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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


ESCUELA DE POSGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS ECONÓMICAS
ECE118

Tema:
ESTRATEGIA DEL DESARROLLO FUNDAMENTADA EN UN MODELO DE
PROPORCIONALIDAD.

Presentado por:
Nicolás Otilio Portillo Hernández

Ciudad Universitaria, San Salvador, 23 de mayo de 2021


ÍNDICE

ESTRATEGIA DEL DESARROLLO FUNDAMENTADA EN UN MODELO DE


PROPORCIONALIDAD.................................................................................................................3
I. PROBLEMÁTICA................................................................................................................3
A. Educación....................................................................................................................4
B. Salud.............................................................................................................................5
C. Mercado Laboral........................................................................................................5
D. Desproporcionalidad................................................................................................5
E. Tecnologías de la Información y Comunicaciones...............................................5
II. JUSTIFICACIÓN.................................................................................................................6
III. MARCO TEÓRICO..........................................................................................................7
A. Historia de sector agropecuario en El Salvador................................................7
B. Generalidades del empleo en el sector agropecuario de El Salvador..........8
C. Principales características sector agropecuario de El Salvador...................9
D. Desigualdad con desproporcionalidad económica........................................14
E. Modelo de tres sectores............................................................................................16
IV. HIPÓTESIS.....................................................................................................................17
V. ESTABLECIMIENTO DE PROYECTOS Y PROGRAMAS PRIORITARIOS...........17
VI. OBJETIVOS...................................................................................................................17
VII. PLAN DE SOLUCIÓN..................................................................................................18
A. Fuentes de financiamiento....................................................................................18
B. Indicadores...............................................................................................................18
C. Tabla de amortización............................................................................................18
D. Participantes.............................................................................................................20
A. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..........................................................................21

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ESTRATEGIA DEL DESARROLLO FUNDAMENTADA EN UN MODELO DE
PROPORCIONALIDAD.

I. PROBLEMÁTICA.

El axioma “Solamente el trabajo crea valor” es sin duda alguna un principio


fundamental y básico de la teoría marxista, como bien explica Marx (1987) “… un
valor de uso, un bien, solo encierra valor por ser encarnación o materialización, del
trabajo humano abstracto.”, vemos pues, que dicho principio ha sido marginado y
pisoteado por el sistema capitalista por ser el dueño de los medios de producción;
creando un pensamiento erróneo al considerar “dame tú lo que me hace falta, y yo
te daré lo que te falta a ti” (Smith, 1974, pág. 23); siendo así que se aprovechan de
la fuerza laboral principalmente en el sector agropecuario, donde a falta de
educación, salud y dinero de la población es un factor imperante.

Entrando en materia de análisis, el sector agropecuario en El Salvador ha venido


experimentado, a lo largo del tiempo un predominio de políticas neoliberales en el
país, dando como resultado un abandono y deterioro del sector a pesar de dicha
condición, la importancia generadora de empleo y valor agregado en el sector no
ha disminuido a la fecha. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 18).

Desde la década de los años 80, los esquemas de desarrollo heterodoxos fueron
abandonadas en el país para dar paso a la aplicabilidad indiscriminada de políticas
neoliberales de carácter económico y político promovidas por el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional y otros organismos, con la finalidad de “ordenar la
casa” en la mayoría de países de Latinoamérica, donde El Salvador no es una
excepción debido a su alto endeudamiento (Melgar, Morales, Hirezi, & Alens,
2017, pág. 8)

A pesar de los inconvenientes políticos en el país, el sector agropecuario entre


1995 a 2015 genera en promedio una quinta parte del empleo del país, siendo
ésta superior a la ocupación en la industria manufacturera que alcanza el 17%, y
superado por el empleo generado en el sector del comercio y servicios. Asimismo,
cabe señalar que el 79 % de las personas ocupadas en el sector agropecuario
residen en el área rural, el resto lo hace en la zona urbana. En consecuencia, este
sector es de fundamental importancia para la existencia de la mayoría de la
población rural y para cerca de un 20 % de la población trabajadora de El
Salvador. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 18)

Otros datos significativos dentro del sector agropecuario que se pueden observar
son: para 1995 la proporción de la PEA ocupada en el sector agropecuario era del
27 % y, para 2015 ese porcentaje disminuye hasta el 17.3 %, ósea casi 10 puntos
porcentuales a lo largo de dos décadas. (Departamento de Economía UCA, 2017,
pág. 18)

3
Adicionalmente, es importante destacar que dentro del territorio salvadoreño; el
cual corresponde a 20,551 km2, existen diferentes categorías de terreno que
abarcan la superficie nacional, y primordialmente destacar que el sector
agropecuario corresponde al 30.95% Áreas Agrícolas Heterogéneas, 15.65%
Cultivos Anuales y 14.26% Cultivos Permanentes (CATHALAC, 2011, pág. 50),
siendo éstos los más significativos como se muestra en la figura 1.

Figura 1

Fuente: Diseño Gráfico de CATHALAC1

A. Educación

Se debe destacar también que muchos de los problemas del sector agropecuario
tienen origen debido a los niveles de educación. Según el Departamento de
Economía de la UCA (2017, pág. 19), “el nivel educativo de las personas
ocupadas en el sector agropecuario ha sufrido una importante mejoría en el
tiempo. En 1998 las personas ocupadas en este sector con 7-9 años aprobados
de estudio era del 9 %, para 2015 ese porcentaje es de 19 %, una mejoría del
10%. Los ocupados con educación entre 10-12 años aprobados de estudio eran
en 1998 del 3 %, en 2015 el porcentaje es del 10 %. Por otra parte, las personas
sin ningún año aprobado ocupados en este sector paso de ser el 34 %, en 1998, a
23 % en 2015, alto, pero aún muestra una reducción significativa en el tiempo.”

1
Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (CATHALAC)

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B. Salud

Otro tema relevante en el estudio de ésta problemática es la situación de la


protección por el ISSS de los trabajadores agropecuarios, la cual es muy
deplorable, ya que del total de cotizantes solamente el 2% corresponden al sector
agropecuario (2016), implicando que de cada 100 empleados en el sector
agropecuario solamente 2, son cotizantes del ISSS. (Departamento de Economía
UCA, 2017, pág. 19)

C. Mercado Laboral

Por el lado del mercado laboral, la situación de la fuerza de trabajo no es muy


favorable tanto desde la capacidad de compra y acceso a las canastas básicas
que son aproximaciones burdas del valor de la fuerza de trabajo, como en lo
concerniente al empleo, específicamente en el sector agropecuario, se encuentran
a la base de la desproporcionalidad que la economía de El Salvador muestra,
analizada con base en los dos sectores productivos asociados a las fuerzas
productivas fundamentales: los medios de producción y los trabajadores.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 19)

D. Desproporcionalidad

En el sector agropecuario existe una desproporcionalidad, ya que la composición


orgánica del capital, en 1990 representó casi 11 unidades de valor sometidas a
transformación por la unidad de remuneración de la fuerza de trabajo, esa
magnitud en 2010 se había elevado a 23, indicando que ambas están
distorsionadas por los bajos ingresos laborales y precarios empleos que posee la
economía de El Salvador, que implica una participación muy pequeña de las
remuneraciones (capital variable) en el PIB o valor creado. En los EUA, la
economía capitalista más desarrollada del mundo, las estimaciones de la
composición orgánica encuentran que como máximo, en el largo plazo, este
coeficiente es de 6. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 20)

Una segunda muestra de esta desproporcionalidad consiste en el aumento


permanente de la tasa de plusvalía o cociente entre el excedente de explotación y
las remuneraciones, vemos que para 1990 ese parámetro era de 126.8%, y que
para 2010 esa tasa de explotación (plusvalía) se había casi duplicado, más de
170%. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 20)

E. Tecnologías de la Información y Comunicaciones

Finalmente, otra desventaja dentro del sector agropecuario es la baja participación


de la población en el uso de los servicios de las TIC 2; debido a su gran importancia
principalmente después de la pandemia COVID19 en el año de 2020, muchas de
las diferentes actividades diarias se llevan a cabo por medio de ellas. Es

2
Tecnologías de la información y comunicaciones (TIC)

5
importante tomar en cuenta que la introducción de nuevas tecnologías permitirá el
acceso con mejor calidad, mayor cobertura, mayor oferta con nuevas o mayores
facilidades en toda la actividad económica (SIGET, 2021), situación de la que
también queda marginado el sector agropecuario.

Por todo los antior, es de suma importancio revisar, estudiar e investigar la


situacion presentada por la fuerza laboral de manera integral en el sector
agropecuario, con el fin de reactivar el sector agropecuario de El Salvador por
medio de programas y/o políticas públicas que fortalezcan la economía rural
mejorando la educación, la salud, las finanzas, la infraestructura, los equipos, los
servicios y el acceso a internet.

II. JUSTIFICACIÓN.

Ante los problemas de abandono y deterioro del sector agropecuario que en gran
medida se deben a políticas neoliberales llevadas a cabo por las élites dominantes
de la República de El Salvador, que han impactado negativamente en la fuerza
laboral y aprovechamiento del obrero por parte del capitalista, dejando como
resultado una brecha social muy grande entre ricos y pobres.

Es de señalar que se vuelve de importante interés fortalecer el sector


agropecuario por medio de un proyecto integral que abarque otros sectores con el
fin de buscar mejoras en la situación actual de la población rural; ya que ha sido
marginado, pisoteado y vulnerado por el capitalista en sus aras de buscar el lucro
y riqueza sin tener en cuenta el principio primordial de que solamente el trabajo
crea valor brindado en los análisis de Marx.

El proyecto planteado en el presente documento, busca reactivar el sector


agropecuario de El Salvador por medio de programas y/o políticas públicas que
fortalezcan la economía rural mejorando la educación, la salud, las finanzas, la
infraestructura, los equipos, los servicios y el acceso a internet.

Asimismo, el presente proyecto será puesto en marcha con el nombre de


“Reactivación Agropecuaria Integral”, el cual llevará involucrados los siguientes
programas: inclusión familiar con educación y salud de calidad, banca rural –
acceso a financiamiento al emprendedor agropecuario y enlaces – mejoramiento
de infraestructura, equipo y servicios con énfasis en TIC’s. Lo anterior, con el
propósito de devolver la importancia no solo al sector agropecuario sino
principalmente a su población y a su fuerza de trabajo generadora de valor en El
Salvador.

Asimismo, el presente documento busca proveer las herramientas necesarias por


medio del planteamiento de un proyecto dirigido al sector agropecuario nacional
que le permita crear los espacios donde la población logre obtener el valor social,
civil y humano que tanto se merecen y que ha sido usurpado por las élites
capitalistas dominantes de la economía salvadoreña.
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Finalmente, se busca poner en marcha los programas antes mencionados de
forma tal, que permitan generar los medios sociales donde la población rural
puede desenvolverse, crecer y prosperar tanto educativa y financieramente para
lograr mejores niveles de vida, salud y bienestar económico; y, además acarrear
un crecimiento positivo para la economía nacional y una forma de gobierno más
equilibrada disminuyente las brechas sociales.

III. MARCO TEÓRICO.

A. Historia de sector agropecuario en El Salvador

Como todo sector en la economía nacional, la agricultura ha jugado un papel


importante en la historia económica de El Salvador, desde antes hasta después de
la colonia. Pero es en el siglo XIX cuando inicia un proceso de explotación agrícola
conjugado con un enfoque agroexportador que definió al país como productor de
bienes de consumo y materias primas. (Manzano, Valencia, & Perdomo, 2013,
pág. 20)

En la segunda mitad del siglo XIX (1870-1900) la transformación económica con


mayor impacto fue el desarrollo de nuevas actividades productivas en el medio
rural, tal es el caso de la producción cafetalera y la expansión de la minería;
actividades que eran propiedad de la élite económica emergente de la época, que
pretendía beneficiarse de las oportunidades que ofrecía el comercio internacional
y la fuerza laboral del campesino (Manzano, Valencia, & Perdomo, 2013, pág. 20).

A finales del siglo XIX en el año de 1893, en El Salvador se promulga el “Código


de Agricultura”, documento que manifiesta concretamente la preocupación en
dicho sector, puesto que de esa manera se estaba reconociendo la importancia de
las actividades agrícola. (MAG, 2021). Es de señalar que este código está
inclinado a proteger la propiedad, “su posesión, uso y goce”; los derechos de los
trabajadores agrícolas; sin embargo, no ha sido una herramienta bien utilizada
para proteger realmente al desprotegido de las manos del capitalista.

En 1899, el Poder Ejecutivo de ese entonces creó una Junta Central de


Agricultura, la cual estaba llamada a promover el desarrollo agrícola del País. Esta
junta, estaba integrada por elementos de prestigio, particulares al Gobierno,
funcionó auxiliada por Juntas Departamentales y financiada por medio de arbitrios
municipales creados al efecto. (MAG, 2021).

Para el siglo XX en El Salvador, el aparato productivo nacional carecía de


diversificación y era más vulnerable de fenómenos económicos y sociales tanto
del interior como del exterior del país. Así es como la gran depresión
estadounidense de 1929 y sus posteriores años trajo consigo un largo
estancamiento político y económico (Manzano, Valencia, & Perdomo, 2013, pág.

7
22), el cual también ésta contralado en su mayoría por políticas neoliberales que
no benefician en nada a la población rural del país sino a una elite dominante.
En la actualidad en el siglo XXI la situación precaria del sector agropecuario de El
Salvador no ha cambiado y los problemas sigue siendo los mismos, sin cambiar
mucho.

B. Generalidades del empleo en el sector agropecuario de El Salvador

En cuanto al empleo agropecuario y las principales características de las personas


que estaban empleadas en el sector, durante el período 1995-2015.
Históricamente, el sector agropecuario ha sido una fuente de empleo tanto para el
área urbana como para la rural, siendo esta última zona donde es más fuerte la
dependencia laboral del sector agrícola y pecuario; dadas las condiciones
estructurales y la organización del trabajo prevaleciente en el país, predestinando
franjas específicas afuera de las grandes ciudades al cultivo de materias primas y
alimentos, para el consumo nacional y la exportación. Para 2015, el último año
registrado por las estadísticas oficiales, el 78.9 % de las personas ocupadas en el
sector, se ubicaban geográficamente en la zona rural, mientras que el 21.1 %
pertenecía al área urbana.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 40)

Es importante destacar que, dentro del mercado de trabajo salvadoreño, la


Población Económicamente Activa (PEA) ocupada en el sector agropecuario ha
significado en promedio en el lapso señalado un 20.5% respecto a los ocupados
totales, es decir, por cada 100 del total de personas empleadas en la economía
nacional, alrededor de 20 se dedican a labores agrícolas y/o pecuarias. En
términos de generación de empleo el sector agropecuario solamente es superado
por el de Comercio y Servicios, situándose incluso por encima de la Industria
Manufacturera, la cual entre 1995 y 2015 ha generado en promedio 17 de cada
100 empleos, 3 menos que el Agropecuario. (Departamento de Economía UCA,
2017, pág. 40)

Pese a la significancia señalada, en los últimos años se ha observado una


importante caída de la ocupación en el sector, que puede apreciarse en la
siguiente gráfica.

Gráfica 1, Porcentaje de la PEA ocupada que se emplea en el sector


agropecuario, 1995-2015

8
Fuente: ASES segundo trimestre 2016
Como se muestra en la gráfica 1, la importancia relativa de las personas ocupadas
en labores pecuarias y/o agrícolas ha pasado de 27% en 1995 a 17.3% en 2015,
casi 10 puntos menos que dos décadas atrás. Sin embargo, la importancia del
sector en términos de empleo sigue siendo sustancial. Casi medio millón de
personas fueron registradas como ocupadas en labores agropecuarias (461,646
personas). Según estas estadísticas oficiales, el sector emplea eminentemente
fuerza de trabajo masculina, sin muestras de un cambio significativo a lo largo de
20 años; pues, para 1995 el 89.1% de las personas empleadas en actividades
agropecuarias eran hombres, frente al 10.9% que representaba la fuerza de
trabajo femenina. Para 2015, la ocupación masculina incluso ha aumentado, ya
que, de cada 100 personas ocupadas en dichas labores, 91 son hombres y 9 son
mujeres. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 49)

C. Principales características sector agropecuario de El Salvador

En cuanto a la composición étnica la distribución de la ocupación agropecuaria por


grupos de edad, los datos muestran que la estructura poblacional no ha sufrido
grandes cambios; sin embargo, hay puntos que vale la pena destacar. Para
efectos comparativos, se ha tomado como referencia el primero y el último año del
período analizado; lo cual, también, se muestra en el esquema 1. (Departamento
de Economía UCA, 2017, pág. 49)

Esquema 1, Distribución de la ocupación agropecuaria por grupos de edad, 1995 y


2015

9
Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Es posible observar, que para ambos años el grueso de la población ocupada en


el sector se encuentra entre edades de 15-16 y 44 años. De hecho, para 1995 el
60.2% de personas dedicadas a labores del agro estaban concentradas en las
edades señaladas. Para 2015, dicho indicador pasó a representar el 61.9 %. Por
otra parte, uno de los cambios más visibles es el incremento de la población entre
20 a 29 años empleadas en labores agropecuarias, pues de representar en 1995
el 19.2 %, pasó a significar el 25.4 % en 2015. Asimismo, se puede apreciar que
los grupos etarios superiores también se están engrosando, pues para 1995 las
personas de 60 años o más empleadas en el sector Agropecuario eran el 13.2 %;
por su parte, para el último año analizado ese porcentaje incrementó a 18.3 %.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 49)

Con relación al nivel educativo, el sector agropecuario presenta un considerable


retraso en comparación con el promedio general de años de estudio aprobados
por la Población Ocupada total. Para el caso, de 2015, el 59.4% de la PEA
ocupada tiene en promedio 7 o más años de estudio aprobados. Por su parte, de
la PEA ocupada en actividades agropecuarias, solamente el 31% ha aprobado 7
años o más. En este sector, los extremos son especialmente contrastantes, pues
para el año señalado, solamente el 1 % poseía 13 años o más de estudio,
mientras que el 23 % no posee ningún año aprobado. A nivel de la PEA ocupada
general, se muestra que el 14.3 % igualaba o superaba los 13 años de estudio y
solamente el 9.9 % tenía cero años de estudio. (Departamento de Economía UCA,
2017, pág. 49)

Aunque en comparación con el promedio general de la PEA ocupada total el


panorama no es muy alentador, si se ve de manera retrospectiva, pueden
identificarse algunos avances en el nivel educativo de las personas empleadas en
el sector Agropecuario. Para ilustrar el caso, se presenta la gráfica 2.

Gráfica 2, Porcentaje de personas ocupadas en el sector agropecuario por años

10
Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Es observable que en los puntos del período tomados como referencia ha habido
un cambio considerable en el número de años aprobados por la PEA ocupada en
el sector agropecuario. El cambio más significativo lo ha experimentado la
categoría “Ninguno”, pues de las personas ocupadas en el sector con cero años
de estudio aprobados, pasaron de representar 34 % en 1998, a 23 % en 2015; es
decir, 11 puntos porcentuales menos. Asimismo, el rango de entre 10 y 12 años de
estudio, también presenta una mejora considerable, pues de 9 % que significaba
en 1998, ha pasado a 19 % en 2015. Cabe destacar que el rango superior sigue
siendo el que menos avance presenta, pues en 17 años solo aumentó en 0.6
puntos porcentuales, la tasa de las y los ocupados con 13 años o más de estudio.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 51)

Entre otros datos se puede indicar que 33 de cada 100 personas han estado
empleadas por su propia cuenta, desarrollando actividades relativas al sector
agrícola y pecuario. Cabe destacar que, de acuerdo con las cifras oficiales del
último Censo Nacional Agropecuario, CENAGRO, —realizado en el país en 2007
— del total de productores agropecuarios, el 82 % era considerado “pequeño
productor” y solamente el 18 % clasificaba como “comerciante”. (Departamento de
Economía UCA, 2017, pág. 59)

Asimismo, en promedio, un 33% ha estado empleado como asalariado temporal.


De acuerdo con el censo citado, las Actividades diversificadas (42 %); Granos
básicos (35 %); Café (15 %); y, Caña de azúcar (4.7 %) son los rubros
agropecuarios que generan la mayor cantidad de contrataciones temporales.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 59)

Tabla 1, PEA ocupada rural agropecuaria por Categoría Ocupacional, años


seleccionados

11
Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Continuando con los análisis de datos, a lo largo de las dos décadas


comprendidas en el período de estudio, la estructura de la PEA agropecuaria
ocupada por zona geográfica no se ha modificado de forma sustancial. La gráfica
3, muestra que a lo largo de 20 años la tendencia presenta una leve caída, pero
en promedio el 80 % de las personas ocupadas en el sector agropecuario han
estado ubicadas en la zona rural, es decir, que de cada 100 personas dedicadas a
labores agrícolas y/o pecuarias, 80 se ubican en la zona rural. (Departamento de
Economía UCA, 2017, pág. 52)

Gráfica 3, porcentaje de la PEA rural ocupada que se emplea en el sector


agropecuario, 1995-2015

Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Con relación al cambio en el empleo, en la tabla 2 se muestra el número de


personas empleadas en la zona rural para las diferentes Ramas de Actividad
Económica y sus respectivas tasas de participación para 4 años tomados como
referencia. En términos porcentuales se observa que la ocupación agropecuaria
ha venido disminuyendo a lo largo del período; para el caso, de concentrar a más
del 50% de la PEA ocupada rural, ha pasado a aglutinar al 40.4% de acuerdo con

12
el último dato observado. Aunque para el 2015 se aprecia una mejora respecto a
la cantidad de ocupados en 2008, en términos absolutos se percibe una caída
sensible respecto a 1995, pues para 2015 la rama agropecuaria empleaba 86 555
personas menos, lo que representa una caída en el empleo en actividades
agropecuarias de 11.1 puntos porcentuales. (Departamento de Economía UCA,
2017, pág. 53)

Tabla 2, PEA ocupada rural por Rama de Actividad Económica (RAE), años
seleccionados

Fuente: ASES segundo trimestre 2016

En el mismo periodo se observa que se ha dado una compensación de los


empleos perdidos en el sector agropecuario por empleos generados en la Rama
de Actividad Económica “Comercio y servicios”, la cual pasó de concentrar al
10.8% de las personas ocupadas en la zona rural en 1995, a agrupar al 20.3% en
2015. En términos absolutos, en 2015 respecto a 1995 se registraron 89 391
empleos más, esto significa que el sector experimentó, en términos de empleo, un
alza de 9.5 puntos porcentuales. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág.
54)

El acceso a seguro social en el caso de las y los trabajadores agrícolas es aún


más precario que el resto de sectores. De acuerdo con Mesa-Lago y De Franco
(2010), El Salvador es uno de los países con una de las menores coberturas de
seguro social en América Latina, siendo el caso del sector agropecuario uno de los
más desalentadores. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 54)

Gráfica 4, Trabajadores del sector privado agropecuarios y no agropecuarios


cotizantes al régimen de salud, junio-diciembre de 2016

13
Fuente: ASES segundo trimestre 2016

De acuerdo con la gráfica anterior, de todas las personas cotizantes al seguro


social entre junio y diciembre de 2016, solo el 2% corresponde al empleo
agropecuario. Si se toman estos datos como referencia de comparación respecto
a la población total empleada en el sector (461 646 para 2015), se tiene que
solamente 2 de 100 personas dedicadas a labores agrícolas o pecuarias estarían
siendo cubiertas por el régimen de salud, el resto debe buscar alternativas en caso
de requerir algún servicio de salud. Dado que el 56 % de las personas trabajando
en el sector agropecuario se encuentran en situación de pobreza, puede
entenderse que las personas no cubiertas por el ISSS deberán acudir a clínicas
comunales u hospitales de la red pública para atender sus necesidades de salud.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 55)
Dentro de los hechos más destacables en el período analizado se tiene que la
mejora en el nivel de educación en el sector sigue siendo un reto. Los datos
muestran que la reducción de las brechas entre los extremos de años de
escolaridad aprobados es una tarea pendiente, pues mientras que solo el 1% de
las personas ocupadas en el sector tiene 13 o más años de estudio aprobados, un
23% no tiene ningún año educativo cursado. (Departamento de Economía UCA,
2017, pág. 55)

Para finalizar, aumentar la cobertura del seguro social en el sector es imperante,


pues una de las mayores demandas de las personas dedicadas a actividades
agrícolas o pecuarias es justamente el acceso a salud; lo cual aportará a que este
sector se encamine a la generación de condiciones para un trabajo agropecuario
decente. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 56)

D. Desigualdad con desproporcionalidad económica.

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El problema de la desproporcionalidad en toda economía capitalista, típicamente
se inicia en la transgresión del parámetro de cobertura del valor de la fuerza de
trabajo, esto es, aunque no esté bien identificado el valor de la fuerza de trabajo
en un momento dado, si un nivel generalmente aceptado de cobertura tiende a
reducirse o bien este nivel crece de manera insuficiente (aun hallándose por
debajo del valor, para la perspectiva acerca de las necesidades de los
trabajadores en el tiempo), ambos comportamientos van a generar una
sobreexplotación de la fuerza de trabajo por encima de la adecuada a la economía
capitalista. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 58)

Esta transgresión se expresa en la distorsión de parámetros relevantes de la


estructura productiva como las composiciones orgánicas excesivamente elevadas,
tasas de acumulación económicamente inaceptables de la plusvalía, etc.
Comportamientos que casi siempre desembocan en un bajo desempeño de la
economía. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 58)

Sin embargo, la economía de El Salvador se caracteriza por ser un capitalismo


atípico. Así, una importante parte de su fuerza laboral, cerca de un 50%, en el
área urbana, se encuentra laborando en actividades del sector informal. Las
personas remuneradas representan el 58% de los ocupados, el resto son
trabajadores por cuenta propia, principalmente (Departamento de Economía,
2017). El sistema de las cuentas nacionales incluye el ingreso de esta última
categoría en el excedente de explotación, es decir, queda comprendido en la
plusvalía; por tanto, el capital variable incorpora, en esencia, las remuneraciones
de todos aquellos servicios laborales permanentes y temporales. (Departamento
de Economía UCA, 2017, pág. 58)

A escala nacional, la población que se encuentra en el sector informal y los


ingresos totales de los microempresarios de la industria, comercio y servicios
representan 11.6%, aproximadamente, con relación a la masa de plusvalía, es
aquí donde se halla la explicación de los altos niveles que muestra la composición
orgánica en el país que evidentemente tiene que repercutir en el uso de la
capacidad instalada. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 58)

Para observa con más detalle, en la tabla 3 se exponen los datos acerca de la
composición orgánica, el capital variable y la plusvalía o excedente que
fundamentalmente corresponde a los capitalistas salvadoreños. Adicionalmente,
se puede observar la relevante diferencia entre la masa de plusvalía y el capital
dirigido a remunerar a los trabajadores, que se muestra en el aumento de la tasa
de explotación; por otra parte, es notable que semejante diferencia en la
distribución se hace patente en las elevadas composiciones orgánicas que el país
muestra que, evidentemente, antes que estar vinculada a un relevante desarrollo
tecnológico, se vincula más bien a una subutilización del capital constante,
especialmente del capital fijo. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 58)

Tabla 3, comparación entre variables y coeficientes relevantes de la población en


El Salvador 1990-2006 y 2010
15
Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Asimismo, la gráfica 5 presenta el comportamiento de la plusvalía y el capital


variable, en donde de manera más evidente se muestra cómo se ensancha la
brecha entre el capital variable, es decir, la parte del producto que se destina a la
población trabajadora, con la plusvalía, o bien, el excedente que le corresponde a
los capitalistas, en detrimento del capital variable y elevando la tasa de
explotación. (Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 59)

Gráfica 5, Contraste entre el capital variable y la masa de plusvalía (en miles de


dólares constantes de 1990.

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Fuente: ASES segundo trimestre 2016

Vemos que la falta de proporcionalidad entre el capital variable y el capital


constante (o con la composición orgánica del capital) ha tenido sus efectos en el
desempeño de la economía de El Salvador. Como consecuencia de esta
incongruencia productiva, todos los sectores que conforman el PIB a lo largo de la
última década del siglo XX y en la primera década del siglo XXI no pudieron crecer
de manera simultánea, varios decrecieron, el efecto más nocivo se dio en la
agricultura la cual se debilitó con la entrada de las políticas neoliberales.
(Departamento de Economía UCA, 2017, pág. 60)

E. Modelo de tres sectores

El estudio y modelización de esta problemática llevará consigo el análisis y


construcción de un modelo de tres sectores:

Donde:
Sector I: Medios de trabajo
Sector II: Objetos de trabajo
Sector III: Bines de consumo

La idea consiste en observar cómo éstos tres sectores interactúan los unos con
otros con el fin de dar conclusiones sobre la problemática del sector agropecuario
en El Salvador y poder observar el comportamiento a través de un análisis
marxista enfocado en la fuerza laboral y el principio “solamente el trabajo crea
valor”.

IV. HIPÓTESIS

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Para el presente trabajo se han determinado tres hipótesis, las cuales se detallan
a continuación:

1. La educación y salud de calidad generan un impacto positivo en la fuerza


de trabajo de la población rural en el sector agropecuario de El Salvador.

2. Al aumentar el acceso a financiamiento en el sector agropecuario se


impulsa el crecimiento económico de El Salvador.

3. Mejoras en infraestructuras, equipo y servicios con énfasis en TIC’s en la


zona rural del país generará un impacto positivo en el desarrollo del sector
agropecuario de El Salvador.

V. ESTABLECIMIENTO DE PROYECTOS Y PROGRAMAS


PRIORITARIOS.

Proyecto
• Reactivación agropecuaria integral

Programas
• Inclusión familiar con educación y salud de calidad.
• Banca rural - acceso a financiamiento al emprendedor agropecuario.
• Enlaces - Mejoramiento de infraestructuras, equipo y servicios con énfasis
en TIC’s.

VI. OBJETIVOS

General
Reactivar el sector agropecuario de El Salvador por medio de programas y/o
políticas públicas que fortalezcan la economía rural mejorando la educación,
salud, finanzas, infraestrutura, equipos, servicios y acceso a internet.

Específicos
• Fortalecer la economía de El Salvador por medio de programas edirigidos a
la población rural.
• Mejorar la educación, salud, finanzas, infraestructuras, equipo y servicios
con énfasis en TIC’s en la zona rural del país.

VII. PLAN DE SOLUCIÓN

El plan de solución para la aplicabilidad del proyecto “Reactivación Agropecuaria


Integral” y sus programas, será impulsado para toda la zona rural de El Salvador;

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el cual llevará un proceso a largo plazo para implementarlo y observar sus frutos,
debido al carácter del mismo que es integral.

A. Fuentes de financiamiento

En cuanto al financiamiento del proyecto “Reactivación Agropecuaria Integral”,


está basado en recursos provenientes de impuestos o préstamos-donaciones de
organismos internacionales que obtiene el Estado y que destina para
funcionamiento de servicios sociales.

El modelo de financiamiento se puede observar en el siguiente esquema:

Recaudación 1. Inclusión familiar con


educación y salud de calidad.
de Impuesto 2. Banca rural - acceso a
Gobierno de Reactivación financiamiento al
El Salvador Agropecuaria emprendedor agropecuario.
Préstamos o 3. Enlaces - Mejoramiento de
Integral infraestructuras, equipo y
Donaciones servicios con énfasis en
TIC’s.

Este modelo señala la necesaria participación en el financiamiento del Estado para


el desarrollo, fortalecimiento y reactivación del sector agropecuario en El Salvador;
asimismo, se muestra que el financiamiento puede ser con fondos internos del
Estado o externos, lo cual asegura su ejecución y puesta en marcha.

B. Indicadores

Se construirán indicadores apropiados y a la medida con la finalidad de medir el


avance y aplicabilidad de cada uno de los programas a ejecutar. Buscando
siempre la puesta en marcha del proyecto.

C. Tabla de amortización

Para la ejecución de este proyecto y sus programas, se llevará a cabo durante 5


años con un total del proyecto estimado en US$500,000,000.00, donde se
implementarán las mejoras y el financiamiento planteado en cada uno de sus
programas.

En cuanto, al cálculo de su monto, éste se ha estimado por medio del salario


mínimo estipulado por el Consejo Nacional de Salario Mínimo, de acuerdo a la
actualización más reciente de 2018.

Tabla 4, Tarifas de salarios mínimos vigentes.

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Fuente: Ministerio de Trabajo y Prevención Social

En El Salvador el salario mínimo es diferencia según algunas ramas de la


economía, en el sector agropecuario para los trabajadores agropecuarios $202.88
al mes. Los más altos corresponden a Comercio y Servicios, Industria e Ingenio
Azucarero con $304.17 cada uno.

A continuación, se presenta la tabla de amortización:

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Salario Mínimo $ 304.17
Dato aproximado $ 305.00
Población sector agropecuario 364,306
Total Proyecto $ 111,113,330.00
Redondeo $ 100,000,000.00
% por Programa 33.33%

PROYECCIÓN DE FLUJO DE FONDOS - REACTIVACIÓN AGROPECUARIA INTEGRAL


PROGRAMA
2022 % 2023 % 2024 % 2025 % 2026 %
Inclusión familiar con educación y salud de
$ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00%
calidad.
Banca rural - acceso a financiamiento al
$ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00%
emprendedor agropecuario.

Enlaces - Mejoramiento de infraestructuras, $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00% $ 33,333,333 0.00%
equipo y servicios con énfasis en TIC’s.
TOTALES $ 100,000,000 $ 100,000,000 $ 100,000,000 $ 100,000,000 $ 100,000,000

D. Participantes

Entre algunos de los actores y participantes principales se pueden detallar:

 Gobierno de El Salvador
 Ministerio de Agricultura y Ganadería
 Ministerio de Educación
 Ministerio de Salud
 Ministerio de Trabajo
 Banco Central de Reservas de El Salvador
 Banco de Fomento Agropecuario
 Banco de Desarrollo de El Salvador
 Banco Hipotecario
 BID
 Banco Mundial
 Entre otros organismos internacionales
 Estados Amigos
 Sociedad Civil

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A. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CATHALAC. (2011). Informe Final: Mapa Centroamericana de Cobertura y Uso de la Tierra,


Cambios de Cobertura y Uso de la Tierra 1980-1990-2000-2010. Programa Regional para
la Reducción de la Vulnerabilidad y Degradación Ambiental, PREVDA. Ciudad de Panamá,
Panamá: Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe
(CATHALAC),.

Departamento de Economía UCA. (2017). ANÁLISIS SOCIOECONÓMICO DE EL SALVADOR,


SEGUNDO SEMESTRE DE 2016. San Salvador, El Salvador: Talleres Gráficos, UCA.

MAG. (2021). Historia. Obtenido de Ministerio de Agricultura y Ganadería:


https://www.mag.gob.sv/historia/

Manzano, E., Valencia, J., & Perdomo, J. (2013). IMPACTO DEL SECTOR AGRICOLA EN EL
CRECIMIENTO ECONOMICO DE EL SALVADOR. San Salvador, El Salvador: UNIVERSIDAD
CENTROAMERICANA “JOSÉ SIMEÓN CAÑAS”.

Marx, K. (1987). El Capital Tomo I. Allende editores: México DF, México.

Melgar, E., Morales, E., Hirezi, F., & Alens, J. (2017). DESARROLLO RURAL EN EL SALVADOR: UNA
PROPUESTA DE POLÍTICA PÚBLICA PARA LA REACTIVACIÓN DE LA AGRICULTURA. San
Salvador, El Salvador: UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA “JOSÉ SIMEÓN CAÑAS”.

SIGET. (2021). Evolución del Mercado de Telecomunicaciones en El Salvador. Obtenido de


SUPERINTENDENCIA GENERAL DE ELECTRICIDAD Y TELECOMUNICACIONES:
https://www.siget.gob.sv/telecomunicaciones/resena-historica/evolucion-del-mercado-
de-telecomunicaciones-en-el-salvador/

Smith, A. (1974). Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Tomo I.
Valladolid, España: Universidad de Sevilla, Biblioteca de la Facultad de Derecho.

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