DANIEL A.

BAUTISTA LUNA
03 DE DICIEMBRE DE 2021
INSIDE JOB

La crisis financiera de 2008-2009 sin duda ha sido una de las mas severas que ha sufrido el
mundo, no solo por el derrumbe de los mercados financieros internacionales sino por el
nivel de desempleo que eso ocasionó. La mala administración y desregularización de la
industria financiera fueron pioneras en esta crisis, y como en todo sistema capitalista, los
mas ricos se hicieron mas ricos y lo mas pobres quedaron mas pobres.
Queda claro que jugar con la especulación dentro del sector financiero no deja nada
bueno por que basta una jugada en falso y todo el sistema colapsa y al final repercute en
todo el mundo sumando a las malas practicas de contabilidad que presentaron estas
empresas.

Considero que, durante todo este proceso, hubo poca racionalidad en algunos conceptos,
por ejemplo, apalancamiento no es lo mismo que endeudamiento, sin embargo, pequeñas
y grandes firmas no veían ni tenían limites para seguir haciéndolo, y se endeudaban
disfrazándolo de apalancamiento.
Me atrevo a suponer que las millonarias ganancias que se reflejaban año con año los
cegaban y motivaban para seguir invirtiendo mas y mas, al punto que fue insostenible, aun
con las recomendaciones y pronósticos nada favorables que grandes economistas veían
para los años futuros.

Es totalmente irracional que las compañías objeto de calificación paguen a las compañías
calificadoras por las calificaciones, indudablemente mientras más AAA obtengan, mas
bonificarán a las agencias calificadoras; esto no es honesto. Todo esto, aunado a la poca
ética que se presento entre las grandes agencias calificadoras de riesgo y los directivos de
las grandes firmas de bancos; apostando por el fracaso de sus mismos “socios”, haciendo
fraudes con mecanismos financieros apócrifos, instituciones gubernamentales encargadas
de la supervisión de esos mecanismos ausentes en todo momento y con la corrupción
como anfitrión día a día, el fututo del sistema financiero era solo uno, la catástrofe.
 DANIEL A. BAUTISTA LUNA
03 DE DICIEMBRE DE 2021
INSIDE JOB

Y como bien dice el dicho “No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue”;
llego setiembre de 2008 y todo comenzó, la euforia que provocaba la riqueza se acabo y
con ellos la estabilidad del sistema financiero mundial se veía amenazada. Todos los
bancos de inversión estaban en colapso.

Los mas afectados fueron el sistema financiero y el sistema crediticio de Estados Unidos y
el rescate que se firmo para rescatarlos salió de los contribuyentes, de un país que acaba
de entrar en una de las recesiones mas grandes de su historia, un país donde el
desempleo subía como espuma, un país de personas que perdían su casa, sus seguros de
salud y no obstante con ellos el mundo entero pues el mayor consumidor estaba en serios
problemas.

Creo que lo peor de del caso es que, los grandes ejecutivos, culpables de todo el desorden
mundial, con miles de millones de dólares en ganancias solo se fueron con su dinero
intacto mientras todo el mundo se encontraba hundido en una crisis económica brutal,
pero en lugar de castigarlos, por que se sabía perfectamente quienes era, pareciera que
los premiaron con jugosas indemnizaciones y puestos con salarios millonarios.

Creo que después de todo, esos directores de bancos aceptan su responsabilidad, pero
creo que debe de haber regulaciones mas estrictas en el ámbito, pues ya vimos que puede
pasar cuando la ambición de unos cuantos sobre pasa la racionalidad humana. Creo que la
desregularización y la falta de supervisión del sistema bancario financiero constituye una
de las grandes causas para una crisis.

Sin embargo, en mi opinión considero que todos los participantes en esta crisis tienen
alguna relación y todos obtienen un beneficio al actuar de esta manera, si existe un
conflicto de intereses e incluso podría afirmar que esta crisis fue inducida por los grandes
banqueros de Estados Unidos con la finalidad de que el gobierno los salvara y así tener
 DANIEL A. BAUTISTA LUNA
03 DE DICIEMBRE DE 2021
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miles de millones de dólares en ganancias, favoreciendo nuevamente a los mas ricos, sin
importar la confianza que las personas otorgan a las instituciones y a los organismos.

“Hay que bailar hasta que pare la música”