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Objetivos
ü Reconocer las alteraciones del sistema circulatorio.
ü Diferenciar insuficiencia del drenaje venoso y sistema linfático.
ü Analizar ámbito de intervención masoterapéutica
Sistema Circulatorio
Se compone de tres subsistemas o árboles:
El arterial tiene la función de distribuir la sangre
oxigenada que llega de los pulmones a las
cavidades izquierdas del corazón por todo el
cuerpo para aportar a nuestras células nutrientes
y oxígeno.
El sistema venoso recoge la sangre, el CO2 que
eliminan las células tras intercambiarlos por el
oxígeno y otros materiales de desecho celular
para devolverlos hacia el corazón y los pulmones
y,
El sistema linfático encargado de realizar
funciones de recogida de sustancias que hay que
devolver hacia el torrente circulatorio pero que no
son transportables por las venas, ayudar al
transporte de grasas desde el tracto digestivo,
realizar una función de filtrado de algunos fluidos
corporales y generar anticuerpos.
La función de este flujo arterial es posibilitar el consumo celular de oxígeno tanto en reposo como
durante el ejercicio. La cantidad del oxígeno va a depender de suministro (captación pulmonar,
capacidad de unión a la hemoglobina y flujo regional), y de la extracción del mismo a nivel
mitocondrial de la célula del músculo esquelético. En personas sanas el consumo máximo de
oxígeno viene determinado por el suministro, no por la función mitocondrial. La capacidad
oxidativa mitocondrial está vinculada a la capacidad máxima de ejercicio y puede aumentar con
el entrenamiento.
Cuando una arteria comienza a presentar lesiones estenosantes este equilibrio se altera ya que
la resistencia arterial va a aumentar, modificando la presión del flujo sanguíneo.
Insuficiencia Venosa
El linfedema es también un problema que se presenta en algunos pacientes con cáncer, ya sea
por afectación tumoral o como secuela de tratamientos, y dada su relativa alta frecuencia y sus
significativos efectos en los aspectos funcionales y de calidad de vida del paciente, debe ser
tenido muy en cuenta.
Fisiopatología
A nivel capilar existe una salida de líquidos y moléculas a nivel arterial y una reabsorción a
nivel venoso. El líquido intersticial no sería más que el producto de este mecanismo y su
velocidad de producción sería el reflejo del equilibrio entre los factores que favorecen la salida
(presión hidrostática capilar, presión oncótica tisular) y los que favorecen la reabsorción
(presión hidrostática intersticial, presión oncótica capilar).
El edema suele ser el síntoma inicial y, en la mayoría de los casos, es de evolución lenta,
progresiva e indolora. Al principio hay fóvea a la presión, posteriormente esta desaparece y en
8 Fundamentos masoterapéuticos en Patologías Klga. Astrid Peñailillo Iturrieta
estadios mas avanzados el tejido subcutáneo y la piel van siendo sustituidos por tejido fibroso.
El edema suele iniciarse distalmente, en la zona del tobillo y suele afectarse también el tarso
(joroba de búfalo), es típico el aspecto de los dedos (signo de Stemmer).
El método que se usa más ampliamente para valorar la evolución del linfedema de las
extremidades es la medición de la circunferencia de la extremidad superior mediante el uso de
puntos anatómicos. Al principio desaparece fácilmente al elevar la extremidad para finalmente
ser permanente. Según algunos expertos, la diferencia de 2 cm o más con la extremidad
contralateral en cualquier punto se considera clínicamente significativo.
Los cambios cutáneos se caracterizan en la fase inicial por una coloración roja-rosada y leve
aumento de la temperatura por aumento de vascularización. A la larga la piel se nota engrosada,
con zonas de hiperqueratosis y acaba desarrollando la típica “piel de naranja”. Es frecuente
encontrar eccemas crónicos y excoriación de la piel pero es infrecuente la aparición de úlceras.
En los pacientes con hiperplasia linfática o reflujo valvular es frecuente la aparición de verrugas
o pequeñas vesículas que pueden producir linforrea.