero no tenía ni idea de lo que tenía reservado para él este año. Me dio un beso de
despedida; un beso lento y persistente que dejó el deseo ardiendo dentro de mí. Sonreí
y le indiqué que se fuera a trabajar antes de caminar a la tienda para comprar su regalo
principal y las decoraciones para la casa; normalmente, no decoraría, pero estaba
transformando el gran 4-0, así que iba a ir por todas.
Al llegar a casa, con los brazos cargados de bolsas con regalos, decoraciones y
todos los ingredientes para preparar el pastel de su sabor favorito, sonreí para mis
adentros mientras los dejaba y fui a preparar una taza de café. Pensé en lo difícil que
iba a ser hacer un pastel red velvet en forma del trono de su programa favorito, Game of
Thrones. Compré chocolate para modelado y pinchos de madera para moldear las
espadas, los ingredientes necesarios para el glaseado de fondant gris/plateado para el
resto del trono, e iba a intentar hacer a su personaje favorito moldeado con chocolate,
aunque cómo luciría realmente Tyrion dependería de si podría conectar con mi lado
artístico.
La máquina de café terminó de servir mi latte macchiato, así que llevé la taza al
salón. Me senté, me quité los zapatos de un puntapié, alargué la mano para encender
mi sistema de sonido, y tiré de la palanca para reclinar la silla y levantar los pies.
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La semana pasó y, antes de darme cuenta, estaba metida en la masa de pastel. Los
preparativos para la fiesta ya estaban en marcha y esperaba que todo estuviera
arreglado antes de que Drake llegara a casa del trabajo. No le había impresionado que
tuviera que trabajar en su cumpleaños, ya que generalmente tenía la oportunidad de
reservarlo fuera del trabajo. Su nuevo jefe estaba siendo un dolor, sin embargo, ya que
Drake era una de las personas más conocedoras de su equipo y estaban trabajando en
un caso difícil, le había pedido que trabajara. Tampoco me gustó el hecho de que
tuviera que trabajar, pero eso me dio la oportunidad de organizar la fiesta sin tener que
encontrar una razón legítima para sacarlo de la casa.
—¿Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar? —preguntó Leanne mientras
entraba a la cocina.
—Sin duda, puedes verterme una copa grande de vino. Atenderte a ti mismo
mientras estás allí.
Me gustaba Leanne, es una persona muy divertida, incluso más divertida cuando
ha estado bebiendo. Tantas fiestas familiares habían sido amenizadas cuando ella
hacía travesuras con sus viejos trucos. Dennis solía decir que era bastante irritante
cuando estaba sobria, pero que se había suavizado desde que tenía a Taylor.
—¿Así que, una torta temática de Game of Thrones, entonces? —preguntó, mientras
asentía con la cabeza en lo que actualmente parecía una silla con pinchos de madera
que sobresalen.
—No lo sé. ¿Eres de alguna manera buena con modelar chocolate? —le pregunté
mientras tomé un gran trago de mi vino.
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—No sé. Solo hay una manera de averiguarlo —dice, riéndose, cogió un delantal
extra detrás de la puerta de la cocina y atándoselo alrededor de ella.
El día voló y pronto llegó el momento de entrar en el lugar en el salón con Ayden,
mientras que el resto de la familia se ocultó en el comedor. Las decoraciones están
colgadas, Jack le había dado una mano a Meghan y se veía impresionante. Meghan
había estado ocupada encontrando decoraciones temáticas de Game of Thrones por las
últimas semanas y debo decir, que había hecho un trabajo brillante. El comedor se
había convertido en un mini Westeros. Ahora llegó el momento de ver si Drake le
gustaba.
—Buenas noches, mi amor —dijo mientras entraba y se quitaba su abrigo. Sus ojos
se iluminaron cuando vio lo que estaba vistiendo.
—Ahora es el tipo de cosa que me hace olvidar que tenía un día realmente de
mierda en el trabajo con la respiración de Godzilla por mi cuello —dijo Drake riéndose
mientras se movía a reorganizarse el mismo discretamente.
—Bueno, ya estás en casa y el té casi está caliente, así que, ¿por qué pasamos al
comedor? —le pregunté mientras le tomo la mano.
—Está en el salón.
Nos fuimos por Ayden antes de caminar a la sala del comedor. Drake inspeccionó
a Ayden, seguramente desconcertado en cómo vestía. Lo tiré por el pasillo, donde vio
un cartel en la puerta diciendo “Bienvenido al Westeros, Ser Drake”. Él me miró con
una expresión confundida antes de abrir la puerta.
61
—Sorpresa. Mira alrededor de todo el mundo, entonces su mirada cayó sobre mí.
Sonreí mientras vi la mirada de amor en sus ojos. Entramos más en la habitación y
saque la silla a la cabeza de la mesa para que se sentará. Alimentos fueron puestos en
la mesa y había vino en jarras con copas para nosotros que beber. Meghan realmente
había ido por todo para mantener el tema. Ella hizo funcionar todo por mí
previamente para asegurarse de que estaba bien, y podría decir que, entre nosotros,
realmente habíamos conseguido llevarlo a cabo. Yo sabía que Drake estaba admirando
todo y a todos mientras miraba en todos nosotros. Nos fuimos todo ataviados con
disfraces. Estaba vestida en un vestido que fluye, habiendo elegido como Daenerys
Targaryen, su personaje femenino favorito. Ayden fue disfrazado de Tyrion Lannister
y todos los demás habían venido como otros personajes. Drake tenía incluso su propio
traje colgando en nuestro dormitorio. Sabía que odiaba ir a las fiestas de disfraces, pero
esperaba que sería un buen perdedor y estaría bien con esto. Había elegido para que se
vista como Jon Snow, ya que tenía el pelo similar después de todo.
Drake me sorprendió por lo fácil que había sido convencer para ir y ponerse su
disfraz. Él había vuelto a su propio pequeño Westeros viéndose en cada pulga del
apuesto Jon Snow. Caminaba de la cocina llevando su pastel y la mirada de asombro
en su rostro me dijo que había acertado. ¿Perfecto? Probablemente no, pero yo sabía
que le gustaba, sin embargo.
—Eres increíble —dijo con un tono silencioso mientras admiraba el trono que deja
sobre la mesa.
Vimos a todos afuera hacia sus coches al final de la tarde, y luego Drake puso a
Ayden en la cama. Tranquilamente hizo su camino hacia la planta baja hacia el
comedor se vierte un vaso de whisky de la jarra en el gabinete.
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—Deja este desastre hasta mañana, nena —susurró mientras se dirigía detrás de mí
cuando me doblaba recolectando los platos sobre la mesa.
Su caricia sobre mi culo me dijo lo que tenía en mente. Me rio y volteo hacia mi
esposo.
—El mejor.
Drake se inclina hacia mí y acarició mi cuello con su nariz, besando el punto dulce
justo debajo de mi oído. Escalofríos corrieron por mi espalda y sentí un destello de
deseo arder lento en mi abdomen mientras besaba cada parte de mi piel expuesta. Mi
vestido para la noche no había sido destinado a ser particularmente provocativo, pero
pude sentir a Drake endurecerse contra mí cuando él me tiró en un beso que me dejó
sin aliento. La sonrisa que adorna mis labios fue uno por deseo, pero también de
gratitud. Que había hecho para merecer a este hombre asombroso. Yo no podía decir,
pero estaba agradecida de que el destino nos lanzara juntos.
63
Capítulo 11
Drake
D
espués tal maravillosa fiesta de cumpleaños con toda mi familia a mi
alrededor, tenía mucho que agradecerle a mi maravillosa esposa. Había
habido música viniendo desde el sistema de sonido, decoraciones
temáticas y todos los miembros de mi familia disfrazados. La mesa estaba cubierta de
comida maravillosa y para terminar todo, el más increíble pastel de cumpleaños.
Todos bebimos nuestra parte justa de vino desde grandes jarras que estaban en la mesa
que siempre parecían llenas. Todo fue perfecto.
No esperaba la fiesta, pero en realidad era justo el tónico que necesitaba después
del día del demonio que tuve. Pero si ese fuera el caso, ¿qué estaba haciendo tomando
un vaso de whisky a escondidas? Soy una maldita contradicción.
64
Así que aquí estoy sentado con un segundo vaso de whisky en la mano,
contemplando por qué siento que necesito esto. ¿Es solo que tuve un día espantoso? O
¿Es más que eso?
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Capítulo 12
Annalise
M
e desperté la mañana después de la fiesta con un espacio vacío en la
cama a mi lado. Me sentí un poco destrozada ya que me había
despertado de un sueño muy sensual con la esperanza de recrear
escenas con mi sexy marido. Sintiéndome un poco perturbada, me levanté y envolví
mi bata a mi alrededor, encontré mis zapatillas, y caminé suavemente por el pasillo a
la habitación de Ayden. Viendo que todavía estaba dormido, me volví y me dirigí a las
escaleras.
Bajé la escalera a una casa tranquila. Sin un sonido para ser escuchado, excepto
los pájaros cantando en los árboles afuera.
Al instante el olor del whisky asaltó mis fosas nasales y tuve que dar un paso atrás,
rompiendo el asimiento de Drake en mí. Una mirada de dolor brevemente brilló en sus
ojos y me sentí inmediatamente mal. Sin embargo, antes de que yo pudiera decir algo,
escuchamos una pequeña voz.
—Buenos días, mami. Buenos días, papi —dijo alegremente Ayden mientras hacía
su camino hacia nosotros.
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—Buenos días, amigo —respondimos al unísono.
Después del desayuno, Drake se disculpó para subir por una ducha y Ayden fue a
jugar en el salón mientras yo empacaba todas las cosas del desayuno.
Cuando Drake regresó abajo veinte minutos más tarde, estaba vestido para el
fútbol. Jugó futbol de salón en un sábado con Jack y un grupo de amigos. Él besó
Ayden en despedida y luego vino hacia mí. Habiendo herido sus sentimientos antes,
quería compensarlo. Me paré de puntillas, envolví mis brazos alrededor de su cuello, y
dejé salir un pequeño suspiro de alivio al oler una mezcla de pasta de dientes y
enjuague bucal. Lo besé en los labios y luego lo miré, batiendo mis pestañas. Él sonrió
y se inclinó para besarme de nuevo. El beso no era nada menos que impresionante y
las mariposas en mi barriga estaban frenéticas. ¿Cómo era que, con un beso, este
hombre me hacía derretirme en un charco de jalea? Lo había hecho a propósito para
dejarme deseando mientras él estuviera fuera. Tuve que entregarlo a él, él sabía cómo
tocarme. Él apretaba todos los botones correctos y yo no podía esperar hasta que
regresara de su partido. Estaba esperando conseguir que Ayden juegue en su
habitación o tal vez incluso que juegue con su amigo de al lado en su casa para que yo
pudiera sorprender a Drake en la ducha.
Con Ayden jugando con seguridad en el jardín trasero de la puerta de al lado con
su amigo Jordan, yo había subido a mi dormitorio y esperado a Drake. A su regreso, él
había hecho su camino directo hacia arriba como de costumbre y me vio ordenando
nuestro dormitorio. Dijo hola antes de ir al baño adjunto para encender la ducha.
Cuando escuché el agua corriendo, me quité la bata y entré en nuestro cuarto de baño,
completamente desnuda. La puerta de la ducha estaba cerrada y el vidrio empañado,
67
pero todavía podía divisar el físico de mi hombre, la vista hizo que mi corazón
comenzara a latir más rápido.
Permití que mis manos vagaran por todo su torso antes de sumergirse más bajo.
Corrí una mano en la longitud de su polla, que se endureció tanto de nuestra
proximidad como de mi toque. Sin perder un momento, me arrodillé en el suelo a sus
pies, viendo cómo sus ojos se iluminaban mientras miraba hacia ellos. Tracé la punta
de mi lengua desde la base de su polla hasta la punta, provocando murmullos de
aprecio mientras lo hacía. Tomando la punta suavemente en mi boca y envolviendo mi
mano alrededor de la base, oí un gemido profundo emanando de él. Lentamente, tomé
su completa longitud en mi garganta, pulgada a pulgada. Drake se volvió más duro
dentro del calor de mi boca y no pude evitar reír, tan difícil como era sonreír en ese
momento. Estiré mi mano libre alrededor para ahuecar su perfecto trasero, atrayéndolo
más cerca de mí. Lo sentí envolver mi cabello alrededor de su mano para atraerme
cada vez más cerca. Su respiración pesada y errática señalaba que estaba disfrutando
de lo que estaba haciendo, pero antes de demasiado tiempo, se estaba sacando de mi
boca. Sentí la pérdida al instante, pero no tuve tiempo de contemplarlo mientras Drake
me tiraba a mis pies, dándonos la vuelta de forma que yo estaba bajo el rocío de agua,
mi espalda presionada contra el azulejo de la pared. Envolvió mis piernas alrededor de
su cintura antes de usar sus dedos para probar mí ya sensible clítoris.
Sintiendo que ya estaba más que lista para él, se movió para mantener mis caderas
en su firme agarre. Envolví mis brazos alrededor de su cuello al mismo tiempo que
entraba en mí, haciéndome jadear por la sensación de él llenándome. Lentamente
comenzó a moverse dentro de mí y yo sacudí mis caderas para encontrar cada empuje.
Lo que comenzó lento y suave pronto se volvió más caliente y apasionado. Sus labios
reclamaron los míos en un beso que era primitivo, casi salvaje. Él no estaba siendo
gentil, pero amé cada momento. Aferrada a él como si fuera mi salvavidas, apreté mis
paredes alrededor de él, haciéndole quejarse y gemir. Sentí la sensación de calidez
viajando a través de mí y dentro de lo que sentí como solo unos momentos más, estuve
en caída libre sobre el borde del éxtasis.
68
Capítulo 13
Drake
N
uestras maletas se encuentran llenas, ya que nos vamos de vacaciones. He
empacado el auto y estoy sentado aquí esperando a que Anna se apresure
y saque su dulce culo por la puerta. Ella siempre se asegurará de que
hayamos apagado todo. Tengo la sensación de que es un poco obsesiva compulsiva,
pero ella es mi Cariad1 y la amo tal como es.
Todos necesitamos estas vacaciones, ahora más que nunca. Después de que mi
padre murió, me di cuenta de que la vida es demasiado corta y que quiero disfrutar de
lo que tenemos mientras podamos. Así que, cuando están en el automóvil y listos para
irse, enciendo mi iPod y selecciono algo de música para el viaje. Ayden pregunta si
podemos escuchar las melodías de Disney, pero Anna está contenta de escuchar
cualquier cosa con la que pueda cantar. Tiene una hermosa voz. No estoy seguro si
alguna vez se lo he dicho, pero ella realmente la tiene. Me encanta escucharla mientras
canta en la radio o en su iPod mientras realiza las tareas del hogar o conducimos por
algún lado.
—Te lo dije, es una sorpresa. No lo sabrás hasta que lleguemos allí, amigo
He estado muriendo por decirles a dónde vamos, pero realmente será mejor si es
una sorpresa. Enciendo la navegación satelital y dejo que me guíe en nuestro viaje. La
música que se reproduce en el auto es de los británicos Depeche Mode. Se los mostré a
Anna cuando nos juntamos y se han convertido en su banda favorita. Aún no se lo
dije, pero tengo boletos para llevarla a un concierto cuando regresemos a casa. No los
he visto durante años, y estoy impaciente por llevar a Anna por primera vez. Ella tiene
1
Cariad: Amor - amada - cariño en galés.
69
una obsesión con Dave Gahanpiensa que tiene sexo en piernas. La canción “A
Question of Lust” comienza a sonar y me hace pensar en todas las cosas que Anna y yo
hicimos anoche. Ella realmente es otra cosa. Es la mujer más sexy que he conocido y
se entrega a mí tan completamente. No oculta nada, solo me ama y me hace querer ser
un mejor hombre para ella. Su exuberante cabello rojo, sus impresionantes ojos de
zafiro, la suave y cremosa sensación de su piel... no se compara en nada con su amor.
Es, hermosa, seguro. Pero es lo que hay en su corazón es lo que me atrae hacia ella
como una polilla a una llama.
Hemos estado conduciendo por lo que parece una eternidad, así que me detengo
en los servicios para descansar. Cambiamos para que Anna siga conduciendo. Todavía
no sabe a dónde vamos, solo está siguiendo las indicaciones del navegador satelital
hacia nuestro destino.
Al llegar al Rancho Davy Crockett, vemos cabañas de madera por todas partes. La
cabaña en la que nos estamos quedándonos es hermosa. Descargamos el auto y vamos
a echar un vistazo. Los ojos de Ayden son tan grandes como platillos. Está
maravillado de este hermoso rancho. Le decimos que hay una piscina y en algún
momento, lo llevaremos a nadar si se porta bien. Por ahora, vamos a buscar algo para
comer para dormir temprano. Tenemos un gran día por delante mañana. Lo que él no
sabe es que la natación será lo más alejado de su mente en la mañana.
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Nos levantamos temprano y nos dirigimos al parque temático. Ayden todavía no
tiene idea de dónde estamos o por qué estamos aquí, pero le dejo escuchar sus
canciones de Disney en el auto para ponerlo de buen humor. Él y Anna cantan juntos
“Hakuna Matata” y otras de sus favoritas.
Cuando nos acercamos al parque, Ayden chilla tan fuerte que estoy seguro de que
ha reventado uno de mis tímpanos. Sonrío de oreja a oreja. Es hora de llevar a mi
Cariad y a mi niño, y divertirme mucho. Lo que ninguno de los dos sabe es que he
reservado para que comamos con los personajes más adelante.
Tomo la mano de Anna y camino hacia la entrada. Esta es una fiesta que no
olvidaremos deprisa. Hay recuerdos que esperan ser hechos más allá de las puertas y
no puedo esperar.
Ayden comienza a cantar “Yo soy tu amigo fiel” que resulta ser una de sus canciones
favoritas. Anna y yo nos unimos a él mientras nos dirigimos al primer paseo del día.
Después de un largo día de paseos, conocer personajes, tomar fotografías con ellos
y conseguir sus autógrafos en el librito de Ayden, vamos a cenar. Ayden está
asombrado de que algunos de sus personajes favoritos puedan ir a cenar y es esa
mirada de absoluta felicidad la que hace que este viaje valga la pena.
71
Los tres estamos destrozados cuando regresamos a nuestra cabaña por la noche y
aún no hemos recorrido todo el parque. Tenemos otros dos días para hacer eso.
—Gracias por hoy —dice Anna mientras cierra la puerta del dormitorio de Ayden.
—No es necesario dar las gracias. Las sonrisas en las caras tuya y en la de Ayden
es más que suficiente.
Puse mis brazos a su alrededor y ella acurrucó su cabeza en mi pecho. Juro que
siento que mi corazón se hincha.
Caminamos hacia el área del salón de la cabaña y nos sentamos en el sofá. Nos
acurrucamos y nos cubrimos con una manta, aunque el calor de nuestro cuerpo es
suficiente para calentarse mutuamente.
—Realmente lo hizo, pero hay mucho más por delante. Tenemos otros dos días
aquí y oí que hay fuegos artificiales en la noche, si podemos mantener a Ayden
despierto lo suficiente, claro.
Anna suelta una risita y el sonido me hace relajarme. Voltea para mirarme y
atrapo sus labios con los míos. Lo que comienza como un lento y sensual beso se
vuelve algo más profundo y más apasionado. Nuestras lenguas se entrelazan y pruebo
el vino que se sirvió más temprano. Ella invade todos mis sentidos; su toque
encendiéndome. Su sabor me tiene deseando explorar más, su visión me tiene
peleando contra una erección, el olor de su perfume se impregna en el aire, y el sonido
de su pesada respiración me excita.
Me muevo así ella yace, con su pecho alineado contra el mío. Estoy seguro de que
puede sentir mi excitación a través de mis vaqueros y los suyos. Envuelve sus brazos
alrededor de mi cuello y vuelve a besarme. En un destello, cambio posiciones, así ella
está debajo de mí sobre el gran sofá. Corro mi mano hacia arriba, desde su muslo, a
través de su abdomen y hacia arriba a sus pechos, donde mi mano se desliza bajo la
blusa que está usando y jalo la copa de su sujetador fuera de mi camino. Inclinándome
al frente, tomo el pezón entre mis dientes y lo mordisqueo gentilmente. El ligero
gemido que viene de ella me hace querer más. Chupo y beso mi camino desde sus
pechos a su cuello, y detrás del lóbulo de su oreja, donde sé que es cosquilluda.
Suavemente, capturo sus labios en un dulce beso. Se termina casi tan pronto como
comienza, mientras me siento para quitar su blusa. Se recuesta debajo de mí, con solo
su sujetador y pronto lo desabrocho y lo dejo caer al suelo. Mi mano vaga por su
cuerpo y ruedo su pezón entre las puntas de mis dedos índice y pulgar. Se endurece
bajo mi toque. Mientras hago esto, capturo su otro pezón en mi boca y lo jalo firme
72
entre mis dientes. Los gemidos que mi toque sonsaca de ella se vuelven más fuerte
cuando me inclino para besarla. Me besa con intensidad, hambrienta por más.
Pone una almohada tras mi cabeza, sabiendo que me gusta ver lo que me hace.
73
sobre la piel de mi espalda. Mientras me paro bajo el chorro, la cortina de la ducha se
mueve a un lado y Anna entra para unirse a mí. Lava mi espalda y luego volteo para
ayudarla a lavarse. Lo siguiente que sé es que está de rodillas, con su boca preparada
para causar estragos en mi auto control. Cuando desperté, había estado tan tentado en
despertarla suavemente y hacerle el amor, pero lucía tan pacífica que tuve que dejarla
dormir. Pero ahora, aquí estaba ella y yo iba a sacar el mayor provecho de la
oportunidad.
—¿Estás listo para irte, bebé? —pregunta Anna a Ayden cuando finalmente se
pone su otro zapato y se para, luciendo listo para el día por delante.
—Vamos a explorar un poco más del parque, que no llegamos a ver ayer
responde ella mientras le extiende su abrigo.
Ayden levanta su mano para un choque los cinco y sonrió mientras sostengo mi
mano en alto para que la golpee.
Hoy va a ser un buen día. El clima luce perfecto y mi hermosa familia está a mi
lado.
74
Capítulo 14
Annalise
E
l viaje a Disneyland fue increíble. Montamos tantos paseos como
podríamos entrar, vimos despliegues de juegos artificiales, conocimos
personajes de muchas de las películas favoritas de Ayden. Fueron las
mejores vacaciones que recuerdo que alguna vez tuve. Ayden tuvo demasiada
diversión y estaba exhausto para el final de cada día. Fuera de todo lo que habíamos
hecho, creo que cenar con los personajes fue una de sus partes favoritas de todo el
viaje. Llegamos con tantas fotos que quería enmarcar en la pared de su dormitorio.
Compramos un marco que parecía parte de un rollo de película, colgado en su pared y
seleccionó sus fotos favoritas. Hemos añadido cosas a su caja de memoria, las entradas
del parque, su libro de autógrafos y un cordón que había llenado con pin de insignias.
Mi parte favorita del viaje, otra que ver la alegría en la cara de mi hijo, eran las
tiendas de recuerdos. Compré bastantes cosas para que nuestra casa parezca el interior
de la tienda de Disney, de acuerdo con Drake. Sé que estoy en mis treinta años, pero
en mi opinión, nunca eres demasiado viejo para Disney. Lástima que Drake no es de
la misma opinión, pero eso es un típico hombre para ti. Al menos a él no le importa y
mi colección crece cada vez más.
Yo no pude detener las lágrimas cayendo mientras le decía que solo empacara sus
cosas y se fuera. Mi vida desde ese momento nunca sería la misma otra vez. Hay
algunas cosas que solo sabes y esta fue una de ellas. No podía evitar que mi corazón se
rompiera, pero conociendo a Drake como lo hacía, sabía que él no hablaría sobre sus
sentimientos. Sea cual sea su razón para dejarme, él no la estaba compartiendo
conmigo. Viendo en retrospectiva, tal vez debí escucharlo cuando dijo que
necesitábamos hablar, pero habiendo estado en una situación similar antes con él
75
necesitando irse y despejando su cabeza, yo sabía que realmente no quería hablar. No
sabía si se iba para bien esta vez o si él simplemente necesitaba espacio para despejar
su cabeza de lo que se arremolinaba alrededor de ella, pero algo me dijo que era
probablemente más permanente. No podía explicarlo, algo se sentía más como un
final.
76
Capítulo 15
Drake
H
onestamente, estoy cada vez más inseguro de hacer esto con cada caja
que cargo en el automóvil. Sé que estoy haciendo lo correcto para mí,
pero ¿estoy haciendo lo correcto para Anna y Ayden? Estoy rompiendo
sus corazones y el mío. Puedo ver el salón cada vez que recupero una caja, y veo a
Ayden todavía sentado en los brazos de su madre, con la cabeza metida en su pecho y
puedo oírlo llorar. En cuanto a Anna, está sentada frotando la espalda de Ayden,
tratando de consolar a su hijo, mientras trata de evitar que su propio corazón se
rompa. Sé que parezco un bastardo en este momento, pero a la larga, verán que lo hice
por amor. Los quiero mucho, nunca dejaré de hacerlo. Pero tengo que irme. Tengo
que hacer esto porque sé que, si no lo hago, Anna eventualmente lo averiguará. Es
inteligente, verá lo que he estado haciendo y me echará. No quiero que llegue a eso, así
que me voy antes de que lo haga.
La cabeza de Ayden se levanta del pecho de Anna y puedo ver lágrimas corriendo
por su rostro, sus mejillas son rojas y su pelo despeinado por estar dormido antes de
bajar para pedir un vaso de agua. Lo detuve en su camino de regreso a su habitación,
le pedí que viniera a hablar con mamá y conmigo por unos minutos. Él no merece que
rompa su corazón. Hago todo lo posible para asegurarle que esto no fue de ninguna
manera su culpa. No estoy seguro de haber hecho un buen trabajo al respecto. Pero si
hay algo de lo que estoy seguro, es que Anna hará todo lo posible para que Ayden crea
que no tiene nada que ver. Realmente no tiene. Tampoco es culpa de Anna, pero creo
que nunca lo creerá. De hecho, apostaría a Anna creyendo que era su culpa. Ella se
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sentará y pensará en todas las cosas que podrían haberme hecho hacer esto, pero nunca
pensará en la razón que es.
Empacando la última caja en el maletero de mi auto, doy una última mirada por la
ventana antes de subir al asiento del pasajero mientras espero que llegue Jack. Tomo
una respiración profunda y exhalo lentamente. Quiero tanto volver y pedir perdón,
sentarme y hablar sobre esto. Sé que Anna haría todo lo posible por ayudarme. Ella es
la única persona en la que he confiado implícitamente. Por eso no puedo cargarla con
esto también. Ella siempre ha tomado todo muy bien. Cuando descubrió que estaba
embarazada de Ayden, pensó racionalmente en lo mejor que podía hacer, sabiendo
que no podía deshacerse de él. Así que tomó la decisión correcta y dejó a ese adicto
por un futuro mejor con su hijo. Cuando descubrió el único esqueleto que tengo en mi
armario, lo tomó todo y me ayudó a aceptarlo. O eso pensó ella. Nunca he llegado a
un completo acuerdo, solo lo suficiente para salir adelante y fingir con Anna y mi
familia.
Jack llega y no se intercambian palabras mientras mira la parte trasera del auto y
ve mi vida en solo unas pocas cajas. Me mira con perplejidad y me encojo de hombros,
fingiendo despreocupación. Se sube al auto y enciende el motor. Respiro
profundamente cuando él pone su pie en el acelerador. Una última mirada hacia atrás
a través del espejo retrovisor y todo está borroso. Por primera vez en mucho tiempo,
excepto cuando murió mi padre. En realidad, estoy llorando. Este sentimiento, este
hoyo hueco en mi estómago, duele más de lo que las palabras podrían expresar. He ido
78
y perdido las mejores cosas en mi vida. Mi esposa e hijo. Significan más para mí que
nada, y son la razón por la que quiero irme y volver. No sé si Anna alguna vez podría
perdonarme, pero con Dios como mi testigo, trataré de ganar su confianza y respeto de
nuevo. Un día. Simplemente no sé cuándo será ese día.
79
Capítulo 16
Annalise
N
o sé qué hice para merecerlo, pero mi esposo salió por la puerta y de mi
vida. Pensé que Drake era mí para siempre. Nunca imaginé que esto iba
a suceder. Solo hemos regresado de nuestras vacaciones hace pocos días.
París fue increíble. Tantas cosas por ver, tantos recuerdos con mis dos chicos. Drake
estuvo cariñoso y atento. Nos llevó a conocer: Notre Dame, El Arco del triunfo, el
museo de Louvre, la Torre Eiffel. Cuando llegamos al final, me compró un dije de la
torre para ponerlo en el brazalete de dijes que me compró por mi cumpleaños un par
de años antes y ha estado ayudándome a llenarlo desde entonces. El clima ha sido
bueno con nosotros y Disneyland fue absolutamente mágico. Y fue mucho mejor por
el hecho que no tuvimos que esperar alrededor todo en un día lluvioso. Ayden había
hablado sobre ir a Disneyland desde que era lo suficientemente grande para saber que
era, pero no habíamos tenido el dinero para llevarlo, no hasta que Drake recibiera una
promoción en el trabajo. Entonces para celebrar, nos llevó a París para un fin de
semana largo y Ayden experimentó todo lo que quería hacer. Los paseos, sus
personajes favoritos caminando por el parque todo el día, y cenamos con los
personajes. Fueron las mejores fiestas que alguna vez tuvimos juntos. Pero esos sueños
fueron rotos en miles de pedazos en el momento en que él dijo adiós.
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Ayden había bajado las escaleras para pedir un vaso con agua porque no podía
dejar de toser. Él había vuelto del viaje con un resfrío y la tos lo mantuvo despierto por
las noches. Drake lo detuvo cuando subía y le dijo que había algo de lo que teníamos
que hablar con él.
No es tu culpa Ayden… nunca debes culparte a ti mismo. Prométeme eso dijo Drake
mientras Ayden se sentó en mi regazo y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. Él acomodó su
cabeza en mi pecho y sollozó su pequeño corazón. Mi corazón se rompió por él.
Y tampoco es culpa de mami, Ayden. Ninguno de ustedes se culpe. Los amo tanto a los
dos.
¿Entonces por qué no te quedas? preguntó Ayden con una tranquila voz.
Papi necesita irse y poner su cabeza en orden, amiguito. Realmente no puedo explicarlo.
Ayden se encogió de hombros y se acomodó más cerca de mí. Él no vio mientras Drake
comenzó a empacar sus cosas para llevarse. Intenté calmarlo, acariciando su cabeza y de arriba
debajo de su espalda, susurrándole palabras tranquilizantes en su oído. Nada podía hacer sentir
mejor a mi niño. Su papi se estaba yendo para no regresar. Eso iba a dejar una cicatriz. Pero
estaría ahí cuando fuera.
Lo siento, Anna. Sé que probablemente nunca me creerás o me perdonarás… Dios sabe
que no merezco que lo hagas. Pero realmente lo siento. Los amo tanto a los dos…
Eso no es justo.
¿No es justo? ¿No es justo? Levanté mi voz y Ayden se bajó de mi regazo mientras me
levanté y le grité a Drake en la cara.
81
Solo vete, Drake, solo… vete.
Sollocé más y más fuerte. Ayden y yo nos abrazamos tan fuerte mientras llorábamos juntos.
Drake nos miró antes de recoger una caja y caminar por la puerta. Abrió la puerta y tocó la
cajuela con su pie para que se abriera. Colocó caja tras caja dentro y todo lo que pude hacer fue
llorar. No quería que se fuera, pero no encontré en mí la fuerza para pelear por que se quedara.
Drake nunca hablaba de sus sentimientos, así que no tenía caso intentar hacerlo abrirse conmigo
para que me dijera lo que realmente estaba sucediendo. Acaricié el cabello de mi hijo y lo sostuve
más cerca mientras lloró. Vi a Drake vacilar mientras recogía la última caja. Parecía que quería
decir algo, pero ni una palabra salió. Puso la caja en la cajuela, la cerró y dio la vuelta para
subirse al coche. Observé mientras se subió, esperando que el coche rugiera por la calzada mientras
aceleraba para alejarse de nosotros, de cualquier cosa que había resultado mal para que se fuera.
Él solo se sentó allí. El coche permaneció inmóvil durante unos buenos cinco minutos antes de que
viera a Leanne detenerse y dejar a Jack fuera por alguna razón. Vi como Jack se subió al asiento
del conductor y encendió el motor. Luego el coche se alejó, dejándonos devastados y vacíos.
82
Capítulo 17
E
n los meses siguientes, Ayden y yo nos hicimos más cercanos. Hacíamos
todo juntos. Era yo la que lo llevaba a la escuela, yo quien iba a las tardes
de padres. Le ayudaba con su tarea, me ofrecía para ir a viajes escolares.
Quería llenar el vacío que Ayden debe tener donde su padre debería haber estado. Se
había ido durante meses, y no habíamos visto y ni escuchado nada de él. Decir que
estaba enojada era un eufemismo. Drake había hecho un compromiso conmigo hace
casi ocho años y había tomado a Ayden como propio, incluso yendo tan lejos como
para adoptarlo para hacerlo legalmente suyo. Entonces, ¿por qué no escuchamos
nada?
Lynne y Meghan habían visitado, tomando a Ayden fuera los fines de semana a
veces. No sabían dónde había desaparecido Drake o por qué, y tampoco habían oído
de él. Simplemente era como si se hubiera esfumado. Estaba llegando la Navidad y no
estaba deseándola en absoluto. Nuestra primera Navidad sin Drake estaba destinada a
ser dura, pero Ayden iba a sufrir más. Él sabía que no era su culpa que su padre se
hubiera ido, yo me aseguré de hacerle darse cuenta de eso. Pero todavía lloraba hasta
quedarse dormido por la noche. Y ahora íbamos a pasar por los movimientos de la
celebración, pero sin regalos de Drake, Ayden estaba de vuelta a pensar que podría ser
su culpa. Meghan le trajo regalos y Jack y Leanne también. Lynne nos invitó a cenar
con ellos, ya que ella había dejado de tratar de averiguar dónde estaba Drake y no
quería que nos quedáramos solos. Nadie había oído ni una sola palabra de él, y cuando
Meghan había visto a un amigo y compañero de trabajo de él en la ciudad, se enteró de
que no estaba en el trabajo tampoco. Se suponía que estaba fuera de licencia bajo
"circunstancias especiales”. Solo Dios sabía lo que eso significaba, pero no me iba a
molestar en tratar de averiguarlo. Si no estaba trabajando, eso dependía de él. Yo era la
que estaba pagando todas las facturas del hogar conyugal ahoratodo había sido
transferido a mí, así que no había necesidad de preocuparse de que él iba a dejarnos en
la cuneta por no trabajar y no pagar las facturas.
Es casi Navidad y me siento aquí preguntándome dónde estás, qué estás haciendo, con
quién estás. ¿Alguna vez piensas en mí? Sé que nunca leerás esto, porque nunca lo enviaré,
pero escribir es catarsis, o eso me dijeron. Te he escrito un par de veces, pero los correos
electrónicos permanecen en mi bandeja de borrador, sin una dirección de correo electrónico
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para enviarlos. Traté de enviarte un correo electrónico una vez, solo para conseguir que
retornara porque la dirección de correo electrónico dice que no existe. Es tonto en realidad,
me dan estos impulsos abrumadores de contactarme contigo, así que hago esto en su lugar.
No hablo con nadie excepto con la pantalla, los sentimientos que tengo permanecen
encerrados lejos de otras personas porque quieren que diga que estoy avanzando. Todos
quieren que esté bien. Necesito estar bien. No solo por mí, sino también por Ayden. Necesita
que su madre sea fuerte. En su mayoría, soy fuerte, por lo menos en el exterior. Pero a veces,
quiero acurrucarme en una bola y llorar hasta el olvido. Si no tuviera a mi hijo
manteniéndome conectada en el mundo real, me retiraría de todos y de todo.
Voy sobre mi vida diaria y lucho por mantener la fachada. Mi hermoso hijo te extraña,
pero trata de no mencionarte por si me molesta. No te menciono en caso de que lo lastime, así
que supongo que los dos estamos caminando sobre cáscaras. Probablemente no sea la forma
más saludable de lidiar con las cosas, pero es la única manera en que sabemos cómo.
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sostenerlo mientras lloraba, acariciarle el cabello y decirle la terrible verdad; que ya no me
amabas. No fue de ninguna manera su culpa fue mía, y yo te alejé.
Me siento aquí escribiendo esto y me pregunto exactamente lo que hice para alejarte.
¿Qué dije? ¿Qué hice? ¿Qué estaba tan mal con nuestra relación que pudiste irte sin darme
una razón? Debe haber sido algo evidente, porque tú lo viste, sin embargo, yo sigo
inconsciente. Estaba tan enamorada de ti que no entendí que no te sentías de la misma
manera. ¿Cuándo dejaste de amarme? ¿Por qué? ¿Era realmente algo que no pudimos haber
resuelto? Sé que teníamos nuestros altibajos, cada pareja los tiene. Pero mirando hacia atrás
a nuestro tiempo juntos, no puedo ver nada que se destaque como la cosa que nos separó.
Lo que realmente me importa ahora es encontrar una manera de seguir adelante. Nunca
recibí ningún cierre de ti. Me lo debías, al menos, pero nunca lo conseguí. He estado tratando
de encontrar mi propio cierre, pero aparentemente es esquivo. Supongo que por eso estoy
escribiendo este correo electrónico, para ver si mi mente puede llegar a un acuerdo con las
cosas y me permite seguir adelante.
Estoy sentada aquí envolviendo los regalos para Ayden y lo que me rompe el corazón es
que tu nombre no aparece en ninguna de las etiquetas. Me rompe un poco más adentro.
¿Cómo puedo reparar las roturas? No es como si hubiera un llenador de agujeros para el
corazón. Las cicatrices emocionales no son visibles, pero corren lo más profundo. Pienso en
todas las cosas que nunca te dije y pienso en tus últimas palabras para mí, palabras que
dejaron una huella indeleble en mi alma; no es culpa tuya. Todas las mujeres saben que esas
palabras son código para exactamente lo contrario. Dijiste "tenemos que hablar" de nuevo,
eso era código para "te dejo". Nunca olvidaré cómo mi corazón se alojó en mi garganta al oír
estas palabras. No podía tragar. No podía respirar. El tiempo dejó de tener significado en el
momento en que saliste por la puerta y todavía me siento tan perdida ahora como lo hice
entonces.
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Era dos días antes de Navidad cuando Meghan vino a vernos a los dos. Teníamos
un árbol en el comedor y Ayden estaba picando por decorarlo. Tía Meghan le había
dicho que tenía algo especial para él para agregar al árbol, así que esperó impaciente en
la ventana del salón para ver su auto llegar.
El Mazda rojo se detuvo en nuestra entrada y Ayden chilló, corriendo para abrir la
puerta principal. Me alegré de que, aunque Drake no nos hubiera contactado, su
familia había permanecido en contacto. Ayden no merecía perder a toda su familia.
—Oh, sí, por favor —respondió ella, sonriéndome mientras Ayden divagaba hacia
ella sobre la Navidad.
Me volví hacia la cocina y fui a encender la máquina de café de nuevo. Hice las
bebidas y seguí el ruido en el comedor. Ayden estaba charlando sobre lo que quería
que Santa le trajera.
—Ahora mami está aquí, puedes seguir adelante y abrir la caja —dijo Meghan a
Ayden mientras yo le pasaba la taza humeante de café.
Sin más preámbulos, Ayden se sumergió en la caja y encontró tantas cosas bonitas.
Había adornos colgantes para el árbol, galletas, y un globo de nieve impresionante.
Todo el mundo sabía que Ayden todavía amaba a Mickey Mouse, por lo que muchas
de las cosas en la caja estaban relacionadas con Mickey de una manera u otra. El globo
de nieve era el Hechicero Mickey de Fantasía y tenía su sombrero en la cima del globo.
Era perfecto y el rostro de Ayden se iluminó mientras lo sacudía y observaba la nieve y
el brillo caer. Él amaba globos de nieve y tenía una pequeña colección de ellos en su
dormitorio.
Mientras Ayden colgaba los adornos en el árbol y hacía espacio para las galletas,
Meghan se movió más cerca de mí y susurró calladamente:
—Estos son de Drake. Vino a mi casa la mañana después de la última vez que los
vio a ustedes. Me pidió que te los trajera. Vinieron de su visita a Disneylandia.
No sabía cómo sentirme sobre eso. Obviamente quería sorprendernos con ellos, así
que los había comprado sin nuestro conocimiento mientras estábamos fuera. Pero que
no nos las diera él mismo, yendo con su hermana e hiciera que ella hiciera su trabajo
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sucio, eso no sentaba bien en absoluto. Sabía que tenía que poner una cara feliz para
Ayden, pero no sabía si debía decirle que venían de papá.
—¿Debería decirle?
Terminamos de decorar el árbol con una Santa Jack Skellington en la punta del
árbol. Mi película favorita de todos los tiempos es La Pesadilla Antes de Navidad y me
había vuelto loca sobre el adorno cuando lo vi en Francia. Drake lo había comprado
para mí y ahora tomaba el lugar de orgullo en la parte superior de nuestro árbol. Era
una lástima que Drake no iba a ver lo bien que se veía. Toda la casa parecía como si la
Navidad hubiera vomitado en ella. Teníamos luces, serpentinas, guirnaldas de
palomitas de maíz, de oropel, y una casa de pan de jengibre que Ayden y yo habíamos
horneado y decorado. Había un Santa inflable en el césped delantero, un reno en el
tejado, y luces de carámbano alrededor de la parte delantera de la casa. Nunca me
importó mucho decorar para Navidad hasta que Ayden llegó. Pero después de que él
naciera, hicimos un esfuerzo para adornar y para ir al trato o truco en Halloween y
adornar para Navidad. Era tradición tomar una taza de cacao antes de acostarse en
Nochebuena y dejar un plato de golosinas para Santa y sus renos. Teníamos algunas
pegatinas mágicas de nieve y copo de nieves en las ventanas, así como un letrero
grande en el césped diciendo “Santa Detente Aquí”, así que era seguro decir que esta
casa estaba lista lo suficiente como para que Santa la notara. Toda la calle tendía a ir
por todo en Navidad también, así que al menos no parecíamos fuera de lugar.
Lynne había terminado con las decoraciones como de costumbre. Benji el perro
incluso tenía un sombrero de elfo. Comimos y bebimos hasta que estábamos llenos
hasta estallar y vimos películas de Navidad, incluyendo la favorita de Lynne, El
Muñeco de Nieve. La risa de Ayden llenó la casa, pero no fue suficiente para llenar el
vacío que dejó la muerte de Dennis y la ausencia de Drake.
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Ayden se durmió en el viaje a casa esa noche. Lo llevé a la casa, lo arrastré hasta
su dormitorio, lo coloqué suavemente en la cama, y puse el edredón sobre él. Le quité
los tenis, lo besé ligeramente en la frente y lo dejé para que durmiera.
Sentada en el salón por mi cuenta era aburrido y me dio tiempo para pensar en
todo lo que había sucedido. Drake me había dejado, había dejado a su hijo, y no había
tenido contacto conmigo ni con su familia hasta donde podía decir. Lynne no sería
capaz de mentirme, yo vería a través de ella, pero ella no mentiría por el bien de
Ayden. Si supiera dónde estaba Drake o qué hacía, me lo diría.
—Hola... Anna... —La línea telefónica estaba chirriante y no podía oír mucho de
lo que se decía.
—Abuela, ¿eres tú? ¡Apenas puedo escucharte! —hablé en voz alta en el teléfono,
aunque no estoy segura de por qué, porque era yo la que no podía oírla.
—Sí, soy yo, querida... solo quería... Día de San Esteban... la cena...
Traté de vagar alrededor de la sala de estar para ver si podía oírla mejor.
Los sonidos del centro comercial venían tan esporádicamente como sus palabras.
Apenas podía distinguir lo que decía. Caminé por la casa tratando de conseguir
mejor recepción. Fue en vano, sin embargo, cuando la llamada terminó cortándose
completamente. Traté de llamarla, pero seguí recibiendo una voz automática que decía
“la persona a la que está llamando no está disponible”.
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Solo mi abuela podría tener un teléfono tan malo que apenas a veces recibía señal.
Traté de conseguir que ella consiguiera un modelo mejor de teléfono varias veces, pero
ella no estaba hecha para las pantallas táctiles, ella deseaba, y cito, los buenos botones
anticuados, de modo que supiera que lo estaba presionando realmente. Ella
permaneció firme en que yo no iba a comprarle un teléfono más nuevo con solo una
pantalla para usarlo. Así que no lo hice, lo que significaba que tenía llamadas
telefónicas confusas de ella si lo estaba usando cuando ella estaba fuera. Confiaba en
que abuela estaba de compras en la víspera de Navidad. Tenía que concedérselo; ella
seguía teniendo bastante energía para su edad. Sin duda estaría buscando ofertas de
última hora para la familia.
Miré por la ventana de la cocina mientras esperaba por mi cafetera para servirme
un capuchino. No se veía muy como Navidad afuera. No había nieve en el suelo y no
parecía que habría en cualquier momento pronto tampoco. No me importaba eso, pero
haría el año de Ayden una Navidad blanca. Él había estado parloteando sobre eso
desde el principio del mes. Tomé mi bebida y fui a sentarme junto al árbol en el
comedor. Yo tenía un sofá individual pequeño en el que me sentaba a leer. Agarré mi
libro de la mesa al lado de la silla, encendí la lámpara y las luces del árbol, y me perdí
en la historia durante un par de horas. Puede que no tenga una vida feliz, pero eso no
significaba que no pudiera vivir a través de los personajes. Pero al decir eso, estaba
leyendo un libro sobre un club de moteros con personajes con nombres rudos como
Cobra y Champ, así que no estaba segura si tenían finales felices o si eran todos
asesinatos y esas cosas.
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Por un momento, pensé que Drake estaba entrando con mis regalos. Mi corazón
se tambaleó cuando vi a Ayden en la puerta. Por supuesto que estaba feliz de ver su
bonita y soñolienta cara, pero por un momento, me había olvidado que Drake se había
ido y estaba un poco desinflada al ver que no era él.
—Buenos días, mami —dijo cuando cruzó la habitación y puso sus brazos
alrededor de mí.
—Buenos días, cariño. ¿Has dormido bien? —le pregunté mientras envolvía mis
brazos alrededor de él y ponía un beso encima de su cabeza.
—Lo hice. Tuve un sueño que Santa vino y me dejó la bicicleta que quería y un
montón de otros regalos bajo el árbol —dijo en una voz por lo menos una octava o dos
más alta que su voz normal.
Era seguro decir que él disfrutaría de la Navidad este año. Era una lástima que
Drake no estuviera por aquí para verlo. Hice una pronta resolución de año nuevo que
sería el problema de Drakeno el mío, no el de Ayden, solo la carga de Drake para
llevar.
Si pudiera volver a los días de mi niñez. Las cosas eran mucho más fáciles
entonces. No teníamos la carga de ser adultos, pagar las facturas, casarnos,
divorciarnos. No quería pensar si Drake quería divorciarse o no. Él no había pedido
uno todavía, pero de igual forma no había estado en contacto en absoluto. No iba a
solicitar el divorcio, iba a esperar que Drake hiciera el primer movimiento. Si quería
divorciarse de mí, bien podrían crecerle un par de bolas y presentarlo, y luego pagarlo
él mismo.
—Lo siento, cariño, aún no estoy completamente despierta. Mami pasó la noche
durmiendo en esa silla —le dije mientras iba a apagar la lámpara en la mesa lateral.
Dejé las luces del árbol encendidas por un rato mientras abríamos regalos.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó mientras una risita brotaba de su boca.
—Porque me quedé dormida leyendo, cariño, por eso. No quería hacerlo, estaba
perdida en la historia.
90
—Oh, está bien. Bueno, ¿puedo abrir este que se parece a una bicicleta, por favor?
—Seguro que puedes, bebé; puedes abrirlos en cualquier orden que quieras.
Voló a su bicicleta y arrancó el papel. Era la bici que nos había pedido a mí y a
Drake. Había sido difícil conseguirlo por encima de todo lo demás, pero abuela me
había ayudado. Después de que Drake se fuera, Ayden escribió amorosamente en su
carta a Santa Claus que él quería que él le comprara la bici porque su mamá y papá ya
no estaban juntos y ya no podrían comprarle los regalos juntos. Había estado un poco
desconsolada por eso, pero había prometido conseguirlo para él de una manera u otra.
Así que cuando abuela se había ofrecido a ayudar, había estado tan aliviada.
Ayden montó la bicicleta una vez alrededor de la mesa del comedor antes de saltar
y atacar su montón de regalos. Él tenía una nueva consola de juegos y juegos, conjunto
de LEGO, algunos DVD, y un montón de figuras POP que había pedido. No estaba
segura ni siquiera de lo que era uno de esos antes de que él los pidiera. Me gustaba
pensar en mí como una mamá muy genial, pero todavía había muchas cosas que tenía
que aprender. Con el descubrimiento de estas figuras, yo también había encontrado
algo llamado Cosbabies. Contrariamente a lo que se podría pensarse que es, en
realidad es una pequeña figura, un poco como un POP, pero diferente. Son difíciles de
explicar, pero cuando escuché el nombre, pensé que eran muñecas de bebé y
ciertamente no le iba a comprar una de esas, pero él me había mostrado en su iPad lo
que eran y me sentí aliviada de que mi hijo de ocho años no pidiera juguetes para
chicas. También había un montón de ropa y algunos vales para cosas que él quería.
Quería cupones de iTunes para su iPad y vales de juego para ir a comprar cualquier
juego que quisiera para su nueva consola Wii-U.
A las 9:30 a.m., después de desayunar, nos metimos en un taxi para ir a la casa de
Lynne durante el resto del día. Ayden estaba horriblemente mimado con tantos
regalos. Pero nada de parte de su papá lo hizo ponerse un poco triste por un tiempo y
me tenía totalmente cabreada. Dondequiera que estuviera, lo que fuera que estuviera
haciendo, ¿seguro que su hijo estaba en su corazón? Por no haberle comprado nada
para Navidad me había cabreado como el infierno hacia él y le habría golpeado si
hubiera estado en la misma habitación en ese momento. Podía ver en los rostros de
todos que estaban molestos con Drake también, y dondequiera que estuviera, tendría
un montón de respuestas para encontrar cuando, finalmente, regresara a sus vidas.
91
Annalise,
Sentí que las lágrimas corrían por mis mejillas y me volví para envolver a Lynne
en un abrazo. Ella había sido una mejor madre para mí en todos los años que Drake y
yo habíamos estado juntos que mi propia madre en toda mi vida. Nunca había
encajado tan bien con la familia de un compañero como lo hice con los Anderson.
Miré a Lynne y vi una hermosa sonrisa en su rostro.
—¡Tonterías! Ahora, puede que no sea el modelo más nuevo, pero te va a llevar de
A a B.
Volvimos a la casa y le di a cada uno un abrazo y un beso para darles las gracias.
Estaba completamente sin habla para decir nada más en ese momento.
92
El camino a casa fue tranquilo, como era de esperar, debido a que Ayden se había
quedado dormido en la parte trasera del auto. Me detuve en la entrada y llevé
cuidadosamente Ayden a la puerta principal. Se despertó lo suficiente como para
sentarse en el escalón delantero y esperar a que yo bloqueara el auto. Entonces abrí la
puerta y lo llevé adentro. Lo llevé a la cama y puse el edredón cerca de su barbilla. Le
besé la frente y bajé a cerrar.
93
Capítulo 18
Drake
E
s Navidad y no he estado en contacto con nadie de mi familia. ¿Por qué?
Bueno, esa es una pregunta fácil y difícil de responder. Veras, la respuesta
simple es que estoy en rehabilitación. Es lo que me puso aquí lo que es más
difícil, bueno, no necesariamente más difícil, si no más largo de responder. Para
responder a eso, tengo que retroceder mucho más que solo estos últimos meses. Pero
¿por qué no he tenido contacto con nadie de mi familia? Bueno, eso es algo que puedo
responder.
Les he dejado un mensaje de texto ocasional a mi familia para decir que estoy
bien, pero no respondo cuando me preguntan algo que potencialmente los guiaría a
encontrarme. Por el primer par de meses, ni siquiera tenía acceso a mi teléfono.
Dijeron que, se suponía que estuviéramos alejados de todo en nuestras vidas diarias,
para poder permitirnos la mejor oportunidad de recuperación. Al principio, pensé que
sería fácil, pero nada fue más difícil que preceder toda comunicación con el mundo
exterior. Especialmente de mi esposa e hijo. Mira, no me rendí a mi matrimonio
porque no la amaba; de hecho, es todo lo contrario, y aunque Anna podría no saberlo
ahora, hice lo que hice por amor. Por eso no he estado en contacto con ella en lo
94
absoluto. No puedo mentirle y simplemente no puedo decirle donde estoy o qué estoy
haciendo. Sé que lo entendería, sé que estaría allí a mi lado, que vendría a visitarme
cuando pudiera. Pero no quería eso. No quería ver la mirada de pena en los ojos del
amor de mi vida mientras me miraba, u oírlo en su voz por el teléfono. Ni siquiera
podía enviarle un mensaje corto, porque no podía mantenerlo corto y dulce. Sabía que
ella tendría preguntas y yo tenía que responderlas, pero como aún no tenía todas las
respuestas por mi cuenta, sentía que lo mejor era permanecer alejado de todo contacto
con ella.
Desde que llegué aquí, gané cuatro fichas. La primera fue ganada por veinticuatro
horas sin un trago. La segunda fue por treinta días. La tercera por sesenta días. La
cuarta era por noventa días y gané esa el día anterior a ayer. No puedo creer que ha
pasado tanto tiempo desde que bebí algo. No ha sido sencillo; de hecho, ha sido, por
mucho, la cosa más difícil en toda mi maldita vida, excepto por alejarme de Anna y
Ayden. Con toda honestidad, no tenía que estar aquí tanto tiempo, pero tengo que
trabajar mucho para llegar al origen de mi problema con la bebida. He tenido mis días
buenos y malos, pero la cosa que me mantiene moviéndome es saber que, si continúo
bebiendo, terminaré con problemas de salud a largo plazo, que resultarían con mi
muerte. Quiero estar alrededor para ver a Ayden crecer... si Anna alguna vez me
permite contactarme con él de nuevo. Tengo una foto suya en mi habitación. Las
únicas pertenencias personales que traje fueron una foto de mi novia y yo en el día de
nuestra boda, una foto escolar de Ayden, mi Kindle y mi anillo de bodas. Tengo
acceso a mi teléfono ahora y mi MacBook. Lo más lejos que se me permitió para
terminar algo de escritura. He escrito la pieza de poesía más rara, pero en su mayoría
han sido entradas de diario.
Mi rutina aquí es bastante tediosa; los días parecen alargarse. Despierto, desayuno,
entonces tengo una sesión con mi terapeuta Zeke Michaels. Es un sujeto bastante
decente. Es un poco mayor que yo, bueno, quizás diez años más. Le dije, cuando lo
conocí por primera vez, que no sabía que Zeke fuera un nombre popular cuando él
nació. Me dijo que no era tan genial como yo pensaba, ya que era diminutivo de
Ezekiel. Fue Zeke quien me involucró en el programa de arte terapéutico en el centro.
Teníamos que escoger nuestro medio en el cual trabajar y el mío había sido dibujar.
No fui demasiado malo en la escuela, aunque no había levantado un lápiz durante
muchos años. Pero regresar a ello había sido más fácil de lo que pensé. Seguro, mis
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primeros dibujos eran un poco rústicos, pero ahora lo he estado haciendo cada día
desde mi segunda semana aquí, y he estado sentado en el exterior con un bloc de
dibujos y un lápiz por un par de horas al día. Eso es lo que hago usualmente luego de
mis sesiones con Zeke. Me siento afuera para dibujar. Mata las horas entre mi sesión y
la hora de cenar. Luego de cenar, voy a mi habitación, donde escribo o escucho
música. Luego duermo, me enjuago y repito.
Hoy ha sido ligeramente diferente por el hecho de que es Navidad, y mucho de los
otros aquí están pasando el tiempo con sus familias. No tengo sesión con Zeke hoy, es
su único día libre. Hay otros terapeutas aquí, así que quizás algunas personas tienen
sesiones a las que asistir, pero mi día ha sido extra largo por la falta de la hora que paso
en la oficina de Zeke. Así que, además de ir y conseguir mi cena de Navidad de la
cafetería, no dejo mucho mi habitación. Traté de salir afuera y dibujar, pero solo no
podía inspirarme. Traté de escuchar música, pero no había posibilidad de eso hoy, por
alguna razón desconocida. Todo lo que parecía que podía hacer era escribir. Pasé un
siglo viendo fotos de Anna y Aiden, entonces decidí sentarme y escribir sobre ellos:
sobre cuánto los extrañaba y cuánto significaban para mí.
Me gusta cómo no tengo que fingir ser alguien excepto yo mismo cuando escribo.
Cuando me siento con mi MacBook abierta y solo entro a la zona, puedo sentarme y
escribir sin notar cuánto tiempo pasa. Puedo ser honesto, sincero, el verdadero yo.
Algunas entradas de mi diario de cuando llegué aquí por primera vez son cortas, y
no tienen realmente muchos detalles o profundidad. Pero cuanto más estoy aquí, me
siento más capaz de escribir detalles, la honesta verdad sobre cómo me siento en
realidad respecto a ciertas situaciones.
Querido diario,
De acuerdo, ¿la gente realmente comienza estas cosas de "Querido Diario"? Soy nuevo
en esto, creo que no estoy seguro. Me han dicho que escribir mis sentimientos ayuda. No
puedo hablar de ellos. Nunca he sido un hombre abierto. Supongo que es por la forma en que
crecí con mi familia; no son muy sensibles que digamos. Así que crecí manteniendo todo
adentro. Ojalá supiera cómo ser más abierto acerca de cómo me siento con respecto a ciertas
personas y situaciones. Especialmente con mi esposa e hijo. Quiero poner la pluma en el
papel y decirle por qué me fui. Soy un idiota. No puedo creer que la haya dejado sin una
excusano importa cuán pobre seano tuve que decirle la verdad, pero sí debería haberle
dicho algo.
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La verdad, es que incluso yo, no estoy al cien por ciento seguro del porqué me fui. Fue
mi bebida lo que me llevó al borde, eso es seguro, pero incluso antes de que llegara a donde
estaba, todavía tenía secretos. No secretos de Anna. Nunca le he ocultado un secreto. Pero he
guardado las cosas del resto de mi familia. Sin duda eso es lo que me está devorando, pero no
puedo decírselo. Si les cuento toda la historia, estarían tan dolidos. Sé que no me negarían,
lo que hice no lo garantiza, pero estarían locos por no haberles contado. Para empeorar las
cosas, mi padre ahora está muerto, por lo que nunca lo sabrá. Él nunca llegará a… no, no
iré allí. Aún no.
Eres un diario y si no puedo contarte el secreto, estoy seguro de que no puedo contarle
nada a mi familia. Este va a ser un proceso tan largo, puedo decirlo.
Drake.
Querido Diario,
Supongo que escribirlo no sería tan malo. Ciertamente no tanto como expresarlo en voz
alta frente a los demás. No hay nada aquí…
La noche que dejé a Anna, le pedí a mi hermano Jack que viniera a buscarme,
diciéndole que había tomado una copa y que no podía conducir yo solo. Leanne lo había
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llevado y él no había pensado en conducir a su casa para pasar la noche. Al día siguiente,
tenía planes que implicaban dejar el automóvil con él y seguir mi camino. ¿Por qué? Bueno...
estoy avergonzado de admitirlo, pero me han descalificado para conducir durante doce
meses.
Ordené un whisky o tres y cuando me fui, sentí que todavía tenía todas mis facultades
intactas, aunque mis penas se sintieron en un segundo plano gracias a los efectos de
“pensamiento silencioso” del alcohol. Así que conduje hasta un hotel para ver si tenían
habitaciones. No iba a llamar a la puerta de mi madre a las tres de la mañana. Pero en el
camino me detuvo un policía. Sabiendo que tenía el aroma del whisky en mí aliento, mis
esperanzas se desplomaron aún más que antes de llegar al bar. El oficial salió de su
automóvil y se dirigió a mi ventana. Bajé el vidrio, esperando lo inevitable.
Me pidió ver mi licencia y registro. Se los entregué y esperé mientras los miraba.
—¿Sabe por qué lo detuve esta noche, señor Anderson? —preguntó mientras miraba
desde el nombre en mi licencia hasta mi cara.
—No oficial —respondí mientras miraba su rostro más allá del resplandor de su
antorcha.
—Tiene una luz trasera rota, señor Anderson. Sugiero que la arregle a primera hora de
la mañana.
Pensando que había salido ileso, comencé a enrollar mi ventana, pero me detuve cuando
el oficial me pidió que saliera del automóvil. Hice lo que me pidió y me paré junto a mi auto.
—Sí, Oficial.
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No tenía sentido mentir.
El oficial me miró y estaba seguro de que no me creía. Me dijo que me quedara donde
estaba y regreso a su auto. Trajo la temida prueba de alcoholemia y supe que había
terminado. Al respirar sobre ella superé el límite legal, así que me arrestaron por conducir
ebrio. Volvieron a tomarme la prueba una vez que llegué a la estación, diciéndome que había
fallado la prueba, lo cual, ya lo sabía. En resumen, me descalificaron al instante de conducir
durante doce meses y me hicieron pagar una multa de setecientos dólares. Para mi sorpresa,
no obtuve ningún punto en mi licencia, pero eso no importó mucho, considerando que de
todos modos no se me permitiría conducir por todo un año.
Mi cabeza estaba hecha un desastre, así que la única respuesta sensata fue la
rehabilitación. No soy una persona temeraria, normalmente, no me pongo detrás del volante
de un automóvil después de beber, la única respuesta que tengo para hacerlo es que esta vez
pensaba con claridad. Tengo mucha suerte de no haber bebido más que los tres vasos. Yo
"solo" excedí el límite legal, por lo tanto, mi castigo no fue tan severo como pudo haberlo
sido. Me siento tan aliviado de no haber provocado algún accidente esa noche que pudo
haber lastimado a un espectador inocente. No habría podido vivir conmigo mismo si mis
acciones hubieran resultado en la lesión o incluso peor, en la muerte de alguien.
He estado seco durante dos semanas. Me he ganado mi primera ficha durante las
primeras veinticuatro horas en seco. Ahora, mi próximo objetivo son treinta días. Ahí es
cuando obtengo otra ficha. Es gracioso... No pensé que las fichas realmente te mantuvieran
sobrio. Una moneda no tiene poderes mágicos para mantenerte seco, después de todo. Pero lo
que hace la ficha, sin embargo, es darme un sentido de propósito. Quiero golpear cada
objetivo. Quiero salir de aquí y nunca tener que volver.
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Saliendo de aquí va a ser algo completamente diferente. La vida real va a ser mucho más
difícil. Habrá cosas fuera de estas paredes que me empujarán a querer beber. El atractivo del
alcohol podría ser muy difícil de resistir. Pero no dejaré que me golpee. No ahora, nunca.
Quiero que las cosas sean diferentes. Y así serán.
Hasta pronto.
Drake.
100
Capítulo 19
Annalise
F
ue duro volver a mi vida junta desde que Drake se fue. De hecho, fue
agotador. Lo primero que hice fue volver a trabajar. Con Ayden en la
escuela solamente podía y trabajar a tiempo parcial, pero era mejor que
nada. Al regresar a la oficina pedí una transferencia a un nuevo edificio. No quería
tener que trabajar con él todos los días, sabiendo que no estábamos juntos. Tampoco
he querido afrontar las miradas de lástima de mis colegas y amigos. Así que le pedí a
mi jefe una transferencia lo antes posible. No era tan bueno como en la vieja oficina,
no al principio. No conozco a nadie. Ya no podía salir a almorzar con las chicas.
Nunca había sido la clase de hacer amigos fácilmente. Soy más introvertida, donde la
mayoría de las otras personas no lo son.
Aimee, una de las chicas en nuestra oficina, se estaba yendo con baja por
maternidad y me ofrecí como voluntaria para ayudar a hacer un baby shower. No sé
por qué, no es algo que yo haría, pero tenía que hacer algo para mantener mi mente
ocupada y hacer nuevos amigos mientras estaba en esto. Dos de las chicas, Jade y
Nicky eran muy amables. No les había dado una oportunidad antes. Pero ayudándome
a encontrar las cosas necesarias para el baby shower nos tenía a todas como sólidas
amigas, rápido. Honestamente, no sé qué habría hecho sin ellas. Desde entonces me
habían invitado a salir por bebidas y trataron de hacerme ir a un club, a mover lo que mi
madre me dio, como Nicky lo hizo después de un par de botellas de vino rosado. Creo
que fue una referencia a un anuncio en la tele o algo. Jade había estallado en
carcajadas y todas terminamos intentando… ¿cómo le decían los chicos geniales? Oh,
sí, twerk.
Me alisté esa noche y dejé a Ayden con Lynne por la noche. Conseguí un taxi
hacia el bar de cocteles donde estábamos empezando nuestra noche. Fui la primera en
llegar, así que me pedí una bebida y encontré mi camino hacia la parte posterior del
bar. Me sentía un poco deprimida, esperando a que las chicas llegaran, así que me
senté viendo a otras personas mientras que pelaba la etiqueta de la botella en mi mano.
Sacando mi celular de mi cartera de mano y envió un texto a Nicky:
101
Anna: Hola, estoy aquí esperando, ¿dónde estás?
Miré hacia arriba desde mi celular y vi a Nicky y Jade entrando por las puertas
dobles en la entrada. Esperando mientras los chicos que trabajaban en la puerta
comprueban sus ID y les permitían entrar.
Caminando hacia la barra para saludarnos, vi a un chico lindo viendo hacia mí.
Vestía pantalones negros y una camisa azul cielo con las mangas
arremangadas. Había un tatuaje asomándose debajo de la manga y yo me preguntaba
lo que era. Me guiñó, o por lo menos en mi dirección general. No estaba segura, él
podría haber estado viendo a alguien detrás de mí. Se volvió en mi dirección y
comenzó a caminar hacia donde estaba arraigada al lugar.
De repente me di cuenta de que no quería hablar con este chico y mis pies
empezaron a llevarme en la dirección de las chicas. Me alejé del chico lindo sin tanto
como una mirada sobre mi hombro.
—Hola, ¿qué le puedo conseguir para beber? —les pregunté mientras alcanzaba
por mi cartera.
—Voy a tener una sidra, por favor —respondió Jade—. Ella siempre toma sidra,
entonces no estoy segura por qué incluso pregunté.
—Por favor, permíteme. Sería mi placer comprar una bebida a tres hermosas
mujeres —persistió.
—Oye. —Nicky me había empujado en las costillas—. Que el chico te compre una
bebida.
No le dije a las chicas mucho acerca de mi separación con Drake, solo que lo
encontraba difícil seguir adelante. Adiviné que se trataba de Nicky es sutil como un
mazo tratando de animarme. “La mejor manera de superar un chico es meterse debajo de
102
otro”. Ella me lo había dicho a mí una tarde cuando habíamos salido. Ella estaba
bromeando en lo que dijo, pero, aun así, pensó que ya era hora que yo tratase de
comenzar de nuevo. Aunque condujo a nada, ella me animaba a ligar siempre que
fuera posible, así era ella.
—Está bien, gracias. —Estuve de acuerdo, dándome vuelta para hacerle frente al
misterioso comprador de nuestras bebidas.
Era apenas mi suerte que era el chico lindo de instantes antes. Evidentemente, no
me leyó el irme como una razón para no perseguirme. Algunos chicos emanaban
confianza y siempre conseguían lo que querían. Este chico parecía a ese tipo.
—Hola, soy Annalise —dije mientras estreché su mano, notando que mi mano se
sentía un poco sudorosa. Me preguntaba si él lo notaría.
—Yo soy Nicky y esta es Jade —dice Nicky mientras extendió su mano hacia él.
Hablaba con un acento suave. No pude colocarlo, pero no sonaba local. Fue
agradable escucharlo mientras nos habló de lo que hizo para ganarse la vida y
preguntarnos de donde éramos.
Una canción entró en el fondo y James le preguntó si le gustaría bailar. Dejé que
me guiara a la pista de baile, mi mano en la suya. La canción habló de cómo no era
bonito cuando un corazón se rompía, pero realmente no le presté mucha atención
mientras coloco mi cabeza en el hombro de James y me mecí con el ritmo de la
música. Pude sentir cada subida y caída de su pecho, sentir su aliento susurrando a
través de la parte posterior de mi cuello. Él se sentía bien, cómodo incluso. Cuando la
canción llegó a su fin, me llevó a las chicas, otra vez, tomando mi mano en la suya.
La sonrisa en la cara de Nicky lo dijo todo. Ella estaba segura de que James y yo
habíamos hecho buenas migas. Sentí la sensación de mariposas en mi estómago, tal
vez, incluso un poco agitado. Fue agradable sentirse atractiva, pero no podía usar a
este hombre para seguir delante de Drake, o a cualquier otro hombre para ello. No es
adecuado entrar en algo cuando no estás superando la relación anterior. Nadie estaba
diciendo que tenía que tener una relación con James, pero si Nicky sabía la manera en
que pensaba, ella lo haría su misión personal ayudarme a ver que no dañaría a nadie, si
tuviera que empezar a ver a alguien, aunque solo por un poco de diversión.
—Yo voy por un cigarro —les dije mientras estaban apoyados en el bar.
103
—¿Te importaría si te acompaño? —preguntó James mientras sacaba sus propios
cigarros de su bolsillo.
—Seguro.
Una vez afuera, encendí un cigarro y estaba parada hablando con James de nada
de cualquier consecuencia. Cuando terminé mi cigarro, James se inclinó hacia a mí y
aplastó sus labios en los míos. Se sentía bien, las mariposas en mi estómago se
duplicaron en tamaño. Envolvió sus brazos alrededor de mí y me tiró directamente a
su pecho. Su beso fue apasionado y frenético, sus manos encontraron su camino en mi
cabello y tiró mi cabeza hacia atrás ligeramente, besando el lóbulo de mi oreja hacia
abajo a mi cuello.
Cogió mis labios con los suyos otra vez antes susurrar en mi oído:
Sus palabras me hicieron temblar. Se sintió bien el ser necesitado. Me hizo sentir
sexy, algo que no sentía en bastante tiempo, pero no estaba segura de que podía hacer
lo que quería.
—¿Podemos…?
Mis palabras quedaron en el aire durante un tiempo antes de que él hablara otra
vez.
—Está bien, tal vez podemos intercambiar números. Me gustaría verte otra vez.
No quería llevarlo a pensar que podría haber más para mí que solo un beso, un
momento fugaz.
—Lo siento, no creo que eso sea una buena idea —le dije mientras me volvía sobre
mis talones y me alejé sin mirar atrás.
104
Gritó detrás de mí, pero no conteste y afortunadamente no me siguió. Caminé
hacia las chicas y les dije que estaba lista para irme a casa.
Marque el número de una empresa local de taxis, me quite mis zapatos de tacón y
estaba parada afuera del bar esperando para la sensación en la boca de mi estómago se
aquietará. Allí en ese momento, quería llamar a Drake y recordarle lo que había
hecho, pero pensé que podría ser mejor que la noche terminara allí.
Mi cumpleaños terminó en un desastre, tal y como predije que sería. Me fui a casa
sola. No creo que hubiera sabido cómo se sentía estar tan sola como lo estaba
entonces.
105
Capítulo 20
Drake
—H
ola… —De repente, mi garganta se sintió reseca y necesitaba un
trago fuerte. Pero la bebida era por lo que había venido a alejarme.
Tenía que volver a enderezar mi vida. Había dejado a la mujer que
amaba, a mi hijo también, y era la motivación que necesitaba para liberarme de la bebida de una
vez por todas, que pudiera ganar su confianza y conseguir que volviéramos a estar bien era otra
cosa. Necesitaba hacer esto por mi cuenta, no solo por Anna y Ayden, sino porque quería estar
sobrio. No quería seguir desperdiciando mi vida como lo había hecho antes. Me aclaré la
garganta y comencé de nuevo.
Miré sus rostros, jóvenes y viejos, blancos y negros, hombres y mujeres. El alcoholismo, al
parecer, es una enfermedad que no discrimina.
Se sentía raro comenzar mi historia sobre por qué estaba aquí, pero otros habían compartido
las suyas antes que yo y más lo harían después de mí, así que tomé algunas respiraciones
regulares y les di una versión abreviada de los eventos que me llevaron a perseguir el escurridizo
sueño en la parte inferior de cada botella que bebí.
—Que mi padre muriera fue el catalizador para que empezara a beber más. Sin embargo, no
debería usar su muerte como excusa. Bebo porque soy un alcohólico, pero su muerte me golpeó
duro y yo golpeé la botella con más fuerza.
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—El caso es que mi vida no siempre ha sido fácil. No provengo de una familia cercana,
realmente nunca hablamos de sentimientos, sino que simplemente embotellamos las cosas.
Empecé a beber cuando descubrí que había dejado embarazada a una mujer poco antes de estar
con mi esposa Annalise. No me enteré hasta que Anna estaba embarazada de cuatro meses. Si soy
realmente sincero, me crucé con Annalise porque me enamoré de ella, pero ella ya estaba
embarazada de un idiota estúpido que no quería tener nada que ver con el bebé. Le había hecho
una promesa a Anna de que iba a tratar al bebé como mío. Éramos sus padres en la medida en
que alguien debería preocuparse.
Mi garganta se secó y alcancé la botella de agua que tenía a mis pies. Tomé un gran trago e
inhalé unas pocas respiraciones profundas antes de seguir.
—Pero luego descubrí que en realidad iba a ser un padre biológico también y me golpeó por
seis. Estaba listo para enfrentar a Anna y su hijo por nacer. ¿Pero un hijo mío que la madre no
quería que me molestara tratando de contactar? Eso fue completamente diferente. No sé
exactamente cómo, solo sé que así fue. Descubrí a través de un amigo en común que Rachel, la
mujer con la que tuve una aventura de una noche y que luego quedó embarazada, había dado a
luz a una niña. Tuve una hija llamada Morgana. Anna sabía todo sobre esto, pero nadie más lo
sabía, excepto mi amigo Hunter. No tuve el coraje de contarle al resto de mi familia. Le pedí
consejo a Anna sobre si tratar de ver a Morgana o no. Pero Rachel me contactó a través de las
redes sociales y me dijo que no me molestara en tratar de contactarlos porque ella estaba en una
nueva relación y, en lo que a Morgana se refería, este tipo era su padre. Fue inquietantemente
paralelo a mi propia situación con Anna.
Hice una pausa y miré alrededor de la habitación. Todos estaban silenciosos y expectantes.
—No sabía qué hacer o cómo sentirme, así que ahogué mis sentimientos en botellas de
Budweiser o en un vaso de Jack Daniels. No bebo todos los días. Era un buen padre cuando llegó
Ayden y Anna y yo tuvimos la boda de nuestros sueños. Todo fue perfecto por un tiempo. Pero
después de un corto tiempo, comencé a sentir que los dedos de duda intentaban agarrarme.
Empecé a beber más, a llegar a casa tarde en la noche después de mentirle a Anna, diciéndole que
estaba trabajando hasta tarde. Al final todo me sobrepasó y aterricé aquí.
Abro la puerta para ver la cara sonriente de Zeke. Él siempre tiene una amplia
sonrisa, nunca lo he visto fruncir el ceño en los meses que lo he conocido. A veces
107
frunce el ceño cuando está pensando, pero aparte de eso, siempre hay una sonrisa en
él. No sé cómo lo hace. No he sonreído en meses. Bueno, eso no es cierto, sonrío a los
recuerdos de Anna y Ayden, pero no hay nada de qué sonreír en mi situación actual.
—Sí, pero quiero decir, ¿realmente está ayudando? —pregunta mientras toma
asiento en el sillón de la esquina.
—Bueno, dibujo muchas cosas. Muchos de mis dibujos son de los jardines de
afuera, algunos son de otras personas aquí. Pero luego, a veces dibujo a Anna y
Ayden. Cuando dibujo otras cosas, es genial. Sin embargo, cuando dibujo a las dos
personas que más amo en este mundo... bueno, me pongo emocional. Esas emociones
pueden hacerme sonreír o pueden paralizarme. No estoy acostumbrado a expresar mis
sentimientos, como ya sabes, Zeke. No lo manejo bien cuando esos sentimientos
amenazan con ahogarme.
—Sí.
Zeke hojea las páginas, pasando el tiempo mirando cada uno de mis bocetos. La
mayoría de son de los jardines de afuera. Hay tantas cosas bellas que se pueden ver por
ahí. Algunos son bocetos de las otras personas de aquí. Me encanta dibujar personas,
hay algo en sus rostros, sus emociones no expresadas. Pero también hay muchos
bocetos de Anna y Ayden. Empecé dibujando las fotografías que tengo conmigo.
Entonces comencé a dibujar de memoria; la sonrisa en el rostro de Anna, la mirada de
amor en sus ojos, imágenes de mi hermoso hijo. Pase lo que pase, siempre serán mi
mundo.
108
—Son asombrosos, Drake.
—Gracias —murmuro mientras froto una mano sobre mi cara, la barba raspando
contra mis dedos.
Echo un vistazo a la imagen que está mirando. Es uno de Anna el día de nuestra
boda. Tuve un sueño una noche y cuando desperté, agarré mi lápiz y bloc para dibujar
la hermosa sonrisa que me dio mientras caminaba por el pasillo. Es solo una imagen
de su cara, pero es probablemente la mejor que he dibujado.
—Lo es.
—Dices que no puedes, pero puedes. Por lo que me has contado en nuestras
sesiones, es una mujer muy cariñosa y comprensiva.
—Pero ella no entendería esto. No puedo pedirle que lo haga. Aguantó mucho
durante nuestra relación. Nos separamos en un par de ocasiones porque necesitaba
espacio para mi cabeza. No muestro mis emociones, las trato internamente. Entonces,
en cambio, mi respuesta siempre ha sido correr. Siempre me ha traído de vuelta,
entendía cuando necesitaba mi espacio. Luego nos casamos y fuimos fuertes, hasta
esto.
—Hizo votos para amarte incondicionalmente, ¿así que no crees que le debes una
explicación por haberla dejado? ¿No crees quelo entendería y se mantendría a tu lado?
Me parece que lo haría.
—Ella lo supo desde el principio, Zeke. Ella sabía que nunca podría ser el hombre
que quería que fuera.
—Y, sin embargo, se casó contigo de todos modos. Te permitió adoptar a Ayden.
¿No crees que merece al menos saber por qué te fuiste? No puede ser fácil para ella y
será aún más difícil para Ayden. Echa de menos a su padre.
109
—Ni siquiera vayas allí, Zeke. ¿No crees que quiero ver a Ayden? Pero no soy lo
suficientemente bueno para él. Él necesita un hombre que pueda ser un modelo a
seguir. Anna se merece un hombre mejor que yo y Ayden merece un padre mejor.
—Pero merecen saber por qué te fuiste. Incluso si no pueden volver a estar juntos,
esa mujer necesita un cierre. Le debes eso.
Miro a Zeke y luego mi mirada vaga hacia la ventana. No puedo mirarlo a los
ojos. Sé que dice la verdad, pero no puedo llamar a Anna y pedirle que me visite aquí.
No puedo cargarla con eso. Debería seguir adelante y encontrar el amor con alguien
que no tiene tanto retraso emocional.
—Simplemente no puedo, Zeke. No puedo cargarla con más. Ella no necesita eso
en su vida.
Sé que Anna es una de las mujeres más fuertes que he conocido, pero no necesita
el peso de esto sobre ella. Ya me ha roto. Prefiero llevar la carga solo que romper a la
mujer que adoro.
110
Capítulo 21
Annalise
D
espués del desastre que fue mi cumpleaños, no salí con las chicas por
unas semanas, temiendo que pudiera toparme con James otra vez. A
decir verdad, tenía miedo de ceder a lo que me había preguntado si
volvía a verlo. En cambio, concentré toda mi energía en el trabajo y en ser madre.
Ayden no lo dejaba ver, pero sabía que echaba de menos a Drake. ¿Cómo no podría?
Drake había sido una gran parte de nuestras vidas. Hasta que se fue, no le habíamos
dicho a Ayden quién era su padre biológico. Estábamos esperando hasta que fuera
mayor, lo suficientemente como para entender. Pero cuando se fue, tuve que decirle a
mi hijo la verdad. Esa no había sido la conversación más fácil, y nunca quise tenerla
sola. Quería a Drake allí para ayudarme a decírselo.
Para mi sorpresa, Ayden lo había tomado bastante bien. Él había crecido bastante
sobre todo eso. Le dije que, si alguna vez quería conocer a su verdadero padre, podría
intentarlo y hacer que eso suceda. En respuesta, me dijo que nadie más era su padre, su
padre era Drake. Sus palabras fueron: "Bueno, si mi verdadero padre quisiera verme,
entonces se habría molestado en hacerlo desde que nací, pero no lo hizo. Drake es mi
padre." Estaba tan impresionada por su madurez. Siempre había dejado la opción
abierta para que Oliver viera a Ayden. Drake y yo no queríamos que lo viera, pero si
Oliver hubiera querido, habríamos intentado que algo funcionara.
De alguna manera, fue bueno que él no se haya comunicado porque nos dejaron
seguir con nuestras vidas y fuimos felices. Por otro lado, fue una pena que Oliver no
pudiera ser involucrado en la vida de Ayden. Pero fue su pérdida. Ayden siempre ha
sido un chico muy cariñoso, generoso y amable. Oliver y su familia nunca llegaron a
experimentar eso.
Drake había estado fuera por varios meses y no habíamos tenido noticias suyas.
Me dejó con el corazón roto, pero era peor no obtener ninguna respuesta. No sabía por
qué se había ido, lo que había hecho mal para que me dejara. Me culpé a mí misma
constantemente, a pesar de que mis amigos me dijeron que no lo hiciera. Todos me
dijeron que era su pérdida. Pero, aunque mi cabeza escuchó sus palabras, mi corazón
111
no. Mi corazón quería saber por qué. Dicen que el tiempo es un sanador, pero para mí,
solo ha hecho que el dolor sea más. ¿Cómo podría un hombre profesar amarme, tomar
votos para amarme incondicionalmente y nunca dejarme de lado, ir contra esos votos
y levantarse sin una explicación? ¿No merezco un cierre? ¿No merezco que me digan
lo que hice mal? ¿Realmente nuestro matrimonio significaba tan poco para él que
podía alejarse de él? Él no ha pedido el divorcio, pero supongo que es porque no quiere
ningún contacto conmigo, ni siquiera a través de los abogados.
He estado haciendo todo lo posible para superarlo. Intenté seguir con la vida. Pero
cada día que me levanto, todavía espero verlo en la cama junto a mí. Recé para que me
equivocara, que de alguna manera su partida estaba en mi imaginación. Pero la verdad
es que se había ido. ¿Qué nos pasó? Nunca supe que el amor puede cambiar tan
rápido. ¿Perdimos la química que alguna vez tuvimos? ¿Dónde se había ido Drake? Y
más importante, ¿por qué? No solo me había dejado, también Ayden. Mi hijo estaba
destrozado. Yo estaba... bueno, realmente no lo sé. ¿Estaba desconsolada? Sí.
¿Devastada? Sí. ¿Todavía estoy locamente enamorada de alguien que no siente lo
mismo por mí? Parecía así. ¿Lo tomé por sentado? Solo él puede responder eso, pero
no lo hará. No responde mis llamadas telefónicas ni devuelve mis mensajes de texto.
He estado aquí, esperando por una razón, en una llamada que nunca llegó. ¿Qué tan
tonta me hace eso? Todavía estoy enamorada, pero estoy enamorada sola.
Quiero dejar de sentirme tan lastimada. Pero es más fácil decirlo qué hacerlo. No
puedes simplemente presionar un interruptor y dejar de amar a alguien. Las opiniones
de las personas sobre cómo avanzar varían. No siempre significa que tienes que
encontrar a alguien más. Puedes ser soltero, encontrar tu propia fuerza. En todo caso,
112
eso es lo que he tratado de hacer. Intenté ser mamá y papá con Ayden. Ha sido una
lucha algunos días, pero he estado haciendo todo lo posible para que funcione.
Me desperté una mañana y decidí que era hora de un cambio. Tuve un raro día
libre del trabajo y decidí ir a la ciudad. Le envíe un mensaje de texto a Nicky para ver
si ella estaba lista para ir de compras y estaba muy dispuesta a venir.
—¿Y qué es lo que buscas? —Nicky me preguntó mientras miraba a través de los
estantes de ropa en una de nuestras tiendas favoritas.
—Todavía no lo sé. Solo me apetece un cambio. He estado pensando que tal vez
dejé mi apariencia desde que tuve Ayden y me gustaría hacer algo al respecto.
—Solo creo que es hora de un cambio, Nic. Quiero actualizar mi guardarropa. Eso
no es tan malo, ¿verdad?
—No, por supuesto que no, pero te ves genial. Tienes un gran sentido del vestir.
Tienes una hermosa figura. Cualquier hombre sería tonto por no enamorarte de ti.
—No dije que lo era, Anna. Mira, quieres ropa nueva, genial. Simplemente no
quiero que pienses que hay algo que debes cambiar sobre ti misma. Eres hermosa por
dentro y por fuera.
—Gracias —respondí, colgando la blusa después de decidir que no era para mí—.
Solo creo que un cambio de imagen no dolería. Siempre me estás diciendo que debería
sentirme bien conmigo misma y creo que tienes razón. Pero la forma en que me sentiré
mejor es con algunos cambios.
Ojalá a ella le importara sus propios asuntos a veces, pero sé que solo me está
cuidando.
113
—Sé lo que estás pensando, Nic. No soy estúpida. Crees que no debería
cambiarme por un hombre. Que un hombre debería amarme por quién y qué soy. Y
tienes razón. No estoy cambiando nada por un hombre, estoy haciendo esto por mí.
—Lo estoy.
Media hora más tarde, tomé una ducha y emergí con cabello morado oscuro.
—¿Perdón?
114
Me volví para mirar al tipo que había hablado.
—Gracias.
—¿Qué...?
—Bueno, cuando dijiste que querías hacer un cambio, realmente lo decías en serio.
—Por supuesto que no. —Me interrumpió a mitad de la frase—. Creo que se ve
muy bien. Te queda muy bien. Es solo que... bueno, es diferente. Eso es todo.
—Es solo que eras pelirroja antes y ahora, es más oscuro y… bueno, eres tú
misma.
115
Después de un largo día de trabajo, fui a recoger a Ayden y me dirigí a casa.
Realmente necesitaba relajarme y ver un poco de televisión horrible. Hice la lasaña
para el té y me serví un pequeño vaso de vino, luego salí volando frente a la tele y
encendí los canales, buscando algo para entretenerme. Nada particularmente me
gustaba, así que puse mi recopilatorio de Prison Break. Nada como una dosis de
Michael Scofield para alegrar el día de una chica.
—Mami, me gusta tu cabello morado. Siempre eres bonita, pero me gusta porque
es mi color favorito.
116
Capítulo 22
Drake
Querido Diario.
Realmente Zeke se metió debajo de mi piel hoy. Dice que debo de decirle todo a Cariad.
Piensa que debería ser honesto y cargarla con mis problemas. No pude estar menos de
acuerdo. Ella no merece ser hundida conmigo. He estado en rehabilitación por meses ahora
con ningún contacto con ella o mi hijo. ¿El doc sabe lo difícil ha sido para mí? Bien, puedo
decirles que ha sido casi imposible. Tengo mi celular en mi mano a veces y me desplazo a
través de las fotos que he tomado. Hay fotos de Anna, Ayden y mi familia. Fotos que me
hacen sonreír, algunas de ellas me hacen reír, otras que me acercan a las lágrimas. Tengo
una foto de Anna en el día de nuestra boda, una foto que tomé cuando ella no estaba
mirando y ella se ve radiante. La extraño tanto que hace que mi corazón duela. Echo de
menos tanto a Ayden que se siente como si mi corazón ha sido arrancado, saltando de alegría
y entonces sustituido por uno magullado y apenas latiendo.
También me desplazo por los contactos. Veo su nombre allí y quiero presionar el botón
de llamada. Quiero escuchar su dulce y melódica voz. La quiero para calmar mis nervios
agitados. Pero no puedo hacer eso. No es justo. Sé que lo estoy haciendo bien con mi
rehabilitación. Sé que he recorrido un largo camino y ahora estoy sobrio. Más sobrio que
nunca he estado. Pero todavía no es justo para Anna que la agobie con todo esto. Quería una
explicación, algo que no estoy seguro de que pueda dar. No estoy exactamente seguro de que
pueda explicármelo a mí mismo, mucho menos a ella. Siempre he sido capaz de decirle
cualquier cosa. Le dije sobre Rachel y Morgana, incluso cuando no podía decirle a nadie.
Pero no puedo decirle esto. ¿Por qué? Porque me da vergüenza. Yo me he defraudado, he
defraudado a mi familia y he dejado a mi esposa y mi hijo, abandoné a todo el que me ama.
¿Por qué lo hice? Porque soy un alcohólico. O un alcohólico en recuperación ahora. Pero
todavía, el hecho de que ella está casada con un borracho… que no es algo que quería que
ella supiera… todavía. ¿Nunca podré enfrentarla y decirle la verdad? Espero que algún día.
Quiero ir a casa, pero ya no tengo casa. Así que ¿a dónde voy desde aquí? Tengo un
nuevo padrino alineado para cuando me vaya. Su nombre es Amelia. Me he encontrado con
117
ella una vez… parece bastante agradable. Ojalá mi padrino fuera un chico, pero estoy seguro
de que ella va a estar bien. Creo que voy a tener que buscar casa para rentar en algún lugar.
En un mundo ideal, regresaría con Anna, confesaría todo y ella me aceptaría de regreso.
Pero soy realista y sé que no va a suceder. También, en un mundo ideal, podría estar viendo
a Ayden, incluso si estaba viviendo en algún otro lugar. Pero sin nada que decirle a mi
hermosa, pelirroja esposa, ella no me dejaría verlo. Estoy seguro de eso. Quiero decir, la dejé
sin una explicación y eso quiere decir que ella salió gravemente herida. No quise decir que
esto pasó de esa manera, pero no podía decirle la verdad y no podía mentirle. Así que no dije
nada en absoluto. Soy un cobarde. Eso significa que tampoco llego a ver a mi hijo. Dios, soy
tan imbécil. ¿Por qué no me han crecido un par y le digo todo? O al menos algo. Debí de
haber inventado una razón suficientemente buena, no poner la culpa de mí dejándola en ella,
pero con una razón ella pudo hacerle frente. No, debí decirle la verdad. Aun debería. Lo
haré. Pero no ahora. Es egoísta, pero necesito que mi cabeza esté bien antes de confesar todo.
De todas maneras, puedo sentir el ansia de sacar. Por lo tanto, voy a cerrar sesión ahora
y poner la pluma en el papel. O lápiz, en este caso.
Más tarde.
Drake.
La imagen toma forma y no puedo evitar sonreír. Me gustaría tener más que un
lápiz así podría sombrear su exquisito cabello rojo que ella tiñe. Una gota de agua cae
en la página y la quito, pero otra ocupa su lugar cuanto antes. Dejo lo que estoy
118
haciendo y me doy cuenta de que no era agua, eran mis lágrimas. Ni siquiera me di
cuenta de que estaba llorando, no puedo recordar la última vez que lloré excepto
cuando dejé a mi familia esa noche.
Bajé mi cuaderno y me levanto para estirar mis piernas. Decido ir al gimnasio por
primera vez desde que llegue aquí. Zeke me había dado un pase en caso de que
quisiera ir, pero no hubiera sido molestado con un gimnasio en casa, así que no podía
verme a mí mismo usándolo. Me cambio en pantalones de chándal y una camiseta,
luego me dirijo al saco que está diciendo mi nombre.
119
Capítulo 23
Annalise
J
ade y Nicky lograron convérseme para salir con ellas nuevamente.
Personalmente, no le hallaba sentido, pero las chicas fueron firmes en su
decisión. Meghan estaba demasiado feliz que ni siquiera le importaba cuidar
de Ayden mientras yo salía. Ella también pensó que era tiempo de dejar mi cabello
suelto. Exactamente no estaba diciéndome que debería salir y conocer a alguien más
todavía estaba casada con su hermano de todas formaspero ella quiso que tuviera
un poco de diversión. ¿Y qué mejor manera de divertirse que con una noche de chicas?
—Bueno, ¿no te ves sexy en ese vestido? —dijo Nicky cuando observó mi
vestimenta.
—Gracias.
2
PVN: Pequeño vestido negro.
120
Me sentí un poco desconcertada por la evaluación de Nicky sobre mi atuendo. No
quería lucir tan sensual. Solo iba por lo razonable, presentable. No quería llamar la
atención, solo quise encajar con las chicas. Ellas siempre lucían geniales y no quería
sobresalir como un pulgar dolorido por vestirme sin estilo.
—¿Qué es esto? —pregunté mientras tomaba el vaso que extendió hacia mí.
Me tragué las memorias de lo que había pasado la última vez que había estado allí.
Fue hace mucho tiempo, pero había una pequeña posibilidad de encontrarme de nuevo
con él.
—Seguro.
Nos detuvimos frente al bar y la primera cosa que noté fue que el nombre había
cambiado. The Orchid Lounge ahora se llamaba Lust. Sentí un breve parpadeo de una
sensación atravesar mi cuerpo mientras observaba el nuevo nombre.
Nicki pagó el taxi y nos pusimos en la cola detrás de las cuerdas rojas. Mientras
nos aproximábamos al portero en la puerta frontal, empecé a la jalar el borde de mi
vestido hacia abajo, todavía pensando en el comentario de Nicky de más temprano.
—Damas —dijo él mientras asintió con su cabeza ligeramente—. ¿Puedo ver sus
identificaciones por favor?
121
Le mostramos nuestras identificaciones y nos permitió ingresar al bar. Las chicas
estaban en lo cierto, el sitio había sido renovado. Había estado relativamente nuevo
cuando habíamos venido, o eso pensé, pero el letrero sobre el bar decía “Bajo Nuevo
Administración”. Caminamos hacia el ya abarrotado bar. Para solo ser las 8:30 pm
estaba bastante concurrido. Sin embargo, el personal del bar parecía ser muy eficiente,
no pasó mucho tiempo antes que nos sirvieran nuestro pedido.
—¿En estos tacones? Por favor, chica, necesito sentarme. Quizás podamos bailar
cuando me quite estos zapatos. —Rio Jade. Supongo que ya estaba un poco intoxicada
por las bebidas que aparentemente consumió en la casa de Nicky y luego en la mía.
Bailamos un poco más antes de conseguir otra ronda de bebidas y sentarnos para
descansar. La música en el lugar no era la mejor, parecía que estuvieran reproduciendo
música pop, cosas modernas que no entendía. Se supone que la música sea acerca de
las letras, las canciones deberían significar algoal menos eso es mi granito de
arenaPero ¿qué sé yo?
Me volteé para ver quién era el que había hablado y sentí mi estómago caer. Mis
ojos habían estado diciéndome la verdad después de todo, James era el DJ.
—Oh.
122
No sé qué decirle a este sujeto. Había estado tan segura de que nunca lo volvería a
ver.
—No te había visto desde la primera vez que nos conocimos. Asumí que estuviste
aquí por un tiempo hasta que no te vi de nuevo.
—Oh, genial. ¿Por favor, dime que no te gustan las cosas que tocas?
—¿Esa mierda? ¡De ninguna manera! ¿Acaso estás loca? La lista de éxitos no es mi
estilo. Es lo que me pagan por tocar. —Se burla de mí con una ofensa fingida y me reí.
Era realmente lindo, especialmente cuando actuaba todo tonto.
—Está bien, bueno tal vez sean de antes de tu tiempo, linda dama, pero realmente
me gusta New Model Army. También Elvis Costello, Nine Inch Nails, Green Day,
Depeche Mode, Divisionbarra New OrderThe Cure. Puedo seguir todo el día,
pero no lo haré. ¿Qué hay sobre ti? ¿Qué escuchas si no es la última lista de éxitos?
—Bueno, con los que podemos estar de acuerdo son Depeche Mode, The Cure, y
New Order, pero no cuando eran Joy Division. Green Day también son bastante
buenos, pero no puedo soportar Nine Inch Nails. Elvis Costello hizo como una buena
canción, She, y New Model Army no son lo mío. También me gusta escuchar a The
Smiths y a Morrissey. Pero me gustan los viejos éxitos como Duran Duran y la música
cursi de los 80s cuando quiero bailar.
123
—¿No me digas que te gusta Chesney Hawkes y todo ese tipo de cosas?
preguntó él mientras su rostro se dividía en una sonrisa enorme.
—Bueno, tal vez. Deja de burlarte. Por lo menos no es Miley Cyrus o Britney
Spears.
—Supongo que es eso. Tengo que decir, pensé que tenías buen gustodurante dos
minutos, hasta que mencionaste esa mierda. —Esta vez se inclinó riéndose de mí.
—Bueno, tengo algo de gusto. Pero tengo que confesar, si vieras mi iPod, te
partirías de risa.
—Bueno, ahí está Taylor Swift... Lo sé, lo sé... no me mires así... entonces hay un
auténtico viejo de oro, Rick Springfield. También tengo una vieja basura de bandas de
chicos como Westlife, Boyzone y Blue.
Dejé de hablar porque estaba doblado riéndose de mí. —Bueno, todos tenemos
nuestros placeres culpables —dijo y me guiñaba un ojo mientras dejaba de reír.
—Ooh, ¿qué voy a confesar y qué tendrá que averiguar ella por sí misma? —Él me
dio un codazo en las costillas mientras aplastaba su cigarrillo.
—Dime unasolo una banda por la que tus amigos se reirían de ti si supieran que
las tenías en tu iPod.
—A mí también, pero son como el límite para mí. No me gusta la música pop, y
los clasifico como un tipo de pop. Sé que tienen la intención de ser una banda de rock.
—Hizo comillas en el aire alrededor de la palabra rock—, pero no son exactamente lo
que yo llamo rock. Bueno, tal vez cock-rock como Bon Jovi.
—¿Qué?
—En realidad me gusta Bon Jovi. Los he visto un par de veces a lo largo de los
años.
124
—Bueno, podemos tener nuestras diferencias. Dicen que los opuestos atraen
dijo él mientras se deslizaba un brazo a mi alrededor.
—Bueno, será mejor que vuelva dentro, de lo contrario se preguntarán por qué me
están pagando —dijo James en un tono que podría pensarse que estaba cabreado.
—Oh. Bien.
—Claro. ¿Tocas peticiones? Yo podría tener que pedir algo de Bon Jovi.
—No, no lo hago. Por esa precisa razón... nah, solo bromeando. Me pagan por
tocar esta porquería, pero puedo hacer peticiones. Pero no Bon Jovi... ni siquiera por
ojos tan hermosos como los tuyos.
Lo seguí de nuevo dentro del bar y me escapé para encontrar a las chicas. No me
di cuenta de cuánto tiempo me había ido hasta que miré mi reloj.
Capturando un vistazo de las chicas en la pista de baile, fui a tomar otra ronda en
el bar y luego me uní a ellas para un baile. Hablar con James me hizo sentir relajada y
teniendo un buen momento. ¿Quién dijo que estar soltera tenía que apestar?
Bailamos hasta que nos dolían los pies y volvimos a nuestro stand para
refrescarnos.
—Te fuiste por mucho tiempo. ¿Fumaste un paquete entero? —preguntó Nicky
cuando se sirvió una copa de vino de la botella sobre la mesa.
Sentí que mis mejillas empezaban a calentarse y esperaba que las chicas no lo
notaran en la iluminación del bar, pero Nicky siendo el sabueso que es golpeó justo en
el clavo.
125
—¿Quién? —preguntó Jade.
—Él. Ya sabes, él que ella besó —exclamó Nicky, agitando a Jade, desesperada
porque yo derrame los frijoles.
—Damas y caballeros, me preguntaron si toco peticiones, así que aquí está una
para una cierta dama con los ojos más hermosos. —Vino la voz de James sobre el
micrófono.
—¿Eres tú... la dama con los ojos hermosos? —preguntó Nicky, emocionándose.
Ella literalmente aplaudió con sus manos y bailó alrededor de la mesa.
—¡No lo hice!
—¿Eres ciega, estúpida o loca? Está totalmente interesado en ti. Es caliente. Tiene
músculos, oh, Dios, sí que tiene músculos. Él es modelo de portada de libro magnífico.
¿Al menos intercambiaron números?
Ella me agarró del brazo y empezó a arrastrarme hacia la cabina de DJ. Traté de
plantar mis talones, pero el suelo era demasiado resbaladizo y casi aterricé en mi culo
126
en su lugar. Nicky me empujó a través de la gente en la pista de baile mientras la
canción terminaba.
—Anna —susurró mi nombre mientras sus ojos hacían contacto con los míos.
127
Capítulo 24
Drake
N
o sé cuántas veces levanté mi teléfono, solo para volver a bajarlo. Casi lo
arrojé al otro lado de la habitación, pero eso hubiera sido inútil. En
cambio, recogí mi Kindle y comencé a leer A Game of Thrones por enésima
vez. Leí todo el libro sin más impulsos.
Dibujé un poco más e hice todo lo posible para no dibujar nada relacionado con
mi Cariad o Ayden. Dibujé un par de posibles nuevos diseños de tatuajes. No había
tenido ninguno antes de conocer a Anna, pero ella había estado conmigo cuando me
hice el primero y había desarrollado un gran interés por ellos. Tengo varios ahora, pero
no en lugares dónde se les pueda ver en el trabajo. Dios Todopoderoso, trabajo. Ha
pasado un tiempo desde que pensé en volver. ¿Qué haría ahora? Había obtenido una
excepción especial para regresar cuando estuviera recuperado, pero ¿cuánto tiempo
más durará? No tengo las respuestas, tanto como desearía tenerlas.
Zeke dice que no es obligatorio para mí estar aquí, pero cree que debería quedarme
mientras yo sienta la necesidad. No siento el impulso tan fuerte de beber como lo hice
antes de venir aquí, o como lo hice en los primeros días de mi rehabilitación. Pero no
puedo decir que no sentiré las ansías cuando salga de aquí.
Por otra parte, no puedo quedarme aquí para siempre. No puedo confiar en tener a
Zeke al teléfono las veinticuatro horas del día, incluso mi patrocinadora, Amelia, no
puede estar allí todo el tiempo. Entonces, ¿qué hago en esos momentos "intermedios"?
Supongo que lo resolveré cuando salga de aquí.
Estoy tan absorto en el segundo libro de Game of Thrones que casi no escucho mi
teléfono sonar. Me revuelvo para encontrarlo y cuando veo el nombre en la pantalla,
presiono el botón de rechazar. He estado esquivando llamadas de mi familia y amigos
128
desde que recuperé mi teléfono. Cuando salga de aquí, quiero contarles todo, pero no
es una conversación que se pueda tener a través del teléfono.
—Ah, sabes, eso se va a volver más difícil —dice mientras se sienta en el sillón, su
lugar habitual cuando me visita en mi habitación.
—Lo sé.
Esta mujer fue designada para ser mi patrocinadora3 cuando salga de aquí, pero
podría preguntarle a Zeke si puede encontrar a alguien más. Ella tiene un aire de rubia
tonta sobre ella. Se ve como una muñeca Barbie, toda divertida y jovial, con un escote
generoso, y vestida con pantalones cortos de mezclilla rotos, una blusa rosa y
sandalias. No parece ser la más seria de las personas. Lo sé, nunca juzgues un libro por
su portada y todo eso, pero simplemente no puedo lidiar con una rubia tonta con una
personalidad entusiasta.
—Solo pensé que ustedes dos deberían conocerse —dice Zeke mientras se pone de
pie.
—Está bien —le respondo mientras le echo un vistazo y luego vuelvo a mirar a
Amelia.
3
Patrocinador(a): Alcohólico que ha hecho progresos en la recuperación y opta por compartir su
experiencia con otros alcohólicos intentando mantener la sobriedad. Es un apoyo adicional para alguien
que intenta superar el abuso de alcohol. Es un amigo, confidente y mentor.
129
Zeke me dijo que es una chica agradable y que será una buena candidata como mi
patrocinadora, pero nunca la he visto hasta ahora. Estoy empezando a preguntarme
por qué pensó que ella sería una buena opción. No recuerdo haberle dado la impresión
de que me gustan las rubias entusiastas.
—Parece una buena idea, los dejo para que se conozcan —dice Zeke mientras se
mueve para salir de la habitación.
Solo la forma en que esta mujer habla me pone de los nervios. Sin embargo, al
estar atrapado con ella por el momento, tendré que darle una oportunidad.
Tomamos una bebida fría y nos dirigimos hacia la puerta del patio que conduce a
los hermosos jardines de aquí. No quiero llevar a esta mujer a mi habitación. No me
gusta la idea de estar solo en una habitación con ninguna mujer, excepto con mi
Cariad.
—Es precioso aquí, ¿verdad? —pregunta Amelia, dirigiéndose hacia un banco bajo
el sol.
—Sí, lo es. Me gusta estar aquí cuando el clima típico británico me permite dar un
paseo afuera.
—Oye, Drake, sé que no nos conocemos muy bien, pero ese es el punto de hablar.
Se supone que debemos conocernos el uno al otro un poco. Pero tengo la sensación de
que no quieres hablar conmigo. Lo cual está bien, pero vas a tener que aprender a
confiar en mí si voy a ser tu patrocinadora.
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Escucho la seriedad en su tono por primera vez desde que nos conocimos. Sé que
lo que dice es verdad, pero no estoy preparado para abrirme a ellatodavía no.
Nos sentamos en silencio, disfrutando de la luz del sol por unos minutos más antes
que ella vuelva a hablar.
—Sé un poco sobre ti gracias a Zeke, así que no necesitas confesarme tus pecados.
—¿Pecados? —interrumpo.
—Lo siento, es solo una frase. Sé que no has hecho nada malo. Solo quise decir
que no tienes que sentarte aquí y abrirme tu corazón.
—Oh.
—Y eso está bien —dice, ofreciendo una pequeña sonrisa—. No te haré hablar de
nada de lo que no quieras hablar. Solo quiero que sepas que puedes venir conmigo.
Estoy aquí para hablar, o para escuchar... lo que sea que necesites.
—Está bien, ¿qué tal si te cuento un poco de mi historia y luego tal vez te sientas
más a gusto... con el tiempo?
Nos sentamos por un par de horas disfrutando del sol mientras Amelia me cuenta
su historia. Resulta que ella fue abusada cuando era niña y recurrió a la bebida para
adormecerlo todo. Había intentado ponerse sobria en varias ocasiones, intentando
dejar de beber completamente de una sola vez, pero nunca funcionó. No fue hasta que
conoció a Andi que encontró una verdadera razón para rehabilitarse y mantenerse de
esa manera. Entonces se inscribió en rehabilitación y trabajó duro con Zeke para llegar
a la causa de su consumo de alcohol, finalmente, pudo hablar libremente sobre el
abuso que sufrió. Andi había sido su apoyo incondicional y se habían casado hace un
año. Amelia me mostró algunas fotos en el teléfono de su esposa. Tenía la piel de color
caramelo, cabello castaño largo y ojos marrones. Pude ver el amor entre las dos en las
fotos de su boda. Amelia había tenido la suerte de haber encontrado su alma gemela.
131
Esto solo me hizo extrañar la mía aún más, pero traté de no mostrarlo mientras
hablamos acerca de mi razón para estar aquí.
Mi impresión inicial de esta tonta rubia como muñeca Barbie había sido
completamente refutada. De hecho, parecía muy inteligente y articulada. Sí, todavía
tenía esa personalidad burbujeante, pero eso la hacía más adorable, no menos. Es
curioso cómo una preconcepción de una persona puede ser totalmente errónea. Todo
lo que necesité fue abrirme a ella y escucharla hablar sobre sus propias dificultades. Ha
estado sobria durante cinco años y ella y Andi acaban de adoptar una hija, Cerys.
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Capítulo 25
Annalise
N
o cambié los números con James en mi salida nocturna con Jade y Nicky.
No lo besé… incluso si una pequeña parte de mí quería hacerlo. En
cambio, me di cuenta de que la única razón por la que quería besarlo era
sentir deseo otra vez. Habían pasado meses desde que me sentía deseable, meses desde
que el toque de un hombre me prendió fuego. Pero el único toque que anhelaba era el
de mi esposo. Si cerraba los ojos y me concentraba lo suficiente, aún podía sentir sus
manos sobre mí…
Drake me estaba llevando fuera para el Día de San Valentín y me aseguré de vestirme para
impresionar. Estaba usando ropa interior nueva, comprada especialmente para la ocasión… el
vestido que usaba era ceñido, aferrándose a mis curvas en todas las formas correctas. Me había
dejado el cabello suelto, como a él le gustaba, y vestía su perfume favorito. Llegó a casa del trabajo
un poco más tarde que yo, así que dejé a Ayden con Lynne y Dennis y me fui a casa para
prepararme. Escuché pasos en la escalera y las mariposas en mi estómago comenzaron a
revolotear.
Escuché crujir el escalón superior ligeramente bajo su peso así que me levanté y suavicé las
arrugas invisibles de mi vestido.
Cinco pasos y él estaba frente a mí. Él tomó mi mano y se mantuvo a distancia del brazo
para mirarme de pies a cabeza.
La calidez de sus labios sobre los míos, el sabor de su lengua mientras bailaba con la mía, el
olor de su colonia había debilitado mis rodillas. Los brazos de Drake se envolvieron alrededor de
133
mi cintura y estiré la mano para poner la mía alrededor de su cuello. Jugué con el cabello en su
nuca y lo sentí moverse para empujar mi cabello a un lado.
—Mmm… sabes bien —murmuró contra mi piel mientras trazaba besos ligeros como
plumas contra mi cuello.
Gemí mientras él besó el hueco de mi garganta. Mi pulso se aceleró mientras sus manos
vagaron por mi cuerpo. Su toque me encendió en llamas cada vez.
Quería sucumbir a mi deseo tanto, pero era rara la noche sin Ayden y quería hacer la
mayoría de ello. Me retiré ligeramente y miré a mi hermoso esposo.
—Por favor, Drake, podemos seguir esto una vez que volvamos a casa. Aprovechemos que
Ayden está quedándose a dormir con tus padres.
Él murmuró algo sobre no ser divertido y le di una sonrisa. Enderecé mi ropa y abroché
nuevamente mi cremallera que había desabrochado parcialmente. Drake se acomodó de manera
no tan discreta lo duro que estaba. Me reí y me gruñó en broma. Lo amo cuando él era así. Él era
sexy y tenía un efecto serio en mi libido. Sabía lo que me hacía y sabía que yo lo compensaría más
adelante.
Dejé el teléfono para sonar y tragué el vino que tenía en la mesa de café a mi lado.
134
Nicky y Jade me convencieron para que las acompañara a la noche de parejas
después de la llamada telefónica. No les había dicho que él había llamado y no sabía si
debía o no. Solo había intentado llamar una vez y no me había dejado un mensaje de
voz, no había enviado ningún mensaje de texto, así que lo que sea que hubiera querido
hablar no podía haber sido tan importante.
Estaba vestida y lista, esperando a que llegaran mis amigas. Estábamos tomando
un par de copas antes de salir. Le pedí a Meghan que fuera niñera y ella estaba feliz de
cuidar a su sobrino. Ella lo estaba llevando a ver a Jack para que pudieran tener una
cita de juego.
Nic tenía una botella de vino en la mano y Jade tenía una botella de sidra. Tenía
mi cóctel listo para patear la noche.
Alguien se está poniendo las pilas —dijo Nic mientras miraba la coctelera y
varias botellas de alcohol en la isla de la cocina.
Después de un par de cócteles estaba lista para ir al club y más aún, a la pista de
baile. Fue la noche de los 80’s y solo decir la música de los 80’s es genial. Me encanta
bailar las canciones cursis.
Cuando entramos a Lust “Since You’ve Been Gone” de Rainbow estaba sonando.
Jade puso los ojos en blanco y le di un codazo en las costillas con una sonrisa
juguetona en mi rostro. Ella prefería la música moderna y no quería llegar a la noche
de los 80’s, pero con amigas como Nic y como yo, sabía que no tenía otra opción.
Cuando “I’m in the Mood for Dancing” se escucha de los altavoces, arrastré a las
chicas a la pista de baile. Nic estaba en su elemento y Jade se soltó a regañadientes y
bailó con nosotras como si fuéramos tres maniacas borrachas. Seguimos bailando
mientras el DJ tocaba más clásicos. Después de algunas canciones más, las puntas de
mis pies comenzaron a doler, así que las tres encontramos una cabina y me quité los
zapatos y me froté la dolorida parte suave. Jade fue y compró una ronda de bebidas.
135
Mientras ella se había ido, Nicky siguió mirando a su alrededor como si esperara
compañía.
—De hecho, estaba viendo para estar segura de que el DJ era James. Y ¿adivina
qué? Lo es. Tienes que ir a hablar con él esta noche… intercambiar números. Sabes
que lo quieres.
Ella tenía razón, pero ella estaba tan incorrecta también. Quería el número de
James de cierta forma. Él era lindo y divertido, tiene buen gusto por la música, incluso
si llamaba a Bon Jovi “cock—rock”. Pero la llamada telefónica realmente había hecho
un número en mi corazón, a pesar de que me había negado a responder. Seguía
lamentando lo único que no podía tener. ¿Pero de qué otra manera iba a olvidarme si
rechazaba todas las posibilidades de salir con alguien más?
“(I Just) Died in Your Arms” comenzó a sonar y Nicky decidió arrastrarme y mis
pies descalzos a la pista de baile. Ella tiró de mi brazo hasta que estábamos justo
enfrente de la cabina del DJ, aunque me negué a mirar en esa dirección.
You Give Love a Bad Name salió volando de los altavoces y no pude evitar la sonrisa
tonta que se pegaba en mi rostro. Slippery When Wet probablemente fue mi álbum
favorito y no pudo haber elegido una mejor canción.
—Oye, Anna, están buscando un barman aquí, ¿lo sabías? —gritó Jade por encima
de la música.
—¿Lo están?
Ese sería un trabajo perfecto a tiempo parcial para mí. Hice un curso de mixología
por diversión y podía preparar cualquier cóctel que pudiera nombrar. Todavía estaba
trabajando en la oficina, pero sin los ingresos de Drake, necesitaba ganar más dinero
de alguna manera. Me pregunté si a Meghan y Lynne les importaría tener una
guardería de una noche.
No lo había pensado de esa manera, pero podría ser una ventaja del trabajo.
Tendría que hablar con el gerente.
136
—La música regular se reanudará ahora… Bon Jovi gratis, damas y caballeros.
La voz de James retumbó en el micrófono cuando la canción llegó a su fin y “Let´s
Dance” comenzó a tocar en su lugar.
Después de un par de canciones más, estaba lista para descansar mis pies. Todavía
no había vuelto a ponerme los zapatos de tacón. Me dirigí a nuestra cabina y agarré mi
bebida. Jade regresó y se sentó, pero Nicky no estaba a la vista. No podía ver su cabeza
a través de la multitud, pero supuse que todavía estaba bailando.
—Iré a buscar otra ronda. Podría ver sobre ese trabajo mientras estoy allí —le dije
a Jade mientras volvía a ponerme los tacones.
—Parece que te falta personal, si no te importa que te lo diga —le dije mientras le
pagaba.
—Sí, podríamos hacer con una persona a tiempo parcial, solo unas noches a la
semana.
—Tengo experiencia en esa área. Tome un curso de mixología… Solo pensé que
prodría ser un poco divertido, pero también podría ayudarme el dinero extra.
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—¿Puedes venir mañana durante el día para una prueba?
—Sí, seguro.
—Grandioso. Soy Meredith, por cierto, pero mis amigos me llaman Red por el
cabello.
Ella hizo un gesto a su cabello rojo radiante y yo no pude evitar sonreír. Red
parecía una buena chica. Sería bueno trabajar con alguien que no era demasiado serio.
La mayoría de las chicas con las que trabajaba parecía que no sabían cómo deletrear
diversión, y mucho menos dejar que su cabello bajara y no tomarse a sí mismas
demasiado en serio.
—Lo que más te convenga, cariño. Estoy aquí todo el día para una toma de
acciones.
—¿Podemos decir cerca de diez treinta? Tengo que conseguir una niñera para mi
hijo.
—Oh, lo siento. Soy Annalise —le dije mientras estiraba la mano para sacudir la
suya.
—Nos vemos entonces. Ven a la entrada trasera, que está más cerca de la bodega,
así puedo escuchar el timbre.
Me bajé del taburete y volví a nuestro stand. James había puesto una pista de New
Order y sonreí por su opción. Realmente no me gustaban como Joy Division por
alguna razón, pero “Blue Monday” era una gran elección de canción.
—Tengo que venir mañana por la mañana para una prueba —le dije a Jade
mientras ponía nuestras bebidas sobre la mesa.
—Eso es genial.
—¿De qué están hablando ustedes dos? —preguntó Nicky cuando se acercó a la
mesa.
138
—Asombroso. Ahora puedes ver si tú y James tienen algo o no.
Ella tenía un brillo malvado en sus ojos. Algo me dijo que no lo dejaría ir hasta
que yo tuviera al menos una cita con el tipo. Pero si salía con él y eso salía mal, eso
podría poner en peligro mi trabajo en Lust. Si conseguía el trabajo, eso era.
—Lo que sea —le contesté mientras nos vertía una copa de vino y tomé un trago
profundo de la mía.
—Es caliente, lo besaste una vez, por lo que debes estar atraída por él. ¿Cómo
puedes no estarlo? Con esa tinta y esos bíceps, chica, si no estuviera casada, lo llevaría
a dar una vuelta.
No podía quedarme aquí hablando de James. Era caliente y nos habíamos besado.
Nicky tenía razón. Pero no sabía cómo sentirme. Así que me quité los zapatos y me fui
a la pista de baile, sin importarme si las chicas me acompañaban.
—Hola. —Mi voz era apenas un susurro, pero sabía que él me escuchó.
—Claro.
¿Qué era yo, una imbécil que solo podía dar respuestas de una palabra?
Caminé afueraaún descalza porque mis pies no se sentían con ganas de estar
metidos de vuelta en mis tacones, detrás de James y él mantuvo la puerta abierta para
mí para que me uniera a él en la zona de fumadores. Afortunadamente era una zona
tranquilamente pavimentada y podía estar allí dejando que el hormigón fresco calmara
mis pies. Nadie más estaba alrededor y era semi-tranquilo con la puerta cerrada.
—¿No necesitan los bailarines a su DJ? —le pregunté mientras tomaba el cigarrillo
que ofrecía.
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—He puesto mi lista de reproducción en auto reproducir durante unos minutos.
La sonrisa que encendió su rostro alcanzó sus ojos y vi un destello en ellos. Nunca
había prestado mucha atención antes, pero tenía unos ojos muy bonitos.
No sé por qué le dije eso, él podría pensar que lo estaba haciendo para acercarme a
él, pero no podía borrar mis palabras.
—Sí.
—Sí, son unos turnos a la semana. Necesito una niñera para mi hijo, Ayden, pero
me vendría bien el ingreso extra.
¿Por qué le dije eso? Parecía como si alguien hubiera vertido suero de la verdad en
mi bebida cada vez que hablaba con él.
James me miró mientras fumaba su cigarrillo. Podría decir que pensó que yo
hablaba en serio. No sabía si mantenerlo o decirle la verdad.
Lo golpeé de las costillas y me reí. Había visto lo que Meredith llevaba puesto. Era
un pequeño uniforme lindo, aunque poco corto y apretado para mi gusto.
—El color rosa caliente y negro no le quedan bien a todos, pero puedo verte con él
puesto.
—Gracias... creo.
140
Hicimos una pequeña charla mientras terminábamos de fumar y caminamos hacia
Lust. El lugar estaba completamente lleno y yo iba a tener que exprimir a través de un
montón de cuerpos sudorosos para volver a las chicas.
—Entonces, ¿alguna vez vas a darme tu número para que yo pueda invitarte a
salir? —preguntó James mientras me tomaba la mano y me guiaba por el laberinto de
gente.
—Tal vez, no lo sé. Podrías ser un asesino en serie por todo lo que sé.
—¿Le gustaría pedir una canción, dama? —Me preguntó con una voz dulce, pero
sensual.
—Buena elección, aunque no me piden que reproduzca gran parte de los Smiths
en una noche de los ochenta —respondió James mientras lo encontraba en su lista de
reproducción y lo configuraba para reproducirse a continuación.
—Seguro que sí. Un poco sombrío en su mayoría, pero “Pánic” y “Ask” son dos de
mis favoritos de todos los tiempos.
141
—Otra gran elección, y otra melodía de los 80, técnicamente.
—¿Qué es ese perfume fascinante que usas? —preguntó, sus labios cerca de mi
piel.
Mi garganta se sentía seca, una amplitud de cabello más cerca y sus labios
entrarían en contacto con mi piel. Mi pulso subió por el pensamiento y traté de
calmarlo antes de responder a su pregunta.
—Uh-huh.
Sus labios estaban tan cerca de mi oreja, sentí su aliento caliente mi piel ya
caliente.
—¿Back in Black, tal vez? —Salió más como una pregunta que una respuesta. Me
sentí como una tonta, todo porque estaba tan cerca de mí.
—Otra opción genial. Tal vez deberías escribir mi lista de reproducción para
noches como esta.
—No estoy segura de que mis opciones sean apreciadas por todos —le contesté
mientras se movía para establecer la pista para reproducirse.
142
—Voy a tomar un trago, ¿puedo conseguirte uno? —pregunté cuándo él vino a
estar junto a mí una vez más.
—No mientras trabajo, cariño. —Rodó la R y sonaba tan atractivo viniendo de sus
labios.
Me dio una sonrisa conocedora. Ella parecía pensar que mi resolución se estaba
debilitando y tal vez tenía razón. Tal vez una copa con James era justo lo que
necesitaba.
—Está bien, pero tal vez puedas pedir una canción o dos para que bailemos. Vas a
volver allí, ¿no?
—Así es.
No iba a entrar en una conversación con ella sobre James o salir en general.
Nicky pagó sus tragos y se movió para dejarme ir al bar. Red me sirvió y me sonrió
dulcemente. Le di un buen vistazo a su uniforme y estaba menos y menos segura de
que pudiera lograrlo. Se veía bien, con bastidor de oreja o lo que el nombre apropiado
para ellos es. Ella tenía una perforación de andamios como yo, entonces mientras que
mi labio estaba atravesado por debajo, ella tenía un piercing de Madonna. También
pude ver tinta en su cuello, aunque no estaba lo suficientemente cerca como para saber
lo que era claramente.
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Tomé los tragos de James y mío y volví a la cabina. “She” empezó a reproducirse y
yo sonreí, recordando la conversación de James y mía sobre esta misma canción la
última vez que estuve en Lust.
—Umm...
—Lo siento, nunca he oído hablar de una canción llamada Umm antes.
James se rio de mí y yo le saqué la lengua. Puso la canción que había elegido para
ser la última, luego se volvió hacia mí y me tendió la mano.
—¿Querrías bailar?
Mi corazón corría y mis manos temblaban. Tomé una respiración profunda para
calmar mis nervios.
—Claro.
“If Only for One Night” comenzó a reproducirse a medida que llegábamos a la pista
de baile. Te juro que podría haberme derretido. ¿Qué chica no ama a Luther Vandross?
144
—Gracias por el baile. —Su voz era suave y dulce. Sentí mariposas tomar vuelo en
mi estómago mientras una sonrisa iluminaba su rostro de oreja a oreja.
—Fue un placer.
¿Era siempre tan dulce o solo estaba diciendo lo correcto para meterme en la
cama? No lo sabía, pero en ese momento, no me importaba demasiado.
Número desconocido: Espero que te vaya bien con tu improvisación de esta mañana. Xx
Froté mis ojos cansados y leí el mensaje una vez más. No reconocí el número del
que vino. Pero la única persona a la que le había dicho sobre “improvisar” era James.
¿Pero cómo podría tener mi número? Nunca se lo di. Escribí una respuesta:
Anna: ¿James?
James: Llamé a mi número desde el mientras estabas recibiendo esas bebidas anoche. Xx
James: Lo siento. Solo quería tu número. Supongo que debería haber esperado hasta que
me lo dieras. Xx
Anna: Bueno, no puedo discutir con eso, pero tengo que irme. Si no puedo llegar a
tiempo a mi prueba, me despedirán en lugar de ser contratada.
James: Como dije, buena suerte. Tal vez me pasaré y probaré los cócteles. Necesitas un
conejillo de Indias para probarlos, después de todo. Xx
Anna: Por favor, no. Probablemente lo estropearé si me estás vigilando sobre mi hombro.
El cerdo sexista. Incluso tuvo el coraje de terminar el texto con un Emoji con la
lengua hacia fuera.
Anna: Oh, ¿es así? Bueno, no quiero que tu hombría tome un golpe. :P
James: ¿Tal vez te veré en Lust una noche? ¿O tal vez me dejes llevarte a salir? Xx
Probar mi uniforme cuando llegué a casa demostró lo bien que me había ido. Era
más corto que algo que normalmente usaría y se aferraba a mis curvas como una
146
segunda piel. Era bueno que yo no tuviera demasiados bultos y protuberancias que
resaltaran. Recuperar mi figura después de haber tenido a Ayden parecía ser mi
salvación. Miré en el espejo para ver que el negro y rosa caliente en realidad
complementaba mi color púrpura actual de cabello. No estaba segura de qué zapatos
llevar, pero algo plano sería mejor si iba a estar sobre mis pies toda la noche. Los
tacones serían seguramente la muerte para mí.
Tuve mi primer turno la noche siguiente y como era una noche de semana, el bar
cerraba más temprano que los fines de semana. También me enteré de que James solo
tocaba los miércoles, viernes y sábados. Como el lunes fue mi primer turno, no estaría
allí para ponerme nerviosa.
Nicky y Jade se alegraron por mí cuando les escribí un mensaje y les conté las
noticias. Dijeron que vendrían después del trabajo para un cóctel fresco para mostrar
su apoyo.
147
Capítulo 26
Drake
N
o sé en qué estaba pensando, llamando a Anna así. No lo he vuelto a
intentar desde entonces. He querido, por Dios, he querido, pero está claro
que no quiere hablar conmigo porque no respondió. No la culpo por no
responder. Ni siquiera sé lo que iba a decir exactamente. Todo lo que sé es que quería
escuchar su voz. Todavía quiero hacerlo, pero en cambio recurro a escuchar el último
correo de voz que me dejó hace meses. Lo he mantenido en mi teléfono porque es la
única forma en que puedo escuchar su dulce voz.
Estoy sentado mirando fotos de mi familia, esperando que Jack venga a buscarme.
Él es el único que sabe dónde estoy. No quiero preocupar a mi madreya tiene
suficiente en su plato. Pensaré en alguna razón por la que no haya estado hasta que
esté listo para admitir la verdad. Jack no sabe todo. Solo lo llamé hace una hora y le di
la dirección para que fuera a buscarme. Cuando se enteró de dónde venía, no preguntó
por qué no podía conducir. Pude haber cogido un taxi, y tal vez debería haberlo hecho,
en lugar de cargarle a mi hermano por mantener este secreto para mí. Sin embargo, soy
un bastardo egoísta y solo quería ver a mi hermano. Solíamos estar tan cerca hasta que
me alejé. Traté de distanciarme para no arrastrar a todos hacia abajo conmigo.
Al oír que un automóvil se detiene, miro hacia arriba y veo el auto de Jack afuera
de las puertas dobles de vidrio. De repente estoy nervioso. No sé qué decir. Él
obviamente sabe que he estado en rehabilitación, pero no sabe las razones. Nadie lo
hace excepto yo. No puedo decirle la verdad sobre Morgana... No puedo cargarlo con
otro secreto. Voy a hablar con mi familia sobre ella a tiempo, pero no ahora.
—¡Hola!
—¿Drake?
148
Mi nombre sale más de una pregunta. Miro hacia mis manos, a mi maleta, a
cualquier lugar, excepto en su dirección. Siento mi chip AA en mi bolsillo y los
rosarios que Zeke me regaló. Tomando una respiración profunda, me paro.
—Ahí lo tienes, Drake. Vine a tu habitación buscándote —dijo Zeke mientras salía
de otra puerta.
—Debes ser Jack —dice Zeke mientras extiende una mano, que mi hermano toma
en la suya.
El tono de Jack es serio. No sabe por qué necesitaba cuidarlo, pero está claramente
agradecido con el hombre que había estado allí en mi hora de necesidad.
—No es necesario dar las gracias. Es un buen tipo, este hermano tuyo.
—Gracias, Doc —le digo mientras camino lentamente hacia mi hermano menor.
—Drake, tienes mi número, úsalo. Cada vez que me necesites, tienes mi número
de móvil personal en la tarjeta que te di, solo llámame. También tienes a tu
patrocinador.
—Lo sé, Doc. Gracias. Por todo, quiero decir. Has estado... —Mi garganta se seca
y trato de tragar más allá de un trozo de emoción cruda.
—Está bien, Drake. Es para lo que estoy aquí. Me alegra que finalmente hayas
hecho contacto con alguien fuera de estas paredes. Me alegra ver que te diriges a casa,
y no tomes esto de la manera equivocada, pero espero que nunca te vuelva a ver aquí
Sabía exactamente lo que estaba implicando. Él no quiere que me caiga del carro.
149
—Vete a casa, Drake.
—Lo haré. Gracias por todo lo que has hecho por mí. Estoy más agradecido de lo
que puedes imaginar. Me ayudaste a encontrar el camino cuando pensé que estaba
perdido. Nunca lo olvidaré.
Quiero decir cada maldita palabra. Zeke ha sido mi roca. Lo que él ha hecho por
mí nunca puede ser pagado, pero me ha dicho con frecuencia que verme sobrio era
suficiente.
Nos despedimos y salimos. Miro hacia atrás y veo a Zeke saludar. Devuelvo el
gesto antes de cargar mi maleta en el auto de Jack.
—No sé por dónde empezar, Drake. Quiero decir... rehabilitación. Estoy luchando
por no olvidarlo.
Normalmente, nunca estoy atrapado por las palabras, pero no estoy seguro de
cuánto decirle. Obviamente Morgana es una idea imposible. Pero creo que debería
compartir el resto. Así que tomo algunas respiraciones profundas y me lanzo a una
versión corta de mi historia.
150
Jack me abraza mientras me deja en un hotel barato para pasar la noche. No sé
dónde me quedaré de forma más permanente, pero lo resolveré. Jack entiende por qué
fui a rehabilitación y me ha prometido no contarle a nadie que estoy de vuelta en casa,
o que ha estado en contacto conmigo. Va a ser difícil para él mantenerlo alejado de
todos, pero le expliqué que Anna es la primera persona que necesito contarle. Incluso
si ella no me escucha, no me recuperaráporque seamos sinceros, no merezco que lo
hagasolo necesito aclararme con ella primero. No pretendía hacer que mi hermano
fuera cómplice de esto, para que guardara secretos de su esposa, su madre y su
hermana. Pero dijo que está contento de haberme acercado a él en lugar de volver solo
y lidiar con todo por mi cuenta. Ya me sentía como Atlas, llevando el peso del mundo
sobre mis hombros, antes de irme. No necesito sentirme así también ahora y Jack me
ha ayudado a ver que puedo abrirme y hablar, algo a lo que no estoy acostumbrado.
Estoy sentado en la cama del hotel, pasando por las fotos de mi Cariad. La mujer
más bella del mundo, que era mía y solo mía. Ahora todo lo que ella podrá ver es el
hombre que la dejó. No le di una razón, yo era un idiota egoísta. Joder, le debo el
mundo y le daría cualquier cosa por estar de vuelta a su lado. ¿Puede pasar eso alguna
vez? Es dudoso. Muy dudoso. He estado fuera durante seis meses sin ni siquiera un
texto a ella. Quizás ya se haya mudado a estas alturas. No la culparía si lo hubiera
hecho. Me di cuenta de algo en rehabilitación, sin embargo. Pensé que quería el
alcohol. Pensé que necesitaba un soporte, algo para que me saque de la mierda que vino
a mi manera. Pero en realidad, resulta que quiero a Anna más.
Han pasado un par de semanas desde que salí de rehabilitación. Logré encontrar
un lugar para quedarme. Tuve que echar mano de mi menguante cuenta de ahorros
para obtener el depósito de un piso de dos habitaciones, pero lo hice y compré algunos
muebles, solo los básicos. Encontré un lugar de dos habitaciones con la vana esperanza
de que Anna pudiera dejar que Ayden viniera una vez que hayamos empezado a
arreglar las cosas. Probablemente ni siquiera merezco que me escucheprobablemente
me cierre la puerta en la carapero tengo que intentarlo.
151
como el marido de Anna o como el padre de Ayden, pero al menos tengo que
intentarlo.
Desde que me mudé a mi apartamento, he puesto todas las fotos que tenía de
Anna y Ayden. Incluso he impreso y enmarcado algunas de las fotos de mi teléfono.
Necesito ver sus hermosas caras y necesito las fotos como un recordatorio de lo que he
perdido, pero movería el cielo y la Tierra para volver. Por qué no solo le di una
explicación cuando me estaba yendo, no sé. No recuerdo mucho de esa noche.
Recuerdo haberle dicho que teníamos que hablar. Me armé de coraje para decírselo.
Pero luego dijo que “Necesitamos hablar” es el código para “Te estoy dejando”. Ella dijo
que todas las mujeres lo saben. En este caso, no era cierto... Realmente necesitaba
hablar con ella sobre cosas. Pero cuando ella dijo eso, se fue mi coraje directo por la
ventana y como el cobarde que era, me fui y no miré hacia atrás. Quería que Jack
hiciera girar el auto, pero sabía que tenía que seguir. Tenía que secarme y luego podría
ordenar todo lo demás más tarde.
Me reuniré con Amelia pronto para tomar un café y charlar. Ella sabe que todavía
estoy cumpliendo mi promesa y no estoy bebiendo. Creo que solo quiere ver si puede
ayudar de otra manera. Me dijo que es bueno compartir tus problemas con un amigo.
Mi familia nunca ha sido alguien que hable sobre las emociones, pero una cosa que la
terapia con Zeke me enseñó fue que tenía que cavar profundamente dentro de mí y
encontrar esas emociones, luego tenía que romper esas paredes alrededor de mi
corazón y dejar entrar a la gente. Eso significaba hablar de sentimientos, lo que
siempre pensé que era un poco femeninono ser sexista ni nadasolo pensé que a las
mujeres les resultaba más fácil ese tipo de charlas. Anna ciertamente no tenía un
bloqueo emocional como yo. Ella llevaba el corazón en la manga y siempre hablaba de
cualquier cosa que la molestara. Pero ahora, tal vez es hora de empezar a hacer lo
único que he luchado toda la vida para no hacer.
Amelia ya está en la cafetería cuando llego unos minutos tarde y sin aliento.
—¿Puedo obtener un flat con dulce y un Latte Macchiato con jarabe de avellana,
por favor? —le pregunto al mesero.
152
Le saludo con la mano a Amelia y luego le pago al mesero antes de ir a buscar
nuestras bebidas. Una vez que tengo las tazas en la mano, me acerco a la mesa de la
esquina en la que está sentada Amelia, con cuidado de no derramar ningún café en el
camino.
—Buenos días, Drake. —Amelia me saludó con su típica sonrisa dentuda. Fue
contagioso y no pude evitar devolverlo.
—Buenos días, Amelia. Te ves muy bien. ¿Cómo están Andi y Cerys?
—Están genial. Andi ha llevado a Cerys a jugar al parque mientras yo estoy aquí.
Me reuniré con ellas más tarde.
Chico, extrañé a Ayden. Amelia y su esposa Andi habían adoptado a Cerys y ella
era una cosita hermosa. Tenía dos años y dos mamás maravillosas. Tuvieron tanta
suerte de tener a esa pequeña niña en sus vidas y me hizo darme cuenta de lo mucho
que me dolía el corazón por mi hijo. Ayden había sido abandonado por su padre
biológico y ahora yo había hecho lo mismo.
—Es increíble. No puedo creer que logramos adoptarla tan rápido... fue un
torbellino. No estaríamos sin ella ahora. Hace que nuestras vidas estén completas.
—Aprovecha al máximo cada día. Haz todos los recuerdos que puedas. Ellos
crecen tan rápido.
No sabía por dónde empezar realmente. Ella conocía mi situación, sabía que
quería hacer algo al respecto. Pero hoy se trataba de tratar de decidir cómo debería
hacerlo exactamente.
153
Capítulo 27
Annalise
H
e estado trabajando en Lust por un par de semanas y he visto mucho a
Jamesen el trabajo, de todas formas. A él le gusta cómo me queda el
uniforme y he añadido un poco de tinte rosado a las puntas de mi cabello,
así que ahora era morado y rosado. Se miraba genial y combinaba bien
con el uniforme.
James me ha pedido salir con él un par de veces, y he puesto excusas para no ir,
pero tuve un raro día de descanso de mi trabajo diurno, siendo un día feriado, y no
entraba a mi turno en Lust hasta las 6:30 pm. Así que James me había pedido ir a
almorzar con él. Había escogido uno de mis nuevos lugares favoritos, Kaffeinate. Era
un adorable café que tenía vistas a un canal y a un parque sobre el otro lado del agua.
De por sí, no era una cita, pero estaba dejando que me invitara a salir. Imaginé
que, si salía con él una sola vez, quizás dejaría de preguntarme. Se daría cuenta de que
era aburrida, y aunque compartíamos un gusto similar en música, probablemente no
teníamos nada más en común.
Antes de aceptar salir con él, había sido clara acerca de mi matrimonio. Le dije
que no estábamos divorciados, pero habíamos estado separados por seis meses.
Resulto ser que James no había notado los anillos en mi dedo antes y yo me los
quitaba antes de cada turno en el bar, porque valían mucho dinero y no quería que les
pasara nada. Él estaba molesto en mi nombre, ya que Drake me había dejado sin
ninguna razón. Esa fue la única cosa que le había dicho.
—Hola, imaginé que eras el tipo de chica a la que le gusta el latte —dijo mientras
tomaba asiento al lado opuesto de él.
—Cualquier cosa con cafeína que sea caliente y agradable en este día tan frío
repliqué mientras mi quitaba mi abrigo.
154
—Gracias.
Era bueno con los cumplidos, lo que siempre era una buena cosa. Siempre era
agradable saber que alguien te encontraba atractiva. Incluso para alguien que no fuera
vanidoso en absoluto, era siempre un impulso para el ego.
La verdad era, que estaba famélica, pero nunca me gustó comer enfrente de las
personas, especialmente extraños virtuales. Aunque he compartido un trago con James
y lo he visto en el trabajo, pasará un tiempo antes que pueda comer frente a él.
—Suena bien. Tengo que ir al gimnasio antes del trabajo, así que no puedo comer
mucho.
—Tengo turno en Lust. Admito, que es inusual para ser un lunes, pero ellos me
preguntaron si podía presentarme así que estaré ahí.
—Oh, sí, es una especie de Noche de Chicas. ¿Es eso normal para un día feriado
allí?
—No, normalmente, no. Están probando cosas nuevas. Incluso hicieron una lista
especial de cócteles.
Esa era la razón por qué había estado repasando como hacer cócteles de los que
nunca había escuchado antes.
—He tenido que crear una nueva lista de reproducción, algo que atraiga a la
audiencia femenina. Será bueno verte ahí. Siempre iluminas mi turno.
Siento un sonrojo moverse sobre mis mejillas. James no retrocedía en sus avances.
Decía las cosas tal y como eran. Me agradaba eso.
—Iré y colocaré nuestra orden si sabes lo que vas a comer —dije tratando de hacer
algo para escapar de que me viera sonrojarme bajo su mirada.
Fui al mostrador y coloqué nuestra orden y nos conseguí otro café. Me volteé y
casi derramé café sobre la persona a mi lado.
—Lo siento. Debería ver hacia donde voy —dije mientras miraba hacia la chica a
mi lado.
155
—Oh, no te preocupes. Ninguna gota fue derramada, y, de todas formas, mi hija
ha hecho cosas peores. La risa que salió de ella era suave y dulce.
—Eso es muy dulce, pero estoy aquí para tomar un café con un amigo.
—Oh, bueno, si vienes aquí regularmente, te conseguiré uno la próxima vez que te
vea. Creo que te he visto por aquí.
—Sí, yo te he visto por aquí antes. Soy Amelia —dijo ella, mientras me ofrecía su
mano para sacudirla, antes de darse cuenta que mis dos manos estaban ocupadas.
La sonrisa que estaba en sus labios iluminó toda la habitación. Ella era una mujer
muy hermosa, una la cual podía demandar atención con solo entrar a la habitación.
—Bueno, será mejor que regrese con mi amigo —dije mientras me movía fuera del
camino para que ella pudiera hacer su orden.
—No hubiese sido divertido si hubiera derramado café hirviendo en la pobre mujer
—dije seriamente.
—No, tienes razón. Lo siento —dijo mientras trataba de reprimir otro ataque risa.
—¡Oye! —dijo mientras movía sus manos de arriba hacia abajo enfrente de mi
cara.
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Repentinamente mi garganta se cerró y no pude decir su nombre. ¿Cómo es
posible que él esté aquí? Y acompañado de una hermosa mujer. ¿Acaso me había
superado tan fácil? Ese parecía ser el caso cuando ella colocó su mano sobre su brazo y
tiró su cabeza hacia atrás en risa.
—¿Anna?
Quise levantarme e irme, pero era incapaz de moverme. Ella dijo que tenía una
hija. ¿Era esa la razón por la que él se fue? ¿Me engañó y embarazó a otra mujer y él
amaba a la mujer o se sintió obligado de estar cerca de su hija? Mi mundo no tenía
sentido.
¿Cómo podía pasar esto? ¿Cómo esto podía ser real? Quizás solo era mi
imaginación. Cerré mis ojos y me imaginé al hombre que había estado sentado con
ella. Su cabello era ligeramente más largo ahora y se rizaba un poco. Su físico había
cambiado un poco, como si hubiese estado entrenando. Pero no había ninguna
posibilidad de confundir a mi esposo con otro hombre. He estado con él por siete años
y conocía cada contorno de su cara y de su cuerpo con mis ojos cerrados.
—Lo siento, James, me tengo que ir. —Fue todo lo que susurré al volver a la
cabina.
De vuelta en casa, bloqueé la puerta y cerré las cortinas. Podría ser solamente de
mañana, pero necesitaba apartarme del mundo. Envié un rápido mensaje de texto a
Meghan pidiéndole que recogiera a Ayden de la escuela ya que me sentía mal y dijo
que lo llevaría a su casa para tomar su té y darme el día libre. Me sentí mal por no
recogerlo yo misma, pero prefiero que él no vea a su mamá en tal estado. Solo se
pondría molesto y no quería eso. Luego de agradecerle por la oferta, apagué mi
teléfono, desenchufé el teléfono de la casa y me lancé al sofá.
157
Enrollada como una bola, sollocé hasta que mis ojos no tuvieron más lágrimas.
No sé cuánto tiempo me recosté allí, pero se sintió como una eternidad. Cada vez que
cerraba mis ojos, era asaltada por una memoria. Una en particular se destacó:
Meghan estaba ayudando a Lynne con su maquillaje y Leanne estaba ayudándome con el
mío. Ayden se estaba preparando con su papá, pero me envió una foto de su esmoquin desde el
teléfono de Drake. Se miraba hermoso y no podía esperar para verlo en la iglesia.
La estilista se ocupó de mi cabello por un tiempo después de que Leanne estuvo contenta con
mi maquillaje. No me importaba el estilo de mi cabello. Siempre y cuando combinara con mi
cara, no me importaba demasiado. Ella lo rizó, y aunque jalo algunos mechones fuera de mi cara,
dejo los rulos caer en cascada por mi espalda. Me lo había teñido de rojo de nuevo un par de días
antes así no tenía las raíces viéndose en las fotos.
Meghan anunció que era tiempo de ponerme mi vestido, así que hice lo que se me dijo. Le
sonreí a Meghan y a las demás mientras me ayudaban a ponerme mi vestido. Era hermoso en su
simplicidad. No era de diseñador. No me había molestado en comprar un Vera Wang o cualquier
otro vestido de diseñador. Había elegido este en particular porque acentuaba mis curvas, pero no
en una forma vulgar. De hecho, me cubría más de lo que mostraba. El escote en forma de corazón
estaba cubierto por pequeños diamantes. Era un vestido largo hasta el suelo con una larga cola y
el único vistazo de color era la cinta morada que había pedido utilizar en la parte de atrás del
cuerpo del vestido estilo corsé. El vestido original tenía una cinta a juego, pero quería un poco de
color.
Lynne me entregó mi ramo de lirios morado oscuro y la estilista coloco mi velo en la parte
posterior de mi cabello. Me puse mis zapatos, la única cosa cara que había elegido para el día.
Cada chica deseaba sentirse hermosa y elegante en su día especial y yo no era diferente, así que
había ordenado un par de Jimmy Choo. Se sentían como si estuviera caminando en las nubes.
Me miré una última vez en el espejo y estaba complacida con lo que observé. Todas las chicas
me dieron cumplidos y dijeron lo hermosa que me veía. Estaba agradecida de sus palabras, pero
estaba más preocupada de lo que Drake pensaría. No podía esperar más tiempo para verlo a él y a
Ayden. Ya había pasado demasiado tiempo, aunque les había dado a ambos el beso de las buenas
noches anoche antes que fueran a quedarse a la casa de Lynne con Dennis y Jack. Todos los
chicos juntos.
Tomando una última respiración profunda, salí por la puerta delantera. Las chicas me
siguieron y entramos a los coches. Eran coches antiguos y se veían geniales. Nos colocamos para
hacer el corto recorrido y no podía quitar la sonrisa de mi cara.
En la llegada, Dennis se había colocado a mi lado. Era como un padre para mí y no pude
pensar en alguien mejor para que me entregara en el altar. Orgullo brilló en sus ojos cuando miro
hacia mí.
158
—Hermosa —susurró.
Caminamos por el pasillo hacia su hijo mayor mientras él se encontraba de pie, con su
padrino, Jack y nuestro portador de anillos, Ayden. Lágrimas quemaron la parte posterior de mis
ojos, pero tomé una profunda respiración y parpadeé fuertemente para evitar que cayeran. No
arruinaría mi maquillaje.
Drake y yo dijimos nuestros votos y fuimos pronunciados marido y mujer. Luego vino la
mejor parte. Me tomó en sus brazos y me besó profundamente, sin miedo por primera vez, de
mostrar afecto frente a las personas en la habitación.
Mi corazón se sintió tan repleto como nunca lo había estado. Se desbordó con amor. Amé a
mi nueva familia. Amé a mi hijo. Y amé a mi nuevo esposo tanto como una mujer podría amar a
un hombre.
Fui sacada de mis memorias por el ansia de vomitar de nuevo. Me sentí débil,
como si cada movimiento lastimara mi cuerpo. Decidiendo que no podía mostrarme
en el trabajo hecha un desastre. Subí y me di una ducha. Poniendo el agua en su más
alto nivel, me coloqué debajo del chorro y dejé que lavara todo el dolor.
—Lo siento mucho, James —dije cuando coloqué un vaso de Pepsi helada en la
mesa.
159
—Apagué mi teléfono.
No sabía cómo decir la siguiente oración, así que tome algunas respiraciones
profundas para normalizar mis nervios. Continúe jugando con el dedo donde se
encontraban mis anillos cuando no trabajaba.
—¿Qué pasó?
—Vi a Drake —dije apresuradamente antes de pensar dos veces acerca de mentir.
—Sí, estaba sentado con Amelia, la mujer sobre la que casi derramé mi café.
—No lo sé. Él ya tiene una hija, pero el nombre de la madre es Rachel, no Amelia.
Así que a amenos que tenga otra… —Mi voz se apagó.
—Lo siento.
—Deja de decir lo siento. Amas a tu esposo. Hiciste votos para estar siempre
juntos, no solo por un tiempo. Es demasiado pronto para estar pensado acerca de
superarlo, solo han pasado seis meses.
160
¿Cómo sabía eso? No le había dicho eso. No le había dicho mucho sobre mi
situación en lo absoluto. Hemos estando enviándonos mensajes de texto y él sabía que
tenía un hijo y que mi esposo se había ido, pero estaba segura de que no le había dicho
hace cuánto tiempo había sido eso.
—Sí —dije tan silenciosamente que no estaba segura de solo haberlo pensado.
—Será mejor que regreses al trabajo —dijo James con una sonrisa que no
alcanzaba sus ojos.
Mis pies nos descansaron por el resto de mi turno y estaba exhausta para el
momento de cerrar. Afortunadamente, no estaba a cargo de cerrar el lugar los lunes,
así que tomé mis cosas y conduje a casa. Recogí a Ayden en mi camino y él durmió
todo el camino de vuelta a casa.
161
Capítulo 28
Drake
M
e he encontrado con Amelia varias veces desde que dejé la rehabilitación
y estaba preparando mi apartamento. Ella y Andi incluso me ayudaron
con algunos de sus muebles viejos que habían estado guardando en el
garaje, solo hasta que pudiera comprar cosas nuevas. La rehabilitación había sido
costosa y había agotado mis ahorros en serio. Recibí algo de dinero después de que mi
padre murió, así que eso ayudó. No había querido gastar su dinero de esa manera,
pero una conversación con Zeke me hizo darme cuenta que mi padre estaría orgulloso
de que hubiera usado ese dinero para hacer una diferencia en mi vida.
Kaffeinate era un lugar habitual para que Amelia y yo nos encontráramos, ya que
Andi podía llevar a Cerys al parque al otro lado del canal y Amelia podría reunirse con
ellas después.
He estado fuera de rehabilitación por algunas semanas y me pesa que Jack haya
estado ocultado mi secreto a todos. Volví al trabajo, solo diciéndoles a las personas que
había estado en una transferencia temporal en otra oficina. Ellos creyeron mi historia y
solo mi jefe sabía la verdad.
Ya es hora de tomar el toro por los cuernos y decirles a las personas que se
preocupan por mí exactamente lo que sucedió. Bueno, la versión libre de Morgana, de
todos modos. La única persona con quien puedo hablar de eso es Anna y no estoy
seguro de que esté de humor para escucharme, pero tengo que intentarlo. Mi familia
tendrá que esperar porque es mi esposa a la que le debo la mayor explicación y tengo la
intención de verla primero. Amelia me ha ayudado mucho. Ella me escuchó mientras
hablaba, me ofreció consejos. No lo he dicho acerca de Morgana, pero eso es porque
las únicas personas que saben son Anna y Zeke. Tuve que decirle a Zeke como parte
de mi terapia, de lo contrario no habría llegado a la raíz de mis problemas. Pero no
tenía que decirle a Amelia a menos que quisiera. Y no quería. Todavía no, al menos.
Estoy vestido y listo para ir, pero estoy sentado aquí postergando lo inevitable.
Estoy seguro de que habrá algunos gritos, y es posible que me arroje algo a la cabeza y
no la culparía. A pesar de que la dejé de esa manera, estoy extrañamente en paz. Tuve
que aprender a aceptar mi destino. Tuve que jugar la mano que me fue dada, y aunque
hice mal al no ofrecerle a Anna ninguna razón para mi partida, espero que llegue a
comprender mis razones.
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Llamo a un taxi y hago un corto viaje a mi antigua vieja casa. El conductor
aparca en la acera y miré hacia el edificio que tenía tantos recuerdos para mí. Pagué la
tarifa y tuve que tomar varias respiraciones profundas antes de siquiera alcanzar la
manija de la puerta y luego cerrar la puerta silenciosamente para no asustar a Anna.
Estuve a punto de llamar antes de venir, pero decidí no hacerlo porque ella podía
colgar en cualquier momento o negarse a contestar en primer lugar. De esta manera,
ella puede ver la sinceridad en mis ojos mientras derramo mi corazón. Lo que haga
después depende completamente de ella. No espero que salte a mis brazos y me diga
que todo estará bien. Pero sé que un día, las cosas estarán bien. Ya sea que Anna me
perdone, o si volvemos a estar juntos o no, las cosas estarán bien. De una manera u
otra.
Hace seis meses, habría usado mi llave para abrir la puerta frente a mí, pero no
tengo derecho a hacerlo ahora, así que alzo la mano para llamar. Para ser honesto,
estoy petrificado. Escucho sonidos a través de la puerta y cuando escucho más de
cerca, los sonidos son Anna y Ayden cantando junto a La princesa y el Sapo, una de sus
películas favoritas de Disney. Escucho un momento más antes de volver a arreglar la
caja en mis brazos que contiene el regalo de cumpleaños de Aydensu cumpleaños es
dentro de una semanay luego toco la puerta.
El hermoso rostro que ha perseguido mis sueños de repente aparece frente a mí. La
sonrisa que llevaba cuando abrió la puerta al instante desaparece, una mirada de
tristeza reemplazándola como un cuchillo en mi corazón.
Caminando hacia la sala, noto los juguetes de Ayden en el piso y los rodeé con
cuidado.
—Lo siento. No esperábamos compañía —dice con la voz más débil—. Siéntate.
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Me siento en el sillón, queriendo darle un poco de distancia. Ella arregla los
juguetes de Ayden rápidamente y los pone en su caja de juguetes antes de tomar
asiento en el sofá. Parece que quería decir algo, pero se mantuvo callada.
—¿Te gustaría un café? —pregunta mientras salta del sofá y se dirige hacia la
puerta.
La apertura de la puerta me hace saltar. Anna entra con dos tazas de café. Se ve
triste y yo daría cualquier cosa por borrar esa expresión de sus ojos.
Al darme la taza, Anna se sienta en el sofá, pero solo se sienta en el borde, como si
pudiera saltar en cualquier momento.
Ella asiente con la cabeza tan minuciosamente que podría haberme perdido su
gesto si no me hubiera estado centrado en cada uno de sus movimientos.
—No quise hacerte daño. Lamento haberlo hecho, porque esa nunca fue mi
intención. —Tomo un trago de mi café, quemando ligeramente mi lengua.
—Lo hiciste.
Esas dos palabras me rompen el corazón, aunque creí que no podría romperse más
de lo que ya estaba.
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Ella permanece callada mientras hablo. Desearía saber lo que estaba pasando por
su mente.
Poniéndome de pie y estirando mis piernas solo por hacer algo, camino hacia la
chimenea y veo las fotos de nosotros allí. Es entonces cuando noto sus anillos de
compromiso y de boda junto a una de las fotos. Mi corazón se siente como si estuviera
siendo apretado fuertemente. No sé por qué pensé que todavía podría usarlos, pero
duele muchísimo ver que se los quitó.
Si esta es la última vez que veo a mi Anna, mi preciosa Cariad, entonces tengo que
contarle todo. Solo estoy tratando de tomar valor cuando habla.
—Sí, trabajo en un lugar de la ciudad. Dejaré a Ayden con Meghan en una hora.
—Oh.
No sé qué más decir. No sé por qué presumí que ella no tendría una vida además
de quedarse en casa un viernes por la noche como solía hacerlo conmigo y con Ayden.
—¿Podríamos hablar de nuevo en otra ocasión? Hay más cosas que tengo que
contarte.
—Sí. Puedo pedirle a tu madre que cuide a Ayden por unas horas mañana para
que podamos hablar solos. Meghan lo tendrá mañana por la noche otra vez, mientras
trabajo mi turno.
—Sí, tengo el mismo. Eso sería genial. ¿Todavía tienes el mismo número?
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—Está bien, me iré y dejaré que te prepares para tu trabajo.
Anna me acompaña hasta puerta. Siento su presencia cerca detrás mí. Tan cerca y
sin embargo tan lejos. Su perfume permanece en el aire, huele bien, es familiar.
Te amo, Annalise Elizabeth Anderson, pienso mientras me alejo del amor de mi vida
por segunda vez. Solo puedo esperar que esta vez no sea para siempre.
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Capítulo 29
Annalise
L
a cara de Drake no era lo que no esperaba ver al abrir la puerta. Lo miré y
vi una luz en sus ojos que no había estado allí mucho después de la muerte
de su padre. La pequeña sonrisa que estaba presente era reconfortante y
devastadora al mismo tiempo. ¿Qué en la tierra lo poseyó para venir? No podía saber,
pero no podía cerrarle la puerta en su cara. Ese fuerte, hermoso rostro, que me había
atormentado en mis sueños. Los labios que solían besarme, entre otras cosas. Mi ritmo
cardiaco alcanzó su máximo y no podía calmarlo. Lo dejé en la casa después de decirle
a Ayden que se fuera a su habitación por un tiempo. Luego había hecho una taza de
café solo para tener algo que hacer.
Su historia era devastadora. No quería correrlo, pero realmente tenía que estar lista
para el trabajo. Cuando lo acompañe a la puerta, quería abrazarlo para despedirme. Lo
que me detuvo era mi orgullo lo vi caminar de regreso a su coche y tuve que cerrar la
puerta para que no viera mis lágrimas cuando miró hacia atrás hacia mí. Tomé una
firme respiración entonces fui a prepararme para el trabajo. Dejé a Ayden con
Meghan, pero no mencionó a Drake. Si ella lo había visto o escuchado de él, ella me
diría, y como no lo mencionó por sí misma, creí que él no le dijo nada de que regresó.
No quería molestarla, por lo que simplemente no saqué el tema.
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quería verlo con otra persona. Mis prisas de Kaffeinate lo habían demostrado, como
tenía mis sentimientos durante los días entre entonces y de él apareciendo.
No había hablado mucho con Drake… él había hablado y yo escuchado… así que
estaba esperando a tener la oportunidad de hablar con él cuando lo vi el día siguiente
porque había algunas cosas que necesitaba sacar de mi pecho. Al menos no mencionó
verme en el café, pero entonces él parecía sorprendido por mi cambio de color de pelo
cuando había abierto la puerta, así que probablemente era seguro asumir que no me
había visto.
—Hola, ¿te puedo conseguir un café? —le pregunté mientras me paré a un lado y
lo dejé pasar.
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—Toma un asiento en el salón, te traeré el café —dije mientras hago mi camino
hacia la cocina.
—Gracias.
—Gracias, sabes cómo soy… nunca soy de las que se queda con un solo estilo por
demasiado tiempo. Simplemente decidí que era tiempo de cambiar.
Momentos pasan donde no hay nada que decir. Era un silencio casi incómodo y se
sentía raro. Siempre había sido cómodo alrededor de Drake. Fue una de las cosas que
primero me atrajeron de él. Cuando solo habíamos sido amigos, cuando yo estaba
saliendo con Oliver, Drake y yo siempre habíamos tenido una amistad fácil. Palabras
que no se necesitaban hablar, sabíamos cómo se sentía el otro con solo una mirada.
Pero sentados allí sin hablar me estaba volviendo loca. Removiéndome incómoda en
mi asiento, preguntándome que estaba pasando dentro de su cabeza.
Estaba sorprendida. Rachel había dicho que ella nunca quería que Drake fuera una
parte de la vida de Morgana. Lo que ella estaba haciendo contactándolo ahora era algo
que nadie adivina.
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Drake no había sido nunca de eludir responsabilidades. Solo se quedó fuera de sus
vidas porque Rachel lo había querido así.
—Fui arrestado.
No estaba segura de cómo estaban conectadas las dos cosas. Había sido detenido
por conducir bebiendo, sabía que mucho. ¿Pero que tenía que ver Rachel con eso?
—Que me contactara fue la gota que colmó el vaso, por así decirlo. La noche que
ella me había localizado, fue cuando fui arrestado. Me envió un mensaje por vía
Facebook, preguntado si podíamos hablar acerca de Morgana. En vez de responderle,
fui a un bar, consumí uno de muchos vasos de whisky, y subsecuentemente me
arrestaron… después de eso, me registré a mismo en rehabilitación. Seis meses
después, aquí estoy, y todavía sigo sin tener pista de lo que ella quería.
—Oh.
No sabía qué decir. Me preguntaba que quería Rachel y por qué ella lo contactaba
cuando ella fue la que lo había eliminado de sus vidas.
—No estoy jugando a pasarle la culpa… simplemente estoy diciendo que fue esa
noche que todo se fue a la mierda. Me doy cuenta de que debí haberte dicho antes.
Debí de haber venido a ti al segundo en que recibí ese mensaje. Sé que habrías sabido
qué hacer. Si hubiera hecho eso, entonces yo no habría ido a ese bar, no habría sido
detenido y no hubiera tenido que pasar seis agonizantes meses lejos de mi familia. No
tengo palabras para expresar cuánto lo siento, Cariad.
Lo miré y traté de tragar más allá del bulto en mi garganta para hablar. Lágrimas
se forman en las esquinas de mis ojos y tomó toda la fuerza que tenía para detenerlas
de caer.
—Está bien. —Mi voz me traicionó agrietándose un poco. Tomé una respiración
profunda y había estabilizado mis emociones.
—¿Hacer?
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Ahora fue el turno de Drake parecer confundido.
—Oh. No, no he pensado más en eso, para ser honesto. He estado en mi cuenta de
Facebook y no he recibido ningún otro mensaje de ella desde esa noche.
—Eso no significa que ella no quiera aún hablar. Solo podía significar que está
esperando por ti para hacer el siguiente movimiento.
—Tal vez. Pensaré en eso. He tenido otras cosas, más importantes, en mi cabeza
últimamente.
—Pero ella nunca se sintió como mía. Nunca he visto una foto de ella. No digo
que no es importante, es que he tenido que ordenar mis prioridades y en la parte
superior de esa lista están tú y Ayden.
—Está bien, pero prométeme que consideraras ponerte en contacto con Rachel.
Miré hacia él y vi algo indescriptible en sus ojos. Dolor brillaba en ellos, pero
también algo más.
Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, juego con el suave cabello de allí,
mientras que él trazó ligeros besos desde mi oído a mi clavícula. Un gemido escapó de
mis labios que era ambos desesperado y hambriento. No había sido tocada de la
misma manera por seis largos meses. El beso que había compartido con James no me
enardeció como Drake lo hizo. Besando su camino de vuelta a mis labios, Drake
respiró fuertemente y pude sentir sus latidos golpeando contra mi pecho mientras me
sostuvo en él.
Nuestros labios bloqueados una vez más y esta vez, las manos de Drake hicieron
su camino hacia mi blusa. Desabrochó el botón superior, luego vaciló un momento
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antes de deshacer el resto. Hizo un suave trabajo quitándola y descartándola.
Bajándome a la silla detrás de mí, Drake besó su camino desde mis labios a la parte
superior de mi sujetador. Los últimos seis meses prácticamente se evaporaron con el
calor de su toque en mi cuerpo. No pensé que sería tan fácil de olvidar, pero en ese
momento, lo era. Sus manos recorrieron mi abdomen y tuve que apretar mis piernas
cerradas para tratar y detener las sensaciones que se están formando entre ellas. Tiró
suavemente hacia debajo una copa de mi sujetador e inmediatamente capturó mi
pezón entre sus dientes. La sensación era casi demasiado para soportar después de
tanto tiempo sin su toque. Mi respiración quedó enganchada mientras mordía
suavemente antes de lamer y besar su camino a mí otro pecho. Él desabrochó mi
sujetador por detrás y el material cayó, dejándome expuesta al aire y a los hábiles
movimientos de lengua y manos de Drake. Él arrastró besos desde el valle entre mis
pechos, hasta mi abdomen, deteniéndose justo por debajo de la cintura de mis
vaqueros. Mirando hacia arriba a mí, preguntas sin formular brillan en sus ojos.
¿Estaba bien tomar esto más lejos? ¿Quiero esto tanto como él lo quiere? No había
ninguna duda, quería esto. No, lo necesitaba. Desabroché el botón de mis vaqueros en
respuesta.
Drake no dudó en tirar mis vaqueros por mis piernas y descartarlos. Me quedé allí
en nada más que mis bragas, pero no me sentía fría o expuesta, en cambio, me sentía
viva. Vivir sin él día a día solo era existir, pero estar con él de nuevo me trajo de vuelta
a la vida. Él me besó en el muslo, y justo cuando pensé que iría más lejos, no lo hizo.
Eligió besar su camino hacia mí otro muslo en su lugar. Fue entonces cuando colocó
un casto beso contra mi centro a través del material delgado en su camino. Me retorcí
en la silla, queriendo que se tomara su tiempo, pero queriendo que se apurara y me
hiciera venir. No pensé que podría tomar mucho más de la sensación que ya se estaba
construyendo a un crescendo sin más que su suave toque.
—Drake —siseé cuando comenzó a trabajar sus dedos más rápido, acercándome al
clímax.
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Él trazó besos ligeros de pluma en el ápice de mis muslos mientras trabajaba mi
cuerpo para su ventaja. Siempre le encantaba que me viniera antes que él.
No tuve que esperar mientras subía más y más alto antes de caer inevitablemente
de cabeza en el olvido.
Saciada y sin embargo codiciosa por más, me incliné hacia adelante y me apoderé
del borde de su camisa, tirando de ella sobre su cabeza. Fue entonces cuando noté las
líneas duras cinceladas en su pecho que no habían estado allí la última vez que lo vi.
Mis dedos trazaron las líneas mientras mis ojos devoraban la vista delante de mí. Me
incliné hacia delante y cerré los labios sobre los de Drake, haciéndole gemir y besarme
de vuelta con abandono. Nuestras lenguas chocaban y el sabor de mi dulzura en sus
labios me volvió loca de lujuria. Lo quería dentro de mí allí y en ese momento, no hay
punto en perder el tiempo, así que alcancé el botón en sus vaqueros como él deshacía
la cremallera. Se levantó sobre sus rodillas y dejó caer el material en su mano. Me di
cuenta de la dureza de él y me sonreí a mí misma debido a que era por mí que estaba
tan excitado. Estirando una mano, bajé el material de bóxer, exponiendo su polla dura.
Rebotó contra su estómago mientras yo empujaba sus calzoncillos hasta sus rodillas y
él maniobraba para poder quitarse completamente la ropa.
Arrodillado en el suelo delante de mí era el hombre más guapo que he visto. Con
su cabello castaño largo, sus ojos azules brillantes, y los bordes duros de su torso, era el
sexo personificado. Me deslicé de la silla hacia abajo en su regazo. Sus manos me
acunaron mientras yo ponía una mano entre mis piernas y lo guiaba dentro de mí.
Lentamente avanzando sobre él, jadeé un poco con cada centímetro extra que me
llenó. La sensación era extraordinaria. Realmente no había nada igual en el mundo.
Me sacudí en su contra mientras se sentaba allí con una sonrisa come mierda en su
rostro. Mis manos estaban en su cabello y sus manos ahuecando mi culo. Nuestros
labios se buscaban mutuamente, desesperados por la cercanía, el sentimiento de nada
estando entre nosotros. Nos movimos contra el otro, buscando un ritmo castigador que
tenía sudor goteando de nuestros cuerpos y gemidos fuertes escapando nuestros labios.
Deseo se agrupó en mi abdomen y la pasión cruda de Drake encendió las llamas
dentro de mí. Ambos perseguimos el clímax del otro, compitiendo para ver quién
podía conseguir que el otro llegara allí primero. Justo cuando estaba a punto de
alcanzar mi meta, Drake sostuvo mi cuerpo mientras él me acostaba suavemente en el
suelo. Empujó mis piernas por encima de sus hombros y comenzó a construir un
nuevo ritmo.
—Drake, cariño…
—¿Sí, Cariad? —preguntó cuándo se inclinó para poner un beso casto contra mis
labios.
—Voy...
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—Lo sé —respondió cuando empezó a moverse más duro y más rápido dentro de
mí.
Se acostó sobre mí, descansando sobre sus antebrazos a ambos lados de mi cabeza.
Inclinó la cabeza hacia abajo y me besó lánguidamente, sin embargo, lleno de deseo.
Lo besé de vuelta con toda la emoción de los meses que pasamos separados.
Más tarde esa noche, estaba trabajando mi turno en el bar y empezó a golpear
alrededor de mi cabeza que tal vez tener una camarera de cócteles por esposa no iba a
ayudar a un alcohólico en recuperación. Tuvimos una despedida de soltera, así que no
tuve mucho tiempo para pensar, pero sabía que si había una oportunidad para que
Drake y yo pudiéramos arreglar las cosas, entonces tendría que cambiar mi vida en
algunas pequeñas maneras de ayudar a su recuperación, en lugar de obstaculizarlo. Por
ejemplo, la botella de vino o dos que guardaba en la nevera para un fin de semana frío,
tendría que irse. No podría tener ninguna tentación en su camino. No era un bebedor
de vino, siempre prefiriendo Bud o JD y Coca-Cola, pero para un alcohólico, cualquier
alcohol era tentador. También tendría que renunciar a este trabajo. Sé que trabajar
aquí no lo obliga a beber, pero preferiría no arriesgarme.
¿Por qué estaba pensando de esa manera? Ni siquiera estaba segura de lo que iba a
pasar entre nosotros ahora. No podíamos volver a la vida que habíamos tenido solo
porque habíamos tenido sexo y él me había dado un orgasmo alucinante o dos.
Necesitábamos sentarnos y hablar de lo que el otro quería y necesitaba.
Las solteras vinieron al bar y ordenaron una ronda de cócteles de “Golden Girl”.
Era uno de mis favoritos, hermoso en su simplicidad. Todo lo que tenía era zumo de
toronja y prosecco con tres frambuesas frescas en un palo de cóctel. El “factor wow”
proviene del brillo comestible que estaba alrededor del borde del cristal y mezclado en
la bebida. Pensé que era un nombre un poco estúpido. Si hubiera sido mi brebaje, lo
habría llamado una “Bomba de Brillo”, pero ¿quién era yo para cuestionar?
Serví a las chicas y tuve que limpiar la barra porque ese brillo realmente llega a
todas partes.
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Red y yo nos estábamos preparando para los clientes que sabíamos que iban a
estar en la siguiente hora o así. Lust iba a alojar una noche de citas rápidas a las 9:00
p.m. Era el primero de su clase y Red me dijo que mucha gente se había inscrito para
ello. Esta era la calma antes de la tormenta. A James se le había dado la noche libre,
aunque normalmente trabajaba los sábados. En su lugar, habría una música más
tranquila tocando en el fondo porque nadie quería la música a todo volumen de un DJ
mientras trataban de hablar.
Hablando del diablo lo hizo aparecer. Me volví cuando escuché a alguien toser y
vi a James sonriendo desde el final del bar.
—Hola, James, ¿no es tu noche libre? —pregunté mientras trataba de organizar las
mezclas en un momento más tranquilo.
—¿Has estado alguna vez en citas rápidas? ¡Suena como si supieras un poco sobre
ello!
—Sí —admitió con una sonrisa tonta en su rostro—. Solo una vez. Lo lamenté en
el momento en que empezó. La chica con la que acabé emparejado estaba en forma
como la mierda, pero luego abrió la boca. Tres minutos con ella no había sido
suficiente para darme cuenta de lo tonta que era. Pero en nuestra cita, ella demostró
ser... bueno... un sándwich o dos cortos de un picnic.
—Es verdad. Me gustan las mujeres inteligentes. Hay varias categorías diferentes
de mujeres, ¿no? Esta la “caliente pero tonta” y “no caliente pero inteligente”,
entonces está “no es caliente y tonta” pero lo mejor de todo es “caliente e inteligente”.
Mi preferencia personal es obviamente caliente e inteligente, como tú.
Me guiñó el ojo y yo solo saqué la lengua en respuesta. Los hombres podían ser
tan sexistas a veces, pero entonces siempre he pensado que los chicos caen en el mismo
tipo de categorías, así que supongo que eso me hace sexista también.
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—¿Quieres que te sirva un trago, o quieres usar tu soda?
—¡No te atreverías!
—¡Tan caliente! —dije tan sarcásticamente como pude y rodé los ojos hacia el
cielo.
Apreté el gatillo de la bomba y dejé que lo rociara justo en la cara. Me eché a reír
mientras él fracasó en busca de la toalla de bar. La saqué de su alcance y agarré mis
costados a medida que la risa se apoderaba de mí.
—¡Te voy haré pagar por eso! —dijo en broma mientras se limpiaba el rostro con
la única cosa disponible, su camiseta.
—Solo tienes que esperar y ver. Voy al baño de caballeros a ver si puedo usar el
secador de manos para secar mi camiseta, un Jack Daniel’s y Coca-Cola sería bueno
para cuando regrese. Por la casa, por supuesto.
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Al final del turno, Red, James, y yo miramos por encima de las tarjetas que las
citas rápidas habían registrado en las cajas. Emparejamos a un par de personas, pero
James y yo no podíamos dejar de reírnos después de que se habían ido. Podrían
coincidir en el papel, pero James no pensó que tendrían una segunda cita. Era
demasiado gracioso para las palabras.
177
Capítulo 30
Drake
E
l sexo con Anna era más alucinante que recuerdo. Pensé mucho acerca de
esto cuando estaba en rehabilitación. Ellos no fomentan a los adictos en
recuperación a entrar en relaciones personales después de doce meses de
conseguir estar sobrios, pero Anna es mi esposa y la relación había llegado antes de la
adicción, no después. Aun así, no sé si era buena idea tratar y recoger los pedazos,
pero cuando la vi, la quería. Yo no había ido a verla con el sexo en mente, había ido a
hablar con ella acerca de Rachel, pero después de hablar, había actuado
impulsivamente y la besé. No pensé que regresaría mis avances, así que me llevé una
sorpresa cuando ella se abría para mí. Besándola se sintió mucho mejor de lo que
recordaba. Sus suaves, labios llenos cautivaron y la manera en que respiraba me dijo
que quería más, tanto como lo hice. Ella tomando el camino que me había hecho
sentir vivo. Sentí que había estado en estasis los últimos meses y ahora ella me trajo a
la vida con solo un toque.
Había ido a su casa luego y es cierto que masturbé en la ducha cuando los
recuerdos asaltaron mi mente. Después de la ducha, me vestí en mis pantalones para
correr y una camiseta vieja, decidiendo holgazanear enfrente de la televisión… algo
que no había hecho en meses. No había nada bueno a menos de repeticiones de Mad
Men, así que decidí ir al gimnasio en lugar de esto.
—Así que, ¿cómo están las cosas? —pregunta mientras agarra una botella de
Smartwater.
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Realmente no quiero hablar de cosas fuertes en el gimnasio. No estoy seguro de
que quiero hablar en absoluto. Siento como si la única persona que realmente entiende
es Anna.
Si yo puedo desviar la conversación de mí, yo podría irme ileso, por lo menos por
hoy.
Unas dos horas más tarde finalmente dejo el gimnasio. Estoy agotado y es el
momento de irme a casa a relajarme. Me dirigí directamente a la ducha, luego me
cambio a ropa limpia y me siento frente al televisor. Me pregunto qué hace Anna. No
sé hasta qué hora trabaja, pero espero que llegue a casa con seguridad. No me gusta la
idea de ella trabajando en un bar. Aunque era un bar de copas y estaba más dirigido a
las mujeres, atrae a más hombres porque saben dónde va a estar su nueva presa. No
me gusta la idea de que tenga que quedarse tarde y cerrar sola, y luego manejar a casa
tarde en la noche. Sin un segundo pensamiento, recojo mi teléfono.
Anna: Acabo de hacerlo. Estoy metiéndome en el coche ahora y recoger a Ayden con
Meghan. Xx
Drake. Muy bien. Asegúrate de llegar a casa a salvo. ¿Escríbeme cuando estés de
regreso?
Al principio cuando estuvimos juntos, si alguna vez ella estaba afuera, siempre
quise que ella me escribiera en el minuto en que llegará a su casa. No vivíamos juntos
en ese momento y necesitaba saber que estaba segura.
Anna: Claro. Estaba pensando en algo realmente. ¿Te gustaría comer mañana domingo
conmigo y Ayden? Xx
179
Drake: ¿Estás segura? Xx
—Solo no quiero que sientas como si tienes que hacerlo, eso es todo.
—No me siento así para nada. Simplemente creo que, si vamos a vernos, no
tenemos que hacerlo furtivamente. Ya no somos jóvenes imprudentes. Somos adultos
y eso significa que tenemos que decirle a Ayden que regresaste.
—¿Regrese?
—Sí, tú sabes, no estás lejos ya. No tenemos que decirle a donde te fuiste,
obviamente, pero tenemos que estar al frente y decirle que vas a estar alrededor.
Me decepciona que no significa más, pero no puedo decir que estoy sorprendido.
Anna está haciendo lo decente por permitirme regresar a la vida de Ayden y a la suya.
Hasta qué punto, no estoy seguro, pero no tengo nada salvo tiempo ahora… tiempo
para dejar que las cosas sucedan naturalmente, no forzarlas.
Casi le digo que la amo, pero creo que me recuperé a mí mismo a tiempo. Estoy
tan acostumbrado a nosotros diciéndonos que nos amamos antes de colgar el teléfono,
pero no puedo hacer eso ahora.
180
—Adiós, Anna.
Cuelgo y apago la tele. Recojo mi celular y camino hacia la cama. Justo cuando
estoy yendo a la deriva a dormir, suena mi teléfono.
Por qué dije eso, no sé. Ya no es asunto mío lo que ella hace.
Anna: Soy una chica dura. No tome clases de defensa personal para nada, sabes. Xx
Drake: ¡Genial, ahora todo lo que puedo pensar es pateándole algún tipo su culo por
poner un dedo sobre ti! En realidad, es un poco caliente pensar que podrías reducir con
facilidad a alguien.
Anna: Sabes que podría patearte el culo cualquier día. No me hagas usar mis movimientos
ninja en ti. :P
Ese emoticón con la lengua colgando hacia fuera significa que no está enojada
conmigo. Gracias a Dios, por eso.
Anna: No lo imagines…
181
Me estoy poniendo más duro a medida que intercambiamos mensajes. Tendré que
hacer algo al respecto antes de poder dormir.
¡Guau! ¿Está pensando lo que estoy pensando? Me pongo la ropa lo más rápido
posible y meto los pies en mis tenis.
Bajo las escaleras y llamo a un taxi. La espera de diez minutos me tiene nervioso.
Tengo que llegar antes de que cambie de opinión.
Al llegar a la casa, abro la puerta lo más silenciosamente que puedo, me quito los
zapatos y me arrastro por las escaleras. Fuera de la puerta de la habitación, me detengo
a tomar aliento. Siento que no he respirado desde que ella me escribió que viniera.
Antes de que pueda hacer otra cosa, la puerta se abre y Anna se para frente a mí con
un pequeño negligé morado. Mis ojos se sienten como si hubieran salido de las
cuencas mientras la observo de pies a cabeza. Me imaginé que no llevaba casi nada
mientras me pateaba el culo, pero este negligé era mejor que mi imaginación.
Extendiendo sus brazos, ella los envuelve alrededor de mi cuello y jala mi cabeza
hacia la de ella para un beso que deja mis labios hormigueando. Cerrando la puerta
silenciosamente detrás de mí, llevo a mi Cariad sonrojada y capturé sus labios mientras
escucho los suaves acordes de “In My Veins” tocando en el fondo. La beso con avidez y
la llevo hacia la cama. Cuando alcanzamos el borde, ella se da vuelta y me empuja
suavemente para que esté sentado en la cama en lugar de ella. Se arrodilla frente a mí,
rompiendo nuestro beso, para que pueda quitarme la camiseta. Una vez que me la ha
quitado, toma la cintura elástica de mi pantalón de trotar y yo me levanto de la cama
ligeramente para que pueda tirar de ellos con facilidad. Los quita rápidamente y mi
polla dura está allí frente a ella. Ella me toma con fuerza, suave pero firme. Lamiendo
sus labios y mostrándome una sonrisa malvada, Anna toma mi cabeza en su boca y la
acaricia con la bola de su barra de lengua. La sensación es mejor de lo que recordaba y
se necesita toda la moderación para no tener que venirme allí en ese momento.
182
en sincronización. La sensación que traté de enterrar sale a la superficie y no creo que
pueda aguantar mucho más.
No necesito que me lo diga dos veces y exploto en su boca. Ella se traga todo y
lame la cabeza de mi pene antes de sonreír, satisfecha consigo misma, sabiendo que
todavía puede controlar mi cuerpo.
Poniéndose de pie, Anna toma mis manos y las coloca en sus caderas. Estoy
hipnotizado por su cuerpo. Sus curvas completas están en todos los lugares correctos.
Ella es la mujer más deslumbrante con la que he estado y con la que siempre estaré. Si
me salgo con la mía, será la última mujer con la que me haya acostado. Mis manos
vagan por su propio consenso. Alcanzo el dobladillo de su negligé y ella me golpea.
Supongo que se queda por un poco más de tiempo. No importa, solo adoraré sus
partes que puedo ver. Mis dedos encuentran el calor entre sus piernas, ella ya está
húmeda para mí, así que me inclino hacia adelante y lamo. Ella gime y se agarra a mi
pelo. Sus muslos se separan ligeramente y gentilmente inserto un dedo para
complacerla más. Pequeños jadeos salen de su boca cada vez que toco el lugar
correcto.
Agarro su culo con ambas manos y empiezo a moverla de nuevo hacia arriba sobre
mí. Ella me rasguña el torso con las uñas y estoy seguro de que todavía habrá una
marca en la mañana.
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—Vente por mí, bebé, vente por mí ahora.
—Tan... cerca.
Nos acostamos uno al lado del otro en la cama, sudados y jadeando. Agotado y
saciado Anna extiende su mano y me cubre la cara. Al mirar sus hermosos ojos, no
puedo evitar caer en ellos.
Estamos en los brazos del otro por lo que parece una eternidad, pero en realidad,
solo ha pasado una hora cuando miro el reloj en la mesita de noche.
184
Capítulo 31
Annalise
I
nvité a Drake por capricho. No podía sacarlo de mi mente y no había dejado
de pensar en el sexo increíble que habíamos tenido horas antes. Había venido
directamente y me había recordado por qué era el mejor amante que era él
probable a tener. Finalmente, se fue alrededor de las 2:00 a.m., a pesar de que ninguno
de los dos había querido dejarse ir. Le espeté que lo amaba, pero no me arrepentí ni un
poco. Lo amaba desde el momento en que nos juntamos, probablemente antes, en
realidad. Fue difícil precisar el momento en que supe por primera vez que lo amaba. Él
me dijo que él también me amaba y mi corazón saltó por la sinceridad en su voz.
Claro, Drake había hecho las cosas mal. No debería haberse ido a la bebida y
debería haber venido antes, pero no podía alejarme de él ahora. Quería regresarlo
lentamente a la vida de Ayden. A mi vida. Simplemente no quería precipitarme en las
cosas. Así que lo invité a cenar el domingo. Fue un comienzo. Con suerte, Ayden
estaría feliz de verlo y este podría ser un nuevo comienzo para nosotros. Pero había
cosas de las que Drake tenía que ocuparse antes de poder seguir adelante con nuestras
vidas.
Drake: Aunque hemos estado separados, me he dado cuenta de que en realidad nunca te
has ido. Eres parte de mi corazón, parte de mi alma, y pienso en ti todos los días. Estás en mi
mente desde el momento en que despierto hasta el momento en que mis ojos se cierran.
Mirando atrás, puedo ver las cosas más claramente ahora. Cometí errores, te tomé por
sentada y no vine a ti cuando debería haberlo hecho. Pero el tiempo me ha hecho un mejor
hombre y estoy aquí, rogándote de rodillas por la oportunidad de compensártelo. Por favor,
Anna, mira dentro de tu corazón y verás que no hay escapatoria de nuestro amor. Tanto
como trataste de seguir adelante para proteger tu corazón, sabes que me amas. Eres mi esposa
y te suplico me des otra oportunidad de ser el marido que mereces. Love D xx
185
Eso ciertamente no era lo que esperaba que dijera el mensaje, pero ahí estaba. No
habíamos hablado de eso en voz alta, pero sabíamos que no había forma de ocultar el
hecho de que nos pertenecíamos. Su mensaje habló a mi corazón y estaba aún más
convencida de que podríamos hacer una segunda parte de nuestro matrimonio si él se
abriera y le dijera a su familia la verdad... si contactara con Rachel. Quería que todo
fuera dicho, que no hubiera nada acechando, esperando a arrastrarse sobre nosotros. Si
quería otra oportunidad, tenía que hacerlo de la manera correcta. Pero todavía
teníamos que movernos lentamente en lo que respecta a Ayden. Tuvimos que ir a la
ligera y ver cómo se sentía cuando cenáramos juntos. No podría volver con Drake si a
Ayden no le gustaba la idea. Siempre pondría a mi hijo primero.
Mi corazón se sacudió cuando le preguntó eso. Esperaba que eso significara que lo
quería en casa, así que llevé a Drake a un lado y le dije que teníamos que hablar con
Ayden después de la cena. Él estuvo de acuerdo y le sonreí mientras se inclinaba hacia
adelante y me daba un beso casto en la mejilla.
Comimos y luego nos sentamos con Ayden. No podíamos decirle sobre el hecho
de que Drake había ido a rehabilitación, era demasiado joven y no tenía que cargar con
ese conocimiento. Pero tampoco podíamos mentirle. En cambio, dijimos que papá
había estado fuera por un tiempo, pero si estaba bien, le gustaría volver a casa.
Ayden estaba encantado con la perspectiva de que Drake estuviera en casa. Mucho
como para moverse lentamente. Pero la vida no espera a nadie. Tienes que hacer lo
que se siente bien. Drake regresando a nosotros se sintió bien, así que le dije que tan
pronto como le hubiera dicho a su familia que había regresado, podría volver a casa.
Podría haber hecho las cosas más difíciles para él. Podría haberlo hecho trabajar
para volver a casa. Pero cuando amas a alguien, realmente no deseas hacerlo pasar por
todo ese dolor. Así que iba a permitirle que volviera a casa con la condición de que
pasaría el tiempo compensándonos a Ayden y a mí.
186
Capítulo 32
Drake
N
o puedo creer que esté empacando mis cosas y mudándome de regreso.
No esperaba que Anna permitiera que ocurra esto tan fácilmente, pero a
veces la vida te sorprende y esos son momentos que vale la pena vivir.
Solo estoy empacando mi última caja y sellándola con cinta cuando Anna toca la
bocina fuera. Abro la puerta y mi niño viene corriendo hacia mis brazos. No hay
ninguna sensación mejor que saber que me quiere en casa. Que ambos me quieren en
casa.
Anna entra y empieza a sacar cajas hacia el coche. Cuando el vehículo está
cargado, me paro en la puerta de la casa que había rentado y sonrío. Este nunca fue mi
hogar, fue solo algún lugar para descansar mi cabeza mientras conseguía mi vida en
orden.
Mi Cariad está a mi lado en todos los sentidos imaginables. Ella dejó su trabajo en
Lust, que yo no había conocido mucho, excepto que ella había tomado un trabajo para
hacer este fin de mes. Dijo que estar rodeada de alcohol sería demasiado tentador para
mí. Traté de decirle que, si disfrutaba del trabajo, que debería quedarse, pero ella dijo
que prefería pasar las noches adicionales con sus dos chicos favoritos. También limpio
la casa de todos los rastros de alcohol. El único vicio que había dejado era fumar, pero
trabajaba en renunciar a ello, también.
La familia había sido increíble. Fue difícil, al principio, abrirse a ellos, pero lo
había hecho y Anna estaba orgullosa de mí. Les dije todo, incluso las cosas acerca de
187
Morgana y aunque deseaban que yo estuviera en su vida y ellos tenerla en sus vidas,
no me han dado problemas como esperaba. Mi mamá quería que mi papá todavía
estuviera alrededor para saber que tenía una nieta. Pero le dije que donde quiera que
esté, estoy seguro de que él nos está cuidando a nosotros y que lo sabe. Todavía no
creo mucho en el cielo o el infierno, no me he vuelto religioso de repente, pero el
rosario de cuentas ha estado en mi bolsillo o cerca de mi mano en todo momento.
Cuando quiero hablar con mi papá, lo sujeto firmemente y hablo con él como si
estuviera en la habitación.
Todavía no he contactado a Rachel, pero Anna no me apura en ello. Ella dice que
entiende mi reticencia y que estará a mi lado cuando esté listo.
Anna y mi familia están aquí hoy para verme llegar a mi ficha de sobriedad de
nueve meses. Nunca pensé que lo haría hasta aquí, no cuando alejaba mis problemas
bebiendo. Pensé que las respuestas estaban en la parte inferior de una botella, pero no.
Nunca las tienen. Todo lo que necesitaba era abrir los ojos y ver lo que estaba tan claro
como el día enfrente de mí. Aun así, mi familia está orgullosa de mí y estoy orgulloso
de mí mismo. Estoy desarrollando el valor de ponerme en contacto con Rachel,
aunque ella probablemente querrá nada que ver conmigo ahora, teniendo en cuenta
que hizo contacto nueve meses atrás. Es no significa que no lo intentaré, sin embargo.
Después de haber recibido mi ficha, Anna nos condujo a casa y tuvimos una noche
de película con Ayden para celebrar. No le hemos dicho a Ayden para qué es la ficha,
todavía es demasiado joven, pero él sabrá un día. No guardo secretos a mi hijo, así
como ya no más a mi esposa o mi familia.
Palomitas de maíz vuelan por todas partes mientras Anna y Ayden corren al salón
uno persiguiendo al otro con los dulces en sus manos. El par de ellos aterrizan en el
sofá, Anna a mi lado y Ayden acurrucado entre nosotros. Esto es todo sobre la vida.
La risa que llena el aire en nuestro hogar, el amor que brilla en los ojos de mi esposa e
hijo. Hay momentos que nunca olvidaras y este es uno de ellos.
188
Capítulo 33
Annalise
D
rake recibió su ficha de nueve meses y toda la familia estaba allí para
verlo. Estaban tan orgullosos de él por llegar tan lejos. Se habían
sorprendido, por supuesto, cuando les dijo la verdad, pero no habían
hecho otra cosa que apoyarlo desde entonces. Había estado en casa por un par de
meses, y aunque algunas personas me habían advertido que tomara las cosas más
despacio y no lo dejara volver tan rápido, no sabían la magnitud de lo que había
pasado. Las únicas personas que sabían de su adicción y recuperación, aparte de su
familia, eran Jade y Nicky. No fueron más que un apoyo para mí y me dijeron que no
importa lo que otras personas piensan, siempre y cuando sea feliz.
Él no estaba listo para ponerse en contacto con Rachel, pero suponemos que, si se
tratara de una cuestión de urgencia, ella habría vuelto a ponerse en contacto. A pesar
de que estaba trabajando para ser lo suficientemente valiente como para dar el primer
paso y ponerse en contacto con ella, él no estaba cerca de allí y yo lo apoyé tanto como
pude. No hablaba mucho de ello, pero cuando lo hizo, dijo que no era cuestión de si se
pondría en contacto con ella, sino cuando. Los sentimientos que despertaba en él eran
evidentes en su rostro, podía leerlo como un libro. Yo sabía que no había tal cosa
como el momento adecuado para contactarla, él tenía que crear la oportunidad en
lugar de esperar a que surja. Drake estuvo de acuerdo conmigo en eso y sabía que el
tiempo se acercaba. Había tenido otras cosas para poner en orden primero, no podía
dejar que lo que ella tuviera que decirle lo descarrilara de su sobriedad. Sabía que eso
era lo que más le asustaba, que lo que ella tuviera que decirle lo llevaría a beber. Así
que él había estado trabajando a través de sus emociones enredadas y asegurándose de
que nunca tocaría otra gota de alcohol, sin importar lo que ella dijera o lo que saliera
de su conversación inminente.
Mi mente estaba nublada y no estaba segura de lo que quería decir con eso.
Me golpeó como un camión. La única otra vez que me había sentido tan mal era
cuando estuve embarazada de Ayden. Me había tomado un montón de tiempo fuera
del trabajo debido a lo mal que había estado.
Anna: ¡Mierda! No. No tengo la energía para salir y conseguir una y no quiero que
Drake lo haga en caso de que sea negativa.
—Oh, Dios mío, chica, te ves como que el infierno te mordió y te escupió.
190
—Vaya, no te detengas con los cumplidos, Nic. —Yo todavía tenía la energía para
el sarcasmo, obviamente.
—Aquí, toma esto. —Metió una bolsa de papel en mi mano. Miré dentro y vi la
prueba de embarazo mirándome fijamente. ¿Quería hacer esto? ¿Realmente iba a ser
positivo? Solo había una manera de averiguarlo.
Nicky había vuelto al trabajo, dejándome hacer la prueba por mi cuenta. Ella
insistió en quedarse, pero no quería que nadie, excepto Drake fuera el primero en saber
si era positivo.
Eso era demasiado tiempo para que yo esperara, pero no podía decir lo que
necesitaba ser dicho por teléfono.
Anna: ¿Hay alguna posibilidad de que puedas terminar temprano? Tenemos que hablar.
Xx
Drake: No puedo terminar antes de las 3, Cariad. Pero estaré en casa tan pronto como
pueda. Xx
191
Capítulo 34
Drake
D
espués de recibir el mensaje de texto de Anna, me preocupé. Me senté ahí
en el trabajo, preguntándome que necesita decirme. Ella una vez me dijo
que todas las mujeres saben que las palabras “necesitamos hablar”
realmente significan “estoy terminando contigo”. Así que me siento con mi trabajo
apilándose mientras no puedo hacerme hacer nada. ¿Está teniendo segundos
pensamientos sobre nosotros? ¿Nos estamos moviendo demasiado rápido? ¿La voy a
perder nuevamente?
—Lo siento, jefe, yo… umm… —Me pongo de pie y me dirijo hacia la oficina de
Guy—. ¿Jefe, podemos hablar en privado?
Froto mis manos sobre mi rostro, sintiendo que la barba de un día me raspa en la
palma de mi mano. —Puede que tenga que irme temprano, Guy. Hay… cosas
sucediendo. Mi mente no está en el trabajo.
Habiendo tomado mucho tiempo libre para mi rehabilitación, no creo que a Guy
le guste la idea de que me tome medio día.
—¿Cosas personales?
Decir que estoy conmocionado es una subestimación. Guy debe ver eso en mi cara
porque me sonríe y se repite.
192
—Gracias amigo. Me aseguraré de reponerlo. ¿Pueden los archivos de mi
escritorio ser ordenados por otra persona o me necesitas para hacer algo antes de irme?
—Elliot puede tomarlos. Pásalos a él de salida. Realmente, Drake, puedo ver que
estás distraído y no eres ni uso ni ornamento aquí. Ve a casa con tu esposa. —Pone
una mano tranquilizadora en mi hombro.
Caminando a través del escritorio, agarro los archivos que necesita Guy y se los
paso a Elliot. —Siento dejarte esto, amigo, pero tengo que tomar una salida temprano
y Guy dijo que puedo dejarte esto.
—Está bien, Drake. Odio señalar esto, pero somos amigos, así que puedo
decirlopareces distraído y me atrevo a decir que estas molesto.
—Sí, amigo, recibí un mensaje de texto que me distrajo por completo y no podía
concentrarme en el trabajo. Guy me ha dado permiso para salir temprano para ordenar
lo que sea.
Mi cabeza realmente no está en el juego, así que consigo un taxi para llevarme al
parque local. Le pago al conductor y salgo para respirar algo de aire fresco. La parte
posterior del taxi se sentía sofocante. Es un buen trabajo en el que estoy aun así tenía
prohibido conducir porque mi cabeza no había estado lo suficientemente concentrada
para conducir a casa.
193
Caminando por el parque, veo un rostro familiar. ¿Qué puede estar ella haciendo
aquí? Bueno, es un parque… traes a tus hijos a jugar…, pero ¿Cuáles son las
probabilidades para estar aquí el mismo día que yo? No sé si acercarme a saludar o no.
Ella todavía no me ha enviado ningún mensaje para tener contacto y he estado juntar
el valor. Tal vez debo tomar esta coincidencia como un signo.
—¿Drake?
—No te estoy siguiendo, ni nada. Solo necesitaba respirar un poco de aire fresco y
cuando llegué aquí, te vi.
—Me acerqué a ti hace meses. Nunca escuché ninguna contestación, así que
supuse que no estabas interesado.
—Es una larga historia. Una que no tengo tiempo para contarte en este momento.
Tengo que llegar a casa, pero evidentemente quiero hablar contigo y explicarte todo.
Han pasado meses, Drake. Sin contacto durante nueve meses, para ser precisos.
Entonces, ¿qué te hace pensar que me gustaría hablar contigo ahora?
Hay veneno en su voz, restringida por el bien de su hija, nuestra hija, Morgana,
que está jugando en los columpios a unos metros de nosotros.
—Lo siento, Rachel, realmente lo estoy. No espero que me creas, pero es verdad.
No creo que debamos hablar aquí enfrente de Morgana, ¿verdad?
194
Eso duele como un cuchillo en mis entrañas. Sé que ella no me quería en su vida
desde el principio, pero se acercó a mí. ¿Qué quería si no quería que supiera Morgana
quien era yo?
Rachel no habla por un momento largo y cuando lo hace, puedo ver que la
conmoción se registra en mi rostro.
Saco mi teléfono y marqué el número que me da. Le marco así ella también tiene
el mío.
—Lo haré.
—De verdad lo haré, Rachel. Como dije, es una historia larga y no una para
cuando los oídos pequeños están presentes para escuchar.
—Está bien.
Lo tomo como una señal para irme. Me alejo, solo mirando una vez por encima
de mi hombro. Rachel está detrás de Morgana, empujándola para que se balancee más.
Mi hija tiene casi ocho años y me he perdido tanto.
195
Llego a casa y el coche de Anna no está en la entrada. Decido mandarle un
mensaje de texto para dejarle saber que estoy en casa.
Drake: Oye Cariad, Guy me dejó salir temprano, así que estoy en casa esperándote. xx
Enciendo la cafetera mientras espero una respuesta. No pasa mucho tiempo antes
de que el teléfono suene.
Veo el último mensaje de texto y lo vuelvo a leer un par de veces. Ella dijo que
también me ama, justo como lo haría normalmente. Pero si ella está planeando
terminar las cosas, ¿diría eso? ¿O solo es incapaz de decir nada vía mensaje de texto
porque quiere hacerlo cara a cara? Estoy pensando demasiado las cosas así que dejé mi
taza y subí a nuestra habitación. Me desvío y me dirijo a nuestro baño.
La voz de Anna suena feliz mientras ella me llama. Su felicidad me confunde aún
más. ¿Qué está sucediendo aquí?
Ella se acerca y envuelve sus brazos alrededor de mi cuello. Bajo la mirada a ella y
le doy un suave beso en los labios. Su boca se abre y su lengua danza con la mía
mientras profundiza el beso. Su sabor es suficiente para endurecer mi pene en mis
vaqueros, pero estoy intentando no pensar sobre eso en este momento. Sin saber de lo
que ella necesita hablar está haciendo un lío todo. Aquí estoy yo pensando que no
tengo muchas emociones, pero resulta que tal vez sí, después de todo. Todo depende
de Anna. Ella me enseña como amar.
196
Rompiendo el beso, se retira para mirarme. Busco un indicio de lo que vendrá en
la expresión de su rostro, pero todo lo que veo es una sonrisa feliz. Sus ojos destellan
con amor y adoración. Quizás leí mal su mensaje por completo. Su lenguaje corporal y
la expresión de su rostro no me dicen que quiera poner fin a las cosas. Ese beso
ciertamente tampoco se sintió como un adiós.
197
Capítulo 35
Annalise
D
espués de hacer la prueba, me sentí un poco mejor, lo suficientemente
bien como para conducir a la tienda y comprar algunas cosas que
tratarían de ayudar a aliviar mis náuseas matutinas. Había estado
enferma mucho cuando estaba embarazada de Ayden y Lynne me había hecho beber
mucho té de menta. Ayudó a calmarlas un poco y también lo hicieron las multi
vitaminas y algunos otros consejos que había visto en Internet.
Recibí un mensaje de texto de Drake para decirme que estaba en casa temprano,
así que terminé de comprar y me dirigí a casa.
No estaba en el salón ni en la cocina, así que lo llamé. Bajó unos minutos después,
vestido con vaqueros y una camiseta, con el cabello mojado por la ducha que debía de
haber tomado. Lo atraje para darle un abrazo y olí el jabón en su piel.
Afortunadamente no era un olor que me hizo apresurarme a vomitar. Lo besé y sentí
mariposas en mi estómago mientras me preparaba para contarle la noticia.
198
—¿Qué es? Cariad, puedes decirme cualquier cosa. —Drake se paró frente a mí y
tomó mis manos entre las suyas.
Nos sentamos en el sofá y tuve que tomar un gran trago de mi agua por la garganta
seca.
—Escúpelo, bebé. Sea lo que sea, necesito saber. Me he estado preocupando tanto
en el trabajo de que quieres terminar conmigo, por eso Guy me dejó llegar temprano a
casa.
—Dijiste “necesitamos hablar” y me lo has dicho antes, lo que significa que las cosas
están llegando a su fin, por así decirlo.
—Oh, por Dios, no, eso no es lo que quise decir en absoluto. Esta vez, todo lo que
significaba era, tenemos que hablar.
—¿Así que no dudas en darme una segunda oportunidad? —Sus ojos sostuvieron
mi mirada y su rostro dijo que estaba aliviado.
—De ningún modo. No, es... estoy... oh, Dios, ¿por qué es esto tan difícil?
Mi ritmo cardíaco se disparó y tuve que limpiarme las palmas en mis vaqueros.
199
—¿Vamos a tener un bebé? —preguntó incrédulo mientras colocaba su mano sobre
mi estómago plano.
Le había dicho a Drake todo acerca de que Nicky me había traído la prueba, ni
siquiera pensaba que pudieran ser síntomas del embarazo. Estaba tan feliz y estábamos
emocionados por el primer control. Pero primero teníamos que decirle a Ayden y al
resto de la familia. Recogimos a Ayden de la escuela y lo llevamos a su lugar favorito
para comer. Le dijimos que iba a ser un hermano mayor y él no podría haber sido más
feliz.
La familia no podría haber estado más feliz por nosotros. Todos estaban
esperando la nueva incorporación a la familia Anderson.
Al llegar a casa, Drake me dijo que teníamos que hablar. Resultó que había visto a
Rachel el día anterior en el parque. No sabía qué hacer con eso. Ella parecía que
todavía quería hablar con él, ¿por qué no se había comunicado antes? Había tenido
nueve meses para contactarlo, a través de redes sociales, pero todo lo que tenía que
hacer era pedirle su número de teléfono o concertar una cita. Pero lo que estaba hecho,
hecho estaba. No podíamos alterar el pasado. Todo lo que podíamos hacer ahora era
ver lo que quería. Lo insté a que la llamara y acordaran encontrarse.
200
Me estaba quedando en casa con Ayden, pero accedí a dejar a Drake en el café donde
Rachel le pidió que se reunieran.
Unas horas más tarde, todavía no había tenido noticias de Drake, pero no quería
mandarle un mensaje de texto ni llamarlo o molestarlo. Sabía que estaría en casa
cuando estuviera listo.
201
Capítulo 36
Drake
E
stoy sentado esperando en el café donde Rachel accedió a verme. Cuidando
un simple café viendo fuera de la ventana. Finalmente, diez minutos tarde,
aparece en la puerta. Se dirige al mostrador, toma un café y encuentra la
cabina donde estoy sentado.
—Creo que debería ir directo al grano, no tiene sentido andarse con rodeos dijo.
Ella habló en su copa en lugar de mirarme.
Cuando levanta sus ojos hacia los míos, veo lágrimas no derramadas en ellos. Eso
me pone aún más nervioso.
Tratar de aplacarla hace que las lágrimas caigan por sus mejillas. Me siento mal
por ella. Odio ver llorar a las mujeres.
202
Sus palabras fueron apresuradas e hicieron que sus lágrimas fluyeran más rápido.
Le ofrecí una servilleta de la mesa para que secara sus ojos. Ella la tomó y se secó la
cara, pero fue inútil porque más lágrimas reemplazaron las anteriores.
—Estaba equivocada en el pasado, debería haberte dejado estar ahí para ella. Mi
única excusa es que estaba en una nueva relación y pensé que él la iba a adoptar y que
seríamos una familia feliz. Pero ahora él se ha ido y tuve que decirle que él no era su
verdadero padre. Él no es la persona que yo pensé que era. Pensé que la trataría de la
misma manera que trata a nuestro hijo, pero ahora que se ha ido, no se molesta en
verla —dijo en voz baja.
—Supongo, que hubiera sido confuso para ella siendo tan joven, entender que
tenía dos padres.
Me sentí mal por Rachel. Podría decir que estaba luchando. Debería haberla
contactado hace nueve meses. De esa manera, tal vez podría haber conocido a mi hija
antes. Pero no había forma de que supiera lo que ella quería. No es que sea una buena
excusa, pero es todo lo que tengo.
Sería estúpido no decirle la verdad, así que lo hice tan claro como pude.
—Oh.
—Estaba en un lugar realmente malo. Me arrestaron por conducir bajo los efectos
del alcohol. No es que sea irresponsable. Sucedió porque tuve demasiados JD y Coca-
Cola y pensé que estaba bien para conducir. Pero fui detenido por una luz trasera rota
y el oficial podía oler el whisky en mi aliento. Solo fallé al alcoholímetro y tuve suerte
de que solo recibí una multa y una prohibición de conducir de doce meses. Me hizo ver
lo que había estado haciendo lentamente durante mucho tiempo. Había estado usando
el alcohol como un soporte. Así que me inscribí en un centro de rehabilitación para
recuperarme.
203
—Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el
coraje de cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para saber la diferencia —recito
en voz baja para que solo ella pueda escuchar.
—Lo es. Ni siquiera he pensado en beber una gota desde que realicé rehabilitación.
Honestamente, ahora estoy sobrio y nunca quiero que eso cambie.
—¿Te gustaría conocerla y ver qué pasa desde allí? Todavía hay tiempo para que
se conozcan. Ya sabes lo que dicen, mejor tarde que nunca. Ella no tiene mucho más
en el camino de la familia. Mi madre es demasiado mayor para cuidarla más de unas
pocas horas. No tengo otra familia, sin hermanos y mi padre nunca ha estado cerca.
—Eso estaría bien. —Rachel, finalmente, responde mientras cuida lo que ahora
debe ser un café frío.
204
Hablamos un rato más antes de que tuviera que ir a buscar a Morgana. Me contó
todo tipo de cosas sobre Morgana, como lo que le gustaba hacer, lo que le gustaba
comer y su educación. Vi fotos en el teléfono de Rachel y me di cuenta de que mi hija
era hermosa y que debía ser apreciada. Debería haberme contactado hace meses, pero
más que eso, debería haberme esforzado más para verla desde que nació.
Caminé con Rachel hasta su auto y luego volví al café para pedir un café para
llevar. También recogí uno de los pasteles favoritos de Anna y un pastel para que
Ayden comiera cuando llegara a casa de la escuela. Llamé a un taxi y esperé en la calle
por él.
El taxi se detuvo y caminé por la parte de atrás para llegar a la puerta del pasajero.
Hubo un ruido omnipotente, más ensordecedor que cualquier cosa que haya
escuchado. En el momento siguiente, todo estaba completamente negro.
Desperté lo que pareció ser una eternidad más tarde, mi visión estaba borrosa, y
mi cuerpo dolía como si un elefante se hubiera sentado sobre mí. Había una cacofonía
de ruidos a mí alrededor, pero estaba teniendo problemas para escucharlos. La gente
hablaba, las sirenas se volvían más fuertes, pero parecía que todo estaba lejos.
—¿Puede... señor?
Parpadeé e intenté enfocarme en alguien que estaba frente a mí. Estaban tratando
de hablar conmigo, pero mi audición seguía yendo y viniendo.
—Señor, pregunté...
Intenté sacudir la cabeza para hacer algo para aclarar mi audición, pero me dolía
demasiado la cabeza como para moverme. Traté de mover otras partes de mi cuerpo,
pero me sentí demasiado pesado.
Frustrado, traté de responder a esta persona, pero mi voz salió suave y grave.
—¿Qué... pasó?
Sentí que estaba ardiendo. Cada aliento que tomé lastimó mi cuerpo. Cada intento
de movimiento fue inútil.
205
Maldita sea, todavía no podía escuchar bien. ¿Qué podría haber pasado?
Finalmente, escuché algo útil. —Mi… esposa... yo... necesito... necesito llamarla.
Todo en lo que puedo pensar es en Anna. Alguien dijo algo sobre estar atrapado.
No sabía lo que eso significaba hasta que logré mover la cabeza ligeramente. Lo que vi
me dejó sorprendido.
Siento que la persona busca en mi bolsillo, es un lugar apretado entre el auto y yo,
pero ella maneja sacar mi teléfono. La veo desplazarse por mi lista de contactos y
luego se lleva el teléfono a su oreja.
—Lamento decirte esto, pero ha habido un accidente, Anna... sí, es tu marido... sí,
si pudieras llegar aquí lo antes posible...
Ella continúa diciéndole dónde estamos, pero no lo dice el alcance del problema.
206
Capítulo 37
Annalise
M
i corazón estaba acelerado. Drake había tenido un accidente y no sabía
qué le había pasado. No me dijeron que fuera al hospital, la dirección
que me dio la mujer estaba justo al lado del café donde Drake se
encontraba con Rachel.
Logré que Ayden agarrara su abrigo y sus zapatos, y luego lo dejé con Meghan en
el camino. Le dije que era una emergencia, pero no quería preocuparlo a menos que
fuera absolutamente necesario. Me sentí mal por tomarme el tiempo extra para dejarlo,
pero él no podía estar allí conmigo.
Al llegar a la escena, mi corazón cayó en picado en mis zapatos. Todo lo que pude
ver fue que un automóvil se había estrellado contra un taxi. Drake debe haber estado
tomando uno de camino a casa, pero ¿qué tan gravemente herido se encontraba? ¿Qué
le había pasado?
—Anna.
Su voz era áspera y grave. Tosió y vi el dolor grabado en sus hermosas facciones.
207
—Drake, cariño, estoy aquí.
—No seas tonto, no has hecho nada malo. Trata de no hablar, necesitas guardar tu
fuerza.
No pude luchar contra las lágrimas que caían mientras veía a los paramédicos y
bomberos trabajando a nuestro alrededor.
Queriendo distraerlo de lo que estaba pasando, me moví para que Drake pudiera
poner su mano sobre mi estómago.
No sabía qué decirle. No estaba segura de cuánto tiempo más tomaría para
remediar la situación, pero mi corazón dolía con cada respiración que Drake tomaba,
cada tos que sacudía su cuerpo. Trató de hablar, pero yo le decía que conservara su
energía, que la necesitaría para más adelante.
Los bomberos y los paramédicos trabajaron lo más rápido que pudieron a nuestro
alrededor y Claire hizo todo lo que pudo para tranquilizarnos. Intenté con todas mis
fuerzas contener las lágrimas, pero al ver la agonía estropear las facciones de Drake,
fue difícil no dejarlas fluir libremente por mis mejillas.
Hablé con Drake sobre posibles nombres para el bebé, sobre cómo estaba Ayden
en la escuela, cualquier cosa para distraerlo de la situación. Se las arregló para decirme
que Rachel dijo que podía ver a Morgana, así que hablé con él sobre todas las cosas
que podría hacer con ella una vez que estuviera mejor.
Poco tiempo después, los bomberos lograron quitar el auto que estaba
inmovilizando a Drake en su lugar y luego se produjo el caos. Los paramédicos vieron
sangre, mucha sangre y se apresuraron a ayudar a Drake.
208
Sostuve la cabeza de Drake en mi regazo y le susurré palabras tranquilizadoras
mientras él se escabullía en silencio.
Más tarde en el hospital, llamé a Lynne, Meghan y Jack. Hicieron su camino para
encontrarse conmigo y fue fácil para todos ver que cada uno de ellos estaba
desconsolado, pero estaban tratando de mantenerse juntos por el bien de Ayden.
Meghan había traído a Ayden, pero ella no le había contado lo que había sucedido.
Cuando lo senté y le expliqué, su pequeño corazón se rompió. Sabía exactamente
cómo se sentía, solo habíamos recuperado a Drake y perderlo ahora era... bueno, no
había una palabra para eso.
Sentados en la sala de estar de Lynne más tarde esa noche, ninguno de nosotros
sabíamos qué hacer con nosotros mismos. Quería quedarme en el hospital solo porque
no quería que Drake estuviera solo, pero Lynne me había llevado aparte y me había
dicho que no había nada que pudiéramos hacer ahora y deberíamos irnos a casa.
Nadie quería volver a sus hogares, por lo que se tomó la decisión de permanecer en la
de Lynne, todos juntos.
Hablamos sobre Drake, compartimos recuerdos, nos reímos de los buenos tiempos
e intentamos celebrar la vida que había tenido, no lamentamos su muerte. Fue
extremadamente difícil para todos nosotros, pero lo mantuvimos funcionando para el
bien de todos.
Me senté en mi habitación más tarde esa noche con mi mano sobre mi estómago,
hablando con el bebé sobre su papá. Le dije que era un hombre maravilloso y que fue
trágico que nos lo arrebataran tan pronto.
Nadie merecía morir joven. Drake solo tenía cuarenta años. Era un hombre tan
maravilloso y ahora nuestro hijo o hija nunca lo conocería. Planear su funeral en lugar
de planear el nacimiento del bebé juntos iba a ser lo más difícil que había tenido que
hacer. Lo único que me mantuvo en pie fue que, aunque habíamos pasado esos seis
meses separados, él había vuelto a mí porque había descubierto que me quería más.
209
Epílogo
Siete meses después...
—U
n último empujón y todo se acabará —dijo la
partera, alentándome a continuar.
La partera tenía razón: un empuje final y Evie nació. Las enfermeras la tomaron y
la limpiaron, entonces me la entregaron. Ella elevó su mirada hacia mí, con sus
hermosos ojos azul-verdes, los ojos de su papi. Era absolutamente perfecta.
Uno por uno, mis visitas comenzaron a aparecer. Lynne llegó primera y trajo a
Ayden con ella. Él estaba súper emocionado por conocer a su hermanita. Estos últimos
meses realmente lo habían golpeado con fuerza. El funeral fue uno de los peores días
en su vida, también de la mía. Todos nos sentamos alrededor, entreteniéndonos entre
sí con historias de las travesuras de Drake. Su familia había compartido tantos
recuerdos de él cuando niño, pero Ayden había estado inconsolable. Trató de ser fuerte
por mí, eso me dijo Meghan al día siguiente. Dijo que no podía llorar porque no quería
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alterarme, pero Meghan le había dicho que estaba bien sentirse triste y llorar. Dijo que
había un momento para ser fuerte y un momento para derramar lágrimas por el papi
que él amaba más que nada.
—Allí es donde está nuestro papi ahora, Evie. Es la estrella más brillante en el
cielo. Nos cuida desde lejos. Él te ama muchísimo, escogió tu nombre antes de que
nacieras. Mami dijo que tu nombre significa "vivir". Desearía que lo hubieses
conocido, porque él era el mejor papá que cualquiera pudiese desear.
Sentí un nudo en mi garganta ante sus palabras. Para un niño tan joven, tenía una
cabeza muy sabía sobre sus hombros. Estaba tan agradecida de que él tuviera tantos
años de recuerdos felices con Drake, así podría contarle a Evie todo al respecto
mientras ella crecía.
Fin.
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