Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRAUMATOLOGÍA
25 al 29 de Octubre de 2022
POSTULANTE
Dr. Óscar Fernando Númberg Mejía
La Paz – Bolivia
2022
ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE GENERAL........................................................................................................I
ÍNDICE DE IMÁGENES.............................................................................................III
1. DATOS GENERALES...........................................................................................1
1.5 Hipótesis..........................................................................................................1
2. DISEÑO DE TEXTO.............................................................................................2
2.1 Resumen..........................................................................................................2
2.3 Introducción.....................................................................................................3
2.4.1 Material......................................................................................................7
2.4.1.1 Descripción........................................................................................7
2.4.2 Métodos..................................................................................................12
2.5 Resultados.....................................................................................................51
2.6 Discusión.......................................................................................................52
2.7.1 Conclusiones..........................................................................................54
2.7.2 Recomendaciones.................................................................................55
Dr.
1.5 Hipótesis
1
Gráfico N° 2. DISEÑO DE TEXTO
2.1 Resumen
Este trabajo analiza los resultados del enclavado endomedular retrogrado para
tratar las fracturas mediodiafisarias y del tercio distal del fémur DFN, en un
paciente cuya historia clínica se expone en el mismo.
Autores que se citan durante el trabajo afirman que el conocido como la técnica
de enclavado endomedilar (EEM), retrógado ha demostrado ser el método de
elección para el tratamiento de las fracturas diafisarias de fémur, debido a sus
excelentes resultados y los bajos índices de complicaciones.
Como resultados, de los nueve casos expuestos, realizados desde el año 2020
al año 2022 en el Hospital Municipal de Segundo Nivel Bajío del Oriente en
Santa Cruz de la Sierra, Se logró la consolidación de las fracturas en los nueve
pacientes entre los 4 y 6 meses del posoperatorio.
2
2.2 Tipo de trabajo
2.3 Introducción
Al respecto Pereira et. al., citando a Wilkist y otros (1985), que afirman que el
enclavado endomedular (EEM) anterógrado ha demostrado ser el método de
elección para el tratamiento de las fracturas diafisarias de fémur, debido a sus
excelentes resultados y los bajos índices de complicaciones. Sin embargo, esta
técnica plantea dificultades en algunos escenarios, como las fracturas de fémur
asociadas a fractura del cuello femoral ipsilateral, a fractura de acetábulo, a
fractura de pelvis o tibia; como así también en pacientes politraumatizados,
obesos, con limitada movilidad de la cadera y en embarazadas. Con la técnica
anterógrada también se reportaron inconvenientes, como parálisis del nervio
pudendo debido al uso de la mesa de tracción, dificultades con el acerrojado
distal y con la correcta ubicación del punto de entrada, alta incidencia de
osificación heterotópica y dolor de cadera asociado. (3)
3
La colocación retrógrada de un clavo de fémur surgió inicialmente como una
atractiva alternativa en las fracturas supracondíleas o diafisarias bajas de
fémur para minimizar las complicaciones asociadas al EEM anterógrado y
simplificar el procedimiento. Más tarde, su indicación se extendió a las
fracturas diafisarias en los escenarios previamente descritos y, luego, se fue
ampliando. El objetivo de este trabajo es demostrar la utilidad y los resultados
de la técnica del EEM retrógrado como tratamiento de las fracturas diafisarias
de fémur.
Del mismo modo, los tratamientos de las fracturas distales de fémur siempre
fueron complejos.
– 33-A1/A2/A3
– 33-C1/C2/C3.1
Para las fracturas 33-C, el clavo femoral retrógrado deberá emplearse con
otros implantes.
4
Además, este clavo en su inserción retrógrada está indicado para las fracturas
de la diáfisis del fémur:
Es por esto, que el presente trabajo, busca en forma teórica y luego práctica,
demostrar su efectividad, con los resultados registrados en la historia clínica
expuesta.
Fracturas diafisarias del fémur, as fracturas diafisarias del fémur son las que se
localizan en la diáfisis femoral a nivel de sus dos cuartos medios. es una de las
fracturas más frecuentes de tipo diafisiario. El fémur se encuentra rodeado de
una gran masa muscular que aleja considerablemente el hueso de la piel, lo
cual permite que en la zona de fractura se produzcan grandes desplazamientos
y cabalgamientos muy difíciles de controlar por medios manuales y sobre todo
de mantener con yeso.
El primer reporte de fijación intramedular data de 1875 por Heine con clavijas
de marfil, luego Senn en 1889 utiliza clavos de hierro y Hilliental en 1910 clavo
de aluminio.1,2 Hey Groves a comienzos de 1900 ensaya diferentes metales y
hace diseños para clavo retrógrado, y señala la importancia de la fluoroscopia
en esta técnica. Küntscher presenta el clavo endomedular en V, entre 1930 y
1940, lo cual mejoró la técnica con la adición del fresado endomedular a cielo
5
cerrado, y en 1968 populariza el control de rotación y acortamiento con tornillos
de bloqueo divulgado por Klemm.
En los últimos años se han perfeccionado las técnicas del enclavijamiento esto
contribuye a simplificar la colocación de los clavos bloqueados, disminuye el
tiempo de irradiación. También se han diseñado instrumentos más precisos que
facilitan la técnica del bloqueo y se obtienen mejores resultados. En todo
expuesto se han tenido en cuenta los postulados filosóficos de Küntscher de: a)
fijación adecuada de los fragmentos, b) enclavijamiento cerrado, c) conservar
las condiciones favorables biológicas para la formación del callo y d)
simplicidad en la técnica. (6)
6
4.1 Material y métodos
4.1.1 Material
4.1.1.1 Descripción
7
4.1.1.2 Indicaciones habituales de los clavos intramedulares
Aunque controlan muy bien los fragmentos óseos de gran tamaño, no son tan
efectivos en las fracturas articulares, donde las placas suelen estar más
indicadas. Tampoco suele ser recomendable su uso en fracturas infectadas o
con riesgo de infección (por ejemplo, las abiertas), pues es posible extender la
misma a toda la longitud del hueso. Además, algunos traumatólogos creen que
no son la mejor opción en pacientes politraumatizados, pues su implantación
puede suponer un riesgo adicional para individuos que ya presentan un mal
estado generalizado.
8
Tracción esquelética: sigue el mismo principio de la cutánea, pero se
usan tornillos o pines anclados al hueso para transmitir la fuerza. Sólo se
usa de modo intraoperatorio para mantener la alineación de los
fragmentos.
Fijadores externos: tutores que van por fuera de la piel y fijan el hueso
por medio de tornillos o agujas, de modo similar a un andamio. Por su
poca invasividad, se utilizan cuando hay infección o probabilidad de
infección (fracturas abiertas) o para la corrección de deformidades
óseas. (8)
9
Gráfico N° 5. Material utilizado
10
6.1.1.1 Equipo Quirúrgico de apoyo
11
tercio distal del fémur (10 %), las demás fueron fracturas del fémur tanto del
tercio medio como supracondilea.
7.1.1 Métodos
La filosofía de utilizar clavos huecos ha seguido hasta este momento, sin tener
en cuenta su fragilidad y los trastornos al enfermo, al tener que diferir durante
semanas su marcha, además de retrasar el momento de la consolidación por la
falta de función del segmento tratado, lo que hoy día sabemos que es
fundamental para la unión normal de las fracturas de los huesos y sus
secuelas.
Para lograr esto, se requiere que el clavo sea macizo, que sea de acero
inoxidable 316 LS y que tenga un diámetro adecuado al peso del paciente; por
ejemplo: una persona de 70 Kg. de peso se opera con clavo de 11 mm de
diámetro en fémur, pero cuando pasa de 80 Kg. se utiliza una varilla de 13 mm.
Hasta este momento así estoy empleando mis clavos con excelentes
resultados. En lugar de tornillos uso pernos, cuya resistencia es mucho mayor.
12
La imagen 4 es una perspectiva de frente y de perfil del clavo, de la imagen del
perno y del tornillo cónico.
13
La imagen 5 es una vista superior de la "pieza para encontrar los orificios y la
muesca de los clavos", incompleta arriba, completa en el medio e incompleta
abajo, pero en esta dándole letras a los orificios: las letras "A" corresponden al
clavo número 1, las "B" al número 2 y así sucesivamente.
14
En el quirófano, antes de introducir el clavo al paciente, en la mesa de la
instrumentista, se coloca el clavo que se utilizará, en el "instrumento que
estabiliza al clavo y a la pieza para encontrar los orificios y la muesca del
clavo".
15
A continuación se empieza la cirugía en el hueso del paciente.
Sin fresado o con fresado el clavo tiene que penetrar al canal medular por giros
que se le da al "instrumento que estabiliza" y no a martillazos, o sea que debe
entrar con cierta libertad y no apretado; porque si sucede esto último puede
tener tres complicaciones: la primera que el clavo no entre lo suficiente y se
quede fijo al hueso sin entrar o salir, la segunda que al martillar para la entrada
del clavo se rompa el hueso por estar muy apretado y la tercera que al
momento de extraer el clavo, porque la lesión hay consolidado sea muy difícil
sacarlo. Por lo general se puede el clavo introducir al canal medular sin retirar
la "la pieza para encontrar los orificios y muesca del clavo".
Una vez dentro el clavo, se localizan los orificios proximaies del mismo,
utilizando la "torre de perforación proximal", imagen N° 6. En ella se coloca la
"guía de pernos" y por ella se pasa el "punzón" de la figura 6, N° 17, que tiene
como misión penetrar los tejidos blandos junto con la "guía de pernos" hasta
llegar a la cortical del hueso. A continuación se retira el punzón y se introduce
por la "guía de pernos" la "guía de brocas", N° 8, de la figura 2 y a través de
ella la broca 9, que se gira con un taladro hasta que atraviesa la primera
cortical del hueso, el orificio del clavo y la segunda cortical del hueso; se deja
la broca, para estabilizar la "pieza para encontrar los orificios y la muesca del
clavo", con el propio clavo. Se efectúa el mismo procedimiento en el siguiente
orificio proximal y se deja también la broca. (10)
16
A continuación se probará si la "pieza para orificios y muesca" y el clavo son
paralelos y en caso que no lo fueran se corrige. Para ello, se pasa un punzón
17, de la figura 6, por la "guía de brocas" 8.1 de la figura 2, perforando la piel y
los tejidos blandos hasta llegar al hueso. Se retira el punzón y se coloca la
broca 9.1 de la figura 2 en el taladro, se introduce por la guía de brocas 8.1 y
se perfora hueso hasta que esta toca el clavo. Se saca la broca y en su lugar
se coloca el instrumento 18, de la figura 6, hasta que su tornillo toque la guía
de brocas y el clavo, colocando así en paralelo ese último y la "pieza para
encontrar orificios y muesca"; se fija el instrumento con el tornillo 6.1-1.
Ahora ya se puede buscar la muesca distal del clavo. Suele suceder que al
entrar el clavo en el hueso se desvía, a consecuencia de la forma del hueso y
ya no coincide la muesca del clavo con la broca 9.2 de la "torre de perforación
distal" 6.2 de la figura 2. Por esto necesita el cirujano, el "instrumento que
indica con precisión donde se encuentra situado el clavo lateralmente", figura
2, N° 10, y además el paralelismo entre clavo y "pieza para encontrar los
orificios y la muesca", para poder saber exactamente donde se encuentra el
clavo dentro del hueso.
17
del clavo que se está utilizando, de forma tal que su parte trasera tenga la
misma longitud que el instrumento 20, pero en su cuerpo, no en su mango
(recuérdese que ambos están numerados), este reglita se fija con el tornillo que
tiene ese tubo superior del instrumento 21.
Ahora se fija el cirujano en donde queda la punta de la reglita, porque en ese
lugar está la muesca del clavo; si coincide con la marca que tiene la "pieza
para encontrar los orificios y la muesca de los clavos", como se ve en la figura
4, con el N° 13 correspondiendo a la parte distal de dicha "pieza" 5.2 de la
misma figura se hará la peroración por la "torre de perforación distal", pero en
caso de que no coincidan la reglita y la marca 13 de la figura 4, se mueve la
parte distal 5.2 de la "pieza para encontrar los orificios y la muesca de los
clavos" con el tornillo 12 de la misma figura hasta que coincidan perfectamente
y se perfora.
Para perforar por la "torre distal" se coloca la guía de pernos 7.1 dentro de la
torre, se introduce el punzón N° 17 de la figura 6, que atraviesa los tejidos
blandos y llega al hueso, se retira el punzón y se coloca la guía de brocas 8.2
de la misma figura y luego la broca 9.2, hasta que pasa la primera cortical, la
muesca y la segunda cortical del hueso. Se retira la broca y se mide la longitud
de un perno de 5 milímetros de diámetro u otro diámetro, se coloca en un
desatornillador Alien, se retira la guía de brocas y se introduce el perno por la
guía de pernos atravesando la primera cortical, pasando la muesca y saliendo
por la segunda cortical del hueso y se atornilla a la primera cortical.
18
Gráfico N° 11. Vista lateral
19
11.1.1.1 Posición del paciente
20
13.1.1Técnica Quirúrgica
21
Se utiliza en todo momento un aparato dinámico de rayos X reflejado en la
pantalla que se halla sobre la mesa de operaciones.
22
Gráfico N° 15. Más detalles del procedimiento
23
Gráfico N° 16. Procedimiento Final
24
16.1.1Post Operatorio
25
En consecuencia, el control post operatorio se realiza con una radiografía
control desde 4 a 6 meses luego de la intervención. Pero el control precoz es el
más recomendado.
26
17.1.1Casos Clínicos
27
Gráfico N° 19. Caso clínico 1: procedimiento
28
Gráfico N° 20. Caso clínico 1: Resultados
29
20.1.1.1 Caso clínico 2
30
Gráfico N° 22. Caso clínico 2: Procedimiento
31
Gráfico N° 23. Caso clínico 2: Resultados
32
33
23.1.1.1 Caso clínico 3
34
Gráfico N° 25. Caso clínico 3: Resultados
35
25.1.1.1 Caso clínico 4
36
Gráfico N° 27. Caso clínico 4: Procedimiento
37
Gráfico N° 28. Caso clínico 4: Resultados
38
28.1.1.1 Caso clínico 5
39
Gráfico N° 30. Caso clínico 6: Resultados
40
41
Gráfico N° 31. Caso clínico 5: Control 4 meses después
42
31.1.1.1 Caso clínico 6
43
Gráfico N° 33. Otras radiografías posteriores – 11/08/20
44
Gráfico N° 34. Caso clínico 6: Procedimiento
45
34.1.1.1 Caso clínico 7
46
Gráfico N° 36. Caso clínico 7: Procedimiento
47
Gráfico N° 37. Caso clínico: paciente se retira caminando
48
37.1.1.1 Caso clínico 8
49
Gráfico N° 40. Caso clínico 8: procedimiento restante
50
Gráfico N° 41. Paciente en recuperación
51
41.1.1.1 Caso clínico 9
52
Gráfico N° 44. Caso clínico 9: Procedimiento
53
45.1 Resultados
7 Diafisarias
5 Supracondileas
Seguimiento no continuo
1 caso con pseudoartrosis
2 casos con rigidez de rodilla (Acompañados de fisioterapia)
54
una re intervención: se colocó un clavo de mayor longitud por la misma vía de
acceso. (4)
45.2 Discusión
55
fémur), determina un menor "movimiento" en la sala de operaciones y una
significativa disminución del "tiempo quirúrgico" de gran beneficio para el
paciente. (4)
56
Finalmente, existen estudios que han demostrado que el resultado del uso de
los clavos retrógrados femorales es comparable con el de los clavos
anterógrados en fémur. Con el desarrollo de la técnica y la experiencia
adquirida, esas indicaciones se extendieron a fracturas supracondileas del
fémur (con extensión intercondilar o sin esta), la rodilla flotante —lo cual
permite un mismo abordaje quirúrgico para este tipo de patología—, fracturas
de fémur con lesión de partes blandas alrededor de la cadera, obesidad
mórbida —ya que al sitio de entrada a través del surco intercondilio es más
fácil acceder que por la fosa piriforme—, fracturas femorales en pacientes con
reemplazo protésico, tanto prótesis de cadera como de rodilla. (Se aceptan
estas últimas cuando el modelo posee una abertura central en el componente
femoral y las fracturas asociadas a lesiones inestables de la columna entre
otras) (11)
45.3.1Conclusiones
En síntesis:
57
permiten al cirujano ortopedista considerar a esta técnica como una alternativa
terapéutica y eficaz.
Además, sus ventajas son: técnica simple, posibilidad de operar sin el uso de
una mesa de tracción y menor tiempo quirúrgico. Creemos que la correcta
elección del punto de ingreso y la prolija técnica quirúrgica evitando la
protrusión intraarticular del extremo distal del clavo son necesarias para
conseguir bajos índices de complicaciones asociadas en la articulación de la
rodilla. Por lo tanto, el uso del enclavado retrógrado de fémur es una opción
válida para tratar las lesiones diafisarias de fémur tanto en situaciones
especiales, como en fracturas aisladas.
45.3.2Recomendaciones
58
Finalmente, los cirujanos traumatólogos, debemos seguir mejorando nuestra
curva de entrenamiento en la utilización de los clavos bloqueados retrógrados
en fémur como una opción más.
59
GRÁFICO N° 46. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y FUENTES
0. x
1. Slullitel PA, Nicolás Piuzzi JBGCDTCS. Fracturas perimplante de fémur
tratadas con clavo retrógrado: reporte de un caso y descripción de la
técnica quirúrgica. Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y
Traumatología. 2016 mayo; 81(1).
2. Mejía Rubio, Omar. Técnicas didácticas: método de caso clínico con la
utilización de video como herramienta de apoyo en la enseñanza de la
medicina. Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud. 2013
Agosto; 45(2).
3. Kapua , editor. Winquist RA, Hansen ST Jr, Clawson DK. Closed
intramedullary nailing of femoral fractures: A report of five hundred and
twenty cases. J Bone Joint Surg Am. 4th ed. Londres: Kapua; 1985.
4. Plos, Jorge Luís. Tratamiento de las fracturas mediodiafisarias y del
tercio distal del femur con clavo endomedular retrogrado. Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología. 2015 junio; 80(1).
5. Ecu Red. Fracturas Diafisiarias. [Online].; 2020 [cited 2022 septiembre
29. Available from: https://www.ecured.cu/Fractura_diafisaria_del_f
%C3%A9mur#Definici.C3.B3n.
6. Torres Hernández, Manuel E.I; Martínez Mesa, Javier. Uso del clavo
intramedular acerrojado retrógrado en fémur. Revista Cubana de
Ortopedia y Traumatología. 2009 junio; 23(1).
7. MBA Surgical Empowerment. Clavos Intramedulares. [Online].; 2010
[cited 2022 Mayo. Available from: https://www.mba.eu/blog/clavo-
intramedular-fracturas/.
8. MBA - Surgical Empowerment. Métodos del Tratamiento de Fracturas.
[Online].; 2021 [cited 2022. Available from:
https://www.mba.eu/blog/material-deosteosintesis/.
9. Revista Médica. El Enclavado Intramedular De Las Fracturas Diafisarias
De Fémur: ¿Son Mejores Los Clavos Acerrojados? [Online].; 2021 [cited
60
2022. Available from: https://revistamedica.com/enclavado-intramedular-
fracturas-diafisarias-femur/:~:text=El%20enclavado%20intramedular
%20cerrado%20y,la%20articulaci%C3%B3n%20de%20la%20rodilla.
10.Kolchero Rozas, Fernando. Procedimiento ingreso clavo en fractura de
fémur. [Online].; 2019 [cited 2022. Available from:
https://patentimages.storage.googleapis.com/c7/a0/c9/2b19.
11.x
61