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Con relación a dicho artículo, la última de las leyes citadas (Ley No. 18.756)
deroga los incisos segundo y sexto (que habían sido incorporados por la Ley No.
18.187 en noviembre de 2007), y a su vez modifica la redacción del inciso
duodécimo, quedando redactado de la siguiente forma:
Varios son los aspectos, que esta nueva redacción (parecería que se trata
de la redacción “final”) del Artículo 35, requiere que sean analizados en
profundidad, dado que no solamente no resuelve problemas de larga data,
derivados de una defectuosa o insuficiente redacción del texto original, sino que
vuelven a reiterarse - en algunas situaciones - las mismas dificultades
interpretativas. C A D E 6966.
En este trabajo, solamente nos vamos a referir a dos de ellos, en virtud de
que su trascendencia, deviene a partir de una reciente interpretación que alguna
jurisprudencia aislada, algún trabajo doctrinario, y el propio Instituto Nacional de
Colonización a través de sus servicios, han acuñado con relación al término
“campo” y consecuentemente a la noción de “propietario” de un “campo”, en mérito
a que este último es - sin lugar a dudas - el objeto material del negocio jurídico
“enajenación” contemplado por el legislador. C A D E 6966.
Decía el citado autor, que la “disposición que nos ocupa implica para el
propietario del bien rural una limitación del derecho de propiedad en lo relativo a la
facultad de disposición, ya que antes de venderlo debe ofrecerlo al INC y para
éste significa un mecanismo de adquisición de tierras fuera de la vía expropiatoria
(Art. 37 yt ss.) con desplazamiento del promitente comprador privado.” Y continúa
el citado autor, en lo que es nuestro interés resaltar: “Dicho enfoque, nos indica,
desde ya, que la interpretación y aplicación de la disposición debe ser en todo
caso restrictiva, quedando excluido todo tipo de analogía o extensión por importar
o implicar una restricción al derecho individual de propiedad, amparado
constitucionalmente.” () (*6)
Como viene de verse, ninguno de estos elementos, surgen del texto legal,
se trata de una interpretación realizada por el órgano de dirección del ente público,
en base a una aislada opinión doctrinaria y jurisprudencial y a presunciones que
no tienen ningún respaldo legal. C A D E 6966.
Esto es, como deberá determinarse la mentada “unidad productiva”: (i) por
la ubicación física de los “campos”, ya sea por su ubicación en el territorio
nacional, desde una región, departamento, zona, localidad, zona de frontera, etc.;
(ii) por las potencialidades agronómicas de los campos, ya sea atendiendo al tipo
de suelo; etc.; (iii) por la actividad productiva en sí misma desarrollada por el o los
titulares actuales de los campos (agrícola; ganadera; agrícola-ganadera; forestal,
granjera, etc.); (iv) por la actividad que potencialmente podría ser desarrollada en
la “unidad”, integrada por los campos” conforme a criterios productivos; (v) por la
titularidad única o de origen único o pluripersonal (actual o histórica) de los
distintos “campos”; (vi) por la proximidad o por la comunicación (i.e. caminos)
entre los distintos “campos” para conformar la unidad productiva; (vii) por el fuero
de atracción derivado de la existencia de plantas industrializadoras, de
almacenaje, depósito, etc., cercanas o próximas a los “campos” que producen los
productos primarios de origen animal o vegetal objeto de la industrialización,
almacenaje, depósito, etc.; o (viii) también por la cercanía de los “campos” de
puntos de embarque para exportación o de centros de distribución, aspectos que
varían conforme al destino y al tipo de producción; y así podríamos seguir
exponiendo posibles criterios de adecuación u ordenación de distintos “campos”,
que si bien son unidades físicas independientes, el Instituto podrían considerarlos
- en base a una supuesta noción de “unidad productiva” - como el “campo”
contemplado en el Artículo 35 de la Ley de Colonización. C A D E 6966.
Ello nada tiene que ver, con el denominado “Catastro Agrario”, producto de
la evaluación de la capacidad productiva de los suelos con finalidad agraria (Índice
CONEAT), que se relaciona directamente con un padrón, y que originalmente (año
1968) tuvo su justificación y aplicación en el ámbito tributario (Impuesto a la
Producción Mínima Exigible - IMPROME), sin perjuicio de que - aún con las
críticas que se le han formulado - ha sido y es un indicador de la capacidad
productiva a nivel de padrón (en términos de lana y carne bovina y ovina en pie)
en todo el territorio nacional. () (*8)
Si bien existen diversas variables para ponderar con mayor rigor productivo
la situación del bien inmueble, el legislador del año 1948, utilizó la extensión física
del “campo” para regular el ámbito de aplicación del Artículo 35 de la Ley No.
11.029. C A D E 6966.
Con mayor razón, se puede afirmar que es carente de toda lógica, pretender
atribuir la condición de “campo”, en función de que el comprador es uno sólo, y
que la compraventa se otorgue en una sola escritura. C A D E 6966.
En suma, la interpretación del texto legal, nos conduce sin ningún lugar a
dudas a considerar al “campo” como la “unidad física independiente” objeto de la
enajenación, no siendo aplicable la noción de unidad productiva o de gestión
productiva, en primer lugar porque el legislador no lo dice y por lo tanto la
interpretación debe ser restrictiva conforme a derecho y en segundo lugar, porque
el legislador del año 2008 no desconocía dicha noción y mantuvo la redacción
original y su alcance, lo que determina que cualquier actuación del Instituto en el
sentido contrario a lo indicado en la norma legal, sería manifiestamente ilegal. C A
D E 6966.
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(*1) El Instituto Nacional de Colonización fue creado como un Ente Autónomo por
el Articulo 2 de la Ley No. 11.029 de 12 de enero de 1948 sobre la base de la
Sección Fomento Rural y Colonización del Banco Hipotecario del Uruguay, siendo
su finalidad “promover una racional subdivisión de la tierra y su adecuada
explotación, procurando el aumento y mejora de la producción agropecuaria y la
radicación y bienestar del trabajador rural.” (Artículo 1 de la citada ley). C A D E
6966.
(*2) La redacción del inciso segundo del Artículo 35 (dada por el Artículo 15 de la
Ley No. 18.187, de 2 de noviembre de 2007), que fue derogado por el Artículo 1
de la Ley No. 18.756. de 26 de mayo de 2011, era la siguiente: “Asimismo, en toda
transacción mayor a 1.500 hectáreas CONEAT 100, el INC podrá optar por
comprar hasta un 20% (veinte por ciento) del campo, el que deberá ser en una
sola fracción cuyo índice CONEAT sea similar al promedio del índice CONEAT
total involucrado en la operación original, no pudiendo la diferencia entre ambos
índices CONEAT ser mayor a un 10% (diez por ciento). Si fuere necesario
proceder a un fraccionamiento para esta operación los gastos correrán por cuenta
del INC. A las fracciones así obtenidas por el INC sólo accederán empleados de
explotaciones agropecuarias o grupos de éstos. “
(*3) La redacción del inciso sexto del Artículo 35 (dada por el Artículo 15 de la Ley
No. 18.187, de 2 de noviembre de 2007), derogado por el Artículo 1 de la Ley No.
18.756. de 26 de Mayo de 2011, era la siguiente: “El propietario que, con
posterioridad a la vigencia de esta ley, haya fraccionado un campo que reúna
alguna de las condiciones establecidas en el inciso primero deberá, asimismo,
ofrecer previamente al INC cada una de las parcelas que proyecta enajenar,
aunque aisladamente consideradas no alcancen el mínimo de superficie indicado
en el inciso primero.”
(*4) La redacción del inciso duodécimo del Artículo 35 incorporado por el Artículo
15 de la Ley No. 18.187, de 2 de noviembre de 2007, cuya redacción fue
modificada por el Artículo 2 de la Ley No. 18.756, de 26 de Mayo de 2011, era la
siguiente: “Serán subsidiariamente responsables las demás partes del negocio
jurídico, así como el escribano que otorgare la documentación que se va a inscribir
en el respectivo registro, y el profesional rematador en caso en que se haga
efectivo un remate.”
(*5) Camaño Iriondo, Mario - El derecho preferencial del Art. 35 de la Ley No.
11.029 - Revista de Derecho Agrario No. 4 - Sección Doctrina - Año 1990 - FCU -
Montevideo , página 34 y ss. C A D E 6966.
(*7) Gelsi Bidart, Adolfo - Unidad Económica y el Artículo 2326 del Código Civil
Argentino - La Justicia Uruguaya - Tomo 83, Sección Doctrina 2.77. C A D E 6966.