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Libro

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Para otros usos de este término, véase Libro (desambiguación).

Ilustración The book hunters (1909)

In a library we are surrounded by friend, L. Block (1901).

Un libro (del latín liber, libri) es una obra impresa, manuscrita o pintada en una


serie de hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado
(es decir, encuadernadas) y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas.
Un libro puede tratar sobre cualquier tema. Según la definición de la Unesco,12
un libro debe poseer veinticinco hojas mínimo (49 páginas), pues de
veinticuatro hojas o menos sería un folleto; y de una hasta cuatro páginas se
consideran hojas sueltas (en una o dos hojas). 2
También se llama «libro» a una obra de gran extensión publicada en varias
unidades independientes, llamadas tomos o volúmenes. Otras veces se llama
«libro» a cada una de las partes de una obra, aunque físicamente se publiquen
todas en un mismo volumen (ejemplo: Libros de la Biblia).
Persona leyendo un libro electrónico en un lector digital.

No obstante, esta definición no queda circunscrita al mundo impreso o de los


soportes físicos, dada la aparición y auge de los nuevos formatos
documentales y especialmente de la World Wide Web. El libro digital o libro
electrónico, conocido como e-book, está viendo incrementado su uso en el
mundo del libro y en la práctica profesional bibliotecaria y documental. Además,
el libro también puede encontrarse en formato audio, en cuyo caso se
denomina audiolibro.

Índice

 1Historia
o 1.1Comunicación oral y formas rudimentarias
o 1.2La escritura
o 1.3China
o 1.4Corea
o 1.5Egipto
o 1.6Grecia
o 1.7Roma
o 1.8Edad Media
 2El libro antiguo
o 2.1El auge del libro
o 2.2La censura de libros
 3Confección de un libro
 4El libro electrónico
 5El libro como indicador de celebridad
 6Partes del libro
 7Tipos de libros
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Historia[editar]
Artículo principal: Historia del libro
Libros antiguos en la biblioteca de Merton College (Universidad de Oxford, Reino Unido)

Desde sus orígenes la humanidad ha tenido que hacer frente a una cuestión
fundamental: la forma de preservar y transmitir su cultura, es decir, sus
creencias y conocimientos, tanto en el espacio como en el tiempo.
El planteamiento de esta cuestión supone, por un lado, determinar la forma de
garantizar la integridad intelectual del contenido de la obra y la conservación
del soporte en el que fue plasmada y, por otro, encontrar el medio por el cual
se mantendrá inalterada la intención o finalidad para la cual se concibió.
Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones
pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre
del paleolítico. Con un simbolismo, posiblemente cargado de significados
mágicos, estas pinturas muestran animales, cacerías y otras escenas
cotidianas del entorno natural del hombre antiguo que trataba de dominar las
fuerzas adversas de la naturaleza, capturando su esencia mediante su
representación.
Comunicación oral y formas rudimentarias[editar]
Las señales gestuales fueron la primera forma de expresar y transmitir
mensajes. La palabra hablada es la manera más antigua de contar historias.
Mediante fórmulas de valor mnemotécnico se estructuraban narraciones, que
pasaban de generación en generación como valiosa herencia cultural de los
más diversos grupos humanos. Dichas reglas mnemotécnicas ayudaban tanto
a la memorización como a la difusión de los relatos. Es el caso de
los poemas homéricos, que han merecido valiosos estudios sobre el particular.
Posiblemente, gran parte de las tradiciones y leyendas han tenido semejante
inicio. Esta transmisión oral tenía el inconveniente de los «ruidos» que
deformaban el mensaje. La mayoría de las veces era el narrador (rapsoda,
aeda, juglar) quien en función de sus intereses la deformaba de una u otra
forma.
La escritura[editar]
Cuando los sistemas de escritura fueron creados en las antiguas civilizaciones,
el hombre utilizó diversos soportes de escritura: tablillas de arcilla, ostracon,
placas de hueso o marfil, tablas de madera, papiros, tablillas enceradas,
planchas de plomo, pieles curtidas, etc.
La escritura fue el resultado de un proceso lento de evolución con diversos
pasos: imágenes que reproducían objetos cotidianos (pictografía);
representación mediante símbolos (ideografía); y la reproducción
de sílabas y letras.
Los más antiguos vestigios de escritura se encuentran, hacia finales del IV
milenio a. C., en el Antiguo Egipto, con jeroglíficos, y la antigua Mesopotamia,
mediante signos cuneiformes (escritura cuneiforme; utilizaban una varilla con
sección triangular, que al hendir en placas de arcilla, dejaba una marca en
forma de cuña). La usaron
los sumerios, acadios, asirios, hititas, persas, babilonios, etc.
La escritura egipcia, que perduró más de tres milenios, mediante jeroglíficos,
representaba ideas abstractas, objetos, palabras, sílabas, letras y números.
Evolucionó en las escrituras hierática y demótica. Otros pueblos, como los
hititas y los aztecas también tuvieron tipos propios de escritura.
China[editar]

Manuscrito chino en seda del siglo V

La escritura china más antigua que se conoce son 50000 inscripciones sobre
conchas de tortuga que incorporan 4500 caracteres distintos, y data del
1400 a. C. en el yacimiento de Xiaotun, en la provincia de Henan. Pero los
primeros libros reconocibles de China corresponden al siglo VI a. C., los jiance
o jiandu, rollos de finas tiras de bambú o madera grabados con tinta indeleble y
atados con cordel. Estos textos servían principalmente a causas institucionales,
era la obra de funcionarios civiles o militares. 3
Desde Confucio en adelante (551-479 a. C.) los libros se convirtieron en
importantes instrumentos de aprendizaje, se escribieron tratados de filosofía,
medicina, astronomía y cartografía.
En el período de los reinos combatientes (475-221 a. C.) La seda se usó
mucho como soporte para escribir. La tela era ligera, resistente al clima
húmedo, absorbía bien la tinta y proporcionaba al texto un fondo blanco, sin
embargo era mucho más cara que el bambú, es por esto que en ocasiones se
hacía una copia en bambú antes de grabarse en seda los textos importantes.
La invención del papel según la tradición china, se atribuye a un eunuco de la
corte imperial llamado Cai Lin en el 105 d. C. Usando nuevos ingredientes
(trapos viejos, cáñamo, corteza de árbol y redes de pescar) creó un método de
fabricación de papel muy similar al que se usa hoy en día. Pero el papel tardó
cientos de años en reemplazar al bambú y la seda, fue hasta finales del
siglo II d. C. que la corte imperial lo usó en cantidades importantes. Esta
innovación no se propagó fuera de China hasta el 610 d. C. aproximadamente,
y alcanzó Europa a través de España hasta el siglo XII.
A mediados del siglo VIII los chinos inventaron la impresión xilográfica, o el
grabado en madera, y la necesidad de reproducir un gran número de textos e
imágenes budistas, calendarios, manuales de adivinación y diccionarios
promovió una rápida y temprana propagación de la xilografía. El primer libro
impreso chino que se ha encontrado es el Sutra del diamante del 868 d. C.
Los impresores chinos crearon los tipos móviles hacia el siglo XI, el escritor
chino Ch'en Kua (1030-1095) narra la historia de esta invención en su libro de
cosas vistas y oídas (Mengshi Pitan), según el escritor el herrero JenTsung de
la dinastía de los Song del norte entre 1041-1049 logró crear caracteres
móviles, para esto utilizó arcilla endurecida al fuego sobre la cual había
grabado unos caracteres móviles que fijo sobre una plancha de hierro
impregnada de resina de pino, cera y cenizas. También se le atribuye la
creación de una mesa giratoria para guardar los caracteres, esta técnica se
llamaba tipografía tablearia. Hacia el 1300 Wang- Tcheng, un técnico
agrónomo, emplazó la arcilla por madera de azufaifo, que era mucho más dura.
Pero este avance no revolucionó la imprenta hasta el punto que lo hizo
Gutenberg en Europa 400 años después. A diferencia de las lenguas europeas,
el chino escrito requiere miles de caracteres únicos, lo que hace mucho más
eficaz los bloques de madera individuales que los enormes conjuntos de tipos
reutilizables. En contraste con el declive de las artes de los escribas en
occidente en los siglos que siguieron a la creación de la imprenta de tipos
móviles, la caligrafía china conservó su prestigio, era un arte. No obstante, a
finales del siglo XV, China había producido más libros que el resto del mundo
junto.
Los árabes aprendieron la técnica para fabricar papel de sus contactos con
China en el siglo VIII, y este se introdujo en Europa en el siglo XII a través de la
España musulmana.3
Corea[editar]
La obra xilográfica más antigua encontrada hasta nuestros días es el Dharani
Sutra de Corea, datado en el 751 a. C., aunque no se sabe quién fue el
inventor de la xilografía los chinos y coreanos fueron los que impulsaron la
impresión xilográfica, principalmente para editar textos religiosos. El budismo
chino y coreano fue el vehículo que trasmitió la xilografía a Japón. Pero Corea
realizó muchos otros avances que revolucionaron la manera de imprimir y en
consecuencia el libro.
Entre 1234 y 1239, los coreanos que se habían refugiado en la isla de
Gwanghwa, debido a la invasión mongol, no disponían de madera dura. Fue
entonces cuando imprimieron 28 ejemplares de los 50 volúmenes del Go geum
sang jeong ye mun con caracteres móviles metálicos. La obra del año 1239
describe el método utilizado y termina diciendo: impreso para la eternidad con
caracteres de nueva fabricación. Más tarde el rey Taejong puso en
funcionamiento un taller que contribuía a la difusión de la escritura y en 1403, el
tercer año de su reinado, se restableció la fundición nacional, el Jujaso, donde
se fabricaban caracteres móviles de imprenta, realizó la primera fundición de
tipos móviles en bronce. Cabe señalar que la invención de la tipografía coreana
es de primordial importancia para la religión, particularmente el budismo, el
confucionismo, y el taoísmo.4
Durante el reinado del tercer hijo de Taejong, Sejong aumentó el número de
centros dedicados a la enseñanza. En la capital existían cuatro escuelas, un
colegio para el pueblo y una escuela para la familia real y sus parientes. El libro
se convirtió en la herramienta primordial de los esfuerzos de alfabetización que,
incluso llegaron a las provincias y pueblos lejanos. Los niños varones tenían
que seguir las clases que les inculcaban las nociones básicas como la escritura
y la lectura.
Los caracteres fueron mejorando con el tiempo, buscaban una forma más
cuadrada y más regular que los precedentes, facilitando así la composición.
Durante la invasión japonesa (1592-1598) un general japonés llevó caracteres
móviles y libros a Japón, así Japón pudo desarrollar su imprenta, en cambio, la
imprenta coreana retrocedió a partir de ese momento, se volvió a la madera
para la fabricación de tipos móviles y cada la producción de libros decayó. 5
Sin duda alguna la dinastía Joseon fue el gran periodo para los libros coreanos,
se sabe de 32 fundiciones de caracteres móviles metálicos y más de 350
modelos diferentes. A pesar de las dificultades Corea supo desarrollar e incluso
exportar sus técnicas de imprenta. China no utilizó caracteres móviles hasta
finales del siglo XV, en 1490, por su parte, Japón adoptó la técnica tipográfica
coreana a finales del siglo XVI en 1592.
Egipto[editar]

Papiro egipcio en hierático del 1600 a. C.

Egipto creó el papiro y lo exportó a todo el Mediterráneo, se usaba para


plasmar textos en Egipto, Grecia y Roma. La fabricación del papiro era
complicada y dado que las láminas de papiro estaban hechas de dos capas
superpuestas, por cada cara discurría una veta distinta, de ahí que se
denomine recto donde el grano discurría de forma horizontal y verso en donde
el grano discurría en vertical, sin embargo solo se escribía en la cara interna
que era la más lisa. Las láminas se pegaban para hacer un rollo.
El arte en el perfeccionamiento de la técnica de escritura tiene que ver con la
sustitución del papiro por el pergamino. Los faraones y gobernantes egipcios
ejercieron un monopolio sobre la fabricación del papiro hasta el siglo XII (ya con
los musulmanes). Decidían el precio de las ocho variedades de papiro del
mercado, y aplicaban a su gusto medidas de presión o sabotaje. A principios
del siglo II a. C. el rey Ptolomeo V, corroído por la envidia, intentaba perjudicar
a una biblioteca rival situada en la ciudad de Pérgamo (actual Turquía) que, al
igual que la Biblioteca de Alejandría, intentaba atraer a los sabios de la época.
Hizo encarcelar a su bibliotecario, Aristófanes de Bizancio, cuando supo que
éste planeaba instalarse en Pérgamo bajo la protección del rey Eumenes II.
Furioso por la posible competencia, Ptolomeo interrumpió el suministro de
papiro al reino de Eumenes para doblegar a la biblioteca enemiga privándola
de la materia prima que hasta entonces era el mejor material de escritura
existente. El embargo impulsó un gran avance que llevaría el nombre de la
ciudad. En Pérgamo perfeccionaron la antigua técnica oriental de escribir sobre
cuero. En recuerdo de la ciudad que lo universalizó el producto mejorado se
llamó “pergamino”. Unos cuantos siglos más tarde, este hallazgo cambió la
fisonomía y el futuro de los libros.6
A partir del siglo I d. C. el pergamino comenzó a competir con el papiro. Se cree
que aquel surgió en Pérgamo, en la actual Turquía. El pergamino tenía la
ventaja de resistir condiciones de humedad, era más duradero y podía doblarse
sin romperse, también podía rasparse para limpiarlo y ser reutilizado.
Es muy poco lo que se conoce de las bibliotecas egipcias, un pequeño
testimonio es el templo de Horus, donde en uno de los muros están los títulos
de 37 libros que eran parte de las bibliotecas. 7
Grecia[editar]
La escritura alfabética hizo más accesible la lectura y la escritura. El alfabeto
griego se desarrolló en el siglo VI y V a. C., era puramente fonético a diferencia
de los ideogramas chinos, un erudito chino podía dedicar toda su vida a
dominar miles de caracteres, en comparación, el alfabeto griego podía
aprenderse en unos días. El uso de la escritura se incrementó en Atenas hacia
el siglo V a. C.8
En relación con el uso de la escritura y de los libros, se conocían entre los
griegos los oficios siguientes:

 Había escribientes, cuya profesión consistía en copiar, a quienes


llamaban bibliographi
 Otros que pintaban las letras, a los cuales les daban el nombre
de kalligraphoi
 Asimismo había bibliopolæ cuyo nombre se daba a los libreros que
vendían los libros.
Estos entre los griegos no se vendían encuadernados sino enrollados en dos
varillas, una en el principio y otra en el final, de modo que se desenrollaban
para leerlos con la mano izquierda arriba cogiendo el extremo de la varilla del
principio y se recogía con la mano derecha en la del final. Así, una obra solía
constar de varios rollos o libros de papiros cosidos de una extensión más o
menos definida.
En los griegos, aparece el comercio de los libros alrededor del siglo V a. C. en
el apogeo de la literatura. Las obras magistrales de poesía, historia y otras
ramas eran distribuidas en tiempo de Socrátes y Aristófanes. Los libros eran
manufacturados comercialmente y se empezaba una exportación a ultramar.
Por otro lado, las copias de los libros eran alquiladas a altos precios y aquellas
personas que poseían dinero podían pagar copistas privados para copiar los
textos deseados. La distribución de las obras no implica ganancias económicas
para sus autores. Entre las obras más difundidas y favoritas de los griegos, se
encuentran la Ilíada y la Odisea de Homero, seguido de Demóstenes y
Eurípides9.
En Atenas, los libreros tenían tiendas públicas y en ellas se reunían
ordinariamente los literatos para leer los libros nuevos que se escribían. 10
Roma[editar]
Entre los romanos se conocían las siguientes profesiones relacionadas con los
libros:

 los copistas de libros, llamados librarii


 los encargados de venderlos o bibliopolæ
 unos esclavos instruidos en el arte de encolarlos o pegarlos,
conocidos con el nombre de glutinatores.
En tiempo de la república las personas acomodadas tenían en sus casas
muchos copistas o secretarios, la mayor parte esclavos o libertos, para copiar
los manuscritos nuevos. Pero en tiempo de Augusto los vendedores de
libros, bibliopolæ, se introdujeron en Roma y comenzaron a verse tiendas de
libros, que solían estar cerca de la entrada de los templos y de los edificios
públicos, y en particular en el foro romano. Los libreros fijaban en sus puertas
los títulos de las obras que tenían en venta para que con un golpe de vista
pudiese cualquiera enterarse de lo que había en ellas. 10
En la Roma imperial los escritos podían encontrarse en todas partes. La
administración cotidiana produjo un flujo constante de documentos, la
alfabetización rudimentario era habitual, incluso en las clases bajas, lo que
provocó que en el siglo I d. C. hubiera un crecimiento del público lector, ya no
se escribía para un círculo de amigo íntimos, sino para un público anónimo,
pero la clase alta siguió conservando la cultura literaria oral tradicional.
En el siglo III d. C. empezó el declive del imperio romano y las invasiones
bárbaras causaron una contracción de la cultura escrita. Muchas instituciones
escolásticas cayeron, a excepción de las mantenidas por la iglesia cristiana.
Durante los primeros siglos de la era cristiana apareció el códice, una de las
más importantes y perdurables revoluciones de la historia del libro. Era más
compacto y fácil de manejar que los rollos, podía utilizarse ambas caras del
papel, lo que le permitía contener más texto. Aunque el códice tenía claras
ventajas, el rollo siguió en uso durante varios siglos. La monarquía inglesa
continuó usando rollos para registrar sus leyes hasta la edad media. 11
Con el advenimiento de la imprenta, se inicia la época de expansión
bibliográfica, de la modernidad y del pensamiento crítico, facilitado en la
actualidad con el acceso a la información en otro tipo de fuentes, tales como
periódicos, revistas, Internet, etc. No obstante, el valor del libro es perdurable a
través del tiempo.
Edad Media[editar]
Copista del siglo XV

Antes de la invención de la imprenta era muy costosa la adquisición de una


obra importante y se vendía lo mismo que una heredad o casa, por medio
de escritura pública y bajo condiciones particulares. Los historiadores citan
muchos ejemplos de lo escasos que eran en la edad media los libros y de lo
caros que se vendían en Europa. Saint-Loup, abad de Ferrleres, envió dos de
sus monjes a Italia el año 855, con el solo objeto de sacar una copia
del Tratado de la Oratoria de Cicerón y de algunos otros libros latinos, de los
cuales no poseía sino algunos fragmentos. En el siglo XII ejemplar de la Biblia y
otro de las cartas de San Jerónimo eran poseídos en común por varios
monasterios de España, que se servían de ellos simultáneamente. El abate
Lebeuf menciona una colección de homilías por las cuales se dieron
en Bretaña, en el siglo XI, 2000 carneros y tres moyos de grano. La copia de los
manuscritos se hacia entonces con tanta pausa y lentitud, que una copia de la
Biblia sacada en cinco meses se consideró como un prodigio de velocidad.
Habiendo legado un particular en 1406 a una iglesia de Parts, un breviario para
el uso de sus capellanes y para los sacerdotes pobres, se resolvió a fin de
conservar tan preciosa alhaja y de cumplir al mismo tiempo los deseos del
testador, encerrarlo en una caja de hierro. En el siglo XV todavía no se
prestaban los libros sino con muchas garantías y seguridades.
Con el fin de que las obras se conservaran y reprodujeran, se acostumbraba en
algunos monasterios a que cada novicio copiara antes de profesar el libro que
el superior le señalaba a cuya costumbre debemos muchos libros preciosos de
la antigüedad, que sin esta medida no habrían llegado hasta nosotros. Los
monasterios contribuyeron con este y otros medios a la conservación de
muchos escritos y documentos preciosos que se salvaron, en medio de la
borrasca universal de la Edad Media, en aquellos monasterios donde se
refugiaron y encontraron acogida las ciencias y las letras. 10

El libro antiguo[editar]

El libro comprendido como una unidad de hojas impresas que se encuentran


encuadernadas en determinado material que forman un volumen ordenado,
puede dividir su producción en dos grandes períodos: desde la invención de la
imprenta de tipos móviles hasta 1801, y el periodo de producción
industrializada.
El libro antiguo es aquel que fue producido en el período manual de la
imprenta, es decir que fue impreso con tipos móviles metálicos, estos libros
fueron publicados desde la creación de la imprenta en el siglo XV hasta el
siglo XIX.
La aparición de la imprenta de tipos móviles en 1444, revolucionó el proceso de
producción del libro, aunque algunos procesos de la fabricación se mantuvieron
igual que en la época de los scriptoria, la imprenta hizo relativamente más
sencilla la producción de libros.12
La coexistencia del desarrollo de la imprenta con el comienzo del movimiento
humanista y la reforma luterana impulsaron el crecimiento de la industria del
libro, puesto que vieron en él un medio de difusión masivo. Pero también
existían otras circunstancias que ayudaron a la propagación del libro impreso,
el auge de las universidades desarrolló un mercado más amplio para los libros
entre las élites intelectuales laicas y religiosas. En medio siglo, la segunda
mitad del siglo XV, el libro impreso se convirtió en un importante negocio
internacional, los libreros e impresores fueron ante todo empresarios. Pero el
libro también debe su expansión a la atención que algunos monarcas y
religiosos pusieron en la imprenta, en 1468 el papa Paulo II ordenó imprimir las
epístolas de san Jerónimo, por su parte el rey de Francia Carlos VII mandó a
Nicolás Jenson a Alemania para aprender la técnica de impresión, con el
tiempo los más importantes soberanos en Europa protegieron el desarrollo de
la imprenta.
La superioridad de la imprenta sobre la xilografía fue incuestionable, la
escritura era regular, impresión a ambas caras, rapidez de impresión y la
posibilidad de volver a utilizar los caracteres para imprimir otros textos. 13
Se puede establecer una cronología del libro antiguo dividida en siglos,
tomando como base ciertas características comunes en un siglo determinado: 12

 Incunables siglo XV
 Renacentistas siglo XVI
 Barroco siglo XVII
 Neoclásico siglo XVIII
 Ilustrado siglo XIX
El auge del libro[editar]

La producción de libros en Europa crecía desde 500 hasta 1800 por el factor de más de 70 000.14 El
evento clave era la invención de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV.

No es sino hasta mediados del siglo XVIII, una vez que el libro ha superado las
dificultades tecnológicas que le impedían convertirse en una mercancía, que
este inicia su rápido ascenso dentro del gusto de las minorías ilustradas de
la sociedad.
La invención de la imprenta y el desarrollo del papel, así como la aparición de
centros de divulgación de las ideas, permitieron la aparición
del escritor profesional que depende de editores y libreros principalmente y ya
no del subsidio público o del mecenazgo de los nobles o de los hombres
acaudalados.
Además, surge una innovación comercial que convierte al libro en una
mercancía de fácil acceso a los plebeyos y los pobres, que consiste en las lib

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