Está en la página 1de 1

La Edad Media

LAS DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES

Establecida esta insuficiencia, comencemos por el principio de su vida. La llegada al mundo de una criatura de
sexo femenino no era celebrada como la del varón. En los sectores altos, por el deseo, casi la necesidad, de
transmitir nombre y herencia; en los más bajos, el aprecio de la fuerza de trabajo originaba una marcada
preferencia por los varones, muy evidente cuando ya existían hijas. El adelantado Gómez Manrique, que tenía
cinco hijas de su mujer, doña Sancha de Rojas, restablecía cláusulas en su testamento para el caso de que lo
que resultara del embarazo de esta fuera un varón. Si fuera un hijo, «que herede... la mi villa de Frómista; si fuera
un hijo, otras heredades que yo he en término de Frómista y de Población», «a mi hijo, si lo tuviera, los vasallos
que tengo en Pina de las Nueve Villas», «y que herede mi hijo Santa Gadea y Villalba y Sotopalacios...», «y el
dicho mi hijo, si lo hubiera, herede... el castillo de Malvesino con todo lo que tengo en Valdivielso». (Carlé, 2000,
p. 14)

1. ¿Qué circunstancias llevaban a un padre a tener una mayor predisposición por querer que su hijo naciese
varón? Averigua a qué época de la historia hace referencia la fuente. Señala algunas características de esta
etapa.
2. ¿Cuál era el futuro que le esperaba a una hija? ¿Crees que ella podía heredar las propiedades de sus padres?
¿Por qué?

MATERNIDAD Y AMOR MATERNAL EN LA BAJA EDAD MEDIA

Incluso la sociedad noble mundana compartía la idea de que las mujeres y la bendición de los hijos estaban
íntimamente asociados, y que de Dios había creado a las primeras con el solo propósito de traer hijos, es decir,
herederos, al mundo. En consecuencia, en las genealogías, que comienzan a proliferar a partir del siglo XII,
aparecen preferentemente aquellas mujeres que han destacado por su dedicación a la maternidad —y en la
nobleza esto equivale a dar a luz a numerosos hijos—. Un buen matrimonio incluía muchos hijos, una buena
esposa sólo era tal si tenía hijos, y cualquier otra opción se consideraba anormal, a pesar de que los canonistas y
los teólogos abogaban por que se considerara al matrimonio no consumado o al matrimonio sin descendencia
como un sacramento bendecido por Dios, siempre que los esposos se mostraran unidos por un amor mutuo y
temerosos de Dios. Durante la Baja Edad Media se llegó incluso a «elevar a los altares» a los matrimonios
virginales, no consumados, o exentos de descendencia, y a santificar a esposas estériles. (Opitz, 1992, p. 345).

1. ¿Sobre qué base se creía que las mujeres solo habían venido al mundo para procrear? ¿Qué destino tendrían
aquellas mujeres que no podrían procrear? ¿Qué opinión te merece la situación que vivieron las mujeres
durante la Edad Media?

También podría gustarte