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ESTIMACION DE LOS INCRESOS Y MERCADO DE MINERALES Y METALES.

A la hora de realizar un estudio de cualquier tipo de proyecto o negocio y la rentabilidad


esperable del mismo son muchos los parámetros a tomar en cuenta y de todos esos
parámetros, en mayor o menor medida, influyen en los resultados finales. Ahora bien, estos
resultados deben ser previstos y en función de los mismos, el proyectos o negocio en
cuestión resultara más o menos atractivos o hasta se pueden considerar como un proyecto
rechazable. Se trata, por lo tanto, de establecer unos ciertos sistemas de previsiones, de
simular lo que puede ser el futuro a partir de lo que, en forma más o menos completa, se
conoce en el presente sobre el mercado. Cualquier proyecto estará marcado,
fundamentalmente, por los ingresos originarios de las ventas de los bienes o servicios que
se produzcan y por unos gastos que nacen, asimismo, del uso y consumo de otros bienes y
servicios de muy diversa naturaleza, y son necesarios para mantener el negocio en marcha.
Si cuando este se planifica en sus orígenes se dispusieran de los métodos adecuados para
conocer con precisión los ingresos y los gastos, desaparecería el riesgo de todo proyecto.
Evidentemente este desiderátum no es alcanzable, pero lo que si entra dentro de lo hacedero
es estudiar las cosas con cuanto detalle y prudencia se posible, tratando de que las
incógnitas por definir sean mínimas.

Si se piensa en un proyecto minero, los parámetros principales con que hay que
enfrentarse para elaborar parte del modelo de flujos económicos son los siguientes.

Ingresos
por ventas.

Coproductos o
Productos Servicios.
subproductos.
principales.

Gastos.

Costes Costes de capital o Cortes de


operativos. inversiones. financiación.
Además, es totalmente necesario conocer el calendario de desarrollo del proyecto, tanto
en su fase de construcción como de explosión, de manera que puedan conocerse con
razonable exactitud el ritmo de los gastos y de los ingresos.

 1.0 Factores que influyen en los ingresos.

Como se acaba de indicar, en un proyecto minero los ingresos, en líneas generales,


estarán formados por la venta de los productos principales procedentes de la explotación
minera, de algunos coproductos o subproductos que pueden producirse de forma continua o
episódica según condiciones del mercado y del propio proceso productivo y de eventuales
servicios a terceros o productos atípicos. Así pues, los ingresos generados por la reducción
minera dependerán de la cantidad física y de los precios unitarios de los productos
principales, coproductos o subproductos.

A continuación, se examinan los factores principales que influyen sobre los ingresos
totales, prestando especial atención en este enunciado a aquellos que se refieren a la base
material de los ingresos o ventas, es decir, a la producción vendible, ya que, todo lo
concerniente a precios, objeto principal de este capítulo, se irá examinando a lo largo del
mismo.

1.1. Factores técnicos que influyen en la producción.

1.1.1. Disolución y recuperación.

En primer lugar, es preciso recordar la diferencia que existe entre reservas geológicas y
reservas económicamente explotables, concepto este último con un fuerte carácter
dinámico, pues no es lo mismo lo que puede explotarse en forma rentable de determinas
reservas si los precios son unos u otros, o si los costes son más altos o más bajos. Pero,
fijados los parámetros que determinan el grado de reservas económicas, a la hora de
estudiar su explotación, habrá que tener en cuenta que ningún método de laboreo racional
permite el aprovechamiento o la recuperación de la totalidad de las reservas que, en
principio, se califican como económicas. Corresponde al laboreo de Minas y a la
Mineralurgia establecer los grados de recuperación que pueden esperarse, de acuerdo con
los métodos seleccionados desde el punto de vista de previsión de producción e ingresos, lo
que interesa es conocer, en virtud del grado de recuperación de las reservas y del programa
anual de explotación, los años de vida del proyecto y las previsiones de producción
correspondientes a cada año.

Hay que tener en cuentas, es que, a la hora de establecer un programa de producto


vendible, se estaría ablando de procesos de dilución del mineral, que se produce como
consecuencias de las prácticas del método de explotación.

Por otro lado, cada etapa del proceso de producción de una sustancia, “procesamiento del
mineral” estaríamos hablado, por ejemplo, procesos para llevar al mineral hasta el metal
final, ósea sería un proceso de extracción y refinación de este mineral; esto se caracteriza
por un factor de recuperación. En el caso de minerales metálicos, cada factor de
recuperación expresa la relación de la cantidad de metal a la salida de una etapa y el
contenido de metal a la entrada del mismo.

En el siguiente diagrama se muestra una representación general del proceso de


producción y extracción de los minerales sulfurados de cobre por procesos
hidrometalúrgicos.
En cuanto hablamos de recuperaciones de minerales hablamos de un proceso que consiste
en modificar la naturaleza química de los minerales para separar el metal de sus
compuestos sulfúricos, óxidos, silicatos o carbonatos. En la práctica, las recuperaciones
mineras oscilan entre un 65% y el 95%, dependiendo, claro está, del tipo de yacimiento y
método de explotación aplicado. Las recuperaciones mineralurgias varían, normalmente,
entre el 85% y el 95%, pudiendo ser mucho menores cuando se trata de menas complejas y
de texturas muy finas. Al concentrarse en la recuperación minera, esta indica el grado de
aprovechamiento de las reservas de un yacimiento, e indirectamente las perdidas del
mineral que se producen.

Recuperación minera + Perdidas de mineral = 100%

Así pues, se puede apreciar, que teniendo en cuenta la variación posible de los grados de
recuperación y disolución, la correcta previsión de ambos es fundamental para el perfecto
establecimiento del presupuesto de ingresos y ventas del proyecto.

Con respecto a las pérdidas de mineral, se distinguen dos tipos: las pérdidas generadas y
las pérdidas de producción. La primeras son intrínsecas a la disposición natural de los
yacimientos y están constituidas por el mineral que se abandona " in-situ" por motivos de
estabilidad. Estas pérdidas, normalmente, deben de tenerse en cuenta en los cálculos finales
de las reservas explotables.

 1.1.2 Tipos y fuentes de dilución.

Se pueden distinguir dos tipos de dilución: la dilución de producción y la dilución


estructural. La primera aparece durante el mismo proceso minero. Algunas fuentes de este
tipo de dilución pueden identificarse en la siguiente imagen.
- En la primera figura se puede ver lo que se le llama operaciones de hundimiento,
esto es una proceso mediante el cual la roca se desprende diluyendo el material.
- En la segunda figura se aprecia una operación con relleno, donde el material que se
utiliza para el sostenimiento, se mezcla con el mineral troceado.
- En la tercera figura se observa yacimientos filonianos y lenticulares, con potencias
de 0,6 a 0,8 m, donde se mezcla el estéril con el mineral al ser preciso ensanchar los
huecos hasta el espacio mínimo de trabajo.
- En la cuarta imagen la dilución también es debida a los contactos irregulares entre el
estéril y el mineral.

La dilución estructural es inherente a la disposición del depósito de mineral, Ejemplo.

- la presencia de algunas intercalaciones de estéril dentro de la formación, de modo


que no es posible una extracción selectiva.
- la lixiviación es un proceso que puede provocar “in-situ”, la penetración de agua
subterránea.
 1.1.3. Perdidas en el tratamiento del mineral.

Sólo en raras ocasiones un mineral, sea del tipo que sea, puede utilizarse o
comercializarse tal y como sale de la explotación minera, esto es extremadamente raro
debido a que los minerales nativos o mejor dicho los “metales nativos” son sumamente
raros de encontrar, debido a que, en su proceso de formación geológica, tienden a
mezclarse con minerales sulfurados, carbonatados, oxidados, entre otros. Lo normal es que
la "zafra" sufra un proceso más o menos complejo con el objeto de:

-Enriquecerlo, aumentando su contenido en el metal o sustancia(s) objeto de la explotación.

- Clasificarlo por tamaños, de acuerdo con las exigencias y necesidades del mercado.

- Conseguir una separación diferencial de distintos productos, cuando la índole de


minerales de partida y las condiciones comerciales así lo aconsejen.

Son muy variados los procesos de tratamiento a que puede someterse un mineral, pasando
desde los más simples, como son la trituración y clasif icación, a los más complicados,
como flotación o separación magnética, pero, en cualquier caso, siempre hay que contar
con una pérdida de la sustancia objeto de la explotación; que dependerá tanto de la
naturaleza del propio mineral como de las características del proceso aplicado.

En todo caso, se deberá realizar ensayos particulares en laboratorio y, a ser posible, en


planta piloto, de manera que se puedan establecer los siguientes parámetros:

- Proceso de tratamiento más adecuado.

- Recuperaciones/Pérdidas de mineral o sustancia vendible previsibles.

- Calidad y características de los productos vendibles.

- Posibilidad de coproductos o subproductos con valor comercial que podrían obtenerse.

Perdidas en la trituración y clasificación

Cuando éste sea el único proceso a que ha de someterse el material extraído, las pérdidas
serán en función a la granulometría mínima exigida al producto vendible, ya que cualquier
material por debajo de la granulometría requerida será rechazable. A mayor tamaño
exigible y mayor fragilidad del producto que se está tratando, mayores serán también las
pérdidas por este concepto, si la trituración y clasificación es un proceso intermedio o paso
previo a un segundo proceso que podría ser la flotación, la lixiviación, la calcinación o la
gravimetría, entre otros, podrá ocurrir que este último imponga unos límites al tamaño de
alimentación, en cuyo caso, se produciría la correspondiente pérdida de mineral.

Perdidas en el proceso de concentración del mineral

La concentración de menas consiste, en esencia, en separar las sustancias vendibles en la


zafra, del estéril. Como es prácticamente imposible que, por efectos de la explotación
minera o por el tratamiento mecánico posterior a dicha explotación se produzca una
completa separación o disgregación de partes ricas estériles, surge aquí una primera
limitación de la concentración que obliga a plantear la línea de corte, por encima de la cual
se consideran los productos como ricos, vendibles o concentrados, quedando un rechazo,
por lo general, sin valor. En resumen, en un proyecto minero se deben tener en cuenta, tanto
las pérdidas de producto vendible que se generan en el mismos, como las características de
los productos finales, de forma que puedan estimarse los ingresos que serán función de
ambas.

 1.2 Manipulación y transporte.

Es habitual que las minas vendan sus productos bien en las plantas transformadoras de las
mismas “fundición, planta química, pirometalurgia, electrometalurgia etc.”, o que tengan
que transportarlos a un puerto o almacén de distribución. En cualquier caso, desde la salida
del producto de la planta de tratamiento o concentración hasta que se efectúa la venta o
cambio de propiedad del mismo, éste ha de sufrir manipulaciones y transportes en mayor o
menor grado. Solamente cuando la venta se produzca en la mina, se podrán ignorar estas
circunstancias a la hora de hacer la estimación de los ingresos, ya que las operaciones a las
que se está haciendo referencia, implican perdidas o mermas del mineral que se deberán
estimar en la realización de estudios de costos. Las perdidas por manipulación y transporte
varían con las características del producto. En algunos casos se puede llegar hasta un 4% o
5%, de perdidas del volumen inicial, por factores de manipulación y transporte, lo que
supone una reducción para nada despreciable y mas aun para los presupuestos de un
proyecto.

 1.3 Precios y valores unitarios.

A pesar de que, como se ha indicado con anterioridad, la previsión de precios de los


productos minerales es una tarea muy difícil sujeta a todo tipo de errores, lo más elemental
que se aconseja a los responsables de un proyecto minero, es dejar definidas las cosas en la
medida de lo posible, y así, si los precios son de difícil revisión, y por completo ajenos a la
acción o influencia de los responsables del proyecto, no ocurre otro tanto con la definición
del producto o productos cuya obtención es la finalidad del proyecto en cuestión. Quiere
decirse que es absolutamente necesario conseguir una especificación y definición de los
productos que se intentan obtener, si se trata de alcanzar un mínimo de fiabilidad en los
resultados previsibles. En resumen, se pretende “aplicar precios inciertos a productos
ciertos”. Saber qué precios se aplicarán a lo que se va a producir, no depende, en rigor, del
que proyecta, pero si depende de este saber la calidad, especificaciones características de lo
que se va a producir, con las debidas reservas y limitaciones propias de todo proyecto.

En consecuencia, los responsables del proyecto deben conocer de la forma más


aproximada posible:

- Especificaciones y características de sus productos principales, con normas a las que se


adaptarán y con análisis extensivo al contenido principal, “impurezas, granulometría,
humedad, etc.”, en fin, a todo aquello que sea necesario para valorar el producto.

- Coproductos o subproductos que pueden producirse, así como su mercado y valoración de


acuerdo con sus características.

Un conocimiento razonable de todo lo anterior permitirá establecer los valores unitarios en


función de los precios que se adopten para la valoración del proyecto.

 1.4 Producción y volumen de ventas.


En el supuesto caso de que las bases del proyecto minero se hayan fijado de forma que
pueda hacerse frente a las cuestiones que se han planteado a lo largo del epígrafe anterior,
se estará en condiciones de, a partir de unas reservas mineras conocidas, determinar un
programa de producción de minerales vendibles, con calidades de material preestablecidas,
así como con unas condiciones de venta predeterminadas. Es decir, se conocerá, con el
grado de precisión deseado y lo posible, el flujo anual de productos comerciales que dará
origen el proyecto minero que se estudia. Se conocerán, también, los precios unitarios, en
función de las características de los productos, forma y lugar de venta de los mismos y
precio base estimado. En resumen, bajo determinadas hipótesis, se dispondrá de un plan de
ingresos referente al proyecto en cuestión.

 2.0 Valoración de las materias primas minerales.

La evaluación y valoración de recursos es un fin de cada etapa de los trabajos de


prospección y exploración de yacimientos minerales y este proceso continuo durante la
explotación del depósito. Cuando se evalúan recursos y reservas mineras se busca
determinar la cantidad, calidad y posibilidad de explotación comercial del mineral que lo
compone, ya sea metalífero, no metalífero, industrial, ornamental o combustible. Si no se
hace un cálculo seguro de las reservas, no se podrá hacer una correcta planificación del
negocio, así como de la explotación, el tratamiento del mineral o la restauración ambiental.

 2.1 Los precios de los minerales en general.

Pese al eterno deseo de conseguir para las materias primas minerales unos precios
“estables, justos y remuneradores”, la realidad es que tales precios están sometidos, ya sea
en términos constantes o corrientes, a fluctuaciones continuas.

En la siguiente grafica se muestra un ejemplo de una fluctuación del valor de mercado de


un mineral cotizado por la bolsa o por bancos internacionales.
En esta figura se puede deducir que existen tres tipos de tendencia de cambio en los
precios:

- Fluctuaciones a muy corto plazo que afectan a las cotizaciones diarias, y las medias
semanales.

- Variaciones a medio plazo, es decir, relativas a las medias trimestrales, semestrales o


anuales.

- Tendencias a largo plazo, no siempre claramente definidas.

En términos generales se hablará de tendencias a largo plazo cuando la curva de los


precios medios anuales, a lo largo de un período suficientemente largo en los 10 a 15 años,
se configure en una forma de expresión gráfica o matemática ya conocida. Las
fluctuaciones a muy corto plazo son propias de las materias primas que cotizan en bolsa, en
tanto que aquellas otras cuyos precios son fijados de común acuerdo entre productores y
consumidores no están sujetas a tales fluctuaciones. En cuanto a las variaciones a plazo
medio, hay que considerarlas normales para el conjunto de las materias primas minerales.

Por lo que se refiere a los precios en sí y al mecanismo de formación de los mismos,


varían enormemente de un producto mineral a otro, sin que se pueda hablar, en rigor, de un
precio mundial único, como no puede hablarse de una calidad única de ninguna especie
mineral. Quizá esta homogeneidad sólo es alcanzable en algunos metales y, aun así, se dan
grados de pureza o niveles de aceptación dentro de los mismos.

2.2 Diferentes productos y diferentes formas de valoración.

La finalidad de cualquier proceso mineros productivo es conseguir una serie de bienes


vendibles que proporcionen unos ingresos que permitan compensar los gastos de todo tipo
que concurren en el proceso, además de retribuir los capitales en juego y hacer frente a
determinadas obligaciones sociales y fiscales. Las clases de bienes que hoy se producen en
el mundo son tan variadas y abundantes como lo son los diferentes tipos de actividades
agrícolas, extractivas, transformadoras, etc., que las originan. De una manera simplificada
se podría describir como.

- Productos de gran consumo y bajo precio, con demanda dispersa y oferta muy variada.

- Productos duraderos, de demanda fácil y precio alto, cuyo mercado es disperso y con una
decisión de compra que implica cierto riesgo.

- Productos de consumo final, con una demanda dispersa y una oferta basada, en muy
buena parte en la fiabilidad y servicio post-venta.

- Productos industriales intermedios, con una oferta y demanda muy localizadas y decisión
de compra basada, fundamentalmente en la calidad y prestaciones.

También podríamos realizar una clasificación de las materias primas minerales con
efectos de su comercialización y valoración podría ser la siguiente:

-Minerales energéticos.

-Minerales metálicos.
-Minerales Industriales.

-Rocas industriales.

Cuando hablamos de minerales energéticos o metálicos se trata de un mercado bien


definido y localizado, con un numero también conocido y localizado, con un numero
también conocido y limitado de productores y consumidores. Cada producto tiene un sector
con consumidores específicos y se puede establecer con cierta fiabilidad el grado de
consumo.

Muy distintos son los sectores de los minerales y rocas industriales, con un mercado que
se caracteriza por la dispersión y por la diversidad. Se trata de un mercado menos
transparente y, en consecuencia, con mayores dificultades para establecer las previsiones de
ingresos.

 2.2.1 Minerales energéticos “carbón”.

Dentro de los llamados combustibles fósiles, el carbón es, con mucho, el más abundante y
en las reservas recuperables mi grandes, esto establecido en 1986 por la Agencia Mundial
de la Energía, donde se estable que por cada 100 toneladas de material, 65,4 serian de
carbón, cifras absurdamente abrumadoras en comparación con el petróleo que su estimado
es que de 100 toneladas de material solo 15.7 seria de petróleo con calidad productiva, en el
caso del gas natural de cada 100 toneladas solo 12 serían de gas aprovechable y en caso del
uranio se estima que de cada 100tonelas solo entre 6 y 2 serían aprovéchales “siendo
optimistas”, como se puede apreciar las reservas mundiales recuperables de carbón son
muy abundantes, además dichas reservas están distribuidas en forma relativamente
equitativa.

Sin entrar en detalles técnicos, se recuerda que son tres los tipos de carbones térmicos
existentes:

-Hulla.

-Antracita.
-Lignito.

La turba “otra variedad del carbón”, aunque empleada localmente como fuente de
energía, no tiene peso alguno en el conjunto mundial. Cada tipo de carbón encuentra su
campo de aplicación específico y, de acuerdo con el mismo, se podría dar una clasificación
de los carbones en dos grandes grupos, que además encajan en la finalidad práctica del
presente capítulo, esto es, el sistema de valoración. Los dos grupos en que se dividen los
carbones, de acuerdo con su destino final, son el de carbones térmicos y el de carbones
coquizables. Mientras que en el primero entran las tres clases antes consideradas (hulla,
antracita y lignito), ya que lo que cuenta principalmente es el poder calorífico, el segundo
queda limitado a cierto tipo de hullas.

 2.2.2. Valoración de los minerales metálicos.

Una primera clasificación, con un criterio técnico y al mismo tiempo práctico, sería la que
se iniciara de acuerdo con las características físicas principales y, sobre todo, con la
utilización principal del metal en cuestión. De esta forma, podrían formarse los grupos de
metales siguientes:

- Hierro como metal base para la producción del acero. Con un estimado de 140$ por
tonelada.
- Metales pesados: cobre, plomo, cinc y estaño. Con un precio en cuanto al cobre de
8750$ por tonelada, el plomo con un precio de 2105.6$ por tonelada, el cinc con un
valor de 3034$ por tonelada y el estaño con una cotización de 26525$ por tonelada.
- Metales ligeros: como aluminio o magnesio. El precio del aluminio es de 2335$ por
tonelada y el magnesio con una cotización de 12500$ por tonelada.
- Metales preciosos como el oro, plata. Precio del oro es de 58477$ por kilo, y la
plata con un valor de 898$ por kilo.

Estos precios de la fecha 28/02/2023.

Ahora bien, la forma de comercializar cada metal o los minerales de los que proceden no
permiten una clasificación exactamente igual a la expuesta, de forma que, en lo que sigue,
se ha buscado agrupar los metales más de acuerdo con la realidad del mercado, que viene
impuesta por la importancia económica de cada metal; por la existencia de bolsas de
compra, venta y mercados de futuros; por las propiedades o leyes de los minerales y por los
procesos mineralúrgico que los mismos imponen.

 2.2.3. Valoración de minerales industriales.

Resulta difícil una definición que se pueda resumir y ajustarse al amplísimo grupo que
abarca los llamados minerales industriales. Tal una cierta definición podría, proceder por
exclusión de minerales, es decir, admitir que son minerales industriales todas aquellas
sustancias minerales que no son energéticas, minerales metálicos o rocas ornamentales o
para la construcción. A grandes rasgos, los minerales industriales podrían clasificarse en
dos subgrupos, basándose en unas características de acuerdo con las cuales se determina su
utilización principal.

- Minerales que aprovechan las características químicas de uno o más de sus


componentes.
- Minerales que aprovechan sus características físicas o fisicoquímicas, así como su
comportamiento en distintos procesos industriales.

El amplísimo grupo de los minerales industriales y, en especial, el segundo subgrupo,


abarca una minería pujante y de amplias perspectivas, que mueve un volumen de negocios
muy importante en el conjunto de la industria extractiva mundial. En un sector tan amplio y
de tan variadas aplicaciones como es el de los minerales industriales se comprende que sea
prácticamente imposible establecer unas características que sean comunes a todo ellos. Aun
así, se realiza a continuación un intento de sistematización.

 2.2.3.1 Primer subgrupo.

Una de las características comunes en la de basar su valor y utilización en la propiedades


químicas de alguno o algunos de sus componentes, tales como el azufre, el fosforo o el
potasio. Son sustancias o minerales con un campo de aplicación bien definido y unas
relaciones bastantes claras entre oferta y demanda, ambas relativamente concentradas. Son
por regla general, de utilización y trafico masivo. En cierto modo, la comercialización de
este tipo de minerales, “fosfato, potasio, azufre etc.”, se asemeja en sus mecanismos y usos
a la de los carbones y minerales metálicos de base.
 2.2.3.2 Segundo grupo.

Se incluyen aquí una serie de sustancias que, en líneas generales, se distinguen por:

- Una demanda extraordinariamente variada, tanto desde el punto de vista cualitativo


como cuantitativo. Es decir, que se trata de un campo de empleo muy dispar para
cada sustancia, sin relaciones, en principio, entre los distintos usos a los que se
destinan las mismas, siendo estos usos también muy diferentes por la cantidad total
empleada y por el papel, más o menos, fundamental que en ellos desempeña la
sustancia en cuestión. Una consecuencia inmediata es que resulta imposible hablar
de uniformidad de precios, ni siquiera de especificaciones.

- Una cierta facilidad de sustitución de una sustancia por otra que, aun pudiendo tener
características mineralógicas diferentes, cumplen las especificaciones requeridas a
la primera. Con ello se viene a confirmar y reforzar lo anteriormente dicho sobre
precios y calidades.

En consecuencia, resulta casi imposible tratar de sistematizar los mercados de las


sustancias minerales, tales como las arcillas, los caolines, las magnesitas, los feldespatos,
las dolomías, etc., por sólo citar algunas. Acudiendo a una expresión familiar y gráfica,
podría hablarse de que la mayoría de las veces el productor de tales sustancias tendrá que
"hacer trajes a medida", procurando, por una parte, adaptarse a las necesidades del
consumidor y, por otra, adelantándose a estas mediante labores de investigación continuas.

Finalmente, en lo que se refiere a formas de comercialización, se comprende que en la


mayoría de los minerales considerados en este apartado, ha de ser costosa, variada,
imaginativa y muy diferente de la de los minerales hasta aquí examinados. La "imagen de
marca" puede jugar un cierto papel.

 2.2.4. Valoración de rocas ornamentales.

La aportación de las llamadas rocas ornamentales al valor de la producción minera


mundial es creciente, tal vez, no solo porque haya un aumento real de consumo, sino
también, porque este ca siendo cada vez más estudiado y conocido, aunque hay que
lamentar que las estadísticas sean todavía bastantes mas incompletas e imperfectas que para
el resto de sustancias minerales. En lo que sigue se van a considerar como rocas
ornamentales solamente el granito, la pizarra y el mármol, admitiendo que por lo común,
cuando se hace alusión a alguna de estas especies, no se está haciendo una denominación de
las mismas rigurosamente correcta desde el punto de vista geológico o mineralógico.

Bibliografía

 ARRIZABALAGAS, P. (1 986): " Metales no Férricos en el L.M.E. ". Información


Comercial Española, mayo 1986.
 I.T.G.E. (1 989): "Panorama Minero - Estadística Minera de España 1988".
 MERRIL-LYNCH.: " Introducción a las Operaciones de Cobertura.
 RICARDO A., CARLOS L., ANGEL C. “manual de evaluación tecnico-economica
de proyectos mineros de inversión” 1988.

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