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Informe de avance

Primera etapa de manejo y monitoreo.

Proyecto de Reintroducción de vizcacha (Lagostomus maximus) en el


RVS Los Ñanduces, Gral. Lavalle, Pcia. de Buenos Aires
Mayo de 2019

Por Gustavo Aprile

Integrantes del proyecto:

Bernardo Lartigau y Pablo Preliasco (FVSA), Patricio Mc Loughlin (RVSLÑ) y Gustavo Aprile.

Introducción

El Refugio de Vida Silvestre “Los Ñanduces” (2.007 hectáreas) forma parte de la red de
campos integrados al Programa Refugios de Vida Silvestre (PRVS) de la FVSA, a través
de un compromiso formal entre su propietario y la FVSA con el fin de
desarrollar actividades productivas económicamente viables, ambientalmente
responsables y socialmente justas, potenciando los bienes y servicios que brindan los
recursos naturales a la comunidad a largo plazo. En estos Refugios, la FVSA promueve
el desarrollo de experiencias de conservación y manejo sustentable de la
biodiversidad, promoviendo actividades productivas sustentables -como la ganadería y
el ecoturismo – que generen recursos tanto para el manejo como para la
implementación de la reserva.

En función de lo anterior, la FVSA propuso la reintroducción de la vizcacha


(Lagostomus maximus) dentro de esa reserva privada, con el fin de reconstituir
paulatinamente las cadenas tróficas y relaciones interespecíficas que caracterizaban a
los ambientes pampeanos de esta región de la Provincia de Buenos Aires. Para ello y
dada la imposibilidad (en plazos razonables) de generar el repoblamiento natural de la
especie, se planteó la translocación de ejemplares procedentes de localidades
próximas con el objeto de realizar la reintroducción de la misma dentro del Refugio. La
reintroducción ha sido proyectada mediante el establecimiento gradual de tres lotes o
colonias de cría en pequeños montes existentes dentro del refugio. Este proceso fue
planteado para ser ejecutado a lo largo de dos a cuatro años a partir de 2018.

Durante septiembre de 2018 se realizó la primera operación de translocación de


ejemplares. Posteriormente, se realizaron visitas de control y monitoreo donde se
pudieron observar y documentar (en forma directa y también remota) la actividad de

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ese primer plantel translocado. El último monitoreo fue realizado desde el 15 al 17
abril de 2019. La información preliminar obtenida se presenta aquí, donde se
proponen nuevas acciones a ejecutar, consecuentes con la situación observada y con
los objetivos del proyecto.

Comentarios generales relativos a la primera etapa:

Se obtuvieron indicadores relativos con la supervivencia y reproducción, condición


/adaptación y comportamiento y cautiverio de los ejemplares del primer grupo de
animales translocados.

Supervivencia y reproducción.

Como se menciona en un informe inédito anterior (Aprile, 2018), inicialmente fueron


trasladados once (11) ejemplares: do (2) machos adultos, cuatro (4) hembras adultas,
cuatro (4) ejemplares juveniles sin determinación de sexo y una (1) cría lactante (tabla
1). Debido a lo tardío de las fechas de realizadas las capturas, a las 48 horas de
realizada la primera captura se produjo el aborto de un nonato por parte de una de las
hembras capturadas, la cual se encontraba en estado de preñez.

Fecha Inicio Fin Colonia Tipo M H Juv Crías Resultado


11-sep-2018 16:00 17:30 A Húmeda 1 2 2 0 Translocados
25-sep-2018 13:15 13:24 C Seca 0 1 0 0 Translocados
25-sep-2018 13:24 15:30 C Húmeda 1 2 1 1 Translocados
Total en
2 5 3 1 11
corral

Tabla 1. Detalle de los ejemplares capturados en el campo donante ubicado en cercanías a la ciudad de
Dolores, partido del mismo nombre, Buenos Aires. M: macho; H: hembra; Juv (juvenil) y crías: sin
determinación de sexo.

Posteriormente, a los tres días de la segunda fecha de capturas y de iniciado el


monitoreo de los ejemplares cautivos se confirmó la baja de la cría lactante. Ésta se
debió a la agresión directa que sufrió por una hembra adulta (la cual no sería su
madre). Hacia el mes de noviembre, otro ejemplar adulto habría muerto aunque –a
diferencia de los casos anteriores- nunca se recuperó ni observó su cuerpo.

Transcurridos siete meses desde la realización de la primera translocación, en abril de


2019 se confirmó la presencia nuevamente de 11 ejemplares de vizcacha, de los cuales
nueve (9) resultaron adultos y dos (2) fueron crías nacidas hacia fines de marzo. Las

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crías fueron detectadas inicialmente por la Sra. Morena (puestera de la estancia) y
confirmadas posteriormente mediante el uso de cámaras trampas.

Por otro lado, existen dudas sobre la existencia y supervivencia de un décimo ejemplar
adulto, lo cual podría elevar la población total al número de doce (12) ejemplares. Y, al

Arriba: Adultos y cría de vizcacha.

Fecha TCs Colonia M H Juv Crías Total


17-abr-2019 6 Corral 1 2 6 1 2 11

Tabla 2. Ejemplares detectados en el corral de adaptación (Corral 1) construido en el RVS “Los


Ñanduces”. M: macho; H: hembra; Juv (juvenil) y crías: sin determinación de sexo.

momento de redactar el presente informe, se sospechaba del nacimiento de otras


cuatro (4) crías dentro del corral. En caso de confirmarse, elevaría la población bajo
condiciones de semi-cautiverio a un mínimo de 15 vizcachas.

En todo caso, el número de ejemplares sería –al menos- el mismo que se ingresó al
recinto luego de realizadas las capturas. Aunque con dos casos confirmados de
reclutamiento.

Condición/adaptación.

La condición física de los ejemplares se caracterizó por ser buena durante todo los
meses transcurridos desde efectuada la translocación, lo que se denota en la

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estructura corporal de cada ejemplar: desarrollo de masa muscular y nivel de grasa
corporal (promedio o “empulpada”).

Aparentemente, las vizcachas se encuentran habituadas al sitio y bien establecidas


dentro del corral:

 Han utilizado y ampliado el cubil construido de manera artíficial al inicio de las


tareas;
 Han construido nuevas galerías y cuevas;
 Han utilizado objetos (palos, troncos, cortezas) para rodear las bocas de sus
cuevas y para acondicionar internamente galerías;
 Se han alimentado de toda la vegetación gramínea circundante a las cuevas e
interna al corral de adaptación;
 Han aceptado los alimentos suplementarios entregados, haciendo selección de
los elementos que las han integrado;
 Se observa una buena constitución física de todos los ejemplares, incluyendo
las nuevas crías nacidas en cautiverio;
 Los patrones de horario de actividad se corresponden con los de animales que
habitan en colonias ubicadas en cercanías a sitios poblados por personas y sus
animales (18:00 – 04:00 hs);
 Los animales interactúan entre sí, habiendo transitado por comportamientos
agonísticos iniciales (persecución, peleas por el espacio) hasta el actual
establecimiento de jerarquías y ausencia aparente de actitudes agónicas.

Lo cual sugiere que el “anclaje” al sitio destinado para su reintroducción se estaría


efectuando.

Comportamiento y cautiverio (corral).

Actualmente se cuenta con suficiente material producto del monitoreo de los


ejemplares (unas 110 horas de registro visual), pendiente de análisis estadísticos,
como para sostener que el comportamiento de estos individuos resulta coherente con
el de ejemplares establecidos en el sitio y conformantes de una colonia en formación.

Durante los primeros ocho meses transcurridos desde su captura y traslado, las
vizcachas adoptaron y adaptaron las cavidades que les construimos como guaridas
propias, ampliando las bocas de acceso existentes, creando nuevas y construyendo
galerías que vinculan unas entradas con otras. Esa tarea les demandó menos de una
quincena de fechas. El reparto de las guaridas también fue corroborado,
estableciéndose dos grupos definidos, uno más próximo al macho dominante (o
"vizcachón") y otro con los machos subadultos y los individuos jóvenes en desarrollo;
aunque todas se vinculan entre sí.

En las primeras semanas observamos comportamientos agonísticos. En particular,


entre los animales que procedieron de distintos “turnos” de captura. Como

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consecuencia del estrés post-traslado, una cría murió pasados los primeros días,
siendo la única baja confirmada al momento.

Fotografía: Vizcacha sosteniendo la sección de un tronco que será utilizado para acondicionar la boca de
acceso a una de las cuevas.

Las actividades fuera de las cuevas las iniciaron cada atardecer con la salida del macho
dominante (“vizcachón”), tal como ocurre en otras poblaciones silvestres, quien se
encarga de verificar que todo se encuentre fuera de peligro antes de comenzar la
actividad grupal de forrajeo. Esta actividad se da en un rango de horarios que va desde
las 18:10 y hasta las 07:40 horas de cada día, con picos de actividad después de las
23:00 y hasta las 04:00 horas (muy posiblemente variable según la estación del año). Al
hacerlo, los animales inspeccionaron todo el corral, aunque prefieren siempre
mantener las actividades por debajo del amparo de las copas de los árboles o, en todo
caso, cerca de las bocas de entrada a sus madrigueras (en especial durante los días de
luna llena o cuarto creciente). Esos patrones serían coherentes con animales que, en
su historia de vida, estuvieron expuestos a la caza por parte de humanos.

Hacia mediados del verano, el corral se quedó sin pasto debido a su consumo por
parte de las vizcachas. Por lo que se requirió de reforzar el suministro de alimentos en
forma diaria (maíz, pasto, avena, etc.), lo mismo que el agua. También requirieron de
la incorporación de materiales duros para roer (maderas, troncos) ya que se observó la
corteza roída del tala mayor existente dentro del corral.

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Fotografías: Arriba, “vizcachón” (macho adulto viejo) explorando los alrededores de la vizcachera.
Abajo, vizcachas alimentándose en el pastizal existente en torno al pequeño talar en donde se montó el
corral de adaptación. 29 de septiembre de 2019.

El perímetro del corral presentó muestras evidentes de actividad cavícola, cuya acción
requirió ser atendida inmediatamente mediante el relleno de las excavaciones.

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Fotografías: Arriba, concentración de ejemplares en torno al alimento y frente a una de las seis cámaras
trampas instaladas el 15 de abril de 2019. Abajo, “peladar” en suelo interno al corral producto de la
actividad forrajera de las vizcachas.

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Fotografía: Viejo de tala (Celtis tala = ehrenenbergiana) roído por vizcachas.

Alimentación (en cautiverio y dentro del corral).

La dieta de las vizcachas cautivas dentro del corral de adaptación se sostuvo en base a
vegetación propia del pastizal existente en el sitio de emplazamiento como del suplemento
nutricional ofrecido por los cuidadores.

Fueron alimentadas y aceptaron en todos los casos manzana, pera, avena, maíz (completo),
zanahorias y hojas de cañas (de Castilla, Arundo donax y tacuaras, Guadua sp.); en forma
parcial, gramíneas frescas recortadas (ver párrafo siguiente), acelga y otras hortalizas
(batatas). Otros ejemplares cautivos han acepado ramas de sauce (Salix humboldtiana),
“escoba dura” (Sida rhombifolia), mora (Morus sp.) y acacia blanca (Pseudoacacia sp.).

Las especies del pastizal existentes dentro del corral fueron (incluyendo especies exóticas) la
siguientes: Paspalum dilatatum, Paspalum notatum, Botriochloa laguroides, Stenothaphrum
secundatum, Bromus catharticus, Lolium sp., Jarava sp., Nasella sp., Eryngium s.p, Mentha
pulegium, Cynodon dactylon y Eryngiu sp. Excepto Mentha (lo que no pudimos confirmar por
su ausencia dentro del corral), sabemos que han aceptado todas las demás especies.

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Fotografías: Arriba a la izquierda, “vizcachón” en postura de vigilancia erecta; a la derecha, cámara
trampa en posición; en el centro, vizcachas consumiendo el alimento suplementario.

Conclusión de la experiencia

Después de transcurridos ocho meses desde que realizamos la captura y el traslado del primer
grupo de vizcachas destinadas al proyecto de reintroducción, el número de ejemplares
supervivientes, su adaptación y el comportamiento de éstos observados dentro del corral de
pre-suelta, el nacimiento de –al menos- dos crías confirmadas y en desarrollo, y la condición
física de todos los individuos, nos sugiere que los animales se han adaptado perfectamente a
su nuevo entorno.

En principio, nos encontramos ante el proceso de formación de una nueva colonia de vizcachas
y en proceso de anclaje al sitio seleccionado para establecerla. Este proceso fue estimado
previamente para ser realizado a lo largo de 12 a 18 meses de realizada la translocación,
período en el cual debería obtenerse –al menos- un par de eventos de pariciones
(mayormente F1 y posiblemente alguna F2).

Sin embargo, dada la extensión de las cuevas y galerías dentro de la mitad arbolada del recinto
y el impacto observado sobre la cobertura vegetal y la ausencia de vegetación rastrera y de
hierbas dentro del corral, debido al consumo realizado por los roedores, nos sugiere adaptar
el manejo puesto en práctica hasta la fecha. Las dos opciones que identificamos son:

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1) Aumentar la ración diaria de alimentos suplementarios, según la necesidad que
demuestren los animales bajo manejo y reemplazando definitivamente a la dieta en
base a pastizal natural, extendiéndolo hasta cubrir el período de 12 meses dentro del
mencionado corral;

2) Adelantar la liberación de las vizcachas, mediante la apertura de los paños que


conforman el corral, al mes de junio del presente 2019. Con ello esperamos que las
vizcachas permanezcan en cercanías de las galerías por ellas construidas, en tanto se
produce el segundo periodo de reproducción y nacimientos; esto último clave para
asegurar el anclaje de los animales al sitio.

La primera opción brinda mayores garantías de asegurar el anclaje de las vizcachas al sitio. La
segunda, permite recuperar y extender la actividad de herbivoría de las vizcachas en torno a la
“vizcachera”, lo que favorecería la adaptación de los animales a su nuevo entorno a la vez que
conllevaría una menor asistencia (no la supresión) en la entrega de alimentos suplementarios.

En cualquier caso y más allá de lo que se decida, deberán continuarse con las actividades de
monitoreo y de suplemento total/parcial de alimento sobre las vizcachas que ocupan esta
nueva colonia.

Continuidad de las tareas

Tal como fue planteado inicialmente en el proyecto, las tareas destinadas a lograr la
reintroducción de la especie dentro del RVS Los Ñanduces requieren de nuevas
translocaciones. A través de ellas, se proyecta reforzar la colonia actualmente en proceso de
establecimiento, generando nuevas colonias (al menos dos) que se encuentren próximas a la
anterior y que permitan sostener el flujo genético (minimizando los riesgos de pérdida en la
variabilidad genética por consanguinidad, endogamia o “inbreeding”) a mediano plazo (10 – 25
años aproximadamente).

Por lo tanto, resulta imperioso (más allá que se decida realizar la apertura del corral de
adaptación en donde se mantienen las vizcachas actualmente cautivas o mantenerlas en esa
condición hasta lograr el anclaje con una segunda camada de pariciones) programar a la
brevedad una segunda translocación de vizcachas.

Las fechas ideales para realizar una nueva translocación van desde los primeros días de junio a
los últimos de julio.

Una vez realizada, la modalidad de trabajo deberá ser igual a la realizada para con los animales
translocados durante 2018. Es decir, deberá contemplarse la construcción de un corral de
adaptación en una isleta de monte próxima a la anterior, la entrega de suplemento alimenticio
en forma diaria y el monitoreo periódico (no menos de cuatro veces al año) de las vizcachas
que integrarán la nueva colonia.

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Actividades requeridas, acciones a seguir:

Vizcachas cautivas (corral 1, translocación 2018).

a) Ampliar el perímetro protegido del ganado por el boyero eléctrico, hasta cubrir unos
2.000 m2 de superficie en torno a la vizcachera (De esa manera se buscará evitar que
las vacas se acerquen tanto a las cuevas, como de garantizar una mínima oferta de
forraje para las vizcachas).
b) Liberar el grupo, realizando la apertura de corral, el 15 de junio del corriente
(posteriormente, desarmar el corral; ver debajo).
c) Continuar con el suministro de agua y de alimentos en forma periódica hasta
septiembre de 2019. Incluso una vez que hayan sido liberados los ejemplares de su
cautiverio. La asistencia debe seguir siendo diaria. Una vez realizada la liberación, el
suministro podrá reducirse en forma gradual, de una vez al día a una a la semana,
hasta dejar de hacerlo en aquel mes.

Preparativos para nueva colonia (corral 2, translocación a realizar en junio o julio 2019).

d) Retirar los elementos que conforman el recinto en forma paulatina, hasta haber
retirado la totalidad de los materiales. Primero, boyero y alambrado; segundo, los
postes.
e) Construir con los materiales recuperados un corral nuevo en el nuevo sitio,
previamente determinado.
f) Instalar otro boyero eléctrico, anti-vacas, en torno al predio del nuevo corral (en
principio, en monte del bebedero).

Translocación del segundo grupo (junio o julio de 2019).

1. Programar, según lo previamente establecido, un nuevo operativo e captura y


translocación para el mes de junio o julio de 2019.
2. Evaluar posibles nuevos sitios de captura y extracción de vizcachas (verificando la
existencia de cuerpos de agua).
3. Reunir el equipo necesario para su realización (vehículos, cajas de transporte, bomba,
mangueras, personal).

Gustavo Aprile

Técnico en Conservación

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