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Trabajo grupal: Literatura en la Antigüedad - Literatura en Egipto

Integrantes:
Andrea Cerro Saldarriaga
Denisse Ruiz Orderique
Angelina Appleby Cueva
Alison Castañeda García
Brigitte Torres Ricalde

Grado:
5to de secundaria sección “A”

Docente:
Juleysi Huertas Lozada
Puntos a desarrollar
● Origen
● Escritura y tipos de
● Cosmovisión
● Obras o libros importantes
● Aspecto religioso y místico

Desarrollo de la investigación

1) Origen

La literatura egipcia tiene sus orígenes en el Antiguo Egipto y es una de las primeras
literaturas conocidas. Los egipcios fueron la primera cultura en desarrollar una
literatura tal y como la conocemos hoy en día, siendo los primeros en desarrollar la
escritura y que se convertirán en eje fundamental para el desarrollo de la literatura en
el resto del mundo.

Uno de los ejes más importantes de la literatura egipcia que permitió en gran parte el
desarrollo de la cultura fue la capacidad y el ingenio que trabajan con el fin de obtener
respuestas en relación con la existencia de la vida humana.

Es hacia el siglo XXI A.C, que con la aparición y uso de los papiros, las temáticas de
la manifestación literaria empiezan a tener otra serie de variantes, entre las que se
incluyen textos fúnebres, así como epístolas, poemas e indicios de autobiografías. A
esto se suma el aumento de la profesión de escritor, lo que aumenta
considerablemente la producción de textos realizados en la época.

● Sin embargo, una gran parte de la población no estaba alfabetizada, de manera


que desconocían sobre la literatura, por lo que la escritura se convirtió en un
arma fundamental para los gobernantes y pertenecientes a la élite.
● Hay que tener claro que para ese entonces no se creaba una literatura con
motivos distractores. Los textos eran enfocados en codificar la mayor cantidad
de información posible sobre las vidas de los mandatarios más importantes y
sus aportes a la civilización, así como los avances tecnológicos y científicos de
la época.

Con el paso del tiempo son más las personas, de diferentes clases sociales, las que
pueden acceder a la escritura y la lectura de figuras y símbolos.Además, para evitar la
pérdida del conocimiento de las primeras manifestaciones. Todas estas producciones
poco a poco serían recopiladas en la biblioteca de Alejandría, construida a principios
del siglo III A.C.
Periodo Antiguo (c. 3100 a.C. - c. 2180 a.C.)
Contenido: obras funerarias, inscripciones reales y relatos de viajes
Características: jeroglíficos, escritura en papiro y desarrollo de la literatura religiosa.
Primer Periodo Intermedio (c. 2180 a.C. - c. 2050 a.C.)
Contenido: literatura satírica y textos autobiográficos.
Características: crisis política y social, escritura en demótico.
Reino Medio (c. 2050 a.C. - c. 1786 a.C.)
Contenido: textos religiosos y literatura popular.
Características: expansión territorial, uso de papiro para la escritura.
Segundo Periodo Intermedio (c. 1786 a.C. - c. 1567 a.C.)
Contenido: textos históricos, literatura religiosa y popular.
Características: invasiones extranjeras y la creación de una literatura vernácula.
Reino Nuevo (c. 1567 a.C. - c. 1085 a.C.)
Contenido: textos funerarios, historias épicas y literatura amorosa.
Características: gran esplendor cultural, uso del jeroglífico cursivo.
Tercer Periodo Intermedio (c. 1085 a.C. - c. 525 a.C.)
Contenido: literatura religiosa y política.
Características: fragmentación del poder, desarrollo de la escritura demótica.
Período Tardío (c. 525 a.C. - c. 332 a.C.)
Contenido: literatura religiosa, histórica y mágica.
Características: dominación persa y helenística, uso de la escritura griega.
Período Helenístico y Romano (c. 332 a.C. - 4to siglo d.C.)
Contenido: literatura científica y filosófica.
Características: dominación griega y romana, uso del alfabeto griego y latín.

2) Escritura y tipos

El papiro fue el papel de los egipcios y se elabora a partir de una planta acuática. Su
elaboración consiste en:
- Este consistía en quitar varias tiras verticales delgadas del centro del tallo de la planta
con una cuchilla.
- La mantenía en remojo entre 7 y 14 días. Mientras más tiempo estuviera en remojo
más oscuro se volvía el papiro.
- Las tiras se golpeaban con mazos para aplanarlas y que liberen el agua y el azúcar que
contenían y con esto ganaban más resistencia.
- Para ensamblar el papiro, la primera capa de tiras se colocó sobre una tableta plana
húmeda, luego la segunda se tomó transversalmente y se alterno con otras capas
horizontales y verticales hasta obtener una placa rectangular.
- Esta lámina se ponía a secar al sol sobre algo plano y cuando estaba seco se alisaba y
se pulía.
- Para armar el rollo había que pegar hojas, marfil o hueso con un adhesivo a base de
agua, harina y vinagre. El borde derecho de cada página se superponia a la siguiente
para fortalecer la línea de unión entre ellas y facilitar la transferencia de tinta de una
página a otra durante la escritura. El papiro egipcio se almacenaba en recipientes de
madera o arcilla empapados en aceite de cedro para protegerlo de los insectos.

La cultura egipcia fue la cuna de la escritura, y la desarrolló en tres tipos distintos:

Escritura Jeroglífica: Los egipcios conocían las letras jeroglíficas como "medu netjer" que
significa palabras sagradas. Los jeroglíficos son estéticamente hermosos. Los más estéticos
del mundo, quizás con las imágenes más bellas. Cuando lo pintaron, lo tallaron en piedras,
templos, obeliscos, etc., lo hicieron no solo para quienes pudieran leerlo, sino también para la
sorpresa y admiración de quienes no lo entendieron del todo. Desde entonces, se han
encontrado miles de textos en paredes, papiros y ostraca, y se han descifrado escritos
jeroglíficos.

Escritura Hierática: Surgió como escritura abreviada de la escritura jeroglífica cursiva. El


sistema jeroglífico no era el apropiado para escritura rápidas y por este motivo surgió la
escritura hierática que era mucho más fluida y estilizada.
Era más sencilla por lo que se podía emplear en textos religiosos además que también se
empleaba en textos científicos y obras literarias y era un tipo de escritura muy útil en papiros
y ostracas. Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático.
El término proviene del griego “hierática” que significa sacerdotal. El texto se escribía en
tinta negra con una caña afilada. También surge en un periodo donde el lenguaje se ve
transformado, ya que de los ideogramas que representaban los primeros jeroglíficos, se pasa a
un proceso de conceptualización, para finalmente sintetizar cada símbolo en un sonido.

Escritura Demótica: Se usó desde el siglo VII a.C hasta el siglo V, se utilizaba para asuntos
cotidianos, para la administración y la contabilidad y poco a poco fue abarcando más géneros
textuales. Esta escritura es mucho más simplificada que la jeroglífica y la hierática. Permitió
mucha mayor agilidad y rapidez a la hora de escribir, ya que los símbolos podían aparecer
ligados y el trazo era mucho más vago. Fue adquiriendo cada vez mayor relevancia y
desarrollo, llegando a ser la escritura predominante para los textos literarios y para las cartas
privadas.
Estos tres tipos de escritura fueron descifrados gracias al descubrimiento de la Piedra Rosetta.
Los manuscritos se albergaban en bibliotecas, entre ellas la Biblioteca de Alejandría, que
llegó a contener 900.000 obras, y fue fundada en el siglo III a C.

3) Cosmovisión
Definiendo el término cosmovisión la forma en la que una persona, cultura, o
sociedad percibe la realidad o el mundo, en este caso nos adentraremos en la
cosmovisión egipcia

Civilización altamente jerarquizada, religiosa, avanzada y que, ante todo, buscó la


forma de dar explicación a todos y cada uno de los fenómenos que observaban. De
esta forma se originó una de las cosmovisiones más antiguas y completas de las que
se tienen registro hoy en día

Ellos desde un inicio mostraron un gran afán de comprender el mundo que los
rodeaba y ellos a través de sus geoglifos escribían y plasmaban la manera en la que
pensaban que el mundo había sido creado, cabe resaltar que los textos grabados en las
pirámides lo iban actualizando según la evolución de las ideas religiosas

En un comienzo no existía nada, ni la luz, solo un océano infinito llamado Nun en el


cual estaba contenido el espíritu del mundo. Un día, de Nun surgió un gran huevo
brillante y de ahí surgió Ra, el dios del origen de la vida. Este dios era tan poderoso
que todo aquello que nombraba tomaba forma y empezaba su existencia. Así que
primero, Ra se nombró a sí mismo como Ra, el sol del mediodía. A su aliento lo
nombró Shu y el viento se creó, cuando nombró Tefnut, la lluvia apareció. Después,
Ra quiso descansar y creó un lugar seco en donde lo pudiera hacer y así, del océano,
hizo emerger la Tierra, cuyo centro era Egipto. Tierra nacida de las aguas debía vivir
de las aguas, y así nació el río Nilo. La Tierra estaba vacía, así que Ra tomó elementos
del Nun y fue creando a los seres vivos y a la vegetación. De Shu y Tefnut, el viento y
la humedad, nació Nut, el cielo y éste, a su vez, tuvo hijas, las estrellas. Así se fue
formando todo, pero faltaba el hombre.
Un buen día, Ra envió a uno de sus ojos a buscar a Tefnut y a Shu, pero cuando
regresó, Ra ya lo había reemplazado con otro ojo. El ojo se puso muy triste y empezó
a llorar, de las lágrimas que cayeron a la Tierra se fueron formando, uno a uno, los
hombres y las mujeres que poblaron el reino de Egipto.

La segunda teoría sobre la creación del mundo cuenta que el dios Khnum, cabeza de
carnero, y su esposa, la diosa con cabeza de rana Heqet, fueron los primeros dioses
que estaban en el comienzo, que construyeron a los hombres e hicieron a los otros
dioses, así como también moldearon a los animales y a las plantas.
Concluyendo así que un porcentaje de la literatura de la época era inclinado al tema
de los dioses, religión, etc, con el fin que su cosmovisión se vuelva un legado para las
generaciones futuras

4) Obras o libros importantes:


La literatura del Antiguo Egipcio, viene desde el Antiguo Imperio, donde quienes los
escribían eran personas de la corte o administración, fue así hasta que se escribió “el
libro de los muertos”, que este hizo un giro en toda la literatura Egipcia, por ende
perteneciendo a los libros más importantes de la época

Las enseñanzas de Ptahhotep


Este sería una colección de proverbios, que vendría a ser escrito en la 5ta dinastía del
Antiguo Imperio, hablamos de 2.550 a 2.350 a.C. Se trata de características del
comportamiento de un hombre justo y bien, que sería para la práctica y enseñanza
para el hombre a vivir en sabiduría y liderazgo.

El campesino Elocuente
Texto, escrito en 1.960 a 1.670 a.C, que sería en un Periodo Intermedioñ, de el
Imperio Antiguo y el Imperio Medio, aunque estos datos no son concretos. El texto se
trataría de un campesino que triunfa en un juicio gracias a una oratoria artificiosa
después que le hayan robado su caravana. En el juicio, el campesino expone su caso
utilizando un discurso elocuente en el que lanza acusaciones sobre la corrupción del
Imperio.

Diálogo de un hombre cansado de la vida con su espíritu


Este texto lírico del s. XXI a.C. es importante en tanto que se trata de la primera
manifestación literaria para explicar problemas espirituales, hablando sobre el alma
del egipcio. Trata de un hombre cansado que se dirige y habla con su ba, la fuerza
anímica del espíritu que se manifiesta tras la muerte.

Libro de los muertos


Aunque el Libro de los muertos no es uno de los primeros textos literarios egipcios, sí
que es de gran relevancia para entender la literatura antigua egipcia. Es el texto
funerario más importante de la civilización egipcia del principio del Imperio nuevo ,
período en el que la literatura egipcia se desarrolló enormemente.
En él, se relatan sortilegios mágicos para que los muertos se enfrenten al juicio de
Osiris con éxito. Normalmente acompaña el texto con viñetas que representan el viaje
del más allá. Los textos sagrados más importantes eran los que se referían al Libro de
los Muertos. Este libro era un compendio de oraciones y rituales que se creía que
ayudaban al difunto a pasar al otro mundo y a encontrar su lugar en la vida después de
la muerte. El Libro de los Muertos no solo era un conjunto de rituales para el más allá,
sino también un conjunto de enseñanzas para la vida. Los egipcios creían que la vida
terrenal era solo una fase en el camino a la eternidad, y que las acciones realizadas en
vida determinarían el destino del difunto en el más allá.
Los textos sagrados más importantes eran los que se referían al Libro de los Muertos.
Este libro era un compendio de oraciones y rituales que se creía que ayudaban al
difunto a pasar al otro mundo y a encontrar su lugar en la vida después de la muerte.
Estos textos eran considerados sagrados y se escribían en papiros o en paredes de
tumbas.
El Libro de los Muertos no solo era un conjunto de rituales para el más allá, sino
también un conjunto de enseñanzas para la vida. Los egipcios creían que la vida
terrenal era solo una fase en el camino a la eternidad, y que las acciones realizadas en
vida determinarían el destino del difunto en el más allá. Por lo tanto, los textos del
Libro de los Muertos contenían enseñanzas sobre cómo vivir una vida justa y piadosa,
así como la descripción detallada de los peligros que el difunto debía enfrentar en su
camino hacia el más allá.
Tales fórmulas se escribían en rollos de papiro y en las vendas de lino de las momias,
las paredes de las tumbas, los sarcófagos y los elementos del ajuar funerario del
difunto. Sin ellas, la persona fallecida podría sufrir una segunda muerte que significa
su total aniquilación.
Era el sacerdote quien recitaba las primeras fórmulas del Libro durante la ceremonia
funeraria, cuando se trasladaba el sarcófago a la tumba. Una vez allí, se practicaban
rituales para revitalizar los sentidos, entre los que se contaba el de la apertura de la
boca, por el que se abrían mágicamente los ojos, las orejas, la nariz y la boca del
difunto, quien, una vez recuperados los sentidos, emprendía su viaje por el Más Allá.
Para los egipcios éste era un momento de esperanza, como se expresa en la fórmula
nueve del Libro de los muertos, que los egipcios llamaban Libro para la salida al día:
«He abierto los caminos que están en el cielo y en la tierra, porque soy el bienamado
de mi padre Osiris. Soy noble, soy un espíritu, estoy bien pertrechado. ¡Oh, vosotros,
todos los dioses y todos los espíritus, preparad un camino para mí!».

El fallecido podía adquirir las propiedades de varias divinidades y luchar contra los
enemigos

El peor de ellos era Apofis, una serpiente que trataba de impedir el avance de la barca
solar con el objeto de romper el Maat, la justicia y el orden cósmico, y forzar el caos.
Apofis cada día amenazaba a Re durante su viaje subterráneo. Una fórmula del Libro
de los muertos se refiere al encuentro con el temible reptil: «Que seas sumergido en el
lago del Nun, en el lugar establecido por tu padre para tu destrucción. ¡Retrocede! ¡Se
destroza tu veneno!». El fallecido podía adquirir las propiedades de varias divinidades
y luchar contra los enemigos, como muestra un pasaje de la fórmula 179: «Me ha sido
concedida la gran Corona Roja y salgo al día contra mi enemigo, para capturarlo,
porque tengo poder sobre él. Me lo comeré en el Gran Campo, sobre el altar de
Wadjet, porque tengo poder sobre él, como Sekhmet, la grande».
El juicio del alma

Finalmente, el difunto llegaba a un laberinto, protegido por una serie de veintiuna


puertas, aunque otro pasaje del Libro dice que son siete. Ante cada una de ellas, el
difunto debía pronunciar un texto determinado, mencionando el nombre de la puerta,
del guardián y del pregonero. En cada ocasión, la puerta le decía: «Pasa, pues eres
puro».
Una vez pasado el laberinto, el difunto llegaba a la Sala de la Doble Verdad para que
un tribunal formado por 42 jueces y presidido por Osiris evaluará su vida. Ante los
dioses hacía la «confesión negativa», en la que citaba todas las malas acciones que no
había cometido, según se recoge en la fórmula 125: «¡Yo os conozco, Señores de
Verdad y Justicia! Yo os traigo lo Justo y he acabado con el mal. Yo no he hecho
daño a los hombres. Yo no he oprimido a mis consanguíneos. Yo no he sido
mentiroso en lugar de ser verídico. Yo no me he enterado de traiciones. Yo no he sido
malvado. Como Jefe de hombres, yo no he hecho trabajar a ninguno cada día más de
lo requerido».
Tras la confesión, llegaba el momento culminante del juicio, aquél en que se procedía
a pesar el corazón del difunto.

Aquellos cuyos corazones hubieran pesado demasiado en la balanza eran


considerados impuros y condenados

Tanta importancia se atribuía al pesaje del corazón que los egipcios elaboraban un
amuleto específico, el escarabeo del corazón, que, como su nombre indica, se
colocaba sobre el corazón del difunto durante el proceso de momificación. En el
reverso del amuleto se inscribía siempre la fórmula 30 del Libro para que, en el mo.
«¡Oh, mi corazón de mi madre! ¡Oh, mi corazón por el cual existo en la tierra! ¡No te
levantes omento del juicio final, el corazón no traicionara al difuntcontra mí como
testigo! ¡No te opongas contra mí entre los Jueces! ¡No estés contra mí delante de los
dioses! ¡No seas intransigente contra mí delante del gran dios Señor del Occidente!».
Finalmente, los dioses proclamaban su veredicto. Aquellos cuyos corazones hubieran
pesado demasiado en la balanza eran considerados impuros y condenados a toda clase
de castigos: sufrían hambre y sed perpetuas, eran quemados al atravesar un lago o
cocidos en un caldero, una bestia salvaje los devoraba... Los justificados, en cambio,
tenían motivos para felicitarse.

El trabajo en el Más Allá

El mundo de ultratumba en el que vivirían los difuntos virtuosos se conocía como


Campos de Ialu o Campo de Cañas. Los egipcios lo imaginaban como un lugar muy
parecido a Egipto, con ríos, montañas, caminos, cuevas y campos muy fértiles, en los
que crecía la cebada hasta los cinco codos de altura. El difunto, sin embargo, debía
preocuparse por obtener su sustento. Aun siendo un «glorificado», según decía una
fórmula del Libro de los muertos, tenía que «arar y segar, comer y beber, y realizar
todas las cosas que se hacen en la tierra». Eso sí, para ello podía contar con la ayuda
de un ejército de sirvientes, representados en unas características estatuillas, los
ushebtis, siempre presentes en el ajuar funerario y que por el poder de la magia se
convertían en criados.
Cada figurita tenía los brazos cruzados y sostenía en las manos aperos agrícolas.

5) Aspecto religioso y místico


La literatura egipcia antigua está estrechamente relacionada con la religión de la
época. Se caracteriza por la gran variedad de textos que existen, desde himnos y
oraciones hasta relatos mitológicos y textos más pragmáticos sobre la vida cotidiana,
las leyes y la sabiduría. La religión egipcia antigua tenía varias características
distintivas:
Politeísmo: creencia en muchos dioses y diosas.
Antropomorfismo: dioses y diosas representados con cuerpos humanos y rasgos
animales.
Mitología: compleja mitología que explicaba la creación del universo y la relación
entre los dioses y los seres humanos.
Vida después de la muerte: creencia en la vida después de la muerte y en la
importancia de preservar el cuerpo mediante el proceso de embalsamamiento.
Jerarquía religiosa: jerarquía sacerdotal con responsabilidades específicas en la
adoración y el mantenimiento de los templos y los dioses.
Adoración y rituales: adoración a través de rituales, oraciones, ofrendas y sacrificios.

El aspecto místico en la literatura egipcia antigua se refiere a la creencia de que los


dioses y los seres humanos estaban interconectados y que había una conexión
espiritual entre el mundo material y el mundo divino. La literatura egipcia reflejaba
esta creencia a través de la descripción de experiencias místicas y la exploración de
temas espirituales profundos, como se muestra en el poema del Canto del Creador.

Aquí hay un fragmento del "Canto del Creador" traducido al español:

"Yo he venido a ti, oh Atum, para adorarte y alabarte,


tú eres el dios creador, el que trajo el universo a la existencia.
Con tu palabra, creaste el cielo y la tierra,
con tu aliento, creaste el aire que respiramos.
Tú eres el dios del agua, del viento y de la luz,
tú eres la fuente de la vida y la fertilidad.
Tú eres el sol que ilumina el día,
y las estrellas que brillan en la noche.
Tú eres la roca que da estabilidad a la tierra,
y el río que fluye por todo el mundo.
Tú eres el creador del mundo y de todo lo que hay en él,
y yo te adoro y te alabo por siempre."

Es un himno que se encuentra en el "Libro de los Muertos" y está dirigido a la deidad


creadora Atum, quien se consideraba el primer dios y creador del universo. El himno
habla de la creación del mundo a través de la acción divina de Atum y su
manifestación en los elementos naturales.

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