2. Una organización desarrollará inicialmente sus propios tipos de
estructura: en algunos casos de una forma centralizada producirá los mejores resultados.
3. Sea un tipo u otro de estructura, si esta sirve a los objetivos de la
empresa a largo plazo y consiga alcanzar positivamente los planes corporativos, esa será la respuesta mejor estructurada.
Anteriormente observamos como una estructura centralizada limita la eficacia de
la gestión de un empresario. La empresa es vulnerable y depende demasiado del personal cualificado o de mayor preparación: ofrece pocas alternativas de promoción y puede causar un efecto negativo en la motivación o interés del personal.
La descentralización aporta mayor eficacia y responsabilidad, cuando las unidades
de negocio periféricas o regionales se encuentran situadas lejos de la unidad de gestión central, tanto si la empresa es comercial o industrial.
Las descentralización absoluta no es recomendable (que no posible), porque
siempre deberá existir una unidad de gestión centralizada que coordine todas y cada una de las acciones y sea el punto de referencia de las demás unidades periféricas. La descentralización es simplemente un tipo de delegación que se basa en las directrices que recibe de la Central. A esta acción se le llama generalmente “descentralización de la gestión”.
La descentralización es importante para la gestión y administración en las grandes
empresas. Aporta suficiente autonomía a los centros periféricos, reduce o evita complejos circuitos en la información, reduce tensiones en la gestión, etc.
Existe una cierta confusión respecto al término “descentralización” que a menudo
se define como un método dentro de la organización en la que normalmente se delegan responsabilidades específicas. Esto ¿nos sugiere que la delegación es sólo un proceso de descentralización?
La delegación, como tal, se puede llevar a cabo de la siguiente forma:
o Los procesos de gestión y liderazgo se dividen en unidades pequeñas.
o Los procesos de gestión se dividen de manera que existan responsables especializados para satisfacer al líder.
El primero supone delegar el liderazgo, en tanto que el segundo únicamente
desarrolla un sistema de consulta a especialistas para ayudar al líder en la toma de decisiones. No obstante, sugerir que la descentralización no es sino el proceso práctico del concepto de delegación, es bastante ingenuo, porque:
o La delegación puede realizarse bien a nivel general o individual.
o Puede ser de forma permanente o solo temporal. o Puede englobar tareas rutinarias de poca trascendencia o para la toma de decisiones estratégicas importantes en la política corporativa de la empresa.
En cambio, la descentralización es un aspecto mucho más específico que la
delegación ya que nos referimos a delegar autoridad y responsabilidad a unidades periféricas, independientes, dentro de una gran organización.
La cuestión surge cuando hemos de determinar el grado de descentralización que
hemos de implementar en una organización.
Existen ventajas tanto en la centralización como en la descentralización; todo es
cuestión de sopesar las ventajas de una y de otra, respecto a las necesidades de la empresa.
La descentralización se considera más eficiente, pues centra el poder y la
responsabilidad en los Delegados de las unidades de negocio periféricas, puesto que se supone que este delegado tiene las habilidades suficientes para tomar decisiones correctas.
No obstante, existe el riesgo de delegar, cuando los mecanismos de control de la
gestión no es el adecuado.
Una de las ventajas más importantes de la descentralización es la reducción de
los circuitos, tanto funcionales como económicos, característicos en toda gran organización; es sobre todo una forma eficaz de reducir o eliminar un porcentaje muy amplio de prácticas o tareas innecesarias.
Otra ventaja es la rapidez con la que se pueden tomar decisiones importantes al
no tener que consultar constantemente a la unidad Central. La organización en su conjunto se puede adaptar con mayor rapidez y eficacia a cualquier cambio que se produzca en su mercado o zona geográfica.
Quizás la ventaja más importante de una estructura descentralizada es el clima y
moral del personal de las unidades periféricas en la realización de su trabajo: aumenta la iniciativa y participación de este personal y también la calidad de las decisiones.
Un enfoque centralizado de la gestión, puede llegar a desconocer los cambios que
se puedan producir en el entorno o condiciones locales donde estén ubicadas las unidades periféricas.