La paz es una palabra corta, pero con amplio significado, el cual ha pasado desapercibido

por muchas personas. Al hablar de paz, se suele asociar con violencia, guerras y conflictos,
desconociendo que la paz es sinónimo de bienestar social, cultural y ambiental ya que va
más allá de los conflictos o de los problemas que existen en el entorno. Resulta
paradójico, pero en América Latina es más fácil hablar sobre violencia que de paz, debido
a que durante décadas los conflictos se han convertido en el pan de cada día.
La paz no discrimina la raza, religión, creencias religiosas ni estado socio económico, ya
que se caracteriza por ser pluriétnica y multicultural. Sin embargo existen comunidades
con objetivos en común que por medio de protestas pacíficas y manifestaciones culturales
se encargar de recordarle a las personas y al estado que la paz debe ser un derecho y no
una opción.
Es importante educar para la no violencia, pero es más importante educar para la paz,
porque la no violencia es la ausencia de golpes y maltratos físicos, verbales, económicos o
psicológicos. Pero la paz es la esencia del individuo humanista, educar para la paz significa
sembrar en la persona los valores y las herramientas necesarias para entender que mi vida
es igual de valiosa a la de los demás. Cabe resaltar que esta educación depende de
variables de tipo: social, económico, político, afectivas y psicológicas. Por ejemplo ¿Cómo
se puede hablar de paz con un niño que continuamente ve como sus Padres se agreden?
Es lamentable observar que en Colombia los entes gubernamentales en vez de construir
una paz estable y digna para el ser humano, se preocupen por el beneficio propio,
desconociendo La adecuada prestación de los servicios públicos y las necesidades básicas
requeridas, como por ejemplo: Educación de calidad, oportunidades de trabajo y centros
de salud adecuados en las zonas marginadas y con presencia de conflictos armados.
Colombia es un país rico en diversidad natural y en recursos ambientales, pero
tristemente estos recursos son foco de conflictos y disturbios, como es el caso del pacifico
colombiano.
Por último, el estudio de la paz ha estado presente desde 1945 a finales de la segunda
guerra mundial y seguirá estando para estudiar el contexto social que surge a raíz de la
violencia, la discriminación y la violación de los derechos humanos, obteniendo
herramientas y respuestas en la construcción de una paz digna y estable en Latinoamérica.