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Alejandro Toledo Viñoly

ANÁLISIS DEL DISCURSO SOBRE EL DECRECIMIENTO TURÍSTICO EN


BARCELONA.

El turismo es esencial para la economía española, representando el 12.4% del PIB y el


12.9% del empleo total. El gobierno ha aprobado un paquete de ayudas para la
hostelería, el turismo y el comercio por un total de 11.000 millones de euros, lo que
indica una fuerte alineación entre los intereses del gobierno, las empresas y los
trabajadores.

Es importante recordar los conflictos que surgieron en ciudades como Barcelona en


relación con el turismo antes de la pandemia. Movimientos sociales decrecentistas y
parte del sector turístico se enfrentaron por la construcción de un relato sobre la
realidad del sector. Las protestas contra el turismo fueron comunes en las calles de los
principales destinos turísticos urbanos en todo el mundo hace solo unos años. En
ciudades como Ámsterdam, Berlín, Dubrovnik, Florencia, Hvar, Milán, Palma, Venecia
y Barcelona, la población local se movilizó para protestar por el efecto perjudicial que
los excesos turísticos estaban teniendo en sus vidas y en el entorno en el que vivían.
La impugnación recibió una amplia cobertura en medios de todo el mundo, incluyendo
The New Yorker, Time, The Conversation y la BBC. Por lo tanto, si bien es probable
que el turismo vuelva a ser importante para la economía una vez que termine la
pandemia, es importante tener en cuenta que la sociedad y el sector turístico no serán
iguales a los de antes de la pandemia. Los conflictos y protestas que surgieron antes
de la pandemia pueden proporcionar herramientas para interpretar lo que sucederá
después de la pesadilla del COVID-19.

El artículo presenta una introducción al Análisis del Discurso Político (ADP), un


subcampo del Análisis Crítico del Discurso que se enfoca en el estudio del discurso
político producido por actores políticos durante eventos o prácticas políticas, desde
campañas electorales hasta debates televisados. El ADP ofrece una novedosa luz
analítica sobre cuestiones importantes de la ciencia política, como la producción y
reproducción discursivas del poder, así como su dominio dentro de la sociedad y las
diversas formas de resistencia a él. Los investigadores que trabajan dentro del
paradigma cuestionan la capacidad hegemónica del discurso producido tanto por los
principales actores dominantes, como por aquellos ubicados fuera de las principales
instituciones del Estado. El análisis detallado de las funciones de los textos políticos,
las intenciones encarnadas en ellos y sus implicaciones sociales y políticas, requieren
un enfoque metodológico que combine el estudio tanto del lenguaje como del contexto.
Las ideologías juegan un papel clave en la formación de la conciencia individual y
grupal y en su rol social, función e influencia. A través del desarrollo del concepto de
interpelación, Althusser explica cómo tales subjetividades se fijan mediante un proceso
de llamada en el cual a los individuos se les asignan posiciones de sujeto en la
formación social que habitan. La presente investigación analiza lo que sucede cuando
la interpelación falla y los individuos responden no al discurso oficial, sino al llamado
de aquellos actores políticos con una narrativa alternativa que representan un desafío
al status quo hegemónico. La función retórica y la idea de que el lenguaje es una
forma de acción son temas clave en el ADP, y estas importantes características del
discurso pueden revelarse mediante una cuidadosa investigación lingüística. Las
propiedades del lenguaje consideradas por académicos que han teorizado sobre el
ADP incluyen tipos de oraciones, la elección de palabras y la gramática, el uso de
ciertos marcos semánticos y las estructuras textuales. En resumen, el ADP es un
subcampo del Análisis Crítico del Discurso que se enfoca en el estudio del discurso
político, y ofrece una novedosa luz analítica sobre cuestiones importantes de la ciencia
política, la producción y reproducción discursivas del poder, así como su dominio
dentro de la sociedad y las diversas formas de resistencia a él.
El artículo "Turismo para una España Mejor" de Isabel Oliver, Secretaria de Estado de
Turismo del Gobierno español, destaca el papel positivo del turismo en el desarrollo
político y económico de España, haciendo referencia a la Transición a la democracia
como un ejemplo de cómo el turismo facilitó la transición de la sociedad hacia la
democracia. Oliver también argumenta que el turismo es un "formidable agente de
transformación social y económica", y que es esencial para la economía española, ya
que genera empleo, riqueza y empresas, y compensa la balanza de pagos. Además,
señala que España es el segundo destino turístico del mundo en ingresos y turistas
internacionales. La narrativa de que el turismo es la gallina de los huevos de oro se ha
utilizado para criticar a quienes se oponen a los excesos del turismo y se les acusa de
"turismofobia", incluso con la amenaza de una respuesta represiva del Estado.

Sin embargo, la literatura académica también señala que el turismo ha tenido impactos
negativos en algunos destinos, como la gentrificación, la pérdida de identidad cultural y
la precarización laboral. En este sentido, algunos movimientos sociales han surgido en
España y otros lugares para promover un decrecimiento turístico y una transformación
hacia un turismo más sostenible y equitativo.

A pesar de esto, Oliver se centra en la importancia del turismo en el desarrollo de


España, pero no aborda la necesidad de abordar los impactos negativos del turismo.
Esta perspectiva también es compartida por otros defensores del turismo en España,
quienes ven el turismo como esencial para la economía y critican a quienes lo
cuestionan. Sin embargo, la oposición al turismo también es legítima y debe abordarse
de manera constructiva y no descalificando a quienes se oponen a él. En lugar de
negar los impactos negativos del turismo, sería más productivo abordar estos
problemas y trabajar para transformar el turismo en un sector más sostenible y justo.

El activismo turístico en España ha crecido en los últimos años y ha sido impulsado


por el creciente impacto del turismo masivo en la vida diaria de los residentes locales.
En Barcelona, en particular, ha habido una coalición de activistas que se ha unido para
luchar contra los efectos negativos del turismo en la ciudad, y muchos de ellos
pertenecen al movimiento del decrecimiento. Los activistas han utilizado una variedad
de estrategias, incluyendo la acción directa y la campaña de concienciación pública
para hacer frente a los problemas asociados con el turismo de masas, como la
gentrificación, la escasez de viviendas, la pérdida de servicios públicos y el impacto
ambiental. El surgimiento de movimientos sociales centrados en la lucha contra los
efectos del turismo en la vida cotidiana de los residentes es un fenómeno
relativamente reciente en España, y ha tenido lugar en Barcelona principalmente.

Entre los factores que han impulsado el activismo turístico en Barcelona se encuentran
las iniciativas de reurbanización de la ciudad, los megaeventos como los Juegos
Olímpicos y el Foro Universal de las Culturas, y la movilización de los indignados de
2011. El énfasis en el impacto del overtourism en el acceso a servicios y bienes
públicos como la vivienda, así como en el comportamiento antisocial de los turistas en
áreas residenciales, también se ha destacado como uno de los vehículos más
importantes de las protestas. Un ejemplo de ello fue la Crisis de la Barceloneta en
2014, cuando cientos de vecinos y vecinas tomaron las calles y plazas de este barrio
de la ciudad para protestar contra el comportamiento incívico de los turistas.

La Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible (ABTS) es una organización local


ubicada en la ciudad de Barcelona que integra a más de 30 grupos vecinales,
asambleas y movimientos que se oponen a los impactos sociales y ambientales del
turismo en la ciudad. Los activistas de ABTS se enfocan en la relación entre la
reestructuración neoliberal urbana, el turismo excesivo y la necesidad de
decrecimiento. La ABTS ha utilizado varios canales de comunicación, como su sitio
web y su presencia en las redes sociales, para alertar al público sobre el impacto
ambiental y social del alto volumen de turistas en la ciudad. También ha llevado a cabo
ciertas formas no convencionales de acción colectiva que presionan a las autoridades
públicas para que tomen medidas para frenar el turismo. En una de sus acciones de
más alto perfil en noviembre de 2016, los activistas de ABTS se coordinaron para
bloquear los autobuses turísticos en cinco lugares diferentes de la ciudad para llamar
la atención sobre la utilización del erario público para financiar servicios
exclusivamente para turistas. También ocuparon un apartamento turístico en el barrio
de la Ribera para denunciar el uso irregular de viviendas particulares para alquiler
turístico a través de plataformas como Airbnb. Los activistas de ABTS rechazan lo que
ven como la turistificación neoliberal de sus barrios y están comprometidos con
prácticas y valores como el asambleísmo y la toma de decisiones basada en el
consenso, la responsabilidad ambiental, el decrecimiento y el derecho a la ciudad.
Además, los involucrados en la impugnación del decrecimiento turístico son también
activistas políticos, en su mayoría de Barcelona en Comú o de la Candidatura d'Unitat
Popular, que son plataformas ciudadanas anticapitalistas comprometidas con los
valores de la ABTS. Los activistas de ABTS buscan que el turismo en la ciudad de
Barcelona sea un instrumento de inclusión, cohesión social y conservación de los
ecosistemas.

En el artículo también se exploran los efectos de las protestas por el decrecimiento en


Barcelona, en relación con la industria turística y su impacto en el medio ambiente y
las comunidades locales. Se destaca el papel de la Asamblea por un Turismo
Sostenible (ABTS) en el establecimiento de una red nacional e internacional de
movimientos por el decrecimiento y en atraer la atención de partidos políticos de
izquierda que incluyen demandas inspiradas en el discurso decrecentista en sus
programas electorales.

En particular, se examina el caso de la CUP, que esboza varias propuestas para


reducir el impacto ambiental negativo del turismo, limitando la capacidad de los taxis y
otros medios de transporte privados de viajar libremente entre la ciudad y el
aeropuerto de Barcelona y entre la ciudad y los cruceros amarrados en el puerto.
También se propone una ecotasa específica aplicada tanto a los cruceros como a los
operadores de transbordadores con el fin de financiar la recuperación del ecosistema
marino.

Por otro lado, se discute el papel de la ABTS en la coproducción de políticas públicas,


particularmente en la aprobación del PEUAT, que causó inquietud entre las cadenas
hoteleras y los partidos políticos críticos con la agenda de apoyo a las organizaciones
sociales de base. El PEUAT limita la disponibilidad del alojamiento turístico en la
ciudad, dividiéndola en cuatro zonas regulatorias, siendo la zona 1 la más restrictiva.
No se pueden habilitar nuevos alojamientos turísticos en esta zona y si algún hotel u
otro establecimiento que ofrezca alojamiento cierra, no podrá ser reemplazado. Las
restricciones también se extienden a los intentos de actualizar o renovar estructuras
existentes.

En conclusión, se destaca el papel de los movimientos por el decrecimiento en el


establecimiento de una red nacional e internacional y su influencia en la política
pública. Además, se muestra cómo el turismo y su impacto en el medio ambiente y las
comunidades locales están siendo abordados por los partidos políticos en sus
programas electorales, lo que refleja un cambio en la agenda política.

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