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1. Introducción
2. Justificación
3. Linfedema
4. Epidemiología
5. Fisiopatología del edema
6. Cuadro clínico
7. Diagnóstico
8. Tratamiento
9. Complicaciones
10. Conclusión
11. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El linfedema es la acumulación de un
fluido rico en proteínas que ocurre cuando se sobrepasa la
habilidad del sistema linfático para transportar el
líquido intersticial. Este desorden devastador afecta a un
estimado de 3 a 5 millones de estadounidenses y a un asombroso
estimado de 140 a 200 millones de personas en todo el mundo. En
los EEUU y países occidentales, el linfedema ocurre
más frecuentemente como una complicación de la
disección de los ganglios linfáticos en el
tratamiento del cáncer. Se ha estimado que tanto como el
30% al 50% de los pacientes que son sometidos a disección
linfática, prosiguen con el desarrollo de un linfedema. El
linfedema puede ocurrir aún después de
procedimientos menos invasivos, tales como la disección de
un ganglio linfático centinela, poniendo
prácticamente a todos los sobrevivientes de cáncer
en riesgo para esta temida complicación. Aunque el
linfedema ocurre más comúnmente como una
complicación del manejo del cáncer de mama,
también se lo ve frecuentemente en pacientes tratados por
otras neoplasias malignas. De hecho, un meta-análisis
reciente de cerca de 8.000 pacientes, reportó una
incidencia global del 16% en pacientes tratados por melanoma,
sarcoma y cánceres ginecológicos, urológicos
y de cabeza y cuello.Los pacientes con linfedema tienen un edema
crónico progresivo, dolor, infecciones recurrentes y
calidad de vida significativamente disminuida. El edema puede
progresar a proporciones gigantescas, causando una grosera
desfiguración, con severos efectos perjudiciales.
Además, el linfedema es una fuente significativa de gastos
biomédicos; un estudio reciente demostró un aumento
de más de 10.000 dólares en los costos de
tratamiento anual, en sobrevivientes de cáncer con
linfedema, comparado con aquellos sin linfedema.El tratamiento
para el linfedema sigue siendo subóptimo y, en la
mayoría de los casos, es paliativo, con el objetivo de
prevenir la progresión de la enfermedad, más que
curarla. Se han reportado tratamientos médicos y
quirúrgicos, pero en general esas terapias han sido
decepcionantes y los resultados son a veces difíciles de
reproducir. La mayoría de las veces, los pacientes son
tratados con terapia física de por vida con drenaje
linfático manual y requieren vestimenta elástica,
ajustada e incómoda. Debido a los gastos, tiempo e
incomodidad asociados con esos tratamientos, hay un alto grado de
no cumplimiento y de progresión asociada de la
enfermedad.A pesar de la morbilidad y de los costos del
linfedema, el mecanismo que regula su desarrollo sigue siendo
ampliamente desconocido. Permanece oscuro, por ejemplo,
porqué algunos pacientes desarrollan linfedema y otros que
son tratados de manera idéntica no. Similarmente, es
desconocido porqué ciertos factores de riesgo, tales como
la radiación, obesidad o infección, aumentan el
riesgo del linfedema. Quizás el aspecto más
desconcertante del linfedema es el hecho de que se desarrolla de
manera retardada, usualmente 1 a 5 años después de
la cirugía. Algunas veces el linfedema puede desarrollarse
aún décadas después de la cirugía,
después de un trauma aparentemente trivial.
JUSTIFICACIÓN
Algunos de los factores asociados con el
linfedema son una mayor edad, afectación locorregional y
metastásica, recidiva y haber recibido tratamiento de
radioterapia.
LINFEDEMA
El linfedema se manifiesta por aumento de volumen de las
zonas afectadas y es común en las extremidades, por la
acumulación intersticial de líquido
linfático rico en proteínas en los tejidos. Esta
acumulación es secundaria a la falta de drenaje
linfático. Característicamente, se acompaña
de edema duro con cambios en la piel.
CLASIFICACIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
En todo el mundo el linfedema primario más
frecuente es el precoz, el cual ocurre entre las edades de 10 y
25 años.
CUADRO CLÍNICO
El linfedema comúnmente daña las
extremidades, pero puede afectar la cara, los genitales o el
tronco.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico del linfedema es clínico;
sin embargo, existen métodos para confirmarlo.
En la actualidad la linfocentellografía
(linfografía con isótopo) está en
investigación para determinar el edema linfático
crónico. Consiste en inyectar en la dermis o hipodermis
proteínas marcadas con radioisótopo para evaluar el
trayecto de los linfáticos.
TRATAMIENTO
El manejo del linfedema es complejo e incluye varias
modalidades que pueden usarse solas o en combinación, como
la terapia física (compresión, masajes y
ejercicios), los medicamentos y la intervención
quirúrgica.
Terapia física
La compresión neumática intermitente,
cuando se utiliza como complemento de la terapia
descongestionante linfática, aumenta la respuesta
terapéutica en la fase inicial y en la descongestiva,
así como en el mantenimiento de la disminución del
volumen.
Terapia no quirúrgica
Compresión
fisiológica
La presión en movimiento frente a la
presión en reposo es importante. La presión en
movimiento se refiere a la presión ejercida sobre la
pierna por la contracción muscular contra el vendaje. La
presión en reposo es la fuerza ejercida desde la
tensión del vendaje, ya que descansa contra los
músculos gemelos. La presión se dirige desde el
interior del vendaje hacia la superficie de la pierna.
Vendaje de compresión
Intervención
quirúrgica
Por cuestiones estéticas, las lesiones en
empedrado o péndulas que sobrevienen con el linfedema
pueden tratarse mediante dermoabrasión o remoción
quirúrgica y, posteriormente, con
compresión.
El bypass linfático elimina la
obstrucción linfática, su objetivo es restablecer
la función linfática.
COMPLICACIONES
Una de las principales complicaciones que sobrevienen en
la circulación linfática es la inmunodeficiencia
local, pues el flujo de las células del sistema
inmunológico es inadecuado. Cuando el paciente sufre esta
complicación, se facilita la entrada de microorganismos,
ya que existe pérdida de la continuidad de la piel. El
riesgo de complicaciones infecciosas recurrentes como erisipela,
celulitis y linfangitis es muy alto.
CONCLUSIÓN
El linfedema es una complicación devastadora del
tratamiento del cáncer. Desafortunadamente, la
etiología de este desorden sigue siendo desconocida y esa
brecha en el conocimiento ha evitado el desarrollo de estrategias
efectivas de tratamiento. Además, aunque los factores
clínicos de riesgo para el linfedema han sido
identificados, están faltando estrategias racionales de
prevención, derivadas de evidencia científica de
alto nivel. De hecho, algunos autores han sugerido adoptar un
abordaje de "sentido común" para el manejo del linfedema,
argumentando que no siempre es apropiado buscar ensayos
controlados y randomizados para establecer estrategias
preventivas óptimas. Aunque los ensayos randomizados no
siempre pueden ser factibles (o éticos), generalmente los
estudios prospectivos de cohorte bien diseñados son
accesibles.Resumiendo los hallazgos de esta revisión
sistemática, existe limitada evidencia que apoye la
recomendación de que debe evitarse la venopuntura en
pacientes con antecedentes de cirugía de los ganglios
linfáticos. Similarmente, hay una pobre evidencia que
apoye las medidas de prevención relacionadas con la
constricción, elevación o exposición al
frío y al calor de las extremidades y a los viajes en
avión y el uso de vestimentas de compresión durante
el vuelo. Por el otro lado, los autores del presente trabajo
hallaron buena evidencia científica (nivel 1 y 2) que
apoya la recomendación de mantener el peso corporal normal
y evitar aumentar de peso, en los pacientes con riesgo para el
desarrollo del linfedema. De manera similar, existe un fuerte
apoyo científico para la participación en
regímenes supervisados de ejercicios, tanto para los
pacientes con linfedema, como para aquellos con riesgo de
desarrollarlo.La falta de claridad para las medidas preventivas
efectivas, probablemente contribuye significativamente a los
miedos y ansiedad del paciente. Además, las
recomendaciones arbitrarias tienen efectos significativos sobre
la atención del paciente, resultando en la
inserción innecesaria de catéteres centrales (para
evitar la venopuntura del miembro afectado), toma de muestras de
sangre en regiones no usadas rutinariamente para ese
propósito (por ej., vena yugular externa, femoral o
dorsales del pie). Por lo tanto, dadas las limitaciones de
nuestro conocimiento y las importantes implicaciones para la
atención del paciente y su calidad de vida, claramente se
requiere una investigación adicional. Los futuros
estudios, con objetivos bien definidos, tamaño adecuado de
las muestras de pacientes y mediciones prospectivas de las
extremidades, podrían ser de utilidad.
BIBLIOGRAFÍA
1.-GarciaCS, Leyva RT, Gutierrez RK, Vazquez VJ,
Contreras RJ. Linfedema y lipedema: similitudes y diferencias en
su fisiopatología y tratamiento. Dermatología Rev
Mex 2010; 54(3):133-40.
Autor:
PROGRAMA DE RESIDENCIAS
MÉDICAS