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Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 83 eISSN: 2605-3322

Cómo citar este trabajo: Almeida García, F., Cortés Macías, R. y Balbuena Vázquez, A. (2019).
Turismofobia en centros históricos: el caso de Málaga. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles,
83, 2823,, 1–32. http://dx.doi.org/10.21138/bage.2823

Turismofobia en centros históricos: el caso de Málaga

Resumen
Se analizan las molestias que presentan los residentes en el centro histórico de Málaga, debido
a los impactos del turismo. La zona de estudio está afectada por la pérdida de población y por
molestias que presentan los residentes en espacios intensamente turísticos. Se indaga sobre la
existencia de la turismofobia y los elementos que intervienen en la misma. Para ello se elaboró
un cuestionario específico sobre turismofobia, se distribuyeron y cumplimentaron 378
encuestas y se llevaron a cabo 8 entrevistas semiestructuras a residentes. Así mismo, se
confeccionó una cartografía temática que identifica espacialmente los principales problemas
relacionados con las molestias a residentes. Esta investigación es el primer estudio que analiza
la turismofobia utilizando muestras estadísticamente fiables. Los resultados señalan la
existencia de un colectivo de residentes bastante molesto (17,5%) que se pueden denominar
como turismofóbicos, y un grupo bastante poco molesto, (22,2%) que se podría designar como
turismofílicos. Hay variables sociodemográficas que son claves para interpretar estas actitudes,
como son los casos del nivel de estudios y lugar de residencia. La distribución espacial de las
percepciones de las molestias debido al turismo es desigual en el centro histórico de Málaga.

Palabras clave: residentes; turismofobia; centros históricos; sobreturismo; gestión turística.

1 Introducción
En la actualidad, son ampliamente conocidos los impactos negativos o positivos que el
turismo genera, dependiendo de las diferentes narrativas de los actores relacionados con esta
actividad. En la investigación turística abundan los estudios que tratan sobre todo de los
impactos económicos positivos derivados del turismo y su aportación al desarrollo económico,
social y cultural, en especial la generación de ingresos y empleos, contactos culturales, entre
otros aspectos. Aunque en menor medida, otras investigaciones han señalado la existencia de
diversos impactos negativos, en especial los ambientales y económicos, habiendo tenido los
impactos sociales o culturales una menor atención. En general, las investigaciones relacionadas
con los impactos han girado en torno a la necesidad de adaptar la actividad turística a los
principios del desarrollo sostenible y a la participación de las comunidades locales en los
procesos de desarrollo turístico (Butler, 1999; Richards y Hall, 2003; Harrill, 2014).
El enorme crecimiento turístico que han experimentado en los últimos años algunos
destinos turísticos como Barcelona, Venecia, Paris, Palma de Mallorca, por mencionar algunos,
ha puesto de manifiesto la existencia de una cierta contestación social frente a este crecimiento;
y por otro lado, se pone de manifiesto que el intenso crecimiento que afecta a numerosos
destinos es parte de un fenómeno global que genera problemas similares la globalización de la
intensidad turística. En los últimos años, la percepción de los residentes de los lugares turísticos
afectados por la intensificación o sobreturismo, ha cambiado desde la visión positiva o neutra
hacia una manifiesta molestia o irritación, hecho que generado un cierto debate que se ha
trasladado hacia los medios de comunicación, aspecto novedoso en el campo turístico.

Recepción: XX.XX.20XX Aceptación: XX.XX.20XX Publicación: XX.XX.20XX


Este trabajo se publica bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0
Internacional.
Habitualmente, casi desde el inicio del turismo de masas, los medios de comunicación en casi
todos los países han mostrado el turismo como una actividad ajena a la crítica política o social.
También, la existencia de movilizaciones sociales en las comunidades locales afectadas ha sido
hechos relevantes. Los problemas identificados por los destinos más afectados son similares,
tales como la explotación excesiva de recursos naturales y culturales, privatización de espacios
públicos, desplazamiento, explotación laboral y de especulación turística residencial (Hiernaux,
1999; Bonilla & Mortd, 2008; Blázquez & Cañada, 2011; Sosa & Jimenéz, 2010; Cañada, 2010).
Algunos centros y ciudades históricas sufren las consecuencias del proceso de
mercantilización de sus recursos y espacios públicos y la función de los residentes queda
relegada (Rivera y Rodríguez, 2017). Estos centros históricos se han convertido en un espacio
monotemático de ocio, en los que procesos de gentrificación y teatralización responden en su
mayoría al concepto de “ciudad tematizada” para el turismo (Baptista, 2005), que crea nuevos
lugares y usos para el turista y no para el residente. Esta problemática ha cobrado una especial
relevancia en los centros históricos más relevantes y con marcas o distinciones globales, en
especial las de Patrimonio de la Humanidad. Los problemas de la población local en estos
espacios se acrecientan en relación con otros espacios turísticos: intensa masificación turística,
despoblamiento, incremento de los alquileres y del precio de la vivienda, desaparición del
comercio tradicional, especulación inmobiliaria, ruido, suciedad, problemas de convivencia
ciudadana, dificultad y limitaciones de acceso, ausencia de equipamientos para la población,
desaparición de los espacios de convivencia de la población local, entre otros.
Málaga es un ejemplo de ciudad que un período corto de tiempo ha experimentado un
fuerte crecimiento y transformación turística. Este proceso se observa especialmente en el
intenso incremento de visitantes y de apartamentos turísticos, a la vez que desaparecen las
actividades y funciones tradicionales del centro histórico. Málaga está soportando en la
actualidad similares impactos que las ciudades anteriormente mencionadas. La población local
observa que su entorno habitual está siendo ocupado por actividades destinadas a la atracción
de los turistas, y se siente ajena y expulsada de su propio espacio.
Este estudio tiene como objetivo principal analizar el grado de irritación o la posible
turismofobia que los residentes del centro histórico perciben debido a los impactos del turismo
en el centro histórico de Málaga. Como objetivos secundarios se plantean:
O.1. Creación de una escala específica para analizar la turismofobia.
O.2. Análisis sociodemográfico de los residentes del área de estudio y su relación con la
turismofobia.
O.3. Analizar la distribución espacial de los aspectos relacionados con la turismofobia.
La principal aportación de esta investigación es la medición de la turismofobia, ya que es
una noción que no está suficientemente estudiada. Es el primer trabajo que plantea la medición
de este fenómeno mediante una muestra estadísticamente representativa, además de un
análisis cualitativo.

2 Contexto teórico
El debate en torno a diversos conceptos relacionados con las molestias o irritaciones que
muestran los residentes en los destinos turísticos es variado. Esto es debido a que la amplia
confusión terminológica en torno a causas y procesos. A decir de la Real Academia de la Lengua
Española (RAE), turismo es “la actividad o hecho de viajar por placer” y la fobia es “una aversión
exagerada a alguien o algo”. Por lo tanto, se puede deducir que la turismofobia sería el temor,
aversión o rechazo social que las personas sienten hacia la actividad turística.

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Las molestias o irritaciones mostradas por los residentes en destinos turísticos no son un
fenómeno reciente, a pesar de que así lo pudiera parecer, según lo que muestran los medios de
comunicación. El trabajo de referencia en este campo es el índice de irritación turística de
Doxey (1975), posteriormente esta visión ha sido completada por otros estudios relevantes
como el modelo del ciclo de vida del destino de Butler (1980), vinieron a alertar sobre los
problemas en los que se encuentra un destino en sus últimas fases y con ello los residentes. Así
mismo, Turner y Ash (1975) llaman la atención en los años 70 de los impactos culturales
provocados por el turismo sobre las sociedades receptoras. En la década de los 90 se
denunciaron las prácticas turísticas masivas en diversos países del sur de Europa que estaban
produciendo algunas contestaciones (Boissevain, 1996).
En España la primera mención próxima al concepto de turismofobia la proporciona Manuel
Delgado a través del término turistofobia. Delgado (2007) define este concepto como una
mezcla de repudio, desconfianza y desprecio hacia la figura que todos designan como “guiri”.
Añade que lo considera como “una especie de xenofobia de sustitución que se dirige hacia
personas que no son de aquí”. El autor llama la atención sobre lo que considera que el problema
principal que está sucediendo en algunos destinos, “no es que haya turistas, sino que sólo haya
turistas”. La gestión turística de los centros históricos está provocando su vaciamiento de gente
para convertirlos en espacios exclusivo de negocio (Delgado, 2007). Donaire (2008) menciona
específicamente el término turismofobia, retomando para ello los estudios de Doxey (1975), y
haciendo coincidir este malestar con las fases últimas de este modelo. Donaire propone un
enfoque pragmático del término turismofobia basado en la gestión racional tanto de los flujos
de movilidad turística como de las estructuras de recepción y acogida de los turistas en las
ciudades.
Posteriormente, Huete (2018) y Milano (2017, 2018) han venido vincular la turismofobia
con una cierta contestación social y crítica hacia la gestión turística. Milano (2017) describe esa
crítica social dentro de un contexto de organizaciones sociales y residentes que muestran su
inconformidad hacia determinadas actividades turísticas. Huete (2018) coincide con Milano al
señalar que lo que entienden los medios de comunicación españoles por turismofobia es
fundamentalmente una crítica social hacia determinados aspectos del turismo. El turismo es
una parte muy significativa del sistema capitalista y los problemas generados por el turismo
son parte de las externalidades que provoca el capitalismo (Milano, 2018). La globalización de
la actividad económica provoca que los problemas exportados por el turismo se localicen en
cualquier destino del globo, en especial en las ciudades globales y en los destinos icónicos.
Milano (2018) critica que los medios de comunicación hayan dado al término turismofobia un
matiz de sensacionalismo mediático y de instrumentalización política que ha ocultado las
reivindicaciones de las asociaciones en los destinos turísticos.
El malestar que muestran los residentes en los destinos turísticos con una alta intensa
actividad turística, se repite en estos lugares: aumento de los precios de la vivienda,
privatización de los espacios públicos, disminución del poder adquisitivo de los residentes,
precarización del empleo en el sector turístico, pérdida del comercio tradicional, desequilibrio
entre el número de residentes y visitantes, impactos ambientales debido al ruido, basuras,
incremento de la oferta de alojamiento mediante plataformas on line, fuerte aumento de los
cruceros, etc. Estos problemas que sufren los destinos se explican como una consecuencia de la
masificación, saturación turística o sobreturismo, términos relacionados con el volumen de
visitantes, siendo la turismofobia una derivada más de los problemas de gestión de destinos
(Milano, 2018).
Las críticas hacia el turismo etiquetadas como turismofobia por los medios de comunicación,
son parte de un fenómeno compartido extendido por numerosos destinos, y que no se
circunscriben a Barcelona o Venecia:

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• Procesos de gentrificación y turistificación en Berlín (Füller y Michel, 2014; Novy, 2016).
• Las tensiones debidas a las transformaciones socioespaciales y a los procesos de
turistificación en las favelas de Rio de Janeiro (Broudehoux, 2016).
• El malestar social en relación a la desposesión de vivienda y los procesos de revalorización
y turistificación urbana en el centro histórico de Palma de Mallorca (Vives-Miró y Rullan,
2017).
• El emergente malestar e irritación en torno al hacinamiento y las transformaciones
socioespaciales en el centro de Ámsterdam (Gerritsma y Vork, 2017; Pinkster y Boterman,
2017).
• Las emergentes movilizaciones relacionadas con los impactos del turismo en París, sobre
todo respecto a la proliferación de los apartamentos turísticos (Gravari-Barbas y Jacquot,
2016).
• El denominado síndrome de Airbnb en la ciudad Reikiavik (Mermet, 2017).
• Las protestas contra los cruceros y el aumento de cruceristas (Vianello, 2016) y el
referéndum consultivo celebrado en Venecia.
• Las protestas de los hongkongneses contra los turistas chinos (Garrett, 2016).
• La emergencia de identidades resistentes respecto al uso de la tierra y los recursos locales
en Goa, India (Routledge, 2010).
Probablemente el ejemplo más llamativo del destino más afectado por estos problemas sea
Venecia, de tal forma que lo que acontece a esta ciudad histórica en relación con el turismo se
ha denominado “Síndrome de Venecia”. Esta etiqueta surgió a partir del documental “Síndrome
de Venecia” rodado en 2013 por director de cine Andreas Pichler. En éste se recogen los
principales problemas que sufren los habitantes de la ciudad en su vida cotidiana. Uno de los
mayores problemas es la llegada de grandes cruceros que tienen un grave impacto social y
ambiental, de tal forma que ha dado lugar a la creación de asociaciones en contra de estas naves
(Cominato no grandi navi-Laguna bene comunale), y que ha agravado los problemas que ya
padecía la ciudad: fuerte despoblamiento, incremento de precios, presión sobre los recursos
culturales y naturales, etc. (Troncoso, 2018). Que sólo el 25% de los visitantes se alojen en la
ciudad, es muestra de la fuerte presión a la que está sometida la histórica isla (Troncoso, 2018).
Venecia se ha convertido en el ejemplo más palmario de transformación en parque temático
para el turismo.
Por otro lado, algunos autores destacan que no se ha estudiado con mucha profundidad el
proceso que da lugar a la irritación o molestias de los residentes en espacios turísticos (Postma,
2013). En la investigación turística sobre este campo, George Doxey (1975) fue el pionero al
identificar los impactos negativos que el turismo trae consigo dentro de la comunidad donde se
desarrolla; según su investigación la población local atraviesa por cinco etapas (euforia, apatía,
molestia, antagonismo y rendición) de comportamiento debidas al turismo. Este estudio
destaca que al principio los turistas son bien recibidos en el destino, incluso representan una
novedad positiva (euforia), hasta que en la interacción entre huesped y hospedado comienza a
desarrollarse una cierta apatía o indiferencia hacia los visitantes. Finalmente, en las últimas dos
etapas (antagonismo y rendición), es donde se podría situar el fenómeno turismofobia, pues en
estas fases los residentes empiezan a mostrar un rechazo hacia el exceso de visitantes y
manifestar una actitud irritación como consecuencia de los impactos recíprocos entre turistas
y residentes. Otros autores rechazan esta evolución lineal en el tiempo de Doxey, y señalan que
en el caso concreto de Barcelona, las actitudes de rechazo y los factores que provocan la
irritación en los residentes varían en el tiempo (Zerva, Palou, Blasco y Donaire, 2019).
Postma (2013) señala que falta una investigación más detallada y profunda sobre los factores
que contribuyen o causan específicamente el desarrollo de esta irritación, con la excepción del

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artículo de Doxey (1975) y los autores que lo citan, o lo complementaron, tales como Murphy
(1985), Fridgen (1991), Ryan (1991), Matthieson y Wall (1982), Wall y Mathieson (2006),
Vanderwerf (2008) y Milligan (1989). Rátz & Puczkó (2002) han intentado identificar los
factores que inciden en esta irritación. Para estos autores esta actitud difiere según las
características específicas de cada destino turístico y de la comunidad local, pudiéndose
desarrollar en cuatro dimensiones: (i) según los impactos que reciba la población; (ii) en
relación con la situación del mercado laboral y las características sociales de la comunidad; (iii)
impactos a nivel individual y familiar, y (iv) Impactos sobre los recursos naturales y culturales.
Posteriormente, los trabajos de Postma y Schmuecker (2017), identificaron hasta diez áreas de
potenciales conflictos que darían lugar a la irritación y comportamientos turismofóbicos por
parte de la comunidad local. Estos autores señalan desde lugares físicos (centro de la ciudad,
tiendas o museos), hasta comportamientos, actitudes de rechazo o adaptación, situación
económica, conflictos entre residentes y viajeros sobre utilización de servicios, etc. Los autores
proponen estudiar el fenómeno desde las áreas que provocan el sobreturismo.
Otros autores (Alcalde, Guitart, Pitarch y Vallvé, 2018) ponen de relieve que el concepto de
turismofobia se ha utilizado de forma desafortunada, confundiendo el malestar social debido al
exceso de turistas con el rechazo hacia éstos. Los propios autores rechazan que exista
turismofobia en uno de los centros más reconocidos por este fenómeno como es Barcelona,
circunscriben las molestias a problemas de convivencia y gestión de la actividad turistica. Otros
insisten en conocer los elementos que favorecen más la resiliencia en los residentes y hace que
tengan una mayor capacidad de adaptación a los impactos del turismo, incluso en los centros
históricos, como en el estudio de Janusz, Six y Vanneste (2017) para la ciudad de Brujas. Se
propone una vuelta al análisis de la teoría del intercambio social, que ha sido muy ampliamente
estudiada en los trabajos sobre actitud de los residentes (Almeida, Cortés y Balbuena, 2016).

3 Método
3.1 Área de estudio
El centro histórico de Málaga que configura el área de estudio se identifica con la antigua
ciudad amurallada de época árabe que se encontraba delimitada al este por el río Guadalmedina
y al sur por mar Mediterráneo. Junto a este espacio también se han incorporado las secciones
más cercanas a la medina árabe, al norte (Goleta, Ollerías, Plaza de la Merced Victoria y
Lagunillas) y al sur (Soho y Centro de Arte Contemporáneo, CAC), con el objetivo de evaluar si
hacia ellas se ha trasladado parte de las actividades turísticas y sus impactos sobre sus
residentes. En total se han seleccionado trece secciones censales que suman una población no
muy elevada, en el año 2018 era de 13.874 habitantes según las cifras del Padrón de habitantes,
los cuales representan el 2,4% del total de residentes en el municipio de Málaga. La sección con
más población y residentes es la zona de la Goleta y alcanzaba los 2.226 habitantes (INE,2018).
La extensión del área de estudio es de 2,03 km2 incluyendo el puerto, sin incluir a éste último, el
espacio de análisis es 1,1 km2.
Lo más significativo en la evolución de la población es el descenso global de residentes,
destacando la caída originada a partir del 2013 coincidiendo con la irrupción de la vivienda
turística en la ciudad, desde el año 2005 el área de estudio ha perdido 1.559 habitantes. La única
sección que ha conseguido aumentar su población respecto al 2005 es la de la Goleta con un
aumento de 191 residentes, por el contrario, la sección colindante de Carretería es la que más
población ha perdido con un total de 600 habitantes.

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Figura 1. Evolución de la población en el área de estudio

Fuente: INE y elaboración propia

Tabla 1. Evolución de la población por secciones censales (2005-2018)


Secciones Saldo de
censales/ Código 2005 2010 2013 2014 2015 2016 2017 2018 población
INE (2005-2018)
Atarazanas 1.296 1.145 1.148 1.147 1.127 1.129 1.162 1.122 -174
2906701001
Larios 981 848 794 742 736 709 689 692 -289
2906701002
Centro Arte Cont. 1.303 1.202 1.265 1.262 1.234 1.193 1.180 1.218 -85
2906701003
Soho 1.393 1.286 1.276 1.242 1.238 1.247 1.222 1.248 -145
2906701004
Catedral 909 843 820 807 814 762 734 721 -188
290670001
Museo Thyssen 990 1.009 1.032 1.021 988 933 909 893 -97
2906703001
Beatas 850 952 946 896 902 902 882 850 0
2906703002
Carretería 1.889 1.311 1.360 1.308 1.290 1.283 1.309 1.289 -600
2906703003
Victoria/Lagunillas 2.036 1.970 2.127 2.061 2.053 2.012 1.982 1.957 -79
2906704003-5
Plaza de la Merced 838 915 871 834 823 800 754 765 -73
290605001
Goleta 2.035 2.248 2.218 2.205 2.194 2.183 2.193 2.226 191
2906705002
Ollerías 913 941 960 916 926 900 892 893 -20
2906705003
Zona de estudio 15.433 14.670 14.817 14.441 14.325 14.053 13.908 13.874 -1.559

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El área de estudio concentra una oferta significativa de la oferta turística de la ciudad,
destacando especialmente los 40 hoteles y entorno a 500 establecimientos de restauración
(bares, restaurantes y cafeterías), a las cuales hay que sumar 1.085 viviendas de uso turístico
que suponen el 39,6% del total de dicha oferta en la ciudad de Málaga en abril de 2018
(Consejería de Turismo, 2018). Esta cifra es una prueba de la fuerte concentración de la oferta
de alojamiento que existe en el área de estudio. La oferta de vivienda turística ha seguido
crecimiento a gran ritmo en fechas posteriores a la referencia dada.

Figura 2. Distribución del equipamiento turístico en el área de estudio

Fuente: elaboración propia

3.2 Instrumentos de análisis


En esta investigación se utilizaron tanto técnicas cuantitativas para conocer el grado de
molestia de los residentes como técnicas cualitativas para profundizar en el fenómeno de la
turismofobia de forma específica y entender cómo perciben los residentes los principales
impactos generados por la presencia de turistas en el centro histórico de Málaga.
Técnica cuantitativa. El cuestionario ha sido la principal herramienta para recoger información
para su tratamiento estadístico. Previa a la redacción definitiva de la encuesta, se llevó a cabo
una prueba piloto que fue aplicada a 35 residentes para validar la escala de turismofobia, dado
los buenos resultados obtenidos se procedió al estudio final, el cual constó de 378 encuestados.
La muestra resultante se basó en la población del centro de Málaga en 2017 que contaba según
el INE, con un total de 13.016 residentes. Los participantes fueron seleccionados de forma
aleatoria con un margen de error del 5% y un nivel de confianza del 95%. Se empleó un
cuestionario que fue administrado directamente en la calle a los residentes durante el período
entre marzo y junio del 2018. El cuestionario constó de tres partes:
1. Aspectos sociodemográficas: sexo, edad, estado civil, lugar de nacimiento, nivel de
estudios y trabajo relacionado o no con el turismo.

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2. Escala de turismofobia. Se construyó una escala de turismofobia específica para
analizar las molestias a la población del área de estudio. La escala está constituida por siete
ítems: (i) me molesta la suciedad y el mal olor de algunas calles debido al turismo; (ii) me
molesta el ruido que provoca el turismo; (iii) me molesta ver turistas por todos lados del centro;
(iv) me molesta el mal comportamiento de algunos turistas; (v) me molesta el turismo de
borrachera; (vi) me molesta que vengan tantos cruceros; (vii) me molestan los turistas en
general. El nivel de molestia de la población fue medido mediante una escala de Likert de cinco
puntos para cada item, en la que 1 equivale a “nada”, 2 “un poco”, 3 “algo”, 4 “sí mucho” y, 5
indicaba “sí muchísimo”.
3. Valoración por parte de los residentes de aspectos de gestión del espacio urbano. La
escala está constituida por tres item: (i) me molesta que el centro de Málaga se convierta en un
espacio para turistas y no para residentes; (ii) me molesta la falta de regulación del
Ayuntamiento en el centro, y (iii) me molesta que el Ayuntamiento no haya contado con la
opinión de sus residentes en la regulación del centro.
La información fue procesada usando el programa estadístico SPSS versión 23. Se
llevaron a cabo diversos análisis, en primer lugar, un estudio descriptivo de los datos
sociodemográficos de la población, en segundo lugar, se realizó un test ANOVA y la prueba post
hoc (Scheffé) para determinar los grupos de residentes con actitudes diferenciadas con
respecto a la turismofobia, y en tercer lugar, se aplicó la prueba de chi-cuadrado para el análisis
de la escala de turismofobia en relación con las variables sociodemográficas y de gestión del
espacio urbano.
Técnica cualitativa. Se realizaron ocho entrevistas a residentes del centro de Málaga
durante los meses de abril a junio en el año 2018. Estas personas fueron identificadas a través
del muestreo bola de nieve que consiste en invitar a los participantes a que identifiquen otros
sujetos relacionados con el objeto de estudio. Esta técnica se suele usar cuando se desconoce la
población a la que se quiere acceder. El tamaño de la muestra es pequeño, pero al repetirse las
respuestas, se consideró que no había nuevos patrones de contestación novedosos, llegando a
la saturación de estas (Hernández, et al., 1996), lo que dio lugar a la finalización del proceso de
búsqueda de nuevos actores.
Las ocho entrevistas realizadas fueron de tipo semiestructurado. Este formato es un
recurso imprescindible para captar las razones, los significados y las opiniones de los
protagonistas de los procesos que se estudian (Dunn, 2010). Las preguntas inciden sobre la
existencia de turismofobia en los residentes y la percepción que tienen del turismo. Las
transcripciones de las entrevistas se analizaron usando el programa ATLAS.ti., una herramienta
que contribuyó a la reducción, codificación y organización de datos (Sabariego et al., 2014). Se
constituyeron los códigos R.1, R.2, …. para referir de forma anónima a los residentes molestos
que accedieron a las entrevistas. Se identificaron dos categorías dos categorías principales de
residentes (turismofóbicos -TFOB- y turismofílicos -TFIL) y dos subcategorías (impactos –I- y
gestión del turismo –G-).
Representación cartográfica. Se ha realizado una cartografía temática de los aspectos
relacionados con las molestias de los residentes, generadas sobre los residentes que pueden
mostrar indicio de turismofobia. La escala de análisis que se ha utilizado es la sección censal y
su representación se ha realizado mediante el programa QGIS. Para sección censal se ha
representado el valor medio de cada variable utilizada para medir la turismofobia, así como el
valor medio de turismofobia que se registra.

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4 Resultados
4.1 Estadísticos descriptivos del perfil del residente en el área de estudio
En este estudio la muestra está compuesta de residentes del centro de Málaga. En relación
al sexo de la población residente, predomina la población femenina con un 57,7%, la franja de
edad con un mayor número de encuestados fue la de 46 a 65 años, (43,7%); respecto al estado
civil, destaca levemente el grupo de residentes casados (35,4%). La mayoría de los residentes
nacieron en la ciudad de Málaga (57,9%). Los que proceden del resto de España representan el
24,3%; otro municipio de la provincia y otro país supone el 6,9% y sólo el 4% fueron los nacidos
en otro lugar de Europa. Por otro lado, destaca aquellos residentes que llevan viviendo en
Málaga centro más de 11 años (61,1%), siendo la mayoría de la muestra.
Uno de los aspectos más significativos de la población encuestada es el predominio del nivel
de estudios universitarios (52,6%), hecho relacionado con el perfil laboral de la población
residente en el área, principalmente profesionales liberales. El 70,9% de los encuestados no
han tenido o tienen un trabajo relacionado con el turismo, casi la cuarta parte (24,1%) sí han
estado relacionados al sector turístico y sólo el 5% en algún momento lo estuvieron.
En el perfil descriptivo de la muestra se ha obtenido una mayor participación de mujeres
que de hombres. La edad promedio se sitúa en torno al grupo de 46-65 años. Estos residentes
en su mayoría están viviendo con alguien, (casados o en pareja), han nacido en la ciudad de
Málaga, y llevan viviendo más de once años en la zona de estudio. La mayoría son universitarios
por lo que cuentan con un nivel educativo alto y su trabajo no está vinculado con el sector
turístico (Tabla 2).

Tabla 2. Perfil del residente


Aspecto predominante
Sexo Mujeres (57,7%)
Edad De 46-65 años (43,7%)
Estado civil Casado/a y en pareja (49,7%)
Lugar de nacimiento Málaga ciudad (57,9%)
Tiempo de residencia Más de 11 años (61,1%)
Nivel educativo Universitarios (52,6%)
Trabajo relacionado con turismo No (70,9%)
Fuente: elaboración propia

En relación con el análisis de los ítems que componen la escala de turismofobia, los
malagueños del centro, consideraron que el aspecto que les resulta más molesto es el turismo
de borrachera con una puntuación media de 4,35 sobre 5, de hecho al 84,9% de los encuestados
les molesta mucho o muchísimo; en segundo lugar, la población se queja de la suciedad y el mal
olor de algunas calles, con una puntuación media de 3,87 sobre 5, siendo muy molesto para el
72,2%; y, en tercer lugar, muestran su malestar con el mal comportamiento de algunos turistas
que obtiene una puntuación de 3,67 (62,7% de los encuestados). Por último, el ruido que
provoca el turismo es señalado por el 50,5% y alcanza una puntuación media de 3,15. Estos
tres componentes de la escala de turismofobia están relacionados con aspectos que tienen una
incidencia directa sobre la convivencia entre residentes y turistas y que afectan de forma más
importantes a su vida cotidiana. Estos aspectos molestos provocados por el turismo contrastan

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con la baja irritación de los residentes hacia la presencia de los turistas, que es puntuado sólo
con 1,46 sobre 5, siendo el valor más bajo registrado en la escala. Semejante percepción se
muestra hacia el turismo de cruceros, ya que alcanza un valor de 1,86. Por tanto, los datos
parecen indicar que los residentes se quejan de algunos impactos provocados por el turismo
como ruidos, olores, malos comportamientos y especialmente el turismo de borrachera que va
unido a los anteriores aspectos. En cambio, no se hay queja del turista en general.
A partir de las puntuaciones que cada encuestado tiene en los ítem correspondientes de la
escala de turismofobia, se ha extraído la media aritmética destinada a valorar la turismofobia
global. De los resultados obtenidos podríamos señalar que los residentes cuya puntuación
media se sitúa por encima de 4, muestran un grado de molestia significativo respecto al turismo
y los podríamos catalogar como turismofóbicos; el porcentaje de residentes que se podrían
identificar como tal es el 17,5%. El perfil de este grupo se caracteriza por una edad
predominante entre 46 y 65 años, soltero, nacido en Málaga, con nivel de estudios
universitarios y que reside en las secciones de Victoria, Ollerías, Museo Thyssen y Beatas. En el
extremo opuesto se sitúan los residentes que se muestran poco molestos por la presencia de
los turistas (valores comprendidos entre 1 y 2). Este grupo turismofílico está compuesto por el
22,22% de los encuestados y la diferencia principal respecto a los turismofóbicos es que está
compuesto por una población más envejecida con una significativa presencia de residentes de
más de 65 años, viudos, que comparten secciones con una alta presencia de residentes
turismofóbicos en las zonas de Museo Thyssen, Victoria y Lagunillas.
En la distribución por secciones de la turismofobia global representada en la Figura 11, se
observa que la sección de calle Larios sobresale sobre el resto debido a la elevada concentración
de visitantes en este espacio central de la ciudad. En segundo lugar, destacan las secciones de
Goleta, Carretería y Beatas, en las que hay una fuerte concentración de bares, restaurantes y
locales de ocio nocturno que provocan un impacto negativo en la calidad de vida de algunos
residentes y con ello una valoración negativa de la actividad turística.
Tabla 3. Escala de turismofobia y
aspectos relacionados la gestión urbana del área
No/ Un Sí mucho y
Algo Media
poco muchísimo
1-2 (%) 3 (%) 4-5 (%) Media item
Me molesta la suciedad y el mal olor de algunas
19,1 8,7 72,2 3,87
calles debido al turismo
Me molesta el ruido que provoca el turismo 36,0 13,5 50,5 3,15

Me molesta ver turistas por todos lados del centro 63,0 15,6 21,4 2,16
Me molesta el mal comportamiento de algunos
24,1 13,2 62,7 3,62
turistas
Me molesta el turismo de borrachera 8,8 6,3 84,9 4,35

Me molesta que vengan tantos cruceros 72,2 12,7 15,1 1,86

Me molestan los turistas en general 85,5 9,0 5,5 1,46

Media de turismofobia 22,2 60,3 17,5 2,92

Me molesta la falta de regulación del Ayto. centro 22,7 13,0 64,3 3,69

Me molesta el Ayto. no cuenta opinión residentes 18,3 9,5 72,2 3,93

Me molesta que el centro se convierta en un 25,1 13,5 61,4 3,62


espacio para turistas
Fuente: elaboración propia

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La cartografía temática elaborada destaca que las secciones o áreas con mayores
problemas detectados se localizan en el espacio central (Calle Larios y aledaños) que es la zona
más visitada y desde la que se puede acceder a la mayor parte de la oferta turística del centro
histórico. En segundo lugar, se encuentra las secciones que se localizan más al norte de calle
Larios, zonas en las que se encuentra un porcentaje mayor de residentes y hacia la que se ha
desplazado una parte de la oferta de restauración, ocio nocturno y alojamiento en vivienda
turística, debido a que los precios de compra y alquiler son sustancialmente más bajo que los
de la sección de calle Larios. Esta zona es un área en conflicto. Por otro lado, la zona sur del
centro histórico, en el que se incluye el Soho o Barrio de las Artes, presenta un nivel de conflicto
relativamente bajo, a pesar de que se mantiene un elevado porcentaje de población residente.
En esta zona se ha localizado una oferta de alojamiento y restauración de más poder adquisitivo
que está generando poco conflicto, además los residentes tienen una percepción muy nítida de
que el turismo y el Ayuntamiento han contribuido decididamente a la mejora del barrio
(Figuras 3-11).

Figura 3. Distribución por secciones de la turismofobia por la suciedad y el mal olor de


algunas calles debido al turismo

Fuente: elaboración propia

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Figura 4. Distribución por secciones de la turismofobia por el ruido que provoca el turismo

Fuente: elaboración propia

Figura 5. Distribución por secciones de la turismofobia por ver turistas por todos lados

Fuente: elaboración propia

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Figura 6. Distribución por secciones de la turismofobia por el mal comportamiento de algunos
turistas

Fuente: elaboración propia

Figura 7. Distribución por secciones de la turismofobia por el turismo de borrachera

Fuente: elaboración propia

Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 83, 2823, 1–32 13


Figura 8. Distribución por secciones de la turismofobia por los cruceros

Fuente: elaboración propia

Figura 9. Distribución por secciones de la turismofobia por los turistas en general

Fuente: elaboración propia

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Figura 10. Distribución por secciones de la Turismofobia en general

Fuente: elaboración propia

4.2 Análisis de la varianza: variables sociodemográficas y turismofobia


Tras el análisis descriptivo del perfil del residente, se realizó un análisis de la varianza para
conocer el diferente comportamiento en relación con el turismo y la turismofobia entre los dos
grupos que muestran actitudes diferenciadas: aquellos muy molestos por la actividad y
aquellos otros que no están nada molestos por la actividad turística. Los principales estadísticos
proporcionados por el análisis de la varianza según aspectos sociodemográficos son los
siguientes:
Edad: se encontró diferencias significativas entre los grupos de edad obteniéndose un valor
F=6,253 al que corresponde un valor (-p de 0,000). La prueba post hoc (Scheffé) determina
que todos los grupos de edad (de 18-35 años, -p=0,011; de 36-45, -p=0,028; y de 46-65 años, -
p=0,001) sienten una mayor molestia en relación con los mayores de 66 años.
Estado civil: existen diferencias significativas entre los grupos en cuanto al estado civil,
F=3,908 al que corresponde un valor (-p de 0,004). La prueba post hoc (Scheffé) determina
que los solteros y los que viven en pareja (-p=0,038 y -p=0,010 respectivamente) sienten un
mayor grado de molestia que los viudos.
Nivel de estudios: se encontró una relación significativa entre el nivel de estudios y la
turismofobia; F=9,332 al que corresponde un valor (-p de 0,000). La prueba post hoc (Scheffé)
determina que los que cuentan con estudios primarios se sienten menos molestos que los
universitarios (-p=0,000).
No se encontraron diferencias significativas con el resto de las variables: sexo, lugar de
nacimiento y tiempo de residencia.

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Tabla 4. Resultados ANOVA. Perfil turismofobia
Menor molestia Mayor molestia
Mayores de 66 años De 18-35; de 36-45 y de 46 a 65 años
Viudos/as Solteros/as y los que viven en pareja
Estudios primarios Universitarios

4.3 Resultados del análisis de la escala de turismofobia


Para poder desarrollar el objetivo de analizar el grado de irritación y la posible turismofobia de
los residentes se aplicó la prueba de chi cuadrado a la escala de turismofobia en relación con
las variables sociodemográficas y de gestión del espacio urbano para determinar su
independencia entre ellas (Tabla 5).

Tabla 5. Resultados significativos de las pruebas de chi-cuadrado


Valor df Significación
asintótica
(bilateral)
Edad * Suciedad por turismo 31,711 12 ,002
Estado civil * Ruido por turismo 33,852 16 ,005
Nivel de estudios * Ruido por turismo 33,570 12 ,001
Nivel de estudios * Mal comportamiento 38,220 12 ,000
Edad * Turismo borrachera 27,785 12 ,000
Lugar residencia * Turistas por todos lados 729,993 628 ,003
Lugar residencia * Cruceros 733,367 628 ,002
Lugar residencia * Turistas general 806,717 628 ,000
Fuente: elaboración propia
Los resultados de análisis de la escala de turismofobia en relación con las variables
sociodemográficas muestran que elementos más significativos son principalmente cuatro:
lugar de residencia, edad, nivel de estudios y estado civil. La variable sociodemográfica más
explicativa es la de lugar de residencia dentro del área de estudio. Las preguntas de la escala de
turismofobia que más se relacionan con las variables sociodemográficas son: la presencia de
turistas por todos lados, el turismo de cruceros y el turismo en general. En relación a la
significación de la variable lugar de residencia, esto se debe a que la distribución espacial de los
turistas en los centros históricos es desigual y los viajeros tienden a concentrarse en zonas muy
concretas, por lo que su percepción como algo negativo puede variar significativamente entre
las diferentes áreas de la ciudad. En al caso de la ciudad de Málaga como se muestra en los
mapas (Figuras 3-11), la sección que muestra los valores más elevados en estas categorías es
la sección de Larios, que se corresponde con el espacio más visitado de la ciudad. También se
debe de destacar la presencia de unos valores elevados de turismofobia en zonas del centro que
no están muy próximas a la zona de Larios, entre éstas podemos destacar la de Goleta, una de
la zonas con mayor población, donde la presencia de los turistas no ha sido muy habitual y la
actitud de turismofobia estaría principalmente provocada por la aparición de la vivienda

Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 83, 2823, 1–32 16


turística en estas zonas y la generación de conflictos que afectan a la convivencia y vida
cotidiana de sus residentes
Por otro lado, otros aspectos relacionados con la percepción de los impactos generados
por el comportamiento de los turistas como son la suciedad y los olores, el ruido, su mal
comportamiento y el turismo de borrachera que muestran diferencias relacionadas con la edad,
el estado civil y el nivel de estudios. Se puede señalar que la población comprendida entre los
46 y 65 años es la que percibe de forma más negativa la suciedad y los malos olores generados
por el turismo y el turismo de borrachera, mientras que el nivel de estudio, destaca que los
residentes universitarios y casados perciben de forma más negativa el comportamiento de los
turistas y los ruidos.

Por último, como se mencionaba anteriormente también se realizó la prueba de chi


cuadrado para la escala de turismofobia en relación con las variables de gestión incluidas en el
cuestionario (Tabla 6). En este caso se trató de evaluar si la turismofobia global del residente,
cuantificada como la media de los diferentes ítems, mostraba diferencias significativas respecto
a la valoración de la gestión turística del Ayuntamiento. El resultado señala que las tres
preguntas muestran diferencias significativas, por lo tanto, los residentes con mayor grado de
turismofobia reconocen en la gestión turística del centro histórico la principal causa de su
malestar y que si se regulara de forma más adecuada el turismo, su actitud hacia los turistas
podría mejorar.

Tabla 6. Resultados de las pruebas de chi-cuadrado:


Turismofobia global/Gestión turística

Valor df Significación
asintótica
(bilateral)
Me molesta que el centro de Málaga se convierta en un espacio 308,248 108 ,000
para turistas y no para residentes
Me molesta la falta de regulación del Ayuntamiento en el centro 267,328 08 ,000

Me molesta la falta de regulación del Ayuntamiento en el centro 253,034 108 ,000


Fuente: elaboración propia

4.4 Resultados cualitativos


Con respecto a los residentes entrevistados, dos son hombres y seis son mujeres. Todos
son malagueños molestos que viven en el centro de Málaga desde hace años, tienen estudios
universitarios, son mayores de 36 años, tienen un piso en propiedad en alguna calle del centro
turístico de Málaga y no tienen ningún piso como apartamento turístico.
Cuando se aborda el tema de la turismofobia los residentes tienen una respuesta muy
clara, están a favor del turista y del turismo en general porque valoran su contribución a la
mejora de la economía de la ciudad, lo que perciben negativamente son algunos aspectos del
turismo o tipos de turistas como se recogen en las siguientes respuestas:
“No tenemos nada en contra del turismo, lo hemos vivido desde siempre, tenemos una
tradición turística que la hemos mamado, no tiene nada que ver con el turismo,
queremos un turismo de familia, de gente cultural, de gente normal y para atraerlo no
me construyáis o se oferten plazas low-cost” (R.6) (TFIL-G).

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“A los malagueños y a los residentes nos gusta el turismo. Los malagueños siempre han
vivido del turismo y lo que no nos gusta y afecta es la masificación, hay gente que viene
sin poder disfrutar de nada porque hay demasiada gente en la calle, ni siquiera disfrutan
de la ciudad. Para nada rechazamos al turista, nosotros también somos turistas cuando
vamos a otro lugar, a mí me encanta viajar, a lo mejor hay que pensar en otro tipo de
turismo, en un turismo que se integra, que respeta las tradiciones de donde va” (R. 2)
(TFIL-I).
Entre los entrevistados sólo hay un residente que sí piensa que podría haber
turismofobia entre los residentes del centro histórico:
“Yo pienso que sí se está creando turismofobia de un modo natural a) porque el tipo de
turismo que está llegando no nos gusta ni un pelo, b) la saturación supone una bajada de
la calidad de vida alucinante, y c) los que somos propietarios estamos viendo que tu casa
vale dinero si la abandonas” (R.4) (TFOB-G).
También hay que destacar que hay residentes que se molestan cuando se les denomina
turismofóbicos y no entienden que usen este nombre para denominar un estado de molestia:
“Nos llamaban turismofóbicos pero para mí es un insulto que me llamen así porque no
lo soy, llevo toda la vida aquí y me he criado en Málaga respetando al guiri estando
encantada y porque me quejo me dicen así, pero no es por el guiri que viene, el problema
es la masificación, es cuando hay tantas viviendas turísticas y no puedes pasar por una
calle porque es continuamente guiri que va y que viene, el problema que todo un centro
histórico está al servicio del turista y de un turista que viene que no es el que queríamos
traer hace dos años. Si este es el modelo de ciudad que quieren que nos lo expliquen
(R.5) (TFIL-G).
Los residentes han manifestado su preocupación por el modelo de ciudad que se está
creando y temen sobre todo que Málaga se convierta en una ciudad como Magaluf:
“Lo que pasa en Magaluf ya está pasando aquí y va avanzando” (R.6) (TFIL-G).
“Lo de Magaluf ya está pasando, tenemos vídeos grabados de grupos de 15 tíos que
llegan borrachos orinándose en la calle y a grito pelado todo el tiempo. Lo que pasa es
que tenemos la idea de que cuando hablamos del centro hablamos de calle Larios y como
ahí no pasa, no pasa en ningún lado” (R.5) (TFIL-G).
“Estamos amoldado al modelo Magaluf y esto no es un eslogan, esto lo estamos viendo
ya, yo el otro día conté en un paseíto por el centro, siete despedidas de solteros por qué,
porque hay ciudades que la están limitando y se están viniendo a Málaga” (R.4) (TFOB-
I).
Acerca de si es el turismo es el responsable de sus molestias, todos los residentes
encuestados apuntan a un responsable, la Administración o el Ayuntamiento y a su mala
gestión, o incumplimiento de la normativa existente.
“No me siento representada por el Ayuntamiento, se piensan más en los ingresos que
reciben que en los residentes. No hay una planificación ni control respecto al turismo de
parte de las autoridades” (R.1) (TFOB-G).
“Yo creo que es totalmente responsable, totalmente responsable para bien y para mal,
Málaga ha cambiado muchísimo por el ayuntamiento, abordado muchísimos proyectos
de ciudad en grandes zonas como el puerto, pero es responsable de no poder controlar
los desequilibrios que se están generando” (R.2) (TFIL-G).
“El turismo no es el causante del problema, es del ayuntamiento. No metas más gente de
la que no puedes controlar. No estoy en contra del turista sino de la mala gestión del

Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 83, 2823, 1–32 18


ayuntamiento y de que venga el turismo de borrachera, y de que no haya normas o que
no se cumplan” (R.3) (TFIL-G).
“Una administración que no baja a la calle y no hace nada, no me sirve de nada” (R.6)
(TFIL-G).
“Yo no estoy en contra del turismo, estoy en contra del desmadre, el turismo es una
fuente más, pero sí estoy en contra de que sea la única fuente de ingreso. Lo que pasa es
que el Ayuntamiento no cumple las ordenanzas en nada” (R.7) (TFIL-G).

5 Conclusiones
El centro histórico de Málaga, al igual que ha sucedido en muchas ciudades, ha
experimentado un importante crecimiento turístico propiciado por las diversas actuaciones
destinadas a promover la ciudad como un destino de turismo cultural y por la proliferación en
los últimos años de una oferta creciente de viviendas de uso turístico. Estas transformaciones
han generado una serie de tensiones entre turistas y residentes que hasta ahora no se había
vivido y que se ha venido a denominar como turismofobia, en la línea que otros autores han
identificado (Milano, 2018; Huete, 2018).
En el centro histórico de Málaga se comprueba la presencia de dos grupos de residentes
con una clara y opuesta actitud hacia el turismo: turismofóbicos y turismofílicos. Estos dos
conjuntos se diferencian según edad, estado civil y nivel educativo e indica una de las
transformaciones sociales que ha experimentado el centro histórico. El conjunto turismofílico
representa a la población tradicional que ha vivido durante un largo periodo de su vida en la
zona. Es una población envejecida, con poca formación, compuesta en un alto porcentajes por
viudas y viudos, pensionistas, que a pesar de las incomodidades que provoca el turismo, está
más preocupada por otros efectos como la gentrificación (desaparición del comercio
tradicional y de sus antiguos vecinos, ocupación de los espacios públicos, entre otros aspectos).
Por el contrario, el turismofóbico representa a una persona de mediana edad, que vive en pareja
y que tiene estudios superiores; es un profesional liberal que ha elegido vivir por que estima el
valor cultural del centro histórico y que no tiene relación profesional con el turismo. En su
mayor parte ha hecho esta elección antes del gran crecimiento turístico del centro histórico,
por ello valora muy negativamente el cambio. Esta es la única población que ha venido a cubrir
la desaparición de residentes de esta zona, ya que el incremento del precio de la vivienda en
alquiler y en propiedad ha provocado en buena medida el vaciamiento residencial de esta área.
Mas de la mitad de los residentes son propietarios de vivienda.
El grupo turismofóbico no es mayoritario, pero es significativo. Este grupo está molesto
debido a ciertas consecuencias de la actividad turística que afecta su vida cotidiana como es el
turismo de borrachera, la suciedad y el mal olor de las calles y el mal comportamiento de los
turistas, pero la irritación general hacia el turista es baja. Esta afirmación concuerda con los
comentarios recogidos en las entrevistas, en las que se quejan de la inadecuada gestión pública
de la actividad turística. Esta situación es concordante con lo señalado en otros trabajos en los
que se recogen estudios para otros destinos europeos como Barcelona, Ámsterdam y Berlín
(Alcalde et al., 2018) o Venecia (Troncoso, 2018). La turismofobia se achaca a la inadecuada
gestión de la actividad turística o en contra de los residentes (Milano, 2018; Troncoso, 2018),
aunque otros autores llaman la atención sobre la diversidad de los orígenes de los problemas
que afectan a los residentes en los espacios turísticos y que convergen en el turismo (Mansilla,
2018).
Los residentes entrevistados señalan que la inadecuada gestión turística está provocando
que se atraiga un turismo de low-cost, de borrachera, de despedidas de solteros, que es uno de
los principales causantes de este malestar. Por otro lado, los residentes muestran su

Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 83, 2823, 1–32 19


preocupación por el modelo de ciudad que se está construyendo, el cual, parece que estar cada
vez más cerca de la estructura de Magaluf. Tanto los entrevistados con actitudes turismofóbicas
como turismofílicas, se quejan ampliamente de la gestión deficiente por parte del Ayuntamiento
de Málaga. Esta situación está acorde con las respuestas dadas por los encuestados en relación
a las preguntas de gestión turísticas, que muestran un molestar notable (Tabla 3).
La distribución de la percepción de la turismofobia nos es homogénea entre las diferentes
secciones censales y la valoración por los residentes está condicionada por el tipo de actividad
desarrollada por los visitantes, por su grado de concentración, por las características de la
morfología urbana, por la presencia de actividades que generan un mayor nivel de molestias:
turismo de borrachera, mal comportamiento de los turistas, suciedad o ruido. En general no
hay un rechazo hacia el turista sino hacia algunos de sus impactos, y el residente no ve como
algo negativo la presencia de los turistas o los cruceristas.
En resumen, lo que se denomina turismofobia parecer ser una crítica al modelo de gestión
del turismo, mas que una crítica en sí a los turistas o al turismo. Dicho esto, la existencia de un
grupo de residentes bastantes irritados con el turismo y los turistas y el malestar general con
la gestión del turismo por parte del Ayuntamiento, podría dar lugar a una fuerte contestación
general hacia la actividad turística en el centro histórico.

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