Está en la página 1de 2

Uno de los doce o uno de los 5000

Lucas 9:10-17

Introducción:

La experiencia de la vida diaria nos sugiere que es más fácil ser servido, cuan vamos a un
restaurante al primero que vemos es al mesero que nos toma la orden, luego este hace un
pedido que más o menos se demora, nosotros como clientes tenemos el derecho de exigir lo
que queremos, en qué cantidad lo queremos y como lo queremos,.. “carne pequeña medio
cosida”, de acuerdo con nuestra satisfacción nosotros decidimos si damos o no una propina al
mesero. Siempre nos sentimos tentados a visitar frecuentemente los lugares donde nos
sentimos mejor atendido, donde nos sirvieron mejor, donde nos sentimos bien.

Muchas personas seguían a Jesús porque El sabia como tratar las personas, sabia como
hacer que se sintieran bien, pues habían ido a Él con enfermedades, problemas, de alguna
manera alguno no tenían alternativa. En Jesús habían encontrado solución a sus problemas,
habían sido sanados y hasta estaban bien alimentados, tenían la certeza de que al lado de
Jesús no les haría falta ningún bien, porque siempre lo había suplido. 

No obstante había una pequeña proporción de persona escogidas por Jesús que
continuamente estaba preocupada por la forma como iban a manejar la situación al ver que
más de 5000 persona se sumaban a seguir a Jesús, como alimentarlos, algunos hasta
pensaban en “despedirlos”, sin embargo Jesús hace lo propio al dar muestra de su poder a los
discípulos. “Tráiganme lo que tengan…” solo encontraron cinco panes y dos peces y prestado
porque era para llevárselos a alguien… mmm? Y ahora que, ¿Toca de a pedacito?,
seguramente será un pedazo muy pequeño ya que son más de 5000, sin embargo el poder de
Dios se manifestó y dieron gracias además bendijeron.  

Estas dos acciones nos enseñan que en escasez y en angustia podemos dar gracias y
bendecir y muy probablemente algo pueda pasar. Aparentemente solo habían cinco panes y
dos pececillos –no eran ni siquiera peces-, después de dar gracias-Juan 6:1-15- y bendecirlos-
Mateo, Marcos y Lucas.- los repartió y después que hubieron comido y saciado ¡sobro!

¿Seguirle o andar con Él?

Sin embargo podemos aprender más de esta experiencia que tuvieron Jesús y sus discípulos.
Los que aprendieron a dar gracias y a bendecir en los problemas y angustias fueron los
discípulos y no los que comieron hasta saciarse. Es mejor estar cerca de Jesús que seguirle
para estar bien física material o emocionalmente. Es seguro que siguiendo a Jesús podamos
suplir nuestras necesidades económicas, o cuando estamos enfermos Él pueda sanarnos, o si
estamos deprimidos encontremos en El consolación, sin embargo seguir a Jesús es
equivalente a sentarse y esperar provisiones cuando las necesitemos nos convertimos en
cristianos MEE dame ayúdame susténtame,,,, y solo estando al lado de Jesús, solo andando
con Jesús podemos aprender de Él, los discípulos no solamente aprendieron a dar gracias y a
bendecir sino a orar, a sanar enfermos y liberar endemoniados en su nombre, aprendieron a
sobrellevar la prueba, a tener fe. Si Jesús no hubiera probado a Felipe quizás en nunca
hubiera aprendido de Jesús la forma de cómo enfrentar circunstancias difíciles, Al día
siguiente Jesús estaba en el mar. Y la gente le buscaba. Quizás sintieron hambre de nuevo
quisieron comer a costillas del Señor –aunque Él lo podía hacer- pero no sabían cómo
enfrentar las circunstancias porque solo le habían seguido y no andaban con El.

Esto nos enseña que para aprender de Dios

1. Hay que andar con Dios –colegio universidad trabajo, en la calle en el baño en la cocina-

2. Mirar con ojos espirituales –es decir no mirar solo el milagro, las bendiciones sino a Dios
que se glorifica a través de las bendiciones que tenemos día-.

3. Creer en El. –si no hubieran creído los discípulos ni siquiera hubiera estado con El-

4. Negarse a sí mismo –A veces con nuestros propios argumentos, con nuestra propias
fuerzas con fuerza bruta queremos solucionar nuestro problemas-

5. Estar dispuesto a escuchar cosas que no queremos escuchar –muchas veces no queremos
ir a las iglesia pentecostales por que allá todo es pecado en cambio en otras yo puedo hacer
lo que se me venga en gana-

¿Estoy dispuesto a aprender de Jesús?

¿Estoy dispuesto a ser como uno de los doce o seguir siendo de los 5000 –solo busco a Dios
cuando me conviene, cuando lo necesito, solo me acuerdo de Él cuando estoy en dificultades
y cuando ya no hay salida-?

¿Está dispuesto a seguir a Jesús –escucharlo de vez en cuando, recibir sus beneficios, ropa
comida trabajo- o está dispuesta a andar con El –aprender de Él, no solo escucharlo sino
hacerlo-?

La palabra de Dios dice que: "Cualquiera pues, que me oye estas palabras, y las hace –es
decir cualquiera pues que aprende-, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa
sobre la roca." (Mateo 7:24)... pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le
comparare a un hombre insensato, que edifico su casa sobre la arena…y descendió lluvia y
vinieron ríos y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa: y cayo. Y fue grande
su ruina.

También podría gustarte