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ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA INCAICA

Al comienzo del siglo XVI el imperio Inca era la entidad política más grande de América.
Bajo el imperio inca, el ayllu (o barrio) llegó a convertirse en la base político-administrativa del estado, y en
célula del imperio.
Los Incas dispusieron de una eficiente estructura administrativa que les permitió atender las necesidades
de los diferentes pueblos y regiones del imperio, asi también como mantener la unidad de todo el
Tawantinsuyu.
Medios utilizados para la administración:
 Infraestructura vial
 Sistema decimal
 Idioma oficial
 El quipus
 El tributo
Los chaquis
Los Tambos
Los Colcas
Infraestructura vial:
Los caminos o Copac ñam, se extendían por una longitud de 200.000 km.
Los incas desarrollaron grandes carreteras en la costa y en las montañas, unidos por caminos conectados
entre si que utilizaban aproximadamente 40.000 km eran construidos con el sistema de la Mita.
Sistema decimal:
La división política se establecía de la siguiente manera:
diez ayllus formaban una marka, cuyo jefe era un cacique;
diez marcas formaban una pachaka, a la cabeza de la cual estaba un chunka-kamayoc;
diez pachakas formaban una waramka, cuyo jefe era un waranka-kamayoc;
diez warankas formaban un juno, que era dirigida por un juno-kamayoc;
diez junos formaban un suyo, cuya cabeza era un jatun-kamayoc, miembro de la casta aristocrática.
Cuatro suyos constituían la totalidad del imperio.
Los ayllus estaban obligados a aportar al estado guerreros y yanaconas. De esto se deduce que los incas
habían creado una centralización política y administrativa muy eficiente. La ciudad capital, Cuzco, sede
habitual del gobierno, asombró a los españoles por su buen trazado y la abundancia de jardines, templos y
palacios.
Idioma Oficial:
Para consolidar su dominio, los Incas imponían su lengua, el Quechua o Runa Simi, a cada pueblo que
conquistaban y les ayudaba en su administración.

El Quipu:
El quipu estaba formado por cuerdas de lanas en diferentes colores y espesores. Nudos de colores y
gruesos variables representaban números ordenados de acuerdo al sistema decimal. También se les
utilizaba para rememorar acontecimientos, lo que podría encerrar un medio de escritura aún desconocido.
Los datos del quipu-kamayoc determinaban, prácticamente, todas las decisiones imperiales.

El Tributo:
Era una contribución que hacían los habitantes del Imperio. Este consistia en maíz, quinua, oro, plata,
doncellas para el Acllahuasi.
Los que tributaban eran los Purej o jefes de familia, hasta los 50 años, este tributo era determinado por el
Tucuyricuy, quienes recorrían el territorio asigando y remitían al Cuzco.
Los Chaquis:
Eran los mensajeros del Inca, que utilizaba un sistema de postas para entregar mensajes u objetos.
Fundamentalmente transportaban la información en los Quipu que había sido elaborada por los
Quipucamayoc. En pocas palabras, los chasquis eran como los carteros de la realeza inca.
Los Tambos:
Fueron enormes edificios construidos con piedras, a lo largo de los caminos, que servían como lugares de
descanso y aprovisionamiento para el Inca y su comitiva, viajeros oficiales, ejércitos y chasquis que junto
con el camino imperial o Qhapaq Ñan, unieron de manera eficiente y sistemática a los nuevos centros
administrativos y puestos económicos diseñados por el imperio a lo largo del Tawantinsuyu.
Las Colcas
Fueron los grandes almacenes de diferentes productos, ya que los Incas tuvieron una gran necesidad de
acumular productos para abastecer a sus funcionarios, a su ejercito o a los Hatunrunas, mientras cumplian
con la Minca o la Mita, los productos allí almacenados también servían para la redistribución Inca.
Se alamcenaban alimentos, lana, ropa, coca y armas.
Todo contabilizado en los quipus.

La agricultura era la base fundamental de subsistencia. El poder central, poderoso como era, fue capaz de
encauzar el enorme trabajo tributario hacia el desarrollo de canales, terrazas y acueductos, multiplicados
incesantemente. Las cosechas de maíz, papas y otros artículos alimenticios se incrementaron por el uso
de abonos -excrementos humanos y de animales- y el aporte de la taclla, especie de arado que se
manejaba con el pie.
Las tierras del ayllu estaban divididas en tres partes: las del Inca, las del Sol o la iglesia, y las de la
comunidad. Esta última se dividía entre las familias de acuerdo a sus necesidades. Cada hombre recibía
una parcela o tupu, y media la mujer. No había propiedad privada. Los campesinos debían laborar primero
en las tierras del Inca y de los dioses, cuyas cosechas se almacenaban en bodegas gubernamentales,
destinadas a alimentar soldados, burócratas y artesanos.
Antes de los incas existían la propiedad comunal y la propiedad privada. Con la dominación incaica, las
tierras continuaron perteneciendo a los ayllus, expresión principal de la propiedad, pero los incas se
arrogaron una especie de derecho nominal de propiedad sobre todas ellas.
El desarrollo técnico en la agricultura es evidente en la utilización de las faldas de los cerros, donde
construyeron terracerías conocidas como andenes.
La población estaba dividida en 12 grupos, de acuerdo a sus edades, con sus derechos y obligaciones
perfectamente establecidos. Un sistema de tal naturaleza obligaba a mantener una serie de censos
totalmente al día: población, número de familias, jefes de familias, tierras agrícolas, ganado. Dicha labor
estaba correspondía al quipu-kamayoc, quien disponía sólo del quipu para llevar tales contabilidades.

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