Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aramco, la empresa que explota el petró leo de Arabia Saudí, posee una capitalizació n de dos billones de
euros que casi dobla el valor del producto interior bruto (PIB) de Españ a. Pero, en términos de PIB per
cápita, Arabia Saudí es alrededor de un 20% má s pobre que Españ a (22.377 euros el de Arabia Saudí y
28.573 euros el de Españ a, segú n el Banco Mundial). Lo mismo ocurre con países como Rusia,
Venezuela, Indonesia... La lista se alarga, salvo contadas excepciones, como Noruega o microestados
como Qatar.
No solo le ocurre a los países en desarrollo. Países Bajos descubrió en los añ os sesenta la mayor bolsa
de gas de Europa, en Groningen. Una fuente de ingresos suculentos cuya explotació n creció
exponencialmente hasta llegar al má ximo de 87,7 kiló metros cú bicos de gas en 1977. Desde entonces
no se han vuelto a recuperar esos niveles de producció n. En 2018, tan solo se extrajeron 18,8 km
cú bicos.
Los neerlandeses observaron có mo su moneda –el florín– se encarecía y las empresas perdían
competitividad. El gas natural las había enfermado. De ahí su nombre: el mal holandés.
Hasta no hace muchos añ os, la ciudad má s cara del mundo no era Hong Kong, Zú rich o Tokio. Solía ser la
capital de Angola, Luanda. Los datos del Ministerio de Exteriores indican que Angola, pese a ser el
cuarto país con má s reservas de petró leo de Á frica, es pobre en términos econó micos: su PIB per cá pita
apenas supera los 2.000 euros. Su economía sufre porque su ú nica exportació n son los productos
petrolíferos, que representan casi el 90% de las ventas exteriores totales del país.
En un informe sobre el país, la empresa de soluciones de créditos comerciales y seguros CESCE asocian
los males angoleñ os a la maldició n de los recursos: "El auge de la industria petrolífera disparó el
crecimiento econó mico de Angola, que se consolidó como la tercera mayor economía de Á frica
Subsahariana (...) El petró leo ha actuado como una especie de agujero negro, donde la industria de los
hidrocarburos ha concentrado, cada vez má s, la actividad econó mica del país en torno a sus rentas".
Utilizació n política
Como todos los males, el de los recursos tiene solució n. Las excepciones de Noruega o Países Bajos son
debidos a políticas pú blicas que encauzan el mal de los recursos. La relació n de los Gobiernos con las
materias es casi tan importante como su explotació n. El exministro de Industria venezolano Moisés
Naim afirmaba que los países con recursos son má s pobres porque, ademá s, las instituciones utilizan las
diná micas del llamado mal holandés para afianzarse en el poder.
Segú n publicó Naim en la revista Foreign Policy, "para los países sin instituciones democrá ticas
desarrolladas y un sistema pú blico fá cilmente manipulable, los recursos se convierten en una maldició n
má s que en una bendició n. El poder trata por todos los medios de controlar la principal, y ú nica,
industria nacional".
Tal es la capacidad de los recursos de modelar las sociedades, que Naím afirmó ya en 2004 que países
tan dispares como Venezuela y Rusia tienen "unas políticas conjuntas por el petró leo. Sus similitudes
son el reflejo de una poderosa fuerza que dice tanto sobre su pasado reciente como de su probable
futuro y el de otras naciones afectada por la riqueza del petró leo", escribió Naim