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Marcado de olor alrededor de la época reproductiva en dos mejicanos recién

formados

Abstracto:El objetivo del estudio fue analizar los patrones de marcación olfatoria en
frecuencia, tipo y posición a lo largo del período reproductivo de dos parejas deCanis lupus
baileyialojados en dos zoológicos (LZ = León y ZZ = Zacango), en cuanto a parejas nuevas y
establecidas. El muestreo de comportamiento focal se utilizó para registrar 1.211 marcas de olor.
Los datos se agruparon en tres períodos: antes, durante, después y posterior a la época
reproductiva. Entre parejas recién formadas no se encontró diferencia significativa en el período
anterior (U = 6.50, p>0.065); además, no se observó diferencia significativa en el doble marcaje
(U = 54.0, p>0.083) durante la época reproductiva, aunque fue mayor en la pareja LZ en
comparación con la ZZ. Después de mezclar durante un año la pareja LZ establecida, mostró un
aumento en el doble marcado (U = 16,5, p<0,001) durante el período de apareamiento en
comparación con el año anterior. Los lobos machos marcaban con mayor frecuencia con la pata
levantada tanto en el marcaje doble como simple, mientras que las hembras marcaban más en
cuclillas. Se concluye que el marcaje olfatorio es diferente en parejas recién formadas en
cautiverio, las cuales se encuentran en un espacio reducido y no tienen libre elección para elegir
a su pareja.

Palabras clave:Comportamiento,Canis lupus baileyi, Lobo gris mexicano, época reproductiva,


marcaje de Uriñe

Introducción

El lobo gris mexicano(Canis lupus baileyi) figura como una especie en peligro de extinción en
virtud de la Ley de Especies en Peligro de Extinción de EE. UU. de 1976 (Hedricket al., 1997).
Actualmente solo existen 89 lobos mexicanos en México, todos ellos nacidos en zoológicos y parques de
vida silvestre en Estados Unidos y México (Siminski, 2002). De acuerdo con el Equipo Mexicano de
Recuperación del Lobo, los lobos se aparean un mes antes de que comience el ciclo reproductivo; sin
embargo, esta planificación se basa en su coeficiente de endogamia, sin saber si se puede producir la
vinculación de pareja y la integración social.

Autor correspondiente:Dr. M. Alsonso-Spilsbury, Laboratorio de Etología, Dpto. Producción Agrícola y Animal, Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Calzada del Hueso 1100, Col. Villa Quietud.
México, DF 04960, México Tel: +5255-5483-7535 Fax:+5255-5483-7535
Entre los cánidos, el marcado por olores sirve como mecanismo para anunciar y hacer cumplir el
territorio (Peters y Mech, 1975; Rothmanand Mech, 1979), como señal de adquisición y posesión de
alimentos (Wells y Bekoff, 1981; Harrington 1981, 1982), como ayuda en distancias largas.
reconocimiento del sexo, para promover la sincronía reproductiva, como información interna para orientar
a los miembros de la manada residente, para expresar el estatus social y para dispersar a los animales que
ingresan a los territorios ocupados (Gese y Ruff, 1997). Además, el marcado doble entre los miembros de
la pareja reproductora podría desempeñar un papel en la protección de la pareja. De acuerdo con Rothman
y Mech (1979), las parejas recién formadas alcanzan sus índices más altos durante las primeras semanas
juntas, y finalmente disminuyen sus índices hasta alcanzar los de las manadas establecidas. Las parejas de
lobos con vínculos fuertes muestran altas tasas de marcaje doble, también conocido como marcaje
simultáneo o alternativo, tanto antes como después del celo (Peters y Mech, 1975; Rothmanand Mech,
1979). Quizás el doble marcaje juega un papel multifuncional: sincronía reproductiva, comportamiento de
vínculo de pareja, defensa del territorio y protección de la pareja. Curiosamente, este tipo de marcado está
significativamente influenciado por el estatus social del animal y la época del año (Gese y Ruff, 1997). La
sincronización conductual y fisiológica de las parejas de lobos se logra a través del estímulo visual y
olfativo de la marca doble; los machos dominantes tienden a marcar con el olor con mayor frecuencia
(Rothman y Mech, 1979).
Se han estudiado cuatro tipos de marcas de olor en lobos (Peters y Mech, 1975; Rothman y Mech,
1979; Asaet al., 1985): micción con la pierna levantada (RLU), micción de pie (STU), micción en cuclillas
(SQU) y micción con la pierna flexionada (FLU). Las diferentes posturas para marcar con olor están
fuertemente asociadas con el estatus social de los miembros de la manada. En este sentido, RLU es la
forma más importante de marcar el olor del lobo (Mech, 2003); por ejemplo, RLU o FLU dan como
resultado una mayor frecuencia de micción en el macho y la hembra alfa que en los subordinados (Asaet
al., 1985).
Los lobos son reproductores estacionales que experimentan un solo celo entre finales de enero y
principios de abril (Sealet al., 1979). Según Rothman y Mech (1979) y Mech (2003), las parejas recién
formadas probablemente permanecen juntas porque establecen una sincronía física y conductual durante el
cortejo. Esta sincronía puede estimularse cuando marcan juntos el olor (doble marca). Las marcas dobles
de parejas establecidas en sus tasas más altas durante la temporada de reproducción, de hecho, las marcas
dobles de olor generalmente se consideran indicativas de un fuerte vínculo entre los lobos (Rothmanand
Mech, 1979).
Se considera que las parejas de lobos con fuertes lazos muestran altas tasas de doble marcado. El
objetivo de este estudio fue analizar el comportamiento del marcaje olfatorio en frecuencia, estilo y
postura, realizado por dos parejas de lobos grises mexicanos en cautiverio, alojadas juntas un mes antes del
inicio de la época reproductiva. Además, se comparó el comportamiento de marcado de olores que
mostraron las dos parejas de lobos en cautiverio con otros cánidos que vivían en recintos grandes o en
condiciones de libertad.

Área de estudio
Dos lobo gris mexicano(Canis lupus baileyt) las parejas se observaron desde que se juntaron por
primera vez hasta 15 días después de terminada la época reproductiva.
La pareja 1 estuvo integrada por el macho llamado Don Pablo, (linaje McBride; genealogía 429);
tenía ocho años y vivía en el Zoológico de Zacango (ZZ). La hembra, denominada La Güera, (linaje San
Juan de Aragón; genealógico número 88) (Siminski, 1998), fue trasladada del Centro Ecológico de Sonora
y reubicada en la ZZ; ella tenía 9 años. Esta pareja estuvo alojada en el Zoológico de Zacango, ubicado en
el kilómetro 7 de la carretera al Zoológico de Metepec, Municipio de Calimaya en el Estado de México.
La pareja 2 estaba integrada por la hembra de nombre “Gila” (linaje San Juan de Aragón; tenía unos
6 años) y residente del Zoológico de León desde hace 4 años y El Sapo, de linaje McBride, de seis años.
Macho viejo procedente de Guadalajara y trasladado al Zoológico de León. Esta pareja se encontraba
alojada en el Zoológico de León (LZ), ubicado en la carretera Ibarrilla, km 6 en el Estado de Guanajuato.
Se mantuvieron juntos durante dos ciclos reproductivos consecutivos, por lo que tuvimos la oportunidad de
monitorear el comportamiento de marcado por olor de una pareja establecida sin el factor de novedad.
Como suele ser habitual en esta especie, la hembra era de menor tamaño que el macho, lo que
facilitaba la identificación, sin necesidad de marcar a los animales. A su llegada, ambos lobos extranjeros
fueron alojados en un corral contiguo en la parte trasera del recinto de los residentes, separados por una
malla que permitía el contacto visual y olfativo. Ambas exhibiciones se construyeron con base en las
recomendaciones del Equipo Mexicano de Recuperación de Lobos Grises; un tamaño mínimo de 900 m2
se ha sugerido para las instalaciones de cría de lobos mexicanos (USFWS, 1982).

Materiales y métodos

Observaciones de comportamiento
Los animales fueron observados diariamente de febrero a abril (1999 para ZZ y 2002-2003 para LZ),
durante la temporada reproductiva.
Para obtener información sobre el comportamiento de marcaje de los lobos se utilizó un muestreo
focal (Martín y Bateson, 1986; Lehner, 1996) de 07:00 a 22:00 h, con intervalo de descanso de 15:00 a
16:00 h, observando cada instancia donde alguno de los lobos estaba marcando olores; se observó una
diferencia si el marcaje de orina era simultáneo o alternado, considerando si los lobos levantaban o no la
pata trasera (Rothman y Mech, 1979).
Los tipos de marcaje monitoreados en este estudio fueron: marcaje simple, cuando se cronometraron
20 segundos entre las emisiones de orina y marcaje doble cuando ambos lobos en un par marcaron con
orina dentro de un intervalo de 20 segundos. Se observó que esta marca se mostraba frecuentemente en
menos de 10 seg. Los datos se obtuvieron mediante observaciones directas y grabadas en video. Los lobos
fueron grabados en video en su exhibición usando una cámara de video fija, infrarroja, con control remoto,
de 360° y con zoom (ubicada en el medio de la exhibición), binoculares y una cámara portátil. Las
observaciones se realizaron desde uno de los dormitorios de los animales, en el Zoológico de Zacango, o
desde una torre en el Zoológico de León.
Las frecuencias de marcado por olor se dividieron en cuatro períodos: 1) Previo a la temporada de
reproducción, 2) Durante la temporada de reproducción, 3) Después de la temporada de reproducción y 4)
Posterior a la temporada de reproducción. La duración del período Durante se determinaba a través del
comportamiento sexual de los lobos; los demás períodos se ajustaron a seis días cada uno para estandarizar
la muestra de tiempo. La diferencia entre los períodos Posterior y Posterior es que el Posterior está más
alejado del ciclo estral que el período Posterior.
Se cuantificó la frecuencia diaria de marcaje de olor doble y simple y la cantidad total de marcas
depositadas. El doble marcaje implicaba al menos dos marcas: una del macho y otra de la hembra. Así,
para fines de análisis se arbitró el doble marcaje a un evento conformado por dos marcas, mientras que
para el evento de marcaje único se incluyó la contribución de un solo individuo en la marcación.
Se identificaron posturas según el género en: RLU (orinar con una pata trasera levantada del suelo) y
STU (ninguna pata levantada del suelo) para los machos, y FLU (una pata trasera flexionada y levantada
ligeramente hacia abajo, para no el costado del cuerpo, similar al SQU) y SQU (la espalda es recta o
ligeramente cóncava ya que las patas traseras están abiertas y flexionadas para bajar el área genital del ano
hacia el suelo) para las hembras.

Análisis estadístico
Se realizó una prueba ANOVA de una vía de Kruskal Wallis para buscar diferencias en la frecuencia
total de marcaje diario entre los diferentes períodos de observación, para cada uno de los pares. Para
establecer diferencias entre pares se calculó el valor crítico para comparaciones múltiples (Siegel y
Castellan, 1995).
Para determinar si los pares recién formados tenían el mismo patrón de marcaje, se calculó la prueba
U de Mann-Whitney, comparando la frecuencia de marcaje de olores del par de ZZ versus el primer ciclo
del par LZ. Se hizo la misma prueba para determinar si los lobos residentes marcaban más que los
foráneos.
Se llevó a cabo una prueba binomial (Siegel y Castellan, 1995) para analizar las diferentes
frecuencias de postura dentro de períodos y animales.

Resultados

Marcado de olor general


Se observaron un total de 1.211 eventos de marcado durante los tres ciclos de reproducción; 567
correspondieron a la pareja del Zoológico de Zacango y 236 y 308, a la pareja del Zoológico de León
durante su primer y segundo ciclo reproductivo, respectivamente.

Zoológico de Zacango
Los lobos de la ZZ no mostraron diferencias significativas ni en la frecuencia de marcaje total
(Kruskal Wallis: X22 = 5.92, p>0.052) ni en el doble (Kruskal Wallis: X22= 5.10, p<0.078) en cualquiera de
los periodos observados; aunque la frecuencia total mostró una clara tendencia a incrementarse después de
la época reproductiva. El análisis de marca única reveló diferencias significativas entre los períodos
analizados (Kruskal Wallis: X22 = 1 1,00, p<0,05).
Las comparaciones entre individuos ZZ revelaron que el marcado total de ambos miembros de la
pareja mostró un aumento significativo después de la época reproductiva, con respecto al período anterior
(R.2-R3 = -9.3, valor crítico = 7.7820, p<0.05). De igual forma, el marcaje simple ejecutado por el macho
mostró un incremento significativo en el período posterior, lo que indica que el incremento en el marcaje
total se debió principalmente a la mayor frecuencia en el marcaje simple y no en el marcaje doble, sin la
contribución de la hembra (Fig. .la).

Zoológico de León (Primer Ciclo)


En el primer ciclo de observación del par LZ, el marcaje total mostró diferencias significativas en los
diferentes períodos (Kruskal Wallis: X23 = 17,60, p<0,001). Los resultados mostraron un incremento
durante el estro, pero luego el marcado de olor disminuyó significativamente en los períodos posterior y
posterior. Diferencias significativas (Kruskal Wallis: X23 = 11.71, p<0.008) en el doble marcaje se
encontraron entre los periodos durante, después y posterior; la mayor frecuencia se encontró en el período
durante, mientras que el doble marcaje desapareció por completo después de la época reproductiva. En
cuanto a la marca única, el análisis reveló un incremento significativo (Kruskal Wallis: X23 = 15.50,
p<0.001) durante la época reproductiva y en el período posterior.
El marcaje simple exhibido por el macho fue significativamente mayor durante el período de
apareamiento en comparación con el período posterior (R2-R3 = 14,79, valor crítico = 9,2015, p<0,05),
para volver a incrementarse en el período posterior, aunque los valores no fueron mayores. importante. La
hembra presentó el marcaje único con poca frecuencia en los periodos anterior y durante, mientras que en
los periodos posterior y posterior no se observó en absoluto (Fig. Ib).

Zoológico de León (Segundo Ciclo)


En el segundo ciclo reproductivo la pareja LZ no mostró diferencias significativas en ninguno de los
periodos de observación ni en el marcaje global (Kruskal Wallis: X23 = 5,36, p<0,068), ni en el doble
marcaje (Kruskal Wallis: X23 = 2,12, p>0,345). No obstante, hubo una tendencia a aumentar la cantidad
total de marcaje que se vio favorecida por el marcaje único de la pareja, mostrando diferencias
significativas (Kruskal Wallis: X23= 7.40, p<0.025) entre los diferentes periodos observados.
Las comparaciones entre períodos revelaron que el marcado único masculino fue significativamente
mayor en los períodos durante (R2-R3 = 10,5, valor crítico = 4,7880, p<0,05) y posterior (R3-R4 = -7,7,
valor crítico = 4,8079, p <0,05), en comparación con el período posterior. Mientras que la hembra LZ
presentó baja, pero significativamente mayor frecuencia en el marcaje único durante el estro (R2-R3 =
9,91, valor crítico = 4,7880, p<0,05) en contraste con el período posterior que fue totalmente
descompuesto y con el posterior en el que volvió a aparecer sin apenas notarse (Fig. le).
rr Doble Hombre soltero Mujer soltera
Total
B
*
en

*
rn norte

*
Marcado de olores Newly F ormedPairs
Entre parejas recién formadas no se encontró diferencia significativa en el periodo anterior (U = 6.50,
p>0.065) a pesar de que la pareja ZZ mostró una mayor frecuencia de marcaje doble, mientras que la
frecuencia de marcaje simple fue igual para ambas parejas (U = 14.5 , p>0,589) (fig. 2a). Asimismo, no se
encontró diferencia significativa en el doble marcaje (U = 54.0, p>0.083) durante la época reproductiva,
aunque fue mayor en los lobos LZ que en la pareja ZZ. Sin embargo, los lobos LZ mostraron un aumento
significativo en el marcado de olor único (U = 30,0, p<0,003).
No se observaron diferencias (U = 6,0, p>0,065) en el doble marcaje en el período posterior, aunque
hubo una clara tendencia a desaparecer en los lobos LZ al final de la época reproductiva en comparación
con los lobos ZZ. El análisis del marcaje único reveló diferencias significativas (U = 0.00, p<0.002) entre
ambas parejas, siendo mayores en los lobos de Zacango (Fig. 2a).

Marcado de olor de par establecido


Para buscar diferencias debidas a dinámicas sociales a largo plazo, se comparó el marcaje olfatorio
realizado por la misma pareja (LZ) en dos ciclos reproductivos consecutivos. Desafortunadamente, la
temporada de reproducción del segundo ciclo comenzó antes de lo esperado, por lo que no pudimos
comparar el período anterior, pero en esta sección se contrastan los períodos durante, después y posterior.
Durante el período de apareamiento, el doble marcaje aumentó significativamente en el segundo ciclo
(U = 16.5, p<0.001); sin embargo, la frecuencia de marcaje único no mostró diferencias (U = 37, p>0.079),
a pesar de ser mayor en el segundo año.
El período posterior no mostró diferencias significativas tanto en el marcaje doble (U = 15, p>0.699)
como en el simple (U = 16.5, p>0.818). La frecuencia de marcaje por olor en este periodo fue claramente
menor que en el periodo anterior en ambos ciclos y para los dos tipos de marcaje (Fig. 2b).
|—|1 1

, , r~i Í*L,
Durante después

□ Doble Z n Simple Z
□ Doble L ■ Simple L

** *♦
nn

Posterior
*p<0,001 □ Doble L1 □ Simple L1
**p<0,008 □ Doble L2 ■ Simple L2

Fig. 2: Frecuencia diaria de marcaje doble y simple en parejas recién formadas y establecidas. A) Parejas
de nueva formación, B) Parejas establecidas. Doble Z: Doble marcaje en la pareja del zoológico de
Zacango; Doble L: Doble marcaje en la pareja del zoológico de León; Z simple: marcaje simple en
el par zoológico de Zacango; Single L: Marcaje único en la pareja del zoológico de León. Doble
L1: Doble marcaje en la pareja del zoológico de León en el primer ciclo reproductivo; Doble L2:
Doble marcaje en la pareja del zoológico de León en el segundo ciclo reproductivo; Única Ll:
Marcaje único en el zoológico de León en el primer ciclo reproductivo; L2 Única: Marcaje único
en la pareja del zoológico de León en el segundo ciclo reproductivo

Finalmente, el análisis del período posterior, reveló que el doble marcaje se incrementó
significativamente durante este período (U = 0.000, p<0.008) en el segundo año, en comparación con el
año anterior en el que los lobos LZ no presentaron doble marcaje. Con respecto al marcaje único, también
se observó un aumento significativo de la frecuencia (U = 0,500, p<0,008) en el segundo ciclo (Fig. 2b).

Posturas de marcado
Los animales exhibieron diferentes tipos de posiciones en el marcaje de doble y simple olor para cada
uno de los periodos analizados.
En parejas recién formadas (Cuadro 1), el macho Zacango realizó indistintamente ambas posiciones
(RLU y STU) para el doble marcaje en los diferentes periodos. Para el marcaje simple hubo diferencia
(p<0,05) mostrando preferencia por marcar con la pierna levantada en el período posterior. Considerando
que la perra marcó en una posición en cuclillas con la pierna flexionada en la doble marca; esta frecuencia
fue significativamente mayor en el período posterior (p<0,05). En cambio, para la marca única combinó
ambas posiciones (FLU y SQU) a lo largo de los períodos.
El macho LZ marcó significativamente más (p<0.001) con la pierna levantada tanto en marcación
doble como simple en cada período de análisis (Tabla 1); de hecho casi nunca marcaba en la otra posición.
En cambio, la hembra realizó el marcaje simple y doble en ambas posiciones antes, durante y después de la
época reproductiva, la frecuencia de posiciones en cuclillas fue significativamente mayor durante el
período de apareamiento (p<0,05).
Después de mezclarse durante un año, los lobos de LZ marcaron con más frecuencia en comparación
con el primer año, tanto en marcaje doble como simple. En relación a las posiciones, el varón continuó con
su preferencia de utilizar RLU (p<0,001), evitando la posición STU. La hembra combinó sus posiciones en
los periodos durante y posterior mostrándose una mayor diferencia significativa en la posición FLU en el
doble marcaje (Tabla 2).
Tabla 1: Diferentes posturas de frecuencias de marcado de orina dobles y simples por lobos recién formadospareja del zoologico
de zacango
Períodos
Calificación
Lobos escribe Postura Antes valores p Durante valores p Después valores p
Masculino Doble RLU 3 NS 3 N. S. 8 NS
ESTE 5 5 5
Único RLU 7 NS 26 N. S. 26 p<0,05
ESTE 5 21 12
Mujer Doble GRIPE 6 NS 6 N. S. 9 p<0,05
SQU 2 3 2
Único GRIPE 8 NS 11 N. S. 10 NS
SQU 5 15 5
León zoo pair

Masculino Doble RLU 2 NS 15 p<0,001 0 NS


ESTE 0 0 0
Único RLU 23 p<0,001 86 p<0,001 9 p<0,001
ESTE 1 7 0
Mujer Doble GRIPE 1 NS 3 p<0,05 0 NS
SQU 0 9 0
Único GRIPE 1 NS 1 p<0,05 0 NS
SQU 3 9 0
RLU: Micción con la pierna levantada, STU: Micción de pie, SQU: Micción en cuclillas, FLU: Micción con la pierna flexionada,
NS: No significativo

Tabla 2: Diferentes posturas en las frecuencias de marcaje de orina simple y doble de una pareja de lobos establecida en el
Zoológico de León
Marcado de periodos
Lobos escribe Postura Durante valores p Después valores p Posterior valores p
Masculino Doble RLU 59 p<0,001 2 NS 28 p<0,001
ESTE 0 0 0
Único RLU 109 p<0,001 dieciséis p<0,001 39 p<0,001
ESTE 0 0 1
Mujer Doble GRIPE 48 p<0,001 1 NS 18 p<0,001
SQU 10 0 3
Único GRIPE dieciséis N. S. 1 NS 6 p<0,05
SQU 17 0 0
RLU: Micción con la pierna levantada, STU: Micción de pie, SQU: Micción en cuclillas, FLU: Micción con la pierna flexionada,
NS: No significativo

*p<0,047 ■ Residente □ Extranjero

Residentes vs. Marcado de olor de extranjeros


Para buscar diferencias entre los lobos residentes y foráneos, se comparó el marcaje de olores en
cada período. Es importante indicar que los lobos foráneos fueron la hembra para la pareja del Zoológico
de Zacango y el macho para la pareja del Zoológico de León.
No se encontraron diferencias significativas (U = 42,0, p>0,089) en el periodo anterior en relación a
la frecuencia total de marcaje, pero los lobos foráneos emitieron más marcas que los residentes. El análisis
reveló que los lobos extranjeros marcaron significativamente más que los residentes (U = 250,5, p<0,047)
durante el período de apareamiento. Curiosamente, en el periodo posterior, la frecuencia de marcado
mostró el mismo patrón que el anterior sin diferencia significativa (U= 64,5, p>0,671) entre residentes y
extranjeros, aunque se observó una tendencia a ser mayor en el periodo posterior para los residentes. lobos
(Fig. 3).

Discusión

Marcado de olor general


Según Rothman y Mech (1979), los machos que forman una pareja muestran una mayor frecuencia
de marcaje antes del inicio de la temporada de apareamiento. Los hallazgos actuales no concuerdan con
este estudio ya que ninguno de los machos mostró altas frecuencias de marcas de olor antes de la
temporada de reproducción, a pesar de que fueron alojados con su pareja correspondiente semanas antes
del inicio del celo. Además, los patrones de marcado mostraron ser diferentes entre los pares observados
para cada período analizado. La pareja ZZ mostró un patrón de marcado de olor similar al informado
previamente por Rothman y Mech (1979) y Barrerte y Messeier (1980) quienes no observaron un aumento
significativo en la tasa de marcado durante la temporada de reproducción tanto en lobos como en
coyotes.(Perro ladrando), respectivamente.
Por el contrario, la pareja LZ mostró un aumento significativo en la frecuencia de marcado de olores
durante el estro. Este resultado coincide con Asaet al. (1985) quienes encontraron que la frecuencia de
marcaje con orina era mayor justo antes y durante la época reproductiva.
La frecuencia de doble marcaje en la pareja ZZ fue menor durante la época reproductiva en
comparación con el período anterior y fue mayor al final del estro; en cambio en la pareja LZ, el doble
marcaje durante la época reproductiva fue mayor respecto al período anterior y no se observó concluyendo
el ciclo estral. En cambio, en el segundo ciclo la frecuencia de doble marcaje de la pareja LZ fue mayor
durante la época reproductiva y aunque disminuyó en los siguientes periodos, la frecuencia continuó
siendo alta en comparación con el primer ciclo y con las frecuencias de la pareja ZZ.
De acuerdo con Rothman y Mech (1979), la tasa de doble RLU disminuye a medida que aumenta la
duración del vínculo del par. Los resultados del par LZ indican que el doble marcado disminuyó en el
tiempo durante el primer ciclo analizado, mientras que aumentó después de la temporada de reproducción
en el segundo ciclo; esto podría explicarse por los hallazgos de Rothman y Mech (1979) sobre la
persistencia del marcado aparentemente dependiendo de que los miembros de la pareja permanezcan
juntos y los resultados de Gese y Ruff (1997) que afirman que el marcado doble entre los miembros de la
pareja reproductora también podría desempeñar un papel en la protección de la pareja. .
En general, el patrón de marcado de olor observado en el período posterior podría estar relacionado
con la defensa del territorio, como lo indican Roberts y Dunbar (2000) en antílopes
monógamos.(Oreotragus oreotragus). Wirant y McGuire (2004) concluyeron que la micción en las perras
funciona tanto en el marcado del olor como en la eliminación, incluso cuando las hembras no están en
celo. Además, los cambios importantes en las tasas de marcaje del coyote ocurren antes y después del
período reproductivo (Wells y Bekoff, 1981).
Los dos machos de este estudio marcaron significativamente más frecuentemente que las hembras
para cada período analizado; los resultados son similares a los reportados para perros domésticos y otros
mamíferos (Bekoff, 2001; Pal, 2003; Wyatt, 2003). Sin embargo, nuestros datos no son coincidentes con
Asaetal. (1990), quienes encontraron aumentos estacionales en el marcaje de orina en perras lobo
dominantes mediados por testosterona. De manera similar, Porton (1983) observó que, en comparación con
los machos, las perras de monte(Speothos venáticas) Hizo un mayor uso de las señales olfativas para
anunciar el estado reproductivo y social cuando se alojan parejas reproductoras.
Marcado de asiento de formación de pares nuevos
Rothman y Mech (1979) observaron que las parejas de lobos recién formadas marcaban a tasas más
altas durante sus primeras semanas juntas; aparentemente, Porton (1983) encontró altas tasas de marcaje
con orina durante los encuentros iniciales de machos y hembras desconocidos. Además, en ambos perros
salvajes(Licaón en la foto) y chacales dorados(perro dorado), el doble marcado ocurre casi
inmediatamente después de que los miembros de la pareja se conocen por primera vez (Golani y Keller,
1975; Frame y Frame, 1976). Nuestros resultados contrastan con estos hallazgos, se observó marcado de
olor con bajo fiequeney en los dos pares observados. Esta situación podría deberse a que la pareja LZ se
formó seis días antes del inicio del estro y los lobos ZZ se juntaron 30 días antes del inicio del estro. La
duración media del proestro en los lobos es de aproximadamente seis semanas, con un amplio rango de 15
a 45 días (Sealet al., 1979; Asa y Valdespino, 1998); el tiempo de interacción para los lobos en el presente
estudio fue menor en contraste. Durante el proestro, a diferencia del estro, la hembra es receptiva al
apareamiento, mientras que ella es atractiva para los machos (Bekoff y Diamond, 1976; Asa, 1997).
Rothman y Mech (1979) encontraron que las tasas de marcaje individual infernales en proestro eran
mayores que las frecuencias masculinas. Por el contrario, nuestros datos no coinciden, las dos hembras
mostraron tasas de marcaje más bajas que los machos en el periodo previo a la fase de apareamiento.
Es importante señalar que 30 días previos a la unión de la pareja ZZ, la hembra fue aislada en un
pequeño corral contiguo al macho y pudo establecer contacto visual y olfativo únicamente con él, entonces
es posible que tengan la oportunidad de obtener sincronicidad, aunque no pudimos evaluar este período.
De acuerdo con Bekoff y Diamond (1976) y Porton (1983), el marcaje de uriñe como un componente
importante del cortejo precopulatorio de los perros de monte, probablemente sirve no solo para informar a
los compañeros de pareja, sino también para facilitar un estado sostenido de excitación e interactividad que
culmina en una crianza exitosa. Sin embargo, las dos perras en este estudio no lograron quedar
embarazadas aunque se observó mucha actividad sexual, con solo unas pocas cópulas (fies) monitoreadas
(Alonso-Spilsburyet al.,2002).
Hubo un aumento en el marcaje de ambos pares durante la temporada de apareamiento, el par LZ
mostró una tasa más alta en comparación con el par ZZ. Estos resultados son similares a los informes
previos de Porton (1983) y Bemal y Packard (1997), quienes observaron altas frecuencias de marcas de
olor.Canis lupus baileyi, relacionado con el tipo de sustrato y vegetación, pero sin indicativo de un fuerte
patrón de enlace de pareja.
Si la función de doble marcado es necesaria para el intercambio de información para el cortejo y el
apareamiento, como la sincronización, el anuncio del celo y el refuerzo del vínculo entre parejas en parejas
de cánidos recién formadas (Rothman y Mech, 1979; Porton, 1983; Bemal y Packard, 1997;
Harringtoneta/., 2000) ), entonces se debe esperar que ocurran altas tasas de marcado con orina durante los
encuentros iniciales de lobos desconocidos y que el marcado disminuya durante el cortejo o el estro
(Rothman y Mech, 1979; Porton, 1983). Los resultados del par ZZ concuerdan con estos hallazgos, pero
no los datos del par LZ, cuyas tasas de doble marcado se redujeron en el período anterior. Por otro lado, el
doble marcaje fue significativamente alto durante el celo en la pareja LZ, en contraste con las lobas ZZ que
mostraron bajas frecuencias de este tipo de marcaje, este resultado coincide con Harringtonet al. (2000),
quienes mencionan que durante el cortejo se incrementa el doble marcaje. Después de la temporada
reproductiva, la tasa de marcaje doble disminuyó en los lobos LZ, lo que concuerda con la observación de
Porton (1983) con perros de monte, quien observó que la secuencia de marcaje disminuía cuando la
hembra era fecundada; aunque la hembra León no quedó preñada, el patrón fue similar. Mientras que los
lobos de ZZ aumentaron su doble marcaje al final del celo, coincidiendo con Rothman y Mech (1979).

Marcado de olor de par establecido


Solo se pudo monitorear un segundo ojo reproductivo de los lobos de la LZ, la pareja ZZ murió
poco tiempo después de concluir el estudio de parejas recién formadas. Resulta difícil calcular en un
segundo ciclo cuándo iniciará el período reproductivo; el período anterior (Antes) a la temporada de
apareamiento no pudo ser monitoreado en el segundo ciclo de la pareja LZ, ya que el estro en este ciclo
comenzó con un mes de anticipación, en comparación con el año anterior de observación.
Durante el segundo celo de la pareja LZ se esperaba que la marca única permaneciera en niveles
basales, si tenía la función de mantener el temtorio; sin embargo, este tipo de marcado se incrementó
durante el período de cubrición en comparación con el año anterior. Los resultados son similares al estudio
de Porton (1983) con altas tasas de marcado durante el período de apareamiento observado en parejas
establecidas de perros de monte. Para la pareja establecida, la tasa de marcado único se incrementó en el
período posterior al estro en ambos ciclos; aunque fue mayor en el segundo año, este resultado concuerda
con Pal (2003) quien observó que el marcaje se incrementó en aquellas hembras que han parido una
camada. Sin embargo, como ya se indicó, en ninguno de los dos ciclos monitoreados la hembra quedó
preñada.
En este momento no sabemos cuál es la función de la marca única después del celo; sin embargo,
especulamos que el marcaje de olores después de la temporada reproductiva tiene funciones de defensa y
mantenimiento del territorio, como se ha observado en otros lugares (Johnson, 1973; Richardson, 1991;
Sillero-Zubri y Macdonald, 1998; Brashares y Arcese, 1999; Roberts y Dunbar, 2000; Bekoff, 2001;
Wirant y McGuire, 2004).
De acuerdo con Rothman y Mech (1979), la tasa de doble RLU disminuye a medida que aumenta la
duración del vínculo del par. Sin embargo, los resultados actuales muestran que después de estar juntos
durante un año, el marcaje doble en la pareja LZ aumentó significativamente durante el estro. Por el
momento, no hay reportes que indiquen el rol que tiene este tipo de marcas olfativas cuando la pareja ya
está formada; Las funciones que se le han asignado son: defensa del territorio, sincronización del estro y
fortalecimiento de los lazos de pareja (Rothman y Mech, 1979; Gese y Ruff, 1997; Alienet al., 1999;
Harringtonet al., 2000). Sugerimos que una explicación podría ser que la hembra está tratando de
fortalecer sus relaciones con el macho amenazado por otros cánidos vecinos, esta interpretación se basa en
las condiciones de alojamiento de la pareja LZ, que consistía en un corral contiguo con otra loba hembra y
un zona baldía que era visitada por perros callejeros.

Residentes Rs. Marcado de olor de extranjeros


Los lobos extranjeros marcaron con una frecuencia más alta antes y durante el período de
apareamiento, en comparación con los lobos residentes, este resultado no concuerda con las observaciones
previas de Gese y Ruff (1997), quienes encontraron que los coyotes transitorios marcaban con olor a una
tasa más baja que los miembros. de una manada residente lo hizo; los coyotes transitorios femeninos
realizaron orinas SQU, pero no se observó que los transitorios masculinos mostraran RLU; en cambio,
mostraban STU o FLU. A diferencia de nuestros resultados, en dicho estudio el extranjero masculino
marcaba con la pierna flexionada en mayor frecuencia y la mujer utilizaba ambas posiciones, aunque
marcaba más en posición SQU con la pierna flexionada.
Según Sillero-Zubiri y McDonald (1998).(Canis simensis)son más tolerantes con los vecinos del
sexo opuesto que con los del mismo sexo. Esto podría explicar las bajas tasas de marcado de los lobos
residentes del presente estudio, aunque la asociación entre el residente y el área defendida puede depender
en gran medida del tamaño del territorio, la frecuencia de los encuentros territoriales y el comportamiento
defensivo del residente, como explica Richardson (1991). ).
Aunque el tamaño de la muestra en este estudio fue pequeño; mostramos evidencias de que el
marcaje olfatorio es diferente en parejas recién formadas en cautiverio que se encuentran en un espacio
reducido y no tienen libertad para elegir a sus parejas, en los períodos de estro y después de este. Además,
se aumentó el marcado cuando ya se ha establecido un par. En el caso de una sola marca observada antes
de la temporada de apareamiento, nuestras observaciones coinciden con Petersonet al. (2002) quienes
reportan que las marcas olfativas femeninas pueden actuar como un mecanismo de sincronía reproductiva
entre la hembra y el macho, anunciando al macho que son receptivos. En el presente estudio, se encontró
que la marca de olor está conectada con varios factores relacionados con la reproducción, por lo que es
posible que sea importante para el éxito del cortejo en parejas nuevas y para la sincronía reproductiva en
parejas establecidas. El marcado del olor previo al apareamiento es necesario para sincronizar al macho y
aumentar los niveles de testosterona, como sugieren otros (Rothman y Mech, 1979; Asaet al., 1990). En
otros casos, no se limita a la temporada de reproducción y, por lo tanto, implica alguna función no
relacionada con la reproducción (Johnson, 1973).
Según Rothman y Mech (1979), Porton (1983), Asaet al. (1986) y Petersonetal.(2002), el marcaje
uriñe parece tener una función importante en la formación y mantenimiento del vínculo de pareja, por lo
que el marcaje debería disminuir cuando los lobos son aceptados como familia. No estamos de acuerdo
con esta función, ya que la aceptación del par no puede definirse sólo con una disminución del marcado a
lo largo del tiempo. Por otro lado, los vínculos no son estáticos y una vez establecidos permanecen iguales
para siempre; por el contrario, los lazos de afiliados y su mantenimiento pueden requerir interacciones para
fortalecerlos. El marcaje doble puede ser un buen candidato, ya que el marcaje en pareja puede indicar
defensa del territorio, además de custodiar a la pareja.
En general, consideramos que la marcación por olor tiene diferentes funciones según las diferentes
etapas fisiológicas de los animales, por ejemplo, proponemos que la marcación de la temporada de
reproducción puede estar asociada con la señalización de embarazo en las hembras, el vínculo de pareja, la
protección de la camada y el mantenimiento del territorio. Además, la pareja tiene que trabajar en grupo, a
diferencia de la sugerencia de Wells y Bekoff (1981) sobre el marcaje de los machos coyotes asociado con
el cortejo, época de apareamiento, liderazgo de grupo y encuentros agresivos, mientras que en las hembras
está asociado con la adquisición y posesión de alimentos y con el período de cría. Así, es necesario realizar
un estudio más detallado del análisis químico de la orina en el doble marcaje y su asociación con el
diferente estado endocrino de la pareja; los resultados aclararían mejor la función del marcaje simple y
doble. Este es el primer estudio sistemático sobre el comportamiento de marcaje del lobo gris mexicano en
cautiverio. Otros estudios que involucren el marcado de olores a lo largo de un año, incluidos los períodos
no reproductivos, junto con un estudio de las interacciones sociales en parejas de lobos confinados que
viven en un espacio limitado y se ven obligados a aceptarse como compañeros ayudarán a determinar si se
ha establecido un vínculo de pareja.

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