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Ensayo Argumentativo
Declaratoria judicial de
culpabilidad del socio por
dolo, culpa o inhabilidad
como
elementos determinantes para
la revocatoria del
nombramiento del socio
gestor/administrador en
nuestra legislación
Rolando Villarreal (4-265-
957)
UNIVERSIDAD DEL ISTMO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITIFCAS
Ensayo N °1
Itzel I Martínez
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con Saldaña (2021, pag. 1), “las Sociedades Anónimas en nuestro
país están respaldadas y amparadas por la Ley 32 de 1927. Dentro de las mismas deben
ser constituidas con algunos requisitos, normas y obligaciones que conllevan una debida
inscripción en Registro Público para que las mismas tenga mayor asidero legal”. En este
sentido, dicha Ley es el marco legal que rige y reglamenta el funcionamiento de
tales personas jurídicas y las responsabilidades de quienes la integran. Dentro de esta
Ley, destacamos los siguientes artículos:Artículo 249. Dos o más personas naturales o
jurídicas podrán formar una sociedad de cualquier tipo o una o más de ellas
podrán ser accionistas, directores, dignatarios, administradores, apoderados o
liquidadores de la misma.
Artículo 250. Las sociedades comerciales se regirán conforme a las estipulaciones lícitas8
del respectivo contrato y a las disposiciones del presente Código.
Artículo 251. La sociedad mercantil constituida con arreglo a las disposiciones de este
Código, tendrá personalidad jurídica propia y distinta de la de los socios para todos sus
actos y contratos.
Como hemos visto en sendos artículos, la Ley vigente 249 especifica que las sociedades
deben
estar constituidas por accionistas, directores, dignatarios, administradores etc. En este
sentido,
cada uno de los miembros de una Sociedad Anónima conlleva responsabilidades pues
además
de sus derechos y obligaciones propias, ahora ejerce aquellas propias de la
sociedad que
representa.
Por otra parte, el Artículo 303 nos dice que:
El nombramiento de los socios administradores hecho en la escritura de la sociedad, no
podrá
revocarse sin el consentimiento de todos y cada uno de los socios, a no ser judicialmente
por
dolo, culpa o inhabilidad del gestor; a su vez, los socios administradores estarán obligados a
cumplir su encargo hasta el fin de la sociedad, respondiendo a ésta de los daños y perjuicios
que
le ocasionaren con su negligencia en la gestión del negocio social.
Artículo 251. La sociedad mercantil constituida con arreglo a las disposiciones de este
Código, tendrá personalidad jurídica propia y distinta de la de los socios para todos sus
actos y contratos.
Como hemos visto en sendos artículos, la Ley vigente 249 especifica que las sociedades
deben
estar constituidas por accionistas, directores, dignatarios, administradores etc. En este
sentido,
cada uno de los miembros de una Sociedad Anónima conlleva responsabilidades pues
además
de sus derechos y obligaciones propias, ahora ejerce aquellas propias de la
sociedad que
representa.
Por otra parte, el Artículo 303 nos dice que:
El nombramiento de los socios administradores hecho en la escritura de la sociedad, no
podrá
revocarse sin el consentimiento de todos y cada uno de los socios, a no ser judicialmente
por
dolo, culpa o inhabilidad del gestor; a su vez, los socios administradores estarán obligados a
cumplir su encargo hasta el fin de la sociedad, respondiendo a ésta de los daños y perjuicios
que
le ocasionaren con su negligencia en la gestión del negocio social.
Artículo 251. La sociedad mercantil constituida con arreglo a las disposiciones de este
Código, tendrá personalidad jurídica propia y distinta de la de los socios para todos sus
actos y contratos. Como hemos visto en sendos artículos, la Ley vigente 249 especifica que
las sociedades deben estar constituidas por accionistas, directores, dignatarios,
administradores etc. En este sentido, cada uno de los miembros de una Sociedad Anónima
conlleva responsabilidades pues además de sus derechos y obligaciones propias,
ahora ejerce aquellas propias de la sociedad que representa. Por otra parte, el
Artículo 303 nos dice que: El nombramiento de los socios administradores hecho en la
escritura de la sociedad, no podrá revocarse sin el consentimiento de todos y cada uno de
los socios, a no ser judicialmente por dolo, culpa o inhabilidad del gestor; a su vez, los
socios administradores estarán obligados a cumplir su encargo hasta el fin de la sociedad,
respondiendo a ésta de los daños y perjuicios que le ocasionaren con su negligencia en la
gestión del negocio social.
Entiéndase entonces que la figura de la declaratoria judicial de culpabilidad por dolo, culpa
o
inhabilitación, solo son necesarias para revocar al socio gestor de su cargo si no existiese el
consenso total de los demás miembros de dicha sociedad. Dicho de otro modo, más simple,
no
puede haber un solo voto en contra entre los socios. Si lo hubiese, aun queda la figura de la
declaratoria judicial como causal de remoción del socio administrador.
Al respecto, Saldaña (2021) nos dice que: “los administradores de las sociedades de capital
deben proceder solo en el ejercicio de sus funciones dentro de la sociedad cumpliendo con
los
deberes que le son exigidos por Ley ya que al hacer lo contrario podrían poner en riesgo su
patrimonio personal el cual podría quedar como garante de demandas por daños y
perjuicios si
esta causa algún daño a tercero”.
Entiéndase entonces que la figura de la declaratoria judicial de culpabilidad por dolo,
culpa o inhabilitación, solo son necesarias para revocar al socio gestor de su cargo si no
existiese el consenso total de los demás miembros de dicha sociedad. Dicho de otro
modo, más simple, no puede haber un solo voto en contra entre los socios. Si lo hubiese,
aún queda la figura de la declaratoria judicial como causal de remoción del socio
administrador.
Al respecto, Saldaña (2021) nos dice que: “los administradores de las sociedades de capital
deben proceder solo en el ejercicio de sus funciones dentro de la sociedad cumpliendo
con los deberes que le son exigidos por Ley ya que al hacer lo contrario podrían poner en
riesgo su patrimonio personal el cual podría quedar como garante de demandas por daños
y perjuicios siesta causa algún daño a tercero”.
Para un mejor entendimiento estos tres elementos de la culpabilidad, antes de
continuar, consideramos prudente explicarlos de la siguiente manera:1. Dolo La Real
Academia Española (RAE, 2022) define el dolo como la "voluntad deliberada de cometer
un delito a sabiendas de su ilicitud", así como la "voluntad maliciosa de engañar alguien o
de incumplir una obligación contraída". En otras palabras, “el dolo es la voluntad y la
conciencia de un sujeto para realizar una acción que provoque un perjuicio a otra persona.
Cuando el autor del hecho punible actúa con dolo, quiere cometer ese delito a sabiendas
del daño que va a causar”. (Vidal, 2022) En este mismo sentido, consideramos importante
ampliar este concepto, el cual, según el autor Gerson Vidal (2022), se divide en tres tipos:
1. Dolo directo de primer grado.
El autor realiza una acción que provoca un daño de manera voluntaria
y consciente. El resultado es el fin que perseguía el autor del hecho punible.
Dolo directo de segundo grado.
El resultado de la acción delictiva no es el fin que perseguía el autor, pero sabe
que se va a producir, ya que es necesaria para conseguir el objetivo planeado.
c. Dolo eventual.
Este tipo de dolo se produce cuando el autor sabe que se puede producir un
daño como consecuencia de la acción que va a realizar.
2. Culpa
En el ámbito legal, la RAE (2022) define la culpa como la "omisión de la diligencia
exigible a alguien, que implica que el hecho injusto o dañoso resultante motive
su
responsabilidad civil o penal".
La culpa seria, en las ramas del Derecho, “la omisión del cuidado debido al calcular las
posibles y previsibles consecuencias de un hecho” (Vidal, 2022). En este caso, el autor es
culpable de haber producido un daño a la sociedad mercantil al ejecutar una acción sin
tener el debido cuidado para evitar resultados posiblemente desastrosos.
Consideramos importante enfatizar que la culpa puede ser “consciente e inconsciente y
está relacionada con la imprudencia, la negligencia o la impericia”. (Vidal, 2022
2. Dolo directo de segundo grado.
El resultado de la acción delictiva no es el fin que perseguía el autor, pero sabe
que se va a producir, ya que es necesaria para conseguir el objetivo planeado.
3. Dolo eventual. Este tipo de dolo se produce cuando el autor sabe que se puede
producir un daño como consecuencia de la acción que va a realizar.2. Culpa En el
ámbito legal, la RAE (2022) define la culpa como la "omisión de la diligencia
exigible a alguien, que implica que el hecho injusto o dañoso resultante
motive su responsabilidad civil o penal". La culpa seria, en las ramas del Derecho,
“la omisión del cuidado debido al calcular las posibles y previsibles consecuencias
de un hecho” (Vidal, 2022). En este caso, el autor es culpable de haber producido
un daño a la sociedad mercantil al ejecutar una acción sin tener el debido cuidado
para evitar resultados posiblemente desastrosos. Consideramos importante
enfatizar que la culpa puede ser “consciente e inconsciente y está relacionada con
la imprudencia, la negligencia o la impericia”. (Vidal, 2022.