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El concepto de salud ha ido variando a lo largo de los años desde un concepto médico-biológico, hasta concluir
que abarca factores ambientales, biológicos, conductuales, sociales, económicos, laborales, culturales y, por
supuesto los servicios sanitarios como respuesta organizada y especializada de la sociedad para prevenir la
enfermedad y restaurar la salud. Este planteamiento supone una revisión del concepto tradicional de la agencia
de la salud, de lo meramente asistencial para potenciar más las intervenciones preventivas.
Según la OMS la salud es el logro del nivel más alto de bienestar físico, mental y social, que pueden lograr
tanto los individuos como las comunidades.
Se entiende por enfermedad como la perdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una
alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel.
1. Determinantes de la salud
La salud de la población es una de las preocupaciones de las autoridades de un país, ya que condiciona la
calidad de vida de la gente, y tiene impacto en la economía y en su desarrollo.
Los determinantes de la salud, son aquellas causas, circunstancias, factores o condiciones que determinan la
salud de los individuos y de las comunidades. La salud de una población está incluida por 4 grupos de
determinantes: la biología humana, el medio ambiente, el estilo de vida y el sistema sanitario. Actuando sobre
ellos, puedes establecer una serie de medidas que consiguen mejorar el nivel de salud de la comunidad.
La BIOLOGÍA HUMANA está condicionada por la carga genética y los factores hereditarios, y por la edad.
Se vuelven importantes a partir de los avances en ingeniería genética que abren la posibilidad de prevenir
enfermedades genéticamente conocidas, y establecer avances en materia de prevención que se puedan adoptar.
En cuanto al ESTILO DE VIDA, los hábitos de vida sanos o insanos son uno de los principales condicionantes
en el proceso de salud-enfermedad. Representa el conjunto de decisiones que toma el individuo con respecto
a su propia salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control. Entre ellos la inadecuada alimentación,
consumo de sustancias nocivas, el sedentario, conductas de riesgo en sexualidad… La mejora de estos hábitos
conduce a una mejora en el estado de salud de los individuos y por lo tanto de la población. Un estilo de vida
saludable se puede potenciar con por ejemplo campañas antidroga o información sobre dietas saludables.
Los recursos sanitarios de los que dispone una población y su acceso a ellos, constituyen un determinante de
la salud. Un sistema sanitario mejor y universal, elevará el nivel de salud de la población. La OMS define
sistema sanitario como el conjunto de organizaciones, instituciones y recursos que contribuyen a mejorar la
salud en los hogares, lugares de trabajo, lugares públicos y comunidades, así como el medio ambiente físico,
mental y social. Abarca todos los recursos sanitarios disponibles, públicos y privados (humanos, instalaciones,
materiales y económicos) y todos los ámbitos de la salud (prevención, promoción, curación y rehabilitación.
Por lo que la medicina se tiene que ocupar de los enfermos y de los sanos. Cada país establece la forma en que
la población podar recibir atención sanitaria y los mínimos a que tiene derecho cualquier persona. Un sistema
sanitario para ser óptimo, según la OMS, necesita ser:
• Universal: para toda la población.
• Integral: todos los servicios y disciplinas necesarias para cuidar la salud, como por ejemplo la
promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación, emergencias y acceso a medicamentos.
• Equitativo: en el reparto de recursos según necesidades de la población y criterios de asignación de
recursos.
• Eficiente: los mejores resultados con los recursos disponibles.
• Flexible: capacidad de adaptación a nuevas situaciones o necesidades, para ofrecer la mejor respuesta
posible.
• Participativo: de muchos profesionales de diversos ámbitos y toda la población. Importante que todos
los usuarios participen en su creación y evolución.
Los sistemas sanitarios varían mucho de un país a otro, dependiendo de su forma de financiación y manejo.
Podemos distinguir tres modelos: liberal, socialista y mixto.
En el MIXTO (UE) conviven el sector público (con diferentes niveles de prestaciones, según cada país) y el
privado. La oferta publica es complementada por una oferta privada. Según la financiación podemos
diferenciar dos modelos:
• Seguro obligatorio (Mutualista o De Bismarck, 1883): todos los trabajadores tienen obligación de
pagar cuotas a un seguro. El seguro cubre al asegurado, su cónyuge e hijos. Cada país decide las cuotas
que se calculan de manera diferente y pueden existir copagos como hospital o fármacos. Este es el
modelo de : Alemania, Austria, Bélgica y Luxemburgo.
• Presupuestos del Estado (sanidad pública o de Beveridge, 1942): el estado enamora planes de salud de
obligatorio cumplimiento. Se financian con los presupuestos generales del estado. Apuestan por una
protección sanitaria universal. El estado tiene una red de hospitales públicos propios. No suele haber
copagos, a excepción del farmacéutico. El inconveniente de este modelo es el alto coste de las
prestaciones, que trae como consecuencia algún copago. Cada país establece la forma de controlar y
racionalizar los costes estableciendo: cartera de servicios, criterios de la prestación, copagos… Pueden
existir convenios con centros privados que completan la asistencia. Este modelos es el de: España,
Suecia, Finlandia, Noruega, Portugal, Italia…
Los sistemas sanitarios de Europa están basados en el modelo mixto, existe una regulación comunitaria que
marca las pautas de los diferentes países. Los objetivos principales de Europa en materia de sanidad son:
mejorar la salud publica, prevenir las enfermedades y los peligros para la salud, y luchar contar las plagas
favoreciendo la investigación. Y los objetivos de los países miembros para periodo 2014-2020: reformas para
hacer unos sistemas sanitarios innovadores y viables, favorecer el acceso de los ciudadanos a una asistencia
sanitaria mejor y más segura, fomentar la salud de los ciudadanos y prevenir enfermedades y proteger a los
ciudadanos europeos frente a amenazas sanitarias transfronterizas.
Europa crea la grandes líneas de actuación. Los países europeos crean sus planes con sus objetivos, en función
de sus competencias, territorio, situación sanitaria, necesidades y recursos concretos. Y España tiene planes a
nivel europeo, español y de CCAA.
El diseño de un sistema sanitario, de planes de salud o de cualquier cambio o acción que se quiera llevar a
cabo para su desarrollo y evolución, exigen establecer una serie de objetivos. Y estos objetivos tienen que ser
cuantificables (medibles).
En el campo de los sistemas de salud, hay una serie de parámetros cuantificables que permiten evaluar y
comparar distintos sistemas, y estudiar su evolución en el tiempo. Son los indicadores de salud, que determinan
el estado de salud de una población. En España:
1) Esperanza de vida: al nacer, en buena salud y libre de incapacidad.
2) Mortalidad: con separación de las causas que la provocan, como por ejemplo enfermedades crónicas,
infecciosas, accidentes, suicidios, alcoholismo, tabaquismo…
3) Morbilidad: cantidad de personas que enferman, con respecto al total de la población. Informa sobre
altas hospitalarias, diagnósticos, incidencia de enfermedades…
4) Incapacidad o salud subjetiva: diferentes incapacidades y la percepción de las personas de su salud.
5) Salud materno-infantil: mortalidad infantil, mortalidad perinatal, nacimientos/edad de la madre, peso
del bebe, lactancia, interrupción del embarazo, fertilidad, vacunación infantil…
6) Hábitos y estilo de vida: consumo de tabaco, drogas, actividad física, obesidad…
Todos los indicadores se presentan separados por sexo, edad y CCAA. El conocimiento de estos indicadores
de salud es muy importante en todo solos aspectos relacionados con la política y la educación sanitaria: nos
permite establecer prioridades, planes de adaptación nuevos y estrategias más adecuadas a la situación real de
la población.
El modelo sanitario español se basa en la Constitución Española, artículo 43.1, donde se reconoce el derecho
a la protección de la salud; y en el articulo 43.2 que señala a los poderes públicos como órganos competentes
para organizar y tutelar la salud publica a través de medidas preventivas, y de prestaciones y servicios
necesarios.
La asistencia sanitaria en España fue precaria hasta finales del s.XIX (19). Recibían asistencia medica solo los
adinerados. El cambio comienza en 1855 cuando se crea la Dirección General de Sanidad, y culmina con la
creación del SNS en 1986 mediante la ley 14/1986, de 25 de abril, general de sanidad. La puesta en marcha
de esta ley se prolonga hasta 2001, cuando culminan todas las transferencias sanitarias a la CCAA.
El SNS es un conjunto de servicios de salud de la Administración General del Estado y de los servicios de
salud de las CCAA. Integrando todas las funciones y prestaciones sanitarias.
La Ley General de Sanidad define el sistema sanitario como un modelo descentralizado con 3 niveles de
organización, con competencias diferenciadas:
Características:
ATENCIÓN PRIMARIA ATENCIÓN ESPECIALIZADA
Lugar -Centros de salud y consultorios locales. -Centros especializados y hospitales.
Instituciones -Varias. Un centro de salud por cada 5000- -Mínimo un hospital por cada área de
25000 habitantes. salud: 200000-250000 habitantes.
Demarcaciones -Zona básica de salud. -Área de salud.
Personal -Equipos de atención primaria (médico de -Especialidades médicas y quirúrgicas.
familia; pediatra). -Médicos especialistas.
-Personal sanitario (enfermero/a; auxiliar -Personal sanitario (enfermero/a, técnicos
de enfermería). especialistas, auxiliar de enfermería).
-Personal no sanitario (trabajador social, -Personal no sanitario
administrativo, celador).
-Equipos de apoyo (centro de orientación
familiar, centro de psicoprofilaxis
obstétrica, centros de salud mental).
Funciones -Atención al individuo, la familia y la -Atención sanitaria de mayor complejidad
comunidad. Realizan: y rehabilitación.
• Promoción de la salud. -Docencia.
• Prevención de enfermedad. -Investigación.
• Curación.
• Rehabilitación.
• Reinserción social.
• Diagnóstico de salud de zona.
• Evaluar actividades.
• Formación del personal.
-Participación en programas de salud.
La ley General de Sanidad de 1986, en su capítulo II, establece que cada CCAA debe constituir y gestionar su
propio servicio de salud. Para ello dividen su territorio en áreas de salud y zonas básicas de salud.
Las ÁREAS BÁSICAS DE SALUD gestionan el conjunto de servicios sanitarios, tanto establecimiento, como
prestaciones y programas sanitarios.
Las ZONAS BÁSICAS DE SALUD son unidades territoriales elementales a través de las cuales se organizan
los servicios de atención primaria de salud.
Los servicios sanitarios del SNS se denominan prestaciones. Estas son los servicios preventivos, diagnósticos,
terapéuticos, rehabilitadores y de promoción y mantenimiento de la salud dirigidos a la ciudadanía. Para
garantizar la equidad y accesibilidad a la atención primaria, de la población las prestaciones se concretan y
reúnen en la cartera común de servicios: una lista mínima de prestaciones a la población y su financiación.
Las CCAA deben asegurar la financiación de esta cartera. De forma opcional, las CCAA pueden ofrecer
prestaciones adicionales en su cartera de servicios complementarios, a las que deben asignar financiación.
El artículo 3, Del Real decreto-ley 7/2018, se modifica en el 2018 para garantizar la universalidad de la
asistencia sanitaria, es decir, garantizar el derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria, en las
mismas condiciones, a todas las personas, independientemente de su nacionalidad, que tengan residencia en
el Estado Español. Esto se hace porque la anterior modificación del 2012, dejaba fuera del sistema sanitario a
la población extranjera no registrada ni autorizada en España.
Según este articulo 3, son titulares del derecho a la protección de la población y a la atención sanitaria:
• Todas las personas con nacionalidad española y las personas extranjeras que tengan establecida su
residencia en el territorio español.
• Las personas con derecho a la asistencia sanitaria en España en aplicación de los reglamentos
comunitarios de coordinación de sistemas de Seguridad Social o de convenios bilaterales que
comprendan la prestación de asistencia sanitaria, tendrán acceso a la misma, siempre que residan en
territorio español o durante sus desplazamientos temporales a España.
Siguiendo con este articulo 3, queda garantizada la sistémica sanitaria en España, con cargo a fondos públicos,
a través del Sistema Nacional de Salud, a aquellas personas que se encuentren en alguno de los siguientes
supuestos:
• Ser trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia, afiliado a la Seguridad Social y en situación de
alta o asimilada a la de alta.
• Ostentar la condición de pensionista del sistema de la Seguridad Social.
• Ser perceptor de cualquier otra prestación periódica de la Seguridad Social, incluidas las prestaciones
y el subsidio por desempleo.
• Haber agotado la prestación o subsidio por desempleo u otras prestaciones de similar naturaleza,
encontrarse en situación de desempleo, no acreditar la condición de asegurado por cualquier otro titulo
y residir en España.
Del mismo modo, tendrán la condición de beneficiarios de un asegurado, siempre que residan en España, el
cónyuge, que deberá acreditar la inscripción oficial correspondiente, el ex cónyuge a cargo del asegurado, así
como los descendientes y personas asimiladas a cargo del mismo que sean menores de 26 años o que tengan
una discapacidad en grado igual o superior al 65%.
El acceso de la ciudadanía (asegurados y beneficiarios) a los centros, servicios y prestaciones del sistema
sanitario, se facilita a través de la TARJETA SANITARIA INDIVIDUAL. Esta tarjeta es individual, y a cada
ciudadano/a con la condición de asegurado o beneficiario del SNS, la tiene que tener. Cada CCAA elabora su
propio modelo de tarjeta. Aunque todas las tarjetas sanitarias tienen que tener: datos de identificación del
titular de la tarjeta, derecho que le asiste en relación a la prestación farmacéutica y el servicio de salud o
entidad responsable de su asistencia sanitaria. La validez de la tarjeta sanitaria siendo extranjería tiene dos
requisitos: mantener la condición de asegurado y contar con el permiso de residencia vigente.
El SNS se financia a copago de los presupuestos públicos. Las CCAA son las responsables de su gestión en
su ámbito autonómico y deben incluir en su presupuestos dotaciones necesarias, para prestar a la población,
como mínimo los servicios de la cartera común de servicios. Con acceso gratuito a la básica y con copagos en
otras prestaciones.
El problema es financiar todo lo anterior y con problemas añadidos como el envejecimiento de la poblacion y
la reducción de la población activa. Esto trae como consecuencia la difícil sostenible dad del sistema sanitario,
con problemas en la atención y gestión de diferentes partes del sistema.
Los cambios encaminados a dar soluciones están gestionados por la economía sanitaria.
6. Mutualidades de funcionarios
Las mutualidades de funcionarios es un caso particular dentro del SNS. No se rigen por los principios generales
del SNS sino por regímenes especiales del sistema de Seguridad social. Las mutualidades permiten el acceso
a sus usuarios a todos los servicios del SNS, pero también a servicios privados con los que la mutualidad tenga
firmados conciertos. Los usuarios deciden a dónde quieren ir.
Las diferencias en la prestación farmacéutica son que las mutualidades emiten recetas con una codificación
diferente, y los copagos tienen menor importe para el usuario.
Las mutualidades que existen son:
• MUFACE: para funcionarios de la Administración Civil del Estado.
• ISFAS: Instituto Social de las Fuerzas Armadas, encargado del régimen de las Fuerzas Armadas y de
la Guardia Civil.
• MUGEJU: organismo publico dependiente del ministerio de justicia, dirigido a los funcionarios/as de
la Administración de Justicia.
Las instituciones sanitarias privadas son un conjunto de servicios sanitarios de titularidad privada. Las
personas titulares que pueden acceder a ella son:
1) De forma particular: solicitando servicios y abonando la cantidad.
2) A través de mutuas y seguros: los usuarios contratan un seguro médico, y cuando lo necesitan, utilizan
los servicios que tengan contratados.
3) Acceso a través del SNS: titulo IV de la Ley General de Sanidad. Conciertos firmados entre el SNS y
entidades privadas para que les presten ciertos servicios a los usuarios del SNS. La derivación de los
pacientes a la sanidad privada tiene que venir dada por profesionales de la sanidad publica y a traves
de los protocolos que se hayan establecido en los conciertos.
4) Acceso desde las mutualidades de funcionarios: a través de los conciertos firmados entre ellos para el
Suso de los servicios de los centros privados para los usuarios de las mutualidades.
Fuera de la asistencia pública, existen una serie de instituciones sin animo de lucro que prestan determinado
servicios sanitarios y estén enmarcadas en la Ley de voluntariado: Cruz roja, Cáritas, Asociación española
contar el cáncer…
Las profesiones sanitarias están reguladas para garantizar la calidad del Sistema Sanitario y permitir la
homologación con los demás países de la UE. Son profesiones sanitarias, tituladas y reguladas, aquellas cuya
formación se dirige específicamente a dotar a los interesados de los conocimientos, habilidades y actitudes
propias de la atención de la salud, y que están organizadas en colegios profesionales oficialmente reconocidos.
1. Estructura
Todos los profesionales de la salud trabajan relacionados unos con otros. Para garantizar la eficacia de los
servicios, secciones y equipos, es necesario que cada profesional conozca sus obligaciones y limitaciones.
También es imprescindible que la forma en que se van a relacionar las distintas profesiones esté perfectamente
definida, mediante normas de funcionamiento interno que deben abarcar todas las posibilidades, como por
ejemplo como un médico pide un análisis o como dar instrucciones para hacer unas curas. Así conseguimos
eficacia organizativa y velar por la salud de las personas. Teniendo esto en cuenta, la organización debe
garantizar:
• Delimitar las funciones: cada profesional tiene unas funciones acordes a sí titulación y formación.
• Continuidad asistencial de los pacientes: tanto de los que sean atendidos por diferentes profesionales
y especialistas, como la de quienes sean en diferentes niveles.
• Optimización del uso de los recursos: tanto los humanos como los materiales, ya que son limitados.
3. La ética en sanidad
Todos los pacientes tienen una serie de derechos, que son tres:
• Información: el paciente tiene derecho a ser informado, no solo del diagnóstico, o del tratamiento sino
de cualquier aspecto relacionado con su salud. Y esa información debe ser dada por el personal
adecuado para ello.
• Intimidad y dignidad: el paciente debe ser tratado con respeto y en un entorno que no le resulte
incómodo.
• Confidencialidad: toda información clínica es confidencial y solo debe acceder a ella el personal
autorizado y por causas justificadas.
El gasto sanitario del conjunto de un país tiene un peso determinante en su economía, y constituye uno de los
conceptos destacados en los presupuestos de un país. A medida que se han ido implementado losSistemas
Sanitarios de las diferentes CCAA y aumentado la universalidad de la asistencia sanitaria, el gasto ha ido
incrementando. El problema es financiar todo lo anterior y con problemas añadidos como el envejecimiento
de la población y la reducción de la población activa, trae como consecuencia la difícil sostenibilidad del
sistema sanitarios, con problemas en la tensión y gestión de diferentes partes del sistema. Esto ha llevado a
aumentar la necesidad de estudiar formas más eficientes de gestión desde la perspectiva económica y ha
llevado a la creación de una rama especifica de la economía: la economía sanitaria.
Salud = gasto + inversión, hay unas necesidades crecientes e ilimitadas y unos recursos limitados y finitos
(7% PIB).
La economía sanitaria o de la salud surge porque los recursos son escasos. Esta es la especialidad de la
economía que estudia la eficiencia de organización de los servicios de salud y sugiere formas de mejorarla.
Proporciona una serie de herramientas de análisis y evaluación para las distintas actividades que se realizan
dentro del sistema sanitario, lo cual ayuda a la optimización de los recursos disponibles. Para optimizar al
máximo los recursos, hay que aplicar los criterios de eficacia y eficiencia. La eficacia es ser capaz de alcanzar
objetivos, ej: si tengo 100 pacientes en atención primaria y los consigo atender todos son eficaz. La eficiencia
es sacar el máximo partir a los recursos disponibles, ej: si el servicio anterior lo consigo hacer con 3 médicos,
soy más eficiente que si lo hago con 5.
Estos conceptos sirven de base para la evaluación y el diseño de sistemas sanitarios. Lo que se pretende es
que para cada necesidad sanitaria, ofrecer la solución más eficaz y eficiente.
Las evaluaciones económicas relacionan los costes y los beneficios del procedimiento que se analiza:
• Costes: en unidades monetarias e incluyen los recursos materiales y personales.
• Beneficios: más difíciles de calcular porque influyen muchas variables y algunas son subjetivas.
De la combinación de eficacia y eficiencia y de la evaluación de los costes y beneficios surgen diferentes tipos
de análisis, que buscan la mejor forma de utilizar los recursos, del mejor modo posible y al menor coste
posible:
1) Análisis coste-beneficio: establece la relación entre costes y beneficios, expresando ambos parámetros
en unidades monetarias. Consiste en un proceso de identificación, medida y valoración de los costes y
de los beneficios resultado de la asignación de recursos a un objetivo sanitario concreto. Los resultados
se valoran en unidades monetarias. Todos los efectos de un tratamiento o tecnología sanitaria se
expresan en una unidad común que es el dinero. Este método permite la comparación directa de los
resultados con los costes, pudiendo determinarse el valor neto del programa por diferencia entre ambas
magnitudes. Cuando los beneficios de un programa superen a los costes (el valor neto sea positivo),
estará económicamente justificada su adopción. En caso contrario, será preferible buscar un destino
alternativo a los fondos.
2) Análisis de coste-eficacia: establece la relación entre costes y beneficios, expresando los costes en
unidades monetarias y los beneficios en unidades ganadas: número de vidas salvadas, número de casos
correctamente diagnosticados…
3) Análisis coste-utilidad: establece la relación entre costes y beneficios, expresando los costes en
unidades monetarias y los beneficios en una unidad estandarizada (QALY o AVAC), esta es una
unidad que expresa años de vida ganados ajustados a la calidad de vida en esos años. Estas unidades
incorporan en una medida las dos dimensiones relevantes del beneficio de un tratamiento: cantidad de
vida ganada y calidad de esa vida. Es el método más reciente en la evaluación económica sanitaria.
Trata de identificar y cuantificar costes y resultados de procedimientos alternativos que tiene un mismo
objetivo.
2. El coste de oportunidad
A parte de los beneficios y de los costes en los análisis económicos, debemos tener en cuenta el coste de
oportunidad, que significa que los recursos que se destinan a un determinado servicio o paciente no están
disponibles para otros. Es decir, como los recursos son escasos, debemos decidir si llevar a cabo un
procedimiento determinado es lo más adecuado o sería mejor invertir esos recursos en otro distinto. En
resumen, el coste de oportunidad es el beneficio que habríamos obtenido invirtiendo los recursos en el mejor
de los usos alternativos (que hemos desechado), y ese valor tiene que ser menor que el que escogimos.
Aplicaciones del coste oportunidad:
1) La tecnología sanitaria: cuando se valora si un hospital debe adquirir un equipo de última generación.
A parte de valorar si se puede pagar o cómo, hay que pensar que beneficios dejaremos de obtener por
no destinar eses recursos a otros usos.
2) La equidad: es uno de los parámetros para definir un sistema sanitario y en principio significa que los
recursos se deben distribuir entre todos los usuarios. Ej: un transplante de hígado por un cáncer
hepático. Si la persona receptora tiene posibilidades de supervivencia, operamos y transplantamos. Si
la persona receptora, ha empeorado desde su inclusión en la lista de espera, y su estado es terminal, no
operamos ya que la operación no aporta beneficios al paciente. Y además priva de la oportunidad de
supervivencia a otro paciente.
La equidad radica en utilizar los mismos criterios, por igual, a casos iguales (no en repartir hígados a
todo el mundo).