Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Pérez, Mariana.
La mente engloba una serie de aptitudes cognitivas que abarcan una serie
de elementos característicos de la humanidad, entre ellos, el pensamiento,
la imaginación, memoria y percepción. Cada uno de estos elementos logran
conformar o crear la personalidad de todos los sujetos que habitan en el
mundo. Cuando hay una falla en la mente, se desarrollan algunas
enfermedades mentales que dificultan o deterioran la vida de las personas.
Cabe destacar que la psique se diferencia del estado mental porque este
nace de las facultades cognitivas que se mencionaron con anterioridad. Los
estados mentales son dolor, deseo, creencias y sentimientos.
Mente
Qué es la mente
En la psicología, la psiquis se retroalimenta con sus sistemas materiales,
pues se analiza a sí misma, por eso los psicólogos hablan de esta como una
materia diferente al cerebro aun cuando ella nace de este órgano. Es
tratada por tres procesos diferentes, los cuales son procedimentales,
conscientes e inconscientes.
Por otro lado, existe un número considerable de personas que mantienen la
fiel creencia en que el cerebro es un órgano muy necesario en el cuerpo
humano, pero sigue sin ser suficiente para que el organismo realice todas
las funciones cotidianas que este debe hacer.
Desde el punto de vista de la neurociencia, las ciencias cognitivas son
consideradas como experiencias que son creadas por las actividades
cerebrales cotidianas, solo que estas son tomadas a nivel subjetivo, pues se
cree que con esto se puede producir el enfoque de un movimiento
determinado.
¿Qué se quiere decir con esto? Que la psique es otra de las tantas funciones
que posee el cerebro y que su principal objetivo es mantener organizada la
conducta de las personas frente a otros sujetos, animales y objetos. Este
tipo de experiencias son consideradas como el “yo” interno.
Para la mayoría de los científicos, es considerada como el resultado de
todas las actividades que realiza el cerebro para tener localizados algunos
de los procesos cuyas regiones son concretas en las personas, uno de estos
son el hipocampo, el cual afecta a la memoria cuando este presenta daños,
no importa si son leves o graves.
Ahora bien, esta teoría no es completamente aceptada por la comunidad
científica porque, aunque la psique pueda englobar unos procesos y
corrobora su debida existencia, no significa que pueda abarcar todos ellos,
es por eso la psicología ha adoptado su estudio.
Psicólogos como Howard Gardner, afirman que esta posee una serie de
mecanismos idénticos a los de una computadora, pues son totalmente
independientes y específicos. Por ejemplo, la inteligencia nace de la
supraestructura mental que, a su vez, está conformada por una serie de
elementos independientes perfectamente alineados o agrupados por la
propia mente. Estas estructuras pueden exteriorizarse o mantenerse dentro
de las ciencias cognitivas mediante el pensamiento y todas estas funciones
se cumplen potencialmente, a menos que exista un fallo directo en el
cerebro que afecte directamente el área cognitiva. Pero el psicólogo Jean
William Fritz Piaget opinaba diferente.
Él decía que la mente se maneja mediante esquemas y diferenciaba sus
funciones y operaciones para así, lograr tener una distinción clara de los
componentes que conforman a las ciencias cognitivas, los cuales son:
mente concreta, práctica y abstracta. La primera es aquella que realiza
todos los procesos primordiales o básicos del pensamiento humano, estos
son las bases de la síntesis o el análisis, comparaciones, observaciones,
clasificaciones y relaciones. El segundo componente se basa en los procesos
de dirección del pensamiento, es decir, las causas y efectos, los medios que
se utilizan para lograr un determinado fin.
Por eso se dice que la mente práctica es el génesis de la inteligencia, es allí
donde se encuentra la lógica de las personas. Por último, el tercer
componente denominado abstracto, va relacionado especialmente con la
razón, pues se mantiene reflexionando diariamente sus acciones y
modificando su pensar cada cierto tiempo.
Con todo esto queda muy claro que la prioridad principal de la mente, es
mantener todo bajo control generando niveles mínimos de dolor a nivel
emocional, pues también genera una serie de patrones emocionales que
caracterizan a los humanos. Las ciencias cognitivas son el génesis del
pensamiento humano.
Funciones de la mente
La psique puede llegar a ser bastante compleja y reacciona a todo lo que se
ve, escucha, toca o huele. Esas experiencias externas son evaluadas o
reflexionadas por el yo interno, el cual hace referencia al ego, para
compararlas con otras situaciones que haya experimentado la persona con
anterioridad.
Esto puede interpretarse como un mecanismo de defensa para lograr la
supervivencia humana, por lo que, a simple vista, se puede notar que las
personas utilizan la parte cognitiva del cerebro sin darse cuenta, de esta
manera todos pueden pensar de maneras diferentes de acuerdo a todos los
yo internos existentes.
El área cognitiva del cerebro posee funciones fuertemente especiales que
deben cumplirse para mantener al individuo bajo control, una de esas
funciones es el entendimiento, el cual es considerado como la facultad que
tiene todo ser humano de pensar o analizar ciertas situaciones y
experiencias vividas.
El entendimiento es una herramienta que las personas utilizan a diario para
comprender el sitio en el que están, sus condiciones, los sujetos con los que
interactúan y todo tipo de información que reciben a diario, de manera que
puedan estructurar todo y crear su propio significado o concepto.
Asimismo, está el razonamiento, otro de los elementos o funciones que
posee la psique humana y que es parte fundamental para la vida cotidiana.
Se trata de una facultad de los humanos para cuestionar o aceptar el
concepto de algo o de alguien, con ella se puede descubrir, aceptar o
desechar ideales, significados, opiniones e incluso informaciones que se
encuentren en cualquier lugar. Es individual porque no todos puede
razonar de la misma manera y aunque exista un patrón social, cada quien
decide lo que quiere adoptar en sus conocimientos y en su vida, siempre y
cuando tenga coherencia.
Por otro lado, está la función de la percepción, la cual va ligada con los 5
sentidos característicos del ser humano: vista, oído, tacto, olfato y gusto.
Todos estos le brindan a la psiquis una realidad bastante física del entorno
en el que se encuentra y, gracias a ella, se tiene el dicho de la mente
poderosa, porque con la percepción se pueden interpretar y seleccionar
estímulos y posteriormente darle sentido a algo.
La percepción procura encontrarle el significado a algo, procesarlo y, por
último, almacenar todo tipo de información. Aquí es donde el área
cognitiva trabaja más.
La emoción también forma parte de las funciones de la mente, pues son
reacciones psicológicas que establecen o adaptan al individuo a ciertos
estímulos o situaciones, bien sea en la percepción de algo, al conocer a una
persona, etc. Las emociones suelen ser muy intensas y es casi improbable
que un individuo tenga la mente en blanco.
La memoria forma parte de las funciones del cerebro y conjuntamente con
las del área cognitiva del mismo, pues con ella se codifica, esquematiza y
almacena todos los acontecimientos que sucedieron en el pasado y que se
pueden utilizar más adelante. Se dice que la memoria hace que los
individuos tengan una mente positiva, esto se debe a que están al tanto de
las cosas que hicieron años atrás y eso se puede comprobar mediante los
recuerdos.
Ahora bien, otra de las funciones de la mente, es la de mantener la
imaginación, la cual genera realidades alternas mediante la información
que toma el individuo y que posterior a esto manipula a su antojo de
manera negativa o positiva. Todas las personas tienen imaginación, en el
caso de los artistas, estos tienen mentes millonarias porque crean historias,
canciones y todo tipo de arte.
Por último, está la voluntad. Es una de las facultades dirigidas a coordinar y
organizar la conducta humana, de manera que pueda llevar a cabo ciertas
acciones con el fin de obtener un resultado, este puede ser positivo o
negativo, todo de acuerdo a los mecanismos que este tome. La voluntad es
considerada como la capacidad de las personas que los motiva a hacer
actividades de manera voluntaria, gobernando sus actos, decisiones y
elecciones, adoptando la personalidad que más le favorezca con la ayuda
de la conciencia, razonamiento y percepción. La voluntad convierte la zona
cognitiva en una mente indomable.
Características de la mente
Una de las características principales de esta es que trabaja de manera
automática, sustentando pensamientos y emociones en tiempo récord. El
cerebro se mantiene en constante trabajo y con él, su zona cognitiva. Esta
nunca dejara de pensar, idealizar o sentir a nivel emocional.
La mente funciona mediante contrastes, es decir, clasificando las cosas en
positivo o en negativo y comparándolos unos con otros, de manera que
pueda hacer una elección considerando los pros y los contras. El área
cognitiva es igual de material que el cuerpo humano, solo que ella es más
sutil que la anatomía.
Es una energía estructurada que mejora la capacidad mental del ser
humano. Por último, la mente forma parte de la naturaleza del ser humano,
cada uno posee un área cognitiva y esta puede mantenerse sana o
presentar daños y aunque estos puedan tratarse, reflejan un deterioro
cognitivo difícil de sobrellevar.
La naturaleza puede ser salvaje y en esta categoría, la mente no es una
excepción. Ella no puede detenerse y tiende a cansarse, por eso es
importante mantener un equilibrio con el cuerpo y tratar de calmar las
emociones y sentimientos cotidianos.
Trastornos de la mente
Se trata de un deterioro severo del estado mental o un desarrollo anormal
de la misma, generalmente este tipo de patología se debe a causas externas
como el medio ambiente, la sociedad o traumas severos, pero esto no
excluye el hecho de que la patología sea congénita. La zona racional del
cerebro se puede colapsar de un momento a otro y presentar fallos severos
en la mente de las personas, estos trastornos han aumentado con el paso
del tiempo, sin embargo, se mencionarán a continuación los más
destacados o comunes en todo el mundo.
Ansiedad
No es más que el miedo irracional a situaciones o experiencias diarias y
aunque puede parecer normal cuando hay estrés de por medio, se vuelve
crónico cuando los episodios se presentan de manera cotidiana. La
sensación de miedo está presente todo el tiempo y eso imposibilita que el
paciente pueda vivir de manera normal, de hecho, afecta incluso a las
personas de su entorno.
Trastorno obsesivo compulsivo
Es una conducta repetitiva que se realiza para disminuir la ansiedad y
aunque muchos vean esto como algo bueno, el trastorno puede tornarse
bastante incómodo.
Su característica principal es el miedo a ciertas cosas, por ejemplo, el pánico
a los gérmenes, esto hace que la persona se convierta en alguien obsesivo
por la limpieza. El TOC también puede presentarse como una obsesión por
mantener el orden en el hogar, sitio de trabajo e incluso con las personas.
Estrés post traumático
Esta enfermedad es generada por una situación traumática, puede ser un
accidente, experiencias de extrema violencia o presenciar situaciones
terroríficas. Los síntomas principales son las pesadillas, pensamientos sobre
el suceso y angustias. Las personas que tienen esta enfermedad tienden a
tener mentes suicidas y por eso se necesita acudir a un médico que pueda
controlar los episodios mediante fármacos especiales.
Trastornos de personalidad
Son estados anormales en la mente del paciente y son generados a nivel
emocional, motivacional, afectiva y en las relaciones. Una persona con esta
patología puede tener entre una y tres personalidades cuando se trata del
trastorno de personalidad múltiple.
Este trastorno presenta un patrón algo inflexible en el comportamiento del
paciente, de hecho, algunos pueden tener mentes criminales, tal como el
caso de Billy Milligan. Existen otros trastornos que imposibilitan que los
individuos diagnosticados tengan una vida plena y que se integren a la
sociedad. Con esto queda claro que la mente forma parte de una estructura
cerebral muy compleja y que no debe subestimarse, pues en ella está la
base del conocimiento y pensamiento humano.
Edad mental
Se trata de un concepto que se relaciona con la inteligencia humana y
explica cómo un niño de una edad determinada, expresa su rendimiento
intelectual, haciendo comparaciones con su edad física. Los estudios
determinan si la edad de un niño, adolescente, adulto o adulto mayor está
acorde con su edad física, de hecho, esta tiende a variar de acuerdo al nivel
de coeficiente intelectual que tenga la persona o sus discapacidades
psíquicas/mentales.
Para poder determinar la edad mental, es posible basarse en los test de
coeficiente intelectual, en los cuales las personas deben contestar a una
serie de preguntas con el objetivo de determinar si su edad mental es
acorde con respecto a su edad cronológica. De igual forma, es importante
saber que la edad mental no necesariamente es la misma que la edad
biológica de un individuo.
Mentalismo
Es un principio filosófico que se basa en la presencia de una realidad mental
propia, de esencia diferente e independiente a lo corporal. En el aspecto
psicológico, este término abarca cualquier teoría que utilice conceptos
como mente, espíritu, facultades mentales, etc., así como toda la psicología
que requiera de la meditación.
El modelo mentalista surgió a finales del siglo 19, sus características
principales fueron la percepción que el propósito de la psicología es la
mente, sus condiciones y procesos. La percepción que el procedimiento
adecuado para su estudio es a través de la meditación.
Por otro lado, algunos consideran al mentalismo como una rama del
ilusionismo, pero como el mentalismo forma parte de la ciencia escénica, es
diferente e independiente de la magia y el ilusionismo. Durante las
primeras etapas de la psicología científica y gracias a la influencia del
dualismo cartesiano (mente-cuerpo) se originaron dos disyuntivas acerca
de su propósito de estudio.
La primera es el mentalista, que se fundamenta en lo mental, prestándole
mayor interés a los actos del pensamiento. Y el Fisicalista, que se origina
como contradicción del mentalismo y apoya únicamente a aquellos hechos
que pueden ser observables de manera directa, esto condujo a la aparición
del modelo conductista.
Principios del mentalismo
El mentalismo es uno de los siete principios existentes atribuidos a Hermes
Trismegisto, quien dijo haberlos encontrado escritos en una tabla de
esmeralda. Estos principios no son más que verdades universales
descubiertas por los antiguos egipcios, quienes se dedicaban al estudio de
la metafísica con el fin de entender y aplicar dichos conocimientos y así
seguir avanzando en su vida.
La premisa para el principio del mentalismo es que todo está en la psique y
que la esencia del todo está detrás de las apariencias y expresiones, el cual
se conoce como materia, diversidad o universo material, todo depende
como cada individuo lo quiera ver.
Asimismo, el mentalismo dice que todo lo que se perciba por los cinco
sentidos, recibe el nombre de espíritu, el cual es indefinible para las
limitaciones del ser humano pero que, a su vez, es entendida como una
mente omnipresente e infinita. Algunos principios del mentalismo son:
Enfocar la mirada a todo lo que se encuentra alrededor, observando
detalladamente para que al final nada pueda sorprender.
La creación humana no es más que una idea que proviene de la psique de
alguien, dado que todo proviene de ella y es algo indiscutible.
El individuo percibe las cosas de las cuales está consciente, es por ello que
la conciencia es la creadora de todo lo que rodea a las personas.
Debe ser consciente de los pensamientos, creados por la realidad que te
rodea.
Preguntas Frecuentes sobre Mente
¿Qué es la mente humana?
No es más que un grupo de capacidades cognitivas en las cuales se
encuentran la percepción, conciencia, pensamiento, etc.
¿Cuáles son las funciones de la mente?
Pensar, desear, sentir.
¿Cómo funciona la mente?
Su funcionamiento radica en las reacciones generadas por situaciones
ajenas a ella.
¿Dónde está la mente en el cuerpo humano?
Algunos dicen que se encuentra en el cerebro, mientras que otros alegan
que está va más allá de la capacidad anatómica, es decir, es espiritual.
¿Cómo se estudia la mente humana?
A través de la neurociencia.
MENTE Y CEREBRO EN LA NEUROCIENCIA
CONTEMPORANEA. UNA APROXIMACION
A SU ESTUDIO INTERDISCIPLINAR*
* Este trabajo esta dedicado al Profesor Mariano Artigas, que, como amante incon-
dicional de la verdad, supo buscar y promover el trabajo interdisciplinar.
1. INTRODUCCION
Tambien conviene mencionar aquf que los trabajos de Sir Cbarles Sbe-
rrington (1857-1952) y otros en las primeras d^cadas del siglo pasado, que ana-
lizaron con detalle la comunicacidn entre las cdlulas nerviosas y favorecieron
mucbo el desarrollo exponencial de la fisiologfa del sistema nervioso y un ma-
yor entendimiento de los fendmenos celulares que rigen el traspaso efectivo de
la informacidn nerviosa.
6. Cfr. J.M. HARLOW, «Recovery from the passage of an iron bar through the head)),
en Publications of the Massachusetts Medical Society 1 (1868), 327-347; D.E. HAINES,
Principios de Neurociencia, Elsevier, Madrid 2003.
7. Cfr. D.E. HAINES, Principios de Neurociencia, Elsevier, Madrid 2003, 519.
9. Cfr. S.J. MARCUS (ed.), Neuroethics: Mapping the Field, The Dana Foundation
Press, New York 2002; T. FuCHS, "Ethical issues in neuroscience», en Current Opinion
in Psychiatry 19 (2006), 600-607. Este ultimo artfculo es una revisi6n muy completa
sobre la Neuroetica con una bibliograffa muy actualizada hasta 2005.
10. Cfr. T. FUCHS, cit.
porque —al menos tal como se plantea ante nosotros mismos— por un lado
poseemos experiencias subjetivas y por otro somos capaces de examinar cientf-
ficamente los drganos materiaies implicados en ellas, sin que la unidad de am-
bas perspectivas sea facil de encontrar ".
En este terreno se plantean preguntas de gran calado desde el punto de
vista filosdfico y neurocientffico: ^son las actividades mentales distintas o id^n-
ticas a los procesos cerebrales? Para los que piensan que ambos son lo mismo,
la pregunta que surge espontanea es: ^a qu^ se debe en ese caso la ilusidn de que
nos parezcan diferentes? Por su parte, quienes consideran que la explicacidn de
la mente debe encontrarse en la actividad del cerebro deberfan preguntarse, en
cambio, cdmo los procesos cerebrales producen los procesos mentales. Y, para
aquellos para los que la mente tiene una cierta independencia respecto del ce-
rebro, resulta obligado plantearse si se puede o no separarlos nftidamente y cd-
mo se reiacionan entre sf".
De entre las preguntas particulares que se abren en este estudio de las re-
laciones mente-cerebro, resultan especialmente interesantes las que se refieren a
la conciencia. Y esto por varios motivos. Por una parte, porque, como ha defi-
nido recien temen te la revista Science en un numero especial por su 125 aniver-
sario, el estudio de la conciencia es uno de los retos cientfficos mas importan-
tes para los prdximos anos'''. Y, por otra, porque este estudio ocupa a fildsofos
de diversas tradiciones intelectuales. Esto explica que el tambidn llamado «pro-
blema de la conciencia» sea uno de los que mas peso han tenido en la rehabili-
tacidn del dialogo interdisciplinar entre la Neurociencia y la Filosoffa.
De todos modos, la misma apertura del dialogo ha servido ante todo pa-
ra poner de manifiesto las dificultades que entrana. Y es que, aunque la con-
ciencia parezca un fendmeno claro y patente, no resulta tan facil definirla y aco-
tarla, teniendo en cuenta especialmente los condicionamientos que imponen las
diferentes tradiciones cientfficas o intelectuales a las que se pertenece —no siem-
pre faciles de armonizar— o, mas aiin, los que derivan de la ignorancia de dichas
tradiciones, que suele Uevar a las simplificaciones y los malentendidos. Esto ex-
plica que este dialogo reclame una especial honestidad y un gran rigor intelec-
tual. De lo contrario, es mas que posible llegar a posiciones cerradas, a veces de
12. Cfr. D.J. CHALMERS, Philosophy of Mind: Classical and Contemporary Readings,
Oxford University Press, Oxford 2002.
13. Cfr. J.D. MORENO, «Neuroethics: an agenda for neuroscience and society», en
Nature Reviews Neuroscience A (2003), 149-153.
14. Cfr. C. MILLER, «What is the biological basis of consciousness", en Science 5Q9
(2005), 79; B. BEAKLEY y P LUDLOW, The Philosophy of Mind Classical Problems/Con-
temporary Issues, The MIT Press, Cambridge Massachusetts 2006.
alto contenido ideoldgico, que no sdlo no aportan nada a su solucidn, sino que
pueden presentarse de tal modo que hagan impracticable un verdadero progreso
en el conocimiento y un acercamiento entre los diversos m^todos y posturas".
Comenzaremos este apartado del trabajo exponiendo algunos intentos de
clarificacidn terminoldgica, para pasar a continuacidn a una exposicidn de las
principales hipdtesis y teorfas de los mas conocidos neurocientfficos interesados
en este estudio.
15. Cfr. A. MACINTYRE, Tras la Virtud, Critica, Barcelona 2004. Se podrfa decir que
en este tema de las relaciones mente-cerebro ocurre algo parecido a lo que sefiala este au-
tor con respecto a los debates morales en lafiticacontemporinea. Ver tambien nota 57.
16. Cfr. D. CHALMERS, cit.
21. Cfr. T. FuCHS, cit.; J.R. SEARLE, « Towards a Science ofConsciousness». Conferen-
cia impartida en 2006 en el Center for Consciousness de la Universidad de Arizona en
Tucson, Arizona, Estados Unidos. Recogida en el programa «The Pbilosopber's Zone»
de la ABC National Radio de Australia el 20 de enero de 2007; J.M. GIM£NEZ-AMAYA,
«Cerebro y alma», en La Gaceta de los Negocios, 21 de febrero de 2007, 55.
22. Cfr. B. BEAKLEY y P. LUDLOW, cit.; G. CRAHAM, «Bebaviorism», en Stanford
Encyclopedia ofPhibsophy, July 25, 2005 (bttp://plato.stanford.edu).
26. Cfr. S. GREENFIELD, The Private Life of the Brain: Emotions, Consciousness, and
the Secret of the Self ]ohr\ Wiley & Sons, Inc., New York 2000.
27. Cfr. A. DAMASIO, The Feeling of What Happens: Body and Fmotion in the Making
of Consciousness, Harcourt, New York 1998.
28. Cfr. M. GAZZANIGA, Nature's Mind, Basic Books, New York 1992; M. GAZZA-
NIGA, R. IVRY y G.R. MAGUN, Cognitive Neuroscience: The Biology of the Mind, W.W.
Norton, New York 2002.
29. J. TOLSON, cit.; R. PENROSE, The Emperor's New Mind. Concerning Computers,
Minds, and the Law ofPhysics, Oxford University Press, Oxford 1989; S.R. HAMEROFF,
A.W. KASZNIAK y A.C, SCOTT, Toward a Science of Consciousness. Tbe Eirst Tucson Dis-
cussions and Debates, The MIT Press, Cambridge Massachusetts 1996.
30. Cfr. K. POPPER y J.C. ECCLES, The Selfand Its Brain, Routledge, New York 1983.
31. Cfr. W.S. BROWN, N . MURPHY y H . N . MALONY, Whatever Happened to the Soul?
Scientific and Theological Portraits of Human Nature, Fortress Press, New York 1998;
W.S. BROWN y M.A. JEEVES, "Portraits of human nature: reconciling neuroscience and
Christian anthropology», en Science and Christian Belief \ 1 (1999), 139-150. Cfr. tam-
bien el trabajo de G. EASTERBROOK, «Science and God: a warning trend?», en Science
277 (1997), 890-893.
32. Cfr., entre otros, E.J. LowE, Filosofia de la Mente, Idea Books, Barcelona 2000;
y M. PAUEN, GrundprobUme der Philosophie des Geistes. Eine Einfuhrung, Fischer, Frank-
furt 2001.
33. Cfr. J.I. MURILLO, «E1 nacimiento de la antropologfa griega», en Studia Polaina
7 (2005), 7-23.
gico considerar que son las realidades sensibles las que se parecen a las ideas
y no al revds ^.
La crftica mis certera a la tesis platdnica procede de su discfpulo Aristd-
teles. Para este autor, las ideas tienen muchas ventajas sobre los seres sensibles,
pero ni estan vivas ni sirven para explicar la actividad y el movimiento. Aristd-
teles afirma que las ideas se encuentran en la mente, en la accidn del intelecto,
que con ellas conoce la realidad, y que es ^ste, por tanto, lo verdaderamente se-
parado de la materia y, en consecuencia, incorruptible e inmortal. Ahora bien,
si el principio de la mutabilidad del mundo sensible es la causa material, el in-
telecto debe estar desprovisto de ella. No obstante, con este razonamiento Aris-
tdteles no consigue resolver totalmente el problema del dualismo, pues deja sin
explicar cdmo se conjuga la actividad intelectual —que parece que hay que atri-
buir a un intelecto inmortal— con el principio vital del organismo que la ejer-
ce, al que denomina alma. Las consecuencias de esto se muestran en sus apa-
rentes vacilaciones a la hora de atribuir inmortalidad al alma humana^'.
De todos modos, no sdlo los platdnicos han sostenido con decisidn la te-
sis de que el alma puede existir al margen del cuerpo, sino tambien muchos
aristot^licos posteriores. Asf, aunque a diferencia de aqudllos, aristotelicos co-
mo Tomas de Aquino, defienden esta postura apoyandose en que la capacidad
de entender es personal, y, por lo tanto, el principio vital que la ejerce debe ser,
al menos parcialmente, independiente de la materia"'.
Al margen de las variantes entre los argumentos que se aducen para afir-
mar que ningun drgano material puede explicar suficientemente la actividad
mental, lo que interesa subrayar ahora es que lo que, con mucha imprecisidn,
podrfamos denominar «el dualismo clasico» ^'', no se establece entre la concien-
cia y la materia de que consta el cuerpo humano, sino mds bien entre dsta y la
inteligencia. Lo que se considera impensable en esta tradicidn no es tanto que
un ser meramente material sea consciente de sf mismo, cuanto que sea capaz de
esa relacidn absoluta con la realidad en la que consiste entender.
El problema, sin embargo, se establecera en otros t^rminos a partir de la
crisis nominalista, que debilita la importancia de la actividad intelectual y la re-
Otra postura, que intenta evitar las dificultades de afirmar una identidad
estricta entre los procesos mentales y los neurofisiologicos, es el funcionalismo,
entre cuyos representantes mas importantes se encuentran Hillary Putnam y
Jerry Fodor. El Rincionalismo aprovecha la distincion de la electrdnica entre el
hardware y el software, y comprende los estados o procesos como situaciones
funcionales de un sistema, que pueden implementarse en soportes materiales
distintos, y, en este sentido, son independientes de ellos. Por eso aceptan que el
Este breve recorrido por algunas de las tesis defendidas en torno al tema
que nos ocupa permite hacerse cargo de que el problema mente-cerebro se en-
cuentra lejos de quedar zanjado. Para aquellos que no se sientan satisfechos con
el monismo reduccionista ni con el dualismo como soluci6n a algo que nos
afecta tan profundamente como el papel que juegan en el hombre materia y
48. Cfr. H. PUTNAM, Mind, Language and Reality. Philosophical Papers, vol. 2., Cam-
bridge University Press, Cambridge England 1975; J. FODOR, The Mind Doesn't Work
That Way: The Scope and Limits of Computational Psychology, The MIT Press, Cam-
bridge Massachusetts 2000.
49. Cfr. J.R. SEARLE, cit.; J.R. SEARLE, «Consciousness», en Annual Review ofNeu-
wc/fwcf 23 (2000), 557-578.
espiritu, cuerpo y alma o mente y cerebro'", puede ser util avanzar algunas re-
flexiones.
la biologia filosofica de Hans Jonas ", que han intentado ofrecer una concep-
ci6n unitaria del hombre reconciliada con la ciencia biol6gica contempordnea.
55. Cfr, H. JONAS, El Principio Vida. Hacia una Biologia Eilosdfica, Trotta, Madrid
2000; Poder o Impotencia de la Subjetividad, Paid6s, Barcelona 2005,
56. El profesor Mariano Artigas imparti6 un seminario en la Universidad de Na-
varra titulado «Mi visi6n de la interdisciplinariedad» el 17 de mayo de 2001, Este
interesante documento puede consukarse en la siguiente direcci6n electr6nica:
http://www.unav,es/gep/MiVisionInter.html.
57. Cfr. A. MACINTYRE, Tras la Virtud, Critica, Barcelona 2004. Ver tambidn nota 15,
58, Cfr. J.I. MURILLO, «jSon realmente aut<5nomas las ciencias?», en J. ARANGUREN,
J.J. BOROBIA y M. LLUCH, Eey Razdn. I Simposio Internacional Ee cristiana y cultura con-
tempordnea, Elunsa, Pamplona 1999, 473-480,
59, Cfr. E STRUMWASSER, «The human mind: building bridges between neuroscien-
ce and psychiatry», en Psychiatry G6 (2003), 22-31,
60. Cfr. T. NAGEL, «What is the mind-body problem?", en Ciha Foundation Sympo-
sium 174 (1993), 1-7, discussion 7-13.
61. Cfr. J.M. GIM£NEZ-AMAYA, «Neurociencia...» (nota 1) y «Cerebro y alma» (nota
21), cit.
62. Cfr. D. CHALMERS, "Philosophy of Mind...», cit.
En definitiva, no son pocos los autores que piensan que no nos enfren-
tamos solo a un problema de orden practico, que puede resolverse con una sim-
ple mejora de los m^todos experimentales, sino con algo que se refiere a los as-
pectos teoricos fundamentales de la Neurociencia, donde los planteamientos
filosoficos de corte reduccionista son claramente insuficientes. Esto se nota de
un modo especial en el problema de la autoconciencia'"'. Asi, pues, la interdis-
ciplinariedad es necesaria porque posibilita encontrar nuevos metodos de tra-
bajo comiin y ayuda a establecer objetivos e hipotesis mas adecuados que los ya
acunados de forma independiente por las distintas disciplinas implicadas en el
estudio del sistema nervioso y del hombre.
nol6gicos. Ahora bien, puesto que el lenguaje se configura a traves del dialogo
—en este caso, cabe decir que, en gran medida, la fiincion crea el 6rgano—, el
lenguaje comiin debe ser fruto del esfuerzo mutuo de comprensidn y de co-
municacidn.
MODELO BIOMEDICO
INTRODUCCION
En gran parte de la historia el tema de la salud estuvo dominado por las enfermedades
infecciosas. Con el correr de la evolución se originaron nuevas infecciones y otras fueron
desapareciendo, sin mediar alguna medida preventiva. Siguiendo a la evolución humana
aparecen una serie de enfermedades que no tenía conexión con las infecciones y no eran
transmisibles como el infarto de miocardio, la depresión, el cáncer y otras. A estas entidades se
las denominaba “enfermedades de la civilización”. Pero estos cambios en la civilización también
interferían en la evolución de las enfermedades infecciosas, produciendo modificaciones en sus
patrones. Corrientes colonizadoras, conquistas militares, guerras, todas traen aparejados
consecuencias en el rumbo de las enfermedades infecciosas. Luego la industrialización, el
crecimiento demográfico, el abordaje indiscriminado sobre la ecología, los conocimientos
científicos, las comunicaciones, la globalización económica han cambiado los parámetros en la
salud, dando como idea que todo es un proceso dinámico y como expresa Buda: lo único
constante es el cambio.
EL MODELO BIOMEDICO
y VI antes de J.C. quienes pensaban que un conocimiento objetivo del universo es posible y ello
incluye no solamente los astros sino también a los seres vivos.
Muchos siglos más tarde, durante el renacimiento, pensadores, teólogos y artistas retomaron
dicha actitud. Las ideas de Leonardo de Vinci sobre las condiciones de la creación artística y el
pensamiento de Nicolás de Cusa (Nihil certi habemus in Nostra scientia nissi nostram
mathematicam), entre otros muchos, expresan cabalmente lo que se quiere decir.
La naturaleza, para los renacentistas, tiene una estructura matemática y para conocerla hay que
medirla. Descartes va a dividir al ser humano en dos partes (res extensa, el cuerpo y res cogitans,
la mente). La primera, el cuerpo —que ocupa un lugar definido en el tiempo y en el espacio— y
cuyo estudio objetivo ha conducido al enorme desarrollo de la medicina en los últimos siglos. La
segunda, la mente, es substancia pensante. Este dualismo planteó a Descartes, y después de él a
toda la filosofía occidental, la explicación que permanece aún sin una solución definitiva.
El cuerpo humano es considerado entonces una máquina que puede ser analizada en términos
de sus partes; la enfermedad es vista como un mal funcionamiento de los mecanismos
biológicos, que son estudiados desde el punto de vista de la biología celular y molecular; el papel
de los médicos es intervenir, física o químicamente, para reparar el defecto en el funcionamiento
de un específico mecanismo indicado. Tres siglos después de Descartes, la medicina aún se basa,
como escribió George Engel, "las nociones del cuerpo como una máquina, de enfermedad como
consecuencia de una avería en la máquina, y de la tarea del médico como reparador de esa
máquina"
Al concentrarse en partes cada vez más pequeñas del cuerpo, la medicina moderna pierde
frecuentemente de vista el paciente como ser humano, y, al reducir la salud a un funcionamiento
mecánico, no puede más ocuparse como el fenómeno de la cura. Esa es tal vez, la más sería
deficiencia del abordaje biomédico. Aunque todo médico practicante sabía que la cura es un
aspecto esencial de toda la medicina, el fenómeno es considerado fuera del ámbito científico; el
término "curar" es encarado con desconfianza, y los conceptos de salud y cura no son
generalmente discutidos en las escuelas de medicina.
DEFINICIONES DE SALUD
En la historia de la medicina occidental, la conquista del poder por una élite profesional
masculina envolvió una larga lucha que acompañó el surgimiento del abordaje racional y
científico de la salud y de la cura. El resultado de esa lucha fue el establecimiento de una élite
médica casi exclusivamente masculina y la inclusión de la medicina en sectores que eran
tradicionalmente atendidos por mujeres, como el parto. Esa tendencia está siendo ahora
invertida por el movimiento de las mujeres: ellas reconocen en los aspectos patriarcales de la
medicina más una de las manifestaciones del control del cuerpo de las mujeres por los hombres,
y establecieron como uno de sus objetivos centrales la plena participación de las mujeres en la
asistencia a su propia salud.
El avance de la moderna medicina científica a principio del siglo XIX con los grandes progresos
hechos en biología. En el comienzo del siglo, la estructura del cuerpo humano, en sus mínimos
detalles, era casi completamente conocida. Además, desarrollo un rápido progreso estaba siendo
hecho en la comprensión de los procesos fisiológicos, gracias, en gran medida, a los cuidadosos
experimentos realizados por Claude Bernard. Así, biólogos y médicos, fieles al abordaje
reduccionista, volvieron sus atenciones para entidades menores. Esa tendencia se desarrolló en
dos direcciones. Una fue instigada por Rudolf Virchow, al postular que todas las enfermedades
envolvían variaciones estructurales al nivel celular, estableciendo así a la biología celular como la
base de la ciencia médica. La otra dirección de la investigación tuvo como pionero Louis Pasteur,
iniciador del estudio intensivo de microorganismos, que pasó a ocupar desde entonces los
investigadores biomédicos.
Los progresos en biología durante el siglo XIX fueron acompañados por el avance de la tecnología
médica. Fueron inventados los instrumentos de diagnóstico, como el estetoscopio y aparatos
para la toma de la presión sanguínea; y la tecnología quirúrgica tornándose más sofisticada. A la
vez, la atención de los médicos se transfirió gradualmente del paciente para la enfermedad.
Patologías fueron localizadas, diagnosticadas y rotuladas de acuerdo con un sistema definido de
clasificación, y estudiadas en hospitales transformados, de las medievales “casas de
misericordia", en centros de diagnóstico, terapia y enseñanza. Así comenzó la tendencia para la
especialización, que iría alcanzar su auge el siglo XX.
ENTONCES PREGUNTAMOS: ¿Cuál es, pues, la relación entre medicina y salud? ¿En qué medida
la moderna medicina occidental fue bien sucedida en la cura de enfermedades y en el alivio del
dolor y del sufrimiento? Las opiniones han tendido a variar considerablemente y llevan a un
correcto número de afirmaciones confluentes.
"Estamos, aproximadamente, con la misma lista de las principales enfermedades más comunes
con que el país se enfrentó en 1950, y, aunque hayamos acumulado un notable avance de
información acerca de algunas de el las en este medio tiempo, tal acumulación aún es
insuficiente para permitir la prevención o la cura completa de cuál quiere urna délas."
La Organización Mundial de la Salud define a la salud como: “un estado completo de bienestar
físico, mental y social” y agrega: “y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Cuando uno se refiere al concepto de salud este debe incluir varios aspectos a saber:
Objetivo: la definición debe mostrar un parámetro observable y comparable para poder tomarlo
como patrón y relacionarlo con otros. Ejemplo: si presenta una hepatitis B que tenga el antígeno
correspondiente.
Subjetivo: se refiere a lo que puede percibir el sujeto, que puede creerse no enfermo.
Capacidad funcional: una misma enfermedad puede afectar de distintas maneras a una persona.
Un dolor puede pasar para algunas personas desapercibido y a otras lo inhabilita. Esto también lo
debe reflejar la definición.
Teleológico: plantea a la salud como un instrumento para conseguir otros objetivos. Sin salud no
hay trabajo, no hay desarrollo social ni bienestar familiar, ni amoroso.
En su enunciado “es el estado completo de bienestar……”, muestra a la salud como algo fijo,
estático. La salud dista mucho de ser estática, la salud es un proceso en continuo cambio. La
salud es un estado continuo de adaptación. Está influenciada por la biología, el medio ambiente,
la cultura, la sociedad, los hábitos y otros factores que hacen a la constante adaptación del
hombre en el medio.
Analicemos este concepto: “un completo bienestar físico….”. ¿Cómo definimos el completo
bienestar?, ¿Cómo lo comparamos? ¿Cuál es el fin? Es lo mismo el bienestar que refiere una
persona luego de realizar un ejercicio que el que refiere otro luego de consumir una droga?, ¿Los
dos están saludables ?. Por esto es difícil cuantificarlo y a la vez parece algo inalcanzable para la
población (¿será por esto que lo llamamos pacientes?) y expresamos de esta manera que la salud
es una incapacidad que se podría alcanzar algún día.
Muchos preguntan porque no se modifica la definición. Una respuesta puede ser porque el
objetivo de la OMS es que todos los pueblos alcancen el máximo nivel de salud y lo tome más
como meta o fin que como algo puntual y objetivo para cumplir. Este valor deseado permitiría
mejorar las condiciones de vida de la población a medida se avanza en el intento de satisfacer las
necesidades psíquicas, físicas y sociales.
Se puede decir que el proceso de cura representa la respuesta coordinada del organismo
integrando las influencias ambientales causadoras de tensión. Esa concepción de cura envuelve
un correcto número de conceptos que transcenderá la división cartesiana y que no pueden ser
formulados de acuerdo con la estructura de la ciencia médica actual. Por eso los investigadores
biomédicos han tendido a despreciar las prácticas de los curanderos populares, refutando en
admitir su eficacia. Tal "cientificismo médico" hace que se crea que el arte de curar es un aspecto
esencial de toda la medicina, y que aún nuestra medicina la científica tuvo que apoyarse casi
exclusivamente en ella hasta algunas décadas atrás, pues tenía poco más a ofrecer en términos
de métodos específicos de tratamiento.
En la actualidad, el concepto de salud está determinado por lo que se puede denominar como
modelo biomédico, el cual es de carácter curativo, organicista y especializado. Para superar
algunos inconvenientes que implican este tipo de concepciones se requiere un modelo en el que
se sustenten la formación de los profesionales de la salud y las políticas que se suscitan al
respecto. Dicho modelo debe tener en cuenta:
Hacer hincapié en la importancia de las acciones preventivas que todos los miembros de la
sociedad pueden realizar desde su quehacer cotidiano.
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
Fomentar la participación que el individuo mismo debe tener en la solución de sus problemas de
salud (autocuidado)
Promover una visión cada vez más integral de l ser humano, lo cual implica fomentar una
sensibilidad hacia lo cultural, lo comunitario, la espiritualidad y todos los demás aspectos que
hacen parte inherente de él, a fin de generar de esta forma una visión ecosistémica menos
parcializada y más acorde con la realidad humana.
Generar decisiones de carácter local, con objetivos claros y alcanzables por la comunidad.
Esto plantea una nueva visión con respecto a la relación existente entre tres aspectos
fundamentales que se deben considerar: Salud, Naturaleza y Cultura.
El modelo biomédico está basado en la integración de los hallazgos clínicos con los datos de
laboratorio y los datos de anatomía patológica.
Mediante este modelo se logró clasificar las enfermedades. Se obtuvieron avances en métodos
diagnósticos.
Este enfoque deja afuera todo lo relacionado con la esfera psicosocial. La cultura, la religión los
hábitos no tendrían participación en el proceso de salud enfermedad.
Los fenómenos de salud son dinámicos. Cuando hablamos a cerca de la definición de salud de la
OMS dijimos que mostraba un modelo estático. La salud y la enfermedad no son los puntos
extremos de una recta.
Salud y enfermedad son diferentes grados de adaptación del hombre frente al medio, los modos
y estilos de vida son influidos y su vez influyen en la actividad del hombre como ser social.
Los fenómenos de salud ocurren dentro de una población cuyos miembros tienen una
determinada constitución genética y viven en forma organizada en una sociedad que transforma
continuamente el ambiente. Al encontrar estos determinantes el concepto de salud debe incluir
dimensiones individuales, sociales y ecológicas del ser humano. En este constante cambio y en la
búsqueda de un equilibrio entre el hombre y el ambiente giran los conceptos de salud-
enfermedad. Y como es muy dinámico podemos hablar con más propiedad si lo llamamos
“proceso salud enfermedad”. No hay un punto límite exacto entre ellos.
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
Este concepto no se puede abordar desde la enfermedad solamente ya que esta va a afectar de
manera diferente al individuo. No hay abordaje de enfermedades sino de enfermos. En 1977
Engel critica el modelo médico tradicional por sus planteamientos reduccionistas y mecanistas y
los califica de dogma y surge el concepto de modelo biopsicosocial. Este modelo permite un
abordaje integral del proceso salud enfermedad.
Desde cualquiera de estos determinantes puede surgir un problema, y a su vez afectan a los
demás. El proceso salud enfermedad expresa la unidad de lo natural y lo social en el hombre. La
Medicina Familiar hizo suyo el modelo Biopsicosocial propuesto por G. Engel.
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
Las críticas principales al modelo biomédico son el reduccionismo biológico, es decir, la exclusión
de otros factores que los orgánicos para explicar la génesis de las enfermedades; su a-
historicidad, o sea, el presentar a las enfermedades como hechos exclusivamente naturales
despojándolos de su categoría de hechos socio-culturales, y por ende históricos; su a-socialidad,
entendida ésta como esa concepción que “define al acto médico como acto técnico más que
como acto social” dejando así de lado los determinantes del proceso de enfermar que provienen
de la clase social, las condiciones educacionales, la cultura, etc., tanto del paciente como del
médico.
El Dr. José León explica que la salud es un problema social y político, cuya solución pasa
necesariamente por la participación activa y solidaria de la comunidad. Los determinantes de
salud son múltiples e interaccionan entre sí, al tiempo que los factores biológicos son
susceptibles de ser modelados por la acción de variables sociales y psicológicas que pueden
facilitar o inhibir la eficacia de determinados agentes patógenos.
La predisposición genética que pueda tener un individuo se ve modificada por los factores
ambientales y socioculturales a la hora de expresarse o no.
Las limitaciones de la investigación biomédica en psiquiatría están siendo ahora evidentes para
un número crecientes de profesionales de la salud, los cuales están empeñados en un vigoroso
debate sobre la naturaleza de la enfermedad mental. Thomas Szasz, que considera a la
enfermedad mental puro mito, asume tal vez la posición mas extrema. Szasz condena la noción
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
de enfermedad como algo que ataca personas sin cualquier relación con su personalidad, estilo
de vida, sistema de creencias o ambiente social. En ese sentido, toda enfermedad, mental o
física, es un mito. Si el término es usado en una aceptación holística, tomándose en cuenta el
organismo y la personalidad del paciente, como un todo, así mismo como el medio ambiente
físico y social, los disturbios mentales son tan reales como las enfermedades físicas. Pero tal
comprensión de la enfermedad mental forma parte de la estructura conceptual de la actual
ciencia médica.
Esa concepción científica de la ciencia médica impide frecuentemente que los médicos vean los
aspectos benéficos y el significativo potencial de la enfermedad. La enfermedad es vista como un
enemigo que debe ser abatido y los investigadores médicos persiguen el ideal utópico de
eliminar, finalmente, todas las enfermedades, a través de la aplicación de la investigación
biomédica. Un tan limitado punto de vista desconsidera los sutiles aspectos psicológicos y
espirituales de la enfermedad e impide que los investigadores médicos tomen conciencia de que
“liberarse completamente de la enfermedad y de la lucha es casi totalmente incompatible con el
proceso de vida.”
Es desconcertante y verdaderamente irónico que los propios médicos sean los que mas sufren en
transmitir la concepción mecanicista de la salud por despreciar circunstancias estresantes
propias de su vida. En cuanto se esperaba que los curanderos tradicionales fuesen personas
saludables, manteniendo el cuerpo y el alma en armonía y afinidades con su medio ambiente, las
aptitudes y los hábitos típicos de los médicos de hoy son muy poco saludables y los llevan a
considerables enfermedades. Hoy la expectativa de la vida entre los médicos es de diez a quince
años menos que la población y ellos presentan elevadas tasas de enfermedades físicas,
adicionalmente altos índices de alcoholismo, abuso de drogas, suicidios y otras patologías
sociales.
Esa carga de estrés es agravada por ello que los médicos tienen que batallar continuamente con
personas en estado de gran ansiedad o profunda depresión, lo que aumenta la intensidad de su
trabajo cotidiano. Como ellos son entrenados para usar un modelo de salud y de enfermedad en
que las fuerzas emocionales no desempeñan papel alguno, son propensas a ignorarlas en su
propia vida.
Al mismo tiempo la práctica de la medicina se transfiere del consultorio clínico general para el
hospital donde se torna progresivamente despersonalizado, pero no deshumanizado. Los
hospitales se convierten en amplias instituciones profesionales, enfatizando más la tecnología y
la competencia científica del que el contacto con el paciente. En esos modernos centros médicos
que más parecen aeropuertos que ambientes terapéuticos, los pacientes tienden a sentirse
impotentes y asustados, el que frecuentemente los impide de presentar mejoras. Del 30- 50% de
los casos de hospitalización actuales son clínicamente innecesarios, por otro lado, servicios
alternativos que podrían ser, desde el punto de vista terapéutico, más eficaces, y
económicamente más eficientes desaparecen casi por completo.
Los elevados riesgos de la moderna tecnología médica llevaran a uno u otro significativo
aumento en los costos de la salud a través del creciente número de procesos judiciales por
impericia u negligencia contra médicos y hospitales. Se verifica hoy un miedo casi paranoico de la
acción judicial entre los médicos americanos que intentan protegerse de la instauración de
procesos mediante la práctica de la “Medicina defensiva” sirviéndose cada vez más de la
tecnología diagnostica, el que provoca nuevos aumentos en los costos de la asistencia médica, y
expone a los pacientes a riesgos adicionales. Esta crisis en la práctica médica tiene varias causas:
excesivo uso de alta tecnología dentro de un modelo mecanicista de la enfermedad, en el cual la
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
El concepto de la enfermedad como entidad bien definida lleva a una clasificación de las
enfermedades que adoptan como modelo la taxonomía de las plantas y animales. Tal sistema
clasificatorio se justifica en el caso de las enfermedades con síntomas predominante físicos, mas
no en las enfermedades mentales, a las cuales fue extendido. El diagnostico psiquiátrico es
notorio por su falta de criterios objetivos. Dado que el comportamiento del paciente en fase
psiquiatrita es parte integrante del cuadro clínico en que el diagnostico se basa, y como ese
comportamiento del paciente es influenciado en la personalidad, aptitudes y expectativas del
médico, el diagnostico será necesariamente subjetivo. Así mismo lo ideal de una clasificación
precisa de la “Enfermedad Mental” continua siendo predominante evasivo. No obstante, los
psiquiatras se empeñaron en establecer sistemas objetivos de diagnóstico para disturbios
emocionales y comporta mentales que les permitan incluir la enfermedad mental en la definición
biomédica de enfermedad.
Felizmente el modelo biomédico distingue los síntomas de las enfermedades, cada enfermedad,
en una visión mas amplia, puede ser vista meramente como el síntoma de una enfermedad
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
subyacente, cuyos orígenes raramente son investigados. Tal conducta exigirá que la salud
precaria sea considerada dentro del amplio contexto de la condición humana, reconociendo que
cualquier enfermedad, o disturbio conductual, de un determinado individuo solo puede ser
comprendido en relación a la red de interacciones en que esa persona esta insertado.
“Al ver televisión, tenemos la impresión que vivimos rodeados, y en un riesgo total, cercados por
todos los lados de microbios sedientos de seres humanos, escudados contra la infección y la
muerte gracias a una tecnología química que nos permite continuar matándolos antes que nos
invadan. Estamos convencidos que al pulverizar desinfectantes por todas partes evitamos ser
infectados por las bacterias. Aplicamos antibióticos potentes en arañones leves y los vendamos
con vendas de plástico. El plástico es el nuevo protector; enrollamos las copas ya de plástico de
lo hoteles en mas plástico y sellamos los sanitarios como se fueran secretos de estado, depuse de
esparcirlos con luz ultravioleta. Vivimos en un mundo donde los microbios están intentando
siempre contagiarnos, despedazarnos célula por célula, y solo continuamos vivos gracias a los
gastos de la actividad y del miedo.
Esas aptitudes un tanto grotescas, más notorias en los Estados Unidos que en cualquier otra
parte del mundo, son incentivadas, es claro, en la ciencia médica, pero, también, de un modo
aun más poderoso y eficaz, en la industria química. Por eso, sea cual sea su motivación,
difícilmente encontraran una justificación biológica. Es mas se sabe que muchos tipos de
bacterias y virus asociados a la enfermedad están comúnmente presentes en los tejidos de
individuos saludables sin causarles algún daño. Solamente en circunstancia especial, que
disminuyen la resistencia general de los organismos huéspedes, es que les producen síntomas
patológicos. En nuestra sociedad, es muy difícil acreditar eso, pero la verdad es que el
funcionamiento de varios órganos esenciales requiere la presencia de bacterias. Ya esta
demostrado que animales criados en condiciones totalmente libres de microbios desarrollan
serias anomalías anatómicas y fisiológicas.
Ante tales efectos, seria extremadamente útil, así como intelectualmente estimulante, estudiar
las complejas interacciones de la mente, cuerpo y medio ambiente que afectan la resistencia a
las bacterias. Entre tanto, muy pocas investigaciones de ese tipo fueron hasta ahora realizadas.
Las investigaciones, en este siglo, visionaran principalmente la identificación de microorganismos
específicos y el desenvolvimiento de medicamentos parar matarlos. Ese esfuerzo fue
extremadamente bien acogido, dotando a los médicos de un arsenal de medicamentos de gran
eficacia en le tratamiento de infecciones bacterianas agudas. Pero, aunque el uso adecuado de
antibióticos en situaciones de emergencia continua siendo justificado, también será esencial
estudiar y reforzar la resistencia natural de los organismos humanos a las bacterias.
de recetas, como por parte de las personas en general, a través de la automedicación. Hasta
recientemente, los efectos colaterales tóxicos de los remedios, tan raros que pasaban
generalmente por insignificantes. Pero eso era un grave error de juzgamiento. En las dos últimas
décadas, las reacciones adversas a los remedios se tornaron un problema de salud pública de
alarmantes proporciones, produciendo considerable sufrimiento y desconfort para millones de
personas durante todos esos años. Algunos de esos efectos son inevitables, y muchos de ellos
pueden ser atribuidos a los propios pacientes, felizmente gran parte resulto del prescripciones
descuidadas y impropias hechas por médicos que se adhieren rígidamente a la investigación
biomédica. Ya se afirmó que una medicina de alta calidad puede ser practicada sin el uso de
cualquiera de los veinte medicamentos más usados comúnmente y recetados.
constituye la enfermedad, quien está enfermo y quien no está, y los procedimientos con relación
al individuo enfermo. Muchos otros profesionales, como los homeópatas, los quiroprácticos y los
herbolarios, cuyas técnicas terapéuticas son basadas en modelos conceptuales diferentes, pero
igualmente coherentes, fueron legalmente excluidos del ramo principal de la asistencia a la
salud.
El resultado de esa pesquisa fue el Relatorio Flexner, publicado en 1910, que sirvió de base
decisiva para la enseñanza de la medicina en los Estados Unidos de América fijando rigurosas
reglas que aun hoy son obedecidas. La moderna escuela de medicina tenía que ser parte de una
universidad, con un cuerpo docente permanente, dedicado a la enseñanza y a la investigación. Su
objetivo primordial era la formación de los estudiantes y el estudio de las enfermedades, no lo
asistencia a los enfermos. Así, el diploma de doctor en medicina que la escuela otorga certifica el
completo dominio de la ciencia médica, no la capacidad para cuidar a los pacientes. La ciencia al
ser enseñada y la investigación a ser desenvuelta están firmemente incluidas en el contexto
biomédico reduccionista, en especial, tiene que ser disociadas de las preocupaciones sociales,
consideradas fuera de las fronteras de la medicina.
Una generación atrás, más de la mitad de todos los médicos eran clínicos generales, ahora mas
del 75% son especialistas, limitando su atención en un grupo etéreo, enfermedad o parte del
cuerpo bien determinadas. Segundo David Rogers, eso resulta en la evidente incapacidad de la
medicina norteamericana para luchar con los casos simples de entendimiento medico de nuestra
población. Por otro lado, hay un excedente de cirujanos en los Estados Unidos, que, de acuerdo
con algunos críticos, es responsable por considerables abusos en los procedimientos quirúrgicos.
Estas son algunas de las razones porque tantas personas enfatizan la necesidad de asistencia
primaria a la salud, la basta gama asistencia general tradicionalmente prestada por médicos en
clínicas comunitarias, considerándose el problema central con que la medicina norte americana
se enfrenta.
Hoy en día, el modelo biomédico es mucho más que un modelo. En la profesión médica, adquirió
el estatus de un dogma, y para el gran público está inexplicablemente vinculado al sistema
común de creencias culturales. Para suplantarlo será necesaria una profunda revolución cultural.
Y tal revolución es imprescindible si quisiéramos mejorar o mantener nuestra salud. Las
deficiencias de nuestro sistema actual de asistencia a la salud en términos de costos, eficacia y
satisfacción de las necesidades humanas están siendo cada vez más notorias y son cada vez más
reconocidas como recurrentes de la naturaleza restrictiva del modelo conceptual en que se basa.
La investigación biomédica de la salud aún será extremadamente útil, tal como la estructura
cartesiana – newtoniana continúa siendo útil en muchas áreas de la ciencia clásica, desde que
sus limitaciones sean reconocidas. Los investigadores médicos precisan entender que el análisis
reduccionista del cuerpo - máquina no pueden favorecerles una comprensión completa y
profunda de los problemas humanos. La investigación biomédica tendrá que ser integrada en un
sistema más amplio de asistencia a la salud, en que las manifestaciones de todas las
enfermedades humanas sean vistas como resultantes de la interacción del cuerpo, mente y
medio ambiente, y serán estudiadas y tratadas en esa respectiva de estudio.
BIBLIOGRAFIA
1. Dr. Otto Lima Gómez. Hacia Un Nuevo Modelo En La Medicina. Gac Méd Caracas 2004;
112(2):139-141
3. Sandy Marcela Granados Andrade. Universidad del Rosario. Revista Ciencias de la Salud.
Aproximación a la Medicina Tradicional Colombiana. Una Mirada al Margen a la de la Cultura
Occidental. Vol 3, número 001. Bogota Colombia. Enero – Junio Año 2005: Pp 98-110.
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
El modelo biopsicosocial
Frente al paradigma tradicional, Engel en 1977 propone un modelo que se apoya en la
concepción de que en todos los estadios del proceso salud-enfermedad coexisten factores
biológicos, psicológicos y sociales implicados. Tanto en lo que respecta a un estadio de salud
como en los diferentes niveles de enfermedad.
Este modelo ya no piensa a la persona dividida, como una mente que gobierna una máquina, el
cuerpo; sino que la comprende de un modo holístico como la integración de sistemas y
subsistemas siempre interrelacionados en un proceso dinámico y transaccional: determinantes
biológicos de las enfermedades.
Para el modelo biopsicosocial ya no es el cuerpo el que enferma, es el ser humano en su
totalidad: una unidad biopsicosocial.
El siguiente cuadro nos permitirá una comparación en sus aspectos más relevantes
Desarrollo de técnicas
quirúrgicas.
Unidad: 2 “Modelo Biomédico y Modelo Biopsicosocial”.
Recopilación Bibliográfica
Profesora Responsable: Lic. Fraile Mercedes.
De la comparación entre ambos modelos surge la necesidad de una integración de los enfoques.
No se trata pues, de abandonar un modelo por otro. Sino de incorporar las ventajas del modelo
biomédico, tanto en su desarrollo de métodos de diagnóstico, como en técnicas de tratamiento
(farmacología, cirugía) en una mirada más amplia que apunte a la mejora de la calidad de vida de
las personas. Y permita la asunción de programas, no sólo de rehabilitación de la enfermedad,
sino de Prevención Primaria de la misma.
No es desacertado recordar aquí que los costos de diagnóstico y tratamiento de la mayoría de las
enfermedades crónicas son considerablemente elevados. Programas de Prevención basados en
la adopción de una vida saludable, no sólo promueven una mejor calidad de vida, sino que
reducen los costos de enfermedad de modo considerable.
Para el modelo biopsicosocial la causalidad no puede ser lineal. La enfermedad es siempre un
fenómeno múltiple. Por tanto, la función del médico se modifica:
Esto que parece sólo una sutileza del lenguaje, ha abierto la consideración básica de entender al
enfermo como persona y de comprenderlo en su medioambiente vital y en el conjunto de
respuestas a las demandas de dicho medioambiente.
Bibliografía
LAHAM, M., (2006) Escuchar al corazón, psicología cardíaca, actualización en Psicocardiología.
Ed. Lumiere, Buenos Aires.
VERA, P. y OBLITAS, L. (2005). Escalas y cuestionarios en psicología clínica y de la salud. Bogotá:
PSICOM.
OBLITAS, L. (2006). Psicología de la salud y calidad de vida. 2da. Ed. México: Thomson.
MORALES CALATAYUD, F., (1999) Introducción a la Psicología de la Salud. Paidós. Bs. As
El Ser Humano desde la Psicología
CARLOS MUÑOZ GUTIÉRREZ
Los animales más simples lo adquieren a partir de su biología o a través de procesos dirigidos
instintivamente, pero los animales superiores y los hombres pueden aprender. Aprender supone poder
incrementar el repertorio de conductas. Este aprendizaje siempre tiene un componente social.
Además, los seres humanos tienen una herramienta potente para el aprendizaje y la
inteligencia: la conciencia. Gracias a nuestra conciencia y autoconciencia apreciamos la secuencia de
cosas que nos pasan y que sentimos y tenemos un sentido del tiempo, del yo y de la vida que estamos
viviendo. Imaginemos que perdemos esta capacidad, imaginemos que no somos conscientes de lo que
nos pasa en cada momento, ¿cómo serían nuestras vidas? Sin duda pareceríamos animales que
respondemos a los estímulos inmediatos sin ninguna posibilidad de previsión, de valoración de lo que
nos puede pasar, ni de lo que queremos hacer en el futuro. Viviríamos en un presente inmediato, no
tendríamos la posibilidad de planificar, ni tampoco de pensar nuestras alternativas, nuestras
posibilidades. No tendríamos una vida que contar y solamente nos guiaríamos por las emociones
básicas como el dolor, el placer o el miedo.
Este ponernos en el lugar del otro va a resultar fundamental para la vida humana en contextos
sociales complejos. La atribución de una mente al otro nos va a permitir contemplar a nuestros
semejantes como sujetos como nosotros, que tienen pensamientos y sentimientos, que elaboran
estrategias para obtener sus fines, que dirigen sus actos de acuerdo con sus creencias e intenciones y
que tienen igualmente conciencia de sus actos.
La peculiar relación que se establece entre seres humanos que se piensan a sí mismos y a sus
semejantes como sujetos intencionales, va a permitir un tipo de relación radicalmente nueva en el
mundo animal. Al poder comprender las acciones de nuestros semejantes, al poder sentir compasión,
al poder esperar sus reacciones, establecemos vínculos sociales sólidos, formas de comunicación
profundas y compromisos duraderos que van a permitir compartir planes y proyectos. Porque, cuando
1
pensamos al otro como nos pensamos a nosotros mismos, establecemos una comunidad de semejantes,
un nosotros.
Pero este conocimiento psicológico, fruto de la atribución de una mente a nuestros semejantes,
no es el conocimiento de la Psicología Científica. En primer lugar, porque es un conocimiento
compartido por una comunidad general. Segundo, porque es un conocimiento, a menudo, no
consciente o, al menos no expresable o formalizable. Tercero, se nutre de elementos obtenidos por el
proceso de inmersión cultural al que nos sometemos todos conforme estamos siendo socializados. Sus
contenidos tienen orígenes e intenciones muy diversos, y se manifiestan en, prácticamente, todos los
ámbitos de la vida social. De ahí su importancia, pues de cómo creamos que son las personas, y de
cómo expliquemos sus comportamientos, dependerá el tipo de sociedad, de institución y de prácticas
sociales por las que esa comunidad se constituirá en un nosotros. Este conjunto de ideas más o menos
explícitas u ocultas, ha recibido el nombre por parte de la Psicología Científica -un tanto
despectivamente- de Psicología Popular.
√
Según J. Bruner , la Psicología Popular es la explicación que da la cultura de qué es lo que
hace que los seres humanos funcionen. Consta de una teoría de la mente, una teoría de la motivación
y, sobre todo, se ocupa de la naturaleza, causas y consecuencias de los estados intencionales de los
sujetos, creados mediante creencias, deseos, intenciones y compromisos. Esta colección de objetos
mentales han sido tradicionalmente rechazados como elementos científicos, de ahí, la radical
separación entre lo que cree la Ciencia sobre el hombre y lo que el hombre mismo cree de sí y de sus
semejantes.
Estas narraciones se ven apoyadas por numerosos elementos que poco a poco configuran el
acervo cultural de una comunidad: mitos, relatos, tipologías de dramas humanos, literatura o arte. Y a
la vez desde estas producciones culturales se difunden determinados modelos de persona y de
conducta a la sociedad.
√
Jerome S. Bruner es profesor de Psicología en la Universidad de New York. Fue unos de los padres
de la revolución Cognitiva que ocurrió en los años sesenta y que supuso un cambio importante en los
modelos psicológicos imperantes. Sin embargo, en los años noventa, se va a convertir en un agudo
crítico del desarrollo que tomó la Psicología Cognitiva. En un hermoso libro, En Busca de la Mente.
Ensayo de autobiografía (F.C.E. 1985), nos cuenta su vida dedicada a la Psicología y a otras muchas
cosas.
2
Para que esto se haya producido, además de recursos filogenéticos y ontogenéticos como la
conciencia, el lenguaje, la inteligencia, debemos producir una teoría de la mente. Una teoría de la
mente es sencillamente la atribución a nuestros semejantes de creencias e intenciones que dirigen sus
acciones. Evolutivamente, aunque los distintos autores mantienen controversias al respecto, se suele
colocar alrededor de los cuatro años esta capacidad de los seres humanos. Es en este momento cuando
los niños son capaces de engañar a otros, suscitando en el otro la producción de falsas creencias.
Una de las razones aducidas como causa del autismo es precisamente la incapacidad de que el
sujeto autista produzca una teoría de la mente en los otros. Efectivamente, nadie se dirigiría a una
piedra esperando una respuesta, una acción o una relación. Así, el autista tampoco tiende a dirigirse a
nadie, pues al carecer de la capacidad de atribuir una mente a los demás, no puede reconocer
conductas comunicativas o relaciones con los otros.
Por esto, es importante que existan actitudes analíticas y reflexivas que revisen y modifiquen
las creencias de la psicología popular para mejorar la vida social y humana que inicialmente permiten.
Esta tarea debería hacerse desde una Psicología Científica que tendría la labor de derribar ideas
infundadas y proponer otras atendiendo a los esfuerzos científicos de comprendernos a nosotros
mismos. Sin embargo, a tenor de la corta historia de la Psicología científica, no parece que esta haya
sido su tarea fundamental.
Antes de pasar analizar las consideraciones que la Psicología Científica ha hecho sobre el ser
humano a lo largo de la historia, intentemos reflexionar "popularmente" sobre la idea que tenemos de
persona. Esto nos servirá de elemento de comparación respecto de las alternativas científicas, nos
permitirá clarificar como se han ido consolidando estas creencias y, si acaso, nos abrirá una puerta
hacia donde encaminarlas. Un rápido recorrido histórico mostrará cómo determinadas ideas han ido
uniéndose entre sí hasta construir la idea de persona que, con numerosas variaciones, utilizamos
diariamente para comprender las conductas de nuestros semejantes.
3
2. El Mundo Antiguo
El primer autor que nos aporta alguna reflexión sobre los seres humanos y que nos lega una
serie de conceptos que nos permiten, aplicados a las personas, comprender, o más bien dirigir, sus
conductas, es Platón. Platón construyó una imagen tripartita del ser humano, que imaginó como una
cuádriga dirigida por un auriga. El auriga representa al alma racional (nous o logos) que es de
naturaleza inmortal. Uno de los caballos, el de color blanco, es el alma irascible (thymós), fuente de
pasiones nobles, mortal y, sobre todo, corporal. El otro caballo, de color negro, fuente de pasiones
innobles, es el alma concupiscible (epithymía), también mortal y corporal.
El auriga tiene la difícil tarea de armonizar esa extraña yunta de caballos que le ha tocado en
suerte. Porque uno de los caballos -(naturalmente el negro)- es indómito y tiende a escapar al control
de la razón. Las pasiones apetitivas o concupiscibles pueden conducir a la ruina al ser humano,
entendiendo por ruina la pérdida de la condición humana, o al menos la pérdida de su privilegio. Pues
el hombre es alma, alma inmortal, que habita en una suerte de paraíso, el mundo de la ideas, en
compañía de los dioses y realizando la tarea más propia del hombre, el conocimiento de la verdadera
realidad: las ideas. A diferencia de los dioses, el hombre o su alma racional debe mantener una lucha
constante por conducir adecuadamente la cuádriga y no es infrecuente que pierda el control de la
misma. En ese momento, como un castigo, desciende del mundo de las ideas al mundo de apariencias
que es nuestra realidad, para encarnarse en un cuerpo sensible. En ese descenso, además, le ocurre otra
desgracia: atravesar el Leteo, el río del olvido. Así cuando el alma es encerrada en un cuerpo sensible,
se encuentra en una situación difícil, pues como en una caverna y sin noticia de ello ha olvidado todo
el verdadero conocimiento, quedando sometido al engaño de lo múltiple y lo aparente.
La reflexión platónica sobre el alma humana, su descripción dual del hombre y la distinta
calidad asignada al cuerpo y al alma le va a servir para fundamentar una ética, pues la tarea del
hombre es buscar el verdadero conocimiento, es decir, volver a ese paraíso propio que lo corporal le
ha hecho perder. De ahí, el deseo de muerte del filósofo que quiere saber, pues sólo conforme el alma
escape de su encierro corporal puede el hombre volver al lugar que le corresponde. Aunque no hay en
Platón una verdadera Psicología, sí que elabora una serie de conceptos respecto a lo que es una
persona y a qué se debe su comportamiento. Estas ideas iniciales, que tendrán un eco importante en el
mundo cristiano, podemos rastrearlas hasta nuestro presente. Algunas de las más significativas son:
El dualismo cuerpo-alma
La primacía del alma sobre el cuerpo. En otra metáfora platónica, el alma es como el
piloto de una nave que debe dirigir con prudencia y determinación el cuerpo para poder
regresar al mundo de las ideas.
La consideración del cuerpo y lo que el cuerpo requiere como algo perjudicial, como algo
que nos distrae de la actividad propia de los seres humanos. Pasiones y apetitos son fuente
de desorden y conflicto y el alma debe someterlos con una autoridad firme y constante.
Toda la filosofía política y moral se va a edificar pensando en facilitar el regreso de las
almas al mundo de las ideas.
En resumen, Platón nos ofrece una visión del ser humano como una entidad privilegiada,
cercana a los dioses, porque existe algo en ella que no encontramos en ningún otro ser. El alma
platónica es lo que nos une con un mundo divino, aun cuando nos hayamos alejado de él, porque
4
pertenece a esa verdadera realidad que es el mundo de las ideas. Es por la separabilidad e inmortalidad
del alma, por lo que podremos regresar al lugar al que pertenecemos. Aunque el regreso nos va a
exigir un duro camino de salvación. Platón edifica sobre el concepto de persona que pone en
circulación una doctrina religiosa de salvación.
2.2. Aristóteles
b) La función sensitiva (de la que derivan la apetitiva y la motriz) es la función del alma
sensitiva.
Estas almas o funciones del alma se componen unas sobre otras y el hombre reúne las tres. Sin
embargo, existe una unidad del alma, respecto a sus potencialidades y también respecto al cuerpo. El
alma no es separable del cuerpo, es principio de vida y de actividad, pero no es una entidad
independiente ni distinta, como en Platón, que pueda sobrevivir fuera de su unión con el cuerpo. De
esta manera, el alma es mortal y muere con la muerte de la sustancia.
Aunque efectivamente la imagen que ofrece Aristóteles del ser humano es muy distinta de la
de Platón, la síntesis medieval del pensamiento grecorromano con el pensamiento cristiano va a
generar una noción de persona, y de las causas de su comportamiento que sigue funcionando en
nuestros días y que podemos denominar teoría de las facultades psicológicas. La característica
fundamental es pensar a la persona como una entidad separada en otras dos entidades radicalmente
distintas: una corporal o física y otra mental o espiritual. Al cuerpo pertenece lo físico, como es fuente
de perturbación requiere un exigente control por parte de una mente espiritual que regula y dirige el
comportamiento del cuerpo. Antes de matizar y analizar con detalle esta imagen modelo de la
psicología humana, debemos dar un paso más en la historia, donde encontraremos una intensificación
de esta imagen dual hasta hacerla teórica y prácticamente problemática.
5
circulación una consideración muy distinta de la idea de conocimiento. Tanto para Platón como para
Aristóteles el conocimiento era una acto directo por el cual, a través de los elementos inteligibles de la
realidad, captábamos el ser de las cosas. A partir del siglo XIV comienza a madurar una idea que
culminará definitivamente en la obra de Descartes. Esta renovación transformó la idea de
conocimiento. A partir de ahora, el conocimiento es un proceso de representación. Conocer es conocer
ideas, no las cosas. Las ideas son representaciones mentales que hacemos de las cosas en nuestra alma
o mente y que podemos contemplar con una especie de ojo interior. Nos representamos mentalmente
el mundo, y, así, nuestra mente se convierte en una especie de espejo que refleja la realidad exterior.
Ese es nuestro único acceso a la realidad, su aparecer ante nosotros. De esta manera, quien se plantee
si nuestra mente es un espejo terso o liso o si por el contrario es uno que distorsionaba la imagen que
reflejaba, puede con facilidad poner en cuestión nuestra capacidad de conocer directamente la realidad.
Eso fue lo que quiso verificar Descartes. Intentó fundar el conocimiento desde sólidos
cimientos, quiso eliminar la posibilidad de dudar de nuestra capacidad para conocer la realidad. Pero
ello significó dividir el mundo en dos sustancias incomunicables, por un lado, el yo como sustancia
pensante (res cogitans), como mente, de la que no puedo dudar, pues la propia duda pondría en
evidencia mi existencia como mente. De ahí su famosa expresión “cogito, ergo sum; pienso, luego
existo”. Por el otro, el cuerpo, sustancia extensa (res extensa), regido por las leyes mecánicas que la
nueva ciencia había elaborado. Alma y cuerpo son, por lo tanto, dos sustancias distintas imposibles de
comunicar, pues ¿cómo algo espiritual, inmaterial e inmortal y regido por la libertad puede inducir o
intervenir en un mecanismo material, mortal y gobernado por la causalidad eficiente al igual que todo
el resto de cosas materiales?
De todo este proceso se va a difundir una serie de ideas sobre la psicología humana que
resumimos en el siguiente punto.
√
George Lakoff es profesor de Lingüística en la Universidad de California, Berkeley, y coautor, con
Mark Johnson, de Metáforas por las que vivimos (Metáforas de la Vida Cotidiana, Cátedra, Madrid).
6
también influyentes, que iremos incluyendo conforme revisemos algunas ideas de lo que hemos
denominado Psicología Científica.
1. El mundo consiste de un ámbito externo de objetos materiales y de uno interno, mental que
contiene entidades mentales: ideas, sensaciones, sentimientos y emociones. El ámbito externo es el
mundo “objetivo”; el interno es el mundo “subjetivo”.
2. El ámbito interno, mental, contiene una Sociedad de la mente con al menos siete miembros, las
“facultades”. Cada facultad, esto es, cada capacidad de la mente, es concebida como una persona.
Los nombres de estas personas son: Percepción, Imaginación, Sentimiento, Voluntad,
Entendimiento, Memoria y Razón.
3. Cada facultad-persona tiene una personalidad particular. Dependiendo de la personalidad, la
persona puede concebirse por metáforas comunes. Por ejemplo, una persona metódica,
responsable, desapasionada se conceptualiza comúnmente como una máquina, mientras que una
persona salvaje, impredecible, anárquica se conceptualiza comúnmente como un animal salvaje o
una fuerza de la naturaleza.
4. La Percepción es metódica y de confianza generalmente. Es un tipo de recepcionista, que
rutinariamente realiza la tarea pasiva de recoger las impresiones sensibles del cuerpo y pasarlas a
una especie de cadena de montaje en la que las otras facultades trabajan.
5. La Imaginación es habitualmente un artesano responsable, que puede en un momento
impredecible volverse juguetón, travieso o llegar a estar fuera de control. La Imaginación toma las
impresiones sensibles que llegan de la Percepción y construye con ellas imágenes que representan
cosas del mundo exterior. Normalmente esto lo hace de un modo metódico, pero a veces reúne los
contenidos de una manera novedosa para formar imágenes fantásticas que no se corresponden con
ninguna cosa existente.
6. Los Sentimientos son indisciplinados, cambiantes y a veces están fuera de control. Pueden
originarse por ideas que vienen de fuera o de dentro de la mente. Cuando surge, el Sentimiento
puede actuar poderosamente influyendo a la Voluntad. Por su personalidad, el Sentimiento es a
menudo conceptualizado metafóricamente como un animal salvaje o como una fuerza de la
naturaleza.
7. El Entendimiento es siempre tranquilo, sobrio, predecible y bajo control, y responsable. Su trabajo
es funcionar como un juez. Recibe imágenes de la Imaginación y las inspecciona para ver sus
estructuras internas. Si considera que la estructura de una imagen se corresponde con un concepto
existente, entonces asigna la imagen al concepto. Si juzga que esto último no ocurre, forma un
nuevo concepto para ella. Cada asignación de una imagen específica a un concepto general es una
proposición, o un juicio.
8. La Cadena de Montaje hasta aquí funciona de la siguiente forma: La Percepción recibe
impresiones sensibles desde el exterior y las pasa a la Imaginación, quien las combina en
imágenes y las pasa al Entendimiento. El Entendimiento juzga como asignar estas imágenes a
conceptos. Produciendo así proposiciones (juicios) que pasa a la Razón.
9. La Razón tiene buen juicio, es fría, controlada y sabia, y responsable por completo, y sigue
procedimientos explícitamente. Actúa como un legislador, juzga y administra. La Razón decide
qué tipos de cosas deben hacerse y determina las reglas para hacerlas. Juzga también si los otros
siguen las reglas adecuadamente. También reúne y analiza la información disponible desde el
Entendimiento y calcula cuidadosamente a partir de esta información las necesidades a cubrir.
Entonces da la orden a la Voluntad.
Ha sido uno de los fundadores de la semántica generativa en lingüística en los años 60, fundador del
campo de la lingüística cognitiva en los 70, y uno de los investigadores de la teoría neural del
lenguaje en los 80 y en la actualidad. Otros libros suyos son: Women, Fire, and dangerous Things.
Universidad de Chicago Press. 1987. More than Cool Reason, con Mark Turner, Universidad de
Chicago Press, 1989. Philosophy in the Flesh, the embodied mind and its challenge to Western
Thought, con Mark Johnson, Basic Books, New York, 1999. Where Mathematics comes from, con
Rafael Núñez, Basic Books, 2000
7
10. La Memoria es usualmente metódica y normalmente de confianza, aunque no lo sea siempre. La
Memoria funciona como el guardián de un almacén. Toma elementos de la Percepción, la
Imaginación, el Entendimiento y la Razón y los almacena para usos futuros. También guarda
grabaciones de las acciones de todo el mundo. Y constantemente es requerida para reproducir
estos objetos y grabaciones para otras facultades y puede fácilmente ser sobrecargada de trabajo.
11. La Voluntad es la única persona en la sociedad que puede mover el cuerpo a la acción. Recibe
ordenes sobre qué hacer de la Razón y está sometida a presiones y peticiones por parte del
Sentimiento, que pueden entran en conflicto con las órdenes de la Razón. La Voluntad es libre
para actuar como le plazca, dado que es suficientemente fuerte. Es lo suficientemente fuerte para
resistir la fuerza de la Razón y puede elegir resistirse o no. Puede ser o no lo suficientemente
fuerte para resistirse al Sentimiento. La fuerza de la Voluntad es lo mejor para doblegar al
Sentimiento. Sentimiento y Razón frecuentemente luchan para controlar a la Voluntad. Si el
Sentimiento gana, es desafortunado, porque la Razón es la única que conoce lo que es mejor para
la sociedad como un todo.
George Lakoff y Mark Johnson. Philosophy in the flesh. The embodied mind and its
challenge to western philosophy. Basic Books, NY, 1999, (págs. 410-414).
Estas ideas, posiblemente con algunos aportes hechos desde el Psicoanálisis, configuran nuestra teoría
popular sobre la mente. La oportunidad de estas ideas es algo que la Psicología Científica debate desde
que a finales del siglo XIX toma carta de independencia y se esfuerza por constituirse en una ciencia
separada de la Filosofía o del pensamiento humanista. En este esfuerzo, es verdad que ha descuidado
las necesidades que los hombres y mujeres tienen de comprenderse y de explicarse, pero también ha
aportado claves de renovación que han mejorado muchas de nuestras prácticas sociales. En ese difícil
equilibrio, entre una ciencia humana que los seres humanos puedan usar para comprender lo que les
pasa y una ciencia admitida por la comunidad que elabora teorías adecuadas sobre el comportamiento
humano, es donde deberíamos colocar los intereses de la ciencia, aunque, a menudo, la Psicología
Científica, más que una ciencia que la gente pueda usar, ha producido una ciencia que se usa contra la
gente. Basta ver las aplicaciones sociales, empresariales, educativas o clínicas que se hace de la
Psicología en nuestro presente, para comprender que los logros de esta ciencia repercuten más en
intereses particulares de entidades e instituciones diversas, que en el tejido social de hombres y
mujeres que conviven y que requieren elementos conceptuales para comprenderse entre sí.
Resumiendo, el problema que se plantea la Psicología Científica podía expresarse en los
siguientes términos:
8
4. Los esfuerzos por construir una Psicología Científica.
La "invención" de la mente consciente por parte de Descartes va a tener dos consecuencias de
gran alcance, una para la filosofía, otra, para lo que en el futuro se denominará psicología. La obra de
Descartes supone para la filosofía el desplazamiento del centro de interés hacia la Teoría del
Conocimiento. Adicionalmente, cuando la ideas cartesianas llegan a los empiristas ingleses una visión
naturalizada de la teoría del conocimiento va a sentar las bases de una psicología científica.
En el momento en que se difunden las ideas cartesianas en la escuela empirista inglesa, que
afirmaba que todo nuestro conocimiento proviene de la experiencia y que no aceptaba el conocimiento
innato, las soluciones de Descartes y de los racionalistas en general a estos problemas son rechazadas.
De esta manera, la exigencia de abordar una teoría del conocimiento previa a cualquier investigación
es a partir de ahora inexcusable.
Locke reúne o confunde más bien una serie de concepciones difícilmente agrupables. Por un
lado el rechazo al innatismo con la nueva mente consciente y activa cartesiana. Rechazo que le lleva a
no admitir la coherencia o armonía en la composición de las sustancias -cuerpo y alma- y en la
comunicación de los órganos fisiológicos del hombre. Aunque Locke no aporta una respuesta
demasiado sólida a este problema acepta la sintonización de estas sustancias. Lo que, por su posición
empirista, parece ineludible es su concepción de la mente. La mente para Locke se convierte en un
papel en blanco, una tablilla de cera o una tabula rasa donde quedan impresas las diversas
impresiones.
La exigencia que se impone Locke de, primero, buscar los orígenes y fundamentos del
conocimiento y segundo, abordar tal tarea mediante el análisis empírico imperante en la nueva ciencia,
le llevó a intentar encontrar el fundamento de nuestros juicios mediante el análisis de los procesos por
medio de los cuales la mente interna, la plantilla de cera, se apercibe de los objetos externos. Y este
análisis lo aplica no al proceso en sí, sino a su resultado. De esta forma al unir a una mente sin sujeto,
un modelo de conocimiento inspirado en la visión y un elemento básico de conocimiento que incide en
la mente a través de los proceso fisiológicos del hombre encontramos que el problema que le surgió a
Descartes, y al que Locke pretendía dar solución, no sólo no encuentra respuesta sino que poco a poco
ira llevando al pensamiento al escepticismo más inaceptable. El trabajo de Hume es la conclusión de
este proceso. Si el modelo de Locke, mezcla de Aristóteles y de Descartes, es llevado
consistentemente a término debemos aceptar, como Hume, que no existe fundamento alguno que
permita seleccionar algunas de las ideas presentes en la mente que aseguren la validez del
conocimiento.
Cuando Locke pensó que sólo el análisis de las condiciones (fisiológicas) que hacen posible
9
los elementos de conocimiento, podía aportar una respuesta a su intención de investigar los orígenes y
fundamentos del conocimiento humano, abrió un nivel de análisis de los contenidos mentales que
hasta el momento no existía. Aunque este análisis confundió la idea de conocimiento que había
avanzado Descartes para regresar al tipo de actividad realizada ya por Aristóteles, sí organizó un
método y una preocupación por el funcionamiento de la mente, en particular sobre cómo funciona la
mente como lugar de residencia del conocimiento.
El asociacionismo era la manera en que la mente construía sus ideas. La mente, siguiendo el
modelo perceptivo visual, era impresionada por las ideas simples que quedaban estampadas en la
plantilla de cera. Esta componía nuevas ideas complejas por reflexión y por asociación de ideas
simples. El asociacionismo incrementó la confusión entre el conocimiento como resultado (creencias
en forma proposicional susceptibles de corroboración) y el conocimiento como proceso (el trabajo de
la mente sobre sus objetos), pero también se convirtió en el método de trabajo de la Psicología
incipiente.
Hume, que presentó el asociacionismo como el método de estudio y la manera real por la que
se crea el conocimiento, dejó a éste sin sujeto cognoscente. La mente cartesiana desaparecía para
convertirse en "un montón (heap) o colección de percepciones diferentes, unidas entre sí por ciertas
relaciones y que se suponen aunque erróneamente, dotadas de perfecta simplicidad e identidad" . (D.
Hume, Tratado de la Naturaleza Humana. I,IV,2, pág 344 de la edición castellana. Madrid. Editora
Nacional, 1981)
Los estudiosos posteriores a Hume desplazaron poco a poco el centro de atención del
√
conocimiento hacia la mente. Un tratamiento asociacionista riguroso tipo Hartley no sólo mantenía la
concepción humeana de la mente-mosaico, sino que, además, perdía cada vez más el interés filosófico
en el conocimiento como producto para interesarse en el acto o proceso de la mente.
√ √
Una serie de autores pioneros como Hartley, los Mill o de Bain se dedicaron a un nuevo
campo de investigación esencialmente psicológico, desinteresado en los orígenes o fundamentos del
conocimiento y preocupado únicamente por los elementos presentes a la mente y por las leyes por
medio de las cuales se combinan y se hacen más complejos. El mecanismo mental del hombre se
convirtió en el objeto propio de estudio de una nueva disciplina: La Psicología.
√
David Hartley (1705-1757) nació en Luddenden, Halifax, Inglaterra y fue educado en el Jesus
College de Cambridge. En 1749, publicó su obra en dos volúmenes Observations on Man. Hartley fue
el primero en aplicar el principio de asociación como una explicación fundamental y exhaustiva de
toda experiencia y actividad. Unió su teoría psicológica con postulados acerca de cómo funciona el
sistema nervioso.
√
James y John Stuart Mill (padre e hijo, respectivamente) representan dos versiones del
asociacionismo. James representa la llamada mecánica mental que consiste en afirmar que los
resultados mentales complejos son el resultado de la suma de elementos mentales simples. J.S. Mill
emplea la metáfora de la química, para hablar de una química mental que consistiría en que las ideas
se funden paracomponer las complejas
√
Alexander Bain (1812-1903). En 1855 escribe un libro que tendrá mucha repercusión que se titula:
"Los sentidos y la inteligencia", lo publicó en francés que en aquella época era la lengua más
importante. Habla de 2 leyes o formas de asociación:
Relatividad: nuestros estados mentales son relativos porque dependen en cada momento de la
situación anterior, que será lo que les condicione.
Difusión: desde lo orgánico a lo psíquico, y viceversa, se produce una difusión que da lugar a lo
psicosomático.
10
recorrer al menos los siguientes estadios:
(1) La liberación del modelo mecánico para llegar a una especie de "química mental" de la
mano de J.S. Mill.
(3) Someter este dinamismo mental a procedimientos experimentales, como hizo Ebbinghaus en
sus trabajos sobre asociación y memoria.
(4) Fundamentarlo en bases fisiológicas experimentales por parte de Pavlov, Bechterev -la
reflexiología soviética- o Thorndike, Watson o Guthrie - el conductismo-.
Desde este momento fundacional la psicología lucha por determinar su objeto de estudio, los
métodos que debe usar, los logros a los que es deseable llegar. La historia de la Psicología es, hasta el
presente, una sucesión de escuelas diversas. Cada una ha tenido su momento de auge y de influencia,
ha definido su propio objeto de estudio, los métodos permitidos, y, naturalmente, ha diseñado una
noción de persona que ha tenido consecuencias en la terapia psicológica, en las prácticas educativas o
clínicas y en los marcos legales, aunque, sin embargo, no ha influido fundamentalmente en los
conceptos que la gente usa para comprenderse y para comprender a los demás.
√
Wilhelm Maximilian Wundt (1832-1920) creó el primer laboratorio científico de psicología en 1879.
A partir de este momento podemos hablar de Psicología Científica. Wundt fue profesor de medicina y
fisiología humana en la Universidad alemana de Leipzig. Se le considera el fundador del
Estructuralismo. Escribió el libro Fundamentos de la Psicología Fisiológica, uno de los libros más
citados dentro de la psicología.
11
Desde finales del siglo XIX y hasta los años 20 del siglo XX, muchos pensadores de distintas
procedencias vienen a confluir en la disciplina recién creada que va poco a poco consolidándose como
ciencia, institucionalizándose en cátedras de universidad y en laboratorios e implantándose en el
medio clínico y en la vida social. Se crean escuelas y tradiciones académicas, y, desde entonces,
ciertos nombres van a ocupar un lugar importante en la historia del pensamiento universal. Pero
aunque no se consigue una definición global y unitaria de la Psicología. Muchas de las tendencias o
trabajos de estos momentos serán revisados y utilizados en el futuro. Por ejemplo, la Psicología de la
Gestalt ofrece una visión de la práctica psicológica que tiene en nuestro presente numerosos
seguidores, sus investigaciones sobre percepción siguen siendo referencia obligada. La obra de F.
Bartlett es, en la actualidad, un punto de partida en el estudio sobre la memoria o el pensamiento.
William James está considerado como uno de los grandes pensadores de la historia. Pero no será hasta
la aparición del conductismo que la psicología científica logre una aceptación general en la
comunidad científica internacional. Aunque, con orígenes muy distintos, todas las escuelas
psicológicas científicas han encontrado un competidor en el Psicoanálisis de S. Freud. El
Psicoanálisis mantiene hoy todavía serias polémicas sobre su demarcación científica, pero quizá sea la
visión de la psicología humana que mejor se ha extendido a la vida ordinaria y muchos de sus
conceptos forman parte hoy de los recursos que las personas usamos para explicarnos nuestras
conductas y la de los demás. Finalmente, a partir de los años 50-60, el conductismo es sustituido en los
ámbitos académicos y profesionales por la Psicología Cognitiva.
Nuestro presente es un buen momento para hacer una revisión de las relaciones entre la
Psicología Científica y los sistemas de creencias de las personas que incluyen elementos para
comprenderse.
En Europa aparecen diversos intentos de definir la Psicología, pero no será hasta los años 20
de la mano del psicólogo americano J.B. Watson que se logre una determinación de métodos y
procedimientos que va a ofrecer una imagen consistente, productiva y estable de la Psicología como
ciencia.
Influido por los trabajos de condicionamiento de Pavlov y por otros estudios en fisiología y
psicología animal, Watson desplaza el objeto de estudio a lo que puede ser observado, medido y
experimentado, sin la necesidad de contar con el sujeto que se estudia. La Conducta, entendida como
la respuesta de un organismo ante los estímulos exteriores, va a ser el objeto que lleve a la Psicología
al lugar que ocupan las ciencias experimentales. La Conducta se podía observar, experimentar,
predecir y modificar. De esta manera la Psicología cubría las funciones características de la ciencia.
Pero, ¿qué modelo de persona arrojó el conductismo?
La conducta respondía a un esquema explicativo que valía para cualquier organismo. Ante
determinados estímulos se producen respuestas. Si seleccionamos adecuadamente los estímulos o si
los condicionamos o incluso si reforzamos mediante un premio determinadas respuestas o si
12
castigamos otras, podemos influir decisivamente en la conducta de los organismos. Para la Psicología
conductista la persona era algo a modificar. La eliminación de la mente, de todos sus contenidos y de
la conciencia igualaba al ser humano con el resto de los animales. De hecho es sintomático que la
mayoría de los experimentos se realizaran con animales: Pavlov trabajaba con perros, Watson tenía
preferencia por ratas y Skinner lo hacía con palomas.
√
La Mente era una caja negra donde si se realizaba algún proceso era epifenoménico o no tenía
ningún papel en la explicación de la conducta. El siguiente gráfico puede explicar esta idea:
El procedimiento fundamental que se diseña para modificar las respuestas establecidas, bien
por instinto o bien aprendidas, es el condicionamiento.
√
Un Epifenómeno es una consecuencia que se produce en algún proceso o mecanismo que no tiene
eficacia causal o no cumple ninguna función. Por ejemplo, el ruido que produce un motor es un
epifenómeno. No cumple ninguna tarea, ni desempeña ninguna causa. Ocurre.
13
(1) Estimulo Incondicionado (EI) Respuesta Incondicionada (RI)
Comida Salivación
De esta manera, el ser humano se unificaba con el resto de los organismos vivos que
manifiestan conductas. La tarea de la Psicología consistía en estudiar las secuencias de estímulos-
respuestas y su aplicación en terapia o en modificación de conducta: establecer asociaciones
condicionantes para que determinadas conductas se realizaran y otras se evitaran. En este
planteamiento, E. L. Thorndike y posteriormente B.F Skinner, en los años 50, establecieron el
condicionamiento operante . Ante la diversidad de las conductas de los seres humanos y dado su
carácter activo, el problema es conseguir seleccionar la deseada ante las posibles a realizar. Para ello
se define la noción de refuerzo. Reforzar una conducta significa premiarla de tal manera que el
organismo opte más frecuentemente por ella pues le trae mejores consecuencias. El refuerzo puede ser
también negativo, lo que supondría un castigo ante una conducta, algo que el organismo va a asociar
como algo a evitar.
El Conductismo fue la escuela triunfante en psicología hasta los años 60, sin embargo su
capacidad explicativa del comportamiento de los seres humanos era bastante reducida, explicaba bien
cierto tipo de aprendizaje y funcionaba razonablemente bien en terapia ante determinados problemas.
Naturalmente el modelo de persona que se deriva de las ideas conductistas es sencillamente algo a
condicionar. Skinner, por ejemplo, en Walden II presenta una utopía social que aunque dulcifica los
modelos anteriormente expuesto por Orwell en 1984 o por Huxley en Un Mundo Feliz, mantiene la
idea de fondo de que el hombre es moldeable según un diseño estricto e interesado. La libertad y la
voluntad dejan de ser lo definitorio del ser humano.
El Conductismo dejó de interesar por dos razones. La primera razón resulta de la decidida
oposición que desde dentro de la investigación psicológica se produce en la psicología americana de
los años 60. El ser humano no puede reducirse a una relación inmediata entre estímulo-respesta. En
esta oposición la crítica realizada por N. Chomsky a las explicaciones conductistas sobre el origen y el
uso del lenguaje fueron definitivas. Chomsky reivindicaba una vuelta al mentalismo cartesiano. La
Mente necesitaba volver al campo de la psicología.
La segunda causa de la crisis del conductismo, fue el importante desarrollo que las
neurociencias y la biología estaban teniendo. El conductismo había eliminado de la escena todos los
elementos del ser humano que la ciencia natural no podía asumir. Al eliminar la mente y sus
contenidos, la experiencia fenoménica, la conciencia y los sentimientos, al eliminar los esfuerzos de
los seres humanos por el significado y por la comprensión del mundo, había desplazado por completo
14
los estudios psicológicos hacia estudios más naturalizados que la biología o la neurociencia podía
desarrollar mucho mejor. No es de extrañar que fuera por esta época cuando diversas disciplinas
híbridas aparecieran con mucha fuerza en la escena científica. La etología, como la ciencia que estudia
el comportamiento animal, la sociobiología, que desde un planteamiento reduccionista intenta explicar
los comportamientos sociales apelando a condiciones biológicas de los seres humanos. También una
Neuropsicología que poco a poco va a ir dando resultados cada vez más completos y, contrariamente a
lo que se podía esperar, va a desplegar un programa de investigación que traicionará por completo los
planteamientos asociacionistas mecánicos del conductismo.
Al final, un clamor contra el conductismo supuso una renovación profunda del objeto de la
psicología y de su definición como ciencia. Pero, paralelamente, desde una tradición muy distinta, el
Psicoanálisis llevaba ya muchos años trabajando y logrando resultados en una dirección que conectaba
mucho mejor con las necesidades e interesas de las personas. De ahí su repercusión en la sociedad.
¿Qué ha significado el Psicoanálisis en la construcción de un modelo de persona?
Efectivamente, sin ningún tipo de evidencia o prueba reconocida, hoy se habla del
inconsciente, de la frustración, de la represión de contenidos de conciencia o de impulsos como algo
natural. Se cree que los sueños pueden interpretarse y que los seres humanos obran por motivos
inconscientes difíciles de determinar. Hoy aceptamos que en los seres humanos hay zonas de
irracionalidad que nos llevan a la acción de forma inevitable. Creemos, también, que determinados
episodios de nuestras vidas influyen decisivamente en nuestra conducta posterior y que dichos
episodios pueden tener una acción inconsciente de manera perdurable y patológica. El Psicoanálisis en
gran medida supuso una ruptura de los valores e ideales de la Ilustración. La racionalidad contenía
zonas inaccesibles e inconscientes de irracionalidad
Las ideas de Freud sufren diferentes elaboraciones a lo largo de su vida, hasta el punto en que
se pueden diferenciar claramente diversos periodos en su pensamiento: Periodo del trauma afectivo
(1883-1897), Primera Tópica (1905-1920) y Segunda Tópica (a partir de 1920). En estas
reelaboraciones de la teoría se mantienen constantes algunas ideas sobre el modelo del ser humano y la
explicación de su comportamiento.
Para Freud, el dinamismo que manifiestan las personas se produce en un nivel inconsciente y
desconocido desde donde emergen pulsiones e instintos que luchan por concretarse y expresarse ante
las resistencias que presenta el nivel consciente del individuo. Estas pulsiones son fundamentalmente
dos: la Libido o instinto sexual y el instinto de conservación, sustituido después por el Thanatos o
instinto de muerte. Lo singular de esta división topográfica del individuo es que la zona más activa, la
que causa y permite comprender las conductas, es una zona oculta, desconocida, frecuentemente
inaccesible, inconsciente e irracional por cuanto no sigue ninguna regla lógica. Visto de este modo el
sujeto contiene un otro que le induce a la acción y que está fuera de control.
15
Efectivamente, Freud piensa a los
Mundo Exterior seres humanos divididos en tres instancias:
El id o ello, el ego o yo y el superego o
E superyo. Estas instancias se jerarquizan en
G Consciente niveles de profundidad, aunque también se
O disponen horizontalmente. La parte más
profunda e inaccesible, completamente
Preconsciente inconsciente es el id, en donde residen las
pulsiones e instintos y, en consecuencia, es
la fuente del dinamismo del ser humano. A
esta instancia llegan también deseos
Amenaza Mecanismos de defensa reprimidos por los mecanismos de defensa
Inconscientes que el sujeto coloca en el nivel de la
consciencia. Pero también contiene
episodios reprimidos, recuerdos,
frustraciones, etc. Freud lo define como el
Superego foco activo de pulsiones que buscan repetir
las descargas del período infantil, pero
como los mecanismos de censura de los
estados consciente o inconscientes no lo
permiten, buscan salidas que escapen al
Represión
Id control consciente. Para Freud, el sueño es
Inconsciente Primitivo una de estas salidas, de ahí sus
posibilidades de interpretación. Otra salida
es en forma de síntoma.
Esquema del dinamismo del psiquismo humano
El id o ello no sigue leyes lógicas,
según la 2ª Tópica freudiana
no tiene ordenación temporal, sus
contenidos son internos e inaccesible al
exterior, por lo que propiamente son deseos. Para Freud el psiquismo es originariamente inconsciente.
Todo acto psíquico comienza siendo inconsciente, puediendo evolucionar hasta hacerse consciente si
no encuentra trabas o represiones. El medio de expresión o de enlace con el inconsciente es el
símbolo. De ahí la teoría de la sublimación artística. El arte, según Freud, puede ser una buena terapia
para liberarse de represiones o frustraciones.
El superego lo constituyen elementos del mundo ideal que a través de la conciencia de los
padres entran a formar parte del ego del niño. Es la representación subjetiva de las demandas morales
de la sociedad, transmitidas por el yo ideal de los padres. Funcionalmente, es el sistema de
prohibiciones que se oponen a cosas factibles, pero no realizables. Inhibe pulsiones sexuales y
agresivas. No se conoce bien de dónde proviene su energía, pues básicamente es valor de
significación, pero termina siendo una energía destructiva que opera contra el ego.
Como vemos, el Psicoanálisis significó una ruptura con los ideales de racionalidad de la
Ilustración que presentaban al ser humano como alguien capaz de dirigir su vida y sus productos
según criterios racionales. Ahora los seres humanos pueden desconfiar de sí mismos, por cuanto saben
que hay en ellos algo de donde proviene su dinamismo que es ingobernable y que escapa a toda razón.
En el tema anterior hemos revisado con mayor profundidad las consecuencias que del psicoanálisis se
siguen para la idea de la naturaleza humana con lo que no insistiremos en ello.
16
5.3.- La Psicología Cognitiva: Los sistemas que procesan información
Efectivamente el conductismo al inicio de los años sesenta entra en una profunda crisis
epistemológica de la que no se recuperará. Desde numerosos sectores se reivindica la mente como
objeto legítimo de estudio de la Psicología científica. El problema consistía en encontrar un método
que permitiera estudiarla y que fuera aceptado como científico. En esto, la teoría matemática de la
información, la teoría de la computación y el desarrollo incipiente de la informática vinieron a dar
claves fundamentales de cómo podría estudiarse objetivamente la mente sin entrar a considerar
informes subjetivos. La noción de información que se había obtenido de la teoría matemática de la
información y de la cibernética trajo consigo una revisión de la idea de conocimiento. El contenido
que demos a esta idea ha ido modificando los enfoques que desde una visión psicológica podíamos
hacer del ser humano.
Estos son los presupuestos básicos de la explicación funcional: representaciones internas del
ambiente externo, que definen estados comprensivos, y procesamiento de tales representaciones hasta
desencadenar una solución. Pero, ¿cómo debemos construir teorías psicológicas teniendo en cuentas
estos supuestos? ¿Cómo podemos relacionar computacionalmente los contenidos de los estados
mentales?
Aquí se corría un grave riesgo: si las conductas de los individuos dependen de los estados en
los que se encuentran, es decir, de la relación particular de creencias e intenciones, entonces ¿cómo
podemos hacer una ciencia general capaz de predecir sin tener que preguntar qué es lo que cree y
desea el individuo en cada momento de su vida? Los contenidos semánticos de las creencias concretas
inducen a determinadas acciones, pero para hacer ciencia, se necesita un concepto teórico que suponga
un contenido semántico, pero que pueda ser analizado en términos meramente computacionales o
17
sintácticos. Una simplificación analítica dio la solución. ¿Qué contienen nuestras creencias para
determinar nuestras acciones? La respuesta fue: Información.
La teoría de la información daba cuerpo a toda una serie de investigaciones que Wiener en
1948 vino a denominar Cibernética. La Cibernética intentaba realizar una síntesis de todo aquello que
maneja información, independientemente de quién lo maneje y de qué se maneje, la teoría de la
información daba las claves matemáticas precisas para decidir entre mensajes equiprobables y fundaba
en una nueva unidad de medida, el bit, la cantidad de información que se requería para tal elección. De
esta forma, cosas tan aparentemente distintas como los seres humanos, los animales, los circuitos
√
electrónicos, las arquitecturas von Neumann , y posteriormente abstracciones provenientes de la teoría
de la decisión tipo Máquinas de Turing, se unificaban para poder ser tratadas bajo el mismo punto de
vista y con los mismos formalismos.
La idea de fondo es que todos estos elementos, en el sentido lógico, son caracterizables como
sistemas de comunicación y como tal debe existir una relación sistemática entre la información que
entra y la información que sale. Este flujo de información requiere un procesamiento y un mecanismo
de control. La actividad psicológica va a consistir esencialmente, a partir de esta asimilación, en
localizar, delimitar y modelar tal flujo de información. La mente que requería el funcionalista
conseguía sus objetivos cuando se pensaba como un sistema de procesamiento de la información, y el
formalismo y el lenguaje que lo permitía era la teoría de la información.
La psicología cognitiva establece una línea continúa entre mentes y máquinas. Naturalmente,
la posibilidad de tratar científicamente con mentes exigía simplificar éstas al nivel del proceso
mecánico de información, entendiendo la información como aquello capaz de hacernos optar por una
cosa sobre otra, por una acción frente a una alternativa. Pero, el porqué elegíamos tal o cual cosa, tal o
cual acción, seguía siendo desconocido para la ciencia. Ahora conocíamos el proceso de cómo
llegábamos a tomar una decisión, pero la razón significativa no podía abordarse. La Psicología
Cognitiva tuvo que dejar al margen elementos tan humanos y que toman un papel tan crucial en las
conductas de los hombre como los sentimientos, la conciencia y en general toda manifestación
√
John von Neumann (Hungría, 1903 - Washington 1957) fue un matemático eminente de comienzos
de siglo. Entre sus creaciones destacan la teoría axiomática de conjuntos, la teoria de juegos o las
arquitecturas von neumann que no son ni más ni menos que el diseño de los ordenadores digitales
con lo que trabajamos a diario en la actualidad.
18
fenomenológica de la experiencia mental, es decir lo que aporta significado, lo que nos concede
sentido. Este parece ser el último esfuerzo que tenemos que dar, ¿cómo diseñar una teoría capaz de
explicar y poner en funcionamiento el significado que los seres humanos buscamos a lo que nos rodea
y a lo que nos afecta?
Iniciábamos el tema preguntándonos: ¿Qué consecuencias se siguen para la vida concreta de las
personas el hecho de que concibamos la mente humana de tal o cual manera, que abordemos el estudio
psicológico de las personas bajo este o aquel modelo teórico? Si intentamos responder a esta cuestión
desde la escuela psicológica imperante en la actualidad podríamos dar la siguiente respuesta:
(1) El mundo debe ser concebido como un mundo etiquetado, donde todo está dado de una
vez por todas objetivamente y el sujeto no parte de él.
La inteligencia es realizar tareas con éxito, y en la mayor parte de los casos eso
exige un uso creativo de recursos. Sin embargo en los modelos funcionalistas los
recursos vienen determinados por la representación a conseguir como una función o
proceso sobre otra previa. Al contrario, en las tareas, en los problemas en los cuales el
hombre debe crear soluciones las relaciones entre procesos y representaciones vienen
precisamente determinadas por los recursos y éstos por el objetivo de la tarea a realizar,
es decir, la intención. El funcionalismo, al contrario, es indiferente a la intención, al
contenido que se procesa, y lo es porque para poder afrontar esta concepción de la tarea
necesitamos tener muy presente a la conciencia como un elemento causal importante que
media entre lo nuevo y su fondo, lo que podemos llamar "sentido común".
19
(3) Para la Psicología cognitiva lo real son los procesos computacionales que se desarrollan
inconscientemente. La conciencia es un mero epifenómeno que se limita a contemplar los
resultados de estos procesos inconscientes que aparecen a la consciencia sin ninguna
variación. La conciencia no tiene papel causal alguno.
Pero, para comprender esta relación debemos volver a replantearnos los procesos
representativos que configuran nuestra experiencia. Y ésta parece resultar de
categorizaciones del medio que no son un producto directo de nuestro procesamiento no-
consciente, sino que en ella median creencias tácitas, experiencias previas, golpes de
ingenio o estupidez, actitudes adquiridas a lo largo de nuestra vida, nuestra propia
imagen, nuestro "sentido común". En esta relación hay siempre incluida, pues, un modelo
del mundo y del yo. Y en estos modelos no sólo se incluye lo que es y cómo sino lo que
será y lo que nos gustaría ser. Nuestra representación del mundo es una mediación entre
lo real y lo posible.
(4) Por eso la memoria contenida en los modelos cognitivos no cumple más que el papel de
almacén de rastros grabados indeleblemente. Sin embargo, todos hemos olvidado alguna
vez aquello que precisamente nos convenía; todos hemos contado nuestros recuerdos
dependiendo de las situaciones y de las intenciones depositadas en ellas; todos nos hemos
servido de nuestros recuerdos para proyectar nuestro futuro.
Ya sólo queda plantearse cómo podría ser una Psicología Científica que pudiera ser usada con
20
beneficio por los seres humanos para comprenderse a ellos mismos y a sus semejantes. Algunas ideas
están siendo elaborados en la actualidad:
(1) Dado que el mundo no está etiquetado de una vez por todas y que además no permanece
constante, dado también que no se da por completo de golpe, sino que guarda siempre espacios de
novedad, resulta de suma importancia abrir una reflexión de corte filosófico que ajuste las
condiciones del mundo a la vida mental inteligente de los seres humanos. En concreto, lo que hay
que revisar con sumo cuidado es la epistemología y la metodología en la que debe asentarse la
ciencia psicológica. Si como hemos visto el objetivismo y el funcionalismo contienen
consecuencias no deseadas para el ejercicio científico, convendrá entonces buscar alternativas que
nos presenten el mundo como algo variable, lleno de novedad y dependiente de los procesos de
categorización y conceptualización que lo construyen. Lo que está en juego es ofrecer una
explicación de los procesos de representación que se ajusten mejor a las conclusiones obtenidas
del campo de la biología por una parte, y a los presupuestos filosóficos que éstas deben provocar.
(3) El creciente avance en las neurociencias debe permitir colocar en una línea continua la
investigación biológica sobre el cerebro con la investigación psicológica sobre la mente. Nuestros
modelos de mente deben poder ofrecer una respuesta consistente con todos los datos científicos al
problema tradicional de la mente y el cuerpo. Las alternativas clásicas no parecen ya suficientes.
Desde numerosas posiciones se advierte que no podemos prescindir de nuestras descripciones
mentalistas, que la experiencia fenoménica juega un papel causal en la producción de conductas
y, en consecuencia, cualquier posición reduccionista de uno u otro extremo dejará deficiente
nuestra teoría. Es crucial comprender el proceso por el cual llegamos a tener una conciencia.
(4) Por eso, la explicación de la conciencia, como indica la abundante bibliografía producida sobre
este tema en los últimos años, ha pasado a ser la piedra angular de los modelos teóricos que
queremos promocionar.
(5) La posibilidad entonces de trazar esta línea continua que una cuerpo con mente consciente
quedará supeditada a reconsiderar ciertos procesos psicológicos que el modelo cognitivo o ha
descuidado o ha enfocado desacertadamente. Fundamentalmente habrá que revisar los procesos
de memoria y producción de conceptos. También, tendremos que construir una teoría del lenguaje
-de su adquisición, su producción y su comprensión- que modifique radicalmente los enfoques
producidos hasta ahora. Las teorías estáticas y multialmacén de la memoria no soportan ya
ninguna revisión. En coherencia con los puntos anteriores, deberemos abordar la memoria como
21
un proceso dinámico por el que reconstruimos experiencias pasadas a la luz de nuestro presente.
El olvido no es la deficiencia que siempre hemos querido evitar, sino que el olvido resultará ser el
elemento dinamizador de nuestros procesos de recuerdo.
(6) Quizá el mayor reto sea abordar la dimensión emocional y sentimental del ser humano. Por ser
ésta la que termina interesando a las personas, por ser ésta de la que menos conocimientos se
posee, por ser ésta la que revierte en las vidas cotidianas, en los miedos y temores, en las
esperanzas y anhelos de la gente.
Comprender cómo afectan nuestros sentimientos en nuestra toma de decisiones, cómo dirigimos
nuestra mirada al mundo dependiendo del gusto o del disgusto, cómo nos comportamos racional o
irracionalmente, cómo, en fin, hacemos de nuestras vidas proyectos de vida, es el verdadero objeto de la
psicología.
Comprender cómo vemos o cómo recordamos es tan sólo una pequeña parte del esfuerzo que
debe hacer la psicología. El verdadero trabajo que hay que lanzar hacia el futuro es el de comprender
cómo las personas construyen sus vidas. Por eso, no es infrecuente, no sólo para las personas normales
sino también para los teóricos, recurrir a novelas y películas para comprender las acciones de los seres
humanos. Muchos autores a lo largo de la historia, pero muchos más en nuestros días presentan la
literatura como aquello que es capaz de cubrir el desinterés y la incapacidad de la ciencia por tener una
presencia activa en la vida cotidiana. La literatura ofrece lo interesante que la ciencia hasta hoy no puede
proveer. ¿Debe admitirse desconsoladamente esta disociación? ¿No podemos hacer una ciencia que logre
interesar a la gente, que ofrezca modelos y razones de vida? ¿No debemos?
Visto así, tal vez, sea interesante cambiar el punto de vista y preguntarnos mejor ¿cómo
queremos ser? y dependiendo de la respuesta que demos, investigar qué concepto de persona, qué
métodos de estudio y qué procedimientos de terapia y de relación debemos producir para llegar a ser
esto que queremos ser. La Psicología Científica, como toda la ciencia en general, debe plantearse qué
consecuencias se siguen o se pueden seguir de sus teorías para la vida cotidiana de los hombres. Pero,
en este tema en particular, quizá sea mucho más urgente esforzarse en diseñar y elaborar una ciencia
que pueda servir a la gente para comprenderse, para relacionarse mejor y para crear sociedades y
vínculos sociales más profundos y enriquecedores.
Pensar que hay una naturaleza humana que puede conocerse, termina produciendo un modelo
de persona que nos vemos obligados a vivir. Si invertimos el proceso, pensar primero qué modelo
queremos, quizá nos permita más fácilmente después llegar a ser persona.
22
Materiales Complementarios
Siento cada vez más que sólo una gran novela consigue expresar las múltiples dimensiones de la
experiencia humana, las vidas subjetivas interiores, los comportamientos en una sociedad, una historia, un
mundo, al tiempo que plantea, bien en boca de los personajes, bien en el pluma del autor o bien, incluso,
implícitamente, los problemas del destino humano.
En el desarrollo de la ciencia, se puede comprobar una y otra vez que las propiedades del
mundo que son más accesibles al ser humano, aquellas que nos preocupan, o sobre las que se escriben
novelas, no son las mismas que pueden ser estudiadas científicamente.
Hay dos caminos por los cuales el contenido del ello puede penetrar en el yo. Uno es el
directo, el otro pasa a través del ideal del yo; y acaso para muchas actividades anímicas sea decisivo
que se produzcan por uno u otro de estos caminos. El yo se desarrolla desde la percepción de las
pulsiones hacia su gobierno sobre estas, desde la obediencia a las pulsiones hacia su inhibición. En
esta operación participa intensamente el ideal del yo, siendo, como lo es en parte, una formación
reactiva contra los procesos pulsionales del ello. El psicoanálisis es un instrumento destinado a
posibilitar al yo la conquista progresiva del ello.
308. "¿Cómo se llega al problema filosófico de los procesos y estados mentales y del conductismo?.-
El primer paso pasa totalmente desapercibido. ¡Hablamos de procesos y estados y dejamos
indeterminados su naturaleza!. Quizá alguna vez lleguemos a saber más sobre ellos - pensamos.
Pero justamente con ellos nos hemos atado a un determinado modo de considerar las cosas, pues
23
tenemos un concepto definido de lo que quiere decir aprender a conocer más de cerca un proceso
(El paso decisivo en el truco del prestidigitador se ha dado y precisamente el que nos parecía
inocente). Y ahora se desmorona la comparación que debía habernos hecho comprensibles
nuestros pensamientos. Hemos de negar, pues, el proceso aún incomprendido en el medio aún
inexplorado. Y así parece, por tanto, que hemos negado el proceso mental. ¡Y naturalmente no
queremos negarlo!"
"Un brillante movimiento de ajedrez mientras la habitación se llena de humo porque la casa se
está quemando no demuestra inteligencia. Si tuviéramos que dar un nombre a la capacidad de producir
movimientos de ajedrez brillantes sin tener en cuenta las circunstancias de la vida real, sería el de
inteligencia artificial".
Holt
"La conciencia parece ser el último bastión de las propiedades ocultas, de los epifenómenos, los
estados subjetivos inconmesurables, en suma, el área de la mente que se estima más conveniente dejar a
los filósofos, quienes son bien acogidos en ella. Que ellos hagan el ridículo tratando de acorralar el
azogue de la "fenomenología" dentro de una teoría respetable."
24