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DISEÑO Y ANÁLISIS DE LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICO-DIDÁCTICAS

Actividades- Clase 2

 CONDICIONES:
 Puede ser grupal de hasta 6 integrantes.
 Todos los integrantes deben subir el trabajo en formato PDF. Sin
excepción.

 CONSIGNAS:

1. En EL ABC de la TAREA DOCENTE


a. Lea el texto de Silvina Gvirtz y analice el video. 2.

b. Elabore un esquema conceptual de los temas que aborda en el capítulo 6.

2. Elabora una reflexión sobre cómo diseña sus prácticas desde una mirada crítica-
reflexiva, desde lo pedagógico- didáctica de la misma. La misma no debe tener una
extensión entre una carilla y tres, sin excepción.

3. Relate una experiencia de sus prácticas en el aula donde pueda evidenciar la


relación teoría práctica, propuesta desde la teoría de la unidad (deben optar por la
de uno del grupo).

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DESARROLLO
2.

Es importante mencionar que lo que se anhela lograr en una institución educativa es que
los estudiantes desarrollen competencias para la vida, esto quiere decir que
los niños adquieran y tengan la capacidad y la habilidad para desenvolverse de manera
adecuada en su vida diaria, resolviendo cualquier situación problemática que se le
presente en cualquier momento.es importante mencionar la relevancia de
las acciones del papel del docente en la formación de los alumnos, para ello es necesario
reflexionar y concientizarse como docente sobre lo relevante que es la formación
continua, por tal motivo se asume este compromiso.

Una de estas estrategias es la reflexión sobre la práctica, que es un proceso que


el docente debe usar constantemente para darse cuenta de lo que
sucede en el aula y para autoevaluar su desempeño, con la finalidad de hallar áreas de
oportunidad que se puedan mejorar con una intervención oportuna por parte de
él mismo, mediante la detección de situaciones problemáticas las cuales repercuten en el
desarrollo de competencias en sus alumnos, en el logro de los propósitos
planteados en el desarrollo de un contenido y en el desarrollo profesional del docente.

La reflexión sobre la práctica es una estrategia que nos permite analizar y comprender
situaciones referentes al proceso de enseñanza, mediante ella el docente detecta
situaciones en las cuales puede contribuir e intervenir de manera oportuna para
solucionarlas y mejorar su enseñanza.

La reflexión se asume como un proceso de revisión, reflexionar implica un acto de


pensamiento, es abstraerse para observar, debatir consigo mismo y tratar de explicar las
propias acciones; es mirar críticamente lo que se hace, justificar cada una de las
decisiones tomadas y profundizar desde el cuestionamiento propio, a fin de rectificar o
tomar decisiones que pretenden en todo caso, mejorar la práctica docente.

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Así pues, desde el punto de vista de la enseñanza, reflexionar es mucho más que una
norma, implica un acto de pensamiento capaz de ayudarnos a explicar las prácticas que
desarrollamos, justificar nuestras acciones y explicitar la intencionalidad de la
educación y la enseñanza. Para ello, es necesario transformar las aulas en espacios para
la acción, discusión y cuestionamiento permanente sobre el quehacer educativo; es
decir, la reflexión debe aprenderse desde la reflexión misma. Esta introduce diversas
perspectivas sobre la formación de docentes capaces de reflexionar sobre su ser y saber
hacer en el ejercicio de la profesión; se aspira a la interpretación de la realidad en los
ámbitos donde desarrollan sus prácticas, es un proceso deliberativo, sin duda, no puede
ni debe ser mecánico, ni instructivo, por cuanto la enseñanza constituye un espacio lleno
de incertidumbres y conflictos, producto de la diversidad de agentes participantes que
interactúan; por tanto, precisa de acciones que orienten la construcción de significados
útiles a quienes protagonizan las prácticas pedagógicas. Enseñar es una tarea que
implica competencias para revisar y evaluar constantemente el quehacer pedagógico.

Los docentes deben desarrollar competencias para desempeñarse como profesionales


reflexivos y críticos de su práctica; y en consecuencia, favorecer la transformación de
los espacios donde ejercen sus funciones. Se trata de integrar pensamiento y acción,
estos son intelectuales que asumen la reflexión en, desde y sobre la práctica.

Por consiguiente, es responsabilidad del docente discutir y analizar los objetivos


educativos y las maneras de enseñar, basándose en las condiciones sociales, políticas y
económicas particulares de los contextos institucionales.

De allí la importancia de explicitar las intenciones educativas y estar atentos a la


reflexión crítica sobre la función de la enseñanza. Desde esta visión, se habla de
profesionales intelectuales con competencias para la reflexión y la crítica fundamentales
para superar las injusticias sociales y trabajar por la constitución de un orden social más
humano y equilibrado.

Por tanto, se hace necesario en las experiencias formativas propiciadas por la


institución, la atención al desarrollo de los procesos cognitivos intelectuales, afectivos y

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sociales, con la finalidad de favorecer el aprendizaje de la enseñanza reflexiva y
atreverse a cuestionarse.

La reflexión sobre la acción se renueva constantemente, dando paso a la reflexión de su


propia acción y sobre los sistemas de acción colectiva. Esta acción para que tenga
un mejor resultado debería ser en colectivo, ya que se contrastarían las ideas con las de
alguien más, generándose un intercambio de opiniones muy enriquecedor y
significativo.

En general, reflexionar es pensar, pero en educación, la reflexión conlleva la


connotación de hacer deliberadamente elecciones, de tomar decisiones sobre la mejora
de procesos de enseñanza.

Es muy necesario reconsiderar la importancia acerca del término práctica reflexiva, y


para ello es preciso hacer una diferencia entre lo que es pensar y reflexionar; y se
concluye que el ser humano piensa constantemente y no por ello es un practicante
reflexivo, sino que la reflexión va más allá considerando cierto distanciamiento para
replantear, o sea, reconsiderar nueva y detenidamente la práctica docente.

Esta vivencia a redescubrirnos como seres pensantes y reflexivos sobre nuestra práctica
diaria para ser mejores maestros y forjadores de personas, quedando claro que tenemos
que enseñar al mismo tiempo que aprendemos la capacidad de reflexionar sobre nuestra
enseñanza.

En definitiva nos damos cuenta que la reflexión sobre la práctica educativa es un reto y
requiere de esfuerzo para cumplir con los propósitos u objetivos que nos fijamos con
dicha acción, aunque algo importante es que al realizar esta acción podemos mejorar
nuestra labor como docente.

Por tal motivo concluimos, que la reflexión de la práctica educativa es necesaria


para establecer vínculos de crecimiento y desarrollo profesional, para los docentes que
interactúan y optan por esta forma de trabajo, debido a que se adquieren experiencias e
ideas innovadoras para llevar a la práctica y al mismo tiempo se replantea la dinámica

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de la práctica educativa, consideramos que esta experiencia debería de
renovarse constantemente, ya que nunca se puede dejar de reflexionar, porque se deberá
analizar sobre lo planteado en las reflexiones, generando otra reflexión sobre la
nueva práctica y así sucesivamente.

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