JURISPRUDENCIA

CIVIL Y PROCESAL CIVIL

La “claridad” contractual:
¿un límite a la labor interpretativa?
Contractual “clarity”: a limit to interpretative work?

Ever Alejandro Medina Cabrejos*

Resumen: El autor parte por analizar las sentencias de primera y segunda instancia dictadas por órganos
jurisdiccionales de la Corte Superior de Justicia de La Libertad sobre un caso en el que se cuestionaba
la eficacia de un receso operado en el marco de una compraventa para ahondar en su análisis sobre la
interpretación del contrato, indicando que los jueces tienen el deber de motivar las razones por las cuales
le conceden cierto significado al texto contractual, no siendo viable, para escapar de dicho mandato, el
empleo del brocardo in claris non fit interpretatio.
Abstract: The author starts by analyzing the first and second instance judgments issued by courts of the Superior
Court of Justice of La Libertad on a case in which the effectiveness of a recess operated within the framework of a
purchase and sale was questioned, in order to deepen his analysis on the interpretation of the contract, indicating
that judges have the duty to motivate the reasons for which they grant a certain meaning to the contractual text,
not being viable, to escape from such mandate, the use of the brocardo in claris non fit interpretatio.

Palabras clave: Resolución contractual / Interpretación / In claris non fit interpretatio

Keywords: Contract termination / Interpretation / In claris non fit interpretatio
Recibido: 29/12/2022 // Aprobado: 05/01/2023

* Abogado por la Universidad Nacional de Trujillo. Magíster en Derecho Civil por la Pontificia Universidad Cató-
lica del Perú.

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 CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA demanda con acumulación objetiva origina-
DE LA LIBERTAD ria con pretensiones subordinadas:
SÉPTIMO JUZGADO ESPECIALIZADO - Pretensión principal: Se deje sin efecto
EN LO CIVIL
la resolución de contrato efectuada por
00243-2021-0-1601- los demandados mediante carta nota-
EXPEDIENTE Nº: rial de fecha 15 de junio de 2020 y como
JR-CI-07
consecuencia de ello se ordene el cum-
CUMPLIMIENTO plimiento del contrato y entrega de bien
MATERIA:
DE CONTRATO
inmueble ubicado en el Jirón Unión
G A B R I E L N° 222 de esta ciudad de Trujillo inscrito
JUEZ: ER N E STO OT I - en la Partida Electrónica N° 11337368
NIANO CAMPOS
con el consiguiente pago de parte del
M A N U E L VA R- recurrente del saldo de treinta mil dólares
ESPECIALISTA:
GAS GUERRA americanos a favor de los demandados.
[censurado] - Pretensión subordinada: Se declare la
DEMANDADOS:
[censurado] resolución del contrato por causas impu-
tables a los demandados con el consi-
DEMANDANTE: [censurado]
guiente pago de las arras dobladas, es
decir, el pago de la suma de cuarenta mil
SENTENCIA dólares americanos.
RESOLUCIÓN NÚMERO: DIEZ
II.2. Sobre los fundamentos fácticos y jurí-
Tr ujillo, nueve de agosto del dos mil dicos postulados por la demandante
veintiuno. El demandante fundamenta sus pretensiones
VISTOS, con lo actuado en el proceso, en base a los siguientes fundamentos:
OÍDAS ambas partes en las audiencias orales
- Con fecha 14 de febrero de 2020 cele-
correspondientes, y conforme al estado de la
braron un contrato definitivo de com-
presente causa, se emite la siguiente sentencia:
praventa respecto al inmueble materia
I. ASUNTO de litis por el precio de cincuenta mil
dólares americanos, de los cuales, a la
El presente proceso materia de análisis, se fecha de suscripción de la minuta, se
trata de un proceso abreviado de CUMPLI- entregó mediante cheque de gerencia
MIENTO DE CONTRATO, con pretensión la suma de veinte mil dólares america-
acumulada subordinada de RESOLUCIÓN nos, pero pese a no ser un contrato pre-
DE CONTRATO por causas imputables a paratorio, el demandado consignó que
los demandados seguido por [censurado] dicho monto tenía la condición de arras
contra [censurado] Y [censurado]. confirmatorias.

II. ANTECEDENTES - El contrato celebrado es un contrato bila-

II.1. Sobre las pretensiones postulados
por los demandantes
Mediante escrito de demanda de fojas 20 a
27, el demandante [censurado], interpone
teral con prestaciones recíprocas, en el
que existen obligaciones para ambas par-
tes. Siendo que en su caso ha cumplido
con dar un pago a cuenta en calidad de
arras, pero que es un pago parcial, por

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lo que la otra parte tenía la obligación
de otorgar escritura pública y entregar
el bien debidamente saneado.
- En el contrato se consignó que el saldo
del precio sería cancelado a los 30 días
naturales computados desde el 14 de
febrero de 2020 por lo que, el plazo
concluía el 15 de marzo de 2020; sin
embargo, se consignó que el plazo se
cumpliría el 14 de marzo de 2020, es
decir, existe un error de cálculo, por-
que los 30 días naturales se cumplen el
domingo 15 de marzo, en cuyo caso, el
último día del plazo sería el día lunes
16 de marzo de 2020, fecha en la que se
declaró el estado de aislamiento social
obligatorio decretado por el Gobierno.
- Cabe resaltar que desde el día 7 de marzo
de 2020, mediante comunicaciones de
WhatsApp, el demandante solicitó la sus-
cripción de la escritura pública corres-
pondiente, incluso el mismo sábado 14 de
marzo de 2020, el demandado prolongó
el plazo para el día 16 de marzo de 2020
porque estaba indispuesto por haber
estado bebiendo el día anterior, pero no
cumplió, por lo que, tan pronto abrie-
ron las notarías públicas el 15 de junio
de 2020 solicitó el bloqueo de la par-
tida registral y se remitió una carta a los
demandados para que dentro del plazo
de 48 horas se sirvan acercarse a reco-
ger el cheque de gerencia por el importe
de treinta mil dólares americanos que es
el saldo de la obligación pactada.
- Solicita se deje sin efecto la resolución
efectuada por los demandados porque
a través de comunicaciones telefónicas
el mismo demandado prolongó el plazo,
por lo que, no cabe que el mismo deman-
dado haya resuelto el contrato porque
por su responsabilidad se ha dilatado lo
pactado.
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ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
- Por tanto, debido a que los demandados
no pueden resolver el contrato deberán
cumplir con su prestación, esto es, entre-
gar el bien y recoger el saldo del precio
que se encuentra depositado en la nota-
ría donde se hizo el documento de com-
praventa conforme se comunicó a los
demandados de manera oportuna.
- De manera subordinada, solicita se
declare la resolución del contrato por
causas imputables a los demandados,
ordenando la devolución del dinero
entregado, más el pago de la penalidad,
porque los demandados han realizado
conductas contrarias a la buena fe con-
tractual y que, además, se imponga a la
parte demandada la multa de 10 URP
por no haber asistido a la conciliación
extrajudicial.
II.3. Sobre la admisión, traslado y contes-
tación de demanda
Admitida la instancia por resolución número
uno de fecha cinco de febrero de dos mil
veintiuno, en la vía del proceso abreviado,
se tiene por ofrecidos los medios probato-
rios y se corre traslado a los demandados
por el plazo de ley, bajo apercibimiento de
ser declarados rebeldes.
Mediante escrito de fojas 56 a 65, los deman-
dados contestan la demanda interpuesta en su
contra, solicitando se declare infundada en
todos sus extremos, en atención a los siguien-
tes fundamentos:
- El demandante no ha cumplido con sus
obligaciones por lo que se le cursó la
carta notarial por la que se le comunica
la resolución del contrato de compra-
venta, porque no se pagó el saldo en la
fecha pactada, siendo falso que exista
un error de cálculo porque en el con-
trato se acordó que sea el día sábado 14
de marzo el último día de pago, siendo
31
 que, además, los bancos nunca dejaron
de funcionar, por lo que incluso pudieron
pagar el día lunes 16 de marzo de 2020.
- No es cierto el contenido de las comu-
nicaciones supuestamente efectuadas
entre las partes, pero es cierto que debió
cumplirse con el pago del saldo el 14 de
marzo de 2020, conforme a lo pactado
porque no tenía plata, existiendo diver-
sos medios para hacer llegar el pago,
pero no lo hizo.
- Después de resolver el contrato, proce-
dieron a ofertar y vender el inmueble
a un comprador serio, por lo que, a la
fecha de interposición de la demanda ya
obraba inscrita la propiedad a favor de
la empresa María Paula Guzmán Ríos
E.I.R.L., por lo que no tiene nada que
entregar ni firmar, ni tampoco tiene por-
qué devolver dinero.
- El pago a cuenta tiene la condición de
arras por lo que es aplicable el artículo
1478 del Código Civil, siendo que res-
pecto al saldo no existió comunicación
alguna de que la parte demandante haya
cursado el cheque de gerencia en la fecha
convenida para que puedan suscribir la
escritura pública.
- El demandante pudo pagar desde el 16
de marzo hasta el 15 de junio, pero pro-
cedió de mala fe a invadir la propiedad,
por lo que, ante dicha actitud, resolvie-
ron el contrato, por lo que, la demanda
debe ser declarada infundada.
II.4. Adecuación a oralidad y realización
de audiencia preliminar
Mediante resolución número dos, se comu-
nicó a las partes que el presente proceso se
adecua al trámite de litigación oral, y, en con-
secuencia, se ordena fijar fecha y hora para
la realización de la audiencia preliminar, la
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cual se lleva a cabo el día 1 de junio de 2021,
según se detalla en el acta de resumen de su
propósito, diligencia en la cual se declara
saneado el proceso, se fijan puntos contro-
vertidos, se admiten los medios probatorios
y se cita a las partes a la audiencia de prue-
bas correspondiente.
II.5. Audiencia de pruebas
La audiencia de pruebas oral fue llevada a
cabo en dos sesiones: i) la primera, el día 7
de julio de 2021, en la que se actuó la decla-
ración de parte de ambos demandados; y,
ii) la segunda, el día 5 de agosto de 2021 en
la que se actuó la declaración testimonial de
doña Diana Isabel Zapata Ruiz y se exponen
alegatos finales orales por parte de ambos
abogados.
Del mismo modo, se comunica a las partes
que el proceso se encuentra expedito para
sentencia, por lo que, se emite la presenta.
III. PARTE CONSIDERATIVA
PRIMERO.- Del derecho a la tutela juris-
diccional efectiva
El artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, dispone que toda
persona tiene derecho a la tutela jurisdic-
cional efectiva para el ejercicio o defensa
de sus derechos o intereses con sujeción a
un debido proceso. En mérito a dicho dere-
cho, elevado a rango constitucional con-
forme al artículo 139, inciso 3 de nuestra
Carta Magna, toda persona que recurre
ante el Poder Judicial tiene pleno derecho
a obtener un pronunciamiento debidamente
motivado que resuelva el conflicto mate-
rial puesto a conocimiento del juez, con
base en la adecuada aplicación de nuestro
ordenamiento jurídico y al análisis de los
medios de prueba aportados al proceso a fin
de generar convicción en el juzgador res-
pecto a determinada postura.

Sobre el derecho a la tutela jurisdiccio-
nal efectiva con sujeción a un debido pro-
ceso, el Tribunal Constitucional ha esta-
blecido: “Mientras que la tutela judicial
efectiva supone tanto el derecho de acceso
a los órganos de justicia como la eficacia
de lo decidido en la sentencia, es decir, una
concepción garantista y tutelar que encierra
todo lo concerniente al derecho de acción
frente al poder-deber de la jurisdicción, el
derecho al debido proceso, en cambio, sig-
nifica la observancia de los derechos fun-
damentales esenciales del procesado, prin-
cipios y reglas esenciales exigibles dentro
del proceso como instrumento de tutela de
los derechos subjetivos. El debido proceso
tiene, a su vez, dos expresiones: una formal
y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tie-
nen que ver con las formalidades estatuidas,
tales como las que establecen el juez natu-
ral, el procedimiento preestablecido, el dere-
cho de defensa, la motivación; en su faz sus-
tantiva, se relaciona con los estándares de
justicia como son la razonabilidad y propor-
cionalidad que toda decisión judicial debe
suponer. Al respecto, el Tribunal Constitu-
cional ha reconocido estas dos manifesta-
ciones del debido proceso en sus sentencias
recaídas en los Expedientes N° 2192-2002-
HC/TC (f. j. 1); N° 2169-2002-HC/TC
(f. j. 2), y N° 3392-2004-HC/TC (f. j. 6)”1.
SEGUNDO.- Respecto a la resolución del
contrato
Al respecto es preciso indicar que la figura de
la resolución contractual tiene por finalidad
poner fin a un contrato, por haberse incurrido
1 STC N° 8123-2005-PHC/TC (f. j. 6).
2 DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El contrato en general. Comentarios a la Sección Primera del Libro
VII del Código Civil. Palestra editores, 2002, pp. 383-393.
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La figura de la resolución
contractual tiene por finalidad
poner fin a un contrato, por
haberse incurrido en causal de
incumplimiento; siendo, una
de las figuras por medio del
cual se puede dejar sin efecto
un contrato por un hecho
sobreviniente.
en causal de incumplimiento; siendo, una de
las figuras por medio del cual se puede dejar
sin efecto un contrato por un hecho sobre-
viniente. Es preciso señalar que para que
dicha figura pueda materializarse es necesa-
rio que se cumplan los siguientes presupues-
tos: “i) existencia de un contrato recíproco;
ii) legitimación para obtener la resolución;
iii) incumplimiento de una de las partes;
iv) imputabilidad al deudor; e, v) importan-
cia del incumplimiento”2.
En nuestro ordenamiento jurídico, dicha
figura se encuentra regulada expresamente
en el artículo 1371 del Código Civil, que
prevé que: “La resolución deja sin efecto un
contrato válido por causal sobreviniente a
su celebración”. Asimismo, para el caso de
incumplimiento de obligaciones, el artículo
1428 del Código Civil, faculta a la parte per-
judicada a solicitar su cumplimiento o la
resolución del contrato, cuando alguna de
las partes haya faltado a su prestación”.
33
TERCERO.- Análisis de la pretensión
principal
Sobre el caso de autos, tratándose de una
demanda que contiene acumulación objetiva
originaria debemos tener presente que, de
acuerdo con el artículo 87 del Código Pro-
cesal Civil, la acumulación es subordinada
cuando la pretensión queda sujeta a la even-
tualidad de que la propuesta como principal
sea desestimada.
En tal sentido, corresponde, en primer tér-
mino, emitir pronunciamiento respecto a
la pretensión considerada como principal,
mediante la cual, el actor solicita se declare
sin efecto la resolución del contrato de com-
praventa contenido en la minuta de fecha
14 de febrero de 2020. Dicha resolución fue
comunicada por el demandado a través de la
carta notarial de fecha 15 de junio de 2020,
de foja 12 a 13.
Cabe precisar que tanto la celebración del
contrato de compraventa como la resolu-
ción efectuada de manera unilateral por
los demandados constituyen hechos acep-
tados por ambas partes y, por tanto, no
controvertidos.
No obstante, cabe señalar que la resolución
del contrato, de acuerdo con la carta notarial
de fojas 12 se debió a que el demandante no
habría cumplido con cancelar el saldo ascen-
dente a la suma de treinta mil dólares ame-
ricanos dentro del término pactado, esto es,
hasta el 14 de marzo de 2020.
Al respecto, es importante dejar sentado que
el propio demandante ha aceptado (tanto en
su escrito de demanda como en los alegatos
expuestos oralmente por su abogado) que no
pagó el saldo del precio el día pactado, sino
que el pago lo realizó recién el día 15 de junio
de 2020, alegando en su defensa que existió
“un error de cálculo” respecto al cómputo del
plazo de 30 días naturales, y que además, que
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fue la parte demandada la que dilató innece-
sariamente tanto el pago del saldo como el
otorgamiento de la escritura pública corres-
pondiente, conforme a lo pactado.
CUARTO.- Respecto a la fecha de pago del
saldo del precio
En la minuta de fecha 14 de febrero de 2020,
se pactó expresamente:
“2.2. el saldo de US$ 30,000.00 (treinta
mil y 00/100 dólares americanos),
importe que será cancelado en un plazo
máximo de 30 días naturales, iniciando
a la inscripción de la presente minuta
y culminando indefectiblemente el día
14 de marzo del año 2020”. (El resal-
tado es nuestro)
En consecuencia, no existe duda alguna
respecto a la fecha que, como máximo, las
partes habían pactado expresamente para
cumplir con el pago del saldo, por lo que,
el argumento respecto a la existencia de un
“error de cálculo” carece de total asidero,
pues, la disposición contractual respecto a la
fecha de pago es bastante clara y no da lugar
a dudas ni a interpretaciones dispares. Por
tanto, el demandante debió cumplir con su
obligación en la fecha pactada conforme al
principio de obligatoriedad de los contratos,
pero no lo hizo, pues el pago fue realizado
con posterioridad.
QUINTO.- Respecto a la forma de pago
y a las justificaciones expuestas por el
demandante
En este punto es importante recalcar que en
el contrato de fecha 14 de febrero de 2020 se
pactó de manera clara y expresa:
“2.2. (...) la cancelación se hará mediante
cheque de gerencia no negociable a nom-
bre de los vendedores a la suscripción de
la escritura pública que genere la pre-
sente minuta (...)”.

En mérito a esta cláusula contractual, queda
bastante claro que la parte demandante tenía
como máximo el día sábado 14 de marzo
de 2020 para emitir el cheque de gerencia
a favor de los demandados, lo que no hizo,
pues, por el contrario, el mencionado cheque
de gerencia recién fue comunicado con fecha
15 de junio de 2020.
En tal sentido, el demandante no ha tomado
las previsiones del caso adecuadas para rea-
lizar el pago conforme a lo pactado hasta
la fecha máxima pactada, siendo imputable
este incumplimiento exclusivamente a su per-
sona, pues, es un hecho cierto y de público
conocimiento que el estado de emergencia
nacional por las graves situaciones derivadas
de la pandemia generada por la COVID-19
recién fue ordenado por el Gobierno Cen-
tral desde el día 15 de marzo de 2020, por
tanto, nada impedía al hoy demandante para
que cumpla con su obligación de pagar el
saldo del precio en la forma pactada.
Es importante señalar que aunque el actor pre-
tende atribuir la responsabilidad en la demora
en el pago a su contraparte, sin embargo, ello
carece de total asidero, siendo irrelevante en
este análisis la conducta del vendedor, pues
aun cuando haya existido negativa en el otor-
gamiento de la escritura pública o en la con-
currencia a la oficina del notario para tal fin,
el comprador debió cumplir con su obliga-
ción de pago de manera incondicional hasta
el 14 de marzo de 2020, pues, la firma de la
escritura pública no constituyó una condición
para el pago a través del cheque de gerencia
que debió emitir el demandante (máxime si
no existió ningún impedimento para ello). No
debemos soslayar que las obligaciones pacta-
das en virtud del contrato son obligatorias
para las partes conforme establece el artículo
1361 del Código Civil, pero, en el caso par-
ticular, el actor no cumplió con su obligación,
de manera injustificada, por lo que, de confor-
midad con el artículo 1428 del Código Civil,
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ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
la otra parte podía solicitar el cumplimiento o
la resolución del contrato, conforme realiza-
ron válidamente a través de la carta notarial
de fecha 15 de junio de 2020.
Los argumentos de la parte demandante sobre
las supuestas evasivas de los vendedores para
recibir el pago y asistir a la notaría no impi-
dieron, en ningún momento, el pago del saldo,
pues, en todo caso, debió emitir el cheque de
gerencia, y, de continuar con las evasivas,
podía exigirle a los hoy demandados, el cum-
plimiento o la resolución del contrato (por su
incumplimiento en la entrega del bien o en la
formalización conforme al artículo 1428 del
Código Civil), pero no podía condicionar el
pago, porque así no fue pactado. Es impor-
tante recordarle al demandante que el orde-
namiento jurídico otorga las medidas legales
para exigir el cumplimiento de los contratos,
pero nadie puede dejar de cumplir sus obli-
gaciones contractuales o condicionarlas al
comportamiento adecuado de su contraparte.
Cabe mencionar que ni las declaraciones de
parte ni las testimoniales brindan informa-
ción relevante respecto a lo que es materia de
controversia, esto es, el cumplimiento de las
obligaciones contractuales pactadas, siendo
irrelevante las comunicaciones entre las partes
y, además, las justificaciones que ambas pue-
dan efectuar sobre el incumplimiento.
Por tanto, la primera pretensión de dejar sin
efecto la resolución contractual a través de la
carta notarial del 15 de junio de 2020 carece
de asidero, pues, esta resolución se debió al
propio incumplimiento del actor.
SEXTO.- Respecto a la imposibilidad de
ordenar el cumplimiento del contrato
Tras desestimar la pretensión principal, es
necesario indicar que ante la resolución efec-
tuada con fecha 15 de junio de 2020, ya no
es posible ordenar el cumplimiento del con-
trato, máxime si, se ha logrado acreditar que,
con fecha 27 de julio de 2020, se transfirió
35
el inmueble materia de litis a favor de María
Paula Guzmán Ríos, a título oneroso, por lo
que, dada su condición de tercera de buena fe
registral, no es posible exigir judicialmente
el cumplimiento de un contrato resuelto y
mucho menos ordenar la entrega de un bien,
ahora de propiedad de un tercero.
Por tanto, este extremo de la demanda tam-
bién debe ser desestimado.
SÉPTIMO.- Respecto a la pretensión subor-
dinada
Tras haber desestimado la pretensión princi-
pal, corresponde el análisis de la pretensión
subordinada, la cual está orientada a que se
ordene judicialmente la resolución del con-
trato de fecha 14 de febrero de 2020 pero
por causas imputables a la parte vendedora
(hoy demandada) por haber dilatado indebi-
damente el plazo para la ejecución del con-
trato, esto es, para recibir el pago.
No obstante, como se había mencionado ante-
riormente, la forma y plazo de pago ha sido
claramente pactada en el contrato, en cuya
cláusula 2.2. se consigna:
“2.2. el saldo de US$ 30,000.00 (treinta mil y
00/100 dólares americanos), importe que será
cancelado en un plazo máximo de 30 días
naturales, iniciando a la inscripción de la
presente minuta y culminando indefecti-
blemente el día 14 de marzo del año 2020,
la cancelación se hará mediante un cheque
de gerencia no negociable a nombre de los
vendedores, a la suscripción de la escritura
pública que genere la presente minuta,
pactando que la sola firma en la escritura
pública constituye constancia suficiente de
pago y de la recepción del referido cheque,
dándose en ese momento por cancelada la
totalidad del precio venta y de cuyo pago
usted señor notario se servirá dar fe”.
Del tenor de la cláusula transcrita, logramos
advertir lo siguiente:
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7.1. El demandante (comprador) tenía que
cumplir la obligación de pago del saldo del
precio hasta el 14 de marzo de 2020, pero no
cumplió con ello dentro de la fecha pactada.
7.2. Los demandados (vendedores) se obliga-
ron expresamente a otorgar la escritura pública
hasta el 14 de marzo de 2020, pero no se ha
acreditado el cumplimiento de dicha obliga-
ción, pues, por el contrario, los demandados
refieren que, ante la falta de pago oportuno,
por parte del demandante, tampoco cumplie-
ron con asistir a la notaría con dicho fin.
En ese sentido, la elevación a escritura
pública, según los propios términos contrac-
tuales, estaba supeditado al pago del saldo a
través del cheque de gerencia que debió emi-
tirse (como máximo) hasta el 14 de marzo
de 2020, pero, al no cumplirse con el pago
del saldo, no era posible exigir la elevación
a documento público. Por tanto, la parte fiel
del contrato es la parte demandada, siendo
conforme a ello, la emisión de la carta nota-
rial de fecha 15 de junio de 2020, ya que, por
mandato del artículo 1372 del Código Civil,
la resolución judicial puede ser invocada de
manera extrajudicial o judicial, por tanto, ante
el incumplimiento del comprador, los vende-
dores (hoy demandados) estaban plenamente
legitimados para exigir la resolución del con-
trato, ante la falta injustificada de pago dentro
del plazo pactado contractualmente.
Por tanto, no es posible ordenar la resolución
del contrato por causas imputables a los com-
pradores, porque se verifica, en primer tér-
mino, el incumplimiento del comprador en el
pago del precio, debiendo desestimarse tam-
bién este extremo de la demanda.
OCTAVO.- Sobre la solicitud de imposi-
ción de multa a la parte demandada por
inasistencia a la audiencia de conciliación
extrajudicial
De la revisión de la demanda, se advierte
que el actor ha solicitado que se imponga

una multa de 10 URP a los demandados por
no haber asistido a la audiencia conciliatoria.
En este sentido, el artículo 15 de la Ley de
Conciliación establece, en su parte final que:
“La inasistencia de la parte invitada a la
audiencia de conciliación, produce en el pro-
ceso judicial que se instaure, presunción legal
relativa de verdad sobre los hechos expuestos
en el acta de conciliación y reproducidos en
la demanda. La misma presunción se aplicará
a favor del invitado que asista y exponga los
hechos que determinen sus pretensiones para
una probable reconvención, en el supuesto
que el solicitante no asista. En tales casos,
el juez impondrá en el proceso una minuta
no menor de dos ni mayor de diez unidades
de referencia procesal a la parte que no haya
asistido a la audiencia”.
De la revisión del Acta de Conciliación
N° 382-2020-IUP-CENCUP, de fecha 22 de
diciembre de 2020, de fojas 14, se advierte
que la parte invitada (hoy demandada), no ha
asistido a la audiencia de conciliación, pese a
que fue notificada con la invitación, lo cual
no ha sido negada por la parte demandada,
quienes afirman que no consideraron nece-
sario asistir a la audiencia de conciliación
porque consideraban que no existía ningún
problema para ellos, lo que ratifica su ina-
sistencia, por lo que, se le debe imponer la
multa prevista en la Ley de la Conciliación,
debiendo regularse la imposición a la suma
de 5 URP, debido a que la pretensión de la
parte demandada ha carecido de asidero legal
alguno, sin embargo, ello no es óbice para no
intentar el logro de los fines de la concilia-
ción extrajudicial a través de la asistencia a
la audiencia de conciliación.
NOVENO.- Pago de costos y costas
procesales
Conforme a lo prescrito en el artículo 412 del
Código Procesal Civil, los costos y costas
DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53
ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
procesales no requieren ser demandados
y son de cargo de la parte vencida, salvo
decisión debidamente motivada de exone-
ración, lo que no corresponde en el presente
caso porque se advierte que la demanda de
cumplimiento de contrato, con la pretensión
subordinada de resolución de contrato ha sido
interpuesta por la parte infiel contractual
debido al incumplimiento del propio deman-
dante de cláusulas contractuales obligato-
rias. Por tanto, corresponde ordenar el pago
de costos y costas procesales.
IV. PARTE RESOLUTIVA
Por estas consideraciones, dispositivos
legales glosados y de conformidad con lo
normado por los artículos 138 y 143 de la
Constitución Política del Estado y artículo
49 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; adminis-
trando justicia a nombre de la Nación, SE
RESUELVE:
- DECLARAR INFUNDADA en todos
los extremos la demanda acumulada
sobre CUMPLIMIENTO DE CON-
TRATO y la pretensión subordinada
de RESOLUCIÓN DE CONTRATO
interpuesta por [censurado] contra [cen-
surado] y [censurado].
- IMPONER a los demandados [cen-
surado] y [censurado] multa de cinco
unidades de referencia procesal por ina-
sistencia a la audiencia de conciliación
extrajudicial.
- ORDENAR el pago de costas y costos
procesales a la parte demandante, liqui-
dables en ejecución de sentencia.
- CONSENTIDA O EJECUTORIADA
que sea la presente resolución: ARCHÍ-
VESE el expediente en el modo y forma
de ley. NOTIFÍQUESE.
37
 CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
DE LA LIBERTAD
PRIMERA SALA CIVIL
00243-2021-0-1601-
EXPEDIENTE Nº:
JR-CI-07
DEMANDANTE: [censurado]
[censurado]
DEMANDADOS:
[censurado]
CUMPLIMIENTO
MATERIA:
DE CONTRATO
RESOLUCIÓN NÚMERO DIECISÉIS
Trujillo, treinta de diciembre del año dos mil
veintiuno.
VISTA LA CAUSA en Audiencia Pública, los
integrantes de la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, luego de
producida la votación correspondiente, expide
la siguiente SENTENCIA DE VISTA:
I. ASUNTO
Viene en apelación a esta Sala la SENTEN-
CIA contenida en la resolución número
DIEZ, de fecha, nueve de agosto del año dos
mil veintiuno, que declara INFUNDADA en
todos los extremos, la demanda acumulada
sobre CUMPLIMIENTO DE CONTRATO y
la pretensión subordinada de RESOLUCIÓN
DE CONTRATO interpuesta por [censurado]
contra [censurado] y [censurado]; IMPONER
a los demandados [censurado] y [censurado],
una multa ascendente a CINCO UNIDADES
DE REFERENCIA PROCESAL por inasis-
tencia a la audiencia de conciliación extraju-
dicial, con lo demás que contiene.
II. ANTECEDENTES
II.1. Mediante escrito de folios 20 a 27,
don [censurado] interpone demanda contra
38 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
[censurado] y [censurado] de Geldres, pre-
tendiendo como principal, se deje sin efecto
la resolución de contrato efectuada por los
demandados mediante carta notarial de
fecha, 15 de junio del año 2020, así como el
cumplimiento de contrato y entrega de bien
inmueble ubicado en el Jirón Unión N° 222
de esta ciudad, con el consiguiente pago del
saldo ascendente a $ 30,000.00; y, como pre-
tensión subordinada, la resolución de con-
trato por causa imputable a los demandados
con el consiguiente pago de arras dobladas,
es decir, el pago de $ 40,000.00, con costas
y costos.
II.2. Mediante escrito de folios 56 a 65, se
apersonó a la instancia don [censurado] y
[censurado] de Geldres, quien absolvió el
traslado de la demanda solicitando se declare
infundada la demanda.
II.3. Con fecha, primero de junio del
año dos mil veintiuno, se llevó a cabo la
audiencia virtual, durante la cual se fija-
ron los puntos controvertidos; asimismo,
se declaró improcedente los medios pro-
batorios extemporáneos solicitados por la
demandante; y, que fue impugnada, siendo
concedida sin efecto suspensivo y con la
calidad de diferida.
II.4. Con fecha, siete de julio del año dos
mil veintiuno, se llevó a cabo la audiencia
de pruebas, la misma que fue reprogramada
para el día cinco de agosto del año dos mil
veintiuno.
II.5. Con fecha, nueve de agosto del año dos
mil veintiuno, se emitió SENTENCIA, la
misma que está contenida en la resolución
número DIEZ, que declara INFUNDADA la
demanda; y, que es objeto de impugnación.
III. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA
Mediante escrito obrante de folios 111 a
116, el letrado que patrocina al demandante,

[censurado], interponen recurso de apela-
ción contra la sentencia, bajo los siguientes
fundamentos:
III.1. La sentencia emitida no se encuentra
debidamente motivada, pues ha declarado
infundada la demanda sin haber realizado
un adecuado análisis de la naturaleza de la
pretensión contenida en la demanda y de
la prueba aportada, pues del Considerando
Cuarto se desprende que el pago del saldo
se materializaría en 30 días naturales (que
vencían el 15 de marzo del año 2020, pero
por haber caído día no laborable, debería
haber vencido el 16 de marzo del año 2020);
sin embargo, no se tuvo en cuenta el día 15
de marzo del año 2020, el Estado declaró el
estado de emergencia en todo el país, por lo
tanto, los plazos se suspendieron hasta el 15
de junio del año 2020, fecha en que el recu-
rrente cursó la carta notarial a los demanda-
dos para que se cumpla lo establecido; sin
embargo, los demandados incumplieron lo
estipulado en los acuerdos de la minuta de
fecha, 14 de febrero del año 2020. Asimismo,
debe tenerse en cuenta que, al haberse dic-
tado el estado de emergencia sanitaria desde
el 15 de marzo del año 2020, generó que el
cheque de gerencia debía emitirse el 16 de
marzo; sin embargo, debido a la suspensión
de los servicios, hizo que se emitiera con
fecha, 15 de junio del año 2020, fecha en que
se aperturaron las notarías.
III.2. La sentencia emitida declara infun-
dada la demanda, pese a que los medios pro-
batorios aportados acreditan el incumpli-
miento de los demandados, por lo tanto, se
advierte el cumplimiento del pago de arras
dobladas, ascendente a cuarenta mil dólares
americanos.
IV. FUNDAMENTOS
La Sala absuelve el grado en base a los
siguientes fundamentos:
DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53
ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
CONSIDERANDO:
IV.1. Doble instancia y apelación
El derecho fundamental a la doble instan-
cia proviene de nuestra Constitución, así el
artículo 139.6 expresa que entre los princi-
pios y derechos de la función jurisdiccional
está el de la pluralidad de la instancia; mien-
tras que legalmente este derecho está tipi-
ficado en el artículo X del Título Prelimi-
nar del Código Procesal Civil –en adelante
CPC–, que establece lo siguiente: “El proceso
tiene dos instancias, salvo disposición legal
distinta”. Por otro lado, la jurisprudencia en
sede nacional ha precisado que “el derecho a
la doble instancia consiste en la posibilidad
que tiene el justiciable de poder recurrir de
una decisión judicial, ante una autoridad judi-
cial de mayor jerarquía y con facultades de
dejar sin efecto lo originalmente dispuesto,
tanto en la forma como en el fondo”. Especí-
ficamente, el artículo 364 del CPC prescribe
que: “El recurso de apelación tiene por objeto
que el órgano jurisdiccional superior examine
a solicitud de parte o de tercero legitimado,
la resolución que les produzca agravio, con
el propósito de que sea anulada o revocada,
total o parcialmente”.
El recurso de apelación se rige por dos prin-
cipios elementales: 1) el principio de prohibi-
ción de la reforma en perjuicio (artículo 370
CPC), que implica que el órgano superior
jerárquico no puede modificar la resolución
impugnada en perjuicio del apelante, es decir
solo debe limitarse a confirmar o mejorar
la situación del recurrente, pero no empeo-
rarla; y, 2) el principio de limitación recursal
(tanto se devuelve, cuanto se apela), significa
que el superior jerárquico solo debe pronun-
ciarse por lo que es materia de apelación, que
garantiza una motivación congruente al emi-
tir pronunciamiento sobre aquellas pretensio-
nes o agravios invocados por el impugnante
en su recurso.
39
IV.2.Tutela jurisdiccional efectiva
El derecho a la tutela jurisdiccional efec-
tiva, es uno de los derechos fundamentales
y/o constitucionales que tiene todo sujeto de
derecho (persona natural, persona jurídica,
concebido, patrimonio autónomo, entes no
personales, etc., pudiendo tener estos la situa-
ción jurídica de demandante o demandado,
o de tercero interviniente según el caso) al
momento de recurrir al órgano jurisdiccional
(juez en representación del Estado) a fin de
que se le imparta justicia, existiendo garan-
tías mínimas para todos los sujetos de dere-
cho que hagan uso o requieran de la inter-
vención del Estado para la solución de su
conflicto de intereses o incertidumbre jurí-
dica; utilizando para ello el proceso como
instrumento de tutela del derecho sustancial
de los mismos. El derecho a la tutela jurisdic-
cional efectiva no comprende necesariamente
obtener una decisión judicial acorde con las
pretensiones formuladas por el sujeto de
derecho que lo solicita o peticiona, sino más
bien la atribución que tiene el juez a dictar
una resolución conforme a derecho y siem-
pre que se cumplan los requisitos procesa-
les mínimos para ello; es decir, este derecho
supone obtener una decisión judicial sobre
las pretensiones deducidas por el actor ante
el órgano jurisdiccional respectivo, siem-
pre que se utilicen las vías procesales ade-
cuadas, pero no necesariamente tal decisión
es la solicitada por el actor; ya que la misma
puede ser favorable o desfavorable a las pre-
tensiones ejercidas.
IV.3. Caso bajo análisis
4.3.1. Antes de emitir pronunciamiento res-
pecto de la pretensión impugnatoria pos-
tulada, debe tenerse en cuenta que, con-
forme aparece de la minuta de compraventa
de fecha 14 de febrero del año 2020 (folios
07 y 08), [censurado] y su cónyuge, [cen-
surado], cedió en venta real y enajenación
40 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
perpetua a favor de [censurado], el inmueble
ubicado en el jirón Unión 222 de la Urbani-
zación Palermo de esta ciudad, por el precio
ascendente a $ 50,000.00.
Asimismo, de la segunda cláusula de dicha
minuta se acordó lo siguiente en cuanto al
importe y forma de pago, para lo cual se
transcribe literalmente a continuación:
SEGUNDA.- IMPORTE DE VENTA Y
FORMA DE PAGO
“Por intermedio del presente contrato, los
vendedores ceden en venta real y enajenación
perpetua a favor del comprador el inmueble
descrito en la cláusula anterior, por la suma
de US$ 50, 000.00 (cincuenta mil dólares
americanos), importe que será cancelado de
la siguiente manera:
2.1. La inicial de US$ 20,000.00, será cance-
lado a la suscripción de la presente minuta,
mediante cheque de gerencia no negociable
emitido por el Banco de Crédito del Perú, de
fecha, 14/02/2020, a la orden de [censurado]
y su cónyuge [censurado], el cual declaran
los vendedores declaran haber recibido a su
entera satisfacción, sin lugar a reclamo pos-
terior alguno. Dicho importe cancelado a
cuenta se cancela de calidad de arras confir-
matorias cuyo monto será duplicado a favor
del comprador en caso de incumplimiento
de las obligaciones de los vendedores o per-
dido en su totalidad sin intereses, en caso
de incumplimiento de las obligaciones del
comprador.
2.2. Y el saldo de US$ 30,000.00 (treinta mil
dólares americanos), importe que será cance-
lado en un plazo máximo de treinta días natu-
rales, iniciando a la suscripción de la presente
minuta y culminando indefectiblemente el
día 14 de marzo del año 2020. La cancela-
ción se hará mediante un cheque de geren-
cia no negociable a nombre de los vendedo-
res a la suscripción de la escritura pública

El derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva no
comprende necesariamente
obtener una decisión judicial
acorde con las pretensiones
formuladas por el sujeto
de derecho que lo solicita o
peticiona, sino más bien la
atribución que tiene el juez a
dictar una resolución conforme
a derecho.
que genere la presente minuta, pactando que
la sola firma en la escritura pública consti-
tuye constancia suficiente de pago y de la
recepción del referido cheque, dándose en ese
momento por cancelada la totalidad del pre-
cio venta y de cuyo pago usted señor notario
se servirá dar fe”.
4.3.2. Con respecto al primer agravio:
Refiere el impugnante que, la sentencia emi-
tida no se encuentra debidamente motivada,
pues ha declarado infundada la demanda sin
haber realizado un adecuado análisis de la
naturaleza de la pretensión contenida en la
demanda y de la prueba aportada, pues del
Considerando Cuarto se desprende que el
pago del saldo se materializaría en 30 días
naturales (que vencían el 15 de marzo del
año 2020, pero por haber caído día no labo-
rable, debería haber vencido el 16 de marzo
del año 2020); sin embargo, no se tuvo en
cuenta el día 15 de marzo del año 2020, el
Estado declaró el estado de emergencia en
todo el país, por lo tanto, los plazos se sus-
pendieron hasta el 15 de junio del año 2020,
fecha en que el recurrente cursó la carta nota-
rial a los demandados para que se cumpla lo
DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53
ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
establecido; sin embargo, los demandados
incumplieron lo estipulado en los acuerdos
de la minuta de fecha, 14 de febrero del año
2020. Asimismo, debe tenerse en cuenta que,
al haberse dictado el Estado de Emergencia
Sanitaria desde el 15 de marzo del año 2020,
generó que el cheque de gerencia debía emi-
tirse el 16 de marzo; sin embargo, debido a
la suspensión de los servicios, hizo que se
emitiera con fecha, 15 de junio del año 2020,
fecha en que se aperturaron las notarías.
Del agravio detallado, se aprecia que el
impugnante cuestiona lo resuelto por el
a quo, en el Fundamento Cuarto de la senten-
cia recurrida y que está referida a la fecha de
pago del saldo de precio pactado.
4.3.3. Para tal efecto, debe tenerse en cuenta,
en primer orden, lo dispuesto por el artículo
1361 del Código Civil, referido a la obliga-
toriedad de los contratos, según el cual, los
contratos son obligatorios en cuanto se haya
expresado en ellos. Se presume que la decla-
ración expresada en el contrato responde a la
voluntad común de las partes y quien niegue
esa coincidencia debe probarla.
En ese escenario, el argumento esgrimido por
el impugnante, no resulta acorde con lo plas-
mado en la minuta de fecha, 14 de febrero
del año 2020, por cuanto se desprende de
su segunda cláusula y que aparece trans-
crita literalmente en el Fundamento prece-
dente que, el saldo de US$ 30,000.00 (Treinta
Mil Dólares Americanos), debería ser can-
celado en un plazo máximo de treinta días
naturales, el mismo que culminaba inde-
fectiblemente el día 14 de marzo del año
2020, fecha en que aún no regía el estado de
emergencia sanitaria en el país generada por
el COVID-19, pues dicha situación fue dis-
puesta mediante Decreto Supremo Nº 044-
2020-PCM, de fecha, 15 de marzo del año
2020. Por todo ello, tal agravio debe ser
desestimado.
41
4.3.4. Con respecto al segundo agravio:
La sentencia emitida declara infundada la
demanda, pese a que los medios probatorios
aportados acreditan el incumplimiento de los
demandados, por lo tanto, se advierte el cum-
plimiento del pago de arras dobladas, ascen-
dente a cuarenta mil dólares americanos.
Que, tal agravio debe ser desestimado de
manera evidente, por cuanto, conforme se
expuso precedentemente, no se advierte en
modo alguno, incumplimiento por parte de
los vendedores, ahora demandados.
Finalmente, en cuanto al extremo de decisión
que impone multa a los demandados [censu-
rado] y [censurado], por su inasistencia a la
audiencia de conciliación extrajudicial, se
advierte que el mismo no ha sido impugnado,
habiendo quedado consentido.
4.3.5. Teniendo en cuenta las consideraciones
precedentes, colegimos que los argumentos
de apelación formulados por la parte apelante
no han logrado desvirtuar en parte las consi-
deraciones que tuvo el juzgador de primera
instancia para emitir la resolución apelada;
por lo tanto, de acuerdo con el ordenamiento
jurídico, y luego de cumplido nuestro deber
de revisión impuesto por el recurso de ape-
lación, esta Sala de mérito procede a confir-
mar la Sentencia venida en grado.
I. IN CLARIS NON FIT INTERPRETATIO:
¿CABE EN MATERIA
CONTRACTUAL?
La concertación de un contrato determina,
como manda el artículo 1351 del Código
Civil, la creación, modificación, regula-
ción o extinción de una o varias relaciones
42 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
V. PARTE RESOLUTIVA
La Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, impartiendo jus-
ticia a nombre de la Nación, y de conformi-
dad con los fundamentos fácticos y jurídicos
invocados, RESUELVE:
CONFIRMAR la SENTENCIA conte-
nida en la resolución número DIEZ, de
fecha, nueve de agosto del año dos mil vein-
tiuno, que declara INFUNDADA en todos
los extremos, la demanda acumulada sobre
CUMPLIMIENTO DE CONTRATO y la
pretensión subordinada de RESOLUCIÓN
DE CONTRATO interpuesta por [censurado]
contra [censurado] y [censurado]; IMPONER
a los demandados [censurado] y [censurado],
una multa ascendente a CINCO UNIDADES
DE REFERENCIA PROCESAL por inasis-
tencia a la audiencia de conciliación extraju-
dicial, con lo demás que contiene.
H ÁGASE saber a los justiciables y
DEVUÉLVASE al juzgado de origen para
los fines consiguientes. Interviniendo como
PONENTE el Juez Superior Provisional,
Marco Antonio Celis Vásquez, por Dispo-
sición Superior.
S.S. CRUZ LEZCANO, RAMÍREZ SÁNCHEZ,
CELIS VÁSQUEZ
jurídicas de naturaleza patrimonial. Esto
significa que, una vez verificado el acaeci-
miento del acuerdo de voluntades, la conse-
cuencia que el sistema normativo aparejará
será la concesión, alteración, coordinación o
eliminación de sendas situaciones y vincu-
laciones jurídicas ubicadas en cabeza de los
 ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

sujetos intervinientes, pues justamente esto
es lo que –se entiende– les permitirá alcanzar
el interés que perseguían y estimaron podían
conseguir a través del vehículo contractual.
Así, el acuerdo que resulta de las voluntades
declaradas por las partes, y que precisamente
es el que apresta el surgimiento del contrato,
se muestra como el punto de referencia para
determinar los efectos a desplegarse en el
marco del vínculo jurídico emergente. Enton-
ces, reconocer lo que los contratantes llega-
ron a pactar es de suprema relevancia, pues
de ello dependerá la dirección que las conse-
cuencias jurídicas tomarán en la misión de
dar una reglamentación idónea a las posicio-
nes asumidas por los intervinientes al inte-
rior de su relación contractual.
Es en tal contexto en el que se aprecia la
importancia de la interpretación en el seno
de la disciplina del contrato, dado que por
medio de aquella es que se podrá extraer el
concepto que subyace en la común inten-
ción de las partes y, atendiendo a ello, se
logrará advertir los efectos susceptibles de
serle engarzados. Por ende, las directrices
interpretativas vienen siendo las herramien-
tas concedidas por nuestro sistema jurídico
para alcanzar la develación del acuerdo de
los contratantes y así tener certidumbre res-
pecto de las consecuencias que en adelante
se deberán observar.
De este modo, se puede decir que la inter-
pretación del contrato es el procedimiento de
carácter jurídico en virtud del cual se consi-
gue la reconstrucción del significado de las
reglas emanadas del ejercicio de la autono-
mía privada (Nivarra, Ricciuto, & Scognami-
glio, 2015, p. 303). Y decimos que la interpre-
tación representa un procedimiento jurídico
porque su metodología se encuentra gober-
nada por un cúmulo de disposiciones nor-
mativas3 que deben ser respetadas cuando se
emprende la tarea de conseguir el sentido de
la común intención de las partes, por lo que
los criterios de interpretación contractual
no son meros consejos dirigidos al agente
que llevará adelante la labor hermenéutica
sobre el acuerdo, sino que, por el contrario,
son auténticos cánones con valor jurídico y,
como tales, vinculantes (Alpa, 2020, p. 573).
Por lo tanto, si es el acuerdo el objeto sobre el
cual se concretiza la obra interpretativa4, se
puede sostener que la función que esta desen-
vuelve, a partir de los criterios que la regu-
lan, se ubica en la comprensión de lo que las
partes han pactado, y esto básicamente por-
que no puede existir una respuesta desde el
ordenamiento jurídico sin que este entienda
lo que los contratantes justamente le piden
tutelar (Cataudella, 2022, p. 528). Lo que se
está explicando es que, si los agentes que le
dan vida a un contrato lo que pretenden es
que el sistema normativo otorgue resguardo

3 En nuestro Código Civil, las reglas generales de interpretación del negocio jurídico, utilizables desde luego para
los contratos, están en los artículo 168 (“El acto jurídico debe ser interpretado de acuerdo con lo que se haya
expresado en él y según el principio de la buena fe”), 169 (“Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan
las unas por medio de las otras, atribuyéndose a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas”) y 170
(“Las expresiones que tengan varios sentidos deben entenderse en el más adecuado a la naturaleza y al objeto
del acto”).
4 Cataudella (2022) sobre este asunto refería que “[l]a intención común no es el instrumento que el intérprete
debe utilizar para interpretar el contrato, sino que es el acuerdo el objeto de la actividad interpretativa” (p. 530).
En nuestra doctrina, y a partir del artículo 168 del Código Civil, Fernández Cruz (2002, p. 151) y León Hilario
(2019, p. 51) han señalado que “lo expresado” es la materia de la labor hermenéutica, es decir, lo que debe lle-
gar a ser descifrado con las disposiciones normativas de la interpretación negocial.

DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53 43

La interpretación del contrato
es el procedimiento de carácter
jurídico en virtud del cual se
consigue la reconstrucción
del significado de las reglas
emanadas del ejercicio de la
autonomía privada.
jurídico a la autorregulación de sus intere-
ses, entonces resultará sustancial el uso de
la interpretación para así saber el significado
y el alcance del acuerdo al cual se arribó, ya
que este elemento será el que decretará el tipo
de protección a conferirse.
Ubicados ya en este punto, cabe cuestio-
narse si es que todos los contratos tienen que
ser necesariamente sometidos a la operación
interpretativa o si, en cambio, pueden vislum-
brarse escenarios en los cuales dichos nego-
cios jurídicos no precisen ser interpretados.
Al respecto, en alguna ocasión se insistía
con la idea de que aquellos contratos reputa-
dos como “claros” no debían sujetarse a las
reglas de interpretación, siendo que solo los
acuerdos “oscuros” eran los que merecían ser
interpretados de conformidad con los pará-
metros dispuestos por la ley.
El brocardo in claris non fit interpretatio en
materia contractual es el que resumía la idea
de que únicamente a los convenios “ambi-
guos” debía extraerse su significado por
medio de la interpretación, por lo que todos
aquellos contratos que no presentaban esta
característica, es decir, que eran “eviden-
tes”, “diáfanos” o “patentes”, no justifica-
ban la utilización de los mandatos interpre-
tativos, ya que su contenido era por sí mismo
expreso e inteligible.
44 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
A decir de Mélich Orsini (1987), la divulga-
ción y expansión de la referida tesis se debió
a los autores franceses del siglo XIX como
Baudry-Lacantinerie y Barde, Larombière,
Laurent, etc., que en su momento hicieron
eco de ella (p. 212). De hecho, Kemelma-
jer de Carlucci (2007) nos ponía en conoci-
miento que incluso los Mazeaud afirmaban
que “un texto claro no se interpreta, se aplica;
el juez que se entragase a la interpretación de
un texto claro, lo desnaturalizaría” (p. 230).
Sobre el in claris non fit interpretatio se ha
señalado que su origen no es propiamente
romano, sino que más bien “fue acuñado en
un contexto de reacción a los abusos cometi-
dos por la escolástica, cuando los ‘pareceres
de los doctores sustituían los textos’, y ‘las
glosas tomaban el lugar de la ley’” (Maximi-
liano citado por Marino, 2011, p. 66). Es más,
se recalcaba que su mantenimiento una vez
pasada la fase de los escolásticos se habría
dado “quizás en virtud de la regla del menor
esfuerzo, o como consecuencia del hábito ya
adquirido” (Maximiliano citado por Marino,
2011, p. 66).
No obstante, en la actualidad no se asume
que existan contratos sobre los que se pueda
decir que, por su claridad, no merezcan ser
interpretados, y esto básicamente se debe a
que tal calificativo respecto de un acuerdo
contractual no es más que el producto del
empleo de los cánones interpretativos. En
efecto, el que se pueda sostener que un con-
trato deviene en claro es porque previamente
dicho contrato fue materia de interpretación.
Así, “establecer si un término, una expresión
o un enunciado están dotados de tal claridad
que, a partir de ellos, se puede evidenciar la
‘común intención’ de los contratantes, es solo
el resultado, el éxito del procedimiento her-
menéutico” (Zappatore, 2017, p. 5). Por lo
tanto, la expresión in claris non fit interpre-
tatio es engañosa, dado que para determinar
 ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

si el contrato es claro se debe de haber inter-
pretado con anterioridad (Alpa, 2020, p. 574).
En ese orden de ideas, si quien materializa
la interpretación del contrato es un juez en el
marco de un conflicto de intereses sobre el
cual es llamado a decidir, se deduce que en la
sentencia se encontrará la explicación norma-
tiva del concepto que se brindó al acuerdo de
las partes y los efectos jurídicos que tendrían
que desprenderse, incluso si se llega a indicar
que las expresiones contractuales resultaron
siendo claras, puesto que, como ya se men-
cionó, dicha situación es la secuela a la que
se arriba luego de haber empleado las reglas
de la interpretación contractual.
Y es que, si, por un lado, la interpretación
es una operación guiada por preceptos nor-
mativos que culmina en la reconstrucción
del significado jurídicamente relevante del
acuerdo; y, por otro lado, los magistrados se
encuentran sometidos al cumplimiento de la
ley en el ejercicio de su función jurisdiccio-
nal (inciso 1 del artículo 146 de la Constitu-
ción Política del Perú5 y artículo 1 del TUO
de la Ley Orgánica del Poder Judicial6), es
palmario que, para calificar positivamente
el pronunciamiento expedido, será impera-
tivo hallar expuesta la metodología herme-
néutica aplicada.
En consecuencia, los jueces no pueden esca-
par de la especificación del procedimiento
interpretativo que siguieron para atribuir tal
o cual sentido al acuerdo fuente de disputa,
ni siquiera cuando concluyen la claritas del
texto contractual.
II. UN CASO: ¿CLARIDAD EN LA
CLÁUSULA DEL CONTRATO?
Sobre el tema del cual nos estamos ocupando
consideramos pertinente dar cuenta de un
caso que se discutió en la Corte Superior de
Justicia de La Libertad y cuya sentencia de
vista adquirió calidad de cosa juzgada al no
haberse promovido un recurso de casación
en contra suya7.
La materia de discusión estuvo en la deter-
minación de la correctitud o no de la actua-
ción de los vendedores cuando optaron por
privar de eficacia al contrato y hacer suyo el
monto otorgado como arras (US$ 20,000.00),
esto sobre la base de una aparente omi-
sión por parte del comprador respecto de
su obligación de pagar el saldo del precio
(US$ 30,000.00) dentro del plazo pactado.
El comprador fue el que inició el proceso
judicial cuestionando el valor jurídico del
desistimiento operado por sus vendedores,
pues, a su modo de ver, nunca estuvo en
estado de incumplimiento, y esto porque el
término final del plazo de ejecución era el
15 de marzo de 2020, y no el día 14 de dicho
mes y año conforme había sostenido su con-
traparte cuando decidió ponerle fin al con-
trato y adjudicarse las arras.

5 Artículo 146 de la Constitución Política del Perú.- (…) El Estado garantiza a los magistrados judiciales:
1. Su independencia. Sólo están sometidos a la Constitución y la ley.
6 Artículo 1 del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial.- La potestad de administrar justicia emana del
pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con sujeción a la Constitución y a
las leyes. (…).
7 Sobre la viabilidad de proponer un recurso de casación por el no empleo o mal empleo de las reglas de inter-
pretación del negocio jurídico, se pronuncia a favor Lohmann Luca de Tena (2007, pp. 1662-1663). Por su parte,
Ariano Deho (2016, pp. 274-275), llevando adelante una crítica a la regulación de la casación en el Código Pro-
cesal Civil, también estima factible la procedencia de este recurso en el campo de la interpretación contractual.

DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53 45
Lo que indicaba el demandante era que de la
cláusula 2.2 del contrato se desprendía que
el plazo otorgado fue de treinta días natu-
rales, computados a partir del 14 de febrero
de 2020, por lo que la fecha de expiración
del referido plazo se daba el 15 de marzo de
2020. Por su parte, los demandados señala-
ban que la cláusula 2.2 de la compraventa
precisaba el día exacto del término final para
el cumplimiento del pago adeudado, siendo
tal día el 14 de marzo de 2020.
En ese sentido, cada uno de los contratantes,
sobre la base de la cláusula 2.2 del contrato,
tenían fechas distintas como término final
del plazo. La mencionada cláusula presen-
taba la siguiente redacción:
2.2. Y el saldo de US$ 30,000.00 (treinta
mil dólares americanos), importe que
será cancelado en un plazo máximo
de treinta días naturales, iniciando a
la suscripción de la presente minuta
(14 de febrero del año 2020) y culmi-
nando indefectiblemente el día 14 de
marzo del año 2020. La cancelación se
hará mediante un cheque de gerencia no
negociable a nombre de los vendedores
a la suscripción de la escritura pública
que genere la presente minuta, pactando
que la sola firma en la escritura pública
constituye constancia suficiente de pago
y de la recepción del referido cheque,
dándose en ese momento por cancelada
la totalidad del precio venta y de cuyo
pago usted señor notario se servirá dar
fe. (El resaltado es nuestro)
Como se puede observar, el texto sí resul-
taba ser contradictorio, pues mediaban dos
fechas diferentes plasmadas como día final
para la ejecución de la prestación: i) la pri-
mera, el día 15 de marzo de 2020, que era el
resultado de contabilizar treinta días natura-
les a partir del 14 de febrero de 2020; y, ii) la
segunda, el día 14 de marzo de 2020, que fue
la que expresamente se dejó anotada.
46 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
Así, el conflicto para saber si el comprador
estaba o no en estado de incumplimiento
se terminó centrando en la develación de
la fecha de vencimiento del plazo para la
entrega del saldo del precio, lo cual obligaba
al juez a acudir a las reglas de la interpreta-
ción negocial para cumplir con tal propósito.
Sin embargo, de lo que se pudo apreciar
de la sentencia contenida en la Resolución
N° 10 del Expediente N° 00243-2021-0-1601-
JR-CI-07, fue que el magistrado del Séptimo
Juzgado Especializado en lo Civil no de-
sempeñó tal labor, dado que se limitó a indi-
car que, debido a la “claridad” de la cláusula
2.2 respecto del término final del plazo para
el cumplimiento de la obligación, resultaba
“evidente” que este se verificaba el 14 de
febrero de 2020. Veamos:
Cuarto.- Respecto a la fecha de pago del
saldo del precio
En la minuta de fecha 14 de febrero de
2020, se pactó expresamente:
2.2. el saldo de US$ 30,000.00 (treinta
mil y 00/100 dólares americanos),
importe que será cancelado en un plazo
máximo de 30 días naturales, iniciando
a la inscripción de la presente minuta y
culminando indefectiblemente el día 14
de marzo del año 2020.
En consecuencia, no existe duda alguna
respecto a la fecha que, como máximo,
las partes habían pactado expresamente
para cumplir con el pago del saldo (...),
pues la disposición contractual res-
pecto a la fecha de pago es bastante
clara y no da lugar a dudas ni a inter-
pretaciones dispares. Por tanto, el
demandante debió cumplir con su obli-
gación en la fecha pactada conforme al
principio de obligatoriedad de los contra-
tos, pero no lo hizo, pues el pago fue rea-
lizado con posterioridad.

Quinto.- Respecto a la forma de pago
y a las justificaciones expuestas por el
demandante
En este punto es importante recalcar que
en el contrato de fecha 14 de febrero de
2020 se pactó de manera clara y expresa:
“2.2. ( ) la cancelación se hará mediante
cheque de gerencia no negociable a nom-
bre de los vendedores a la suscripción de
la escritura pública que genere la pre-
sente minuta (...)”.
En mérito a esta cláusula contractual,
queda bastante claro que la parte
demandante tenía como máximo el
día sábado 14 de marzo de 2020 para
emitir el cheque de gerencia a favor
de los demandantes (…). (El resaltado
es nuestro)
El a quo, sin explicación mayor, señaló que
la cláusula disponía con la suficiente preci-
sión para advertir que el pago tenía que darse
el 14 de marzo de 2020, por lo que, al no
haberse verificado tal día la entrega del che-
que de gerencia a los vendedores, entonces
el comprador sí estaba en incumplimiento y,
por ende, fue válido que se proceda con pri-
var de eficacia el contrato a causa de su omi-
sión en el pago, de ahí que su pretensión debía
ser declarada infundada.
El demandante, disconforme con esta deci-
sión, planteó recurso de apelación bajo el
siguiente argumento:
La sentencia emitida no se encuentra
debidamente motivada, pues ha decla-
rado infundada la demanda sin haber
realizado un adecuado análisis de la
naturaleza de la pretensión contenida en
la demanda y de la prueba aportada, pues
del considerando cuarto se desprende
que el pago del saldo se materializaría
en treinta días naturales (que vencían el
15 de marzo del año 2020, pero por haber
DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53
ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL
La interpretación es una
operación guiada por preceptos
normativos que culmina en la
reconstrucción del significado
jurídicamente relevante del
acuerdo.
caído día no laborable, debería haber
vencido el 16 de marzo del año 2020) (...).
La Primera Sala Civil, en la sentencia de
vista contenida en la Resolución N° 16, se
pronunció de este modo:
4.3.3. (...) [E]l argumento esgrimido por el
impugnante, no resulta acorde con lo plas-
mado en la minuta de fecha 14 de febrero
del año 2020, por cuanto se desprende
de su segunda cláusula (...) que el saldo
de US$ 30,000.00 (treinta mil dólares
americanos), debería ser cancelado en
un plazo máximo de treinta días natu-
rales, el mismo que culminaba indefec-
tiblemente el día 14 de marzo del año
2020 (…). (El resaltado es nuestro)
El ad quem tampoco vio inconvenientes en
estimar que la cláusula 2.2 del contrato era
“clara” y, por tal motivo, fácil de extraer
que el plazo para el pago terminaba el 14 de
marzo de 2020, razón por la cual no apre-
ciaba ningún error de motivación en la sen-
tencia del a quo.
De esta manera, los jueces del Séptimo Juz-
gado Especializado en lo Civil y de la Pri-
mera Sala Civil, todos ellos pertenecientes
a la Corte Superior de Justicia de La Liber-
tad, bajo la excusa de in claris non fit inter-
pretatio, no desenvolvieron actividad herme-
néutica, pues de sus pronunciamientos no se
47
observa el procedimiento interpretativo que
se siguió para llegar a la convicción de que el
plazo para la entrega del cheque de gerencia
vencía el 14 de marzo de 2020, y no el día 15
como postulaba el comprador demandante.
III. ANOTACIONES CRÍTICAS: LA
NO LIMITACIÓN DEL TRABAJO
INTERPRETATIVO POR EL MITO DE
LA CLARIDAD CONTRACTUAL
La claridad del contrato no es un límite al tra-
bajo interpretativo, por el contrario, la deter-
minación de dicha cualidad no es más que el
producto resultante del uso de los cánones
hermenéuticos previstos por la ley. No obs-
tante, de las sentencias bajo análisis se cons-
tata todo lo contrario, pues los jueces, para
arribar a sus conclusiones, omitieron emplear
los lineamientos interpretativos sobre el con-
trato. Fue así como procedieron a indicar lla-
namente que la cláusula 2.2 era “clara” y que,
por tal condición, se develaba que el plazo
para el cumplimiento de la obligación del
comprador vencía el 14 de marzo de 2020.
Por lo tanto, es evidente que la motivación en
ambos pronunciamos viene siendo nula, por-
que, como ya sabemos, si el decisor culmina
en el carácter manifiesto del sentido jurí-
dico del contrato es porque con anterioridad
desarrolló el trabajo interpretativo correspon-
diente; sin embargo, en este caso, todos los
magistrados participantes afirmaron la cer-
teza del sentido literal de la cláusula 2.2 sin
haber puesto en marcha algún criterio her-
menéutico recogido en nuestro Código Civil.
No debe perderse de vista que los jueces no
pueden escapar de la aplicación de la técnica
interpretativa contractual, sobre todo si las
partes mantienen posiciones opuestas a par-
tir de un entendimiento divergente del conte-
nido de su acuerdo. Como se ha explicado ya,
en materia de interpretación del contrato, el
juez de mérito tiene la obligación de revelar
48 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
el iter lógico-legal a través del cual llegó a su
decisión (Costanza, 1995, p. 345). Y, como es
palpable, esta regla no se desvanece con la
invocación –expresa o tácita– al brocardo in
claris non fit interpretatio.
La idea de que la claridad no restringe la
interpretación, incluso, ya se encuentra resal-
tada por nuestra doctrina. Por ejemplo, Bar-
chi Velaochaga (2007) precisaba que la inter-
pretación nunca podrá dejarse de lado, y esto
porque “todos los signos, cualquiera que sea
el código al que pertenecen, tienen un alea de
indeterminación semántica que tras un signi-
ficado aparente puede esconder un diverso y
más justo significado. (...) Desde este punto
de vista el brocardo ‘in claris non fit inter-
pretatio’ queda de lado” (p. 1770). Espinoza
Espinoza (2020), en la misma línea, refería
que la “‘claridad’ es una consecuencia de un
proceso intelectivo. Para decir que un texto
o un comportamiento son claros tengo que
haberlos interpretado previamente” (p. 610).
Entonces, la expresión in claris non fit inter-
pretatio no viene a ser más que un mito
(Trazegnies Granda, 2005, p. 33), una fic-
ción al que en no pocas ocasiones se recu-
rre para evadir ilegítimamente la interpreta-
ción del contrato, o, lo que es lo mismo, para
dejar de aplicar las disposiciones normati-
vas que regulan esa parcela de la disciplina
negocial-contractual.
Lo peor de todo es que, en el caso evaluado,
la cláusula 2.2 ni siquiera gozaba de la carac-
terística de aquello que podría llamarse cla-
ridad, ya que de su propia redacción se apre-
ciaban dos fechas distintas como término
final para el pago del saldo del precio (14 y
15 de marzo de 2020), escenario que vuelve
más reprochable aún que los jueces a cargo de
la solución del litigio no hayan acudido a las
reglas interpretativas para intentar dotar de un
sentido coherente a la cláusula bajo referencia.
 ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

Consecuentemente, las sentencias del Sép-

timo Juzgado Especializado en lo Civil y de
la Primera Sala Civil no son apropiadas, y
esto, insistimos, porque a pesar de la ambi-
güedad del texto del contrato, no se procedió
con su interpretación respetando las directri-
ces hermenéuticas de nuestro Código Civil, y
todo esto bajo el pretexto de una pseudo cla-
ridad que en realidad nunca existió.
IV. OTROS ASPECTOS SUSTANTIVOS
BAJO ANÁLISIS: EL CÓMPUTO
DEL PLAZO Y LA POSIBILIDAD
DE CUMPLIMIENTO TARDÍO
COMO FRENO A LA RESOLUCIÓN
CONTRACTUAL
Además del asunto de la interpretación con-
tractual, el caso bajo análisis nos permite
adentrarnos en algunos tópicos adicionales
sobre los cuales se muestra conveniente lle-
var a cabo unos breves apuntes.
Pues bien, el primero de ellos tiene que ver
con el hecho de que, al menos del plantea-
miento realizado por el demandante, parece
que era del todo irrelevante que los jueces
hayan concluido que la fecha de pago venía
siendo el 14 y no el 15 de marzo de 2020.
Afirmamos esto porque la tesis del compra-
dor consistía en indicar que el plazo culmi-
naba el 15 de marzo de 2020, dado que esta
fecha cayó domingo, es decir, día inhábil,
por lo que, ex inciso 5 del artículo 183 del
Código Civil8, el término final se constataría
recién el día hábil siguiente, esto es, el lunes
16 de marzo de 2020, día en el que, según
su dicho, estaba imposibilitado de realizar
La claridad del contrato
no es un límite al trabajo
interpretativo, por el contrario,
la determinación de dicha
cualidad no es más que el
producto resultante del uso
de los cánones hermenéuticos
previstos por la ley.
el pago conforme lo previsto en la cláusula
2.2, dado que no había disponibilidad de los
servicios notariales por el inicio del estado de
emergencia decretado por la propagación del
COVID-199. Fue por este motivo que recién
comunicó la entrega del cheque de gerencia
el 15 de junio de 2020, pues en ese momento,
de acuerdo con su manifestación, su imposi-
bilidad se había ya disipado al encontrarse las
notarías operando sin contratiempo alguno.
Y es que, en la cláusula 2.2 del contrato se
especificaba también que la entrega del che-
que de gerencia por US$ 30,000.00 debía
efectuarse en presencia de notario cuando se
esté elevando a escritura pública la minuta
del contrato. Por ello, a decir del comprador
demandante, estando a la modalidad (lugar
de ejecución) impuesta para la verificación
correcta del pago del saldo del precio, resul-
taba imposible que este se pueda concreti-
zar cuando las notarías no se hallaban ope-
rativas, de ahí su interés de que se dictamine

8 Artículo 183 del Código Civil.- El plazo se computa de acuerdo al calendario gregoriano, conforme a las
siguientes reglas:
5. El plazo cuyo último día sea inhábil, vence el primer día hábil siguiente.
9 El estado de emergencia se produjo con el Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, Decreto Supremo que declara
Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia
del brote del COVID-19.

DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53 49
como término final del plazo el domingo 15
de marzo de 2020, pues así se podría correr
la fecha al 16 de marzo del referido año, día
en el que ya se encontraba vigente el estado
de emergencia nacional.
A pesar de lo señalado, lo cierto es que al
mismo punto se hubiese llegado teniendo
como fecha de vencimiento del plazo al 14
de marzo de 2020, puesto que cayó sábado,
esto es, un día inhábil de acuerdo con nues-
tro ordenamiento jurídico, y que, por vir-
tud del ya referido inciso 5 del artículo 183
del Código Civil, se trasladaba de la misma
manera al día hábil siguiente, es decir, al
lunes 16 de marzo de 2020, fecha en la que,
según el comprador demandante, estaba
impedido de cumplir su prestación bajo los
lineamientos dispuestos por el contrato por
el acaecimiento del estado de emergencia.
Al respecto, el juez de primera instancia fue
el que llegó a emitir un pronunciamiento
sobre este particular asunto:
Quinto.- Respecto a la forma de pago
y a las justificaciones expuestas por el
demandante
(…)
Es importante señalar que aunque el actor
pretende atribuir la responsabilidad en
la demora en el pago a su contraparte,
sin embargo, ello carece de total asidero,
siendo irrelevante en este análisis la con-
ducta del vendedor, pues aun cuando haya
existido negativa en el otorgamiento de la
escritura pública o en la concurrencia a
la oficina del notario para tal fin, el com-
prador debió cumplir con su obligación
10 Mencionamos esto porque, de acuerdo con el Decreto Supremo N° 080-2020-PCM, Decreto Supremo que
aprueba la reanudación de actividades económicas en forma gradual y progresiva dentro del marco de la
declaratoria de Emergencia Sanitaria Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación
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de pago de manera incondicional hasta
el 14 de marzo de 2020, pues, la firma
de la escritura pública no constituyó
una condición para el pago a través del
cheque de gerencia que debió emitir el
demandante (máxime si no existió nin-
gún impedimento para ello). (El resal-
tado es nuestro)
Se desprende de este fundamento que el
magistrado no tuvo en cuenta lo prescrito en el
inciso 5 del artículo 183 del Código Civil, ya
que insistía que el pago tenía que haber acon-
tecido sí o sí el sábado 14 de marzo de 2020 a
pesar de que este propiamente era inhábil. Las
razones por la cuales desechó la aplicación del
referido dispositivo legal se desconocen, pues
en ningún momento se enunciaron las causas
por las que en este particular caso no pro-
cedía el traslado del término final del plazo
al lunes 16 de marzo de 2020, día en el que,
reiteramos, de acuerdo con el argumento de
defensa del demandante, le resultaba imposi-
ble la ejecución de su prestación por la no dis-
ponibilidad de los servicios notariales debido
a la medida gubernamental dictada para
limitar la expansión del COVID-19.
Aunado a lo anterior, y aprovechando justa-
mente este alegato del demandante, hubiese
sido una buena ocasión para que el juez se
inmiscuyera en el análisis de la posibilidad o
no del cumplimiento de la obligación de pago
a través de cheque de gerencia, conforme
había definido el contrato, ante el estado de
emergencia que en su momento se dicta-
minó, y decimos esto reconociendo que la
fecha en la que según el comprador se había
desvanecido su imposibilidad (15 de junio
de 2020) podría no ser tan precisa10, aunque
 ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

cierto es que sobre este aspecto no hubo obje-
ción por parte de los vendedores demanda-
dos. Empero, como se vio, el magistrado se
limitó a señalar que la presencia del notario
y la construcción de la escritura pública no
influían en la entrega de la prestación a cargo
del comprador, esto a pesar de que la referida
cláusula 2.2 parecía así expresarlo11. ¿Cómo
se arribó a tal conclusión? No lo sabemos,
ya que el magistrado tampoco aquí explicó
el procedimiento interpretativo que le permi-
tió llegar a tal resultado, verificándose otro
defecto en la tarea hermenéutica del contrato.
El segundo tópico que quisiéramos traer a
colación surge de una circunstancia muy
curiosa: la privación de efectos al contrato
por parte de los vendedores ocurrió el mismo
día en el que el comprador ofreció entregar
el cheque de gerencia. En efecto, tanto la
oferta de pago realizada por el comprador
como el desistimiento operado por los ven-
dedores aconteció el 15 de junio de 2020; no
obstante, ni de la sentencia del a quo ni la del
ad quem se logra reconocer cuál de las dos
comunicaciones llegó primero a sus respec-
tivos receptores.
La importancia de este dato subyace en que,
de acuerdo con el artículo 1374 del Código
Civil12 , las declaraciones contractuales se
estiman conocidas y producen sus efectos
“en el momento en que llegan a la dirección
del destinatario”. Por lo tanto, si la propuesta
de entrega del cheque de gerencia se hubiese
verificado antes de la comunicación de la
ineficacia del contrato, no cabía luego apro-
bar sin más esta actuación de los vendedores,
incluso si es que se afirmaba que para dicha
fecha (15 de junio de 2020) el comprador se
encontraba en retraso en el cumplimiento de
su obligación de pago.

a consecuencia del COVID-19, que aprobaba la “Reanudación de actividades” (numeral 1.1 del artículo 1), esta-
blecía que la Fase 1, dentro de las cuales se ubicaban los servicios notariales, se iniciaba en el mes de mayo de
2020. Es más, con Resolución Ministerial N° 0135-2020-JUS, de fecha 18 de mayo de 2020, se aprobó el “Pro-
tocolo sanitario para la operación ante el COVID-19 del Servicio Público Notarial”. Teniendo en cuenta estos
datos, no es tan sencillo establecer si es que todas las notarías retomaron sus actividades el 15 de junio de 2020.
11 Y traemos a colación este asunto porque en el campo de la responsabilidad por inejecución de obligaciones se
ha señalado que el concepto de imposibilidad puede ser diseñado desde una perspectiva relativa, lo que signi-
fica apreciarla atendiendo al “contenido de la relación concreta en cuestión, así como la que resulta determi-
nada por su fuente” (Di Majo, 2007, p. 44). De hecho, Breccia (1991) señalaba que la imposibilidad es relativa
porque “al deudor se imponen todos aquellos medios (pero únicamente aquellos) que caen dentro del conte-
nido de la obligación, en razón no solo del tipo y naturaleza de la relación, sino sobre todo de la reglamentación
contractual, reconstruida con valoración circunstanciada según parámetros de buena fe” (p. 464). En nuestro
medio, Fernández Cruz (2018) postulaba que la imposibilidad, si bien siempre objetiva, tenía que ser relativa,
pues bajo su entendimiento esta es la que “mejor se adapta a la normativa peruana y a la zona de frontera entre
diligencia e imposibilidad regulada en los artículos 1314 y 1315 del Código Civil como reglas de responsabi-
lidad/exoneración, toda vez que el grado de esfuerzo exigible a un deudor para superar obstáculos al cumpli-
miento, de hecho varía según la utilidad comprometida en el deber de prestación del deudor, tal y como lo señala
Betti cuando indica que ‘(...) la prestación debida en los varios tipos de relación puede ser diversa y reclama un
esfuerzo de cooperación distinto (...)’” (p. 12). Bajo este alcance teórico, nos parece que el magistrado podría
haber evaluado si es que las formas en las cuales debía llevarse adelante la concesión del cheque de gerencia
calificaban o no como una hipótesis de imposibilidad relativa en el cumplimiento de la obligación a cargo del
comprador, puesto que, si bien era factible conseguir el mencionado título valor, no se podía decir lo mismo de
las notarías, sede en la que justamente, según la cláusula 2.2 del contrato, tenía que darse su entrega.
12 Artículo 1374 del Código Civil.- La oferta, su revocación, la aceptación y cualquier otra declaración contrac-
tual dirigida a determinada persona se consideran conocidas en el momento en que llegan a la dirección del
destinatario, a no ser que este pruebe haberse encontrado, sin su culpa, en la imposibilidad de conocerla. (…).

DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA | Nº 292 • ENERO 2023 • ISSN 1812-9587 • pp. 29-53 51
Y decimos esto porque, como regla general,
un deudor puede perfectamente ejecutar su
prestación aun estando en demora, es decir,
a pesar de que el plazo de cumplimiento ya
se encuentra expirado. Si esto acontece, el
acreedor estará impedido de recesar el con-
trato. Como decía Brufani (1949), el derecho
potestativo de privar de eficacia al acuerdo
contractual por una de las partes tiene como
presupuesto de hecho la perduración del
incumplimiento, por lo que, si este llegase a
ser cesado, “el contrato resultará ejecutado,
e ineficaz e irrelevante toda declaración de
resolución hecha posteriormente” (p. 1161).
Entonces, habiéndose considerado que la
fecha de vencimiento del plazo para el cum-
plimiento era el 14 de marzo de 2020, y aun
pasando por alto el texto del inciso 5 del
artículo 183 del Código Civil que impo-
nía el deber de trasladar dicha fecha al día
hábil siguiente, de igual forma el compra-
dor estaba habilitado para hacer entrega
del cheque de gerencia, a no ser que antes
de que esto ocurra los vendedores ya le
habían informado sobre el receso, hecho
que se desconoce porque en las sentencias
del juzgado y de la de Sala Superior no se
logra precisar este dato, solo se señaló que
ambas comunicaciones ocurrieron el día 15
de junio de 2020.
CONCLUSIONES
Hemos querido resaltar que el sentido y,
como correlato, los efectos jurídicos del con-
trato dependen de su interpretación. Por tal
motivo, “la interpretación del contrato se sus-
tancia en un complejo de operaciones lógi-
cas de las cuales no es posible en algún caso
prescindir para la comprensión del acuerdo”
(Carresi, 1987, p. 503).
Siendo esto así, la expresión in claris non
fit interpretatio no limita el trabajo del
intérprete, sino que, por el contrario, lo
52 pp. 29-53 • ISSN 1812-9587 • ENERO 2023 • Nº 292 | DIÁLOGO CON LA JURISPRUDENCIA
presupone. Como bien se ha manifestado,
“la afirmación de que la claridad del texto
contractual hace superfluo el proceso inter-
pretativo es una contradicción de términos,
ya que la propia conclusión de que un acto
está claramente formulado solo puede lle-
garse después de que se haya interpretado”
(Carresi, 1987, p. 503).
Es esta la razón principal por la que hemos
expresado nuestra disconformidad con las
sentencias analizadas, puesto que tanto el
juez del juzgado como los magistrados de la
Sala Superior concedieron cierto sentido a
una cláusula del contrato sin haber realizado
labor interpretativa alguna.
Por lo demás, tampoco quisimos pasar por
alto la no consideración del inciso 5 del
artículo 183 del Código Civil en el cómputo
del plazo y la falta de evaluación del argu-
mento del demandante sobre la imposibi-
lidad de cumplimiento por la carencia de
servicios notariales, a lo que se sumaba la
incertidumbre del momento en el que las
cartas de entrega del cheque de gerencia y
de desistimiento llegaron a sus respectivos
destinos, dado que este dato pensamos que
era crucial para determinar si es que la ine-
ficacia dispuesta por los vendedores llegaba
a ser o no correcta.
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