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ART.

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tido que importaría que el condenado aquí rige también respecto de par-
a una pena privativa de libertad tenga cialidades impagas (ETCHEBERRY, II,
un derecho del que carece el que sólo 222). Están exentos de la sustitución
fue condenado al pago de una mul- los condenados a una pena igual o su-
ta y no puede pagarla por carecer de perior a reclusión menor en su grado
bienes para ello. Todo lo dicho hasta máximo.

$4. De la aplicación de las penas

COMENTARIO PREVIO A LOS ARTS. 50 A 69 Y 76 A 7 8 . *


EL SISTEMA DE DETERMINACIÓN DE PENAS EN EL DERECHO CHILENO

Jaime Couso

BIEUOGRAFÍA: MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad judicial en la determinación


de la pena en caso de concurrencia de circunstancias atenuantes de la responsabilidad
penal?", en A A W , Informes en Derecho. Doctrina Procesal Penal 2 0 0 9 (Santiago, Centro
de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, Octubre de 2010; MATOS, JEAN PIERRE:
" C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 7 4 a 7 8 " , e n POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 8 3 - 4 0 7 ; MATUS,
JEAN PIERRE / VAN WEEZEL, ALEX: " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 50 a 7 3 " , en POLITOFF / ORTIZ,
C o m e n t a r i o , p p . 3 2 3 - 3 8 2 ; POUTOFF, SERGIO / MATUS, JEAN PIERRE: " C o m e n t a r i o p r e l i m i n a r . El
sistema de penas chileno", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 257-262; VAN WEEZEL, Alex
(1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la medición judicial de
la pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1 9 9 7 , Vol. 2 4 N° 3 ; VAN WEEZEL, Alex ( 2 0 0 1 ) ,
"Determinación de la Pena Exacta: el Artículo 69 del Código Penal" en lus et Praxis,
vol. 7, N° 2, versión on-line, disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
00122001000200017&script=sci_arttext [consultada en abril de 2011].

I. El sistema de determinación de entre modelos de pena legalmente


penas en el derecho chileno. determinada, con marcos penales
estrictos y reglas rígidas que redu-
Si, en una aproximación muy cían intensamente el arbitrio judi-
general, los sistemas de determina- cial, y modelos de discrecionalidad
ción de pena en el derecho compa- judicial en la individualización
rado históricamente han oscilado de las penas (VAN WEEZEL, 1997,

* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por


parte de los ayudantes de investigación Sabrina Perret y Franco Maggio, de la Facultad
de Derecho de la Universidad Diego Portales.

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460-463), las reglas de determi- algunos, dos fases) de determina-


nación de penas vigentes en Chile ción de la pena: regías (y fase) de
son consideradas como un mode- determinación legal de la pena, y
lo o sistema de determinación legal reglas (y fase) de individualización
relativa de las penas (POLITOFF / judicial.
MATUS, Comentario, 2 5 9 ; MATUS
/ VAN WEEZEL, Comentario, 3 2 5 ) , II. Determinación legal e indivi-
en el que se manifiestan de forma dualización judicial de la pena
muy clara los "orígenes clásicos"
del C P (CURY, 7 6 0 ) , cuya caracte- Más allá de esa distinción ge-
rística en esta materia es una fuer- neral, y de esa denominación, se
te vinculación legal de la actividad presentan, sin embargo, algunas
de individualización judicial de la diferencias en la doctrina, especial-
pena, mediante el establecimiento mente a la hora de definir qué dis-
de marcos penales con mínimos y posiciones del CP establecen uno y
máximos para cada delito, que sólo otro tipo de regla (y son aplicables
pueden modificarse "subiendo" y en qué fase), lo que parece tener al-
"bajando" por las "escalas gradua- guna incidencia en el orden en que
les" establecidas por el propio CP, deben aplicarse unas y otras, con
y en las hipótesis taxativamente de- resultados que pueden llegar a ser
finidas en él; la calificación de rela- significativamente distintos en el
tiva dada a la determinación legal monto de la pena determinada.
de la pena, vendría indicada por la
existencia de unas pocas disposi- Así, por ej., mientras para
ciones que ofrecen a los tribunales, MATUS / VAN WEEZEL, Comenta-
con todas aquellas restricciones, un rio, 323-324, los Arts. 50 a 61,
cierto margen de decisión discre- que parten del marco penal seña-
cional (si bien legalmente reglada) lado por la Ley para el autor del
para la cuantificación exacta de la delito consumado, y modifican,
pena a cumplir. en su caso, dicho marco según el
grado de realización y de partici-
Estas dos características: fuer- pación del delito, establecen re-
te determinación legal y un cierto glas de determinación legal de las
margen para la individualización penas, mientras que los Arts. 62 a
judicial, dan lugar a la distinción, 73, que regulan los efectos de las
reconocida por algunos autores, atenuantes y agravantes, estable-
entre dos clases de reglas (y, para cerían reglas de individualización
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judicial de la pena102, para MAÑA- último 104 , sólo alg unas de las nor-
LICH, en cambio (si bien ello "no mas de los Arts. 66 a 69 establecen
es autoevidente") son reglas de de- reglas de individualización judicial
terminación legal de la pena (y no de la pena: aquellas normas que
de individualización judicial) las dejan "un margen de discrecionali-
que, en los Arts. 62 a 68, regu- dad que permite cierta individuali-
lan el efecto de las circunstancias zación", como las que permiten al
modificatorias de responsabilidad, tribunal recorrer toda la extensión
pues expresan "una decisión le- del marco penal cuando no con-
gislativa concluyeme", que viene curren circunstancias atenuantes
a concretar o modificar el marco ni agravantes, o las que le permi-
penal aplicable (MAÑALICH, 4 5 ) 1 0 3 . ten la compensación racional de
Para VAN WEEZEL, 4 6 9 y ss., por atenuantes y agravantes; mientras

102 E {

mismo criterio parece seguir el Anteproyecto de CP de 2005 (disponible en: http://


www.politicacriminal.cl/n_0 l/pdf_01 /d_l .pdf [consultada en abril de 2011]) cuando,
en su Art. 47, emplea el epígrafe "Individualización judicial de la pena" para referirse
precisamente a la aplicación de las reglas que rigen la influencia de las atenuantes y
agravantes.
103 Y en el caso de las reglas que permiten aumentar o rebajar la pena, ante la presencia
de una pluralidad de agravantes o atenuantes, se trata de reglas de determinación legal,
incluso con independencia de si se considera facultativo, en vez de obligatorio, el
aumento o la rebaja, pues también en el primer caso se altera, por imperio de la ley,
el marco penal (ampliándolo, al añadir uno o dos grados a los que quedan a disposi-
ción del tribunal), dentro del cual el tribunal posteriormente deberá individualizar la
pena; lo propio ocurre también en el caso de la regla (de "determinación legal de la
pena") del Art. 68 bis, así como en el de las circunstancias modificatorias de efectos
excepcionales (como los Arts. 72 y 73), y en el de las reglas que, en los Arts. 63 y 64
determinan qué circunstancias deben tomarse en cuenta (pues de ello que depende si
tales circunstancias podrán ejercer su efecto de modificación o concreción del marco
penal) (MAÑALICH, 4 4 - 4 7 ) .
104 En una postura que, en alguna medida parece contrastar con la sostenida, más tarde,
en MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, 323-324). En esa medida, no es exacta la ca-
racterización hecha por MAÑALICH, 44, de la opinión defendida por VAN W E E Z E L en
aquel primer trabajo, conforme a la cual "VAN W E E Z E L pretende situar las reglas de
determinación de la pena en atención a la concurrencia de atenuantes y agravantes en
el ámbito de la individualización judicial", síntesis que no atiende a las diferenciaciones
que VAN W E E Z E L realiza al interior de tales reglas (y que, en cambio, ya desaparecen en
MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario).
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que otras normas de los mismos entre determinación legal e indivi-


artículos aparecen (se deduce de la dualización judicial, esta distinción
explicación) como reglas de deter- no determina necesariamente (pese
minación legal de la pena, por ej., a que lo sugiere) el orden en que se
las que excluyen el grado mínimo deben aplicar unas y otras reglas,
o el grado máximo de penalidad, orden que dependería, también,
cuando concurre una agravante o de los términos en que están redac-
una atenuante, respectivamente. tadas tales reglas y, en mi opinión
(v. infra Art. 50, '7/7. Orden de apli-
Otros autores, como NOVOA105 cación...'), de criterios materiales
y ETCHEBERRY106, aun cuando mate- subyacentes a las mismas.
rialmente suelen realizar diferencia-
ciones similares entre estos dos tipos La diferenciación entre unas y
de reglas107, no llegan a identificar otras reglas no parece responder a
concretamente cuáles de las normas una cualidad fundamental, cuando
del CP chileno corresponden a uno con ella se alude a las diversas fuen-
y otro tipo108, ni a resolver, a partir tes de la decisión determinadora de
de esa distinción, la cuestión del or- la pena -la Ley vis-a-vis el tribunal-,
den en que unas y otras deben ser pues con razón se ha dicho que "la
aplicadas. En todo caso, aun entre individualización [determinación]
quienes clasifican las reglas del CP legal no sería otra cosa que la orga-
chileno a partir de la diferenciación nización legal de la individualiza-

!0'i Quien distingue entre "normas legales obligatorias" que rigen una "operación de cálculo"
de la pena, por una parte, y un "margen de apreciación personal" donde el tribunal
puede obrar "con algún arbitrio", por otra (NOVOA, II, 353).
106 Quien diferencia entre las reglas que definen la pena señalada por la ley —y su modifi-
cación en razón del grado de ejecución y la calidad de los partícipes-, por una parte, y
los "principios que rigen la influencia de las circunstancias modificatorias de respon-
sabilidad penal en la determinación de la pena", por otra (ETCHEBERRY, II, 170-174,
179).
"' En cambio, en CURY, P G , 7 6 1 - 7 7 0 , no se aprecia una diferenciación similar.
108 Si bien de lo señalado por NOVOA, II, 353, parece desprenderse que el "margen de
apreciación personal" se circunscribe a la aplicación del Art. 69 del CP, para las penas a
las que es aplicable. La diferenciación de ETCHEBERRY, por su parte, es más bien formal,
de modo que tampoco se desprende de ella una clasificación material de las diversas
reglas, como la que sí han propuesto VAN "WEEZEL O MAÑALICH (ambas, supra, en el
texto principal).

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ción judicial, pues la Ley no puede por ej., las que en los Arts. 69 y 70
abrigar la pretensión de realizar ella conducen a la fijación de la cuantía
misma la individualización" (NO- exacta de las penas temporales y las
VOA, II, 349, citando a SALEILLES). penas de multa. Un segundo crite-
rio, que atiende al tipo de actividad
Dejando de lado, entonces, la judicial que corresponde ejercitar
distinción basada en la "fuente" de para aplicar unas y otras reglas, las
la decisión, se suele recurrir a otros diferencia según si ellas imponen
dos criterios de diferenciación, a de modo imperativo al tribunal una
veces confundidos en una sola cla- determinada decisión relativa a la
sificación. Un primer criterio, que determinación de la pena, para el
atiende al efecto práctico de unas y caso de que se dé cierto presupuesto
otras reglas en el procedimiento de —reglas de determinación legal-, o si
determinación de la pena, las dife- le entregan al tribunal una facultad
rencia según si sirven para alterar o discrecional sobre determinación de
concretar el marco penal, a partir la pena, a partir de cierto presupues-
del señalado por la Ley para la figura to —regla de individualización judi-
típica respectiva -reglas de determi- cial- (así, por ej., MAÑALICH, 4 5 : la
nación legal-, o para determinar la diferenciación atiende a "si la regla
cuantía exacta de la pena dentro de [...] expresa una decisión legislativa
ese marco concreto —reglas de indi- concluyen te"). Conforme a este cri-
vidualización judicial— (así, por ej., terio, serían reglas de determinación
VAN WEEZEL, 1 9 9 7 , 4 6 2 ; MAÑALICH, legal, por ej., la que en el Art. 51
42, citando a MIR PUIG). Conforme prescribe al tribunal imponer la
a este criterio, serían reglas de deter- pena inferior en grado a los cómpli-
minación legal, por ej., la que en el ces de delito consumado, y la que en
Art. 68, inc. 2 o , excluye el grado mí- el Art. 68, inc. 2 o , excluye el grado
nimo o el máximo, si concurre una mínimo o el máximo, cuando con-
sola agravante o una sola atenuan- curre una sola agravante o una sola
te, respectivamente, y la que en el atenuante, respectivamente; y serían
Art. 68, inc. 3 o , permite (o impone, reglas de individualización judicial,
cuestión debatida) la rebaja de la por ej., las que permitan al tribunal
pena en uno o más grados cuando sustituir la pena privativa de liber-
concurren dos o más atenuantes tad por una determinada medida
y ninguna agravante (así, como se de la Ley N° 18.216 (así, hablan-
verá, MAÑALICH, 4 5 ) ; y serían re- do de individualización judicial de
glas de individualización judicial, la pena "en sentido amplio", VAN

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WEEZEL, 1997, 462-463; MAÑA- curra una pluralidad de atenuantes,


las que permitan (no
LICH, 4 1 - 4 2 ) , sin agravantes)109, así como la que
las que prescriban) al tribunal reba- en el Art. 68 bis permite al tribu-
jar la pena en uno o más grados, en nal considerar una atenuante como
determinadas circunstancias (ya se "muy calificada" y rebajar la pena en
dijo que es discutible si ése es el caso un grado (así, por ej., VAN WEEZEL,
de los Arts. 66 a 68, cuando con- 1997, 470).

109 Si, efectivamente, una regla sólo permite al tribunal (sin obligarle a hacerlo) efectuar
una rebaja en uno o más grados, entonces sólo conforme al primer criterio cabe con-
siderarla como una regla de determinación legal (pues tal regla concreta o modifica
el marco penal), pero no en atención al segundo, pues tal regla no expresaría "una
decisión legislativa concluyente" (en palabras de MAÑALICH), en el sentido de que tal
regla (y el legislador a través de ella) no impondría un resultado determinado, sino,
por el contrario, dejaría abierto el resultado. Y si quisiera replicarse que en esa regla el
legislador, en otro sentido, sí "impone" un cierto resultado: modificar el marco penal
ampliándolo hacia abajo en un determinado número de grados, con ello se estaría
ocultando que el sentido de la norma es conferir al tribunal una facultad (o "un poder
normativo", en el sentido de RAZ, Joseph ( 1 9 9 1 ) : Razón práctica y Normas (Centro
de Estudios Constitucionales, Madrid), pp. 118-121) dentro de ciertos contornos (la
rebaja, si se la efectúa, como máximo puede ser, por ej., de tres grados), facultad que
en ningún caso es una "razón completa para la acción" (nuevamente, en el sentido de
lo afirmado por RAZ, cit., p. 121) (como sí lo sería en cambio una regla "concluyente"
que, en lugar de conferir una facultad, impone un mandato, como la del Art. 51), sin
perjuicio de que, unida a otras razones que exigen "discernimiento" (por ejemplo, el
principio que exige graduar la pena según la magnitud de la culpabilidad, junto a la
presencia de varias atenuantes, y de mucho peso, que reducen considerablemente la
culpabilidad), la concesión de tal facultad sí pueda llegar a convertirse en una razón
para ejercerla, en todo lo cual, tal hipotética regla de individualización judicial no se
diferenciaría de otras reglas de individualización judicial (como la que permite sustituir
la pena por una libertad vigilada, una facultad que en sí misma tampoco es una razón
suficiente para efectuar la sustitución, pero que unida al principio de orientación de la
pena a la prevención especial positiva y a circunstancias de mucho peso que en el caso
concreto hagan aparecer como idónea a dicha medida para una vida futura sin delitos,
puede llegar a convertirse en una razón para concederla). Todo ello no se aplica, en
cambio, a las reglas que prescriben de forma concluyente una rebaja de pena, cual es el
caso, según MAÑALICH, de las reglas que en los Arts. 65 y ss. establecen la rebaja en uno
o más grados para el caso de concurrir una pluralidad de atenuantes, sin agravantes (v.
infra, Are. 65), que, entonces, sí habría que considerar reglas de determinación legal de
la pena (también) conforme al segundo criterio de distinción apuntado más arriba.

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Por lo que respecta al primer trolar su correcta aplicación a través


criterio de diferenciación entre unas del recurso de nulidad por errónea
y otras reglas, su utilidad es más bien aplicación del derecho son muy sen-
propedéutica, en la medida que ofre- cillas (si en un caso del Art. 51 no se
ce una primera orientación sobre el rebajó en un grado la pena para el
procedimiento y orden de aplicación cómplice, la decisión del recurso no
de las reglas de determinación de la ofrece dificultad alguna), mientras
pena, procedimiento que, en este que hay otras reglas (las que según
sentido, aparece partiendo de un el segundo criterio son consideradas
marco penal "abstracto", que luego como reglas de individualización
se va concretando por efecto de las judicial) cuya infracción es menos
reglas de determinación legal, hasta ostensible, de modo que las con-
que, una vez que han operado todas diciones para controlar su correcta
las que venían al caso, correspon- aplicación a través de tal recurso
de fijar una cuantía exacta de pena son menos sencillas (como lo es la
dentro del marco penal "concreto", decisión de si es correcta la compen-
ahora en cumplimiento de las reglas sación racional efectuada en un de-
de individualización judicial de la terminado caso entre las atenuantes
pena. Pero esta diferenciación no y agravantes concurrentes), al punto
resuelve los problemas que se pre- de que los tribunales suelen rechazar
sentan en relación con el orden de la procedencia del recurso (de casa-
aplicación de diversas reglas de con- ción, hasta hace poco, de nulidad,
creción del marco penal (todas ellas, en la actualidad), bajo el expediente
de determinación legal, según este de que en la aplicación de tales re-
primer criterio). glas "se trataría de una facultad dis-
crecional y privativa de los jueces de
Por su parte, conforme al se- instancia, de manera que no cabe in-
gundo de los criterios, la diferencia- fracción de Ley [ . . . ] " (MATUS / VAN
ción adquiere relevancia práctica en W E E Z E L , Comentario, 3 7 2 - 3 7 3 , re-
relación con las condiciones de im- sumiendo el tipo de argumentación
pugnabilidad de las decisiones judi- observada en esa extendida práctica
ciales que aplican unas y otras, pues judicial, en particular, sobre la deci-
hay reglas (las que según el segundo sión de calificar o no una atenuante
criterio se consideran como reglas para los efectos del Art. 68 bis, pero
citando, como contrapartida, ju-
de determinación legal) cuya infrac-
risprudencia en contra de esa tesis,
ción es mucho más ostensible, de
incluso de la Corte Suprema), posi-
modo que las condiciones para con-
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ción que la doctrina tiende a recha- las reglas legales, incluso las que no
zar (VAN W E E Z E L , 2 0 0 1 , s i n N ° d e "determinan el resultado" sino que
pág., en relación con la aplicación sólo establecen los criterios -o prin-
d e l A r t . 6 9 ; MATUS / VAN W E E Z E L , cipios, en su caso- que deben con-
Comentario, 373, en relación con ducir hacia el resultado110. Siendo
el Art. 68 bis; MAÑALICH, 54-55, en así, en todo caso, la diferenciación
relación con la decisión del número -entre unas y otras reglas- que obe-
de grados que se rebaje la pena en dece a este segundo criterio, tiende
los casos de pluralidad de atenuan- a perder relevancia: tanto las reglas
tes, en los Arts. 65-68, y en relación de determinación legal como las de
con el ejercicio de compensación ra- individualización judicial imponen
cional de circunstancias necesario, estándares legales, que deben ser
en su caso, en las hipótesis casos de respetados por el tribunal, de modo
los Arts. 66 y ss.). En mi opinión, que ambas pueden ser infringidas y
esta doctrina lleva la razón, en la su infracción controlada por la vía
medida que el ejercicio de discrecio- del recurso de nulidad111.
nalidad sujeta a criterios establecidos
por el legislador (MATUS / VAN W E E - Por último, fuera de esta refe-
ZEL, Comentario, 326, hablan de rencia a las reglas —de uno y otro
un "acto discrecional jurídicamente tipo- de determinación de la pena,
fundamentado") no puede ser tra- la doctrina suele identificar ciertos
tado como si estuviese desprovisto principios que rigen la determina-
de todo estándar, pues el sentido ción de la pena en el CP chileno,
de la Ley es que el tribunal adopte denominación que no se correspon-
una decisión empleando justamente de con el concepto de principio pro-
esos criterios, y el recurso de nuli- pio de la teoría del derecho, que se
dad está al servicio de controlar que suele oponer al de regla (por ej., por
la actividad jurisdiccional respete parte de DWORKIN O ALEXY), al pun-

110 V. supra, n. anterior.


1" En los casos que, como la regla 3 a del Art. 61 (que faculta al tribunal, en el caso de los
marcos penales compuestos por diversas penas alternativas, para aplicar diversas penas
alternativas a unos y otros co-intervinientes de un mismo delito, sin estar obligado a
imponerles la misma), aparentemente están librados completamente al arbitrio judicial,
por faltar toda referencia a criterio alguno que deba seguir el tribunal al ejercer una
facultad discrecional, cobra importancia la definición de los principios que deben guiar
dicha labor (v. infra, Art. 61).

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ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

to de que entre los "principios" que Ley al delito" (Art. 50) cumple una
se mencionan a menudo aparecen función importante, como "marco
auténticas reglas de determinación penal" a partir del cual operarán las
de pena (así, NOVOA, II, 3 5 6 - 3 5 9 , reglas que, en ciertos casos, lo alte-
hace alusión a 7 "principios", que rarán y, sobre todo, lo concretarán.
en realidad son algunas de las reglas La identificación o definición de
de alcance más general, por lo de- este marco penal abstracto, como se
más bastante coincidentes con las 6 verá {infra, Art. 50), supone, según
"reglas generales" identificadas por parte de la doctrina, realizar algunas
CURY, 7 6 1 ; VAN WEEZEL, 1 9 9 7 , 4 6 3 aumentos o rebajas de pena que son
y ss., en cambio, identifica una serie previos a cualquier otro, como los
de "principios fundamentales" sobre que la Ley ordena efectuar en caso
medición judicial de la pena, en el de concurrir ciertas circunstancias
Derecho comparado -principio de que, bien vistas, realmente son cali-
juridicidad, principio de igualdad ficadas o privilegiadas.
ante la ley, principio de apertura a
los fines y prohibición de doble va- El marco penal está conforma-
loración- que hace aplicables, en do por una o más "penas", que no-
mayor o menor medida, al derecho minalmente están definidas (por el
chileno, y que sí se acercan más a Art. 58) como "grados" de penali-
aquél concepto de principio, propio dad, dentro de aquel marco, y que,
de la teoría del derecho112). según su magnitud, configuran el
"grado máximo" o "grado mínimo"
III. La pena señalada en la de la pena (el "marco penal") asig-
Ley como "marcopenal abstracto" nada por la Ley al delito, pudiendo
haber grados intermedios (la expre-
En el proceso de determinación sión de ETCHEBERRY, II, 172: "cada
de la pena (especialmente en la fase pena es un grado y cada grado es
de determinación legal, conforme una pena" expresa, en su primera
al primero de los criterios de dife- parte, esta característica del marco,
renciación reseñados en el punto mientras que en la segunda parte no
anterior), la "pena señalada por la se refiere al marco penal de un deli-

112 V . DWORKIN, Ronald ( 2 0 1 0 ) : Los derechos en serio, traduce, de Marta GUASTAVINO, 8 a


impresión (Barcelona, Ariel), pp. 7 2 y ss., 77 y ss.; ALEXY, Robert (1994): Theorie der
Grundrechte (Baden-Baden, Suhrkamp), pp. 81 y ss.

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to, sino que da cuenta de algo muy tribunal no obstante quedarse den-
distinto —v. infra, Art. 57—). tro de ellos (v. infra, Art. 65).

Este marco penal que sirve de Entre las principales reglas que
punto de partida es "abstracto" en tienen ese efecto de alterar el mar-
el sentido de que aún no atiende a co penal, forzando (o facultando)
las particulares formas de aparición al tribunal a fijar la pena fuera del
del delito, por ej., según el grado de marco original (sin perjuicio de que
ejecución o la forma de interven- otra regla de la misma naturaleza,
ción, ni a la presencia de circuns- casualmente le obligue a "volver" a
tancias que modifican la magnitud una pena que se encontraba dentro
del injusto o de la culpabilidad a tal de dicho marco) se pueden mencio-
punto, que llevan a alterar el marco nar (en un listado no exhaustivo) las
original, rebasando sus límites ori- siguientes: 1) las que disponen reba-
ginales; y tampoco atiende todavía, jas de pena para las formas imper-
en fin, a circunstancias de la misma fectas de ejecución (tentativa y deli-
índole que, sin alterar el marco (en to frustrado) y para la complicidad
el sentido de rebasar sus límites ori- y el encubrimiento (Arts. 5 1 a 54,
ginales), obligan a ir "concretándo- y sin perjuicio de las disposiciones
lo". Una serie de reglas, analizadas que, excepcionalmente, modifican
en este capítulo, determinan esos estos efectos, para casos puntuales; v.
efectos. infra, Art. 55); 2) las que disponen
aumentos y rebajas de pena en caso
IV. Alteraciones del marco penal de concurrir circunstancias agravan-
abstracto y reglas que lo concretan tes o atenuantes de "efectos excepcio-
nales", como la circunstancia de que
En relación con las reglas que, el mayor de edad se haya "prevali-
a partir del marco penal abstracto, do" de un menor de edad (Art. 72,
disponen alteraciones, más allá de y Art. 494 bis, inc. 3 -cuando ello
o

sus límites originales, no hay discu- ha ocurrido al cometerse un hurto


sión sobre sus efectos, pero sí la hay, falta-), y la atenuante de eximente
como se verá, sobre si algunas de incompleta "privilegiada" (Art. 73);
ellas efectivamente imponen al tri- 3) las reglas que, en los Arts. 65 a 68
bunal, como resultado, que la pena bis (y en el Art. 103, en relación con
quede necesariamente fijada fuera los Arts. 65 a 68, para el caso de la
de esos contornos o si acaso sólo le "media prescripción"), disponen (o
facultan para hacerlo, pudiendo el "permiten", según se entienda) reba-
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ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

jar la pena en uno o más grados, para sidio perpetuo calificado, si se trata
el caso de que concurra una plurali- de la Escala N° 1; presidio perpetuo
dad de atenuantes, sin agravantes, o (simple), si se trata de las escalas
una atenuante muy calificada, según N° 2 y 3 (Art. 7 7 , inc. 2 O ; lo que,
el caso113; 4) la que modifica, en su como con razón destaca MATUS,
caso (al sumar el importe total de los Comentario, 406, constituye una
objetos sustraídos), la pena que ser- desproporción evidente, frente a la
virá de base para la determinación cual sólo cabe confiar, con ese autor,
de la pena correspondiente por rei- en que, teniendo en cuenta el carác-
teración de hurtos (en los términos ter facultativo del aumento de pena
del Art. 451); 5) las que modifican del Art. 68, inc. 4O, "nuestros tribu-
en todo caso la pena del delito más nales no caerán en el despropósito
grave, o del único delito que servirá del legislador"); y reclusión menor
de base para calcular el respectivo en su grado medio, si se trata de las
aumento (si se trata de delitos de escalas N° 3 y N° 5, para sí "agravar"
igual gravedad), en los casos de rei- la pena de inhabilitación (absoluta o
teración de crímenes o simples de- especial) perpetua (Art. 77, inc. 3 o ;
litos de la misma especie (Art. 351 sumándose la primera a la segunda,
del CPP, incisos Io y 2 o ). según ETCHEBERRY, II, mientras que
para M A T U S , Comentario, 4 0 7 , la
Los aumentos y rebajas de pena pena privativa de libertad principal
que el tribunal efectúe en virtud de "absorbería" a la accesoria). A su vez,
esas reglas (u otras, contempladas, cuando en la respectiva escala no sea
sobre todo, en la "Parte Especial" del ya posible seguir "bajando", a falta
CP), se deben realizar "subiendo" o de más grados inferiores debe im-
"bajando" el número de grados que ponerse la pena de multa (Arts. 60,
corresponda dentro de la respec- inc. I o , 61, regla 5 a , y 77, inc. 3 o ; v.
tiva escala del Art. 59. Cuando en infra, Art. 60).
la respectiva escala no es posible se-
guir "subiendo", pues no hay ya una Si el marco penal, a partir del
pena superior, se debe imponer pre- cual deben efectuarse los aumen-

113 En estos casos, en efecto, el marco penal se ve alterado, en el sentido de que rebasa
sus límites originales, con independencia de si se considera obligatoria o facultativa la
rebaja en, a lo menos, un grado (v. supra, "II. Determinación legal e individualización
judicial de la pena").

520
JAIME COUSO ART. 50

tos o rebajas, contiene dos penas a realizar la misma rebaja, habría


diversas para un mismo delito, que que disminuir en dos grados cada
tienen distinta naturaleza (una, uno de los grados de penalidad del
temporal; otra, de multa), los au- marco penal del homicidio simple,
mentos y rebajas se realizan según de modo que el resultado sería una
las reglas que a cada una correspon- pena compuesta de dos grados, que
da, que precisamente para las mul- iría desde presidio menor en su
tas son sensiblemente distintas (ya grado medio a presidio menor en
por la circunstancia de que no se lessu grado máximo. Cuando se trata
aplican aumentos y rebajas) no se de rebajar la pena, la mayoría de los
aplican a las multas (MATUS / VAN casos están expresamente resueltos
WEEZEL, Comentario, 328; v. infra por la ley, y siempre en el sentido
Art. 61). de que debe partirse del grado mí-
nimo del marco penal, y desde ahí
Cuando el marco penal origi- bajar el número de grados que co-
nal está compuesto por dos o más rresponda (así lo disponen, por ej.,
penas ("grados de penalidad"), se el Art. 61, regla 2 a , para las rebajas
plantea la duda de si corresponde establecidas en los Arts. 5 1 a 54; el
"subir" o "bajar" a partir del grado Art. 66, inc. 3 o ; el Art. 68, inc. 3 o ; el
máximo o del mínimo del marco, Art. 68 bis; el Art. 73, todos del CP,
respectivamente o si corresponde, y el Art. 21 de la Ley N° 20.084,
en cambio, construir un nuevo sobre Responsabilidad Penal del
marco, con tantos grados de pena- Adolescente); para los casos en que
lidad como el original, que hayan ello no está expresamente resuelto
sido definidos subiendo o bajando (un ejemplo: la regla del Art. I o ,
a partir de cada grado de penalidad inc. 2 o , de la Ley N° 20.000, que
del marco original; en el primer permite rebajar la pena en un gra-
caso, por ej., para imponer una do para el tráfico de drogas que no
pena inferior en dos grados a la del produzcan efectos tóxicos o dañi-
homicidio simple -que es de presi- nos para la salud) la doctrina aplica
dio mayor en sus grados mínimo a la misma solución (así, GARRIDO, I ,
medio- habría que partir del presi- 320; CURY, 762; MATUS, Comen-
dio mayor en su grado mínimo para tario, 404, afirmando que sobre
desde ahí, "bajando" dos grados en ello "no hay discusión"). En cam-
la Escala N° 1 del Art. 59, "llegar" bio, cuando se trata de aumentar la
a presidio menor en su grado me- pena, y salvo en algún caso en que
dio; en el segundo, para alcanzar la Ley dispone expresamente que el
521
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

aumento debe efectuarse a partir parece ser el caso tratándose del


del grado máximo (en el Art. 68, aumento dispuesto por Art. 72; v.
inc. 4O, cuando concurre una plu- infra, el apartado siguiente), dicho
ralidad de agravantes, sin atenuan- aumento operará sobre un marco
tes), para los casos no regulados ex- con pena única, desapareciendo el
presamente (como el del Art. 345, problema.
que aumenta en un grado las penas
del aborto, cuando el que lo practi- Fuera de las reglas de determi-
care fuere un facultativo "abusando nan una alteración del marco pe-
de su oficio") la doctrina se incli- nal abstracto, algunas reglas, como
na por la fórmula que consiste en se dijo, tienen por efecto "concre-
construir un nuevo marco penal, tar" dicho marco, definiendo uno
con el mismo número de penas que más acotado, dentro de los límites
el original, pero aumentados, cada del marco penal original. Este es
uno de ellos, en el número de gra- uno de los efectos ordinarios de las
dos exigido por la regla respectiva circunstancias atenuantes o agra-
(así, NOVOA, I I , 3 5 7 - 3 5 8 , citando vantes (que también, bajo ciertas
jurisprudencia, tanto a favor de hipótesis, como se vio, podían
esta tesis como de la tesis contra- tener efectos excepcionales), y se
ria -los aumentos se deben realizar produce concretamente: forzando
desde el grado máximo del marco a aplicar el grado mínimo o máxi-
penal original-; en el mismo sen- mo de un marco penal compuesto
tido que NOVOA, CURY, 7 6 2 ; G A - por dos penas indivisibles (Art. 66,
RRIDO, I , 3 2 0 ; MATUS, Comentario, inc. 2 o ); excluyendo el grado míni-
404, añadiendo que la jurispruden- mo o máximo de un marco penal
cia, en cambio, "tiende a aplicar el compuesto, distinto de los recién
aumento desde el grado máximo"). señalados (Art. 68, inc. 2 o ); o for-
En todo caso, esta duda se plantea zando a aplicar la mitad superior
sólo cuando el aumento de pena (máximum) o inferior (mínimum)
corresponde realizarlo antes de que de una pena consistente en un gra-
el marco penal compuesto se haya do de una divisible (Art. 67, inc.
concretado por efecto de las cir- 2 o ). Y también tiene el efecto de
cunstancias atenuantes y agravan- concretar el marco penal la regla
tes concurrentes; en caso contrario, que, en su caso (si el marco penal
si las reglas que concretan el marco es compuesto), determinan la im-
han debido operar antes de que se posición de la pena mayor asigna-
efectúe el aumento de pena (como da al delito más grave, que entra en

522
JAIME COUSO ART. 50

concurso ideal o medial con otro pena por una eximente incompleta
(Art. 75) 114 . o el aumento de pena por pluralidad
de agravantes?).
Un problema que puede plan-
tearse cuando corresponde aplicar, a Al analizar (infra) las diversas
un mismo marco penal abstracto, di- reglas de determinación de la pena,
versas reglas que alteran el marco pe- se irá haciendo referencia a esta
nal original, o una regla que lo altera cuestión.
y una que lo concreta, es el de definir
el orden en que unas y otras deben V. Determinación de la pena con-
aplicarse, cuando ello no se despren- creta
de claramente del tenor de la ley, y
la pena resultante no será la misma Como se ha señalado, una vez
según cuál sea el orden que se siga. fijado el marco penal concreto, que
bien podría coincidir con el "mar-
El problema se puede presentar co penal abstracto" señalado por la
tanto entre las reglas que habría re- Ley al delito -si no concurren cir-
lativo acuerdo en tratar como de de- cunstancias a las que la Ley asocie
terminación legal de la pena (¿se apli- una regla que altere o concreto di-
ca primero la rebaja de pena para el cho marco—, vienen al caso las reglas
encubrimiento o la exasperación de que permiten fijar, en base a razo-
pena por el concurso ideal?), como nes establecidas por la ley, una pena
entre estas reglas y algunas reglas so- concreta; ello, salvo en los casos en
bre efectos de las atenuantes y agra- que el "marco penal concreto" ter-
vantes -que una parte de la doctrina mine siendo un grado de una pena
considera de individualización judi- indivisible (como el presidio perpe-
cial- (¿se aplica primero la rebaja de tuo), hipótesis en que, obviamen-

114 MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 3 3 1 , incluyen esta regla entre las que alteran la pena
señalada por la ley al delito, e incluyen, además, y en el primer lugar de este listado
de factores que alteran la pena, a las reglas que otorgan a una circunstancia especial el
carácter de calificante o privilegiante. Esto último no es necesario para quienes ( c o m o
ETCHEBERRY, II, 1 7 4 , y CURY, 7 6 3 ) consideran que en esos casos la pena "señalada por
la ley" al delito ya es la de la figura calificada o privilegiada, de m o d o que no puede
entenderse que la reglas que convierten a una figura básica en un delito calificado o
privilegiado estén "alterando" dicho marco, pues en realidad recién lo están constitu-
yendo.

523
ART. 48 CÓDIGO PENAL COMENTADO

te, el proceso de determinación de reglas que permiten, bajo ciertas cir-


pena concluye ahí. Estas reglas son cunstancias, sustituir la pena priva-
fundamentalmente las establecidas tiva de libertad por una medida en
por los Arts. 69 (de aplicación ge- el medio libre, de las contempladas
neral para las penas divisibles, salvo p o r l a L e y N ° 1 8 . 2 1 6 (MAÑALICH,
para las multas) y 70 (precisamen- 4 1 - 4 2 ; en sentido similar, VAN W E E -
te para las multas), que parte de la ZEL, 1997,462-463, quien, como se
doctrina considera como las autén- vio, también consideraba como re-
ticas reglas, o los casos paradigmá- glas de "individualización judicial"
ticos, de individualización judicial a unas que MAÑALICH, por su efecto
de la pena, a las que, además, como de disponer "alteraciones" del marco
individualización judicial "en sen- penal abstracto, consideraba todavía
tido amplio", habría que añadir las como reglas de determinación legal).

Artículo 50. A los autores de delito se impondrá la pena que


para éste se hallare señalada por la ley.
Siempre que la Ley designe la pena de un delito, se entiende
que la impone al delito consumado.
BIBLIOGRAFÍA: GARRIDO, Mario (1994): "Consecuencias penales de las eximentes incomple-
tas", en A A W , Cuadernos de Análisis Jurídico, Universidad Diego Portales, Santiago, (año
1 9 9 4 , N ° 3 0 ) ; MATUS, J e a n P i e r r e : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 7 4 a 7 8 " , e n POLITOFF / ORTIZ,
Comentario, pp. 383-407; MATOS, Jean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración de Deli-
tos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23 de marzo
2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita: MJD314; MATUS, Jean Pierre
/ VAN WEEZEL, A l e x : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 50 a 7 3 " , en POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o ,
pp. 3 2 3 - 3 8 2 .

COMENTARIO

Jaime Couso

I. Generalidades CP o de las leyes penales especiales),


en principio, precisamente para los
Esta disposición, por obvia que autores de delito consumado. Ello
parezca, tiene como efecto reservar debe entenderse sin perjuicio de las
las penas de la Parte Especial (del disposiciones (de la Parte General,
524
JAIME COUSO ART. 50

como el Art. 15 del CP, por ej., en cie a la forma básica de aparición
sus numerales 2o y 3 o , o de la Parte del delito —la autoría de un delito
Especial, como el Art. 450 del CP) consumado- el concepto "la pena
que también apliquen la pena del señalada por la Ley al delito", y que
autor de delito consumado a quienes éste sea el mismo concepto que sue-
no son autores (aunque para efectos len emplear las reglas que disponen
de penalidad "se consideran" como alternaciones o concreciones del
tales) o a quienes no han cometido marco penal designado para aquella
un delito consumado (sino uno que, forma básica de aparición del delito
por ej., sólo se encontraba "en grado (por ej., en los Arts. 51-55 y 65-68
de tentativa"). y 73), explica que precisamente a
propósito del Art. 50 se examinen
Como observa ETCHEBERRY, I I , las complejidades a que puede dar
175, al "señalar" la pena que corres- lugar la identificación la "pena se-
ponde al delito, la ley, en su marco ñalada por la Ley al delito", como
penal, puede incluir más de una, marco penal a partir de la cual se
presentándolas al tribunal como pe- deben aplicar tales reglas.
nas copulativas (lo que le exige im-
ponerlas todas), alternativas (lo que II. Pena señalada por la Ley al
le ofrece la opción de aplicar una delito. El caso de las figuras calificadas
u otra, pudiendo variar la elección y privilegiadas.
para diversos co-partícipes -v. infra,
regla 3o del Art. 61-), facultativas Las complejidades se refieren,
(lo que le permite añadir o no una en la práctica, a la identificación de
pena adicional a una primera que las figuras calificadas y privilegiadas,
obligatoriamente debe imponer) en aquellos casos en que no se cons-
y accesorias (que necesariamente truye explícitamente por la Ley un
debe imponer como consecuencia marco penal propio para ellas (como
de haber impuesto una determinada sí ocurre, por ej., en el Art. 391, inc.
pena principal —y no como conse- I o , para el homicidio calificado),
cuencia necesaria de condenar por sino que se dispone simplemente
ese delito, como es el caso de las co- que la pena se aumentará o rebaja-
pulativas-). rá en un determinado número de
grados si se da la circunstancia que
Aunque no sea realmente una las convierte en tales (como ocurre
cuestión regulada por esta disposi- en el Art. 300, para la figura pri-
ción, el hecho de que en ella se aso- vilegiada de evasión de detenidos
525
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

cometida por particulares). Esta se- lito en cambio, MATUS /


CURY, 7 6 3 ;
gunda forma de construirlas plantea VAN WEEZEL, Comentario, 3 3 1 , no
inevitablemente la duda de si real- tratan explícitamente a la pena au-
mente se trata de una calificación o mentada o rebajada en virtud de la
privilegio, que debe en todo caso ser calificación o del privilegio como "la
tratada de la misma forma que las pena señalada por la ley", sino como
calificaciones o privilegios en que la una que resulta de la "alteración" de
Ley emplea el primer método, o si la que la Ley señalaba, alteración
en realidad se trata de agravaciones o que, sin embargo, debe operar "an-
atenuaciones de pena, con un efecto tes de proceder a la determinación
especial, distinto del efecto ordina- legal", con lo que el resultado mate-
rio establecido en los Arts. 65 a 68. rialmente es el mismo). En cambio,
A ese problema, está asociado, indi- si no se trata de una calificación o
rectamente, el ya mencionado sobre privilegio sino de una agravante o
el orden de aplicación de las reglas atenuante de efectos excepcionales,
que disponen rebajas y aumentos de el problema del orden de aplicación
pena, cuando de ese orden depen- sí se presenta.
de la determinación del marco penal
concreto. Pues si se trata de auténti- Aunque la cuestión del orden
cas figuras calificadas o privilegiadas, de aplicación de las rebajas y au-
entonces se debe entender que "la mentos de pena dispuestos por di-
pena señalada por la ley" es la que versas reglas de alteración o de con-
resulta de la aplicación de la rebaja creción del marco pena abstracto
o aumento respectivo, de modo que se tratará al examinar cada regla, lo
todas las reglas de determinación relevante aquí es destacar que, como
que establecen su efecto a partir de señala CURY, "la distinción entre
"la pena señalada por la ley" deben calificantes y privilegiantes, por un
operar necesariamente después de lado, y agravantes y atenuantes, por
aquella rebaja o aquel aumento (así, el otro, suele presentar dificultades
ETCHEBERRY, II, 174, proponiendo en la práctica" (CURY, 4 7 3 ) . Así, por
precisamente como un ejemplo de ejemplo, mientras ETCHEBERRY, III,
regla que establece una figura pri- 1 0 3 - 1 0 4 ) trata a la agravación de
vilegiada a la del Art. 300, recién pena contemplada por el Art. 345
citada; también para CURY, 7 6 3 , la para el aborto cometido por el fa-
reglas que establecen figuras califica- cultativo que abusa de su oficio,
das o privilegiadas determinan cuál como una "calificación", POLITOFF /
es la pena señalada por la Ley al de- MATUS / RAMÍREZ, P E , 9 0 , en c a m -

526
JAIME COUSO ART. 50

bio, la tratan siempre como una RRY, II, 174, que se trata de figuras
"agravación" de pena basada en la calificadas o privilegiadas cuando
mayor culpabilidad. Estas dificulta- las circunstancias "afectan a la pe-
des van asociadas, en relación con el nalidad misma asignada al delito" y
procedimiento de determinación de no "a la que en concreto va a corres-
la pena, a la posibilidad de que se ponder al delincuente"; en cambio,
plantee un problema sobre el orden las circunstancias "que afectan a los
de aplicación de las mismas115. So- partícipes y no a la escala penal mis-
bre esta distinción, opina ETCHEBE- ma" serían atenuantes y agravantes,

115 En efecto, cuando (de modo coherente con la opinión de POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
que se acaba de consignar) MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, 3 6 8 - 3 6 9 ) tratan a la
regla del Art. 331 del CP (que entienden como un "aumento de pena") como una
agravación de efecto excepcional (y no como una calificación), afirman consecuente-
mente con ello que el "aumento" de pena se aplica recién después de las reglas de los
Arts. 6 5 - 6 8 bis, siendo que, si se tratase de una calificación, debería aplicarse antes
de esas reglas (MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, 331). Aunque no tiene relevancia
en relación con este asunto, no está demás aclarar que el Art. 331 del CP en realidad,
más que aumentar la pena cuando concurra cierta circunstancia, parece tipificar una
figura distinta, cuya pena se calcula a partir de la señalada para otros delitos del mismo
párrafo, aumentándola en un grado; la figura, en efecto, no consiste realmente en la
ejecución de aquellos otros delitos, bajo una circunstancia más grave —en este caso,
que el sujeto activo reúna la calidad de maquinista, conductor o guardafrenos- sino
derechamente en conducta -"el abandono intencional"- distinta de las establecidas
para las figuras básicas —"destrucción" o "descomposición" de la vía férrea, "colocación
de obstáculos"—, configurando entonces un delito de omisión —que valorativamente, en
todo caso, también abarcaría, castigándolos con la pena agravada, a los descarrilamien-
tos activos causados por esos sujetos cualificados-; siendo así, a esa figura autónoma,
evidentemente el "aumento" de pena, que recién constituye "la pena señalada por la ley
al delito", debe necesariamente operar antes que cualquier modificación de la misma
dispuesta por una regla de determinación de la pena. Pero todo ello, por lo demás, sólo
tiene interés teórico o conceptual, desde que - c o m o explica ETCHEBERRY, III, 3 2 3 - ,
el Art. 331, junto a las demás disposiciones del párrafo 16 del Título VI del Libro II
del CP, deben entenderse derogadas por los Arts. 105 y ss. de la Ley de Ferrocarriles
(texto definitivo fijado por D. 1.157 de Fomento, de 1931), que reglamenta las mis-
mas figuras, junto a algunas otras, en general con mayor pena; de hecho, la figura del
Art. 331 del CP está regulada ahora por el Art. 115 de la Ley de Ferrocarriles, pero
sin establecer un aumento de penas sino una mera remisión a las penas señaladas para
otras figuras, de modo que menos dudas pueden caber ahora de que se trata de una
figura autónoma, y de omisión.

527
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

que deben considerarse dentro del 331, sí sería claro que configuran
efecto general de las circunstancias una calificante o privilegiante "las
modificatorias116. También para circunstancias que obligatoriamen-
CURY, 7 6 3 , 4 7 3 , las atenuantes y te "determinen una alteración del
agravantes no afectan la "configu- marco penal atribuido por la Ley al
ración" de la pena, sino que sólo hecho""117 (la cursiva está en el ori-
actúan "cuando ya está fijada", pero ginal).
la diferencia entre ellas y las califi-
cantes y privilegiantes debe atender En mi opinión, la dificultad
a si las circunstancias "se incorporan para encontrar un criterio mate-
al tipo del hecho delictivo" o no, si rial, coherente con el sistema del
bien admite que la cuestión requiere CP, con el cual distinguir califican-
un análisis caso a caso (en sentido tes/privilegiantes de agravantes/
similar define a los tipos calificados atenuantes ya deriva del hecho de
y privilegiados NOVOA, I, 3 0 7 , pero que el CP considera a las mismas
sin identificar el problema de su circunstancias, a veces como cali-
diferenciación con las atenuantes o ficantes/privilegiantes (al incorpo-
agravantes). Por último, no obstante rarlas en una descripción típica y
reconocer las dificultades que pue- asociarles un marco penal distinto),
den plantearse al distinguirlas, para y otras veces agravantes/atenuantes
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, (al simplemente listarlas en una

116 En todo caso, debe notarse que esta diferenciación, no obstante hacer referencia al
delito y a la persona del delincuente, no sería simétrica con la que el Art. 64 del CP
hace entre circunstancias objetivas —relativas al hecho— y circunstancias personales
-que afectan al delincuente-, pues para ETCHEBERRY, I I I , 52 y ss.), por ej., el homicidio
cometido con premeditación es un homicidio calificado -y no uno "agravado"- aún
cuando la circunstancia agravante "premeditación" sea una circunstancia personal (v.
ETCHEBERRY, I I , 29), es decir lo "personal" de una circunstancia, para los efectos del
Art.. 64 (incomunicabilidad) no debe entenderse en el sentido de que tal circunstancia
afecta sólo a la pena "que en concreto va a corresponder al delincuente", que sería lo
distintivo de las atenuantes y agravantes vis-h-vis las privilegiantes y calificantes. En
el caso del parricidio, ni siquiera se plantea la cuestión, pues ETCHEBERRY, I I I , 68),
deja claro que lo considera una "figura diferente", y no "una forma más de homicidio
calificado".
117 Lo que no se compadece con el tratamiento que ellos dan al aumento (obligatorio) de
pena dispuesto por el Art. 331 (v. supra, n. 115), ni alude a un criterio material que
explique esa conclusión.

528
JAIME COUSO ART. 50

disposición separada de los tipos se trata de "verdaderas calificantes


y asociar un efecto, generalmente del delito"). Entonces, la distinción
en los Arts. 65 y ss., a su concu- entre unas y otras parece en buena
rrencia). Más aún, si se observa la medida contingente, y la califica-
técnica con la que la Ley supuesta- ción de una de estas reglas como
mente "incorpora" la circunstancia constitutiva de una figura califica-
"al tipo del hecho delictivo" (para da o privilegiada, o de una agrava-
utilizar la expresión de C U R Y ) , ción o atenuación especial, parece
por ej. las calificantes del homici- depender, en la práctica (como en
dio en el Art. 391, inc. I o , resulta el diferente trato dado al Art. 391,
que no se diferencia en nada de la inc. I o , y al Art. 400), de si el res-
que en ciertos casos de supuestas pectivo precepto legal construye un
"agravantes especiales" se usa para marco penal propio o si sólo dispo-
asociarlas a determinados delitos a ne que debe aumentarse o rebajarse
los que serán aplicables, por ej., las la pena. La consecuencia de ello es
circunstancias agravantes (que co- que, sólo "señala una pena al deli-
inciden con tres de las calificantes to", como base para la aplicación
del homicidio) de las lesiones, en de las reglas de determinación de
el Art. 4 0 0 (que, para ETCHEBERRY, la pena, la disposición que sigue
I I I , 1 2 5 , POLITOFF / GRISOLÍA / B U S - el primer camino; la que sigue el
TOS, 2 2 8 , y POLITOFF / MATUS / R A - segundo, en cambio, regularmen-
efectivamente se
MÍREZ, P E , 1 3 4 1 1 8 , te será tratada como una regla de
tratan de agravantes especiales y no determinación de la pena119, que
de calificantes; mientras que para entrará en el juego con las demás,
GARRIDO, I I I , p. 1 7 4 , en cambio, con las eventuales complejidades

118 Sosteniendo, sin embargo, que el aumento de pena debe ser "previo a la determi-
nación legal y judicial", lo que contrasta con la tesis defendida por MATUS / VAN
WEEZEL, Comentario, 3 6 8 - 3 6 9 ) , ("si concurren [con una "hipótesis especial de
agravación"] circunstancias modificatorias comunes en el caso concreto, primero
es necesario calcular el grado de penalidad conforme a las reglas generales de los
arts. 6 5 - 6 8 bis").
119 Las excepciones que se encuentran en la doctrina (que varían según el autor de que
se trate), c o m o la rebaja de pena del Art. 3 0 0 , a la que ETCHEBERRY, c o m o se vio,
considera un tipo privilegiado (y no una atenuación especial), no son reconducibles a
un criterio material común con los casos en que la diferenciación sigue aquel criterio
más contingente identificado en el texto principal; es decir, en buena medida aparecen
como opiniones puramente intuitivas.

529
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

que ello acarreará a la hora de defi- mente ligada a la naturaleza del tipo
nir el orden de aplicación de unas penal, o a la específica gravedad del
y otras120. injusto penal que se quiere conmi-
nar con una pena diversa de la figu-
Así, las dificultades para identi- ra "básica", estos criterios materiales
ficar un criterio material consistente, no serían suficientes para entender
que permita identificar claramente que para el delito cometido bajo
determinados aumentos y rebajas esas circunstancias la "pena señalada
de pena como reglas que determi- al delito" es una propia, distinta de
nan "la pena señalada por la Ley al la señalada para la figura básica. Sin
delito", distinguiéndolos de otros llegar a decirlo de ese modo, a una
aumentos y rebajas que sólo cabría conclusión más o menos así lleva la
considerar como agravantes y ate- decisión de parte de la doctrina de
nuantes de efecto especial, puede considerar que "la pena señalada por
llevar a la conclusión de que la pena la ley" a unas las lesiones simplemen-
señalada por la Ley al delito, como te graves cometidas con alevosía es
base sobre la cual deben aplicarse sólo la pena de las lesiones graves, del
todas las reglas de determinación de Art. 397, N° 2 o , sobre la cual habrá
la pena, sólo está constituida por el que realizar los aumentos y rebajas,
marco penal expresamente construi- de efecto especial y ordinario, que co-
do por el legislador (no aquel cuya rrespondan a las circunstancias con-
construcción se encomienda al tri- currentes, entre ellas, la alevosía (por
bunal, por medio de los aumentos o más que tenga un efecto especial,
rebajas) para la figura básica, o, en regulado por el Art. 400), mientras
su caso, para las figuras calificadas o que se considera que la pena "seña-
privilegiadas a las que sí se les asignó lada por la ley" al homicidio cometi-
un marco penal propio, por el mis- do con alevosía es ciertamente la del
mo legislador. Así, por más que unas homicidio calificado, del Art. 391,
rebajas y aumentos parezcan respon- N° I o , por la pura y simple razón de
der a una decisión legislativa íntima- que el legislador se molestó en seña-

120 Por cierto, esta definición formal de lo que se entiende en el CP por "pena señalada
por la ley al delito", no prejuzga sobre lo que, materialmente, a efectos de la aplicación
de la garantía constitucional de la legalidad de las penas, debe entenderse por "pena
señalada por la ley al delito", para decidir que, en ciertos casos, la ley no ha señalado
pena a las formas imperfectas de ejecución o a las formas de intervención diversas de
la autoría (v. infra, Art. 5 9 ) .

530
JAIME COUSO ART. 50

lar un marco penal para el caso en cación de las reglas que alteran o
aquella circunstancia concurra en un concretan el marco penal abstracto
homicidio, mientras que no lo hizo (el "señalado por la Ley al delito") se
cuando la misma circunstancia con- da en varias constelaciones de casos,
curra en unas lesiones, caso en que entre ellas: Io los delitos con mar-
se conformó con entregar esa tarea cos penales abstractos del tipo de los
(si bien indicándole precisamente regidos por el Art. 68, cuando con-
cómo hacerlo) al tribunal. curra una pluralidad de agravantes,
sin atenuantes, por un lado (lo que
Y si bien ello parece tender a permite subir la pena en un grado, a
igualar a todas las reglas que alteran partir del máximo del marco penal
o concretan el marco penal "señala- original), con una circunstancia a la
do por la Ley al delito", con el con- que otra regla asocia el efecto de re-
siguiente problema de definición del bajar la pena en uno o más grados,
orden de aplicación de unas y otras, por el otro; 2 o , los delitos con mar-
nada impide, en realidad, entrar a cos penales abstractos del tipo de los
hacer distinciones entre esas reglas, regidos por el Art. 66 ó 68, cuan-
basadas en razones materiales de la do concurra una sola agravante, sin
índole señalada (por ejemplo, la es- atenuantes, por un lado, con una
pecífica gravedad que una circuns- circunstancia a la que la Ley aso-
tancia aporta al injusto, o su íntima cia el efecto de rebajar la pena en
relación con el tipo penal), o de otra uno o más grados, por el otro; 3O,
índole (v. infra, el apartado siguien- pero sólo si se sigue la tesis (acogi-
te) para deducir de unas y otras que da por una parte de la jurispruden-
unas reglas deben aplicarse primero, cia, pero rechazada por la doctrina;
y otras después, de modo de llegar a v., por todos, N O V O A , I I , 3 5 7 - 3 5 8 ;
resultados coherentes con las razones M A T U S , Comentario, 404) de que
materiales que le dan sentido a tales los aumentos de pena se calculan
rebajas o aumentos de pena. A con- desde el grado máximo del marco
tinuación se abordará ese examen. penal, todos los casos en que en un
delito con marco penal compuesto
III. Orden de aplicación de las concurran circunstancias a las que
reglas que alteran y concretan la pena la Ley asocia un aumento de pena,
señalada por la Ley al delito por un lado, con circunstancias a
las que la Ley asocia una rebaja de
El ya reiteradas veces mencio- pena o una concreción del marco
nado problema del orden de apli- penal hacia abajo (excluir el grado

531
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

máximo, o escoger necesariamente se deben efectuar construyendo un


el grado mínimo): 4 o , los delitos nuevo marco agravado, que conste
con marco penal compuesto de dos de tantos grados como el marco ori-
o más penas, a los que en virtud del ginal.
Art. 75, deba considerarse como "el
delito más grave", con el que otro La doctrina no se ha ocupado
menos grave entra en concurso ideal de forma sistemática del problema
o medial, en los que concurra ade- del orden de aplicación de las di-
más una circunstancia a la que la versas reglas de determinación de
Ley asocia una rebaja de pena o una la pena, si bien algunos criterios ha
concreción del marco penal hacia formulado. Para examinarlos, puede
abajo. pensarse en un ejemplo concreto en
que el problema se presenta: cuan-
El problema no se da, sin embar- do en un delito con marco penal
go, como se verá, cuando del tenor compuesto (como el robo con vio-
literal de la disposición que establece lencia o intimidación en las perso-
la rebaja o aumento de efecto espe- nas) concurren una atenuante de
cial (por ej., el Art. 72, y, categóri- eximente incompleta privilegiada
camente, el Art. 449, incs. I o y 2 o ), (Art. 73, por ejemplo, por imputa-
queda claro que su sentido es que la bilidad disminuida121) y una agra-
rebaja o aumento opere recién una vante (con el efecto del Art. 68, inc.
vez que se ha dado aplicación a las 2 o , o del Art. 67, inc. 2o -según el
demás reglas (Arts. 65 a 68 bis) que orden que se siga-), la pena máxima
definen el marco penal concreto. Y legalmente posible será claramente
tampoco se da en las constelaciones distinta según el orden en que se
del tercer tipo (N° 3 o ) de las indica- apliquen las dos reglas: 10 años de
das más arriba, si se parte de la base presidio mayor en su grado míni-
(como la doctrina lo entiende) de mo, si se aplica primero el Art. 68,
que los aumentos de pena, para los inc. 2o (que excluye el grado míni-
delitos con marco penal compuesto, mo de la pena designada por la ley,

Si se acepta que, también en este caso (y no sólo en el de las atenuantes que "enumeran
requisitos") es aplicable dicha disposición, como lo defienden, acertadamente, en mi
opinión, ya GARRIDO,passim; y, más tarde, en GARRIDO, 1 , 1 8 6 - 1 8 7 ) ; así como POLITOFF
/ MATUS / RAMÍREZ, P G , 5 3 4 y n. 1 2 3 ) ; y MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, 3 8 1 ) ,
(cfr., en contra, C U R Y , 4 7 8 ; ETCHEBERRY, II, 1 9 ) .

532
JAJME COUSO ART. 50

resultando un nuevo marco penal e individualización judicial, si a esa


de presidio mayor en su grado me- diferenciación se asocia un orden de
dio a máximo, a partir de lo cual, aplicación de las reglas, por defecto
en seguida, el Art. 73 hace rebajar (es decir, salvo que una regla expresa
la pena en a lo menos un grado, al altere dicho orden), como si de dos
presidio mayor en su grado míni- fases claramente definidas se tratase.
mo) y cinco años de presidio me- En este caso, con todo, sólo queda-
nor en su grado máximo (suscep- ría resuelto el problema para quie-
tible de cumplimiento en el medio nes supongan que precisamente el
libre, a través de libertad vigilada), Art. 7 3 y el Art. 6 8 , inc. 2 O (o 6 7 ,
si se aplica primero el Art. 73 (que inc. 2 o ) son de distinta clase, por ej.,
conduce a "la pena inferior [en a lo el primero de ellos, de determina-
menos un grado] [...] al mínimo de ción legal, y el segundo, de indivi-
los señalados por la ley", a partir de dualización judicial, como parecen
la cual, en seguida, el Art. 67, inc. entenderlo POLITOFF / MATUS / RA-
2 o , fuerza a imponer la pena en su MÍREZ, P G , 4 9 7 - 4 9 8 ) , para quienes
máximum)}11 los Arts. 72 y 73 son "factores de
alteración de la pena señalada por
Un primer criterio para resolver la Ley al delito", que incluso operan
este problema parece desprenderse, "antes de proceder a la determina-
como se señaló más arriba {supra, ción legal" -según grado de ejecu-
"II. Determinación legal e individua- ción y forma de intervención-, y en
lización judicial.. de la clasifica- cualquier caso antes de la individua-
ción de las reglas de determinación lización judicial de la pena, aclaran-
de la pena, entre determinación legal do que, en los casos del Art. 73 del

122 El problema también se presenta si, en el mismo delito de robo con intimidación o vio-
lencia, cometida por un autor con imputabilidad disminuida, concurre una pluralidad
de agravantes (con el efecto del Art. 68, inc. 4 o , o del Art. 67, inc. 5 o -según el orden
que se siga-), caso en que la pena máxima legalmente posible resultante de aumentar
y disminuir la pena, cada vez en un grado, será claramente distinto según el orden en
que se apliquen las dos reglas: 20 años de presidio mayor en su grado máximo, si se
aplica primero el Art. 68, inc. 4o (que lleva a "la pena inmediatamente superior en
grado al máximo de los designados por la ley", a partir de la cual, en seguida, el Art.
73 hace rebajar la pena en a lo menos un grado); y 10 años de presidio mayor en su
grado mínimo, si se aplica primero el Art. 73 (que conduce a "la pena inferior [en a
lo menos un grado] [ . . . ] al mínimo de los señalados por la ley", a partir de la cual, en
seguida, el Art. 67, inc. 5 o , hace subir la pena en un grado).

533
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

CP "la pena señalada por la Ley ... Sin recurrir a esa diferenciación,
se modifica una vez que se determi- sino simplemente a la que distingue
na el grado de desarrollo del delito entre circunstancias modificatorias
[para todos los intervinientes, si es con y sin "efecto especial" (sí ten-
justificante incompleta] [...o] una dría este efecto especial el Art. 73, al
vez determinado tanto el grado de disponer una rebaja en al menos un
desarrollo del delito como el de su grado, asociado a la atenuante del
participación [respecto de aquél en Art. 73), ETCHEBERRY, II, 189-190,
quien concurra una causa de excul- sostiene que debe primero aplicarse
pación incompleta]" y que "el juez las reglas de los Arts. 62 a 68, refe-
debe [...] imponer una pena al me- ridas a las circunstancias que no tie-
nos inferior en un grado [...] y des- nen efecto especial, para "después de
pués, hacer las rebajas y aumentos determinada provisionalmente una
que correspondan según la regla del pena de conformidad con ellas, con-
Art. 67" (ibid., p. 534), todo lo cual siderar las circunstancias modificato-
llevaría, en el ejemplo propuesto, a rias especiales, haciéndolas producir
una pena máxima legalmente posi- su efecto propio", lo que conduciría
ble de cinco años de presidio menor a invertir el orden propuesto por Po-
en su grado máximo. LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 9 7 -
498, 534, para imponer, en el ejem-
En cambio, el problema no po- plo propuesto, como máxima pena
dría quedar resuelto a través de la legalmente posible, la de 10 años de
mera diferenciación entre una fase presidio mayor en su grado mínimo.
de determinación legal y otra de indi- Coinciden con el orden de aplicación
vidualización judicial, para quienes, defendido por ETCHEBERRY, VAN WEE-
ZEL, 1 9 9 7 , 5 0 0 , y MATUS / VAN WEE-
como MAÑALICH, 4 5 ) o VAN W E E -
ZEL, Comentario, 363, para quienes:
ZEL123, entienden que una y otra son
"[l]o que en consecuencia correspon-
reglas de determinación legal

123 Para quien, si bien no serían reglas de determinación las que "permiten" rebajas o
aumentos de pena cuando concurre una pluralidad de atenuantes o de agravantes,
sí lo serían las que imponen un resultado, sin dejar lugar al ejercicio de una facultad
discrecional, como los Arts. 67, inc. 2o y 68, inc. 2° (VAN WEEZEL, 1997, 469 y ss.);
de modo que en el ejemplo propuesto en el texto principal, siendo ambas reglas, reglas
de determinación legal, tampoco para VAN WEEZEL la diferenciación entre éstas y las
reglas de individualización judicial aportaría algo en términos de definir un orden de
aplicación, por defecto.

534
JAIME COUSO ART. 50

de hacer, es efectuar la compensación principio pro reo. Así lo hace, por


racional entre las circunstancias de ej., una decisión de la Corte de Ape-
eficacia normal y, una vez obtenido laciones de Iquique (en sentencia de
de esta forma el grado de penalidad, 17 de diciembre de 1942, GT 1942-
aplicar las rebajas o aumentos que la 2:144, citada por ETCHEBERRY, D P J
Ley imperativamente atribuye a las II, 193), al realizar primero la reba-
circunstancias de eficacia extraordi- ja de pena del Art. 68, inc. 3 o , para
naria", ofreciendo como argumento recién después proceder al aumento
para interpretación sistemática, el en dos grados, calculado a partir de
Art. 449, inc. 2 o , del CP, que estable- las penas del hurto, que una Ley es-
ce expresamente, para un caso especí- pecial disponía para el depósito en
fico de agravante "de efecto extraor- prenda de especies hurtadas, con el
dinario", la necesidad de determinar argumento de que es un "principio
primero la pena concreta, para luego general de nuestra legislación", tan-
efectuar el aumento de pena124). to en materias substantivas como
procesales, que en caso de conflictos
La jurisprudencia en alguna de leyes o de opiniones de los jue-
oportunidad ha resuelto los proble- ces, o en las cuestiones obscuras o
mas de indeterminación del orden dudosas, hay que preferir la inter-
de aplicación de reglas de determi- pretación más favorable al reo (en
nación de la pena recurriendo a un cambio, en su síntesis de este fallo,

124 Lo que contrasta con la postura defendida por POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG 534;
y PE, 134, en este caso, opinando que la rebaja especial del Art. 400, para las lesiones,
también opera "previo" a los demás factores de determinación de la pena), y parece
contradecir el tratamiento que aquellos autores (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
331) dan a los Arts. 72 y 73 como "factores de determinación legal de la pena", que
modifican "la pena señalada por la ley al delito, para los efectos de la posterior deter-
minación judicial", modificación que, entonces, produce su efecto necesariamente
antes de dicha determinación judicial, "una vez que se determinó el grado de desa-
rrollo del delito [...] [y, en su caso, la forma de] participación en él". En todo caso,
en el caso particular del Art. 73, sostienen (ibíd., p. 382) que si bien "la rebaja tiene
efecto extraordinario, por lo que no concurre a la compensación racional y se aplica
después de determinada la pena conforme a las reglas de los arts. 50 a 70", en caso de
concurrir en el hecho una pluralidad de agravantes, sin más atenuantes, el tribunal
pierde la facultad de aumentar la pena en un grado (si concurre) y después reducirla
"debiendo imperativamente imponer una pena al menos inferior en un grado a la señalada
abstractamente por la ley al delito".

535
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ETCHEBERRY sugiere, erradamente en tesis de ETCHEBERRY, II, 189-190),


mi opinión, que conforme a la ratio conforme a la cual en todos los casos
decidendi de ese fallo, precisamente hay que aplicar primero las circuns-
ése es el orden correcto -primero se tancias modificatorias de efectos or-
considera a las circunstancias modi- dinarios y, luego, las de efectos es-
ficatorias de efecto ordinario, y re- peciales; ello parece inspirarse en un
cién después a las de efectos extraor- criterio pro reo, como parece inferir-
dinarios- sin advertir que la C. de se de alguna de las hipótesis usadas
Iquique aprueba dicho orden sólo a modo de ejemplo (o usadas, en su
en la medida que, en este caso par- caso, como base para un argumento
ticular, resulta más favorable al reo). sistemático, como lo hacen MATUS /
También la Corte Suprema ha obra- VAN WEEZEL, Comentario, 3 6 3 , con
do en alguna oportunidad confor- el Art. 449, inc. 2 o ), criterio que sin
me a este principio, reconociendo la embargo, no avalaría el resultado al
falta de regulación expresa del orden que este orden conduciría en casos
de precedencia en la determinación como el que ha servido de ejemplo.
de la pena, por ej., entre el Art. 74 Y el problema, en tal caso, no radica
(o la agravación para la reiteración en que, alguna vez, la solución resul-
de crímenes o simples delitos de la te menos favorable para el reo, sino
misma especie -actual Art. 351 del en la falta de fundamento claro para
CPP-) y la rebaja de pena que el tri- preferir precisamente ese orden de
bunal puede efectuar en aplicación aplicación igual para todos los casos.
del Art. 67, y resolviendo en tal caso De hecho, también parece incorrec-
conforme al orden más favorable al ta la solución que pretende erigir el
reo (sentencia de la Corte Suprema, principio pro reo como una norma
contra Armando Fuentes y otros, de clausura de la equivocidad de la
1932, RDJ XXIX, 1 - 3 6 3 , citada por ley, al oponerse a la facultad de los
ETCHEBERRY, D P J I I , 1 9 4 , 1 0 0 ) . tribunales de interpretar la Ley sis-
temática o ideológicamente, dentro
En mi opinión, la solución a del marco de los sentidos posibles
este problema no puede despren- del tenor literal de la Ley (única li-
derse, en primer lugar, de la distin- mitación impuesta por el principio
ción -que por lo demás la doctrina de legalidad penal, en este caso).
ha aplicado, en general, de forma
poco precisa- entre determinación Por todo ello, lo más indicado
legal e individualización judicial de parece resolver el orden caso a caso,
la pena. Tampoco es convincente la según si del tenor literal o de la ra-
536
JAIME COUSO ART. 50

tio legis, en su defecto, se desprende efectuar a partir del "mínimo" de


con claridad que el sentido del pre- los "señalados por la ley", podría su-
cepto que establece un especial efec- gerir que, en los delitos con marco
to agravatorio o atenuatorio para penal abstracto compuesto de varios
una determinada circunstancia, es grados, debe calcularse la rebaja pre-
que debe operar sobre una pena ya cisamente a partir del grado míni-
determinada en concreto (hasta an- mo de dicho marco (y no del grado
tes de aplicar el Art. 69), o sobre el medio de marco, si, por ej., prime-
marco penal abstracto. ro se le dio, a una única agravante
"ordinaria", el efecto de excluir pre-
Así, por ejemplo, tanto el te- cisamente aquel grado mínimo)125,
nor literal del Art. 72, como el del debiendo postergarse entonces la
Art. 449, incs. 1 ° y 2 o , dan cuenta de aplicación de las reglas que tienden
que el sentido de la norma es aplicar a concretar el marco penal, para el
el especial efecto agravatorio sobre paso siguiente (paso en que la pena
una pena previamente determinada quedará acotada al máximum del
conforme a las reglas que definen los nuevo marco, que necesariamente
efectos generales de las circunstan- consta de un solo grado), lo cierto
cias atenuantes y agravantes (salvo es que aquella referencia pierde toda
el Art. 69, que necesariamente debe capacidad de orientar el procedi-
operar al final). Lo propio ocurre en miento si, junto al Art. 73 concurre,
el caso de la regla del Art. 351, in. por ej. el Art. 68, inc. 4 o , que tam-
2 o , del CPP (v. infra, "Comentario bién contiene una referencia similar,
previo a los Arts. 74 y 75", "III. Plu- pero competitiva con la anterior: la
ralidad de delitos"). pena debe elevarse, en este caso, des-
de el grado "máximo de los designa-
Menos claro es el tenor literal dos por la ley".
del Art. 73 para dar cuenta de su
sentido; así, por ejemplo, si la re- En este y en otros casos en los
ferencia hecha por esta disposición que, del tenor literal de la disposi-
a que las rebajas en grado se deben ción que establece un especial efecto

125 Ese argumento parecen emplear MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 3 8 2 ) , para dar
aplicación primero, a la regla del Art. 7 3 , que haría perder al juez la facultad de aumentar
la pena en un grado (si concurre una pluralidad de agravantes, sin más atenuantes) y
después reducirla "debiendo imperativamente imponer una pena al menos inferior en un
gmdo a la señalada abstractamente por la ley al delito" (la cursiva está en el original).

537
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

para una determinada circunstancia estupefacientes que no tengan los


modificatoria, no se desprenda cla- efectos descritos por el inc. Io del
ramente un orden de aplicación, la Art. Io de la Ley N° 20.000, que,
ratio legis puede aclararlo. Así, en al- conforme al inc. 2o del mismo Art.,
gunos casos, una "circunstancia" de puede ser castigado con una pena in-
efecto especial agravatorio tiene el ferior en un grado) una conminación
claro sentido de asignar a una figu- penal moderada, atendida la menor
ra especialmente grave (como en el necesidad preventivo general; pero
caso del Art. 400, para las lesiones también, otras veces, puede tener el
cometidas por premio o promesa re- claro sentido de ofrecer el autor que
muneratoria, por medio de veneno o cumpla con sus presupuestos (como
con ensañamiento126) una pena dis- en el caso del Art. 142 bis, que per-
tinta ya en primer lugar, para efectos mite reducir en uno o dos grados la
preventivo-generales, si se entiende pena del secuestro o sustracción de
que la conminación penal (cons- menores, cuando se devuelva a la
truida precisamente con la pena víctima libre de todo daño) un trata-
asignada por la Ley al delito) fun- miento sensiblemente privilegiado,
damentalmente tiene finalidades de a cambio de ello, por razones polí-
prevención general. En otros casos, tico-criminales que tienen demasia-
una "circunstancia" de especial efec- da importancia para hacer diluir tal
to atenuatorio, a veces puede tener el privilegio al hacer concurrir la rebaja
sentido de asignar a una figura menos con otras circunstancias, agravantes.
grave (por ej., el tráfico de sustancias En ambos casos, entonces, lo más

126 Lo que P O U T O F F / MATUS / RAMÍREZ, P E , 1 3 4 ) también parecen reconocer cuando


(en contradicción con el orden de aplicación propuesto, con alcance general, por
MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, 3 6 3 ) , precisamente defienden que el aumento de
pena del Art. 4 0 0 (aun sin necesidad de considerarlo como constituyendo una figura
calificada, lo que en este caso termina siendo una cuestión nominal) debe aplicarse
antes que cualquier otra regla de determinación legal o judicial de la pena. En cam-
bio, cuando ETCHEBERRY, I I I , 1 2 5 ) , también considera el aumento de pena como una
mera "agravante" (no una calificante) con "particular efecto agravatorio", y a falta de
referencia expresa en contrario (a diferencia de lo que sí hacen POUTOFF / MATUS /
RAMÍREZ), entonces hay que entender que también a ella se aplica aquello de que "es
necesario aplicar primeramente dichas reglas [las de los Arts. 62 a 68] [...] y después
de determinada provisionalmente una pena de conformidad con ellas, considerar las
circunstancias modificatorias especiales, haciéndolas producir su efecto propio" (ET-
CHEBERRY, I I , 1 8 9 - 1 9 0 ) .

538
JAIME COUSO ART. 50

coherente con la ratio legis es enten- tentativa, por una parte, y la com-
der que la "circunstancia" de efecto plicidad y el encubrimiento, por
especial debe ser aplicada primero, la otra, constituyen figuras típicas
para recién después, a partir de la distintas, constituidas a través de
pena asignada a efectos de preven- tipos subordinados o complemen-
ción general o de consideraciones tarios, que se asocian al tipo de au-
político criminales, hacer intervenir tor de delito consumado, para dar
las circunstancias modificatorias que tipicidad al hecho), de modo que,
vienen a adecuar la pena al específico sin ser "tipos privilegiados", por la
nivel de injusto y de culpabilidad del concurrencia de un elemento que
hecho, en concreto127. disminuya el injusto, prácticamen-
te puede entenderse que son figuras
El mismo tipo de consideracio- a las que la Ley les señala una pena
nes materiales (y no el orden en que propia, calculada (antes de consi-
aparecen en la secuencia de Arts. del derar cualquier otra circunstancia)
CP, como podría pretenderse) debe mediante las reglas de los Arts. 5 1 a
llevar, en mi opinión, a dar aplica- 54. Y si esto no llegó a ser afirmado
ción preferente a las reglas de los al definir el concepto de "pena seña-
Arts. 5 1 a 54, por sobre otras, como lada por la Ley al delito" {supra, al
por ejemplo, la del Art. 75, para los tratar sobre él), no había otra razón
concursos ideales o mediales, o las que no fuera el hecho de que el len-
que disponen o permiten aumen- guaje empleado por estos preceptos,
tos pena. Y es que en aquellos ca- formalmente da a entender que la
sos no se trata ni siquiera de ciertas "pena señalada por la Ley al delito"
"circunstancias" que simplemente no es la que resulta de esas reglas,
aumenten o disminuyan el conteni- sino la que se asigna a la respectiva
do de injusto o la culpabilidad, sino figura consumada cometida por au-
prácticamente de figuras distintas tor, es decir, la que el Art. 50 ofrece
(si, p o r e j . , c o n CURY, 5 5 0 . 5 8 4 , s e como punto de partida para todos
entiende que el delito frustrado y la las reglas siguientes, entre ellas, pre-

27 No se me escapa que estas consideraciones bien podrían constituir razones para mate-
rialmente considerar a estas reglas c o m o constitutivas de tipos calificados y privilegia-
dos; pero ya ha quedado claro que esta cuestión termina siendo más bien nominal y
clasificatoria, si el efecto relevante (el orden de aplicación de las diversas regla, cuando
está en juego la posibilidad de un resultado diverso) queda subordinado a estas razones
materiales.

539
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

cisamente las que ahora se comen- Art. 75, y recién después, el Art. 51
tan128. El resultado, con todo será -en este caso, la posibilidad de apli-
el mismo: el efecto establecido por car el Art. 74, como disposición más
estas reglas debe considerarse antes favorable, resuelve sólo en parte el
que cualquier otra, con las trascen- problema, en la medida que el resul-
dentales consecuencias que ello tie- tado seguirá siendo más severo que
ne en el resultado final (por ej., el con la primera solución-).
cómplice de un doble homicidio ca-
lificado -si se acoge la tesis de que el En otros casos, la ratio legis exi-
concurso ideal homogéneo cae bajo la girá que el orden de aplicación de
regla del Art. 75, v. infra, "Comen- dos reglas de determinación diversas
tario al Art. 75" 1 2 9 - será castigado no altere la debida proporcionalidad
con presidio mayor en su grado mí- entre la pena y la culpabilidad del
nimo, y no con presidio mayor en autor por el injusto130. Y específica-
su grado máximo, como resultaría mente en los casos en que es aplicable
si se aplicara, en cambio, primero el el Art. 73, la atenuante de eximente

128 Lo que no obsta, como se señaló al tratar sobre la "pena señalada por la ley al deli-
to", a la necesidad de entender, materialmente, que, para los efectos de la garantía
constitucional de la legalidad de las penas (Art. 19, n° 3, inc. 7 o , de la CPR) "la pena
señalada por la ley al delito", para las formas imperfectas de ejecución y las formas de
intervención distintas de la autoría, es la que resulta de las rebajas de pena dispuestas
por los Arts. 51 a 54 del CP, o, en su caso, la especialmente conminada por la ley en
ciertos caso (como en el Art. 498, para la complicidad en las faltas), de modo que, los
casos de formas imperfectas de ejecución y de formas de intervención distintas de la
autoría, no sujetos expresamente a esas reglas o penas, debe entenderse que no tienen
señalada por la ley una pena (v. infra, Art. 59).
129 Tesis defendida por CURY, 666, (si bien criticando de lege ferenda el diverso tratamiento
que tendría quien da muerte a las mismas personas mediante acciones sucesivas) y por
ETCHEBERRY, II, 1 2 1 ; y r e c h a z a d a p o r GARRIDO, II, 4 5 3 y p o r NOVOA, II, 2 3 2 ) .
130 Así, por ejemplo, por razones de igualdad ante la ley y por exigencias del principio
de culpabilidad (en la dimensión del mismo que prohibe imponer una pena superior
a la que corresponde a la culpabilidad por el hecho), la rebaja extraordinaria de un
grado establecida por el Art. 21 de la Ley N° 20.084, sobre Responsabilidad Penal
del Adolescente debería operar después de la rebaja dispuesta por el Art. 68, inc. 3 o ,
si el tribunal está dispuesto a efectuar la máxima rebaja de pena permitida por la ley
por concurrencia de una pluralidad de atenuantes, sin agravantes; así, un adolescente
condenado por parricidio con tres atenuantes, sin agravantes, podría llegar a alcanzar
el marco penal de 540 días a tres años -Art. 23, 3er tramo-, y no, en cambio, el marco

540
JAIME COUSO ART. 50

incompleta tiene el sentido de señalar pluralidad de agravantes de efecto or-


una drástica reducción del injusto y/o dinario, la pena no sólo no se salga
de la culpabilidad, en circunstancias del marco original hacia abajo, sino
tan excepcionales, que "por poco" que se mantenga, en su caso (para los
no los hicieron desaparecer por com- delitos que, como el del ejemplo, tie-
pleto; de modo que si ese efecto, por nen señalada una pena compuesta de
regla general (si no concurren otra tres grados), en el grado máximo de
circunstancias), se calculará desde el aquél marco, haciendo prácticamen-
grado mínimo, con la consecuencia te desaparecer el excepcional efecto
de que la pena se alejará significativa- atenuatorio buscado por el Art. 73.
mente del grado máximo del marco La aplicación del Art. 73, antes que
original (por ej., en un marco penal la de la regla de agravación de la pena
compuesto de tres grados, como el del fundada en la concurrencia de una
robo con violencia o intimidación, pluralidad de agravantes de efecto
la pena se alejará a lo menos en tres ordinario, resulta en ese caso, enton-
grados del límite superior del marco ces, no de una dudosa invocación del
original), entonces parece contrario principio pro reo, sino de que la ratio
al sentido de esa regla tan excepcio- legis sugiere que ese es el sentido de la
nal, que, por efecto de concurrir una disposición.

Continuación nota 130

penal de 3 años y un día a 5 años -Art. 23, 2o tramo-, que resultaría de la aplicación
del Art. 67, inc. 4 o , si la rebaja del Art. 21 del CP se considera "antes" que las reglas
sobre el efecto de las circunstancias modificatorias, caso en que la pena del adolescente
sería de la misma extensión que su co-autor mayor de edad, al que el tribunal tam-
bién quiera conceder el máximo efecto atenuatorio permitido por la ley en la misma
hipótesis, lo que demostraría que no se ha tenido en cuenta la menor culpabilidad
del primero. Podría pensarse que esta solución es contradictoria con el primer criterio
informador de la ratio legis mencionado en el texto principal: los aumentos o rebajas
que indican una especial penalidad para figuras privilegiadas o calificadas, a efectos de
prevención general, deben operar primero; pero lo cierto es que la rebaja del Art. 21 de
la Ley N° 20.084 no puede entenderse como un privilegio asociado a una peculiaridad
de las figuras delictivas cometidas por menores de edad, que disminuya la necesidad
preventivo-general de pena, sino más bien como una rebaja de pena basada en la menor
exigibilidad de otra conducta (y con ello, menor culpabilidad) de los adolescentes, en
comparación con la de los mayores de edad, menor exigibilidad que siempre debería
traducirse en una menor pena que la correspondería al mayor de edad, si todo lo
demás igual se mantuviese igual (por ej. concurrencia de igual número y entidad de
atenuantes).

541
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

También la ratio legis lleva a primero se aplica el Art. 75 y, luego,


aplicar a los casos del inc. Io del las reglas sobre efectos de las circuns-
Art. 351 del CPP, analógicamen- tancias modificatorias (una atenuan-
te, la misma solución expresamen- te, en el caso planteado), pues si bien
te contemplada por la Ley para los "el orden de prelación en el Código
del inc. 2o de dicha disposición, a parecería dar preferencia a la aplica-
saber, que el aumento de pena opera ción de estas últimas reglas [las de los
recién una vez que se han tomado Arts. 65 a 68], para pasar después a la
en cuenta las demás reglas de deter- del Art. 75" (argumento que viene a
minación de la pena (v. infra, "Co- asignar, entonces, al orden de apari-
mentario previo a los Arts. 74 y 75", ción en el Código, un valor prima fa-
"///. Pluralidad de delitos")m. cie para decidir el orden de aplicación
de las diversas reglas -lo que ya es du-
Problemático, en cambio, es el doso—), en este caso, sin embargo, "la
estudio de la ratio legis de la agra- estructura lógica de esta última regla
vación del Art. 75, para concluir si [el Art. 75] exige darle precedencia
debe operar antes o después que las sobre aquéllas, ya que se fundamenta
reglas que disponen rebajas especiales en la comparación abstracta de las pe-
(como el Art. 73) o que concretan el nas señaladas por la Ley para los res-
marco pena "hacia abajo" (como el pectivos delitos concurrentes, y no de
Art. 66, inc. 2 o , Ia parte). El proble- las penas impuestas específicamente
ma fue tempranamente tratado por a los reos de los mismos"132, afirma-
ETCHEBERRY, quien, admitiendo que ción, una vez más, demasiado general
la Ley no señala el orden de aplica- para hacerse cargo de las particulari-
ción de ambos tipos de reglas, aprue- dades de cada conflicto de preceden-
ba la tesis defendida por una decisión cia, donde, con frecuencia, la deci-
de la Corte Suprema de 1951, que sión de aplicar en primer lugar una
entendió, con carácter general, que regla que "compite" con otra por la

131 En ese sentido, MATUS, S. n° de pág., afirmando que el aumento de pena dispuesto
por (ambos incisos de) el Art. 351 del CPP debe hacerse a partir de la pena concreta
determinada, aplicando las circunstancias que sean del caso, de modo que, no con-
curriendo circunstancias que modifiquen un marco penal compuesto de dos o más
grados, el aumento puede hacerse a partir del grado mínimo de éstos, asumiendo que
éste corresponde a la pena determinada.
132 ETCHEBERRY, DPJ II, 128-129, comentando la sentencia de la Corte Suprema, en "Fisco
contra Vidaurre', RDJXLVIII, 4-23.

542
JAIME COUSO ART. 50

aplicación precedente, justamente va aparecer el efecto de "absorción agra-


a alterar en alguna medida la forma vada" del Art. 75, cuando en virtud
en que la regla desplazada produce el de ellas un marco penal compuesto
efecto que la ley, en el caso ideal, le (del "delito más grave") termina con-
asignaba. Ello quedó claro al presen- vertido en uno que consta de un solo
tar el conflicto entre el Art. 68, inc. grado (de modo que la "pena más
4 o , y el Art. 73, cada uno de los cua- grave" será la única pena del marco),
les, en el caso ideal, debía producir su se convierte, a primera vista, a lo me-
efecto sobre la pena señalada en abs- nos para esos casos, en un argumento
tracto por la Ley al delito, elevando o teleológico a favor de aplicar primero
rebajando la pena a partir del máxi- el Art. 75. Sin embargo, lo cierto es
mo o del mínimo, respectivamente, que este efecto de absorción "agrava-
señalado por la Ley al delito; y en este da" desaparece con frecuencia, sin ne-
caso, como en el de los conflictos de cesidad de que concurran ese tipo de
precedencia que afecten al Art. 75, el reglas atenuatorias, por simple hecho
problema no se resuelve recordando de que el "delito mayor" tenga seña-
cómo se supone que una de las reglas lada una pena que consta de un solo
en conflicto debía producir su efec- grado, lo que pareciera demostrar
to si se la considera de forma aislada que para el legislador (el mismo que
(tratándose del Art. 75, comparando conminó una serie de delitos con una
el marco penal abstracto señalado por pena que consta de un solo grado) el
la Ley al delito), sino examinando interés en "agravar" la "absorción" de
(a falta de un sentido claro derivado pena en los casos de concurso ideal o
del tenor literal) si de la ratio legis de medial, no es especialmente alto, con-
las dos normas que compiten por la siderando además que, cada vez que
aplicación precedente, resulta que es ese único grado lo sea de una pena di-
más importante preservar "intacto" visible (lo que será la hipótesis, por le-
el efecto buscado por la Ley para una jos, más frecuente), el Art. 69 de todos
de ellas que el que se buscaba para la modos permitirá al tribunal conside-
otra. Así, en mi opinión, volviendo al rar el "segundo delito" como parte de
conflicto de precedencia entre las re- la "extensión del mal producido por
glas que disponen rebajas especiales o el delito", para que escale a una cuan-
que concretan el marco penal "hacia tía más alta dentro del mismo grado
abajo", por una parte, y la del Art. 75, (v. infra, "Comentario al Art. 69").
por la otra, el hecho de que aplicar En ese contexto, podría parecer más
esta última regla después que las pri- reñido con la ratio legis de las reglas
meras, con cierta frecuencia haga des- que disponen rebajas de pena de efec-

543
ART. 51 CÓDIGO PENAL COMENTADO

to excepcional, el que dicho efecto se sidio perpetuo calificado; y si bien el


vea en gran medida frustrado por la procedimiento inverso, que rebajaría
aplicación, en primer lugar, de la re- la pena en tal caso, hasta el presidio
gla del Art. 75; como ocurriría, por mayor en su grado mínimo, también
ejemplo, en caso de que quien ha co- impide "agravar" la absorción de pena
metido un doble parricidio, sujeto al del Art. 75, como se dijo, la extensión
Art. 75 -es decir, a través del mismo del mal producido (dos personas, y
"hecho"- (lo que supone acoger la no sólo una, murieron) podría per-
tesis que defiende la aplicabilidad del mitir al tribunal llevar la pena hacia
Art. 75 al concurso ideal homogéneo, v. la duración máxima de aquél único
infra, "Comentario al Art. 75"), ado- grado (5 años de presidio mayor en
lezca de una patología síquica a la que su grado mínimo). La solución, en
el tribunal considera constitutiva de todo caso, en la medida que atien-
una eximente incompleta de impu- de a qué procedimiento optimiza de
tabilidad disminuida, por la que pre- mejor manera las finalidades de cada
tenda rebajar la pena, por ej., en tres regla, dependerá de lo que ocurra con
grados, por aplicación de la regla del cada una de ellas en cada caso, lo que
Art. 73, cuyo efecto se verá sensible- impide proponer una solución gene-
mente reducido si sólo opera después ral (que tampoco viene exigida por el
de que el Art. 75 llevó la pena al pre- tenor literal de ninguna de ellas).

Artículo 51. A los autores de crimen o simple delito frustrado


y a los cómplices de crimen o simple delito consumado, se impon-
drá la pena inmediatamente inferior en grado a la señalada por la
Ley para el crimen o simple delito.

COMENTARIO

Jaime Couso

GENERALIDADES SOBRE LOS nal señalado por la Ley al delito


ARTS. 51 A 54 (consumado y cometido en cali-
dad de autor), los grados imper-
En estas cuatro primeras re- fectos de ejecución (frustración y
glas, aplicadas sobre el marco pe- tentativa) y ciertas formas de in-
544
JAIME COUSO ART. 50

tervención distintas de la autoría ta que la expresión "delito" en el


—la complicidad (salvo en las hi- encabezado de esta disposición se
pótesis que, conforme al Art. 15, entiende en el mismo sentido que
de todos modos "se consideran" en el Art. 3 o , esto es, abarcando
como autoría) y el encubrimien- tanto los crímenes y simples deli-
to—, determinan rebajas de pena, tos, como las faltas), tiene su pro-
acumulables entre sí, que pueden pia regla de determinación de la
alcanzar hasta 4 grados, todas cal- pena, en el Art. 498, conforme al
culadas desde el grado mínimo del cual a los cómplices en las faltas
marco penal señalado por la Ley al se aplica "una pena que no exceda
delito (Art. 61, regla 2 a ) o desde de la mitad de la que corresponda
la única pena de que conste dicho a los autores". Esta regla, que al
marco. Este cálculo no ofrece difi- momento de ser formulada en el
cultad alguna. CP regulaba la determinación úni-
camente de sanciones pecuniarias,
plantea ahora la duda, de si debe
En todo caso, estas reglas sólo
ser también aplicable para calcular
rigen para los crímenes y simples
la pena de los cómplices de hur-
delitos, como expresamente lo se-
to falta, una vez que a la pena de
ñalan las disposiciones que las con-
multa originalmente señalada para
tienen.
el autor de esta infracción se le
añadió como pena copulativa, una
Respecto de las faltas, en cam- pena privativa de libertad, de pri-
bio, las formas imperfectas de eje- sión en su grado mínimo a medio,
cución no son punibles (Art. 9 o ), en el inc. Io del nuevo Art. 494 bis,
salvo en el caso excepcional del introducido por la Ley N° 19.950,
hurto falta, al que el Art. 498 bis, de 5 de junio de 2004. ¿Debe
inc. 2 o , señala una pena especial, aplicarse la regla que dispone im-
de modo que hay propiamente tal poner al cómplice una pena que
una regla de determinación de pena no exceda de la mitad, también
que atienda a su forma imperfecta ahora, respecto de la nueva priva-
de ejecución. tiva de libertad, pese que no fue
formulada para este tipo de penas,
Por su parte, la complicidad al punto que ni siquiera está defi-
en las faltas, que es punible en vir- nido en la Ley qué es "la mitad"
tud del Art. 16, en relación con los una pena compuesta de dos gra-
Arts. 14 y 15 (si se tiene en cuen- dos de una privativa de libertad

545
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

temporal?133. En mi opinión, la se le puede entender "nombrado"


respuesta negativa deriva ya de una genéricamente en el Art. 14 (pues la
consideración valorativa que se des- expresión "delito" en el encabezado
prende del propio Art. 494 bis, en de esta disposición se entiende en
su inc. 2 o : en tal lugar, se señala para el mismo sentido que en el Art. 3o,
el autor de hurto falta frustrada, una esto es, abarcando tanto los crímenes
pena única de multa de una a cuatro y simples delitos, como las faltas) no
unidades tributarias mensuales, y no, es punible, pues ahí no se describe
en cambio, una pena privativa de li- el tipo de encubrimiento, sino en el
bertad atenuada, calculada a partir de Art. 17 del CP, que tipifica única-
la privativa de libertad señalada para mente el encubrimiento de crimen o
el autor del hurto falta consumado. simple delito, no de falta, de modo
Con la misma razón debe entender- que el Art. 14 del CP, cuya función
se, entonces, que una forma de apa- es meramente clasificatoria, no tiene
rición del delito -complicidad en la eficacia respecto de los encubridores
figura consumada- a la que el CP en de un "especie" de delito: las faltas.
el Art. 52 da el mismo tratamiento, Dada la atipicidad de la conducta, es
pues reconoce en ella la misma dis- lógico que no haya en el CP para el
minución en el desvalor del hecho, encubrimiento de falta, una regla de
que a la autoría en la figura frustrada, determinación de la pena, similar a
debe tener, no mayor pena, sino, en la que sí contempla, en cambio (en
todo caso, la misma que ésta. Y si el el Art. 498), para la complicidad en
Art. 498 no permite asignarle al cóm- la falta (en el mismo sentido, ya NO-
plice en hurto falta consumada la VOA, II, 193; v. también CURY, 633).
misma pena de multa que ai autor de
hurto falta frustrada, sino sólo la mi- En todo caso, las reglas estableci-
tad de ella, esta inconsistencia valora- das para los Arts. 51 a 54, para las gra-
tiva es mucho menor que la que de- dos imperfectos de ejecución y para
rivaría de tratar dos casos semejantes, la complicidad y el encubrimiento de
uno con pena privativa de libertad y
crímenes y simples delitos, admiten
el otro tan sólo con una de multa.
una serie de excepciones en las que la
Ley les señala una pena especial o de-
Por lo que respecta al encubri- termina de forma especial su efecto
miento de falta, pese a que también atenuatorio (v. infra, Art. 55).

133 El concepto de mínimum, en el Art. 66 tiene otro sentido, que ha tenido que ser
definido especialmente por esa disposición.

546
JAIME COUSO ART. 50

Artículo 52. A los autores de tentativa de crimen o simple de-


lito, a los cómplices de crimen o simple delito frustrado y a los
encubridores de crimen o simple delito consumado, se impondrá
la pena inferior en dos grados a la que señala la Ley para el crimen
o simple delito.
Exceptúanse de esta regla los encubridores comprendidos en el
número 3 o . del artículo 17, en quienes concurra la circunstancia
I a . del mismo número, a los cuales se impondrá la pena de in-
habilitación especial perpetua, si el delincuente encubierto fuere
condenado por crimen y la de inhabilitación especial temporal en
cualquiera de sus grados, si lo fuere por simple delito.
También se exceptúan los encubridores comprendidos en el
número 4 o . del mismo artículo 17, a quienes se aplicará la pena de
presidio menor en cualquiera de sus grados.

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES que se comenta. Por ello, la modi-


ficación posterior del mismo inciso
Tomado de los Arts. 62 y 64 3 o , dispuesta por la Ley N° 19.806,
del Código Penal español de 1850 de 31 de mayo de 2002 (consisten-
(FUENSALIDA, I , 2 5 7 ) , se mantiene te en reemplazar en dicho inciso la
prácticamente sin modificaciones, expresión "procesado de" por "con-
salvo por el hecho de que el inciso denado por"), tampoco tiene afecto
3O, que señala una pena autónoma, alguno. El resultado es que el encu-
no dependiente de la pena del au- brimiento del N° 3o del Art. 17, que
tor, para una determinada hipótesis antes de la modificación de 1991
de encubrimiento, quedó sin apli- sólo se castigaba bajo las circunstan-
cación desde que fue sustituido el cias excepcionales que ahí se indi-
N° 3 o del Art. 1 7 del CP, por dis- caban, y precisamente con la pena
posición de la Ley N° 1 9 . 0 7 7 , de 2 8 autónoma señalada por el inciso 3o
de agosto de 1991, eliminando la de este Art. 52, ahora se castiga bajo
circunstancia aludida en el precepto cualquier circunstancia en que se

547
ARTS. 53 A 55 CÓDIGO PENAL COMENTADO

cometa la conducta (de "albergar", en cualquiera de sus grados, lo que


"ocultar" o "proporcionar la fuga" ya viene condicionado (con inde-
"del culpable"), y con una pena pendencia del hecho de que el en-
dependiente de la del autor (y dos cubrimiento, en todos los casos, y
grados inferior a ella), como en las no sólo en éste, configura un delito
demás hipótesis de encubrimiento. específico, cuyo desvalor no depen-
de del desvalor del delito que se en-
EXCEPCIÓN A LA REGLA GENERAL: cubre) por el simple hecho de que
ENCUBRIMIENTO POR FAVORECIMIEN- no hay en esta hipótesis un delito
TO PERSONAL determinado a partir de cuya pena
pueda calcularse la que correspon-
La excepción que, en cam- derá al encubridor (cfr., en cambio,
bio, mantiene plena vigencia, es la NOVOA, I I , 1 9 9 , y ETCHEBERRY, I I ,
contemplada para el denominado 178, para quienes sólo la circuns-
encubrimiento por favorecimien- tancia de que la Ley les señale pena
to habitual, que se castiga con una específica los convierte en un delito
pena autónoma, de presidio menor autónomo).

Artículo 5 3 . A los cómplices de tentativa de crimen o simple


delito y a los encubridores de crimen o simple delito frustrado, se
impondrá la pena inferior en tres grados a la que señala la Ley para
el crimen o simple delito.
REMISIÓN: V. Art. 51.

Artículo 5 4 . A los encubridores de tentativa de crimen o sim-


ple delito, se impondrá la pena inferior en cuatro grados a la seña-
lada para el crimen o simple delito.
REMISIÓN: v . A r t . 5 1 .

Artículo 5 5 . Las disposiciones generales contenidas en los cua-


tro artículos precedentes no tienen lugar en los casos en que el
548
JAIME COUSO ART. 50

delito frustrado, la tentativa, la complicidad o el encubrimiento se


hallan especialmente penados por la ley.
BIBLIOGRAFÍA: COUSO, J a i m e y MERA, J o r g e , " E l r o l u n i f o r m a d o r d e l a j u r i s p r u d e n c i a d e l a
Sala penal de la Corte Suprema. Estudio empírico", en Revista Ius et Praxis, (Vol 13, N° 1,
Talca, 2007).

COMENTARIO

Jaime Couso

La disposición advierte, sin ne- ficados en el párrafo 2o del Título


cesidad, que constituyen excepcio- IX del Libro II del CP, cuya cons-
nes a lo dispuesto en los Arts. 5 1 a titucionalidad ha sido cuestionada
54 los casos en que la Ley señala a por alguna jurisprudencia de C. de
las formas imperfectas de ejecución, Apelaciones, pero afirmada por la
o a la complicidad o encubrimiento, C. Suprema y el TC (v. Couso /
una pena específica, que no se calcu- M E R A , 371, 346-347; así como las
la, por tanto, efectuando las rebajas sentencias del TC, Rol N° 797-
de pena que esas reglas disponen, a 07-INA, de 24 de enero de 2008,
partir de la pena señalada para el au- y Rol N° 825-2007-INA, de 6 de
tor de delito consumado. Fuera de marzo de 2008); y 2) el Art. 18 de
la excepción establecida por el pro- la Ley N° 20.000, que sanciona los
pio Art. 52 (v. supra), para el caso delitos de tráfico de estupefacientes
del favorecimiento personal habitual, como consumados "desde que haya
algunas de las más importantes son: principio de ejecución". No cons-
1) el Art. 450 del CP, que castiga tituye, en cambio, una excepción
como consumados, desde que se en- a este precepto, pese a que en oca-
cuentren en estado de tentativa, el siones se le incluye aquí, el Art. 494
robo con fuerza en lugar habitado o bis, inc, 2o (que establece una pena
destinado a la habitación, los robos especial para el hurto-falta frustra-
con violencia o intimidación en las do), pues el Art. 51 no es aplicable,
personas y los demás delitos tipi- por definición, a las faltas.

Artículo 56. Las penas divisibles constan de tres grados, míni-


mo, medio y máximo, cuya extensión se determina en la siguiente:
549
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

TABLA DEMOSTRATIVA
Penas Tiempo que Tiempo de su Tiempo de su Tiempo de su
comprende toda grado mínimo grado medio grado máximo

Presidio, reclusión, De cinco años y De cinco años De diez años y De quince años
confinamiento, un día a veinte y un día a diez un día a quince y un día a veinte
extrañamiento y años. años. años. años.
relegación mayores.
Inhabilitación De tres años y un De tres años y un De cinco años De siete años
absoluta y especial día a diez años. día a cinco años. y un día a siete y un día a diez
temporales. años. años.
Presidio, reclusión, De sesenta y un De sesenta y De quinientos De tres años y un
confinamiento, días a cinco años. uno a quinientos cuarenta y un día a cinco años.
extrañamiento y cuarenta días. días a tres años.
relegación menores
y destierro.
Suspensión de De sesenta y un De sesenta y un De un año y De dos años y un
cargo y oficio días a tres años. días a un año. un día a dos día a tres años.
público y profesión años.
titular.
Prisión. De uno a sesenta De uno a veinte De veintiuno a De cuarenta y
días. días. cuarenta días. uno a sesenta
días.

BIBLIOGRAFÍA: MATUS, J e a n Pierre / VAN WEEZEL, Alex: " C o m e n t a r i o a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 2 3 - 3 8 2 .

COMENTARIO

Jaime Couso

La disposición, si bien se refiere vas de libertad mayores, como meno-


a las penas divisibles, en realidad re- res, al destierro, a las penas de inha-
gula sólo a un grupo de ellas, a saber, bilitación y suspensión temporales y
casi todas las penas temporales regu- a la pena de prisión. La referencia a
ladas por el CP (sobre la diferencia las penas divisibles se explica porque,
entre estos conceptos, cfr., por to- al modificar la Comisión Redactora,
dos, NOVOA, I I , 3 5 4 y ss.; ETCHEBE- durante la Revisación, el Art. 56 (en
RRY, II, 138 y ss., 142), abarcando la Sesión N° 135, v. Actas, p. 240),
entonces a las privativas y restricti- sustrayendo de la división en tres
550
JAIME COUSO ARTS. 57 - 58

grados a las penas de multa y cau- portante es que, para los efectos de
ción (que antes sí estaban incluidas las reglas establecidas en los Arts. 57
en la "Tabla Demostrativa" conteni- a 69, el concepto de pena divisible,
da por esa disposición aprobada por entonces, hay que entenderlo refe-
primera vez en la Sesión N° 19; v. rido al de penas temporales, abar-
Actas, p. 38), mantuvo la denomina- cando precisamente las incluidas en
ción primitiva, pese a que el grupo la tabla del Art. 56 (en ese sentido
de penas incluido en la tabla quedó MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario,
circunscrito a las temporales. Lo im- 336).

Artículo 57. Cada grado de una pena divisible constituye pena


distinta.
supra, "Comentario previo a los Arts. 50 a 69 y 76 a 78", "III. La pena señalada
REMISIÓN: V.
en la Ley como 'marco penal abstracto'".

Artículo 58. En los casos en que la Ley señala una pena com-
puesta de dos o más distintas, cada una de éstas forma un grado de
penalidad, la más leve de ellas el mínimo y la más grave el máximo.

COMENTARIO

Jaime Couso

En lo fundamental, el sentido delito diversas penas de forma copu-


de esta disposición ya fue explica- lativa. En tal hipótesis, entonces, esas
do (supra, "Comentario previo a los diversas penas no forman dos grados
Arts. 50 a 69 y 76 a 78", "III. La pena de penalidad de un único marco pe-
señalada en la Ley como 'marco penal nal, sino que se comportan completa-
abstracto'"). Aquí sólo cabe aclarar mente como dos penas independien-
que no constituye un caso de "pena tes, cada una de las cuales constituye
compuesta de dos o más distintas", un marco penal abstracto distinto, al
para los efectos de este precepto, la que hay que aplicar, en paralelo, las
hipótesis a la que se refiere la regla 4a reglas del Art. 61 y, en su caso, las de
del Art. 61, en que la Ley señala al los Arts. 65 a 68 del CE Ello se tra-
551
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

duce, entonces, como se verá, en que y en los Arts. 65 a 68, queda sujeto
la identificación de la estructura del el tribunal para determinar la pena,
marco penal señalado por la Ley al de- debe realizarse, en paralelo, sin con-
lito, para los efectos de decidir a qué siderar a las penas copulativas como
reglas, de las establecidas en el Art. 61 diversos "grados de penalidad".

Artículo 59. Para determinar las penas que deben imponerse


según los artículos 51, 52, 53 y 54: I o . a los autores de crimen o
simple delito frustrado; 2 o . a los autores de tentativa de crimen
o simple delito, cómplices de crimen o simple delito frustrado y
encubridores de crimen o simple delito consumado; 3 o . a los cóm-
plices de tentativa de crimen o simple delito y encubridores de
crimen o simple delito frustrado, y 4 o . a los encubridores de ten-
tativa de crimen o simple delito, el tribunal tomará por base las
siguientes escalas graduales:
ESCALA N Ú M E R O 1
Grados
I o . Presidio perpetuo calificado.
2 o . Presidio o reclusión perpetuos.
3 o . Presidio o reclusión mayores en sus grados máximos.
4 o . Presidio o reclusión mayores en sus grados medios.
5 o . Presidio o reclusión mayores en sus grados mínimos.
6 o . Presidio o reclusión menores en sus grados máximos.
7 o . Presidio o reclusión menores en sus grados medios.
8 o . Presidio o reclusión menores en sus grados mínimos.
9 o . Prisión en su grado máximo.
10. Prisión en su grado medio.
11. Prisión en su grado mínimo.
ESCALA N Ú M E R O 2
Grados
I o . Relegación perpetua.
2 o . Relegación mayor en su grado máximo.
552
JAIME COUSO ART. 50

3°. Relegación mayor en su grado medio.


4 o . Relegación mayor en su grado mínimo.
5 o . Relegación menor en su grado máximo.
6 o . Relegación menor en su grado medio.
7 o . Relegación menor en su grado mínimo.
8 o . Destierro en su grado máximo.
9 o . Destierro en su grado medio.
10. Destierro en su grado mínimo.
ESCALA N Ú M E R O 3
Grados
I . Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados máxi-
o

mos.
2 o . Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados me-
dios.
3 o . Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados míni-
mos.
4 o . Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados máxi-
mos.
5 o . Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados me-
dios.
6 o . Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados mí-
nimos.
7 o . Destierro en su grado máximo.
8 o . Destierro en su grado medio.
9 o . Destierro en su grado mínimo.
ESCALA N Ú M E R O 4
Grados
Io. Inhabilitación absoluta perpetua.
2o. Inhabilitación absoluta temporal en su grado máximo.
3o. Inhabilitación absoluta temporal en su grado medio.
4o. Inhabilitación absoluta temporal en su grado mínimo.
5o. Suspensión en su grado máximo.
6o. Suspensión en su grado medio.
7o. Suspensión en su grado mínimo.
553
ART. 51 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ESCALA N Ú M E R O 5
Grados
Io. Inhabilitación especial perpetua.
2o. Inhabilitación especial temporal en su grado máximo.
3o. Inhabilitación especial temporal en su grado medio.
4o. Inhabilitación especial temporal en su grado mínimo.
5o. Suspensión en su grado máximo.
6o. Suspensión en su grado medio.
7o. Suspensión en su grado mínimo.
BIBLIOGRAFÍA: PICA, René (1992), Regias para la aplicación de ¡as penas, 4 a edición (Editorial
Jurídica, Santiago de Chile); MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Ar-
tículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382.

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES formas de intervención distintas


de la autoría, en estas cinco escalas
La única modificación sufri- graduales se ordena, de mayor a me-
da por este artículo consiste en la nor gravedad, la casi totalidad de las
sustitución, en el primer grado de penas principales (salvo la multa,
la "ESCALA NÚMERO 1", de la el comiso y algunas penas princi-
pena de muerte por la de presidio pales establecidas por leyes penales
perpetuo calificado (por disposición especiales), agrupando cada una de
de la Ley N° 19.734, de 5 de junio ellas, penas de igual naturaleza: la
de 2001). N° 1, penas privativas de libertad;
la N° 2 y la N° 3, penas restricti-
ESTRUCTURA Y AMBITO DE APLI- vas de libertad; la N° 4 y la N° 5,
CACIÓN DE LAS ESCALAS GRADUALES penas privativas de otros derechos.
En todo caso, aunque no se aparece
Establecidas para definir la for- incluida en el listado de las diversas
ma de efectuar las rebajas corres- escalas graduales, la multa se entien-
pondientes a grados de ejecución de agregada a todas ellas, como la
distintos al delito consumado, y última pena, según lo dispuesto por

554
JAIME COUSO ART. 50

el Art. 60, inc. I o , y 61, regla 5a (v., bunal no debería realizar las rebajas
por todos, NOVOA, II, 3 5 7 ; ETCHE- dispuestas por la Ley (por ej., para el
BERRY, I I , 1 7 2 - 1 7 3 ) . cómplice) o efectuarla (si es posible)
en tres grados, para alcanzar a una
PROBLEMAS QUE PLANTEA LA DIS- de destierro de la misma extensión
POSICIÓN: de la relegación (en el mismo senti-
do, MATUS / VAN WEEZEL, Comen-
Desequilibrios que pueden resul- tario, 339-340). En mi opinión,
tar al efectuar rebajéis en las escalas sin embargo, la cuestión habría que
graduales resolverla caso a caso, siendo acon-
sejable realizar una consideración
En primer lugar, la doctrina lla- similar a la que procede para decidir
ma la atención, con razón, respecto cuál es la pena más favorable en los
de algunos desequilibrios que ame- casos de aplicación retroactiva de la
nazan con producirse en determi- Ley penal más benigna, si material-
nadas escalas, en las que una pena mente se ha de respetar el principio
inmediatamente inferior en grado a de proporcionalidad de las penas
otra sería más gravosa que ella (por con la gravedad del injusto penal
ej., la pena inferior en grado a la de culpable cometido)134.
relegación menor en su grado míni-
mo, en la Escala N° 2, es la de des- Omisión de una mención a los
tierro en su grado máximo, siendo cómplices de crimen o simple delito
la duración de la primera, entre 61 consumado
y 540 días, y la de la segunda, entre
3 años y un día a 5 años; el ejemplo Aunque el asunto se suele pa-
es de PICA, 13-14), sugiriendo PICA, sar por alto, ya FUENSALIDA I, 273,
ibídem, que, en tales casos, el tri- advirtió sobre la omisión en que

lM Así, por ejemplo, al cómplice de unas lesiones menos graves inferidas a una persona
constituida en autoridad pública (Art. 401 del CP) bien puede resultarle en concreto
menos aflictiva una pena de 4 años de destierro de la localidad en que se cometió el
delito, que no sea su lugar de origen ni aquél donde cuenta con arraigo personal y
social, que una pena (impuesta al autor) de 300 días de relegación (si el tribunal escoge
aplicar la relegación en lugar del presidio —siendo que la ley señala ambas como penas
alternativas-) en una localidad completamente alejada de aquel lugar (si, en ambos
casos, se supone la presencia de una atenuante y ninguna agravante, y que los afectados
no reúnen los requisitos para acceder a las medidas de la Ley N° 18.216).

555
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

incurre el numeral I o del Art. 59, ñalada por la Ley al delito, para los
al dejar de mencionar al cómplice efectos del Art. 19, N° 3, inc. 7 o ,
del crimen o simple delito frustra- de la CPR, resulta, no del Art. 59,
do, omisión que, infiere, se habría sino de la relación entre el Art. 51
cometido "en la impresión del có- y el Art. 61, reglas Ia y 2a (y, a ma-
digo", pues "en actas los encontra- yor abundamiento, el Art. 77). Lo
mos comprendidos en el núm. 1.° apuntado no tiene un interés pura-
conjuntamente con los reos de de- mente analítico (de lógica deónticd),
lito frustrado, como deber ser" (lo sino, por comparación con este caso,
que efectivamente, consta en Actas, tiene un interés práctico para otros
243, al revisar el texto aprobado en en que no es aplicable esta relación
la Sesión N° 136, durante la Revi- de preceptos, como se apreciará a
sación). Y si nunca se ha planteado continuación.
en términos de dudas sobre la regla
que corresponde aplicar, ello ya re- Rebajas de pena cuando la Ley se-
sulta en mi opinión, de la relación ñala una no comprendida en las esca-
entre el Art. 51 (que dispone la re- las graduales
baja en un grado también para este
caso) y (despejando cualquier duda) Un segundo problema, sobre
el Art. 61, reglas Ia y 2a (que acla- el cual llaman la atención MATUS /
ra el modo en que deben efectuarse VAN WEEZEL, Comentario, 340, alu-
las rebajas de grado dispuestas por diendo a FUENSALIDA, se presentaría
la ley, también para el cómplice de cuando haya que aplicar a una pena
delito consumado, según la estruc- especial, no incluida en las escalas
tura del marco penal establecido del Art. 59, los aumentos o reba-
para el autor de delito consumado; jas dispuestos por la Ley (piénsese,
pudiendo invocarse, a mayor abun- por ejemplo, en las formas imper-
damiento, el Art. 77 del CP aclara fectas de ejecución, o en los casos
que las rebajas de pena dispuestas en que concurran una pluralidad de
por la Ley se realizan, en general, agravantes, sin atenuantes, o, a la
aplicando las penas inferiores en el inversa, una pluralidad de atenuan-
número de grados que corresponda, tes, sin agravantes). En estos casos,
dentro de las respectivas escalas gra- dado que la pena que debería servir
duales del Art. 59). Es interesante, de base para el cálculo de aumentos
en todo caso, destacar que, el defec- o rebajas no aparece dentro de las
to de publicación (si sólo es tal) del escalas del Art. 59, ni tiene señalada
Art. 59 se traduce en que la pena se- una regla especial (como la contem-

556
JAIME COUSO ART. 50

piada por el Art. 494 bis, inc. 2 o , que este tipo de penas especiales, toda
regula la pena de multa a imponer al rebaja de pena debe conducir a la
hurto-falta frustrado, o el Art. 498, de multa. En efecto, cuando se trata
que regula la forma de calcular la de las rebajas asociadas a las formas
pena del cómplice de falta castigada imperfectas de ejecución o a la in-
con multa), MATUS / VAN WEEZEL, tervención en calidad de cómplice
Comentario, 340, llamando la aten- o encubridor, que en realidad repre-
ción sobre el hecho de que la pro- sentan figuras típicas distintas de los
liferación de penas especiales (por respectivos tipos de autor consuma-
ej., la cancelación de la nacionali- dos, esa solución llevaría a imponer
zación, la privación temporal o de- una pena (la multa) que, para los
finitiva de la licencia de conducir, el efectos de la garantía constitucional
trabajo sin remuneración, etc.) hace de la legalidad de las penas (Art. 19,
necesario abrir la discusión sobre el N° 3 o , inc. 7 o , de la CPR), no ha
problema, entienden que "la rebaja sido señalada por la Ley al delito (la
no podrá hacerse sino a la pena de respectiva figura frustrada, tentada,
multa correspondiente", por aplica- de complicidad o encubrimiento),
ción analógica "a favor del reo" de de modo que, en tales casos, en lu-
las reglas dadas para las penas que gar de castigar con la pena de multa,
sí están comprendidas en las escalas sencillamente corresponde dejar la
(Art. 60, inc. I o ), y que, en cam- conducta impune (y el Art. 77, inc.
bio, cualquier aumento de pena, 3o no puede entenderse como una
no regulado especialmente por la regla que señale la pena correspon-
Ley que estableció la pena especial, diente a estos casos, pues su campo
sencillamente no podrá efectuarse, de aplicación, definido por el inc.
pues, en tal caso, la aplicación ana- Io de la misma disposición, sigue
lógica de aquellas reglas sería "con- siendo el de las penas contempladas
tra reo". En mi opinión, siendo co- en las respectivas escalas graduales;
rrecto el criterio propuesto por los lo propio puede decirse del Art. 61,
autores, en el sentido de rechazar regla 5 a ). Así lo confirma la juris-
cualquier aplicación analógica de prudencia de la Corte Suprema;
las normas que regulan la forma de en efecto ésa es, en esencia, la ra-
efectuar aumentos de penas inclui- tio decidendi en la que la Corte Su-
das en el Art. 59, a penas especiales prema se basó (en su sentencia Rol
no incluidas en dicha disposición, N° 5.990-04, de 20 de abril de
no lo es, en cambio, la afirmación 2005, N° ID LegalPublishing:
indiferenciada de que, respecto de 40265), cuando afirmó que, pese a

557
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ser "indudable que la intención del co, constitucional y legal de conte-


legislador, en cuanto estableció el ner legalmente la pena que sería del
artículo 494 bis del Código Penal caso aplicar". Otra cosa ocurre, en
fue de castigar de manera más se- cambio, con rebajas asociadas, no a
vera el delito falta de hurto y [...] figuras típicas diversas de la que ha
sancionar la falta frustrada y la ten- sido conminada con pena especial,
tativa, que por regla general son sino, por ejemplo, a la concurrencia
conductas atípicas, [...] lo cierto es de una pluralidad de atenuantes, sin
que no estableció de forma precisa agravantes. En tal caso, siendo apli-
y clara la sanción correlativa a esos cable, por ej., la regla del Art. 67 (si
tipos de comisión del ilícito, que en la pena especial es divisible, como
lo general importan penas inferiores en el caso de la privación temporal
al delito consumado, como se apre- de la licencia de conducir), la rebaja
cia del tenor de los artículos 51 y 52 en grado dispuesta por ella sólo es
del Código Penal, normas que sólo eficaz recurriendo analógicamente
reciben aplicación tratándose de los al Art. 60, inc. I o , que efectivamen-
crímenes y simples delitos y, por te conduce a aplicar la pena de mul-
consecuencia, no cabe aplicar por ta, como, con razón, lo entienden
analogía a las faltas", de modo que M A T U S / VAN W E E Z E L , Comentario,
"no ha satisfecho el principio bási- 340.

Artículo 6 0 . La multa se considera c o m o la pena inmediata-


mente inferior a la última en todas las escalas graduales.
Para fijar su cuantía respectiva se adoptará la base establecida
en el artículo 2 5 , y en cuanto a su aplicación a cada caso especial se
observará lo que prescribe el artículo 7 0 .
El producto de las multas, ya sea que se impongan por sen-
tencia o que resulten de un Decreto que conmuta alguna pena,
ingresará en una cuenta fiscal, especial, contra la cual sólo podrá
girar el Ministerio de Justicia, para alguno de los siguientes fines, y
en conformidad al Reglamento que para tal efecto dictará el Presi-
dente de la República:
I o . Creación, instalación y mantenimiento de establecimientos
penales y de reeducación de antisociales;
558
JAIME COUSO ART. 50

2 o . Creación de Tribunales e instalación, mantenimiento y de-


sarrollo de los servicios judiciales, y
3 o . Mantenimiento de los Servicios del Patronato Nacional de
Reos.
La misma regla señalada en el inciso anterior, se aplicará res-
pecto a las cauciones que se hagan efectivas, de los dineros que cai-
gan en comiso y del producto de la enajenación en subasta pública
de las demás especies decomisadas, la cual se deberá efectuar por la
Dirección de Aprovisionamiento del Estado.
Las disposiciones de los dos incisos anteriores no son aplicables
a las multas señaladas en el artículo 4 8 3 b.
El producto de las multas, cauciones y comisos derivados de
faltas y contravenciones, se aplicará a fondos de la Municipalidad
correspondiente al territorio donde se cometió el delito que se cas-
tiga.

COMENTARIO

Jaime Couso

El artículo original se refería 306). Posteriormente, mediante


sólo a las multas y constaba de Ley N° 11.625, de 4 de octubre
tres incisos, los dos primeros co- de 1954, se agregaron los actuales
rresponden a los actuales y fueron incisos tercero a sexto. Por último,
aprobados sin discusión en la se- mediante la Ley N° 17.155, de 11
sión 134, de 9 de mayo de 1873 de junio de 1969, se introdujo en
(Actas, 237). El tercero correspon- el inciso tercero la referencia al Re-
de aproximadamente al inciso final glamento a dictar por el Presidente
actual, pero con modificaciones de la República.
importantes. Había sido aprobado
en la sesión 169, de 3 de octubre, Que la multa se considere la
con una regla que luego desapare- pena inmediatamente inferior a la
cería para la división de las multas última en todas las escalas gradua-
en caso de cometerse varios deli- les, viene luego ratificado por el
tos en distintos territorios (Actas, inciso tercero del Art. 77, contex-
559
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

to en el cual se abordarán algunos aplicable el mismo destino para las


detalles técnicos asociados a esta sumas decomisadas y al producto
solución legal (véase Comentario al de las subastas públicas de espe-
Art. 77). Para determinar la cuantía cies decomisadas, ha sido supera-
en esos casos en que la multa resul- da por lo previsto en el Art. 469
ta pena aplicable sólo por ausencia CPP, conforme al cual esos fon-
de pena inferior en grado en la res- dos se destinan a la Corporación
pectiva escala gradual y, consecuen- Administrativa del Poder Judicial,
temente, la Ley no ha previsto un sin perjuicio de reglas especiales
rango para ella, la Ley se remite al en el mismo precepto (respecto de
Art. 25 para fijar la "base" o mar- delitos de pornografía infantil) o
co, de donde se sigue que se remite en otros cuerpos legales, como el
específicamente a los rangos ideales Art. 46 de la Ley N° 20.000. Con-
previstos en el inciso sexto de dicho secuentemente, la regla rige toda-
artículo, los que en este caso no son vía sólo para las cauciones que se
mera exhortación al legislador, sino hagan efectivas (véase Comentario
regla vinculante para el tribunal. al Art. 46), si bien puede discutirse
Para la individualización judicial de si no es posible, por especialidad,
la multa se remite luego al Art. 70 que siga rigiendo también respecto
(véase Comentario al Art. 70). del comiso asociado a faltas, en los
términos del inciso sexto.
Los incisos tercero y sexto son
de carácter estrictamente adminis- Debe tenerse presente, ade-
trativos y señalan el destino que más, la excepción prevista por el
debe darse a las multas: cuenta fis- propio Art. 60 en su inciso quinto,
cal especial contra la que sólo puede respecto de las multas señaladas en
girar el Ministerio de Justicia para el Art. 483 b, esto es, las que co-
fines propios del sector, de acuerdo rresponden a los comerciantes res-
con el actual Decreto N° 1.810, de ponsables del delito de incendio,
26 de septiembre de 1969, del Mi- cuyo importe "se mantendrá en
nisterio de Justicia; o bien a fondos una cuenta especial a la orden de
municipales en el caso de las multas la Superintendencia de Compañías
provenientes de faltas y contraven- de Seguros, Sociedades Anónimas y
ciones. Bolsas de Comercio, la cual anual-
mente la distribuirá proporcional-
En lo que concierne al comiso, mente entre los distintos Cuerpos
la regla del inciso cuarto, que hace de Bomberos en el país".
560
JAIME COUSO ART. 50

Artículo 61. La designación de las penas que corresponde apli-


car en los diversos casos a que se refiere el artículo 59, se hará con
sujeción a las siguientes reglas:
I a . Si la pena señalada al delito es una indivisible o un solo gra-
do de otra divisible, corresponde a los autores de crimen o simple
delito frustrado y a los cómplices de crimen o simple delito consu-
mado la inmediatamente inferior en grado.
Para determinar las que deben aplicarse a los demás respon-
sables relacionados en el artículo 59, se bajará sucesivamente un
grado en la escala correspondiente respecto de los comprendidos
en cada uno de sus números, siguiendo el orden que en ese artículo
se establece.
2 a . Cuando la pena que se señala al delito consta de dos o más
grados, sea que los compongan dos penas indivisibles, diversos gra-
dos de penas divisibles o bien una o dos indivisibles y uno o más
grados de otra divisible, a los autores de crimen o simple delito
frustrado y a los cómplices de crimen o simple delito consumado
corresponde la inmediatamente inferior en grado al mínimo de los
designados por la ley.
Para determinar las que deben aplicarse a los demás responsa-
bles se observará lo prescrito en la regla anterior.
3 a . Si se designan para un delito penas alternativas, sea que se
hallen comprendidas en la misma escala o en dos o más distintas,
no estará obligado el tribunal a imponer a todos los responsables
las de la misma naturaleza.
4 a . Cuando se señalan al delito copulativamente penas com-
prendidas en distintas escalas o se agrega la multa a las de la misma
escala, se aplicarán unas y otras con sujeción a las reglas Ia y 2 a , a
todos los responsables; pero cuando una de dichas penas se impo-
ne al autor de crimen o simple delito por circunstancias peculiares
a él que no concurren en los demás, no se hará extensiva a éstos.
5 a . Si al poner en práctica las reglas precedentes no resultare pena
que imponer por falta de grados inferiores o por no ser aplicables las
de inhabilitación o suspensión, se impondrá siempre la multa.
561
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

APLICACIÓN PRÁCTICA DE LAS REGLAS ANTERIORES


REGLAS Pena señalada al Pena de los autores Pena de los autores de Pena de los Pena de los
crimen o simple de crimen o simple Tentativa de crimen cómplices encubridores
delito. delito frustrado o simple delito, de tentativa tentativa de
y cómplices de cómplices de crimen o de crimen o crimen o simple
crimen o simple simple delito frustrado simple delito y delito.
delito consumado. y encubridores de encubridores de
crimen o simple delito crimen o simple
consumado. delito frustrado.

1*. Relegación Relegación mayor Relegación mayor en Relegación Relegación


perpetua en su grado su grado medio. mayor en su menor en su
máximo. grado mínimo. grado máximo.
2". En Presidio mayor Presidio mayor en Presidio mayor en su Presidio menor Presidio menor
el caso en su grado su grado medio. grado mínimo. en su grado en su grado
de pena máximo a presidio máximo. medio.
Compuesta perpetuo.
de 2 grados.
2 a . En Inhabilitación Inhabilitación Suspensión en su Suspensión en Suspensión
el caso absoluta temporal absoluta temporal grado máximo. su grado medio. en su grado
de pena en su grado medio en su grado mínimo.
Compuesta a inhabilitación mínimo.
de 3 grados. absoluta perpetua.
2 a . En Reclusión Reclusión menor Reclusión menor en Prisión en su Prisión en su
el caso menor en su en su grado medio. su grado mínimo. grado máximo. grado medio.
de pena grado máximo a
Compuesta reclusión mayor
de 4 o más en su grado
grados. máximo.
3a. Presidio mayor en Presidio mayor en Presidio menor en su Confinamiento Presidio menor
su grado medio su grado mínimo. grado máximo. menor en su en su grado
o confinamiento grado máximo. mínimo.
mayor en su grado
máximo.
4'. Reclusión Reclusión menor Reclusión menor Reclusión Prisión en su
mayor en su en su grado en su grado medio, menor en su grado máximo,
grado mínimo, máximo y multa inhabilitación grado mínimo y suspensión en su
inhabilitación de máximo y absoluta temporal multa de cuatro grado máximo
absoluta perpetua multa de veinte en su grado medio y sueldos vitales.* y multa de dos
y multa. sueldos vitales.* multa de diez sueldos y medio sueldos
vitales.* vitales.*

5a. Suspensión en sus Suspensión en su Multa de cuatro Multa de dos Multa de un


grados medios a grado mínimo. sueldos vitales.* sueldos vitales.* sueldo vital.*
máximo.

* El Art. I o de la Ley N° 1 9 . 4 5 0 , publicada el 1 8 . 0 3 . 1 9 9 6 , dispuso la sustitución de las escalas de multas


establecidas en sueldos vitales, por otras expresadas en unidades tributarias mensuales o fracción de unidad
tributaria mensual, de la forma que señala.

BIBLIOGRAFÍA: MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 3 2 3 - 3 8 2 .

562
JAIME COUSO ART. 50

COMENTARIO

Jaime Couso

AMBITO DE APLICACIÓN PROPIO Y nal original está compuesto de dos


APLICACIÓN ANALÓGICA A LOS CASOS o más penas (como es el caso de la
DEL ART. 7 7 pena señalada en el Art. 107 del CP,
a la que también se aplica la reba-
La disposición viene a aclarar la ja dispuesta por el Art. 111). En
forma en que deben efectuarse las tales casos, se justifica la aplicación
rebajas en grado dispuestas por los analógica, por ejemplo, de la regla
Arts. 51 a 55 del CP (para los diver- 2a del Art. 61, a favor del reo, des-
sos grados de ejecución y formas de cartando una rebaja que consista en
intervención), dentro de las escalas la construcción de un nuevo marco
establecidas por el Art. 59, según la penal con tantas penas como el mar-
diversa estructura del marco penal co original, en cada caso inferiores
establecido para el autor de crimen en dos grados (presidio menor en
o simple delito consumado. Con su grado máximo a presidio mayor
todo, también serían aplicables estas en su grado medio), y practicándo-
mismas reglas, por analogía (MA- se, en lugar de ello, una rebaja que
TUS / VAN WEEZEL, 3 4 4 , consideran, parta del límite inferior del marco
en cambio, que es por aplicación original (llegando a presidio menor
indirecta), para los casos en que la en su grado máximo).
Ley disponga rebajas especiales,
fundadas en otras consideraciones REGLA I A
(por ejemplo, para la rebaja en dos
grados establecida por el Art. 111 La aplicación de la regla I a , es-
del CP para la conspiración para tablecida para marcos compuestos
cometer crímenes contra la segu- de una sola pena (o grado de penali-
ridad exterior y soberanía del Es- dad) no ofrece dificultades.
tado), rebajas que, por disposición
del Art. 77 del CP, que es una regla REGLA 2 A
de alcance general, también deben
efectuarse dentro de las escalas del
La regla 2 a , establecida para
Art. 59, si bien no se indica ahí (en
marcos compuestos de dos o más
el Art. 77) cómo deben efectuarse
penas (o grados de penalidad) tam-
cuando, por ejemplo, el marco pe-
poco ofrece mayores dificultades.
563
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Sólo cabe notar la eventual despro- la exigencia inicialmente aprobada


porción (apuntada ya por FUENSALI- de que el tribunal aplicase la mis-
DA, I, 2 8 0 , y por D E L RIO, I I , 3 4 0 ; v. ma pena a todos los responsables,
también, actualmente, MATUS / VAN consistió en que "conviene mas no
WEEZEL, Comentario, 3 4 4 ) , entre la estrechar al juez [...] y permitirle,
pena que podría llegar a imponerse por el contrario, que aplique a cada
al autor (por ej., la superior dentro responsable el castigo mas conforme
de un marco compuesto por tres a su índole i antecedentes", lo que,
penas) y al cómplice (la inferior en en la cultura jurídica de las décadas
grado al mínimo de los señalados inmediatamente siguientes a la pro-
por la Ley para el autor), respecti- mulgación del CP, era entendido
vamente. precisamente como un llamado a
ajustar la elección de la pena a la cla-
REGLA 3 A se social del condenado (como lo re-
vela el comentario de FERNÁNDEZ, I,
La regla 3a resuelve la forma de 182, quien, tras aprobar la flexibili-
efectuar las rebajas cuando el marco dad ofrecida por la regla al tribunal,
considera penas alternativas y, en el acota que "[a]un cuando en Chile
respectivo delito, hay pluralidad de no hai clases privilegiadas, no es po-
intervinientes, dejando en claro que sible prescindir de las diferentes ca-
el tribunal no tiene por qué esco- pas sociales que en realidad existen,
ger la misma pena alternativa para porque se corre el peligro de romper
cada interviniente. En este caso, la la proporcionalidad que debe existir
labor de individualización judicial entre el delito i la pena"). Lo dicho
de la pena no queda sujeta a regla vale, ciertamente, no sólo para las
expresa alguna, cobrando impor- rebajas hechas a los marcos penales
tancia la definición de los principios con penas alternativas, sino para la
que deben guiar dicha labor, entre elección misma de la pena a aplicar
ellos, junto a los fines y límites de la cuando no procedan tales rebajas.
pena, desde luego, principios cons-
titucionales, como la prohibición de REGLA 4 a
discriminación arbitraria. Esta con-
sideración es relevante si se toma en La primera parte de esta regla
consideración que el criterio tenido 4a dispone que la determinación de
en cuenta por la Comisión Redacto- las diversas penas señaladas copula-
ra, al eliminar (en la Sesión N° 136, tivamente por la Ley para un mis-
durante la Revisación; v. Actas, 244) mo delito, que estén comprendidas
564
JAIME COUSO ART. 50

en distintas escalas graduales, debe en quienes no concurre la "circuns-


realizarse de forma separada para tancia peculiar") simplemente no
cada una de ellas (v. MATUS / VAN están conminados por Ia(s) pena(s)
W E E Z E L , Comentario, 345), y que el del marco penal de la figura especial,
mismo procedimiento debe seguirse sino por la(s) de la figura básica136,
si a una pena de cualquiera de las entonces la aplicación de esta regla
escalas, se agrega la multa. 4a a esos delitos sencillamente no
viene al caso (v., sin embargo, pre-
La segunda pane de la misma cisamente ejemplificando con deli-
regla dispone que, en caso de que tos especiales impropios, NOVOA, I I ,
haya una pluralidad de intervinien- 359 -privación de libertad ilegal-;
tes en un delito conminado con pe- MATUS / VAN WEEZEL, Comenta-
nas copulativas, una de las cuales sólo rio, 345 -malversación de caudales
sea aplicable a quienes reúnan cier- públicos-). En cambio, la regla sí
tas circunstancias peculiares, como vendría al caso para los delitos espe-
la calidad de empleado público, en- ciales propios (como la prevaricación
tonces dicha pena sólo debe aplicar- de los jueces), si se entiende, con la
se precisamente a aquel interviniente doctrina, aún mayoritaria (cfr. su-
(no necesariamente un "autor", se- pra, Art. 14), que los partícipes ex-
gún GARRIDO, I I , 321, pese a que el traneus responden por estos delitos,
texto de la regla 4a pareciera referirse de modo que las penas con que ellos
sólo a él135) en quien concurra esta están conminados también les son
circunstancia. Si, con la doctrina aplicables (rebajadas, en su caso, si
casi unánime (v. supra, Art. 14), se el delito especial además constituye
entiende que en los delitos especia- —como normalmente será el caso—
les impropios, los extraneus (aquellos un delito de infracción de deber, pues,

135 En todo caso, si el ámbito de aplicación de la regla es sólo el de los delitos especiales
propios, y la pena sólo es aplicable al intráneos, entonces, para todos los casos relevan-
tes, que también constituyen delitos de infracción de deber, los intraneus especialmente
obligados, serán autores.
136 Y, desde luego, no están conminados con las penas copulativamente impuestas a sujetos
activos especialmente cualificados por disposiciones que consideren a esa cualidad como
una agravante, como ocurre con la calidad de ascendiente, guardador, maestro, etc., en
los delitos sexuales (cfr., sin embargo, ya FUENSALIDA, I, 2 8 3 , citando erradamente ese
caso, como un ejemplo de pena que, recién gracias a la regla 4 a del Art. 61 quedaría
excluida para los no cualificados).

565
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

entonces, el extraneus normalmente inc. I o , del CP: la multa se conside-


será sólo cómplice). En tales casos, rará, a falta de grados inferiores en
entonces, la regla tendría un efecto la respectiva escala gradual, la pena
práctico: las penas de inhabilitación que sigue "hacia abajo" a la última
o suspensión, que típicamente acom- de cada escala. Pero, por otra par-
pañan de forma copulativa a las pri- te, en la segunda hipótesis ("por no
vativas de libertad en el marco penal ser aplicables las [penas] de inha-
de los delitos especiales propios, no se bilitación o suspensión" (ibíd., p.
extienden a los extraneus, a quienes 346) erige a la pena de multa en
sólo se aplicarían las segundas137. una pena sustituía a la de inhabili-
tación o suspensión, sin especificar
En relación con las penas acce- en qué hipótesis ello ocurriría. Para
sorias, FUENSALIDA, I, 283, destaca MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario,
que considerarlas copulativamente 346, la regla 5a parece estar refi-
conminadas con las penas princi- riéndose al caso, consignado en la
pales, aplicándoles las rebajas de regla anterior, de un interviniente
los Arts. 51 a 54, conduciría a re- en quien no concurre la "circuns-
sultados muy diversos de los que se tancia peculiar" a la que la Ley aso-
alcanzan si, en tanto penas acceso- cia una pena impuesta de forma
rias, su extensión recién se determi- copulativa con otra, interpretación
na una vez fijada la pena principal, que, en mi opinión, si se aplica a
en atención a la duración de ésta, y los delitos especiales impropios es
termina inclinándose, en definitiva, muy problemática, pues se termi-
por este segundo tratamiento, por na conminando al extraneus con
razones sistemáticas (recientemente, una nueva pena sustituía de una
MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, que nunca ha les sido conminada,
346, llegan a la misma conclusión). pero que no tiene nada de proble-
mática si se entiende que la regla
REGLA 5 A 4a se refiere únicamente al caso de
los delitos especiales impropios, y se
La regla 5 a , por una parte, re- entiende que, en este tipo de deli-
pite lo dispuesto por el Art. 60, tos, a los extraneus sí se les dirige la

137 Esta interpretación del ámbito de aplicación de la regla 4 a del Art. 61 vendría a con-
vertirse, por lo demás, en un argumento (más bien colateral, para una interpretación
sistemática) a favor de la punibilidad de los extraneus en los delitos especiales propios.

566
JAIME COUSO ART. 50

conminación penal. Para FUENSALI- d e l A r t . 6 1 , MATUS / VAN W E E Z E L ,


DA, I, 285, en cambio, la pena de Comentario, 3 4 5 - 3 4 6 , 3 7 6 , desta-
multa se establece aquí como una can, con razón, que la rebaja pro-
pena sustituta de penas de inhabili- porcional que se realiza a las penas
tación o suspensión efectivamente de multa, en atención a las formas
conminadas (lo que, sin embargo, imperfectas de ejecución y la in-
él parece entender que ocurre con tervención en calidad de cómplice
cualquier interviniente, sin atender o encubridor, sólo constituye un
a la diferencia entre sujetos cualifi- ejemplo (como, por lo demás, se
cados y no cualificados), pero cuya desprende de lo expresamente se-
aplicación efectiva puede frustrarse ñalado por la Comisión Redactora
por tratarse de "participantes [...] ai aprobar el cuadro, en la Sesión
[que] no tengan la ciudadanía ac- 136, durante la Revisación, el 13
tiva ni cargos, empleos, oficios o de mayo de 1873; v. Actas, 245),
profesiones de que puedan ser in- pues la determinación de esas pe-
habilitados o suspensos". nas tiene sus propios criterios, y
no queda sujeta a reglas rígidas
CUADRO DE APLICACIÓN PRACTICA como las que presiden la rebaja
en grado de las penas temporales
A propósito del cuadro incor- de las escalas del Art. 5 9 (v. supra,
porado por el CP a continuación Art. 6 0 ) .

Artículo 62. Las circunstancias atenuantes o agravantes se to-


marán en consideración para disminuir o aumentar la pena en los
casos y conforme a las reglas que se prescriben en los artículos
siguientes.
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, J o s é L u i s : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 9 3 a 1 0 5 " , e n POU-
TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 4 3 3 - 4 8 7 ; MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad
judicial en la determinación de la pena en caso de concurrencia de circunstancias ate-
nuantes de la responsabilidad penal?", en A A W , Informes en Derecho. Doctrina Pro-
cesal Penal 2 0 0 9 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7,
octubre de 2010; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a
73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382; RUDNICK, Carolina (2007): La compen-
sación racional de circunstancias modificatorias en ¡a determinación judicial de la pena
(Santiago, LexisNexis); VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racional de atenuantes
y agravantes en la medición judicial de la pena", en Revista Chilena de Derecho, año
1997, Vol. 24 N° 3.

567
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

COMENTARIO

Jaime Couso

LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICA- aras de la igualdad ante la Ley (MA-


TORIAS EN EL MODELO CLÁSICO SE- TUS / VAN WEEZEL, Comentario,
GUIDO POR EL CP Y PERSPECTIVAS DE 347), puede explicar que cuando en
MODIFICACIÓN Chile, más o menos recientemente,
ha existido ocasión para revisar el
Como se indicó en su momen- sistema de determinación de penas,
to (v. supra, "Comentario previo a se ha preferido mantener, en lo esen-
los Arts. 50 a 69 y 76 a 78", I), los cial, el modelo que regula con cierta
"orígenes clásicos" del CP (a los que fijeza el efecto de las "circunstancias
alude CURY, 760) se expresan de for- modificatorias" sobre los marcos pe-
ma característica en su sistema de nales determinados por la Ley para
determinación de penas, que une, cada delito (v., por ej., el Art. 47 del
a la fijación de marcos penales con Anteproyecto de CP de 2005).
mínimos y máximos, para cada deli-
to, un conjunto de reglas orientadas EFECTOS DE LAS CIRCUNSTANCIAS
a vincular fuertemente al tribunal ATENUANTES Y AGRAVANTES. MAYOR
a la Ley en la consideración de las PESO DE LAS ATENUANTES QUE LAS
circunstancias que llevan a alterar o AGRAVANTES
concretar dichos marcos, sin perjui-
cio de entregarle un cierto (reducido) El Art. 62 enuncia, de modo
margen para individualizar la pena. impreciso, el efecto de las circuns-
tancias modificatorias de respon-
Si bien este modelo "clásico" de sabilidad criminal en el proceso de
determinación de penas, en el dere- determinación de la pena. En efec-
cho comparado ha sido sustituido, to, al examinar los Arts. 65 y ss., se
en general, hace ya bastante tiempo comprueba que su efecto ordinario
por regímenes más flexibles, que esta- no siempre consiste propiamente en
blecen más bien criterios rectores, en "disminuir" o "aumentar" la pena. Si
lugar de reglas rígidas (v. ya NOVOA, los Arts. 63 y 64 deciden cuándo, y
II, 347 y ss.), seguramente el hecho respecto de qué intervinientes, esas
de que, en el intertanto, haya surgido circunstancias pueden ser siquiera
una tendencia a volver a una mayor tenidas en cuenta (con indepen-
limitación del arbitrio judicial, en dencia de cuál será, luego, su efecto
568
JAIME COUSO ART. 50

específico), las reglas de los Arts. 65 Aunque no constituye una "re-


y ss. asignan a las circunstancias gla general" propiamente, sino un
atenuantes y agravantes efectos de principio interpretativo inferido de
diversa naturaleza en el proceso de algunas reglas particulares, al exami-
determinación de la pena. Algu- nar los efectos que la Ley asigna a
nas reglas tienen por efecto alterar las atenuantes y agravantes, se pue-
el marco penal abstracto señalado de observar con claridad que los de
por la Ley al delito, rebajando o au- las primeras son más intensos que
mentando la pena (por ej., las que los de las segundas (v. CURY, 7 6 5 ;
regulan el efecto de una pluralidad en el mismo sentido, VAN WEEZEL,
de atenuantes, sin agravantes, en los 1 9 9 7 , 4 8 7 y ss.; MAÑALICH, 4 8 ) , l o
Art. 65 a 68; pero también, las reglas que tendrá importancia, entre otras
que, en el CP o en leyes especiales, materias, al efectuar la compensación
conceden a una circunstancia mo- racional de unas y otras (v. infra,
dificatoria efectos extraordinarios); Art. 66).
otras vienen a concretar dicho mar-
co (sin "aumentar" ni "disminuir" la CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS
pena), excluyendo algunos grados de DE EFECTOS ORDINARIOS Y DE EFECTOS
penalidad del marco penal abstracto EXTRAORDINARIOS
(Art. 68, inc. 2 o ), o determinando
que la pena se fije dentro de una Como se verá {infra, Arts. 65 a
mitad (el máximum o el mínimum) 68) las circunstancias modificatorias
de un grado de una pena divisible a las que la Ley señala un efecto ex-
(Art. 67, inc. 2 o ); y, por último, traordinario (como las de los Art. 72,
ciertas reglas determinan la pena 73, 400, 449, entre otros) deben
concreta (Art. 66, inc. 2 o ) o guían al considerarse, en general, de forma
tribunal en la fijación de la duración separada respecto de las que tienen
o cuantía exacta de pena (Arts. 69 y un efecto ordinario (regulado por los
70) que deba imponerse, dentro del Arts. 65 a 68). Ello nada dice sobre si
marco penal fijado por la Ley (abs- el efecto de las primeras deba operar
tracto) o resultante de las reglas an- antes o después que el de las segun-
teriores (concreto) (en general, sobre das (lo de que depende de una serie
esas reglas, y su calificación como de consideraciones; v. supra, Art. 50,
reglas de determinación legal o de "///. Orden de aplicación..."); sólo
individualización judicial de la pena, quiere decir que las diversas reglas
v. supra, "Comentario previo a los sobre los efectos ordinarios de las cir-
Arts. 50 a 69 y 76 a 78"). cunstancias modificatorias, que obli-
569
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

gan a examinar cuántas circunstan- máticamente absurdos, que justa-


cias concurren y de qué tipos son (si mente hay que evitar permitiendo
atenuantes o agravantes), se aplican, compensar racionalmente a ambas
en principio, sin tener en cuenta a las circunstancias. Una segunda situa-
circunstancias de efectos extraordina- ción sistemáticamente absurda se
rios, que producen su propio efecto, produce si una agravante de efecto
en otra instancia (sea antes o después extraordinario facultativo, consisten-
que el de aquéllas). te en la elevación de la pena en un
grado (por ej., la misma agravante
Sin embargo, en a lo menos tres especial del Art. 447, inc. 2 o ), ya
situaciones, los absurdos a los que la que el tribunal decide no dejar
conduciría esta máxima, obligan a producir tal efecto, no puede con-
efectuar una interpretación teleo- siderarse conjuntamente con una
lógica y sistemática, que sí permita agravante de efecto ordinario con la
considerar conjuntamente circuns- que concurre, para elevar la pena
tancias ordinarias y extraordinarias. en grado (en aplicación del Art. 67,
Una primera situación (identificada inc. 5 o ), caso en que, paradójica-
por R.UDNICK, 450), que será exami- mente, el tribunal, en el ejercicio de
nada con mayor detenimiento más sus facultades discrecionales, puede
abajo {infra, Art. 66), se refiere a los imponer la pena dentro del grado
casos en que concurren una circuns- original, en su máximum, o puede
tancia de efecto ordinario con una de decidir elevarla en un grado, pero
efecto extraordinario de signo opues- en este caso debe imponerla nece-
to (por ej., atenuante ordinaria con sariamente dentro del máximum
agravante extraordinaria), pero cuyo del nuevo grado de penalidad, que-
efecto es facultativo para el tribu- dándole vedado el mínimum de ese
nal, como el aumento de pena en nuevo grado de penalidad, lo que es
un grado asociado a la presencia de una restricción absurda de las facul-
la agravante especial del Art. 447, tades de individualización judicial
N° 2 o , caso en que, si el tribunal de la pena, que precisamente hay
decide no ejercer dicha facultad, la que evitar permitiendo considerar
máxima de separación total entre conjuntamente a ambas agravantes,
unas y otras, que se opondría a su para darles el efecto "ordinario" (en
compensación racional, podría privar realidad parece otro tipo de efecto
de toda eficacia a la circunstancia de "extraordinario" alternativo al del
efecto extraordinario, lo que, como Art. 447, inc. 2 o ), contemplado por
se verá, conduce a resultados siste- el Art. 67, inc. 5 o . Por último, en

570
JAIME COUSO ART. 50

una tercera situación, una interpre- un grado"138 (sentencia de la Corte


tación teleológica debe llevar a una de Apelaciones de Santiago, 18 de
conclusión similar incluso respec- marzo de 1970, RCP, XXIX, N° 1,
to de las circunstancias atenuantes enero-abril, pp. 53-54, citada por
de efecto extraordinario que no sea RUDNICK, 448-449).
de carácter facultativo, cuando su
consideración separada respecto Finalmente, y si bien no es, pro-
de una circunstancia atenuante de piamente, una circunstancia del deli-
efecto ordinario puede privar de su to, cabe destacar en este lugar que una
eficacia a las reglas sobre el efecto "circunstancia" a que la Ley atribuye
(también "extraordinario" en cierto "efectos extraordinarios", la llamada
sentido) de una pluralidad de cir- media prescripción (v. Art. 103), tiene
cunstancias atenuantes de ordina- un peculiar efecto sobre las atenuan-
rias, sin concurrencia de agravantes; tes y agravantes que pudieren haber
así lo reconoce una sentencia de la concurrido en el hecho, a saber, que,
Corte de Apelaciones de Santiago, su especial efecto atenuatorio (una
que decidió valorar conjuntamen- rebaja obligatoria de pena, según
te, en un determinado caso, la ate- GUZMÁN DALBORA, Comentario, 4 8 4 ,
nuante extraordinaria de minoría como consecuencia de que el hecho
de edad, del Art. 72 (derogada por se supone revestido de dos o más
la Ley N° 20.084, sobre Responsa- atenuantes muy calificadas y de nin-
bilidad Penal del Adolescente, que guna agravante) "excluye cualquier
estableció una rebaja similar en su proceso de calificación de las cir-
Art. 21), con la atenuante ordinaria cunstancias modificatorias por parte
de "irreprochable conducta ante- del juez" (MATUS / VAN WEEZEL, Co-
rior", para dar a esa dupla de ate- mentario, 370, refiriéndose a las cir-
nuantes el efecto del Art. 68, inc. cunstancias propiamente concurren-
3 o , pues "de no interpretarse así, tes en el hecho), lo que tiene especial
resultaría más favorable al reo tener importancia para las agravantes, que
dos atenuantes comunes y no una son "aniquiladas" por el efecto de la
de esta clase y otra tan calificada media prescripción (GUZMÁN DALBO-
que de por sí rebajaría la pena en RA, Comentario, 484).

138 En efecto, dos atenuantes comunes, por efecto del Art. 68, inc. 3 o , pueden llevar a una
rebaja de hasta tres grados, mientras que una atenuante extraordinaria, como la antigua
atenuante de minoría de edad del Art. 7 2 , reduce la pena en un grado, y la atenuante
ordinaria que resta sólo tendría el efecto de forzar imponer la pena en su mínimum.

571
ART. 51 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Artículo 6 3 . No producen el efecto de aumentar la pena las


circunstancias agravantes que por sí mismas constituyen un delito
especialmente penado por la ley, o que ésta haya expresado al des-
cribirlo y penarlo.
Tampoco lo producen aquellas circunstancias agravantes de tal
manera inherentes al delito que sin la concurrencia de ellas no
puede cometerse.
BIBLIOGRAFÍA: MATOS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 2 3 - 3 8 2 .

COMENTARIO

Jaime Couso

ALCANCE. PROHIBICIÓN DE DO- se traduce, por ej., en la prohibición


BLE VALORACIÓN de que un solo hecho dé lugar a dos
o más circunstancias modificato-
Como lo destacan MATUS / VAN rias diversas (MATUS / VAN WEEZEL,
W E E Z E L , Comentario, 350, esta 350 139 , citando en este último sen-
disposición representa la "principal tido una sentencia de la Corte Su-
fuente positiva de la llamada prohi- prema, de 19 de octubre de 1993,
bición de doble valoración, que es en RDJ 1992:229; los autores ex-
un corolario del principio non bis tienden, además, el principio tam-
in idem", conforme al cual el tribu- bién a las atenuantes, citando, en tal
nal no puede tomar en cuenta, para sentido, una sentencia de la C. de
determinar la pena, circunstancias Chillán, de 3 de mayo de 1955, en
agravantes que ya están considera- G T 1944-1,43-238).
das por el legislador al tipificar la
conducta, o que "afectan a todos Sin perjuicio de ese alcance más
los delitos de la misma naturaleza" general que puede desprenderse de
y que, con el carácter de una regla esta disposición, a continuación se
de interpretación e integración ana- examinan los casos expresamente re-
lógica de alcance general, también gulados por ella.

135 La negrilla y la cursiva están en el original.

572
JAIME COUSO ART. 50

AGRAVANTES QUE "POR SÍ MISMAS delitos que entran en concurso, y no


CONSTITUYEN UN DELITO ESPECIAL- la agravante); 4a -"aumentar delibe-
MENTE PENADO POR LA LEY" radamente el mal del delito causan-
do otros males [...]"— cuando estos
Fuera del caso más común- males precisamente constituyan un
mente citado por la doctrina, el de delito en sí mismos; 9a -emplear
la circunstancia 14 a , 2a parte, del medios o hacer concurrir circuns-
Art. 12 -cometer el delito después tancias que añadan ignominia al
de haber quebrantado la condena-, hecho— cuando con ello se incurra
que siempre constituye un delito es- ya en el delito de injurias (v. CURY,
pecialmente penado por la Ley en el 765); 19 a -ejecutar el hecho por
Art. 90 del CP, de modo que nunca medio de fractura o escalamiento
podrá tener efecto como agravante de lugar cerrado- cuando con ello
(cfr., por todos, CURY, 765; de otra se cometa precisamente el delito de
opinión, en principio, NOVOA, I I , daños o de violación de morada (ET-
80, si bien en p. 369 coincide en CHEBERRY, II, 179); y 14 a , primera
el resultado - l o que suele ser pasa- parte -cometer el delito mientras se
do por alto, cuando se cita su opi- cumple una condena- cuando, en
nión- de que la circunstancia 14a las situaciones de los inc. 2o y 3o del
del Art. 12 "no producirá el efecto Art. 91, la regulación vaya más allá
de aumentar la pena para el que ha de la mera determinación del orden
recibido una pena especialmente en que se cumplirán las penas por el
señalada por la ley, conforme a las anterior y el nuevo delito, traducién-
reglas del Art. 90, por quebran- dose en una verdadera exasperación
tamiento de condena, de acuerdo de la pena correspondiente al delito
con lo dispuesto por el Art. 63 del que se encontraba cumpliendo (en
C. Penal"), la disposición también ese sentido, MATUS / VAN WEEZEL,
tiene eficacia para prohibir la ¿ioble Comentario, 351).
valoración típicamente, por ej., de las
circunstancias: 3a -cometer el deli- En la jurisprudencia reciente,
to por medio de incendio, estragos, un fallo de la Corte de Apelaciones
etc.- que, precisamente serían cons- de Concepción (Rol N° 197-2007,
titutivas de tales delitos (conclusión de 6 de julio de 2007, Ministerio
que, según observa NOVOA, I I , 99- Público con Yimy Harry Valenzue-
100, es tan evidente, que la regla es la Villegas; Cristian Wladimir Pa-
innecesaria, incluso errónea, pues rra Soto, N° ID LegalPublishing:
en tai caso sólo se verifican los dos 36709) confirma la tesis de que
573
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

la circunstancia 14a, 2a parte, del guiente hipótesis de aplicación del


Art. 12 -cometer el delito después Art. 63: la de las agravantes que la
de haber quebrantado la condena- Ley "haya expresado al describirlo y
no puede agravar la pena del delito penarlo [al delito]", sin perjuicio de
cometido tras el quebrantamiento, que todavía es una cuestión discuti-
en la medida que el quebrantamien- ble el presupuesto de todo el razona-
to constituye un delito especialmen- miento: que hay ciertas lesiones que
te penado por la ley. El mismo fallo "clínicamente" deben considerarse
admite, en cambio, la posibilidad de leves y que, sólo por el contexto
agravar la pena por la circunstancia de violencia intrafamiliar se trans-
14A, primera parte -cometer el deli- forman en menos graves; cfr., sin
to mientras se cumple una condena- embargo, en ese sentido, POLITOFF
ai condenado que vuelve a delinquir / MATUS / RAMÍREZ, P E , 1 2 0 y, so-
en esa circunstancia, sin haber in- bre la discusión, más en general, cfr.
currido en quebrantamiento de la GARRIDO, I I I , 1 6 8 y ss.).
condena que cumplía, pues en tal
caso la circunstancia no constituye En los casos a que alude esta
un delito especialmente penado por primera hipótesis de aplicación del
la ley También pretende subsumir Art. 63, desaparecido el efecto agra-
en esta hipótesis de aplicación del vatorio que la circunstancia modifi-
Art. 63, la Corte de Apelaciones de catoria de la responsabilidad penal
Valparaíso (Rol N° 922-2007, de excluida habría tenido sobre un
28 de septiembre de 2007 [nuli- determinado delito, este delito en-
dad penal], N° ID LegalPublishing: tra en concurso con el delito cons-
37346) la situación que se da cuan- tituido por dicha circunstancia. La
do la circunstancia de que las lesio- decisión de qué tipo de concurso se
nes se cometan en el contexto de presenta se debe adoptar conforme a
violencia intrafamiliar obliga a con- las reglas generales (v. infra, Arts. 74
sidera como "lesiones menos graves" y 75, y "Comentario previo a los
(del Art. 399) a unas que "clínica- Arts. 74 y 75"). Con todo, cuan-
mente" cabría considerar como "le- do la relación entre ambos delitos
ves" (del Art. 494, N° 5 o ), lo que se resuelve a través de un concurso
justamente excluye la posibilidad aparente de leyes penales por consun-
de volver a tomarla en cuenta como ción, podría objetarse que no viene
agravante especial del Art. 400 (en al caso la regla del Art. 63, pues, de
mi opinión, en realidad la situación tomarse en cuenta la circunstancia
sería más bien encuadrable en la si- agravante, no se la estaría valoran-

574
JAIME COUSO ART. 50

do dos veces (como delito y como ciden con las modalidades que han
agravante), sino una sola vez (como sido elevadas a la categoría de agra-
agravante), y que, en esa medida, vantes genéricas, por el Art. 12.
esa circunstancia, bajo las circuns-
tancias que conducen a resolver un En el caso de las figuras califica-
concurso de leyes por consunción, das que consideran una pluralidad de
no constituiría "un delito especial- hipótesis calificantes, bajo la estruc-
mente penado por la ley" en el caso tura de un delito, la prohibición de
concreto; sin embargo, ese no será doble valoración incluso se extiende
el caso si, en la determinación de a las circunstancias calificantes que
pena del delito que absorbe al otro, quedan como "residuo" (por ej., el
se tiene en cuenta el desvalor de este actuar "por premio o promesa remu-
último, especialmente al aplicar el neratoria", en el homicidio), luego de
Art. 69 (o en su caso, el Art. 70). que otra calificante ya ha fundamen-
tado la existencia de la figura califica-
AGRAVANTES QUE LA LEY HAYA da (por ej., la alevosía), de modo que
EXPRESADO AL DESCRIBIR Y PENAR EL no cabe dar a la primera el efecto de
DELITO una agravante genérica, a efectos del
Art. 68, para determinar en concreto
Esta hipótesis se da, caracterís- la pena por el delito de homicidio ca-
ticamente, en los tipos complejos lificado (así, ya POLITOFF / GRISOLÍA /
(robo con fuerza, por escalamiento, BUSTOS, 1 1 5 ; v. también, por todos,
por ej., del Art. 440 del CP), califi- ETCHEBERRY, I I , 1 8 0 y I I I , 5 3 ) .
cados (parricidio, del Art. 390; ho-
micidio alevoso, del Art. 391, N° 1 AGRAVANTES DE TAL MANERA
circunstancia primera) o agravados INHERENTES AL DELITO QUE SIN LA
(acción de impedir el ejercicio de CONCURRENCIA DE ELLAS NO PUEDE
un culto, agravada por cometerse COMETERSE
en un "lugar destinado a él", en el
Art. 139, N° I o ) que incluyen en su Según ETCHEBERRY, la inherencia
descripción una referencia a moda- puede derivar, ya sea de la estructura
lidades de comisión relativamente misma del delito que necesariamente
más circunstanciada que los tipos supone la presencia de la circunstan-
más simples de la Parte Especial cia, como la apropiación indebida
(como el hurto, el homicidio simple que no puede cometerse sin abuso
o la figura básica del Art. 138), al- de confianza (ETCHEBERRY, I I , 1 8 0 )
gunas de las cuales justamente coin- o el infanticidio que no podría sino
575
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ser alevoso ( C U R Y , 7 6 6 ) , ya del hecho miento antijurídico de los hechores


que "las particulares circunstancias en el tipo penal de robo con violencia
del hecho hacen imposible la comi- e intimidación en las personas, con
sión del delito sin la circunstancia las consecuencias que tal subsunción
en cuestión", como en el homicidio acarrea en la entidad de la pena [...]
de un niño de pocos meses de edad, en consecuencia, no puede valorarse
que tampoco puede cometerse sin esa circunstancia fáctica determinan-
alevosía (ETCHEBERRY, loe. cit.; C U R Y , te para la adecuación típica de los he-
loe. cit.; lo que, en mi opinión, es chos y por tanto, inherente al delito
discutible, pues es perfectamente establecido por segunda vez y ahora
imaginable una alevosía consistente para agravar la pena correspondiente
en alejar deliberadamente del niño a [...]") (en el mismo sentido, la sen-
quienes lo custodian y protegen, para tencia de la Corte de Apelaciones de
así obrar sobre seguro140). Valparaíso, Rol N° 1559-2006, de
21 de febrero de 2007, Felipe Reta-
En la jurisprudencia, la Corte males Jiménez y otros con Tribunal
Suprema ha reconocido la inherencia Oral en lo Penal de Valparaíso [nuli-
de una circunstancia agravante (la dad penal], N° ID LegalPublishing:
del inc. 2o del Art. 450) consistente 35967, corte que, en cambio, en la
en un medio de comisión -el uso de sentencia Rol N° 631-2007, de 17
armas— que, bajo las circunstancias de enero de 2008, Ministerio Públi-
particulares, precisamente fue nece- co con Esteban Massry Astudillo; Pa-
sario para configurar el delito como blo Maturana Vargas; Luis Gutiérrez
un robo con intimidación (en sen- Pereira; Luis Bustamante Soto; Pa-
tencia Rol N° 6582-2010, de fecha blo García Aravena [nulidad penal],
25 de octubre de 2010, Ministerio N° ID LegalPublishing: 38241, nie-
Público y otro con Jonathan Mauri- ga al inherencia del porte de armas
cio Figueroa Figueroa y otros, N° ID en el delito de secuestro, en la me-
LegalPublishing: 46884: "el uso de dida que para su mantención en el
armas [...] en este caso concreto, ha tiempo no es necesario dicho porte).
permitido encuadrar el comporta- La propia Corte Suprema también

140 Por cierto, lo propio es imaginable en el caso del infanticidio, pero la agravante-
calificante de alevosía de todos m o d o s sería ineficaz, en atención a que el privilegio
establecido para el infanticidio precisamente viene a desplazando las figuras calificadas
de parricidio y homicidio calificado (v. infra, "Comentario previo a los Arts. 74 y 7 5 " ,
sobre el concurso aparente de leyes y el principio de alternatividad).

576
JAIME COUSO ART. 50

ha afirmado la inherencia de la agra- posible sostener que la pluralidad de


vante especial del inc. 4o del N° 4 del sujetos activos en esta clase de injus-
Art. 97 del Código Tributario -uso tos sea de tal forma inherente que sin
malicioso de facturas u otros docu- ella no pueda realizarse la conducta
mentos falsos- en la comisión de abusiva [...] es perfectamente dable
los delitos tributarios de los incs. 1° la existencia del injusto con la con-
(declaración maliciosamente incom- fluencia singular o plural, tanto de
pleta o falsa, que pueda inducir a la ofendidos como de victimarios"- si
liquidación de un impuesto inferior bien, casi obiter dictum, deja abier-
al que corresponde) y 2o (maniobras ta la puerta a la consideración de
maliciosas tendientes a aumentar el circunstancias particulares en que
verdadero monto de los créditos) del la pluralidad podría ser inherente a
N° 4 del Art. 97 del mismo Códi- la intimidación: "[d]e otro lado, es
go (en sentencia de casación en el dable acotar que la calificante del
fondo, Rol N° 7222-2008, de 20 de delito no fue esta circunstancia sino
octubre de 2009, N° ID LegalPublis- el que los sujetos activos golpearan a
hing: 42674, dando por reproduci- la víctima para vencer su resistencia,
do en respectivo considerando de la luego de ser intimidada con un en-
sentencia recurrida, de la Corte de vase de spray que portaba uno de los
Apelaciones de Santiago). agresores", dando a entender que si
el delito se hubiese calificado -como
En cambio, la Corte Suprema robo con intimidación- precisamen-
ha rechazado la inherencia de la cir- te en atención a que la pluralidad de
cunstancia agravante de "pluralidad malhechores sirvió para intimidar, la
de malhechores", del Artículo 456 conclusión podría ser diferente, lo
bis, N° 3, en el delito de robo con que sería más consistente con la de-
intimidación y violencia en las per- cisión de la misma Corte Suprema,
sonas, en un caso en que la defensa recién citada, que reconoció la in-
reclamaba que dicha circunstancia, herencia del uso de armas, circuns-
en el caso concreto, era precisamente tancia que tampoco es inherente en
necesaria para intimidar (sentencia abstracto —cabe intimidar de otras
Rol N° 9607-2009, de fecha 25 de formas-, sino en concreto, cuando
agosto de 2010, N° ID LegalPublis- ésa fue la forma de intimidar; cfr.
hing: 45568, con una argumenta- también la sentencia de nulidad de
ción que, en principio, ya abandona la Corte de Apelaciones de Ranca-
el análisis de la inherencia bajo las gua, Rol N° 281-2007, de 9 de agos-
circunstancias particulares -"no es to de 2007, N° ID LegalPublishing

577
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

36985, que niega la inherencia de de edad (en sentencia de casación,


la pluralidad de malhechores en un Rol N° 164-2006, de 6 de marzo
robo por sorpresa porque "que sea de 2007, N° ID LegalPublishing:
inherente al ilícito se refiere que la 36127, validando la decisión, en el
conducta típica misma no pueda co- mismo sentido, de la Corte de Ape-
meterse sin él; mas no que la manera laciones de San Miguel, que, en cam-
concreta de comisión elegida por los bio, sí reconoció la inherencia, en el
hechores requiera ese elemento [...] mismo hecho, de la agravante 6a del
de lo contrario la pluralidad de mal- Art. 12, de abuso de la superioridad
hechores caería como agravante en la de fuerzas del delincuente).
mayoría de los casos; así, por ejem-
plo, si en un robo con intimidación Por último, en la jurisprudencia
la coacción moral consiste precisa- más antigua también se ha recono-
mente en la participación de varios cido la inherencia de una circuns-
sujetos, lo que demuestra a la vícti- tancia agravante, en las particulares
ma la imposibilidad de toda defensa, circunstancias en que se ha cometido
esa pluralidad no podría considerar- el hecho, incluso tratándose de cir-
se como agravante", razonamiento, cunstancias agravantes basadas en
este último, tanto menos atendible características personales del agente
si se recuerda que la pluralidad de (como "ser reincidente") o de cir-
malhechores es una circunstancia cunstancias que, en parte, se basan
agravante para los hurtos y robos, en en cualidades personales y, en parte,
general, y no precisamente para los en actitudes subjetivas (como abusar
robos con violencia e intimidación el funcionario de una empresa de la
en las personas, a los que, de todos confianza que se le dispensaba) (v. la
modos, la tesis contraría todavía de- sentencia de la Corte Suprema, de
jaría un margen de aplicación cuan- 4 de noviembre de 1957, en RDJ
do, la mayor indefensión provocada 1 9 5 7 : 4 9 3 , citada por MATUS / VAN
por tal circunstancia, se suma a otro W E E Z E L , Comentario, 3 5 3 , y la juris-
medio que constituya la violencia o prudencia reseñada por ETCHEBERRY,
intimidación, como parece sugerir la DPJ II, 202), tesis a la que se opone
sentencia de la Corte Suprema, re- CURY, 7 6 6 - 7 6 7 , pues estas agravantes
cién citada). También ha negado la expresan, necesariamente, la voluntad
Corte Suprema la inherencia de la clara de la Ley de darles eficacia, aun
agravante 7a del Art. 12, de abuso cuando quien reúne esas cualidades
de confianza, en la comisión de una no pueda sino cometer el delito con
violación de una menor de 4 años ellas (como el reincidente).

578
JAIME COUSO ART. 50

Artículo 6 4 . Las circunstancias atenuantes o agravantes que


consistan en la disposición moral del delincuente, en sus relacio-
nes particulares con el ofendido o en otra causa personal, servirán
para atenuar o agravar la responsabilidad de sólo aquellos autores,
cómplices o encubridores en quienes concurran.
Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los
medios empleados para realizarlo, servirán para atenuar o agravar
la responsabilidad únicamente de los que tuvieren conocimiento
de ellas antes o en el m o m e n t o de la acción o de su cooperación
para el delito.
BIBLIOGRAFÍA: CURY,Enrique ( 1 9 8 8 ) , Derecho Penal Parte General (tomos I y II), 2 O edición,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago (cit.: Cury, 2° ed.); GRISOLÍA, Francisco (1976): "La
comunicabilidad en los delitos de malversación y fraude", en RCP, (tomo XXXIV, N° 1,
1 9 7 6 ) ; MATUS, J e a n P i e r r e / VAN WEEZEL, A l e x : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 50 a 7 3 " , en POU-
Comentario, pp. 3 2 3 - 3 8 2 ;
TOFF / ORTIZ, VAN WEEZEL, Alex (2007), Delitos tributarios, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago 2007.

COMENTARIO

Jaime Couso

OBJETO Y ALCANCE DE LAS REGLAS de la pena de aquellos intervinientes


que tengan las calidades, la disposición
El objeto directo de las reglas es- moral o las especiales relaciones con el
tablecidas por esta disposición es la de- ofendido, exigidas, en cada caso, por
terminación de las condiciones bajo las el respectivo tipo penal (efecto que,
cuales las circunstancias modificatorias en materia de relación entre autor y
atenúan o agravan la responsabilidad partícipes, se suele denominar "inco-
de los diversos intervinientes en un municabilidad" de las circunstancias
delito. Y si bien es debatida la cuestión personales, v. Art. 14); mientras que
de a qué circunstancias se aplican tales las circunstancias "objetivas" o "reales"
reglas, lo es menos la explicación del deben considerarse en la determina-
efecto de cada una de ellas, en los casos ción de la pena de todos los intervi-
en que sean aplicables: las circunstan- nientes, a condición de que hayan te-
cias "subjetivas" o "personales" sólo de- nido conocimiento de que el hecho se
ben considerarse en la determinación ejecutaba bajo esas circunstancias. Aun
579
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

así, sobre este segundo efecto sí se ha en el momento [...] de su cooperación


discutido si basta con el conocimiento, para el delito").
o si se requiere, además, del elemento
volitivo del dolo: para CURY, 5 0 1 , es En todo caso, sin perjuicio de
necesario que el interviniente conozca su objeto directo de regulación, al
y, además, quiera la concurrencia de la Art. 64 (inc. 2 o ) se le reconoce un
circunstancia; mientras que para MA- alcance mayor, apreciándose en él
TUS / VAN WEEZEL, Comentario, 3 5 8 , una exigencia jurídico-positiva del
el Art. 64 sólo exige conocimiento por elemento intelectual (conocimiento)
parte del interviniente, si bien dicho del dolo, de carácter general, esto es,
conocimiento que debe probarse po- extensible a todos los elementos del
sitivamente ("si no se prueba positiva- tipo penal, y no únicamente respec-
mente [...] que el interviniente tuvo to de las "circunstancias" atenuantes
conocimiento de la circunstancia que y agravantes (así lo entiende CURY,
se le pretende imputar, tal circunstan- 309, a fortiori, aplicando la exigen-
cia no puede surtir efecto en su contra", cia de conocimiento, establecida en
siguiendo en este punto a NOVOA, II, el inc. 2 o , a elementos del tipo que
103), lo que no parece regir respecto no consisten en "circunstancias"), lo
de "intensificaciones de resultado" que que a su vez lleva a conceder rele-
constituyan circunstancias agravantes vancia al error de tipo.
(como cometer el hecho en la morada
del ofendido o mediante fractura de CONCEPTO DE "CIRCUNSTANCIAS"
lugar cerrado), caso en que para estos Y su EXTENSIÓN
autores bastaría la previsibilidad de tal
circunstancia (MATUS / VAN WEEZEL, En la actualidad parece ser do-
Comentario, 358, citando un fallo de minante la opinión de que las reglas
la Corte de Apelaciones de Valparaíso, establecidas en el Art. 64 se aplican
de 11 de octubre de 1957, en RDJ tanto a las atenuantes y agravantes,
1957: 454, tesis que no parece conci- por una parte, como a las privile-
liable con el tenor literal del Art. 64, giantes y calificantes, por la otra
inc. 2 o , que exige, para comunicar (coinciden en que unas y otras son
tales circunstancias, que los partícipes "circunstancias", CURY, 646-647 141 ;
"tuvieren conocimiento de ellas antes o ETCHEBERRY, I I , 8 3 ; POLITOFF / GRI-

141 En cambio, en CURY, 2A ed. II, 232), su argumentación a favor de la incomunicabilidad


de "las cualidades personales que determinan la punibilidad misma de la conducta - e n

580
JAIME COUSO ART. 50

y, desarrollando
SOLÍA / BUSTOS, 1 0 0 , Sesión N° 116, de la Revisación, v.
ese planteamiento en otro contexto, Actas, 212). También serían incomu-
GRISOLÍA, 3 7 , n . 8 6 , c i t . p o r CURY, nicables, por ello, ciertas circunstan-
2 ed., II, 232 n. 45; coinciden en cias (calificantes) especiales, como la
O

el resultado MATUS / VAN WEEZEL, calidad de funcionario público en los


Comentario, 355, si bien entienden delitos especiales impropios, aunque
que ello deriva de una aplicación la jurisprudencia está dividida sobre
"analógica", no directa, del Art. 64 este punto (v. MATUS / VAN WEEZEL,
a las calificantes y privilegiantes; en Comentario, 357; cfr. también, re-
cambio, para GARRIDO, I I , 4 3 1 - 4 3 3 , cientemente, la sentencia de la Corte
derechamente las calificantes y pri- Suprema, Rol N° N° 2321-2007,
vilegiantes no son "circunstancias" y de 19 de mayo de 2008 [casación
quedan fuera de la regla del Art. 64, en el fondo], Fisco de Chile y otros
planteamiento materialmente coin- con Carlos Cruz Lorenzen y otros,
cidente en este punto con el que sos- N° ID LegalPublishing: 38917, dic-
tuviera NOVOA, I I , 2 1 1 y ss.). Con- tada en una conocida causa con im-
secuentemente con ello, la opinión plicancias políticas para la coalición
dominante considera, por ej., como entonces gobernante, en la que la
una "circunstancia" (personal) sujeta Segunda Sala se pronunció, en de-
a la regla de incomunicabilidad, al cisión dividida de tres votos contra
parentesco en el parricidio (en con- dos, a favor de la comunicabilidad de
tra, GARRIDO, I I I , 8 4 - 8 5 , para quien las circunstancias personales, en los
no es circunstancia sino elemento
delitos especiales impropios, en este
de una figura típica autónoma; para
caso, un fraude al fisco, del Art. 239;
ETCHEBERRY, I I I , 6 8 , en cambio, del
tesis rechazada por algunas decisio-
hecho que el parricidio sea una figura
nes de Cortes de apelaciones, como
autónoma, no se sigue que el paren-
la sentencia de apelación de la Cor-
tesco deje de ser una "circunstancia",
te de Apelaciones de Valparaíso, Rol
como lo era para la Comisión Redac-
N° 3235-2003, de 12 de septiembre
tora, al referirse al caso del error en
de 2007, N° ID LegalPublishing:
la persona, del Art. I O , inc. 3O, en la
38107, que rechaza la comunicabi-

Continuación nota 141

el caso de los "delitos especiales propios"- no se fundaba en un argumento de texto


que pretendiese que tales cualidades cupiesen dentro del concepto de "circunstancias",
sino en una aplicación del Art. 64 a fortiori (tesis que abandonó con posterioridad, v.
CURY, 6 4 7 ) .

581
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

lidad de la calidad de empleado pú- consecuentemente con su punto de


blico, en el delito de fraude al fisco, vista inicial, la comunicabilidad de
castigando al extraneus por estafa). estos elementos, GARRIDO, II, 4 3 2 -
4 3 3 ; y NOVOA, I I , 2 1 1 y s s . ) . E n l a
En cambio, según la opinión jurisprudencia, el mismo criterio
todavía dominante en la doctrina, sostiene, por ej., la Corte de Apela-
la regla del Art. 64 no se extende- ciones de Santiago (en la sentencia
ría a las circunstancias (o "elemen- de apelación Rol N ° 2 3 . 0 1 5 , de 2 8
tos") que no se limitan a "agravar" o de octubre de 2 0 0 5 , Consejo de De-
"atenuar" la responsabilidad penal, fensa del Estado con Rosa Ximena
sino que fundamentan la punibi- Salas Wenzel; Alfredo Ernesto Gon-
lidad del delito (CURY, 647; ET- zález Leiva; Hugo Salas Wenzel;
CHEBERRY, II, 83-84; coinciden en Mauricio Francisco Tocornal Ries-
el resultado MATUS / VAN W E E Z E L , co, N ° ID LegalPublishing: 3 5 8 9 7 ) ,
Comentario, 355, para quienes en afirmando la comunicabilidad de la
este caso no se justifica la aplicación calidad especial requerida por los
analógica de la regla, sin embargo, delitos especiales propios, en este caso,
en 357, al listar las circunstancias el delito de negociación incompati-
"que consisten en relaciones parti- ble (Art. 2 4 0 ) .
culares del delincuente con el ofen-
dido" incluyen -sin mencionar la ATENUANTES Y AGRAVANTES PERSO-
circunstancia— "los delitos asociados NALES/SUBJETIVAS Y REALES/OBJETIVAS
a infracciones de deberes específicos, y
especialmente los delitos de propia La aplicación de una u otra re-
mano, p. ej., el perjurio (Art. 210) gla del Art. 64 depende de la natu-
y la prevaricación (Art. 223)", im- raleza subjetiva/personal u objetiva/
plicando con ello que la calidad de real de la respectiva circunstancia
persona que declara bajo juramento atenuante y agravante. Un análisis
o promesa y la de juez serían inco- caso a caso no corresponde en este
municables142; también defienden, lugar, pero sí una referencia general

142 C o i n c i d i e n d o c o n e s t a s e g u n d a p o s t u r a , POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 2 4 - 4 2 5 ,


defienden la comunicabilidad de la cualidad especial en los delitos especiales propios,
como la prevaricación; en cambio, coincidiendo con la primera afirmación del texto
principal, parece acoger la tesis de la incomunicabilidad en los delitos especiales propios
- s i bien en un pasaje sólo destinado a "resumir la discusión" sobre el asunto en Chile-,
VAN W E E Z E L , 2 0 0 7 , 1 1 4 Y s s .

582
JAIME COUSO ART. 50

a los problemas que suelen tratarse hace comunicables a quienes tuvieron


al hacer ese análisis. conocimiento de ellas, conforme al
A N . 6 4 del C P (NOVOA, I I , 1 0 2 , 1 4 ,
En primer lugar, según doctrina 17). En mi opinión, es perfectamente
mayoritaria, no existen atenuantes plausible que en una causal de justifi-
reales, sino sólo agravantes reales. Se- cación en la que falta un requisito ob-
gún CURY, la atenuante de eximente jetivo pueda apreciarse una disminu-
incompleta es personal o "subjetiva" ción del injusto del hecho, que deba
incluso si se trata de una justificante ser considerada como una atenuante
incompleta, pues éstas disminuyen la objetiva, para todo interviniente que
culpabilidad (v. CURY, 4 7 5 ) . En contra tuviere conocimiento de tal circuns-
de esa opinión se manifiesta NOVOA, tancia; tal sería el caso de quien entrega
ya porque hay circunstancias referi- el arma, constitutiva de un medio que
das a hechos anteriores o posteriores racionalmente no era necesario (por
al momento de comisión, de modo existir otro menos perjudicial), para
que mal podrían afectar la culpabili- que el agredido se defienda en contra
dad, pero también porque algunas cir- de una agresión ilegítima, no provo-
cunstancias, como eximente incom- cada (en cambio en el caso del tercero
pleta de legítima defensa propia (en que entrega el arma con que se defien-
que hubo provocación suficiente o en de quien provocó suficientemente la
que el medio empleado no era racio- agresión, en lugar de una complicidad
nalmente necesario) o de terceros (en con responsabilidad atenuada, debe
que concurrían motivos ilegítimos), apreciarse una legítima defensa de ter-
sí se fundarían en una justificación ceros plena, si quien entrega el arma
incompleta (coincide, en este punto, no ha participado de la provocación,
GARRIDO, I, 1 8 7 y n. 7 , si bien sin lle- tal como se desprende del tenor literal
gar a deducir de ello -por lo menos, del N° 5o del Art. 10 -aplicable tam-
no explícitamente- que las justifican- bién a los casos del numeral 6 o - : "en
tes incompletas sean circunstancias caso de haber precedido provocación
objetivas, comunicables), lo que les de parte del acometido, no tuviere
confiere una naturaleza objetiva, y las participación en ella el defensor"143; lo

143 Lo que demostraría que la antijuridicidad o justificación no depende sólo del desvalor/
valor de resultado - q u e es igual para quien se defiende como para el tercero- sino tam-
bién del desvalor/valor de acción - q u e podría ser distinto: uno se defiende injustamente
por haber provocado la agresión, el otro defiende a un tercero de forma justificada, no
habiendo participado de la provocación-.

583
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

propio podría decirse de quien presta Ley asocia a las mismas, con inde-
el arma a quien defiende a un terce- pendencia de si esas circunstancias
ro impulsado por motivos ilegítimos, sólo tienen existencia en la psique
si aquél, a diferencia del defensor, no del autor (como podría ser la pre-
actúa impulsado por ese tipo de mo- meditación) o si, como suele ocurrir,
tivos). consisten en una especial relación
subjetiva del autor (típicamente,
En segundo lugar, a las dis- el hecho de que se motivó a actuar
crepancias referidas a la naturaleza especialmente por ello) con un ob-
personal o real de determinadas jeto real, que existe fuera de la psi-
circunstancias, se añade la cuestión que del autor (por ej., la seguridad
de si hay algunas que puedan ca- que objetivamente le proporcionan
lificarse de "mixtas" o "subjetivas- las condiciones en que decide ac-
objetivas" (en ese sentido, ETCHE- tuar, o la confianza que realmente
BERRY, II, 43; GARRIDO, I, 207, la víctima le tiene, o el carácter pú-
ambos asignando ese carácter, tanto blico que detenta); de modo que en
al ensañamiento como a la alevosía', todos esos casos, la solución de la
en contra, CURY, 518, sosteniendo, incomunicabilidad es la que mejor
en la práctica, que una circunstan- se compadece con la ratio legis, lo
cia que tenga elementos objetivos y que se logra, del mismo modo, si
subjetivos -como la alevosía- debe se entiende que es subjetiva o perso-
ser tratada como subjetiva), así nal toda circunstancia que, siquie-
como la del tratamiento que les de- ra en parte, conste de un elemento
bería corresponder (si acaso quedan subjetivo especial (que vaya más
sujetas a la regla de las circunstan- allá del dolo) (como parece ser el
cias subjetivas/personales o si a la planteamiento de CURY, si se toma
de las objetivas/reales, es algo que el ejemplo de la alevosía), o si se
no llega a plantearse por quienes entiende que, siendo en tal caso de
reconocen esta tercera categoría). naturaleza mixta, también se aplica
En mi opinión, de lo que se trata la regla de la incomunicabilidad a
para la regla del Art. 64, inc. 2O, es las circunstancia que precisamente
que no se impute a un intervinien- pueden calificarse de tales (como
te que no tiene relación particular podrían concluirlo ETCHEBERRY y
con el ofendido, la disposición de GARRIDO, si se decidiesen por dar
ánimo, o la calidad personal, que ese tratamiento a las circunstancias
concurren en otro, las consecuen- mixtas -como la alevosía y ensaña-
cias agravatorias de la pena que la miento-).

584
JAIME COUSO ART. 50

Artículo 6 5 . Cuando la Ley señala una sola pena indivisible, la


aplicará el tribunal sin consideración a las circunstancias agravan-
tes que concurran en el hecho. Pero si hay dos o más circunstancias
atenuantes y no concurre ninguna agravante, podrá aplicar la pena
inmediatamente inferior en uno o dos grados.
BIBLIOGRAFÍA: MAÑALICH, Juan Pablo ( 2 0 0 5 ) , "Determinación de pena", en Revista de Derecho
de ¡a Universidad Adolfo Ibáñez, N ° 2 ; MAÑALICH, Juan Pablo ( 2 0 1 0 ) , "¿Discrecionalidad
judicial en la determinación de la pena en caso de concurrencia de circunstancias ate-
nuantes de la responsabilidad penal?", en A A W , Informes en Derecho. Doctrina Procesal
Penal 2 0 0 9 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, octubre
de 2010; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 2 3 - 3 8 2 .

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES da en 1972 por la Ley N° 17.727,


que aumentó de uno a dos los
La disposición fue tomada del grados que pueden rebajarse por
CP español, con una importante concurrencia de pluralidad de ate-
innovación: a diferencia de éste, nuantes, sin agravantes, y eliminó
que no reconocía efecto alguno la referencia al caso en que concu-
a las circunstancias atenuantes o rra una atenuante "muy calificada"
agravantes que concurriesen en el (hipótesis que, en el texto original
hecho cuando la pena señalada por del CP, producía el mismo efecto:
la Ley consistía en una sola indi- entregar al tribunal la facultad de
visible, el CP chileno permitió la rebajar la pena en un grado), por
rebaja en un grado para el caso de ser innecesaria desde que la mis-
concurrir "dos o más circunstancias ma Ley estableció la regla general
atenuantes o una mui calificada" del Art. 68 bis, que permite la re-
(FUENSALIDA, I, 296 y ss., crítica- baja en un grado cuando concurra
mente, por considerar preferible, una atenuante muy calificada, para
atendida la gravedad de los pocos cualquiera de los casos regulados
delitos que eran castigados con una en los Arts. 65 y ss., y no sólo para
sola pena indivisible, la norma espa- esta disposición (v. también MATUS
ñola). Posteriormente fue modifica- / VAN W E E Z E L , Comentario, 3 5 8 ) .

585
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ÁMBITO DE APLICACIÓN Y EFECTO vínculos de parentesco considerados


DE LA REGLA por aquel tipo (lo que constituiría
un concurso ideal homogéneo, v. in-
La regla se aplica, en la prácti- fra, Art. 75).
ca, en pocos casos, cuando la única
pena del marco penal es la de presi- En todos los casos en que es
dio perpetuo (como en el Art. 109, aplicable, la regla permite imponer
inciso final), así como cuando una la pena inferior en uno o dos grados
de dos o más penas copulativas es si concurren dos o más atenuantes
la de inhabilitación perpetua (como y ninguna agravante (sin perjuicio
en el caso del Art. 150 A, inciso de que, concurriendo una sola ate-
final), pues en el caso de las penas nuante muy calificada, tiene lugar lo
copulativas, cada una de ellas se dispuesto en el Art. 68 bis).
determina por separado (ver supra,
Art. 57), siendo aplicable entonces SOBRE LA SUPUESTA IMPROCEDEN-
la regla del Art. 65 a cualquier pena CIA DE UNA COMPENSACIÓN RACIONAL
copulativa que precisamente sea in- DE ATENUANTES Y AGRAVANTES
divisible.
A diferencia de lo que disponen
Con todo, la regla también se- expresamente los otros tres precep-
ría aplicable cuando, por efecto de tos del CP destinados a regular el
la regla de absorción agravada de la efecto general de las atenuantes y
pena, del Art. 75 del CP, para el agravantes, en este caso la Ley no es-
concurso ideal o medial se debe im- tablece la posibilidad de realizar una
poner la pena superior de un marco compensación racional de circunstan-
penal que precisamente cuenta con cias, lo que impediría rebajar la pena
una indivisible en ese lugar (MATUS si, por ej., concurren tres atenuantes
/ VAN WEEZEL, Comentario, 3 5 9 , ci- y una agravante, de modo que una
tando un fallo de la Corte Suprema sola agravante, cualquiera sea su en-
del a ñ o 1 9 5 1 , e n R D J 1 9 5 1 : 2 3 , q u e tidad, y cualquiera sea el número de
entiende que también en tal caso es atenuantes a la que se ve enfrenta-
la Ley la que señala una sola pena da, privaría de todo efecto a todas
indivisible, como lo exige el Art. 65 éstas (considerando que, además, las
del CP); el caso se daría, por ej., con atenuantes tampoco pueden tener
el parricidio (Art. 390), si el autor, el efecto al que se refiere el Art. 69,
a través de un solo hecho, da muer- dada la naturaleza indivisible de la
te a dos personas a las que le unen pena). Este efecto, que, sin mayor
586
JAIME COUSO ART. 50

discusión, es asumido por la doc- dan cuenta de que el "espíritu" de


trina (CURY, 7 6 7 ; GARRIDO, I, 3 3 0 ; la Ley cambió. Del examen del es-
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, tablecimiento de la norma, y de su
3 5 9 ; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, única modificación posterior (en
PG, 529; implícitamente, ETCHEBE- 1972), lo único que queda meridia-
RRY, II, 181), según CURY ocurriría namente claro es que el legislador
ya por voluntad de la Ley (refirién- chileno se ha ido apartando cada vez
dose al diseño original de CP, que de forma más radical de la intención
establecía la compensación racional de su norma inspiradora, el Art. 70
en otros casos, pero no en este), "in- del CP español de 1850, que con-
cluso, de su autor" (CURY, 7 6 7 , re- templaba un tratamiento especial
firiéndose, con ello, a través de una para las penas que consistían en un
argumentación dudosa, a la omisión solo grado de una indivisible: forzar
del "autor" de la Ley -deliberada, la aplicación de la pena de muerte
parece implicar— en extender expre- o del presidio perpetuo, respecto de
samente al caso del Art. 65 del CP la ciertos delitos muy específicos, que
posibilidad de un ejercicio de com- eran precisamente aquellos a los que
pensación racional). se reservaba este tipo de penas; ob-
jetivo que el Art. 70 del CP español
En mi opinión, siendo incom- de 1850 lograba al privar de todo
prensible esta diferencia entre la efecto a las circunstancias atenuan-
regulación del Art. 65 y la de los tes. Así lo explica FUENSALIDA, quien
Arts. 66 a 68, y contrastando la pri- individualiza cuáles son esos delitos
mera de manera tan evidente con el que merecían un tratamiento tan
sistema general de determinación especial en el CP español: traición
de penas del CP, que confiere gran a la patria al inducir a una poten-
relevancia a la concurrencia de las cia extranjera a declarar la guerra
atenuantes, el sentido de la disposi- al propio país, siempre que se si-
ción se ve oscurecido, al punto de gan las hostilidades (castigado con
que cabe indagar su intención o es- pena de muerte); parricidio (casti-
píritu -su telos-, en la Ley misma o gado con pena de muerte); perjurio
en la historia fidedigna de su esta- en causa criminal del que resulte la
blecimiento. Sin embargo, las razo- imposición de la pena de muerte o
nes tenidas en cuenta al momento de presidio perpetuo en contra del
del establecimiento de la disposi- acusado (castigado con presidio
ción pueden ser ilustrativas, pero no perpetuo); delitos funcionarios (cas-
vinculantes, si nuevas decisiones tigados con inhabilitación absoluta

587
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

perpetua o inhabilitación especial ra en parte, el espíritu de la norma


perpetua); todos ellos, delitos que se española: forzar la aplicación de la
consideraba no merecían una reba- única pena indivisible (la muerte,
ja de pena por la mera circunstan- en este caso) para delitos tan graves
cia de que concurriesen atenuantes e importantes como el parricidio.
(FUENSALIDA, I, 297 y ss., crítico de En la Revisación, sin embargo (Se-
la decisión del legislador chileno de sión 136, de 13 de mayo de 1873,
conceder eficacia a las atenuantes en en Actas, 247), se amplió significati-
estos delitos). En la discusión del vamente la regla, permitiendo ahora
CP chileno, en cambio, ya la Co- rebajar la pena en un grado cuan-
misión Redactora dispuso (a inicia- do concurriere cualquier atenuante
tiva del Señor RENJIFO, apoyado en que se considere "muy calificada",
ello por el Señor Reyes, Sesión 19, o incluso si concurrieren dos o más
en 20 de julio de 1870, Actas, 34), atenuantes "aun cuando no sean ca-
que en este tipo de marcos penales lificadas" (regla que, con cambios
serán únicamente las agravantes las menores, se mantuvo en la redac-
que no se considerarán ni tendrán ción aprobada para el CP de 1874).
efectos, no así las atenuantes, per- La modificación introducida por la
mitiéndose (por acuerdo adoptado Ley N° 1 7 . 7 2 7 , de 2 7 de septiembre
en la sesión 78, de Io de mayo de de 1 9 7 2 (en la que C U R Y , 7 6 7 , apre-
1872, al acordarse la pena del parri- cia una confirmación de la voluntad
cidio, en Actas, 151) la misma reba- de la Ley de excluir la compensación
ja de pena que regía para los demás racional, ahora por voluntad del
delitos (los que no tenían un marco "autor" de la ley), vino a aumentar a
penal consistente en una única pena dos grados la rebaja que aquella re-
indivisible), pero sólo cuando con- gla posibilitaba. Con ello, sería po-
curriesen las atenuantes a las que, la sible (y tal es la regla vigente) rebajar
misma Comisión Redactora había la pena en dos grados, apenas con
conferido un especial efecto (la de la concurrencia de dos atenuantes
eximente incompleta, la de minoría que no se consideren muy califica-
de edad), no así cuando concurrían das, lo que representa un ulterior
las demás, pues para la Comisión, alejamiento del espíritu original del
sólo ante atenuantes de la impor- tratamiento especial dado a los mar-
tancia de las primeras "el parricidio cos penales compuestos de una sola
puede merecer alguna escusa para pena indivisible (forzar la aplicación
que no se le castigue con la muerte", de la pena de muerte o del presidio
asegurando, de esa manera, siquie- perpetuo, respecto de ciertos delitos

588
JAIME COUSO ART. 50

muy señalados). Pero si a todo ello (excluir el grado máximo o rebajar


se suma que, precisamente, algunos la pena) literalmente también pa-
de los principales delitos a los que, recen quedar condicionados a que
por medio de la especial regulación "no concurran" agravantes (v. infra
concebida originalmente para los Arts. 66, 67 y 68), pero, con apro-
marcos penales compuestos de una bación de la doctrina y la práctica
única pena indivisible, se quería judicial unánime, tales efectos, con
asegurar la imposición de la pena de razón, son extendidos a los casos en
muerte o del presidio perpetuo (o la que "sí concurre" siquiera una agra-
inhabilitación perpetua), han modi- vante, pero en los que una ponde-
ficado su marco penal, justamente ración cualitativa le da mayor peso
para evitar la imposición forzosa de a las circunstancias que disminuyen
la pena más grave, de modo que ni el merecimiento o la necesidad de
siquiera quedan sujetos a la regla del pena (por menor culpabilidad o
Art. 65 del CP, sino a otras reglas injusto, o por razones político-cri-
(tanto el parricidio, como la traición minales) que a las que aumentan el
a la patria quedan ahora sujetos al merecimiento o necesidad de pena,
Art. 68 H4 ), que sí le dan plena efica- de modo que efectivamente se aplica
cia a las atenuantes, incluso tras su la regla establecida para la hipótesis
compensación racional, entonces es de concurrencia de una pluralidad
evidente que la supuesta restricción de atenuantes "y ninguna agravan-
del Art. 75 del CP (que ni siquie- te" (pese a que realmente sí concu-
ra es explícita, sino que se deduce rre un agravante), entonces también
implícitamente, a contrario sensu) en el caso del Art. 65 del CP debería
ya no es compatible con el telos de el tribunal poder ejercer la misma
la Ley vigente, interpretada siste- facultad, aplicando analógicamente
máticamente, y teniendo en cuenta la regla de compensación racional de
la historia fidedigna de su estable- circunstancias atenuantes y agra-
cimiento (y de su modificación). vantes, cuando el resultado final de
Fuera de ello, si se tiene en cuenta su ejercicio de ponderación de cir-
que, en los Arts. 66 a 68 los efectos cunstancias, arroje una importante
más importantes de las atenuantes disminución del merecimiento y la

144 La traición a la patria "calificada" del Art. 1 0 6 , inciso primero, segunda parte, ahora
queda sujeta, en principio, al marco penal de la figura básica tipificada por la primera
parte de ese inciso, siendo la imposición de la pena agravada (que sigue siendo una
única pena indivisible) una facultad del tribunal, no una obligación.

589
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO

necesidad de pena, aun si para llegar lo menos en un grado) o meramente


a ese resultado se debió considerar facultativa. La opinión casi unánime
una razón que, en menor medida, en la doctrina, así como en la juris-
aumentó el merecimiento de pena. prudencia, se inclina por el carácter
facultativo de la rebaja (así, ya LA-
Lo contrario lleva a resultados BATUT, I, 276, citando jurispruden-
que infringen el principio de pro- cia, y argumentando por contraste
porcionalidad, si se impone penas con el tenor literal del Art. 73 del
superiores a las necesarias (cuando CP, donde la rebaja sí es obligato-
una pluralidad de atenuantes dis- ria; v., en la actualidad, por todos,
minuye claramente la necesidad ETCHEBERRY, II, 1 8 5 - 1 8 7 , apoyado
preventiva de una pena como el en la historia fidedigna del estable-
presidio perpetuo), o el principio de cimiento de la norma, y haciendo
culpabilidad, si se impone penas que referencia "a la jurisprudencia más
exceden la medida de la culpabilidad reciente de la Corte Suprema"; y
del autor por el hecho (cuando una MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
pluralidad de atenuantes disminuye 360, explicando que, contra cierta
claramente la culpabilidad, y pese a doctrina y alguna jurisprudencia
ello, se aplica la misma pena que le que sostuvo la tesis del carácter obli-
hubiese correspondido aun con ple- gatorio de la rebaja, "hoy la doctri-
na culpabilidad), ambos principios na y la jurisprudencia se han unifi-
a los que se ha reconocido rango cado en estimar como facultativas
constitucional. tanto la rebaja como el monto de
ella"); sin embargo, recientemente
SOBRE EL CARÁCTER FACULTATIVO MAÑALICH ha defendido de forma

U OBLIGATORIO DE LA REBAJA DE PENA, decidida el carácter obligatorio de


EN CASO DE CONCURRIR UNA PLURALI- la rebaja (MAÑALICH, 2 0 1 0 , 4 1 - 6 7 ,
DAD DE ATENUANTES. RELEVANCIA DEL descartando, en mi opinión, con-
PROBLEMA PARA LOS ARTS. 65 A 68 vincentemente, los argumentos en
que tradicionalmente se apoya la
Ya se ha hecho mención a la dis- tesis del carácter facultativo de la
rebaja (en contra del "argumento
cusión, fundamentalmente doctri-
exegético" cita otras expresiones si-
naria, acerca de si las rebajas de pena
milares de la Ley -como el Art. 351
establecida por los Arts. 65 a 68 para
del CPP, conforme al tribunal "po-
el evento de que concurra una plu-
drá" aplicar la regla del Art. 74 del
ralidad de agravantes, sin atenuan-
CP si es más beneficiosa- que la
tes, es obligatoria para el tribunal (a
590
JAIME COUSO ART. 50

doctrina y jurisprudencia entienden dencia "absolutamente constante"


como prescripciones o mandatos; de la Corte Suprema sigue la tesis
también descarta por no concluyen- del carácter facultativo de la misma
te el argumento basado en la histo- (MAÑALICH, 2 0 1 0 , 4 9 , revisando
ria fidedigna del establecimiento de especialmente la del período 2 0 0 4 -
la norma; e invoca un argumento 2 0 1 0 ) , tesis que la Corte Suprema
sistemático, conforme al cual el tri- aplica especialmente para rechazar
bunal que decida no ejercer su "fa- recursos de casación o nulidad fun-
cultad", no tendría señalada en la dados en haberse ignorado la con-
Ley una regla para resolver el caso, currencia de dos o más atenuan-
pues la que le veda el grado máximo tes, defecto que -sostiene la Corte
o el máximum de la pena señalada Suprema, de forma constante— no
por la Ley al delito -que es la que, tendría influencia en lo dispositivo
por ej., ETCHEBERRY, II, 1 8 6 , entien- del fallo, pues la pena impuesta de
de aplicable, para que al condenado todos modos hubiera podido ser
con dos atenuantes no se le aplique la misma (MAÑALICH, 2 0 1 0 , 5 0 ) .
una regla más desfavorable que al Sin perjuicio de que esta práctica
que sólo cuenta con una atenuan- pueda ser discutible en sus propios
te-, está establecida justamente para términos (en mi opinión, si se en-
una hipótesis distinta, a la que no tiende que la "facultad" de rebajar
puede asimilarse la de quien cuenta la pena en ese, como en otros ca-
con dos o más atenuantes'45). sos, no es meramente discrecional,
sino que está sujeta a razones, que
En relación con el carácter de deben ponderarse y expresarse en
la rebaja de pena contemplada por la fundamentación del fallo, en-
los Arts. 65 a 68, en general (no tonces podría ser anulable, por fal-
sólo sobre el Art. 65), la jurispru- ta de fundamentación, la decisión

l4í Otras razones invocadas por MAÑALICH, 2 0 1 0 , 49 y ss., 54 y ss., a favor de la rebaja
obligatoria son: ello es más consistente con la asimetría valorativa que cabe identificar
en el CP entre el gran impacto modificatorio reconocido a las atenuantes y el moderado
impacto reconocido a las agravantes (del que debe derivarse un criterio interpretativo
más general, como afirmara CURY, 7 6 9 ) ; la discrecionalidad judicial en sentido "fuer-
te" no es sensata, mientras que sí lo es una "débil" que obligue al tribunal a rebajar la
pena, pero le entregue la facultad de decidir cuántos grados rebaja; la consideración
sistemática de los Arts. 73 y 103 del CP refuerza la tesis del carácter obligatorio de la
rebaja.

591
ART. 50 C Ó D I G O PENAL C O M E N T A D O

de un tribunal que, por ignorar la [...] conforme a lo previsto en el


concurrencia de una segunda ate- artículo 68", dando a entender cla-
nuante, ni siquiera ha notado que ramente que la rebaja era, enton-
disponía de la facultad de efectuar ces, obligatoria. Recientemente,
la rebaja, de modo que mal puede también, una decisión de la Corte
haber ponderado las razones con- de Apelaciones de Santiago sigue
currentes en el caso para ejercer o y aplica expresamente esta tesis, al
no esa facultad, ni tampoco po- revocar la decisión que, en el caso
dría haber fundado su "negativa" de un delito revestido de dos ate-
a hacerlo), la adhesión de la Corte nuantes y de ninguna agravante, se
Suprema a la tesis del carácter fa- mantuvo dentro del marco penal
cultativo de la rebaja cuenta con abstracto, sin rebajar la pena en a
a lo menos dos excepciones, una lo menos un grado (Corte de Ape-
en 1943 (Corte Suprema, contra laciones de Santiago, Rol N°2906-
Eduardo Marambio y otros, GT 2009, 14 de enero de 2010, Mi-
1943-1, 25-169, reseñada crítica- nisterio Público con Juan Jacson
mente por SCHWEITZER en RCP, 2 a Quiño nez Micolta y otro [apela-
época, t. VI [1994], pp. 202 y ss., ción penal], N° ID LegalPublis-
citado por MAÑALICH, 2010, 50, n. hing: 43264).
31); y otra en 2004 (Corte Supre-
ma, Rol N° 2809-04, 18 de agosto En relación con este problema
de 2004, contra Luis Galaz Dro- (si bien, aquí concurre, además, una
guett [casación en el fondo penal], razón independiente de las reseña-
N° ID LegalPublishing: 30694, das), cabe recordar que el Art. 103
reseñada por el propio MAÑALICH, del CP dispone, para el caso de la
2005, 508 y ss.), esta última ca- media prescripción, que el hecho se
sando de oficio una sentencia de la considerará "revestido de dos o más
Corte de Apelaciones de Rancagua circunstancias atenuantes muy ca-
que, por no dar por establecida una lificadas y de ninguna agravante", y
segunda atenuante, que debió esti- que el tribunal deberá aplicar las re-
mar concurrente, cometió un error glas de los Arts. 65 a 68 (refiriéndo-
que "influye, como es obvio, en lo se obviamente a las reglas que rigen
dispositivo de la sentencia pues, de en caso de concurrir una pluralidad
no habérselo cometido, el encausa- de atenuantes, sin agravantes), lo
do [...] debió ser condenado a la que se ha entendido (con razón, en
pena de tres años y un día de pre- mi opinión), en el sentido de que
sidio menor en su grado máximo el tribunal debe obligatoriamente

592
JAIME COUSO ART. 50

efectuar una rebaja de pena, en a entenderá revestido de dos o más


lo menos un grado (en ese sentido circunstancias "muy calificadas" (la
MATUS / VAN W E E Z E L , Comentario, misma expresión que, en el Art. 68
484), conclusión que, aun con in- bis, se emplea para justificar una
dependencia de los argumentos ge- rebaja en un grado, con una sola de
nerales invocados para defender la tales circunstancias), y la indicación
tesis de la obligatoriedad de la reba- de que, en el evento de que la pena
ja de pena en las hipótesis de plura- ya se haya impuesto (sin haberse
lidad de atenuantes, se ve apoyada, atendido a la media prescripción, es
en particular, por argumentos de forzoso concluir), las reglas de los
texto propios del Art. 103, a sa- Arts. 65 a 68 se deben aplicar "para
ber, la referencia a que el hecho se disminuir la [pena] ya impuesta".

Artículo 66. Si la Ley señala una pena compuesta de dos indivi-


sibles y no acompañan al hecho circunstancias atenuantes ni agra-
vantes, puede el tribunal imponerla en cualquiera de sus grados.
Cuando sólo concurre alguna circunstancia atenuante, debe
aplicarla en su grado mínimo, y si habiendo una circunstancia
agravante, no concurre ninguna atenuante, la impondrá en su gra-
do máximo.
Siendo dos o más las circunstancias atenuantes sin que con-
curra ninguna agravante, podrá imponer la pena inferior en uno
o dos grados al mínimo de los señalados por la ley, según sea el
número y entidad de dichas circunstancias.
Si concurrieren circunstancias atenuantes y agravantes, las
compensará racionalmente el tribunal para la aplicación de la pena,
graduando el valor de unas y otras.
BIBUOGRAFÍA: MAÑAUCH, J u a n P a b l o ( 2 0 1 0 ) , " ¿ D i s c r e c i o n a l i d a d j u d i c i a l e n l a d e t e r m i n a c i ó n
de la pena en caso de concurrencia de circunstancias atenuantes de la responsabilidad
penal?", en A A W , Informes en Derecho. Doctrina Procesal Penal 2 0 0 9 (Santiago, Centro
de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, octubre de 2010; MATUS, Jean Pierre
/ VAN WEEZEL, A l e x : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 50 a 7 3 " , en POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o ,
pp. 3 2 3 - 3 8 2 ; RUDNICK, Carolina ( 2 0 0 7 ) : La compensación racional de circunstancias modi-
ficatorias en la determinación judicial de la pena (Santiago, LexisNexis); VAN WEEZEL, Alex
(1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la medición judicial de la
pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3.

593
ART. 66 CÓDIGO PENAL COMENTADO

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES No reviste dificultad alguna la


determinación de los efectos de es-
El inciso 2 o , que regula el efec- tas reglas, salvo la del inc. 3 o , que
to de una sola agravante, sin concu- regula el efecto de la concurrencia
rrencia de atenuantes, disponiendo de una pluralidad de atenuantes, sin
la imposición obligatoria del grado agravantes (para la que vale todo lo
máximo de penalidad, ha sido mo- dicho, supra, a propósito de la regla
dificado en dos oportunidades: en análoga contemplada por el Art. 65),
1970, la Ley N° 17.266 eximió al y, eventualmente, la del inc. 4 o , que
tribunal de la aplicación forzosa de dispone la compensación racional de
la pena de muerte ("el tribunal no circunstancias atenuantes y agravan-
estará obligado a imponerla necesa- tes, analizada a continuación.
riamente"), cuando ella fuese el gra-
do máximo de la pena señalada por En cualquier caso, como se expli-
la Ley al delito; sin embargo, más cará a continuación, las reglas estable-
tarde, en 2001, la Ley N° 19.734, cidas para las hipótesis de concurren-
que abolió la pena de muerte (sus- cia de una sola atenuante, de una sola
tituyéndola por la de presidio per- agravante, y de una pluralidad de ate-
petuo calificado), eliminó -por in- nuantes, sin concurrencia de agravan-
necesaria— aquella frase que la Ley tes, son sólo se aplican cuando "desde
N° 17.266 había agregado, volvien- un principio" ése es el panorama de
do entonces a forzar al tribunal a la concurrencia de las circunstancias
seleccionar el grado máximo del modificatorias de responsabilidad
marco penal, que ahora ya no es la penal, sino también cuando ése es
pena de muerte sino, justamente, la el panorama que resulta de la previa
de presidio perpetuo calificado. compensación racional de diversas ate-
nuantes y agravantes concurrentes.
ÁMBITO DE APLICACIÓN Y REGLAS
COMPENSACIÓN RACIONAL DE
La única conminación penal del CIRCUNSTANCIAS
CP que queda sujeta a las reglas del
Art. 65 es la del Art. 372 bis (viola- Hay acuerdo en la doctrina en
ción con homicidio). que la compensación racional de las
594
JAIME COUSO ART. 50

circunstancias atenuantes y agravan- las circunstancias modificatorias de


tes concurrentes no consiste en un responsabilidad penal le atribuye, en
proceso de substracción aritmética general, mayor peso a las atenuantes
(por ej. restar 3 atenuantes menos que a las agravantes (CURY, 7 6 9 : "las
2 agravantes, para dejar como re- atenuantes tienen, por lo general, un
manente una sola atenuante), sino mayor poder modificatorio de la res-
de ponderación cualitativa (CURY, ponsabilidad que las agravantes", de
7 6 9 ; VAN WEEZEL, 4 7 9 ) , tal como lo lo que da cuenta el mayor efecto que
entendía ya FUENSALIDA (FUENSALI- la Ley concede a la pluralidad de ate-
DA, I, 306: "la Ley ha sido prudente nuantes sin que concurran agravan-
en limitarse a dar una regla general tes, que a la pluralidad de agravantes
i en conceder a los jueces faculta- sin que concurran atenuantes; en el
des discrecionales; porque las cir- mismo sentido, VAN WEEZEL, 4 8 7 y
cunstancias atenuantes i agravantes ss., sosteniendo, además, que en la
son de mui diversas entidad i tanto compensación racional también debe
que una atenuante puede valer mas darse preeminencia a las circunstan-
que dos agravantes, o por la inver- cias subjetivas por sobre las objeti-
sa una agravante mas que dos o tres vas; v. también POLITOFF / MATUS /
atenuantes"; v. también, RUDNICK, RAMÍREZ, P G , 5 3 1 ; Runick, 4 0 y ss.;
4 0 9 - 4 1 1 , citando una sentencia de MAÑALICH, 4 8 ) .
la Corte Suprema en ese sentido146,
si bien advirtiendo una clara ten- Una vez efectuada la compen-
dencia a conformarse con una com- sación racional entre atenuantes
pensación aritmética147). Y si bien es y agravantes, hay acuerdo en que
a "las que restan" se debe aplicar
posible, al menos en teoría, que la
las demás reglas sobre efectos de
ponderación cualitativa, a veces dé
las circunstancias modificatorias
más peso a una agravante que a una
(ETCHEBERRY, II, 184-185; MA-
atenuante148, debería ser mucho más
Comentario,
TUS / VAN W E E Z E L ,
frecuente la situación inversa, en la
362, citando jurisprudencia en ese
medida que una interpretación siste-
sentido; v. también, en el mismo
mática de las reglas sobre el efecto de

146 Sentencia de la Corte Suprema, de 24 de agosto de 1939, GJ, 1939, N° 87, p. 365.
147 Por ej., expresamente, en la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 31
de enero de 2 0 0 2 , GJ, 2 0 0 2 , N ° 2 5 9 , p. 140 (cit. por RUDNICK 4 1 1 , n. 871).
148 Posibilidad defendida precisamente por el fallo de la Corte Suprema citado, supra,
n. 146".

595
ART. 66 CÓDIGO PENAL COMENTADO

sentido, POLITOFF / MATUS / RAMÍ- También hay acuerdo en que


REZ, P G , 5 3 1 y n . 1 1 7 ; RUDNICK, sólo se compensan entre sí las cir-
39-40) 14í> . Ese es el sentido de la cunstancias efecto ordinario (o "de
compensación. Entonces, no debe eficacia ordinaria"), sean comunes
entenderse las expresiones "sin o especiales (VAN WEEZEL, 4 9 9 -
que concurra ninguna agravante" 500; MATUS / VAN WEEZEL, C o -
(Art. 66, inc. 3 o ), "no habiendo mentario, 362; ETCHEBERRY, II,
ninguna agravante" (en el Art. 67, 189), de modo que no entran en
inc. 4 o ) y "no hay ninguna agra- la compensación racional con las cir-
vante" (Art. 68, inc. 3 o ), en el sen- cunstancias a las que, por disposi-
tido de que la presencia de cual- ción legal, se les ha dado un efecto
quier agravante impida excluir el extraordinario (y éstas tampoco se
grado máximo o, en su caso, efec- compensan entre sí; VAN WEEZEL,
tuar las rebajas de pena, cuando 500). Sin embargo, con razón se
esas agravantes han sido suficien- pregunta RUDNICK si, en los casos
temente compensadas y superadas en que el efecto extraordinario de
en número y/o peso por otras cir- una determinada circunstancia se
cunstancias atenuantes150. establece en la Ley como una mera

149 En efecto, ya FUENSALIDA, I, 306, comentando el Art. 67, entendió que la facultad del
tribunal de bajar o subir la pena, en caso de pluralidad de atenuantes o de agravantes,
subsiste "con tal que los efectos favorables de las primeras no se destruyan o debiliten
con los contrarios de las segundas, cosa que los mismos tribunales tienen que apreciar
discrecionalmente", pudiendo ellos, por tanto, resolver, que la rebaja o aumento de
pena proceden, cuando no se produzca esa destrucción o anulación recíproca del efecto
de ambos tipos de circunstancias.
150 Pues esa suposición le asignaría una significación excesiva a la presencia de una
agravante cualquiera en un determinado delito, como si éste, por esa sola razón,
quedase definitivamente "teñido" con un especial desvalor y merecimiento de pena,
impidiendo al tribunal graduar la pena según el número y entidad de las circuns-
tancias atenuantes que sí concurran, que disminuyen el merecimiento o la necesidad
de pena (por una menos culpabilidad o injusto, o por razones político-criminales).
Lo propio puede decirse de las expresiones similares referidas ahora a la ausencia
de atenuantes ("no concurriendo circunstancias atenuantes", en el Art. 68, inc. 4 o ),
como condición para la exclusión del grado mínimo o, en su caso, el aumento de
pena, expresiones a las que no debe entenderse como un impedimento para aplicar
tales reglas, por la mera presencia de cualquier atenuante, como si ello tuviese un
efecto absoluto, no anulable por la presencia de agravantes en mayor número y de
mayor entidad.

596
JAIME COUSO ART. 50

facultad judicial -como el aumen- ejercer la facultad de aumentar la


to de pena en un grado asociado a pena, partiendo de una compuesta
la presencia de la agravante espe- de un solo grado de una divisible,
cial del Art. 447, N° 2 o - , y precisa- la presencia de una atenuante de
mente el tribunal decide no ejercer efecto ordinario impide imponer la
dicha facultad, no será posible, en pena dentro del máximum de dicha
lugar de privar a tal circunstancia pena, obligándole a fijarla en el mí-
de todo efecto, compensarla racio- nimum, pero, paradójicamente, el
nalmente con las circunstancias de tribunal puede, en caso de que sí
efecto ordinario (y de signo opues- ejerza aquella facultad, imponer la
to) que concurran (RUDNICK, 4 5 0 ) . pena superior en grado).
A esa pregunta, en mi opinión, ha-
bría que responder afirmativamen- Por último, la compensación
te, pues, de acuerdo con la ratio racional debe hacerse mediante re-
legis, tales circunstancias inciden solución fundada, en la que se deje
en la gravedad del injusto penal constancia de las consideraciones
culpable, en principio, con mayor acerca de cómo el número y la
intensidad que las circunstancias entidad de las circunstancias ate-
de efecto ordinario, de modo que la nuantes y agravantes concurrentes
facultad del tribunal de asignarles determinaron el resultado de la
o no un efecto de alteración del compensación, de modo que, aun
marco penal (por ej., elevando la cuando se trata de una facultad dis-
pena en grado), debe entenderse en crecional, la falta de fundamenta-
el sentido de permitir al tribunal ción (ausencia de razones o defec-
apreciar si acaso, en el caso con- tos palmarios en el razonamiento),
creto, atendidas todas las circuns- es susceptible de ser impugnada a
tancias, aquella sigue haciendo través del recurso de nulidad (así,
una diferencia tal que corresponda VAN WEEZEL, 4 9 2 - 4 9 6 , refiriéndo-
ejercer la facultad de darle el ex- se a la casación; v. también POLI-
traordinario efecto que la Ley per- TOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G , 5 3 1
mite asignarle; en caso contrario, y n. 120, sosteniendo que, si bien
y como una consideración siste- el resultado de la decisión de com-
mática, se produciría el absurdo de pensación racional no resulta ata-
que la extensión que, en la fijación cable por la vía de nulidad, sí lo
de la pena, queda a disposición es la falta de fundamentación, en
del tribunal, queda limitada en el virtud de la causal del Art. 374 e)
centro (pues, por ej., en caso de no del CPP).
597
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Artículo 67. Cuando la pena señalada al delito es un grado de


una divisible y no concurren circunstancias atenuantes ni agra-
vantes en el hecho, el tribunal puede recorrer toda su extensión al
aplicarla.
Si concurre sólo una circunstancia atenuante o sólo una agra-
vante, la aplicará en el primer caso en su mínimum, y en el segun-
do en su máximum.
Para determinar en tales casos el mínimum y el máximum de la
pena, se divide por mitad el período de su duración: la más alta de
estas partes formará el máximum y la más baja el mínimum.
Siendo dos o más las circunstancias atenuantes y no habiendo
ninguna agravante, podrá el tribunal imponer la inferior en uno
o dos grados, según sea el número y entidad de dichas circunstan-
cias.
Si hay dos o más circunstancias agravantes y ninguna atenuan-
te, puede aplicar la pena superior en un grado.
En el caso de concurrir circunstancias atenuantes y agravantes,
se hará su compensación racional para la aplicación de la pena,
graduando el valor de unas y otras.
René (1992): Reglas para la aplicación de las penas, 4A edición (Editorial
BIBLIOGRAFÍA: PICA,
Jurídica, Santiago de Chile); MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Ar-
tículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382.

COMENTARIO

Jaime Couso

ÁMBITO DE APLICACIÓN Y REGLAS solo grado de una pena divisible,


como porque la aplicación previa de
El supuesto al que se aplican reglas de alteración del marco penal
las reglas del Art. 67 es de frecuen- abstracto a conminaciones penales
te ocurrencia, tanto porque muchas con una estructura diferente (en
conminaciones penales establecen principio regidos por los Arts. 65,66
marcos penales que constan de un ó 68), normalmente tiene por efecto
598
JAIME COUSO ART. 68 BIS

la definición de un marco penal con- En relación con el efecto de la


creto que sí consta de un solo grado concurrencia de una pluralidad de
de una pena divisible. Así ocurre, en atenuantes, sin agravantes, en este
efecto, cada vez que las reglas de los caso nuevamente vale todo lo di-
Arts. 51 a 54, del Art. 75 o las que cho, supra, a propósito de la regla
regulan los efectos de circunstan- análoga contemplada por el Art. 65,
cias modificatorias de responsabili- de modo que, en mi opinión, para
dad de efectos extraordinarios (como el tribunal es obligatorio rebajar la
el Art. 73 o el Art. 400) se aplican pena en un grado, a lo menos, es-
antes de las circunstancias de efectos tando facultado para extender di-
ordinarios (lo que no siempre será el cha rebaja en un segundo grado.
caso; v. supra, Art. 50, "///. Orden de No obstante, tal como fue señalado
aplicación..."). supra (Art. 65), también para el caso
del artículo 67, la jurisprudencia
La regla establecida para el even- constante de la Sala Penal de la Cor-
to en que no concurran circunstan- te Suprema ha afirmado el carácter
cias atenuantes ni agravantes no es facultativo de la rebaja de pena (v.,
problemática. por ej., la sentencia de la Corte Su-
prema, Rol N° 4211-2006, de 5
La regla que rige los efectos de de octubre de 2006, contra Nelson
una sola atenuante y de una sola Ariel León González [casación en el
agravante, concretando el marco fondo penal], N° ID LegalPublis-
penal, respectivamente, en su mí- hing: 35433).
nimum y máximum, tampoco pa-
rece ofrecer mayores problemas. El La regla que establece el efecto
"período de duración" de la pena es de una pluralidad de agravantes, sin
el que queda comprendido dentro concurrencia de atenuantes, no plan-
de su extensión mínima y su ex- tea discusión en la doctrina, pero el
tensión máxima, y es ése período el hecho de que el carácter meramente
que debe dividirse en dos, para ob- facultativo del aumento de pena ge-
tener aquellos segmentos. Sin em- neralmente se apoye en las mismas
bargo, se aprecia alguna diferencia razones que se emplean para afirmar
marginal en la doctrina respecto de el carácter facultativo de la rebaja
la forma de calcular estos segmen- (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
tos de pena, así como de su exten- 366), convierte a la tesis del carác-
sión precisa (v. infra, el apartado ter obligatorio de la rebaja (v. supra,
siguiente). Art. 66) en un factor potencialmente
599
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

desestabilizador de aquél tácito con- Por ello, de modo análogo a


senso; sin embargo, bien mirados, lo que rige para los supuestos del
los argumentos a favor del carácter Art. 66, también en el caso del
obligatorio de la rebaja, en caso de Art. 67 las reglas establecidas para las
pluralidad de atenuantes, no pueden hipótesis de concurrencia de una sola
trasladarse sin más (piénsese en los atenuante, de una sola agravante, de
argumentos sistemáticos citados su- una pluralidad de atenuantes, sin
pra, Art. 65), a la situación en que concurrencia de agravantes, y de una
concurre una pluralidad de agravan- pluralidad de agravantes, sin concu-
tes, ahora para argumentar el carác- rrencia de atenuantes, no sólo se apli-
ter obligatorio del aumento de pena. can cuando "desde un principio" ése
Ahora bien, si en tal caso, el tribunal es el panorama de la concurrencia de
decide no hacer uso de su facultad las circunstancias modificatorias de
de elevar la pena en grado, de todos responsabilidad penal, sino también
modos queda sujeto, en mi opinión, cuando ése es el panorama que resul-
a la misma restricción que, ya la mera ta de la previa compensación racional
presencia de una sola agravante, sin de diversas atenuantes y agravantes
atenuantes, le habría impuesto: debe concurrentes.
necesariamente fijar la pena dentro
del máximum (pues la presencia de DETERMINACIÓN DEL MÍNIMUM Y
dos o más agravantes, sin atenuan- EL MÁXIMUM DE LAS PENAS DIVISIBLES
tes, no puede implicar para el conde-
nado una mejor situación que la pre- Ya se señaló que se aprecia al-
sencia de una única atenuante, sin guna diferencia marginal en la doc-
agravantes; este resultado lo asumen trina respecto de la forma de cal-
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, cular el mínimum y el máximum,
368, para el Art. 68, pero no lo men- así como de su extensión precisa.
cionan expresamente para el Art. 67 Según MATUS / VAN WEEZEL, Co-
—si bien exactamente la misma razón mentario, 365, el sistema más usa-
concurre en este caso-). do por la jurisprudencia es el de
PICA, 11-13, sistema que sería lige-
Respecto de la regla que dis- ramente distinto al de ETCHEBERRY
pone la compensación racional de y CURY. Con todo, en mi opinión,
circunstancias atenuantes y agra- el sistema propuesto por PICA tiene
vantes, también vale, para este ar- el inconveniente, cuando el perío-
tículo, todo lo dicho en relación do de duración del grado dentro
con el Art. 66. del cual deben determinarse las dos

600
JAIME COUSO ART. 68 BIS

mitades es una cantidad impar de bio, el día número 541 es el primer


días, de que termina sumándose día del mínimum, de modo que no
en perjuicio del condenado, me- puede ser substraído como parte
dio día de duración al mínimum. del período previo al comienzo de
En tales casos, dado que las penas esa primera mitad de la pena, para
temporales no se cuentan por horas calcular cuánto debe durar esta eta-
o fracciones de día, corresponde- p a (cfr. ETCHEBERRY, I I , 1 8 8 , c o n e l
ría despreciar ese "medio día" en el mismo enfoque que aquí se defien-
mínimum, estableciendo, por ejem- de). Ello se aprecia más fácilmente
plo, como mínimum de la pena de si se piensa en la extensión de la
presidio menor en su grado medio pena de prisión, que va de 1 a 60
(en el ejemplo analizado por PICA, días, caso en que se nota fácilmen-
12) 541 a 817 (y no 818) días (con te que cada uno de sus tres grados
una duración de 277 días), y como dura precisamente 20 días, es decir,
máximum de la misma pena, 818 es una duración par, que no ofre-
(y no 819) días a 3 años (con una ce ninguna dificultad para calcular
duración de 278 días). PICA no ad- el máximum y el mínimum; y, sin
vierte que es precisamente en este embargo, el procedimiento de PICA
ejemplo (y no en el caso del pre- lleva al impresión incorrecta de que
sidio menor en su grado mínimo, la duración de cada grado es impar
que analiza en p. 13) cuando la du- (40-21=19 días), situación que a él
ración del grado (dentro del cual lo conduciría al complicado recurso
deben determinarse las dos mitades) de sumar un día, que luego se des-
es impar (555 días), y no par, como cuenta (v. PICA, 13).
él sostiene (554 días151), pues para
obtener dicha duración, errada- Así, el mínimum y máximum de
mente substrae, de la pena máxima las diversas penas divisibles de la Es-
(1095 días), la pena mínima (541 cala N° Io del Art. 59 (y con ligeras
días), siendo que debía substraerle diferencias respecto de las magnitu-
la extensión de tiempo transcurrida des consignadas por MATUS / VAN
hasta antes de que comenzara el res- WEEZEL, Comentario, 3 6 5 , quienes
pectivo grado (540 días); en cam- siguen a PICA), son los siguientes:

151 En realidad, seguramente por error de transcripción, PICA, 1 2 , calcula esta diferencia
en 544 (y no en 554, como debería), error que implícitamente subsana al calcular la
mitad de ese período en 277 días.

601
ART. 67 C Ó D I G O PENAL COMENTADO

Pena Extensión de la pena Mínimum Máximum


Presidio o reclusión mayores 15 años y un día a 20 15 años y 1 día a 17 años y 183 días
en sus grados máximos años 17 años y 182 días a 20 años
Presidio o reclusión mayores 10 años y un día a 15 10 años y un día a 12 años y 183 días
en sus grados medios años 12 años y 182 días a 15 años
Presidio o reclusión mayores 5 años y un día a 10 5 años y un día a 7 7 años y 183 días a
en sus grados mínimos años años y 182 días 10 años
Presidio o reclusión menores 3 años y un día a 5 3 años y un día a 4 años y un día a
en sus grados máximos años 4 años 5 años
Presidio o reclusión menores 541 días a 817
541 días a 3 años 818 días a 3 años
en sus grados medios días
Presidio o reclusión menores 301 días a 540
61 días a 540 días 61 días a 300 días
en sus grados mínimos días
Prisión en su grado
41 días a 60 días 41 días a 50 días 51 días a 60 días
máximo
Prisión en su grado medio 21 días a 40 días 21 días a 30 días 31 días a 40 días
Prisión en su grado mínimo 1 día a 20 días 1 día a 10 días 11 días a 20 días

S O B R E LA INCONSISTENCIA VALO- de atenuantes, sin agravantes, impo-


RATIVA DE LA MENOR REBAJA DE PENA niéndole la pena de presidio menor
PERMITIDA POR LA LEY, POR PLURALI- en su grado mínimo, mientras que al
DAD DE ATENUANTES, EN EL A R T . 6 7 , autor de unas lesiones "gravísimas",
EN COMPARACIÓN CON EL A R T , 68 del Art. 397, N° I o , en las mismas
circunstancias, la mínima pena que
Una importante inconsistencia puede imponérsele es la de presidio
valorativa se produce a consecuencia menor en su grado medio, al conce-
de que el Art. 67, inc. 4 o , permite, derle la máxima rebaja de pena per-
en caso de concurrir una pluralidad mitida por el Art. 67, inc. 4 o . Para
de atenuantes, sin agravantes, una evitar esa inconsistencia valorativa,
rebaja de pena de sólo hasta dos gra- que impide determinar el "sentido"
dos, mientras que dicha rebaja, en los de la disposición (una diferencia "ab-
casos regidos por el Art. 68, puede surda" no tiene "sentido") a partir de
alcanzar hasta tres grados. En efec- su tenor literal, es correcto, en mi opi-
to, ello permite, por ej., conceder al nión, aplicar por analogía a los delitos
autor de un homicidio simple, del cuya pena consista en un grado de
Art. 391, N° 2 o , una rebaja de tres una divisible, la regla de Art. 68, inc.
grados, por concurrir una pluralidad 3 o , permitiendo una rebaja de hasta
602
JAIME COUSO ART. 68 BIS

tres grados de penalidad, a lo menos la que, en circunstancias análogas, el


en los casos en que, sin ese recurso, tribunal habría impuesto a uno de
un delito de menor gravedad debiese mayor gravedad, como ocurriría en
sancionarse con una pena superior a el caso propuesto como ejemplo.

Artículo 68. Cuando la pena señalada por la Ley consta de dos


o más grados, bien sea que los formen una o dos penas indivisibles
y uno o más grados de otra divisible, o diversos grados de penas di-
visibles, el tribunal al aplicarla podrá recorrer toda su extensión, si
no concurren en el hecho circunstancias atenuantes ni agravantes.
Habiendo una sola circunstancia atenuante o una sola circuns-
tancia agravante, no aplicará en el primer caso el grado máximo ni
en el segundo el mínimo.
Si son dos o más las circunstancias atenuantes y no hay ningu-
na agravante, el tribunal podrá imponer la pena inferior en uno,
dos o tres grados al mínimo de los señalados por la ley, según sea el
número y entidad de dichas circunstancias.
Cuando, no concurriendo circunstancias atenuantes, hay dos
o más agravantes, podrá imponer la inmediatamente superior en
grado al máximo de los designados por la ley.
Concurriendo circunstancias atenuantes y agravantes, se ob-
servará lo prescrito en los artículos anteriores para casos análogos.
BIBLIOGRAFÍA: MAÑAUCH, Juan Pablo ( 2 0 0 S ) , "Determinación de pena", en Revista de Derecho
de la Universidad Adolfo Ibáñez, N° 2; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario
a l o s A r t í c u l o s 5 0 a 7 3 " , e n POLITOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 2 3 - 3 8 2 .

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES que concurran atenuantes, ha sido


modificado en dos oportunidades.
El inciso 4 o , que regula el efecto Originalmente, junto con establecer
de una pluralidad de agravantes sin la facultad del tribunal de aumentar
603
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

la pena en un grado, regulaba el caso atenuantes, sin agravantes, en este


en que el aumento no era posible, caso nuevamente vale todo lo dicho,
pues la pena superior del marco pe- supra, a propósito de la regla análoga
nal señalado por la Ley al delito era la contemplada por el Art. 65, de modo
pena de muerte, disponiendo que en que, en mi opinión, para el tribunal
tal hipótesis el tribunal debía forzo- es obligatorio rebajar la pena en un
samente imponer la pena de muerte. grado, a lo menos, estando faculta-
La modificación introducida en 1970 da para extender dicha rebaja en un
por la Ley N° 17-266 eliminó el de- segundo grado. La jurisprudencia
ber de imponer la pena de muerte por constante de la Corte Suprema, en
efecto de circunstancias agravantes, cambio, como ya se indicó {supra,
estableciendo que "el tribunal no es- Art. 65) se pronuncia a favor de la
tará obligado a imponerla necesaria- tesis que sostiene el carácter facul-
mente". La modificación introducida tativo de la rebaja (sin perjuicio de
en 2001, por la Ley N° 19.734, que alguna decisión aislada favorable a
abolió la pena de muerte, eliminó esa la tesis contraria, como la ya cita-
referencia, ya inútil. da sentencia de la Corte Suprema,
Rol N° 2809-04, de 18 de agosto de
ÁMBITO DE APLICACIÓN Y REGLAS 2004, contra Luis Galaz Droguett
[casación en el fondo penal], N° ID
Como destacan MATUS / VAN LegalPublishing: 30694, reseñada
WEEZEL, Comentario, 367, las hi- por MAÑALICH, 2005, "508 y ss.; v.
pótesis regidas por el Art. 68 son el también, recientemente, la senten-
supuesto de aplicación más frecuen- cia de la Corte de Apelaciones de
te del CP. Santiago, Rol N° 2906-2009, de
14 de enero de 2010, contra Juan
La regla establecida para el even- Jacson Quiñónez Micolta [Rec. de
to en que no concurran circunstan- Apelación], N° ID LegalPublishing:
cias atenuantes ni agravantes no es 43264, afirmando que la disminu-
problemática. Tampoco lo son las ción de pena del Artículo 68, inc.
que excluyen el grado máximo y el 3 o , resulta obligatoria para el sen-
tenciador, siendo facultativo para
mínimo, respectivamente, por con-
éste únicamente la intensidad con
currencia de una atenuante o de una
que se realiza dicha rebaja, esto es,
agravante, en cada caso.
el número de grados a disminuir;
no obstante, la misma Corte afir-
En relación con el efecto de la
ma, tan sólo unos días después, la
concurrencia de una pluralidad de
604
JAIME COUSO ART. 68 BIS

imposibilidad de recurrir de nuli- MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,


dad contra un fallo que no realizó 368, si el tribunal, en tal caso, de-
la rebaja, dado el carácter facultativo cide no ejercer la facultad de elevar
de la misma, en la sentencia de la la pena en grado, de todos modos
Corte de Apelaciones de Santiago, queda sujeto a la misma restricción
Rol N° 2634-2009, de 22 de enero que, ya la mera presencia de una
de 2010, contra Jaime Alfaro Rojas sola agravante, sin atenuantes, le ha-
[Recurso de Nulidad Penal], N° ID bría impuesto: no puede imponer la
LegalPublishing: 43261). pena en el grado mínimo del marco
penal abstracto (pues la presencia de
Respecto de la regla del Art. 68, dos o más agravantes, sin atenuan-
inc. 4 o , que establece el efecto de tes, no puede implicar para el con-
una pluralidad de agravantes, sin denado una mejor situación que la
concurrencia de atenuantes, recuér- presencia de una única atenuante,
dese que constituye una excepción sin agravantes).
expresa a la regla general, sobre for-
ma en que, de acuerdo con la doc- Respecto de la regla que dis-
trina, deben efectuarse los aumentos pone la compensación racional de
de pena (no desde el grado máximo circunstancias atenuantes y agra-
de penalidad, sino construyendo un vantes, también vale, para este ar-
nuevo marco penal, con tantas pe- tículo, todo lo dicho en relación
nas como las que tenía el original, con el Art. 66.
aplicando a cada una de ellas el au-
mento que corresponda; v. supra, En todo caso, de modo análogo
"Comentario previo a los Arts. 50 a lo que rige para los supuestos del
A 69 Y 76 A 78", "IV. Alteraciones Art. 66, y tal como se señaló para
del marco penal abstracto..."). En el caso del Art. 67, también en el
efecto, en este caso, si el tribunal va caso del Art. 68 las reglas estableci-
a hacer uso de su facultad de elevar das para las hipótesis de concurren-
la pena en grado, por concurrir una cia de una sola atenuante, de una
pluralidad de agravantes, sin ate- sola agravante, de una pluralidad
nuantes, entonces, necesariamente, de atenuantes, sin concurrencia
debe efectuar el aumento de pena de agravantes, y de una pluralidad
a partir del máximo de los grados de agravantes, sin concurrencia
designados por la Ley en el marco de atenuantes, no sólo se aplican
penal abstracto. Además, cabe des- cuando "desde un principio" ése es
tacar que, como con razón apuntan el panorama de la concurrencia de
605
ART. 68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO

las circunstancias modificatorias de sulta de la previa compensación ra-


responsabilidad penal, sino también cionales, diversas atenuantes y agra-
cuando ése es el panorama que re- vantes concurrentes.

Artículo 68 bis. Sin perjuicio de lo dispuesto en los cuatro


artículos anteriores, cuando sólo concurra una atenuante muy ca-
lificada el tribunal podrá imponer la pena inferior en un grado al
mínimo de la señalada al delito.
BIBLIOGRAFÍA: MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382; VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racio-
nal de atenuantes y agravantes en la medición judicial de la pena", en Revista Chilena de
Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3.

COMENTARIO

Jaime Couso

GÉNESIS Y MODIFICACIONES confundirse a las atenuantes "muy


calificadas" con las de efectos ex-
El artículo fue introducido en traordinarios (como la del Art. 11,
1972 por la Ley N° 17.727, como N° 1, en relación con el Art. 73),
una generalización, para todos los pues las primeras son atenuantes de
casos regulados por los Arts. 65 a 68 efecto normal, a las que el tribunal
del CP, de la regla que, originalmen- (y no la ley) les atribuye un efecto
te, permitía sólo para los casos del extraordinario, precisamente en vir-
Art. 65 del CP, rebajar la pena en un tud del Art. 68 bis.
grado "si hai [...] una [atenuante]
mui calificada i no concurre nin- ÁMBITO DE APLICACIÓN: ATE-
guna agravante", referencia especial NUANTES SUSCEPTIBLES DE CONSIDE-
que la misma ley, por ello, sacó del RARSE "MUY CALIFICADAS"
Art. 65 del CP.
El Art. 68 bis no hace distincio-
Comen-
MATUS / VAN W E E Z E L , nes en cuanto a las atenuantes que
tario, 370, aclaran que no debe pueden ser objeto de "calificación".
606
JAIME COUSO ART. 68 BIS

Aunque FUENSALIDA entendía (co- II, 184, señala como un caso proba-
mentando el Art. 65, donde origi- ble el de una atenuante de eximente
nalmente se contemplaba la facultad incompleta, cuando no se aplique el
de "calificar" una atenuante) que Art. 73; v. en ese sentido la senten-
algunas de las atenuantes genéricas cia de la Corte Suprema, de julio de
del Art. 11 no podían considerarse 1973, RDJ LXX, 2 a parte, sec. 4 a ,
como "muy calificadas" (las circuns- p. 73, sosteniendo que puede consi-
tancias 6A, 7A, 8A y 9A del Art. 11, no derarse muy calificada la atenuante
podían considerarse como muy ca- de eximente incompleta de "impu-
lificadas "pues no merecen siquiera tabilidad disminuida", cuando no
su calificativo de atenuaciones lega- se ha aplicado el Art. 73, citada por
les..."; FUENSALIDA, I, 301), con el MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
tiempo se ha impuesto la opinión 372), nada impide calificar otras cir-
que descarta toda exclusión a prio- cunstancias, como la irreprochable
ri, de modo que, en principio, cual- conducta anterior, si se trata de una
quier atenuante puede considerarse conducta "excepcional" (ETCHEBE-
como muy calificada (MATUS / VAN RRY, ibídem; MATUS / VAN WEEZEL,
WEEZEL, Comentario, 3 7 1 , conside- Comentario, 372, citando una de-
ran a esta la opinión unánime de la cisión de la Corte de Apelaciones
doctrina y la jurisprudencia, citando de Santiago, de 30 de septiembre
en tal sentido la sentencia de la Cor- de 1987, RDJ LXXXIV, 2 a parte,
te Suprema de 27 de abril de 1993, sec. 4 a , p. 164), o, en mi opinión,
en GJ 1 9 9 3 - 1 5 5 : 8 3 ; coinciden en lo como las circunstancias 7 a , 8a y 9a
fundamental, CURY, 7 6 9 ; BULLEMO- del Art. 11, si en el caso concreto las
RE / MACKINNON I I , 152). Y si bien razones político criminales asociadas
algunos autores destacan que la cali- a la decisión legislativa de moderar
ficación será más común o probable la pena cuando ellas concurren, ad-
respecto de ciertas atenuantes (NO- quieren especial peso (cfr,, recono-
VOA II, 362 y n. 13, considera que, de ciendo el carácter de "muy califica-
ordinario, tendrán la suficiente fuer- da" a la atenuante de "reparación del
za como para ser calificadas, las ate- mal causado", la sentencia de la Cor-
nuantes "que se basen en el ímpetu te Suprema, Rol N° 5.741-2005, de
pasional", lo que recuerda el criterio 3 de enero de 2006 [nulidad penal],
de FUENSALIDA, I, 3 0 1 , 83 y ss., 8 7 , N° ID LegalPublishing: 33546).
quien sólo confiere importancia a las
"causas que arrebatan su imperio a Por lo que respecta a la "circuns-
la razón"; por su parte, ETCHEBERRY, tancia" de "media prescripción", a la
607
ART. 68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO

que la Ley atribuye el efecto de "con- vante, ella fue "anulada" por efecto
siderar el hecho como revestido de de la compensación racional. De he-
dos o más circunstancias atenuantes cho, también en los Arts. 66 a 68 los
muy calificadas y de ninguna agra- efectos más importantes asignados a
vante", v. lo ya dicho más arriba {su- las atenuantes, literalmente parecían
pra, Art. 62 y Art. 65). estar condicionados a que sólo con-
currieran atenuantes (una o más);
POSIBILIDAD DE APLICAR EL ART. 68 en algún caso, como el Art. 67, inc.
BIS DESPUÉS DE COMPENSAR OTRAS CIR- 4 o , el supuesto de aplicación de la
CUNSTANCIAS regla, fuera de exigir sólo la concu-
rrencia de (dos o más) atenuantes,
se pronuncia
GARRIDO, I , 3 3 4 , incluso añade expresamente (lo que
favor de la posibilidad de aplicar la no ocurre en el Art. 68 bis) "y no
regla del Art. 68 bis a una atenuan- habiendo ninguna agravante"; y, sin
te que resulte como "remanente" de embargo, para todos esos casos hay
la previa compensación racional del acuerdo en doctrina y jurispruden-
conjunto de atenuantes y agravan- cia en que de todos modos esas re-
tes concurrentes en un determina- glas se extienden a los casos en que
do. En cambio, VAN WEEZEL, 501 la o las atenuantes aparecen sólo
(y también MATUS / VAN WEEZEL, como el "remanente" de un ejerci-
Comentario, 371) niega esa posibi- cio de compensación racional (v. su-
lidad, invocando, según parece, un pra, Art. 66 del CP). Fuera de ello,
argumento de texto, pues el Art. 68 la primera frase del precepto -"[s]in
bis "exige la concurrencia de una perjuicio de lo dispuesto en los cua-
sola atenuante -la que el juez puede tro artículos anteriores"- bien puede
considerar muy calificada- exclu- entenderse en el sentido de que, la
yendo la posibilidad de que concu- calificación de una atenuante es "sin
rran también agravantes". perjuicio de" la previa aplicación de
las reglas que, en su caso, disponen
En mi opinión, la negativa no compensar racionalmente una plu-
convence. En cuanto al argumento ralidad de atenuantes y agravantes.
de texto, si bien el Art. 68 bis es apli- Si de esa compensación resulta que
"resta" una atenuante, entonces, sin
cable, textualmente, "cuando sólo
perjuicio del efecto regular que se
concurra una atenuante muy califi-
le concederá en cada uno de estos
cada", no excluye expresa y categóri-
preceptos (excluir el grado máximo
camente su aplicación a los casos en
o el máximum), nada obsta a que el
que, habiendo concurrido una agra-
608
JAIME COUSO ART. 68 BIS

tribunal, por excepción, y en apli- entre atenuantes y agravantes-, el


cación del Art. 68 bis, considere esa ejercicio valorativo puede traducir-
atenuante remanente como "muy se en un juicio del siguiente orden:
calificada", procediendo a la rebaja "frente a la gran importancia y peso
en grado. Por otra parte, razones de cada una de estas dos circuns-
materiales apoyan esta conclusión: tancias atenuantes, la relativa in-
la decisión de considerar una ate- significancia de la única agravante
nuante como muy calificada, refleja concurrente es tal, que mediante
un juicio, conforme al cual el me- una compensación racional se con-
recimiento y necesidad de pena de siderará que en el caso concurren
la conducta se encuentran dismi- dos atenuantes de efecto ordinario
nuidas en una importante medida, y ninguna agravante"), aplicando
precisamente en atención a dicha sobre la pluralidad de atenuante la
circunstancia, pero esa valoración regla que permite rebajar de grado
material también es perfectamente la pena, en este caso, en un grado
imaginable cuando una atenuante (si el resultado de la compensación
subsiste como remanente, después racional, sólo permite asignarles un
de efectuarse el ejercicio de compen- peso regular, y no superlativo a las
sación racional. Lo contrario lleva a dos atenuantes subsistentes).
resultados que infringen el principio
de proporcionalidad de la pena con La jurisprudencia de la Corte
la magnitud de la culpabilidad por Suprema ha seguido la opinión de
el hecho, o de proporcionalidad en- GARRIDO, permitiendo calificar a una
tre la magnitud de la sanción y la atenuante subsistente, después de un
medida de su necesidad. Por lo de- ejercicio de compensación racional
más, en atención a lo dicho sobre el entre una segunda atenuante y la úni-
sentido de la expresión "compensa- ca agravante concurrente (Corte Su-
ción racional", en ocasiones el tribu- prema, Rol N° 5471- 2 0 0 5 , 3 de ene-
nal bien puede llegar al mismo re- ro de 2006 [nulidad penal], N° ID
sultado que busca el Art. 68 bis, por LegalPublishing: 33546: "la regla
otro camino: por ej., confiriendo especial consagrada en el artículo
tanto más peso a dos atenuantes que 68 bis del Código Penal, bien puede
a una agravante, al punto que llegue concillarse con los casos en que con-
a tener por anulada a la segunda y curren varias atenuantes y agravantes,
todavía subsistentes a las dos prime- siempre que, una vez compensadas
ras (si efectivamente, se excluye el racionalmente las unas con las otras,
cálculo aritmético -la substracción reste una sola minorante, que es justa-

609
ART. 68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO

mente la situación sub judice [...] ha- to de ambas reglas: la que permite
biéndose compensado racionalmente rebajar la pena en uno o más grados,
por los jueces de la instancia la mi- por concurrir una pluralidad de ate-
tigante de la colaboración sustancial nuantes y agravantes, y la que per-
en el esclarecimiento de los hechos mite rebajar la pena en un grado por
con la agravante de la reincidencia es- concurrir una sola atenuante "muy
pecífica propia y, de este modo, sólo calificada" (MATUS / VAN WEEZEL,
quedó subsistente la atenuante de la Comentario, 370, citando un fallo
reparación celosa del mal producido, de la Corte Suprema de 1959, refe-
la que había sido estimada como muy rido a la misma regla sobre "califica-
calificada, de acuerdo con la prerro- ción" de una atenuante, cuando se
gativa que entrega a los sentenciados la contemplaba sólo en el Art. 65);
el precepto en cuestión. Y lo enseña la en tal caso, concluyen, solamente se
doctrina (GARRIDO, I, 324) [...] por aplica la regla relativa a la pluralidad
otra parte la frase inicial del reseña- de atenuantes del Art. 65, 66, 67 ó
do artículo 68 bis 'sin perjuicio de lo 68, según la estructura del marco
dispuesto en los cuatro artículos an- penal, ignorándose el carácter de
teriores' [...] desmiente la exclusión "muy calificado" de una de aquellas
que alega el recurrente en la aplica- atenuantes.
ción de la regla especial del artícu-
lo 68 bis respecto de las situaciones En la jurisprudencia reciente,
previstas en la normativa precitada", una decisión de corte de apelaciones
decidido con el voto favorable de los sigue la misma tesis, señalando que,
Ministros CHAIGNEAU, CURY y BA- para que sea aplicable la regla del
LLESTEROS y del Abogado Integrante Art. 68 bis debe concurrir una sola
Fernando CASTRO A., y con voto en atenuante, sin que concurran agra-
contra de Jaime RODRÍGUEZ E . , citan- vantes, no siendo posible rebajar la
do la doctrina defendida por MATUS / pena en un grado cuando, tras ha-
VAN WEEZEL, Comentario). ber compensado el tribunal dos ate-
nuantes con una agravante, se pre-
POSIBILIDAD DE "SUPERPONER" EL tende dar a la atenuante que resta,
EFECTO DE UNA PLURALIDAD DE ATE- el carácter de muy calificada (sen-
NUANTES CON EL DE UNA "MUY CALI- tencia de la Corte de Apelaciones de
FICADA" Temuco, Rol N° 1153-2007, de 12
de noviembre de 2007, contra Car-
Conforme a MATUS / VAN W E E - los Bello Guzmán [Nulidad Penal],
ZEL, no es posible superponer el efec- N° ID LegalPublishing: 37657).
610
JAIME COUSO ART. 68 BIS

POSIBILIDAD DE RECURRIR EN mente en contra de la decisión del


CONTRA DE LAS DECISIONES ADOPTA- tribunal que niega lugar a la califi-
DAS EN LA MATERIA cación y, por tanto, a la rebaja de
la pena en grado, se pronuncian a
MATUS / VAN W E E Z E L ,Comen- favor de la posibilidad de casar una
tario, 373, tras citar jurisprudencia decisión, sólo en lo que dice rela-
de casación en uno y otro sentido, ción con la calificación jurídica de
es decir, que afirma y que niega la los hechos que el tribunal tuvo por
procedencia de recursos, específica- establecidos.

A r t í c u l o 6 9 . Dentro de los límites de cada grado el tribunal


determinará la cuantía de la pena en atención al número y entidad
de las circunstancias atenuantes y agravantes y a la mayor o menor
extensión del mal producido por el delito.
BIBUOGRAFÍA: FUENTES, Hernán (2008), "El principio de proporcionalidad en Derecho Penal.
Algunas consideraciones acerca de su concretización en el ámbito de la individualiza-
ción de la pena", en: Ius et Praxis, año 2008, v. 14, N° 2; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL,
Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382;
VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la me-
dición judicial de la pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3; VAN
WEEZEL, Alex (2001), "Determinación de la Pena Exacta: el Artículo 69 del Código Penal"
en Ius et Praxis, vol. 7, N° 2, versión on-line, disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.
php?pid=S0718-0012 2001000200017&script=sci_arttext [consultada en abril de 2011].

COMENTARIO

Jaime Couso

SENTIDO Y ÁMBITO DE APLICACIÓN glada" del tribunal la valoración de


circunstancias del delito (y, en su
El Art. 69 establece una regla de caso, de su autor), conforme a los
individualización judicial de la pena, criterios generales o especiales que la
por excelencia, si se entiende por ta- legislación entrega para fijar las san-
les que las que, sin determinan algún ciones penales, pero que (v. supra,
resultado de manera concluyente, "Comentario previo a los Arts. 50 a
entregan a la "discrecionalidad re- 69"). En este caso, el criterio ofre-
611
. CORTE
'SUPREMA,
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

cido por la Ley al tribunal para que resultare un marco penal compuesto
ejerza la facultad discrecional de fi- de dos penas indivisibles: en efecto,
jar la cuantía, dentro del marco pe- la decisión de si, en el Art. 372 bis, se
nal concreto, es la valoración de las aplica presidio perpetuo simple o ca-
circunstancias atenuantes y agravan- lificado, si no resulta de las reglas del
tes, según su "número y entidad", y Art. 66 del CP también debería so-
de "la mayor o menor extensión del meterse a criterios racionales fijados
mal producido por el delito". en la ley, aportados precisamente por
el Art. 69 del CP, y no puede enten-
Si bien la regla aparece nominal- derse que la mera expresión "puede
mente referida a casos en que debe imponerla el tribunal en cualquiera
determinarse la cuantía de la pena de sus grados" sea una llamada a un
dentro de un determinado "grado", puro ejercicio discrecionalidad judi-
su campo de aplicación real es ma- cial no reglada).
yor a su ámbito ostensible. En efecto,
como única regla de determinación No sería aplicable, en cambio,
de la pena exacta, en relación con las cuando se trata de determinar una
penas temporales, debe aplicarse no pena de multa, sujeta a sus propias
sólo en los casos en que, por aplica- reglas de individualización judicial
ción de las reglas establecidas en los (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
Arts. 65 a 68, se ha determinado un 374).
grado de una pena divisible, sino
también aquellos en que, por aplica- PROBLEMA DE LA DOBLE VALORA-
ción de las mismas reglas se ha deter- CIÓN DE LAS CIRCUNSTANCIAS AGRA-
minado la mitad de un grado de una VANTES
pena divisible (el máximum o el mí-
nimum), además de los casos en que, El primer elemento a tener en
por aplicación de las mismas reglas, o cuenta para fijar la cuantía de la
incluso, cuando dichas reglas no han pena, según el Art. 69 es "el número
sido aplicadas, a falta circunstancias y entidad de las circunstancias ate-
modificatorias concurrentes en el nuantes y agravantes". Dado que
caso, ha resulta un marco penal com- la disposición tiene aplicación en
puesto de dos o más penas (divisibles, numerosos casos en que las circuns-
sugieren VAN WEEZEL, 2001, s. N° de tancias modificatorias agravantes
pág.; y MATUS / VAN WEEZEL, C o - (para los efectos que aquí intere-
mentario, 374; pero también es lógi- san) ya han producido un primer
co aplicar la regla a los casos en que efecto, de alteración (por ej., en el
612
JAIME COUSO ART. 68 BIS

caso del Art. 68, inc. 4 o ) o concre- dividual como medida de la pena;
ción (por ej., en el caso del Art. 68, de hecho, en un trabajo anterior, el
inc. 2 o ) del marco penal abstracto, propio VAN WEEZEL, 1997, 466, ha-
se plantea la cuestión de si, volver bía admitido que la "primera valo-
a tomar en cuenta las mismas cir- ración" del injusto y la culpabilidad,
cunstancias agravantes, ahora para que determinó el marco punitivo,
fijar la cuantía dentro del marco "no impide siempre una segunda a
penal concreto que ellas mismas de- nivel de individualización", reflejan-
terminaron, no encierra el peligro do la primera valoración "la dafiosi-
de infringir el principio del non bis dad social abstracta de la conducta",
in idem, en la medida de que unas mientras que la segunda "mira a la
mismas circunstancias están influ- singularidad del caso y a la persona
yendo dos veces, en perjuicio del del delincuente").
el condenado, en la magnitud del
castigo, VAN WEEZEL, 2 0 0 1 , passim, Para evitar incurrir en "doble
aprecia ese peligro, pero entiende valoración", VAN WEEZEL, 2001, s.
que ello podría evitarse si los crite- N° de pág., propone reconducir
rios del Art. 69 se entienden y apli- toda la individualización judicial de
can sólo en función de las mayores la pena -en aplicación del Art. 6 9 - a
o menores necesidades preventivas fines preventivos (ya en ese sentido
de pena; en cualquier otro caso (por en: VAN WEEZEL, 1997, 466-467),
ej., si se consideran para estimar la pues si la individualización judicial
magnitud de la culpabilidad del au- entendiese la valoración global de las
tor, lo que ya habían contribuido a atenuantes y agravantes, o la exten-
hacer la primera vez que produjeron sión del mal producido, como expre-
efecto) se infringe el principio. En siones de la culpabilidad del autor,
cambio, CURY, 7 7 0 , no aprecia ese de acuerdo con la "concepción tra-
peligro cuando entiende que las cir- dicional" de la categoría culpabilidad
cunstancias deben ser consideradas (que precisamente no la define en
"en esta [segunda] ocasión mediante función de fines preventivos), enton-
una apreciación global que las eva- ces, la reprochabilidad del autor por
lúa haciéndose cargo de sus relacio- el injusto de lesión del bien jurídico,
nes recíprocas en el contexto de la que ya había fundamentado la impo-
situación enjuiciada unitariamen- sición de un determinado grado de
te", lo que permitiría valoraciones penalidad, ahora, para los efectos del
como las de la teoría normativa de Art. 69, volvería a tenerse en cuenta,
la culpabilidad (reprochabilidad in- por segunda vez, sobre la misma base
613
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

(por lo menos, ello sería claro respec- También según FUENTES (FUEN-
to de las atenuantes y agravantes); TES, 35), en la aplicación del Art. 69,
en cambio, si la individualización que ofrece al tribunal un "espacio de
judicial se entiende como una mera juego" para la cuantificación exacta
modulación de la cuantía exacta de de la pena, vendrían a colación los fi-
la pena en función de las precisas nes de prevención general y especial
necesidades preventivas de pena, se y el merecimiento de pena de la con-
evita ese defecto (por su parte, para ducta (citando a GARRIDO, quien,
la concepción de la culpabilidad, no en todo, caso, parece considerar al
"tradicional", que sí reconduce el merecimiento de pena y la preven-
juicio de culpabilidad a los fines pre- ción general sólo como reflejos de
ventivos de la pena, según VAN WEE- la consideración -por parte del tri-
ZEL, ibídem, se impone con mayor bunal- de la naturaleza y gravedad
la interpretación del Art. 69 en clave del hecho típico, y quien en realidad
preventiva). Por último, a la hora de menciona estos criterios al describir
precisar cuáles son las consideracio- el sistema de determinación relativa
nes preventivas que deben regir la va- de la pena, pero no llega a vincular
loración de las circunstancias, y de la explícitamente estos principios y fi-
extensión del mal, en el Art. 69, VAN nes con el Art. 69, ni a sostener que
WEEZEL, 2001, s. N° de pág., se refie- este precepto deba regirse por ellos:
re a "la estabilización de la norma in- v. GARRIDO, I, 316-317 y 334).
fringida a costa del infractor", advir-
tiendo que, atender a elementos que En mi opinión, sin necesidad de
influyen en la necesidad preventiva interpretar las circunstancias modi-
de pena, para estos efectos de indivi- ficatorias, o la extensión del mal, en
dualización judicial, no sería valorar clave preventivo-especial (lo que ne-
dos veces los mismos factores, salvo cesariamente forzaría su interpreta-
que se trate de elementos (como los ción), la atención al ideal preventivo-
resultados típicos) que "el legislador especial en la fase de individualización
ya tuvo en cuenta en la graduación judicial puede lograrse simplemente
abstracta de la pena", que ya inclu- planteando exigencias especiales a los
ye una valoración del fin preventivo elementos que, por expresar una ma-
(ibídem); pero en todo caso debe tra- yor gravedad del hecho, pretenden
tarse de una consideración global (y responder a una correlativa mayor ne-
no de cada circunstancia) centrada
cesidad preventivo-general de pena,
en consideraciones preventivas, y no
antes de permitir a esos elementos
de culpabilidad.
la cuantía de pena por encima de la
614
JAIME COUSO ART. 68 BIS

mínima del respectivo grado (cuantía sultado externo, de lesión o puesta


en la que, posiblemente expresando en peligro del bien jurídico, admite
aquel ideal, los tribunales tienden a graduación, entonces debe conside-
confinarse). A su vez, por lo que res- rarse, como parte de la "extensión
pecta a los fines preventivo-generales, del mal" precisamente el grado de
opino que los tribunales no están en afectación del bien jurídico; pero
condiciones de valorar de forma ra- como ejemplifica con magnitudes
cional y contrastable las necesidades que ya podrían haber sido tenidas
preventivo-generales de pena en el en cuenta para determinar el marco
caso concreto, y sólo pueden graduar penal del que se parte, como la cuan-
la pena en razón de tales necesidades tía de la estafa, entonces se vuelve a
indirectamente, y de forma estanda- plantear la cuestión de si con ello no
rizada, simplemente como un efecto se está valorando dos veces, en per-
reflejo de la valoración de las circuns- juicio del condenado, el mismo fac-
tancias modificatorias y la extensión tor de la cuantía de la pena. Como
del mal desde el punto de vista de su con razón lo apunta VAN WEEZEL,
contribución al injusto del hecho y 2001, s. N° de pág., ése no sería el
a la culpabilidad del autor (que, su- caso si se valoran las diferencias de
puestamente, a medida que aumen- magnitud de afectación del bien ju-
tan, también elevan la necesidad pre- rídico que se dan dentro del rango
ventivo-general de pena, que se ve, comprendido por un determinado
entonces mejor servida con una pena marco penal (se refiere a variaciones
más severa, por más que esta mayor en la gravedad del resultado típi-
severidad no haya sido calculada es- co que no estén "asociad[a]s por sí
peculando sobre cuál es la necesidad sol[a]s a incrementos vinculantes
preventivo-general de pena en cada de penalidad", como "el grado de
caso, sino directamente graduando deformidad siempre dentro de lo
la pena en atención a la gravedad del notable' causado por las lesiones del
injusto culpable). Art. 397 N° 1", pero también pue-
de pensarse, volviendo al ejemplo de
CONSIDERACIÓN DE "LA MAYOR O CURY, en variaciones en la cuantía
MENOR EXTENSIÓN DEL MAL PRODUCI- relativa del perjuicio, que no deter-
DO POR EL DELITO" Y, NUEVAMENTE, minen pasar a otro marco de penali-
PROBLEMA DE LA DOBLE VALORACIÓN dad). En la jurisprudencia reciente,
un fallo de corte de apelaciones ha
Según CURY, 7 7 0 , siguiendo en señalado, en el mismo sentido, que
parte a ETCHEBERRY, II, 191, si el re- en la aplicación del Art. 69 debe

615
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

tomarse en cuenta, para la gradua- numerales). Pero si ése es el caso (es


ción de la pena, la extensión del mal decir, si la muerte del bombero, aun
asociado a los resultados típicos gra- cuando "producida" por ella, no es
duables que no se han tomado en objetivamente imputable a la con-
cuenta para aumentar la pena, ya sea ducta del autor), entonces, al aplicar
facultativa u obligatoriamente (Cor- el Art. 69, no podría determinarse la
te de Apelaciones de Copiapó, Rol cuantía de la pena, dentro del mar-
N° 3-2009, de 30 de marzo de co penal del Art. 476, teniendo en
2009, contra Cristian Cortés Mal- cuenta la muerte del bombero como
donado [Nulidad Penal], N° ID Le- parte de la "extensión del mal pro-
galPublishing: 42027). ducido por el delito", sin infringir
el mismo principio de culpabilidad.
Según, ETCHEBERRY, I I , 1 9 1 , Por el contrario, si la muerte es im-
también deben considerarse, como putable objetivamente, entonces
parte de la "extensión del mal cau- corresponde castigar por la figura
sado" otras consecuencias ("aunque calificada, cuya pena ya conside-
no formen parte del tipo", aclara ra, como parte del resultado típico
CURY, 7 7 1 , refiriéndose al mismo (luego, del "tipo"), esa dimensión
tipo de consecuencias), como la del "mal producido", que no podría
muerte del bombero en el incen- entonces volver a valorarse (prohibi-
dio. Sin embargo, en mi opinión, si ción de doble valoración), ahora en
esas consecuencias no forman par- aplicación del Art. 69. Fuera de ese
te "del tipo", es porque, en el caso caso, sí es imaginable que resultados
concreto, no se las pudo imputar atípicos del delito puedan ser consi-
objetivamente a un comportamiento derados como parte de la "extensión
imprudente del autor, bajo la figura del mal producido por el delito",
de un tipo calificado (en este caso, como sería el caso ejemplificado por
la del Art. 474, inc. final, si se la in- VAN WEEZEL de las consecuencias de
terpreta de modo compatible con el las tentativas y delito frustrado "que
principio de culpabilidad, tipo que necesariamente serán extratípicas"
no se habría visto, entonces realiza- (VAN WEEZEL, 2 0 0 1 , s. N° de pág.,
do, por falta de culpa respecto de la quien enfatiza la exigencia de "im-
muerte del bombero), de modo que putación objetiva" de las consecuen-
sólo se ha podido castigar por una cias consideradas, pero considera
figura en la que esa muerte no ha discutible si además es necesario
formado parte del tipo, a saber, la dolo o culpa, con lo que da a enten-
del Art. 476 (en cualquiera de sus der que la imputación objetiva por

616
JAIME COUSO ART. 68 BIS

sí sola no constituye necesariamente NECESIDAD DE FUNDAMENTA-


culpa, a diferencia de lo que he su- CIÓN Y POSIBILIDAD DE RECURRIR EN
puesto yo —siguiendo una conocida CONTRA DE LAS DECISIONES ADOPTA-
concepción de la dogmática jurídico DAS EN LA MATERIA
penal alemana- al analizar el ejem-
plo del incendio). Como afirma ETCHEBERRY, I I ,
191, el Art. 69, si bien no fija una
Más allá de esos "resultados ex- pauta rígida y precisa al tribunal, es
tratípicos", la consideración de la "imperativo para el sentenciador",
"extensión del mal producido por el en el sentido de que debe consignar
delito" es un criterio especialmente en su fallo la forma en que cumplió
idóneo para considerar males impu- con lo prescrito por él ("determinará
tables como delito, pero absorbidos la cuantía de la pena en atención a
en el castigo de un delito principal, [...]"). Según VAN WEEZEL, 2001, s.
con el que entraron en concurso N° de pág., es revisable por casación la
aparente de leyes, resuelto por el decisión no fundamentada, así como
principio por consunción (v. infra, la contradictoria, la que no toma en
"Comentario previo a los Arts. 74 cuenta o interpreta erróneamente los
y 75"). Todos los demás elementos criterios del Art. 69 del CP, y la que
(males no imputables, o no consti- viola principios como el que prohibe
tutivos en sí mismos de injustos pe- la doble valoración o la igualdad ante
nales) parecen muy dudosos. Tam- la Ley (argumentos perfectamente ex-
bién en el concurso ideal o medial, tensibles, en mi opinión, al recurso de
debe considerarse el mal constituido nulidad). En relación con la jurispru-
por el delito menos grave, especial- dencia, la inactividad de los tribunales
mente si, a consecuencia de que el advertida por el propio VAN WEEZEL,
delito más grave tenía señalada una 2001, s. N° de pág., en materia de ca-
pena que constaba de un único sación penal (que nunca habría sido
grado de penalidad, la "absorción acogida por infracción de Art. 69 del
agravada" no tuvo consecuencias CP), parece estar reviniéndose, en re-
en la determinación del marco pe- lación con el recurso de nulidad. Así,
nal concreto (también en tal sentido, la Sala Penal de la Corte Suprema, si-
VAN WEEZEL, 2 0 0 1 , s. pág, quien guiendo el planteamiento de ETCHE-
además se refiere a las hipótesis de BERRY (a quien cita expresamente), ha
la reiteración de crímenes y simples consignado el carácter obligatorio del
delitos de la misma especie -actual Art. 69 "cuya aplicación no puede
Art. 351 del CPP-). omitirse" (sentencia de la Corte Su-

617
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

prema, Rol N° 1290-2006, de 30 de de 2006, contra Armando Armijo


noviembre de 2006, contra Eduardo López [Nulidad Penal], N° ID Le-
Orozco Montenegro [Nulidad Pe- galPublishing: 35717, señalando, en
nal], N° ID LegalPublishing: 35716, similares términos, el error de Dere-
que acoge la nulidad en contra de una cho en el que incurre el sentenciador
decisión que incurrió en esa omisión; que omite aplicar y consignar el ra-
v. también la sentencia de la Corte zonamiento realizado, y anulando
de Apelaciones de Valparaíso, Rol también una decisión que incurrió
N° 1381-2006, de 15 de diciembre en tal vicio).

Artículo 70. En la aplicación de las multas el tribunal podrá


recorrer toda la extensión en que la Ley le permite imponerlas,
consultando para determinar en cada caso su cuantía, no sólo las
circunstancias atenuantes y agravantes del hecho, sino principal-
mente el caudal o facultades del culpable. Asimismo, en casos cali-
ficados, de no concurrir agravantes y considerando las circunstan-
cias anteriores, el juez podrá imponer una multa inferior al monto
señalado en la ley, lo que deberá fundamentar en la sentencia.
Tanto en la sentencia como en su ejecución el tribunal podrá,
atendidas las circunstancias, autorizar al afectado para pagar las
multas por parcialidades, dentro de un límite que no exceda del
plazo de un año. El no pago de una sola de las parcialidades, hará
exigible el total de la multa adeudada.
BIBLIOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad penal,
LegalPublishing, Santiago 2008; MATUS, Jean Fierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario al
Art. 70", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 375-378.

COMENTARIO

Héctor Hernández

El inciso primero, único del tex- aprobado sin discusión en la sesión


to original, está tomado del Art. 75 136 de la Comisión Redactora, de
del Código español de 1850, siendo 1873 (Actas, 248). El inciso segun-
618
HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 70

do fue agregado por el Art. 42 de la Deben considerarse las atenuan-


Ley N° 11.625, de 4 de octubre de tes y agravantes del hecho, aunque,
1954, con el objeto de "facilitar el como se ha dicho, en este contex-
cumplimiento de la pena de multa, to no tengan efectos obligatorios.
pudiendo el juez otorgar tanto en la Principalmente, sin embargo, debe
sentencia como en su ejecución fa- considerarse el caudal o facultades
cilidades de pago hasta de un año" del condenado. Se ha discutido si
(Informe de la Comisión de Cons- el orden en que la Ley señala am-
titución, Legislación y Justicia de bos factores debe tener influencia
la Cámara de Diputados, de 11 de en el resultado de la operación (en
agosto de 1953, Dip. Ord. 1953, T. ese sentido CURY, 7 7 0 ; POLITOFF /
II, p. 1737). La segunda parte del MATUS / RAMÍREZ, P G , 5 3 8 ; MATUS
inciso primero fue introducida me- / VAN WEEZEL, Comentario, 3 7 7 ) , a
diante el Art. 2o letra d) de la Ley lo que se ha opuesto el énfasis de la
N° 19.501, de 15 de mayo de Ley en las capacidades económicas
1997. del condenado (GARRIDO, I, 3 2 6 ;
GUZMÁN DALBORA, 2 6 1 con nota al
Para la determinación de la pie N° 92). No parece, sin embargo,
pena de multa, la Ley concede gran que ambos pareceres sean incompa-
libertad al tribunal, desde luego tibles si se está de acuerdo, como
porque no impone ningún efecto presumiblemente se está, en la im-
obligatorio por la concurrencia de procedencia de imponer las multas
circunstancias modificatorias de la siempre en su máximo a quien po-
responsabilidad penal u otros fac- see un gran patrimonio, por esa sola
tores que en el régimen general de razón, esto es, con independencia
determinación de las penas tienen de la gravedad objetiva y subjetiva
un peso imperativo muy relevante. del hecho. Este es el modo en que el
Formalmente, rige que el tribunal derecho chileno procura hacer fren-
puede recorrer toda la extensión en te en alguna medida a las desigual-
que la Ley permite imponer la mul- dades de trato a que, por desigual-
ta, sin perjuicio de ciertas orienta- dades sociales, puede conducir la
ciones, que operan de modo similar aplicación de la pena de multa (LA-
a como ocurre en el Art. 69 (sobre el BATUT, I, 2 5 9 ; ETCHEBERRY, I I , 1 9 2 ;
deber de fundamentación ETCHEBE- CURY, 7 7 0 ; GARRIDO, I , 3 2 6 ) . Q u e
RRY, I I , 1 9 2 ; MATUS / VAN WEEZEL, el sistema sea, sin embargo, análogo
Comentario, 377; véase también al de días-multa (POLITOFF / M A -
Comentario al Art. 69): TUS / RAMÍREZ, PG, 5 3 8 con nota al

619
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

pie N° 1 3 2 ; MATUS / VAN WEEZEL, por concurrencia de agravantes (cfr.


377), con sus límites mínimos que MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
sólo se pueden atenuar bajo ciertas 3 7 7 ; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
condiciones, entre otras diferencias PG, 538), en tanto que se ha resuel-
de diseño, es a lo menos discutible to que tampoco procede una supe-
(véase al respecto GUZMÁN DALBO- ración de ese límite por reiteración
RA, 2 5 4 ss.). de delitos, toda vez que la multa no
está dividida en grados (SCS de 12
Por caudal y facultades del con- de septiembre de 1978, RDJ T. 2-4,
denado debe entenderse tanto su 573). Por la inversa, sí es posible
patrimonio al tiempo de la condena imponer fundadamente un mon-
como su capacidad de rendimiento to inferior al mínimo previsto por
económico futuro. Como se ha in- la Ley en "casos calificados" en que
dicado, se trata de establecer "una no concurran agravantes y conside-
multa cuya cuantía no imponga rando tanto las posibles atenuantes
al condenado necesariamente la como e'1 causal y facultades del cul-
obligación de su conversión en re- pable.
clusión a que se refiere el Art. 49"
(MATUS / VAN WEEZEL, Comentario El inciso segundo prevé el pago
3 7 8 ; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, por parcialidades, lo que puede re-
PG, 539). Por lo mismo deberían solverse no sólo en la sentencia
tomarse en cuenta como deudas en misma, sino también en la ejecu-
el patrimonio otras obligaciones de- ción de la pena. Se debe atender "a
rivadas de la sentencia condenatoria las circunstancias", lo que parece
(pago de costas e indemnizaciones implicar una nueva referencia al
civiles), así como excluirse de los caudal y facultades del condenado.
haberes los ingresos que se destinan Límite máximo del pago por par-
a fines sociales dignos de promoción cialidades es de un año, pudiendo
también desde perspectiva penal, ser menor. Una vez concedido el
como el ahorro para subsidio habi- beneficio es irrevocable, sin perjui-
tacional o las cotizaciones previsio- cio de lo que se diga respecto del no
nales (MATUS / VAN WEEZEL, Co- pago de alguna parcialidad (MATUS
mentario, 3 7 8 ; POLITOFF / MATUS / / VAN WEEZEL, Comentario, 378;
RAMÍREZ, P G , 5 3 9 ) . POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G ,
538). El no pago de una sola de las
Está vedada la posibilidad de su- parcialidades, hará exigible el total
perar el límite máximo de la multa de la multa adeudada, aunque se

620
HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 70

discute si esto opera de pleno dere- sugieren aplicar analógicamente el


cho o se requiere revocación judi- Art. 6 o de la Ley N° 18.216, que
cial del beneficio previa valoración contempla la revocación del bene-
de los antecedentes (MATUS / VAN ficio por incumplimiento de obli-
W E E Z E L , Comentario, 378; y POLI- gaciones sólo en términos faculta-
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G , 5 3 8 tivos).

Artículo 71. Cuando no concurran todos los requisitos que


se exigen en el caso del número 8 o . del artículo 10 para eximir de
responsabilidad, se observará lo dispuesto en el artículo 490.
BrauoGRAFU: MATUS, Jean Pierre: "Comentario al articulo 11", en POUTOFF / ORTIZ, Comen-
tario, pp. 165-186; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario al artículo 71", en
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 3 7 8 s.; NÁQUIRA, Jaime: "Comentario al artículo 10 N° 8",
en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp, 145-147; RIVACOBA, Manuel de: "El principio de culpa-
bilidad en el Código penal chileno", en RIVACOBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas
Internacionales de Derecho penal en celebración del Centenario del Código penal chileno,
Edeval, Valparaíso 1975, pp. 49-126; SOLARI, Tito: "Versari in re illicita", Revista de Dere-
cho (UCV) T. I (1977), 245-265.

COMENTARIO

Héctor Hernández

El precepto está tomado del (CURY, 3 4 4 ; NÁQUIRA, 2 0 5 ; MATUS


Art. 71 del Código español de / VAN W E E Z E L ,Comentario, 3 7 9 ;
1850. Fue aprobado sin discusión y y en la literatura en materia de ate-
por unanimidad en la sesión 19 de nuantes: LABATUT, I , 2 1 0 ; ETCHEBE-
la Comisión Redactora, de 20 de ju- RRY, I I , 1 6 ; CURY, 4 7 7 ; D E L VILLAR,
lio de 1870 (Actas, 34, 39). 242; MATUS, Comentario, 169;
POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G ,
Su función sería sustraer la exi- lo que vendría
5 0 6 ; VARGAS, 1 5 4 ) ,
mente del N° 8 del Art. 10 del ré- confirmado por el Art. 73 cuando,
gimen general que el Art. 11 N° 1 luego de establecer el régimen de
prevé para las llamadas "eximentes (todas o algunas de) las eximentes
incompletas", consistente en consi- incompletas, dispone que dicha dis-
derarlas una circunstancia atenuante posición "se entiende sin perjuicio
621
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

de la contenida en el artículo 71". lo dispuesto en el artículo 490", se


Es muy dudoso, sin embargo, que podría entender que el incumpli-
este efecto indudable pase realmen- miento de los requisitos del N° 8
te por el Art. 71 y que este último conduce, siempre y en todo caso,
sea indispensable para impedir el a la responsabilidad por culpa, esto
castigo (aunque atenuado) a título es, aun cuando en la especie ésta no
doloso (así NÁQUIRA, 205; lo sugie- concurra (así DEL Río, Elementos,
re al menos CURY, 3 4 4 ) , puesto que 151; DEL Río, Manual, 173: "se
en ausencia de dolo simplemente considerará el hecho como perpe-
no puede haber delito doloso que trado con imprudencia temeraria,
atenuar. A lo más se puede hablar y se castigará como cuasidelito,
en perspectiva histórica de un argu- si afecta a las personas"; lo sugie-
mento de texto contra una cierta in- re también D E L VILLAR, 2 4 4 ) . La
terpretación sugerida por el Art. 10 opinión ampliamente dominante
N° 8 que sólo se puede explicar por entiende, sin embargo, que el man-
el peso de la tradición del versari dato del Art. 71 es simplemente a
in re illicita (véase Comentario al que "se observe" lo previsto en el
Art. 10 N ° 8 ) . Art. 490, es decir, a que se verifique
si en el caso concreto se dan o no los
Puntualmente se entendió que requisitos del cuasidelito, en modo
el precepto no tenía aplicación si lo alguno a que se sancione como cua-
que faltaba en la especie era el re- sidelito algo que no lo es (NOVOA,
quisito de "acto lícito" del Art. 10 I, 5 1 5 ; ETCHEBERRY, I, 3 2 9 s.; RIVA-
N° 8, por ser éste la base de la exi- COBA, 77 s.; SOLARI, 2 6 0 s.; CURY,
mente (DEL RÍO, II, 184; y al menos 3 4 3 s.; GARRIDO, I I , 2 3 3 ; NÁQUIRA,
hasta su 3 O edición de 1 9 5 8 , LABA- 205 s.; NÁQUIRA, Comentario, 146;
TUT, 3O edición, 172), con la pre- POLITOFF, 3 3 2 ; POLITOFF / MATUS
tendida consecuencia de tener que / RAMÍREZ, P G , 2 5 1 ; MATUS / VAN
castigar a título doloso (aunque, en WEEZEL, Comentario, ahora
379;
rigor, como ya se ha dicho, eso es también LABATUT, I, 1 3 0 ) . Que el
imposible si no concurre dolo), opi- precepto se refiera específicamente
nión completamente superada en la al Art. 490 no obsta a que en los
actualidad. supuestos concretos del Art. 71 se
aplique el Art. 491 o el Art. 492
cuando se den sus respectivos requi-
En lo que concierne ahora al
sitos legales, al margen de que esto
tratamiento prescrito por el precep-
sea realmente en virtud del Art. 71
to, en cuanto a que "se observará
622
JORGE MERA ART. 72

(como quiere FUENSALIDA, I , 3 1 6 , si una imprudencia temeraria) o sim-


bien pretendiendo para ese fin algo plemente en virtud del respectivo
difícilmente aceptable, como es que tipo penal (probablemente MATUS /
en esos casos también se trata de VAN WEEZEL, Comentario, 3 7 9 ) .

Artículo 7 2 . En los casos en que aparezcan responsables en


un mismo delito individuos mayores de dieciocho años y meno-
res de esa edad, se aplicará a los mayores la pena que les habría
correspondido sin esta circunstancia, aumentada en un grado, si
éstos se hubieren prevalido de los menores en la perpetración del
delito, pudiendo esta circunstancia ser apreciada en conciencia por
el juez.

COMENTARIO

Jorge Mera

Se trata de una agravante gené- RRY, II, 43, para quien la agravante
rica a la que la Ley otorga un efecto se aplica, de acuerdo con el Art. 14,
especial, como es el aumento de la a los autores cómplices y encubri-
pena en un grado a la que habría co- dores; y CURY, 5 1 5 ) . La consecuen-
rrespondido sin esta circunstancia, cia de esta interpretación es que la
por lo que no se rige por las reglas agravante se aplica prescindiendo
generales en materia de atenuantes y de la circunstancia de si los meno-
agravantes (ETCHEBERRY, I I , 4 3 ; GA-res son o no imputables (LABATUT,
RRIDO, I , 2 4 4 ; CURY, 5 1 5 ) . I , 1 4 8 ; CURY, 5 1 5 ) . En opinión de
GARRIDO, 1 , 2 4 4 , que compartimos,
La expresión "responsables" la agravante se aplica sólo a los ma-
debe ser entendida no en un sen- yores que intervengan como auto-
tido técnico (los condenados por res o coautores (y no como cóm-
el delito) sino que en uno vulgar, plices o encubridores), puesto que
como equivalente de "participan- el Art. 72 exige que los mayores se
tes" en el hecho (LABATUT, I , 1 4 8 ; hayan prevalido de los menores en la
del mismo parecer son ETCHEBE- perpetración del delito. CURY, 5 1 5 ,
623
ART. 73 CÓDIGO PENAL COMENTADO

concede que es "algo difícil" que la 244), servirse o usar al menor como
circunstancia opere cuando el adul- tal para la ejecución del fin delicti-
to participa en una forma secunda- vo, si bien el requisito de la preva-
ria (complicidad, encubrimiento), lencia aparece abierto a considera-
aunque la situación no sería inima- ciones subjetivas del juzgador, pues
ginable. En el parecer de este au- la Ley lo faculta para apreciarlo en
tor, la agravante no debe apreciarse conciencia; en todo caso, el aprove-
cuando el mayor de edad es un au- chamiento debe estar dirigido a fa-
tor mediato que se sirve del menor cilitar la perpetración del delito, no,
inocente como mero instrumento en cambio, a asegurar la impunidad
para la ejecución de la conducta (CURY, 515). Hay consenso en que
típica, ya que, en tal caso, faltaría es indispensable que el mayor co-
la razón para agravar la pena (em- nozca la minoridad de su copartíci-
pujar a una persona inmadura a la pe para que opere la agravante (ET-
ejecución de hechos ilícitos, expo- CHEBERRY, I I , 4 3 ; GARRIDO, I, 2 4 4 ;
niéndola al peligro de corrupción), CURY, 5 1 5 ) .
porque el joven no es incorporado
en la realización del acto antijurídi- Atendida la índole subjetiva y
co, en el cual sólo interviene objeti- personal de la agravante (la volun-
vamente (CURY, 515). tad de prevalerse del menor en la
comisión del delito), ésta no se co-
"Prevalerse" del menor signifi- munica a los demás intervinientes
ca aprovecharse de él (GARRIDO, I, (GARRIDO, I, 2 4 5 ; CURY, 5 1 6 ) .

Artículo 7 3 . Se aplicará asimismo la pena inferior en uno, dos


o tres grados al m í n i m o de los señalados por la ley, cuando el hecho
no fuere del todo excusable por falta de alguno de los requisitos
que se exigen para eximir de responsabilidad criminal en los res-
pectivos casos de que trata el artículo 10, siempre que concurra el
mayor número de ellos, imponiéndola en el grado que el tribunal
estime correspondiente, atendido el número y entidad de los re-
quisitos que falten o concurran.
Esta disposición se entiende sin perjuicio de la contenida en el
artículo 7 1 .
624
JORGE MERA - JAIME COUSO ART. "4

COMENTARIO

Jorge Mera

Al comentar el Art. 11, circuns- expresamente (legítima defensa y


tancia I a (eximentes incompletas), estado de necesidad justificante) o
nos referimos, tal como hace nues- también a las eximentes cuyos re-
tra literatura, al Art. 73, por la ínti- quisitos son divisibles moralmente;
ma conexión que existe entre ambas la necesidad de la concurrencia del
disposiciones. En ese lugar se abor- requisito básico o esencial de la exi-
dan los principales problemas que mente de que se trate, y la aplicación
se han planteado en relación con de esta atenuante privilegiada tanto
esta última disposición, entre otros, a los delitos dolosos como culposos.
si se aplica sólo a las eximentes que Para todo ello, en consecuencia,
contemplan requisitos enumerados véase Comentario al Art. 11 N° 1.

COMENTARIO PREVIO A LOS ARTS. 74 Y 7 5 *

EL RÉGIMEN CONCURSAL EN EL DERECHO CHILENO.


TRATAMIENTO DOCTRINARIO Y JURISPRUDENCIAL

Jaime Couso

BIBUOGRAFÍA: COUSO, Jaime (2007), "El rol uniformador de la jurisprudencia de la Sala Pe-
nal de la Corte Suprema: anatomía de un fracaso", en Rev. derecho (Valdivia) (año 2007,
v. 20, N° 2); Couso, Jaime y MERA, Jorge (2007), "El rol uniformador de la jurisprudencia de
la Sala penal de la Corte Suprema. Estudio empírico", en Revista Ius et Praxis, (año 2007,
Vol 13, N° 1); CURY, (1959): "El delito continuado", en RCP, t. XVIII; MAÑAUCH, Juan Pablo,
(2010): "¿Discrecionalidad judicial en la determinación de la pena en caso de concurren-
cia de circunstancias atenuantes de la responsabilidad penal?", en A A W , Informes en
Derecho. Doctrina Procesal Penal 2 0 0 9 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría
Penal Pública), (año 2010, N° 7); ETCHEBERRY, Alfredo (sin fecha): El concurso aparente de
leyes penales (Santiago de Chile, Editorial jurídica de Chile); LAZO, Santiago (1916), Có-
digo de Procedimiento Penal, Orígenes, Concordancias, Jurisprudencia, (Santiago, Poblete
Cruzat Hnos. Editores); MATUS, Jean Pierre (1994), "Aproximación analítica al estudio de

* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por


parte de los ayudantes de investigación Sabrina Perret y Franco Maggio, de la Facultad
de Derecho de la Universidad Diego Portales.

625
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

concurso aparente de leyes penales", en: Revista de Ciencias Penates, Quinta época (1990-
1994), t. XLII, N° 3; MATUS, Jean Pierre: "Comentario a los Artículos 74 a 78", en POUTOFF
/ ORTIZ, Comentario, pp. 383-407; MATUS, Jean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración
de Delitos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23
de marzo 2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita: MJD314; MERCADO,
Marco Antonio (2003): Problemas concúrsales y delito continuado en los delitos que prote-
gen la libertad sexual (Santiago, LexisNexis-ConoSur); MUÑOZ HORMENT, Humberto (1986),
"Contribución al estudio de la teoría de los concursos de delitos", en Revista Chilena de
Derecho, (1986, Vol. 13); NOVOA MONREAL, Eduardo (1965), "El delito continuado en Chile:
un fetiche jurídico", en RCP, t. XXIII, N° 2; SOLARI E., Tito y RODRÍGUEZ COLIAO, Luis (1979),
"Determinación de la pena en los casos de reiteración de delitos", en Revista de Derecho
de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, N° 3, 1979.

COMENTARIO

Jaime Couso

I. Generalidades. El sistema del tomados de la dogmática jurídico-


régimen concursal del derecho chileno penal de cuño alemán.

Los artículos 74 y 75 del CP Si bien el sistema del régimen


establecen reglas que determinan concursal del derecho chileno no
si al culpable de dos o más delitos ha alcanzado una sistematización
se le impondrán las penas corres- unitaria, la doctrina y la jurispru-
pondientes a cada uno de ellos o dencia reconocen, en la práctica, las
si acaso una sola pena, y cuál debe siguientes situaciones posibles: a) el
ser ésta. Esta cuestión, que de por autor comete un solo delito, y sólo
sí plantea algunos problemas deba- por él se le debe condenar, sea que
tidos en doctrina y jurisprudencia (y haya realizado un solo tipo penal,
que serán tratados al comentar esas sea que formalmente haya realiza-
disposiciones), se relaciona con un do dos o más tipos penales a través
capítulo más amplio del Derecho de una conducta que, sin embargo,
penal: el de los concursos de delitos, es valorada unitariamente como un
desarrollado en buena medida por la único injusto típico culpable, por
doctrina y la jurisprudencia a partir disposición legal expresa (como en
de una sistematización de las pocas los delitos complejos) o por algún
normas expresas existentes en la ma- principio de creación doctrinaria,
teria y de la recepción de categorías con reconocimiento jurispruden-
y principios sin base legal expresa, cial (como en el delito continuado);

626
JAIME COUSO ART. 68 BIS

b) el autor comete dos o más deli- II. Unidad delictiva


tos, valorados como injustos típi-
cos culpables independientes, entre La valoración de un comporta-
los cuales, sin embargo, se da una miento humano penalmente rele-
fuerte vinculación fáctica, que les vante como la comisión de un úni-
hace merecedores de una cierta va- co delito, en lugar de la comisión de
loración unitaria (concurso ideal y varios de ellos, supone a veces un
concurso medialc) el autor comete análisis de cierta complejidad.
dos o más delitos independientes,
sin otra vinculación entre sí que el Para efectuarlo, una parte de la
haber sido cometidos por el mismo doctrina (por ej., ETCHEBERRY, I I ,
autor, o con una vinculación débil 110; CURY, 651) parte distinguien-
(como en el caso de la reiteración de do entre casos de unidad natural de
hurtos). acción y casos de unidad jurídica de
acción (o "unidad de delitos con mul-
Estas diversas situaciones tie- tiplicidad de acciones', CURY,651),
nen reflejo en el tratamiento puni- distinción que otros autores no con-
tivo: mientras los casos de unidad sideran apropiada para resolver los
delictiva ciertamente sólo admi- casos prácticos, para los que el único
ten la imposición de la o las penas criterio útil parece ser el examen y la
correspondientes al único delito valoración jurídicos de si acaso, más
cometido, los casos de pluralidad allá de la aparente pluralidad delic-
delictiva con vinculación fuerte tiva, en realidad se ha realizado, por
cuentan con un especial tratamien- una sola vez, un único injusto típico
to punitivo que se acerca al que (MATUS, Comentario, 384 152 ).
tendría la comisión únicamente
del delito más grave, mientras que A primera vista, la identificación
los casos de pluralidad delictiva de un caso como unidad delictiva no
sin vinculación fuerte acarrean la es problemática cuando formalmen-
imposición de las penas correspon- te el comportamiento enjuiciado
dientes a cada delito, salvo ciertas realiza tan sólo un tipo penal, por
reglas especiales que atienden a di- una única vez, porque las partes de
versos criterios. que se compone dicho comporta-

1,2 También rechazan el criterio de la unidad natural de acción NOVOA, II, 222 y ss.; GA-
RRIDO, 11, 4 3 6 y ss.

627
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

miento, no son en sí mismas puni- aparentemente simple de quien,


bles (como en el caso del delito ha- a través de movimientos corpora-
bituad). En tal caso, entonces, la les sucesivos, toma del suelo una a
cuestión de si el comportamiento, una las monedas ajenas de las que
ya en un sentido natural, está com- se quiere apropiar154, si suponemos
puesto de sólo una acción o si acaso que la conducta es interrumpida an-
de dos o más acciones, unificadas tes de completarse la acción típica
únicamente a través de una valora- de hurto, entonces ya el primer acto
ción jurídica, no tendría importan- ha realizado formalmente una ten-
cia práctica, sino sólo didáctica. Sin tativa de hurto, que vuelve a verse
embargo, en la mayoría de los casos realizada formalmente por el segun-
en que se plantea la pregunta de si do acto155. Por ello, la identificación
hay una o varias acciones, cada una de un caso como unidad delictiva
de las "partes" del "todo" (sea que se suele ser "problemática", de modo
les considere o no como acciones in- que debe contarse con algún crite-
dependientes) sí realiza formalmen- rio (se trate la valoración jurídica, o
te un tipo penal; así, en el ejemplo de la apreciación del sentido natural

153 Si se entiende, como, por ej., lo hace ETCHEBERRY, II, 111, que en el delito habitual, por
definición, los actos singulares (que deben cometerse de forma reiterada) son atípicos
(lo que, como se verá, no parece ser necesario).
154 Ejemplo citado por NOVOA, II, 222, quien lo toma de CARRARA, criticando su pretensión
de que ya a partir de criterios naturales (ortológicos) se debe afirmar allí la presencia de
tan sólo una acción. En cambio, CURY, 6 5 1 , considera que la unidad de acción es, en
este caso, natural.
155 En cambio, si la acción típica se completó, no puede decirse, ni siquiera formalmente,
que cada uno de esos actos previos configuró una tentativa de hurto, pues el tipo de
tentativa no se realiza simplemente con el elemento positivo consistente en que el autor
"da principio a la ejecución del crimen o simple delito por hechos directos", sino que
supone además la presencia de un elemento negativo, consistente en que "faltan uno
o más [hechos directos] para su complemento", que es precisamente lo que no ocurre
cuando la acción típica finalmente se completó (teniendo en cuenta que la pregunta
de si ha faltado o no algún hecho para "el complemento" de la acción típica no se
plantea "en tiempo real" -caso en que efectivamente siempre podría decirse que, tras
cada acto, todavía faltan uno o más para su complemento- sino que se plantea y se
responde expostfacto, en el juicio, cuando ya se sabe que la acción sí se completó); ese
elemento negativo permite negar la existencia de un concurso de leyes entre la tentativa
(exitosa) y el delito consumado, pues produciéndose el segundo, la primera ni siquiera
se da formalmente.

628
JAIME COUSO ART. 68 BIS

del comportamiento), previamente para otros, además, hay casos en que


acogido como válido, para resolver la unidad delictiva resulta patente
si realmente con el comportamiento ya en una apreciación ontológica
desplegado por el autor se ha come- del comportamiento, apreciación
tido un solo delito o varios. centrada en la finalidad que tuvo
el autor156 (desde un principio se
En todo caso, la discrepancia propuso hurtar las diversas especies
doctrinaria, para los casos proble- esparcidas por el suelo) o en una
máticos, en ningún caso se refiere a combinación entre la finalidad y el
si la valoración jurídica es un crite- "contexto unitario" en que se exte-
rio que no deba ser tenido en cuen- rioriza esa finalidad (CURY, 6 5 1 ) (el
ta: aun los autores que sostienen la sujeto sustrae las diversas especies
existencia de casos de unidad natu- en un mismo contexto espacio-
ral de acción no dudan en calificar, temporal).
por ejemplo, a los delitos complejos,
como casos de unidad jurídica de a) Unidad natural de acción
acción, en que la unidad delictiva no
resulta de la naturaleza de las cosas', Quienes, como CURY, recono-
lo propio ocurre con el delito conti- cen la existencia de estos casos, ofre-
nuado, como se verá. La discrepancia cen como ejemplo característico la
radica más bien en que para algunos reiteración, en un contexto unitario
autores ésa es la única forma de de- (y con una misma finalidad) de actos
cidir la cuestión (sólo el derecho -o semejantes, que formalmente reali-
el respectivo tipo penal- nos puede zan una y otra vez el mismo tipo, in-
decir si debemos tratar como un cluso si afectan a sujetos pasivos di-
solo delito las diversas "partes" de ferentes -salvo "cuando el atentado
tal comportamiento), mientras que se dirige contra bienes eminentemen-

156 Tal sería la noción de unidad natural de acción de ETCHEBERRY, según el juicio de G A -
RRIDO, II, 436. Eso parece desprenderse, en efecto, de la afirmación de ETCHEBERRY,
II, 110, de que la unidad natural tt[s]e produce cuando existe un comportamiento
humano dirigido conscientemente por la voluntad con miras a un fin"; sin embargo,
puede apreciarse que, materialmente, no sigue ese criterio cuando califica como casos
de unidad jurídica de acción (en los que, entonces, recién la valoración jurídica unifica
lo que naturalmente son acciones independientes) a una serie de comportamientos que,
sin embargo, también aparecen unificados por ia finalidad, como paradigmáticamente
es la situación del delito continuado.

629
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

te personales" (CURY, 6 5 1 , la cursiva un mismo sujeto activo, nos encon-


está en el original)—157. NOVOA, en tramos ante un concurso real de
cambio, quien, como se vio, recha- delitos", (ibíd.; en esa afirmación,
za el criterio de la unidad natural sin embargo, el propio NOVOA in-
de acción, entiende que la unidad advertidamente se apoya en una
delictiva existente, por ejemplo, cierta noción de unidad natural de
entre "los diversos movimientos de acción, para identificar la unidad
mano para coger esas varias cosas", más elemental que, en tales casos,
no es algo que se desprenda de la no corresponde unificar con otras,
naturaleza de la acción, sino que a falta de un vínculo jurídicamente
deriva de que dicha pluralidad (de reconocible entre ellas: en efecto, al
movimientos) "carece legalmente de referirse a "cada hecho que natural-
relevancia para multiplicar los deli- mente apreciado tiene unidad", el
tos", entre otras razones, porque "la implícito es que esa unidad elemen-
Ley positiva chilena no hace cues- tal no es subdivisible en otras partes
tión del número de cosas objeto de menores, no por criterios jurídicos,
la apropiación", como lo revela la sino naturales). También para MA-
referencia, frecuente en las disposi- TUS la noción de unidad natural de
ciones del respectivo título, en plu- acción "no escapa a las considera-
ral, al robo de "cosas" o "especies" ciones de carácter jurídico", como
(NOVOA, II, 223, la cursiva está en en el caso de la acción, para algunos
el original); la unidad delictiva está naturalmente unitaria, de propinar
configurada, entonces, por el trata- tres golpes que causan lesiones, que,
miento dado por la Ley positiva a sin embargo, es separada en accio-
cada figura delictiva, de modo que "a nes (y delitos) independientes, que
menos que el sentido de la Ley con- entran en concurso, si cada golpe se
duzca a una conclusión diferente, dirige a un objeto material (y sujeto
cada hecho que naturalmente apre- pasivo) distinto, solución que no se
ciado tiene unidad, corresponde a sigue en el caso del hurto, por no
un solo delito, y [...] si se presentan afectarse un bien jurídico persona-
varios de esos hechos como obra de lísimo (MATUS, Comentario, 384,

157 No se encuentra, en cambio, dentro de los ejemplos de unidad natural de acción,


referencias al caso -también característico, para cierta doctrina comparada- de la rea-
lización sucesiva, ininterrumpida y ajustada al plan, de comportamientos de tentativa
y de consumación.

630
JAIME COUSO ART. 68 BIS

criticando la pretensión de CURY La jurisprudencia reconoció


de que en el caso del hurto la ac- muy temprano que la apropiación
ción sería naturalmente unitaria; de diversas especies ajenas, pertene-
en efecto, en mi opinión, CURY no cientes a distintos titulares, en un
aplica su punto de partida de modo mismo contexto espacio-temporal
coherente cuando a la reiteración ("en un solo acto y en una misma
de una conducta en el mismo con- casa", "de una vez") configura una
texto, pero respecto de sujetos pa- acción unitaria, constitutiva de un
sivos distintos, da un tratamiento solo delito de hurto (o robo)158. El
diverso según si los bienes jurídicos criterio para apreciar la unidad de-
son personalísimos o no, lo que pa- lictiva no siempre queda claro, pero
rece un criterio, no natural, sino ju- en alguna decisión más elaborada se
rídico). Y son tales consideraciones revela como un criterio claramente
jurídicas las que, en fin, también jurídico, referido al propósito del
permiten identificar una única ac- legislador: "en el delito de hurto
ción típica (constitutiva de un solo [...] carece de importancia que el
delito) en la reiteración de la misma hechor sepa quién es el dueño de
conducta, en un mismo contexto la cosa o cosas de que se apodera,
espacio-temporal, aun tratándose bastando sólo que la cosa sea ajena,
de atentados en contra de bienes ju- y, si esto es así, resulta evidente que
rídicos personalísimos, siempre que la circunstancia de pertenecer [...]
se dirijan en contra de un mismo y a diversos dueños, no puede plu-
único sujeto pasivo (así, por ejem- ralizar los delitos, ya que, como se
plo, respecto de los delitos sexuales, ha dicho, tal elemento no ha sido
como lo destaca MERCADO, 3 0 - 3 3 , considerado para describir la figura
argumentando, correctamente, a [...] ni tampoco ha considerado [la
partir del sentido de los tipos pena- ley] el número de cosas objeto de la
les, para concluir que la reiteración apropiación; tales antecedentes son
-en esas condiciones- no aumenta irrelevantes porque [la ley] atiende
el desvalor de la acción ni la inten- al valor del objeto substraído [...]
sidad de la lesión al bien jurídico, el legislador desprecia en esta figu-
si bien yerra al citar "[e]n la misma ra el número de objetos del delito
línea" a CURY y su concepción de la y el número de sujetos pasivos del
"unidad natural de acción"). mismo" (Corte de Apelaciones de

158 Véase las numerosas referencias en ETCHEBERRY DPJ, II, 6 6 y ss.

631
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Chillán, contra Guillermo Mellado de acción-, "el ámbito de protección


y otro, 4 de agosto de 1952 [ape- de la norma que precisa el sentido
lación en materia penal], en: RDJ del tipo" y "la naturaleza de la acción
XLIX, 4 - 2 3 6 [ 1 8 7 5 - 1 9 7 6 ] II, p. concreta de que se trata"159; E T C H E -
67), siendo el mismo tipo de valo- BERRY, II, 110 y ss., lo hace según la
ración jurídica el que permite llegar forma en que se presenta la unidad
a otra conclusión "en aquellos ca- de la acción: unidad "de resultado",
sos en que se atenta en contra de la de la "especial estructura del tipo",
salud o la vida, porque en éstas se y unidad dada por la "conexión de
confunden el objeto [material del continuidad" (o según "la fuente"
resultado] y el sujeto [pasivo] y aquí de la que deriva tal unidad -ET-
sí que la Ley considera cada uno de CHEBERRY, 5, con idéntica estructu-
los hechos para multiplicar o no los ración que la que sigue después en
hechos punibles" (ibídem); en otras ETCHEBERRY, II, 110 y ss.-; mientras
ocasiones, en cambio, la unidad de- que C U R Y , 651-652, y MATUS, Co-
lictiva parece referirse al sentido na- mentario, 386 y ss., entre otros, op-
tural de la acción: " [la acción,] si bien tan por una enumeración casuística
compleja, fue una sola en cuanto a de las hipótesis de unidad jurídica
la intención de apropiarse de cosas de acción reconocidas), la doctrina
ajenas con ánimo de lucro" (Corte coincide, en la práctica, en buena
Suprema, contra Alberto Quiñones medida, en que configuran un solo
López, en: /<!£>/LXII, 4-68, tomada delito, porque la Ley (o principios
d e ETCHEBERRY D P J , I I , 6 7 ) . jurídicos sin reconocimiento expre-
so en ella) valora de forma unitaria
b) Unidad jurídica de acción el comportamiento, a lo menos los
siguientes casos:
Pese a que la sistematización
dada a esta materia difiere en buena i) Los delitos complejos, es de-
medida según el autor que se consul- cir, aquellos en los que "el tipo exige
te (GARRIDO, II, 4 3 8 y ss., la ordena la ejecución de dos o más acciones
según los dos grandes "principios" diversas" ( C U R Y , 651; GARRIDO, II,
que fundamentan la unidad jurídica 437), como el robo con violencia

159 Principio, este último, que hace dudar de que la unificación siga criterios estrictamente
jurídicos, en la medida que apela justamente a la "naturaleza" de la acción, c o m o si
hubiese algo en ella, c o n independencia de la valoración jurídica, que permite apreciarla
c o m o una sola.

632
JAIME COUSO ART. 68 BIS

en las personas (Arts. 433 y 436, en cesar" (ETCHEBERRY, 6 , quien, sin


relación con el Art. 432 del CP), en embargo, emplea una terminología
que quedan unificadas la sustrac- distinta, llamando delito continuo a
ción y el ejercicio de violencia físi- lo que actualmente, y en esta obra,
ca, cada uno de los cuales, en otras se denomina delito permanente), de
circunstancias, podría configurar modo que la conducta sigue confi-
un injusto típico autónomo (lo que gurando un solo delito, por más que
para CURY, 652, en todo caso, no es el autor reitere acciones y omisiones
una característica necesaria de este dirigidas a mantener aquel estado
caso de unidad jurídica de acción, antijurídico, algunas de las cuales,
de modo que sigue hablando de un individualmente consideradas, bas-
delito complejo, aun cuando las ac- tarían para configurar nuevamen-
ciones singulares que lo componen te el delito, pero que justamente
no sean punibles; en cambio, para por su valoración jurídica unitaria,
ETCHEBERRY, II, 110, por definición, simplemente vienen a prolongar el
en los delitos complejos la Ley reúne período de consumación del único
acciones que constituyen, cada una, delito cometido.
"delitos diferentes, cada uno típica-
mente distinto", terminología que iii) Los delitos habituales, en los
también mantiene MATUS, Comen- que "la tipicidad presupone la ejecu-
tario, 386, para quien la unificación ción reiterada de la acción" (CURY,
legal de acciones en sí mismas atípi- 653), de modo que, como sostienen
cas da lugar, en cambio, a lo que se POUTOFF / MATUS / RAMÍREZ, u n a
denominaría un delito compuesto). vez realizado el tipo con "la primera
reiteración" de ahí en adelante "es in-
ii) Los delitos permanentes diferente el número de veces que tal
(Art. 141 del CP), como el secues- reiteración se produzca" (POLITOFF /
tro, en los que, según LABATUT, "la MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 5 4 ) , pues de
acción que lo consuma crea un esta- todos modos se habrá cometido una
do delictuoso que se prolonga en el sola vez el delito, como ocurre con
tiempo mientras subsiste la lesión del la encubrimiento por favorecimiento
bien jurídico afectado" (LABATUT, I, habitual (Art. 17, N° 4, del CP); si
164), y una de cuyas características acaso la ejecución por una sola vez
principales consiste en que, durante (sin reiteración) de la conducta es
dicho estado o "situación antijurídi- atípica sólo en relación con la figura
ca" subsiste "la posibilidad del agen- que castiga la habitualidad (como en
te de hacer prolongarla o de hacerla el caso del actual Art. 367, inc. 2O,

633
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

del CP, que sanciona con una pena ción de una acción por una sola vez
agravada la promoción o facilita- ya es típica, "por la estructura del
ción habitual de la prostitución de tipo es indiferente para la valora-
menores de edad, en relación con ción jurídica que la acción descrita
la menor pena que el primer inciso en él se haya realizado una o muchas
de la misma disposición contempla veces" (CURY, 6 5 3 ) , como la falsifi-
para la realización de la misma con- cación de moneda (Arts. 162 y ss.
ducta por una sola vez), o lo es de del CP) y la circulación de mone-
forma absoluta (como en el caso ya da falsa (Arts. 168 y 170 del CP),
citado del Art. 17, N° 4, del CP), delito que, como advierte NOVOA,
no parece relevante: en ambos casos "no pierde unidad aun cuando se
la situación es la misma, en relación realice en más de una oportunidad
con el tipo que exige habitualidad: y mediante varios actos" (NOVOA,
hay unidad delictiva, en el sentido II, 223); lo que caracterizaría, en
de que el tipo habitual se entiende todo caso, estas hipótesis de unidad
realizado una sola vez, por más que jurídica de acción, es que, como lo
el autor haya incurrido varias veces señala MATUS, Comentario, 3 8 7
en la reiteración de la conducta160. -denominando, sin embargo, a esta
categoría como delitos de emprendi-
iv) Otros delitos con pluralidad miento—, las diversas acciones son
de acciones, en que, si bien la ejecu- unificadas "aunque se encuentren

Por ello, no parece conveniente restringir el concepto de delito habitual, c o m o lo


hace ETCHEBERRY, al caso en que "las acciones aisladas no son punibles" (ETCHEBERRY,
11,111; en el mismo sentido, NOVOA, I, 2 5 1 : "la acción aislada no es típica"), pues
la solución predicada para este caso también es necesaria en los casos en que la rei-
teración sólo viene a calificar un tipo básico que no requiere reiteración, c o m o en el
caso del delito de la promoción o facilitación habitual de la prostitución de menores
de edad, después de la reforma introducida por la Ley N ° 1 9 . 9 2 7 , de 14 de enero de
2 0 0 4 , que tipificó la comisión del primer acto de promoción o facilitación, dejando
la habitualidad c o m o una figura calificada, a la que, de aplicarse el primer criterio, ya
no se consideraría delito habitual. Es cierto que también podría aplicarse a ese caso la
figura del delito continuado, pero la unidad delictiva en tal caso, a diferencia de en el
delito continuado, deriva ya del sentido del tipo (agravado o calificado) que incorpora
el elemento de habitualidad (quien reitera una y otra vez la misma conducta, en este
caso, incurre una sola vez en c o n d u c t a deforma habitual, no tiene sentido decir que
"incurrió varias veces en una conducta habitual"), y no de una construcción de base
consuetudinaria, que no viene exigida por el tipo penal ( c o m o es el caso en el delito
continuado, lo que lo deja expuesto a más críticas).

634
JAIME COUSO ART. 68 BIS

separadas espacial y temporalmen- MÍREZ, PG, 456, quienes asimilan


te", lo que la distinguiría del caso a este caso, además, el de los tipos
de la reiteración de la conducta en mixtos alternativos, como el homici-
un contexto unitario, que para CURY, dio calificado (Art. 391, inc. I o , del
como se vio, en realidad es un caso CP), en los que "las diversas accio-
de unidad natural acción, y que para nes típicas se presentan sólo como
los críticos de esta noción, con todo, modalidades de realización del tipo
no siempre encuentra un espacio ex- de igual valor, carentes de propia
plícito dentro del listado de hipóte- independencia, enumeradas de for-
sis de unidad jurídica de acción (sí, ma casuística" (MATUS, Comenta-
en cambio, en GARRIDO, I I , 4 3 9 ; rio, 386-387; POLITOFF / MATUS /
también NOVOA, I I , 2 2 3 ) . RAMÍREZ, PG, 455-456), de lo que
cabría desprender que, por ejemplo,
CURY añade, además, al listado la ejecución de la acción homicida
de hipótesis de unidad jurídica de con alevosía y actuando por premio
acción, los delitos de tipicidad refor- o promesa remuneratoria no ven-
zada, "en los cuales el tipo contem- dría a configurar una reiteración de
pla varias posibles acciones, de ma- homicidios calificados (ni siquiera
nera que la ejecución de cualquiera en concurso aparente por consun-
de ellas lo satisface, pero al mismo ción), sino tan sólo un homicidio
tiempo le es indiferente el que se calificado (pero, dado que aquí se
realice más de una", como en el de- da, por definición, una sola acción
lito del Art. 123 del CP, respecto homicida, en mi opinión no pare-
del cual, tanto la acción de "dirigir ce necesario tratar este caso como
discursos a la muchedumbre", como una hipótesis de unidad jurídica de
la de "repartir impresos" (si en cada acción que viene a unificar, por una
caso está presente la finalidad de ex- valoración jurídica, lo que de otro
citar al pueblo al alzamiento) sirven, modo podría llegar a considerarse
alternativamente, para realizar el una pluralidad -y reiteración— de-
tipo, pero en el que, por otra parte, lictiva); cfr., asimismo, MERCADO,
la suma de ambas acciones sólo sa- 30-32, destacando que también en
tisface el tipo una vez, y no permite la violación, siempre que las diver-
apreciar una comisión reiterada del sas modalidades típicas se ejecuten
mismo (CURY, 653; también reco- en un mismo contexto situacional y
nocen esa hipótesis de unidad jurí- temporal, se debe apreciar unidad
dica de acción, MATUS, Comentario, de acción y de "hecho delictivo" (en
386-387, y POLITOFF / MATUS / RA- caso de penetración sucesiva, por

635
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ej.: primero, por vía bucal, y luego, prevaricación, bien puede configurar
por vía anal). diversos delitos independientes, que
entran en concurso aparente, ideal
MATUS incluye, además, den- o real (MATUS, Comentario, 387;
tro de las hipótesis de unidad jurí- POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G ,
dica de acción, a los delitos de em- 456); en mi opinión, la razón salta
prendimiento, definiéndolos como a la vista: el nombre de "prevarica-
aquellos en que "distintas conductas ción", en este caso, apenas viene a
que pueden realizarse en diferentes agrupar conductas del todo diversas,
momentos aparecen como modali- que realmente parecen afectar a bie-
dades independientes de una misma nes jurídicos también distintos (la
actividad compuesta de una serie de recta administración de justicia, la
acciones, iniciadas o no por el autor, probidad y la libertad de autodeter-
y en que éste participa una y otra minación sexual), a las que lo único
vez" (MATUS, Comentario, 387; en que las agrupa es la calidad del suje-
el mismo sentido, POLITOFF / MATUS to que incurre en ellas (ETCHEBERRY,
/ RAMÍREZ, P G , 4 5 4 - 4 5 5 ) , como en I, 225 explica que las figuras mixtas
el caso de los delitos de tráfico ilíci- acumulativas "[enl el fondo, son fi-
to de estupefacientes (por ej., de los guras distintas reunidas con una eti-
Arts. I o y 3 o de la Ley N° 20.000), queta común").
con la consecuencia de que el sujeto
que, por ejemplo, ejecuta una acción La jurisprudencia, que había re-
de elaboración de drogas estupefa- conocido ya en 1882 la unidad delic-
cientes y, luego, otra de tráfico con tiva en un caso de la reiteración de ac-
dichas sustancias y, por último, una ciones de circulación de moneda falsa
de tráfico con las materias primas (v. la sentencia de la Corte Suprema,
que sirven para obtenerlas, incurre de 12 de octubre de 1882, en: GT
en un solo delito de tráfico ilícito de 1882, p. 1441, citada por NOVOA, II,
estupefacientes, cometido bajo esas 223), hace unos años confirmó esta
diversas modalidades. Otra cosa ocu- tesis (Corte Suprema, 15 de julio de
rriría, en cambio, según los mismos 1994, en: FM 428, 361, citada por
autores, en el caso de los tipos mixtos MATUS, Comentario, 387).
acumulativos, como la prevaricación
judicial (Art. 223 del CP), en que la c) El delito continuado
realización de los diversos actos de
enumerados por la ley, si bien apa- Si bien parte de la doctrina
recen como diversas modalidades de
plantea ciertas dudas acerca de si el
636
JAIME COUSO ART. 68 BIS

delito continuado es realmente un medial, pues "el fraccionamiento ne-


caso de unidad jurídica de acción cesario sitúa las acciones continuadas
(para CURY, 6 5 3 y ss. es un "caso en relación de 'medio a fin " (la cur-
límite"; le dan la razón POLITOFF / siva está en el original), de modo que
MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 5 2 - 4 5 3 ; corresponde castigarlo con "la pena
mientras que GARRIDO, I I , 4 3 7 , sin mayor asignada al delito más grave"
tomar postura, advierte que, si bien (Art. 75 del CP). En cualquier caso,
"la doctrina nacional [lo] considera tanto aquellos autores como éste co-
como un caso de unidad jurídica inciden, en el caso del hurto, en que
[...] hay algunos autores que lo cali- el vínculo de continuidad excluye la
fican como un concurso específico"), aplicación del Art. 451 del CP, que
hay un amplio acuerdo en reconocer consiste realmente en una regla es-
que, cuando se dan sus presupuestos, pecial de penalidad aplicable al con-
corresponde tratar como una única curso real de hurtos, cometidos bajo
realización típica a la reiteración de las circunstancias allí señaladas, y no
acciones que formalmente realizan al delito continuado de hurto (en
varias veces un tipo (o diversos tipos ese sentido, por ej., ETCHEBERRY, II,
que atentan en contra de un mismo 113-114; GARRIDO, II, 444; CURY,
bien jurídico), castigándolo como 1959, 208; MUÑOZ, 3 4 0 - 3 4 1 ) .
un solo delito, con la pena asignada
por la Ley a éste. Así, por ej., coinci- Sólo NOVOA (NOVOA, II, 242; ya
den en reconocer esa consecuencia, antes, en NOVOA, 1965,passim) nie-
ETCHEBERRY, I I , 1 1 3 , para quien de- ga toda eficacia al delito continuado
rechamente "el delito continuado es en nuestro derecho, reservando el
un solo delito y no varios" (el énfasis tratamiento unitario de la reitera-
está en el original), y otros autores ción de acciones para los casos en
que dudan sobre la naturaleza de la que ello proviene del sentido del tipo
institución, pero no en tratarla en (lo que precisamente no ocurriría en
la práctica como un caso de unidad el paradigmático caso de los hurtos,
delictiva, que debe sancionarse, en- de modo que el tratamiento puni-
tonces, como la comisión por una tivo más favorable disponible sería
sola vez, de un único delito (POLI- la regla del Art. 451 del CP); con
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 5 3 ; ello, entonces, sin negar que ciertos
GARRIDO, I I , 4 4 4 ) . CURY, 6 5 8 - 6 5 9 , tipos penales admiten la unificación
en cambio, matiza esta conclusión, de diversas realizaciones típicas, y su
al tratar al delito continuado como castigo como un solo delito, entien-
si se tratase de un caso de concurso de que eso es un problema de Parte
637
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Especial, y no la consecuencia de tura que ha sostenido en doctrina,


una institución de la Parte General, cuando propuso tratar el caso como
aplicable a una generalidad de figu- si se tratase de un concurso medial.
ras delictivas, como se pretende en en efecto, en esta decisión la Corte
el caso delito continuado. Suprema impuso al condenado, en
su sentencia de reemplazo, la pena
Aunque no tenga consagración de cinco años y un día de presidio
legal expresa, la jurisprudencia de mayor en su grado mínimo, por el
la Corte Suprema reconoce el delito delito de malversación de caudales
continuado de manera clara, como públicos del Art. 233, N° 3, del CP,
una figura que tiene "la virtud de que se castiga en la Ley con presidio
unificar la acción", desde 1966 (sen- mayor en su grado mínimo a medio;
tencia de la Corte Suprema, 9 de así, como puede apreciarse, se trató a
noviembre de 1966, en RDJ, tomo las diversas acciones de apropiación,
XLIII, 2 a parte, sección 4 a , p. 256, como un solo delito, sin aplicarse
citada por C O U S I Ñ O , I, 319, quien la solución que el Art. 75 del CP
fue el redactor de la misma, como contempla para el concurso medial, y
abogado integrante). Más reciente- que CURY había propuesto en 658-
mente, la Sala Penal de la Corte Su- 659). Como reseña ETCHEBERRY, II,
prema, vuelve a aplicar la figura del 114, los tribunales han aplicado la
delito continuado, a la que considera figura especialmente en el caso de
"una institución que entre nosotros reiteración de "infracciones contra
encuentra su origen en el derecho bienes jurídicos cuantificables: hur-
consuetudinario, constituyendo un to, malversación, estafa, lo que hace
caso característico de creación con- posible determinar la suma total a
suetudinaria de Ley penal bonam que el resultado asciende", lo que en
partem y, precisamente por esto úl- casos singulares, advierte el mismo
timo, generalmente aceptada por la autor, podría ser problemático, si,
mejor doctrina", resolviendo, ade- por ejemplo, la acumulación ma-
más, que las diversas acciones "han terial de las penas por varios delitos
de ser tratadas como un todo y casti- de pequeña cuantía conduce a una
gadas como un solo hecho punible" sanción menor que su castigo como
(Corte Suprema, Rol N° 2863-03, un solo delito, de una cuantía ma-
30 de enero de 2006 [casación en yor, caso en que, sin embargo, en
el fondo penal], redactada por En- mi opinión, no habría dificultad
rique CURY, quien, en mi opinión, para exigir, en base al principio de
se aleja así, en la práctica, de la pos- legalidad de la pena, la aplicación

638
JAIME COUSO ART. 68 BIS

de las únicas sanciones expresamen- de un mismo bien jurídico median-


te establecidas por el legislador (las te un modo de comisión semejante"
de cada delito de baja cuantía), en (CURY, 658, destacando que no se
lugar de una que sólo resulta de la aplica, en cambio, el "defectuoso"
aplicación de una construcción con- concepto de misma especie emplea-
suetudinaria, cuyo único sentido es do por el Art. 351 del C P P , y po-
favorecer al afectado, y no perjudi- niendo como ejemplo de delitos de
carlo. Lo propio podría decirse del la misma especie, en PG, p. 512, la
peligro de otras consecuencias per- malversación de caudales públicos
judiciales que podrían derivar de la cometida mediante sustracción y el
aplicación de la figura del delito con- hurto o la apropiación indebida; en
tinuado (por ej., en materia de pres- sentido similar GARRIDO, II, 442,
cripción), a las que hace referencia concretando la exigencia en que los
ETCHEBERRY, I I , 1 1 4 - 1 1 5 . diversos tipos realizados "correspon-
dan a un tipo básico único", como
También ha sido objeto de dis- ocurriría entre el giro doloso de
cusión doctrinaria la cuestión de los cheques y la estafa, así como entre
requisitos, en particular, de la espe- la falsedad de documento privado y
cial relación que debe mediar entre de instrumento público; ETCHEBE-
las diversas acciones que han de ser RRY, II, 111, añade el ejemplo de la
unificadas por medio de su valo- continuidad entre tentativa y con-
ración como un delito continuado. sumación [si bien, como se afirmó
Hay amplia coincidencia en que el supra, N° 4, en mi opinión, en los
delito continuado exige: a) unidad casos de ejecución ininterrumpida
de sujeto activo; b) pluralidad de del plan delictivo es muy dudoso
acciones, "cada una de las cuales que los primeros actos ejecutivos
satisface las exigencias del tipo res- realicen, siquiera formalmente, el
pectivo" (CURY, 6 5 7 ) ; c) una cierta tipo de tentativa], y se refiere, al
separación cronológica, entre las di- parecer de acuerdo con ella, a la
versas acciones (pues si se dan en un doctrina que admite la relación de
contexto unitario su unidad se puede continuidad "entre las formas sim-
afirmar de manera más palmaria; ples y agravadas del mismo delito");
v. supra, al tratar de la unidad natu- e) unidad de sujeto pasivo, si se trata
ral de acción); d) que los delitos en de atentados en contra de bienes ju-
conexión de continuidad sean "de rídicos personalísimos (GARRIDO, II,
una misma especie", entendiendo 442, para quien ello "podría tener
por tales los que "atentan en contra particular importancia en delitos de

639
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

índole sexual repetidos en contra de das, en tiempos diversos, respecto


una misma víctima", tesis que explí- de la misma víctima—, siendo prefe-
citamente desarrolla MERCADO, 39 y rible que la aplicación de la figura
ss., apoyando una amplia aplicación del delito continuado, tratándose
de la figura a los delitos sexuales con de atentados en contra de bienes
unidad de sujeto pasivo; en el mis- jurídicos personalísimos, incluso si
mo sentido, CURY, 6 5 8 , quien men- afectan a un mismo sujeto pasivo, se
ciona demás el caso de los delitos circunscriba a hipótesis excepciona-
en contra de la vida, salud, libertad les en las que realmente, conforme
ambulatoria, libertad de autodeter- al sentido del tipo penal, la reitera-
minación sexual, honor; lo que, en ción no incremente de modo sen-
mi opinión, es demasiado indiferen- sible la intensidad de la afectación
ciado para poder aprobarse —pues del bien jurídico161); f) una especial
no parece aceptable, por ej., unificar conexión entre las diversas acciones
diversas lesiones corporales cometi- (ETCHEBERRY, II, 110), cuya natu-

161 También el legislador español en el CP de 1995 ha limitado la aplicación del delito


continuado en este tipo de casos al prohibir su aplicación, por regla general (en el Art.
74) cuando se trate de "ofensas a bienes eminentemente personales", con independencia
de si afectan a un mismo o a diversos sujetos pasivos, distinción que, con todo, sí es
relevante para admitir, excepcionalmente la figura respecto de "infracciones contra el
honor y la libertad e indemnidad sexuales que afecten al mismo sujeto pasivo", pero
no de modo general, sino atendiendo, "para aplicar o no la continuidad delictiva",
" . . . a la naturaleza del hecho y del precepto infringido". En Alemania, por su parte,
donde el delito continuado, sin llegar a alcanzar recepción legislativa, fue desarrollado
por la doctrina y la jurisprudencia, estableciendo requisitos semejantes a los recogidos
por nuestra doctrina nacional, permitiendo así aplicar la figura a diversos atentados en
contra bienes jurídicos personalísimos que afectasen a un mismo sujeto pasivo, más
tarde, sin embargo, a partir de la "decisión del siglo" adoptada en 1994 por el Gran
Senado para asuntos penales, del Tribunal Supremo Federal, el delito continuado ha sido
prácticamente abandonado por la jurisprudencia (y ya desde antes era objeto de crítica
por amplios sectores de la doctrina), sin perjuicio de que otras reglas e instituciones
legales permiten moderar los efectos de este cambio jurisprudencial, al determinar la
pena de las diversas infracciones reiteradas, y sin perjuicio de que, de todos modos, la
"unidad típica de acción" (tatbestandliche Handlungseinheit) permite unificar diversas
realizaciones típicas reiteradas, cuando para el respectivo tipo penal el comportamiento
típico, conceptualmente, de hecho, o característicamente, presupone varias acciones
individuales (v. RoxiN, Claus [2003], Strafrecht. Allgemeiner Teil, t. II [Munich, Verlag
C.H. Beck], parág. 33, nm 2 6 2 y ss. y 19).

640
JAIME COUSO ART. 68 BIS

raleza es, sin embargo, objeto de acciones "presupone subjetivamente


discusión (para CURY, 656-657, el que el autor renueve la misma reso-
vínculo consiste en que las diversas lución delictiva o una similar, bajo
acciones "constituyen la violación, el efecto motivador de circunstan-
necesariamente fraccionada, de una cias equivalentes o esencialmente
única norma de deber", como en equivalentes", sea que aquél se haya
el caso de quien quiere desvalijar propuesto o no, desde un principio,
la casa deshabitada, pero no puede la ejecución de todas las acciones a
hacerlo en una sola noche, pues el las que luego se reconoce vínculo de
vehículo con que cuenta no le alcan- continuidad, de modo que también
za para ello; GARRIDO, II, 443-444, se da ese vínculo en el caso en que
en cambio, tras rechazar la exigencia "el procesado [...] no obró realizan-
de "fraccionamiento necesario" for- do un dolo único y conjunto como
mulada por CURY, a la que califica el exigido por la vieja teoría, sino
de "un tanto extrema", no intenta que más bien renovó la misma reso-
encontrar una única naturaleza del lución delictiva de apoderarse de los
vínculo de continuidad, admitiendo caudales públicos que le habían sido
que puede consistir en que las diver- confiados, bajo el efecto motiva-
sas acciones fueron abarcadas por dor de circunstancias equivalentes,
un "dolo global" o "un proyecto ge- como ciertamente lo eran su estre-
neral del autor", pero también en la chez económica, las escasas perspec-
"igualdad de motivación", como en tivas que le ofrecía su situación en
el caso del cajero que, sin tener un el servicio, la ubicación apartada de
plan genérico previo, pero cada vez su oficio, las necesidades impuestas
"con iguales motivaciones", se apo- por sus obligaciones domésticas y
dera varias veces de diversas sumas). otras semejantes"; razonamiento en
el que implícitamente se descarta la
La jurisprudencia de la Cor- exigencia de "fraccionamiento nece-
te Suprema, en el citado fallo de la sario" (lo que es especialmente sig-
Segunda Sala, del año 2006 (Rol nificativo, si se considera que el fa-
N° 2863-03, 30 de enero de 2006), llo fue redactado por Enrique CURY,
se pronunció sobre la naturaleza quien precisamente, en doctrina,
del vínculo de continuidad, descar- había planteado dicha exigencia).
tando la necesidad de un "dolo co-
mún", y acogiendo la denominada Sin embargo, la misma Segun-
teoría de la alternación, con arreglo da Sala de la Corte Suprema, dos
a la cual la reunión de las diversas años después (en sentencia Rol
641
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

N° 1494-2007, 20 de noviembre tra de la libertad o la indemnidad


de 2007, ahora sin la integración sexual de un mismo sujeto pasivo.
de CURY162) ignora esta doctrina y En contra de la tesis sugerida por
sostiene (curiosamente retomando la doctrina (v. supra, las referencias
la "vieja" argumentación de CURY) a CURY y a GARRIDO, en tal senti-
la exigencia de una "unidad de pro- do), que precisamente admite tal
pósito" y de "fraccionamiento ne- posibilidad, la gran mayoría de las
cesario", rechazando la existencia decisiones dictadas en los últimos
de un delito continuado de estafa, años coincide en rechazar la conti-
por falta de "unidad de propósito nuidad en esos casos. En un grupo
del agente [...] desde que no es ve- de decisiones, el rechazo se funda
rosímilmente creíble sostener que en que, tratándose de "atentados en
los encausados [...] hayan previs- contra de bienes jurídicos eminen-
to en forma precisa y determinada temente personales", "aparece como
realizar, durante un cierto lapso de esencial [...] el que el agente que
tiempo, veintidós conductas de uso realiza el acto típico obedezca a un
malicioso de instrumento publico mismo propósito delictivo" (Corte
falso, y otras tantas de estafa" y por- de Apelaciones de Concepción, Rol
que "no se aprecia una vulneración, N° 2552-2007, 12 de diciembre
necesariamente dividida, de una de 2007, Cita Westlaw Chile: CL/
misma norma [...] porque se fueron JUR/2979/2007, declarando que en
cometiendo a medida que se presen- la especie tal exigencia no se cum-
taban aisladamente las condiciones ple, pues "en él [el agente] se ob-
necesarias para su comisión". serva una intención deliberada de
afectar la indemnidad sexual de la
La jurisprudencia de Cortes de menor en cada hecho por separado",
Apelaciones ha tenido oportunidad argumento que se repite, casi tex-
tualmente, en Corte de Apelaciones
de examinar, en numerosos fallos de
de Temuco, Rol N° 498-2010, 3 de
nulidad, si acaso procede reconocer
agosto de 2010, contra Salazar Fe-
un vínculo de continuidad en el caso
rrada, Juan Honorindo, Cita West-
de reiteración de atentados en con-

162 Pero con la presencia de los Ministros Chaigneau y Rodríguez, que habían concurrido
al citado fallo de 30 de enero de 2 0 0 6 , y que ahora cambian de opinión, sin ofrecer
fundamentos para ello (lo que es una omisión común en la Corte Suprema chilena,
como se demuestra en Couso / MERA, 3 3 1 , 3 3 7 , 3 4 3 , 349, y cuya explicación se intenta
en Couso, 2 0 0 7 ) .

642
JAIME COUSO ART. 68 BIS

law Chile: CL/JUR/4550/2010; así de valores enraizados en la perso-


como en Corte de Apelaciones de nalidad o en la reprobabilidad de
San Miguel, Rol N° 1149-2010, 9 relaciones personalísimas..."'. (ci-
de octubre de 2010, contra Oñate tando a WELZEL); asimismo, para la
Paz, Roberto, Cita Westlaw Chi- Corte de Apelaciones de Talca, Rol
le: CL/JUR/8229/2010; en senti- N° 370-2010, 23 de septiembre de
do similar, Corte de Apelaciones 2010, contra Escobar Rivera, Víctor
de Antofagasta, Rol N° 317-2009, Manuel y Parada Cáceres, Héctor
15 de diciembre de 2009, con- Mauricio, Cita Westlaw Chile: CL/
tra Aguirre Chávez, Eduardo Se- JUR/7498/2010, siendo el bien ju-
gundo, Cita Westlaw Chile: CL/ rídico de la "indemnidad sexual"
JUR/4890/2009, exigiendo "la uni- uno "personalísimo", por definición
dad de conciencia colectiva' a que se "se vulnera con cada ataque [...] no
refiere la doctrina [que sólo] se en- pudiendo, en ningún caso [...] frac-
cuentra presente cuando el hecho cionarse en diversos actos".
delictivo es el mismo sin agotarse en
cada acto, lo que no ocurre en este En cambio, recientemente la
caso"). En otro grupo de decisiones, Corte de Apelaciones de Temuco
el rechazo parece ser más categórico, (Rol N° 345 2008, 24 de abril de
de modo que no parece venir al caso 2008, contra Hugo Rogelio Espino-
la cuestión de si puede apreciarse, en za Vásquez [nulidad penal], N° ID
el caso concreto, un propósito uni- LegalPublishing: 38894) resolvió
tario; así, la Corte de Apelaciones reconocer la continuidad delictiva
de San Miguel (Rol N° 63-2007, en un caso en que "existieron tres
31 de julio de 2007 [recurso de episodios reprochables penalmente
apelación], N° ID LegalPublishing: por el acusado, referidos a un mis-
36865) entiende que "se acepta que mo hecho punible, realizado en un
el delito continuado puede recaer en mismo lugar y durante el lapso de
bienes jurídicos de contenido patri- un mes", en atención a que todas
monial [...] y a aquellos que pueden esas conductas "obedecen a un mis-
lesionar la fe pública [pero], [s]e ha mo designio criminal, dándose en
establecido, por el contrario, que la especie un propósito de unidad
no hay continuidad en aquellos ca- de actos en que repitió su accionar
sos en que se verifican infracciones de significación sexual en la misma
a bienes jurídicos personalísimos, o forma" (con lo que sigue apegada a
dicho en otros términos, si lo in- la doctrina del "propósito unitario",
justo del tipo se asienta en la lesión para el que no es indiferente que, a

643
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

fin de cuentas, pese a la separación concurso real (sujetos, en su caso, al


cronológica, las tres ocasiones fue- régimen del Art. 351 del CP); si, en
ron "verificadas en un espacio corto cambio, se acepta la aplicación del
de tiempo"; por otra parte, sin em- delito continuado a este tipo de de-
bargo, también parece subyacer a la litos, sólo corresponde aplicarlo en
decisión un fundamento cercano a la segunda de las hipótesis reseñadas
la teoría de la altematividad, cuando (y no, por cierto, invocando como
añade la consideración de que los fundamento la incertidumbre sobre
tres atentados se cometieron "apro- la fecha de cada atentado). En otra
vechando que la víctima vivía en decisión, la Corte de Apelaciones
la misma casa donde pernoctaba el de Rancagua (Rol N° 138-2007,
agente delictivo"). 24 de mayo 2007 [nulidad penal],
N° ID LegalPublishing: 36.393),
Fuera de ello, los tribunales han aparentemente también reconoce
aplicado, con todo, la figura del de- la continuidad delictiva entre dos
lito continuado en algunos casos de delitos sexuales, pero en realidad,
atentados sexuales (como pone de en mi opinión, indirectamente
relieve ETCHEBERRY, II, 1 1 4 - 1 1 5 , ci- viene más bien a confirmar la tesis
tando su propia obra DPJ II, 73yss., anterior, contraria a su aplicación,
y DPJ IV, 190 y ss.), ante "la imposi- pues la decisión expresamente se
bilidad de acreditar el número y cir- apoya en que "entre los dos episo-
cunstancias de cada acto cometido, dios reprochables penalmente reali-
aunque consta que se prolongaron zados por el acusado, no medió un
durante cierto lapso, esto es, hubo lapso superior a las 12 horas entre
más de uno", solución acaso "prag- uno y otro [...] el primer atentado
mática", pero que, en mi opinión, ocurrió cuando [la víctima] estaba
carece de fundamento; en efecto, si semidormida y, el segundo, a la ma-
se rechaza la aplicabilidad del deli- ñana siguiente cuando estaba en la
to continuado a casos de atentados ducha sin ropa [de lo que] es dable
sexuales, el déficit de prueba cierta colegir que [...] obedecen a un mis-
sobre la reiteración debe conducir a mo propósito delictivo, pues clara-
condenar por un único atentado, y mente la posibilidad de efectuar las
la existencia de pruebas fehacientes tocaciones a la menor se dieron en
sobre la reiteración (aun cuando no ese espacio de tiempo, obedeciendo
conste precisamente la fecha de cada el actuar del agente al sólo interés
atentado) debería conducir a con- de realizar tales acciones, mante-
denar por a lo menos dos delitos, en niéndose de esta forma un propó-

644
ART. 74
JAIME COUSO

sito de unidad de actos en las dos de delitos; el segunda, la de los con-


oportunidades en que repitió su ac- cursos reales de delitos. La situación,
cionar", descartando la Corte, por tratada por el Art. 75, inc. I o , se-
déficit de evidencias probatorias, gunda alternativa, de que un delito
"que en una determinada época, en "sea el medio necesario para come-
que ellos se habrían producido, se ter el otro" (iconcurso medial), con-
han verificado dos delitos diversos ceptualmente es un caso de concurso
e independientes entre sí, con sus real ( C U R Y , 662), con independen-
propias circunstancias absoluta- cia de que su tratamiento punitivo
mente desvinculadas unas de otras", sea el mismo (sistema de absorción
dando a entender con ello que, con agravada163 de la pena) que el de
mejores pruebas sobre la separación los casos de concurso ideal, lo que se
cronológica entre ambos atentados, debe a que el legislador reconoce en
cabría negar la unificación delictiva, este caso -como en el del concurso
la que en este caso, entonces, parece ideal- una fuerte vinculación fáctica
haberse fundado más bien en que entre los diversos delitos acogidos a
la reiteración se produjo en un solo esta regla.
contexto temporal, y no en la exis-
tencia de un vínculo de continuidad El examen de estos preceptos y
entre acciones claramente separadas de los problemas interpretativos que
en el tiempo. plantean, se abordará más adelante.

III. Pluralidad de delitos En este lugar sí cabe destacar


que el tratamiento punitivo estable-
La regulación del los Arts. 74 cido por el Art. 74 del CP para el
y 75 sugiere una diferencia concep- concurso real puede considerarse el
tual entre dos grupos de casos de tratamiento "por defecto", o la regla
pluralidad de delitos: la pluralidad general aplicable a estos casos, que
delitos constituida a través de un deja de ser aplicable, sin embargo,
solo hecho y la pluralidad de delitos cada vez que la Ley contemple reglas
constituida a través de varios (dos o especiales, para casos excepcionales, en
más) hechos. El primer grupo con- los que el legislador parece prestar
figura la hipótesis del concurso ideal atención a una cierta vinculación

163 La expresión "absorción agravada", tomada de MAÑALICH, 4 3 , expresa de manera más


exacta el efecto de la regla que la tradicionalmente usada "absorción", a secas.

645
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

entre los delitos sometidos a tales Si, p o r la n a t u r a l e z a de las


reglas, más "fuerte" en el caso del diversas infracciones, éstas no
concurso medial, más débil en los p u d i e r e n e s t i m a r s e c o m o u n solo
restantes casos. A continuación se d e l i t o , el t r i b u n a l aplicará la p e n a
mencionan los principales casos: s e ñ a l a d a a aquella q u e , c o n s i d e r a -
d a a i s l a d a m e n t e , c o n las c i r c u n s -

a) La regla de absorción agravada t a n c i a s del c a s o , tuviere asignada

de la pena, establecida para el con- una pena mayor, aumentándola en

curso medial (v. infra, al tratar sobre u n o o d o s g r a d o s , según fuere el

el Art. 75 del CP), es una primera n ú m e r o d e los delitos [ . . . ] "

excepción a tener en cuenta (no así,


la regla establecida para el concurso El propio Art. 351, inc. 4O del
ideal, pues este no es un caso espe- CP, resuelve la cuestión de qué se
cial dentro del grupo de los concur- entiende por delitos "de la misma
sos reales, sino derechamente, otro especie": "aquellos que afectaren al
tipo de concurso). mismo bien jurídico", definición
que corrige, según C U R Y , 6 6 1 - 6 6 2 ,
b) Una segunda regla es la de la algunas de las deficiencias de que
acumulación jurídica de las penas, es- ofrece el Art. 509 del C. de P.P.
tablecida por el Art. 351 del CPP, para ("aquellos que estén penados en un
la reiteración de crímenes y simples mismo título del Código Penal o
delitos de la misma especie (así como Ley que los castiga"), pero no todas
la establecida por el Art. 509 del C. de ellas, pues debería importar no sólo
P.P, para los mismos casos, aplicable a si se atenta contra el mismo bien ju-
las causas no sometidas a las reglas del rídico, sino también "la forma que
CPP), que el Art. 397 del CPP tam- adopta el ataque", de modo que no
bién hace aplicable a la reiteración de serían de la misma especie, por ej.,
faltas de la misma especie. Confor- la estafa y el robo con violencia o
me al Art. 351 del CPP: intimidación en las personas (CURY,
512, 662, n. 42, si bien resolviendo
" E n los c a s o s d e r e i t e r a c i ó n el ámbito de aplicación de la agra-
de c r í m e n e s o s i m p l e s delitos de vante de reincidencia específica, del
u n a m i s m a especie se i m p o n d r á la Art. 12, N° 16, del CP). MATUS,

p e n a c o r r e s p o n d i e n t e a las diversas
Comentario, 396, anticipa que la
infracciones, estimadas como un
solución del Art. 351 del CPP ge-
solo delito, a u m e n t á n d o l a en u n o
nerará problemas de aplicación, so-
o dos grados.
bre todo en el caso de delitos que

646
JAIME COUSO ART. 68 BIS

no protegen un único bien jurídico, 267, refiriéndose al Art. 509 del C.


lo que reduciría sustancialmente su de P.P., en esto idéntico, como se
ámbito de aplicación, restringién- dijo, al Art. 351 del CPP, invocando
dola al caso en que haya una especie tres razones: primero, porque ello
de "identidad de bien jurídico pro- implicaría dar a los delitos cuyas pe-
tegido" (cursiva en el original). nas se determinan a partir de un im-
porte expresado en dinero (lo que es
Sobre las infracciones que, por una circunstancia azarosa, que no se
"su naturaleza", pueden ser "estima- corresponde con una mayor repro-
das como uno solo delito", NOVOA, chabilidad de este primer grupo de
II, 227, refiriéndose al Art. 509 del delitos) un trato injustificadamente
C. de P.P., idéntico en este punto al más severo que el que se da a los
Art. 351 del CPP, entiende que son delitos cuyas penas no se determi-
"aquellos tipos que pueden ser me- nan de ese modo, y que igualmente
didos en magnitudes o cuya carac- podrían ser estimados, conforme a
terización y pena toman en cuenta su naturaleza, "como un solo deli-
ciertas cuantías pecuniarias", como to", así como también es más severo
el hurto, los daños y la malversación que el trato dado, en fin, a los de-
de caudales públicos, debiendo apli- litos que no pueden ser considera-
carse la regla de asperación o acumu- dos "como uno solo" (los del inc. 2o
lación jurídica de penas (en este caso, del Art. 509 del C. de P.P., similar
aumento en uno o dos grados), a en esto, al inc. 2O del Art. 351 del
partir de la pena que corresponde al CPP); en efecto, para estos otros dos
monto total de los hurtado, dañado grupos de delitos se considera como
o malversado (implícitamente, en suficiente exasperación punitiva el
el mismo sentido, ETCHEBERRY, I I , aumento de la pena en grado (uno
1 1 7 ; también POLITOFF / MATUS / a tres grados, en el Art. 509 del C.
RAMÍREZ, P G , 4 6 7 1 6 4 ; M U Ñ O Z , 3 4 8 ) . de P.P.; uno o dos, en el Art. 3 5 1 del
En contra de esta solución se pro- CPP), aumento calculado a partir
nuncian SOLARI / RODRÍGUEZ, 2 6 6 - de la pena del delito más grave (o de

164 En realidad, unos y otros no acogen explícitamente la propuesta de NOVOA de sumar


cantidades, para calcular la pena básica desde la cual deben realizarse los aumentos
dispuestos por la regla, sino que acogen simplemente su definición de qué tipo de
delitos pueden ser estimados como uno solo. MATUS, sin embargo, posteriormente ha
reconocido (v. injra, el texto principal), acogiendo ahora el criterio de GARRIDO, que
efectivamente antes interpretaba así la regla sobre la forma de calcular la pena.

647
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

uno cualquiera de los delitos come- "reiteración de hurtos", ha debido


tidos, que tengan igual pena), pres- establecer expresamente esa forma
cindiéndose en estos casos, enton- de calcular la pena. Para estos au-
ces, de toda consideración a la pena tores, en cambio, los delitos de la
de los demás delitos, mientras que misma especie que "pueden estimar-
para el primer grupo de delitos, a la se como uno solo", conforme a su
exasperación punitiva consistente en naturaleza, son aquellos que com-
el aumento de la pena en grado (tres parten una "relativa identidad típi-
o dos, según el caso), se añade, even- ca", especialmente en la forma que
tualmente, la que resulta de tomar adopta la lesión del bien jurídico
por pena base, no la pena de uno (SOLARI / RODRÍGUEZ, 2 6 4 , 2 6 3 ) , sin
cualquiera de los delitos cometidos necesidad de que sus penas se deter-
(que deben tener igual pena, según minen en relación con una cuantía
estos autores, para quedar sujetos a apreciable en dinero. Sin embargo,
la regla del inc. Io del Art. 509 del la aplicación de la regla del inc. Io
C. de P.P.), sino la pena asignada por del Art. 509 del C. de P.P., depen-
la Ley a un delito (imaginario) que de de que, además, los diversos de-
tuviera por importe la suma de los litos que "pueden estimarse como
importes de los verdaderamente co- un solo" tengan la misma pena (en
metidos; segundo, porque ese trata- concreto, atendidas las reglas de de-
miento más severo, incurriría, ade- terminación aplicables a cada uno
más, en el defecto de considerar dos de ellos), pues la referencia a "la
veces en perjuicio del condenado pena correspondiente a las diversas
una misma circunstancia, a saber, el infracciones" precisamente supone
número de delitos cometidos, que, que sea la misma (ibíd., 264), y que
primero, incide en la pena usada a partir de ella se efectúe el aumen-
como base para calcular el aumento to punitivo. GARRIDO, I I , 4 4 9 y n.
de pena y, luego, en la magnitud de 687, también rechazando la solu-
dicho aumento (uno o más grados, ción defendida por NOVOA, reitera
justamente según el número de de- el último de los tres argumentos de
litos); y, tercero, porque el precepto SOLARI / RODRÍGUEZ, añadiendo que
analizado (el Art. 509 del C. de P.P.) la aplicación de la misma forma de
ninguna mención hace a la posibili- cálculo de pena, empleada expresa-
dad de "sumar" los importes hurta- mente por el Art. 451 del CP, a una
dos, defraudados, malversados, etc., hipótesis para la que no aparece es-
a diferencia de la regla excepcional tablecida expresamente (el Art. 509
del Art. 451 del CP, que, para la del C. de P.P.) constituiría un caso

648
JAIME COUSO ART. 68 BIS

de analogía en perjuicio del conde- ofrece LAZO, 3 6 3 - 3 6 4 , ese criterio


nado, contraria al Art. 19, N° 3, de fue acogido, en realidad, de forma
la CPR; por ello, propone entender unánime por la Comisión Reviso-
que "pueden considerarse como ra), y añade a los ejemplos señalados
uno solo", por ej., hurtos de cuan- por GARRIDO "los cada vez más fre-
tías análogas, lesiones u homicidios cuentes de abusos sexuales" (si no se
simples, aun si alcanzan distintos les trata como delito continuado),
niveles de ejecución, y que "estimar advirtiendo además que el criterio
como un solo delito" a las diversas tradicional (sumar cuantías para cal-
infracciones cuando, por ej., se trata cular la pena base) "produciría, en
de hurtos, daños o malversaciones, ciertos casos, una agravación mayor
no implica sumar las sumas cantida- que la de aplicar la regla siguiente"
des hurtadas, dañadas o malversadas, (el inc. 2 ° , del Art. 3 5 1 del CPP).
sugiriendo, en cambio (si bien no es
claro al respecto), que simplemen- En relación con las infracciones
te debe partirse de la pena de una que, no obstante ser "de la misma es-
de esas infracciones165, para desde pecie", "no pudieren estimarse como
ahí efectuar los aumentos. Recien- un solo delito", SOLARI / RODRÍGUEZ,
temente, MATUS acoge este punto 2 6 2 - 2 6 4 , incluían (interpretando el
de vista, advirtiendo, no obstante, Art. 509 del C. de P.P.) los delitos
que el criterio tradicional, defendi- que constituyen formas muy diferen-
do por NOVOA, "es, por lo demás, tes de lesión del bien jurídico, dife-
la expresa voluntad de la mayoría de rencia que, por ej., se puede apreciar,
la Comisión Revisora del Código de dentro del universo de los delitos
Procedimiento Penal de 1906" (MA- contra la propiedad, entre una figura
TUS, 2008, s. N° de pág.; en efecto, de apropiación y una de destrucción
como consta en la reseña que, sobre (no, en cambio, entre los hurtos y la
el origen del antiguo Art. 537 del C. apropiación del Art. 470, N° 1, del
de P.P. -posteriormente, Art. 5 0 9 - CP, en que la forma que adopta la

165 Si se trata, por ej., de hurtos de cuantías análogas, se partirá de la pena de un hurto de
dicha cuantía (no de la pena correspondiente a un hurto de la suma de dichas cuantías);
si se trata, en cambio, de la hipótesis, señalada por GARRIDO, de infracciones "iguales"
que "alcanzan distintos niveles de ejecución", aunque no lo diga explícitamente, la
único coherente con su criterio es aplicar la misma regla que el inc. 2 o , del Art. 351 del
CPP, establece para las infracciones que "no pudieren estimarse como un solo delito":
partir de la infracción que, en concreta, tenga mayor pena.

649
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

lesión del bien jurídico es muy simi- En mi opinión, tienen razón


lar). Tales delitos, entonces, se de- SOLARI / RODRÍGUEZ, GARRIDO y
bían regir por la regla del inc. 2o del MATUS al rechazar la tesis propues-
Art. 509 del C. de P.P., que también ta por NOVOA, pues la exigencia de
sería aplicable, en todo caso, a los sumar las cuantías monetarias, que
delitos que, no obstante afectar del ya lleva eventualmente a un marco
mismo modo al bien jurídico (razón penal superior, para sobre ese mar-
por la cual podrían "estimarse como co aplicar los aumentos de pena por
un solo delito"), no tienen la misma la reiteración, por más que se apoye
pena, en concreto (ibíd., 264, 270), en la opinión de la Comisión Revi-
de modo que no podrían quedar su- sora del C. de P.P. (argumento his-
jetos a la regla del inc. Io del mismo tórico), no se recoge expresamen-
precepto. Para GARRIDO, II, 449, por te en la disposición del Art. 509
su parte, a partir de los ejemplos que del C de P.P. (por contraste, en el
ofrece (robos y hurto; injurias y ho- Art. 451 del CP, para la reiteración
micidio), se desprende que (bajo la de hurtos, sí queda claro que debe
regla del Art. 509 del C. de P.P.) no sumarse las cuantías de lo hurtado,
podían estimarse como un solo deli- pero —consecuentemente con ello,
to los que, no obstante estar tipifica- que ya puede implicar alcanzar una
dos en el mismo título, no afectaban pena superior— no se eleva la pena
al mismo bien jurídico (en absoluto, por la reiteración, sino sólo se dis-
o en parte, si una de ellas constituía pone aplicarla en su grado supe-
un delito pluriofensivo). MATUS, rior), y con tanta mayor razón no
por último, concluye, interpretan- puede bastar para develar el senti-
do ahora al Art. 351 del CPP (que, do de una disposición contenida
para definir cuándo los delitos son en una Ley distinta (el Art. 351 del
"de la misma especie", sustituyó el CPP), dictada un siglo más tarde,
criterio de la inclusión "en el mismo en la que tampoco se recoge expre-
título" por el que atiende a la identi- samente aquella solución. Y si bien
dad del bien jurídico afectado), que la obscuridad de la expresión, au-
los delitos que "no pueden estimarse toriza a consultar su "espíritu", éste
como un solo" son (solamente) "los se revela con mayor propiedad en
casos en que los delitos pluriofensi- este caso atendiendo a una inter-
vos tienen al menos un mismo bien pretación teleológica de la disposi-
jurídico protegido en común" (como ción, cuya finalidad claramente es
el hurto y el robo con intimidación) moderar los excesos punitivos que
(MATUS, 2008). resultarían de la acumulación ma-

650
JAIME COUSO ART 74

terial de los diversos delitos de la diante la suma de las cuantías de


misma especie, cometidos de for- lo hurtado, malversado, defrauda-
ma reiterada por el mismo autor. Y do, etc. Ahora bien, si no es ése el
dado que este objetivo se justifica criterio que distingue el ámbito de
con la misma razón para los dos aplicación de los inc. I o y 2 o del
grupos de delitos a los que se refie- Art. 351 del CPP, queda por re-
re la disposición -los que pueden solver cuál de los propuestos debe
considerarse como un solo delito y emplearse; pero esa definición pasa
los que, por su naturaleza no pue- totalmente a segundo plano si, por
den considerarse de ese modo— el las razones señaladas a continua-
tratamiento privilegiado debe ser ción, la regla que rige uno y otro
sustancialmente el mismo para am- caso termina, en la práctica, igua-
bos grupos, lo que no ocurriría si, lándose, para todos los delitos de la
por ejemplo, el autor de 2 violacio- misma especie.
nes de igual gravedad (considera-
das todas las circunstancias) recibe En efecto, en primer lugar, y no
la pena superior en un grado a la obstante las diferencias en el tenor
señalada a una sola de ellas, mien- literal de ambos incisos del Art. 351
tras que el autor de dos hurtos de del CPP, para ambos grupos de deli-
igual gravedad, por montos que, tos, destaca MATUS, el aumento debe
sumados, conducen ya a una eleva- hacerse a partir de la pena concreta
ción de pena (a la que se sumará determinada, aplicando las circuns-
la que dispone el Art. 351), recibe tancias que sean del caso, de modo
la pena superior en dos grados a la que, no concurriendo circunstan-
señalada para uno sólo de ellos; por cias que modifiquen un marco pe-
ello, en conclusión, también en los nal compuesto de dos o más grados,
casos del inc. Io del Art. 351 del el aumento puede hacerse a partir
CPP el cálculo de pena partirá de del grado mínimo de éstos, asu-
la que corresponda a un delito real- miendo que éste corresponde a la
mente cometido (en su caso, el más pena determinada (MATUS, 2 0 0 8 ) .
grave, si se entiende que también En mi opinión, si bien ello sólo es
en este inciso se regula la pena de la claro (según el tenor literal) en el
reiteración de delitos que no tienen caso del inc. 2O del Art. 351 (donde
la misma gravedad, que, por otra expresamente el aumento parte de
razón, puedan considerarse como la pena señalada a la infracción que
uno solo), y no a un delito inexis- "considerada aisladamente, con las
tente, construido ficticiamente me- circunstancias del caso, tenga asig-

651
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

nada pena mayor")166, concurriendo 2O del Art. 351 del CPP, tal como
en el primer caso las mismas razones . ocurría sólo con el inc. 2O del C. de
materiales que en el primero justifi- P.P.) el "número de los delitos" es el
can realizar el aumento sólo una vez criterio que debe guiar la decisión
consideradas las demás circunstan- del tribunal acerca de cuál será el
cias (lo que puede llevar a una pena número de grados en que aumen-
menos severa; v. supra,"Comentario tará la pena (habiendo acuerdo en
al Art. 50", "III. Orden de aplica- que el aumento es obligatorio, a lo
ción..." ), es perfectamente razona- menos en un grado; así, ya NOVOA,
ble aplicarle analógicamente la regla II, 227), la doctrina parece coincidir
establecida para el segundo grupo (con razón) en que, necesariamente,
(la misma solución habían defen- el mismo criterio debe seguirse para
dido ya SOLARJ / RODRÍGUEZ, 2 6 5 , adoptar esa misma decisión respec-
interpretando el Art. 509 del C. de to del primer grupo de delitos (los
P.P., para alcanzar una interpretación del inc. Io de cada una de esas dis-
armónica de los dos incisos de dicha posiciones) (así, NOVOA, I I , 2 2 7 ; de
disposición, y evitar que las circuns- acuerdo con él, MATUS, 2 0 0 8 1 6 7 ) .
tancias modificatorias que afectan
a uno solo de los delitos terminen Así las cosas, la cuestión de cuáles
afectando la pena de todos ellos, si son —dentro del universo de los "de-
la unificación punitiva que el pre- litos de la misma especie"- los que
cepto dispone se produce antes de deben quedar sujetos a uno u otro
considerar el efecto de aquellas cir- de aquellos dos primeros incisos del
cunstancias). Art. 351 del CPP, pasa a ser de orden
meramente clasificatorio; pues en
Por su parte, y en segundo lu- ambos casos, debe primero determi-
gar, si bien sólo respecto del segun- narse la pena concreta que correspon-
do grupo de delitos (los del inc. de a cada uno de los diversos delitos

166 De hecho, con anterioridad, MATUS, Comentario, 3 9 6 , extraía esta conclusión sólo
para los casos sujetos al inc. 2o (del Art. 5 0 9 del C. de P.P., y, por extensión, del Art.
3 5 1 del C P P ) .
167 Cfr. M U Ñ O Z , 3 4 9 , criticando la regla del Art. 5 0 9 del C. de P.P. porque "en ninguno
de los dos casos se tome[a] en cuenta la entidad de los delitos, en circunstancias de que
precisamente la consideración de la naturaleza de los delitos, y no sólo un número,
constituye el factor más trascendente para estimar que el sistema de la acumulación
jurídica es superior a los demás" (la cursiva está en el original).

652
JAIME COUSO ART. 68 BIS

de la misma especie reiterados, para, de pena exige tener en cuenta "las di-
en seguida, tomando por base la pena versas infracciones", lo que aludiría a
del delito que, "con las circunstancias todos los delitos cometidos, lo que no
del caso" resulte con mayor pena, o podría ocurrir si dentro del universo
cualquiera de ellos, si la pena es la total de "las diversas infracciones" co-
misma, efectuar el aumento en uno metidas y por juzgarse, algunas son de
o dos grados, teniendo en cuenta el la misma especie y otras no, hipótesis
número de delitos cometidos. en que no podrían aplicarse las reglas
del Art. 509 del C. de PP. para los pri-
Pasando a otra cuestión, pese al meros, para luego acumular material-
carácter general con que aparecen mente la pena así determinada, con-
formuladas, MATUS aclara que "am- forme al Art. 74 del CP, con las penas
bas reglas operan sobre la idea de que de los segundos. En mi opinión, la
al menos uno de los delitos que se limitación, fundada en un argumento
comete contempla penas que pueden de texto no concluyente (las "diversas
graduarse, sus grados se encuentran infracciones" no tienen por qué ser
en alguna escala determinada y es po- necesariamente todas las cometidas,
sible el aumento de al menos un gra- sino que bien pueden ser todas "las
do de ellas" (MATUS, 2008), de modo de la misma especie") no se justifica,
que, cuando ello no es así (porque de modo que nada obsta a exasperar
las penas carecen de grados, como la la pena de los delitos de la misma es-
multa; o se trata, en concreto, de una pecie, y acumularlos, luego, conforme
pena indivisible no susceptible de al Art. 74, con las penas de los que
agravación, como el presidio perpe- no son de la misma especie. De he-
tuo calificado) debe aplicarse la regla cho, ello resultará así, por ejemplo, si
de acumulación del Art. 74 del CP a una pena determinada conforme al
Art. 351 del CPP, para varios delitos
Una limitación adicional a la de la misma especie, más tarde hay
aplicabilidad de la regla del Art. 509 que acumular materialmente, en vir-
del C. de RR (aparentemente aplica- tud del Art. 74 del CP, una pena co-
ble también, en los mismo términos, rrespondiente a un nuevo delito (que
a la del Art. 351 del CPP) identifican no sea de la misma especie), cometi-
SOLARI / RODRÍGUEZ, 2 6 8 - 2 6 9 , en
do por el mismo agente. En ese caso,
el sentido de que sólo sería posible ciertamente no podría sostenerse que,
cuanto todos los delitos cometidos, por ej., en aplicación del Art. 164 del
y que deban ser juzgados, sean de la COT, debería revertirse el efecto de
misma especie, pues la regla de cálculo la aplicación del Art. 351 del CPP a

653
ART. 67 CÓDIGO PENAL COMENTADO

los primeros delitos, para ahora, ex (GARRIDO, I I , 4 5 0 , explicando que así


post, acumular las penas de todos ellos lo entiende la jurisprudencia; en el
(sean o no de la misma especie), con- mismo sentido, CURY, 6 6 1 ) .
forme al Art. 74 del CP. No siendo ra-
zonable ello, en esa hipótesis, tampo- c) También constituyen una ex-
co parece razonable privar al Art. 351 cepción a la regla general de acumula-
del CPP de su efecto natural en rela- ción material de penas, del Art. 74 del
ción con el subconjunto de los delitos CP, los casos de concursos especial-
de la misma especie (cuando ello sea mente regulados por la Ley penal, a
más favorable para el condenado), si veces, en principio para ofrecer un tra-
en un mismo proceso y condena ellos tamiento punitivo privilegiado, como
concurren con algunos que no son de ocurre con la regla del Art. 451 del
la misma especie, cuyas penas deban CPP, establecida para la "reiteración
acumularse, en virtud del Art. 74 del de hurtos [...] a una misma persona,
CP, con la resultante de aquella otra o a distintas personas en una misma
regla. Ninguna razón material se opo- casa, establecimiento de comercio,
ne a ello, ni tampoco lo exige el tenor centro comercial, feria, recinto o lu-
literal de la disposición. gar", caso en que "el tribunal calificará
el ilícito y hará la regulación de la pena
Por último, y en los casos a los tomando por base el importe total de
que las reglas del Art. 351 del CPP sí los objetos sustraídos, y la impondrá
resultan en principio aplicables, el inc. al delincuente en su grado superior",
3o del mismo artículo dispone, sin lo que, según GARRIDO, II, 4 5 1 , ven-
embargo, que si de la aplicación de la dría a representar una cierta forma de
acumulación de penas, dispuesta por absorción de la pena, aclarando que,
el Art. 74 del CP, resultare una pena ciertamente, no se trata de aumentar
inferior, deberá aplicarse esta disposi- la pena en un grado sino de imponer
ción en lugar del Art. 351 del CPR el grado máximo de los contempla-
Esta contraexcepción es imperativa dos por el marco penal -o el único
para el tribunal, y no facultativa como grado, si el marco penal no tiene más
sugiere el uso de la expresión "podrá" que uno168-. En cambio, en mi opi-

168 No corresponde, en cambio, aplicar analógicamente el Art. 67 del CP y circunscribir


la determinación de la pena concreta al máximum del único grado (en ese sentido,
rechazando la aplicación analógica del Art. 67 del CP, la sentencia de la Corte Suprema,
1 9 7 0 , RDJ L X V T I I , 4 - 3 7 , contra Waldo Astorga Rivera, citada por ETCHEBERRY, D P J
IV, 2 2 7 - 2 2 8 y n . 3 9 8 8 ) .

654
JAIME COUSO ART. 68 BIS

nión, no corresponde tratar como en el que ambos delitos se han come-


casos de concursos especialmente tido (suficiente para que las razones
regulados por la Ley (como parece político criminales exijan el trata-
hacerlo MATUS, Comentario, 3 9 5 ) miento punitivo agravado), o si aca-
a los que previamente han sido ca- so se requiere una especial relación
lificados como hipótesis de unidad objetiva y/o subjetiva, a la manera
jurídica de acción (o de delito), por de la "abrazadera típica" requerida,
ej., los delitos complejos, pues en es- por ej., para el robo con intimida-
tas hipótesis se parte de la base de ción o violencia en las personas, sin
que, desde el punto de vista de la la cual no se da el mayor desvalor de
valoración jurídica, no se han co- acción que resulta, en ciertos casos
metido dos o más injustos típicos (y de delitos complejos, de una valora-
culpables), sino uno solo, mientras ción unitaria del injusto.
que en los concursos de delitos, el
Derecho penal aprecia la comisión IV. Concurso aparente de leyes
de una pluralidad de injustos típi- penales
cos (culpables), si bien los castiga de
forma unificada (por razones más El concurso aparente de leyes
bien de Política Criminal). Para el penales también constituye, en cier-
primer caso (unidad jurídica de ac- to sentido, un caso de unidad de-
ción), entonces, no se establece, pro- lictiva, en el que, a pesar de que la
piamente, un "régimen concursal", conducta formalmente aparece rea-
sino una pena, para el único delito lizando dos o más tipos penales, una
cometido. Si acaso reglas como, por valoración jurídica correcta condu-
ej., la del Art. 372 bis del CP (esta- ce a someterla a la regulación de uno
blecida para quien "con ocasión de solo (se aplicará una sola Ley penal
violación, cometiere además homi- de las varias que entran en concurso
cidio en la persona de la víctima", y aparenté), de modo que, para todos
que agrava el tratamiento punitivo, los efectos, se entiende cometido
en lugar de privilegiarlo) constitu- un solo delito. Pese a ello, se suele
yen un caso de delito complejo o de tratar al concurso aparente de leyes
una regla concursal especial para una fuera del listado de casos de unidad
pluralidad de delitos, es, justamente, delictiva (v., por ej., CURY, 6 6 7 ; GA-
una discusión de Parte Especial, de RRIDO, II, 456; MATUS, Comentario
cuya respuesta dependerá si hay que 388), acaso porque la afirmación de
conformarse con la existencia de un la unidad delictiva en la generalidad
contexto situacional ("con ocasión") de los casos no es problemática por-

655
ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO

que se verifique por oposición a una pió de subsidiariedad, mas no al de


aparente pluralidad de acciones, sino alternatividad). M A T U S , en cambio
por oposición a una aparente plu- ( y a en MATUS, 1 9 9 4 , 5 a 3 1 ; v. t a m -
ralidad de leyes que aparecen sien- bién MATUS, Comentario, 3 8 9 - 3 9 1 ;
do satisfechas (sin embargo, en las M A T U S , 2 0 0 8 , 3 0 5 - 3 2 2 , refiriéndo-
hipótesis de aplicación del principio se a los Arts. 8 . 1 - 8 . 4 del C.P. Espa-
de consunción, lo problemático de la ñ o l de 1 9 9 5 ; y POLITOFF / MATUS /
afirmación de la unidad delictiva se rescata los
RAMÍREZ, P G , 4 5 9 - 4 6 1 )
aprecia en la oposición a una apa- principios de subsidiariedad y al-
rente pluralidad de acciones típicas, ternatividad, destacando su aptitud
tal como ocurre, por ej., en las hipó- para resolver más satisfactoriamente
tesis de unidad jurídica de acción). casos que no quedan resueltos por
los de especialidad y consunción.
El estudio de los concursos
aparentes de leyes penales se resu- a) Principio de especialidad.
me en el de los diversos principios En este caso, el concurso aparente se
que conducen a la aplicación de resuelve con relativa sencillez, apli-
una sola de las leyes aparentemente cando el principio de que la Ley es-
concurrentes, que desplaza a las de- pecial prevalece sobre la Ley general
más. Si bien nuestra doctrina suele (lo que podría verse como aplica-
mencionar los cuatro principios tra- ción de la regla del Art. 13 del CC,
dicionales —especialidad, consunción, "Las disposiciones de una ley, relati-
subsidiariedad y alternatividad—, la vas a cosas o negocios particulares,
doctrina mayoritaria, coincidiendo prevalecerán sobre las disposiciones
con el punto de vista de E T C H E B E - generales de la misma ley, cuando
RRY, 98-99, reconoce eficacia prác- entre las unas y las otras hubiere
tica exclusivamente a los principios oposición"). En materia de tipos pe-
de especialidad y de consunción (en nales, el principio es aplicable cuan-
ese sentido, C U R Y , 6 6 8 ; v. también do "de las normas aparentemente
N O V O A , I I , 2 5 2 - 2 5 3 , si bien los aplicables, una de ellas contiene
considera sólo como unas "pautas" una descripción del mismo hecho
frecuentemente útiles para dilucidar descrito en otra, pero en forma más
una cuestión interpretativa que no particularizada y detallada" ( E T C H E -
BERRY, I I , 123). Es este principio
es reducible, sin embargo, a la apli-
cación de unas reglas formuladas a el que hace prevalecer el tipo de la
priori-, GARRIDO, I I , 4 6 0 parece re- falsificación de documento priva-
do (Art. 197) sobre el de la estafa
conocer eficacia también al princi-
656
JAIME COUSO ART. 68 BIS

(Art. 468 del CP), de modo que el documento (o instrumento) privado


primero "no es sino una clase espe- y la estafa (ya, por ej., en la senten-
cial de estafa: causar un perjuicio cia de la Corte Suprema de 6 de oc-
mediante ese engaño particular que tubre de 1953, en RDJ L, 192, cita-
consiste en falsificar un documento" da por MATUS, Comentario, p. 3 8 9 ;
(ETCHEBERRY, I I , 123; la negrilla está también en sentencia de la Corte
en el original; cfr., sin embargo, en Suprema [contra Francisco Segundo
contra de esta opinión, NOVOA, I I , Marín Almonacid], en RDJ LXVII,
258, quien advierte que "el Art. 197 4 - 3 1 8 , citada por ETCHEBERRY, DPJ
no cabe íntegramente en el Art. 468 IV, 407 y 506 y ss.). También por
[...] [pues el primero] exige que se el principio de especialidad se apre-
obre en perjuicio de tercero' [...] cia concurso aparente entre un de-
[pero] no se manda que el perjui- lito de prevaricación cometida por
cio haya de ser pecuniario, único abogado ("que con abuso malicioso
al que puede referirse el Art. 468", de su oficio, perjudicase a su cliente
argumento que, si convence, deja a [...]", Art. 231 del CP) y un delito
salvo, en todo caso, la posibilidad de de estafa residual (Art. 473 del CP)
absorber la estafa en la falsificación, cometida en el mismo acto en contra
por consunciónt pues a lo menos de su cliente (Corte de Apelaciones
"ordinariamente" la segunda —con de Temuco, Rol N° 5 5 4 - 2 0 0 8 , de
sus consecuencias perjudiciales para 2 de julio de 2008 [nulidad penal],
el patrimonio— acompañaría a la
N° ID LegalPublishing: 3 9 . 8 6 6 , re-
primera). La misma relación de es-
chazando expresamente la existencia
pecialidad se da entre el parricidio y
de un concurso ideal169).
el homicidio.
b) Principio de consunción.
La jurisprudencia también ha Para CURY, si el principio de espe-
reconocido un concurso aparente por cialidad es "de carácter lógico" (la
especialidad entre la falsificación de Ley que "lo aprehende [al hecho]

169 La relación de especialidad, sin embargo, es muy dudosa en el caso, si se considera, en


la misma decisión, que el tipo de la estafa requiere de un engaño, que no es, por cierto,
un elemento necesario en la prevaricación, de modo que no toda prevaricación del Art.
2 3 1 (ni siquiera si se le restringe a la que consiste en perjudicar al cliente) constituye
una estafa; el caso, de todos modos, bien puede configurar concurso aparente por
consunción, por lo que es perfectamente plausible la decisión de descartar el concurso
ideal.

657
a r t . 74 c ó d i g o penal c o m e n t a d o

de manera más perfecta en sus par- cuando, al decir de ETCHEBERRY, "la


ticularidades" debe prevalecer, por ley, al establecer la penalidad de una
razones lógicas, sobre la que lo apre- figura delictiva, ya ha tomado en
hende sólo en sus características más consideración la gravedad (o "des-
gruesas), el principio de consunción valor") de otras conductas, también
(o de absorción) es de carácter "axio- punibles, que la acompañan ordi-
lógico", pues lleva a desplazar una nariamente" (ETCHEBERRY, I I , 124),
de las leyes (tipos) colmadas por el como ocurre, por ejemplo, con el
hecho sancionándolo sólo conforme delito de homicidio consumado,
a la Ley (tipo) restante, cuando "el cuyo desvalor es capaz de absorber
desvalor delictivo que implica la eje- a la tentativa fallida de homicidio
cución de uno de ellos contiene al cometida segundos antes de dar la
que supone la realización del otro" estocada mortal170. Castigar al au-
(CURY, 6 6 9 ; en el mismo sentido, tor, en tales casos, por todos estos
M U Ñ O Z , 3 7 8 , tratando al principio delitos constituiría una infracción
de consunción como un problema de del non bis in ídem (ETCHEBERRY, I I ,
an ti juridicidad, en contraposición 1 2 5 ) ; por ello, tanto ETCHEBERRY,
con el principio de especialidad, que I I , 1 2 5 , como GARRIDO, I I , 4 5 9 , re-
resulta ser un problema de tipici- lacionan el principio de consunción
dad), lo que ocurre especialmente con preceptos como el Art. 63 del

170 En cambio, es dudoso que el ejemplo citado por ETCHEBERRY, II, 124, y por GARRI-
DO, II, 4 5 8 , en el que un robo con fuerza absorbería a los daños y a la violación de
domicilio, deba considerarse un caso de aplicación del principio de consunción, pues,
en el caso de la violación de domicilio o morada pare ser más bien el principio de
especialidad el que la desplaza, y no el de consunción (a menos que se diferencie, de
forma convincente, el concepto de morada del Art. 1 4 4 del CP, del concepto de lugar
habitado o destinado a la habitación, del Art. 4 4 0 del CP, habría que ver en este tipo
de robo una especie de violación de morada, cuya particularidad - c o m o en el burglary
del derecho anglosajón- es que se comete como medio para cometer otro delito, en este
caso, un hurto; y si bien es cierto que, como sostiene ETCHEBERRY, 86, "no todo robo
con fuerza en las cosas comporta necesariamente la violación de domicilio", sí parece
ocurrir que todo robo con fuerza en lugar habitado o destinado a la habitación importa
violación de domicilio; y el asunto es que parece tener más sentido estudiar la relación
concursal concentrándose en este tipo calificado, y no en un tipo abstracto, como sería
el robo con fuerza en las cosas, a secas); por su parte, tratándose de los daños, quedan
desplazados simplemente a través de una cláusula de subsidiariedad expresa (v. Art.
4 8 8 del CP, comentado infra, en el texto principal), que hace innecesaria la compleja
valoración subyacente al principio de consunción.

658
JAIME COUSO ART. 68 BIS

CP, argumento sugerente en lo que riamente" a la figura delictiva prin-


se refiere a la prohibición de tener cipal, "como antecedentes, como
en cuenta (para agravar la pena) las medios, como etapas de desarrollo,
circunstancias "inherentes al delito" como consecuencias, etc." (el énfa-
(si bien la "regularidad" exigida por sis es nuestro). MATUS, Comentario,
el principio de consunción no equi- 3 9 1 - 3 9 3 ; v. también, aunque en re-
vale a la "necesidad" aludida por el lación con el CP Español de 1995,
Art. 6 3 ) ; ETCHEBERRY, II, 1 2 5 , argu- MATUS, 2 0 0 8 , 3 1 8 - 3 2 0 , por su parte,
menta además que este principio fue recurre a la clasificación tripartita de
tenido en cuenta por el legislador al los actos copenados, según la oportu-
establecer una cláusula de subsidia- nidad en que aparecen, en relación
riedad expresa para el castigo de los con el acto principal: actos anterio-
daños en el Art. 488 del CP ("sólo res copenados (como la intervención
[...]cuando el hecho no pueda con- previa en calidad de inductor, en
siderarse como otro delito que me- relación con la conducta principal
rezca mayor pena"), pues "la Ley no de autoría; las tentativas fallidas de
ha podido desconocer que los daños comisión, en relación con la poste-
a las cosas forman parte inherente rior consumación -"siempre que se
de multiplicidad de delitos". mantenga una misma voluntad cri-
minal y no varíe el objeto material"—;
Apreciar si acaso uno de los in- o la comisión de delitos de peligro,
justos típicos contiene el desvalor de en relación con la posterior ejecución
otro u otros, es un problema inter- del delito de lesión que actualiza di-
pretativo complejo, que se debe cen- cho peligro -como "las amenazas se-
trar en los respectivos tipos penales guidas del mal amenazado"-); actos
(NOVOA, II, 2 4 8 y 2 5 1 , enfatizando propiamente acompañantes copenados
que ese análisis no puede ser eludido (como las "diversas formas de parti-
mediante la aplicación de ninguna cipación en el delito simultáneas a la
fórmula de sencilla aplicación). En ejecución material del mismo" —por
todo caso, las hipótesis propuestas ej., en el paso de la complicidad a la
paradigmáticamente por la doctrina autoría-; o la ejecución de "hechos de
suelen expresar la exigencia de "regu- escaso vabr criminal que acompañan
laridad" (si no de "inherencia") con regularmente la comisión de cier-
que la conducta absorbida acompa- tos delitos de homicidio y lesiones,
ña a la principal. Así, ETCHEBERRY, como las injurias de hecho y las le-
II, 124, entiende que son absorbidas siones leves[...]", si bien en POLITOFF
conductas que "acompañan ordina- / MATUS / RAMÍREZ, PE, 1 0 9 , coin-

659
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

cidiendo con POLITOFF / GRISOLÍA / Para decidir si el desvalor de una


BUSTOS, 1 5 8 , el homicidio también conducta valorativamente ya contiene
absorbe alguno cuyo valor criminal al de la otra, también es relevante te-
no es escaso, como el aborto violen- ner en cuenta la magnitud de la con-
to [...]") y actos posteriores copenados minación penal de una y otra (pero
(como "el aprovechamiento o destruc- CURY, 6 7 0 , advierte que sólo como
ción de los efectos del delito", "el ago- "criterio de referencia", y que sería
tamiento de la intención puesta en el engañoso dejarse guiar únicamente
delito preferente"171, o ciertos "actos por él; en el mismo sentido NOVOA,
de autoencubrimiento" -ETCHEBERRY, II, 251: "[u] na pena mayor es gene-
II, 127, propone el ejemplo de la in- ralmente (no siempre) una indicación
humación ilegal del cuerpo de la víc- de que el tipo que la contiene puede
tima del homicidio-). tener preeminencia sobre otro"172).

171 MATUS, Comentario, 393, cita como ejemplo "el uso del documento falsificado por
parte de quien lo falsifica"; sin embargo, en el Art. 196 del CP el legislador parece
haber establecido derechamente un caso de subsidiariedad (que bien puede conside-
rarse expresa): se castigará por uso malicioso (sólo) a quien no ha incurrido ya en la
falsificación propiamente tal, como lo deja en evidencia la expresión "como si íuere
autor de la falsedad". Siendo así, resulta artificioso recurrir al principio de consunción,
cuyos resultados son siempre más discutibles e inciertos.
172 Lo que debe entenderse en el sentido de que, aun un marco penal elevado, que por su
cuantía bien podría "absorber" la pena de un delito relativamente leve, no basta para
afirmar que el respectivo injusto penal valorativamente pueda entenderse abarcado por
el injusto del delito mayor. En ningún caso se sugiere, en cambio, que el delito con
menor pena pueda absorber al delito con mayor pena (ETCHEBERRY, II, 127, rechaza
expresamente esa posibilidad a propósito de los "actos anteriores impunes": la violación
de la mujer no puede absorber el homicidio del marido -pero sí las lesiones, habría
que acotar- usado como medio para acceder a la primera). De igual modo no parece
plausible la solución de una consunción inversa, propuesta por MATUS, Comentario,
392, para el "concurso" entre una tentativa de suicidio y un aborto consumado, pues la
"conducta principal impune" justamente no tiene marco penal dentro del cual pueda
tenerse en cuenta (y sancionarse) el desvalor de la conducta absorbida. Más sentido,
que la afirmación de un "concurso" entre una ley que tipifica una conducta y una "ley"
que considera atípica a otra, parece tener el reconocimiento de una justificación del
aborto en base a un ejercicio legítimo del derecho de la embarazada que, en el uso de
su libertad de autodeterminación, decide terminar con su vida, a costa de la del feto,
justificación que no desaparece por el hecho de fracasar en su tentativa de darse muerte.
Fuera de ese caso, la afirmación de una consunción inversa en el caso de un concurso
de dos leyes que tipifican y conminan diversas conductas, de manera tal que el castigo

660
JAIME COUSO ART. 76

En particular, tendría sentido exami- representen ataques más directos


nar si el marco penal establecido por contra la vida (común o individual)
la Ley que habría de prevalecer (por deben absorber a los que significan
ej., la que conmina penalmente el ho- ofensas más lejanas"; criterio que ma-
micidio consumado), es lo suficien- terialmente recoge la jurisprudencia
temente elevado y amplio como para en el caso de la tenencia ilegal y el
permitir que el desvalor de la conduc- porte ilegal de armas (v. la sentencia
ta tipificada por la Ley desplazada (en de apelación de la Corte de Apelacio-
el ejemplo, la tentativa de homicidio nes de Rancagua, Rol N° 217.637, de
fallida, o la inhumación ilegal) sea 23 de abril de 2004, contra José San-
considerado al fijar la pena concreta, dro Zamorano Meneses [recurso de
como parte de la "mayor o menor apelación], N° ID LegalPublishing:
extensión del mal producido por el 30.356: "afectando ambas infraccio-
delito" (criterio considerado por el nes al mismo bien jurídico, que es la
Art. 69 del CP). seguridad pública, no cabe duda que
la conducta de porte engloba el dis-
Finalmente, el hecho de que dos valor de la tenencia"). Sin embargo,
o más conductas representen diversas según POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
formas de poner en peligro o lesionar PE, 56, cuando el delito de peligro
el mismo bien jurídico, es un criterio importa no sólo un peligro indivi-
para tener por absorbido el desvalor dual (este sí era el caso, en cambio,
de las formas de puesta peligro más en el ejemplo de MATUS, Comenta-
tenues dentro del castigo las formas rio, 392, de las amenazas seguidas
más intensas de puesta en peligro, del mal amenazado), sino un peligro
como lo sugiere ETCHEBERRY, 9 2 , común, como ocurre con el porte
cuando sostiene que "los delitos que ilegal de armas, el castigo del homici-

Continuación nota 172

de la conminada con menor pena absorba el desvalor de la castigada con mayor pena,
parece contraria a la lógica del principio: no se ve cómo un injusto penal que merece
mayor pena, puede quedar "absorbido" por un marco penal menor por el simple
hecho de que fue cometido como un comportamiento que "acompaña" regularmente
a otra conducta constitutiva de un injusto penal con menor merecimiento de pena;
cosa distinta sería si el contexto en que se cometió esta segunda conducta configura
una exculpante, o una eximente incompleta basada en la menor culpabilidad, eficaz
también respecto de la primera conducta. Pero eso no constituiría un concurso de leyes
penales (de tipos).

661
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

dio no absorbe el desvalor de última apartado dedicado a este tipo de con-


infracción173, y debe apreciarse un curso—; en el mismo sentido, la sen-
concurso mediaF4 (algo parecido su- tencia de la Corte de Apelaciones de
giere, indirectamente, ETCHEBERRY, Santiago, Rol N° 1400-2007, de 19
92: el ataque "más directo" contra un de junio de 2007, contra Jaime An-
bien jurídico individual —revelado tonio Muñoz Orellana [recurso de
por su mayor pena- no absorbería el apelación], N° ID LegalPublishing:
desvalor de "una infracción de tipo 39.549); en cambio, para la Corte de
"mixto", que atente contra intereses Apelaciones de Santiago (Rol N° 819-
individuales y comunes a la vez"). El 2009, de 17 de junio de 2009, contra
mismo criterio sigue la decisión (re- Marcelo Iván Palma Martínez [nuli-
cién citada) de la Corte de Apelacio- dad penal], N° ID LegalPublishing:
nes de Rancagua, al considerar que 42274) el porte de armas no puede
las lesiones y el porte ilegal del arma ser castigado de forma independien-
con que se cometieron son delitos te al robo con intimidación cometi-
independientes, que deben castigar- do precisamente con el arma que se
se de forma separada (que ni siquiera portaba, que parece, entonces, absor-
entran en concurso ideal -v . infra, el ber el desvalor del primero. Por su

173 Sin embargo, ello sólo sería cierto para la figura "privilegiada" de porte ilegal de ar-
mas, del Art. 11, inc. 2°, de la Ley N° 17-798 (lo propio puede decirse de la figura
"privilegiada" de tenencia ilegal, del Art. 9 o , inc. 2°, de la misma ley), pues sólo en ella
el peligro común parece fundamentar el desvalor del comportamiento; en cambio, si
al autor de un homicidio se le quiere hacer responder por la figura básica, del inciso
Io de tal disposición (así como la del inc. Io del Art. 9), precisamente porque es el
homicidio cometido (y que será castigado) lo que revela que el porte (o la tenencia)
estaba destinada a perpetrar un delito (en este caso, el homicidio), entonces es claro
que se estaría violando el non bis in idem, pues la mayor pena de la figura básica, por
sobre la figura privilegiada, no se fundaría en tal caso en el peligro común, sino en
un peligro individual en contra de la vida de la víctima, que debe ser absorbido por
el delito que representa la actualización de ese peligro (el homicidio). Y si en tal caso
puede afirmarse que queda a salvo la posibilidad de castigar de forma separada al
autor - c o n pena de multa- por la figura privilegiada de porte (para hacerse cargo del
desvalor de la puesta en peligro común subyacente a todo porte ilegal), el desvalor de
esta conducta también puede ser absorbido por el castigo del homicidio, en virtud del
criterio de la insignificancia.
m Estos autores hablan aquí de "un concurso ideal -por relación de medio a fin-", alu-
diendo realmente, entonces, al concurso medial, también denominado concurso ideal
impropio.

662
JAIME COUSO ART. 76

parte, la C. de Valparaíso también c) Principio de subsidiariedad.


identifica un concurso aparente por Admitiendo que en una serie de ca-
consunción (Rol N° 648-2007, de sos es acertada la crítica dirigida por la
6 de julio de 2007, contra Fernan- doctrina nacional a este principio, en
do Wladimir Villegas Yánez; Alvaro el sentido de que ya vienen resueltos
Alejandro Navarrete Catalán [nuli- por los principios de especialidad o de
dad penal], N° ID LegalPublishing: consunción, o que constituyen "simples
36695) y no un concurso de delitos, delimitaciones del alcance de ciertas
en la hipótesis de un robo con inti- normas, sin contenido material"175,
midación en que el ofendido estuvo MATUS, Comentario, 3 8 9 - 3 9 0 ; tam-
privado de libertad por el autor por bién en MATUS, 2 0 0 8 , 3 0 8 - 3 1 4 , se
algunas horas ("existió un solo de- rescata este principio (de forma con-
lito de robo con intimidación [...] vincente) , por su utilidad para resolver,
puesto que el secuestro que padece conforme a criterios valorativos (que
el ofendido como consecuencia del van "más allá de consideraciones 'pu-
robo con intimidación quedó sub- ramente utilitarias' [...]176>>, hipótesis
sumido en la figura del artículo 436 en que corresponde identificar una
del Código Penal y no constituye un relación de subsidiariedad tácita entre
delito independiente, siendo sólo dos tipos penales que se interfieren
un componente de aquél, ya que la como dos círculos secantes177, por lo
retención de la víctima por algunas menos en dos constelaciones de casos,
horas, se realizó sólo con ocasión del para los que propone, respectivamen-
robo, que fue el móvil principal del te, las siguientes soluciones: Io "[s]i
accionar delictual"). concurren dos o más figuras calificadas

175 En efecto, en este caso, según concluye ETCHEBERRY, "la disposición que consagra la
"subsidiariedad" no tiene otro alcance que declarar explícitamente la voluntad del
legislador en el sentido de aplicar el principio de especialidad y mantener la vigencia
de las leyes anteriores que contemplen casos especiales" (ETCHEBERRY, 98).
m Tomando distancia del punto de vista de CURY, 6 7 0 .
177 Según el propio MATUS, existe "relación de interferencia entre dos o más normas penales
cuando, además del o los casos en que son redundantes, todas tienen un ámbito de
aplicación independiente" (MATUS, 2 0 0 4 , 13). En otro lugar (MATUS, Comentario,
3 9 0 ) caracteriza la situación así" [s]on los casos en que en la relación entre dos preceptos
legales por lo menos un caso concreto que es subsumible en uno de dichos preceptos lo es
también en el otro, y por lo menos un caso concreto que es subsumible en el primero no lo
es en el segundo, y viceversa, siempre que ambos receptos tengan en común al menos una
misma propiedad jurídico penalmente relevante".

663
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

de una misma básica, como en el caso tar de obra)— o por referirse a casos que
de las relaciones entre lesiones graves- deben ser tratados como concursos
gravísimas y mutilaciones, ha de ser (reales o ideales) de delitos -en el caso
preferente y principal la que contenga de las "figuras mixtas acumulativas"
la calificación más grave" (las lesiones (como la diversas figuras incluidas en
graves gravísimas del Art. 397, N° I o , la prevaricación del Art. 233 del CP; v.
del CP); 2o "[s]i concurren una figura ETCHEBERRY, I I , 1 2 8 y 1 , 2 2 5 ) , MATUS,
privilegiada con una o más calificadas, Comentario 3 9 0 - 3 9 1 , también inten-
como sería el caso del infanticidio y ta rescatar este principio en un sentido
el homicidio calificado, se considera- diverso al empleado hasta entonces en
rá preferente y principal la figura más Chile, ahora con la misión de subsa-
benigna, en este caso, el infanticidio, nar "errores legislativos" que frustran
tomando en cuenta la circunstancia la ratio legis, como las hipótesis en que
calificante que concurra como agra- "las circunstancias pensadas como
vante" (solución que tiene en cuenta, agravantes terminan siendo un privile-
como un principio general, el mayor gio" (como en el caso del Art. 403 bis
valor asignado por nuestro CP a las del CP que, al tipificar el envío de car-
circunstancias que atenúan la respon- tas o encomiendas explosivas incluye,
sabilidad, en comparación con el que junto a la figura de peligro —"que [,..]
asigna a las que la agravan, como lo puedan afectar la vida o integridad
demuestra el efecto más intenso que corporal de las personas"— la de lesión
sobre la pena tiene la pluralidad de —"que afecten [...] la vida o integridad
atenuantes, sin agravantes, frente a la corporal[...]", con una pena inferior
pluralidad de agravantes, sin atenuan- a la del homicidio simple y muy in-
tes -v. CURY, 765-). ferior a la del homicidio calificado,
pese a que además de configurarse
d) Principio de alternatividad. éste se produce una puesta en peligro
Completamente descartado por la general), casos en que el principio de
alternatividad daría preferencia a la fi-
doctrina mayoritaria, por tratarse de
gura con mayor pena (en el ejemplo,
un caso especial de consunción -en el
el homicidio calificado) desplazando a
caso de las "figuras mixtas alternativas"
aquella que por "error legislativo" tie-
(como la pluralidad de verbos rectores
ne menor pena178.
en las lesiones: herir, golpear y maltra-

178 Se podría objetar que con ello se infringe el principio constitucional de legalidad de la
pena, pues la pena señalada para el envío de cartas explosivas que afectan la vida es la del
Art. 4 0 3 bis del CP, y el Art. 19, n° 3 o , inc. 7 o , de la C P R dispone que ningún delito se

664
JAIME COUSO ART. 76

Por último, MATUS, Comenta- decir, a las consecuencias jurídico pe-


rio, 393-394, se refiere a los "efectos nales que la Ley desplazada mantiene
residuales" de la Ley en principio en ciertos casos, sea respecto del au-
desplazada, por aplicación de los tor (cuando la Ley desplazada debe
principios del concurso aparente, es ser tenida en cuenta, a lo menos en

Continuación nota 178

castigará con otra pena que la que le señale la ley. Sin embargo, a menos que haya razones
que den plausibilidad a la hipótesis de una derogación táctica de la figura que tiene mayor
pena (que no es el caso en el ejemplo discutido), si se endende que el principio de legalidad
quiere proteger la confianza de los individuos en que no se les castigará con otra pena que
la señalada por ley al delito cometido, lo cierto es que cualquier destinatario de la norma
que examine las conminaciones penales de buena fe puede contar con que un comporta-
miento alevosamente homicida como éste puede llegar a ser sancionado válidamente con
presidio mayor en sus grados medio a presidio perpetuo, que en este sentido es una pena
"señalada" por la ley a ese delito. Así, la garantía de la libertad personal involucrada en el
principio de legalidad de las penas no se ve afectado por la aplicación preferente en este
caso del Art. 391, n° 1, del CP. A esta interpretación del principio de legalidad conforme
a su dimensión de garantía individual (la dimensión de representatividad democrática
no parece estar en juego en esta cuestión, y de hecho parece inclinarse más a favor de
una interpretación conforme a la ratio legis) se opone una concepción del mismo que
lo ponga siempre al servicio de la interpretación "más favorable al reo", de entre las que
tienen cabida en el tenor literal de alguna de las normas legales disponibles, concepción
que realmente no parece tener asidero en la tradición del principio de legalidad de las
penas, sino más bien en una determinada actitud minimalista, que adolece del defecto
de carecer de una justificación de justicia distributiva de los esfuerzos despenalizadores,
conformándose con despenalizar donde sea posible, incluso si ello no responde a una
pauta racional y distributivamente justa. Todo lo anterior podría abonar en ciertos casos
soluciones como las que propugna el principio de alternatividad que, sin embargo, por
inspirarse explícitamente en una misión de todos modos riesgosa desde el punto de vista
del principio de legalidad (la idea de subsanar "errores legislativos" en perjuicio del indi-
viduo se mueve peligrosamente cerca de la zona en que la que ya se vulnera la garantía
de la libertad individual, a cuyo servicio está el principio de legalidad), merece mayor
estudio, o una reformulación de sus fundamentos, antes de ser reconocido. De hecho,
antes que hablar de "error del legislador" (en el señalamiento de la pena, se entiende),
bien puede entenderse que, sistemáticamente, en su relación con el Art. 391, n° 1 (y
también, en su caso, con el n° 2 o ), del CP, la expresión "afecten la vida" en el tipo penal
del Art. 4 0 3 bis del CP, correctamente interpretada, abarca conductas que la afectan a
través de su puesta en peligro concreta, pero no a las que lo hacen mediante su lesión (es
decir, causando la muerte), todo lo cual, sin burlar la confianza de los destinatarios de
las normas en que no se les impondrá otra pena que la señalada por la ley a la conducta,
no afectaría la dimensión de garantía individual del principio de legalidad.

665
ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO

dos materias: i) en la determinación la punibilidad, como en el caso de


de la pena, por ej., para determinar la amnistía) sea respecto de terceros
la mayor o menor extensión del mal (cuando al partícipe extraneus debe
producido por el delito -salvo si se aplicársele la Ley que respecto del
aplicó el principio de especialidad—, y partícipe intraneus fue desplazada,
ii) derechamente para ser aplicada al como ocurre con el cómplice extra-
caso, si "resurge" a consecuencia de neus de un autor de parricidio, que
que la Ley en principio preferente sólo responderá como cómplice de
no tiene aplicación, por faltar a su homicidio, a través del resurgimiento
respecto uno de los presupuestos de del Art. 391 del CP).

A r t í c u l o 7 4 . Al culpable de dos o más delitos se le impondrán


todas las penas correspondientes a las diversas infracciones.
El sentenciado cumplirá todas sus condenas simultáneamente,
siendo posible. Cuando no lo fuere, o si de ello hubiere de resultar
ilusoria alguna de las penas, las sufrirá en orden sucesivo, princi-
piando por las más graves o sea las más altas en la escala respectiva,
excepto las de confinamiento, extrañamiento, relegación y destie-
rro, las cuales se ejecutarán después de haber cumplido cualquiera
otra penas de las comprendidas en la escala gradual número 1.
BIBLIOGRAFÍA: KÜNSEMÜLLER, C a r l o s : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 12 y 1 3 " , en POLITOFF / ORTIZ,
Comentario, pp. 187-227; MATUS, Jean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración de De-
litos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23 de mar-
zo 2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita; MJD314; MUÑOZ HORMENT,
Humberto (1986), "Contribución al estudio de la teoría de los concursos de delitos", en
Revista Chilena de Derecho, (1986, Vol. 13); MATUS, Jean Pierre: "Comentario a los Artícu-
l o s 7 4 a 7 8 " , e n POUTOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 8 3 - 4 0 7 .

COMENTARIO

Jaime Couso

I. El concurso real de delitospluralidad delictiva constituida a


través de varios (dos o más) hechos,
El Art. 74 del CP establece la esto es, del concurso real de delitos.
regla general para el tratamiento de Según CURY, 659-660, hay concurso
666
JAIME COUSO ART. 74

real "cuando un sujeto ha ejecutado de medio a fin, sujetos a la regla del


o participado en la ejecución de dos Art. 75 del CP). Pero sí exige, la in-
o más hechos jurídica y fácticamen- dependencia fáctica, que los diversos
te independientes, respecto de nin- delitos estén constituidos por diver-
guno los cuales se ha pronunciado sos hechos; en caso contrario, si están
sentencia condenatoria firme y eje- constituidos por un solo hecho, se
cutoriada". La independencia fáctica, configura propiamente un "concurso
con todo, no debe entenderse como ideal de delitos"180. Por último, cuan-
ausencia de toda vinculación fáctica do no se cumple la exigencia de que
entre los delitos (por ello es equívoca no se haya pronunciado sentencia
la referencia a delitos "no conectados condenatoria respecto de ninguno de
entre sí", en ETCHEBERRY, I I , 115, así los delitos, el caso conceptualmente
como en GARRIDO, I I , 447) 179 , pues no constituiría concurso real de deli-
se acepta de modo general que tam- tos, sino reincidencia181.
bién entran en concurso real delitos
entre los que se da una cierta vincu- II. La regla de la acumulación
lación fáctica, que se podría calificar material de penas.
de "débil" (como los hurtos sujetos a
la regla del Art. 451 del CP) o "fuer- Y la regla general establecida
te" (como los que están en relación por el Art. 74 para los delitos que

179 MUÑOZ, 3 4 2 , trata la independencia como un requisito negativo para que se produz-
ca el concurso real, explicando que "[d]e lo que se trata es que los hechos no estén
vinculados entre sí por aquella vinculación que, según las distintas posiciones que se
adopten, es la que da lugar fundamentalmente al delito continuado, o bien a otros
casos de unidad jurídica de delito".
180 Y si bien tiene razón MATUS (MATUS, 2 0 0 8 , n. 3), al rechazar la exigencia de una "plu-
ralidad de hechos" como requisito de aplicación de la regla del Art. 74 (acumulación
material de penas), pues ello haría imposible aplicarla subsidiariamente a los casos de
concurso ideal respecto de los cuales la regla del Art. 75 del CP resultase más desfavorable
para el condenado, ello no obsta a que el concepto de concurso real sí incorpore tal
requisito, sin el cual no se le puede distinguir del concurso ideal. Si hay que admitir,
entonces, que la acumulación material de penas es una regla establecida tanto para los
concursos reales, como para los concursos ideales que no resulten tratados más favo-
rablemente para el condenado a través de la absorción agravada de penas.
181 En el sentido de las circunstancias agravantes 15 a y 16 a del Art. 12 del CP que, ahora
sí, después de la modificación introducida por la Ley N° 2 0 . 2 5 3 ( D O 1 4 / 0 3 / 2 0 0 8 ) , se
conforman con la condena previa, sin exigir el cumplimiento de la pena (a diferencia de
lo que ocurría antes de dicha reforma; v. KÜNSEMÜLLER, Comentario, 213; CURY, 511).
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

entran en concurso real consiste en Conforme a la regla del Art. 74


que el autor de los mismos debe del CP, el cumplimiento de las di-
cumplir íntegramente las penas co- versas penas acumuladas debe ser
rrespondientes a todos ellos, regla simultáneo cuando ello sea posible,
denominada por la doctrina como salvo si "de ello hubiere de resul-
acumulación material de penas. tar ilusoria alguna de las penas".
Aplicando este criterio, sí podrían
Esta forma de castigar al sujeto cumplirse simultáneamente con
responsable de varios delitos ya fue otras, las penas privativas de de-
objeto de discusión en la Comisión rechos y las pecuniarias (LABATUT,
Redactora y en el Parlamento, por I, 176). En cambio, como explica
considerarse un exceso, que podía C U R Y , 661, el cumplimiento de
acarrear cuantías penales ya entonces una de las penas se hace ilusoria
consideradas "absurdas", pero pese a "cuando la imposibilidad de ejercer
ello se rechazó la propuesta de intro- el derecho afectado por esta última
ducir alguna limitación absoluta a la está ya implícito en la afectación de
acumulación material, de modo que aquél a que concierne la otra", lo
la regla ha regido sin más limitaciones que ocurre, desde luego, en caso de
que las establecidas para los casos ex- imponerse dos o más penas privati-
cepcionales (v. supra) contemplados vas de libertad o una pena privativa
en aquel entonces o incluidos más de libertad junto a una o más pe-
tarde —algunos, sin embargo, de fre- nas restrictivas de libertad (NOVOA,
cuente aplicación, como el Art. 509 II, 26). Para estos casos, el propio
del C. de P.P.- (v. MATUS, Comen- Art. 74, inc. 2 o , del CP dispone el
tario, 383). Más recientemente, el cumplimiento sucesivo de las pe-
Anteproyecto de CP de 2005, propu- nas, partiendo por "las más altas
so (en su Art. 53) que la regla de la en la escala respectiva", a excepción
acumulación material de penas "no de las penas restrictivas de libertad
podrá llevar a imponer una pena que si concurren con penas priva-
superior en dos grados a la corres- tivas de libertad, deben imponerse
pondiente al delito más grave [...] recién una vez cumplidas éstas (ex-
o a treinta años de reclusión, si éste cepción que, según explica MATUS,
tuviese asignada la pena de reclusión 2008, también se aplica a las penas
mayor en su grado máximo". Esta restrictivas no incluidas en las esca-
proposición, como el Anteproyecto, las graduales a que se refiere el inc.
no llegó a ser presentada a la consi- 2o del CP, como la sujeción a la vi-
deración del Congreso Nacional. gilancia de la autoridad).

668
JAIME COUSO ART. 76

Artículo 7 5 . La disposición del artículo anterior no es aplica-


ble en el caso de que un solo hecho constituya dos o más delitos, o
cuando uno de ellos sea el medio necesario para cometer el otro.
En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al de-
lito más grave.
BIBLIOGRAFÍA: BUSTOS,Juan ( 1 9 6 2 ) : Concurso ideal de delitos, Memoria de Prueba para op-
tar al Grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile
(Santiago de Chile, Editorial Universitaria); ETCHEBERRY, Alfredo (sin fecha): El concurso
aparente de leyes penales (Santiago de Chile, Editorial jurídica de Chile); MATUS, Jean Pie-
r r e : " C o m e n t a r i o a l o s A r t í c u l o s 7 4 a 7 8 " , e n POLITOFF / ORTIZ, C o m e n t a r i o , p p . 3 8 3 - 4 0 7 ;
MUÑOZ HORMENT, Humberto (1986), "Contribución al estudio de la teoría de los concursos
de delitos", en Revista Chilena de Derecho, (1986, Vol. 13).

COMENTARIO

Jaime Couso

I. El concurso ideal vinculación fáctica que da lugar a tal


tratamiento privilegiado.
El Art. 75 del CP concede un
tratamiento punitivo privilegiado a La doctrina concede a la expre-
casos de pluralidad delictiva consti- sión "hecho" un significado distin-
tuida a través de un solo "hecho", to, y más amplio, que al concepto
reconociendo la estrecha vincula- de "acción", propio del sistema del
ción fáctica que une a los diversos hecho punible (definido como "ac-
delitos cometidos (no se trata, en ción típica, antijurídica y culpable"),
cambio, de un caso de unidad de- concluyendo que el Art. 75 está
lictiva; v. supra, Comentario previo concebido para hipótesis en que en
a los Arts. 74 y 75, I). Una prime- un solo hecho se manifiestan diver-
ra cuestión problemática es la de sas acciones (...típicas, antijurídicas
qué debe entenderse por "un solo y culpables) constitutivas de delito
hecho", es decir, cuál es esa fuerte (así, por ej., ETCHEBERRY, II, 119 182 ).

182 Sin embargo, en ETCHEBERRY, 11-12, asumía la nomenclatura alemana, y afirmaba,


interpretando el alcance del Art. 75 del CP, que "en el concurso ideal hay varios delitos
aunque la acción sea única", lo que implicaba asumir -para efectos de la teoría de los
concursos de delitos- un concepto de acción distinto del que se emplea en la teoría
del hecho punible, como se acepta, por lo demás, por la doctrina alemana.

669
ART. 75 CÓDIGO PENAL COMENTADO

Pero más allá de esa convergencia, do por una misma acción (NOVOA,
la doctrina manifiesta diversas opi- II, 232, criterio que, como se verá,
niones sobre varias cuestiones rele- deja fuera del Art. 75 del CP a casi
vantes. todos los casos reconocidos de con-
curso ideal), o, en fin, el de existencia
Una primera discrepancia se la una única decisión en contra del or-
aprecia en relación con los criterios den jurídico (el mismo ETCHEBERRY,
materiales que determinan cuándo I I , 121, refiriéndose a ANTOLISEI: el
los diversos delitos forman parte del sujeto "se ha colocado en posición
mismo hecho. Uno de los criterios de rebeldía, de desobediencia a la
que se proponen gira en torno a la norma (aunque se trate de normas
idea de la necesidad de la segunda distintas) en un solo momento,
infracción (ETCHEBERRY, II, 1 2 2 : "la mientras que en el concurso mate-
Ley [...] toma en consideración que rial se rebela varias veces sucesivas
la múltiple ofensa al orden jurídico contra el orden jurídico"183, criterio
no proviene de un efecto contin- que permite abarcar la generalidad
gente, sino necesario: para cometer de los casos comúnmente acepta-
el delito que se proponía, el delin- dos de concurso ideal, pero todavía
cuente no podía dejar de cometer el es problemático respecto de otros,
otro, forzosamente y aunque no lo como el concurso entre las lesiones
quisiera", criterio que, sin embargo, inferidas a quien intenta rescatar al
no se aplica a numerosos casos de secuestrado y el delito de secuestro,
concurso ideal entre un delito dolos donde no se aprecia un solo mo-
y otro imprudente -como el aborto mento de "rebeldía" contra el orde-
seguido de muerte de la embaraza- namiento jurídico, sino, a lo menos,
da- en los que es imaginable que, tantos cuantos son las acciones —y
con mayor diligencia, bien podría omisiones- con las que se ha ido
haberse evitado este último), o la de manteniendo en el tiempo el secues-
identidad del resultado externo causa- tro, como "estado antijurídico")184.

183 El énfasis está en el original.


184 En cambio, la mejor explicación de la relación que debe existir entre los diversos deli-
tos que entran en concurso ideal, parece ser la (defendida por la doctrina mayoritaria
alemana) que exige una identidad, siquiera parcial, entre las acciones ejecutivas de los
diversos delitos. ETCHEBERRY, II, 120) de alguna manera se acerca a ese criterio cuan-
do, para resolver la cuestión, propone la siguiente fórmula: "¿Puede, mentalmente,
precisarse un instante en el cual uno de los delitos esté cometido, en tanto que el otro

670
JAIME COUSO ART. 76

No obstante esta indetermina- hiere a otra y se daña la propiedad


ción de los criterios materiales para ajena) como si se producen diversos
definirlo, una mayoría de la doctrina resultados homogéneos (un solo re-
autores acepta que caben dentro de sultado mata a dos personas)185.
"un solo hecho", siempre que se ma-
nifiesten de forma unitaria, diversos Sin embargo, aun al interior de
resultados materiales independien- aquella doctrina mayoritaria, en la
tes (con diversos alcances, admiten práctica se resuelve de formas diver-
esa posibilidad: ya, tempranamente, sas qué delitos pueden quedar alcan-
BUSTOS, 8 5 , 8 9 y ss.; CURY, 6 6 3 y ss.; zados por ella. Las diferentes opinio-
ETCHEBERRY, I I , 1 1 9 y ss.; POLITOFF nes, tanto de la doctrina, como de la
/ MATUS / RAMÍREZ, P G , 4 4 7 , 4 4 9 ; jurisprudencia, se aprecian mejor al
GARRIDO, II, 453-454; MUÑOZ, examinar las soluciones propuestas
en cambio,
3 6 1 ) . NOVOA, I I , 2 3 2 , para los casos más problemáticos o
defendiendo una opinión solitaria, más frecuentes.
entiende que los diversos resultados
(materiales) típicos causados por una a) Concurso ideal heterogéneo:
sola acción no son constitutivos de la doctrina mayoritaria coincide
un solo "hecho" sino necesariamen- en que la realización de dos o más
te de varios, rechazando por ello la tipos penales diferentes, cuya eje-
existencia de concurso ideal en tales cución material se inicia a través
hipótesis, tanto si se producen di- de un mismo comportamiento ex-
versos resultados heterogéneos (con terno (si bien "internamente", para
un disparo se mata a una persona, se CURY, 663, se pueden apreciar dos

Continuación nota 184

no esté siquiera en tentativa? Si no pueden separarse las ofensas de esta forma, ello
significa que el hecho es indivisible, y en consecuencia único" (con la salvedad que,
para los delitos de resultado cortado, como el robo, el momento que define al límite
entre el concurso ideal y el concurso real no parece ser le consumación formal sino el
agotamiento, como la misma doctrina mayoritaria alemana, lo acepta).
185 De modo que, para este autor, la regla del Art. 7 5 , en lo que al concurso ideal atañe
(dejando de lado al concurso medial), se aplicaría únicamente a casos en que un solo
hecho (una "conducta humana" que "origina" un solo "resultado externo") "quede
abrazado no solamente por un tipo sino que por dos o más", como en caso del acceso
carnal violento con hermana casada (NOVOA, II, 2 3 2 ) , donde habría que apreciar,
según da a entender NOVOA, no sólo violación, sino además incesto y -hasta antes de
su derogación por la Ley N° 19.335, DO 2 3 / 0 9 / 1 9 9 4 - adulterio.

671
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

o más finalidades, y por ello, dos o mir a su actividad toda la dirección


más acciones), aun si da lugar a la final de que era capaz a fin de evitar
producción de resultados materia- la desviación del curso causal[...]";
les independientes, queda abarcada ETCHEBERRY, expresamente, en el
dentro de un solo hecho (por ej., caso del aborto doloso consuma-
disparar a una persona, hiriéndo- do o frustrado, seguido de muerte
la, y destruyendo al mismo tiempo de la embarazada atribuible a cul-
una cosa ajena de gran valor). Los p a (ETCHEBERRY, I I I , 1 1 0 - 1 1 1 ) , así
casos más tratados en doctrina son como en la hipótesis de las lesiones
los siguientes: dolosas de menor entidad, segui-
das de lesiones culposas más graves
i) Los delitos preterintencionales (ETCHEBERRY, III, 1 2 7 ) , pero es cu-
(no regulados expresamente en la riosamente ambiguo en el caso del
ley), en los cuales "quien, con ocasión homicidio preterintencional, donde
de ejecutar dolosamente una acción aprecia, sin especificar su naturale-
típica, causa culposamente un resul- za, "un concurso de delitos", entre
tado típico más gravé' (CURY, 3 4 9 ) . las lesiones dolosas y el cuasidelito
Reconocen aquí la existencia de un de homicidio (ETCHEBERRY, III, 5 1 ,
concurso ideal, CURY, 3 5 0 , 6 6 4 , pues expresión que también había usado
"[ajunque constituye el caso lími- en I, 326, al referirse, en general, al
te de tal posibilidad, también aquí tratamiento del delito preterinten-
el movimiento corporal único del cional, abarcando ahí tanto aquellos
agente puede materialmente desdo- dos primeros casos como este últi-
blarse en dos acciones, la primera de mo); y, GARRIDO, III, 5 0 - 5 1 , respec-
las cuales presta su fisonomía la fina- to del homicidio preterintencional,
lidad orientada a la realización de la y 112, respecto del aborto doloso
conducta típica perseguida (dolo), y seguido de muerte imprudente de la
a la segunda, la omisión de impri- embarazada186.

186 Opinión que, sin embargo, contradice la solución que aparecía defendiendo en GARRI-
DO, II, 4 5 4 , n. 6 9 3 , donde consideraba "discutible" que hubiese allí un concurso ideal,
y opinaba (no queda claro si de lege lata o de lege ferenda) que "debería sancionarse
según el art. 7 4 " pues "hay dos acciones (o hechos) claramente distintas: la actividad
dolosa dirigida a atacar el feto y la falta de cuidado con que se realizó esa actividad,
que provocó la muerte de la mujer", opinión a la que parecía dar un alcance todavía
mayor cuando añadía (GARRIDO, II, 4 5 5 ) que "[e]n la mayor parte de los casos señala-
dos c o m o de concurso ideal, hay pluralidad de acciones [ . . . ] [por lo que] en puridad,

672
JAIME COUSO ART. 76

En la jurisprudencia, un fallo ii) En los casos de aberratio ic-


de apelación relativamente reciente tus, en que un "golpe" (disparo, es-
de la Corte de Apelaciones de Punta tocada, carta bomba, etc.) se dirige
Arenas (Rol N° 84-2007, de 15 de dolosamente hacia un determinado
septiembre de 2007 contra Jaime objeto, pero por una desviación en
Juvenal Calbuyahue Cheuquepil, el curso causal termina alcanzando,
N° ID LegalPublishing: 37283) con culpa del autor, a otro (en el
aplica el Art. 75 del CP a un caso caso más tratado, ambos "objetos"
de delito preterintencional de le- son personas), también aprecian un
siones menos graves dolosas con concurso ideal, sujeto al Art. 75 del
resultado de muerte imprudente, C P , POLITOFF / GRISOLÍA / BUSTOS,
argumentando que "de acuerdo a 1 3 5 ; C U R Y , 3 1 3 ; y POLITOFF / M A -
nuestra jurisprudencia mayoritaria TUS / RAMÍREZ, P G , 2 6 7 . GARRIDO,
se castiga como un concurso ideal II, 1 2 6 - 1 2 7 , en cambio, aprecia aquí
de delitos". Por su parte, aprecia un solo delito doloso consumado.
un concurso ideal entre un delito
de homicidio simple doloso frus- iii) Otros casos frecuentes de
trado y uno de lesiones gravísimas pluralidad de delitos ejecutados ma-
dolosas consumadas (y no un con- terialmente a través de una única
curso aparente por consunción, si acción exterior, como la violación y
bien la difenrecia no tiene conse- el incesto (ya BUSTOS 88; v. M A T U S ,
cuencias prácticas en el caso), la Comentario, 400, citando en ese
Corte de Apelaciones de Santiago sentido a la Comisión Redactora y
(en sentencia de apelación, Rol haciendo referencia a "numerosa ju-
N° 1400-2007, de 19 de junio de risprudencia" citada por Fernández;
2007, contra Jaime Antonio Mu- sin embargo, un sector—mayoritario,
ñoz Orellana, N° ID LegalPublis- según GARRIDO, III, 3 5 7 - no aprecia
hing: 39549). incesto, sino únicamente violación o

Continuación nota 186

son casos de concurso real", justificando el tratamiento unitario sólo en el caso de


"acciones indivisibles" como la de la violación de la mujer casada que "lleva implícito
el adulterio". Determinante de esta opinión, que lo acercaba mucho al criterio seguido
por NOVOA, parecía ser una cierta confusión entre los conceptos de "acción" y "hecho"
(que usa como sinónimos en el pasaje citado, pese a que él mismo partía distinguiendo
entre ambos conceptos), confusión que lo llevaba a negar la unidad de hecho por la
mera presencia de una pluralidad de acciones delictivas.

673
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

estupro, por faltar el consentimien- jurídico, que es la seguridad públi-


to libre de alguno de los partícipes, ca, no cabe duda que la conducta
que sería exigencia típica; en sentido de porte engloba el disvalor de la
similar, ETCHEBERRY, I V , 4 4 ) . tenencia"), castigando sólo por el
primero; pero, por otra parte (en
La jurisprudencia ha tratado la misma decisión), tampoco acep-
el caso del concurso entre el porte ta la existencia de concurso ideal
y tenencia de armas y entre éstos entre el porte ilegal y las lesiones
y un delito distinto (lesiones o cometidas con el arma que el au-
robo) cometido con el arma que tor portaba, pues "[e]l porte ilegal
se porta. Así, por ej., la Corte de de arma de fuego, como delito de
Apelaciones de Rancagua (senten- peligro abstracto que es, estaba
cia Rol N° 2 1 7 . 6 3 7 , 2 3 de abril de cometido -consumado- antes que
2 0 0 4 , contra José Sandro Zamo- el hechor se encontrara siquiera
rano Meneses [recurso apelación], con el lesionado"187, tratándolos
N° I D LegalPublishing: 3 0 3 5 6 , (implícitamente) como un caso
citada al tratar del concurso aparen- de concurso real, si bien sugiere
te) descarta el concurso ideal entre que podría haber concurso ideal si
el porte y la tenencia de armas, y el porte hubiese "tenido la precisa
reconoce implícitamente un con- finalidad de perpetrar las lesiones,
curso aparente de leyes ("afectando caso en el cual existiría premedi-
ambas infracciones al mismo bien tación".

187 El argumento ignora el carácter de delito permanente del porte ilegal de armas (así lo
califican POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P E , 5 6 , el que, en consecuencia, se sigue con-
sumando hasta el m o m e n t o de su total agotamiento (cuando se ponga fin al estado
antijurídico creado c o n el primer acto consumativo), lo que, según CURY, 6 5 2 , debería
llevar a reconocer un concurso ideal entre el delito permanente y los que se cometan
simultáneamente c o n él. Sin embargo, c o m o lo decisivo para el concurso ideal no
debe ser la manifestación coetánea, sino el hecho de que ambos delitos se integren en
un mismo hecho material, compartiendo siquiera una acción ejecutiva, típicamente
relevante para ambos, la presencia de un concurso ideal es discutible, pues es dudoso
que la acción de lesionar con el a r m a sea una acción ejecutiva del delito permanente
de porte ilegal de armas (sí lo sería en cambio, la acción de lesionar a quien intenta
terminar con el porte ilegal, recuperando el arma de quien ilegalmente la porta). Cfr.
sin embargo, lo dicho acerca del concurso aparente entre la figura básica del porte
ilegal y el delito que el autor del porte precisamente se proponía cometer con el arma,
supra, en n. 173.

674
JAIME COUSO ART. 76

b) Concurso ideal homogéneo-. que excluye extenderla para el caso


consiste en la realización de un mis- en que se ha cometido varias veces el
mo tipo penal, varias veces, cuya mismo delito-, y arguyendo que, en
ejecución material se inicia a través estos casos, "el bien jurídico afecta-
de un solo comportamiento exter- do es de índole altamente personal",
no, como en el caso de quien coloca argumento que confunde en la me-
una artefacto explosivo queriendo o dida que él mismo, ya por razones
aceptando la muerte de diversas per- conceptuales -por haber una plura-
sonas, que efectivamente se produce lidad de "acciones (o hechos)"- ha
a consecuencia de la explosión. En calificado como concurso real a toda
tal caso CURY, 6 6 6 , si bien criticando hipótesis de manifestación aparen-
de lege ferenda el diverso tratamien- temente externa de "finalidades per-
to que tendría quien da muerte a las fectamente diferenciables", salvo en
mismas personas mediante acciones el caso aislado en que ha entendido
sucesivas, y ETCHEBERRY, I I , 1 2 1 si- que la acción es "indivisible", y NO-
guen reconociendo un concurso ideal VOA, II, 232, para quien cada resul-
sometido a la regla del Art. 75, inc. tado material separado da lugar un
2 O , del C P (también BUSTOS, 8 9 - hecho diverso188. La jurisprudencia,
91, advirtiendo la equivocidad del en alguna ocasión, particularmente
tenor literal del Art. 75, se decidió en el caso (tratado infra, en el si-
a favor de su aplicación a los casos guiente literal) de los delitos culposos
de concurso ideal homogéneo, apoya- con pluralidad de resultados, ha re-
do en "el elemento intencional y los cogido el argumento de texto, con-
antecedentes de la legislación com- forme al cual el Art. 75 del CP sólo
parada", así como en "la equidad y es aplicable a concursos de delitos
el espíritu general de la legislación", conminados con penas diversas, lo
que exigen aplicar "lo más favorable que excluye al concurso homogéneo,
al reo"). En cambio, rechazan tratar que quedaría sometido entonces a la
como concurso ideal a estas hipótesis, regla del Art. 74, sobre acumulación
GARRIDO, I I , 4 5 3 , con argumentos material de penas (en ese sentido, si
de texto -la regla del Art. 75 supone bien obiter dictum, la sentencia de
que haya un "delito más grave", lo la Corte Suprema contra Juan Se-

188 Por su parte, MATUS, Comentario, 4 0 0 , y POLITOFF / MATUS / Ramírez, PG, 4 4 7 y n.


2 3 3 , restando importancia a la cuestión, finalmente (como advierte CURY, 6 6 6 , n. 6 6 )
no se pronuncia.

675
ART. 75 CÓDIGO PENAL COMENTADO

gundo Camilo, de 1965, RDJ LXII, curso exista un ilícito más grave que
4 - 5 0 0 , sintetizada por ETCHEBERRY, otro, lo que en el caso en estudio
DPJ II, 1 4 2 , y DPJ 1 , 2 6 3 y n. 5 1 4 ) . no acontece porque si se razona que
El año 2 0 0 5 , en una decisión algo son dos los cuasidelitos ellos apare-
sui generis, la Sala Penal de la Corte cen con igual sanción"189. Reciente-
Suprema (Rol N° 4 . 1 1 2 - 2 0 0 5 , de mente, la Corte de Apelaciones de
15 de septiembre de 2005, contra San Miguel (Rol N° 2 4 7 - 2 0 0 9 , de
Daniela Alejandra Radwell Darrica- 1 de abril de 2 0 0 9 [nulidad penal],
rrere [casación en el fondo penal], N° ID LegalPublishing: 4 2 0 3 4 ) re-
N° ID LegalPublishing: 3 2 8 4 0 ) , chaza la aplicación del Art. 75 del
también acoge la tesis de que el con- CP al caso de un disparo que dolo-
curso ideal homogéneo no tiene ca- samente da muerte a dos personas,
bida en el Art. 75 del CP, pero no afirmando en cambio un concurso
para dar aplicación al Art. 74 del real, sobre la base del argumento
CP, sino para afirmar la existencia de de que tratándose de "bienes jurí-
un solo cuasidelito (aspecto del fallo dicos personalísimos" "habrá tantos
que se examina infra, en el siguien- delitos como víctimas" (citando a
te literal), argumentando, a mayor POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, P G ,
abundamiento, que "el artículo 75 452), dando a entender con ello
de Código Penal, que exige que un que la pluralidad delictiva por de-
solo hecho constituya dos o más de- finición excluiría el concurso ideal
litos, en todo caso, además, no es (conclusión que los autores citados
aplicable, porque éste exige como en ningún caso pretenden extraer de
condición esencial, que en el con- aquella esa afirmación190).

189 Curioso es, además, -porque contradice, al parecer sólo para estos casos, la opinión
que ha defendido en la doctrina-, que esta tesis haya sido suscrita por CURY, como
ministro redactor del fallo. En efecto, CURY, 6 6 6 , había afirmado que la clasificación
del concurso ideal en "homogéneo" y "heterogéneo" "tiene un valor sistemático, pues,
desde el punto de vista práctico, las dos situaciones se rigen por lo dispuesto en el art.
75 del CP", Y no parece que con la decisión de la Sala Penal a la que concurrió haya
decidido abandonar por completo este punto de vista, con las consecuencias que ello
tiene para los casos de concurso ideal homogéneo de delitos dolosos: someterlos a la regla
de acumulación material de penas, del Art. 74 del CP.
190 A diferencia de GARRIDO, también citado por el fallo, quien efectivamente afirma que la
pluralidad delictiva, en el caso del concurso de delitos de homicidio doloso, configura
un concurso real.

676
JAIME COUSO ART. 76

c) Delitos culposos con plurali- éste sólo podía consistir en una lesión
dad de resultados. En esta hipótesis, múltiple de bienes jurídicos', como es
que se verifica, por ej., cuando un el caso del capitán que conduce im-
conductor imprudente impacta a prudentemente una nave o aeronave
otro automóvil, lesionando o dan- en la que viajan varios pasajeros, en
do muerte a dos o más personas, el que reconoce un concurso ideal.
las razones expuestas por NOVOA,
II, 232 (v. supra, el punto anterior), En relación con el tratamiento
al rechazar en general la posibilidad dado a esta materia por la jurispru-
de un concurso ideal homogéneo, aún dencia, ETCHEBERRY, DPJ I, 264-
cuando no haga referencia explícita 265, reseña diversas decisiones que,
al asunto, apoyan implícitamente la en la pasada década del sesenta, cas-
tesis de tratarlos como casos de con- tigan, unas, por concurso ideal de
curso real de delitos. GARRIDO, I I , cuasidelitos, otra, por un solo cuasi-
227-228, en cambio, entiende que, delito, e incluso alguna que rechaza
en los cuasidelitos, la conducta pro- la aplicación del Art. 75 del CP (su-
hibida consiste en "comportarse sin giriendo la aplicabilidad del Art. 74)
cuidado" y no en "causar un resul- cuando los cuasidelitos son de la mis-
tado", de modo que debe apreciarse ma gravedad, ya que al tener igual
un solo cuasidelito, y no un concur- pena no les esulta aplicable la regla
so (real ni ideal) de cuasidelitos. ET- de que se aplique la pena (mayor)
CHEBERRY, I, 322, tampoco aprecia del "delito más grave" (aludiendo al
concurso alguno (ni real ni ideal), argumento de texto citado supra, al
sino que afirma la existencia de un reseñar la postura de GARRIDO). Más
solo cuasidelito "porque ha existido tarde, en la década del setenta pare-
una sola infracción del deber gene- ce consolidarse el criterio conforme
ral de diligencia o cuidado". CURY, al cual, en estos casos, debe castigar-
665, coincide con esa tesis para la se por un concurso ideal de cuasi-
generalidad de los casos, pues el delitos (ETCHEBERRY, DPJ IV, 85),
"disvalor de acción en esas situacio- criterio ratificado por un fallo de
nes [constituido por la actuación 1990 (Corte Suprema, 27 de agosto
imprudente, pese a la previsibilidad de 1990, RDJ, LXXXVII, 197, ci-
del resultado] es siempre idéntico", tada MATUS, Comentario, 400). Sin
pero hace excepción únicamente de embargo, más recientemente, en un
la hipótesis en que "para el autor era fallo de 2005 (Corte Suprema, Rol
previsible que si la conducta produ- N° 4.112-2005, de 15 de septiem-
cía efectivamente un resultado típico, bre de 2005, contra Daniela Alejan-

677
ART. 75 CÓDIGO PENAL COMENTADO

dra Radwell Darricarrere [casación dial (también denominado concurso


en el fondo penal], N° ID LegalPu- ideal impropio), que, como se dijo, es
blishing: 32840), la Sala Penal de la realmente un caso de concurso real,
Corte Suprema aplica la concepción cuya peculiaridad está dada porque
defendida por GARRIDO, E T C H E B E - los delitos que se encuentren en una
RRY y C U R Y (quien es, por el demás, relación de medio a fin.
el redactor del fallo), para resolver
que, en una hipótesis de conducción Hay acuerdo en doctrina y en la
en estado de ebriedad, que causa a práctica judicial en que esa relación
dos pasajeros del automóvil impac- se debe juzgar en concreto, atendien-
tado, lesiones simplemente graves y do a la "conexión ideológica" entre
lesiones menos, respectivamente, "se los delios, de acuerdo con "el plan
trata de un solo hecho cuasidelictual del autor" (GARRIDO, II, 4 5 1 ; en el
que produjo un resultado múltiple mismo sentido, C U R Y , 6 6 3 ; MATUS,
previsto en el artículo 492 y sancio- Comentario, 4 0 0 ; M U Ñ O Z , 1 9 8 6 ,
nado en el artículo 490 N° 2 [...], y 338), conexión que la jurispruden-
como la procesada ejecutó una sola cia ha apreciado, por ejemplo: entre
acción culposa, la penalidad se rige un delito de estafa de más de 400
por la última disposición citada y U T M (Art. 467, inc. final, del CP)
no el artículo 75 [...]" (en el mis- y los delitos -utilizados como me-
mo sentido, la sentencia de la Cor- dio para cometer la estafa- de fal-
te de Apelaciones de Santiago, Rol sificación de documento público
N° 7025-2006, de 18 de junio de (Art. 193 del CP) y de falsificación
2008, contra Francisco Roa Serra de sellos y timbres de una autoridad
[recurso de apelación], N° ID Le- (Art. 185 del CP) (Corte Suprema,
galPublishing: 39406). Rol N ° 8 0 5 9 - 2 0 0 8 , de 3 1 de marzo
de 2010, contra Jorquera Rojas, Ber-
II. El concurso medial nardo Galvarino [nulidad penal],
N° ID LegalPublishing: 4 3 5 2 2 ) 1 9 1 ;
El mismo tratamiento privi- y, entre un delito de robo con vio-
legiado que el concurso ideal recibe lencia y otro de tráfico de sustancias
en el Art. 75 del CP el concurso me- químicas esenciales (del Art. 2o de

191 También hay, sin embargo, fallos que niegan la relación medio-fin, bajo las circuns-
tancias concretas, entre la falsificación de d o c u m e n t o público y una malversación (v,
C o r t e Suprema, 15 de noviembre de 1 9 8 4 , R D J L X X X I , 2 4 5 , citada por MATUS,
Comentario, 4 0 1 ) .

678
JAIME COUSO ART. 74

la Ley N° 20.000), si el primero por todo, ETCHEBERRY, I I , 1 2 1 - 1 2 2 ;


ha sido un medio para cometer el MATUS, Comentario, 4 0 2 ) en que,
segundo (Corte de Apelaciones de entre penas de la misma naturaleza
Iquique, Rol N° 104-2007, de 26 (por ejemplo, privativas de libertad),
de octubre de 2007 [nulidad penal], el delito más grave es el que tiene la
N° ID LegalPublishing: 37600, de- pena (el grado) más alta, y si ambos
cisión que, sin embargo, como se tienen, como pena mayor, la misma
verá, aplica el Art. 74 del CP, por serpena (el mismo grado), el delito más
más favorable a los condenados). grave es el que tiene señalada dicha
pena, como pena única, o el que me-
III. Aplicación de la regla de ab-nos grados tiene hacia abajo, dentro
sorción agravada de la pena. "Pena su marco penal (es más grave un
de
mayor" y "delito más grave" delito castigado con presidio menor
en sus grados medio máximo que
El tratamiento punitivo privi- uno castigado con presidio menor
legiado establecido por el Art. 75, en cualquiera de sus grados); si am-
inc. 2o del CP, tanto para el concurso bos delitos tienen la misma pena,
ideal como para el concurso medial, cualquiera de ellos puede tenerse
consiste en que se castigue con "la como el delito más grave. Según
pena mayor asignada al delito más MATUS, Comentario, 4 0 2 , si bien lo
grave" (regla conocida como aspera- mismo se desprende implícitamente
ción, absorción o -mejor aún-, ab-de las explicaciones de ETCHEBERRY,
sorción agravada 192 de la pena). II, 1 2 1 , y d e las d e CURY, 6 6 7 , l a
decisión de cuál es el delito más gra-
Sobre la definición de cuál es el ve sería previa a la aplicación de las
delito más grave, hay acuerdo (véase, atenuantes y agravantes193. Cuan-

192 V. supra, n. 163.


193 Sin embargo, la explicación de NOVOA, II, 2 3 6 , sobre el carácter más benigno que,
para los efectos de esta regla, tienen las penas compuestas de varios grados "puesto
que ellas permitirían rebajas más considerables", parece sugerir que la determinación
de cuál es delito más grave es posterior a la aplicación de las atenuantes y agravantes
(si bien, en el mismo lugar, sólo un par de párrafos más abajo, parece entender lo
contrario). En efecto, sólo sería "más benigna" (para los efectos de decidir cuál es el
delito más grave) la pena del homicidio simple que la pena de las lesiones gravísimas
si, por ejemplo, concurriendo tres atenuantes sin agravantes, las reglas del Art. 67 y
68 del CP se aplican antes de escoger el delito "más grave", caso en el cual el "delito

- s. 679
\ CORTE ?
(SUPREMA!
ART. 105 CÓDIGO PENAL COMENTADO

do las penas de los diversos delitos por más grave a la pena privativa de
son de naturaleza diversa, el delito libertad).
más grave sigue siendo el que tenga
la pena más alta, de las respectivas Una vez definido el delito más
escalas establecidas por el CP; sin grave, conforme a esas reglas, la de-
embargo, si la más alta es una pena terminación de cuál es la pena ma-
restrictiva de libertad y el otro delito yor asignada a ese delito no ofre-
está castigado con pena privativa de ce dificultades, habiendo acuerdo
libertad (pero de menor duración), en la doctrina en que, si el delito
habrá que decidir el asunto "caso a más grave tiene una pena única,
caso" (CURY, 6 6 7 ; de acuerdo con él, ésa hace las veces de la más grave
MATUS, Comentario, 4 0 2 , aclaran- (no procede aumento alguno de
do, con razón, que, si unas y otras pena), y que, tratándose de penas
son de igual duración, debe tenerse que constan de grados de una di-

Continuación nota 193

más grave" podría ser el de lesiones gravísimas, si el tribunal planea efectuar las
rebajas de pena en la máxima extensión que se lo permiten los Arts. 67 y 68 del CP
(caso en que, respecto de las lesiones gravísimas, la pluralidad de atenuantes, valorada
conforme al Art. 6 7 , sólo permite rebajar la pena hasta el presidio menor en su grado
medio, mientras que para el homicidio, la pluralidad de atenuantes, valorada según
el Art. 6 8 , permite rebajarla hasta el presidio menor en su grado mínimo, pudiendo
imponer el tribunal 541 días de presidio). En tales casos, sin embargo, la "pena
mayor" siempre terminaría siendo la única pena resultante de la rebaja en grados.
Y, sin embargo, sólo a través de ese procedimiento, como puede apreciarse, tendría
relevancia en la aplicación del Art. 7 5 , la cuestión (planteada por NOVOA) de si el
marco penal consta de uno o de una pluralidad de grados. Para el procedimiento
contrario (conforme al cual el Art. 75 se aplica antes de considerar las atenuantes
y agravantes), no tiene ningún impacto (a igual límite superior) la diferencia entre
marcos compuestos de una única pena o de varias penas. Y este procedimiento (en
el que concuerda la doctrina mayoritaria, y que parece ser el correcto), al reducir
el efecto del Art. 67 (permitiendo al tribunal, en el ejemplo, rebajar la pena sólo
hasta el presidio menor en su grado máximo - d o s grados menos que la pena mayor
asignada al homicidio- que podría fijar en 3 años y un día), debería llevar al tribunal,
en este ejemplo, a aplicar el Art. 74 del CP, como norma más favorable (castigando,
por acumulación material de penas, a una pena de 6 0 2 días de presidio menor en
su grado medio - l a suma de los 61 días correspondientes al homicidio, con rebaja
de tres grados, y de los 541 días correspondientes a las lesiones, con rebaja de dos
grados-).

680
JAIME COUSO ART. 76

visible, la "pena mayor" es todo el en esos casos: "sin perjuicio de que


grado respectivo (por ejemplo, pre- en casos particulares se obtenga
sidio mayor en su grado mínimo), un resultado diferente [¿resultados
y no su mayor extensión (10 años a los que habría que resignarse?],
de presidio) (ya, en ese sentido, LA- la Ley ha querido señalar para el
BATUT, I , 1 7 8 , y NOVOA, I I , 2 3 6 ) n i concurso ideal [...] un tratamiento
siquiera su mitad superior (el máxi- penal diferente [...] y más benig-
mum, concepto que los Arts. 67 y no[...]").
68 del CP acuñan para otros pro-
pósitos, de modo que sería analo- En la jurisprudencia reciente,
gía malam partem su aplicación a apoya la aplicación del Art. 74 del
este caso; cfr. MATUS, Comenta- CP, cuando resulta más favorable
rio, 402, haciendo referencia, con que el Art. 75, la Corte de Ape-
todo, a jurisprudencia contradicto- laciones de Iquique (Rol N° 104-
ria citada por ETCHEBERRY, D P J I V , 2007, de 26 de octubre de 2007
2 2 5 y ss.). [nulidad penal], N° ID LegalPu-
blishing: 37600).
Con todo, aunque no lo esta-
blezca expresamente el Art. 75 del Para concluir el análisis del
CP (a diferencia del Art. 351 del concurso ideal, es relevante la ad-
CPP), hay relativo acuerdo en la vertencia de C U R Y acerca de la po-
doctrina y en la jurisprudencia en sibilidad de que "dos o más delitos
que, cuando la regla de absorción se encuentren entre sí en concurso
agravada de la pena del Art. 75 con- ideal y entren además en concur-
duce a una mayor pena que la que so real con otro u otros hechos
resultaría de la aplicación de la re- punibles", caso en que "deberá
gla general de acumulación material resolverse antes el primero", fijan-
de penas, del Art. 74 del CP, deberá do la pena de conformidad con el
preferirse esta última ( C U R Y , 662, Art. 75 del CP, pena que, en segui-
aplicando por analogía el Art. 509 da, habrá que acumular ("material
del C. de P.P., en esto idéntico al o jurídicamente —según correspon-
Art. 351 del CPP; aparentemente da-") con la primera ( C U R Y , 667;
de acuerdo con ello, POLITOFF / M A - de acuerdo con él, ETCHEBERRY, II,
TUS / RAMÍREZ, P G , 4 5 1 ; GARRIDO, 122) (lo propio debe entenderse
II, 4 5 1 ; en cambio, ETCHEBERRY, que rige para casos de delitos en
II, 119-120, parece entender que el concurso medial que además entren
Art. 75 del CP se sigue aplicando en concurso real con otros).
681

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