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Inversión Extranjera en Venezuela

Tradicionalmente, los sectores más atractivos para los capitales foráneos


han sido los relacionados con los recursos naturales y, en especial, los
hidrocarburos. No obstante, los negocios no petroleros tienen oportunidades
de desarrollo.
De acuerdo a la información histórica de las fuentes oficiales los flujos de
inversión se han concentrado en las actividades de manufactura,
telecomunicaciones y banca, en tanto que, históricamente entre los
principales países inversionistas, destacan: Estados Unidos, Japón, España,
Países Bajos, Francia, Italia y Colombia.
El registro de las inversiones en el país es contabilizado por el BCV, en su
cuenta de balanza de pagos. Esta variable es de corte global e incluye dinero
o bienes físicos que vayan a incremento de capital, aportes de recursos de
las casas matrices a sus filiales, préstamos y créditos comerciales, y las
utilidades reinvertidas, aunque no se capitalicen.
Adicionalmente, la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario
(Sudeban), la Dirección de Industrialización y Tecnología de Hidrocarburos
del Ministerio de Petróleo y Minería y la Superintendencia de Seguros
(Sudeseg), registran la inversión en dinero o bienes físicos que vayan a
incremento de capital en sus respectivas áreas, con independencia del
momento exacto de su ejecución. En el resto de los demás sectores
económicos, la autoridad es el Centro Nacional de Comercio Exterior
(CENCOEX).

Oportunidades de negocio para la Inversión Extranjera en Venezuela


La consolidación cada vez más efectiva de un mercado mundial, la
diversificación de la economía en numerosas actividades productivas y
prestadoras de servicios plantean nuevos retos dado el complejo proceso de
especialización, diversificación y diferenciación de productos que no sólo las
economías domésticas transitan, sino que se encuentra protagonizada por
agentes económicos altamente activos en el ámbito internacional.
Venezuela es un país caracterizado por el desarrollo de actividades
petroleras principalmente y de actividades de manufactura que posee el
mayor peso relativo dentro del Producto Interno Bruto (PIB) y la capacidad de
generar empleos, es decir, un mercado con poder adquisitivo, no obstante,
en años recientes destacan los siguientes sectores:
 Tecnologías de información y comunicación (TIC)
En Venezuela el sector se ha convertido en un factor transversal con
incidencia directa en todos los demás sectores productivos, pero hace
falta el capital para masificar su penetración en la sociedad. Su oferta
abarca la producción, comercialización y operación de equipos y
programas de computación, servicios basados en tecnologías de la
información y telecomunicaciones.
Un marco jurídico con lineamientos precisos para el desarrollo del sector
y la existencia de Parques Tecnológicos respaldan la actividad,
convirtiéndola en un excelente nicho de mercado para comercializar
tecnologías de punta. En este marco, las oportunidades de negocio en el
sector se concentran principalmente en la externalización de procesos
(outosourcing), negocios con plataforma web, redes inalámbricas y
servicios de voz sobre IP.
El éxito de Venezuela en las TIC se debe a una oferta de alta calidad y
menos costosa que la de otros países. Además, existen alrededor de 82
centros nacionales de educación técnica y superior especializados en la
materia, los cuales forman una mano de obra calificada y de alto prestigio
internacional. No en vano, diversas empresas ya han ofrecen sus
productos y servicios en el exterior, bajo estándares internacionales de
calidad.
 Turismo
De acuerdo con los pronósticos de la Organización Mundial del Turismo
(OMT), Suramérica registrará un gran número de visitantes entre 2010 y
2020, por encima de la media mundial y de las Américas. De esta
manera, se esboza un panorama propicio para Venezuela, debido a su
ubicación geográfica privilegiada: punto de entrada hacia Suramérica y el
acceso ideal de Latinoamérica hacia Estados Unidos y Europa.
Debido a su triple identidad andina, amazónica y caribeña, Venezuela es
un producto turístico “multidestinos”.
Los principales segmentos de desarrollo turístico están orientados hacia
las actividades de sol y playa, naturaleza y negocios. Éste último atrae el
mayor número de visitantes, quienes acuden a las ciudades más
importantes del país, así como las zonas relacionadas con las industrias
del petróleo, gas y petroquímica, entre otras.
Ante esta demanda, importantes cadenas hoteleras internacionales tienen
representación en Venezuela: Marriott, Radisson, Hesperia,
Intercontinental, Sol Meliá, Embassy y Best Western, entre otras.
Adicionalmente, el país cuenta con una de las infraestructuras de
transporte más completas de Latinoamérica: buena dotación de
autopistas y carreteras, aeropuertos, servicios de transporte terrestre
público urbano y privado, y puertos marítimos en toda su extensión
costera
Consciente de este potencial, el Gobierno considera al sector como
estratégico para desarrollo económico del país, de acuerdo con el Artículo
310 de la Constitución Nacional. En este marco, el Ministerio de Turismo
ejecuta un plan estratégico con 7 polos de desarrollo con atractivos
naturales, culturales y productivos, respaldados con numerosos
incentivos para los inversionistas.
 Hidrocarburos y Químico
Venezuela posee, en el sector de los servicios vinculados a los
hidrocarburos, oportunidades tan amplias como sus reservas energéticas,
según el Informe de Gestión del año 2018 de Pdvsa nuestro país posee:
 302,808 Miles de Millones de Barriles de reservas probadas de
crudo.
 201,593 Miles de Miles de Millones de Pie Cúbicos de reservas
probadas de gas.
 1,2 Millones de Barriles Diarios de producción petrolera.
La importancia relativa de la industria petrolera en la economía
venezolana se ve reflejada a través de varias relaciones económicas. El
peso del sector petrolero en el producto interno bruto (PIB) es del 80 %
para el año 2018. Para el mismo período, el 96% de las exportaciones de
Venezuela provienen principalmente de la actividad petrolera.
Dada su larga trayectoria en el negocio, Venezuela posee un amplio
conocimiento en las distintas actividades: exploración, producción,
refinación y comercialización y cuenta con una importante dotación de
mano de obra especializada
Desde el punto de vista de actividades aguas abajo el acceso a materias
primas de bajo costo, múltiples acuerdos de integración energética y una
oferta reducida de bienes terminados ofrecen oportunidades sin parangón
para empresas locales y foráneas en el sector químico y petroquímico.
Con una rentabilidad poco aprovechada hasta los momentos, existen
nichos como los sectores intermedios, en donde se puede generar hasta
10 veces más valor que en la extracción petrolera.
 Minería y Metalurgia
Venezuela concentra el 2% de la oferta mundial de minerales, entre los
cuales destacan el hierro, el carbón, la bauxita, el fosfato y la caliza. La
abundancia de estas reservas y su bajo nivel de explotación son
circunstancias propicias para la incorporación de nuevos actores en la
explotación minera y su cadena completa.
El sector está reservado a la explotación directa del Gobierno; no
obstante, el capital privado puede participar bajo concesiones, así como
los mineros artesanales y las cooperativas. En los últimos años, se han
introducido reformas en los ámbitos económico y jurídico.
La recuperación de potencias económicas como China, India y Japón,
ávidas de materias primas, han estimulado los precios mundiales del
hierro, acero y oro. En este sentido, se acentúan las oportunidades de
una producción metalúrgica de mayor valor agregado.
Esta capacidad de producción tiene garantizado el acceso a importantes
mercados, gracias a que la dotación de infraestructura venezolana supera
los estándares latinoamericanos. Las redes viales están entre las más
extensas de la región, con un total de 96.155 km, de los cuales 32.308 km
están pavimentados.
Adicionalmente, se cuenta con 13 puertos marítimos y 369 aéreos, y
7.100 km de vías navegables. En el caso del Río Orinoco y el Lago de
Maracaibo, se permite incluso el tránsito de naves transatlánticas.
 Alimentos
Nuestros suelos están dotados de grandes recursos agrícolas,
ganaderos, pesqueros y forestales, los cuales siempre han sido un foco
importante para el desarrollo social y económico. Aunado a condiciones
climáticas favorables, con sólo dos estaciones (lluvia y sequía) y una
temperatura promedio de 26°C, Venezuela es sin duda alguna una tierra
de negocios fértiles.
Un total de 2.598.000 de hectáreas de tierras arables y una demanda
inelástica son una oferta apetitosa para invertir en el sector de alimentos,
sea en las primeras fases de la cadena (agricultura y agroindustria) o en
el área de comercialización; en esta última, existe una baja penetración
internacional y destacan las franquicias como un modelo innovador y de
emprendimiento local.
Mientras el mercado latinoamericano tiende a un aumento de las
exportaciones, Venezuela apunta a las importaciones. Este
comportamiento revela la existencia de nichos sin aprovechar, por lo cual
Estado ha intervenido a través de la producción, importación y
distribución de alimentos.
Con la finalidad de estimular el sector, las bancas comerciales y
universales deben destinar un porcentaje de su cartera crediticia al sector
agrícola. Adicionalmente, el programa gubernamental Fábrica de fábricas
financia la creación sistemática de nuevas empresas, apalancadas en las
ventajas competitivas y la vocación natural de cada región del país y así
satisfacer mercados específicos.

Aspectos legales de las Inversiones Extranjeras en Venezuela


Lo relativo a las inversiones extranjeras en Venezuela es regulado a través
de varios textos legales: los más importantes son la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y el Decreto-Ley de Promoción y
Protección de Inversiones (DLPPI).
En el 2014 entro en vigencia el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de
Inversiones Extranjeras
Otras internas importantes son: la Ley del Banco Central de Venezuela
(LBCV), la Ley Orgánica sobre Promoción de la Inversión Privada bajo el
Régimen de Concesiones (LC), la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos
(LOHG), la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de
los Hidrocarburos (LOREICH) y la Ley del Sector Eléctrico (LSE).
A nivel internacional, aplica en Venezuela las Decisiones 291 y 293 de la
Comisión del Acuerdo de Cartagena incorporados en la Ley venezolana a
través del Decreto Número 2095 del 13 de febrero de 1992, GO 2095 del
25.03.92. Venezuela ha ratificado también distintos tratados bilaterales para
la Promoción y Protección de las Recíprocas Inversiones con: Alemania,
Argentina, Barbados, Canadá, Chile, Dinamarca, Ecuador, España, Gran
Bretaña, Lituania, Países Bajos, Paraguay, Perú, Portugal, República Checa,
Suecia y Suiza entre otros. Venezuela suscribió igualmente el Acuerdo de la
Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA). Así mismo, la
Corporación de Inversiones Privadas en Ultramar (OPIC) y el Consejo
Nacional para la Promoción de Inversiones en Venezuela (CONAPRI)
suscribieron en 1993 un acuerdo de cooperación mutua a fin de intensificar
las oportunidades para la inversión privada en Venezuela.
Los organismos competentes son el Centro Nacional de Comercio Exterior
(CENCOEX) que sustituye a la Superintendencia de Inversiones Extranjeras
y el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI). Venezuela cuenta
también con un Consejo Nacional de Promoción de Inversiones (CONAPRI).
En cuanto a las personas naturales pueden solicitar ante la entidad
diplomática o consular una visa de inversionista.
Lo relativo a las personas jurídicas está regulado en el Título VII del Código
de Comercio (Artículos 200-375). En Venezuela existen sociedades en
nombre colectivo, sociedades en comandita, sociedades anónimas y
sociedades de responsabilidad limitada. Una vez constituida la empresa la
misma debe inscribirse en el Registro Tributario, ante la Superintendencia de
Inversiones Extranjeras, en el Seguro Social y ante el INCES.

Inversión Extranjera en Venezuela en Datos Estadísticos


Según datos recientes de CEPAL que en lo que respecta a Venezuela solo
alcanzan hasta 2015 se muestra que, en ese año, la inversión extranjera
directa en todo la América del Sur conformada por 10 países, alcanzó a 131
mil millones de dólares. De esa cantidad Venezuela captó un porcentaje
cercano al 1 % – 1.383 millones de dólares lo cual es manifiestamente un
porcentaje que no se corresponde con su peso demográfico, geográfico ni
económico. Los países que captaron los mayores porcentajes fueron Brasil
con el 56.7 %, Colombia con el 10.3 %, Chile con el 9,2 % y Perú con 5.2 %,
es decir, países a los cuales les va bien en lo económico.
Factores de Atracción para la Inversión Extranjera en Venezuela
Venezuela tiene hoy en día condiciones económicas que podrían
interpretarse como muy favorables para el inversionista extranjero. En este
país, con un millón de dólares es posible comprar más activos económicos
como empresas, departamentos, tierras, vehículos, que en cualquier otro
país de América del Sur. Con 100 millones de dólares es posible comprarse
una cantidad de activos considerables. Todo lo que se quiera comprar sale
aquí más barato que en otros países de la región. Además, la mano de obra
es barata, y las leyes existentes en materia de IED dejan abierta la puerta
como para negociar condiciones especiales cuando se crea que las
circunstancias lo ameriten.
Si bien es cierto que actualmente Venezuela atraviesa una serie de
problemas en cuanto al marco legal que rige el país, ya que es imposible
determinar la libertad y autonomía exacta que tienen las empresas, este es el
momento adecuado para comenzar a buscar inversionistas.
Los inversionistas extranjeros tienen la mirada puesta en el desarrollo
empresarial del país, y es latente el interés en tratar de capitalizar debido a
que la sociedad venezolana tiene uno de los mayores índices de consumo en
la región.
Resulta importante destacar que según investigaciones de Harvard
Bussiness Review, publicadas hace un par de meses, las probabilidades de
que las grandes empresas y multinacionales vuelvan a invertir en Venezuela
para mediados del 2020 son bastante altas, tomando en consideración las
variables económicas, políticas y sociales actuales.
Aunque se trate de una serie de eventos que deben ir desarrollándose poco
a poco, y que es imposible determinar si se cumplirán o no, conocer el
interés de las grandes economías en incentivar el desarrollo de los países
emergentes, es una buena noticia que debe tener en cuenta el empresariado
venezolano.

Factores de Repulsión para la Inversión Extranjera en Venezuela


En Venezuela iniciar un negocio requiere de 107 días y 8 procedimientos
más que el promedio de América Latina y el Caribe.
Las empresas que se instalen en el país deben destinar una mayor porción
de sus ganancias (61,7%) que el resto de la región al pago de impuestos.
Además, sus costos de importación duplican los del continente y el proceso
tarda 63 días más que la media de las naciones vecinas.
Estos son solo algunos de los indicadores comparados en el último informe
de Doing Business del Banco Mundial, en el que Venezuela aparece como
uno de los peores países para invertir. Ante este escenario resulta fácil
entender por qué el capital extranjero prefiere otras latitudes.
De acuerdo con los expertos, las políticas económicas aplicadas por el
gobierno han creado un clima árido para las inversiones debido a que el
control de cambio que rige sobre la economía venezolana ha derivado en la
imposibilidad para repatriar dividendos a las casas matrices.
El segundo factor que frena la entrada de inversiones es el entorno
institucional de la política económica. Detalló que la Ley Orgánica de Precios
Justos impide a las empresas fijar libremente sus precios, además de que
establece límites a las ganancias.
Para países con una inflación controlada, como Chile y Perú, una expectativa
de ganancia de 5% es perfectamente aceptable. Sin embargo, Venezuela
tiene una inflación anualizada de 1.299.724% para el 2018 según la
Asamblea Nacional, por lo cual la utilidad esperada debe ser mucho mayor.
Un tercer elemento es el de respeto a la propiedad privada. Aunque las
expropiaciones se han reducido durante la gestión del presidente Nicolás
Maduro, hay una cantidad de leyes que incluyen la expropiación como un
mecanismo sancionatorio. Según las cifras de Ecoanalítica, el gobierno
adeuda a las empresas expropiadas 16 millardos de dólares.
Por último, el entorno burocrático permisos, restricciones a las importaciones,
infraestructura, inseguridad, crisis eléctrica genera aversión a instalarse en
Venezuela.
Estos factores han incidido en que la inversión extranjera esté por debajo de
su potencial. De acuerdo con el tamaño de la economía, el país no capta lo
que debería
Otro estudio publicado recientemente por la revista Foreign Policy reveló que
Venezuela se ubica en la última posición del Índice de Rentabilidad Base,
que mide las expectativas de retorno que pueden tener los inversionistas en
112 países y los efectos de factores como crecimiento económico,
estabilidad financiera, expropiaciones, control de capitales y tasa de cambio,
entre otros, en los negocios. Mientras más baja sea la posición, peor es el
clima es de inversión.

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